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César Bazán: “La fe pública da seguridad a los contratos
César Bazán Naveda, exdecano del Colegio de Notarios de Lima, explica la importancia del rol del notario en nuestra vida cotidiana, más aún sobre la función que han cumplido durante la pandemia al formalizar empresas, celebrar contratos o transferir bienes. “Durante todo el tiempo que hemos estado aislados, nos hemos dado cuenta que la contratación se detuvo y que la falta de confianza al momento de contratar necesitaban solventarse. Y por eso los notarios volvimos a nuestros trabajos con el propósito de insertar nuevamente ese concepto de seguridad jurídica en el momento de hacer los contratos, la formación de empresas, los acuerdos de las asociaciones, etc., que permitan que la vida continúe libremente en nuestro país.
¿Qué tan importante es un notario en la vida del empresario?
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Empecemos por la vida normal de cualquier persona. El acto jurídico significa que hay una relación de derecho en una persona, y por ejemplo, celebramos un contrato de compra-venta con usted. Y, por supuesto, esto está generando la transmisión del derecho de propiedad que usted me estaba vendiendo y la transmisión del dinero que yo le estoy pagando. Entonces, eso significa que hay una relación de derecho manifestada voluntariamente. Y entonces ese acto jurídico requiere de cuatro elementos esenciales: la capacidad de las partes, la posibilidad de poderse realizar el derecho, el fin lícito y la forma. La forma significa la exteriorización de la voluntad. Alguien escucha y con eso se forma el contrato, pero como alguien escucha, puede olvidarse o simplemente negarlo después. Para que no suceda se utiliza a una persona que es depositaria de la fe pública y que puede dejar constancia permanentemente en el tiempo que esa voluntad se manifestó. Ese es el papel que el notario va cumpliendo con todas las actividades comunes que se refiere a la vida humana. Eso va más allá, porque en el mundo del comercio, para hacer la circulación de la riqueza, nos juntamos varias personas para hacer negocios y formamos una sociedad. Esa manifestación de voluntad se lla-
“La fe pública da seguridad a los contratos”
celebrar el acto
jurídico ante un notario para dejar constancia permanente de un acuerdo
voluntario
ma el contrato de sociedad. Porque usted pone una parte de dinero y yo pongo otra parte de dinero. Aportamos nuestros bienes, pero después tenemos que saber cómo nos vamos a repartir los bienes, las utilidades y hasta dónde estoy comprometido yo como gerente y usted como dueño, como miembro del directorio. Tenemos que establecer todas las condiciones de la relación patrimonial ahora que estamos en armonía para que después no haya problemas, porque cuando haya problemas ya no nos vamos a poner de acuerdo, iremos al juez y pelearemos. Entonces, lo que se trata es de generar esa circulación de riqueza con seguridad y con la participación de todos nosotros. Y eso también implica que la gente se formaliza, que los actos jurídicos, las relaciones comerciales, van a tener seguridad para usted, para mí y para todos que contacten con un notario.
Esto es muy importante, el acto jurídico como una manifestación de las voluntades.
Claro, es que el acto jurídico es la realidad de todos los días. Nosotros no nos vamos, por ejemplo, al
Un notario requiere de tres requisitos fundamentales: ser una persona honesta, porque sin honestidad no hay nada; tener vocación de ayuda a las personas; y tener conocimientos. En ese orden.
ir a otra parte de Lima tomamos el tren eléctrico, un bus o un taxi. Eso es un acto jurídico. Nosotros, por ejemplo, nos levantamos en la mañana de nuestra casa, usamos el agua y tenemos que pagar lo que consumimos. Eso es un acto jurídico. Yo diría que un 99% de esos actos jurídicos se cumplen y se realizan porque están hecho en base a la confianza, a la seriedad que dan los contratos y la formación de vida a través del servicio notarial. Y solamente un 1% vienen a ser los benditos problemas de estafa o los problemas después de discusiones entre las partes. Todos los días y a todas horas celebramos los actos jurídicos, los contratos y sin embargo no nos
Ayudar a hacer un testamento no tiene precio
“Una cosa que me ha enorgullecido mucho en estos últimos días por el servicio que el notario presta, es que he podido hacer el testamento de dos personas que se encontraban desahuciadas, lúcidas pero desahuciados. Una es una persona muy joven que el cáncer la tiene ya desde su casa, porque solución en el hospital o en la clínica ya no tiene. Y ese acto se realizó mediante un testamento, ordenó todo lo que tenía en su vida, ordenó a quiénes les iba a dejar porque no tenía esposo ni hijos. Después de haberlo hecho pude escuchar de sus palabras y ver en sus ojos el agradecimiento, porque podía decir ‘ya puedo morir en paz’. Esos son actos que en la vida diaria nosotros recibimos y que, sin embargo, no tienen precio, por lo que significa para una persona ayudar a otra a que ese momento trascendental la haga con el descanso, con la tranquilidad, para que nosotros nos sintamos no solamente gratificados de nuestra función, sino que somos humanos. Por tanto, una profesión es la vocación, es la sensibilidad y el desprendimiento común como persona, al poder servir y ayudar al prójimo desde la profesión que uno ejerce”. Un 99% de actos jurídicos se cumplen y se realizan porque están hecho en base a la confianza, a la seriedad que dan los contratos y a través del servicio notarial. Solo un 1% vienen a ser los benditos problemas de estafa o los problemas después de discusiones entre las partes

damos cuenta porque lo cumplimos. ¿Cuándo nos damos cuenta de su importancia?, cuando no los cumplimos, cuando vienen los problemas. La función notarial nos da seguridad, porque es justamente el depositario de la fe pública.
El papel del notario es muy importante para el empresario.
Se ha visto con estos benditos temas de la pandemia. Usted quiere comprar y yo quiero vender, sin embargo estamos alejado porque no podemos tener reuniones. De repente uno se encuentra aquí o otro se encuentra en otro lugar del país, etcétera. Y entonces tenemos que utilizar poderes al utilizar a personas para que esos contratos se puedan realizar. Todos esos actos de la vida diaria están metidos entre nosotros y ahí es donde interviene no solamente el acto notarial, sino la formación jurídica del notario para encontrar la respuesta correspondiente a aquellas cosas que se necesitan.
¿Qué cualidades debe tener un notario?
Se necesita cumplir tres requisitos fundamentales. Primero, ser una persona honesta, porque sin honestidad no hay nada. Segundo, tener vocación, porque si no hay vocación no se entenderá el sentido de que un notario siente en el momento en que ayuda a una persona a hacer su testamento. Y tercero, tener conocimientos. Pero en ese orden, sin honestidad no hay absolutamente nada. Así tengas muchos diplomas, muchos títulos, muchos doctorados, muchas maestrías. Si no es un hombre honesto, no vale nada.
En el mundo empresarial hablamos de la marca personal, en la Biblia hablamos del buen nombre.
Sí, claro, el buen nombre es algo que nuestros padres nos decían hace mucho tiempo. No sé si lo seguirán diciendo. No tengo muchas riquezas, pero te dejo tu educación y mi apellido, mi apellido, mi buen nombre, la tradición de que somos personas honestas, que somos personas buenas, que actuamos bien, que somos respetables porque no buscamos hacer el mal absolutamente a nadie. Esa tradición del buen nombre, de la honestidad, que en el derecho comercial se llama el buen comerciante, que es el equivalente al buen padre de familia, no debemos perder nunca, porque es la base esencial de esta y de cualquier otra sociedad.