6 minute read

Alvarely Osmara Castellón García Osmary Karelia Benavidez Pacheco

TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD DESDE EL LENTE DE LA NEUROLOGÍA

Alvarely Osmara Castellón García Osmary Karelia Benavidez Pacheco

Advertisement

República de Nicaragua

1.- Introducción

El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es una alteración en la conducta ocasionada por un mal funcionamiento en la zona neurológica de los niños. Este trastorno es caracterizado por tres síntomas destacables que son: la inatención, hiperactividad e impulsividad; síntomas que no sólo afectan el comportamiento de los infantes, sino también definen sus estados de ánimo, pensamientos y emociones. Tal ha sido su impacto dentro de las funciones ejecutivas que es el más frecuente motivo de consulta en neurología y psiquiatría en niños en edad escolar.

Desde las descripciones iniciales por médicos pediatras hasta la actualidad, existe cada día una mayor evidencia de que esta condición es una entidad neurobiológica, resultado de la interacción de factores genéticos y medio ambientales que impactan el desarrollo y maduración cerebral del individuo.

Por consiguiente, distinguir las variaciones clínicas, los aspectos neurobiológicos y los factores que determinan el pronóstico a corto y largo plazo es el primer paso en el éxito de la intervención, pues no debe obviarse que el TDAH es un constructo multidimensional que se presenta en todas las razas y estratos económicos con manifestaciones clínicas que cambian a lo largo de la vida del afectado.

En tal sentido, es importante analizar los factores que originan el TDAH en niños, que permita tener una visión panorámica más abierta de lo que ocurre en su cerebro o base encefálica orgánica.

2.- Desarrollo

Ahora bien, es conveniente recordar que en el TDAH influyen factores de orígenes genéticos y ambientales, no obstante, como se mencionaba con anterioridad, las causas neurológicas son las que más destacan, debido a la presencia de un conjunto de anomalías ubicadas en el cerebro. Estas anormalidades afectan directamente las funciones cognitivas y la anatomía neurológica, convirtiendo al TDAH en una perturbación que posee una relación directa en el cerebro, sin que esto represente un flagelo psiquiátrico. Gracias a estudios longitudinales y de resonancia magnética ha sido posible el descubrimiento de factores neurológicos que provocan el TDAH en la infancia, entre los que destacan: las alteraciones cerebrales y anatómicas, disrupción en la señal de los neurotransmisores (los cuales permiten la transferencia de información a través de la sinapsis), fallas en el lóbulo frontal y temporal. Además, del notable déficit de dopamina y noradrenalina y una variación en el núcleo caudado y el putamen.

Desde un punto de vista médico, el TDAH se caracteriza por la presencia de múltiples anomalías de carácter estructural y funcional, primordialmente en los circuitos frontoestriatales, pero también en los circuitos frontoparietotemporales, frontocerebelares e, incluso, frontolímbicos (Rubia et al., 2014). Estos son partes esenciales de los circuitos corticales, ubicados en diferentes partes del cerebro, los cuales, a su vez, son los

 Estudiantes valedictoras de undécimo grado de Educación Secundaria. Actualmente, miembros del equipo de investigación estudiantil en el municipio de La Trinidad, Estelí (Nicaragua). Correos electrónicos: alvarellycastellon22@gmail.com / klarkalizmm@gmail.com

encargados de múltiples tareas cognitivas y funcionales. Para Rubia et al. (2014), “los datos aportados por los estudios longitudinales de resonancia magnética estructural demuestran que el TDAH se caracteriza por un retraso en la maduración estructural del cerebro” (párr. 2).

Esta conclusión se ve reforzada por los indicios indirectos ofrecidos por los estudios de cortes transversales, que indican la existencia de una inmadurez sustancial tanto en la función cerebral como en los patrones de conectividad estructural y funcional, la alteración funcional de la corteza prefrontal ventrolateral parece estar más afectada en el TDAH que en otros trastornos pediátricos. De modo que los pacientes diagnosticados con este trastorno carecen de funciones en la memoria operativa y a largo plazo, las funciones ejecutivas como el razonamiento, la inhibición, monitorización memoria de trabajo verbal y no verbal, flexibilidad, el control cognitivo, y presentan dificultades en el proceso de toma de decisiones. Además, no suprimen los movimientos involuntarios, ni coordinan los cambios de postura, puesto que, existe una variación notable en los ganglios basales (Rubia et al., 2014).

Por otra parte, en estudios de imagen estructural longitudinal multicéntricos se ha analizado un mínimo tamaño cerebral con un volumen cortical variable, circuitos de compensación alterados, función ejecutiva en la neurotransmisión de dopamina GABA, norepinefrina y serotonina (Sánchez, 2020). Motivo por el cual, es conveniente recordar que el TDAH es un trastorno altamente hereditario y es causado por problemas con ciertos neurotransmisores (o mensajeros) en el cerebro como la dopamina y la norepinefrina, estos neurotransmisores no funcionan correctamente en la parte frontal del cerebro responsable de las llamadas funciones ejecutivas. Otro factor que incide es la falla en el lóbulo frontal y temporal, así lo focaliza Mayo Clinic (2021) cuando sostiene que ”una de las fallas son las convulsiones del lóbulo temporal, comienzan en el lóbulo temporal del cerebro, las cuales procesan las emociones y son importantes para la memoria a corto plazo” (párr. 1). En este sentido, se puede agregar que las convulsiones focales (mejor conocidas como temporales) poseen diversos síntomas y uno de ellos son las sensaciones repentinas, ya sea temor o alegría no provocada. De manera que afecta a la memoria y origina la pérdida de conciencia o noción del tiempo. Asimismo, el lóbulo frontal es importante para el conocimiento, ya que está dividido en el lóbulo parietal y occipital que, en teoría, es el centro emocional de la personalidad del individuo. El TDAH ha demostrado ser un trastorno, a la vez, que se relaciona con la personalidad y emociones de la persona, por ende, estas alteraciones neurológicas pueden causar el TDAH desde una edad prematura.

Otro punto para mencionar es que, según el análisis realizado por investigadores del Laboratorio Nacional Brookhaven en Nueva York, EE. UU, la disponibilidad reducida de receptores de dopamina en la región del mesencéfalo se asocia significativamente con puntajes de atención más bajos en pacientes con TDAH. Por otra parte, explica por qué los déficits de atención en personas con TDAH son más notorios cuando llevan a cabo tareas consideradas tediosas y muy repetitivas. Además, se han observado problemas con la neurotransmisión de dopamina en el cerebro de personas con TDAH con imágenes cerebrales y logran ser conscientes de los síntomas subyacentes de falta de atención e impulsividad. Se cree que las personas con trastorno por déficit de atención tienen niveles más bajos de norepinefrina. Todas las personas con TDAH que toman diversos medicamentos toman estimulantes como Ritalín, medicamento elaborado mayormente por el metilfenidato, una droga psicoestimulante aprobada como tratamiento para el TDAH, narcolepsia y el Síndrome de Taquicardia Ortostática Postural (Volkow ND et al., 2006).

3.- Conclusiones

Los estudios revelan que los niños con TDAH poseen zonas como el núcleo accumbens, hipocampo, volumen intracraneal, putamen amígdala y núcleo caudado, más reducidas (Coruña, 2017). Eso no es motivo para que los

niños con TDAH no sean intelectuales. Esto sólo significa que el área de la superficie de la corteza cerebral, el tejido gris doblado que forma la parte más externa del cerebro tiene un crecimiento más lento. Estas demoras en el crecimiento suceden en algunos de los sistemas de control automático del cerebro. No obstante, no es razón suficiente para tratarlos de manera diferente, es importante hacer consciencia que estos niños son susceptibles a sufrir de acoso escolar y maltrato por su forma de actuar, así como, a ser diagnosticados con depresión y ansiedad severa. Por consiguiente, se debe fortalecer con ellos lo que muchos expertos han denominado cognición social. Así mismo, prestar especial atención a la recolección de datos en las etapas prenatal, posnatal y las características desde la infancia, que permitan a los especialistas arribar a un diagnóstico más pertinente del trastorno y que, conjugado con las interconsultas y avances de la tecnología se brinde información fidedigna, en consecuencia, se mejore la condición de salud y vida de los pacientes.

Referencias bibliográficas

Clinic, M. (2021). Mayo Clinic. Obtenido de Mayo Clinic: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseasesconditions/temporal-lobe-seizure/symptoms-causes/syc-20378214 Coruña, R. (2017). Asociacion de Afectados de Neurofrimatosis. Obtenido de Asociacion de Afectados de Neurofrimatosis: https://neurofibromatosis.es Rubia, K. A. (2014). Neurologia Viguera. Obtenido de Neurologia Viguera: https://neurologia.com/articulo/2013570 Sanchez, A. (2020). Generalidades del trastorno por déficit atencional. Revista Cúpula 2020; 35 (1): 37-44. Volkow ND, W. G.-J. (2009). Neurologia.com. Obtenido de Viguera: https://neurologia.com/noticia/175

Recepción: 30 de noviembre de 2022 Aprobación: 20 de diciembre de 2022 Publicación: diciembre 2022

This article is from: