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A ntro Cofrade Mayor y Manantero de 2011

A nuestro Cofrade Mayor y Manantero Ejemplar de 2011

Que vacío queda en el interior de nosotros cuando se pierde la presencia de una gran persona, como era José Antonio Torres Aguilar, nuestro buen amigo y Cofrade Mayor de la Humildad y Paciencia. Que profundo sentimiento de nostalgia nos inunda al saber que no volveremos a oír su voz, que ya no podremos cruzar su mirada con la nuestra, nunca más nos reiremos juntos, ni disfrutaremos de aquellos largos debates sobre nuestra querida Semana Santa, de la que era un gran conocedor y verdadero participe de su historia reciente y evolución. Que desasosiego invade nuestras entrañas al repasar nuestros recuerdos y notar su pérdida, su ausencia material que estaremos percibiendo durante toda nuestra vida. Su trabajo ímprobo en pro de la cofradía de la Humildad y Paciencia será siempre una bandera que ondeara sobre los cofrades, será un símbolo ante el que reconocer su entrega perenne, sin peros, sin quejas, con agrado y alegría, que hacían verdaderamente imposible no involucrarte en los proyectos que proponía y que, a la postre, se acababan realizando. Siempre para sumar, buscando el engrandecimiento de la cofradía, intentando animar a todos a participar de sus ilusiones y provocar, con el gusto que le caracterizaba, la respuesta positiva de todos los que estuvimos junto a el durante estos años. Que sabor tan amargo cuando la evidencia de su ausencia se hace tan preclara y notas la imposibilidad de contar con el en miles de asuntos para los que estaba siempre dispuesto y se brindaba con tanto agrado, sencillez y sinceridad. Te añoraremos, querido amigo “Sansón”, no solo por tu esfuerzo constante para que nuestra cofradía creciera y mantuviera su espíritu de amor por nuestra bendita Imagen, no solo por estar perpetuamente al pie del trabajo bien hecho y eficiente, no solo por ser tu humildad blasón de tu persona, no solo por mantener tus ilusiones y cariño por el Señor que marcabas a fuego en nosotros en cada una de las ocasiones en las que estábamos a tu lado.

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Te recordaremos de manera notable e infinita, por haber estado siempre presto con tu sonrisa, dispuesto a la amistad y las palabras agradables de todo un caballero como eras, por hacerte participe de las inquietudes de los demás y hacerlas tuyas, por transmitir con tanta profundidad y convencimiento tu amor por el Señor de la Humildad, por todo lo que nos distes como persona entrañable y amable siempre con este grupo de hermanos cofrades como es la Historia de Tobías – El Pez, 2º Grupo del Señor de la Humildad. Vaya desde aquí una sentida oración por el descanso eterno de tu alma, el ruego al Señor de la Humildad de que te acoja y te de un sitio en la misma roca en la que El esta sentado para que cada vez que tengamos su Imagen en nuestra presencia podamos verte a los pies del Humilde y pedir a su Madre María que te arrope por la eternidad con su manto. Te echaremos mucho de menos querido amigo. ¡¡VIVA NUESTRO HERMANO SANSÓN EN LA ETERNIDAD DE NUESTRO RECUERDO!!.

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