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Daybi Callisaya Estrada

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Suchismita Ghoshal

Suchismita Ghoshal

BULLYING: ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Daybi Callisaya Estrada∗

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1.- Introducción

Los efectos de la pandemia paralizaron a la sociedad a nivel global, por esta crisis sanitaria los educadores tuvieron como única opción a la educación virtual; sin embargo, este periodo también muestra la práctica de un fenómeno antiguo, el bullying, el cual refleja una triste realidad del maltrato escolar de los adolescentes hacia otros.

Desde años atrás se trabaja y se ha detectado problemas de maltrato y/o acoso escolar, inicialmente en la educación presencial; pero el problema trascendió a la educación virtual, donde varios estudiantes sufren acoso por redes sociales como Facebook, WhatsApp, Instagram, TikTok, video conferencias y otros medios que utilizan los estudiantes para comunicarse y compartir información.

El presente análisis tiene como objetivo analizar las malas relaciones entre estudiantes dentro de la dinámica del cyberbullying en un contexto de digitalización forzada, destacando las propuestas de actuaciones preventivas y de intervención de los educadores para lograr espacios seguros en el proceso educativo.

2.- Desarrollo

El acoso escolar consiste en “un estudiante acosado o victimizado cuando está expuesto de manera repetitiva a acciones negativas por parte de uno o más estudiantes” Olweus (1993). Este problema no es un fenómeno nuevo, pero se adaptó progresivamente a la educación virtual, Aquino (2014) define como cyberbullying, a una “agresión repetitiva de uno o más individuos en contra de una persona, utilizando dispositivos o servicios de tecnología”. En Bolivia según la Ley No 548 del Código Niño, Niña, Adolescente, artículo 151 tipos de violencia en el sistema educativo, inciso g violencia cibernética en el sistema educativo, señala que los tipos de violencia serán considerados infracciones mientras no constituyan delitos. Al respecto, son claras las definiciones de maltrato entre iguales con leyes que rigen el territorio boliviano; asimismo, está claro que se debe abordar este tema en la educación virtual considerando diferentes víctimas, por ejemplo: si la víctima es pasiva y calla el maltrato o si la víctima es proactiva y genera en su entorno situaciones irritantes, en ambos casos terminan siendo blanco experimental del agresor, el cual puede seguir afianzando sus estrategias tecnológicas de cyberbullying sumando secuaces. Las víctimas no son culpables, por el contrario, las soluciones deben ir orientadas a estos tipos de comportamiento. De acuerdo con estudios realizados por UNICEF Bolivia (2020), durante la gestión 2019 en La Paz, el 90 % de los estudiantes de secundaria perciben la existencia de violencia escolar en sus unidades educativas; 27 % afirma que todos los actores en las unidades educativas muestran conductas agresivas, especialmente de cursos superiores. Teniendo en cuenta que la problemática ahonda a la población escolar en general, se puede determinar la existencia de tres roles principales de esta interacción virtual: el agresor quienes físicamente son más fuertes, impulsivos, buena autoestima, acosan mediante Facebook, WhatsApp o páginas como el chismografo, no empatizan con el dolor de la víctima, tampoco se arrepienten de sus actos; las víctimas por lo general presentan dificultad de comunicación,

∗ Licenciado en Física - Química, cursó diplomados en Educación Superior en entornos virtuales, Investigación Científica Educativa, Docencia Universitaria, Organización y Administración de Aula, especialidad de Física - Química Educación Secundaria. Correo electrónico: callisayadeybi@gmail.com

tratan de pasar desapercibidos en clases, tienen una red de amigos limitados, su conducta es pasiva y temerosa, finalmente el observador generalmente son los compañeros de clase resultan ser la audiencia del agresor y un segundo observador son los profesores y personal del colegio, lo ideal en estos últimos es que intervengan en situaciones de bullying.

En las clases presenciales si bien el acoso escolar era permanente se podía subsanar con tratamientos psicológicos, conversar con el agresor, enfrentar al agresor y conciliar; sin embargo, si bien el acoso cibernético es más corto puede causar más daños, porque la información de acosado es público, masivo, en muchos casos anónimo, por lo cual la víctima no tiene opción de confrontar a su agresor.

En este sentido, el cyberbullying es una problemática transversal del sistema educativo, tomando en cuenta que la intervención debe ser progresiva, involucrando a toda la comunidad educativa, es improbable que una intervención en un sólo nivel tenga algún impacto; para lo cual especialistas como Rigby (2002), sugiere intervenciones curriculares diseñadas para promover una actividad anti acoso en la sala de clases y ayudar a los jóvenes a resolver conflictos, incluyendo videos, grupos de discusión por semana, incentivando la toma de conciencia del bullying entre estudiantes, promoviendo la adquisición de valores prosociales, como la tolerancia a las diferencias.

Para EUROINNOVA (s.f.) la participación de la familia es imprescindible y la comunicación fluida entre institución y familia, de tal modo que ambos núcleos tengan información respecto a la situación; así mismo asesorar a la familia sobre pautas de cómo mejorar la situación del agredido o del agresor. El rol familiar permitirá descubrir las posibles soluciones del ciberbullying, por ejemplo: un mayor control de los hijos con el uso de dispositivos móviles, este accionar en alguna medida puede frenar el acoso por las redes sociales. Además, realizar reuniones formativas para los maestros que en muchos casos carecen de conocimiento sobre el ciberbullying. Es necesario plantear posibles soluciones a mediano y largo plazo partiendo de la experiencia del educador y las características propias detectadas en cada centro educativo.

3.- Conclusiones

El bullying es un problema complejo que requiere igualmente intervenciones complejas y estructuradas, para lo cual se debe gestionar proyectos pedagógicos que se ajusten a las realidades locales y contextuales, para la prevención e intervención de estos hechos, es indispensable la función del docente al ser los principales observadores, conocedores de sus estudiantes y de sus dinámicas de socialización

Las instituciones educativas ya sean públicas, privadas o de convenio no reconocen el ciberbullying como una problemática y en algunos casos lo invisibilizan para no perjudicar el prestigio del colegio; sin embargo, el no encontrar soluciones a tiempo puede traer episodios lamentables, las intervenciones deben ser compartidas por todos los actores de la comunidad educativa con el objetivo de minimizar o erradicar el maltrato entre iguales, considerando relaciones empáticas sustentadas en el respeto de uno con el otro.

Referencias bibliográficas

Aquino, R. (1 de enero de 2014). Cyberbullying: acoso utilizando medios electrónicos. Revista Digital Universitaria Nacional Autonoma de Mexico. http://www.revista.unam.mx/vol.15/num1/art04/ EUROINNOVA. (s.f.). Auroinnova Business School. https://bo.euroinnova.edu.es/blog/soluciones-al-bullying Olweus, D. (1993). Conductas de acoso y amenazas entre escolares. Madrid: Morata. Rigby, K. (2002). How successfuk are anti-bullying programs forschools. The Role of Schools in Crime Prevention Conference. Melbourne, Australia. UNICEF. (17 de octubre de 2020). Convenio UNICEF y Educo Bolivia. La Paz, Bolivia.

Recepción: 10 de noviembre de 2021 Aprobación: 20 de noviembre 2021 Publicación: noviembre 2021

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