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5. Modelo de la armadura de un puente de madera

Academia de Ingenieros del Ejército, Hoyo de Manzanares (Madrid)

AUTOR: Talleres del Museo de Ingenieros del Ejército (?)

FECHA DE REALIZACIÓN: Hacia 1850 MATERIALES: Madera y metal MEDIDAS: 42 x 197 x 38 cm

ESCALA: 1:20 Depósito del Museo del Ejército

Nº DE INVENTARIO: 42220 Restaurado en 2016 por Luis Miguel Muñoz Fragua (Alcaén-Restaura) a cargo de la Fundación Juanelo Turriano

1 [GARCÍA ROURE, J.] (1911): Catálogo del Museo de Ingenieros del Ejército, Madrid, Imp. Alemana, p. 127.

2 Podría tratarse del “Proyecto de un puente oblicuo de madera para el paso de río Ornica, cerca de la Bañeza, carretera de la Coruña”, Boletín Oficial del Ministerio de Comercio, Instrucción y Obras Públicas, 29 de agosto de 1850, p. 287. Más comunes fueron los puentes oblicuos de fábrica a los que se refiere Pedro Celestino de Espinosa en su “Breve reseña de los aparejos de puentes oblicuos y de las principales memorias que de ellos tratan” (Revista de Obras Públicas, 1853, nº 4, pp. 50-51). Este modelo se identifica, sin margen de error, con el que figura en el Catálogo del Museo de Ingenieros del Ejército(1911), con el número de orden 3.150, dentro del grupo de puentes civiles. En su ficha se lee: “Modelo de la armadura de un puente de madera de 35 metros de luz, formado por seis cerchas de tres arcos unidos por cepos”1. Ello coincide con el texto manuscrito a tinta en la base de nuestro modelo que, aunque muy deteriorado e incompleto, permite leer lo siguiente, después de su reciente limpieza en enero de 2017: “... de Ingenieros... de la armadura... madera de 35 m.... formado por seis ce.… arcos unidos por...”. A nuestro juicio, se trata de un modelo probablemente construido en los talleres del propio Museo de Ingenieros con vistas a enriquecer la breve colección de puentes “civiles de madera”, entre los que se encontraba el aquí expuesto acompañado del modelo de un puente para un cauce que no excediera los 30 metros de anchura; del modelo de una cabeza de puente de madera con estribo de sillería y caballetes intermedios; del modelo de un puente oblicuo de madera2 y del modelo de un puente de madera “sistema de Mr. Town, llamado de celosías a la americana”. Este reducido grupo de maquetas de puentes de madera se contemplaba separadamente de la amplia serie de modelos de puentes militares de madera que entonces tenía el Museo. La delicada construcción del modelo denota una obra de gran refinamiento en la que la precisión de las juntas, sus enlaces y ajustes de las piezas le dan una acusada personalidad, sin duda, con una finalidad didáctica. La propia idea de mostrar la armadura en sí misma, en su desnuda y bella estructura carpinteril tendida entre los estribos de fábrica, desprovista de todo detalle secundario, hace del modelo un personal proyecto de puente arco de madera de muy dudosa realización y es aquí donde comienza su interés. Decimos de dudosa o hipotética realización

Modelo de la armadura de un puente de madera. Academia de Ingenieros del Ejército, Hoyo de Manzanares. © Museo del Ejército.

Detalle de juntas y cepos en el arranque sobre uno de los estribos. Fotografía de Pedro Navascués Palacio.

Ensamblaje de largueros, traviesas y arcos encepados. Fotografía de Pedro Navascués Palacio.

3 “Llámanse cepos dos piezas gemelas exactamente iguales, entre las cuales existen otras, cuyos ejes están en un mismo plano, y a las cuales las dos primeras tienen fuertemente aprisionadas, al objeto de unificar todo el sistema de carpintería”. ROVIRA, A. (1900): La madera y su estereotomía, Barcelona, A. Verdaguer, t. I, p. 354.

4 FERNÁNDEZ TROYANO, Leonardo (1999): Tierra sobre el agua. Visión histórica universal de los puentes, Madrid, CICCP, t. I, pp. 168-196. porque la propuesta del modelo, a nuestro entender, tiene mucho de teó rica y abstracta, pues su imagen y sistema constructivo, sin duda arriesgado en cuanto a resistencia y estabilidad, no responden a obra conocida alguna. Su anónimo mentor parece estar reflexionando sobre la disposición, empujes y ensamblaje de los seis cuchillos o cerchones curvos de madera compuestos, a su vez, de tres arcos, como dice la descripción del citado Catálogo, si bien el correspondiente al tablero tiene un desarrollo horizontal. Estos tres elementos estan unidos por medio de ajustados cepos3 que aseguran su posición, haciendo de cada cercha un solo plano solidario difícilmente deformable. Lo que no dice el Catálogo es que las cerchas tienen doble curvatura, una bien visible en el plano vertical formando el muy rebajado perfil escarzano del puente, y otra más sutil, en el plano horizontal, al darles una forma cóncava, a un lado y otro del eje longitudinal. De este modo, se puede medir la mayor anchura del puente en su arranque sobre los estribos, de unos cinco metros aproximadamente en la realidad, sobre los cuatro metros que tendría el puente en su traviesa central. No hemos visto este procedimiento descrito ni construido4, por lo que el modelo puede entenderse como mero análisis teórico del comportamiento mecánico de un puente al que, a nuestro juicio, le falta el correspondiente arriostramiento entre las cerchas para evitar, entre otras cosas, el riesgo de torsión. Probablemente esta ausencia se deba a la buscada rigidez general del puente fiada al tablero, en el que se encuentran los numerosos cepos que, asegurados con pernos de hierro, atan con fuerza los largueros, traviesas y los arcos encepados, neutralizando

Detalle del tablero. Fotografía de Pedro Navascués Palacio.

5 WIEBEKING, Charles Fréderic (1810): Traité contenant une partie essentielle de la science de construire les ponts, avec une déscription de la nouvelle méthode économique, de construire des ponts à arches de charpente..., Múnich. 6 Véase en esta misma publicación, LEÓN, Francisco Javier: “Modelo del puente de Encinas de Abajo sobre el río Tormes...” [cat. 4]. así las fuerzas de flexión y compresión, y haciendo más rígido el conjunto de la obra con apariencia de jaula.

Los puentes arco de madera, más económicos que los de fábrica y hierro, tenían ventajas pero también muchos inconvenientes, por lo que su vida fue corta, a pesar del entusiasmo de Wiebeking5, siendo muy pocos los construidos entre nosotros. De estos, probablemente, el más conocido sea el de Encinas sobre el río Tormes, que data de 1846 pero que en 1864 conoció la sustitución de sus cerchas curvas de madera por tramos rectos de hierro. En el caso del puente de Encinas, el modelo conservado y también aquí expuesto6, deja ver el inexcusable arriostramiento de las antiguas cerchas de madera.

Pedro Navascués Palacio

Profesor Emérito de la ETSAM. Universidad Politécnica de Madrid Fundación Juanelo Turriano

María del Carmen Utande Ramiro

Real Academia de Bellas Artes de San Fernando