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DE LA SOBREOFERTA

con una baja de los precios en términos reales, baja que se puede moderar si el clima acompaña y el criador recupera algún margen de maniobra.

Tactos

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Se van conociendo los primeros resultados de los tactos, con resultados muy disímiles. En el caso de zonas que zafaron de la seca, o que los vientres recibieron servicio en buen estado corporal, las caídas en los porcentajes de preñez son mínimas, especialmente en los campos «organizados», con servicio estacionado y con un plan sanitario riguroso. Dentro de estos casos de caída nula o mínima de la preñez, están aquellos -cada vez más frecuentes- en los que la vaca es suplementada o incluso alimentada antes o durante el servicio. Pero en la mayoría de los casos que conocemos, y que corresponden a servicios octubre-diciembre, o incluso extendidos a enero, la caída en la preñez se ubica en los 10-12 puntos porcentuales, con casos extremos -campos «problema»- donde la preñez no habría superado el 50%.

Donde no hubo seca, y hubo un buen nivel tecnológico, los índices fueron normales o apenas por debajo de lo normal (90-92%), pero en una muestra más amplia la caída de la preñez que estamos detectando en todo el país es muy significativa.

Los tactos están atrasados porque en muchos casos se alargó el servicio, y porque el calor extremo desaconseja hacer trabajos de manga y movimientos de hacienda, teniendo en cuenta además el precario estado corporal de las vacas. Un experimentado veterinario, que administra campos en el norte del país, nos dice que este año en los campos donde no se hizo nadapor ejemplo destete precoz- la caída de la preñez será muy fuerte. «En muchas zonas del Norte, este es el cuarto año consecutivo de seca; en los servicios tempranos, con la vaca todavía en buen estado corporal, la preñez cayo entre 4% y el 6%, pero en los campos con servicio continuo o con servicio noviembre-enero, la caída superaría los 15-20 puntos. Enero fue un desastre».

Otro factor que puede afectar la parición del segundo semestre del 2023 es el creciente número de vacas que se están enviando ahora a faena, con o sin tacto previo. De acá a mediados de año, llueva o no, se espera una oferta muy elevada de vacas de refugo. La mayoría de los criadores se dejó estar, esperando las lluvias, y hoy necesita imperiosamente aliviar la carga, de cara a un invierno que lo encontrará con la receptividad del campo un 30-40% por debajo de un año normal.

Además, se teme una mortandad de vacas muy superior a la habitual para el próximo invierno, habida cuenta del estado actual de los vientres, el estado de los campos y la falta y el costo de las reservas forrajeras.

Seguimos pensando, pese a que todavía falta mucha información de tactos, que recién comenzaron, que la

Precios promedio mensuales de vacas gordas y conserva en el Mercado Agroganadero. En pesos corrientes.

Año 2020

Vaca gorda equivale a la vaca Buena. Vaca Industria equivale a la vaca conserva (en el mercado está la conserva buena e inferior. En este caso se calculó en promedio).

parición 2023 podría ser de 7 puntos porcentuales inferior a la anterior (2022), la cual, de acuerdo a los resultados de la Segunda Campaña de Vacunación contra la Aftosa de la primavera pasada, habría sido de 600 mil crías mayor a la de 2021.

Inflación

En los últimos doce meses, de marzo del 2022 a marzo del 2023, y mientras la inflación (IPC) fue del 102%, un Indice Ponderado de Insumos Ganaderos (Personal, Pasturas, Verdeos, Silo de maíz, Rollos, Maíz, Alambre, Gasoil) se incrementó un 96%. También en los últimos doce meses, el novillo en el MAG subió un 56%, el novillito un 67%, la vaca gorda un 27% y la conserva buena un 13%, mientras que el novillo Hilton lo hizo un 66% y el ternero de invernada sólo un 30%.

También de marzo a marzo el dólar oficial se incrementó un 81%, y el dólar «blue» lo hizo un 88%.

Con una inflación que supera el 100% anual, los costos ganaderos siguen muy de cerca al IPC, mientras que los precios de las categorías que vende el criador (vaca de refugo, ternero de invernada) se han retrasado sustancialmente, si bien a partir de precios reales récord históricos, como los que se registraban hace justo un año.

Vacas

En febrero último, se faenaron 221 mil vacas, un 11% más que igual mes del año pasado, y un 21% más que en febrero del 2021. La oferta de esta categoría tiende a acelerarse a causa de la seca: la faena diaria en febrero fue un 22% más alta que en el mes anterior, y en marzo se estaría incrementando marcadamente.

Comparando los registros de faena de vacas para el mes de febrero del período 2003-2022, se observa que el mínimo se da en el 2003, con 121 mil animales, y el máximo en el 2008, con 252 mil cabezas, ubicándose el registro de febrero pasado (221 mil vacas) más cerca de los períodos de liquidación que otra cosa.

El máximo de faena de vacas, para cualquier mes del año, se dio en junio del 2009, con 364 mil vacas sacrificadas. En el 2010 el ciclo ganadero se dio vuelta, y la faena de vacas promedió las 173 mil cabezas mensuales.

Es posible que la faena de vacas se incremente acentuadamente en los próximos meses, hasta tocar un pico máximo en junio-julio, momento en que podría alcanzar las 300 mil cabezas mensuales. Esta sobreoferta puntual caería abruptamente si se produjeran en los próximos meses lluvias «generalizadas, abundantes y sostenidas». De revertirse la situación climática, la faena de vacas en el segundo semestre podría caer hasta la mitad del pico estacional de mediados de año.

Fob

El precio FOB promedio de las exportaciones de carne vacuna del Uruguay, que tomamos como un indicador aproximado de la evolución de los precios internacionales -desde una óptica sudamericana-, pasó de unos u$s 5.473 dólares por tonelada (res con hueso) en mayo pasado a unos u$s 4.040 en diciembre último, representando esto una caída del 26% en siete meses.

En febrero último, este índice muestra una recuperación, de la mano de una mejora en los valores del Hilton y en menor medida de China, para ubicarse en los u$s 4.450 por tonelada, un 10% por encima de diciembre último, pero todavía un 18% por debajo del pico de mayo del 2022.

En el período 2009-2022, el precio promedio FOB de las exportaciones uruguayas fue de u$s 3.723 por tonelada, con un mínimo de u$s 2.391 en enero del 2009 y un máximo de u$s 5.473 en mayo del 2022.

Se le preguntó hace poco a un consultor australiano por qué tomaba el FOB uruguayo como referencia, y no el FOB de Argentina, y contestó que en el caso de nuestro país había un problema claro de subfacturación de las exportaciones, y que además las estadísticas de Argentina incluían en los registros de exportación de carne la venta de hueso con carne -principalmente a China-, cosa que los otros países exportadores no hacen.

Unión Europea

Un reciente documento del USDA pronostica una menor producción de carne vacuna de la U.E., con una recuperación de las importaciones a los niveles previos a la pandemia. Para el año 2023 se calcula que las importaciones llegarán a las 420 mil toneladas, contra 400 mil toneladas del año pasado y 321 mil toneladas del 2021. Para este año, y como consecuencia de que la U.E. proyecta exportar 640 mil toneladas de carne vacuna, y 920 mil animales vivos, el balance de la Unión Europea será fuertemente positivo. Los costos crecientes en materia de alimentación del ganado y de la energía, y las crecientes restricciones medioambientales impuestas a la ganadería, están provocando desde hace años una caída sostenida tanto en el número de productores como en el volumen de carne producida, que se reduciría en el 2023 por quinto año consecutivo. Las autoridades parecen resignadas ante esta continua caída en la producción de carne vacuna, «poniendo todo el énfasis y los recursos en sostener y ayudar a los productores más chicos». El precio de los alimentos balanceados ha aumentado un 170% en los últimos 20 años.

«La falta estructural de rentabilidad de las explotaciones de carne y leche se ha visto agravada por la suba de los precios del alimento para el ganado y de la energía que trajo la guerra en Ucrania». Los productores tienen en promedio una edad muy avanzada y no hay a la vista sucesores en los campos. «Las personas jóvenes, máxime si tienen algún título, no quieren ir a cuidar un puñado de vacas al campo, a menudo lejos de todo».

La caída más pronunciada se da en el rodeo europeo de vacas de carne, al tiempo que la nueva Política Agrícola (PAC) ha impactado muy negativamente en la rentabilidad de los feedlots. Las exportaciones de ganado en pie, ítem tan importante en los últimos veinte años, enfrenta ahora unas nuevas y estrictas reglamentaciones comunitarias de bienestar animal, con una presión creciente de las Asociaciones Europeas de Bienestar Animal, todo lo cual -según se pronostica- traerá una caída en el número de animales vivos vendidos al exterior.

Uno de los grandes logros que había mostrado el negocio desde el inicio de este año había sido la recomposición de precios para la hacienda gorda. El impacto, más allá de que los valores reales nunca pudieron enmendar el proceso erosivo por la chatura comercial del 2022, había sido uno de los temas que trascendieron el debate sectorial. Pero siempre puede haber sorpresas cuando se trata de esta particular actividad, donde las causales capaces de inferir en la esencia de los procesos, son múltiples. Hemos visto en medio de una de las sequías más fuertes de la historia cómo se pasó del interés apoyado en la insatisfacción de la demanda a una chatura en el desarrollo, sin escalas. Así de simple. De un día para otro el proceso viró de tal manera que nos pone en el desafío de interpretar las razones del cambio de postura de aquellos actores que están relacionados con el consumo interno y la exportación, pues los efectos nocivos se terminaron por derramar en todas las direcciones.

Cuando uno se pone a escuchar con atención el sonido de aquellas campanas, se desprende que los efectos de la ola de calor resultaron determinantes. Los que vuelcan su producción al consumo interno revelan que las ventas sufrieron caídas importantes en los últimos días, no sólo por la mala predisposición de los consumidores por el desafío de la cocina o las parrillas, sino por los sucesivos cortes del servicio de la energía eléctrica. Aquel que compra, lleva lo justo y necesario para la ocasión, por obvias razones de conservación. En el caso de la exportación, lo que aducen los operadores de esta industria es que, así como se adelantó la zafra de terneros por la sequía, también lo hizo el criador con sus vacas improductivas. La masividad de estas remesas con destino a faena generó un cuello de botella que repercutió en la calma asumida, con evidentes perjuicios económicos para los remitentes.

La primera semana de esa quincena en cuestión contó con ofrecimientos moderados -algo más de 24 mil vacunos-, que se presentaron con una característica descendente a lo largo del segmento. Esta particularidad en los niveles de encierre le dio la posibilidad de vender lotes calificados con mayor fluidez sobre el cierre, donde coincidió una clara ausencia de lotes de vacas, las cuales hasta el miércoles previo se habían ofrecido en demasía, a precios realmente deprimidos -probablemente se haya llegado en aquella instancia a los pisos comerciales de los últimos meses-. En el global del período, las vacas se quedaron con el 36,5% del total embretado. El valor promedio de estos conjuntos fue de $205,20 -el derrumbe con relación al promedio logrado en el mes de febrero fue del orden del 29,5%-. Lo que llama todavía más la atención de este nivel de involución es que si comparamos el promedio de las vacas negociados en el ámbito de Liniers durante la primera semana comercial completa de marzo del año pasado, estos lotes muestran apenas una mejora del orden del 9,5%. Al resto no le resultó mucho más fácil. Los novillos se quedaron con el 12,3% del volumen expuesto en ese primer período del mes. Se empezó a construir una tónica de mucha selectividad, pero bajo ese contexto primó la calma, que postergaron los precios a un promedio de $419,20 -la caída con relación a la media de febrero para esta referencia fue del 4%-. En el caso del consumo liviano, hubo un reparto casi equitativo entre vaquillonas y novillitos, que en la suma aglutinaron un 47% del volumen total encerrado. Bajo el paraguas selectivo de la demanda hubo excepciones por lotes especiales de feedlot, que se colocaron con mucho interés y cotizaciones destacadas, aunque sin alcanzar los techos pre-establecidos. Los novillitos alcanzaron un promedio de $458 y las vaquillonas de $441. Con relación a febrero, las mermas fueron del 0,8% en ambos casos.

La segunda semana completa de marzo contó desde el inicio con volúmenes destacados, a tono con lo que se venía ofreciendo previamente. La demanda desnudó un comportamiento mucho más selectivo del que se había encargado de asumir, con nuevas consecuencias en los resultados de los negocios. Lo que se negoció mejor fue la vaca en general, con una conserva fundida que pasó a costar $180 el kg en pie, cuando durante el período previo se habían llegado a vender con un piso de $150. El precio promedio de estos lotes fue de $219 -la recomposición resultó del 6,8%, comparado con el de la primera semana de este mes-. El novillo tuvo una tónica comercial tranquila, igual que las remesas de consumo, donde lo único que se despegó con fluidez fue un puñado de lotes excelentes, aportado por engordadores reconocidos en el ámbito del mercado.

Todo está discutido y el aspecto climático juega una de las cartas más determinantes de este juego, pues no sólo condiciona las decisiones de los dueños de la hacienda, sino que tiene una clara incidencia en los comportamientos de consumo.

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