Cultura

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Cultura elCaribe, SÁBADO 12 DE FEBRERO DE 2022

elcaribe.com.do

Seguridad y criminalidad en el Caribe

Discursos de rendición de cuentas

Mariojosé Ángeles, artista plástico

Antonino Vidal al reflexionar sobre los temas de seguridad del Caribe vira la discusión hacia la criminalidad, sin obviar los temas fronterizos. P.6

Zona Retro continúa esta semana con la segunda entrega de los discursos presidenciales de rendición de cuentas de los pasados gobiernos de la RD. P.7

El artista nos habla de “CARPE-ta-DIEM”, proyecto inspirado en los trabajos de Leonora Carrington a quien se dedica la Bienal de Venecia de este año. P.10

Universalidad cibaeña de la Ucamaima Agripino se impuso y fue aceptado como el rector único ADVITAN de la PUCMM los pueblos cercanos que se montaban perfumados, bañaditos, vestidos de domingo, con zapatos sin cordones que los tígueres llamaban de monja; bien peinados por sus gatos caseros. Las niñas, presentables como si fueran a una fiesta de navidad o a misa de domingo de ramos. El que salía del liceo se las arreglaba para irse a la capital a romper brazo o a que se los rompieran o a soltar en banda los estudios. Era obvio que la UCMM ofrecía una alternativa universitaria que no todos podían costearse por más que fuesen asiduos devotos de San Quintín o seguidores de sermones dominicales o peregrinos confesos y comprobados al Santo Cerro que les fortalecía la devoción y comprobaban que a los indios, narrados en las historias, se les devolvían las flechas contra los españoles y la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Los edificios repartidos en el campus daban la ilusión de estar en una universidad extranjera y la presencia de Luis Midence lo remachaba. A él se le sumó John y el Filipino, dos entrenadores norteamericanos que intentaron hacer el equipo de “Track and Field” propio, como en cualquier campus de California. Solo que en la UCMM el estudiante no tenía, incluyendo las excepciones, experiencias deportivas secundarias y ahora, pepillito, solo se dedicaba a cursar su carrera, graduarse y adiós, que ningún dueño de almacén iba a mandar al niño a sudar y regresar a la casa estrujao. La quietud del campus era un tesoro y es así como los arquitectos lo concibieron. Cuqui Batista era del equipo de Monseñor Polanco Brito para que los edificios fuesen perfectos, lo que es su especialidad, en eso de distribución de necesidades y volumen disponible. El mural de la cafetería, de Orlando Minicucci, irradiaba una fuerza y nos elevaba casi a la calidad de los murales mexicanos que Vasconcelos supo dirigir y que nuestro becado metió en su carterón de cartero, pa’ na, porque al final, lo borraron sin que el pintor dijera ni JI. l

Agripino Núñez Collado, por Mercader.

JOSÉ MERCADER 666mercader@gmail.com

L

a historia de la PUCMM ha sido contada cuando esta tuvo su cincuentenario (19622012) en un hermoso volumen que le tomó a Dánicel muchas interrupciones de su producción poética, a la que se dedicó, como un desafío y casi como un testamento, al final de su existencia carnal. La PUCMM, sin embargo, no es una sola universidad sino miles de recuerdos de las vivencias de cada quien, muchas veces con elementos comunes: edificaciones, espacio temporal, aulas, profesores, etc. Cada promoción, cada generación tiene sus

características y no se puede desligar del desarrollo mismo de la ciudad y del país. La PUCMM que me tocó a mí, en los inicios de los 70 coincide con el Santiago que, puntual y acertadamente, retrató Julio González y que publicó en un bello volumen: “El Santiago de los 70”. Para ese entonces la Universidad no tenía P como Pedro cuando fue al psicólogo y, probablemente, Santiago tampoco. Y si me preguntan si había guaguas, puedo decir que sí, aunque para mí no existían porque mi bicicleta no me hubiera perdonado semejantes chifles. Era el único que iba a fuerza de pedales, pero de vuelta me bastaba un pedalazo y llegaba a mi casa con velocidad de sobra. Las guaguas eran para mis compañeros santiagueses y otros pensionados de

Campus Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra en Santiago.

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