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EL REAL GABINETE DE MÁQUINAS

EL REAL GABINETE DE MÁQUINAS

LOS MODELOS DE BETANCOURT

Nadie pone en duda el alcance de Agustín de Betancourt y Molina (1758-1824) como primer motor de la moderna ingeniería en España2 y ello íntimamente ligado al conocimiento y desarrollo de los modelos, entendiendo estos no solo en un sentido conceptual sino también como una fase ineludible de la experiencia ilustrada del siglo XVIII. Su mejor demostración fue la creación del Real Gabinete de Máquinas del Buen Retiro3, surgido como propuesta del conde de Fernán Núñez, embajador de España en Francia, al conde de Floridablanca, entonces Secretario de Estado bajo Carlos III.

Según la correspondencia cruzada en abril de 1788 entre uno y otro, nuestro embajador en París escribe a Floridablanca lo siguiente: “Uno de estos días pasados he ido a examinar el taller y modelos de máquinas que está a cargo de don Agustín de Betancourt (a quien, a petición suya, acompañan, como V. E. sabe, don Thomás Verí y don Juan de la Fuente). La unión, economía y primor con que estos sujetos trabajan les hace tanto honor a ellos cuanto a la persona que ha puesto a su cuidado este importante encargo y nada gastará ciertamente S. M. con ellos que no recoja con usura el fruto… Don Agustín de Betancourt y sus compañeros se han adquirido por su aplicación, conducta y maña la entera confianza de los oficiales que están a la caución de este ramo, de modo que no hay nada que no les franqueen, aún los mismos modelos del depósito, para llevarlos a su casa, siendo así que no lo hacen los individuos del cuerpo…”. Fernán Núñez parece referirse al Dépôt des plans et modèles relatifs aux travaux des routes, canaux et ports maritimes4, de la École des Ponts et Chaussées, que estaba bajo la supervisión de un ingeniero del Cuerpo, habiendo sido Perronet su primer custodio. En la historia de esta institución, el dépôt des plans et modèles puede considerarse como el elemento de identidad más propio y exigente de su personalidad en el pa-

2 [GONZÁLEZ TASCÓN, Ignacio] (1996): Catálogo de la exposición Betancourt. Los inicios de la ingeniería moderna en Europa, Madrid, CEHOPU. 3 RUMEU DE ARMAS, Antonio (1990): El Real Gabinete de Máquinas del Buen Retiro. Origen, fundación y vicisitudes. Una empresa técnica de Agustín de Betancouurt, Madrid, Fundación Juanelo Turriano, Editorial Castalia,

Patrimonio Nacional. 4 “Arrèt du Conseil d’État du roi, du 14 février 1747, qui nomme Jean-Randolphe Perronet premier ingénieur des ponts et chaussées, garde du dépôt des plans et modèles, etc.”. Más tarde (1794) se institucionalizaría la figura del conservador: “Art. 10.- Il y aura un conservateur du cabinet des modèles. Ses fonctions seront de faire exécuter et d’entretenir les modèles et dessins des différents traits de coupe des pierres et de charpente et ceux d’édifices de machines utiles à l’instruction des élèves. Il expliquera aux élèves ce que les différents modèles représenteront d’intéressant et il leur communiquera les mémoires qui contiendront ces explications”.

norama de la ingeniería civil europea, tanto que la legislación revolucionaria, recordando que la École nationale des Ponts et Chaussées, creada en 1747 como École royale des Ponts et Chaussées, seguía considerándose como una escuela de aplicación y que, ahora, en su nueva etapa revolucionaria y de acuerdo con la Ley de 19 de enero de 1791, en su artículo segundo, confirmaba que “Le dépôt des plans et de modèles relatifs aux travaux des routes, canaux et ports maritims, continuera d’être joint à cette école”5. Fue esta colección de modelos el objeto mismo del viaje de muchos ingenieros europeos a París, que, en calidad de “élèves du corps” o de “auditeurs libres”, solicitaban a la École des Ponts et Chaussées permiso para estudiarlos. Lo que Blond afirma para los ingenieros alemanes es válido en este momento para Betancourt, cuando dice: “Les étrangers s’y rendent dans un but très précis, notamment pour étudier la collection des modèles qui comprend des maquettes des principales formes architecturales, comme dans le domaine de l’architecture hydraulique. Ces éléments constituent une précieuse source d’information pour faire l’apprentissage des dernières avancées réalisées dans ce domaine”6. En las relaciones de aquellos alumnos extranjeros figuraba también, en 1786, el nombre Bettancourt [sic.], “officier espagnol”, como alumno admitido para seguir los cursos en la escuela francesa7, y entre aquella fecha y la de 1807 en la que se presenta en el Instituto Nacional de Francia su Mémoire sur un nouveau système de navigation interieure, Betancourt desarrolló una actividad desbordante en varias direcciones en la que la fabricación de modelos formó parte necesaria de su horizonte intelectual.

Entendemos que la experiencia habida con los modelos del futuro Gabinete de Máquinas resultó absolutamente crucial para Betancourt, sí, pero también para el panorama español, alejado de una producción propia en el terreno de lo que llamaríamos progreso material de nuestra sociedad que se mantenía informada de cuanto sucedía en el mundo a través de meras traducciones, como la

5 Bulletin des lois de la Republique Francaise…, Lois de la République Française. An. IV de la République Une et

Indivisible. Nº 200. Nº 1196. Lois concernant les écoles de services publics. Titre V. Art. II, p. 9. 6 BLOND, Stéphane (2012): “Les échanges techniques entre la France et les pays germaniques. L’exemple des

Ponts et Chaussées (1750-1850)”, en Les frontières et les zones de contact. Reconfigurations des espaces des savoirs entre la France et les pays gérmaniques 1700 à 1850. Primer encuentro de “Euroscientia”, 15-16 septiembre 2011 (dirs. Regina DAUSER y Lothar SCHILLING), Universidad de Augsburgo, Instituto de Historia de la

Cultura Europea. El proyecto de investigación de “Euroscientia” está financiado por la Agence Nationale de la

Recherche y la Deutsche Forschungsgemeinschaft. Las instituciones que participan en el proyecto son la Universidad París 1, Panthéon Sorbonne (Centre de la Recherche en Histoire Moderne) y la Universidad de Colonia (Historische Institut). [http://www.hsozkult.de/event/id/termine-17030] 7 La fecha de 1786 debe ser sin duda la del inicio de los cursos de Betancourt en Ponts et Chaussées, no figurando en las relaciones de alumnos extranjeros admitidos y que conocemos actualmente, los nombres de los otros componentes del “equipo hidráulico” como Verí, De la Fuente, Aibatúa, Mata y López de Peñalver. LACOURT,

Anne: “Auditeurs libres et visiteurs à l’École des ponts et chaussées de 1747 à 1851”, École des Ponts Paris

Tech. Service documentaire. Section archives. [https://www.enpc.fr/download/150375]

Colección general de máquinas8 de Gerónimo Suárez y Núñez9 o sus interesantes Memorias instructivas y curiosas sobre agricultura, comercio, industria... que, junto a los ramos de la artesanía, economía, botánica, y otras materias afines nos acercan con sus grabados, muy influidos y a veces inspirados en los de la Enciclopedia francesa en cuanto a expresión gráfica, a un mundo casi táctil de lo que representaba entonces en Europa el fomento y estímulo de la invención, pues la descripción dibujada de los objetos representados parecen un complemento de aquellos modelos que, por miles, se presentaban en las distintas academias de ciencias y en las oficinas de patentes, en cuyas actas, memorias y publicaciones se recogen continuamente los últimos inventos, que sobrepasan cuanto intentaban entre nosotros las Sociedades Económicas del Amigos del País con Campomanes al frente. Sirvan de ejemplo las Transactions of the Society, Instituted at London, for the Encouragement of Arts, Manufactures, and Commerce, sociedad fundada 1754, que desde 1783 publicó anualmente sus actas con las obras presentadas y premiadas en sus convocatorias anuales, incluyendo en aquellas un actualizado “Catalogue of the Machines and Models in the repositories of the Society”10 que todos los años aumentaba considerablemente hasta contar con una colección verdaderamente notable, dedicándole una model’s room, en la que estos modelos se podían ver y estudiar libremente durante cinco días a la semana, cumpliendo así su última misión socio-económica. Para el lector receloso sobre el verdadero carácter de estos inventos y sus modelos, diremos que estos en ocasiones eran tan sencillos como útiles, pero en otras, cabe medir la exigencia técnica y científica de su inventor al encontrar nombres como el de Robert Fulton, llegado a Londres desde Estados Unidos, que figura entre los premiados por esta Sociedad, en los días en que Betancourt llegaba desde España, resultando el contacto con estas sociedades y el encuentro personal de sus inventores absolutamente crucial para el general progreso científico y material. Entre aquellos Catálogos localicé el modelo del Iron Bridge (1779) de Coalbrookdale que Abraham Darby III presentó, en 1787, en la citada Society for the Encouragement of Arts, Manufactures and Commerce, y por el que alcanzó una medalla de oro en los premios de estímulo en la

8 SUÁREZ Y NÚÑEZ, Miguel Jerónimo (1783-1784): Colección general de máquinas, escogidas entre las que hasta hoy se han publicado en Francia, Inglaterra, Italia, Suecia, y otras partes (2 vols.), Madrid, Pedro Marín. 9 AGUILAR PIÑAL, Francisco (2006): “Un traductor de la ciencia ilustrada: Suárez y Núñez”, Cuadernos dieciochistas, nº 7,pp. 87-112. SUÁREZ Y NÚÑEZ, Miguel Jerónimo (1778-1791): Memorias instructivas y curiosas sobre agricultura, comercio, industria, economía, chymica, botánica é historia natural, etc., sacadas de las obras que hasta hoy han publicado varios autores extrangeros (12 vols.), Madrid, Pedro Marín. 10 Transactions of the Society, Instituted at London, for the Encouragement of Arts, Manufactures, and Commerce (1783), vol. 1, pp. 309-322. En este primer año hay un total de 167 modelos, de los cuales algunos molinos de viento están fechados en 1760 que, a nuestro juicio, son los más antiguos. Según las condiciones generales de de los concursos anuales, los modelos premiados quedaban en poder de la Sociedad: “All Models of Machines, wich obtain Premiums or Bounties, shall be the property of the Society”. La escala obligatoria para los modelos de máquinas era de “one inch to a foot”, es decir, 1:12.

Máquina inventada por Thomas Arkwright para el laboreo de las minas. Plancha V de las Transactions of the Society, Instituted at London for the Encouragement of Arts, Manufactures, and Commerce with the Premiums offered in the Year 1801, vol. 19, pp. 276-279.

sección de mechanicks: “To Mr Abraham Darby the Gold Medal, for presenting a Model of the Iron Bridge over the Severn, near Coalbrookdale”11. El modelo en cuestion, construido a escala 1:24 por Thomas Gregory, colaborador de Abraham Darby, se puede ver en la exposición permanente del Science Museum de Londres, donde hay una colección magnífica de toda suerte de modelos. Betancourt conocía bien la zona minera, metalúrgica e industrial de Coalbrookdale por haberla pisado y hecho proyectos para el río Severn12, habiéndosele atribuido el dibujo del Iron

11 Transactions of the Society, Instituted at London, for the Encouragement of Arts, Manufactures, and Commerce (1788), vol. 6, p. 219. 12 Alejandro CIORANESCU, en su fundamental estudio Agustín de Betancourt. Su obra técnica y científica (La Laguna de Tenerife, 1965, p. 194), localiza en la École des Pont et Chaussés de París, entre las obras originales de

Betancourt, el “Plan d’un moulin a broyer la silex, applicable aux manufactures de fayance et projetté pour etre exécuté sur la riviere Severn, a Coalsbrookdale, entre les emplacements ou se trouvent l’écluse a plan incliné et le pont de fer. Par Bettancour. Fol., 2 ff”, y una lámina de gran formato (alrededor de 60 x 80 cm). Autógrafo.

París, Biblioteca de la École des Ponts et Chaussées, Ms. 108. Desconozo su paradero si bien en el catálogo de la exposición Betancourt (1996, p. 248) figura la primera hoja de una manuscrita “Explication des principales parties du moulin pour moudre le silex”, redactada por Betancourt en Londres en 1796, y localizada en la Biblioteca de la École des Ponts et Chaussées. Ms. 1808 (?). El mismo autor, Cioranescu, menciona en las pp. 193-194 de la op.cit. otro proyecto relacionado con el Severn y que adelanta su conocida esclusa, nos

Bridge de la Biblioteca Nacional de España, si bien en otro lugar hemos señalado las dificultades de esta atribución13 .

LAS SOCIEDADES DE FOMENTO DEL PROGRESO Y LOS MODELOS: LONDRES Y PARÍS

Anualmente, la Society for the Encouragement of Arts, Manufactures and Commerce convocaba a través de sus Transactions una serie de premios para las distintas secciones, fijando dentro de cada una varios temas a escoger, así como la escala de los modelos que no podía ser inferior a una pulgada por pie. Igualmente se fijaba la fecha de entrega y el premio que le correspondía en consonancia con la dificultad, interés o necesidad de la idea propuesta. Todos los inventos debían superar claramente el nivel y experiencia de otro anterior semejante. Entre los temas hechos públicos dentro de la sección de Máquinas, en 1795, figura el de una “Machine for clearing rivers”, señalando el premio correspondiente: “For the best Model of a Machina, superior to any now in uso, for clearing Navigable Rivers from Weeds at the least expence, the Gold Medal, or Forty Guineas”14. A esta convocatoria Betancourt acudió con su proyecto repitiendo el nombre fijado en la convocatoria (“Machine for clearing Navigable Rivers and Canals from Weeds”), según figura en la carta dirigida a Samuel More, secretario de la citada Society for the Encouragement of Arts, Manufactures and Commerce, firmada por el ingeniero canario el 31 de enero de 1796, como Director of the Royal Cabinet of Machines of his Catholic Majesty15. Betancourt presentó un modelo y unos dibujos que merecieron publicarse en las Actas de la Sociedad de 1796, con unos grabados que firmó él mismo con sus iniciales ABM, esto es, Agustín Betancourt Molina. Se trataba de un invento muy sencillo, pero sin duda útil para limpiar los canales, aunque no sé si tan práctico para limpiar de hierba los irregulares fondos fluviales, consistente en un pontón o barcaza de madera en cuya popa, como si

referimos al “Dessin de la machine pour faire monter et descendre les bateaux d’un canal inférieur a un supérieur et réciproquement, sur deux plans inclinés, exécutée en Angleterre, dans le comté de Shropshire, sur le bord de la rivière de Severn, près du pont de fer a Coalsbrookdale, à 4 lieus environ a l’Ouest de Shefnal. Levé et dessiné sur les lieux par M. de Betancourt, ingénieur espagnol. Fol., 2 ff. y una lámina de gran formato (alrededor de 50 x 100 cm). Autógrafo. París, Biblioteca de la École des Ponts et Chaussées, Ms. 1558. 13 NAVASCUÉS, Pedro (2016): “Ingeniería, hierro y arquitectura”, en De Re Metallica: Ingeniería, hierro y arquitectura, Madrid, Fundación Juanelo Turriano, pp. 11-42. 14 Transactions of the Society Instituted at London for the Encouragement of Arts, Manufactures, and Commerce (1795), vol. 12, p. 85. 15 Transactions of the Society, Instituted at London, for the Encouragement of Arts, Manufactures, and Commerce (1796), vol. 14, pp. 315-323. Relacionada con esta presentación del invento de Betancourt, en el archivo de la

Royal Society of Arts, se conserva una “Letter from Augustin de Betancourt Molina about machine for clearing weeds from canals”, de agradecimiento por el premio, fechada el 9 de mayo de 1796, Sign. PR/MC/101/10/1758, que Irina Gouzévitch cita en la nota 26 del estudio referenciado más adelante, en la nota 17.

Transactions of the Society, Instituted at London, for the Encouragement of Arts, Manufactures, and Commerce, vol. 14, 1796, p. 315 (izda.) y lámina V (dcha). Máquina para cortar la hierba que crece en los canales y ríos navegables, inventada por Betancourt.

se tratara del timón, un artilugio con varias ruedas dentadas accionado por una manivela, hacía girar un eje con afilada hélice en forma de S que iba recorriendo el lecho del río o del canal. El premio escogido finalmente fue el de cuarenta guineas, moneda de oro entonces, y el modelo presentado, que nos hubiera gustado conservar, cabe imaginarlo a través del grabado publicado en 1796. Cinco años después, los Annales des arts et manufactures, ou Mémoires technologiques sur les découvertes modernes concernant les arts, les manufactures, l’agriculture et le commerce resumían el paso de este invento por la prestigiosa Sociedad londinense, su premio y lámina, sin mencionar el modelo, que bien pudo quedarse en la colección de la benemérita sociedad, y volvía a explicar el funcionamiento de aquella sencilla máquina para cortar hierba bajo el agua. La estampa fue grabada en esta ocasión, sin apenas variantes, por Nicolás-Henri Tardieu16, uno de los últimos miembros de esta larga familia de arquitectos, pintores y, sobre todo, grabadores. Encontrándonos ya en Francia, con los Annales des arts et manufactures, y comentando la actividad de Betancourt

16 “Machine à couper les herbes. Navigation intérieure. Description d’une Machine à couper les roseaux et les autres plantes aquatiques qui obstruent beaucoup de Caneaux et de rivières navigables”, Annales des arts et manufactures, ou Mémoires technologiques sur les découvertes modernes concernant les arts, les manufactures, l’agriculture et le commerce, t. V, pp. 215-224, plancha 8. Floréal, An IX (21 de abril de 1801) “Gravé par

Tardieu l’aîné. Rue de la Sorbonne nº 385”.

Annales des arts et manufactures, ou Mémoires technologiques sur les découvertes modernes concernant les arts, les manufactures, l’agriculture et le commerce, t. V, plancha 8. Floréal, An IX (21 de abril de 1801) “Gravé par Tardieu l’aîné. Rue de la Sorbonne nº 385”.

y los modelos de su invención17, es el momento adecuado para citar el Bulletin de la Société d’encouragement pour l’industrie nationale, fundado en 1801, en el que Gaspar de Prony, el ingeniero, matemático y colaborador de Perronet en la École des Ponts et Chaussées, presentó favorablemente, en 1807, la esclusa inventada por Betancourt18 que se ilustra con unos dibujos que difundieron con rapidez dicho invento en su sencilla edición antes de conocerse por la más lenta, bella y limitada tirada de la Mémoire sur un nouveau système de navigation intérieure19 presentada en el Instituto Nacional de Francia20. En ambas obras se hace referencia al “modèle en relief, mis sous les yeux de la Classe” para distinguirlo de los planos, que con los cálculos y el texto explicativo componían la Memoria. En ella se deslizan algunos comentarios realmente interesantes al decir que “El modelo de esclusa que M. de Bétancourt ha presentado a la Classe [des Sciences Phisyques et Mathématiques], y que ha querido obsequiarlo a la Escuela imperial de Puentes y Calzadas, se ha ejecutado recientemente en París. Existe otro desde hace muchos años, construido en una escala grande, formando parte de la ‘galeríe des modèles de S.M. le Roi d’Espagne’, donde se expone al público…” (p. 45). Es decir, de la esclusa de émbolo-buzo, hubo al menos dos modelos, uno “réduit” construido en París hacia 1806, y que Betancourt regaló a la École des Ponts et Chaussés, y otro anterior, ejecutado a “grande échelle” en 180621, que pasó al Gabinete de Máquinas pero que no

17 GOUZÉVITCH, Irina (2010): “Les voyages en France et en Angleterre et la naissance d’un expert technique: le cas d’Augustin Betancourt (1758-1824)”, número monográfico dedicado a Les techniques et la technologie entre la

France et la Grande-Bretagne XVIIe-XIXe siècles, en Documents pour l’histoire des techniques, segundo semestre, nº 19, pp. 97-117. (Corresponde a las Actas del coloquio internacional “Les échanges techniques entre la France et l’Angleterre (XVIe-XIXe siècles). Réseaux, comparaisons, représentations”, París, 14, 15 y 16 de diciembre de 2006). [En ligne: URL: http://dht.revues.org/1511] El trabajo de Irina Gouzévitch es del máximo interés, está basado en una rigurosa documentación y comenta varios de los casos aquí tratados, pero su análisis o interpretación no siempre coincide con la que se ofrece en estas páginas, probablemente por buscar objetivos diferentes. 18 PRONY, Gaspard de (1808): “Sur une nouvelle écluse, inventée par M. de Betancourt”, Bulletin de la Société d’encouragement pour l’industrie nationale, septième année (nº XLIII, janvier, París, Imp. Mme. Huzard, 1808, pp. 6-12). El artículo se reproduce, a su vez, del que Prony había adelantado en el Bulletin de la Société Philomathique de Paris, 1807, nº I, pp. 38-43. La esclusa también se publicó de forma resumida en los Archives des découverts et des inventions nouvelles, faites dans les Sciences, les Arts et les Manufactures, tant en France que dans les Pays étrangers, pendant l’année 1808(París, 1809, pp. 118-119). En el artículo sobre la esclusa se encuentra una página por detrás de las dedicadas a los puentes de madera de Wiebeking, todo dentro del apartado de Arquitectura hidráulica. 19 BETANCOURT Y MOLINA, Agustín de (s.a.): Mémoire sur un nouveau système de navigation intérieure: presenté a l’Institut National de France, par M. de Bétancourt(s.l.). La Memoria está fimada en París, el 21 de septiembre de 1807, por los autores del informe y miembros del Instituto: Bossut, Monge y Prony. 20 Todavía conocemos una tercera edición de estos dibujos grabados y coloreados que, con notables variantes, se conserva en la Universidad Estatal de Vías de Comunicación de San Petersburgo. Vid. catálogo de la exposición Betancourt…, p. 180. 21 Mémoire sur un nouveau système de navigation intérieure…:“Ce que j’ai jugé d’après l’experiencie, sur un modèle que j’ai fait construire il y a six ans, et d’après ce que j’ai vu pratiquer en Angleterre, dans le passage des bateaux sur des plans inclinés…” (p. 29).

Arriba: “Nouvelle écluse de Mr. de Betancourt”, Bulletin de la Société d’encouragement… 1808, plancha XLIII. Grabado de N. L. Rousseau, “graveur de la Chambre des Députés”. Abajo: “Plan et coupes de l’écluse a plongeur”, Mémoire sur un nouveau système de navigation intérieure… 1808, plancha II. Grabado de Adam.

recoge el Catálogo manuscrito de Betancourt (1792) ni el impreso de López de Peñalver (1794), de tal modo que nada conocemos del paradero de uno y otro, como si este fuera el fatídico destino de todas estas obras que, además, recobraban vida cuando se las hacía funcionar.

CUESTIÓN DE ESCALA

Respecto al comentario de la escala, nada tiene que ver con la dimensión final del modelo sino, como diría Vitruvio al hablar de la proporción de los templos, con el principio griego de symetria, esto es, con la relación de proporción que existe de las partes con el todo y de las partes entre sí. Pero debemos añadir, además, que, si aquella relación es fundamentalmente estética en el pensamiento y filosofía clásica, en el campo de los modelos en el que nos movemos, esta relación de proporción es tan exigente que de no respetarse así el modelo dejaría de ser tal y se convertiría en una mera apariencia que simplemente presta su imagen engañosa a una máquina imposible. Betancourt nos advierte de ello tanto en su Catálogo manuscrito (1792), como más largamente en el impreso de López de Peñalver (1794), en unas páginas plenas de sensatez bajo el título de Discurso sobre la construcción de máquinas en grande que, no casualmente, se inicia con una extensa cita de Vitruvio, y del que entresacamos los siguientes párrafos:

“Se adquieren modelos, planos y descripciones; pero muchas veces al executarlas en grande, se encuentra que no producen el efecto deseado. Si la máquina es nueva, se cree inútil; y si está executada en otra parte, se echa la culpa al modelo, al plano o al libro de donde se ha tomado, sin que nunca se sospeche que puede ser falta del Artista, o del que dirixió su execución…

En todas las máquinas, en que es determinada la fuerza que las ha de mover, existe cierta relación entre sus partes para que pueda producir su efecto. Esta relación es en unas, como líneas; en otras, como las superficies; en otras, como los sólidos; y en muchas se combinan todas ellas. De aquí que si al mudar las dimensiones de una máquina, no se atiende a las diferentes razones en que han de variar sus partes esenciales, la nueva máquina será inútil. De aquí es que hay muchas que producen efecto en el modelo, y copiadas en grande no obran; pero se hubiera conseguido este fin si se hubieran alterado algunas de sus dimensiones, en la debida proporción. Al contrario, hay máquinas en grande que, copiadas en chico, no deben andar ni operar efecto alguno, sin que por eso el modelo dexe de estar bien hecho.

El que se encarga de hacer un modelo, suele no encontrar el efecto que esperaba; y creyendo perfeccionar la máquina, altera sus dimensiones, hasta lograr su intento, y forma

otra nueva que puesta en grande, servirá sólo para hacer desconfiar de todas ellas. Un Artista toma este modelo, copia la máquina y pierde su tiempo y su caudal. Otro toma un modelo o un plano, y sin sospechar siquiera que puede haber cierta relación entre las partes de la máquina, altera sus dimensiones; y al ver que trabajó en vano, cree que el que hizo el modelo o el plano no entendió el original...

Tomemos por exemplo una viga descansando sobre dos muros, y coloquemos en el medio un peso P, que supondremos ser un cubo. Supongamos que queramos doblar esta especie de puente; y siguiendo el método de los copiantes, doblaremos todas sus dimensiones, de suerte que las distancia entre los dos apoyos será dupla, las dimensiones de la viga lo serán también, y el lado del cubo P, igualmente. De esto resultará que el peso P será ocho veces mayor, y estará aplicado al extremo de una palanca de doble longitud. Además, el peso de la viga habrá también aumentado en razón del cubo de sus dimensiones, siendo así que la resistencia del madero crece, como es sabido, en una razón mucho menor. De donde resultará que el puente, que antes podía sustentar la carga P, ahora deberá necesariamente romperse. Este exemplo es muy común y aún por eso lo hemos preferido. En efecto, nadie se atrevería a mudar las dimensiones de un puente de madera...”

Pero volvamos a aquellos modelos que Betancourt construyó durante su estancia en París, antes de iniciar el precipitado regreso a España por temor a los crecientes sucesos revolucionarios, habiendo dejado allí “algunos modelos más que se han hecho últimamente y que se executan aún en París”22. Además de los que se citan aquí, sabemos de dos de ellos que formaron parte de la magnífica colección del Conservatoire des Arts et Métiers de París y recogidos en su primer Catálogo(1818). Uno era el que se exponía en la Gran Galería del Conservatorio consistente en un “Traineau avec levier à cheville pour descendre dans l’eau et remonter une caisse contenant des fils à blanchir”, es decir uno de los inventos de Betancourt vinculados a la industria textil, fundamento de la Revolución Industrial, y que el propio Betancourt conoció en Inglaterra y experimentaría luego con las máquinas para la Real Fábrica de algodón de Ávila23. Haciendo un paréntesis

22 Nota al final de la relación de modelos del Catálogo manuscrito de 1792 (p. 164). 23 SIERRA ÁLVAREZ, José (1997): “Máquinas sin industria: Dos intentos de transferencia de tecnología lanera en España a comienzos del siglo XIX”, Revista de historia industrial (Universidad de Barcelona), nº 11, pp. 197-217.

En una de las cartas citadas por el autor de Boada a Pedro Ceballos, primer Secretario de Estado de Carlos IV, fechada en 15 de abril de 1803, se dice: “sería muy del caso que con brevedad se mandasen venir diseños (mejor sería un Modelito) con la correspondiente explicación de cada una de dichas Máquinas de Douglas” (p. 201).

diremos que en el Gabinete de Máquinas figura inventariada, con el nº 242, una máquina para cortar y doblar las puntas para la carda inventada por Betancourt, así como el “Modelo de un Telar para hacer varias piezas de cinta de rasoliso y tafetán con el mismo movimiento. Perfeccionado por Dn. Agustín de Betancourt” (nº 251) y otra máquina “para picar los cueros para las cardas” que “no ha llegado aún”, también de Betancourt. Estas máquinas y modelos estaban en el Gabinete junto a otros que procedían de la Secretaría de Estado, como el “Modelo de una máquina para hilar el algodón, enviado de Inglaterra a la Secretaría de Estado; pero inútil para establecerla en ninguna Fábrica” (nº 248), el “Modelo de un telar tara texer paños” (nº 252) y el “Modelo de una máquina para moler la piedra con que se hace la China executada en el Canal del Manzanares” (nº 254) que, entre otras cosas, ponen de manifiesto que no todas las máquinas del Gabinete procedían de Francia ni las había construido Betancourt.

Pero regresando al modelo del “Traineau avec levier à cheville” expuesto en el Conservatorio de París, resulta muy curiosa la nota añadida en el mencionado Catálogo, que dice que esta máquina para lavar, limpiar, blanquear y teñir los tejidos, rama de la industria textil que todavía se encontraba en un estado algo embrionario en cuanto a su mecanización, la había probado con éxito M. Welter, lo que a juicio del redactor del Catálogo venía a respaldar la utilidad del invento24. El entonces director del Conservatorio y redactor del Catálogo no era sino Gérard-Joseph Christian, profesor de física y matemáticas, a quien en 1816 se le encargó reorganizar aquella institución hasta convertirla en una verdadera escuela de aplicación de las ciencias a las artes industriales. Christian, además de una monumental obra conocida abreviadamente como Description des machines25, publicó como resultado de los cursos impartidos en el Conservatorio un Traité de mécanique industrielle, en cuatro volúmenes26, lo cual, efectivamente, da una fuerza especial a las notas y comentarios añadidos por él a la mera descripción de los objetos expuestos en el museo del

24 Catalogue général des collections du Conservatoire royal des arts et métiers…(1818), París, Mme. Huzard. En la página 40 y con el nº 250 figura el “Traineau avec levier à cheville pour descendre dans l’eau et remonter une caisse contenant des fils à blanchir, par M. de Bettancourt; M. Welter s’en est servi avez succès”. Resulta interesante comprobar la dificultad del movimiento de los tejidos consultando la obra de Pajot-des-Charmes,

“Ancien inspecteur des Manufactures”, L’art du blanchiment des toiles, fils et cotons de tout genre... (París,

A.J. Ducgour, An VIII), que se acompaña de una serie de grabados sobre los procedimientos empleados, sin duda penosos y poco mecanizados aún. 25 CHRISTIAN, Gérard-Joseph (1818-1830): Description des machines et procédés spécifiés dans les brevets d’invention, de perfectionnement et d’importation, París, Mme. Huzard. 26 CHRISTIAN, Gérard-Joseph (1822-1825): Traité de mécanique industrielle, ou exposé de la science de la mécanique déduite de l’expérience et de l’observation; principalement à l’usage des manufacturiers et des artistes (4 vols.), París, Bachelier.

Conservatorio27. Pero no solo esto, sino que en el tercer volumen del citado tratado de mecánica, Christian, al hablar del vapor como fuerza motriz y de las máquinas de vapor, cita varias veces a Betancourt, y reproduce algunas de sus tablas “Sur la force de tension de la vapeur, à différens degrés du thermomètre de Réamur”, comparando sus mediciones y experiencias con las de Dalton. Es decir, Christian sabía muy bien de quién eran aquellos modelos que él instaló en la nueva distribución de las colecciones del Conservatorio que ocupaba en París el viejo edificio del antiguo priorato medieLe Magasin Pittoresque, 1843. “Vue intérieure d’une partie de la grande galerie du Conservatoire royal des arts et métiers (Paris, val de Saint-Martin-des-Champs, cuya France), au premier étage. Vitrines présentant des machines, ou- iglesia, desafectada en 1789, no se restils et maquettes” (p. 189). Dibujo de L. Desmarest – Grabado AB. tauró hasta 1854-1858 por el arquitecto Vaudoyer, donde luego se instalaría la gran sala de máquinas en movimiento del Conservatorio, como dejan ver algunos grabados de la segunda mitad del siglo XIX. En el antiguo refectorio se instaló su rica biblioteca, y de este modo los fondos de modelos fueron ocupando los antiguos espacios para organizar la exposición permanente de aquellos, pues “cet établissement est spécialment destiné à recevoir le modèle en grand ou réduit, ou, à defaut, le dessin ou la description des machines, instrumens, appareils et outiles propres à l’agriculture et aux arts mécaniques…”. Las colecciones del Conservatorio se exponían en distintos lugares y salas de la antigua abadía de Saint-Martin-des-Champs, según su carácter. Así, en la Salle de l'Éventail o del Abanico, se mostraba al público, con el nº 267, el “Télégraphe composé principalment d’un mat et d’une flèche qui marquent les signes, par MM. Breguet et Bettancourt”, invento tan útil como elemental y discutido frente al telégrafo de Chappe, cuyo modelo, construido con alguna licencia por Paul Desnano, también se

27 PICON, Antoine (1994): “CHRISTIAN Gérard-Joseph (1778-1832). Directeur du Conservatoire (1816-1831) [note biographique]”, en Les professeurs du Conservatoire national des arts et métiers, Dictionnaire biographique, 1794-1955, A-K, número monográfico de Histoire biographique de l’enseignement, vol. 19, nº 1, pp. 332-336.

exponía muy cerca con el nº 270. El hecho es que ambos se podían ver juntos y así los recoge el Catálogo de 1818, si bien cuando lo vio José Antonio García-Diego, el creador de la Fundación Juanelo Turriano, en 1975, llevaba el nº 906 del Catálogo moderno. De esta visita al Conservatoire des Arts et Métiers queda una interesante descripción de este modelo, que concide en todo con la lámina primera de la Mémoire sur un nouveau Télegraphe et quelques idées sur la Langue Télégraphique (París, 1797). García-Diego escribía entonces:

“He podido ver, gracias a la amabilidad de mi amigo Jacques Payen, investigador en el Conservatorio Nacional de Artes y Oficios de París, dos modelos de este telégrafo [Breguet-Betancourt]. Ambos se encuentran en un desván del maravilloso museo de la Institución. El primero está Modelo de telégrafo óptico Betancourt-Breguet, fechado en terminado con un cuidado y detalle tan 1798, cuya fotografía publicó José Antonio García-Diego en 1975. extraordinario que podemos suponer que en él pusieron la mano los mismos inventores: fechado en 1798, forma parte del museo desde que éste fue establecido. El segundo, bien ejecutado pero sin la perfección del anterior, es también antiguo: 1803”28 .

El primer modelo ha sido objeto de un análisis reciente por quienes han hecho su reconstrucción virtual fotografiándolo en el Conservatoire de París29, y del segundo, de 1803, con el número de

28 GARCÍA-DIEGO, José Antonio (1975): “Huellas de Agustín de Betancourt en los archivos Breguet”, Anuario de

Estudios Atlánticos, vol. 1, nº 21, pp. 177-221.

29 VILLAR-RIBERA, Ricardo, HERNÁNDEZ ABAD, Francisco, ROJAS-SOLA, José Ignacio, y HERNÁNDEZ DÍAZ, David (2011): “Agustin de Betancourt’s telegraph: Study and virtual reconstruction”, Mechanism and Machine Theory, nº 46, pp. 820-830. VILLAR RIBERA, Ricardo y HERNÁNDEZ ABAD, Francisco: “Estudio y reconstrucción del telégrafo óptico de Agustín de Betancourt”, ponencia presentada en el XIV Congreso Internacional de Ingeniería

Gráfica, celebrado en Santander, 5-7 de junio de 2002.

inventario 14.609, es una reducción del anterior en el que se sustituye la rueda original de movimiento a brazo, por un sencillo manubrio para mover la flecha del telégrafo y ver con más facilidad su funcionamiento. Desconozco la procedencia de este segundo modelo tan antiguo y tan solo hemos encontrado una mención y fotografía en el libro de Montoriol sobre Les systèmes de télégraphie et téléphonie quien afirma que, hacia 1910, la “Administration des Postes et Télégraphes entreprit de rassembler les appareils télégraphiques et téléfoniques légués par les générations précedents. Ces collections, une fois classées, ont été remises au Musée du Conservatoire National des Arts et Métiers. Ajoutées à celles que possédait ce grand établissement, elles forment un ensemble unique au monde, qui montre l’évolution et le perfectionnement des différent moyens de transmisión de la pensée”30 .

En el fondo se trata, una vez más, del movimiento no controlado de estos modelos que, finalmente, confunden, pierden su identidad o, lo que es peor, dejan de existir. No obstante, merced a un traslado de ida y vuelta desde el Conservatoire des Arts et Métiers a la Administration des Postes et Télégraphes, se debieron hacer las fotos que aquí se incluyen y que son el testimonio que nos queda de los modelos expuestos en 1818 en la Sala del Abanico, con los que Chappe, Breguet y Betancourt, llenos de entusiasmo, contribuyeron un día a la historia de las comunicaciones.

Antes de dejar Saint-Martin-des-Champs, desearía recordar que la historia de la formación de su colección de modelos debe su primer impulso a la personalidad del ingeniero, inventor y constructor de autómatas Jacques de Vaucanson (1709-1882), a raíz del legado de su colección a Luis XVI. Vaucanson había reunido una buena colección de sus propios inventos en su hôtel de Mortagne de París, que aún se conserva en el Distrito XI llevando el nombre del que fue su propietario, siendo aquella, en opinión de Christian, “la prèmiere collection de machines, instruments et outiles à l’usage des arts industriels”. Luis XVI puso la colección bajo el cuidado del “Contrôleur Général des Finances” con la orden expresa de adquirir todas las máquinas “ou modèles de machines”, útiles o instrumentos útiles a la industria francesa, o de una naturaleza tal que despertara el genio de la invención (sic). La colección fue creciendo en años sucesivos, después vino la Revolución de 1789, el primer Catálogo ya comentado de 1818, con un fondo verdaderamente notable, donde se pueden identificar buena parte de los modelos de Vaucanson, aunque esto sea ya un lejano recuerdo porque en la exposición hecha en París, en 1983, sobre Vaucanson en el que entonces se llamaba Musée National des Techniques se recoge lo siguiente: “Los inventarios de las máquinas

30 MONTORIOL, Emile (1922): Les systèmes de télégraphie et téléphonie, París, Baillière et fils, p. 1.

Izquierda: “Télégraphe aérien, de Breguet y Bétancourt (1797)”. Fig. 2, p. 10, de Les systèmes de télégraphie et téléphonie, por E. Montoriol, París, Baillière et fils, 1922. Tomado de un ejemplar del Museo del Conservatoire National des Arts et Métiers, nº inv. 13543. Derecha: “Télégraphe de Chappe (1792)”. Fig. 1, p. 8, de la misma obra y procedencia.

y útiles [de Vaucanson] que existían en 1783 arrojan un número aproximado de sesenta objetos... Es fácil identificar las máquinas y modelos que se conservan actualmente en el Museo del CNAM [Conservatoire National des Arts et Métiers] y presentadas en esta exposición. La comprobación más impactante es que no queda más que una ínfima minoría de lo que existía, sólo un 5 % aproximadamente”31 .

Traemos aquí este episodio porque encuentro en él varios paralelismos con lo sucedido con Betancourt y el Real Gabinete de Máquinas en Madrid, en un proyecto que contaba con el apoyo de Carlos III y Carlos IV, como lo hacía Luis XVI potenciando el legado de Vaucanson en París con nuevas compras. En ambos casos, con la misma finalidad de estimular la industria y el comercio en los respectivos países, pero en ambos casos con análogo fatal desenlace hasta el punto de arañar el historiador todos los rincones posibles de la memoria, para intentar recuperar parte de aquellos proyectos ilustrados que, también en fechas, estuvieron muy cerca uno del otro.

31 Catálogo de la exposición Jaqcques Vaucanson, París, Musée National des Techniques, 1883, p. 22.

Ello nos obliga a regresar en el tiempo a los primeros años de Betancourt en su taller, cuando a través de la correspondencia aludida de 1788, nuestro embajador en París, Fernán Núñez, le escribe a Floridablanca, Secretario de Estado: “He encargado a dicho Betancourt… adquirir cuantos modelos de máquinas le sea posible, de cualquier especie que sea, pues no hay casi ninguna de que no pueda resultar utilidad conocida; y el primor que sea, con que trabajan los modelos, arreglados en todo a sus medidas exactas, hasta el número y dimensión de los clavos, no deja nada que dudar para su ejecución en grande”32. El hecho es que, efectivamente, la dedicación y construcción de los modelos parece estimular su trabajo en París, hasta el punto de escribir Betancourt a su padre lo siguiente sobre aquel singular come-

"La grande salle des machines", grabado reproducido en La Nature, 2º semestre 1880, que representa las máquinas en movimiento ins- tido, con la advertencia de que la carta taladas en la iglesia de Saint-Martin-des-Champs por el general Morin. © Musée des arts et métiers-Cnam/photo. lleva fecha de 6 de marzo de 1789, y la toma de la Bastilla tuvo lugar el 11 de julio de 1789, contrastando el ruido del movimiento revolucionario de la calle con el sosiego que parece advertirse en el domicilio de Agustín de Betancourt: “Sigo en mi casa haciendo ejecutar la colección de modelos hidráulicos, de que he hablado a Vm. en mis anteriores, en la cual tengo empleados a cuatro ebanistas, siete cerrajeros y tres dibujantes, siendo preciso que yo examine dos o tres veces al día cuantas piececitas hace cada uno, y que haga por mis manos los planos de cada máquina, pues es cosa que no la puedo dar a hacer. De toda esta tarea continua lo que me consuela es que están todos muy contentos con lo que hago, y tendré el gusto toda mi vida de haber formado el mejor Gabinete

32 RUMEU DE ARMAS, op. cit., p. 21.

de Máquinas que habrá en Europa”33. Es decir, Betancourt empezaba a ver como realidad tangible el sueño iniciado años atrás y cuya intención resume al comienzo del Catálogo de la colección de Modelos, Planos y Manuscritos que, manuscrito, se encuentra en la Biblioteca del Palacio Real de Madrid34:

“Hallándome en París el año de 1786, me mandó el Excmo. Sor. Conde de Floridablanca que me dedicase a adquirir los conocimientos de hydráulica que no podía lograr en España. En vista de esta orden tuve la honra de hacer presente a S. E. que de poco serviría a la Nación el que yo me instruyese en este ramo si no se proporcionaban los medios de propagar las luces que podían adquirir tanto theóricas como prácticas y que para ver logrados los deseos de S. E. juzgaba conveniente recoger todos los planos que tuviese oportunidad relativos a este estudio y juzgase dignos de conservarlos, y formar una colección de modelos tanto de algunos Puentes, Exclusas y otras obras hidráulicas, como de las mejores máquinas que han servido y se usan en el día para facilitar el trabajo de ellas, pues de este modo el que quisiese dedicarse en adelante al mismo estudio podría hacerlo sin salir de España, teniendo presentes las principales obras que han construido los más hábiles ingenieros...”.

EL MODELO DE LAS TRECE MIL PIEZAS

Los modelos, planos, memorias e informes recogidos y numerados en el Catálogo suman un total de setecientos veintiocho “documentos”, de los cuales doscientos setenta son modelos. Solo por dar una idea al lector, entre aquellos modelos había dieciocho “puentes y cimbrias”, citándose entre los puentes de piedra los modelos de un arco del de Neuilly (1773), y los puentes completos de Sainte-Maxence (1775), sobre el río Oise, y de Brunoy (1784), sobre río Yerres, los tres de Perronet; seis esclusas construidas en Francia, Inglaterra y Países Bajos, “para canales, ríos y puertos de mar”; “armaduras y modos de enlazar las maderas para cubrir los edificios”, advirtiendo que algunas de las entradas numeradas como una unidad recoge diferentes “modelos, de varias figuras y tamaños, de ladrillos huecos para formar bóvedas muy ligeras. Este método que usaban los romanos, se practica actualmente en Francia con mucha freqüencia”. Hay que destacar que estos y

33 Carta de Agustín de Betancourt desde París a su padre (6-3-1789), publicada por Alejandro CIORANESCU, op. cit. p. 21. 34 RUMEU DE ARMAS, op. cit., pp. 87-89, correspondientes a las páginas de la reproducción facsímil del Catálogo de la colección de Modelos, Planos y Manuscritos que, de orden del Primer Secretario de Estado, ha recogido en Francia Dn. Agustín de Betancourt y Molina (ms.). Rumeu lo fecha en 1792.

otros modelos con sus dimensiones, escala y soluciones estructurales, representan obras construidas concretas para imitar, no para repetirlas sino para aplicar sus soluciones constructivas, de ahí el apropiado nombre de “modelos”. Sea el caso de las armaduras del Gabinete de Máquinas, donde en primer lugar y con el nº 214 aparece el

“Modelo de una cúpula de madera con que está cubierto el mercado de granos de París, el qual tiene 140 pies de diámetro, y no se empleó en su construcción mas que pedazos de tabla de quatro pies de largo, enlazados con cuñas, según el método de Felibien de l‘Orme [Philibert de l’Orme, 1510-1570]. Este modelo consta de más de 13.000 piezas de madera”.

A esta descripción sigue un segundo modelo, con el nº 215, que no es sino “un trozo de esta misma armadura executada bajo la escala de pulgada por pie, para comprehender mejor el enlace de las maderas”.

Estas breves descripciones abren una línea de investigación formidable, y esta es nuestra hipótesis, porque tenemos la certeza de que parte de los modelos del Gabinete de Máquinas que damos, no sin razón, por perdidos hoy, sobrevivió a tanta calamidad conocida llegando hasta nosotros dentro de las colecciones militares, aunque actualmente tampoco conozcamos su paradero. Resulta muy esperanzador e indicativo si, como pensamos, el Catálogo del Museo de Ingenieros de 1911, incluye descripciones como la del modelo que lleva el nº 3.087, donde podemos leer:

“Modelo de una parte de la cubierta del mercado de granos de París; las cerchas maestras, que son las que limitan las ventanas, están formadas por cuatro espesores de tablas y sólo tienen tres de éstos, otras más sencillas de las que hay dos en el intervalo de las maestras. Se construyó en el año 1783 con objeto de cubrir el patio circular que había en medio del mercado para aumentar su capacidad; fue proyectada por Mrs. Legrand y Molinos, haciendo aplicación del sistema de Filiberto Delorme. Luz: 39,26 metros. Distancia entre las cerchas de los muros 2,25 id. Escala 1:15”.

A nuestro juicio se trata del mismo “trozo de armadura” que en el Gabinete de Máquinas llevaba el nº 215, habiéndose perdido el modelo completo con el número anterior. La escala permite calcular que el modelo conservado hasta 1911, medía unos dos metros de diámetro, es decir, tenía un tamaño considerable, pero, aun así, para explicar las trece mil piezas de que estaba compuesto, solo se entiende si se razona el sistema constructivo empleado en la cúpula original en madera que proyectaron los arquitectos Legrand y Molinos, sobre el edificio del pósito de cereales, de

J. Ch. Krafft, "Detail de la coupel de la Halle au Blé", Plancha 71 del Traité sur l’art de la charpente (1820).

planta circular, proyectado y construido por Le Camus de Mézières35, en 1763-1767. Se trataba de una construcción en madera a modo de cúpula sobre el patio interior de planta redonda, muy ligera y que no necesitaba de grandes y costosas piezas al emplear el económico procedimiento de ensamblar las piezas de madera inventado en el siglo XVI por Philibert de l’Orme36. Su construcción, iniciada en 1783, era una de las obras más importantes y recientes que se podían ver en París cuando llegó Betancourt y, había sido construida por André Jacob Roubo (1739-1791), compagnon meunisier, probablemente el mejor ebanista de su tiempo y autor de una obra extraordi-

35 LE CAMUS DE MÉZIÈRES, Nicolas: “Plan de halle couverte et incombustible en l’emplacement de l‘hôtel de Soissons” (Halle aux blés, 1763). Dibujo a tinta china y lavado con tinta roja. Med. 58 x 43,5 cm. Biblioteca Nacional de Francia. [http://catalogue.bnf.fr/ark:/12148/cb40312107c] 36 Nouvelles inventions pour bien bastir et à petits fraiz, trouvées n’agueres par Philibert de l’Orme, Lyonnois, Architecte, Conseiller & Aulmonier ordinaire du feu Roy Henry… París, Imp. Federic Morel, 1561.

Jean-Baptiste Maréchal. Exterior de la Halle aux blés (1786). Dibujo a pluma y aguada al bistre (10,2 x 20,2 cm). Bibliothèque nationale de France. Departamento de Estampas y fotografía. [http://catalogue.bnf.fr/ark:/12148/cb40312108q]

Jean-Baptiste Maréchal. Interior de la Halle aux blés (1786). Dibujo a pluma y aguada al bistre (10,8 x 20,8 cm). Bibliothèque nationale de France. Departamento de Estampas y fotografía. [http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b10303119b]

Sala de García San Pedro del Museo de Ingenieros del Ejército en el desaparecido palacio de San Juan, en los jardines del mismo nombre que formaban parte del Buen Retiro, sobre cuyo solar se aprobó en 1904 construir el Palacio de Comunicaciones con fachada a la plaza de Cibeles, actual sede del Ayuntamiento de Madrid. Obsérvese al fondo a la izquierda el modelo de la Halle aux blés, construido y traído a Madrid por Betancourt. A la derecha, algunos de los modelos de armaduras de Betancourt, confundidos con otros posteriores. Fotografía de J. Laurent y Cía., h. 1880. Archivo Ruiz Vernacci, IPCE © MECD.

naria sobre su oficio y arte37, pero también de un Traité de la constructión des théâtres et des machines théâtrales38 que deja ver el alcance de sus conocimientos y justificaría el encargo de esta delicada obra de la Halle aux blés.

¿De dónde pudo tomar Betancourt los datos y medidas para este modelo? Los detalles constructivos de la armadura hemisférica, desdichadamente incendiada en 1802 y sustituida por una armadura metálica más luminosa y en teoría incombustible, no aparecieron hasta años más tarde en

37 ROUBO, André Jacob (1669-1777): L’art du menuisier-ébéniste, París, Cellot & Jombert. 38 ROUBO, André Jacob (1777): Traité de la constructión des théâtres et des machines théâtrales, París, Cellot &

Jombert.

la obra dibujada y grabada de un modo extraordinario por Jean-Charles Krafft (1764-1833). Este, en su Traité sur l’art de la charpente39 publicado en 1820, comienza en las primeras líneas del prólogo recordando el nombre de Philibert de l’Orme y las novedades aportadas por él al mundo de la construcción en madera, siendo apreciada su elegancia y mérito por “Legrand et Molinos, tous deux Architects, qui en firent la plus hereuse comme la plus belle application dans la magnifique coupole de la Halle-aux-Blés de París”. A continuación, Krafft añade: “La belleza y audacia de esta cúpula es y será siempre la admiración de los entendidos, habiendo resucitado y aplicado el sistema de Philibert Delorme en muchas construcciones, tanto públicas como privadas”. El tratado de Krafft está dedicado al matemático e ingeniero Prony, entonces director de la École Royale des Ponts et Chaussées y, como es bien conocido, admirador y protector de Betancourt tiempo atrás, enlazando así el modelo en cuestión del Gabinete de Máquinas con la obra ejecutada en París, con sus admiradores y artífices. Es más, tengo el convencimiento de que Betancourt muy bien pudo disponer de los dibujos del propio Roubo, quien, sin dudarlo, debió de hacer un modelo en madera de la cúpula, como buen compagnon y maître menuisier, al igual que se hizo un modelo en hierro de la estructura metálica que la reemplazó tras el incendio40 .

No debemos alargar más estas líneas sobre este modelo pero pueden servir de pauta para lo que puede decirse de buena parte de los que componen la relación de aquel primer Catálogo manuscrito del Gabinete de Máquinas, cuyo nº 218 corresponde al “Modelo de un trozo de armadura para cubrir un Dique de 70 pies de diámetro”, que no puedo por menos de poner en relación con el que tenía el Museo de Ingenieros con el nº 3.080, que describe el “ Modelo de parte de la armadura que cubre la grada para la construcción de buques en Rochefort. Luz, 19,50 metros. Distancia en tres cerchas, 4,25 ídem. Escala 1:15”. Los metros de luz de la armadura que cubre la grada y los pies de la armadura que cubre el dique, rondan ambos los veinte metros. Las “coinci-

39 KRAFFT, Jean-Charles (1819-1822): Traité sur l’art de la charpente théorique et pratique. Anweisung zur theoretisch-praktischen Zimmermanns-Kunst. Treatise on the art of carpentry, with the theory and practice, París,

F. Didot; Manheim, Artaria. Al final del vol. V de su obra, Krafft incorpora dos láminas de Detournelle con detalles constructivos de Philibert de l’Orme. Jean RONDELET, en el tercer tomo de su Traité théorique et pratique de l’art de bâtir, (París, 1867) hace referencia a la plancha 71 de Krafft. 40 Journal de Paris, 11 de julio de 1813: “No hay duda de que Mr. Launay ha ejecutado en 1806... un modelo de cúpula de la Halle au blé para ser ejecutado en hierro fundido. Sé que este modelo fue llevado a la calle Saint-

Fiorentin, a casa de los señores Lecouvreux e Hipólito Godde, alumnos de Legrand... y que luego, por orden de Su Excelencia el Conde de Champmolle, se retiró un año después a una de las salas de su ministerio...”. En el Musée des arts et métiers de París se muestra en la colección permanente un modelo del “Échafaudage construit pour la pose de la coupole en fer de la Halle au blé de Paris” (nº inv. 0863. Med.: 93,5 x 115 x 69,5 cm, 15,5 kg.) construido en 1811-1812, incorporado a las colecciones del museo en 1873. Siendo notable su ejecución, nada comparable con lo que debió de ser el de Betancourt de la cúpula de madera.

dencias” continúan y sin salir del apartado de armaduras, cuando en el Museo de Ingenieros estuvo con el nº 3.050 el “Modelo de una cercha de la armadura del teatro de la Opera de Burdeos. Luz, 23.95 metros. Escala 1:15”, entiendo que puede corresponder al nº 220 del Gabinete de Máquinas con el título de “Modelo de la [armadura] del Teatro de Burdeos”, aunque a este le falte algún dato sobre sus medidas. No obstante, resulta muy notable que los modelos que creo que proceden del Gabinete de Máquinas están ejecutados a la misma escala, a 1:15, como cabe deducirlo de la fotografía tomada por Laurent, hacia 1880, de la Sala de García San Pedro del Museo de Ingenieros.

El regreso de Betancourt a España y los gastos y vicisitudes del traslado desde París a Madrid de su colección de máquinas y modelos (1791), los primeros directores y organización del Real Gabinete de Máquinas, su vinculación con la primera Escuela de Ingenieros de Caminos hasta llegar a la desintegración del Gabinete, todo está puntualmente recogido por Rumeu de Armas en su libro sobre la Ciencia y tecnología en la España ilustrada41, si bien caben nuevas aportaciones que no alteran las conclusiones conocidas, pero ayudan a entender mejor el proceso que resumimos a continuación.

Los modelos del Gabinete de Máquinas pasaron a identificarse o a formar parte de los fondos pedagógicos de la primera Escuela de Caminos cuyos estudios se iniciaron en dependencias del Palacio del Buen Retiro en 1802, pero seis años más tarde la Guerra de Independencia terminó tanto con la embrionaria Escuela como con el Gabinete de Máquinas que había comenzado su andadura. Todos los modelos se trasladaron a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en la calle de Alcalá, y de allí pasaron, en 1814, al Palacio de Buenavista42, en la propia calle de Alcalá. No es difícil imaginar lo que estos modelos y máquinas de delicada construcción y alta precisión sufrieron en cada uno de los traslados, en los que no solo peligraban físicamente, sino que fueron objeto de rapiña y ocultación. No todo fue una historia lineal como pudiera interpretarse de una simple y ordenada mudanza, sino que la circunstancia histórica y la naturaleza humana escribieron una historia paralela llena de rincones oscuros que nunca conoció la historia oficial de las cosas. Uno de los documentos hasta ahora inédito que conserva el Archivo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando relacionados con el paso de los modelos por su casa, es una carta de Antonio González a Fernando VII fechada el 10 de julio de 1814, y, explica bien lo que pretendemos decir:

41 RUMEU DE ARMAS, Antonio (1980): Ciencia y tecnología en la España ilustrada. La Escuela de Caminos y Canales. Madrid, Turner. 42 MUÑOZ JIMÉNEZ,José Miguel (1995): “El Real Gabinete de Máquinas de Madrid según un inventario de 1814”,

Butlletí de la Reial Acadèmia de Belles Arts de Sant Jordi, IX, pp. 179-197.

“Señor. Antonio González, vecino de esta Corte con el maior respeto a V. M. hace presente: Que guiado únicamente de su patriotismo, del amor a V. M., a la Patria y a los establecimientos útiles, hizo a la Regencia del Reyno a su llegada a Madrid una exposición en que manisfestó la existencia de varios efectos pertenecientes a vuestro real Gavinete de Máquinas (que por haverse criado en el le son bien conocidas) y los que salvó su fidelidad de la rapiña y dilapidación de su Conserge, que después de haver malvendido muchos (de cuio paradero puede dar también alguna razon) se fugó a Francia. No obstante de tan interesante aviso ninguna providencia se dio por la Regencia sino la de sellar despues de dos meses las piesas en que existian. Al feliz arribo de V. M. a la Corte se hizo igual exposición por mi compañero Juan Antonio González fiel conservador de estas preciosidades, y no haviendose providenciado cosa alguna, nos hemos visto acometidos varias veces por los que se dicen herederos o Representantes del Ex Director Betancurt (fugado también a Francia) quienes pretextando formalidad y ordenes de justicia intentaron uno de estos días romper los sellos, y extraher de las Salas no sé qué efectos. Por fortuna se dudo oportunamente de sus apariencias, y al oir el augusto nombre de V. M., y que en caso de atropellarnos insistiamos en tomar de todo un testimonio, desaparecieron abergonzados. Estan pues, Señor, en peligro estas preciosidades que no podemos mirar con indiferencia, y aun acaso comprometidas nuestras Personas. En esta atención a V. M. rendidamente,

Suplica se digne dar las órdenes más terminantes para que se recojan estos preciosos objetos de las Artes que por ahora existen con poca seguridad en la calle de la Palma baxa numº 4 y 5 quarto baxo de la casa que llaman de Bringas; providencia en que V. M. hallará complacencia, utilidad la Nación y los exponentes la lisonjera satisfacción de haverlos podido conservar en medio de tantos peligros, de enemigos exteriores y domésticos...”43 .

Con Fernando VII, en enero de 1815, los modelos se trasladaron desde el Palacio de Buenavista a la sede de la Real Sociedad Económica Matritense, que los reclamaba para sí, en la calle del Marqués de Cubas (antigua del Turco), hasta que en 1824 los solicitó el recién creado Real Conservatorio de Artes44. Diez años más tarde, bajo la regencia de María Cristina, resucitaba en 1834 la tercera Escuela de Ingenieros de Caminos, esta vez en el edificio de la Aduana Vieja en la plaza de la Leña, en el corazón de Madrid, y exigió que los modelos volvieran a sus instalaciones. Una

43 Archivo-Biblioteca de la RABASF, sign.14-11/1. “Carta de Antonio González dirigida al rey. 10 de julio de 1814”. 44 TEIJELO, Javier Ramón (2002-2003): “Aproximación al Real Conservatorio de Artes (1824-1850): precedente institucional de la ingeniería industrial moderna”, Quaderns d’Història de l’engyneria, vol. V, pp. 45-65.

En la sala de García San Pedro del antiguo Museo de Ingenieros del Ejército, se exponía el "Modelo de la cúpula de madera con que está cubierto el mercado de granos de París... Este modelo consta de más de 13.000 piezas de madera", según descripción hecha por Betancourt en su Catálogo manuscrito del Real Gabinete de Máquinas, hoy en la Biblioteca del Palacio Real (1792).

Real Orden de 8 de octubre de 1846 de Isabel II, citada por Madoz y seguida por cuantos estudiosos han escrito sobre este asunto, pero sin haber podido localizarla, vino en auxilio de esta petición, al crear un museo en la Escuela de Caminos que tendría “por base los restos del que existió en el palacio del Buen Retiro”. Ello motivó la división de lo que quedaba del antiguo fondo del Gabinete de Máquinas, llevándose el Conservatorio de Artes a los nuevos locales que iba a ocupar en la planta baja del desamortizado Convento de la Trinidad en la calle de Atocha, las máquinas que tenían que ver con un uso industrial. Por otra parte, en 1847, dos reales órdenes trasladaban los estudios de Caminos a la calle del Turco y los restos de tanto naufragio se debieron reparar en el nuevo “taller ocupado en la restauración de aquellos objetos y dispuesto para la construcción de otros nuevos… y muy en breve se establecerá otra sección en que se conserven modelos de obras de carpintería”, comenta Madoz en 185045 .

45 MADOZ, Pascual (1850): Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España, Madrid, t. X, p. 821.