El Ecologista Vol. 21

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ELECCIÓN DE GUBERNATURA 2023 ESTADO DE MÉXICO

2D0 TRIMESTRE 2023 • Vol 21

EL ECOLOGISTA 21

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El PVEM en el Proceso Electoral 2023

El Ecologista año VI, Nº 21 Abril-Junio 2023

Periódico oficial del Partido Verde Ecologista de México en el Estado de México.

Consejo editorial: José Alberto Couttolenc Buentello María de los Angeles Romero Ochoa Dionisio Manuel Deseano Domínguez Pedro Edgar Cortes de Jesus Ada Abigail Bernal González

El ecologista, año 6, número 21 Abril/Junio 2023

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Es una publicación Trimestral, diseñada por MV MARKETING DIGITAL Y PUBLICIDAD, con dirección en Cda 2 de Marzo, MZA F LT 4, Casa 104C, Fracc Valle de Lerma, C.P. 52004, Lerma, Estado de México. Diseñado en México. Septiembre 2022

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CONTENIDO Introducción Un Estado democrático La importancia de la participación ciudadana El Proceso Electoral
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El papel de las Autoridades en el Proceso Electoral Gobiernos de Coalición ¿La mejor opción? La importancia del Estado de México. Rumbo al 2024

ELECCIÓN DE GUBERNATURA

2023

1. INTRODUCCIÓN

Hemos llegado a número más de tu Revista EL ECOLOGISTA; agradeciendo a nuestros lectores e invitándolos a que nos ayuden a crecer y nos recomienden; y si es la primera vez que nos lees, esperamos que los artículos que escribimos sean de tu interés para que te conviertas en uno más de nuestros estimados seguidores.

Entrando en materia, en esta edición número 21, te presentaremos un tema de suma importancia en el desarrollo de la vida democrática de cualquier Estado, y es que justo te escribiremos sobre las elecciones 2023 en el Estado de México, un acontecimiento que sin duda será determinante para la entidad, por tratarse de la renovación de quien ocupara el cargo de Gobernador, resaltando que, por primera vez en la historia las dos únicas personas contendientes para ocupar dicho cargo, son mujeres.

Este número está pensando en brindar a nuestros lectores información objetiva y valiosa, para así, poder ser parte de la democracia que se vive en la entidad de una manera responsable y critica, es por ello que, abordaremos temas como la importancia de la participación ciudadana; el papel que representan las autoridades electorales; la importancia que revisten las elecciones en la entidad mexiquense y que cambiarán el rumbo del 2024; entre otros aspectos que consideramos útiles a fin de que tengas mayores elementos y puedas conocer mejor aquellos actos y momentos en los que se desenvuelven las elecciones.

Ser parte las elecciones de una entidad o del país, es un derecho de la ciudadanía para elegir a sus gobernantes, de crear y fortalecer a las instituciones democráticas, pero, sobre todo, de votar por quien será su representante y en quien depositará su confianza para alcanzar eso que todos queremos, una mejor calidad de vida.

Es por ello que, te invitamos querido lector a inmiscuirte en las elecciones, a ser parte de la historia y de nuestra vida democrática, a estar informado y adentrarte en los temas que tienen que ver con la gobernabilidad de nuestro Estado de México, que conozcamos a quienes estarán a cargo de la toma de decisiones; pues como bien se refiere en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo “Lagobernabilidaddemocráticaesaquellaquerespetalosderechoshumanos,velapor laigualdadynodiscriminación,porlatransparenciaylaparticipaciónenlatomadedecisiones,es equitativayrespondealasnecesidadesdelasociedad,promoviendoelEstadodeDerecho”.

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2. UN ESTADO DEMOCRÁTICO

Es necesario iniciar nuestro artículo atendiendo a la interrogante de ¿qué es un estado democrático?, pues bien, esta figura atiende al poder político que ejerce la ciudadanía a través de sus representantes, estos últimos, designados a través de elecciones libres, auténticas y periódicas que se expresan a través del ejercicio del voto, mismo que se caracteriza por ser universal, libre, secreto, directo, personal e intransferible.

Etimológicamente la palabra “democracia” atiende a las palabras griegas “demos” que significa “pueblo”, y “cratos” que se refiere al “poder o gobierno”; y que en su conjunto se define como el gobierno del pueblo por el pueblo, entendiendo que, en las sociedades democráticas la toma de decisiones públicas no la ejercen directamente los ciudadanos, sino que ellos elijen a quienes los representarán y gobernarán, delegándoles ese poder de decisión.

A todo ello, es oportuno mencionar que los estados democráticos no siempre fueron concebidos como en la actualidad, pues como menciona Borea Odria, la democracia en la antigüedad solo aplicaba para unas cuantas personas, principalmente para los hombres, ya que, los esclavos, mujeres y personas con algún tipo de discapacidad no eran considerados ciudadanos en esa época y, por lo tanto, no formaban parte de las decisiones importantes de la metrópoli.

La democracia, es una forma de gobierno a través de la cual la ciudadanía decide y materializa sus propios sistemas políticos, económicos, sociales y culturales; en el caso de México, no siempre ha sido un Estado democrático debido a que, durante la mayor parte de su historia como nación independiente, el sistema político mexicano se caracterizó por el autoritarismo; tan es así que, fue hasta la década de 1990, que culminó la dictadura que un partido político había impuesto tras la Revolución de 1910, en la que, el grupo triunfador, estableció un control sobre el ejercicio del poder a través del dominio de las instituciones, asegurándose de que ningún grupo opositor tuviera posibilidad alguna de accedes al poder; y a la que la historia ha denominado como “La dictadura Perfecta”.

La transición democrática en México se dio de manera paulatina, surgiendo como resultado de la necesidad y el hartazgo social del pueblo, por el régimen político que tenían y que ya no estaba atendiendo a los reclamos y necesidades sociales; para ir dando lugar una nueva transformación en la que la transición en el poder se fue dando en las entidades federativas hasta llegar a la Presidencia Federal.

Ahora bien, los cambios democráticos en el país y en las entidades federativas, se fueron dando a raíz de diversas reformas, creación y transformación de instituciones y autoridades, principalmente en materia electoral; que hicieron que el sistema político mexicano evolucionará junto con su sociedad, incluso, involucrando a las mujeres y a los grupos minoritarios que, por años, fueron rezagados de la vida democrática.

Haciendo un breve comparativo con España y Chile, en donde a través de un golpe de estado, una revolución o una nueva Constitución, claramente se visibiliza un parteaguas de un antes y un después en la democratización de dichos países, en el Estado mexicano eso no sucede así, pues han sido diversos los momentos en los que la democracia ha experimentado diversas transformaciones, por lo que, no podríamos a atribuirle a una fecha o acontecimiento especifico, el nacimiento o resurgimiento del sistema democrático.

Lo anterior, lo podemos vislumbrar en la siguiente línea del tiempo, en la que se señalan los acontecimientos más relevantes, no por ellos los únicos, que han servido para ir consolidando un mejor estado democrático.

LÍNEA DEL TIEMPO DE LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA

(Línea temporal del INE, en “Democracia”, INE, https://ijpc192.juridicas.unam.mx/la-democracia-en-mexico/#tri-tema-7, 2020) Pág.
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Vivir la democracia en México no ha sido cosa fácil, y aunque esta figura ha existido desde tiempos remotos, lo cierto es que, por muchos años sólo fue letra muerta, aspiraciones de las que la realidad se encontraba totalmente alejada; basta referir la vulneración reiterada a los derechos político electorales de quienes buscaban acceder a un cargo de elección popular y que, por pertenecer a una ideología diferente a la del partido que detentaba el poder, simplemente se hacía nula la posibilidad de ser votado o de ocupar algún cargo público.

La misma historia nos ha permitido ser testigos de cómo nos hemos convertido en un sistema republicano y presidencial, sustentado en la figura de la democracia, bajo normas cimentadas en un espíritu de libertad y respeto, sin embargo, la realidad reflejaba un total autoritarismo por parte de unos cuantos, debido a que el partido hegemónico no dejaba que otros accedieran a la alternancia.

Es oportuno mencionar que, la evolución de nuestro estado democrático, se ha sustentado en diversos movimientos tales como el del 1968 y el de 1970, mismos que expresaron un descontento ciudadano ante el régimen autoritario, asimismo, debemos destacar las múltiples pero muy necesarias reformas a la ley, a través de las cuales se ha buscado la pluralidad y el efectivo acceso al derecho de votar y ser votados.

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Sirva destacar la reforma de 1990, con la cual, se creó el Instituto Federal Electoral y el Tribunal Federal Electoral, como dos órganos encargados de las elecciones y de dirimir las controversias electorales, respectivamente, pero que en sus inicios dependían de Ejecutivo Federal, posteriormente, tras varias reformas que se materializaron en 1995 y 2014, estas figuras alcanzaron su total autonomía de los otros órganos y poderes del Estado, lo que generó un cambio radical en el sistema político mexicano; y en donde se empezó a presentar una mayor alternancia y pluralidad en los cargos de elección popular, lo que permitió la apertura y la inclusión de otras corrientes políticas, con la implementación del registro condicionado y la figura de la representación proporcional.

Ahora bien, en esta constante evolución del Estado democrático, no todo ha sido un avance, pues la credibilidad de las leyes, de las instituciones electorales y de la existencia de la democracia en el país, ha sido constantemente cuestionada y manchada por la muerte de candidatos en plena campaña electoral, la caída del sistema de votación, las elecciones presidenciales de 1988 y 2006, en las que las autoridades declararon resultados con los que la población se sintió inconforme por no reflejar la expresión del pueblo; sin dejar de mencionar, aquellas reformas que se efectuaron en materia electoral para favorecer los intereses políticos de unos cuantos, todos estos sucesos han marcado retrocesos que quedaran también en la historia.

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Por lo que hace al Estado de México, podemos señalar que ha seguido los pasos de la evolución que se ha presentado a nivel Federal, dominado por un partido político que durante años a gobernado en la entidad; y que hoy, gracias al despertar ciudadano y a las reformas en la legislación local, ha presentado avances hacia un nuevo estado democrático, en donde las distintas fuerzas políticas se han convertido en un sistema de pesos y contrapesos, en donde la inclusión, se han convertido en exigencias legales que deben ser acatadas a fin de alcanzar esa representatividad a la que aspira una verdadera democracia.

La entidad mexiquense actualmente cuenta con su Instituto Electoral del Estado de México, organismo encargado y responsable de la organización, desarrollo y vigilancia de los procesos electorales en la entidad, asimismo, con un Tribunal Electoral Local encargado de la impartición de justicia en la materia, y con avances legislativos que hoy contemplan la inclusión de mujeres y grupos minoritarios.

Si bien es cierto, en el Estado de México, los avances legislativos han presentado una evolución inminente, lo cierto es que, su materialización sigue siendo un gran reto en la entidad, y aunque hoy en día podemos ver mujeres, representantes de grupos minoritarios y distintas fuerzas políticas ocupando los distintos cargos públicos, lo cierto es que, aún falta mucho para poder hablar de un verdadero estado democrático, tan es así que, a diferencia del nivel federal que en el año 2000 experimentó por primera vez la alternancia en la figura del ejecutivo, en la entidad mexiquense al 2023 aún no se ha vivido este suceso, que sin duda, marcaría un parteaguas en su vida democrática.

En resumen, los avances por la democratización del estado mexicano han sido diversos a lo largo de nuestra historia, tras diversas luchas sociales que han permitido que los procesos electorales sean lo que hoy en día conocemos, con una mayor organización y participación ciudadana, con una sociedad vigilante y exigente del respeto a la expresión del pueblo reflejada a través del voto; y sin la intervención directa de las instituciones gubernamentales

Lo cierto de todo esto, es que al vivir en una sociedad dinámica que crece a pasos acelerados y en dónde las necesidades y reclamos sociales van en aumento, es necesario mantenernos en constante evolución y con un sistema de leyes y de impartición de justicia con altura de miras, sustentadas en el respeto a los derechos humanos y sin perder de vista el verdadero espíritu que todo Estado democrático, representativo, republicano y federal debe garantizar.

Es por lo anterior que, concluimos destacando la importancia que reviste la evolución de los estados democráticos, de terminar con los regímenes autoritarios cimentados en la entidad, y en donde los gobernados se ven obligados a votar por el partido en el poder a fin de no perder apoyos o empleos que se les otorgan como parte de los programas de gobierno; parece que es hora de despertar y apostar a cambios que permitan el pluralismo y la representatividad en el poder, conocer nuestra historia como entidad para no repetir los errores del pasado que han llevado un solo partido a gobernar por casi cien años y a la que también podríamos llamar “la dictadura perfecta de la entidad”.

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3. LA IMPORTANCIA DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA

Iniciemos nuestro artículo recordando que México, se constituyó como una república representativa, democrática, laica y federal, soportado en nuestro principal cuerpo normativo, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en la que claramente se reconoce que la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo, en donde todo poder público dimana de la ciudadanía y se instituye para beneficio de toda la población.

Es así que, estamos seguros que nuestros lectores han escuchado hablar de esta “representatividad”, pero esta figura ¿a qué se refiere en nuestro sistema político mexicano? Pues bien, se trata del ejercicio de poder del pueblo a través de sus representantes, es decir, la voluntad de los ciudadanos en las decisiones políticas y públicas del país y que no las ejerce directamente la ciudadanía, sino que, para ello, elije a través de su voto, a quienes lo representarán y harán esa toma de decisiones.

Ahora bien, esos representantes del pueblo que ocupan los cargos públicos son ciudadanas y ciudadanos que a través del voto, son electos por la población ya sea de manera directa o indirecta para tomar las decisiones importantes del país; la participación ciudadana es de gran importancia que, sin ella, no podríamos hablar de un sistema democrático y representativo.

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Lo anterior, nos permite resaltar la relevancia que tiene la participación ciudadana en el desarrollo de la vida política en los procesos electorales y en la vigilancia del actuar de quienes los representan; y es que la ciudadanía puede jugar tres papeles en el desarrollo de nuestro estado democrático, por un lado, como aspirante a un cargo de elección popular y representar a la población y; por otro, puede ser quien a través de su voto de confianza manifieste su voluntad y elija a quien considere que representa sus interés y necesidades y, en un tercer papel, como integrante de los órganos de representación ciudadana que se encargan del desarrollo de la votación.

México, es un país que no se caracteriza por tener una gran participación de su población en los procesos de elección; es decir, la ciudadanía no esta interesada en la vida política del país, no cree en las instituciones; en su sistema de votación, ni en los actores políticos; lo que inhibe su participación y expresión de su voluntad; sin embargo, el hartazgo social y la necesidad de un cambio, han generado que la sociedad empiece a despertar, a ser más exigente, más critica y a estar más informada por cuanto hace a la vida democrática del país.

Tras las cuestionables elecciones federales de 1988, conocidas por “la caída del sistema”, en las que la población manifestó sus total desacuerdo en el manejo del sistema de votación, con resultados totalmente cuestionables que manchaban la transparencia y el respeto a la voluntad popular, vulnerando de esta manera la soberanía del pueblo en su toma de decisiones; la necesidad de un cambio en el desarrollo de los procesos electorales se convirtió en algo inminente, pues hasta ese entonces las votaciones eran controladas por la Secretaria de Gobernación a través de la Comisión Federal Electoral; no se contaba con una lista de electores correcta; no existía una imparcialidad en la designación de los responsables de las mesas directivas de casillas; existía una ausencia de certeza en el cómputo de votos con lo que se refrendaban el urgente cambio que se necesitaba en el sistema electoral mexicano para los comicios venideros. Pág.

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Fue hasta 1996 con la reforma electoral, con la que surgió el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), cuerpo normativo que sentó las bases para el desarrollo de los procesos electorales, contemplando la participación ciudadana en el desarrollo de los comicios.

En el 2018, en las elecciones de Presidente de la República y representantes populares; así como, de algunos gobernadores, se registro la mayor participación ciudadana en el país, la Lista Nominal de Electores estaba conformada por 89 millones 123 mil 355 ciudadanos registrados, quienes podrían ejercer su derecho al voto el 1 de julio de esa anualidad, contando con la participación de 56 millones 601 mil 874, personas que ejercieron su derecho de votar, lo equivalente al 63.5% de las personas inscritas en la lista nominal; y en dónde el candidato ganador alcanzó el 53.2% de la preferencia electoral, es decir, un cuarto de la población total a nivel nacional que corresponde a poco más de 126 millones de habitantes.

Pese a que no todos los ciudadanos salen a votar, la voluntad de los que lo hacen queda representada y dispuesta en una persona, que podrá o no en su momento cumplir con lo que prometió en su campaña para ganarse el mayor número de electores, contrario a lo que pasa en países como Estados Unidos, en el que, el voto ciudadano no es directo, sino que, su sistema de elección se realiza de manera indirecta por los ciudadanos, a través de electores de un colegio electoral, que es el que elige a un determinado representante político (sufragio indirecto).

Es propicio referir que, previo a las reformas electorales, a la autonomía de las autoridades encargados de las elecciones y la impartición de justicia en dicha materia, los integrantes de las mesas directivas de casilla eran designados por una Comisión, lo que implicaba que quienes participaban en el desarrollo de la jornada electoral, fueran personas elegidas por quienes controlaban el poder, dejando en duda la certeza de los resultados; esto ha cambiado, pues actualmente contamos con un procedimiento de insaculación, en el que de manera aleatoria y pública, se sortea a quienes serán los ciudadanos que tendrán la gran encomienda de participar en el desarrollo de la votación, por lo que, es muy común estimado lector, que desarrollando las funciones de las casillas encuentres, a tus familiares, amigos o vecinos.

Por otra parte, es oportuno referir que, se le permitió a la sociedad, a los visitantes extranjeros o entidades internacionales, el poder participar como observadores electorales, para verificar el adecuado desarrollo de los comicios en México.

Actualmente la participación de la población se ha convertido en un factor esencial en la certeza y desarrollo de las elecciones; pues la ciudadanía se convierte en un sujeto activo y vigilante de los comicios, marcando así una evolución en el sistema político y democrático mexicano, a fin de ser más transparentes, inclusivos y certeros en los procesos electorales.

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En junio de 2021, la participación ciudadana marco un parteaguas en la vida democrática del país, pues se llevó a cabo la jornada electoral intermedia, en algunas entidades federativas, entre ellas el Estado de México, renovándose distintos cargos electivos, y que, conforme a datos del Conteo Rápido y del sistema de resultados preliminares de las elecciones (PREP), el porcentaje de la participación ciudadana que salió a votar fue de alrededor del 52%, algo histórico en el país que no sucedida desde hace veinte años en una elección intermedia.

En nuestro Estado de México, se proyecta que las próximas elecciones para elegir al gobernador del periodo constitucional 2023-2029, serán las de mayor participación ciudadana en la entidad, destacando que, por primera vez, será una mujer la que ocupe el cargo del Ejecutivo Estatal, toda vez que solo se registraron dos candidatas y; en la que se instalarán 20 mil 502 casillas, a la espera de recibir 12.6 millones de votantes el 4 de junio de 2023, y donde la participación ciudadana será de suma importancia para el desarrollo de los comicios, con la colaboración de más de 142 mil funcionarios de casillas.

Como pudiste observar estimado lector, la participación de la población en la vida democrática y en la constitución de un estado de derecho, es mucho más activa de lo que normalmente observamos; pues no sólo ejerce su derecho a decidir a través del voto, sino que, también forma parte del desarrollo de su sistema de elección y se convierte en vigilante de las actuaciones de sus representantes.

Es por ello que te invitamos a ser parte de las decisiones importantes de nuestra entidad y del país, de ejercer tu derecho a decidir quién o quiénes serán tus representantes, de hacer posible el sistema de elección, de informarte, de integrar los cuerpos colegiados que se instauran para el desarrollo de la jornada electoral, de salir y votar responsablemente; pues éstas, son las máximas aspiraciones de todo sistema democrático.

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4. EL PROCESO ELECTORAL

El Proceso Electoral, reviste tal importancia que, gracias a él se da la renovación de los cargos de elección popular y se expresa el derecho de votar y ser votado, contemplado en nuestra Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos y en la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de México; dando lugar al desarrollo de la democracia en el país y en nuestra entidad.

En México, el artículo 207 de la Ley General de instituciones y Procedimientos Electorales define el Proceso Electoral como: “el conjunto de actos ordenados por la Constitución y esta Ley, realizados por las autoridades electorales, los partidos políticos, así como la ciudadanía, que tiene porobjeto la renovación periódica de quienes integran los Poderes LegislativoyEjecutivotantofederalcomodelas entidadesfederativas,dequienesintegran losayuntamientosenlosestadosdelaRepúblicaylasAlcaldíasenlaCiudaddeMéxico.En laeleccióneintegracióndelosAyuntamientosyAlcaldíasexistirálaparidaddegénerotanto verticalcomohorizontal.”

Si bien, esta definición que nos da la Ley General pareciera referir a actos muy simples, lo cierto es que las etapas que integran el proceso electoral requieren de una ardua labor de todos los que en ella participan, de una preparación y compromiso que permita garantizar no sólo que el desarrollo de los mismos se efectúe conforme a lo que determina la ley, sino que también, permita garantizar los principios de certeza, legalidad, imparcialidad, objetividad, autonomía, independencia y equidad, ejes rectores de los procesos electorales.

Para que nuestros lectores puedan identificar con mayor claridad el desarrollo y las etapas de un proceso electoral, te presentamos el siguiente cuadro, destacando que, en nuestro sistema electoral mexicano, estos pueden ser federales o estatales:

Resultadosydeclaracionesde

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No. Federal Estatal 1 Preparacióndelaelección Preparacióndelaelección 2 Jornadaelectoral Jornadaelectoral. 3 Resultadosydeclaracióndevalidez delaelección
validezdelaseleccionesde diputadosyayuntamientos. 4 Dictamenydeclaracionesde validezdelaelecciónyde PresidenteelectodelosEstados UnidosMexicanos
Resultadosydeclaracionesde
validezdelaelecciónde Gobernadorelecto

Como podemos ver, tanto las elecciones federales como las locales, se integran por cuatro etapas, la única diferencia que radica entre ellas es la elección de los cargos que se eligen y las autoridades encargadas de su organización, y que, como veremos en el siguiente artículo de nuestra revista, tenemos al Instituto Nacional Electoral (INE), quien se encarga de las elecciones federales, para la elección de la presidencia de la república, diputadas, diputados, senadoras y senadores, que integran el Congreso de la Unión; asimismo, se encarga de la coordinación con los Organismos Públicos Locales (OPLE´s) de las entidades federativas para el desarrollo de las elecciones locales, el OPLE del Estado de México es el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), que se encargan de las elecciones locales en coordinación con el INE, para la designación del cargo de gobernador, diputadas y diputados locales que integran la Legislatura del Estado e integrantes de los Ayuntamientos.

La etapa de preparación de la elección, es en donde se realiza el mayor número de actividades para el desarrollo de la jornada electoral; misma que inicia la tercer semana del mes de noviembre con la Sesión del Consejo General del INE, del año previo a la elección y termina la mañana del

día de la votación a nivel federal, mientras que, para la entidad mexiquense, los procesos electorales locales inician con la primer Sesión del Consejo General del IEEM celebrada la primer semana del mes de enero del año que corresponde al de la elección y concluye al inicio de la jornada electoral.

Las actividades que componen la preparación de las elecciones son: acreditación de observadores electorales, integración de las mesas directivas de casillas, encuestas, la aprobación de la documentación y el material electoral, la integración de los consejos locales, distritales y municipales, si el proceso lo requiere, la integración de la lista nominal electoral, el registro de las coaliciones o candidaturas comunes, la etapa de precampaña, el registro de candidatos, la acreditación de representantes de los partidos políticos ante las mesas directivas de casillas, la campaña electoral y la fiscalización; como te puedes dar cuenta, son diversos los trabajos que se realizan en esta primer etapa; no sin dejar de mencionar que, los trabajos principalmente por las autoridades electorales comienzan con antelación, pues deben preparar material, calendarios, homologar fechas, lineamientos y directrices que permitan iniciar el proceso electoral de manera óptima.

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atiende a el día en el que las y los ciudadanos salimos a votar para elegir a nuestros representantes y gobernantes, incluso podríamos decir que es el día más importante dentro de un proceso electoral y en el ejercicio de la democracia, pues es el día en que el derecho constitucional de votar y ser votados, alcanza su máximo esplendor.

A su vez, la jornada electoral la podemos dividir en 5 momentos; el primero, de la preparación e instalación de las casillas; el segundo, de la votación, mismo que contempla el inicio, desarrollo y cierre de las casillas; el tercero, del conteo de los votos y el llenado de las actas;

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en las oficinas distritales o municipales. Una vez que se comienzan a recibir los paquetes que llevan los presidentes de cada casilla, se levanta un acta circunstanciada; procediendo a realizan la suma de las actas de escrutinio y cómputo, ojo, sin abrir los paquetes electorales y emitiendo resultados a los que se les conoce como “Información Preliminar de los Resultados”, arrojando quienes ocupará los cargos de elección popular; esta etapa concluye justamente con los cómputos y declaraciones que realicen los consejos del Instituto o con las resoluciones que, en su caso, pronuncie en última instancia el Tribunal Electoral.

Por cuanto hace a la cuarta etapa del proceso federal correspondiente a el “dictamen y declaraciones de validez de la elección y de Presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos”, esta inicia al resolverse el último de los medios de impugnación en caso de haberse presentado o cuando se tenga constancia de que no se presentó ninguno y concluye con la aprobación de la Sala Superior del Tribunal Electoral, del dictamen que contenga el cómputo final y la declaración de validez de la elección y del Presidente electo.

En la cuarta etapa del proceso local mexiquense denominada “Dictamen y declaración de validez de la elección de Gobernador”, se inicia con la recepción de la documentación y de los expedientes electorales en los consejos distritales y concluye con el cómputo final y la declaración de validez que realice el Consejo General del IEEM, o con las resoluciones que, en su caso, pronuncie el Tribunal Electoral, dicha resolución debe estar lista a más tardar un día antes de la toma de posesión de los candidatos electos.

Cabe destacar que en el país solo dos entidades presentan elecciones en el 2023; el Estado de México donde solo se renovara el cargo a la gobernatura y; en el Estado de Coahuila, para la elección de gobernador y modificación de los integrantes del Congreso Local. Ambos comicios electorales son considerados de suma importancia por marcar precedentes históricos vinculados con la participación de las mujeres aspirantes a cargos de elección popular, así como, por ser de las votaciones en las que se espera la mayor participación ciudadana.

Cada proceso electoral es diferente y presenta dinámicas, actores y sucesos que lo hacen irrepetible, que sienta bases y criterios que permiten evolucionar las normas e instituciones que integran nuestro sistema político electoral, ser parte de él es un derecho y una obligación que tenemos como ciudadanos, es por ello, que en tu Revista El Ecologista, estamos convencidos de que debemos estar informados, por ello, te presentamos este tipo de temas sobre la vida electoral de nuestra entidad. Pág.

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5. EL PAPEL DE LAS AUTORIDADES EN EL PROCESO ELECTORAL

En el desarrollo de todo proceso electoral, tenemos la participación de la ciudadanía; de quienes aspiran a un cargo de elección popular; de los partidos políticos; medios de comunicación; de quienes participan en el desarrollo de la jornada electoral y por supuesto; no podemos dejar de referir a las autoridades electorales, quienes juegan un papel predominante en la vida democrática del país, durante y fuera de los procesos comiciales.

Es importante referir que las autoridades que participan en los procesos electorales en México se clasifican de dos maneras: la primera en torno a la función que ejerce y que pueden ser administrativas o jurisdiccionales; y la segunda en atención a su ámbito de competencia territorial y que pueden ser federales o locales. Comencemos haciendo referencia a las autoridades administrativas, en donde encontraremos como encargadas del Sistema Nacional Electoral a nivel Federal al Instituto Nacional Electoral, quien tiene bajo su máxima responsabilidad la organización de las elecciones federales, así como, brindar apoyó en las elecciones locales; por otra parte, existen 32 Organismos Públicos Locales encargados de la organización de los comicios en cada una de las entidades federativas.

Esos Institutos Electorales, han ido evolucionando con el paso del tiempo, como resultado de diversas reformas y de movimientos sociales que exigían mayor transparencia y autonomía en las instituciones encargadas de las elecciones y de los temas en materia electoral, a fin de garantizar la renovación, la alternancia y la pluralidad en los cargos de elección popular.

Estas autoridades administrativas además de tener bajo su encomienda la renovación de los cargos de elección popular, la organización y desarrollo de los procesos electorales, también fijan las directrices de los comicios y fomentan la participación ciudadana, así como, la cultura democrática electoral; su sustento legal se encuentra plasmado en la propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en las Constituciones Locales de los estados.

Es loable mencionar que, originalmente las elecciones eran organizadas y concentradas por un organismo dependiente del Ejecutivo Federal; ello generó la falta de transparencia en los procesos y en los resultados, así como, el monopolio del poder por parte de un partido político, es decir, del que estaba al mando de la presidencia de la República; sin embargo, las leyes y las instituciones tuvieron que evolucionar a fin de satisfacer el dinamismo y los reclamos sociales; que exigía instituciones garantes del voto popular.

Es así que, en 1990 surge el Instituto Federal Electoral (IFE), figura que nace como resultado de los conflictos generados en la elección de 1988, conocida por la “caída del sistema de votación”, creándose el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), mismo que le dio sustento legal el entonces IFE; y que se creó como un órgano del Estado encargado del desarrollo de las elecciones federales, originalmente y con la concurrencia de los tres Poderes de la Unión; pero fue hasta 1996, cuando alcanzó su total autonomía e independencia.

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Otras de las reformas destacables es la del 2014, pues el entonces Instituto Federal Electoral se convirtió en el Instituto Nacional Electoral, ahora como una autoridad de carácter nacional y bajo la encomienda de homologar los estándares con los que se organizan los procesos electorales locales.

Ahora bien, en nuestro Estado de México, la renovación de poderes de carácter local originalmente se encontraba a cargo de una Comisión Estatal Electoral, figura que nació en 1966, dependiente del Poder Ejecutivo; pero que, tras la reforma de 1995 misma que se materializó en 1996, dio lugar al hoy Instituto Electoral del Estado de México, surgiendo como un organismo público autónomo encargado de los procesos electorales en la entidad; asimismo, se publicó el Código Electoral del Estado de México como cuerpo normativo base en materia electoral local.

Por cuanto hace a las autoridades jurisdiccionales, tenemos a las encargadas de la impartición de justicia, de la protección del derecho de votar y ser votado, de dirimir controversias y de fijar criterios a fin de satisfacer las nuevas necesidades que la realidad electoral exija; tenemos al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y a la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales.

Originalmente fue la Suprema Corte de Justicia de la Nación quien dirimía las controversias electorales, posteriormente dicha función la ejecutó el Tribunal Federal Electoral, pero con la reforma de 1996, éste dejo de existir para dar nacimiento al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la

Federación, mismo que se creó como un órgano especializado del Poder Judicial de la Federación, encargado de la impartición de justicia y como máxima autoridad en materia electoral, teniendo como eje central la protección de los derechos político electorales de los ciudadanos, así como, el acceso igualitario y efectivo a la justicia electoral.

Hablando de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales, esta institución surgió en 1994, adscrita a la Procuraduría General de la República y cuya principal misión es la prevención, investigación y persecución de los delitos electorales, a fin de garantizar la equidad, legalidad y transparencia en los procesos electorales federales y locales que resulten de su competencia, es importante referir que su actuación es permanente, es decir, no sólo actúa durante los procesos electorales, sino que también fuera de ellos, pues la comisión de delitos puede generarse en cualquier momento; aunado a ello, constantemente ejecuta acciones de prevención

Estimado lector, ya conociste a las autoridades encargadas de los procesos electorales, cuya importancia radica en ser las encargadas de la renovación de los cargos públicos, de la aplicabilidad de leyes y directrices que rigen al sistema electoral y que tienen la gran encomienda de garantizar que la expresión popular vertida a través del voto, sea respetada y transparente, por ello, es que, en esta tu revista quisimos presentarte a estas instituciones, para que conocieras su evolución, existencia y principales funciones.

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6. GOBIERNOS DE COALICIÓN, ¿LA MEJOR OPCIÓN?

Seguramente te estarás preguntando qué es un gobierno de coalición o probablemente lo estés confundiendo con la figura de las coaliciones partidistas; pues dejanos contarte estimado lector, que se tratan de conceptos e instituciones diferentes.

Es por ello que, nos parece oportuno citar a Román Reyes y Josep María Reniu quienes define al gobierno de coalición como “aquel que se forma cuando un grupo parlamentario no tiene mayoría suficiente como para formar Gobierno, por lo que se ve obligado a pactar con otro grupo, normalmente de ideología política afín, para formarungobiernoconjunto”.

A fin de robustecer este concepto, citemos también la definición que Barceló y Diego Valadés, destacados juristas, quienes los conceptualizan como “la unión del partido político en el Gobierno con uno o más partidos con representaciónenelcongreso, convocados de manera expresa por el Presidente de la República para elaborar un programa de gobierno compartido, dicho programa seriaejecutadoyevaluadopor el gabinete que acuerden los partidospolíticoscoaligados”.

De ambas definiciones podemos rescatar que, en esencia se sustentan en la unión del partido político en el Gobierno con uno o más partidos, a fin de presentar una mejor gobernanza; cabe hacer la distinción de que, entre las definiciones transcritas con antelación, la primera de ellas atiende a un enfoque que atiende a un sistema parlamentario, y que predomina en Europa; en tanto que el segundo, se sustenta en el sistema presidencial, al que pertenece nuestro Estado mexicano.

Ahora bien, de la definición de Román Reyes y Josep María Reniu, podemos vislumbrar que no necesariamente los grupos políticos que se coaligan son los que están en el poder, sino que, de un pacto pueden lograr una mayoría en su gobierno.

La figura de los Gobiernos de Coalición en México, no ha tenido un gran impacto y/o aplicabilidad debido a que, nuestro país al tener un sistema presidencial puro caracterizado por la elección directa de la persona que ocupará el cargo de Presidente es quien tiene la facultad exclusiva de nombrar y/o remover a quienes integrarán su gabinete para el desarrollo de la administración pública, asimismo, se destaca que, nuestro país fue gobernado por años por un partido hegemónico que no solo dominaba el

cargo del Ejecutivo, sino que también, tenía la mayoría en el Congreso, lo que generaba que cualquier asunto presentado por quien estaba al mando de la presidencia, se aprobara sin cuestionamiento alguno.

Con el devenir de los años, específicamente a partir de las reformas de 1977, el ejecutivo comenzó a perder el poder hegemónico con el que contaba, principalmente ante el Poder Legislativo, presentando un mayor pluralismo partidista que le restaba fuerza y orillándolo a incluir a los legisladores de oposición, e incluso, a tener que negociar cada vez más con diversos actores políticos de las distintas fuerzas políticas que integran el sistema electoral mexicano.

Otro gran suceso que se presentó en México, que descalabro al poder absoluto de un partido político que por años concentro el poder del país, fue la llegada de la alternancia al Poder Ejecutivo en el año 2000, sin embargo, al tener un Poder Legislativo mayoritariamente integrado por el partido político de oposición, generó que, las distintas reformas y la gobernabilidad, se vieran bloqueadas y simplemente no fueran aprobadas, lo que dificulto el ejercicio del poder por el entonces Presidente de la República.

La entidad mexiquense vio en la figura de Gobierno de Coalición, un instrumen to de gobernabilidad democrática y plu ral, de corresponsabilidad entre el poder legislativo y el ejecutivo, integrado por el partido que postuló a quien ocupa la gobernatura y uno o varios partidos políticos, a finde de sumar fuerzas y alcanzar una representación parlamentaria que hoy, forman parte de las distintas instituciones plasmadas en la ley. del Estado de México, contemplando su integración desde el registro de las candidaturas comunes, a través de un anexo en el que, se plasma un programa de gobierno y un convenio en el que se pacta la participación del quienes resultasen ganadores.

A todo ello, podemos concluir que los gobiernos de coalición son una figura típica de los gobiernos parlamentarios, que se han ido exportando a los sistemas presidenciales para hacer más plural y viable la función del Ejecutivo; no omitimos la importancia que reviste la transparencia en este tipo de figuras, su perfeccionamiento y evolución a fin de adaptarla a la realidad democrática y política de la entidad; así como, la generación de mecanismos que garanticen su aplicabilidad, seguimiento y evaluación, tema que hasta el momento es un saldo pendiente por ajustar.

Para el 2006, ante un Congreso dominado por una corriente política distinta a quien tenía la presidencia, dio lugar a los diálogos en mesas políticas que garantizaban que ninguno perdería sus posiciones y se atendería la agenda nacional; para el 2012 y con la llegada de otro presidente, se firmó el famoso “Pacto por México”, suscrito por el titular del Ejecutivo Federal y los líderes de las principales fuerzas políticas; suscrito para lograr una mejor gobernanza en favor de la población; y es aquí en donde podemos hablar de los inicios de la figura de Gobierno de Coalición en México; que no incluía en el gabinete presidencial ningún titular de las corrientes políticas que no fueran afines a las del partido ganador, pero si para que, el poder legislativo aprobará las iniciativas que presentara el Ejecutivo.

En el 2014 se publicó una reforma polito-electoral en la que se estableció legalmente la figura de Gobiernos de Coalición en México, facultando al Presidente de la República para optar por un gobierno compartido con más de una fuerza política representada en el Congreso.

El jurista Maurice Duvenger, destaca la creación de los Gobiernos de Coalición como una necesidad de alianzas entre partidos políticos, y que pueden presentar distinto grados y formas. Algunas son efímeras y desorganizadas: simples coaliciones provisionales para beneficiarse de ventajas electorales a fin de echar abajo a un gobierno o para sostenerlo ocasionalmente. Mientras otros son durables y están dotados de una sólida estructura que los acrecenta.

Los gobiernos de coalición son una figura de suma importancia para las minorías partidistas, ya que, esta figura les da representatividad y la posibilidad de impulsar e incluso hacer una realidad las demandas sociales de los grupos a los que representan y de las causas que abanderan, lo que desencadenaría en una mayor inclusión de la población en las políticas públicas.

Por cuanto hace a nuestro Estado de México, en el 2022 se aprobó el Decreto número 90, por el que se expidió la Ley de Gobierno de Coalición, las razones que motivaron su creación emanan de alcanzar la mayor representatividad popular, de alejarse de las malas prácticas que benefician a unos cuantos, y buscar la mejor gobernabilidad a fin de favorecer a la población por encima de los intereses partidistas.

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La entidad mexiquense vió en la figura de Gobierno de Coalición, un instrumento de gobernabilidad democrática y plural, de corresponsabilidad entre el poder legislativo y el ejecutivo, integrado por el partido que postuló a quien ocupa la gobernatura y uno o varios partidos políticos, a finde de sumar fuerzas y alcanzar una representación parlamentaria que hoy forman parte de las distintas instituciones plasmadas en la ley del Estado de México, contemplando su integración desde el registro de las candidaturas comunes, a través de un anexo en el que, se incluya un programa de gobierno y un convenio en el que se pacta la participación del quienes resultasen ganadores.

El jurista Maurice Duvenger, destaca la creación de los Gobiernos de Coalición como una necesidad de alianzas entre partidos políticos, y que pueden presentar distinto grados y formas. Algunas son efímeras y desorganizadas: simples coaliciones provisionales para beneficiarse de ventajas electorales a fin de echar abajo a un gobierno o para sostenerlo ocasionalmente. Mientras otros son durables y

dotados de una sólida estructura que los acrecenta.

A todo ello, podemos concluir que los gobiernos de coalición son una figura típica de los gobiernos parlamentarios, que se han ido exportando a los sistemas presidenciales para hacer más plural y viable la función del Ejecutivo; no omitimos la importancia que reviste la transparencia en este tipo de figuras, su perfeccionamiento y evolución a fin de adaptarla a la realidad democrática y política de la entidad; así como, la generación de mecanismos que garanticen su aplicabilidad, seguimiento y evaluación, tema que hasta el momento es un saldo pendiente por ajustar.

Los gobiernos de coalición son una figura de suma importancia para las minorías partidistas, ya que, esta figura les da representatividad y la posibilidad de impulsar e incluso hacer una realidad las demandas sociales de los grupos a los que representan y de las causas que abanderan, lo que desencadenaría en una mayor inclusión de la población en las políticas públicas.

7. La importancia del Estado de México. Rumbo al 2024

El Estado de México es la Entidad más poblada de la república con cerca de 17 millones de habitantes y cuyo número de electores es mayor a 12 millones de ciudadanos que pueden ejercer su derecho de votar, lo que representa más del 12% de la lista nominal de electores nacional que consta de 95 millones 258 mil 668 ciudadanos.

Asimismo, la segunda entidad con mayor aportación al Producto Interno Bruto de la República con un 9.1% de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI); además cuenta con más de 13 millones de personas en edad de trabajar; por otra parte, el estado es el número uno en presupuesto ejercido, y concentra la mayor cantidad de instituciones de la administración pública estatal.

Ahora bien, el Estado de México es una entidad clave en el desarrollo del país por muchos factores, entre ellos, por su cercanía con la Ciudad de México; por su desarrollo económico y turístico; por su gran parque industrial; por sus bellezas naturales y talentos; y principalmente, por su evolución en sus sistemas normativos, por su inclusión y grandes aportaciones e innovaciones en materia político electoral.

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Ya nos estamos perfilando Rumbo al 2024, y las elecciones del Proceso Electoral 2023 serán decisivas para vislumbrar el rumbo que seguirá el país en las próximas elecciones federales, pues no omitimos mencionar que, la entidad mexiquense, siempre ha sido un referente respecto a la preferencia electoral ciudadana, determinante para la elección Presidencial.

Además, se espera que para las elecciones del 2024 la participación de los ciudadanos sea la más grande, ya que se renovarán la Presidencia de la República, senadoras y senadores, diputaciones federales, locales e integrantes de los ayuntamientos, entonces los electores tendrán 5 boletas, para poder ejercer su derecho y elegir a sus representantes, que los dirigirán por los próximos 6 y 3 años respectivamente.

Es así estimando lector que te invitamos a ser parte de la democracia y de la historia de nuestra entidad mexiquense, a que no pierdas de vista los principales acontecimientos políticos, electorales y normativos que fijarán precedente; y que te sigas informando, analizando y criticando objetiva y constructivamente nuestro estado de derecho.

En esta ocasión, nosotros te presentamos un panorama muy general de aquellos temas que consideramos de utilidad para nuestros lectores; sin embargo, un proceso electoral tan dinámico como el de nuestra entidad, presenta una inmensa cantidad de información y sucesos que incluso no agotaríamos en varios de nuestros números; sin embargo, esperamos haber sembrado en ti la semilla del interés, y puedas acercarte más a la vida democrática de nuestra entidad.

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8. EL PVEM EN EL PROCESO ELECTORAL 2023

Hemos llegado al final de este número, no sin antes compartir con nuestros lectores cómo vivió el Partido Verde Ecologista de México en el Proceso Electoral

Local 2023, y aquí te dejamos algunos de nuestros momentos.

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