Sentimientos de Oro

Un año más vamos a disfrutar de la imposición de una nueva Medalla de Oro a un hermano, un hecho relevante en nuestra Corporación ya que es el certificado de que el homenajeado cumple 25 años compartiendo vivencias, cariño y sentimientos con todos nosotros. En esta ocasión, el honor lo va a tener nuestro hermano Francisco Aguilar Palma, Francis, al que el próximo Domingo de Ramos, se le impondrá la insignia de Oro por su entrega a nuestra Corporación. Hablar de Francis, es confirmar que es una buena persona, en donde sus valores están llenos de sentimientos y cariño hacia todos, y me refiero como hijo, marido, padre y hermano. Como hijo venera y adora a sus padres y ha sabido aprender todos los consejos y advertencias que les han dado a lo largo de la vida, de manera que han hecho de él un hombre de bien. Referente a la Semana Santa, le hemos visto en innumerables ocasiones compartir mesa padre e hijo, y entonar sus entrañables e inolvidables oraciones hechas saetas con sus voces prodigiosas. Qué se puede decir de la mirada de complicidad que siempre le acompaña cuando comparte su vida con su mujer, Conchita, en ella se ve el amor que se profesan y ese apoyo incondicional en los momentos difíciles de la vida, por los que todos pasamos, haciendo estas dificultades más llevaderas, debido al gran amor que se transmiten. Cuantas veces hemos disfrutado de su sonrisa y orgullo, viendo a sus hijos compartir mesa y vivencias a lo largo de la vida. Él le ha sabido transmitir a Mireia y a Jesús, esos buenos consejos adquiridos de sus mayores y esas enseñanzas de nuestra Semana Santa que sus hijos saben adaptar a los tiempos, pero con el compromiso de continuar la tradición que han respirado en su familia. Referirse a Francis, como hermano de la Corporación, es hablar de una persona sencilla, rebosante de cariño y sentimientos hacia todos. Cuantas veces hemos compartido sus bonitas y entrañables palabras, cuando se levanta a abrir el corazón, y nos ha encogido el nuestro por su fuerza de transmitir ese amor hacia todos y su entrega desinteresada en cualquier momento. Cuantas veces hemos tenido lacerado nuestro interior al escucharle esos sentimientos que emanan desde su saber estar y sus profundas reflexiones. Por todo esto, hermano Francis, me alegro enormemente de haberte conocido, de estar compartiendo contigo un sinfín de emociones y de estar aprendiendo de tu buen hacer, ya que eres una persona extraordinaria. Solo me cabe darte la enhorabuena, por este honor que vas a tener y desearte que ese día acumules sensaciones intensas que nos hagan compartir, aún más, esos sentimientos de los que nos tienes acostumbrados durante el resto de nuestras vidas. Felicidades. Te queremos.

Lorenzo Jurado Luque-Romero.

Sevilla, 5 de marzo de 2012 Festividad de de San Eusebio