◆ Memoria 2020 ◆
En agosto, cuando Vitacura pasó a Fase 3 y fue posible abrir el Club, paulatinamente empezaron a regresar los caballos. Pero debido a que muchos ordenanzas viven en comunas que en ese entonces continuaban en cuarentena, solo se permitió el regreso de caballos a medida que se fueran desconfinando las comunas de residencia de los ordenanzas que están a cargo de ellos. Para llevar a cabo esta logística se hicieron sorteos con todas las personas inscritas y se permitió un ingreso semanal promedio de cuatro caballos. Recién en octubre las pesebreras contaron con un 90 por ciento de ocupación y la rama comenzó a tener más actividad. Durante los meses de primavera fue posible observar jinetes entrenando sus caballos y los profesores –que con permisos especiales de cuidado animal habían podido ayudar a mover y montar caballos en los meses más difíciles– retomaron el contacto con sus alumnos. Para mantener el orden y respetar completamente todas las normas sanitarias, la rama elaboró un protocolo de equitación que todo jinete debía seguir además del protocolo general del Club. Cabe destacar que la mayoría de los integrantes de la rama acató todas las normas establecidas, salvo un par de excepciones que debieron ser amonestados. 80