SUPLEMENTO CULTURAL
NO. 276 /// 16 DE ENERO DE 2017 /// AÑO 6
DIR. JÁNEA ESTRADA LAZARÍN
Metates prehispánicos. Foto de Carlos Alberto Torreblanca Padilla.
Debido al constante tránsito por la Mesa de San Miguel, las personas fueron encontrando restos de antiguas construcciones, así como fragmentos de vasijas de barro y restos óseos humanos. La abundante presencia de este tipo de restos dispersos en el terreno, permitió considerar este paraje como un panteón de los indios, de ahí su actual denominación como Panteón de Achoquén.
[“Una antigua ciudad indígena perdida en Apozol”, de Carlos Alberto Torreblanca Padilla, en páginas centrales]