COMUNICADO URGENTE Poder Judicial concede amparo a Marco Antonio y su familia: Confirma que sí fue víctima de desaparición forzada por autoridades de la CDMX y el Estado de México ▪ ▪ ▪ ▪
Responsables de esta violación a derechos humanos: autoridades policiales, ministeriales y judiciales, precisa sentencia de Amparo en Revisión de Tribunal Colegiado ATENCIÓN: Impone reparación integral del daño por violación grave de derechos humanos Familia y organizaciones defensoras piden a los medios informativos respeto a la privacidad del joven Marco Antonio, revictimizado después de la desaparición forzada Exigimos investigación exhaustiva y sanción a los funcionarios que negaron su desaparición forzada y a los responsables de la impunidad persistente en el caso Ciudad de México, a 21 de mayo de 2019.
La tarde del 23 de enero de 2018, en los alrededores de la estación El Rosario del Metrobús — Atzcapotzalco—, el preparatoriano Marco Antonio, entonces de 17 años, fue detenido arbitrariamente por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, golpeado, torturado a bordo de una patrulla, desaparecido y, finalmente, abandonado; la oportuna respuesta de organizaciones defensoras y la indignación social que se manifestó en el país permitieron que reapareciera cinco días después en Tlalnepantla, Estado de México, con severos daños de salud. Tras el análisis exhaustivo del caso, incluido lo sucedido durante los cinco días transcurridos entre la detención y su reaparición, y contra la negación sistemática de autoridades de la CDMX y el Estado de México de que hubiera sido víctima de desaparición forzada, al otorgarle a él y su familia la protección de la justicia federal el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, en su resolución del Amparo en Revisión 53/2019, el 9 de mayo anterior, determinó que el adolescente sí fue víctima de dicha violación grave a sus derechos humanos. La Administración de Miguel Ángel Mancera y otras altas autoridades capitalinas decidieron políticamente que no existió la detención arbitraria, tratando de minimizar el hecho arguyendo que se trataba de otro “adolescente problemático”. Las organizaciones defensoras documentaron judicialmente esta negativa, así como la de brindar información de su paradero, además de la intención de sustraerlo de la protección de la ley y no presentarlo ante la autoridad competente. Por tales actos de autoridad Marco Antonio y su familia fueron revictimizados mediáticamente, aparte de que se les ha privado de manera reiterada de sus derechos a la justicia y la verdad, negándoseles siquiera una investigación seria y efectiva.