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19. Maqueta nº 1 de cargadero de Desierto (Sestao) del Ferrocarril Minero de Triano

19 Maqueta nº 1 de cargadero de Desierto (Sestao) del

Ferrocarril Minero de Triano

Diputación Foral de Vizcaya - Bizkaiko Foru Aldundia

AUTOR: Tiburcio Sáenz y Aritmendi FECHA DE REALIZACIÓN: Hacia finales del siglo XIX o comienzos del XX MATERIALES: Madera, metales (hierro, bronce y/o latón) y cuerdas MEDIDAS: 81 x 129 x 60 cm ESCALA: 1:25 aprox.

SIN NÚM. DE INVENTARIO AUTOR DE LA OBRA REPRESENTADA: Guillermo Goitia Olaeta (?)

Detalle de la plataforma superior con los rodillos y poleas de accionamiento manual mediante manivelas. Esta maqueta formó parte de la exposición El Patrimonio Industrial de Bizkaia que se celebró en Bilbao en 1988 organizada por el Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Vizcaya, junto a otra, similar en dimensiones y ejecución, que representaba un cargadero diferente. Ambas maquetas son propiedad de la Diputación Foral, entidad promotora del ferrocarril minero de Triano y de los cargaderos. No se tiene constancia documental de su origen y procedencia, si bien en una placa que se encuentra en el vagón se indica su autoría: "En Bilbao, Tiburcio Sáenz y Artimendi".

La construcción de maquetas de los cargaderos de mineral, con mayor o menor fidelidad al original, no fue una práctica excepcional,

Maqueta nº 1 de cargadero de Desierto (Sestao) del Ferrocarril Minero de Triano. Diputación Foral de Vizcaya.

Vista lateral del muelle y de la vertedera.

como lo demuestra la exhibición en la Exposición Nacional de Minería celebrada en el Parque del Buen Retiro de Madrid en 1883, de maquetas de los cargaderos de las compañías Orconera Iron Ore y Rio Tinto Company en los pabellones de estas empresas, las cuales conocemos por las fotografías de Laurent y un grabado publicado en La Ilustración Española y Americana. Cabe presumir que también la maqueta del cargadero de la Diputación Foral de Bizkaia pudo haberse elaborado con una finalidad similar. Pese a que no han quedado restos físicos de los cargaderos, ni disponemos de los planos del proyecto (que tuvieron que ser las fuentes utilizadas para la construcción de la maqueta), tanto la existencia de algunas fotografías de la época como la apreciable calidad de la ejecución (aunque con algunas inexactitudes) permiten pensar que fue realizada a escala y, por la referencia del ancho de vía ibérico y las dimensiones de otros cargaderos similares, puede estimarse esta con aproximación en 1:25. La maqueta fue elaborada en Bilbao como se indica en la placa de latón adosada a uno de los laterales del vagón, en la que figura también el nombre de su autor. La maqueta reproduce no solamente la estructura o muelle de madera, arriostrado con numerosas cruces de San Andrés, que penetra en la ría buscando el calado necesario para los buques, sino que también incorpora con detalle y precisión los elementos complementarios y mecanismos que permiten la realización de los movimientos necesarios para facilitar la eficiencia del proceso de carga, adaptándose a los estados de

Vista de los Astilleros del Nervión en el Desierto de Sestao con el crucero Infanta María Teresa preparado para su botadura efectuada el día 30 de agosto de 1890. A la izquierda puede verse uno de los dos nuevos cargaderos del ferrocarril de Triano. Fotografía cedida por Bilboko Itsasadarra Itsas Museoa - Museo Marítimo Ría de Bilbao. la marea y las dimensiones del buque. Los peculiares vagones llegan al cargadero por una vía y se vuelcan manualmente hacia delante girando sobre su eje, con lo que se produce la apertura de la puerta y el vertido del mineral sobre una tolva fija. Esta tolva (spout en la terminología inglesa) posee un doble nivel pudiendo verter el mineral al inferior o al superior mediante la apertura o el cierre de una compuerta. De aquí, el mineral pasa a una larga canaleta o vertedera que posee un doble movimiento: de traslación vertical en su cabeza junto a la tolva, y de giro, que permite el ascenso o descenso del extremo para acercarlo lo más posible a la escotilla de carga y a la bodega. Estos dos movimientos se efectúan de modo manual por un operario, mediante unas manivelas accionadas desde la plataforma superior. La estructura elevada permite soportar los ejes, con los tambores de arrollamiento de los cables y los engranajes. Los dos mecanismos son similares. En el caso de la traslación vertical, dos cables enlazan por uno de sus extremos la cabeza de la vertedera, que se puede deslizar por unas guías metálicas y, por el otro, soportan los dos contrapesos necesarios, siempre guiados por los correspondientes rodillos y poleas en los cambios de dirección. En el segundo caso, de giro del extremo de la vertedera, los dos cables enlazan este extremo y terminan, igualmente, unidos a dos contrapesos que se descuelgan en el interior de la estructura. Los vagones vacíos regresan por otra vía.

Hasta la segunda mitad del siglo XIX, el mineral de hierro vizcaíno se transportaba en caballerías y carretas y se cargaba en gabarras o pequeñas embarcaciones de cabotaje en la ría de Bilbao y otras rías cercanas a la cuenca; más tarde, se construyeron también sencillas plataformas o muelles de madera con vertederas. La llegada del ferrocarril supuso un salto tecnológico importante. El de Triano, inaugurado en 1865, fue el primero de los cinco que desde la cuenca minera llegaban a los numerosos cargaderos situados en la margen izquierda de la ría, y el único con

Vista frontal de la estructura.

ancho de vía ibérico (1,668 m). Los nuevos cargaderos levantados a partir de la década de 1870, servidos por el ferrocarril y destinados a cargar buques de mayores dimensiones, se construyeron en general perpendiculares a la ría con plataformas más elevadas y estructura de madera de pino de las Landas y adoptaron los adelantos vigentes en Europa, sobre todo en el Reino Unido. A este momento tecnológico responden los cargaderos como el representado en la maqueta, levantados por convenio en terrenos propiedad del Marqués de Mudela y situados en San Nicolás del Desier to, en Sestao, durante la década de los ochenta; cuatro de ellos en la ría para el servicio del ferrocarril de Triano y otros dos cedidos al Marqués, representado por su sobrino José Martínez de las Rivas, en una de las dos dársenas recién abiertas entre los anteriores. En estos terrenos, cercanos a la fábrica siderúrgica de San Francisco del Desierto “La

La Punta de San Nicolás en Sestao. A la derecha de la chimenea de la fábrica de San Francisco del De sier to “La Mudela” pueden verse dos de los cargaderos (Fototipia de Hauser y Menet, 1893. Colección Joaquín Cárcamo).

Mudela”, se levantarían en 1888 los Astilleros del Nervión. La construcción del ferrocarril de Triano fue, al parecer, encomendada por la Diputación al arquitecto Antonio de Goicoechea y a su muerte asumió la dirección el ingeniero industrial formado en París Guillermo Goitia Olaeta (1824-1899), quien es muy probable que fuera el autor del proyecto de estos cargaderos.

Joaquín Cárcamo Martínez

Aparejador. Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública

Bibliografía

ALZOLA, Pablo de (1898): Monografía de los caminos y ferrocarriles de Vizcaya, Bilbao, Imprenta Provincial.

BOURSON, Eugène (1878): Les mines de Somorrostro(Separata de la Revue Universelle des Mines), París, A. Ghio Libraire-Editeur.

GILL, William (1896): “The present position of the Iron Ore Industries of Biscay and Santander”, The Journal of the Iron & Steel Institute, (2), pp. 36-103.

HERNÁNDEZ, Antonio (2002): Cargaderos de mineral en la cuenca minera vizcaína. El cargadero de la Sociedad Franco-Belga, Bilbao, Bilbao Ría 2000.