Cultura elCaribe, SÁBADO 26 DE FEBRERO DE 2022
elcaribe.com.do
Discurso de Cuba: Un nuevo rendición de ajiaco a partir cuentas de SJB de la crisis
Silvani Hernández Mata, fotógrafa
Zona Retro concluye con esta entrega sobre los discursos de rendición de cuentas de los pasados presidentes de RD ante la Asamblea Nacional. P.7
Silvani Hernández ha dedicado parte de su trabajo fotográfico a captar la esencia de la mujer dominicana en el carnaval. P.10
En este artículo, el profesor Juan Francisco Zapata rememora la cultura identitaria de Cuba y de la República Dominicana como un legado para ambos pueblos. P.6
Abinader y la casa de Horacio Vásquez en Tamboril
Horacio Vásquez, por Mercader. MERCADER
El Museo de Mon se hizo porque el nieto cogió la rienda y anduvo “La Seca y La Meca” hasta crearlo
JOSÉ MERCADER 666mercader@gmail.com
¿
Le disparó Horacio Vásquez a quemarropa a Lilís? ¿O fue él quien le dio el tiro de gracia? La vida del general y presidente Felipe Horacio Vásquez Lajara ha sido escrita casi con detalles en el libro de Pedro Troncoso Sánchez aunque el título sea “Ramón Cáceres”. Casi todos los historiadores le han dedicado muchísimas páginas al presidente mocano que veraneaba en Tamboril, cuando se le conocía como Peña, y casi vecino de Don José Rafael Abinader. El tamborileño más ilustre que tuvimos describía a Horacio de arriba abajo y aún así no sabemos nada de su vida. Además, ¿quién puede creer que en esa casona, que ya se le fue la galería y no se acaba de derrumbar porque “Dio e grande”, dizque vivió un presidente? Y uno se pregunta, entonces todo lo que dijo Tomás Hernández Franco era cierto, ¿pero a tal punto que no merezca ni que se le recuerde? Decía Tomás: “… El señor Gral. Horacio Vásquez, lo repetimos, es un ciudadano con suerte, nacido en una época de audaces oportunismos en la cual hasta el tamaño físico tenía su influencia en el destino de las gentes, ni totalmente ignorante, ni totalmente sabio, un hombre como casi todos los de entonces: buen conocedor de los caminos reales, de los compadres de todos los compadres, y con ese algo de ambición y de anhelo de llegar a disponer del mando y del poder, como quien se apodera de algo, que era patrimonio de los hombres de entonces…” Aunque Tomás tuviera razón, el Museo en la casa de Horacio va y no nos cabe la menor duda que Luis Abinader, quien estuvo presente cuando su padre develizó el busto de Hostos frente a la casona, (¿”no verdá” Lincoln López?) honrará la “deuda”, más bien oferta, de don José Rafael de, no solo restaurar la quinta de Horacio, también hacer el hospital, el Museo del Tabaco, y la entrada al pueblo. ¿Se interesó alguien, en serio, de restaurar su casa, que ya tiene más de 120 años, y hacer un museo y un espacio cultural? El mondonguerismo cultural no daba para tanto. El recinto que albergaba la Casa de la Cultura, hasta hace poco, es ahora una nueva tabaquera. l CONTINÚA EN LA PÁGINA 3