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Tras la reja
Desde hace unos años, la corporación en el quinto sábado de Romanos “Pan y Peces”, sábado que coincide con los Cultos Cuaresmales del Señor de la Humildad y Paciencia, tiene la bonita costumbre y tradición de entrar hasta la misma puerta de la Iglesia del Exconvento de la Asunción cuando realiza la pertinente parada en este Sagrado lugar para “saludar a nuestro Titular”. El simple gesto de poder traspasar la reja del Convento hace que nuestra alma y nuestras pulsaciones se aceleren de forma inusual, sabiendo que estamos en la misma puerta de la “Casa” del Señor de la Humildad y Ntra. Sra. de la Amargura; Y el hecho que sólo nos separe una puerta e incluso que podamos abrirla, pero no debamos, hace el instante más sublime. Es una parada igual que las demás; se canta las mismas coplas, las mismas cuarteleras, pero el simple hecho de estar tras la reja, lo hace más especial y el que sólo sea en ese Sábado de Romanos, aún más. El escenario es indescriptible, inimaginable e imposible de reproducir; porque aunque se puedan hacer fotografías y demás composiciones, hay que estar allí para sentir el momento. Cerca de un centenar de hermanos (ya que nos acompañan los hermanos de Las Virtudes Cardinales y La Bengala) formando un círculo orientado a la portada de la Iglesia. Sólo se puede escuchar el brotar de una ferviente garganta de algún hermano que se “arranca” a entonar una cuartelera o plegaria y el tintineo del cortejo de la uvita entre dos hermanos; Sólo escuchar y sentir el momento de un patio a oscuras e íntimo, sólo iluminado por el fervor cristiano que allí reina. Estos momentos tan poco conocidos e intimistas es Puente Genil y su Cuaresma. Lo más bullicioso y escandaloso es sólo superficial y ornamental. Estos momentos son los que se quedan en la retina de una persona y los que se llevará consigo allá donde esté. Que la comida esté mejor o peor. Lo lujoso o menos lujoso; el que un cuartel esté mejor arreglado... eso es sólo mera comparsa. Ahí radica el secreto de que esta tradición siga para adelante, a pesar de sus detractores y de su fama. Por esta razón, sigamos viviendo “nuestra Cuaresma” y exprimámosla hasta no quedar gota. Por esto y mucho más… ¡Que Viva la Hermandad, la corporación, El Pez va a brindar!

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De vuestro hermano: Mario Quero Delgado
