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Ronald Nelson Escalera Rodríguez

fisiológicos o somáticos: dolores de estómago, cabeza, garganta, entre otros; muchos de estos estudiantes en realidad no sienten estos dolores, si no que están somatizando emociones. El botiquín debe contar con algunos recursos como caramelos quita angustias, spray anti-miedos, curitas o banditas pega besos, gasas que abrazan, cepillo saca risas, entre otros. A través de estos recursos se puede tomar registros de estudiantes que, en reiteradas ocasiones, demuestran dolores que no son físicos si no emocionales.

Recreos cerebrales o neuro-acción: Los recreos mentales son un recurso para mantener el cerebro atento en el aula, son dinámicas cortas que demandan de movimiento del cuerpo, prácticas sencillas de humor, técnicas de relajación o respiración, actividades donde se precisa de la imaginación, las abstracciones entre otras. Esto hace que los estudiantes oxigenen el cerebro, produzcan dopamina y nivelen los estados emocionales. Es una manera de captar su atención de manera divertida y creativa. Se puede realizar recreos mentales con pausas de diez o quince segundos cada veinte minutos aproximadamente; porque no se puede sostener que los estudiantes estarán atentos de manera continua en una clase de ochenta minutos.

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Cartas que emocionan: Consiste en que todos los días viernes los estudiantes colocan en una hoja su nombre y número de celular, escriben qué situaciones emocionales están transmitiendo, sean positivas o negativas. Luego que cada estudiante completó su carta, realizan un avioncito de papel y lo tiran hacia el centro del aula. Al azar, cada estudiante elige un avioncito de papel, lo toma y sin mirar quien le toco, lo guarda en su mochila. Durante el fin de semana deberá llamar por celular al dueño del avioncito y conversar con el sobre el estado emocional que está transitando su compañero. Si este es positivo, pueden disfrutarlo juntos y si es negativo podrán ayudarse a buscar la solución.

Rueda de palabras positivas: Esta es una actividad que genera empatía y vinculo social entre pares, la dinámica consiste en sentarnos en una rueda, entregar a cada participante una hoja en blanco donde deben colocar su nombre en la parte superior, a la cuenta de 10 segundos la hoja comienza a girar, cada uno debe escribir algo positivo de la persona que le va tocando a medida que la hoja transita la rueda cada 10 segundos de intervalos. Se termina la actividad cuando la hoja llega a su dueño.

El tarro de la alegría mensual: El objetivo de esta estrategia es ayudar a los estudiantes a encontrar situaciones de la vida diaria que nos despiertan alegría y comenzar a reconocerla desde las pequeñas cosas que acontecen diariamente. Se propone que unos minutos antes de finalizar la jornada diaria de clase se puede pensar entre todos los integrantes del aula qué situaciones alegres y positivas ocurrieron en el día, el maestro debe guiar el grupo resaltando las pequeñas cosas que sucedieron, de aquellas que surjan de los estudiantes se recuperan tres o cuatro situaciones y se guardan en el tarro.

Mensualmente se abre al tarro y conjuntamente se lee y recuerdan entre todos los momentos alegres y felices que vivieron en la escuela mes a mes. Se puede elegir un espacio del aula para ir colgando las alegrías mensuales. Este tipo de intervenciones moldean el cerebro de manera positiva.

La técnica de los abrazos: Regularmente se pide al grupo de estudiantes que realicen la técnica de los abrazos, consiste en intercambiar abrazos durante un tiempo de cinco minutos aproximadamente. Esta técnica libera dopamina, ayuda a generar emociones positivas y fomenta el entusiasmo.

Al aplicar estas técnicas se nivela los estados emocionales. Los cerebros de los estudiantes estarán agradecidos.

3.- Conclusiones

La implementación de estas estrategias emocionales como innovación en aula rompe el modelo del maestro tradicional, constituyéndolo en un neuroeducador, puesto que los nuevos tiempos requieren nuevas estrategias y los recientes descubrimientos que aporta la

neurociencia cognitiva, develan que la educación actual requiere una reestructuración para que no pueda quedarse rezagada ante la reciente avalancha tecnológica. Para ello se debe erradicar la enseñanza centrada en la transmisión de una serie de conceptos abstractos.

Las estrategias emocionales, favorecen la enseñanza y se pueden obtener mejores resultados al momento de la adquisición, retención y aplicación del aprendizaje en el educando, teniendo en cuenta que al entender de qué manera funciona el cerebro, los educadores están mejor preparados para ayudar en todo a los estudiantes, desde centrar la atención hasta incrementar la retención. Estas estrategias no solamente pueden beneficiar a los estudiantes en el aula regular, si no también a personas con dificultades de aprendizaje, al elogiar y motivar al estudiante despertando su interés por el aprendizaje, paliando los déficits atencionales y mejorando su autocontrol y capacidad por aprender. Por este motivo, se hace necesario tener expectativas positivas sobre la capacidad del estudiante que se materialicen en aspectos motivacionales que no les permitan caer en el estrés y en el abandono temprano de los estudios.

Referencias bibliográficas

Alsina, M. Masmitja G. (2019). Convivencia escolar, déficits de atención y trastornos de conducta. Bogotá Colombia: Magisterio. Caicedo, H. (2016). Neuroeducacion, una propuesta educativa en el aula. Bogotá, Colombia: Universidad de Bogota. Rotger, M. (2018). Neurociencia,neuroaprendizaje, las emociones y el aprendizaje. Argentina: brujas.

Recepción: 5 de septiembre de 2021 Aprobación: 18 de septiembre de 2021 Publicación: septiembre 2021

COORDINACIÓN DINÁMICA GENERAL EN NIÑOS

Ronald Nelson Escalera Rodríguez

1.- Introducción

En el entorno actual vemos como la tecnología ocupa una gran importancia para las familias y por otro lado los niños pasan el mayor tiempo libre viendo televisión, jugando en la computadora o jugando en lugares con m uy poco espacio dentro de la casa, afectando de alguna manera su desarrollo motor.

El desarrollo motor en niños de 6 a 12 años de edad resulta de gran importancia para su vida en general y de manera específica para la adquisición de habilidades motrices nuevas (Rosa y otros, 1996). Según Saura (1988), señala que la interacción existente entre el aprendizaje intelectual y las actividades motrices; dado que, siguiendo una escala evolutiva, el niño comienza con el conocimiento de su cuerpo y a partir del mismo percibe y aprehende el mundo.

Con respecto a la Coordinación Dinámica General (CDG), se puede definir como la capacidad de poder mover todas las partes del cuerpo de una manera armónica y adaptada a diversas situaciones, abarca los movimientos globales que comportan un desplazamiento en el espacio de todas las partes del cuerpo: rastrear, gatear, rodar, caminar, correr, saltar, trepar, otros., los aspectos fundamentales que la caracterizan son la organización del espacio y tiempo. La organización del espacio se puede trabajar utilizando el mayor número posible de sensaciones táctiles, visuales y sinestesicas.

Relacionando la CDG con el aprendizaje es fundamental, porque se complementa con aprendizajes cognitivos, según Kurt y Günter (1988), señalan que el “aprendizaje motor es la apropiación, el desarrollo, la adaptación y perfeccionamiento de formas y modos de conductas en especial de destrezas y acciones cuyo contenido principal es el rendimiento motor” (p. 184), cuanto mayor dominio y conciencia corporal tenga el niño de su propio cuerpo, le resultará mucho más sencillo la adopción de nuevos movimientos, técnicas y tareas motrices las cuales son más complejas y precisas en etapas superiores. De acuerdo con Pérez (2002), si aprender algo supone conocer sobre algo, está claro que el aprendizaje motor es una adquisición de conocimientos (p. 67).

Se utilizó el término conocimiento de las acciones, para destacar el componente cognitivo del aprendizaje, de las habilidades motrices (Ruiz, 1995, p. 86), se considera el aprendizaje motor a una progresiva adquisición de conocimiento sobre las acciones, de manera que se conciben las habilidades motrices como el resultado de procesar diferentes tipos de conocimiento que se almacenan en la memoria y que son imprescindibles en el proceso de aprendizaje (Marcos, 2006, p. 180); en efecto, al hablar de CDG se pasa al proceso, tal proceso implica una integración y tratamiento de la información, referente a la posición del cuerpo como de las características del medio y una selección por parte del sistema nervioso central de los grupos musculares que actuarán (Arribas, 2004, p. 76).

Según Pérez (2002), el aprendizaje global en las primeras edades permite la adquisición de una serie de habilidades motrices básicas que más tarde, tendrán un gran valor de uso para enfrentar la vida misma (p. 34).

2.- Desarrollo

El desarrollo motor pone en evidencia las interrelaciones existentes entre el crecimiento general y el desarrollo del sistema nervioso; es decir, el pensamiento no puede tener acceso a

Profesor de Educación Física, licenciado en Educación Física y Deportes, magister en Educación Superior. Correo electrónico: ronaldesc9@gmail.com

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