GASTROLAB / DOMINGO ÁLVAREZ HERRERÍAS EDITOR ESCAPADA H
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FORMACIÓN. Elisa Díaz Castelo estudió Letras Inglesas en la UNAM. Foto: cortesía Sexto Piso / Natalia del Carmen.
Heridas
¿Qué ocurre cuando el pasado —incluso aquel que desconocemos— sigue habitando nuestro presente? Esa pregunta atraviesa Malacría (Sexto Piso, 2025), primera novela de Elisa Díaz Castelo (Ciudad de México, 1986). Una obra construida a partir de los silencios familiares y de las heridas que no se nombran, pero que continúan marcando los cuerpos, los vínculos y la forma en que se percibe el mundo.
La historia comienza con la desaparición de la madre de Ele, quien sale a la calle una mañana, después de alimentar a los perros, y ya no regresa. Ele emprende su búsqueda acompañada de Jeni, la pareja de su madre, y de Valeriana, una perra que se convierte en personaje clave, “casi un faro que guía entre memorias fragmentadas”. Lo que encuentran, sin embargo, son retazos de un pasado incompleto, “piezas de un rompecabezas que se resiste a completarse”.
La desaparición detona la revelación de un trauma heredado que ha pasado de generación en generación, pero que nunca ha sido nombrado: el silencio. Un trauma atravesado por la violencia, la enfermedad mental, la ambivalencia de la maternidad y la represión emocional. A partir de ahí, la autora indaga cómo ese dolor se transforma y se transmite en las relaciones entre madres e hijas.
ENTRE POESÍA
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“En resumen, lo que las mujeres de esa familia padecen son enfermedades vinculadas al silencio de los actos que callan —ya sea por miedo, dolor o costumbre—; un sufrimiento que no se hereda como historia sino que se manifiesta en el cuerpo: crisis, heridas emocionales, formas de habitar el mundo que revelan un dolor profundo, aunque nadie lo haya contado”, explica Díaz Castelo. Malacría, dice, “dialoga con una tradición literaria que fragmenta la historia y la cuenta desde múltiples voces como El asesino ciego de Margaret Atwood o Ada o el ardor de Vladimir Nabokov, por lo que la novela narra, pero también cuestiona entrelazando documentos, recuerdos rotos y perspectivas diversas”.
La escritora nació en la CDMX en 1986. Autora de poesía, su bibliografía incluye los libros Principia (2017), El reino de lo no lineal (2020) y Proyecto Manhattan (2021). 1
Por
Azaneth Cruz azaneth.cruz@elheraldodemexico.com
Más allá de su estructura, la novela es también un retrato generacional de la experiencia femenina en México, a través de tres generaciones de mujeres, quienes abordan temas como el cuerpo, la salud mental, el duelo, el deseo y la maternidad. “Los vínculos familiares, si se miran de frente, son crudos y muchas veces dolorosos. Por eso tendemos a suavizarlos o a domesticarlos. Malacría nos obliga a mirar con claridad”.
El título mismo de la novela alude a esa incomodidad, es tanto una condición corporal como un estado emocional y simbólico.
• Azaneth Cruz ¦ Letras y lecturas
EL AMOR
EN TIEMPOS DE CRISIS
LA NUEVA NOVELA DE ANDREA CHAPELA EXPLORA EL DETERIORO AMBIENTAL Y LA INCERTIDUMBRE QUE ESTA PROVOCA, INVITANDO AL LECTOR A REFLEXIONAR SOBRE EL PRESENTE Y LA FORMA DE ENFRENTAR EL DESASTRE
Por Azaneth Cruz azaneth.cruz@elheraldodemexico.com
Todos los fines del mundo (Random House, 2025), de Andrea Chapela (Ciudad de México, 1990), se adentra en un terreno complejo y urgente: la intimidad en tiempos de crisis global. Con una prosa contenida y humana, la escritora mexicana imagina un futuro marcado por el cambio climático, donde la incertidumbre se instala no sólo en la atmósfera, sino también en los vínculos, en el lenguaje y en el cuerpo.
La protagonista, Angélica, es una joven mexicana en Madrid, ciudad que se convierte en un personaje más de la historia.
“Bajo las estaciones desquiciadas, sobrevive preguntándose lo esencial: ¿Con quién pasar el fin del mundo? A su alrededor, Manu y Susana —vecinos, amigos, amores— representan para ella distintas formas de afecto, compañía y deseo, donde el triángulo emocional juega la posibilidad, mínima, pero luminosa, de resistir el derrumbe”, cuenta.
Chapela escribió el primer borrador en noviembre de 2019, antes de que la crisis sanitaria mundial, provocada por la pandemia de Covid-19, redefiniera el concepto de normalidad, aunque revela que la semilla de la novela fue una inquietud ética y literaria: “¿Cómo narrar el cambio climático sin caer en el discurso catastrófico?, ¿qué puede decir la ficción cuando los datos ya no bastan? Pensé durante meses en cómo escribir sobre nuestra incapacidad de actuar, en el miedo que eso genera. Por eso esta historia habita esa tensión: entre nombrar y callar, entre confort y conciencia”.
Aunque hay ecos autobiográficos, la elección de Madrid como escenario no fue casual, es la ciudad en la que vivió Chapela, ahí pensó y se cuestionó sobre el amor, la amistad y los afectos en un contexto de crisis: “Era imposible separar la historia de esas calles”.
Además, la novela dialoga con obras como Mugre rosa de Fernanda Trías, quien también explora el colapso desde la cotidianidad. “Todos los fines del mundo se distingue por una narrativa que apuesta por la esperanza, porque cuando el mundo se fractura, nuestras vidas también lo hacen… Ahí, en medio del desorden, es donde podemos repensar lo que significa cuidar, acompañar y transformar”, dice.
En este sentido, la escritora aborda también el papel de las mujeres en la construcción de otros
FICCIÓN Y CRÍTICA
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Chapela se enfoca en géneros como la ciencia ficción especulativa y el ensayo literario. Su obra explora temas como la tecnología y el lenguaje con una mirada crítica. En 2021 fue seleccionada como una de los 25 mejores narradores jóvenes en español.
futuros: “No toda la responsabilidad recae sobre nosotras, pero hemos sostenido muchas estructuras, biológicas e históricamente. Podemos ser rayos de imaginación para crear lo que todavía no existe”.
Y señala: “Es también una reflexión sobre el propio acto de escribir. Es un juego entre quien escribe y quien lee. Te cuento una historia que no existe, pero que habla de lo que significa estar vivos”.
AULAS. Estudió Química en la UNAM. Foto: cortesía RHM / Fabiola Menchelli.
• Alida Piñón ¦ Letras y lecturas
TRAYECTO. Fue becario de la Fundación Nuevo Periodismo Latinoamericano, creada por Gabriel García Márquez. Vive en CDMX. Foto: cortesía Alfaguara / Atonatiuh S. Bracho
Resignificar
la paternidad
Por Alida Piñón alida.pinon@elheraldodemexico.com
El escritor y periodista Gastón García Marinozzi (Córdoba, Argentina, 1974) vuelve a escena con Instrucciones para matar al padre (Alfaguara, 2025) donde, desde la forma híbrida y la sensibilidad, explora tres grandes temas universales: la paternidad, la orfandad y la migración.
La obra nace de una experiencia íntima: la muerte de su padre, pero lejos de quedarse en lo autobiográfico, se expande hacia una reflexión generacional, literaria y existencial: “El origen fue el duelo
por la muerte de mi padre, aunque siempre aclaro que el libro no es sobre él, ni sobre mí. Pero sí está ahí como el germen de toda esta historia”, señala A partir de esa pérdida, comenzó un proceso de escritura que se alimentó tanto de lecturas como de vivencias: “Empieza como un diario de lectura... y también de mi vida”. El autor construye un relato “como de patchwork, de retazos y atmósferas distintas” que mezcla la memoria, la ficción y la crítica cultural. Es un libro híbrido que mezcla géneros como el ensayo, el diario personal y la creación literaria. Lo que al principio fue un duelo personal se convirtió en una meditación más amplia sobre las formas en que hombres y mujeres de su generación han comenzado a cuestionar y reescribir su propia identidad, especialmente en relación con la figura paterna.
“Estamos en una generación que se está preguntando demasiado sobre las cosas de la vida y eso también nos hace más responsables ante la relación entre padres e hijos”, comenta.
Uno de los ejes que atraviesa el libro es el concepto freudiano de “matar al padre”, un acto simbólico de liberación y autodeterminación. García Marinozzi lo explica así: “Es el sacrificio de un dios que se hace para tomar las riendas de la propia vida. Es la adultez misma. La orfandad que surge de ese acto no es una tragedia, sino una forma de independencia”.
Otro de los grandes temas es la migración, vivida como una forma de “parricidio geográfico”. El autor explica que para poder echar raíces en un nuevo destino, muchas veces es necesario “matar a la patria”, o al menos dejar atrás su peso. “No digo perder las raíces, ni mucho menos, pero si cargas todo el peso del origen, es imposible moverte. Hay que viajar lo más liviano posible”. Desde esa perspectiva, García Marinozzi sostiene que la identidad no es fija, sino un proceso en constante revisión. Y en esa revisión propone una mirada más compasiva hacia los migrantes, cuestionando el discurso que los responsabiliza de los males sociales: “Está comprobado que un migrante siempre aporta valor económico, social, cultural, y nos estamos acostumbrando a verlos sufrir en tiempo real, como si fuera parte del noticiero”. Frente a la figura del padre autoritario o ausente —frecuente en la literatura latinoamericana, desde Pedro Páramo hasta los dictadores de la novela del boom—, el libro propone una relectura del padre contemporáneo, más consciente de sus emociones y de su rol. “Yo creo que quienes hoy hablamos de la paternidad lo hacemos tratando de observar y reivindicar una nueva forma de ser padre, muy distinta a generaciones anteriores”, apunta. Finalmente, el escritor reconoce que el título es una provocación: “El duelo también tiene que tener humor. Si solo fuera dolor, ya sería una enfermedad. Por eso el tono del libro no es solemne, va del amor al humor, de la tristeza a la música. Así es la vida”.
A PARTIR DE SU PROPIO DUELO, GARCÍA MARINOZZI A BORDA LA MUERTE SIMBÓLICA DEL PADRE COMO UN CAMINO A LA LIBERTAD ENTRE NARRAR Y VIVIR
Es autor de crónica, novela, ensayo, guion y teatro. Ha publicado libros en varios países. Su primera novela fue Viaje al fin de la memoria
• Luis Carlos Sánchez ¦ Letras y lecturas
BIBLIOGRAFÍA. Su primera novela es El ciempiés bicéfalo (2021) y escribió una biografía novelada de la astrónoma Cecilia Payne (2022). Fotos: cortesía.
En busca del padre
PERDIDO
DE LAS CALLES DE LA CIUDAD DE MÉXICO A TAMPICO, LOS
PROTAGONISTAS DE MAPAS IN ÚTILES EMPRENDEN UNA ODISEA
AL DESCUBRIMIENTO PROPIO
Por Luis Carlos Sánchez luiscarlos.sanchez@elheraldodemexico.com
La paternidad siempre ha estado presente en la literatura mexicana, de hecho, dice Carlos Ferráez (CDMX, 1990), es el tema de la novela que inaugura la narrativa moderna, Pedro Páramo. Pero no sólo se trata del padre, el inetrés del joven autor está en el conflicto familiar: “Hay una obsesión mía con el vínculo que se forma entre
ANÓNIMO ERA UNA MUJER
#OPINIÓN
ASÍ OPERA LA NUEVA CENSURA
MELISSA MORENO CABRERA
@melissototota
DONALD TRUMP IMPONE NUEVAS REGLAS: SIN GÉNERO, SIN DESEO, SIN MEMORIA. SOLO ARTE QUE NO INCOMODE
n Estados Unidos, el arte de las mujeres (sobre todo si es incómodo o político) está bajo ataque. Desde que Trump volvió a la Casa Blanca, el National Endowment for the Arts (NEA), la agencia que reparte fondos públicos a proyectos culturales, se volvió un filtro ideológico. No lo dicen así, pero en la práctica, si una obra habla de género, de cuerpos fuera de norma o de experiencias incómodas, lo más probable es que se quede fuera, sin apoyo, sin espacio y sin voz.
Autoras, fotógrafas, artistas visuales y performers han sido excluidas por hacer lo que siempre han hecho: contar el mundo desde lo que son. Hoy, eso molesta. No por el formato ni por el estilo, sino porque no se traducen al lenguaje “aceptable”.
hermanos, o con las configuraciones raras que hay en las familias, cuando falta alguno de los padres o cuando hay miembros de la familia extendida que empiezan a tomar roles dentro”.
De esos conflictos echa mano en Mapas inútiles (Almadía, 2025), una suerte de road-trip que sigue a José Ángel en la búsqueda de su padre, autor de una novela de ciencia ficción; lo acompaña Itzel, una joven que también vive conflictos familiares con padres ausentes. De las calles de la Ciudad de México hacía la carretera del Golfo de México y hasta Tampico, el lector acompaña a los protagonistas a través de su propio encuentro con un sentido vital.
“Pasa mucho en la vida, uno tiene el deseo de una búsqueda grande y en medio va pasando la vida. En la novela pasa mucho que los personajes se encuentran dentro de una búsqueda y de otras cosas que no tienen nada que ver con lo que creían que estaban buscando, y descubren un vínculo que tiene que ver con la ternura y el acompañamiento de los personajes”, dice.
LA NUEVA CENSURA NO LLEGA CON ESCÁNDALO NI CON LISTAS NEGRAS
También han sido censuradas mujeres que escriben sobre pobreza, abuso, maternidad no idealizada, duelo, rabia o autonomía. Obras como Push de Sapphire, o libros de bell hooks, Carmen María Machado o Maya Angelou han sido retirados de escuelas, bibliotecas y programas públicos por “contenido ideológico”. Ya ni siquiera necesitan prohibir libros, basta con dejar de financiarlos. La nueva censura no llega con escándalo ni con listas negras. Llega disfrazada de trámite, de formulario, de “no fue seleccionado esta vez”. Pero el mensaje es clarísimo: si lo que haces incomoda, no hay lugar. Lo curioso es que no se está discutiendo en voz alta. No hay debate público, no hay titulares. La censura de hoy no necesita prohibiciones explícitas: se administra en cuotas, con sellos de “no apto”, con silencios estratégicos. Y mientras tanto, la cultura oficial se llena de obras “seguras”, de discursos que no molestan, de mujeres representadas pero no escuchadas. Se acepta lo diverso si es decorativo. Se celebra lo femenino si no es conflictivo. Pero el arte que incomoda sigue ahí. Y aunque lo quieran borrar va a encontrar forma de aparecer.
MELISSA.MORENOC@GMAIL.COM
• Luis Carlos Sánchez ¦ Letras y lecturas
MULTIGÉNERO. Además de poesía y teatro, ha publicado libros ilustrados. Fotos: cortesía Destino / Haideé Valencia.
MÁS QUE HECHICERAS, ERAN
sabias
LA ESCRITORA LEDICIA COSTAS ENTREGA
ISTORIA LLENA
MISTERIO,
Por Luis Carlos Sánchez luiscarlos.sanchez@elheraldodemexico.com
Definitivamente eran sabias, dice Ledicia Costas (Vigo, España, 1979). En ese tiempo en el que la educación estaba reservada a los hombres, en el que acceder a un doctor podía representar varios días de camino, ellas hicieron el trabajo. Brujas, adivinas, hechiceras, encantadoras y una larga lista de denigrantes calificativos, les fueron endilgados. Pero no, “eran sabias, eran lo más parecido que había a los doctores de la época. En los pueblos, en las aldeas, ellas conocían perfectamente los ciclos de la naturaleza, qué planta medicinal tenían que usar para curar dolencia. Al final se convirtieron en sabias doctoras que ayudaban a toda una comunidad”, dice. Autora de numerosos libros infantiles y juveniles, Costas entrega su tercera novela, Piel de cordero (Destino, 2025), en la que echa mano de grandes dosis de realismo mágico para unir el oscurantismo de la Inquisición en la España de principios del siglo XIX y el mundo moderno, a través de una mujer en crisis del siglo XXI. Catalina, heredera de saberes ancestrales que le acarrean líos con la autoridad, y Lola, una joven que ha tenido una ruptura con su pareja y enfrenta dudas sobre la maternidad, acabarán unidas a pesar de que están separadas en el tiempo por más de dos siglos. Si bien no están vinculadas físicamente, las protagonistas acaban por sentir, cada una en su tiempo, la presencia de la una y la otra. “Catalina es nieta de una estirpe de brujas, es una mujer analfabeta que tiene el don, poderes, talento para hablar con personas que están al otro lado, y Lola es una mujer del presente hiperracional, escéptica, que no cree absolutamente en nada de eso. Todo estaba ahí bullendo en mi cabeza, muchas personas que conozco después de que ha muerto un ser querido, huelen su perfume o sienten una caricia o escuchan sonidos, y vinculan esto a esa persona que se ha marchado”, cuenta.
Como su personaje, Costas se considera una mujer “muy racional”, pero desde niña experimentó situaciones misteriosas que se alimentaban de las creencias del pueblo español donde creció. “He escuchado tantas historias desde pequeña. Mi abuela decía ‘se acaba de morir alguien’, y yo ‘qué dices abuela’. ‘No ves que huele a flores, ya verás’ y luego la vecina acababa efectivamente de morirse. Toda esta simbología que está ahí latiendo me llevó a escribir esta historia, esas conexiones me parecían muy sugerentes”.
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3 LIBROS PARA TODOS
Nacida en Vigo, estudió Derecho y pronto se dedicó a la literatura en lengua gallega. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 2015, en su país natal. En 2019 publicó su primera novela para adultos, Infamia, inspirada en un crimen.
“Vivía en una casa que estaba rodeada de monte, ese ambiente ya me venía un poco dado. Tengo interés desde adolescente, cuando mis padres me llevaban a las librerías de segunda mano, tenía 11 o 12 años, les pedía que me llevaran a ver los libros de la parte de arriba que siempre eran manuales de hechizos, conjuros, brujerías, me aterrorizaban, pero al mismo tiempo me atraían”.
La de Costas es una historia de empatía entre mujeres, que ayudaban sin esperar nada a cambio, de reivindicación de saberes que han sido ignorados por años y de prejuicios ante lo desconocido. “A mí me interesa mucho el concepto de aquelarre, mujeres que se reúnen a bailar, cantar, divertirse, los aquelarres eran espacios de salud, de libertad, de compartir conocimiento, como la sororidad, mujeres que tejen esa red de apoyo mutuo, de ayuda, de colaboración”. “Nos han transmitido desde los cuentos clásicos esa imagen de la bruja como pérfida, perversa, que está ahí preparada para hacer el mal, como metáfora de lo terrible, de lo oscuro. Creo que ha llegado el momento de apropiarnos del término”
• Luis Carlos Sánchez ¦ Letras y lecturas
RÍO MADRE UNA HISTORIA COMO
EL ESCRITOR
PERUANO,
AFINCADO EN PARÍS, ENTREGA
LA TERCERA PARTE DE UNA
TRILOG ÍA SOBRE SU PAÍS NATAL; SE TRATA DE UNA AMBICIOSA Y DESLUMBRANTE NOVELA CORAL
Por Luis Carlos Sánchez luiscarlos.sanchez@elheraldodemexico.com
No hay más caos que el de la multitud. Vidas que se cruzan de frente sin buscarlo, personajes que pasan de largo ignorando que el de a lado es su destino, otros más cuyas acciones acaban por determinar la existencia del que menos se lo espera. Podría ser un lugar cualquiera, pero si arrastra una historia de corrupción, injusticia, desmemoria y cierta dosis de locura, seguro se trata de una ciudad latinoamericana.
Más específicamente Lima, la capital peruana heredera del fujimorismo, caracterizada por el autoritarismo, el caudillismo y la ideología neoliberal. Una metrópoli trastornada y caótica. Aunque más bien habría que hablar de una nación entera, de “un país que se va derrumbando, donde las instituciones se las están comiendo directamente, donde lo que tenemos es una dictadura disfrazada de democracia, un país violento, muy violento”.
Esa última descripción es de Diego Trelles Paz (Lima, 1977), quien está concluyendo una trilogía sobre su país con La lealtad de los caníbales (Anagrama, 2024) —las dos entregas anteriores son Bioy (Destino, 2012) y La procesión infinita (Anagrama, 2017)—, una historia coral en la que todas las voces confluyen — a la manera de La colmena de Camilo José Cela— en el bar del chino Tito, un establecimiento del centro de Lima que remite a la antigua taberna Queirolo. “Es un bar en el que durante y después de la dictadura fujimorista la gente se iba a reunir luego de haber marchado contra las dictaduras. A mi me interesaba que ese bar fuera una representación no solamente del Perú en miniatura, sino también el espacio en el cual todos los personajes, sin conocerse, se van a encontrar o se tenían que encontrar. Un poco en la idea de Cela, de las abejas dando vueltas sobre el panal, eso me parecía acertado para enfocar esta novela”.
Trelles Paz ha tenido dos referentes más, tomados del cine, para construir su historia: Short cuts (1993) de Robert Altman, “que lleva al cine las historias de Raymond Carver”, y Magnolia (1999) de Paul Thomas Anderson. “Me interesaba la idea de la metáfora del río madre, que va dejando afluentes que se separan y luego van a unirse, representar mi Lima, mi ciudad, desde diferentes pequeños conflictos que se hacen historias y que al mismo tiempo pertenecen al tiempo difícil en que se encuentra ubicada esta novela”.
El chino Tito es un nikkei desencantado, pesimista
GRADO. Trelles Paz es doctor en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de Texas. Foto: cortesía Nadia Rain.
sobre el futuro de su país, consiente de la situación política y perspicaz. Desde la barra en la que atiende hace gala de su cultura general y es reconocido como autoridad moral ante la descomposición que se muestra a todos. “Con este régimen que tenemos ahora no es raro ver que hay bandas de policías, como en la novela, asaltando a penas luz del día, organizándose para delinquir con los mismos extorsionadores. Mi idea era hablar del país, desde Lima, pero también como expresión de otras ciudades latinoamericanas, y enfocarme en lo que yo llamo el canibalismo”.
Trelles Paz elabora una red de personajes que van y vienen, que se topan en algún momento y acaban por dibujar una nación descompuesta. Por el momento, como su personaje principal, el autor también es pesismista: “A nivel macro este es el tiempo de los caníbales en el mundo. Si vemos el genocidio que estamos atestiguado en directo, lo que pasa en Palestina, en Ucrania, si observamos cómo las democracias van cayendo, lo que está ocurriendo en Estados Unidos con Trump, el regreso fuerte y desenfrenado del neofascismo. Los ciudadanos no somos forzados a comernos unos a otros, pero metafóricamente la idea está muy viva”.
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Nacido en la capital peruana en 1977, Diego Trelles Paz es licenciado en Cine y Periodismo por la Universidad de Lima, donde también fue profesor.
Impartió literatura, cine y estética en la Binghamton University (Nueva York) y en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
2 3 MÁS DEL AUTOR
Es autor de los libros de cuentos Hudson el redentor y Adormecer a los felices, así como de una antología de escritores latinoamericanos.