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Pasan los años en La Pecera
En esta Semana Santa de dos mil doce, hace ya once, que un grupo de jóvenes provenientes del Grupo La Historia de Baruc, entraron a formar parte de La Historia de Tobías. Jóvenes inexpertos, ávidos de Semana Santa y perdidos en un mundo totalmente nuevo para ellos. Desde entonces hasta hoy, como todo en la vida, he ido superando etapas y siempre con El Pez como inseparable compañero. Aquí entré con diecisiete años, un verano de dos mil uno con la cara de un adolescente deseando formar parte de esta “tramoya”. Los comienzos como cualquier inicio de etapa, fueron duros, indecisos y con la interrogación siempre en la palabra. Pero con el día a día y con la experiencia como nueva amiga se ha ido consolidando esta simbiosis que formamos mi corporación y yo hasta ser algo indispensable para mi vida. En la Historia de Tobías he pasado de la adolescencia a la madurez. Con el Pez he encontrado a la persona la cual, Dios Mediante, compartiré el resto de mi vida. En La Historia de Tobías terminé mis estudios y encontré mi primer trabajo. Con El Pez he pasado momentos personales malos y con ella he sido el hombre más feliz de la tierra. En esta pecera he ido soplando las velas de los aniversarios y he pasado fechas entrañables que siempre quedarán en mi memoria. Con mis hermanos he sentido abrazos y tenido reconciliaciones selladas con un sincero beso. En La Historia de Tobías he sido tío por primera vez y espero ver corretear a mis hijos por las cuatros paredes de mi cuartel. Aquí he aprendido a saber estar, a comprender, a “aguantarme” en diferentes situaciones y a saber expresarme. En El Pez he experimentado lo que es llorar de emoción. La Historia de Tobías me ha sabido dar el sentido de la responsabilidad. En definitiva… aquí he aprendido a aprender. En estos más de diez años he vivido con La Historia de Tobías. Sólo pido a Dios, que me deje pasar el resto de mis días con El Pez y que pueda seguir aprendiendo de él. Y como no, que pueda enseñar a que aprendan a los mananteros venideros. Por esto y mucho más … ¡Qué viva la hermandad, la corporación El Pez va a brindar! De vuestro hermano: Mario Quero Delgado
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