



Boletín Nª 103 junio de 2024
Iglesia Evangélica Valdense de Colonia Belgrano

Así que pongan en práctica todo lo que el Señor su Dios les ha ordenado, sin desviarse de ello para nada.
Sigan el camino que el Señor su Dios les ha señalado, para que les vaya bien y vivan muchos años en la tierra que
él les va a dar en propiedad.
5:32-33

SALIR A SEMBRAR

Sembremos, para que germinen las semillas y den frutos de uno por mil, sembremos el Evangelio. Cumplamos nuestra labor, Saliendo a los campos, donde está la gente que nos necesita, sembrar en todo tiempo y todo lugar. En los caminos, entre espinos, por las piedras, en buena tierra, debemos predicar, pero con responsabilidad, preparando la tierra, anunciando buenas noticias.
Sembrar y regar, que el crecimiento lo da Dios, llevando frutos en multiplicación, muchos y abundantes, cumpliendo la voluntad de Dios. Sembremos en buena tierra, limpiando piedras y espinos, yendo más allá del camino, más allá de nuestra responsabilidad, entrando por las veredas, por las calles peligrosas, entre la gente pobre, marginada, enfermos y rechazados, hay que sembrar.
Limpiemos malezas, despejando obstáculos, dándole sentido al camino, refrescando las raíces secas, espantando pájaros de mal agüero, sembremos. Salgamos con responsabilidad como buenos sembradores, a sembrar.
Rev. Obed Juan Vizcaíno Nájera Pastor presbiteriano Maracaibo - Venezuela


Sábado 3 Celebración en Gálvez, 20,30 hs.
Domingo 4 Celebración en Hogar paraAncianos: 17 hs.
Domingo 11 Celebración en López, 18,30 hs.
Martes 13 Reunión de oración y estudio bíblico en Col. Belgrano. 18 hs.
Miércoles 14 Estudio Bíblico en Gálvez, 20,30 hs.
Jueves 15 Celebración en San Martín de las Escobas. 17 hs.
Sábado 17 Celebración en Gálvez, 20,30 hs.
Domingo 18 Celebración en López, 18 hs.
Sábado 24
Domingo 25
Martes 27 Grupo de Mujeres Colonia Belgrano:, 16 hs.
Viernes 30 Consistorio en Gálvez, 20,30 hs.

Este año nuevamente nuestra comunidad será sede de la Asamblea Presbiterial Ampliada, en la modalidad taller de formación. Para ello necesitaremos lugares para alojar a hermanos y hermanas de otras comunidades, así como disponibilidad para colaborar en las comidas y por qué no, participar de la propuesta de taller y celebración que se está organizando.

ESCUELA BÍBLICA


Col. Belgrano: Sábados 3 y 17 de 10 a 11,30 PRE ADOLESCENTES Y ADOLESCENTES en Col. Belgrano. Miércoles 7 y 21 17,30 a 19 hs.



Sin dudas, ser parte de la generación que recuerda y celebra 850 años del camino de testimonio iniciado por Valdo, es un gran privilegio. Como comunidad estamos trabajando y nutriéndonos de esa historia, de la que hoy somos protagonistas.
Estamos programando una serie de actividades que tendrán lugar en los últimos días de octubre y primeros de noviembre. Entre otras cosas queremos dejar un testimonio en el frente de las instalaciones de Colonia Belgrano, por los 850 años de los inicios del movimiento valdense, por los 141 de la llegada y fundación de Colonia Belgrano y por la declaración del complejo como patrimonio histórico y cultural por parte del Senado provincial. Ello implicara algunas impresos y obras. Entre ellas correr el monolito de bajada de luz de Belgrano, para en su lugar hacer un espacio conmemorativo que se constituya en la “esquina de los inmigrantes”. Estas obras tendrán costos, no previstos en el presupuesto, y por ello invitamos a que puedas sumarte con un aporte especial.
Para ello comunicarse con Elsa Long (3492 65-9780)

Acuérdense de esto: El que siembra poco, poco cosecha; el que siembra mucho, mucho cosecha. Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. Dios puede darles a ustedes con abundancia toda clase de bendiciones, para que tengan siempre todo lo necesario y además les sobre para ayudar en toda clase de buenas obras. 2 Corintios 9:6-8
Renovación del compromiso con la misión
Recordamos las palabras de Jesús cuando dice: “...id, y haced discípulos por todo el mundo...enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado...”.
Creemos que Dios en Cristo nos ha llamado para esa misión.
Jesús dijo: “Ustedes son testigos de todas estas cosas y yo les enviaré lo que el Padre prometió: el poder que viene de lo alto...y he aquí que yo estaré con ustedes, todos los días hasta el fin del mundo”.
Creemos que Dios nos da poder, nos acompaña y nos protege.
Red CLAI

Aún está presente en nosotros, aunque ya no nos dediquemos a
ello. Me refiero al ciclo de la siembra y la cosecha. El agricultor sabe que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono, control de malezas y agua suficiente. Algunas de estas variables dependen de él, otras están en manos de la misma naturaleza.
Se trata de sembrar la semilla, de la mejor manera posible, y aunque no veamos nada durante varios días, sabemos que es tiempo de espera, de espera paciente. Se sabe que a no ser que medie alguna sequía muy pronunciada, llegará el momento en que la semilla germinará y hará su ciclo de crecimiento, floración y multiplicación.

Todos, de una u otra forma, estamos involucrados en la siembra y cosecha. La vida misma es tiempo y oportunidad de siembra y de cosecha. El punto es que no siempre la realizamos con la misma actitud, no siempre se siembra y se cosecha con la misma postura. Quien haya prestado atención al texto bíblico, habrá notado que lo importante pasa por la actitud con la que sembramos o damos, y con la que más tarde debemos cosechar o recibir. Hay tres palabras claves que debemos atender: generosamente, alegremente y con desprendimiento.
Generosamente podemos sembrar y cosechar, porque en realidad todo es bendición de Dios. Nuestra vida, nuestra familia, la tierra, la semilla, el fertilizante, la lluvia, el sol, los vientos. Todo es una bendición de Dios. A través de Jesucristo nos ha mostrado, que nos ama y no nos quiere privar de su riqueza. Por medio de Jesucristo Dios nos hizo ricos, y es por eso que podemos sembrar generosamente. Por medio de Jesús vemos también que podemos cosechar generosa y abundantemente y alegrarnos por ello.
Allá en Corinto no sembraron escasamente, sino generosamente y también no por obligación, sino con corazones alegres. También el fruto tenemos que cosecharlo juntamente con ellos estando agradecidos y glorificando a Dios por sus dones generosos que colman nuestra vida.
En un mundo donde el egoísmo e individualismo abruman nuestras vida, la Palabra de Dios es una invitación al compartir, a sabernos y sentirnos comunidad.





Tomado del artículo Una historia del Valdismo Europeo Desde los orígenes hasta el siglo XV en Lectura Bíblica en el Movimiento Valdense. Publicación del Centro Emmanuel. Uruguay 1996.
CrisisyRenovaciónSituacióndel valdismoenelsigloXV
por Ricardo Ribeiro
A principios del 1400 d.C. el valdismo parecía agonizar. Después de dos siglos cuestionando el orden establecido sin poder transformarlo, sobrevivía, recor-dando un pasado lleno de ejemplos de fidelidad y miraba hacia un vago triunfo futuro, evitando la confrontación con el presente. Toda la vida espiritual se vive subterráneamente y se ha perdido toda iniciativa en la predicación. Rechazado por la iglesia dominante y acosado implacablemente por los poderes eclesiás-ticos y seculares juntamente, carece de un mínimo espacio para elaborar su propio pensamiento y para confrontar al catolicismo reinante.
Larevoluciónhusita
La revolución husita, al liberar una vasta zona europea de la presencia de la inquisición y de cualquier otra forma de intolerancia coercitiva, crea para los valdenses ese espacio indispensable para su vivencia pertinente, y les permite renovarse en vistas de su proyección al futuro. La revolución husita, más quizá que la reforma del siglo XVI, ha sido para el valdismo, determinante para su permanen-cia hasta el día de hoy. Recíprocamente, muchos de los contenidos del radicalismo husita no se explican sin tomar en cuenta la influencia valdense. Gonnet/Molnar dicen: "En cuanto a nosotros, estamos persuadidos de que en el seno del husitismo victorioso se ofreció a la antigua predicación valdense la ocasión de salir de la clandestinidad, de contribuir a la formulación de una teología husita, y de recibir a su vez impulsos vitales" (Les vaudois au Moyen Age, p.212).
Juan Hus y sus inmediatos seguidores

El propio Hus, profesor de la Universidad y lector de Wyclif, no podía sentir simpatía por una posición teológica ajena a todo método escolástico y consideraba al valdismo como un movimiento herético con el cual no quería ser confundido. Si deseaba ver al clero recuperar el ideal de la pobreza, lo hacía en nombre de la verdad de Cristo y no en función del valdismo. Sin embargo, una vez excomulgado debe abandonar Praga y predica por los caminos, por los campos, igual que los antiguos predicadores valdenses. Predica a un pueblo que acude a escucharlo, en una región donde algunas décadas antes se había manifestado simpatía hacia los valdenses incluso a nivel del castellano del lugar. A partir de la muerte de Hus y del triunfo del movimiento reformador en Praga, Jacobel de Stribo, el sucesor de Hus en su cátedra, toma oficialmente la defensa del valdismo, dando comienzo y lugar a una creciente solidaridad entre husitas y valdenses. Asimismo, llama la atención que la teología de Jacobel se corresponde notablemente, aun en lo formal, con la teología valdense tal como resulta de la correspondencia entre los valdenses de Austria y de Italia (Epístola Fratrum).

Los acontecimientos
La revolución husita se desarrolló a través de varias fases, en las cuales la presencia o influencia valdense tuvo mayor o menor peso. Comenzó con un levantamiento popular, contra el cual se estrellaron las fuerzas militares reunidas por el Papa. Sin embargo, el ala moderada del movimiento hizo las paces con Roma a cambio de algunas concesiones.
Ante ello, los más intransigentes se organizaron en torno a Tabor para continuar la lucha. Aunque finalmente fueron vencidos militarmente, esta revolución logró que, por primera vez en la historia de Occidente, quedara libre de la opresión papal una parte de la cristiandad. El movimiento taborita se convirtió en la Iglesia de la Unidad de los Hermanos Bohemios, la Unitas Fratrum.
Lainternacional
A todo esto, los grupos valdenses que en Alemania e Italia habían sobrevivido comenzaron a reanimarse. Por su parte, los teólogos taboritas reconocieron la importancia de la protesta valdense y sus opciones de vida.

Los taboritas no aceptaron todos los puntos de vista valdenses y éstos tampoco renunciaron a los suyos respecto de la revolución taborita, especialmente el aspecto violento de la revolución. Pero ambos se mantuvieron firmemente unidos, especial-mente en el campo de la teología. Por un lado, a través de los teólogos praguenses, la teología valdense llegó a los claustros universitarios. Por otro, la confesión taborita y otros escritos de procedencia husita fueron traducidos en "lengua valdense" y circularon profusamente entre las comunidades latinas.

Los husitas bohemios impulsaron la renovación del movimiento misionero entre las comunidades valdenses de Alemania, estrechando los lazos que los unían entre sí. Los ministros valdenses alemanes visitaban las comunidades en Bohemia. Unidos proyectaban un movimiento evangélico tendiente a extender-se por Europa, en las comunidades valdenses diseminadas por el continente. Molnar ha llamado a este proyecto la "Internacional Valdo-Husita".
La nueva situación determinó la transformación del ministerio itinerante de los "barbas" que comenzaron a ser personas con un relativo buen nivel de preparación, capaces de leer latín y conocedores de rudimentos científicos, maestros de la fe y difusores de cultura.
Al mismo tiempo la actividad de los "barbas" fue purificada y distribuida racionalmente, a menudo con base de operaciones en Bohemia; como Federico Reiser que la tenía en Zaapek y quien, junto con otros colegas, cubría un área que iba desde Cracovia hasta Basilea. El propio Reiser, ministro valdense itinerante, se integró al movimiento taborita y fue ordenado ministro taborita. Tras la revolución husita se reintegró al ministerio itinerante, visitando y reorganizando a la diáspora valdense, hasta que al fin fue arrestado en Basilea, condenado y llevado a la hoguera.

Anticonstantinismo
Federico Reiser, frente a sus inquisidores de Estrasburgo (1458 d.C.), identifica a los valdenses como los creyentes que, en el seno de la iglesia romana, desdeñan la donación de Constantino. Una afirmación tanto ecuménica como contestataria. No identifica a los valdenses con un nombre, una raza, una cultura, sino con una postura, una actitud. Y no aparte de la cristiandad sino dentro de ella. Incluso utiliza el nombre de "Iglesia Romana". Uno de los tratados valdenses "Esta es la causa de nuestro apartamiento de la Iglesia Romana" resume esta teología a la vez tolerante e intransigente: "Hay muchas cosas buenas, necesarias y útiles para la salvación de la Iglesia Romana: la confesión de la fe católica y apostólica, el símbolo de Nicea, el de Atanasio y aún las costumbres y la predicación cuando son conformes al Evangelio". Pero la cristiandad se convierte fácilmente en la iglesia maligna por el prestigio temporal que se arroga y sucumbe a la tentación del poder para hacerse la iglesia de la tiranía.

A mediados del siglo XII aparece el falso documento de la "Donación de Constantino", que los papas exhiben para afirmar la legitimidad del poder temporal que detentan. Según este documento Constantino confía al Papa y a sus sucesores el gobierno de la parte occidental del Imperio, con todos sus atributos y prerrogativas. Aunque falso, el documento traduce un hecho histórico: la "oficialización" de la iglesia por parte de Constantino subdividió la actitud de la iglesia frente a la sociedad; la iglesia se arrogó el papel de garantizarla. La iglesia no es ya el pueblo de creyentes que viven libremente su fe, sino cuestión de intelectuales, obispos, abogados y escribanos encargados de pensar y decidir las cosas de la fe en lugar del pueblo de los fieles.
La protesta de Valdo y sus seguidores inmediatos, aún cuando cuestiona la autoridad del clero para impedir la misión apostólica de los laicos, desconoce el tema de la donación de Constantino. No así los pobres lombardos, que relacionan y justifican su propia existencia con una opción anticonstantiniana. Ya en el siglo XIII afirman que los pontífices romanos no son sucesores de Pedro sino de Constantino. Que los emperadores romanos a partir de Julio César habían adquirido el imperio y su gloria por la violencia y la rapiña de modo que el Papa Silvestre, al haberlos recibido ilegítimamente, él mismo los tenía por vía de rapiña.
Durante el siglo XV el tema se generaliza en los medios valdenses como también en los bohemios. Tan importante es el tema que la leyenda va haciendo a Valdo el opositor de Silvestre, es decir, se lo retrotrae al siglo IV, llegando incluso a hacerlo contemporáneo del mismo, y a los valdenses, por tanto, los testigos que desde entonces se han mantenido rechazando la donación de Constantino, es decir, los recursos y las estructuras de poder. Esta desconfianza respecto de toda estructura de poder explica el por qué los lombardos se mantienen al margen de los conflictos de las comunas con el Imperio o el Papado, al mismo tiempo que se benefician de la relativa libertad que en la zona de Milán tuvieron durante un tiempo. Y asimismo, que los valdenses alemanes miraran con cierto recelo a la revolución husita, especial-mente cuando recurrió a la violencia, y constituyó una de las dificultades mayores en el proceso de adhesión a la Reforma del siglo XVI en tanto el protestantismo se establecía en Suiza por la decisión del poder civil.
Por nuestra parte estamos persuadidos que esta actitud anticonstantiniana está presente todavía, bien que en forma subliminal, en la conciencia de la comuni-dad valdense hasta el día de hoy, como resulta, por ejemplo, del Artículo 50 de la Disciplina General.
Hemos dejado para el final esta reflexión porque nos parece que el anticonstantinismo, ya presente en su forma larvada en la protesta y actitudes de Valdo, se fue desarrollando a través de los tres primeros siglos subsiguientes, llegando a su máxima expresión en el siglo XV, pero conservando una vía permanente, aunque no siempre tan clara, hasta el día de hoy


De semillas, de sembradores, de crecimiento, de cosecha. Jesús al pensar en el Reino de Dios, pensaba mucho en una semilla que crece, que se multiplica, en la tarea del sembrador, y en lo que la naturaleza hace por si mismo. También pensó en las malezas, y otros depredadores.







No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego constante.
También es obvio que quien cultiva la tierra se impaciente frente a la semilla sembrada y grite con todas sus fuerzas: ¡¡¡Crece, crece!!!"
Hay algo muy curioso que sucede con el bambú japonés y que lo transforma en no apto para impacientes: siembras las semilla, la abonas y te ocupas de regarla constantemente. Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto, que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles.
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de solo seis semanas la planta de bambú crece...¡más de 30 metros!, ¿tardó solo seis semanas crecer?. No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas para desarrollarse.

Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de 7 años.
Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas veces tratamos de encontrar soluciones rápidas, soluciones apresuradas sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y qué este requiere tiempo.
Quizás por la misma impaciencia, cuando aspiramos resultados a corto plazo, abandonamos súbitamente justo cuando ya estábamos a punto de conquistar la meta. Es tarea difícil convencer al impaciente que solo llegan al éxito aquellos que luchan en forma perseverante y saben esperar el momento adecuado.
De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo. Y esto puede ser extremadamente frustrante.
En estos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar -en tanto no bajemos los brazos-, ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperamos, si está sucediendo algo dentro nuestro, estamos creciendo, madurando.
Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.
El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación. Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros. Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia.
"La vida a veces es el bambú, ¿creciste?".

Jesús dijo también: «Con el reino de Dios sucede como con el hombre que siembra semilla en la tierra: que lo mismo da que esté dormido o despierto, que sea de noche o de día, la semilla nace y crece, sin que él sepa cómo. Y es que la tierra produce por sí misma: primero el tallo, luego la espiga y más tarde los granos que llenan la espiga.Y cuando ya el grano está maduro, lo recoge, porque ha llegado el tiempo de la cosecha.» Mc. 4:26-29
