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4 El desafío de las migraciones

«Las personas migrantes, refugiadas, desplazadas y las víctimas de la trata se han convertido en emblema de la exclusión porque, además de soportar dificultades por su misma condición, con frecuencia son objeto de juicios negativos puesto que se las considera responsables de los males sociales».

Papa Francisco, Jornada mundial del migrante y del refugiado, 2019

El Papa propone un camino de acogida integral a los migrantes y refugiados: acoger, proteger, promover e integrar. Frente al cierre de fronteras, frente a los populismos y al avance de ideologías xenófobas, los cristianos estamos llamados a vivir una auténtica conversión, un cambio profundo de nuestras actitudes y valores como miembros de las sociedades en las que vivimos.

El principio fundamental en el que se inspiran estos cuatro verbos es la caridad. La amistad social, en otras palabras, la solidaridad, es un principio básico de la Doctrina Social de la Iglesia. La solidaridad nos remite a la igualdad de todos los seres humanos en dignidad y derechos, y a la interdependencia de unos con respecto a otros. No es posible vivir de espaldas los unos de los otros. El principio de solidaridad, pues, nos invita a establecer relaciones justas entre las sociedades y los individuos, por lejanos o desconocidos que nos sean.

❯ Acoger

Se debe hacer de forma integral, esto es, poniendo a disposición de los migrantes espacios dignos, servicios que den una respuesta global a sus necesidades, desde el acceso a la alimentación, salud, higiene y bienestar, hasta los medios técnicos y jurídicos para facilitar su integración.

❯ Proteger

Se debe ofrecer a los migrantes una protección legal y jurídica, tanto en sus países de origen, de tránsito o de destino. Existen situaciones que muestran la vulnerabilidad a la que están expuestas millones de personas en todo el mundo como, por ejemplo, los menores que son separados de sus madres al llegar al destino o las personas que solicitan asilo y que tienen que esperar largos años hasta que se resuelven sus solicitudes.

Promover

Es necesario defender el acceso a los derechos humanos de todas las personas en condiciones de igualdad, incidiendo en los países de origen, desde políticas de desarrollo integral de las personas. Urge promover políticas de inclusión social y laboral en los países de destino. Hoy existen en las fronteras de nuestra Comunidad Europea campamentos de refugiados y migrantes que, en realidad, son grandes bolsas de exclusión social.

Integrar

Es indispensable creer y hacer posible una nueva sociedad basada en el ideal de la fraternidad universal. No se trata de renunciar a la propia identidad por parte de la sociedad que acoge. Tampoco de crear guetos donde los migrantes vivan aislados del resto de la sociedad. Integración es suma; es, en definitiva, vivir un ideal: el del amor que va más allá de una serie de acciones benéficas, un amor al otro por ser quien es.

«Solo en el cultivo de esta forma de relacionarnos haremos posible la amistad social que no excluye a nadie y la fraternidad abierta a todos» (papa Francisco, Fratelli tutti, n.o 94).

Sor Lucía Caram es una monja dominica argentina que vive en el convento de Santa Clara de Manresa (Cataluña). Desde allí ha iniciado la Fundación del Convento de Santa Clara, que acoge y ofrece espacios para la integración de familias vulnerables. Nos asomamos al monasterio para conocer su proyecto #Invulnerables.

«Cuando en 2015 el papa Francisco visitó Filipinas, en un encuentro con jóvenes, una niña de 12 años le preguntó con lágrimas en los ojos: “¿Por qué Dios permite que haya niños abandonados por sus familias y muchas víctimas de las drogas o la prostitución?”. Y el Papa, en un ataque de sinceridad, le respondió: “Hoy has hecho la única pregunta que no tiene respuesta”.

Sor Lucía Caram afirma que se trata de “un maldito misterio” para el que no tenemos respuesta “y solo podemos abordarlo desde el compromiso para cambiar esta lacerante realidad”. Y este es el objetivo del proyecto #Invulnerables, que nació en enero de 2016. Se trataba de romper el círculo intergeneracional de la pobreza, de trabajar por la igualdad de oportunidades y de promover la colaboración público-privada.

A las familias beneficiadas se les pide un “compromiso de corresponsabilidad” (que estén con los niños, que los acompañen, que participen en talleres...) y un “retorno de la solidaridad” (acciones que pueden ir desde ayudar en la limpieza de un parque hasta habilitar un espacio para actividades). El modelo, antes de la pandemia, se quería llevar a otros puntos del Estado en alianza con el padre Ángel y sus Mensajeros de la Paz.

Lucía Caram utiliza las palabras de la madre Teresa de Calcuta para responder a la pregunta de la niña filipina: “La pobreza no la hizo Dios, sino que la hacemos tú y yo cuando no compartimos”. Y contra esa pobreza infantil nace #Invulnerables».

Extracto «#Invulnerables: contra la pobreza infantil», en La Vanguardia, 2020

1 ¿Conoces otros proyectos de acogida que se hayan puesto en marcha en tu comunidad autónoma? Busca alguno, ponte en contacto con los responsables y concierta una entrevista. Presenta en clase formas de colaborar en él.

2 El padre Ángel y Mensajeros de la Paz llevan a cabo programas de integración de las personas más vulnerables. Busca información y realiza un dosier con sus proyectos que más te han llamado la atención.