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El fin de una etapa

No es el objetivo de este escrito hacer una larga lista de lo que durante la presidencia de nuestro hermano Juan Fernando se ha conseguido mejorar en nuestra Semana Santa, pues el beneplácito de Cofradías, Corporaciones y Grupos se ha ido manifestando a lo largo de estos años y también lo demostraron en la Asamblea General con el caluroso aplauso con el que te otorgó la Medalla de Oro de la Agrupación y el interés demostrado por todas la entidades por estar presentes en el homenaje correspondiente a la imposición de la misma. El único objetivo marcado por Juan Fernando y su Junta Directiva en la difícil y ardua tarea de dirigir y organizar la Agrupación de Cofradías, puedo asegurar que ha sido coordinar, salvaguardar y mantener las costumbres y tradiciones que Puente Genil tiene tan arraigadas y adaptar su Semana Santa a los tiempos actuales, mejorando lo que medianamente se ha podido. Ante la petición de Juan Fernando de que fuera su Tesorero, me fue totalmente imposible negarme y tuve la obligación de aceptar el cargo pues era difícil que le dijera que no a un querido hermano de Corporación con el que tantos años he compartido tareas directivas y un verdadero amigo. Aunque estaba convencido de que mis capacidades no eran suficientes para colaborar en la gran empresa de trabajar por y para la Semana Santa de nuestro pueblo, pronto me fui contagiando de su capacidad de trabajo, de su dedicación, de su carácter, de su talante conciliador, de sus ideas innovadoras y de su forma de coordinar; en definitiva, de su saber hacer y saber estar. Con él es fácil trabajar y siempre he estado a su disposición, pues para mí ha sido una satisfacción que contara con mi opinión o simplemente estar presente en determinados momentos. Las muchas horas que hemos estado juntos organizando actos o simplemente elaborando los documentos necesarios para el buen desarrollo de los mismos las doy por bien empleadas porque han tenido la recompensa del beneficio colectivo. Gracias a estar en la Directiva de la Agrupación he conocido una perspectiva de conjunto sobre la Semana Santa y su problemática, que es difícil de entender cuando nos encerramos en nuestra Corporación o Cofradía. He tenido la oportunidad de conocer a muchísimos representantes de Cofradías y Corporaciones que me han permitido, intercambiando impresiones con ellos, conocer las diferentes costumbres, tradiciones particulares, maneras de entender el sentido de las Corporaciones y la forma de vivir la Semana Santa dentro y fuera del cuartel. Por último, me siento orgulloso de haber aprendido de primera mano tantas cosas sobre los entresijos de nuestra Semana Santa y de la Cuaresma pontana y haber podido aportar mi granito de arena. Ha sido una experiencia que siempre recordaré con la satisfacción de haber sido partícipe, junto a Juan Fernando, Jesús Gálvez, Rafa Gómez, Antonio Ortega, etc. de una etapa fructífera para esta tradición que tan intensamente vivimos en esta bendita tierra. Tres hermanos de la Historia de Tobías hemos estado en primera fila, pero en todo momento rodeados por toda la Corporación, hermanos que con más ganas que nadie han colaborado en todo lo que han podido. El Pez trabajó por la Semana Santa.

Gracias hermanos. Rafael Jiménez Roldán

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