Periódico oficial del Partido Verde Ecologista de México en el Estado de México.
Consejo Editorial:
José Alberto Couttolenc Buentello
Paulina González Cuadros
María Roxana García García
Irán Monserrath Peñaloza Cota
Jaqueline Arzave Cordova
Alejandra Paola Hernandez Perdomo
El Ecologista, año 8, número 29
Abril/Junio 2025
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INTRODUCCIÓN
Llega junio y han pasado tantas cosas durante los primeros 6 meses del 2025, hubo por primera vez elecciones para elegir los cargos del Poder Judicial Federal y Estatal en las que no hubo intervención de partidos políticos; estamos actualmente en campañas de reforestación; en la Legislatura estamos trabajando por la aprobación de la Ley Vicaria y en pro de las mujeres menstruantes que se encuentran reclusas para que tengan acceso a los productos de higiene necesarios durante su periodo menstrual (tema que más adelante abordaremos).
Es por ello que agradecemos tu interés ahora en nuestra edición número 29; pues estamos destinando éste espacio para hablar sobre temas de suma importancia que afectan a las mujeres y a personas; les brindamos datos duros, consejos, recomendaciones y tips sobre diversas situaciones que viven día a día.
En el Partido Verde Estado de México entendemos la necesidad de conversar abiertamente de cosas que probablemente antes eran censuradas o no todos se atrevían a abordar; pero dada la apertura de las nuevas generaciones y el incremento en cifras de mujeres afectadas por diversas situaciones es importante alzar la voz para que sepan que no están solas y que muchas situaciones se pueden prevenir; pero tal vez nadie les dijo ¿cómo? además de visibilizar la brecha tan grande que hay entre la vida activa económicamente de un hombre y una mujer con relación a las labores del hogar y cuidado de los hijos.
Esperamos que éste –así como los números anteriores–cumplan su propósito, que es informar y orientar a quienes estén pasando por un momento complicado para que de la información proporcionada se animen a buscar ayuda o brindar la ayuda a quienes sepan la necesitan. Acepten los consejos, recomendaciones y tips; léannos hasta el final y analicen el gran privilegio que tenemos o ayúdennos a visibilizar las brechas en las que aún nos encontramos para que la calidad de vida y salud sexual de la mujer cada vez vaya mejorando. ¡Juntos somos más fuertes!
ÍNDICE
1. Salud sexual y reproductiva: Un derecho pendiente y prioritario
2. Avances en el tratamiento de enfermedades de transmisión sexual
3. Higiene y salud menstrual
4. De Venus a Instagram: Una evolución constante
5. Economía del cuidado: La fuerza laboran invisible
1.SALUD SEXUAL
Y REPRODUCTIVA:
UN DERECHO PENDIENTE Y PRIORITARIO
La salud sexual y reproductiva es un derecho humano que debe entenderse como el estado general de bienestar físico, mental y social, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductor, sus funciones y sus procesos; es decir, es la capacidad de los individuos y de las parejas de una vida sexual y reproductiva satisfactoria, saludable y sin riesgos, con la absoluta libertad de decidir de manera responsable y bien informada, sobre el número y el espaciamiento de los hijos.
Garantizar este derecho significa enfrentar desafíos en múltiples niveles como en lo educativo, cultural, político, económico, entre otros, por lo que resulta necesario preguntarnos ¿Qué tanto se ha avanzado en esta materia? ¿Qué barreras aún persisten para que niñas, mujeres, hombres y juventudes vivan una sexualidad plena, libre y segura?
Hablemos de salud sexual y reproductiva
Según la Organización Mundial de la Salud, este derecho:
“Entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin peligro, así como la libertad para decidir sobre la procreación, el momento más adecuado para ésta y el número de veces que habrá de ocurrir”.
Asimismo, el tema está vinculado directamente con la calidad de vida, la sexualidad y también con la familia, dado que implica el ejercicio de la sexualidad responsable; así como el bienestar de la madre, del niño en gestación, de los infantes y de los adolescentes y se extiende más allá del período reproductivo de las personas. Tiene que ver con relaciones interpersonales, con percepciones y con valores; su cuidado busca evitar enfermedades de transmisión sexual, embarazos no planeados e incluso la muerte prematura del infante.
La salud sexual es un componente de la salud reproductiva, promocionarla requiere de un proceso de educación y dotación de servicios, de acceso a toda la población, pero también de calidad en la prestación de dichos servicios públicos.
Y entonces es cuando debemos cuestionarnos que sucede con aquellas personas que desean evitar un embarazo, pero carecen de acceso a métodos de planificación familiar; o con aquellas mujeres que no tienen acceso a los servicios de salud reproductiva, o con las cifras donde el aborto es una de las causas más frecuentes de muerte. En consecuencia, el tema recobra relevancia porque nos hace cuestionarnos roles de género, la organización familiar, incluso los sistemas normativos de control social, y otros tantos, para repensar si estos, son favorables o no para la persona.
El tema es relevante en la vida de cada ser humano, incluso es un derecho humano prioritario pero que parece pendiente en su atención por el Estado, y es que sus implicaciones incluyen la posibilidad a acceder sin coerción, discriminación y violencia, al más alto nivel de salud sexual, que incluye el acceso a métodos anticonceptivos seguros, eficaces, asequibles y oportunos; a solicitar, recibir y difundir información relacionada con la sexualidad; incluye también el derecho a la educación sexual integral; al respeto del cuerpo; elección libre de pareja; derecho a decidir ser sexualmente activo o no; a las relaciones sexuales consensuadas; al matrimonio libre de presiones; el derecho a decidir si tener hijos o no, cuántos y cuándo; y a ejercer una vida sexual segura.
¿Y que pasa si no se garantiza este derecho? Podríamos mencionar consecuencias diversas, pero basta con señalar que los costos económicos, sociales y psicológicos del ejercicio de la sexualidad sin información y sin servicios públicos preventivos, son elevados y se enfocan a la atención de embarazos no planeados, enfermedades de transmisión sexual, violencia intrafamiliar, trastornos psicológicos, entre otros.
En México, durante las últimas décadas, se han realizado esfuerzos desde los tres niveles de gobierno para mejorar la salud reproductiva de la población, lo que ha contribuido considerablemente a disminuir embarazos no planeados, sobre todo en adolescentes, a la baja en los niveles de mortalidad materna e infantil y la incidencia de mortalidad por cáncer cérvico uterino, entre otros aspectos, sin embargo, es importante vislumbrar el contexto en el que nos encontramos y las necesidades de las y los mexicanos en el ejercicio de este derecho.
Realidad en México
El derecho a la salud sexual y reproductiva tiene diversas implicaciones no sólo en la vida de las personas, sino que trasciende a temas de salud pública y en este sentido, te presentamos un par de datos para que dimensiones las necesidades que seguimos enfrentando como país.
De acuerdo a cifras de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2023 realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de 2018 a 2023, se tiene:
Una disminución entre la población afiliada en alguna institución de salud. La población sin afiliación, a nivel nacional en 2023, se duplicó en relación con 2018, es decir ¿Cómo se garantiza el derecho a la salud sin un sistema de acceso real a las instituciones de salud públicas? si no se tiene siquiera un acceso a la salud como derechohabiente ¿Cómo garantiza el Estado el derecho a la salud sexual y reproductiva?
Solo el 47% de mujeres de 15 a 49 años usaron protección en la primera relación sexual.
3.8 millones de mujeres en edad fértil tuvieron más hijos e hijas del ideal, en este sentido el 33% señalo que la causa de ello fue el que no utilizó métodos anticonceptivos, el 26.4% porque le fallo el método anticonceptivo, mientras que el 17.9% estableció como causa que su esposo o pareja quería más hijas o hijos.
Por otro lado, la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones
en los Hogares (ENDIREH) 2021, pone de manifiesto que, en México, 70.1% de las mujeres de 15 años y más ha experimentado, al menos, una situación de violencia a lo largo de la vida. La violencia psicológica fue la de mayor prevalencia (51.6%), seguida de la violencia sexual (49.7%). En el ámbito comunitario es donde viven mayor violencia (45.6%), seguido de la relación de pareja (39.9%).
Entre octubre de 2020 y octubre de 2021, 42.8% de las mujeres de 15 años y más experimentó, al menos, una situación de violencia. Destaca la violencia psicológica como la más alta (29.4%), seguida de la violencia sexual (23.3%).
La prevalencia de violencia en el ámbito comunitario a lo largo de la vida asciende a 45.6%, esto representa un aumento de 6.9 puntos porcentuales en comparación con 2016 (38.7%). Las entidades federativas con mayor prevalencia de violencia en el ámbito comunitario a lo largo de la vida fueron: Ciudad de México (60.9%), Estado de México (58.5%) y Querétaro (51.8%).
De las mujeres de 15 a 49 años que tuvieron un parto o cesárea entre 2016 y 2021, 33.4% experimentó maltrato en la atención obstétrica durante la cesárea y 29.6% en el parto. Del mismo modo, 19.5% de las mujeres que tuvo cesárea vivió maltrato psicológico y/o físico y a 23.7% se le realizó tratamiento médico no autorizado. Asimismo, de las mujeres que tuvieron un parto, 22.0% experimentó maltrato psicológico y/o físico y a 16.9% se le practicó tratamiento médico sin su autorización.
Cifras que advierten una realidad que debe cambiar, porque implican el cuidado que debes tenerte y exigir, a efecto de lograr un mayor bienestar en tu vida.
Recuerda
La sexualidad es una dimensión que está presente en todas las etapas de la vida, por lo que el pleno disfrute de la sexualidad es un derecho fundamental para la salud y el bienestar en los ámbitos físico, mental y social, por eso no olvides que:
Tienes derecho a decidir de forma libre, autónoma e informada sobre tu cuerpo y la sexualidad.
Tienes derecho a ejercer y disfrutar plenamente de tu vida sexual.
Tienes derecho a manifestar libre y públicamente tus afectos, sin discriminación, limitación, cuestionamientos o cualquier otro acto de agresión o violencia.
Es tu derecho disfrutar de la privacidad, intimidad e integridad física, psicológica y sexual.
Tú decides sobre la reproducción.
Las personas tienen la misma dignidad y los mismos derechos, mujeres, hombres o personas no binarias son iguales ante la ley, a vivir sin exclusión o discriminación, con igualdad de oportunidades, libres de estereotipos de género y con un trato igualitario.
Es tu derecho vivir sin discriminación sexual.
Debes tener acceso a una educación integral de la sexualidad, basada en la evidencia científica y en el marco de los derechos humanos.
Es tu derecho acceder a los servicios de salud sexual y reproductiva.
La identidad sexual es tu derecho.
2. AVANCES EN EL TRATAMIENTO
DE ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL
Actual y tristemente las enfermedades de trasmisión sexual cada vez se encuentran más presentes en México, cada año son más casos los que se diagnostican debido a que tal vez se está rompiendo con una cultura que solía ser conservadora, hasta que en este siglo XXI ideas liberales surgen y se enraízan en la población
Ante esta situación, las mujeres enfrentan impactos más graves en la salud que los hombres por Infecciones de Trasmisión Sexual (ITS), que posteriormente podrían diagnosticarse como Enfermedades de Trasmisión Sexual (ETS). Para entenderlo un mejor; la diferencia principal entre una ITS y una ETS radica en el momento en que se considera la condición. Una ITS se refiere a la presencia de un patógeno (virus, bacteria, etc.) en el cuerpo, mientras que una ETS se refiere a la enfermedad que resulta de esa infección, cuando el patógeno causa daño o síntomas.
En otras palabras, una ITS es la infección inicial, y una ETS es la manifestación clínica de esa infección. Las ITS pueden ser más difíciles de detectar, debido a que los síntomas resultan menos evidentes o se confunden con otras afecciones ginecológicas.
Las ITS a las que están más expuestas las mujeres son: clamidia, gonorrea, tricomoniasis, herpes genital, verrugas genitales, Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), Virus del Papiloma Humano (VPH) y la sífilis; también vaginosis bacteriana y hasta hepatitis B y C. En general, estas infecciones se contagian a través del sexo vaginal, oral o anal y las mujeres presentan un mayor riesgo que los hombres al contraerlas. Debemos recordar que, si el VIH no es diagnosticado y tratado a tiempo, las probabilidades de que evolucione a Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) son severamente altas; y complican aún más el tiempo y la calidad de vida de la persona infectada.
Cabe señalar que la Secretaria de Salud en el Boletín Epidemiológico del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica 2024, respecto a las ITS diagnosticó un incremento notorio en candidiasis, vulvovaginitis, sífilis y VIH. Para dar un ejemplo, en el documento citado se refiere que en 2023 hubo 106 mil 157 casos de candidiasis, y en lo que va de este año 106 mil 686, lo mismo sucede con la vulvovaginitis que en el mismo lapso paso de 459 mil cinco a 561 mil 501 registros.
En las mujeres, las infecciones de trasmisión sexual pueden tener graves consecuencias para la salud reproductiva. En particular la clamidia y la gonorrea, si no se tratan, aumentan el riesgo de padecer infertilidad, dolor pélvico crónico y embarazo ectópico que puede poner en peligro la vida.
La sífilis no tratada en mujeres embarazadas conlleva el riesgo de trasmitir la infección al feto, lo cual puede resultar en la muerte prenatal, o neonato con sífilis congénita, que puede llevar a deficiencias neurológicas o deformaciones físicas severas.
Es por ello la importancia de contar con prevenciones y tratamientos adecuados para disminuir la tasa de ITS en las mujeres; sin embargo, el repunte epidemiológico se ha visto exacerbado derivado a la pasada pandemia por COVID-19, que provoco interrupciones significativas en los servicios de prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de trasmisión sexual, junto con una disminución en el uso de métodos anticonceptivos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado prioridades clave en el fortalecimiento de los sistemas de vigilancia epidemiológica, la implementación de estrategias innovadoras de prevención combinada, y el desarrollo de nuevos agentes terapéuticos frente a patógenos multiresistentes de las infecciones de transmisión sexual.
Es fundamental detectar y diagnosticar a tiempo las ITS para detener su propagación. Si no se tratan, algunas de estas enfermedades pueden tener consecuencias irreversibles a largo plazo, como ya se ha mencionado en líneas anteriores.
Los avances tecnológicos en diagnóstico de las ITS representan un rayo de esperanza en este panorama complejo. Las pruebas moleculares multiplex que detectan simultáneamente múltiples patógenos a partir de una sola muestra, los tests rápidos point-ofcare para sífilis y VIH, y las plataformas de autonomía con análisis remoto están revolucionando el acceso al diagnóstico, especialmente en poblaciones de difícil alcance.
Sin embargo, persisten importantes barreras estructurales, incluyendo estigma social, falta de educación sexual integral, y desigualdades en el acceso a servicios de salud sexual. La respuesta efectiva a esta crisis silenciosa requiere un enfoque multisectorial que combine intervenciones biomédicas con políticas públicas, intervención sostenida en investigación, y el empoderamiento comunitario para la promoción de la salud sexual.
Por otro lado, la Dra. Meg Doherty quien es Directora General de los Programas Mundiales sobre VIH, Hepatitis e ITS de la OMS, ha dicho que los nuevos servicios de atención a las ITS deben ser resilientes y adaptarse a las amenazas actuales y futuras, gracias a los recientes avances científicos en el tratamiento y la detección de las ITS y a los nuevos métodos de presentación de servicios pueden poner fin estas enfermedades como problema de salud pública de aquí a 2030.
No obstante, las grandes disparidades en materia de inversión, madurez
y rendimiento de los sistemas de vigilancia de las ITS entre los distintos países se alejan del objetivo planteado por la Dra. Meg, en consecuencia, coloca a México en este último supuesto.
La realidad es que en México van en incremento las cifras por ITS y existe una carencia en educación sexual, lo que expone más a las mujeres. En cuestión de tratamientos para las ITS existe un rezago, por lo que se deben de incrementar nuevas políticas públicas dirigidas al sector salud, para tratar de disminuir la problemática.
Ante esta alarmante situación que enfrenta México no queda más que decirles a las adolescentes y las jóvenes mujeres: ustedes están más expuestas a una ITS por la vida activa sexual que puedan llevar; sobre todo porque aunque la monogamia actualmente ya no es una realidad como lo era hace 10 años, los hombres siempre han sido más propensos a ser infieles; pues alrededor del 20% de hombres casados le han sido infieles a sus esposas en comparación con el 13% de mujeres que le han sido infiel a sus esposos.
En México, específicamente, se estima que la infidelidad sexual es del 30.6% en hombres y 12.8% en mujeres, con un efecto significativo del género en la conducta de infidelidad. Así que cuídate y amate, no te expongas y actúa con responsabilidad, en cualquier dispensario de salud puedes acercarte por preservativos para cuidar de ti y tú salud sexual ¡sé precavida ante cualquier situación!
3.HIGIENE
Y SALUD MENSTRUAL
Nos han contado diversas historias respecto al por qué existe la menstruación o por qué menstrúan las mujeres; científicamente es el proceso en el cual el útero desprende sangre y tejido a través de la vagina; dicho tejido es el endometrio, una capa mucosa que reviste el útero, su función es engrosarse durante el ciclo menstrual para permitir que el embrión se implante y de lugar a un embarazo; al no existir la fecundación el endometrio se desprende y es expulsado dando así lugar a la menstruación.
Dicho proceso tarda un aproximado de 28 días y son alrededor de 4 o 5 días los que dura solo el sangrado. Y aquí encontramos la primera señal de alarma, pues no es normal que el periodo menstrual se adelante o se atrase por varios días, incluso meses; como tampoco es normal que el sangrado pase de los 5 días y sea constantemente muy abundante.
Y si bien es un tema tabú que aun a pesar de la época en que vivimos a mucha gente le da pena hablar abiertamente de ello, es importante que hagamos conciencia de todas las implicaciones que este proceso biológico conlleva; en la experiencia de la mayoría de las mujeres pasan por síntomas como cólicos, inflamación en el vientre, acné, dolor de pechos, rodillas, espalda, cabeza, estreñimiento o diarrea; en algunos casos el dolor es tan fuerte que puede provocar vómito o desmayos, además de los cambios de humor por la carga hormonal que se presenta días previos, durante y posterior a la menstruación.
Sin embargo, no debemos perder de vista que muchos de esos síntomas no son normales y resultan como consecuencia de diversas enfermedades que deben ser diagnosticadas y tratadas por un profesional de la salud, específicamente en ginecología y obstetricia, sobre todo porque tristemente no se tiene en México una cultura de cuidado y prevención ginecológica; la mayoría de las mujeres que acuden a consulta es cuando el problema ya se encuentra muy avanzado y poco hay por hacer.
Hablar sobre menstruación conlleva muchos aspectos; sin embargo, nos enfocaremos en 3 de los más importantes para poder ahondar un poco más en cada uno.
Enfermedades del Aparato Reproductor Femenino
Debemos aclarar que el aparato reproductor femenino se divide en órganos internos y externos; entre los primeros se encuentran los ovarios, las trompas de Falopio, el útero y la vagina; en los externos se agrupa la vulva, compuesta por labios mayores y menores, el clítoris, el orificio uretral (que es por donde orinan las mujeres) y el orificio vaginal (que es por donde se expulsa la menstruación); incluso las mamas se encuentran dentro de la clasificación de órganos externos.
Las mujeres deben tener mayor cuidado sobre su aparato reproductor, pues como ya se mencionó, la mayoría son órganos internos, lo que vuelve más complicado que se pueda revisar a simple vista si hay algo anormal; de ahí la importancia de acudir con un especialista. Y te podrás preguntar ¿cuándo debo acudir al ginecólogo? Pues lo ideal sería con la llegada de la menstruación –que cambia de acuerdo al cuerpo de cada mujer–posteriormente podrías ir a consultas periódicas dependiendo de qué tan abundante es tu flujo menstrual, si padeces de muchas molestias como las mencionadas en párrafos anteriores o solamente por prevención; situación que debería cambiar al momento de tener la primera relación sexual; pues las revisiones ginecológicas pasarían a ser una al año (mínimo y si no te encuentras en tratamiento) para realizarte estudios como el Papanicolaou y la Colposcopia, además de ultrasonidos pélvico, revisión de mamas, especuloscopia, asesoría en climaterio, menopausia, planificación familiar, etcétera.
La especuloscopia, también conocida como examen con espéculo, es un procedimiento ginecológico que permite visualizar el interior de la vagina y el cuello uterino. Se utiliza un instrumento llamado espéculo para abrir suavemente la vagina, permitiendo al médico examinar las paredes vaginales y el cuello uterino. Este examen es comúnmente parte de un examen ginecológico completo y puede ayudar a identificar anomalías, tomar muestras para pruebas o evaluar la salud general del sistema reproductor.
El Papanicolaou es un examen que sirve para detectar células anormales en el cuello uterino. El objetivo principal es identificar lesiones precancerosas o cancerosas, lo que permite un tratamiento oportuno y previene el desarrollo del cáncer cervicouterino. Detecta cambios en las células del cuello uterino que pueden ser causados por el virus del papiloma humano (VPH), un factor de riesgo importante para el cáncer cervicouterino. La colposcopía es un examen en el que se observa de cerca el cuello del útero. Para ello, se utiliza un instrumento especial con una lente de aumento. El instrumento también se puede usar para observar la vagina y la vulva.
En la colposcopía, se buscan signos de enfermedad. Se puede recomendar una colposcopía si el resultado de un examen de Papanicolaou arroja alguna inquietud. Si tu equipo de atención médica encuentra un área sospechosa de células durante el procedimiento de colposcopía, se puede tomar una muestra de tejido para su análisis.
Todas las enfermedades se pueden prevenir y pueden ser tratadas a tiempo si se tiene un correcto control y revisiones periódicas; de entre las más comunes podemos encontrar:
Candidiasis vaginal
Es una de las enfermedades más comunes del sistema reproductor. Es provocada por el hongo Cándida albicans. Se encuentra naturalmente en la epidermis, pero puede generarse de forma excesiva en base a ciertos factores: debido a la alteración de PH del flujo vaginal o si el sistema inmunitario está débil. Entre sus síntomas está el enrojecimiento y picor en la vulva, además de flujo vaginal espeso de un color blanquecino. También, se puede manifestar dolor al orinar o mantener relaciones sexuales. El tratamiento para la candidiasis vaginal se realiza mediante medicamentos antimicóticos, eliminando los hongos.
Infección urinaria
Se producen por la presencia de bacterias en la uretra, provocando una infección en las vías urinarias. Entre las más conocidas destacan la cistitis y la pielonefritis. La cistitis se produce a causa de la infección de la vejiga. Sus síntomas más comunes son el dolor y la necesidad constante de orinar. La pielonefritis es una enfermedad que se produce debido a la infección de los riñones. Los síntomas al producirse una infección de riñones son fiebre, dolor localizado y vómitos.
Cáncer de mama
Se origina en el tejido mamario y existen diferentes tipos en función a su origen.
Endometriosis
Se trata de una patología dolorosa, causada por un crecimiento anormal del tejido del útero que recubre el interior del mismo (este crecimiento se produce fuera del útero). En la mayoría de los casos, afecta a los ovarios y a las trompas de Falopio, y su tratamiento dependerá de diversos factores. En algunos casos se utilizarán anticonceptivos o analgésicos para seguir un tratamiento hormonal, o se optará por una operación quirúrgica.
Quistes en los ovarios
Tienen lugar cuando se forman bolsas rellenas de líquidos en la superficie de los mismos. En la mayoría de los casos no provocan molestias, incluso, en algunas ocasiones aparecen y desaparecen de manera aleatoria como consecuencia de cambios hormonales.
Virus del Papiloma Humano
Una de las patologías más comunes es el virus del papiloma humano o VPH. Éste puede provocar verrugas en los órganos reproductivos, aumentando, en algunos casos, las posibilidades de desarrollar cáncer.
Cáncer de útero o cáncer de cuello uterino
Es más propenso en mujeres con obesidad o a principios de la etapa de la menopausia. Es una de las enfermedades más graves del aparato reproductor femenino, por lo que, si se padece dolor en la pelvis o dificultad y/o hemorragias intensas al orinar, será necesario acudir a un ginecólogo para realizar las pruebas de diagnóstico por imagen pertinentes.
Amén de las enfermedades de transmisión sexual a las que se está expuesta; por ello también es prudente realizarse análisis complementarios al menos una vez cada año, aunque tengas solo una pareja sexual; el “perfil ETS” se compone comúnmente de pruebas para detectar Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH); VDRL (Venereal Disease Research Laboratory) es una prueba serológica que se utiliza para detectar la sífilis; Hepatitis B y C; cultivo vaginal y opcionalmente para detectar la chlamydia.
Productos de MenstrualHigiene
Toallas sanitarias; toallas de tela; panti protectores; tampones; copa, disco y calzón menstrual; son los productos que ayudan a llevar una vida normal durante el periodo menstrual, pues evitan que se manche la ropa y sábanas con sangre. Los tampones, las copas y los discos menstruales se colocan dentro de la vagina, mientras que las toallas sanitarias y ecológicas se pegan a tu ropa interior, y el calzón menstrual se puede usar en lugar de la ropa interior regular en los días que tengas la menstruación.
El precio varía dependiendo del producto que elijas y la marca; por ejemplo, un paquete de 10 toallas sanitarias puede ir de los $25.00 a los $40.00; además es muy importante que encuentres unas con las que te adaptes y te sientas cómoda; pues las hay para flujo leve, moderado, abundante y súper abundante, con o sin alas, nocturnas y de día; incluso ya hay marcas que han mejorado su tecnología y algunas hasta se pueden llegar a desintegrar en menos de 1 año al no contener plásticos; otras las puedes desechar directamente en el W.C. y prometen disolverse con el centrifugado del inodoro; evidentemente son productos que elevan su costo en comparación con las otras toallas desechables convencionales; sin embargo, para quienes puedan tener mayor facilidad de comprarlas y no repercuta un desfalco, sería una excelente opción
para cuidar el medio ambiente si no optan por otros productos ecológicos.
Los paquetes de 10 tampones pueden ir de los $35.00 a los $54.00, dependiendo la marca, algunos son sin aplicador, otros con aplicadores ecológicos o de plástico y también se diseñan para el tipo de flujo que tenga la mujer durante su periodo.
Los paquetes de 3 toallas de tela pueden ir de los $220.00 a los $439.00, dependiendo de la calidad y el lugar donde las compres; lo que podría parecer caro a comparación de un paquete de 10 toallas desechables; con la diferencia de que cada una te puede durar 2 a 5 años si las lavas y cuidas correctamente; los calzones menstruales cada uno podría costar $500.00, y algunos tienen duración de hasta 50 lavadas. Así que estos son productos más ecológicos y de larga duración.
Las copas y los discos menstruales te pueden costar prácticamente lo mismo que un calzón menstrual; la diferencia es que los discos son desechables y las copas te pueden durar hasta 10 años sabiendo lavarla y cuidándola. Muchas mujeres aún se sienten escépticas sobre estos productos, ya que por la desinformación que hay no saben dónde o cómo colocarlas, mucho menos retirarlas; en la experiencia de mujeres que ya las han usado al inicio les costó trabajo adaptarse porque en muchas ocasiones se ensuciaron las manos al retirarla; y una vez adaptadas ya no regresarían a otros productos de higiene menstrual, pues eso les permite realizar absolutamente todas sus actividades de manera normal con menos impacto ambiental.
Existen más productos de higiene menstrual, como las famosas duchas vaginales que van desde los $60.00 hasta los $400.00 dependiendo la marca y los mililitros; sin embargo, los expertos señalan que por el pH de la zona solo se debe lavar con agua; ni siquiera con jabón neutro y mucho menos con las duchas vaginales que muchas veces contienen perfume o que alteran justamente el pH provocando infecciones vaginales al modificar la microbiota vaginal; pues la vulva tiene su propio proceso natural de limpieza al producir fluidos vaginales. Si tienes más dudas sobre el proceso de limpieza, te dejamos un vídeo donde explican cómo realizarlo correctamente. https://www. youtube.com/watch?v=noiU5KWB76U
Por último, podemos encontrar los panti protectores y las toallitas húmedas; los primeros pueden ir de los $30.00 a los $115, las toallitas húmedas pueden costar $20.00 o hasta $100.00 dependiendo de la cantidad y marca que compres, cabe aclarar que son productos no muy recomendables pues los primeros encierran la humedad, generando un ambiente propicio para la proliferación de un hongo y de otros microorganismos que pueden ser nocivos para la vulva; así que lo ideal sería solo utilizarlos cuando tienen un mínimo flujo menstrual. Las toallitas al igual que los jabones podrían alterar el pH de la vulva.
Sabemos que no todas las mujeres pueden tener acceso a los productos básicos de higiene menstrual por diversas cuestiones; lo que nos lleva al siguiente punto:
Rezagos y Otros Problemas Respecto a la Menstruación
Hablamos sobre la forma correcta de lavar la vulva, pero ¿alguna vez hemos sido consientes del privilegio que algunos tenemos por el acceso al líquido vital que es el agua? Muchas mujeres en el Estado de México –y en general en el mundo– no cuentan con el suministro suficiente para poder atender ciertas necesidades básicas; entonces, ¿cómo podrían tener una correcta higiene? si ni siquiera cuentan con lo básico para ello. Los productos de higiene menstrual también podrían parecer un privilegio y no una necesidad para muchas mujeres en el mundo; por lo que recurren a pedazos de tela de algodón, para los que de cualquier manera se requiere agua para poder lavar; aun cuando desde 2022 el Ejecutivo Federal incluyó en el Paquete Económico 2022 una Tasa Cero a la venta de productos de gestión menstrual —toallas, tampones y copas menstruales—, por lo que quedó eliminado el 16% de IVA, en beneficio de mujeres, niñas y adolescentes, sobre todo a aquellas de menores ingresos, lo que significó una baja en los precios de dichos productos.
Pensemos en las mujeres de escasos recursos, las que viven en la sierra, las que se encuentran en un centro de readaptación social, incluso las que por alguna circunstancia fueron anexadas en centros de rehabilitación; a ellas ¿quién les asegura el adecuado acceso al agua y a productos de higiene menstrual? para evitar alguna infección vaginal o una enfermedad derivada de la acumulación de más bacterias u hongos; ¿quién les asegura el acceso a las consultas médicas y ginecológicas? –que cabe aclarar, no son siempre accesibles– y en los espacios como clínicas, seguros sociales y otras instituciones públicas en zonas marginadas, no siempre encuentras un especialista en la materia.
Por otro lado está –en pleno 2025– el señalamiento a las mujeres cuando tienen un accidente y manchan sus pantalones o la ropa exterior mientras están en sus días; cuando acuden a comprar los productos de higiene menstrual, situación que incluso sufren los hombres cuando le hacen el favor a la mujer de comprarlos,
ya que otros hombres se burlan de ellos o los critican, fomentando así la masculinidad frágil; ya que no tiene nada de malo acudir como hombre a comprar –por ejemplo– un paquete de toallas sanitarias porque a tu esposa se le terminaron y las necesita.
Debemos aprender a ser más empáticos, pues son de por sí ya muchas circunstancias a las que se ven sometidas las mujeres durante su periodo menstrual como para todavía señalarlas o juzgarlas por diversas circunstancias, o para que el hombre más cercano a ella sea grosero, irrespetuoso, insensible y ponga por encima su machismo y su masculinidad frágil.
Además, deben dejar de decir que las mujeres están locas mientras tienen su periodo menstrual por los cambios tan repentinos de humor que presentan; tan es así que, muchas veces cuando una mujer se enoja, molesta o está de malas, el comentario más recurrente utilizado para justificar dichas actitudes es “está en sus días”; ¡PUES NO! las mujeres tienen exactamente el mismo derecho que han tenido los hombres durante toda la historia de expresas sus emociones sin que se les tache de locas o se justifique en los cambios hormonales.
Así que, quienes lo tengan, agradezcan por la oportunidad que tienen de elegir qué producto de higiene menstrual se adapta más a tu cuerpo y necesidades, por acudir a una revisión ginecológica periódica para verificar que todo se encuentre bien, por prevenir alguna enfermedad y dar tratamiento oportuno a las que tengan; y concienticemos sobre quienes no pueden y busquemos ayudar cuando haya campañas referentes al tema en pro de mujeres de escasos recursos.
4. DE VENUS A INSTAGRAM: UNA EVOLUCIÓN CONSTANTE
Es evidente que nuestra vida se encuentra ligada íntimamente al contenido desglosado dentro de las redes sociales, todo cuan curioso sea lo encuentras en ellas; sin embargo, su consumo desencadena miles de interrogantes, de entre las cuales se destaca la recurrencia de la relación existente entre la mujer y los estándares de belleza.
Es conocido que la mayor parte del consumo de internet –por lo menos en lo que a las mujeres se refiere– comienza a partir de los modelos calificados como el ideal femenino, generando con ello, estándares y estereotipos que nada tienen que ver con la realidad de cada cuerpo o fisionomía en particular.
Este artículo se encuentra dirigido a la comunidad en general, no obstante, el mancillamiento y la repercusión histórica se ha visto encaminado mayoritariamente a la población femenina, sector que encuentra mermada su esfera social ante los señalamientos realizados por la misma sociedad en que se desenvuelven, encontrándose el área digital como la principal forma de agresión hacia los estándares de belleza femenino.
Pensar en la imagen preconcebida de lo que es bonito o no, desemboca un albedrío infinito de opiniones, pues la misma naturaleza de la palabra “belleza”, diversifica un sinfín de presupuestos en cuanto a su definición se refiere.
La ambigüedad de la palabra “belleza”, desencadena y trastoca fibras tan sensibles, desde la concepción misma de como vemos a los demás y como nos vemos a nosotros mismos, en consecuencia, su definición o termino va más allá de una calificación o juicio de valor, pues desentrañar el concepto mismo, evoca pensamientos más profundos, como lo son los aspectos psicológicos, pues mientras para uno algo es bello, para otro simplemente no lo es.
Ejemplo de ello, lo encontramos históricamente en la era filosófica, donde el mayor referente y exponente de este término, eran los griegos, tan es así que dentro de su mitología encontramos a Afrodita, la diosa de la belleza, considerada la encarnación de la belleza femenina ideal, representada también en la civilización romana como Venus.
Dicho referente, resulta trascendente, por el mismo término “ideal”, pues recordemos que todos estos elementos a lo que se le aludía la belleza, provienen de lo que a nivel visual se considera bello ante la óptica humana, tan es así que la percepción histórica ha cambiado trascendentalmente, pues ese mismo ideal, ahora desencadena otras particularidades especificas en nuestro contexto actual.
Ahora, también conviene enmarcar la trascendencia del aspecto psicológico,
sobre estas consideraciones a las que se ha hecho alusión, pues si bien como se ha mencionado con antelación, el precedente ideal de belleza se encontraba en lo que indistintos personajes aludían a su concepción de belleza, hoy nos encontramos ante un contexto en el que dicho ideal se encuentra calificado subjetivamente a las opiniones públicas que encontramos en las plataformas digitales, tales como Tik Tok, X, Facebook e Instragram.
Mucho se ve en estas plataformas, en cuanto a cómo debe ser o como debe parecer un cuerpo escultural bello, perfil y rostro perfecto, encasillando dicho precepto con medidas y características que evidentemente, no todos poseemos. Esto repercute no solo en la salud mental de quien consume este tipo de contenido digital, sino también en los estragos y cambios físicos que son capaces de realizar las personas a cambio de recibir una aceptación social o generar un cambio en lo que su ideal de belleza tiene como referente.
Lo anterior, es solo un ejemplo de que no solo lo que vemos o es catalogado en revistas y plataformas digitales es un requisito a seguir, pues como se ha planteado, la belleza va más allá de la concepción visual de nosotros mismos, así como de la relación que mantenemos con nuestra salud mental, sumándosele a ello el contexto social y cultural, aquí algunos ejemplos de esta subjetividad:
CHINA
Caracterizada por ideal de belleza femenino, con rasgos delgados, finos y estéticamente un rostro sin imperfecciones; en este país también es recurrente la práctica del “vendado de pies" o “pie de loto” (chánzú), la cual consiste en modificar los pies de las mujeres para que estos sean más pequeños. Dicha práctica, comenzó con la dinastía Song (960-1279), la cual prolongó hasta principios del siglo XX, convirtiéndose en un símbolo de belleza y estatus social.
Tailandia
Dentro de esta cultura, existe como ideal de belleza preconcebido la práctica y colocación de anillos alrededor del cuello, a efecto de que el mismo visualmente logre ser más alto, no obstante, aun y cuando culturalmente es aceptada esta práctica, es de destacarse, que la misma ha sido objeto de debate, pues concibe importantes alteraciones a la salud.
Estos solo son un par de ejemplos de cómo el ser humano desde su óptica, distingue lo que cultural, social y estéticamente, considera belleza; pero cabe aclarar que son deformaciones al cuerpo de la mujer; pues no hay prácticas iguales encaminadas a modificar el cuerpo de los hombres para parecer más bellos.
Se ha hablado someramente de las implicaciones y percepciones del ser humano, en cuanto a este tema se refiere pues con los ejemplos mencionados, también podemos vislumbrar otra parte tabú en este tema, como lo es la comunidad en donde nos desarrollamos y de los aspectos en los que estamos predispuestos a concebir como normales dentro de un contexto en el que, por el sencillo hecho de pertenecer, hemos normalizado.
Ahora bien, en un mundo donde una imagen puede recorrer el planeta en segundos, los cánones de belleza
ya no se definen solo desde las pasarelas, las revistas impresas o estas percepciones culturales, a ello se le suma una estética que está moldeada por filtros, likes y algoritmos, donde la era digital ha redibujado —y en ocasiones distorsionado— lo que entendemos por belleza.
Desde las Venus prehistóricas hasta las modelos actuales, se puede observar como cada época ha proyectado sus valores y obsesiones en sus ideales estéticos. Sin embargo, la llegada de las redes sociales ha acelerado ese cambio de manera vertiginosa.
Hoy, una influencer adolescente puede marcar tendencia mundial desde su habitación, mientras que millones de usuarios adoptan (y replican) rasgos similares: labios voluminosos, piel perfecta, cintura delgada, nariz refinada.
Aplicaciones como Instagram, TikTok o Snapchat junto con sus herramientas de edición no solo permiten mostrar una versión idealizada de uno mismo, sino que, en muchos casos, construyen una belleza uniforme, artificial y difícil —si no imposible— de alcanzar en la vida real, donde claramente podemos determinar lo que se ha dicho desde un inicio, estas ideas, ahora ya no solo forman parte de un aspecto cultural o de otra índole; se han convertido en estándares generados
por una inteligencia artificial, que nos hace ver aparentemente “perfectos”.
Consecuentemente, esto afecta no solo la autoestima de millones de jóvenes (y adultos), sino que también moldea sus decisiones de consumo, cirugías estéticas e incluso su percepción de lo que es “normal”.
Afortunadamente, no todo es uniformidad respecto a este tema, pues durante estos últimos años han crecido movimientos poderosos a favor de la diversidad, abriendo con ello espacios para mostrar cuerpos, rostros y pieles fuera del ideal digitalizado, aun y cuando esta resistencia convive con la presión de encajar en una industria donde la imagen vende sueños (y productos) sobre la base de inseguridades.
¿Pero, hacia dónde vamos?
Sin duda alguna, hoy la belleza de este siglo ya no es concebida y mucho menos representada como anteriormente se hacía, lo que antes era tallado en mármol, ahora, esta se encuentra representada por medio de píxeles codificados, donde se puede crear, modificar y viralizar rostros perfectos, no obstante, todo este cambio nos invita a repensar qué tipo de belleza queremos seguir consumiendo, celebrando y reproduciendo, pues aceptar la pluralidad estética no solo es un acto de rebeldía, sino de humanidad.
En un mundo donde todo se puede editar, lo auténtico se vuelve revolucionario, tú, ¿con cuál te quedas?
5. ECONOMÍA DEL CUIDADO:
LA FUERZA LABORAL INVISIBLE
“El trabajo doméstico no remunerado es la base invisible sobre la que se construye el resto de la economía” -Silvia Federici
¿Qué tienen en común una arquitecta, una empleada doméstica y una madre que amamanta a las 2 a.m.? Todas sostienen un sistema económico que no las reconoce.
Cuando nacemos, no elegimos el sistema económico al que deseamos pertenecer. Las ideologías y experiencias de vida son las que determinan nuestras posturas sobre los beneficios y los perjuicios que cada sistema puede conllevar. Lo que sí podemos elegir es alzar la voz o no ante los atropellos que ese mismo sistema puede ejercer frente a nuestra dignidad e integridad.
La economía del cuidado es un estudio teórico desarrollado durante décadas por el movimiento feminista como parte de su lucha por alcanzar la igualdad de género. Este enfoque analiza el aporte fundamental de las mujeres en las labores domésticas y
de cuidado, actividades que recaen predominantemente sobre ellas y que resultan esenciales para que todas las personas puedan desarrollarse tanto en la esfera productiva como reproductiva.
La histórica labor domestica que realizan millones de mujeres en México ha sido invisibilizada como base de la fuerza laboral que compone el sistema económico, abordar este tema resulta fundamental para formular futuras estrategias que contrarresten y reconozcan esta labor tan indispensable.
Las mujeres son un pilar fundamental para la sociedad mexicana. Desde que nacemos, principalmente son ellas las que se ocupan de cuidarnos, educarnos y sostener emocionalmente a las familias, sin embargo, esta labor sigue siendo invisibilizada y poco valorada socialmente, con escasos cuestionamientos, a excepción de los movimientos feministas, sobre si este rol contempla el libre desarrollo de las mujeres.
Los números incomodan
No es sencillo abordar este problema, puesto que el sistema patriarcal y capitalista ha minimizado dicha situación, la cual evidencia la subordinación histórica que han tenido las mujeres frente a los hombres. A continuación, se presentan datos publicados y actualizados por el INEGI en 2024, que permiten dimensionar la magnitud del problema.
• El valor económico del trabajo no remunerado en labores domésticas reportó un monto de 8.4 billones de pesos.
• Las labores domésticas y de cuidados no remunerados representan el 26.3 del PIB nacional. (18.8% realizado por mujeres vs 7.5% realizado por hombres).
• En la población de 12 y más años, las mujeres emplearon 41.7 horas a la semana frente a 17.3 de hombres en labores no remuneradas del hogar.
• Las mujeres emplearon en 2023, 1,218 horas de trabajo de mercado frente a 2,296 en labores domésticas y de cuidados.
• Los hombres emplearon en 2023, 2,119 horas de trabajo de mercado frente a 852 en labores domésticas y de cuidados.
• 3,514 horas de trabajo entre ambas actividades por parte de las mujeres, frente a 2,971 aportadas por los hombres.
Las estadísticas son contundentes: anualmente, las mujeres destinan una buena parte de su tiempo a realizar actividades domésticas que hacen posible el desarrollo familiar y personal de todas y todos. Son ellas, en su mayoría, quienes se encargan de que las niñas y los niños asistan en óptimas condiciones a la escuela; son ellas las que posibilitan que los hombres acudan a sus empleos con todo resuelto en el hogar.
El objetivo de visibilizar esta problemática no consiste en motivar una lucha de sexos por determinar quienes trabajan más que otros, sino reconocer que las labores no remuneradas que realizan las mujeres en el hogar, son tan importantes como aquellas que desempeñan los hombres en el ámbito laboral.
Perspectiva Comparada
La economía del cuidado, como se mencionó previamente, comprende múltiples actividades que realizan las mujeres en el hogar, y uno de los puntos de partida es la maternidad. Esta etapa es crucial, ya que a partir de ella se configuran los primeros cuidados maternales, necesarios para el desarrollo del recién nacido o la recién nacida.
En nuestro país, un gran porcentaje de las mujeres que se encuentran en esta etapa trabajan previo y posterior al parto, aunque la actual legislación contempla una serie de derechos específicos, como descansos, lactancia digna, remuneraciones económicas, entre otros, estos aún se encuentran en una etapa prematura que, en el contexto internacional, está lejos de garantizar un desarrollo digno.
Un ejemplo de ello es la licencia de maternidad, a la cual, por derecho y previa solicitud expresa de la trabajadora, se puede acceder a un descanso de seis semanas antes y seis después del parto.
Sin embargo, este derecho aún presenta áreas de mejora, ya que, en el plano internacional, las condiciones suelen ser distintas a las de nuestro país. Para ejemplificar lo anterior, el siguiente mapa elaborado por la Organización Internacional del Trabajo ofrece un panorama mundial al menos hasta 2021 sobre las licencias de maternidad a nivel mundial.
webapps.ilo.org/globalcare/?language=es#home
Es importante señalar que las variables macroeconómicas son determinantes para que las y los legisladores decidan ampliar o reducir estos derechos. No obstante, existen países con economías más pequeñas que la de México y que ofrecen plazos mayores en materia de licencia de maternidad. Tal es el caso de Colombia, cuya economía es aproximadamente cuatro veces menor a la nuestra y, sin embargo, garantiza 18 semanas de licencia de maternidad remunerada, según datos de la Organización Internacional del Trabajo, en comparación con las 12 semanas que actualmente contempla la Ley Federal del Trabajo de nuestro país.
Las licencias de maternidad, son un área de oportunidad que deben ser atendidas por parte de las y los legisladores para mejorar las condiciones de las madres que son económicamente activas, sin dejar de lado que al existir corresponsabilidad en la crianza un tema fundamental lo constituyen también las licencias de paternidad. Esto forma parte de la lucha para mejorar las condiciones que enfrentan millones de mujeres en nuestro país durante esta etapa de cuidados maternales.
La importancia del reconocimiento
La formulación de acciones que busquen resolver esta situación que enfrentan millones de mujeres en nuestro país debe ir acompañada de la difusión de información que visibilice aún más este problema.
Resulta preocupante que poco se hable de esta situación en diversos medios de comunicación, hay una sensación de que se ha asumido el rol de normalizar y no cuestionar estas prácticas sistemáticas.
Sin embargo, a consecuencia de ello, este trabajo esencial para la vida y la economía continúa siendo invisibilizado y escasamente valorado, perpetuando desigualdades estructurales que deben transformarse.
Promover y estructurar acciones en una agenda partidista o ciudadana serán cruciales para resolver, o en su defecto minorizar los problemas que acontecen cuando se deja a un lado estas cuestiones que afectan directamente a las mujeres de nuestro país.
“Merecemos el derecho a la autonomía corporal y a ser tratadas con respecto y dignidad. Decir ‘detente’ y que nos escuchen, en lugar de forzarnos y decir que un hombre sabe más sobre nuestros derechos básicos y deseos que nosotras…”