Apuntes Ignacianos 27. Buscar lo que más conduce...

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APUNTES IGNACIANOS

ISSN 0124-1044

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Más y Menos. El Proceso del «Magis» Ignaciano ........

Darío Restrepo L., S.I.

Iván Restrepo M., S.I.

Indice de Reflexiones CIRE y Apuntes Ignacianos ....

Presentación

ara un Loyola todo es posible pero todo está por conquistar!

Iñigo López de Loyola o la pasión por ser más, es el sustrato original del «magis» (más), la palabra más característica del fundador de la Compañía deJesús. Partiendodelos fuertesdeseos,siguiendocon grandesacciones de servicio, sea a los reyes terrenos, sea al Rey eterno, Ignacio el peregrino de la mayor gloria de Dios se adentra en la intrincada senda del ser más. A ratos, se le convierte en un verdadero laberinto donde no faltan las alucinaciones en forma de serpiente de ojos luminosos y una impetuosa tentación de suicido; otras veces, se ve sumido en un túnel de angustias y escrúpulos hasta vislumbrar la salida donde percibe los fuertes rayos con los que Dios hace lumbre en su mente y en su corazón. El iluso Iñigo López se va transformando así, en un giro de ciento ochenta grados, en el auténtico San Ignacio de Loyola.

El estudio de Darío Restrepo L. nos revela el proceso del «magis» ignaciano. Partedel«más»delcaballeroatravésdeesfuerzosvoluntaristas, con ideales deun héroesoñado quebordean losabismos dela destrucción personal por las enfermedades corporales y que apuran la copa de una neurosis que atormenta su mente. Autodidacta del discernimiento, entra como infante en la escuela del único Maestro. Allí aprenderá a ayudar a las ánimas, con un servicio movido por el amor discreto en la pequeña y granIglesia. Un«más»que,porunaparadojatantípicadelaespiritualidad de Ignacio, se convierte en un «menos» invitado por el misterioso designio divino.

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Presentación

Pues si la única senda del ser «más» pasa por el dar más, y si el único modo de dar más para el ser humano, es recibir más, y si la sola condición para recibir más consiste en el auténtico salir del propio amor, querer e interés, entonces la verdadera dinámica del «más» solo será franqueable para quien esté dispuesto a entrar de lleno en la economía dela gracia,abandonandotodoespíritudeconcurrenciay todapretensión de forzarle a Dios la mano. Una vez llegado a este punto, el peregrino del «magis», el santo y el místico sabrá legar a su mínima Compañía la misión de la «mayor gloria de Dios y el servicio de las ánimas».

¿Cuál puede ser el instrumento de alta precisión para diferenciar el«más»voluntaristadel amor discretoquesolobuscaloquemásconduce para el fin querido por Dios? Iván Restrepo M. nos lo presenta en la práctica del examen de conciencia al modo ignaciano. Una completa y clara exposición nos abre la puerta para distinguir este privilegiado medio de santidad del simple examen moral de conciencia. Se trata de algo enclavado en la historia personal de todos los días, que contemplando la secuencia del ayer, del hoy y del mañana, alaba a Dios por sus grandes beneficios, se reconoce pecador pero llamado a ser compañero de Jesús y movido por el Espíritu, se siente relanzado a la vida en el pacto de la alianza eterna y con la misión de la fidelidad en la acción que construye el Reino.

Esta original manera de orar hace entrar la historia en la oración y lleva la oración a la historia. Historia, seguimiento y fidelidad: tres notas degran realismoy delógicadivina quellevanatener entrenosotros los mismos sentimientos y actitudes de Cristo Jesús. Un ejercicio espiritual tan sencillo como para los rudos y simples que viven la fe del carbonero, pero tan sutil y fecundo, cuando se lo comprende bien, capaz de conducir a la más elevada meta de la perfecta caridad.

Termina nuestro presente número de la revista con un completo índice por autores y materias para facilitar su empleo en la lectura y en el estudio de la espiritualidad ignaciana. Las Reflexiones CIRE que van de 1985 a 1989 y luego Apuntes Ignacianos (nuevo nombre de la revista) desde 1991 hasta 1999.

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Más y Menos. El Proceso del «Magis» Ignaciano

Más y Menos

El Proceso del «Magis» Ignaciano

Darío Restrepo L., S.I.

El conocido lema de la Compañía de Jesús «a la mayor gloria de Dios» hinca sus raíces muy atrás, en la vida mundana de Iñigo López y en la del convertido y peregrino del Absoluto, san Ignacio de Loyola. Se remonta al famoso «magis», más, que aparece desde las primeras líneas de la Autobiografía del fundador y que, cimentado en su fuerte temperamento, va cambiando de objetivo, de medios y de expresiones. El más del hombre no coincide siempre con el más de Dios. La nave de este «peregrino» hincha sus velas a impulsos del Espíritu que con la dialéctica propia del viento lo arrastra del «magis» al «minus», o de lo humano a lo divino y de lo divino a un nuevo ser humano. Va moldeando así, interna y profundamente al hombre y en él, al santo que lo vive y que lo expresa. El más relacionado íntimamente con el menos es una de las paradojas fundamentales tan típicas de la espiritualidad ignaciana y traduce la palabra más característica de toda la compleja personalidad de Loyola.

Resulta apasionante seguir, paso a paso, este proceso evolutivo en la concepción y expresión del magis ignaciano hasta llegar a la fundación de la Compañía de Jesús en 1539 (primera parte) y, luego, notaralmenos algunasdesuscaracterísticasenlaformacomoseencarnó en la Orden (segunda parte).

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I - EL MAGIS EN IGNACIO DE LOYOLA

A) El «magis natural» del caballero

Gloria de Dios y gloria del cristiano

Empecemosporotraparadoja. Entendemospor «gloria»engeneral, una irradiación del ser. Un ser que mediante el «más» continuo llega a su plenitud de existencia y de acción. Pero una tradición ascética nos lleva a rechazar la gloria más que a buscarla. En primera instancia, parecería que esta tradición esté más acorde con el cristianismo. Pero bien examinada, aparece a la larga como tendiente a la ruina tanto en lo referente al gusto de la vida como a la esperanza cristiana.

¿Cómo puede suceder que hombres que desprecian el brillo de la gloriapuedan continuar ensudeseodesuperacióndeellosmismos?

El desprecio de la gloria, del sobresalir, ¿acaso no conduce siempre a la mediocridad o a la aceptación de una existencia en la sombra?

Cierta espiritualidad de la humildad, ¿no ofrece una continua justificación a las diatribas de Nietzche contra el cristianismo?1 .

Tanto Cristo en los evangelios como Pablo en sus cartas hablan de la gloria y, más aún, han invitado a desearla. En el Nuevo Testamento, la gloria no solo expresa el esplendor del Dios vivo sino también la vida sobreabundante del ser creado a la cual somos llamados y de la cual somos capaces por el don divino. El hombre no tiene que ser menos para que Dios pueda ser más. Dios y el hombre no son rivales. Jesús vino para que tuviésemos la vida en abundancia2. La glorificación -bien entendida- del hombre, imagen y semejanza del Creador, debe redundar en la alabanza divina. Jesús nos invitó, no a ocultar nuestra luz, sino a

1 A. BRIEN,«La gloire dans la vie chrétienne» : Christus 27 (juillet 1960) p. 329.

2 Juan 10,10: «Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia».

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Más y Menos. El Proceso del «Magis» Ignaciano dejarla brillar con toda intensidad ante los hombres «para que vean vuestrasbuenasobrasy glorifiquenavuestro Padrequeestáenloscielos»3 . San Pablo nos exhorta a edificar el cuerpo de Cristo «hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado del hombre perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo»4 .

La gracia no destruye la naturaleza y los dones humanos sino que los supone y magnifica. «La gloria de Dios es que el hombre viva» dice San Ireneo. Y el hombre ‘vive’, teniendo vida en abundancia, cuando es capaz de desarrollar todas sus aptitudes y sus mejores potencialidades como hombre, logrando su plenitud como co-creador con Dios. Se piensa a veces, que los cristianos no pueden buscar el dar lo mejor de sí mismos (merecer la gloria) porque esto daría curso a la vanidad. Todo depende de cómo se entienda esta gloria o superación de sí mismo y por quién se realiza. Cristo mismo pidió a su Padre que «le diera la gloria que tenía antes de que el mundo existiese»5. ¿Podemos prohibir a los cristianos seguir en esto al Señor?6. Pero lo que hay qué precisar muy bien es la diferencia radical entre la gloria de Dios y la gloria del hombre y la debida subordinación de la segunda a la primera. La gloria, según el mundo, no coincide necesariamente con la gloria según Dios. Aquí encontraremos una clave para entender y precisar la relación de los términos enunciados al comienzo y para comprender que por una compleja paradoja, se puede llegar a dar la mayor gloria de Dios siendo «menos» según los hombres.

Iñigo López de Loyola o la pasión por «ser más».

Ante todo, por temperamento, Iñigo fue un hombre de grandes deseos. Un hombre para mucho. Siendo el menor de su familia, fue destinado por su padre al estado clerical. Pero él siente repugnancia por estos proyectos paternos que amenazan encerrarlo en los límites

3 Mateo 5,16. Nuestra gloria, o redunda finalmente en la gloria de Dios, o será una gloria egoísta (orgullo). Cf. Sal. 115,1; Romanos 1, 20-21. Este ‘curso’, como lo veremos, lo hizo el mismo Ignacio con el resultado de la vanagloria.

4 Efesios 4,6.

5 Juan 17, 5.

6 Cf. BRIEN…, La gloire… p. 330.

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parroquialesysueñacon un campoabierto, sinconfinesalavista. Movido por un fuerte fuego interior, cabalga ya en sus pensamientos de grandes gloriascaballerescas paralocualdeberá vencer numerososy nopequeños obstáculos. ¡Para un Loyola todo puede ser posible pero todo está por conquistar! Aquí encontramos la base del «magis»7 espiritual o el «magis» del caballero. El mismo describe los primeros 30 años de su vida con estas palabras:

principalmente se deleitaba en ejercicio de armas con un grande y vano deseo de ganar honra8 .

Con este rasgo dominante de su temperamento él representa una característica de la sociedad técnica actual, siempre hacia adelante, siempre en proyecto y en programación futura. La conversión se va a realizar a partir del deseo de emulación y luego de superación. Primero encontramos un «más» natural e indiscreto, que poco a poco se tornará en espiritual y discreto.

1- Con un impulso puramente natural y aristocrático del «magis», el joven Loyola, dejando de lado la intención paterna sobre su futuro, entra primero al servicio de Juan Velázquez de Cuéllar, contador mayor del rey Fernando el Católico (1506). Fallecido el contador, se convierte en gentilhombre de Antonio Manrique de Lara, duque de Nájera y virrey de Navarra. Iñigo arde en deseos de hacer grandes cosas y cosas difíciles. Es la atracción del bien bajo su aspecto de grandeza. En el asedio al castillo de Pamplona, cuando todos estaban de acuerdo en rendirse a los franceses, solo él, con gran temeridad, se atrevía a ser más valiente que los demás, decidiéndose a resistir en la fortaleza. Y dio tantas razones paraello alalcaldequelopersuadióadefenderseaunquecontraelparecer de todos los caballeros, quienes se animaban sin embargo con su gran ánimo y valentía9 .

7 Cf. H RAHNER, S I., Servir dans l’Eglise. Ignace de Loyola et la genèse des Exercices. Ed. de l’Epi, París 1959, p. 26s.

8 Autobiografía, n°1. Ignacio cuenta su vida en tercera persona como si se tratara de otro. (Los subrayados son nuestros).

9 Cf. Autob. Ibid.

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Más y Menos. El Proceso del «Magis» Ignaciano

Al ser alcanzado por una bala de cañón que le destroza una pierna yle hierela otra,se decidearepetir dosveces unamuy dolorosaoperación practicada a sangre fría. Es una prueba de fuego para su capacidad heroica. Su más vehemente deseo era poder continuar en su ideal caballeresco. El mismo cuenta así su reacción:

Y hizóse de nuevo esta carnecería; en la cual, así como en todas las otras que antes habíapasado y después pasó, nuncahabló palabra, ni mostró otra señal de dolor, que apretar mucho los puños10 .

2- Iñigo posee un fondo caballeresco soñador y atrevido para emprender grandes gestas. Su carácter es activo. Llama la atención ver cómo reacciona personalmente ante los acontecimientos: siempre estará dispuesto a meterse en lo más vivo de la acción. No puede leer una historia profana o religiosa sin sentirse directamente concernido. Su reacción no es ver o juzgar como la de otros, sino hacer; su pregunta es ¿«quid agendum»? Los santos hicieron esto y aquello, y yo, ¿qué tengo que hacer? Este verbo conjuga toda su intencionalidad.

3- Los meses de convalecencia echan a volar sus pensamientos transformados en grandes deseos de acción que se nutren con imágenes contrarias y de grandeza comparativa: ¡de menos a más, siempre! En primer lugar, desea y sueña con la dama de sus pensamientos: planea no pequeñas acciones sino grandes hazañas propias de los héroes como Amadís de Gaula. Sueña en grande y apunta siempre a lo más a grande. Por eso se la pasaba

imaginando lo que había de hacer en servicio de una señora, los medios que tomaría (…), los hechos de armas que haría en su servicio. Y estaba con esto tan envanecido que no miraba cuán imposible era poderlo alcanzar; porque la señora no era de vulgar nobleza: no condesa, ni duquesa, mas era su estado más alto que nguno destas11 .

10 Autob. n° 2.

11 Autob. n° 6. No se sabe exactamente quién era esta dama; posiblemente Catalina, hermana de Carlos V. (Subrayado nuestro).

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Aquí se dibuja ya un hombre que sueña con lo imposible, y que no teme pensar en realizarlo. Pero este deseo de hacer proezas sin límite, resulta a la postre muy ambiguo como lo veremos luego.

4- Leyendo la vida de Cristo y de los santos acababa, -son sus palabras-,

proponiéndose siempre a sí mismo cosas dificultosas y graves, las cuales, cuandoproponía,leparecíahallarensífacilidaddeponerlas en obra12 .

En esto se apoya el «magis» que parte de sus deseos de emulación y mimetismo:

Mas todo su discurso era decir consigo: Santo Domingo hizo esto, pues yo lo tengo de hacer. San Francisco hizo esto; pues yo lo tengo de hacer13 .

Su comparación con estos santos lo lleva a un querer servir tanto como ellos. El «magis», que será el motor de la conversión de Iñigo, no aparece todavía con su significado propio. Por ahora, encontramos la ideadeigualar,imitar,yunservirtodavíaambivalente(¿serviroservirse?). Pero lo que importa aquí es que ya se ha desatado en él un proceso de «ser más» que no podrá detenerse jamás hasta su muerte.

Aparición del «MAGIS»

5- Ignacio cuenta en su Autobiografía que, cuando se acordaba de hacer alguna penitencia que hicieron los Santos, proponía de hacer la misma y aún más14 .

12 Autob. n° 7.

13 Ibid.

14 Autob. n° 14.

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Más y Menos. El Proceso del «Magis» Ignaciano

En este momento de su vida impera en él un «magis» absoluto e indiscreto sin otro límite que su posibilidad natural: un hacer y un servir más que... El mismo lo describe muy acertadamente:

Y en estos pensamientos tenía toda su consolación, no mirando a cosaningunainterior, ni sabiendo qué cosaerahumildad,ni caridad ni paciencia, ni discreción para reglar ni medir estas virtudes, sino toda su intención era hacer destas obras grandes exteriores, porque así las habían hecho los santos (…)15 .

Por consiguiente, el origen de su «magis» fue más temperamental y voluntarista que espiritual y discreto. Empieza entonces a conocer vivencialmente a Cristo. Fascinado por su persona descubierta en la «Vita Christi» y en la «Leyenda áurea» (vida de los santos) simplemente quiere ser caballero suyo pero al estilo de las caballerías mundanas o a lo sumo, repetir las gestas legendarias de los santos. Cristo se le presenta entonces como el «héroe» por excelencia al que aspira imitar. El era realmente el ‘caballero ideal’, más allá de todo lo que su imaginación pudiera soñar. Aquí encontraba toda una empresa humana y divina a la que debía apuntar en lo sucesivo. Decide empezar con otra empresa grande y difícil que se propone acometer a pesar de todas las dificultades: el viaje a Jerusalén. Los obstáculos de la lucha contra los turcos no lo arredran en absoluto. De este modo, en el comienzo de su conversión, se orienta más al aspecto personal que al apostolado. Pero la orientación fundamental hacia la acción como servicio de su rey está decidida y no queda más que encontrar el modo de su aplicación concreta (segunda etapa). En adelante, él mismo se llamará «el peregrino»16, peregrino del mundo y del espíritu, el infatigable caminante que nunca se detiene, que siempre está en proceso de cambio -de conversión- y que marchará hasta su muerte en pos de un «más» en todo su ser y su hacer.

15 Ibid.

16 En su Autobiografía la autodenominación de «peregrino» aparece 55 veces.

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Las ilusiones del «magis»

Peregrino, peregrino que no sabes el camino, ¿dónde vas?17 . Ignacio camina, pero no sabe exactamente hacia dónde. Solo le apunta a lo más grande, a lo más arduo, a lo más difícil. En esta primera etapa de su vida él piensa en aventajar y en sobrepasar a los demás. Su deseo de ser y hacer «más» traduce la opción de una pura generosidad naturalindiscriminada. Comporta unacomparación: más-«magis-, maior» (más, mayor que...).

El peligro, e Ignacio no logró escapar de él, es la comparación basada en sí mismo (voluntarismo) y para sí mismo. No solamente sobrepasarse, sino aventajar también a los demás. Esto le acarreó un serio problema de «vanagloria» y de orgullo que lo atormentó no poco tiempo18. El reconoció después este peligro como lo advierte en el pasaje citado de su Autobiografía, no «sabiendo que cosa era humildad (…) ni discreción (…)»19 .

Tuvouna «ilusióndeheroísmo» propiode lostemperamentosfuertes como su temple en las repetidas operaciones de la pierna, por pura vanidad, para poder calzar las botas de caballero. Cayó también en la «ilusióndelapenitenciaexcesiva» que lealimentabaeldeseo desercartujo. Con sus mortificaciones y ayunos exagerados arruinó su salud física para siempre, y puso en peligro también su salud mental, afectada con alucinaciones y fuertes escrúpulos20. Sin duda, pagó un precio muy alto en la evolución de su «más» y en el aprendizaje del discernimiento espiritual como autodidacta.

Haciendo un balance del «magis» inicial de Iñigo de Loyola observamosqueestá regidoporsuambicióny porsugenerosidadnatural, por la vanidad, el orgullo y el deseo de comparación y de superación de

17 Versos de Don ANTONIO MACHADO.

18 Autob., Prólogo n° 1*.

19 Autob. n° 14.

20 Autob. n° 12 y 19-33.

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Más y Menos. El Proceso del «Magis» Ignaciano los demás. Cayó en la «ilusión del magis» basado exclusivamente en su «ego», llevadopor elespejismodeunasantidadheroicahechaa sumedida. Es él mismo quien quiere darle a Dios lo que se le antoja como lo mejor por ser lo más grande que puede hacer, lo más costoso, una especie de «plus ultra»21 .

B)

- El «magis espiritual» del peregrino, del santo y del místico

El progreso y la maduración del «magis»

Según Hugo Rahner, S.I., el gran teólogo ignaciano, el «magis» es «la palabra más característica de toda la personalidad de San Ignacio de Loyola». Y la explica así:

‘Magis’, más,(…) viene de la misma raíz que el adjetivo magnus, grande, o que su comparativo maior, más grande. San Ignacio emplea constantemente estas palabras asociándolas sea con las ideas de gloria y de servicio de Dios, para expresar el esfuerzo de un alma que quiere ir siempre más lejos en el don de sí misma; sea con las ideas de disponibilidad y de docilidad, para expresar el carácter pasivo de una vida espiritual en la que todo es don y gracia de Dios22 .

En este novel caballero de Dios la noción y la realidad del «magis» se espiritualizan progresivamente a medida que avanza el ‘conocimiento interno’ del Señor Jesucristo. Ya en Loyola, cuando confiesa que no sabía ver el interior ni sabía lo que era humildad ni discreción, empieza unaformación, porpropiodescubrimiento,enel discernimientodeespíritus conducido por su pasión de amor a Jesucristo, a partir de sus Ejercicios Espirituales: «¿Qué he hecho por Cristo?; ¿qué hago por Cristo?; ¿qué debo

21 En el frontispicio de la Universidad de Alcalá de Henares podemos leer la frase «plus ultra» que seguramente impresionó a Ignacio durante los tiempos de estudiante en aquella universidad.

22 Cf. H. RAHNER, S.I., Servir… p. 17 (subrayado nuestro).

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hacer por Cristo?» En esta peregrinación espiritual, comprenderá poco a poco que lo más importante de todo es que ya no será él mismo quien deberá tener la iniciativa en el modo de responder a Dios sino que tendrá que aprender a examinar las mociones divinas que se suscitan en su corazón, tratando de conocer la voluntad de Dios sobre él. Ignacio quiere servir a Dios como Cristo, glorificar al Padre como Cristo lo glorificó. Pagando el precio de no pocas y grandes equivocaciones en su caminar, el «peregrino» comprobó en sí mismo lo que anotó el gran poeta español don Antonio Machado:

«Caminante, no hay camino, se hace camino al andar».

Se va dibujando entonces para él, la gloria de Dios como

lairradiacióndesupoderydesuamorytambiénlaaccióndegracias del hombre por los beneficios recibidos. Trabajar para que Dios sea verdaderamente Dios para los hombres es glorificarlo. La fórmula «alamayorgloriadeDios»expresalaactituddeIgnacioylamotivación profunda de su existencia: no se encuentra (en Ignacio) en ninguna parte una definición de esta gloria, que figura en los Ejercicios, cuando se trata de reglas importantes de laElección (…), sobre todo en las Constituciones, y más raramente en el Diario Espiritual. Paracomprenderlahayqueponerlaenparaleloconotrasexpresiones que refractan y especifican sus aspectos concretos: la más grande alabanza, un mayor servicio, una mayor edificación del prójimo. Es un objetivo hacia el cual tiende el hombre, un principio inspirador de sus decisiones, un fin que ordena su actividad.

El temade lagloria,aunasociadoal de lasalvaciónde lasalmas, no es propio de San Ignacio (…). Otros han hablado de ella con frecuencia antes que él. Lo característico de Ignacio es haber presentado esta gloria como «siempre más grande», haber hecho de ella la inspiración continua de la acción apostólica y de haber prolongado sus aplicaciones concretas23 .

23 Dictionnaire de Spiritualité, art. Ignace de Loyola, col. 1286 (subrayado nuestro).

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Más y Menos. El Proceso del «Magis» Ignaciano

La meta del «más» ignaciano es precisamente el Dios totalmente Otro, el infinito y trascendente en su amor, radicalmente distinto de todo y de todos. Por eso cuando se lo busca, la única aproximación solo puede ser cada vez un más y más. El «magis» «es la palabra clave del hombre poseído por Dios que es siempre más (…)»24. Y sin embargo, y ésta es la paradoja, se trata de un Dios con nosotros, de un Dios «ansi nuevamente encarnado» 25 , limitado en el tiempo, en el lugar, en la raza y en la historia, que nos dará la clave del «menos» («minus»). La mayor gloria dada al Padre por su Hijo consiste en que Cristo, Siervo de Yahvé, no aferrándose a su condición divina, se anonadó, se rebajó. Es la kénosis la que une y funde el «más» con el «menos». El autor de los Ejercicios traducirá este misterio como «el tercer grado de humildad». Es el «magis» del santo y del místico.

Ignaciousaalgunas palabrasequivalentesparaindicar labúsqueda de la «mayor gloria de Dios»; pocas palabras pero a las que les da una gran fuerza e intensidad: «todo», «mejor», «enteramente», «universal», «siempre», «muy», «mucho»... Pero «más», «mayor», «mejor» no son superlativos. Traducen una tensión indefinida hacia un objetivo y su distancia infinita no desalienta el esfuerzo que hay que hacer para alcanzarla26 .

Hay unas etapas características en el conocimiento que Ignacio va teniendo de su Señor hasta llegar a un «interno conocimiento» del Cristo en quien «la divinidad se esconde». Cristo, para el «peregrino», es siempre el «Rey Eterno y Señor Universal» de la Contemplación del Reino. En esta contemplación, los Ejercicios Espirituales presentan, en primer lugar, un rey terreno en la parábola, (recuerdo de los reyes y virreyes humanosaquienessirvió),quevaareavivartodasugenerosidadynobleza natural, tocando los resortes más sensibles de su «magis» inicial. Si tenemos en cuenta todo lo dicho hasta aquí, comprenderemos mucho mejor la fuerza y el sentido de la parábola de este rey terreno como inventario de toda la generosidad natural, de la nobleza, lealtad y deseo,

24 H. RAHNER, S.I., Zur Christologie, p. 16, citado por ARZUBIALDES., S.I., Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Historia y Análisis, p. 81.

25 Ejerc. Esp. [109].

26 Cf. Dictionnaire de Spiritualité, art. Ignace de Loyola, col. 1286.

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ya purificados y volcados hacia una mejor causa . Aquí se habla de una voluntad de conquistar toda la tierra de infieles, con un trabajo agotador deluchardedíaydevigilardenoche. Luego,enun«crescendo» admirable, pasa a Cristo Rey eterno que sigue hablando de conquista del universo mundo con exigencias cada vez mayores para el trabajo y la vigilia.

Se trata de responder precisamente con un «más» que los demás, so pena de «ser vituperado por todo el mundo y tenido por perverso caballero»27. Un «más» dado, no ya a ‘un’ rey terreno por cualificado que sea sino ‘al’ Rey eterno y Señor universal, a quien, no solo se le sigue para trabajar con él, sino a quien se hace la ofrenda de la propia persona como él lo hizo de la suya. La doble respuesta del coloquio marcará muy bien esta gradación del «magis»: la primera, conducida por el juicio y razón,ofrecerá toda su personaal trabajo del Rey. Peroestando alservicio de la Majestad divina, un súbdito noble y generoso no puede quedarse con estarespuesta; laauténticaesla segunda, omejor todavía, elsegundo nivel de una única respuesta, la de un «más» de una entrega absoluta: «los que más se querrán affectar y señalar en todo servicio de su rey eterno y Señor universal», no solo ofrecerán sus personas al trabajo sino que ofrecerán su propio yo, sacrificando su amor carnal y mundano y su sensualidad con una «oblación de mayor stima y momento»28 .

Pero como el verdadero noble -anota H. Rahner refiriéndose a los Ejercicios Espirituales- tiene por nada su acto caballeresco, y la ofrenda de elección de su entrega simple e íntegra, su Magis lo lleva inmediatamente a comprometerse por respeto y obediencia [n° 92] y a ponerse, como Cristo mismo, al servicio del Padre eterno [n° 135]. El ideal de los Ejercicios se formula pues en estas cuatro palabras: Señalarse más en servicio29 .

Notemos bien el vocabulario que usa Ignacio y que es sinónimo del «magis». Se trata de «servir» a nuestro Señor, identificándose con El. Es el Cristo a quien ama sobre todo otro amor humano, sobre el amor a la

27 Ejerc. Esp. [91ss; 94].

28 Ejerc. Esp. [97].

29 H. RAHNER, S.I., Servir… p. 31.

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Más y Menos. El Proceso del «Magis» Ignaciano dama de sus pensamientos, siendo también un «peregrino del amor» («indiferencia»); de un amor de «preferencia» que lo lleva a «hacer lo que un corazón abrasado de Dios suele desear hacer».

Este Rey eterno y Señor universal se convierte en su Maestro. Poco a poco, como un niño de escuela, se hace sensible a su palabra, a su enseñanza. Finalmente, Cristo será para él el Creador. La creación le dará deseos de servir a nuestro Señor. Descubrirá la unión entre Jesús y la creación. El «Principio y Fundamento», umbral de los Ejercicios Espirituales pero de redacción tardía, pedirá al ejercitante que solamente desee y elija en esta experiencia «lo que más conduce para el fin que somos criados».

Los Ejercicios Espirituales usan con frecuencia la dinámica del «más» en los momentos fundamentales: Tenemos así, por ejemplo en el terrenodelaafectividad,lameditacióndelos«tresbinarios». La estructura del ejercicio mismo manifiesta esta dinámica, iniciado con la falta de voluntad,pasando porlavoluntadcondicionada hastallegara lavoluntad real y libre de condicionamientos para alcanzar el objetivo: «para abrazar el mejor»; «para desear y conocer lo que sea más grato a la su divina bondad»; y «para elegir lo que más a gloria de su divina majestad y salud de mi ánima sea»30. Luego, los «tres grados de humildad» o de amor a los mandamientos hasta el amor de locura por Cristo, el «amor con todo el corazón, con todo el alma, con toda la mente», el mayor amor.

Por otro lado tenemos también una gradación del «más» en algunos coloquios de los Ejercicios: el primero a María, «la bendita Madre», la intercesora; el segundo, al Hijo, Jesucristo, (el Mediador por excelencia); finalmente, el tercero al Padre, fuente de todo don. En la nota que Ignacio pone para los coloquios de la tercera semana, anota: «pidiendo aquello que más eficazmente (…) deseo»31 .

Los Ejercicios tienen la misión de purificar los «afectos desordenados» del «más» del ejercitante en cada una de sus motivaciones huma-

30 Ejerc. Esp. [149, 151, 152].

31 Ejerc. Esp. [199].

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nas, no ‘ordenadas’ según la voluntad de Dios. Así por ejemplo, después de que Iñigo se comparó con san Francisco y santo Domingo, queriendo repetir las hazañas de estos ‘caballeros de Dios’ y después de equivocarse enlosresultadosdeestaimitación, escribióestaacertadareglapara«sentir con la Iglesia», significativa muestra de un «magis» discreto y purificado:

Debemos guardar en hacer comparaciones de los que somos vivos a los bienaventurados passados, que no poco se yerra en esto, es a saber, en decir: éste sabe más que Sant Augustín, es otro más que San Francisco, es otro Sant Pablo en bondad, sanctidad etc.32 .

Pero donde los Ejercicios hacen el mayor impacto en la vida de Ignacio es en enseñarle a ver que su «magis» no puede ser guiado por su propia voluntad y generosidad natural por buena que le pueda parecer, sino por la voluntad de Dios buscada y hallada mediante el discernimiento de espíritus que ya se había iniciado en Loyola y que culmina en la «elección». La alternancia de sus mociones le revela una vida nueva, que se le sale de las manos y lo lleva a preguntarse con ansiedad: «¿Qué nueva vida es ésta que agora comenzamos?»33 .

Sistematizando lo dicho en un progresivo camino espiritual del «magis», indiquemos estos pasos (continuación de los precedentes, nn.15):

6- En estaevoluciónascendentedel«magis»encontramosunpunto de vital importancia en la vida de Ignacio, que será la expresión más profunda y concreta de su amor a Dios: el paso de lo personal («magis» interior) al servicio del prójimo («magis» apostólico) en seguimiento de Cristo:

Después que el dicho pelegrino entendió que era voluntad de Dios que no estuviese en Jerusalén, siempre vino pensando qué haría, y

32 Ejerc. Esp. [364].

33 Autob. n° 21.

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Más y Menos. El Proceso del «Magis» Ignaciano al final se inclinaba más a estudiar algún tiempo para poder ayudar a las ánimas, y se determinaba ir a Barcelona (…)34 .

Cristo había «subido a Jerusalén» precisamente para dar la vida en rescate por sus hermanos. El eje de los Ejercicios está constituido por la contemplación del Reino, o mejor, del Rey. En esta contemplación fundamental de Manresa el corazón del solitario peregrino se abre al ideal apostólico, a la mayor gloria de la Majestad divina, entrando al servicio del Reino, elegido por el Rey eternal quien lo llama «en particular», junto con el universo mundo35 .

Servir a Dios es servir al hombre aceptando la tarea de participación en la obra del Creador, tarea que le ha sido confiada como suimagen y semejanza. El hombre, por designio de Dios es un co-creador con El, del mundo que habita. Es creado para ayudar a todos y a todo a alcanzar el fin para el cual han sido criados. Esta será su respuesta de amor al Amor que lo ha plasmado.

Esta perspectiva del servicio de Dios, Ignacio la ha percibido sobre todo en un orden dinámico, el del Amor que se da y que solicita el amor por el bien del ser amado36 .

7- Un cambio radical dado por Ignacio fue el de pasar de su propia voluntad y modo de servir a Dios, con un voluntarismo natural que apuntaba a grandes hazañas y obras grandes exteriores, a una humilde docilidad que pregunta al Espíritu lo que debe hacer y a un seguimiento incondicional de la voluntad divina37. Este cambio y este discernimiento de espíritus comenzó en Loyola, fue profundizado en Manresa y perfec-

34 Autob. n° 50 (subrayado nuestro).

35 Ejerc. Esp. n° 95.

36 G. CUSSON, S.I., Pédagogie de l’éxperience spirituelle personelle. Bible etExercices Spirituelles, DDB, p. 90.

37 (Ignacio)... «aunque con singular humildad seguíaal Espíritu, no se le adelantaba. Y así era conducido suavemente a donde no sabía, porque ni pensaba entonces en la fundación de una orden; y, sin embargo, poco a poco se abría camino hacia allá, y lo iba recorriendo, sabiamente ignorante, con su corazón confiadamente puesto en Cristo» (Nadal V [Commentarii de Instituto S.I.] Dialogus II, p. 625-626).

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cionado en París. El cómo, se le revela en Cristo caballero del Padre y servidor de sus hermanos los hombres. Un servir en, como y por Cristo. Su cristocentrismo y su discernimiento van a la par. Se trata de un discernimiento medido por la voluntad de Dios y de la acción de su Espíritu en el hombre.

8- En estasegundaetapaencontramos que lagenerosidadnatural y el voluntarismo humano son reemplazados por el discernimiento. Pero este discernimiento del «magis» se concreta para Ignacio en la Iglesia y para la Iglesia. El Dios que no quería que él fuera cartujo, que no lo quería como peregrino solitario en Jerusalén, lo quería definitivamente enRomasu«nuevaJerusalén»bajoelvicariodeCristo,elPapa. ElEspíritu que le habla por las mociones interiores se manifiesta principalmente en la Iglesia del Señor.

La fuerza de expansión ilimitada del Magis que primero impulsaba a grandes obras de penitencia, a entrar en la Cartuja, a largas peregrinaciones con los pies desnudos, ahora queda contenida, retenida en los límites del Reino visible de Cristo, de la Iglesia, y al mismo tiempo en los límites de lo razonable38 .

9- Este amor que discierne la voluntad divina, no limitado por sí mismo, encuentra sumarcodereferencia alconcretarsuelección alservicio en la Iglesia visible y militante. Y este punto, para Ignacio y para sus sucesores es de capital importancia. El hombre, atraído en su deseo ambicioso por la multiplicidad de objetos que le ofrecen la felicidad debe ordenarse en la búsqueda de su fin último, Dios. Y debe ordenarse en toda afección desordenada, no solo respecto al mal (nivel moral) sino también en la búsqueda del bien mismo, donde la regla no será la propia voluntad sino la voluntad divina. Amor sí, pero un amor ordenado.

Se trata ya de un amor, no simplemente natural y exterior que le apunta a la grandeza heroica sino de un amor discreto, vivido dentro de la humilde Iglesia peregrina, el magis del amor. El amor auténtico, el amor siempre mayor, debe dar la prueba de su comunión con el Cristo

38 H. RAHNER, S.I., Servir… p. 69.

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Más y Menos. El Proceso del «Magis» Ignaciano visible. En estaformaelamor ilimitadoseconvierteenunamordiscernido, la caritas discreta, la «caridad atenta», el amor «humilde». Así encontramos que el «magis», el amor apostólico sin fronteras de Ignacio y sus primeros compañeros, encontró su meta en la Iglesia concreta de su tiempo, hecha visible en el Vicario de Cristo que limitó ese amor a la misión circunscrita «según los tiempos, personas y lugares» de entonces.

Este amor a Dios de Ignacio, ilimitado por una parte, y por otra, discreto, fue definido maravillosamente por un jesuíta en un epitafio de 1640: «No conocer límites en lo más grande, y sin embargo estar circunscrito a lo más pequeño, es divino»39. Ignacio es «el hombre del más grande amor en la Iglesia pequeña (…)». Y

precisamente porque él quiso colocar su amor sin límites sólo en el humilde servicio de la Iglesia, Ignacio llegó a ser, por un cambio normal, pequeño servidor en la gran Iglesia (…) No hay perfección auténtica que no sea, por decirlo así, espíritu encarnado40 .

Así, este «magis» consiste en recibir cada vez más los dones de Dios; queda sometido al discernimiento; no es un «más» solo para hacer más cosas cuantitativamente sino para ser más humilde como mejor instrumento en manos de Dios. Se trata de una acción cada vez más desinteresada que busca solo la «mayor gloria de Dios»:

Porque piense cada uno que tanto se aprovechará en las cosas spirituales, quanto saliere de su propio amor, querer e interesse41 .

Su condicionamiento será la voluntad divina, amada y conocida mediante el discernimiento de espíritus. Es el amor el que discierne cuál es la mayor gloria de Dios en las cambiantes circunstancias de las personas, tiempos y lugares. Busca conocer y servir cada vez más a un «Dios siempre mayor». El servicio de Dios se traduce ahora, en la Iglesia, en el

39 Imago primi saeculi Societatis Iesu (1640).

40 H.RAHNER, S.I., Servir… p. 18s.

41 Ejerc. Esp. [189].

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servicio a los prójimos. Se parte del «servicio» con toda su gama de valores que, como por una escala, va subiendo cada vez «más». Del servicio a la criatura llega hasta el servicio al Creador y del Creador desciende de nuevo a las criaturas.

10- Siendo lógico en este proceso, Ignacio va afinando su vida interior y la irradiación de ella en su apostolado. Los exámenes de los Ejercicios Espirituales y especialmente el examen de conciencia, hecho en discernimiento, repetido por Ignacio con frecuencia varias veces al día después de las entrevistas tenidas o al dar el reloj la hora, hicieron que ese cada vez «más» se realizara en una extraordinaria capacidad de ver a Dios en todas las cosas y a todas las cosas en relación a El. Un «magis» constante en la prosecución purificada de la voluntad de Dios lo convirtió en un auténtico «contemplativo en la acción»42: «muy unido con Dios nuestro Señor y familiar en la oración y todas sus operaciones»43. Todo el universo se convertirá para este hombre místico en un «medio divino» donde Dios da y se da, donde Dios habita, trabaja y se revela como la fuente de todos los dones.

11- Finalmente, este «magis», como el Evangelio, como el mismo Cristo, es paradójico. Si su culmen es la voluntad de Dios conocida por el discernimiento de espíritus y encarnada dentro de los límites de la Iglesia, su expresión concreta, si Dios así lo pide, «queriéndome vuestra sanctíssima majestad elegir y rescibir en tal vida y estado»44 puede ser un «minus», un «menos» personal, un «menos» según los hombres para poder llegar a ser precisamente un «magis» a mayor gloria de Dios, como Cristo crucificado («kenosis), como María de Nazaret, (la «esclava del Señor») como Juan Bautista («es preciso que El crezca y que yo diminuya»45),

42 Esta frase célebre es la síntesis que Nadal hizo de la espiritualidad específica del Fundador y de la Compañía. Pero la frase original de Ignacio en las Constituciones [288], a mi modo de ver, tiene mucho más valor teológico y espiritual. Dice así: «Y sean exhortados a menudo a buscar en todas las cosas a Dios nuestro Señor, apartando cuanto es posible, de sí el amor de todas las criaturas por ponerle en el Criador de ellas, a El en todas amando y a todas en El, conforme a la su santísima y divina voluntad».

43 Constituciones [723].

44 Ejerc. Esp. [98].

45 Juan 3, 30

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Más y Menos. El Proceso del «Magis» Ignaciano como todos los pobres de Yahvé (los «anawin»)… Entonces, «la mayor gloria de Dios» no será tributada ya por la calidad de las ‘actividades’ apostólicas realizadas sino por la «ofrenda de la mayor estima y momento» de las ‘pasividades’ sufridas por el Reino46. Se trata del amor que se deja hacer por Cristo como Cristo se dejó hacer Siervo de Yahvé por su Padre.

II - LA PARADOJA DEL MAGIS IGNACIANO EN LA COMPAÑIA DE JESUS

Según Nadal, los pasos que siguió el Fundador en su conversión a Dios, en su proceso de purificación, los sigue también la Compañía y cada jesuíta en su formación y en su vida toda. Estos pasos en el origen, proceso y evolución del «magis» se encontrarán reflejados en los documentos fundacionales de la Orden desde la Fórmula del Instituto, las Constitucionesy NormasComplementariashastalosdecretosdelaúltima Congregación General 34.

Denuevo, con donAntonioMachado,podemossintetizarotraetapa fundamental del caminar del «peregrino» Ignacio de Loyola en la composición de los Ejercicios y en la fundación de la Compañía:

«Admirable peregrino, todos siguen tu camino»47 .

Desde la juventud de Ignacio de Loyola hasta la preparación de la fundación de la Compañía de Jesús, el «magis» ignaciano, el cada vez «más», cada vez «mejor», cada vez «mayor», hasta llegar al «Ad Maiorem Dei Gloriam», es sorprendente y no fácil de situar en su contexto peculiar y específico -diría- único, por todas las coordenadas que lo enmarcan y definen.

Y al tratar de transportarlo al carisma ignaciano participado por la Compañía de Jesús, su complejidad aumenta. Vimos su punto de partida

46 Cf. T. DE CHARDIN, S.I., El Medio Divino.

47 Versos de Don ANTONIO MACHADO.

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(«ser más» y «hacer más» en sí mismo ilimitado); su proceso intermedio («ser y hacer lo mismo que»); sus diferentes motivaciones (por la gloria del mundo, por amor a Cristo, para ayudar a los prójimos), y su punto de llegada: («ser y hacer» ordenados por el «amor que discierne» en la Iglesia) la voluntad de Dios. La «mayor gloria de Dios» ilimitada y universal en su expresión, quedará concretada y particularizada en su acción solo por la voluntad de Dios en la Iglesia, conocida por el amor discreto en la elección de la misma. Un «más» que paradójicamente será obtenido en ocasiones a través de un «minus» (menos) como lo vimos en la primera parte.

LosEjerciciosEspirituales,experienciabásicayesencialdelnovicio jesuita, serán la clave para que, al modo de Ignacio, pueda ordenar y purificar la búsqueda de su propio «magis», de modo que se convierta en uninstrumento aptoen manosde Diosprocurandosolosu «mayor gloria». Esta es precisamente la meta de los Ejercicios.

Desdesu origen, el«magis»pretendehacercada vezmáscuantitativamente, tratando de abarcar lo universal; pero, después de una etapa inicial que apuntaba solamente a hacer «obras grandes exteriores», simultáneamente trata de hacerlo cada vez más cualitativamente, es decir, cada vez mejor. De todos modos, el segundo debe primar sobre el primero en caso de no poder alcanzar los dos simultáneamente48 .

Respecto al primer aspecto del más cuantitativo del apostolado, San Ignacio, en las Constituciones de la Compañía, establecerá algunos criterios que deben seguirse para elegir la «misión apostólica». Tratar de hacer cada vez «más y más» teniendo como meta la misma universalidad, pero un «más» sometido al discernimiento apostólico propio de la Compañía. Uncriteriofundamentalqueserefierealhacermáscuantitativamente es el que se encuentra en la parte VII, cuando trata de «Las misiones del Superior delaCompañía»: «el bienmientrasmásuniversal esmásdivino»49 .

48 Ejerc. Esp. [18]: indica Ignacio que si el ejercitante tiene poco «subiecto» no se le dé sino los «ejercicios leves». Y explica la razón: «no proceder adelante (…) mayormente quando en otros se puede hacer mayor provecho, faltando tiempo para todo».

49 Constituciones de la Compañíade Jesús. Normas Complementarias, [622],Mensajero, Bilbao 1996.

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Más y Menos. El Proceso del «Magis» Ignaciano Ignaciomantuvosiemprelapreocupaciónporabarcar lamáximaextensión en la misión de Cristo, en la búsqueda de la mayor gloria divina. Aun las reglasparticularesqueserefierenaloslugares,alasobrasyalaspersonas mostrarán los rasgos con que se reconoce el bien más universal. Añadamos que la preocupación por la «universalidad» fue la razón determinante para hacer el voto de obediencia al Sumo Pontífice.

La disponibilidad de la nueva Orden al servicio de la Iglesia debía ser total, sin excluir ningún lugar ni ninguna obra fuere cual fuere: la jurisdicción universal del Papa pareció a Ignacio el único punto de apoyo que pudiera garantizar a su Orden la universalidad de sus miras apostólicas50 .

En cuanto al segundo aspecto del más cualitativo (mejor), recordemos la significativa Carta de San Ignacio a los Padres y Hermanos Estudiantes de Coimbra», (Roma, 7 de mayo de 1547). Ya el solo título con el que se conoce esta carta como «Carta de la Perfección», es muy diciente. Recordemos algunos apartes:

(…) cierto os puedo decir que mucho habéis de extremaros en letras y virtudes, si habéisderesponderalaexpectación en que tenéis puestas tantas personas (…) que, visto los socorros y aparejos [medios necesarios] interiores yexterioresde todassuertes queDios os da, con razón espera un muy extraordinario fruto. Y es así que a tan gran obligación de bien hacer como tenéis, no satisfaría cosa ordinaria. Mirad vuestra vocación cuál sea, y veréis que lo que en otros no sería poco, lo será en vosotros (…).

Y aunque a estos fines vayan enderezados todos los Institutos de la vidacristiana,Diososhallamadoaéste,donde, noconunageneral dirección pero poniendo en ello toda la vida y ejercicios de ella, habéis de hacer vosotros un continuo sacrificio a la gloria de Dios y salud del prójimo, cooperando a ella (…).

50 A. SOLIGNAC, S.I., Le réalisme apostolique de Saint Ignace de Loyola, separata sin referencia, Val de Puy, 1950, p. 230.

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Así que mirad vuestra vocación para de una parte dar a Dios muchas gracias (…) y de otra pedirle especial favor para poder responder a ella (…). Cada uno se ponga delante para animarse, no los que son a su parecer para menos, sino los más vehementes y estrenuos. No consintáis que os hagan ventaja los hijos de este mundo en buscar con más solicitud y diligencia las cosas temporales que vosotros las eternas. Avergozaos que ellos corran con más prontitud a la muerte que vosotros a la vida (…). Teneos para poco si un cortesano sirve con más vigilancia (…) y si un soldado (….) pelea más animosamente que vosotros por la victoria (…)51 .

Dice el P. Hugo Rahner:

El amor que manifiesta sus exigencias en el Magis es, por sí mismo,ilimitadopero quedalimitadoporelidealdeservicio en la Iglesia visible y militante. El amor sin medida debe suministrar la prueba de su catolicismo auténtico. Lo hace por su conformidad con el Cuerpo Místico (…)Por esto, alos ojos de Ignacio, el amor sin fronteras se convierte en la discreta caritas, la caridad atenta, para emplear una de sus expresiones fundamentales. Toda gracia debe medirse con la letra de la Iglesia, todo amor con la fuerza de obediencia, todo espíritu con el Cuerpo de Cristo (…). ‘No conocer límites en lo más grande; y sin embargo estar circunscrito a lo más pequeño, eso es divino’52 .

El padre P. H. Kolvenbach analiza este punto, subrayando esta paradoja de la espiritualidad ignaciana:

Ignacio propone el relato evangélico de la Pasión como un camino pascual demisteriosque enel fondodicenque elcaminodelMagis es el del Minus (ser estimado por vano y loco por Cristo) porque es en la impotencia de la kénosis como se nos revela la Gloria del Omnipotente53 .

51 I DE LOYOLA, Obras Completas, BAC, Madrid 1963, p. 681s. (subrayado nuestro).

52 H. RAHNER, S.I., Servir… p. 18 (subrayado nuestro).

53 P-H. KOLVENBACH, S.I., «La Pasión según San Ignacio» : CIS 20 (1990) p. 67.

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Más y Menos. El Proceso del «Magis» Ignaciano

Además,explicaclaramente estapermanentetensiónde laCompañía al «magis» a pesar de la limitación propia de la encarnación en la Iglesia:

Sin duda alguna Ignacio confía la Compañía a la consolación de trabajar como el Señor quiere, pero también a la desolación de no poder nunca declararse tan satisfecha de sí misma que se crea que de ahora en adelante basta con mantener una velocidad de crucero. Negaríamos nuestro propio nombre si no empleáramos todos los medios, incluso los más humildes, para permanecer contemplativos en la oración y en la actividad, según decía el mismo Ignacio. Negaríamos nuestro cuarto voto si no nos atreviéramos a ser decididamente hombres de Iglesia del Vaticano II,comoelPapaJuanPabloIIharepetidoaliniciarselaCongregación General 33(…)54 .

A pesar de sus evidentes semejanzas aquí radica, a mi modo de ver, la singularidad y la diferencia esencial del «magis» ignaciano con respecto al «mejoramiento continuo», a la «calidad total» y a la «excelencia» preconizadas por la sociedad actual. Existe una diferencia en su proceso de realización con discernimiento, como «amor que discierne» -«caritas discreta»-; en su punto de encarnación, la Iglesia; y en su objetivo final, la mayor Gloria de Dios y el mejor servicio a los prójimos que muchas veces se expresa, no con un «más» sino con un «menos» kenótico, como el de Cristo.

Por otra parte, el desafío que Ignacio presentaba a los suyos en su tiempo es comparable con el que el mundo actual, en su política de «búsqueda de la excelencia», nos plantea hoy a todos los jesuítas y a nuestros colaboradores. Es un reto válido que todos tenemos que asumir como nos lo recuerda en términos perentorios la «Carta de la Perfección» del Fundador. Teniendo en cuenta las muchas ayudas que Dios nos da, la preparación que la Compañía de Jesús nos ofrece y la expectativa de lo que tanta gente espera de nosotros, no podemos ofrecer una respuesta

54 P-H. KOLVENBACH, S.I., Selección de Escritos, 1983-1990, Arts & Press, 1992, p. 684.

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mediocre. La Congregación General 34 fue muy explícita en este sentido. En las «Características de nuestro modo de proceder» consignó estas significativas palabras:

El magis no es simplemente una más en la lista de características del jesuíta. Las impregna todas. La vida entera de Ignacio fue la búsqueda de un peregrino hacia el magis, la siempre mayor gloria de Dios, el siempre más cabal servicio de nuestro prójimo, el bienmás universal,los medios apostólicos más efectivos. ‘LamediocridadnoteníapuestoenlacosmovisióndeIgnacio’.

El jesuíta nunca está satisfecho con lo establecido, lo conocido, lo probado,loyaexistente. Nossentimosconstantementeimpulsados a descubrir, redefinir y alcanzar el magis. Para nosotros, las fronteras y límites no son obstáculos o términos sino nuevos desafíos que encarar, nuevas oportunidades por las que alegrarse. En efecto, lo nuestro es una santa audacia, «una cierta agresividad apostólica», típica de nuestro modo de proceder55 .

Esta dialéctica, este continuo contraste del «magis» y del «minus» nos explica la dificultad que sentimos para entender y vivir esta gran paradoja en la vida ordinaria de cada jesuíta apóstol, de cada obra de la Compañía y aun la de nuestros colaboradores y colaboradoras laicos más íntimamente vinculados a nuestra espiritualidad y apostolado. Siempre nos asaltará a todos, por una parte, la tentación de convertir «la mayor gloria de Dios» en la mayor gloria personal y/o de la Orden o de la obra (triunfalismo);y por otraparte, la tentacióndeaplicarle el «minus»(menos) a la formación y capacitación personal, al rendimiento de cada uno, y/o al fruto de nuestro trabajo y apostolado (mediocridad). El culmen del «magis», según Dios, puedeconvertirseprecisamenteen un «minus»según los hombres, como el más del amor se convertirá en el perder la vida por los que se ama.

55 Congregación General 34, Dto. 26, n° 26 y 27. Subrayado nuestro.

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Más y Menos. El Proceso del «Magis» Ignaciano

CONCLUSION

Solamente, pues, dentro de estas coordenadas, de un gran deseo convertidoenaccióndeservicio;deunserviciototalyprudentequeconducido por el discernimiento escapa a las «ilusiones del más»; de un servicio por amor discreto a Dios y a los hermanos dentro de los límites de la pequeñay granIglesia, soloasí serealizará elauténtico«magis»ignaciano. Así sabremos buscar y hallar a Dios en todas las cosas y comprender finalmente que, a pesar de nuestra búsqueda de la perfección y de la excelencia personal para el Reino, la voluntad de Dios puede pedirnos buscar su mayor gloria pasando por un «minus» personal e institucional (kenosis), como «peregrinos del magis». Para ganar la vida («más»), hay que perderla («menos»), según el Evangelio. En esta forma llegaremos a descubrir realmente en qué consistió, para san Ignacio de Loyola, la «pasión por ser más» para Dios y para los prójimos, y su concreción en el lema «a la Mayor Gloria de Dios» de la Compañía de Jesús56 .

56 Puede consultarse,a continuación,uncuadro sintético sobre el proceso del «magis»ignaciano en sus dos aspectos fundamentales.

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SINTESIS del proceso del «MAGIS» ignaciano

I - Magis ‘natural’:

1- Un hombre de «grandes deseos» de honra: Iñigo López de Loyola o «la pasión por ser más» (Autob. 1);

2-Deseos que se concretan en una «acción» -¿qué debo hacer?-; (Autob. 6, 7, 8, 9, 12, 14, 17, 36, 50, 70);

3- Acción que se convierte en «servicio» («a la dama de sus pensamientos»; a un rey terreno; luego, a Dios, «Rey eterno»); (Autob. 6, 11, 79);

4-Un«Servircomo»,«tantocomo»,(comoSanFrancisco, Sto. Domingo). Servir a Dios, sí, pero con «grandes obras exteriores» y según su voluntad y generosidad natural; un servicio motivado por razones humanas; (Autob. 7, 9, 14);

5- «Servir más» que ellos. Un «magis» inicial no exento de «ilusiones» que le hacen pagar un alto precio en su salud física y poner en riesgo su salud mental; (Autob. 14, 19, 22, 23, 32-34, 43 ; Cf. Const. [182, 159]);

II - Magis ‘espiritual’:

6- Un servir por amor a Dios que pasa también al hombre, en seguimiento de Cristo (de lo personal a lo social): «ayudar a los prójimos» (vocación apostólica); (Autob. 26, 45, 50, 57, 60, 70, 85, 98; Ejerc. Esp. [95]; Const. p. VII);

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Darío

Más y Menos. El Proceso del «Magis» Ignaciano

7- Servir solo si Dios lo quiere, como él lo quiere, donde él lo quiere…: «tanto cuanto»: con «discernimiento» en una ‘vida nueva’. Servir en, como y por Cristo; (Autob. 8, 10, 14, 15-16, 19, 21, 25-27, 31, 33, 55, 79; Ejerc. Esp.: todo; Const. [178, 202, 729]);

8-El«magisdiscernido»seconcretaylimita enlaIglesia. «Ignacio deLoyolaes elhombre del EspírituenlaIglesia»; ‘Espíritu’: discernimiento; ‘Iglesia’: encarnación en la grandeza y pequeñez. Servicio por «mociones espirituales»; (Autob. 46-47, 58-61, 85, 98; Ejerc. Esp. [170, 177, 352-370]; Const. [22, 136, 165, 174, 274];

9- Amor y discernimiento: servir solo por un amor discernido: «caritas discreta». Una «caridad atenta» a la voluntad de Dios; (Ejerc. Esp. [184]; Const. [61, 209, 237, 219, 134, 192, 217, 269, 582, 754]);

10-Un«magis»constante,purificado y deamordiscreto, convirtió a Ignacio en un auténtico «contemplativo en la acción», capaz de buscar y hallar a Dios, cada vez más, en todas las cosas, «a El en todas amando y a todas en El»; (Autob. 99, 100; Const. [288]);

11- «Magis paradójico», peculiar, que precisamente «para llegar a ser 'magis' se convierte en ‘minus’» (‘kénosis’)»: tercer grado de humildad. Pasará luego (en la fundación de la Orden) a la «Mayor» Gloria de Dios en la «mínima» Compañía de Jesús; (Ejerc. Esp. [167, 98]; Const. [1, 134, 190, 318, 638]).

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COMPENDIO Y FIN DE LAS CONSTITUCIONES DE LA COMPAÑIA DE JESUS*

ombres crucificados al mundo, para los que el mundo está crucificado: hombres nuevos, despojados de sus propios afectos para revestirse de Cristo; muertos a sí mismos para vivir para la justicia. Que, en palabras de Pablo, demos prueba de que somos servidores de Dios en fatigas, desvelos, ayunos, pureza, ciencia, paciencia, bondad, anto, en caridad sincera, llevando el mensaje de la verdad. Y mediante las armas de la justicia, las de la derecha y las de la izquierda, en gloria e ignominia, en calumnia y en buena fama, en la adversidad y prosperidad caminemos a grandes pasos hacia la patria celeste; y lleven a otros a ella ayudándolos en cuanto puedan, mirando siempre la mayor gloria de Dios.

Del prefacio a la primera edición de las Constituciones, escrito, según tradición, por el P.

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Darío Restrepo L., S.I.

La práctica del Examen de Conciencia

La Práctica del Examen de Conciencia

LA REVELACION Y EL EXAMEN DE CONCIENCIA

Quien quiera tomar muy en serio el Examen y convencerse de que es una manera supremamente consecuente y adecuada de orar y de «habérselas» con Dios, tendría que situarlo, de entrada, en una estrecha relación con tres entidades que a lo largo de toda la revelación aparecen formando una constelación muy consistente. Estas tres realidades son:

LA HISTORIA, EL SEGUIMIENTO Y LA FIDELIDAD.

La HISTORIA de salvación estuvo siempre constituida por un pasado bendecido, por un presente perdonado y por un futuro esperanzado. Y el examen de conciencia replica privilegiadamente esta secuencia, - al dar activamente gracias a Dios por los beneficios recibidos, - al abrirse a la actualidad gratuita de su justicia salvífica, - y al asociarse comprometidamente con el desarrollo de la historia de la salvación que llega.

El SEGUIMIENTO por su parte, no es una teoría sino una práctica, una forma concreta de vida. Israel conoció a Dios siguiéndolo en sus caminos; y Dios se le dio a conocer en los hechos realizados en su favor, y no a través de un conocimiento especulativo. La verdadera y más

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auténtica relación con Dios sólo es posible desde la praxis histórica y concretadel seguimiento. ElprofetaElías, por ejemplo, ledecíaa lagente: ¿Hasta cuando van a caminar con muletas? Si el Señor es el verdadero Dios, síganlo1 .

Pero, además, el Dios de Israel, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, fue siempre un Dios fiel. La FIDELIDAD a la promesa hecha, en lacual sedaba aconocer yporlacualabríaalfuturoyalosacontecimientos que éste acarreaba, fue su otra cualidad insignia. Por eso el gran pecado de apostasía consistía precisamente en irse detrás de otros dioses. El compromiso con Yahvé era de tiempo completo y la primera exigencia fue siempre la de la FIDELIDAD en el SEGUIMIENTO a través de la HISTORIA, sin dejarse seducir por otros dioses2 .

Es por todo esto por lo que no hay mejor manera de encontrarlo que en la acción de gracias, en el seguimiento cotidiano y en la apertura a la promesa, puesto que es un Dios que peregrina y avanza con nosotros y nos conduce. En todo el Antiguo Testamento, ir siguiendo al Dios que los había liberado de Egipto, que los había guiado en la travesía por el desierto y que los llevaba a entrar y poseer la tierra de la promesa, era la consecuencia lógica de la pertenencia a Yahvé.

En una primera época, esa fidelidad se concebía como un seguir a Dios que iba como «al lado» de ellos, en la nube o en la columna de fuego. Más tarde, durante la vida terrena de Jesús, ese seguimiento de Dios en la historia se transforma en un literal seguirlo a él ), pero sólo para llegar a convertirse, después de su resurrección, en algo todavía más íntimo: en un vivir prestando atención a los movimientos del Espíritu del Señor que mora al interior de cada uno. Se hizo entonces posible una experiencia inmediata de Dios en la propia libertad, sin intermediarios (ni

1 1 Re 18, 2. En esta misma sección del libro de los Reyes encontramos el texto más claro de seguimiento en todo el Antiguo Testamento, cuando Eliseo, después de sacrificar todos sus bueyes, siguió al profeta Elías y siguió también a Dios en la dimensión histórica de su pueblo (1 Re 19, 19-21).

2 Se leerá con provecho la descripción que hace de la seducción el libro de los Proverbios. (Prov. 7).

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La práctica del Examen de Conciencia

por medio de un ángel, ni de un serafín, ni siquiera a través de conceptos onombres de Dios).

IGNACIO Y EL EXAMEN DE CONCIENCIA

No de otra manera busca Ignacio vivir la relación con Dios, dejándose conducir y guiar por él, experimentándolo en la aventura de la libertad humana; puesto que para él todo ser humano - tal como él se percibía a sí mismo - era esencialmente un «peregrino». Por eso la propuesta fundamental que subyace al examen no es otra que la de recuperar la libertad del hombre, integrándola dentro de la libertad de Dios, a lo largo de un camino que conduce hacia el Reino. Lo cual viene a ser equivalente a un tomarse muy en serio la condición cristiana en medio de la historia concreta que cada uno vive y construye.

ParaIgnacio,enconsecuencia,lotípicodelaayudaquelosjesuitas estaban llamados a prestar a los demás, consistía en que no rechazasen la inmediatez de Dios, sino que la experimentasen y asumiesen de la mejor manera posible. Porque lo más propio suyo era encontrar a Dios operativamente en la historia.

Notemos de paso que esta manera de ver resulta del todo consonante con el modo como Dios quiso revelarse, mediante una invitación a captar la primacía de su iniciativa, en los grandes y en los pequeños y ordinarios acontecimientos de la vida y de la historia. De allí proviene la importancia que en esa espiritualidad reviste el examen y de allí dimana también el sesgo con que ha de tomarse y vivirse.

En mi libertad experimento a Dios como aquel que, operando en mí, me interpela,

 para que yo tome postura frente a su obrar,

 para que yo me avive ante lo que él está haciendo en mí y

 para que trate de sintonizarme con él y así pueda en todo colaborar con él.

Jamás creyó Ignacio en un Dios alienante; por eso nunca tuvo que apartarse de sí mismo ni de la historia concreta para ocuparse de

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Dios. Muy al contrario, para él, el hombre sólo podría realizarse en plenitudcuandocumpliesesufin,esdecir, cuandosintonizaratotalmente con Dios y coincidiera con él en llevar la historia a su plenitud.

La propuesta del Examen, por lo tanto, está concebida como una progresiva liberación para conseguir cooperar constantemente y cada vez con mayor fidelidad, con la libertad de Dios en mí, que me impulsa a través de su Aliento de amor.

De este modo el Examen llega a convertirse para Ignacio en el medio privilegiado mediante el cual esa liberación toma cuerpo y perdura en la aventura de la vida de todos los días. La pasión de Ignacio lo llevaba siempre a «buscar y hallar la voluntad divina en la disposición de su vida» (EE 1) y por eso fue siempre muy acucioso en examinar su propio actuar, en pensamientos, palabras y acciones (EE 32-42).

La intencionalidad fundamental de su vida, tal como la deseaba constantemente a todos sus corresponsales al final de sus cartas, era:

«Pedir a Dios nuestro Señor su gracia cumplida para que su santísima voluntad siempre sintamos y aquella enteramente cumplamos»

LA BÚSQUEDA DE DIOS Y EL EXAMEN DE CONCIENCIA

La voluntad de Dios no es «prefabricada»; no está escrita, fija o consignada en ninguna parte. La única manera fiable de llegarla a descubrir será sintonizando aquí y ahora, en cuanto me es posible, con elEspírituquemehabita,paraqueyo,libreyamorosamentecondicionado por él, pueda en todo diseñar mi vida según lo que siento y quiero. Esto podría parecer paradójico, pero recordemos a Pablo:

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La práctica del Examen de Conciencia

Porque es Dios quien activa en ustedes ese querer y ese actuar que sobrepasanlabuenavoluntad (segúnunatraducción), Pueses Dios quien, segúnsudesignio, produceenustedesel deseoysuejecución, (según otra)3 .

No salimos en búsqueda de un plan o un proyecto trazado de antemano, aunque llegar a elaborarlo pueda tener su utilidad. Buscamos más bien encontrarnos con alguien que desde siempre nos ama y tomar conciencia de la inmediatez con que está obrando en nosotros. Todo el asunto queda en encontrarle, o mejor aún, en dejarse encontrar por él y en ponerse decididamente a cooperar con él. En esa dirección está enfocado todo el examen de conciencia. Lo que en el fondo busca es caminar en Espíritu y en verdad, por una senda que no está marcada con antelación delante de nosotros, sino en nosotros. Lo cual significa que la debemos trazar a medida que nos dejamos iluminar e inspirar por su Espíritu, para conformarnos con él.

La finalidad última es llegar a hacer lo que yo «libremente» quiero, mientras me dejo abrazar por Él. Eso era, precisamente, lo que el significado del nombre de Dios inculcaba en el antiguo testamento: Yahvé quiere decir: «El Señor es el que es, es decir, el que está aquí y ahora para mí y conmigo»4 .

El verdadero drama de nuestra vida no es que Dios se aleje de nosotros; es que nosotros sí podemos alejarnos de él, prescindir de él y abandonarlo. Pues el Señor nunca se separa de nosotros, ni en la peor de las encrucijadas; somos nosotros quienes nos apartamos de él. El camino no está trazado de antemano, pero en nosotros está el dejar el camino,orezagarnosenél,oporelcontrario,comprometernosconavanzar en seguimiento de Jesús. Por eso, de nuevo cada día debemos buscar la longitud de honda en que el Señor está operando en nosotros -hoy y aquí- para colaborar libremente con El en la trayectoria del camino que El desea que caminemos hoy con El.

3 Flp 2, 13

4 Ex 3, 14

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El Examen de conciencia para Ignacio el peregrino fue el medio quelesirviócomoningúnotroparamantenerseenunacontinuabúsqueda de Dios, y de sí mismo en Dios. El se sentía depender minuto a minuto, directa e inmediatamente del Señor, y así precisaba cada día mejor su identidad, en el conocimiento y seguimiento de Jesús. Así superó él todos los inmovilismos de una «buena conciencia», para sentirse irremisiblemente empujado por El, hasta alcanzar la estatura cabal en Cristo, en un crecimiento que, de personal, pasaba a hacerse colectivo, según aquello de Pablo:

hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios y seamos hombres cabales y alcancemos la edad de una madurez cristiana. Así no seremos niños, juguete de las olas, zarandeados por cualquier ventolerade doctrina, por el engaño de la astucia humana, por los trucos del error. Al revés, con la sinceridad del amor, crezcamos hasta alcanzar del todo al que es la cabeza, a Cristo5 .

LA MORALIDAD Y EL EXAMEN DE CONCIENCIA

No basta, pues, con ser sinceros con nosotros mismos y con los demás - ¡y esto es ya algo bien difícil! - ni será suficiente que digamos lo que pensamos y hagamos lo que decimos - ¡y en eso hay ya todo un programa de vida! - sino que tenemos que ser sinceros y leales con El. «Si se mantienen en mi palabra, serán verdaderamente discípulos míos, conocerán la verdad y la verdad los hará libres»6

Así que en el Examen no sólo se debe escrutar la moralidad del hombre sincero que sigue su propia conciencia, sino también y ante todo, la «fidelidad del discípulo» que sigue al Señor; no es sólo para realizar una constatación satisfecha de que no transgredimos en materia grave sus mandamientos e instalarnos en nuestra «buena fe»; es para dejar que Dios nos cuestione continuamente acerca del seguimiento y el servicio.

5 Ef 4, 12-14.

6 Jn 8, 31-32.

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Al fin y al cabo, ser coherente con los propios principios morales es más fácil y cómodo que creer, esperar y amar al Dios vivo, completamente distinto de nosotros.

El Examen será entonces una pausa para detenerse a considerar loquehapasadoy cómoseguir; darse eltiemposuficientepararefocilarse y retomar la vida; para volver a decir SÍ, después de asimilar en la fe los sucesos y acontecimiento vividos, prósperos o adversos, de avance o retroceso. ¿Cómo está mi deseo, muerto, exánime, apretado?, ¿o acaso exacerbado y acelerado? ¿Me encuentro libre y dispuesto a adherirme y seguir prontamente lo que descubro como voluntad de Dios?

En este procedimiento debo encontrar la estrecha senda que pasa entre tomar la vida espiritual como un esfuerzo voluntarista o con una pasividady un quietismo tales,que simplementedejoquelas cosaspasen. Ambas actitudes serían igualmente indicativas de que en realidad no se cree que Dios espere de nosotros una colaboración y una respuesta. Nuestra actividad, como la respiración, está hecha de inspiración y expiración, y nos será preciso ir encontrando el propio ritmo, el propio tempo:

 primero hay que dejarse abrazar y mover, y luego  ofrecerse y corresponder, porque el amor se expresa en las obras.

EL PASO DEL TIEMPO Y EL EXAMEN DE CONCIENCIA

«La historia existe mientras exista el tiempo. El tiempo solamente es percibido mientras persista la diferencia entre el pasado y el futuro. La diferencia entre el pasado y el futuro es determinada por ambos en el presente: por el presente del pasado en el recuerdo, y por el presente del futuro en la esperanza

La diferencia entre el «espacio de la experiencia» () que mira al pasado, y el «horizonte de la esperanza» () que avizora el futuro, determina la percepción del tiempo histórico.

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Cuando no existe la expectativa de que haya experiencias futuras, desaparecen también los recuerdos de las experiencias ya realizadas. Si no existe el recuerdo de las experiencias, se desvanecen también las expectativas.

El recuerdo y la esperanza son las condiciones para poder experimentar la historia y para que exista el interés por la historia. La experiencia de la realidad como historia presupone la esperanza de su futuro. La esperanza en el futuro se basa en el recuerdo»7 .

Experiencias Expectativas FUTURO

Memorial Recuerdos Esperanzas Promesa

En la relectura de la vida que hacemos en el examen, la atención al paso del tiempo obtiene un lugar muy destacado. Dice Ignacio: «discurriendo de hora en hora o de tiempo en tiempo, comenzando desde la hora que se levantó hasta la hora y punto del examen presente»8. Dice además, «conferir el segundo día con el primero... y mirar si de un día para otro se ha enmendado. Conferir una semana con otra...»9. El tiempo en todassusdimensionesestenidomuyencuenta. Elexamenesunejercicio que mira al PASADO y al FUTURO, con el fin de integrarlos en el PRESENTE, que es lo único que tenemos entre manos.

Hoy en día el valor del tiempo nos lo hace descubrir el dinero a intereses a término fijo o anticipado. El tiempo es un tesoro. Lo que a Ignacio por su parte le interesa con respecto al tiempo, es que nuestro diálogo con Dios no excluya absolutamente ningún momento, como

7 J MOLTMANN, Cristo para nosotros hoy, Trotta, 1997, p. 68-69.

8 EE. 25

9 EE. 29-30

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condición para poder «encontrar a Dios en todas las cosas» y en todos los momentos. Es a través del tiempo como Ignacio llega al todo y al todas las cosas, tan típico de su espiritualidad y de su lenguaje.

Ahora bien, nosotros no tenemos ningún dominio sobre el tiempo, pero en él inscribimos todo lo que hacemos y vivimos. El paso del tiempo nos permite ver en su concreción la forma que toman a la vez nuestra fragilidad y nuestra responsabilidad. ¿Qué hice con el pensamiento que surgió en un momento dado? ¿Qué haré mañana? Son preguntas que Ignacio se formula constantemente. Por eso soy invitado a «dar gracias» y a «pedir perdón», como muestra de la esencial ambivalencia de nuestro tiempo:

yo recibo gratis y por eso doy gracias, pero también, yo soy responsable y por eso pido perdón por el mal hecho y gracia para enmendarme y aliento para poder dar gratis lo que gratis recibí.

EL PESO DEL TIEMPO Y EL EXAMEN DE CONCIENCIA

Por otro lado, nuestro sino parece ser caminar cargados con dos alforjas,ladel pasado yladel futuro,mientrasdesperdiciamosel presente.

Del pasado nosllegaelpesoacumuladodedecepciones,añoranzas y recuerdos heridos. Por eso debemos darnos el tiempo requerido para percibir y reconocer cómo nos está influyendo ese pasado y cuánto nos pesa, para ver qué debemos hacer con esa carga y cómo la vamos a procesar. ¿Quésepuedehacerparaconvertiresepasado enunverdadero memorial de beneficios?

Igualmente, del futuro nos llegan temores, ansiedades e ilusiones. Constatamos cómo tira de nosotros el futuro y nos desgarra, robándonos la savia y la energía que Dios nos concede para afrontar con decisión nuestro presente. Se nos hace necesario pasar a convertir todo eso en una espera de la promesa del Dios fiel.

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EL EXAMEN DE CONCIENCIA ES…

En este contexto, el examen de conciencia es:

el rastreo lúcido, penetrante y sutil, que reclama saber estar sobre sí mismo y que busca la disponibilidad de la propia vida con respecto a la voluntad de Dios en la historia, sabiendo que la historia es siempre una interacción y un proceso continuo entre seres humanos, entre sociedades, clases y grupos, entre las personas y la naturaleza y también, ciertamente, entre los seres humanos y Dios.

un replanteamiento creyente de la vida, que se fija como meta clara, buscar y hallar la voluntad de Dios. Pero para eso se hace necesario:

a) «sentir» esa voluntad, b) proponerse hacerla con su gracia y c) ponerse luego con toda decisión a recorrerla.

una manera de colocarse en el camino de un fiel SEGUIMIENTO del Señor; un verdadero ejercicio espiritual, y no una mera técnica de introspección o autocontrol; una manera muy concreta de irse dejando ocupar por el Espíritu; una progresiva cristianización de nuestra conciencia. una oración porque espera y pide que Dios hable y revele; una ascesis porque mira al hombre en su plena responsabilidad.

Por todo esto se explica la recomendación de Ignacio de «mucho examinar»10, para ir entrando en ese espacio que reclama, más y más, una acrecentada sensibilidad a la actuación del Espíritu del Señor en el propio corazón. Por eso, el que quiere descubrir a Dios fuera de sí mismo, es invitado a tomar muy en serio lo concreto y real de su propia vida, para

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descubrir en ella la acción del Creador, que lejos de alienar nuestra libertad, la suscita.

Visto de este modo, el examen de conciencia no es una práctica marginal del camino espiritual, sino que es:

LA PRÁCTICA Y EL EJERCICIO de la vida espiritual; un ejercicio que puede ser practicado por todos, y no algo elitista. el ejercicio de mantenimiento de la vida espiritual; y sabemos muy bienquesinoselehacemantenimientoalorecibidoyconquistado, se desvanece y muere;

una gran ayuda para ponernos en la mejor disposición de llegar a confiar en el «increíble» amor de Dios, un amor totalmente entregado y gratuito, pero también infinitamente respetuoso de nuestra alteridad, y en cuanto tal, exigente;

una invitación a ser conscientes de que Dios está ya con nosotros, dequenuestroserestáyasiempreacompañadoporEl,dinamizado yliberadoparalatareapropiamentehumana. Nosetratade pedirle que nos ayude, sino de creer en su ayuda (ya real, pese a toda posible oscuridad11) y de abrirnos a su impulso en la responsabilidad adulta de quien sabe que ya todo está entregado a su libertad; una libertad que, sin embargo, no está sola; nos hallamos siempre en el

DESDE Dios (y ese el es consuelo de la religión) y CON Dios (y ese es el esfuerzo de la ética).

el lugar donde más claramente percibimos el actuar de Dios con la criatura y de la criatura con su Creador, es el ejercicio de esta cooperación, es la manera como DESDE Dios y CON él releo lo que he vivido.

11 EE.320: (…) pues puede con el auxilio divino,el cual siempre le queda, aunque claramente no lo sienta (…)

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LOS MOMENTOS DEL EXAMEN DE CONCIENCIA

El examen es un caso concreto de la oración y puede considerarse compuesto de varios momentos :

 UN PRIMER MOMENTO, para hacernos muy conscientes de las frecuentes llamadas o mociones del Espíritu de Dios, que continuamente se dejan sentir en nuestro interior;

 UN SEGUNDO MOMENTO, para acoger con seriedad cada una de esas llamadasdelEspírituyllevarlas,enunsencilloprocesodereflexión y de búsqueda, hasta descubrir y distinguir qué es lo que Dios quiere de nosotros;

 UN TERCER MOMENTO,para encontrar loscomportamientosconcretos que aterricen, en forma inmediata y para el día de hoy, esa voluntad de Dios, que el Espíritu nos ha inspirado con sus llamados y mociones.

LA PRACTICA DEL EXAMEN DE CONCIENCIA

La materia prima del examen es tan amplia como pueden serlo las variadísimas experiencias que tenemos habitualmente en la vida, por fuera del tiempo dedicado a la oración formal. ¿Cómo hago para que esas experiencias de vida lleven y conduzcan también a una experiencia de discernimiento? Es aquí donde entra a jugar un papel imprescindible el examen de conciencia.

Lapráctica delexamenhasidoabandonadaporcristianosdetodos los órdenes. Porque la ven como algo insignificante y, por tanto, como una rutina insoportable. Verdadero antípoda de esta manera de juzgar, pensaba Ignacio que, aun estando enfermo, no se debería uno dispensar del examen, aunque pudiera quizás dispensarse de la oración. Se trata de encontrar a Dios, aun en la experiencia misma de la enfermedad.

El punto crucial de esta espiritualidad es la libertad de corazón. ¿Cómo va esa libertad? ¿Cómo la vivo en concreto? El examen es el

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La práctica del Examen de Conciencia

entrenamiento cotidiano indispensable para liberar el corazón. Ignacio estaba convencido de que si alguien hacía este examen, seguramente buscaría y encontraría tiempo para orar. Pero si el corazón no estuviera libre, escaparía del tiempo que tuviera para la oración. Si tenemos el corazón libre, encontraremos a Dios siempre. Por eso la insistencia en la pedagogía para llegar a ser libre, y la mejor pedagogía para eso es la práctica del examen.

Hoy en día hablamos de «releer la vida», de hacer una «relectura» de lo vivido, algo que resulta muy emparentado con los «exámenes» propuestos por Ignacio12 .

LA HISTORIA DE LA PRÁCTICA DEL EXAMEN13

Ignacio de Loyola no hizo otra cosa que recoger el hábito del examen, presente ya desde tiempo atrás en la conciencia cristiana. Es muy significativo ver cómo esta práctica surge con fuerza en el s. IV, en el momento en que los cristianos pueden abandonar una actitud defensiva. El cristianismo, una vez aceptado socialmente, se hace sedentario y es entonces cuando se siente movido a, y muy necesitado de, volver sobre sí mismo, en actitud de examen.

Ya San Juan Crisóstomo proponía tomar el ritmo de examinarse y de «echar sus cuentas», una vez por día. De San Atanasio proviene la exhortación: «anota por escrito las acciones y movimientos de tu alma»14 GuillermodeS.Thierryredoblabasuprácticaparaaconsejar:«Alamañana pide cuenta de la noche pasada y trázate una línea de conducta para el día que se anuncia. En la tarde, pídete cuentas del día transcurrido y toma las medidas necesarias para la noche que cae»15. La escuela cisterciense en el s. XII invitaba a comparar el día que acaba de pasar

12 Véanse las distintas clases de examen que él propone: el particular y cotidiano, el examen general de conciencia y los modos de hacerlos, Cf. EE. 24-44.

13 Cfr. el interesante artículo de SYLVIE ROBERT, «Aux sources de la relecture: l’examen de conscience» : CHRISTUS 174 (Avril 1997) 230-239.

14 Ibid., 231

15 Ibid.

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con el precedente, una invitación que Ignacio retoma16. Juan Mombaer, representante de la devotio moderna recomendaba cinco puntos para este examen, tres de los cuales coinciden con los que Ignacio va a proponer, aunque en un orden diverso17 .

EN QUE CONSISTE EL EXAMEN DE CONCIENCIA.

El examen no es una introspección, es una oración, hay que ponerse a rezar. Esto lo dejan claramente establecido los 4 puntos que hacen como de escolta al punto central de «demandar cuenta al ánima»18:

-1. dar gracias, -2. pedir gracia, -3. demandar cuenta al ánima -4. pedir «per-dón» (per, reforzativo del don o gracia) -5. proponer enmienda con su gracia.

El examen es, pues, centralmente una toma de cuentas, pero una toma de cuentas que sólo puede hacerse por la gracia, en oración. Me sitúo en una posición eminentemente dialogal. Dios me ve y soy invitado a verme como él me ve. Dios me habla y yo escucho; yo le hablo y él escucha, pero en el lenguaje de los hechos. Es aclaratorio reparar en la secuencia de los verbos que marcan el desarrollo de esta oración: dar  pedir  demandar  pedir  proponer.

En el centro encontramosla «operación espiritual»de demandarme a mí mismo cuenta de lo pensado, hecho y dicho (3); pero es un pedirse cuentas que va inmediatamente escoltado, en primer lugar, por pedir gracia para conocer los pecados (2), para normalizar y encauzar después, que es el verdadero sentido del perdón (4), todo lo que viene. En los extremos del proceso se encuentran el dar gracias por los beneficios recibidos en el pasado (1) y proponer la enmienda en lo futuro (5).

16 EE. 28-30.

17 SYLVIE ROBERT… 232

18 Véase EE. 43

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El orden mismo en que están dispuestos los 5 puntos es muy significativo. En todo el centro (punto 3°) figura lo que hace el hombre, cómo haya acogido o rechazado los pensamientos que se le presentan, qué palabras haya dicho, qué acciones haya hecho o dejado de hacer. En todos los otros puntos, Dios, su gracia y su perdón, se hallan en el lugar destacado. En el medio, cuando es cuestión del pecado, ni Dios, ni su gracia ni su perdón se mencionan. El pecado está en el medio, en el centro, porque el pecado es precisamente repudio a encontrar la propia libertad, recibiéndola. Es el lugar en que el hombre ha actuado solo, sin Dios y sin acoger la gracia, el don que viene de él; es el lugar y el tiempo del pecado, es la «hora del poder de las tinieblas»19. Cuando, por el contrario, el último punto sugiere proponer enmienda, será el hombre quien se propone actuar, pero ya no solo sino con su gracia

El examen no es para Ignacio un ejercicio aislado o de segunda categoría, un hermano segundón de la oración. Atañe a la vida espiritual en su totalidad. No se refiere solo a la confesión, sino que avizora un campo mucho más amplio. Es una manera de hacerse dócil al Espíritu y dicerelaciónconeldiscernimiento,yporesoseconvierte, comodecíamos, en un instrumento indispensable de vida espiritual, en un ejercicio de mantenimiento

El examen será el lugar privilegiado para tomar conciencia de nuestra «cogestión» con Dios. Por eso al examen se lo ha llamado con toda razón: «oración de Alianza». Precisamente esta era la razón por la cual Lutero y Calvino se oponían tan abiertamente a la práctica del examen: por la cooperación del hombre con Dios que suponía. Y en eso iban derecho al punto.

En el número introductor a toda esta sección de los exámenes, dice Ignacio textualmente: Presupongo ser tres pensamientos en mí, es a saber, uno propio mío, el cual sale de mi mera libertad y querer, y otros dos, que vienen de fuera: el uno que viene del buen espíritu, y el otro del malo20

19 Lc 22, 53. 20 EE. 32.

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En los números que siguen se detiene a describir, tanto las actuaciones e insinuaciones del bueno y del mal espíritu, como las maneras que usa mi «mera libertad y querer» para acoger o rechazar, en pensamientos, palabrasyobras,dichasinsinuaciones21. Todoestovaconstituirlamateria prima del examen de conciencia, por eso vamos a representarlo de una manera gráfica para procurar hacerlo más comprensible.

Véase gráfico Nº 1

Con la paloma simbolizamos las inspiraciones del BUEN ESPÍRITU que continuamentelleganasolicitar«mipropialibertadyquerer»,representada por el rombo central, lugar de decisión, donde se bifurca cada inspiración que llega para tomar un rumbo diametralmente opuesto.

Deun ladose indicacuando esamoción ha sido recibida y acogida, para pasar a convertirse en buenos pensamientos, intenciones, palabras y obras, que habrán de ser reconocidas como otros tantos «beneficios recibidos», en el momento de examinar el lapso de tiempo sometido a escrutinio. Pero esas mismas inspiraciones, en caso de haber sido lanzadas y rechazadas, habrán de ser reconocidas como omisiones culposas en el momento del examen, y en cuanto tales pasarán a engrosar la corriente contraria y se convertirán en el objeto del perdón suplicado.

Otro tanto debemos hacer con las insinuaciones provenientes del MAL ESPÍRITU, que pueden también seguir dos rumbos diferentes, decididos en el ámbito de mi propia «libertad y querer». De una parte, y en la medida en que resisto y venzo sus insinuaciones, esas ocasiones pasarán a convertirse, por la acción de mi determinación y con la ayuda de la gracia,enoportunidadesaprovechadasdegranmerecimiento,yencuanto tales, en motivos de acción de gracias en el momento del examen. Es eso lo que representamos en el gráfico con la flecha gruesa que, reuniendo su caudal con las inspiraciones recibidas del buen espíritu, desemboca hacia la derecha en la sumatoria de una flecha gruesa de los «grandes beneficios recibidos». 21 EE. 33-42

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Indice de Reflexiones CIRE

REFLEXIONES CIRE

1. INDICE DE AUTORES

TITULO AUTOR

VOL.NºAÑOPAG.

AA.VV.

ALVAREZ José Ricardo, s.j.

ANDRES VELA Jesús, s.j.

ANONIMO

ANTONCICH Ricardo, s.j.

Bibliografía sobre discernimiento espiritual.

Sugerencia bibliográfica sobre espiritualidad de la liberación.

Aportacionespsicoanalíticasal proceso del acompañamiento espiritual.

ElPapa,eljovenylaelección.

Notas y prácticas ignacianas: examen de la oración.

La libertad en los Ejercicios Espiritualesysusproyecciones sociales.

Orar los Ejercicios de San Ignacio conelPadreNuestro.

BAENA Gustavo, s.j.

BERNAL Diego, sch.p.

Razón de ser del discernimiento en la revelación.

Binarios y maneras de humildad, lecturas desde la experiencia.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembe 1999) 59-70

Indice de Reflexiones CIRE

AUTOR TITULOVOL. NºAÑOPAG.

BRICEÑO Eduardo, s.j.

Comentario a las reglas de discernimiento: consolación y desolación (I).

Comentario a las reglas de discernimiento: consolación y desolación(II).

Comentarioalasreglasdediscernimiento: Segunda Semana (III).

La relación de Jesúscon Dios.

CABARRUS Carlos Rafael, s.j.

La osadía de «dejarse llevar».

La pedagogía del discernimiento.

CARO Rosa Elena, h.c.m.

CEI

CENTRO DE ESPIRITUA-

LIDAD S.I. - ARGENTINA

CIDE

CIRE

CODINA Víctor, s.j.

A propósito de los Ejercicios Espiritualesenlavidacorriente

Ejercicios Espirituales en ambientes populares.

Utilización de la discreción ignaciana de los espíritus.

Jalones para la formación actualdeacompañantesde los Ejercicios ignacianos en el medio latinoamericano.

Aportes de la espiritualidad ignaciana al presente y futuro de la evangelización de A.L.

Teología de la liberación y espiritualidad ignaciana.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembre 1999) 59-70

Indice de Reflexiones CIRE

AUTOR TITULO VOL.NºAÑOPAG.

CORPAS DEPOSADA Isabel

CORTAZAR Beatriz, r.s.c.j.

DECLOUX Simon, s.j.

El compromiso de bautizados en la Iglesia de comunión y participación.

A propósito de los Ejercicios Espiritualesenlavidacorriente

Introducción: María en los escritos ignacianos.

María en el Diario Espiritual deSanIgnacio.

María en la Autobiografía de SanIgnacio.

María en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio.

NuestraSeñoraenlaespiritualidad ignaciana.

ECHEVERRI Alberto, s.j.

GALVEZ Hernando, s.j.

GUTIERREZ Alvaro, s.j.

El Sínodo sobre los laicos en perspectiva ignaciana.

LaEscritura,fuenteyalimento de la espiritualidad.

Marco eclesial del discernimiento ignaciano.

Etapas del crecimiento sicoespiritual en la edad adulta.

Crónica del II encuentro LatinoamericanodeCentrosde Espiritualidad Ignaciana.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembe 1999) 59-70

Indice de Reflexiones CIRE

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

GUTIERREZ Mario, s.j.

HAMEL Edouard, s.j.

K

KOLVENBACHPeter-Hans,s.j.

¿Unnuevomodelodesantidad para los religiosos en América Latina?

Condiciones y criterios del discernimiento ignaciano.

La espiritualidad original y prototípicadeJesúsdeNazaret. Su seguimiento.

Proceso del discernimiento personal y comunitario.

NuestraSeñorayla Compañía de Jesús naciente.

La pascua de Nuestra Señora.

LIBANIO Juan Bautista, s.j.

LONDOÑO Alejandro, s.j.

OSORIO Sergio Néstor, y colaboradores.

OSUNA Javier, s.j.

Los modosde discernir.

Perspectivas eclesiológicas para la espiritualidad de la liberación.

La vida religiosa en el hoy de América Latina.

El Discernimiento: espiritualidad de seguimiento de Jesús, conducidosporelEspíritu,para mayor gloriade Dios.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembre 1999) 59-70

Indice de Reflexiones CIRE

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

OSUNA Javier, s.j.

«Reconocer» el amor para entregarle nuestra libertad.

Eldiscernimientoapostólicoen común.

Experiencia de Dios.

Tierra fértil de hombres fuertes.

RRAMIREZ Flor,o.d.n.

RESTREPO Darío, s.j.

RESTREPO Iván, s.j.

RESTREPO Marta Inés, o.d.n.

Oración con los Salmos en un proceso de liberación.

El«fundamento»del«Principio yFundamento».

Eldiscernimiento espiritualen la tradición de la Iglesia y su expresiónbásicaenIgnacio de Loyola.

Reglas de discernimiento de espíritus para la Primera Semana de los Ejercicios Espirituales.

Tiempos fuertes y tiempo cotidiano del discernimiento espiritual personal.

Espiritualidad de la liberación en la experiencia personal.

La formación espiritual en los grupos P-R-H a la luz de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembe 1999) 59-70

Indice de Reflexiones CIRE

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

ROA CésarAugusto

RODRIGUEZ Stella y Cecilia

SARMIENTO Yolanda, h.c.m.

SARMIENTO NOVA Antonio José, s.j.

SERNA Pedro Pablo, y colaboradores.

STIEFKEN PatriciayPablo

Religiosidad popular y espiritualidad de la liberación.

La praxis de Jesús.

TRIVIÑO Roberto,s.j.

Vinonuevoenodresviejos:P.J. deClorivière,s.j.yA.deCicè, h.c.m.

Las bienaventuranzas, programa de la nueva humanidad.

María y la liberación.

La espiritualidad conyugalfamiliar.

Enelcaminodelarealización: la jornada ignaciana.

Reglasdediscreción deespíritusenlosEjerciciosignacianos.

Reglasdediscreción deespíritusparalaSegundaSemanade Ejercicios.

VELA Roberto, s.j.

El acompañamiento espiritual en la experiencia de retiros a jóvenes bachilleres.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembre 1999) 59-70

Indice de Reflexiones CIRE

2. INDICE DE MATERIAS

2.1.

EJERCICIOS ESPIRITUALES

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

ANTONCICH Ricardo, s.j.

CEI

DECLOUX Simon, s.j.

RESTREPO Marta Inés, o.d.n.

Orar los Ejercicios de San Ignacio conelPadreNuestro.

Ejercicios Espirituales en ambientes populares.

Maríaen losEjerciciosEspirituales de San Ignacio.

La formación espiritual en los grupos P-R-H a la luz de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio.

2.1.1. Ejercicios en la Vida Corriente

CARO Rosa Elena, h.c.m.

CORTAZAR Beatriz, r.s.c.j.

2.1.2. Oración

ANONIMO

RAMIREZ Flor,o.d.n.

A propósito de los Ejercicios Espiritualesenlavidacorriente.

A propósito de los Ejercicios Espiritualesenlavidacorriente.

Notas y prácticas ignacianas: examen de la oración.

Oración con los Salmos en un proceso de liberación.

2.1.3. Principio y Fundamento

RESTREPO Darío, s.j.

El«fundamento»del«Principio yFundamento»

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembe 1999) 59-70

Indice de Reflexiones CIRE

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

2.1.4. Segunda Semana

ANTONCICH Ricardo, s.j.

BERNAL Diego, sch. P.

TRIVIÑO Roberto,s.j.

La libertad en los Ejercicios Espiritualesysusproyecciones sociales.

Binarios y maneras de humildad, lecturas desde la experiencia.

Enelcaminodelarealización: La jornada Ignaciana.

2.1.5. Reglas de Discernimiento

BRICEÑO Eduardo, s.j.

RESTREPO Darío, s.j.

TRIVIÑO Roberto,s.j.

Comentario a las reglas de discernimiento:Consolación y desolación (I).

Comentario a las reglas de discernimiento:Consolación y desolación(II).

Comentario a las reglas de discernimiento:segundaSemana (III).

Reglas de discernimiento de espíritusparala primeraSemana de losEjerciciosEspirituales.

Reglasdediscrecióndeespíritus enlosEjerciciosignacianos.

Reglasdediscrecióndeespíritus para la segunda Semana de Ejercicios.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembre 1999) 59-70

Indice de Reflexiones CIRE

AUTOR TITULOVOL.NºAÑOPAG.

2.2. DISCERNIMIENTO

AA.VV.

BAENA Gustavo, s.j.

CABARRUS CarlosRafael,s.j.

CENTRO DE ESPIRITUALIDAD S.I. - ARGENTINA

ECHEVERRI Alberto, s.j.

GUTIERREZ Mario, s.j.

Bibliografía sobre discernimiento espiritual.

Razóndeserdeldiscernimiento en la revelación.

La osadía de «dejarse llevar». Lapedagogíadeldiscernimiento

Utilización de la discreción ignaciana de los espíritus.

Marco eclesial del discernimiento ignaciano.

Condiciones y criterios del discernimiento ignaciano.

Proceso del discernimiento personal y comunitario.

LIBANIO Juan Bautista, s.j.

OSUNA Javier, s.j.

Los modosde discernir.

El Discernimiento: espiritualidad de seguimiento de Jesús, conducidosporelEspíritu,para mayor gloriade Dios.

«Reconocer» el amor para entregarle nuestra libertad.

Eldiscernimientoapostólicoen común.

Tierra fértil de hombres fuertes.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembe 1999) 59-70

Indice de Reflexiones CIRE

AUTORTITULOVOL.Nº AÑO PAG.

RESTREPO Darío, s.j.

Eldiscernimiento espiritualen la tradición de la Iglesia y su expresiónbásicaenIgnacio de Loyola.

Tiempos fuertes y tiempo cotidiano del discernimiento espiritual personal.

2.3. ACOMPAÑAMIENTO ESPIRITUAL

ALVAREZ José Ricardo, s.j.

CIDE

GALVEZ Hernando, s.j.

VELA Roberto, s.j.

Aportacionespsicoanalíticasal proceso del acompañamiento espiritual.

Jalones para la formación actual de acompañantes de los Ejercicios ignacianos en el medio latinoamericano.

Etapas del crecimiento sicoespiritual en la edad adulta.

El acompañamiento espiritual en la experiencia de retiros a jóvenes bachilleres.

2.4. ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

CIRE

CODINA Víctor, s.j.

DECLOUX Simon, s.j.

Aportes de la espiritualidad ignaciana al presente y futuro de la evangelización de A.L.

Teología de la liberación y espiritualidad ignaciana.

Introducción: María en los escritos ignacianos.

María en el Diario Espiritual deSanIgnacio.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembre 1999) 59-70

Indice de Reflexiones CIRE

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

DECLOUX Simon, s.j.

ECHEVERRI Alberto, s.j.

KOLVENBACHPeter-Hans,s.j.

STIEFKENPatriciayPablo

María en la Autobiografía de SanIgnacio.

NuestraSeñoraenlaespiritualidad ignaciana.

El Sínodo sobre los laicos en perspectiva ignaciana.

La pascua de Nuestra Señora.

La espiritualidad conyugalfamiliar.

2.5. TEOLOGIA ESPIRITUAL

BRICEÑO Eduardo, s.j.

ECHEVERRI Alberto, s.j.

GUTIERREZ Mario, s.j.

OSUNA Javier, s.j.

SARMIENTO NOVA Antonio José, s.j.

Larelación deJesús con Dios.

LaEscritura,fuenteyalimento de la espiritualidad.

La espiritualidad original y prototípicadeJesúsdeNazaret. Su seguimiento.

Experiencia de Dios.

Las bienaventuranzas, programa de la nueva humanidad.

2.6. ESPIRITUALIDAD Y TEOLOGIA DE LA LIBERACION

AA.VV.

LONDOÑO Alejandro, s.j.

RESTREPO Iván, s.j.

Sugerencia bibliográfica sobre espiritualidad de la liberación.

Perspectivas eclesiológicas para la espiritualidad de la liberación.

Espiritualidad de la liberación en la experiencia personal.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembe 1999) 59-70

Indice de Reflexiones CIRE

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

ROA CésarAugusto

RODRIGUEZ Stella y Cecilia

SERNA Pedro Pablo y colaboradores.

Religiosidad popular y espiritualidad de la liberación.

La praxis de Jesús.

María y la liberación.

2.7. COMPAÑIA DE JESUS

HAMEL Edouard, s.j.

2.9. VIDA RELIGIOSA

GUTIERREZ Mario, s.j.

OSORIO Sergio Néstor y colaboradores.

SARMIENTO Yolanda, h.c.m.

NuestraSeñorayla Compañía de Jesús naciente.

¿Unnuevomodelodesantidad para los religiosos en América Latina?.

La vida religiosa en el hoy de América Latina.

Vinonuevoenodresviejos:P.J. deClorivière,s.j.yA.DeCicè, h.c.m.

2.10. OTROS TEMASDEESPIRITUALIDAD

ANDRES VELA Jesús, s.j.

CORPAS DE POSADAIsabel

GUTIERREZ Alvaro, s.j.

ElPapa,eljovenylaelección.

El compromiso de bautizados en la Iglesia de comunión y participación.

Crónica del II encuentro LatinoamericanodeCentrosde Espiritualidad Ignaciana.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembre 1999) 59-70

Indice de Apuntes Ignacianos

APUNTES IGNACIANOS

1.INDICE DE AUTORES

TITULO AUTOR

AGACINO Daniel M., s.j.

ALVAREZ José Ricardo, s.j.

ANONIMO

ANTONCICH Ricardo, s.j.

ARANGO Horacio, s.j.

ARISTIZABALG. Tulio, s.j.

ARRUPE Pedro, s.j.

AZEVEDO DE CARVALHO, Marcelo, s.j.

Los Ejercicios de San Ignacio y la teología Latinoamericana.

CulpayEjerciciosEspirituales de primera Semana.

Examenapostólicoignacianoy creación de comunidades de solidaridad.

Las conclusiones de Santo Domingo y una espiritualidad eclesial.

Notas para perdonar en Colombia. Meditación.

San Pedro Claver y los EjerciciosdeSan Ignacio.

Notassobreelmododedarlos Ejercicios.

A la escucha del Espíritu.

La 34ª. Congregación General de la Compañía de Jesús.

VOL.NºAÑOPAG.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembe 1999) 71-88

Indice de Apuntes Ignacianos

AUTOR

B

BAENA Gustavo, s.j.

TITULOVOL. NºAÑO PAG.

Fundamentos bíblicos de la inculturación del Evangelio.

Planteamientos de la paz en la Biblia.

Evangelio y cultura de la solidaridad.

La función de la oración en la vida cotidiana.

BRICEÑO Eduardo, s.j.

CCABARRUS CarlosRafael,s.j.

La «aplicación de sentidos»: ¿Untesoroolvidado?

Dos «oficiales»del Superior.

Inserción de la historia en los Ejercicios Ignacianos: Ejercicios en la vida corriente.

Tensión y conflicto comunitario desdelaperspectivaignaciana.I.

Tensión y conflicto comunitario desdelaperspectivaignaciana.II.

CENTROS IGNACIANOS DE AMERICA LATINA.

CIRE

CODINA Víctor, s.j.

Directorio de Ejercicios para América Latina.

GuíasparaEjerciciosenlavida corriente (1-16), tomo I.

GuíasparaEjerciciosenlavida corriente(17-33),tomoII.

Reencontrar a María en el pueblo.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembre 1999) 71-88

COMISION15 DELACG.34.

CONFER.

CG. XXXIV.

CG.XXXIV.EquipoIII.

«La justicia es una exigencia absolutadelafe» (propuesta).

Los religiosos en la Iglesia. Aportación de la Conferencia Española de Religiosos al Sínodo1994.

Textos preparatorios sobre la comunidad.

Llamados a ser compañeros: vida de comunidad y discernimiento apostólico.

Llamadoscomo compañeros.

DDE ROUX Francisco J., s.j.

DELEGADOS DE LA ASISTENCIA.

DHÔTEL Jean-Claude, s.j.

EECHEVERRI Alberto, s.j.

Oración por la vida.

CompañerosdeJesúsentrelos pobres de América Latina.

Del deseo a la realidad: El Beato Pedro Fabro.

Indice de Apuntes Ignacianos

IgnaciodeLoyola,peregrinoen la Iglesia (un itinerario de comunión eclesial).

Evangelizaciónaño501:¡Atención a la posmodernidad en el postSantoDomingo!

Nuestra misión y la cultura: Una zambullida en el mundo creado.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembe 1999) 71-88

Indice de Apuntes Ignacianos

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

ECHEVERRI Alberto, s.j.

XXV Encuentro de Formadores (ALS).

ESTRADA Juan Antonio, s.j.

FFABRO Pedro, beato

FRANÇA Omar, s.j.

GGALAN CORREA Guillermo

GARCIA D. Mauricio, s.j.

ParaRe-Crearunmundodonde «nohabráyadistinciónentre... Varón y Mujer».

¿HablaDiossiempreunmismo lenguaje?

«...Dealgunosbuenosdeseos... Del Padre Maestro Pedro Fabro».

Comoelvigíabíblicoqueoteael horizonte.Unaperspectivalatinoamericana del Sínodo Episcopal sobrelavidaconsagrada.

La formación para la vida comunitaria.

La renovación de la espiritualidad.

Tres textos del Beato Pedro Fabro sobre aplicaciones de sentidos.

Ejercicios Espirituales para creyentes adultos.

Comentarios de un laico al documento.

La Compañía de Jesús yla opciónpreferencialporlospobres: de laCG. 31 a laCG. 34.

La opción preferencial por los pobres en el pensamiento del Padre General.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembre 1999) 71-88

Indice de Apuntes Ignacianos

AUTORTITULOVOL.NºAÑO PAG.

GARCIA D. Mauricio, s.j.

GONZALEZ BUELTA

Benjamín, s.j.

GONZALEZ DORADO Antonio, s.j.

GONZALEZ G. Fernán E., s.j.

GRAJALESHINCAPIE CésarA.

GUERRERO José María, s.j.

GUTIERREZ Alberto, s.j.

La paz como tarea y la paz como pasión: compromiso del creyente.

Experiencia de Dios en la historia y su centralidad en el proceso de formación.

LaVirgenMaríadeIgnacio de Loyolaenlaevangelizaciónde América Latina.

El encuentro con el otro: evangelizaciónyculturadelos primeros jesuitas.

Jesuitasylaicos. Compañeros en la misión.

Comunidad: don ytarea.

San Ignacio de Loyola y la música.

LosJesuitasenelNuevoReino de Granada. Búsqueda y encuentro de su Dorado apostólico.

GUTIERREZ Alvaro, s.j.

GUTIERREZ Mario, s.j.

El Superior local en el magisterio de los Padres Arrupe y Kolvenbach.

El Espíritu Santo ¿ausente en los Ejercicios «Espirituales»?

CIRE -Veinte añosde acción.

CentroIgnacianodeReflexión y Ejercicios, cinco lustros de esperanza.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembe 1999) 71-88

Indice de Apuntes Ignacianos

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

HOYOS VASQUEZ Jorge, s.j.

IRIARTE Gregorio,o.m.i.

JUANPABLOII.

KNITTER Paul E., s.j.

KOLVENBACHPeter-Hans,s.j.

Cooperación con los laicos en la misión.

Los grandes desafíos de la sociedad actual a la vida religiosa.

Ofreceelperdón,recibelapaz.

LEVY Eduardo, s.j.

M

MARTINEZ Víctor, s.j.

MEJIA Marta E., r.s.c.j.

MIDY Godefroy, s.j.

MIFSUD Tony, s.j.

MOLLA Darío, s.j.

Cinco tesis sobre la singularidad de Jesús.

En la muerte de seis jesuitas en el Salvador (Homilía).

EncuentrosconCristo:lassiete líneas maestras.

Tras las huellas del Peregrino.

En torno a la experiencia de acompañamiento espiritual.

Para el aprendizaje de la vida engrupo,lavidaencomunidad.

La cultura de la solidaridad comoproyectoético.

Hacer«nueva»lapromociónde la justicia.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembre 1999) 71-88

Indice de Apuntes Ignacianos

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

OLIVEROS Roberto, s.j.

OSUNA Javier, s.j.

PARRA Alberto, s.j.

Cristologíaeneldocumentode SantoDomingo.

¿Fundamentación trinitaria de laopciónporlospobresenSan Ignacio?

Ascética y disciplina en la espiritualidad ignaciana.

El cuidado personal, comunitarioyapostólico,tareasconfiadas al Superior local.

Los«amigosenelSeñor»,una creación del Espíritu.

Construir la paz desde la justicia: responsabilidades de la Iglesia.

REMOLINA Gerardo, s.j.

Instantes de reflexión.

¿Cuál Cristo nos llama? Ecos del debate cristológico en la CG. 34.

RESTREPO Alvaro, s.j.

Nuestra vida en el Espíritu.

Nuestra vida comunitaria hoy.

PeregrinosconIgnacio.

Comunidades para la solidaridad: aporte para un proyecto apostólico.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembe 1999) 71-88

Indice de Apuntes Ignacianos

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

RESTREPO Alvaro, s.j.

RESTREPO Darío, s.j.

RESTREPO Iván, s.j.

RINCON Leonardo, s.j.

RODRIGUEZO. Hermann, s.j.

RONDET Michel, s.j.

S

SALCEDOM. JorgeEnrique,s.j.

Guiones de las Constituciones y últimas Congregaciones Generales.

Reconciliar a los desavenidos.

Perfil ignaciano del Superior local.

Lacuentadeconciencia,instrumento fundamental para un gobierno espiritual.

¿«Dirección» espiritual o «dirección del Espíritu»?

Más y Menos.

Recepción del Decreto: «Nuestra misión y la justicia».

FiguraymisióndelSuperioren la vida religiosa.

La práctica del examen de conciencia.

Evangelizaciónaño501:¡Atención a la posmodernidad en el postSantoDomingo!

Discernimientoyobedienciaen Pedro Fabro.

¿TieneDiosunavoluntadparticular paracadaunodenosotros?

Esbozodelasmisionesjesuíticas enColombia.(CasanareyMeta). SiglosXVIIyXVIII.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembre 1999) 71-88

Indice de Apuntes Ignacianos

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

SINODO DE LOS OBISPOS. Instrumentum Laboris.

Lavidaconsagradaysufunción en la Iglesiayen el mundo.

TURRIAGO Daniel R.

Los Jesuitas del Nuevo Reino de Granada (la expulsión).

USG - Unión de Superiores Generales.

Lavidaconsagradahoy.Carismas enlaIglesiaparaelmundo.

VILLEGAS Juan C., s.j.

VIVES Josep, s.j.

ZULUAGA Francisco, s.j.

«Prepósito-Colateral», semejanzadelarelaciónPadre-Hijo.

Viento de libertad, fuente de vida.

Mártires por el servicio de la feylapromocióndelajusticia.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembe 1999) 71-88

Indice de Apuntes Ignacianos

2. INDICE DE MATERIAS

2.1. EJERCICIOS ESPIRITUALES

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

AGACINO Daniel M., s.j.

ALVAREZ José Ricardo, s.j.

ARRUPE Pedro, s.j.

CENTROS IGNACIANOS DE AMERICALATINA.

CODINA Víctor, s.j.

FRANÇA Omar, s.j.

GUTIERREZ Alvaro, s.j.

RESTREPO Alvaro, s.j.

Los Ejercicios de San Ignacio y la teología Latinoamericana.

CulpayEjerciciosEspirituales de primera Semana.

Notassobreelmododedarlos Ejercicios.

A la escucha del Espíritu.

Directorio de Ejercicios para América Latina.

Reencontrar a María en el pueblo.

Ejercicios Espirituales para creyentes adultos.

El Espíritu Santo ¿ausente en los Ejercicios «Espirituales»?

PeregrinosconIgnacio.

2.1.1. Ejercicios en la Vida Corriente

CABARRUS CarlosRafael,s.j.

CIRE

Inserción de la historia en los Ejercicios Ignacianos: Ejercicios en la vida corriente.

GuíasparaEjerciciosenlavida corriente (1-16), tomo I.

GuíasparaEjerciciosenlavida corriente(17-33),tomoII.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembre 1999) 71-88

Indice de Apuntes Ignacianos

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

2.1.2. Oración

BRICEÑO Eduardo, s.j.

FABRO Pedro, beato

REMOLINA Gerardo, s.j.

La «aplicación de sentidos»: ¿Untesoroolvidado?

Tres textos del Beato Pedro Fabro sobre aplicaciones de sentidos.

Instantes de reflexión.

2.1.4. Segunda Semana

RONDET Michel, s.j.

2.2. DISCERNIMIENTO

ECHEVERRI Alberto, s.j.

RODRIGUEZO. Hermann, s.j.

¿TieneDiosunavoluntadparticular paracadaunodenosotros?

«...Dealgunosbuenosdeseos... Del Padre Maestro Pedro Fabro».

Discernimientoyobedienciaen Pedro Fabro.

2.3. ACOMPAÑAMIENTO ESPIRITUAL

ECHEVERRI Alberto, s.j.

LEVY Eduardo, s.j.

MEJIA Marta E., r.s.c.j.

RESTREPO Darío, s.j.

¿HablaDiossiempreunmismo lenguaje?

EncuentrosconCristo:lassiete líneas maestras.

En torno a la experiencia de acompañamiento espiritual.

¿«Dirección» espiritual o «dirección del Espíritu»?

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembe 1999) 71-88

Indice de Apuntes Ignacianos

AUTOR TITULOVOL.NºAÑOPAG.

2.4. ESPIRITUALIDAD IGNACIANA

CABARRUS CarlosRafael,s.j.

DHÔTEL Jean-Claude, s.j.

ECHEVERRI Alberto, s.j.

GONZALEZ BUELTA Benjamín, s.j.

GUTIERREZ Alberto, s.j.

OSUNA Javier, s.j.

Tensiónyconflictocomunitario desdelaperspectivaignaciana.

Del deseo a la realidad: El Beato Pedro Fabro.

IgnaciodeLoyola,peregrinoen la Iglesia (un itinerario de comunión eclesial).

Experiencia de Dios en la historia y su centralidad en el proceso de formación.

San Ignacio de Loyola y la música.

¿Fundamentación trinitaria de laopciónporlospobresenSan Ignacio?

Ascética y disciplina en la espiritualidad ignaciana.

Los«amigosenelSeñor»,una creación del Espíritu.

2.5. TEOLOGIA ESPIRITUAL

ANTONCICH Ricardo, s.j.

ESTRADA Juan Antonio, s.j.

VIVES Josep, s.j.

Las conclusiones de Santo Domingo y una espiritualidad eclesial.

La renovación de la espiritualidad.

Viento de libertad, fuente de vida.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembre 1999) 71-88

Indice de Apuntes Ignacianos

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

2.7. COMPAÑIA DE JESUS

ARISTIZABALG. Tulio, s.j.

BRICEÑO Eduardo, s.j.

GONZALEZ DORADO Antonio, s.j.

GONZALEZ G. Fernán E., s.j.

GUTIERREZ Alberto,s.j.

San Pedro Claver y los EjerciciosdeSan Ignacio.

Dos «oficiales»del Superior.

LaVirgenMaríadeIgnacio de Loyolaenlaevangelizaciónde América Latina.

El encuentro con el otro: evangelizaciónyculturadelos primeros jesuitas.

LosJesuitasenelNuevoReino de Granada. Búsqueda y encuentro de su Dorado apostólico.

GUTIERREZ Alvaro, s.j.

KOLVENBACHPeter-Hans,s.j.

OSUNA Javier, s.j.

RESTREPO Alvaro, s.j.

El Superior local en el magisterio de los Padres Arrupe y Kolvenbach.

En la muerte de seis jesuitas en el Salvador (Homilía).

El cuidado personal, comunitarioyapostólico,tareasconfiadas al Superior local.

Nuestra vida comunitaria hoy.

Guiones de las Constituciones y últimas Congregaciones Generales.

RESTREPO Iván, s.j.

RESTREPO Darío, s.j.

FiguraymisióndelSuperioren la vida religiosa.

Perfil ignaciano del Superior local.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembe 1999) 71-88

Indice de Apuntes Ignacianos

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

RESTREPO Darío, s.j.

SALCEDOM. JorgeEnrique,s.j.

TURRIAGO Daniel R.

VILLEGAS Juan C., s.j.

ZULUAGA Francisco, s.j.

Lacuentadeconciencia,instrumento fundamental para un gobierno espiritual.

Esbozodelasmisionesjesuíticas enColombia.(CasanareyMeta). SiglosXVIIyXVIII.

Los Jesuitas del Nuevo Reino de Granada (la expulsión).

«Prepósito-Colateral», semejanzadelarelaciónPadre-Hijo.

Mártires por el servicio de la feylapromocióndelajusticia.

2.8. COMPAÑIA DE JESUS - CONGREGACION GENERAL XXXIV

AZEVEDO DE CARVALHO Marcelo, s.j.

BAENA Gustavo, s.j.

COMISION15DELACG. 34.

CG. XXXIV.

CG. XXXIV. EquipoIII.

La 34ª. Congregación General de la Compañía de Jesús.

Fundamentos bíblicos de la inculturación del Evangelio.

«La justicia es una exigencia absolutadelafe» (propuesta).

Textos preparatorios sobre la comunidad.

Llamados a ser compañeros: vida de comunidad y discernimiento apostólico.

Llamadoscomo compañeros.

DELEGADOS DE LA ASISTENCIA.

CompañerosdeJesúsentrelos pobres de América Latina.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembre 1999) 71-88

Indice de Apuntes Ignacianos

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

ECHEVERRI Alberto, s.j.

GALAN CORREA Guillermo.

GARCIA D. Mauricio, s.j.

Nuestra misión y la cultura: Una zambullida en el mundo Creado.

ParaRe-Crearunmundodonde «nohabráyadistinciónentre... Varón y Mujer.

Comentarios de un laico al documento.

La Compañía de Jesús yla opciónpreferencialporlospobres: De laCG. 31 a laCG. 34.

La opción preferencial por los pobres en el pensamiento del Padre General.

GRAJALESHINCAPIE CésarA.

HOYOS VASQUEZ Jorge, s.j.

KNITTER Paule E., s.j.

MARTINEZ Víctor, s.j.

MOLLA Darío, s.j.

REMOLINA Gerardo, s.j.

RESTREPO Alvaro, s.j.

RESTREPO Iván, s.j.

Jesuitasylaicos. Compañeros en la misión.

Cooperación con los laicos en la misión.

Cinco tesis sobre la singularidad de Jesús.

Tras las huellas del Peregrino.

Hacer«nueva»lapromociónde la justicia.

¿Cuál Cristo nos llama? Ecos del debate cristológico en la CG. 34.

Nuestra vida en el Espíritu.

Recepción del Decreto: «Nuestra misión y la justicia».

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembe 1999) 71-88

Indice de Apuntes Ignacianos

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

2.9. VIDA RELIGIOSA

ANONIMO

BAENA Gustavo, s.j.

CABARRUS CarlosRafael,s.j.

CONFER

ECHEVERRI Alberto, s.j.

Examenapostólicoignacianoy creación de comunidades de solidaridad.

Evangelio y cultura de la solidaridad.

La función de la oración en la vida cotidiana.

Tensiónyconflictocomunitario desdelaperspectivaignaciana.

Los religiosos en la Iglesia. Aportación de la Conferencia Española de Religioso al Sínodo1994.

Comoelvigíabíblicoqueoteael horizonte.Unaperspectivalatinoamericana del Sínodo Episcopal sobrelavidaconsagrada.

XXV Encuentro de Formadores (ALS).

GUERRERO José María, s.j.

IRIARTE Gregorio,o.m.i.

MIDY Godefroy, s.j.

RESTREPO Alvaro, s.j.

SINODO DE LOS OBISPOS. Instrumentum Laboris.

La formación para la vida comunitaria.

Comunidad: don ytarea.

Los grandes desafíos de la sociedad actual a la vida religiosa.

Para el aprendizaje de la vida engrupo,lavidaencomunidad.

Comunidades para la solidaridad: aporte para un proyecto apostólico.

Lavidaconsagradaysufunción en la Iglesiayen el mundo.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembre 1999) 71-88

Indice de Apuntes Ignacianos

AUTORTITULOVOL.NºAÑOPAG.

USG - Unión de Superiores Generales.

Lavidaconsagradahoy.Carismas enlaIglesiaparaelmundo.

2.10. OTROS TEMAS DE ESPIRITUALIDAD

ARANGO Horacio, s.j.

BAENA Gustavo, s.j.

DE ROUX Francisco J., s.j.

ECHEVERRI Alberto, s.j.

GARCIADURAN Mauricio,s.j.

GUTIERREZ Mario, s.j.

Notas para perdonar en Colombia. Meditación.

Planteamientos de la paz en la Biblia.

Oración por la vida.

Evangelizaciónaño501:¡Atención ala posmodernidad en el postSantoDomingo!

La paz como tarea y la paz como pasión: compromiso del creyente.

CIRE -Veinte añosde acción.

CentroIgnacianodeReflexión y Ejercicios, cinco lustros de esperanza.

JUANPABLOII

MIFSUD Tony, s.j.

OLIVEROS Roberto, s.j.

PARRA Alberto, s.j.

REMOLINA Gerardo, s.j.

Ofeceelperdón, recibela paz.

La cultura de la solidaridad comoproyectoético.

Cristologíaeneldocumentode SantoDomingo.

Construir la paz desde la justicia: responsabilidades de la Iglesia.

Instantes de reflexión.

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembe 1999) 71-88

Indice de Apuntes Ignacianos

RESTREPO Darío, s.j.

RINCON Leonardo, s.j.

Reconciliar a los desavenidos.

Evangelizaciónaño501:¡Atención a la posmodernidad en el postSantoDomingo! 6 3 18 7 1996 1993 5-23 57-85

Apuntes Ignacianos 27 (septiembre-diciembre 1999) 71-88

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