DATOS INTERESANTES
SOBRE LAS BACTERIAS
¿QUÉ SON LAS BACTERIAS?
Las bacterias son organismos microscópicos unicelulares que se encuentran en todas partes: en el aire, en el agua, en la tierra, en los alimentos y en organismos vivos como plantas y animales. También están presentes en todos los seres humanos.
La mayoría de los tipos de bacterias son inofensivos para nosotros: sólo alrededor del 1% pueden causar enfermedades. Entre estas especies patógenas están las bacterias Salmonella y Escherichia coli
De hecho, muchas bacterias son esenciales para la salud humana. La flora intestinal, por ejemplo, contiene numerosas bacterias beneficiosas para la salud. En la boca, no sólo hay bacterias que causan enfermedades como la caries o las bacterias periodontales, sino también bacterias que mantienen sana la flora bucal.
ESTRUCTURA DE LAS BACTERIAS
A diferencia de las células vegetales, animales y humanas, las bacterias no tienen núcleo ni otros orgánulos, como las mitocondrias productoras de energía. Su ADN se encuentra en el contenido de la célula bacteriana, donde también se encuentran los ribosomas productores de proteínas. El contenido bacteriano -el citoplasmaestá encerrado por una membrana plasmática, que suele estar rodeada por una pared celular formada por aminoácidos y azúcares. Como las bacterias no tienen mitocondrias, producen moléculas de energía (ATP) creando un gradiente de protones (iones de hidrógeno) a través de su membrana celular.
ANATOMÍA DE LAS CÉLULAS BACTERIANAS
Cápsula
Nucleoide (ADN)
Flagelos
En muchos casos, la pared celular bacteriana es rígida, lo que da a la bacteria una forma sólida, como una esfera o una varilla. Las bacterias con una pared celular rígida suelen tener flagelos en forma de hilos que les permiten moverse. Las bacterias espirales, en cambio, pueden moverse gracias a su pared celular flexible. La mayoría de las bacterias también tienen una cápsula externa.
Ribosomas
¿QUÉ TIPOS DE BACTERIAS EXISTEN?
Se calcula que existen varios cientos de miles de especies de bacterias en la Tierra, de las que sólo se conocen unas 5.000. Todas ellas tienen formas, estructuras y propiedades diferentes que nos ayudan a identificarlas y clasificarlas en grupos distintos. Para ello se aplican los siguientes criterios:
• Forma: Las bacterias pueden dividirse en tres grupos principales: esféricas (cocos), en forma de bastoncillos (bacilos) y en espirales (espiroquetas).
• Tinción de Gram: Las bacterias también se clasifican según las propiedades que revelan al entrar en contacto con determinados colorantes. La técnica microbiológica más utilizada para identificar bacterias es la llamada tinción de Gram. Se utiliza para identificar dos grandes grupos de bacterias basándose en los distintos componentes de su pared celular. Éstos son:
Ù Bacterias grampositivas: Las paredes celulares de las bacterias grampositivas son ricas en una sustancia llamada peptidoglicano (también conocida como mureína) y no tienen una membrana lipídica externa adicional. La tinción de Gram da a estas bacterias un color azul oscuro/ morado.
Ù Bacterias Gram negativas: Sólo tienen una fina capa de peptidoglicano, pero
BACTERIA O VIRUS: ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA?
Tanto las bacterias como los virus pueden causar enfermedades en animales y humanos. A parte de eso, tienen muy poco en común. Las bacterias son organismos vivos que tienen su propio metabolismo y pueden reproducirse independientemente. Los virus no tienen metabolismo propio y necesitan u n huésped para reproducirse. Por tanto, no se consideran organismos vivos.
L as bacterias y los virus también difieren en tamaño. Las bacterias tienen un tamaño de entre 0,1 y 700 micrómetros (un micrómetro = la milésima parte de un milímetro) y son visibles con un simple microscopio óptico. Los virus son mucho más p equeños, normalmente sólo de 30 a 300 nanómetros de diámetro (un nanómetro = la milmillonésima parte de un metro). Para verlos, necesitas un m icroscopio electrónico, que tiene una resolución mucho mayor que un microscopio óptico. Por ejemplo, en una mota d e polvo caben teóricamente millones de virus, pero sólo unas 10 bacterias.
también una membrana lipídica externa. Estas bacterias se vuelven rojas en el método de tinción.
• Flagelación: La mayoría de las bacterias tienen flagelos que les ayudan a desplazarse y se clasifican según el tipo de flagelación:
Ù Monotricos: La bacteria tiene un solo flagelo.
Ù Lofotrica: Varios flagelos se disponen en uno o dos grupos en los extremos de la célula.
Ù Perítricos: Varios flagelos están distribuidos uniformemente por toda la superficie externa de la célula bacteriana.
• Necesidad de oxígeno: Las bacterias también se clasifican según necesiten o no oxígeno para vivir y crecer. Las bacterias que necesitan oxígeno para vivir se llaman aerobias, mientras que las que pueden vivir sin oxígeno se llaman anaerobias. También hay bacterias que viven y crecen tanto con oxígeno como sin él. Se llaman anaerobios facultativos.
• Factores genéticos: Las diferencias en la composición genética pueden utilizarse para diferenciar entre especies y cepas bacterianas.
A veces se utilizan otros criterios para clasificar las bacterias: por ejemplo, si tienen una cápsula a su alrededor o si forman esporas. La clasificación de las bacterias es importante en medicina porque permite un tratamiento más específico de los patógenos.
¿CÓMO SE MULTIPLICAN LAS BACTERIAS?
Las bacterias se reproducen por división celular. En primer lugar, el ADN de la célula bacteriana se duplica para crear una copia idéntica. A continuación, la célula crece y las dos versiones de ADN migran a extremos opuestos de la misma. En el centro de la célula se forma una pared celular que divide su contenido en mitades. Esto crea dos células «hijas» idénticas. En condiciones óptimas, las bacterias pueden duplicarse cada 20 minutos o incluso más rápido.
La velocidad a la que se multiplican las bacterias también afecta a la propagación de una infección. En pocas palabras, si las bacterias se multiplican con rapidez, se propagan más rápidamente por el organismo, por lo que el sistema inmunitario tiene más dificultades para combatirlas. Esto provoca síntomas más graves y facilita la transmisión de la infección a otras personas.
Pared celular
2 3 4 5 1
El ADN se duplica
Las copias de ADN migran a los extremos de la célula
Se forma la pared celular
Dos células hijas idénticas
¿CÓMO
LAS
BACTERIAS
ASEGURAN SU PROPIA SUPERVIVENCIA?
Las bacterias son verdaderas artistas de la supervivencia. No sólo se encuentran entre los seres vivos más antiguos de la Tierra, sino que también se han adaptado a vivir en lugares extremos y hostiles para la vida humana, como las profundidades
oceánicas, el hielo ártico, las aguas termales, la corteza terrestre o los lagos de gran salinidad. Algunas especies pueden incluso sobrevivir en el espacio o soportar la radiación radiactiva.
Los microorganismos deben su capacidad para soportar condiciones ambientales duras a una amplia gama de estrategias adaptativas:
• L as bacterias que tienen flagelos pueden desplazarse activamente y migrar hacia condiciones más favorables, por ejemplo a lugares con mayores concentraciones de nutrientes u oxígeno.
• A lgunos tipos de bacterias forman esporas. Se trata de formas muy resistentes y duraderas, insensibles a influencias ambientales como la sequedad, la radiación, las sustancias químicas agresivas o la falta de alimento. Al convertirse en esporas, las bacterias se encuentran en una especie de estado latente en el que utilizan muy poco sus reservas. Esto les permite sobrevivir durante mucho tiempo en condiciones extremas. En cuanto las condiciones ambientales son más favorables, las bacterias activas se desarrollan a partir de las esporas.
• L a mayoría de las bacterias se rodean de una cápsula para protegerse. Suele estar formada por azúcares o bloques de proteínas. Dicha cápsula protege a la bacteria de las sustancias tóxicas e im -
Fig. 1 D iagrama de la proliferación bacteriana, como se describe en el texto.
pide que sea «devorada» por las células inmunitarias.
• L as bacterias también pueden esconderse en biopelículas, las comunidades de microorganismos que se incrustan en una capa de mucosidad. En la comunidad de biopelículas, las bacterias son más resistentes a las defensas del propio organismo y pueden tolerar dosis mucho más altas de antibióticos y agentes antimicrobianos.
• L as bacterias han desarrollado muchas vías metabólicas diferentes para obtener energía y crecer. Cuando disponen de suficiente oxígeno, utilizan un proceso denominado respiración celular aeróbica. En este proceso, la energía se produce oxidando la materia orgánica. En condiciones de escasez o ausencia de oxígeno, como en las capas más profundas del suelo o en el intestino
humano, las bacterias cambian a vías metabólicas alternativas, como la respiración anaeróbica o la fermentación. Estos procesos permiten a las bacterias producir energía y sobrevivir en ausencia de oxígeno.
Además, las bacterias tienen varios mecanismos de defensa, como sistemas de reparación del ADN, la enzima catalasa para neutralizar los radicales libres y las llamadas «bombas de eflujo» que transportan las sustancias nocivas fuera de las células. Todas estas estrategias ayudan a las bacterias a protegerse de las influencias externas nocivas y a sobrevivir en entornos extremos y en constante cambio. Desde un punto de vista médico, esto no deja de ser problemático: gracias a su adaptabilidad, muchos tipos de bacterias también se están haciendo cada vez más resistentes a los antibióticos.
Las bacterias desarrollan estrategias defensivas para protegerse de factores externos nocivos.
ENFERMEDADES BACTERIANAS
BACTERIAS PATÓGENAS COMUNES
Las bacterias pueden colonizar prácticamente cualquier parte del cuerpo, en la piel, en las vías respiratorias y urinarias, en el tracto gastrointestinal o en los órganos reproductores, a menudo sin causar ningún daño. Sin embargo, si se debilita el sistema inmunitario de nuestro organismo, algunas bacterias inofensivas pueden multiplicarse y causar enfermedades. También hay especies de bacterias que suelen provocar enfermedades. He aquí algunos ejemplos de ellas:
• Acinetobacter baumannii:
L as bacterias Acinetobacter son cada vez más preocupantes como patógenos de infecciones hospitalarias. La especie Acinetobacter baumannii (A. baumannii) es especialmente peligrosa. Esta bacteria gramnegativa, aerobia y con forma de bastoncillo puede causar neumonía, infecciones de heridas, infecciones del tracto urinario e intoxicación sanguínea (sepsis), entre otros problemas. El tratamiento de las infecciones por A. baumannii está resultando un reto, ya que el patógeno es cada vez más resistente a los antibióticos.
• B orrelia burgdorferi: S e sabe que las bacterias Borrelia burgdorferi (B. burgdorferi) causan la enfermedad de Lyme (borreliosis). Se
encuentran principalmente en el hemisferio norte, donde se propagan a las personas por la picadura de garrapatas infectadas. B. burgdorferi es una bacteria gramnegativa que pertenece a la familia de las espiroquetas.
• E scherichia coli:
C omo patógeno más común de las infecciones bacterianas, la bacteria en forma de bastoncillo Escherichia coli (E. coli) representa un problema considerable para la medicina. Algunas cepas de esta bacteria gramnegativa viven de forma natural en los intestinos de las personas sanas. Otras cepas, sin embargo, pueden causar infecciones como diarrea y cistitis. La bacteria E. coli se desplaza con ayuda de flagelos peritricos.
• L isteria monocytogenes:
L a bacteria grampositiva en forma de bastoncillo Listeria monocytogenes (L. monocytogenes), con flagelos distribuidos uniformemente por todo el cuerpo (peritricos), pertenece a la familia de las Listerias y causa la listeriosis, una infección provocada generalmente por la ingestión de alimentos contaminados. Los síntomas suelen incluir fiebre, escalofríos y dolores musculares, acompañados de náuseas, vómitos y diarrea. En las mujeres embarazadas, la infección puede provocar la pérdida del embarazo o el parto prematuro, y en los recién nacidos, enfermedades graves e incluso la muerte.
Los agarres de los autobuses y trenes son un lugar ideal para que se desarrollen las bacterias.
Mycobacterium tuberculosis:
Mycobacterium tuberculosis (M. tuberculosis), miembro de la familia Mycobacteriaceae, es un bacilo aerobio inmóvil con forma de bastoncillo y la principal causa de la grave enfermedad infecciosa tuberculosis. La tuberculosis suele propagarse a través de las vías respiratorias. Las bacterias entran en los pulmones a través del aire que respiramos, y también pueden infectar otros órganos. Los síntomas típicos son tos, con o sin esputo, fiebre, dolor torácico y dificultad para respirar.
Salmonella spp:
L as bacterias del género Salmonella causan la salmonelosis, una enfermedad diarreica infecciosa. La infección por Salmonella se produce a través de alimentos contaminados, como los que contienen huevos crudos o productos cárnicos poco cocinados. Los síntomas típicos de la salmonelosis son náuseas, calambres, diarrea, fiebre y vómitos.
Staphylococcus aureus:
L a bacteria grampositiva con forma de coco Staphylococcus aureus (S. aureus) es la más peligrosa de las numerosas especies de estafilococos. Es resistente a
casi todos los antibióticos conocidos y puede causar infecciones graves, incluso mortales. El S. aureus se encuentra en la piel, la nariz, el colon y la vagina, hasta en el 50% de la población. Muchos individuos pueden ser portadores de la bacteria sin estar infectados ni mostrar ningún síntoma.
Los tipos de bacterias enumerados son sólo una selección de las muchas que existen en la Tierra y pueden causar enfermedades en los seres humanos.
¿CÓMO SE TRANSMITEN LAS BACTERIAS?
Las bacterias nocivas pueden invadir nuestro cuerpo de varias formas, por ejemplo
• por el consumo de alimentos contaminados
• a través del aire, cuando inhalamos gotitas infecciosas (infección por gotitas),
• al tocar objetos contaminados, como picaportes de puertas, y luego tocarnos la cara (infección por frotis),
• a través de la mucosa genital durante relaciones sexuales sin protección,
• a través de mordeduras y picaduras de animales infectados,
• a través de lesiones cutáneas (heridas).
A veces, las bacterias normalmente inofensivas o incluso beneficiosas que se dan de forma natural en el organismo también pueden causar infecciones. Esto puede ocurrir cuando se introducen en partes del cuerpo a las que no pertenecen. Por ejemplo, la bacteria E. coli puede pasar de los intestinos a las vías urinarias y causar infecciones urinarias.
INFECCIONES BACTERIANAS MÁS COMUNES
En una infección bacteriana, las bacterias invaden el cuerpo y dañan los tejidos de diversos órganos. Lo hacen penetrando en las células y destruyéndolas desde dentro, o produciendo toxinas que dañan la salud. Los síntomas pueden variar según la parte del cuerpo afectada y el tipo de bacteria.
• Infecciones del tracto urinario (ITU): C ausadas por bacterias como la E. coli, las ITU se producen cuando las bacterias penetran en el tracto urinario, pudiendo propagarse desde la uretra a la vejiga, los uréteres o los riñones. Los síntomas son micción frecuente, ardor o dolor al orinar (disuria) y dolor abdominal bajo o de espalda.
• Infecciones respiratorias: Los patógenos bacterianos pueden entrar en el tracto respiratorio inferior a través de la nariz, la boca o los ojos, causando enfermedades como neumonía, bronquitis y tuberculosis. La transmisión suele producirse a través de las gotitas de la tos o los estornudos. Los síntomas incluyen fatiga, secreción nasal, tos, dolor de garganta y fiebre.
• Infecciones cutáneas:
L as bacterias de la piel pueden causar infecciones si la piel está dañada o el sistema inmunitario está debilitado. Los síntomas incluyen enrojecimiento, hinchazón y picor. Los casos graves pueden dar lugar a infecciones del torrente sanguíneo. El Staphylococcus aureus es una causa frecuente.
• E nfermedades de transmisión sexual (ETS):
L as ETS bacterianas, como la gonorrea y la sífilis, se transmiten a través de relaciones sexuales sin protección, o de madre a hijo durante el parto. Los síntomas incluyen dolor o ardor al orinar, picor, úlceras y cambios en la piel. Si no se tratan, estas infecciones pueden provocar complicaciones más graves, como infertilidad, enfermedad inflamatoria pélvica y, en el caso de la sífilis, daños en el cerebro, el corazón u otros órganos, que pueden poner en peligro la vida.
• Infecciones gastrointestinales: A menudo causadas por bacterias como Salmonella o E. coli, estas infecciones, conocidas como gripe estomacal, son muy contagiosas y suelen propagarse a través de alimentos contaminados o del contacto con personas infectadas. Los síntomas incluyen náuseas, diarrea y vómitos.
• Infecciones transmitidas por vectores: L as infecciones bacterianas como la enfermedad de Lyme, causada por la bacteria Borrelia, son transmitidas por insectos hematófagos como las garrapatas.
Aunque las causas y las partes del cuerpo afectadas pueden variar, las infecciones bacterianas suelen progresar a través de cuatro etapas: transmisión (las bacterias entran en el cuerpo); incubación (el tiempo que transcurre entre la exposición a las bacterias y la aparición de los síntomas); reacción corporal (el cuerpo de la persona infectada reacciona a la infección y desarrolla síntomas), y defensa (el sistema inmunitario lucha activamente contra las bacterias invasoras).
La gastroenteritis, o «gripe estomacal», se caracteriza por náuseas, diarrea y vómitos. En la mayoría de los casos, no es necesaria la intervención médica.
PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LAS INFECCIONES BACTERIANAS
BARRERAS PROTECTORAS NATURALES
CONTRA
INVASORES NO DESEADOS
Nuestro cuerpo está constantemente expuesto a una amplia gama de microorganismos, pero no todas las personas que entran en contacto con agentes patógenos enferman. Si las defensas inmunitarias de nuestro organismo son óptimas, normalmente se puede combatir con éxito a los invasores y prevenir la enfermedad.
Nuestro cuerpo tiene dos formas básicas de defenderse de las bacterias:
• Protegiendo la integridad de la piel y las mucosas, que son las primeras barreras contra los agentes patógenos y mantienen a raya a la mayoría de las bacterias.
• Optimizando la función del sistema inmunitario, que combate las bacterias que invaden el organismo.
PROTECCIÓN A TRAVÉS DE LA PIEL Y LAS MUCOSAS
La piel es la primera línea de defensa de nuestro cuerpo, que funciona como barrera mecánica y que también contiene
células inmunitarias dirigidas contra los invasores.
La piel está compuesta por tres capas que nos protegen de las amenazas medioambientales, los agentes patógenos y los daños. La capa externa, la epidermis, está formada por células productoras de queratina y células inmunitarias. La capa intermedia, la dermis, está formada por tejido conjuntivo entrelazado con vasos sanguíneos, nervios y glándulas. Estas glándulas producen sebo y sudor, formando una capa protectora que mantiene a las bacterias y hongos beneficiosos. La dermis también contiene glóbulos blancos (macrófagos) que combaten las infecciones. La capa más profunda, el subcutis, está formada por tejido conjuntivo laxo y grasa. Proporciona aislamiento y amortiguación.
Otro tipo de barrera biológica son las mucosas que recubren las superficies internas de muchos órganos y cavidades corporales, como la boca, la nariz, los pulmones, el útero, la vejiga, los intestinos y el estómago. Producen mucosidad para atrapar las partículas extrañas y la suciedad, impedir que entren en el cuerpo y los órganos internos y mantener húmedos los tejidos.
Las bacterias pueden entrar en el cuerpo a través de las heridas.
PROTECCIÓN POR LAS CÉLULAS INMUNITARIAS
Cuando los patógenos traspasan la piel y las mucosas, los glóbulos blancos (leucocitos) responden inmediatamente para defender al organismo. Entre ellos están los macrófagos, los neutrófilos, las células NK (natural killer) y los granulocitos. Los macrófagos y neutrófilos, conocidos como fagocitos, engullen y digieren partículas extrañas y células muertas mediante un proceso denominado fagocitosis. Esto va acompañado de inflamación y liberación de radicales libres, que combaten a los patógenos como parte de la respuesta inmunitaria innata. Si los patógenos persisten, entra en acción el sistema inmunitario adaptativo. Las células dendríticas presentan los invasores a las células T, que los atacan con toxinas y activan las células B para que produzcan anticuerpos, marcando las bacterias para su destrucción.
Epidermis
Dermis
Hipodermis
Un sistema inmunitario que funcione bien puede combatir eficazmente las infecciones bacterianas y acelerar el proceso de curación. Sin embargo, si el sistema inmunitario está debilitado, por ejemplo, porque el organismo carece de determinados nutrientes, o porque las bacterias son especialmente agresivas, los síntomas pueden ser más graves y la infección más seria. Entonces es necesario un tratamiento para atacar y eliminar las bacterias o para aliviar los síntomas.
ANTIBIÓTICOS:
RIESGOS Y BENEFICIOS
La medicina convencional trata las enfermedades bacterianas con antibióticos. Estos fármacos, diseñados específicamente para atacar a las bacterias, interfieren en determinados procesos o estructuras esenciales para que las bacterias sobrevivan y se reproduzcan. Por ejemplo, algunos antibióticos alteran la estructura de la pared celular bacteriana. Como resultado, la célula bacteriana pierde su integridad estructural y acaba reventando. Otros antibióticos impiden la producción de proteínas necesarias para el crecimiento y la reproducción bacterianos o atacan el genoma bacteriano.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva mucho tiempo clasificando la resistencia a los antibióticos como uno de los mayores retos para la salud mundial. Por ello, cada vez más expertos piden que se restrinja el uso de antibióticos y se promuevan alternativas vegetales, sobre todo para dolencias leves como infecciones de vejiga y resfriados.
Otro problema es que los antibióticos no sólo matan a los patógenos causantes de enfermedades, sino también a las bacterias beneficiosas. Esto reduce significativamente la diversidad de bacterias en el intestino, la piel y las mucosas. Esto puede provocar disbiosis, una alteración del equilibrio entre microorganismos beneficiosos y potencialmente perjudiciales, que repercute negativamente en nuestra inmunidad. Los científicos del Instituto de Investigación Dr. Rath llevan décadas investigando y desarrollando combinaciones de micronutrientes para combatir eficazmente las infecciones bacterianas. Al hacerlo, han contribuido significativamente a prevenir las infecciones y a encontrar alternativas eficaces a la terapia antibiótica.
La penicilina es el antibiótico conocido más antiguo y se utilizó por primera vez para tratar enfermedades infecciosas bacterianas en la década de 1940. Desde entonces, se han desarrollado numerosos agentes antimicrobianos, pero su eficacia se ha visto comprometida por su uso extendido e inadecuado en los últimos años. Esto ha aumentado el riesgo de que las bacterias se vuelvan resistentes, es decir, que se vuelvan insensibles a estos fármacos y ya no las maten.
MICRONUTRIENTES: DEFENSA
NATURAL CONTRA LAS BACTERIAS Y LAS INFECCIONES BACTERIANAS
Una deficiencia de micronutrientes esenciales puede debilitar el sistema inmunitario y comprometer las barreras del tejido conjuntivo, aumentando el riesgo de infección bacteriana. La primera línea de defensa contra las infecciones- y eliminando directamente los patógenos invasores. Una de estas combinaciones de nutrientes desarrollada en el Institu to de Investigación Dr. Rath ha obtenido una patente estadounidense (patente nº US10568866B1) e incluye, entre otros, los siguientes componentes:
• L as vitaminas del grupo B, como la B6, la B12 y el ácido fólico, son esenciales para el sistema inmunitario, ya que intervienen en la producción y maduración de las células inmunitarias y favorecen la síntesis del ADN.
• L a vitamina E comprende vitaminas liposolubles con efectos principalmente antioxidantes. L a vitamina E bloquea la
• L a vitamina C promueve la formación de glóbulos blancos, favorece su función y los protege de los radicales libres dañi nos, que se generan en mayor cantidad durante una infección. Es esencial para mantener la integridad de las barreras protectoras del organismo.
Romero (Salvia rosmarinus)
El extracto de cereza ácida tiene propiedades imunopotenciadoras y antibacterianas.
• El zinc, un oligoelemento esencial, interviene en muchos procesos del sistema inmunitario, por ejemplo en el desarrollo y la función de las células T. Se ha demostrado que el zinc aumenta la capacidad de ciertos tipos de macrófagos para eliminar las bacterias E. coli y S. aureus.
• El selenio, al igual que la vitamina C, desempeña un papel crucial en la protección de las células frente a los daños causados por los radicales libres. Este oligoelemento es esencial para el funcionamiento de ciertas proteínas llamadas selenoproteínas, que desempeñan importantes funciones protectoras y defensivas. Estas proteínas ayudan a mantener el equilibrio entre los procesos oxidativos y reductores y favorecen la actividad de los leucocitos y las células NK (natural killer)
• Algunos extractos de plantas, como los de cerezas ácidas y jengibre, tienen propiedades antibacterianas y de refuerzo inmunitario. También tienen un efecto antiinflamatorio.
DEMOSTRADO CIENTÍFICAMENTE:
LOS MICRONUTRIENTES
PUEDEN COMBATIR
LAS INFECCIONES
BACTERIANAS
La creciente resistencia de muchos patógenos a los antibióticos hace aún más urgente la búsqueda de estrategias de tratamiento alternativas. Una opción prometedora es el suministro selectivo de micronutrientes. Éstos no sólo refuerzan las defensas del organismo, sino que también pueden actuar directamente sobre las bacterias para eliminarlas. A continuación, presentamos una selección de importantes resultados de estudios del Instituto de Investigación Dr. Rath.
INFECCIONES URINARIAS: LA VITAMINA
C Y LA LISINA COMBATEN LAS BACTERIAS NOCIVAS
E. coli es la principal causa de las infecciones urinarias, aunque A. baumannii también puede ser una causa. Ambas bacterias son muy resistentes a los antibióticos. El Instituto de Investigación Dr. Rath ha identificado dos micronutrientes, la vitamina C y la lisina, que tienen un efecto significativo contra estos peligrosos patógenos. Una de las propiedades
destacadas de la vitamina C y la lisina es que contribuyen significativamente a la formación de colágeno, el principal componente del tejido conjuntivo que forma una barrera protectora contra los invasores no deseados.
Un estudio[1] del Instituto de Investigación Dr. Rath demostró que la vitamina C junto con la lisina pueden combatir eficazmente los patógenos bacterianos. Como se muestra en la Fig. 2, la combinación de los dos micronutrientes fue capaz de reducir hasta 7 veces el crecimiento de E. coli y A. baumannii. Además, la combinación demostró una capacidad hasta 4 veces mayor de eliminar las dos cepas bacterianas nocivas en comparación con el control. Se consiguió un efecto igual de potente con una formulación de micronutrientes desarrollada por el Instituto de Investigación Dr. Rath, que contenía lisina, vitamina C y flavonoides de cítricos.
ENFERMEDAD DE LYME (BORRELIOSIS):
LA FORMULACIÓN NUTRITIVA
PATENTADA (US1023819) CON PRODUCTOS BOTÁNICOS SELECTIVOS COMO ALTERNATIVA A LOS ANTIBIÓTICOS
La enfermedad de Lyme está causada por una infección con bacterias de la especie B. burgdorferi (Borrelia) o especies afines. La bacteria Borrelia es única por su capacidad de transformarse de su forma
Log10 CFU/ml
9
La combinación de vitamina C y L-lisina eliminó hasta 4 veces más de estas bacterias que cuando se utilizaron los nutrientes solos.
Fig. 2: La vitamina C y la lisina reducen el crecimiento de E. coli y A. baumannii hasta 7 veces y pueden eliminar estas cepas bacterianas nocivas hasta 4 veces más eficazmente que el control.
Biopelícula restante (% del control)
espiral original (espiroqueta) a una forma esférica. Se trata de un mecanismo de protección que utilizan las bacterias, sobre todo cuando se exponen a los antibióticos. La Borrelia también puede esconderse en biopelículas, que contienen colonias de bacterias protegidas por una membrana compleja que les permite eludir el sistema inmunitario y hacerlas resistentes a los antibióticos. El biofilm contribuye a la inflamación grave que acompaña a la enfermedad de Lyme.
Biopelículas existentes Prevención de la formación de biopelículas
Fig. 3: Eficacia de los micronutrientes en la eliminación y prevención de la biopelícula de Borrelia. Los micronutrientes pueden eliminar hasta el 50% de las biopelículas existentes y prevenir la formación de nuevas biopelículas en el 70% de los casos. La doxiciclina tiene una eficacia mucho menor tanto en la erradicación como en la prevención de la formación de biopelículas (en torno al 25%).
Los científicos del Instituto de Investigación Dr. Rath han evaluado diversas sustancias naturales y sus combinaciones, contra B. burgdorferi y B. garinii [2,3]. Una combinación de micronutrientes de compuestos vegetales biológicamente activos (baicaleína, luteolina y extracto de romero), ácidos grasos (monolaurina y ácido cis-2-decenoico) y yodo de algas marinas resultó especialmente eficaz. En el estudio, el ácido cis-2-decenoico, el extracto de romero, la baicaleína, la monolaurina, la luteolina y el yodo fueron los más eficaces para matar las formas esféricas de las
E. coli A. baumannii
bacterias. La baicaleína, la luteolina, la monolaurina, el ácido cis-2-decenoico y el yodo también fueron capaces de reducir la biopelícula formada por B. burgdorferi, mientras que la baicaleína y la monolaurina redujeron la formación de biopelícula de B. garinii. El aspecto importante del estudio fue que la combinación de micronutrientes desarrollada en el Instituto resultó extremadamente eficaz para eliminar las formas esféricas y las biopelículas formadas por Borrelia, superando incluso el efecto del antibiótico doxiciclina (véase la Fig. 3).
La eficacia de este enfoque natural también se confirmó «in vivo»[4] , es decir, en organismos vivos. La combinación descrita se probó en un grupo de ratones infectados con Borrelia y en un grupo de ratones sanos (grupo de control). En los ratones infectados alimentados con la combinación de micronutrientes durante cuatro semanas, la carga de espiroquetas se redujo aproximadamente un 75% en comparación con los ratones que no recibieron micronutrientes en su dieta. Los ratones infectados que recibieron los micronutrientes también presentaron una disminución de la inflamación en la sangre.
En un pequeño estudio observacional, 17 voluntarios con enfermedad de Lyme (LD) recibieron suplementos con la composición de micronutrientes tres veces al día durante seis meses. Los resultados mostraron que el 67,4% de los voluntarios, que padecían LD tardía o persistente y no habían respondido al uso previo de antibió -
ticos, respondieron positivamente, experimentando un aumento de la energía y una mejora del bienestar físico y psicológico. En el 17,7% de los voluntarios se produjo una ligera mejoría de los síntomas.
TUBERCULOSIS:
LOS MICRONUTRIENTES PUEDEN
INHIBIR LA PROGRESIÓN DE LA ENFERMEDAD
La tuberculosis (TB) está causada por bacterias del género Mycobacterium. Es una enfermedad contagiosa que se propaga por el aire cuando una persona infectada tose o habla. En las personas con un sistema inmunitario fuerte, las bacterias pueden encapsularse en los pulmones, dando lugar a una infección tuberculosa latente (oculta). En esta fase, las personas no son contagiosas. Sin embargo, si el sistema inmunitario se debilita, las bacterias latentes pueden multiplicarse y causar síntomas de tuberculosis activa. Una característica distintiva de la tuberculosis activa o «abierta» es la formación de cavernas, cavidades en el tejido pulmonar llenas de células muertas y bacterias tuberculosas activas. Éstas se forman cuando el sistema inmunitario es incapaz de contener totalmente las bacterias. Uno de los factores más importantes del debilitamiento del sistema inmunitario es la desnutrición y la falta de micronutrientes esenciales en nuestro organismo, que facilitan el desarrollo de la enfermedad.
Un estudio clínico[5] realizado en pacientes hospitalizados con tuberculosis pulmonar aguda demostró que los micronutrientes pueden favorecer el proceso de curación. Los participantes del grupo de prueba recibieron una combinación de varias vitaminas y micronutrientes esenciales junto con la medicación estándar, mientras que el grupo de control sólo recibió el tratamiento estándar. Al cabo de dos meses, el 98% de los pacientes del grupo de prueba mostraban cavidades pulmonares curadas, frente a sólo el 69% del grupo de control. Mejor aún, al final del estudio todos los pacientes del grupo de micronutrientes dieron negativo en la prueba de la bacteria de la tuberculosis, frente al 88% del grupo de control.
Infórmate sobre otros estudios sobre micronutrientes y tuberculosis realizados por institutos de investigación internacionales:
www.healthlibrary.info/scientific-studies/tuberculosis/
PERIODONTITIS: FORMULACIÓN PATENTADA DE MICRONUTRIENTES (US10463590B1) EN SU PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO
La periodontitis es una infección grave de las encías y una de las enfermedades crónicas más frecuentes en el mundo. Está
causada por bacterias que forman una biopelícula, más conocida como placa. El cuerpo responde a las bacterias con inflamación, que se caracteriza por encías rojas, hinchadas y sangrantes. Si no se trata, la inflamación ataca cada vez más estructuras del periodonto, dañando las encías y el hueso maxilar. Los dientes se aflojan y existe riesgo de pérdida dentaria. La periodontitis también es un factor de riesgo de enfermedades cardíacas y pulmonares.
El Instituto de Investigación Dr. Rath ha realizado un estudio clínico piloto[6] con pacientes de periodontitis. Los participantes recibieron vitamina C, lisina, prolina y otros micronutrientes durante 12 semanas.
El estudio investigó el sangrado irritante de las encías tras aplicar presión a las encías de los sujetos participantes mediante una sonda periodontal. El término técnico para este procedimiento es «sangrado al sondaje», o BOP para abreviar. Para evaluar los resultados se utilizó el índice BOP, una medida estándar de la inflamación periodontal
Bolsa periodontal Placa
PERIODONTITIS
DIENTE SANO
Indica el porcentaje de bolsas gingivales que sangran durante el sondaje. Cuanto menor es el porcentaje de sangrado, más estable es el periodonto. El valor umbral está en torno al 25%, y los pacientes con valores más altos suelen tener periodontitis.
Al principio del estudio, el valor medio de la BOP era del 60%, lo que corresponde a la fase avanzada de la periodontitis. Tras seis semanas de tomar los micronutrientes, el valor disminuyó significativamente. Tras sólo ocho semanas, la media había descendido al 14%. Al final del periodo de estudio de 12 semanas, el sangrado de las encías había disminuido finalmente en torno al 85%. Los investigadores también observaron que, tras tomar los micronutrientes, las encías de los pacientes se volvieron más firmes, con una notable reducción del sangrado espontáneo -el que se produce sin ninguna causa externa-.
RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS:
LOS MICRONUTRIENTES HACEN QUE LAS BACTERIAS SEAN MÁS SENSIBLES A LOS ANTIBIÓTICOS
La disminución de la eficacia de los antibióticos plantea grandes retos a los sistemas sanitarios a nivel mundial. Los estudios demuestran que los micronutrientes son enfoques prometedores en la lucha contra las bacterias resistentes a los antibióticos. Un equipo de investigadores de la Univer-
sidad Rey Abdulaziz de Arabia Saudita ha probado[7] la eficacia de una combinación especial de micronutrientes desarrollada en el Instituto de Investigación Dr. Rath contra las bacterias resistentes a los antibióticos. El estudio se realizó con cepas bacterianas responsables de un gran número de enfermedades infecciosas en la actualidad, como estafilococos, E. coli y L. monocytogenes. Cuando las bacterias se trataron con una combinación de vitamina C, L-lisina, L-prolina, L-arginina, N-acetil-L-cisteína, galato de epigalocatequina (extracto de té verde), selenio, cobre y manganeso, los patógenos, que de otro modo serían muy resistentes, mostraron una mayor sensibilidad a determinados agentes antimicrobianos. Esto significa que los antibióticos eran más eficaces para eliminar las bacterias cuando se administraron junto con los micronutrientes.
La misma combinación de micronutrientes se probó también en un estudio[8] de la Facultad de Medicina de Łódź (Polonia). Además de S. aureus y E. coli, las cepas bacterianas probadas incluían A. baumannii, Enterococcus faecalis, un importante patógeno de las infecciones urinarias, y la bacteria Enterobacter cloacae, causante de infecciones urinarias, meningitis y bronquitis, entre otros males. Los resultados del estudio mostraron que la sensibilidad de todas las cepas bacterianas probadas a diversos antibióticos mejoraba significativamente en presencia de los micronutrientes.
CONCLUSIONES
Las bacterias son una presencia constante en nuestras vidas, y suponen un desafío continuo para nuestro sistema inmunitario. Un sistema inmunitario que funcione normalmente es capaz de rechazar los ataques de los patógenos bacterianos. Sin embargo, si las defensas del organismo están debilitadas, por ejemplo, por un suministro insuficiente de micronutrientes esenciales, se vuelve más susceptible a las infecciones bacterianas.
La medicina está llegando a sus límites en el tratamiento de las enfermedades infecciosas bacterianas, ya que los patógenos son cada vez más resistentes a los antibióticos. Los enfoques naturales basados en combinaciones de micronutrientes ofrecen una solución prometedora que va más allá de los efectos de los antibióticos. Ayudan abordando la complejidad de la infección,
que implica la función del sistema inmunitario, la protección de las barreras biológicas contra los patógenos y un efecto directo sobre las bacterias causantes de enfermedades, eliminándolas en diferentes formas biológicas (activa, latente y biopelícula). De este modo, las fórmulas de micronutrientes desarrolladas científicamente pueden ser una forma eficaz y no tóxica de contener las enfermedades bacterianas en una fase temprana o evitar que se desarrollen en primer lugar. Por tanto, los micronutrientes son una parte esencial de una dieta equilibrada y sana.