Número 9. Noviembre 2013. Es un proyecto de la Catarsis Literaria El
Drenaje, editada en Mérida,Yucatán. Revista de circulación mensual. Dirigida porAdán Echeverría (romeolobos@yahoo.com.mx). Consejo Editorial: Angélica Santa Olaya,AlejandraAké
Sustersick, Joelia Dávila, Cristina Leirana, Roberto Cardozo, Jorge Manzanilla, Mario Pineda Quintal, Daniel Ferrera y Édgar Damián.
Contenido
Vauvaak
Roger Vilar ......................................................... 3
La guadañadora atada a la evocación revolucionaria
Susana Mota López 6
El aventón
Juan Machín 12
La muerte tiene los días contados o cómo la muerte se hizo presente en la poesía
El canto del gorrión trece Luis Ricardo Palma de Jesús 81
Columnas
El cálamo de los cronopios natos
Susana Mota López 82
¿Te atreves a seguirme al infierno?
portada e interiores de laArtista
Vauvaak
Sube al autobús. Su mirada mide asiento por asiento. Tantea uno. La mano, indecisa, se retira.Agita los dedos. Los chasquea sobre un piano que no emite sonidos en su invisible teclado. Una y otra vez… Otra y además… los mueve y la gente se arremolina detrásdeél.Noentienden.Lovituperan.Idiota. Dicen. Claman que avance. Él no parece reparar en ellos. Los lóbulos de sus ojos se mueven rápido. ¿Giran 90 grados? Se detienen. Fijeza. Es entonces que llega al último asiento.Juntoalaventanillaseacomodayen el cristal aparece su rostro. De tan blanco puede retar cualquier gama de la palidez o de la existencia. Pero está ahí. Y él pareciera recorrer cada uno de sus rasgos. Se detiene ensusojerasyluegotraspasasuimagenenel cristal.Velosedificios.Lascasas.Unapuerta de metal brillante. Los puestos de comida. Gente obesa gesticula. Una mujer bella, solitaria, en una esquina… saluda a un perro que baila mientras un ciego toca una flauta. El sol yaesdébilenlatarde.Penetrasuavealautobús que avanza entre las últimas casas. El bosque… empieza. Pero él no lo mira. Otra vez elalcancedesuvisiónseacorta.Haregresado allímitedelasuperficiedelcristalysequeda en su propia imagen: la blancura ya no lo es, se ha convertido en pedazos de ojos y nariz que se confunden en su mente con el parloteo de los pasajeros.
habla con la mujer de al lado. Tiene los ojos bellos. No la belleza de las nórdicas, cuyos ojos recuerdan el mar, sino una belleza sensual,profunda,unosojosqueparecieranestar siempre húmedos de incipientes lágrimas, aunque la dueña sonriera. Ojos negros, con agua, no de mar, sino de algún manantial en unapiedraoscurayrecóndita.Emanaentonces en él esa sensación de humedad. Se siente mojado. Grandes gotas de sudor le caen de la frente a las rodillas. Respira entrecortadamente. Otra vez mira hacia fuera. Cruzan un bosquedondeelsolestansoloelrecuerdode los tíos cazando mariposas.
Los brillos en las coníferas ceden a favor de las sombras. El sudor ya no cae en sus rodillas, sino en su cerebro. Lo siente, sucio, escapar hacia el interior de las arterias del cuelloyquemarlas.Intentaevadirlasensación concentrando su mirada en el bosque. Allí detectadostiposdesombras:ladelaspiedras y los búhos, y otra, u otras, más densas, más sólidas,quesemuevensolas,empiezanajuntarse, y quieren armar un animal. Una y otra vez el rompecabezas sale mal y vuelven a ser las oscuridades un caos de agujeros negros danzantes.
Él se desespera. Antes encontraba la paz mirando el bosque.Ya no. ¿Dónde posaría su mirada para tener un poco de tranquilidad? Cerca sólo había aquella mujer trigueña y húmeda, cuyos ojos parecían llorar siempre. La observó. Las invisibles lágrimas más los
delatripa: narrativa y algo más
labios entreabiertos provocaban el deseo de poseerla, nunca la paz. Pero él no deseaba sensaciones fuertes, sino naufragar en una calma sin fin. Puso la vista en los asientos de allado.Peronoestabanvacíos.Otrasmujeres de piel de chocolate le recordaron una lengua saboreando espaldas. ¿O acaso era la misma mujer que se empezaba a multiplicar? Quizás… Una bruja que jugaba a proyectar su imagen. No encontraría sosiego dentro de aquel autobús. Volvió a mirar hacia afuera.
Los árboles, alumbrados por los faros del autobús,parecíangiganteserizadosdeespinas gesticulando en la noche. Espinas. Cosas que punzan. Sus huesos, los huesos de él, eran como colmillos que lo mordían de adentro haciafuera.Yelinterminablesudor.Llenode tóxicos. De enfermedades del estómago, de miradasdeprostitutasenposadasdeasesinos. Sangre escurriendo. Gritos y obscenidades, golpes en aquella piel que lo cubría y ya no podíadetenertantascuchilladasquesalíande adentro hacia fuera.
Se miró otra vez en el cristal de la ventanilla. Pensó que era un cadáver próximo a la muerte.Sólopuedehaberuncadávermuerto, pero él era uno vivo. Eso sentía. No había en aquel rostro enfermo nada de la pureza del
universo. No quería verlo. Proyectó la vista nuevamente en la espesura del bosque. Concentrarse. Imaginar el ruido de las serpientes desplazándosesobrelahojarasca,deloshurones durmiendo en las madrigueras, y de las ranasnadandoenríosdemontaña.Unmundo de paz. Pero se le escapaba. Las sombras con vida propia venían otra vez. Llegadas del punto de la eternidad en que se engendro el mal, tenían una llaga que supuraba asientos y refugiarse allí. Otro salto de Vauvaak. Las esquirlas de vidrio caían dentro del autobús. Éste surcaba el bosque dormido, sin nadie a quien pedir ayuda.
Entonces,sintiendo,antesdequesucediera, la terrible mordida de la bestia en su espalda, saltó sobre la mujer y clavó sus colmillos en su cuello. La sangre le inundó los labios, la lengua, el rostro. El olor le aliviaba tan terriblesdoloresensusarterias.Seguíamordiendo. Succionando. Hasta que sintió que lo ataban. Asuspiesestabaelcadáverdeella.Losdemás asientos estaban vacíos. Sólo el chofer y dos policíaslosujetaban.Ydecían."Perosiesuna bestia, no es un hombre, aunque lo parecía. ¿Cómo no nos dimos cuenta" Y lo bajaron hacia el matadero.
delatripa: narrativa y algo más
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La guadañadora atada a la evocación revolucionaria
En 1962 apareció esta apasionante novela de CarlosFuentes: La muerte de Artemio Cruz
yenelmismoañoacaecelamuertedesuamigoy compañero, Charles Wright Mills, doctor en sociología y antropología por la universidad de Wisconsin, a quien dedicó sus páginas que detienen por un instante, con una prosa compleja y estilo poético de identidades fragmentadas, el flujo de conciencia mediante los recuerdos de un viejo militar de la revolución de 1910 que se encuentra muy enfermo de un dolor en el vientre, a puntodemorir,rodeadodesusmujeres,quecomo aves de rapiña esperan que les diga dónde está su testamento.Asimismo este relato aborda el tema del sentido de la condición humana.
Las obras sociológicas de Mills actuaron como aliciente para estructurar su novela en un concepto de realidad social, en una etapa conflictiva de la historia de México. La novela condensa un periodo de la Revolución Mexicana abasederecuerdosyestampasqueunmoribundo presenta en primera, segunda y tercera personas, de 12 momentos de su vida: desde su infancia a su posterior incorporación a la Revolución y finalmente su vida en el mundo financiero hasta llegar a su muerte, narrada en forma anacrónica.1 CarlosFuentesdeterminausarladimensión temporal del relato de una manera retrospectiva odeanalepsisparapresentarladiégesisiniciando con el final que es la presencia de la muerte que rondaalpersonajeyterminandoconsunacimien-
Susana Mota López
to y su origen, pero a la vez dando saltos en el tiempo entre los años de 1959 a 1889 en varias etapasdeldesarrollodelaRevoluciónMexicana, como en los años 1959, 1941, 1919, 1913, 1924, 1927,1947,1915,1934,1939,1955,1903,1889. ¿Por qué Fuentes nos presenta estos saltos en el tiempo? ¿No sería mejor en orden ascendente de 1889 a 1959, como el nacer y el morir? La respuesta está en la anacronía que utiliza Carlos Fuentes:
Resulta que el personaje principal de Artemio Cruz actúa como narrador homodiegético2, en primera persona, dentro del mundo narrado, y el año en que lo narra es el año de su enfermedad y próxima muerte, como final de su historia. Sin embargo a través de los capítulos se reconoce al moribundo que va narrando lo que percibe en su conciencia acerca del mundo exterior. Y todos los demás años el que relata es un narrador heterodiegético3, en tercera persona, un "él" que nos describe lo que la primera persona ya no recuerda y fuerza a Cruz a recordar. No obstante, dentro de los párrafos de los otros años despuésde1959hayseccionesenqueseobserva la narración homodiegética, en segunda persona, y ésta se inclina a la narración autodiegética: El "tú" se mantiene solidario al "yo". Cuando aparece el narrador en tercera persona hace percibir su presencia en el acto mismo de la narración; si está ausente del universo diegético, no forzosamente lo está del discurso narrativo.
1 Helena Beristáin, Diccionario de retórica y poética. México, Porrúa, 2004. 38.
2 Luz Aurora Pimentel, El relato en perspectiva. México, FFL/UNAM/Siglo XXI, 1998, p. 68.
3 Ibid., p. 70.
narrativa y algo más
Deelloresultaqueestanarracióntripartitaresalte en años clave de la vida pasada deArtemio Cruz, donde el personaje, la conciencia, y la tercera personanarransuhistoria:elsujeto,elobjetoyel objeto lejano participan dentro de la narración. El universo narrativo expuesto por Fuentes en su personaje principal comienza a apreciarse desde la conciencia de una primera persona, que es precisamenteArtemio Cruz, quien enfrentado a la realidad circundante en la etapa terminal de su vida, próximo a la muerte debido a un infarto alreplieguegangrenadodelperitoneo,apuntode estallar,seniegaaaceptarquelavidahaterminado con él y se ampara en el recuerdo para sentir que siguevivoparacontinuar"chingando"gentecomo dice su conciencia: "Tú y yo, miembros de esa masonería: la orden de la chingada. Eres quien eresporquesupistechingarynotedejastechingar; eres quien eres porque no supiste chingar y te dejaste chingar: cadena de la chingada que nos aprisionaatodos:…".4 El alter ego obligaal"tú" adesistirdeesevocabloqueyaestáestereotipado en el ser humano, y Cruz representa el modo de vidadelmachoqueemiteunlenguajegeneraldel espaciomexicano:"…loshijosdelachingadason estos objetos, estos seres que tú convertirás en objetos de tu uso, tu placer, tu dominación, tu desprecio, tu victoria, tu vida: el hijo de la chingadaesunacosaquetúusas:peoresnada…5
Yeselmismovocablo,conunregistrodemulato, que heredó de su abuela Ludivinia Menchaca antes de morir:
Y Ludivinia sólo supo responder con un puño nervioso, agitado en la noche y su maldición natural:
-Chingao-ledijoalrostroquenoalcanzóa ver, alto en la silla?, Chingao: repitió, con el resoplidodelcaballocercadelpuñolevantado.6
La realidad se presenta escindida en dos planos, uno objetivo y otro subjetivo. En el primero su conciencia se opone ante las instigaciones que se le presentan constantemente del exterior alrededor de su espacio; el segundo en la forma cómo su vida pasada se manifiesta. Asimismo, su misma conciencia se parte en dos; una categoría introspectiva de sujeto observador y otra de objeto subyugado a la observación. Por eso, la ordenación en los capítulos del relato se distingue por un "yo" que experimenta en su conciencia la realidad física propia y externa al mismo tiempo con el desarrollo de esa realidad en el tiempo; es un "yo" que luego se transmuta en "tú", como objeto de observación y éste se modifica en un "él", objeto colocado a una distanciadeobservaciónmáslejanaeneltiempo, por ser ubicado en la vida pasada.
El quid del universo personal de Artemio Cruz,dehecho,estáenelinteriordesuconciencia, una especie de Pepe Grillo que como receptor foráneoledevelasuverdaderapersonalidadynos permite entender los complejos rasgos espaciostemporales de la novela.
Artemio Cruz representa el típico militar revolucionario que con base en el ansia de poder, a su tendencia hereditaria al dominio en todo ordendecosas,asufaltadevaloresdesolidaridad social,yasuamoralidad,atropellaatodoserque se atraviesa en su camino con tal de conseguir lo determinadoporél.Todoestomeremiteapensar en la influencia del naturalismo y una de sus característicaseseldeterminismo,yésteconsiste en aceptar sin cuestionar la influencia de la herencia biológica, peroArtemio no lo aceptaba, actuaba de manera inconsciente porque desconocíasusorígenes,yporende,noadivinaba
4 Carlos Fuentes, La muerte de Artemio Cruz. México, FCE, 1996, p. 145.
5 Ibid., p. 146.
6 Ibid., p. 306.
ni podía controlar esas fuerzas hereditarias. La herencia de tener lujuriosos apetitos sexuales viene de su padre, Atanasio Menchaca, al usar y dominar a los seres humanos para beneficio propio. En 1903, los recuerdos de Ludivinia Menchaca,laabuela,lereprochanaPedro,suhijo, el carácter opuesto al de su hermanoAtanasio:
¿Que a pesar de todo tu hermano se negó a aceptar la disminución y la derrota y siguió siendoAtanasioMenchaca,noalláarriba,lejos del escenario, como tú, sino acá abajo, entre sus siervos, dando la cara al peligro, violando a las mulatas y a las indias y no como tú, seduciendo a las mujeres dispuestas? ¿Que de losmilcoitosferoces,descuidados,rápidosde tuhermanodebíaquedarunaprueba,una,una, de su paso por nuestra tierra? ¿Que de todos los hijos regados porAtanasio Menchaca a lo largo de nuestras posesiones, uno debía haber nacido cerca? ¿Que el mismo día que nació su hijoenunachozadenegros?comodebiónacer, hasta abajo, para demostrar otra vez la fuerza del padre-Atanasio fue…7
EnestarecriminaciónseadviertequeAtanasio es un hombre de intenso apetito sexual, y la madre lo aprueba con el objeto de perpetuar la herencia Menchaca en el único descendiente que renacerá la vitalidad de la supervivencia de la familia:Artemio Cruz.
Cuando éste, adolescente, mata por equivocación a su desconocido tío Pedro Menchaca, y lo confunde con el administrador del nuevo amo delaregión,pordefenderasutíomaternoLunero, la abuela muere segura de que en Artemio Cruz está la renovación del linaje familiar.
Artemio Cruz repite el patrón familiar de la ostentación y el lujo de su abuela desconocida, yaqueelmobiliarioexageradamentesuntuosode su casa en Coyoacán es similar al de los muebles del casco de la hacienda devastada de la anciana Ludivinia Menchaca.
¿Y quién fue su madre? Isabel Cruz o Cruz Isabel, la primera mujer mulata del lugar que le dio un hijo aAtanasio Menchaca, y que él corrió a palos. Su propio hermano, Lunero, la asistió en elparto.Cruznacióbajolaamenazadeunasbotas militaresqueseacercabanparaeliminarlo.Lunero lo salva al decidir criarlo.
A pesar de todas estas terribles circunstancias por la lucha por la supervivencia familiar se observaenlanarraciónenlosmomentosdelestado consciente del protagonista cuando aparecen los recuerdos de los muertos: su amor Regina, el indioTobías,sucuñadoGonzaloBernalysuhijo Lorenzo. A propósito de Lorenzo, después de batallartraerloasusrecuerdosmedianteunafrase característica del leitmotif: "-Esa mañana lo esperaba con alegría. Cruzamos el río a caballo…",8 que surge reiterativamente entre el hilo de la narración para demostrar que es el motivo central que se repite en la novela. Esta motivación traducida en una frase significativa es la única que recuerda de su hijo, ya que al acercarse la inevitable realidad de su muerte se prende en él una persistente afirmación de supervivencia por las circunstancias de peligro acaecidas en su azarosa vida. Y esta voluntad de sobrevivir se advierte en el iterativo pedido de que se abran las ventanas de la habitación donde yace agonizante: es una desesperación por capturar para sus recuerdos unas dimensiones lejanas, llenas de misterio y de vida que se traducen en otro leitmotif del ego.
Es maravilloso cómo Carlos Fuentes juega con el orden de la dimensión temporal del relato, el tiempo se dirige hacia el futuro en una prolepsis para saltar continuamente a la analepsis que es hacia el pasado para volver a trasladarse a la acción en futuro, y así sucesivamente.
7 Ibid., p. 299.
8 Ibid., p. 12.
delatripa: narrativa y algo más 8
Cuando el "tú" narra con una increíble lista deverbosenfuturoysedirigealyo,comosifuera su alter ego le enseña al hombre el sentido del dolor provocado por circunstancias fuera de su control:
El anuncio del dolor viajará a tu cerebro antes que el dolor mismo sea sentido por tu piel:viajaráaprevenirtedeldolorquesentirás, a ponerte en guardia para que te des cuenta, para que sientas el dolor con más agudeza, porque darse cuenta debilita, nos convierte en víctimascuandonosdamoscuentadequesólo nosotrosnosdaremoscuentadelasfuerzasque no nos consultarán, no nos tomarán en cuenta; ya: los órganos del dolor, más lentos, vencerán a los de la prevención refleja, y te sentirás dividido, hombre que recibirá y hombre que hará, hombre censor y hombre motor, hombre construido de órganos que sentirán, transmitirán el sentimiento a los millones [sic] minúsculos de fibras que se extenderán setenta y un años recibirá, acumulará, gastará, desnudará, devolverá los colores del mundo, los tactos de la carne, los sabores de la vida, los olores de la tierra, los ruidos del aire: devolviéndolos al motor frontal, a los nervios, músculos y glándulas que transformarán tu propio cuerpo y la fracción del mundo exterior que te tocará en suerte…9
Otra observación, es que tanto las conciencias de yo, tú y él, en la últimas páginas de la obra, la estructura de la escritura del relato senotacortado,comocuandounpersonapróxima a la muerte le falta el aire para respirar y hablar, en este caso Artemio Cruz no habla pero su concienciamarcalaspalabrasentrecortadamente porque la vida ya se le está yendo y su mente ya divaga en el inconsciente y sus recuerdos ya se difuminan poco a poco.
Muereenelhospitalaloperarlo,yalabrirle el abdomen se dan cuenta los doctores de lo gangrenado que está, el repliegue del peritoneo y le viene el infarto. Toda una vida de excesos le cobralafacturamuycaro,horasdeagonía,sumido en la porquería expulsada por todos los orificios naturales de su cuerpo, le dieron la oportunidad de"redimirsedesusacciones",de"pedirperdón", de "saldar cuentas", pero no, su voluntad de supervivencia, su orgullo mal dirigido, su prepotencia, pudo más y se refugió en recordar momentos cruciales de su vida, aunque algunos placenteros mas otros deleznables.
Comocorolario,concluyoquelanovelame impactó por la cantidad de recursos tocante a la psicología del individuo, y a la sociología de la historiadeMéxicoensuetaparevolucionariaque dejó una influencia nefasta en la clase burguesa sobre el campesinado y hasta la fecha no se ha terminado de solucionar, es más, continúan los problemas con el agro, ejemplo: Acteal. La historia de este personaje puede ser la historia de cualquier descendiente revolucionario que aprovechómalamentelosidealesdelaRevolución Mexicana en beneficio propio.
Pimentel, Luz Aurora, El relato en perspectiva. México, FFL, UNAM/Siglo XXI, 1998.
9 Ibid., p. 61.
delatripa: narrativa y algo más
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El aventón
Juan Machín
A veces en las tardes una cara nos mira desde el fondo de un espejo; el arte debe ser como ese espejo que nos revela nuestra propia cara. Borges
De pura casualidad, ayer, después de muchos años, crucé la avenida Revolualguien conocido que te lleve y, ahora que lo pienso, es bastante curiosa y, por lo mismo, se presta a muchos chistes trillados (por ejemplo, cuando después de pedirle aventón aalguienenunafiestateindicanquetepongas delante del auto o cuando una amiga te pide un aventón y tú le preguntas "¿de tripas?").
ción a la altura de la iglesia de la Candelaria, enMixcoac.Inexorablemente,recordémuyà laProust,cómodurantemipasoporlaUniversidad acostumbraba cruzar ahí para esperar quealguienmellevara,haciendoeltradicional balanceo del antebrazo derecho con el pulgar extendido. También para venir de o ir a Cuernavaca, en la glorieta de la Paloma de la Paz o en el puente de La Joya, respectivamente,acostumbrabaloqueenFranciallaman "faire de l'autostop" o, en Estados Unidos, "hitch-hiking". Esa actividad recibe muchos nombres, si bien en español casi siempre se pone énfasis en el hecho de pedir [lo mismo "aventón" que "ride, raid, rai, raite" (México y El Salvador), "jalón" (Guatemala y Honduras), "bola" (República Dominicana), "bote" (Panamá), "botella" (Cuba), "pon" (Puerto Rico), "la cola" (Venezuela)] o una acción en relación al dedo ["hacer dedo" (Argentina, Bolivia, Chile, España y Uruguay), "echar dedo" (Colombia), "jalar dedo" (Ecuador), "tirar dedo" (Perú)]1 .
La frase "pedir aventón", en sentido estricto, en México la usamos no sólo para el autoestop sino también cuando le pides a
El que tenga diferente nombre en tantos países muestra que la costumbre de viajar de aventón está bastante extendida, y es asaz lógico, pues es una forma de transporte práctica,baratay,amenudo,divertida,aunque no siempre eficiente… la mayoría de los que la practican son, sin duda, los mochileros y losestudiantespues,enamboscasos,generalmentelafaltaderecursosacompañalajuventud y se compensa por tener mucho tiempo y energía.Yloscuatrosoningredientescomunes para poder ser un buen hitchhiker.
Pedirridees,siguiendolateoríadejuegos, una actividad de suma positiva, a diferencia de los volados que es de suma cero, es decir, donde la ganancia de uno es la pérdida del otro, en el raid ambos pueden ganar… el que lopideconsiguetransportegratis(oacambio deprácticamentenada)yelconductorobtiene compañía, conversación… ambos tienen la posibilidad de conocer gente interesante y
desarrollar un diálogo entretenido o incluso, enocasiones,hastainteligente.Aquíesinevitable recordar el chiste del pobre tipo que, al recibir aventón, siempre terminan bajándolo del auto por algún comentario inapropiado, por ejemplo, alegrarse de que haya perdido un partido el equipo del que resulta ser fanático el conductor… No sabiendo qué comentar,paranocometerunerrorpiensaquemejor deja que el conductor comience la charla, nervioso de prolongar demasiado el silencio, pues obviamente se espera de él una buena conversaciónduranteelviaje,yentoncespara animarysuscitareliniciodeldiálogo,expresa un: "pueeeees, sí…", se oye el chirrido del auto frenando bruscamente y el conductor molesto que abre la portezuela y le dice, casi gritando: "¡pues NO! ¡Y te me bajas!"…
Muchos pueden querer pervertir el sentido del aventón, pidiendo, por ejemplo, que se "cooperen" para el peaje, o queriendo propasarse… o, al revés, asaltando al conductor… pero, en realidad es muy raro que suceda. A lolargodemismásde5añosderaideroreuní un buen conjunto de anécdotas (algunas incluso loquísimas y que espero algún día tener la paciencia de escribir), pero nunca me tocó que quisieran aprovecharse…
En torno al aventón, en mis años de estudiante,yasehabíacreadotodaunacultura que incluía sus propios ritos, leyendas, mitos ysímbolos.Posteriormente,incluso,seconstituyóunaasociacióndel"aventón"concredenciales, fiestas anuales y acta notariada… Desde la famosa novela beat "On the road" hastaunaserietelevisiva,formanpartedeesa cultura en Estados Unidos. Entre nosotros (aunque seguramente se repite en otros lugares), una de las leyendas más populares narrabalahistoriadeunahermosaninfómana que llevaba al afortunado "tiradedo" a un ho-
telyhacíaelamorconéltodalanochedeuna manera increíble.Ami me la contó Eloy, que según él le había sucedido a un amigo de su amigo Raúl. Sin embargo, Raúl nunca me refirió nada del asunto, así que guardé la historia en el baúl de las mentiras de Eloy o como un mito urbano más.
Enesaépoca,elaventónfueunapiezacentral de mi vida por varias razones, entre las quedestacaneldequeprácticamenteasíviajé siempre (lo que me ahorraba lo gastaba invariablemente en libros y discos), pasé muchísimo tiempo haciéndolo (lo hacía prácticamente 5 días a la semana, excepto en vacaciones,ycadavezinvertíaunmínimode 15 minutos, en promedio una media hora, y en ocasiones llegué a esperar más de dos horas)yporqueasíconocíalamordemivida.
Enunaocasión,inclusocomparéelaventón con el amor y la gracia divina, porque no puedes hacer nada para que te levanten, igual que no puedes hacer nada para que alguien te ame… es pura gracia… un don, en el sentido teológico estricto del término…
Puedes hacer algunas cosas que faciliten o dificulten el que te levanten, pero, a final de cuentas depende completamente de quien maneja…
Engeneral,losjueveseranmalosdíaspara pedir raid, por lo que acostumbraba irme lo más pronto posible. Sin embargo, justo el jueves que mi novia me terminó, se me hizo tarde, porque el examen de sedimentología estuvo largísimo (además que no había estudiado lo suficiente), y llegué a La Joya cerca delas8delanoche.Aesahoraeramásdifícil conseguiraventónycuandocomenzóallover como un diluvio sentí que no había sido mi día. Cuando logré refugiarme debajo del puente, ya estaba empapado.
Pues resulta que después de dos horas de estar pidiendo paciente y sistemáticamente aventón en La Joya, levantaba el dedo de maneramásbienautomática,mecánicamente como un muñequito, ante cualquier auto o camión que pasara. Algunos pasaban cerca y veloces,levantandounaoladeaguasuciaque me mojaba hasta el pecho.
Había ya perdido la esperanza de que alguien me levantara, cuando se detuvo un mercedes deportivo plateado. Se abrió la puerta y me invitó amablemente a subir una de las mujeres más atractivas que he visto en mi vida. Traía un vestido entallado y con un gran escote que dejaba ver el inicio de sus aureolasalinclinarsemientrasesperabaaque me subiera. Debía tener unos 35 años o más, pero era una rubia de esas despampanantes al estilo de Kyle Minogue.
La verdad me puse muy nervioso, recordé la historia de Raúl y la desconocida ninfómana, y comencé a ilusionarme…
Me sugirió que me quitara la ropa mojada y me secara con una toalla que traía allí de casualidad.Mequitélacamisadecidido,pero paralospantalonesdudéunpoco,finalmente, me animé y me saqué los tenis, las calcetas y los jeans. Ella, volteó a verme y me dijo: "quítate todo para que te puedas secar apropiadamente". No tuve argumentos para resistirme, así que me desnudé por completo. Me pasó la toalla y detuvo el auto para, gentilmente, ayudarme a secar. Mientras me secaba, comenzó a acariciarme una pierna y me preguntó si jugaba fútbol, porque tenía buenos muslos. Pasó su mano por mi entrepierna, me susurró que hacía calor en el auto y que era justo que ella también se desnudara. Antes que pudiera yo reaccionar estaba totalmente desnuda, conservando sólo
sus zapatos de tacón. Yo estaba petrificado, por lo que ella siguió tomando la iniciativa, besándome y manipulando sin cesar mis genitales. Finalmente, reaccioné y la besé apasionado, acaricié con la mano derecha sus senos, mientras le agarré una nalga con la mano izquierda. Al poco tiempo, estábamos haciendoelamorenelautocomosienellose nos fuera la vida.
Alterminarmellevóasucasa,unahermosa residencia en la colonia Reforma, donde volvimosahacerelamor,hastaquemequedé dormidoporelagotamiento.Cuandodesperté me había preparado el desayuno y lo tenía al pie de la cama. Me esperaba envuelta en una bata de toalla blanca y me llevó a la ducha donde volvimos a hacer el amor. Me enteré que se llamaba Cristina, que estaba casada, pero que su esposo era un patán que no la entendíaydelquequeríadivorciarse.Yosabía que había encontrado el sueño de todo hombre. Sin embargo, algo preocupado, le pregunté si siempre levantaba así a los desconocidos… "¡Claro que no!- me respondió entre indignada y sorprendida. "Te levanté porque tenías toda la pinta de estudiante inocente y te vi ahí, tan solito, tan jovencito y desprotegido, que me inspiraste tanta confianza y ternura que no pude no levantarte…"
Viví así, junto a Cristina, mi Cristina, una semana fabulosa, haciendo el amor y planes para el futuro… estaba seguro que había encontrado al amor de mi vida. ¿Qué más se podía pedir de una mujer? Cristina lo tenía todo,todo,todo:fortuna,belleza,inteligencia, simpatía… me adoraba y teníamos un sexo fantástico.
El viernes le preparé una cena romántica con velas y una botella de vino italiano. Pero
no llegó a las 10, ni a las 11, ni las 12… En esoslejanostiemposnoexistíanloscelulares, asíquenomequedóotraopciónquequedarme esperándola, con el pavor atenazando mi vientre, pensando que había pasado lo peor. Comoalas5delamañana,nopudemásycaí rendido por el cansancio y el miedo…
Alas9delamañanamedespertóelsonido de la cerradura de la puerta… Ahí estaba Cristina. Feliz de ver que estaba bien, corrí a
abrazarlaybesarla.Notéquesepusounpoco tensayevitómibesoenlaboca,ofreciéndome hábilmente la mejilla.
Le pregunté porqué no había llegado en todalanocheyCristina,sonriendopícara,me empezóacontarque,deregresoaCuernavaca, encontró en la Joya a un estudiante y "…lo vi ahí, tan inocente, tan solito, tan jovencito y desprotegido que no pude no levantarlo…"
delatripa: narrativa y algo más
La muerte tiene los días contados o cómo la muerte se hizo
existir en este mundo que fue diseñado por un dios, el bing bang o la teoría inflacionaria. Y mientrasllegueeseinstanteexistenentrenosotros, hombres y mujeres que se atreven a presentarse anteeseíconorecurrentedelfinaldelaexistencia:
La muerte. Y se acercan a ella de diferentes formas: pintura, danza, música, poesía.
ElpoetachilenoMarioMeléndezensutexto
La muerte tiene los días contados tiene un encuentro cara a cara con esa huesuda, catrina, cadavérica, temible o amiga muerte. Logra abandonar ese cotidiano temor que se le otorga a esta figura respetada que hace temblar las carnes yqueendiversasocasionesnoshapuestoapensar ¿qué será de nosotros cuando llegue? El poeta se enfrentaaellaconunlenguajecotidianoymordaz que provoca en el lector un sonrisilla, una mueca de asentimiento y en muchos casos, un rostro de compasión para ésa, que es tan sabida y tan poco solicitada de manera espontánea.
La muerte es para nuestros pueblos latinoamericanos un acontecimiento significativo, la dualidaddenuestracosmogonía:elbienyelmal, el vivir y el morir, el día y la noche, el hombre y la mujer. La muerte deambula por nuestros cuerpos y en nuestras espiritualidades; no cuenta con una filiación religiosa específica y única, no posee un carnet que nos acredite como su fieles y mucho menos es mísera al elegirnos, toma a nuestros iguales, los humanos, sin distingo de
Blanca Vázquez
"…los poetas sólo mueren de eternidad"
etnia, clase social o síndrome intelectualoide. Justa, casi lo que la humanidad debiera ser La poética de Mario Meléndez nos brinda laoportunidaddeingresaraunespaciocotidiano, en donde el lenguaje logra una comunión con el lector; sus versos hablan ilusiones, hipótesis de una muerte que transmuta en el sentimiento del amigo o de la persona amada. A través de la función fáctica del lenguaje se logra la identificación con un elemento al que no nos atrevemos a verle el lado más humano, por el contrario se oculta bajo el vestido negro o se celebra en los primeros días de noviembre. No, el poeta no pretendeignorarlafusiónquelamuertemantiene con hombres y mujeres; al contrario la convierte en su igual:
"…la muerte lloró a los pies de Jesús / Fue un momento emotivo, sin duda / ver la muerte despojarse de su túnica / dejar su guadaña en custodia / y caminar desnuda hacia la cruz / hablando en arameo"
Los muertos son venerados en distintos espaciosytiemposceremoniales,másnoaaquella quien les ha despojado de la existencia; el poeta señala a la muerte como la amada que sufre el abandono:
" Dios se fue con otra / Dejó a la muerte llorandoporlosrincones/Guardóunascuantas cosas: / su diario de vida, el retrato de Cristo / unas sábanas que eran de su madre / y salió con su maleta como si nada / La muerte entró
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Mario Meléndez (Ruleta Rusa)
en estado de shock /peinaba a sus muñecas durante horas / vagaba desnuda por los cementerios …"
El estilo poético del escritor irrumpe en la desacralización de las figuras intocables, pervertidasimágenesimpuestasporlascúpulasreligiosas y monetarias; los textos benditos y autentificados por el estado Vaticano reviran ante los evangelios apócrifos que nos presenta, otorgándolesveracidadcolectiva;unaveracidadanhelada porque no los deja sólo en el imaginario fabulístico,sinoporelcontrariolosconvierteenhistorias más allegadas a nuestra cotidianidad:
"Acuérdatedemícuandoestésentureino/ le dijo la muerte a Jesús / y al instante quitaré la lanza de tu costado / y esos clavos que desangran tus manos desaparecerán/ y esa corona de espinas se hará polvo / y esas viejas que sollozan a contraluz / esos curiosos que nunca faltan / esos turistas japoneses con sus cámaras infernales …"
Mario Meléndez ha provisto como José Saramago en Las intermitencias de la muerte, comoEdgarAllanPoeen La máscara de la muerte roja, como Ornelio Jorge Cardoso en Francisca y la Parca, a una muerte sensible y actual; le ha envuelto en un mundo capitalista y agravado por el sistema político e insensible que ha obligado a lamuerteaperpetrardolorenelpueblo,yentodos aquellosquesólohanbuscadolibertadeigualdad; ha colocado a la muerte en una América Latina que ha sufrido los golpes mortecinos de los desaparecidos y los asesinatos cobardes. El autor expone su dolor ante las infamias del gobierno dictadordesupaís,peroesepaíssevehermanado como es en el caso del estado de Guerrero con la guerra sucia:
"Raspe y gane un viaje de película / a las inolvidables Playas de la Muerte / Disfrute de lugaresexóticoscomoelPatio29/dondeverá lacoleccióndehuesosmásgrandequeexiste/
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las fosas reciclables traídas desdeAuschwitz / o el nicho con cajones donde duermen diez tiposalavez/DeseuntourporGrimaldi,donde el llanto de los torturados / /le secará los tímpanos / o Londres 38 , donde disfrutará de una amena charla con /viejos tragasables / y magos que desaparecen cuerpos sin dejar rastro…"
La muerte tiene los días contados mantiene un corpus de 76 poemas agrupados en 10 apartados:Lavidaprivadadelamuerte,Lamuerte lloró a los pies de Jesús, La muerte tiene los días contados, Los heterónimos de la muerte, Los personajes de la muerte, La muerte lleva una camisa de fuerza, Postales del más allá, Anotaciones en el diario de la muerte, La muerte se repite el plato y La muerte todavía.
Hablar de la muerte y, aún más, escribir sobre ella se considera tabú o de mal gusto. Al muerto se le encierra, se le oculta, se le camufla conflores,inciensos,rezosyolores.Sinembargo, unelementotancercanoypropiodela humanidad necesita ser entendido para saber vivir mejor.
El libro de Mario Meléndez hay que devorarlo, poseerlo y aún más enterrarlo en nuestrasvenas;nosdacitaenlaplanchafríadela sátiradiariaqueeslavida,nospermiteversímiles de vida y muerte: Purgatorio / Casablanca, nos obliga a escudriñar en nuestro bagaje cultural porque desfilan las grandes ‘jotas’ del rock and roll, Jimmy Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison y asoman también sus mortalidades los entrañables Benedetti, Vincent Vang Gogh o el maldito de Rimbaud. Remite a los cracks que alinean en el equipo del balompié mortecino donde el sida, la influenza o el revólver son titularesyenelqueHitler,BushoStalincalientan sus osamentas.
Femenina la muerte le han querido invisibilizar, como aquellas mujeres excluidas de la historiaydelavidacotidiana;peronoesposible,
permanece viva, al lado de cada uno de nosotros, en la pequeña muerte de placer amoroso, en la muerte citadina de la indiferencia, en la muerte maternaeinfantildelospueblosguerrerenses,en la muerte diaria a causa de la ignorancia. Femenina muerte, la poesía te ha recuperado y te ha hecho más humana para que todas y todos te
tratemos como nuestra igual. Mario Meléndez permite sucumbir en el frio temblor de la parca armoniosa de la poesía.
Meléndez, Mario. La muerte tiene los días contados México. Laberinto Ediciones. 2010.
Esos corazoncitos tan de lento aprendizaje
Adán Echeverría
Me da risa la gente que dice: tenía 40 años yella13,noledioopción,elmalditolasedujo ylaobligóatenerrelacionessexuales,ellano pudo tener esas ideas en la cabeza.
Mi esposa contrató a Julia para que se quedara a cuidar al niño. Esa noche tuvimos la idea estúpida de rescatar el matrimonio.
Abrí la puerta y ví a Julia, vestía una blusa blanca que tenía bordadas unas flores azules y llevaba unos jeans deslavados, calcetas y tenis. Para ese momento, recuerdo que no me pareció remotamente interesante. Yo tenía la esperanza de una noche brutalmente sexual conmiesposa,yalostresañosdelnacimiento de mi hijo, me fascinaba que aún le chorreara leche de las tetas con solo succionarlas.
Nada mas alejado de la realidad eran mis pensamientos.Carmenterminódearreglarse, dictóinstruccionesaJulia,ymealcanzóenla puerta. Llevaba puesto un vestido blanco que apenas le cubría la mitad de los muslos. Era una hembra poderosa. Ya en el carro le dije que se veía fenomenal, que me encantaba la idea de salir de la monotonía, y que por una noche, intentáramos olvidarnos de los pleitos que todos los días nos iban consumiendo.
Ellasonríodistraídayseñalóelrestaurante a donde quería que fuéramos. Una vez que
habíamos escogido lo que íbamos a beber, Carmen pidió al mesero que nos dejara para escogerdelacarta.Levantólavistaymedijo en tono seco: no quiero escenas, por favor, si tepedísalir,esporqueloconsideronecesario. Esta noche te dejo.
Nadapuedoagregaralrespecto.Doshoras despuésyoestabaencasa,bebiendowhiskya pequeñossorbos;Juliamehabíaexplicadoque mi mujer le pidió que se quedara durante una semana y le había adelantado el dinero, en presenciadesuspadres.Meencargarédetodo, señor, no se preocupe, ni siquiera le daré molestias. Siento mucho esta situación.
Fue cuando la descubrí tal cual, vestía tan solo una camiseta larga a manera de bata de dormir, con un Mickey Mouse impreso en la partefrontal,queguardabaelequilibrioenuna tabladesurf,ydebajoseveíalasombradesu ropa interior infantil. Entonces le pedí que se sentara un momento, le ofrecí un refresco y palomitashechasenelmicroondas.Lodemás, no pueden entenderlo, nos amamos toda la noche, al día siguiente, y durante toda la semana.Yestoy seguro que ella, pegada a mi piel,suplicabaquelaamaratodalavida.Decía cosas como: ¿en verdad está pasando, dime que en verdad está pasando? Cómo pueden llamarle a eso violación.
delatripa: narrativa y algo más
La hoja rota
Antonio Tec
Platicando con mi amigo Gerardo, el 13 deseptiembre,mientrasbebíamostequila
sacóacolaciónsumásrecienteanécdotacomo reportero de notas rojas de cierto periódico; unaanécdotasuyaperoquenopodíaredactar y quería que yo lo hiciera y fue la razón de que llamara y quedáramos en reunirnos esa tarde.
Ocurrió hace unos días, dijo Gerardo, el pronóstico del tiempo decía, y acertó, que estaba nublado y con lluvias aisladas, pero estaba la amenaza de cierto huracán. Él se dirigíaamásde120kilómetrosporhorasobre X autopista federal para cubrir un accidente de tránsito entre un Chevy y una ambulancia.
Hizouncomentarioconvariasadvertencias de secretismo, ya saben, eso de bajar la voz, mirar alrededor aunque estábamos solos en mi casa, y atravesar de forma perpendicular el dedo índice sobre los labios pidiendo silencio,yseñalóquedichaautopistanotenía las condiciones estructurales para hacerse llamar autopista, pues no se diferenciaba mucho de las endebles carreteras estatales; para empezar solo cuenta con dos carriles angostos y habían arbustos invadiendo la cuneta. Le pregunté a qué tramo se refería y me enteré que era el tramo siguiente de la "sonrisa estatal" que yo recorro casi todos los días, y le dije que sí, no era una buena estructura asfáltica; al mes siguiente de estrenarse y que comenzara a recorrerla iniciaronlaslluviasylosbachessurgieron-la caries sobre la sonrisa estatal-, aquí él hizo una afectada mueca de comprensión y
comprendí que el alcohol hacía efecto en él; continuó diciendo que no dudaba que la mala condición de esa autopista fuera la causa del accidente, pues el Chevy invadió el carril de la ambulancia; el conductor de dicho automóvil,unfuereño, insistíaenquelaculpa la tuvo un bache en medio de la autopista, se quejódeesomásquedesusmúltiplesheridas y, Gerardo no lo puso en duda, la cosa podía ser cierta. Es de suponer que el chofer de la ambulancia conociera la condición de la carreteraysabíadondeaceleraryfrenar,pero ¿qué puede hacer uno cuando el auto de enfrentedaelvolantazoylosbólidosdemetal secomentiempoyespacioylehielanlasangre a cualquiera para terminar dándole un beso de muerte? Gerardo comentó esto y luego añadió que no se atrevió a ponerlo así en la nota del periódico que salió al día siguiente, yaqueenelreportedetránsitooficialconstaba queelaccidenteseprodujoluegodeunafalla mecánica del automóvil, lo que provocó que invadiera el carril de la ambulancia, claro ¿y cómo no se va a averiar una llanta si se topa conunhondobachemientrasrueda30vueltas por segundo? Además luego de cómo quedó el Chevy ya no es fácil distinguir cuáles de sus desperfectos eran antes y después del impacto y, si hubiera redactado algo acerca de eso, su editor lo habría quitado porque en el periódico estaba prohibido hablar mal del gobierno.
Los del Chevy resultaron graves, varias fracturas con sus respectivos esguinces, una descolocación de cadera (bastante extraña y
me imagino dolorosa), hematomas al orden del día y hemorragias externas e internas; casos similares los de los paramédicos que viajaban en la ambulancia, no así la mujer y la niña que iban en ella, ambas perdieron la vida.Lamujereramadredelaniñaaquiense trasladaba de urgencia a una clínica especializada de la ciudad para que se le realizara una cirugía en la pierna derecha que fue aplastadaporunaroca(yenestepuntounose pregunta,enpalabrasdeGerardo¿Cómocoño terminó una roca sobre la pierna de una niña? Y, en las mías, más secas de florituras peyorativas: ¿Qué causas y matices contextualizarían dicha diégesis para que al final-yenestahistoria,principio-unaniña-y agravando su condición de niña- de tan sólo cinco años acabe con una pierna aplastada y rota en varias partes, por una roca?).
Gerardo, más tarde averiguó que la niña pertenecía a una pequeña comunidad cercana a donde ocurrió el accidente. La niña se encontrabajugandocercadealgunaalbarrada, y en cierto momento unas tres rocas se descolgarondesulugaryunaacabóaplastándolesupequeñapiernaderecha.Cosadepoca suerte, ya que dicha piedra bien pudo haber eludidocualquierpuntopuerilensudescenso infernal:lagravedad,pues,esunefectofísico determinativoencualquiercontexto(ynosólo en lo que a niñas y rocas se refiere).
Gerardo iba cual bólido, a riesgo de otro accidente, a cubrir la nota cuando en alguna curvasepercató dequealaorilladelacarretera había un cachorro de perro abandonado, se preguntó cómo fue que esa cría de labrador llegó hasta ese lugar precisamente, y apenas acabando esta pregunta mental se dio cuenta de que el perrito abandonaba la orilla entrometiéndosepeligrosamentealcentrodel carrilsobreelqueéliba,entoncesamiamigo
delatripa: narrativa y algo más 22
se le bloqueó la mente y como que abandonó por unos segundos su cuerpo (bastante dramático mi estimado amigo) y no frenó lo suficiente, ni desvió el volante lo necesario comoparaevitaralcachorritosinohastaunos treinta metros pasados, pero cosa rara, ya que aunquehabía,ensuspalabras,abandonadosu cuerpo en esos segundos bien pudo sentir como la llanta trasera aplastaba esa blanda cosa de material orgánico vivo.
Gerardo al regresar a la posesión de su cuerpo frenó (él dice que frenó en seco, cosa que yo dudo pues él también había dicho que la tarde era nublada y con lloviznas, así pues laatmosferaestaríaconunahumedadrelativa de más del 80 por ciento, y la calle, si no mojada, al menos húmeda y lo único que sacaríaseríavapor;entodocasoesodefrenar en seco me remite a un frenón que levanta polvoyhumodeneumático).Gerardonopudo definir su estado mental inmediato al hecho escabroso que le acababa de ocurrir, dijo que quedó estupefacto un momento y se negaba a analizar el suceso, o más específicamente: imaginar el cuerpo hecho papilla o puré o… (en este punto lo ayude un poco), amasijo de carne y huesos, en fin un perrito aplastado o trituradoomachacadoo,aún,pulverizadopor el bólido a más de 120 kilómetros por hora que le pasó encima.
Después de unos segundos seguía asintiendo ante mis duras palabras cual ebrio y dijo que tuvo suerte de que ningún vehículo transitara detrás de él, ya que se encontraba cercadelacurva,hastaquesedecidióaorillar el coche y a apearse del mismo y echarle un vistazoalsusodichocan.Cualfuesusorpresa al descubrir a la distancia que el perro aun se movía, o al menos lo intentaba, entonces Gerardo inició la carrera que resultó mucho más lejana de lo que había calculado en un
principio. Y cómo no, le dije, si cuando un coche va a esa velocidad la inercia bendita hacelosuyoyunoterminaacasiunkilómetro de donde quería parar y, más aún si uno abandona su cuerpo por varios segundos; además la inercia es un efecto físico determinativo en cualquier contexto (y no solamente enloqueaautosycachorrosenmediodeuna carretera se refiere).
Gerardo después de otra ronda de asentimientoscontinuódiciendoquedespués derecorrerunoscincuentametroslecomenzó a faltar el aire, pero quería llegar a salvar al perro.Elimpactofuemuyfuertecuandologró distinguirconclaridadqueelcachorroseguía vivo pero tenía el cuarto trasero aplastado. EntonceslacosaparaGerardofuepeorporque elperritocomenzóalamentarse(enestepunto desurelatoledijeuncomentariomalintencionado:esquelosperrosnopuedendeducirque elhombrequevamanejandoelautoeselculpable de todo lo que ese auto hace), y él no sabía qué hacer hasta que un tráiler le aplasta sucuartotrasero,perocomoGerardosepodía mover se salió de la carretera pero no se atrevió a tocar al perro mutilado por lo que alguna o muchas de las 34 llantas que tiene un doble semirremolque le puso término eutanásico al cachorro. Esa cosa resultante sobre la carretera rodeado de una mancha sanguinolentalerompióelcorazónamiamigo que tardó bastante en abandonar dicha pasta, alimentoalfindecuentasdealgúnaventajado carroñero, para llegar ya sumido en cierta desestabilidad emocional que se agravó con la historia de la niña.
Mucho más tarde me localizó por medio de los móviles y me dijo: Oye, wey, te tengo una historia, y fue cuando quedamos para tomarnos unos tragos. En algún momento él dijo: Si tan sólo hubiera frenado o dado el
volantazo y luego llevarlo a un lugar a salvo, o hasta quedármelo para mi casa, pero como iba saliendo de la curva me bloqueé.
A lo que le respondí que eso pasaba por manejartanrápidoenunapistainsegura.Con el ritmo de las copas, el arrepentimiento de Gerardoseadueñómásdesuánimoyterminó llorando, me sorprendió verlo llorar por algo tan fútil, comparado con todo lo que ve en su puesto de reportero de notas rojas; y comprendí que ya bastaba de burlas y chistes malintencionadosytomándolodeloshombros le dije que el buen corazón de un hombre era determinanteencualquiercontexto,peromás aún en lo que arrepentimiento se refiere. La pinche curva de la sonrisa estatal, con sus putosbachesysusperritosabandonadosysus niñas muertas, dijo, para luego empinarse en la boca otro caballito rebosante de tequila.Al final le dije que no podía adueñarme de esa historia y hacerla un cuento. Me miró con los ojos bailándole, y me preguntó si su historia noerabuena.Ledijequenoeraporlomaloo bueno que fuera. Tú me dijiste que escribes unvolumendecuentos,séquetepuedeservir o, al menos, escribe de nuestra conversación. Le prometí que lo intentaría.
delatripa: narrativa y algo más
Treceavo
Tdando vueltas alrededor del tronco, pisando sus gruesas raíces sin piedad.
Yo te veo de lejos.Arrugo la frente, entrecerrandolosojosporelsol.Haybastantecalor y me parece escuchar que jadeo. Es una respiración extraña; parece provenir de un lugarlejano,quefuedepositadoenmispulmones en otra época. Un sitio donde viven ciudadanos microscópicos que padecen una sed perpetua e incurable.
Tengo sed. Mis labios son como el brocal de un pozo abandonado. Jadeo por cada paso que doy, como un jamelgo cansado y seco. Jadeo porque estoy nervioso, además. Lo sé. Paradójicamente, me hago agua. Sudo. Mi rostro, mis brazos largos y mis manos, se liquidan. Sudo completo. Me derrito sobre la terracería de las canchas de la escuela secundaria. Hasta mis oídos llega la gritería de los alumnosquejueganlapelota.Oigosuspasos, el botar de la pelota, el tambaleo del aro de la canasta. Algún pájaro grazna furioso cambiando de rama a toda velocidad y alguien muy, pero muy lejos, tiene el televisor encendido.
Ángel Fuentes Balam
engo 13 años. Tú también tienes 13, otra vez. Estás bajo un árbol de almendra, losojos.Daríaloquefueraporunvasoconel agua más fría. Trago saliva cuando pienso en esto, y más la trago cuando me intento visualizar por fuera. Me analizo. No hay mucho quéhacer,pienso.Yasoyfeo.Unacaminataa travésdelaescuela,enplenodíadeprimavera ardiente, nada cambia. Reviso mi imagen: el cabelloondulado,alimentadoporlitrosdegel acondicionador, se me derrama de la cabeza como una planta marchita dejándose caer por supropiopesodelamaceta;mirostro,ojeroso y alargado, siempre con una ligera expresión desúplica.Estoybastanteflaco.Perobastante. Llevo una playera de los Charlotte Hornets, con su tradicional verde aguamarina y el estampado del abejorro desgastado. Uso unos shortsgrismetálico,queoriginalmentefueron unos pantalones finos de vestir Tengo unos tenis Nike rojos con franjas negras y degradado naranja, que serían la envidia para el HombreAraña.Suspiro.Tratodeimaginarme distinto,peromifiguraesdemasiadollamativa como para evadirla.
Te miro. Le das vuelta al árbol, absorta en un juego que nadie más que tú comprende. Medetengo.Sientoalgoparecidoaunchoque eléctrico muy leve, justo en el pecho. Sudo mucho. El cabello me pica en la frente y en
Sé lo que tengo que hacer. El día despunta yseextiende.Mirohacialaderechaparadescubrirquiénhacetantoruido,picandoseguramente un balón de basketball. Lleva rato molestándomeesesonido.Peronohaynadie. Me percato de que el ruido no proviene de fuera, sino de entre mis costillas. Mi corazón golpea cual león hambriento: da zarpazos y rugidos en su jaula. Camino unos metros más y llego hasta donde te encuentras. Pausas tu
rondadeinmediatoymemiras.Sonríes.Como un glaciar gigantesco y solitario, me quiebro. Carraspeo. No sé qué decir y te devuelvo la sonrisa.
Te ves como en un sueño. Toco mi pecho para sentir algo de realidad en ese ambiente; toco el árbol también. No es un sueño. El tiempo transcurre con normalidad. Soy el mismoflacodeesternónsaltadoyelalmendro también sigue igual.
Eras una niña blanca. Eras alta, delgada y teníaselcaballolacio,castañoydisparejo:era comoobservarlasmismashojasdelalmendro secas; amarillas, doradas o cafés.Tu boca era pequeña y tus dientes estaban extrañamente perfectos. Portabas la blusa de tela blanca y miserable del uniforme escolar y unos pantalones shorts de mezclilla que cubrían sólo la mitadimportantedelosmuslos.Calzabasunas zapatillas deportivas color mostaza. "Al menos son más feos sus zapatos", pensé.Ylo eran.
Estamos un rato sin decir nada. Nos miramosynossonreímoscomoverdaderosidiotas. Quiero tomarte de la mano. No. Quiero abrazarte… debes estar caliente y suave. Debes ser como la arena y yo, líquido y convulso, sería el mar.
Te miro y tengo la sensación rara de que el mundo no es tan malo; al menos este mundo no es malo.
-Te miro y tengo la sensación rara de que elmundonoestanmalo;almenosestemundo no es malo. - Lo digo con voz temblorosa, fina como el fractal de una telaraña. Me asombro de que esas palabras salgan de mí.
No emites sonido. Te limitas a darme una mirada triste y a enjuagar tus labios.
-Loqueintentodeciresque…-laspalabras setropiezanenmilengua:sonanimalesapresurados a huir de su cautiverio- siento mucha tranquilidad contigo. Desde que te conozco, me he sentido como parte de algo. Algo importante.Noséparaquiénlosea,peropara mí lo es. Es como si fuera una gota que sabe queformapartedelmar.Y…yoquiero…creo que… tú y yo… somos, por así decirlo, semejantes.
Tampoco dices nada. Los niños juegan en el campo, formando nubes con el polvo rojo de la tierra. Yo debería estar con ellos. Y tú también. No debería decir las palabras que digo y tú no deberías escucharlas. No es cuestióndeedad,sinodecordura.Tengotrece años y ni yo mismo alcanzo a entender la dimensión de mis palabras; de pronto me asalta el terror de crecer siendo así.
Sigues sin hablar. Sólo sonríes. Es una sonrisa que pertenece a otro momento de tu vida; al menos eso me parece. Es como si hubieras sido transportada a otro tiempo, donde esa sonrisa surgió o era válida. Congelasteesemomento,loguardasteyahora loexpresaspararesponderlaspalabrasextravagantes que te digo. Por un momento me pareceestarhablandoconunafotografíatuya a tamaño real y no contigo.Vuelvo a tocar mi pechoyalalmendroqueestádetrásdeti.Sigue siendo la realidad. Pero, ¿eso qué significa?
-Te amo. Lo sé. Lo siento. No sé que es el amor, pero creo que esto que está aquí -me apunto el pecho- es amor Y también aquíapuntoalárbol-habitaelamor.Esque…creo queesloquevivedentrodetodoloqueexiste. Loquemuevelascosas.Comoaellos-apunto a nuestros compañeros que juegan-. Como a lospájarosyalasnubes.Esloquedasedylo
que la quita. Es lo que hace que sudemos. Es la sensación que tengo de… tocarte. Porque esa sensación hace que dude de esto que veo, de la realidad.
Mis frases flotan en el aire unos segundos y luego son despedazadas por las tremendas risas de un grupo de chicos mayores que pasa corriendo cerca de nosotros. El sonido se prolonga unos minutos y nos quedamos callados.
Erestúlaquehabladespués,consemblante serio:
-Mi papá era piloto.Viajaba a todos lados. A todos. Nada le impedía viajar a cualquier sitio que quisiera. Él sólo lo hacía, sin preguntar, sin medir las consecuencias. Por viajar ganaba muchísimo dinero. Siempre he tenido muchísimo dinero. Mi mamá disfruta tener muchísimo dinero.
Al escucharte mencionar las palabras muchísimo dinero, muchas veces y tan muchísimamente juntas, no puedo evitar volver a ojear mi vestimenta. Bajo la cabeza y creo ya saber a dónde quieres llegar. Voy a hablar cuando me interrumpes y haces notar que me equivoco:
-Cuando tienes muchísimo dinero, no importa lo que suceda en tu familia. Todo se vuelve como una caja de regalo preciosa y costosa,quenotienenada.Lagentedeafuera vetucasayatufamiliaydice:¡Québonitase ve esa familia! ¡Pero qué envidian me dan! Luego se dan la vuelta y en serio sienten mucha envidia. Pero no se dan cuenta, de que vieron solamente la envoltura.
-Yonoteveocomounaenvoltura-replico al sentirme aludido.
-Mi papá sí.
Sin entender lo que quieres decirme aún, te tomo de la mano. Es la respuesta a un impulso vital que me acongoja y me deslíe. Me ves decepcionada. Puedo leer que tu mirada dice: "no entiendes nada y por eso, nadamásquierestocarme".Nolaapartas,pero senotaunlevemalestarenturostro.Tesuelto apenado.
-Yo no soy una envoltura que se pueda romper, ni maltratar. Tal vez soy una caja de regalo que no contiene nada y que no se le dará a nadie; pero eso no significa que cualquiera pueda romper lo que me cubre afuera. ¡Quizáelpapelqueenvuelvemivacíoseamuy frágil; pero nadie tiene derecho a romperlo! ¿Me oyes? ¡Nadie!
El tono de tu voz se agudiza. Tu cara cambia.Yanohaysonrisaenti.Unapequeñísima lágrima comienza a nacer de uno de tus ojos. Me seco con el dorso de la mano las gotas de sudor que caen en los míos, como queriendo (sinquererenrealidad)lanzarteunaindirecta. Dejas vivir a la lágrima afuera de tu ojo y te vuelves como una madre que observa la partida de su hijo, orgullosa y solitaria para siempre.
-Mipadrenopodíaviajaradondequisiera.
-Él ya no está aquí -digo en voz casi imperceptible-, él ha muerto hace tiempo.Ya no puede viajar a donde quiera.
Bajas la mirada y me doy cuenta de que aquella lágrima única, vino acompañada de decenasdehermanasquesalendeti,derraman en ti y se evaporan por el calor que te rodea. Me pongo nervioso.
-Ya lo hizo.
Trato de escoger las palabras para que escuchesyparaquedejesdellorar.Laverdad es que no entiendo muy bien a qué vienen
tantas expresiones de cajas y envolturas y el hechodequetupadrehayasidopiloto.Cierro los ojos y sintiendo el calor en mi nuca, comienzo a hablar:
-Creo que todos somos un triste papel que envuelve una caja vacía, que se le regalará precisamente a nadie. Creo que es como tú dices. Pero también creo que nosotros podemos elegir el regalo que queremos y elegir, también, entregarnos a otro. Quitar una envoltura cuidadosamente, es una capacidad que casi nadie tiene. Estamos acostumbrados a romper la envoltura porque nos desespera saber qué es lo que contiene la caja. Aunque bueno, la caja es otro tipo de envoltura. Si es verdad que estamos vacíos, ¿qué son las envolturas y para qué sirven? ¿No seremos todos, pura envoltura? Mira… la verdad es queyamehicebolas.Sóloquierosabercómo noromperelpapelqueteenvuelve,nilacaja, ni el vacío.
-No somos niños, ¿verdad?
-La mayoría de los niños habla de cosas sin sentido, como nosotros. Bueno, ¡no, no quierodecirqueloquedicesnotienesentido; más bien me refería a lo que yo dije!
-Noimporta-memirasconalgoqueparece misericordia-.Queríadecirquenoparecemos niños aquí, en este momento. Aunque lo somos.Aunqueestonoloparezca,esunjuego como eso de allá.
Miro hacia donde miras y veo el juego de fútbol, que se desarrolla entre las nubes de polvo. Como si estuviese decidido a aventarme hacia el mar desde muy alto (esa sensacióneslaquetengo,apesardequenunca lo haya hecho) tomo aire y disparo:
-Me gustas.
-Ytúmegustasamí.Eresunchicogracioso -lo dices sin pausa, sin duda.
Puedo sentir las mejillas ardiendo y las manos sudando litros y litros de ansiedad.
-Francinne…
Antesdequepudiesecontinuarlafrase,tus labios se pegan a los míos. Son tibios, muy suaves y aéreos. Es como si nada se hubiese pegado a mi boca, en realidad. Sin embargo soy capaz de sentir algo: cosquillas entre mis costillas, un hueco en el estómago que se comienza a cerrar, tus labios mojados sobre mis labios secos. De pronto ya no tengo sed, ni hambre, ni frustración, ni miedo.Tampoco tengo trece años. Estoy en otro lugar, en el futuro o en otra vida del pasado. No, sé que son ambas: puedo sentir que estoy en otras dos vidas, una en el pasado y otra en el futuro. En la vida del pasado soy más grande y enlavidadelfuturo,máspequeño.Sientoque soy un reloj de arena, cuando siento tu beso y que los granos de arena que caen en este momentoenquetebeso,sepasanaotrolugar, un lado que es exactamente igual a éste, pero que está comenzando apenas. Siento que, en laprimeravezquetebeso,yatehabíabesado y te volveré a besar; pero no bajo un árbol de almendras, ni a los trece años y probablemente, no con este cuerpo. Tu boca es tan pequeña, tan líquida… Tiemblo. El calor de mi interior es más poderoso que el de afuera.
Cuandoelbesotermina,entreabreslosojos diciendo:
-Ve a mi cumpleaños. Regálame algo hermoso,comoestemomento.Quieroqueme hagas darme cuenta de que no soy mala y de que merezco tener un regalo.
-Sí, lo haré -contesto sin comprenderte.
-Yocreoqueloquedijistedelamoresfalso.
El amor no es lo que mueve las cosas; sino lo que hace que se detengan, para poder alargar el tiempo.
Asiento mirándote, otra vez. Sé que ya te había mirado. Sé que el momento ya se había detenido. No entiendo que pasó; por qué
habremos llegado otra vez aquí. Sigo asintiendo.
-Te regalaré algo hermoso.
-Porque somos niños.
-Otra vez.
El bebé de alguien
Jéssica Montaño de Juárez
para Blanca M.
Mamá: Ya nací. El aire comienza a llenar mis pulmones.
Un cuchillo traspasó tu vientre. Alguien tomó mis tobillos y lloré por primera vez. El calor de tus brazos me confortó.
Adentrodetíestabasola.Tuvozytulatirfueronmiúnicacompañía en un mar amniótico que me salvó cuando caíste por las escaleras. El médico dijo que por eso llegué sentada. Ahora me crees perezosa porque nací poco antes de medio día…
Nadie me preguntó si quería vivir pero, mírame: aquí estoy. La enfermeramelimpiaysealeja;mequedosobretuvientreysueñoque soy un bebé, tu bebé, un trocito de óvulo que fue parte de ti y que lo será siempre.
delatripa: narrativa y algo más
delatripa: narrativa y algo
delatripa: narrativa y algo más
Tecnologías disruptivas1, lastres para el desarrolo
comunitario
(o de cómo al disco se le resbaló la aguja)
Jesús Guerra Sánchez
"No es síntoma de buena salud el estar adaptado a una sociedad profundamente enferma" Krishnamurti.
Ecomunidad, más parece una provocación a la conciencia que una cándida tarea escolar. Comenzaré diciendo -con el bien nacionalista "Huapango" de Moncayo de fondo- que la comunidad que habito es rica en recursos naturales y humanos (pertenece a la cuenca del Río Apatlaco y existe gran diversidad religiosa, cultural, artística), además posee una inventiva que envidiarían probablemente otras comunidades vecinasoinclusoextranjeras.EnelsurdeMorelos por ejemplo, se encuentran corridistas muy respetados -conocedores de la Historia y sus contradicciones- que pueden dar cátedra a más de un académico de cualquier Universidad. También hay una infinidad de luchas sociales, a consecuenciadelempobrecimientosistemáticoal que se ha orillado a la población y más concretamentealos"PueblosOriginarios",quenodejan de resistir ante las políticas económicas que no lespermitendesarrollarsedeunamaneradeseable y óptima. Durante la gestión del Presidente constitucional -de triste recuerdo-, Carlos Salinas de Gortari, se modificaron varios artículos constitucionales (entre ellos el 27) que convierte
stainvitaciónaescribirunensayoquehable de las tecnologías que impactan mi la posibilidad de convertir el ejido en propiedad privada, sostenida esta reforma por un amañado argumento de que el campesino (indígenas en su mayoría)tienelalibertadsobresustierras(libertad de enajenar sus "Territorios Culturales") y como consecuencia -si se puede llamar consecuencia a lapremeditación,alevosíayventaja-sevinosobre MorelosunahordadeIndustriasTransnacionales de todo tipo; que lo único que lograron fue empobrecer y agudizar las contradicciones socialesyeconómicasenlaRegión.Hoyporhoy, la Industria del narcotráfico, de los transgénicos, de las farmacéuticas, del turismo y de la construcciónprovocavariosdesplazamientos,"Guerra Sucia" y muerte a causa del legal pero ilegítimo robodelastierrascomunaleseindígenasporparte de las corporaciones neoliberales. No es raro ver -en los diarios de circulación local- que los habitantes de Xoxocotla detienen la maquinaria de "Casas Geo" porque se está construyendo en territorios protegidos o que un campesino fue ejecutadodespuésdehaberlesidorobadoelrecién recibido dinero de sus tierras (Albarrán, 2011). Portalmotivo,meresultamuydifícilpoderhablar de tecnologías tradicionales, endógenas, alternativas, libres o limpias ya que lo que
1 Si bien las "Tecnologías Disruptivas" se refieren simple y llanamente a las innovaciones que se implementan en un contexto y que desplazan a otras (Clayton M. Christensen. El Dilema del Innovador. 1997), aquí el términodisruptivo lo oponemos al término asertivo que algunos especialistas -como José Antonio García Higuera- definen como: "… las conductas y pensamientos que nos permiten defender los derechos de cada uno sin agredirniseragredido".Tambiénpodemosentender"TecnologíasDisruptivas"como:"… aquellatecnología,nuevaoexistente,cuyautilización de una forma innovadora altera significativamente los usos y las practicas establecidas" (Boletín de Observación Tecnológica en Defensa. 2004). En el ámbito educativo podemos encontrar también que; disruptivo, se refiere a no poder generar asertividad en el aula. Disruptivo: Que produce ruptura brusca (Real Academia Española).
prevalece, gracias a los tratados internacionales queMéxicofirmó,esjustamentelocontrario:Un Morelos con tendencia a la Tecnología Exógena yalamaquila.(Appel,2013).AcáenlaTierra de Zapata y Quetzalcóatl, la fuga de talentos está a laordendeldía…ElGobiernoFederalyelEstado deMorelostienenhacialosindígenasunapolítica de proteccionismo y asistencialismo, donde la preservación (de la miseria y del "mexican courius") es el hábito ordinario. Podría hablar en este escrito sobre un maravilloso mundo de tecnologías tradicionales pero acá se me pidió hablar de tecnologías impactantes en la comunidad y no de lo que impactó hace muchos, muchos años… La realidad objetiva es para el fácil de amedrentar más un motivo de desaliento quedeesperanza.Sobretodocuandolaspolíticas públicas no reconocen un centímetro de "Territorio Cultural" a la comunidad, condenándola a una homeostasis crónica y con poca posibilidad de autopoiesis, causa esto de los intereses electorales y económicos que mantiene laautodenominada"ClasePolítica"(tanterrorífica cadavezquesepronuncia)condiversasempresas privadas…
Fundamentadoenloantepuestoybasadoen la empiria y la observación, voy a hablar de las "Tecnologías" que las "Industria Culturales", ajenas al espíritu original de la comunidad, han inoculadoenestepedazode"PaísEmergente"que por sino o karma me tocó habitar. Estas "Tecnologías" hechas por el Ser Humano han servido para que México y sus provincias (provenco/pueblo sometido) pueda entrar en el paradigmadeProgreso(noDesarrollo)yenelde "Guerra contra el Terrorismo" (para los lectores mexicanos entiéndase: "Guerra contra el Narcotráfico"). Me refiero a las tecnologías derivadas de la "IndustriaArmamentista" y de la "Narco-cultura". La primera, la de las armas, alimenta a diversos sistemas en las comunidades deMoreloscomolossonelEjército,lasPolicías, los Grupos de Autodefensa, Policías Comuni-
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tarias, así como al Crimen Organizado en todas susvariantesimaginadasyporimaginarse(Castro, 2013; Proceso, 2012).
Mientras que el Gobierno y la legalidad adquiere tecnologías bélicas diseñadas por la Industria,laNarco-culturahacelopropioyademás las transforma dándoles a las máquinas de matar, una estética propia de todo ese sistema de creencias Narco-cultural. Se pueden encontrar armas bañadas en oro con adornos de la "Santa Muerte","LaGuadalupana","SanJesúsValverde" todas estas dignas de exhibición en cualquier museodeMéxico(Prieto,n.d.)oelextranjero(el Gobierno morelense no tiene prurito en exhibir instrumentosdetorturaypenacapitaldelmedievo por ejemplo). Y ya concretamente hablando de micomunidad,puedodecirqueestastecnologías, han ayudado a convertirla en la más violenta del Estado.Estastecnologíasexógenasydisruptivas, han impactado eficiente y eficazmente mi comunidad. No me sorprende que la normalidad de la violencia haya extirpado la naturalidad del ciudadano saludo: "Buenos DíasVecino" por un: "Elejecutadonuestrodecadadía"pronunciadoy tatuadoenlamemoriacolectivaporellocutordel noticiero nocturno de la Industria del "Divertissment & Entertainment" de este país. Me inquieto al concientizar que las armas fueron las primeras tecnologías que me vinieron a la mente cuando leí el reactivo de esta unidad. Y me pregunto ¿qué habrá sentido el Secretario de Educación de la entidad, René Santoveña Arredondo, cuando este año presumió las 41 colonias más peligrosas de Morelos? entre ellas mi zona de residencia (Hernández, 2013). Me cuesta trabajo pensar que lo mencionado arriba no tenga conexión con esto que digo ahora… La pauperización sistemática de la identidad, identificación y del concepto de comunidad, han dado campo fértil a las "Tecnologías de la Muerte"2 (exógenas y de punta). Impactando con singular eficiencia y eficacia en mi entorno vivencial.
Paraconcluirdebodisculparmepornohaber narrado una historia acorde y épicamente armoniosa con el propuesto "Huapango" de Moncayo, creo que en algún momento de mi perorata, debió resbalarse la aguja de diamante sobre el disco de vinil, echándolo todo a perder. También debo ofrecer disculpas por no hablar de las"Tecnologías Tradicionales"demicomunidad, ésas -en el caso de las artesanías- impactaron la zona antes de la llegada de Hernán Cortés.Ahora son suplantadas por productos chinos de pésima calidad. Por allí pude haber hablado de las tecnologíasdelaIndustriadelaConstrucciónpero ésas al igual que las armas, han provocado -por quien las posee- un paulatino deterioro de los territorios. Decidí hablar de las armas (Tecnologías exógenas y de punta) porque son las tecnologías que han impactado en mi contexto inmediato. Creo que como Desarrollador Comunitariotengoretosimportantesporsortear Tengo comoreferenteslasexperienciasartísticasyculturales implementadas en Medellín, Colombia (OEA, 2011) o la potencialización de las tecnologíasemanadasdelossaberescomunitarios enIndiaylaUniversidaddelos"PiesDescalzos" (Bunker, 2006). Pero es una meta a largo plazo, quierodecirqueestoyhablandodeunprocesode resistencia y paciencia firmes. Habrá muchas tentaciones en el camino pero mis metas deben ser modestas y contundentes para evitar la frustración. Debo cambiar la palabra fracaso por la frase: "Riesgo completamente justificado que por razones fuera de control no tuvo éxito" (De Bono, n.d.). En fin, sin querer sonar "Neo-Hippie",quieropensarenunbarriodonde"…seabran cien flores, que 100 escuelas de pensamiento compitan"(Tse-Tung,1977)peroenmediodelas Tecnologías amenazantes de Monsanto y la IndustriaBélica,noquedaotraalternativaquelibrar una muy personal y entusiasta "Guerra Florida" desde la Teoría y la Praxis cotidianas.
Bibliografía
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2 Ibid
delatripa: narrativa y algo más
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Demasiado inquieta
Él, bajo el calor de la tarde, de pie frente al edificio antiguo. Mira con atención lo
queJuliareconocecomolafachadadelacasa que en épocas remotas fue una de las más importantes de la ciudad. Julia lo observa y presiente el vértigo, la catástrofe. O dicho de otra manera, sus ropas sobre la alfombra o el piso.
La primera vez que se sintió tocada fue cuando Ernesto, resistió junto con ella, la tormenta. A ella, claro está, no le importó abandonarelminúsculotechoprotectory,por encima de la timidez, puso sus labios muy cerca de la boca del hombre. Vivían en la misma colonia, pero el destino, ese que teje y desteje,losreuníaapenasbajolalluvia.Julia, lapuertacerradadelahabitación,escribiócon letra parejita la palabra Ernesto. Sólo la palabra, la emoción comenzaba a desvanecerse.
Esta vez, sin embargo, se agita por completo,seacerca.Elhombreadmiraloque Julia ya sabía. La antigua casa, dividida en habitaciones, ponía a disposición sus últimos dos departamentos. Los departamentos (Julia sabe que no pueden llamarse de tal modo) tienen un baño, una pequeña sala de estar. No obstante, la cocina y el comedor reúnen a los ocupantes en un mismo sitio, allá al fondo, luego de pasar por un pasillo de antiguas pinturas y fotografías. Julia y Ernesto ocuparon, años atrás, el cuarto número 2. La ventana daba a la calle y ella, caso extraordinario, se había sentido cómoda con el ruido madrugador de los camiones de transporte, taxis y el ajetreo de la gente. Prefiero el ruido de la calle al silencio, sentenció.
Nadia Contreras
En ese cuarto viví hace muchos años, dice Julia, y el hombre mira con más detalle la dirección señalada. La casa es inmensa, una cuadra completa. Dentro, hay muchos otros cuartos.Hayunomuybonitojuntoaljardíny la fuente. Mi esposo y yo estuvimos a punto de rentarlo.
Los ojos de él, puestos en los de ella, le ocasionan un vuelco más y las ideas en su cabeza toman un rumbo distinto. No es que su matrimonio estuviera a punto de derrumbarse.Eraunproblemamásbiendemensajes, de logística entre el ir y venir, entre dormirse o quedarse despierto, entre amar u olvidar.
Elhombreprosiguesuinspección,mientras con una de sus manos abre el maletín y saca uncuadernito,unapluma.Juliamiraperocon otrosojos,noeslamisma.Vuelvesuatención a la casa, añora los tiempos en que, según los archivos, congregó a las familias más importantes y adineradas de la ciudad. Ella hubiera podido agregar a su forma de vida, lasfiestas,losbailes,losvestidos,esossillones afelpados. Ella hubiera podido reír y llevarse a la boca un cigarrillo o una copa con vino.
El hombre sigue ahí, escribe algo en el cuadernito, mira hacia un lado y hacia otro, y vuelve a la hoja. Ella, por supuesto, se atreve y pregunta. Unos cambios en la gerencia, explica, cambios que me obligan a cambiar de residencia. La ciudad es hermosa, asegura ésta, y el hombre asiente y coinciden en la vegetaciónexuberante,lascallesampliasylas lluvias que colman los meses de agosto y septiembre.
El hombre guarda dentro del maletín el pequeño cuaderno y la pluma; Julia se encuentra con el tiempo. Se le ha hecho tarde pero alarga la despedida. El hombre comprende y pide lo acompañe a beber un refresco, un café. No quiero caminar solo por ahí, insiste, necesito un guía, afirma cuando el calor de los cuerpos, aún sintiéndose culpables, la esposa de él, el esposo de ella, los ofrece sin ninguna explicación. En la cabeza de Julia, todo sucede muy rápido. El cuartoeslaciudadyéstalosaprietacadavez, uno frente a otro, los labios de él contra los
de ella. Luego, el mordisqueo y lo que culmina en suspiros.
A Julia le gusta este concepto de locura: tardes, lluvias, primaveras, otoños, fines de semana al lado del hombre que le sede paso para que avance primero. Ella saca del bolso elteléfono,exponelasituaciónmásadecuada y ahora sí, solos, sin cómplices ni tiempo, caminan uno al lado de otro. Han optado por un hotel en las afueras de la ciudad. La casa queda atrás cuando el taxi dobla una esquina y luego otra. Ella está demasiado inquieta.
Anillo de compromiso
Luis
Alberto Guillén Melena
Hace más de 11 días que no te veo. Ya no recuerdo el sabor de tus labios al amanecer, ni el olor a madera que desprende tu piel en el ocaso. Ya olvide el color de los lunares de pintura que le dan un toque de artista a tu pantalón de trabajo.
Hace más de 11 días que mi piel se torno del pálido color de la nieve. Esa que ahoracubremiautoenlasafuerasdeestaMisióndeartesanías.Mequedetumbado cerca del aparador de anillos. Mi sangre se derramó por el piso y se mezcló con la del anciano que atendía, loco viejo de acento raro, perdió la lengua por no querer entregar los billetes de la caja registradora, a la pandilla de adolescentes con ojos de hambre que irrumpieron en el lugar. Por mi parte, mi valentía o estupidez,comolallamabas,mehizoquerersolucionarlascosas,peroeseinstinto de héroe es el que hoy me separa de ti.
Ironía de la vida, vine hasta aquí para regalarte una caja con un anillo de compromiso, ya que estos años a tu lado lo ameritaban, ahora te llegará una caja mucho más grande de la que había elegido para ti con mi cuerpo dentro.
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El hombre de las hojas muertas
Luis Ricardo Palma de Jesús
La ola se detenía, y después volvía a retirarse arrastrándose, con un suspiro como el del durmiente cuyo aliento va y viene en la inconsciencia. Las olas, Virgina Woolf
A la memoria de Luis Arturo Hernández Olivares, mi mejor amigo
No sé desde cuándo estoy muerto. Sólo sé que tus lágrimas apagan la luz de mi
vela, y cuando se apaga me da miedo quedarme a oscuras y encerrado en estas cuatro paredes frías, gastadas por el olvido en que me tienen. Todos los días me acompaña el taladrante sonido de los gusanos comiéndose mi carne. Aún siento el agudo zumbido de la mosca que se metió en mi caja. Llega vibrante a mis oídos, como una onda en espiral que tortura mis adentros. Creo que tengo mucho tiempo guardado en este ataúd que se ha vuelto mi único refugio. A través del viento me llegan las angustias ajenas. No murieron de muerte, sino de olvido.Al parecer, lo único que me queda es la conciencia de mi inexistencia.
Antes de ir a su primer día de trabajo, Luis Arturo se despidió de su mamá con un beso en la frente. Traía puesto el mismo pantalón negrodefraneladesustrabajosanteriores,los zapatos de charol bien boleados del número siete, la camisa blanca de manga larga y el cinturón con estoperoles y de hebilla gruesa que su abuela le había obsequiado el día de su cumpleaños. Para llegar a su trabajo no había necesidad de tomar transporte. Caminaba despacio, dando lentos pasos singulares y medidos, con las manos metidas en los bolsillos, disfrutando de la puesta de sol que se dibujaba en el cielo herido de nubes rojas.
Los pájaros, en bandada turbulenta, volaban en círculos repetitivos, buscando dónde dormir.Seacomodólacorbata,yjustocuando esquivó la mirada hacia el horizonte, se topó con un recuerdo remoto que le dejó un sabor amargo en la mirada. -Tengo que ponerme a trabajar y dejarme de pendejadas- pensaba mientras sacudía la cabeza tratando de despejar aquella imagen intacta desde hacía mucho tiempo.
Llegó al vestíbulo y, antes de checar su entrada,lanzóunamiradafurtivahaciafuera, alaoscuridaddeloscallejonessolosydestemplados. Sin más preámbulos se fue a la barra a comenzar su trabajo. Con sus manos adiestradas en el arte de mezclar bebidas, y con una parsimoniosa clarividencia, preparó un vodka con jugo de limón. Mientras tanto, los clientes decrépitos se ahogaban en las calles húmedas del aguardiente, al ritmo de un bolero que sonaba impasible. Cuando parecía tener un momento de sosiego, un cliente de cara ancha y nariz chata se acercó a la barra y pidió una copa.
porte reflejaba un indómito carácter de dictador, se bebió de un solo trago el tequila, carraspeó la garganta enseñando sus dientes de mazorca y de un golpe seco dejó caer la amargura sobre la barra.
-Dame otro tequila, amigo.
No me puedo mover. Mis manos están calladas, inmóviles, muertas; ya no cantan las corcheas nocturnas, las síncopas melódicas, los acordes armónicos que aprendí en la escuela. Ahora mi música es de silencios que nadie escucha. Quisiera llorar; pero no puedo. Después de la muerte nadie tiene derecho a llorar. Uno se ahoga en su mar de lágrimas. Tengo los huesos tristes, los ojos secos, la mirada sin color. Gris como este cielo. Extraño las tardes lluviosas inventadas de nubes. He olvidado fumarme los recuerdos, beberme las nostalgias. La luz pálida e intermitente de las luciérnagas me trae a la memoria recuerdos que no deseo. Me duele el cuerpo. Me sabe a muerte. Siento lastimada la piel, los brazos, todo el cuerpo. Creo que quiere brotar la poca sangre que me queda en las venas, hilos huecos quedan suspendidos en el dolor. ¡Me duele! ¡Me duele!
En una mesa, cerca del tocadiscos, una pareja celebraba su aniversario de bodas, en compañía de amigos. De pronto se escuchó ungritoestrepitosoafueradelbar.Laspuertas de una camioneta polarizada y de rines cromados se abrieron bruscamente. Cuatro hombres descendieron, con botas de cuero y polainas de oro. Tres de ellos entraron en el bar. -Nadie se mueve, o a todos les vuelo la cabeza- mientras desenfundaba su escuadra nuevemilímetros.Lasmujeres,cuyocorazón parecía tener una esquizofrenia delirante, permanecían en el suelo, con las manos en la nuca, la cabeza gacha y las piernas metidas en el pecho. La voz socarrona deAlfredo -de
losmásjóvenes,ycuyaperspicacialallevaba hasta los límites- era capaz de intimidar hasta al más valiente. Nadie quería alzar la mirada. Yenunmomentocortante,rígido,empezaron a subir a todos los empleados a la camioneta. Losgolpeabanacachazosenlanucaparaque sintieran y experimentaran el horror en carne propia. -Te vamos a matar- dijo Benavides, cuyorostrodeformeyvapuleadoreflejabalas cicatrices delatortura.Todosibanamarrados de pies y manos con cinta industrial; la boca tambiénestabacalladadelcolorgris.Unjoven que trabajaba de mesero, a quien apodaban "Peque",estababocabajo,conlasmanoshacia atrás, soportando el peso de unas veinte personas. -Las palabras se me secarán en la garganta; también la vida y los sueñospensaba sin poder mover ningún músculo.
Dentro de la camioneta escuchaban el crepitar de llantas sobre el asfalto mientras un leve viento se metía por las ventanas que se retorcían de espasmo. Peque trataba de abrirse un mínimo espacio para respirar; sin embargo lo único que conseguía era el sudor calientequeescurríadesucabello;unlíquido viscoso, gelatinoso. Los pulmones se hacían ciruela pasa. Lejos de alcanzar la claridad de las estrellas que fulguraban en la noche, se iba hundiendo en la oscuridad de la muerte. Los cuatro hombres bajaron murmurando palabras que nadie entendía. El eco de sus voces rebotaba en los cristales empañados de vapor. Un remolino de polvo se hizo tras las ráfagas de aire caliente que se producían en elcaminodeterracería.Loshombresentraron en una casa. Eran aproximadamente las dos de la mañana.
-¿Encontraronaldueñodelbar?-preguntó Armando, el jefe supremo.
- Claro, jefe. Lo traemos en la cajuelarespondió Benavides con los ojos pálidos, y
haciendo una reverencia pulcra y ensayada.
- Pues tráiganlo, qué esperan. Ese hijo de perra me va a pagar todas las que me hizogruñó exasperado- Y preparen todo, porque esta noche verá las estrellas de otro universo.
Benavides fue bajando de la camioneta a losempleados.Depronto,elmotorsedetuvo.
Mi abuelo está junto a mí. Me habla en voz baja: es bueno saber que ya no estoy solo en esta tierra húmeda. Prefiero ignorarlo para no sentirme muerto. El recuerdo de esa noche me ahoga, me asfixia. No podía respirar. Mis manos estaban atadas; mi cabello húmedo de sudor. Tengo tierra en los ojos. Están llenos de lodo. El mundo se me cayó encima. ¡Tengo frío, mucho frío! La sábana de mi cuerpo se quemó en el recuerdo. Sabía que me mataría. Pero yo le dije que no tenía la culpa de nada. Yo sólo trabajaba. Tengo familia. Ahora tengo una enfermedad que no tiene cura. A todos nos mataron. Me tiraron en el polvo seco de terracería. Jamás volví a ver a mi familia. A mi hijo. Cuando uno vive le tiene miedo a la vida; cuando uno muere sigue teniendo miedo a la vida. Peque, deja de hablar, nadie te escucha. Mírame a mí. Tengo la frente arrugada. Los años no pasan en vano. Tendrás el cuero escurrido en unos días; pero tus huesos mantendrán esa humedad. No te aflijas. La muerte no es tan severa como la vida. No soporto. Los oídos me reventarán de tantas palabras muertas que sólo los muertos escuchamos.
Unhumocarbonizadoascendíaalasnubes, cuyo color fue palideciendo en la negrura espesadelanoche.Despuésdevariosminutos de incansable tortura, el dueño del bar fue ahorcado en el almendro. Lanzaba patadas, tratandodezafarsedelasoga.Sucuerpoparecíaungusanoquemoríalentamente.Teníaun resuello atorado en la tráquea. Seguía respi-
rando un vapor amargo. Y en un espasmo muscular se hundió en el sopor de la muerte. El hedor de la sangre fresca se esparcía por todoelpatio.Elfríocorazóndelametrallade Alfredo giraba lentamente, mientras las balas salían disparadas en una nube de humo de pólvora quemada.
Fueron colocados en fila india. Antes del queelgalloanunciaraeldía,loscuerposiban cayendo de a poco, embarrados del lodo rojo que corría como río de agua sórdida por los huecosdelatierra.Sinembargo,unodeellos, conhoyuelosenlacabeza,selevantódelsuelo ycomenzóacaminarhorizontalmente,conlas manos aún atadas y los labios resecos, pero se desvaneció en una ráfaga de balas hasta producir una estela de vapor y humo grisáceo que volátil se diluía en la gravedad del aire. En un pozo de tierra con gusanos fueron depositados los cuerpos, cerca del almendro. Las hojas de otoño resbalaban lentamente de las ramas hasta alfombrar el suelo del color rojo y café; colores del recuerdo.
Las canciones han muerto. Hoy es su funeral. Aquel día será recordado por siempre. Los innumerables huesos de nosotros quedarán hechos polvo en unos años. Nadie cantará con nosotros los días de agosto. Los gorriones se mudaron de la barandilla; su gorjeo quedó suspendido en gotas musicales. Mudó sus alas. Estoy muerto. Eso es inevitable.Mimadresiguellorandopormí.Ledije ensueñosqueyanolohicieraporquemivela seapagaconsuslágrimas.Cuandounomuere no queda más que resignarse a su propia muerte,yarenunciaralosplaceresterrenales. Estoy en medio de estas hojas muertas que vagan todas las noches buscando consuelo. Lo he pensado: la muerte sirve para que el hombre se desprenda del cascarón de agua blanca que lo ata al destino.
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Narraciones
Ruta caballo
Caballo salió enloquecido aquella madrugada. Galopó como nunca y con la velocidad que agarró el cuerpo, sus ropas al aire figurabanelpasodealmassinconsueloquevuelven alatierraaperseguirasuntosquemantuvieron en la calle cuando tenían vida. No podía soportar más alcohol y chismes que le contaban los hilos de las redes puestas a serenar en la oscuridad de la madruga, historias de locos que sobreviven al viento fuerte y al sol amargo, a la arena de la playa que entra por todos los poros hasta anidar en el alma. Y a la luna con su ojo de abuela maldita que lo mira todo mientras el mundo duerme. Sus enormes ojos de loco al galope iluminaronlascallesdelbarrio.Elruidodela carrera despertó a todo mundo. A los que duermen en catres abiertos en el patio, a los quecaminandormidos,alasmujeresqueríen dormidas. Las regatonas que caminaban rumbo a la playa del mar a esperar el arribo de los pescadores escucharon aquella cabalgata y se persignaron. Las taberneras que regresaban de una fiesta también escucharon elgolpedeloscascossobrelatierraseca,yle mentaron la madre a Caballo. Porque de qué otra manera se aleja a un alma en pena, preguntaron.Amentadasdemadre.Lalengua de estas mujeres se soltó entre risas. Santiguarsenosirvedenadaenestoscasos,menos a estas horas, dijo una. Eso se hace nada más en la iglesia. Para que la gente te vea, para que la gente crea que le eres fiel a Cristo, con tus buenas costumbres de mujer; para aparentar que eres buena cristiana y la gente
César Rito Salinas
hable bien de ti, apuntó otra luego de persignarse.. Santiguarse no sirve de nada, recriminó alguna. Eso es para las hipócritas y las arrepentidos que van a misa, coincidieron todaslasmujeresvendedorasdecerveza.Para las mentirosas, porque hasta hay mujeres que se persignan frente a la verga a la hora que el hombrelasponeamamar,dijerontodasentre palmadas y risas de bullicio de velorio mientrassussombrassealargabanentrelaspolvorientas paredes de las casas del barrio.
Cabellos humedecidos
La mujer sabe bien lo que desata cuando sale de casa con los cabellos mojados. En la calle revienta el sol del verano, los hombres buscan sombra. En las banquetas, los hospitales, bajo un árbol los hombres buscan sombra. La mujer ataca la calle con el cabello mojado sobre su espalda. Dos hombres hambrientos de mujer la miran. Pasa. Otra mujer, siempre habrá otra mujer en la calle, camina con la servilleta de las tortillas en la mano. Pasa junto a la banqueta. Dos hombres sinsombra,sinnombrelamiran.Enlaespalda lleva tatuada una rosa y unas letras en azul de mar que forman el nombre de un hombre al que ella ama. Los dos hombres la miran caminarenlacallerepletadesoldeldomingo. La mujer lleva sus ajustados pantalones de deporte, azul mar. La camiseta roja, con tirantes. La servilleta de las tortillas refulge a la luz del sol. La mujer enseña su tatuaje, y sus nalgas y el nombre de su hombre. Anto-
nio. Los dos hombres sin sol, hambrientos de sombra,volteanamiraralamujerdecabellos humedecidos que se pierde en la esquina.
Hotelito Cochino
Hotelito Cochino atraviesa la ciudad con pasos lentos, como si una vieja canción en la cabeza entorpeciera su existencia. El frío de la ciudad lo hace andar con pasos inseguros. Lleva las manos metidas en las bolsas del gabán negro, de lana virgen. Zapatos negros, de fábrica. Atraviesa como una sombra la bruma de la mañana. Por una calle larga siempre en obras de ampliación llega a las tumbas. El panteón se extiende desde una rampa que se levanta desde un zaguán metálico, pintado de rojo. Camina entre los jarrones de las lápidas que a esa hora de la mañana se encuentran esparcidos en el piso de tierra oscura. Con el frío metido en el cuerpo anda entre las cruces. El hombre con la cabeza toda rapada gana la calle mientras sale el sol entre los montes cercanos. Llega a un puente con barandal de acero, pintado de amarillo. La luz de los faroles en la bruma que se levanta del río le recuerda las fotografías de una revista de otro país. Atraviesa el puente. Silencio. El frío aprieta mientras atraviesa el camino sobre las aguas del río. Desemboca sus pasos en un populoso mercado. Entre los locales de madera hombres y mujeres comen insectos, beben un oloroso líquido incoloro que les hace entrecerrar los ojos.HotelitoCochinoenfundadoenelgabán atraviesa la calle de las prostitutas que se recargan en los muros de los comercios. Una de ellas con bolso negro de plástico colgado del hombro izquierdo yergue la punta de la lengua roja a su paso mientras besa el aire. Hotelito Cochino llega al andador para
turistas.Caminaentremujeresyhombrosque portan cámaras fotográficas colgadas del hombroderecho.Lagenteloobservacomosi fuera un animal de circo o alma en pena o sobreviviente que saliera entre las ruinas de ungransismo.Entraaunamezcaleríaqueabre sus puertas junto a los muros de la iglesia. Llegaalabarrayrecibelapazqueemitenlos envases de grueso cristal verde donde reposa la bebida. Observa su rostro reflejado en el espejo del mezcal. Aparta la mirada de las botellas y dice, "un mezcal, blanco". Una mujer le acerca el trago en un pequeño vaso decristal.Elhombre,HotelitoCochino,sonríe a la mujer que le sirve o a la copa de cristal queloesperaenlastablasdelabarra.Empuña el pequeño vaso con la mano izquierda y sonríe mientras mete la mano derecha a la bolsainteriordelgabányhaceelmovimiento de sacar el revólver o un libro de poemas.
Armada de Cortázar
El marcador rojo de glicerina lo encontré una mañana allá entre libros de novelas y poemas del tiempo de la política. Cosas de la canica. Puro rodar y rodar. Otra madrugada cuandosalíalavozdeJuanGelmandeltrasto encontréelmismocabohuérfanodeceraroja que me sirvió para subrayar una pregunta en lahojadellibro,¿yporquétúescribesdeesta manera? La pregunta viaja en la melena alborotadadelbandoneónmientrassalelavoz deGelmanaecharlepleitoalaspulgasinocentes del petate.Asuntos de veras de la canica. Pero ya la cuerda que guía el rumbo rojo y seguro había cogido el camino del mezcal y estaba ahí pegado a las piernas de una joven morena que leía poemas de Cortázar. Puros caminos de la madrugada, estos que aprietan del lado derecho del cuerpo, aquí bajo la
costilla derecha por donde el santo hígado se revuelca en la lenta espuma del tango. Pura historia de cuchilleros ésta pues. Hermano mío, esta madrugada que recuerdo la tarde de lectura donde todos aquellos poetas jóvenes que insistían en su afán de hacer poesía para unamujerquenoexisteylamorenadepiernas bárbaras de tan bellas leyendo aquel poema de Cortázar ante los niños poetas que recién descubrieronenelbañodesucasaelmisterio dearañadelamadre.Ylecantanaesedestino crueldeaceroinoxidabletejidoenelrecuerdo. Ya Gelman o la voz de Gelman navega entre máquinas y burras y horarios de oficina en estamadrugadalargadeguitarraybandoneón, sola.Yla joven morena realmente armada de poesía haciendo la revolución sentada en la bancademaderamuyjuntitoaltañeramuerto delascampanasdeSantoDomingoalassiete
en punto, hermano mío. A las siete en punto delatardecomoquequierellover Yestavida que escurre y resbala como ese papel que cubreelcabodecerarojaymuestrasupresencia torcida de serpentina color hoja de libro viejo en una fiesta de cumpleaños del niño dichoso que tiene padre y madre que lo festejan en el día de su nacimiento mientras otros pequeños se inventan o sueñan un papá marino militar. La madrugada, hermano mío, pura presencia de serpentina de mil colores en la fiesta infantil que se registra en las páginas de un libro viejo. Pura presencia de aprendices de vagos o poetas o malevos en esta madrugada. ¿Pero te digo por qué tú escribesasí?Quisieraquenuncaseagotarala cera de éste marca texto rojo que escurre violento entre mis dedos que tiemblan, la madrugada.
Sobre El ocaso de la vanguardia de Octavio Paz
Mensaje a los poetas latinoamericanos del siglo XXI
Carlos Aguasaco
En última parte de Los hijos del limo (1972), Octavio Paz analiza lo que él llama "el fin
delaideadeartemoderno"(195).Paraél,lacrítica de la modernidad es una de las funciones del espíritu moderno. Además piensa que el arte moderno es arte en la medida en que es crítico.
De ésta manera, dentro de la modernidad, los movimientos artísticos nacen y crecen por oposición (o negación) de los movimientos anteriores; en otras palabras, los movimientos artísticos modernos en cumplimiento de su carácter "moderno" niegan a sus predecesores. El arte moderno sobrevive como producto de su propia negación. Paz nos advierte que la negación "moderna" era posible dentro del "tiempo lineal" (194), no obstante en nuestra época ese concepto es revaluado; la pérdida de la sincronía temporal debilitalacapacidadcríticadelarteyporlotanto pone en crisis la idea de arte. Según Paz, la modernidad surgió como la inversión de los valores medievales que veían que "el futuro era mortal" (195) y pensaban que su final sería la llegada del juicio final y de un "presente eterno" (196); por el contrario, la modernidad confía "en la marcha sin fin hacia el futuro" (196), en la utopíadeldesarrolloindefinido.Lasegundamitad del siglo veinte, nos dice Octavio, deja entrever el cambio de la noción de la historia como un proceso "lineal progresivo" (196) y por lo tanto pone en crisis a la modernidad que comienza a descreer de sí misma.
SegúnPaz,"elfuturoyanoesdepositario delaperfección"(196),paraexplicarnosestovale la pena pensar el la idea de presente-futuro que proponeAndreas Huyssen:
Desdeelaugedelosmitosapocalípticosde rupturas radicales y de la emergencia del "hombre nuevo" en Europa gracias a los fantasmas asesinos de la purificación racial o la purificación social del Nacional Socialismo y el Estalinismo hasta el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial; el paradigma Norte Americano de modernización, la cultura modernista, se energizó con lo que uno podría llamar 'presentes futuros'1 (11).
El siglo veinte y su increíble desarrollo tecnológico, unido a las guerras mundiales y la idea de una posible catástrofe nuclear, fue un anticipo del futuro. La conciencia que pone en crisis la modernidad es la conciencia del presente-futuro queaterrorizaalhombre.Huyssendicequedesde los ochentas la sensibilidad se ha desplazado de un presente-futuro a un presente-pasado; si esto escierto,podemosdecirqueOctavioPazen1972 yapresentíaesedesplazamientoyqueporesonos dice: "Las obras del progreso se llaman hambre, envenenamiento, volatilización" (197) y por lo tanto promulga una duda sobre la idea de futuro como utopía de desarrollo indefinido. En una oración que lo pone cerca de los planteamientos de Huyssen, Paz observa que "[e]s significativo que en un país como los Estados Unidos, donde
1 En el original: "From the early twentieth century's apocalyptic myths of radical breakthrough and the emergence of the 'new man' in Europe via de murderous phantasms of racial or class purification in National Socialism and Stalinism to the post World War II American paradigm of modernization, modernist culture was energized by what one might call 'present futures'" (11).
la palabra cambio ha gozado de una veneración supersticiosa, hoy aparezca otra que es su refutación: conservación"(197).Huyssenanaliza en Present Past esanuevaobsesiónconlaconservación del pasado y del presente.
Paz señala que el marxismo concebía la historia como un proceso lineal donde cada momento en la historia representa un avance frentealanterior,"lahistoriaesuntextoproductor detextos"(197).Noobstante,larealidaddelsiglo veinteseopusoalasprediccionesmarxistasolas desdibujócontrasformacionesoaberraciones.No hubo revoluciones proletarias en los países más industrializados y las revoluciones triunfantes se convirtieron en "regímenes anómalos" (198). El socialismo no puede ser concebido como el "productonecesariodelprocesohistórico"(198), lateleologíamarxistaesinoperanteenlarealidad histórica. Paz afirma sin titubeos que "la historia no es una: es plural" (199). Los Estados Unidos dejan la etapa industrial y pasan a la postindustrial; la producción de conocimiento y el manejo delainformaciónocupanellugarqueocupabala industria moderna; como consecuencia de ello, lasociedadpostindustrialyanotrataaloshombres comomáquinassinocomosignos.Desdesupunto de vista, las rebeliones que protagonizaron los estudiantes en los años sesentas buscaban la destrucción del presente y la aparición de un tiempo verdadero. De la misma forma Huyssen nos advierte que "Cuanto más rápido se nos empuja hacia un futuro global que no inspira confianza, sentimos un deseo más fuerte de bajar la velocidad y con más ahínco buscamos sosiego enlamemoria"2(25);elpresente-pasadosurgede la destrucción del presente-futuro.
Mientras el marxismo pronosticaba la disolucióndelasclases,larealidaddelasegunda mitaddelsigloveinteengendrómovimientosque buscan la afirmación de las particularidades
étnicas,culturales,sexuales,etc.Paznosdiceque "la rebelión del cuerpo es también la de la imaginación" (203), lo sensual disuelve el futuro y el pasado en un "presente sin fechas" (203). El presente se instaura como "el valor central de la tríada temporal" (204), pero el futuro y el pasado no desaparecen sino que se convierten en dimensiones del presente. En este punto, nos invita a construir una ética y una política sobre la "poética del ahora" (204). Aquí parece que OctavioPazsequedacorto,quizáporqueescribe en 1972, al no considerar la transformación del espacio y su relación con el tiempo.Ala llamada poética del ahora hay que sumarle la poética del espacio virtual; el espacio virtual diluye la distinciónentreaquíyallá.Lanociónderecorrido, de desplazamiento en el espacio-tiempo, se ve transformadaenelnuevouniversodelhipertexto. ¿Cómo se da la rebelión del cuerpo dentro del nuevo espacio virtual? La afirmación de las particularidades se alimenta de las posibilidades de encuentro y asociación que da el internet, el cuerposeproyectaenelespaciodeformadigital. Ahora hay una extensión electrónica de los sentidos.Losnuevoslugaresdeencuentrosonlas salas de "chat" en las comunidades virtuales, el Twitter, el Facebook, los nuevos movimientos revolucionarios tienen sus sedes en páginas web y en canales deYoutube.
Al pasar a discutir la poesía moderna, el ocaso de la vanguardia, Paz advierte que las nociones de cambio y de futuro, que definían el arte moderno, sufrieron una aceleración que al llegar a su límite hizo que el futuro se convirtiera inmediatamente en pasado (205). La poesía moderna se construía sobre la idea de cambio constante, "el arte de hoy debe ser diferente del arte de ayer" (205); pero para esa la diferencia pueda percibirse, advierte, se necesita un ritmo que así lo permita. La celeridad extrema a la que
2 En el original: "the faster we are pushed into a global future that does not inspire confidence, the stronger we feel the desire to slow down, the more we turn to memory for comfort" (25)
narrativa y algo más
llególapoesíamodernaconlaapariciónincesante de las vanguardias, cuya desaparición casi inmediataestabainscritadesdesunacimiento,hizoque la diversidad se resolviera en uniformidad (206). Las vanguardias no representan cambios constantes sino variaciones de un número limitado de modelos. Paz compara la proliferación de las vanguardias con la de las fungosidades que se reproducen de manera incesante.
Según Octavio Paz, en el romanticismo se diolamezcladelosgénerosyenelsimbolismoy la vanguardia se llevó al extremo la fusión entre prosa y poesía que generó como resultado las obrasdeRimbaudyJoyce.Ahorabien,lamezcla de tipologías textuales finalizó en la "crítica del objetodearte"(206);pueselcontenidoylaforma ya no eran suficientes para definir el género al que pertenecía un texto. A renglón seguido, Paz discute los llamados ready-made de Duchamp, donde la creación artística es el acto de descontextualizacióndelobjetoysuentronización comoobradearte.El ready-made comonegación de la naturaleza creadora y del acto de creación artística es una negación del objeto de arte y, por lo tanto, una crítica del arte como objeto. Junto a la crítica del objeto se da, de forma paralela, la crítica del sujeto; el dominio del inconsciente en elsurrealismoylaaparicióndeobrasdecreación colectiva como el poema Renga, donde autores de distintasnacionalidadescompusieronunaobra colectiva en cuatro lenguas diferentes, pone en crisis la noción de autor dentro de la obra de arte. En el poema Renga el autor, o los autores, históricos desaparecen y son reemplazados por un nuevo autor que es el fruto de "la convergencia de las distintas voces que confluyen en el texto" (207). Esta idea de Paz nos recuerda los planteamientos de Barthes que John Sturrock sintetizó de la siguiente manera "El autor es de hechounaconstrucción,ohipótesis,formadapor un lector a partir de las evidencias que encuentra
al leer"3(135); ese autor convergencia-de-voces solamente puede cobrar existencia en la lectura.
Paz se pregunta si la crítica del sujeto y del objeto implica el fin del arte y de la poesía; su respuesta es inmediata: no. Lo que esta crítica representa es el fin de la era moderna y con ella de la idea de arte moderno. En la nueva época, la postmoderna,laobradearteresucitanocomouna pertenencia sino como una presencia a la que se contempla, "la obra no es un fin en sí ni tiene existencia propia: la obra es un puente, una mediación"(207).Conrespectoalsujeto,Paznos dice que el poeta ya no es la voz de todos como enelromanticismosinoquesuvozesladenadie, el poeta se disuelve detrás de la voz del lenguaje, la voz de la otredad; desde mi punto de vista, esa voz que se convierte en la evidencia con la que el lector construye al autor. Si la crítica de sujeto y delobjetonoimplicaelfindelapoesía,entonces ¿qué poesía debe surgir en nuestra época? Paz afirmaquemientraslospoetasmodernosbuscaron el principio del cambio, que interpretaron como lanegaciónsistemática,lospoetasdelaedadque comienza,esdecirlapostmodernidad,buscan"ese principioinvariablequeeselfundamentodetodos los cambios" (208). Pero la nueva poesía, por definición,nopuedenegarlavanguardiasinoque tienequeconcentrarseenlaspermanencias,enlo quetienenencomúnobrastandistantescomo La Odisea y En busca del tiempo perdido.
El poema es un hecho histórico puesto que suexistencia,suescrituraysulectura,seproducen en un tiempo y un espacio determinados y, como dicePaz,fechable.Elpoemaysulecturasonparte de la historia. En el proceso de su escritura el poemanoexisteyelpoetalodesconoce;mientras escribe,elpoetaignoracómoseráelpoema;para que el poeta conozca el poema es necesario que lo termine de escribir y que se convierta en su primer lector. La lectura es tanto un proceso
3 En el original: "The author is in fact a construct, or hypothesis, formed by a reader on the evidence of his or her reading" (135)
interpretativocomorecreativo,cadalectorrecrea elpoemaenunainterpretacióndistinta,Pazanota que "cada lectura produce un poema distinto" (208-9).Así como la voz del poeta es la de nadie y el autor es una construcción que surge de la lectura, no existen interpretaciones definitivas, exhaustivas o absolutas del poema. Cada nueva lectura es algo que le sucede, que le ocurre, al texto; cada nueva lectura es "un accidente del texto" (209). En este punto, Paz proclama la "soberanía del texto sobre su autor-lector y sobre suslectoressucesivos"(209);eltextoessoberano porque en él radica el principio de permanencia quebuscaelpoetaenlanuevaépoca.Despuésde la cada lectura, el texto retorna a su estado original y por lo tanto se resiste a los cambios que se operan en cada nueva lectura e interpretación. Si elpoemaescapazderesistirseasusaccidentes,a sus lecturas, entonces se resiste a la historia. Por otra parte, y en contradicción, Paz aclara que "el textosoloserealizaenesoscambios"(209);desde mi punto de vista esto significa que el texto, el poema, tiene una naturaleza dual como algo que simplemente es ycomoalgoque sucede.Untexto es porque se resiste a la historia y sucede porque se realiza, siempre de forma diferente, en cada lectura. Entonces leemos: "El poema es una virtualidad transhistórica que se actualiza en la historia, en la lectura" (209); cada lectura está condicionada por el texto y a su vez cada lectura hacequeeltextosuceda,serealice, enlahistoria deunaformadistinta,eneltranscurrirdeltiempo. Paz nota esta relación contradictoria, e indisoluble, entre el texto y sus lecturas, "cada lectura es históricaycadaunaniegaalahistoria.Laslecturas pasan, son historia y, al mismo tiempo, la traspasan, van más allá de ella" (209).
Un poema es tanto un texto como una estructura. El texto es la piel poema, es la parte visible, la estructura es el esqueleto invisible que lo soporta. Aunque cada obra es diferente, e inconfundible, todas subyacen sobre ciertas
estructuras virtuales, leyes retóricas. La relación deltextoconsuestructuraestambiénindisoluble y contradictoria; Paz aclara que así como cada poema actualiza ciertas "estructuras virtuales comunesatodoslospoemas"(209)confrecuencia las transgrede. Por lo tanto, dos estructuras similares siempre producen dos textos únicos e inconfundiblescomounsonetodeQuevedoyotro deGóngora.Larelacióncontradictoriaentretexto y estructura le permite afirmar a Paz que "la literatura es un reino en que cada ejemplar es único" (209). Mientras al estudiar las ciencias exactas nos preocupamos por identificar las constantes universales, la similitud, en la lectura deobrasliterariasnosobsesionanlasdiferencias, los detalles que hacen de cada texto algo único e irrepetible. Apoyado en la indiscutible unicidad (particularidad)decadatextoliterario,Pazcritica a "ciertos estructuralistas franceses" (210) de los que excluye a Jakobson y los nombra creadores de una ciencia de objetos particulares, una nociencia en el sentido de las ciencias naturales y las ciencias exactas. Al tratar de recopilar una taxonomía literaria cada objeto, cada texto, exigiría ser ubicado en una rama independiente porque cada obra es única.
La dialéctica del cambio y de la identidad existe y se forma entre la estructura, el texto y la lectura. Cada texto es una variación con respecto a una estructura constante y a su vez cada lectura es una variación re-creativa del texto que permaneceinmutable.Entoncesleemosque"cada lectura es una experiencia fechada que niega a la historiaconeltextoyqueatravésdeesanegación se inserta de nuevo en la historia" (210). Si recordamos que el poema es una virtualidad transhistórica y que con cada lectura el poema sucede, se realiza, cada vez que el poema se lee se inserta en la historia como algo que pasa. Paz anota que cada lectura es una variación y que al realizarse el texto absorbe sus variaciones. La lectura hace que el lector regrese a un tiempo
diferente al presente, al tiempo del poema. El tiempo del poema, aunque es anterior al presente histórico,essiempreunpresenteporqueelpoema es re-escrito en la lectura y el acto creador es un acto en presente continuo, recordemos que el autor, ahora lector-autor, no sabe cómo es el poema hasta que lo termina de escribir (crear); no obstante la contradicción aparece inmediatamente después de la última palabra del poema, porquealestarterminadoelpoemapasainmediatamente a la historia; el presente del poema se inserta en el pasado histórico al final de cada lectura. Paz concluye que el presente del poema es un tiempo que "está antes de calendarios y relojes" (210). Según él, la historia y la a-historia convergen en el texto y su lectura. El tiempo del poema es a su vez el tiempo de su lectura y por lo tanto,comocadalecturaesdiferente,esuntiempo que se repite sobre el texto y que es irrepetible en la lectura; es un tiempo cíclico que vuelve sobre símismo,quevuelvesobreeltexto.Alhablardel tiempo de la lectura, Paz nos dice que es "un hoy y un aquí: un hoy que sucede en cualquier momento y un aquí que está en cualquier parte" (211).Eltiempodelalecturaesunhoyquesucede en cualquier momento porque la lectura es históricaypuededarseencualquiermomentodel tiempo que suceda a la primera escritura-lectura delpoema;elaquídelpoemaeseltextoquepuede estar en cualquier lugar sin variar, el poema es el espacio de la lectura y se puede llevar en el bolsillo. Paz concluye que "leer un texto poético esresucitarlo, re-producirlo"(211)yoañadiríaque leer un texto poético es también re-ubicarlo, puesto que es claro que el lugar de lectura es un factor determinante en la lectura-reescritura del texto.
Al final del texto, Paz inicia una discusión sobre la poesía que "comienza ahora" (211), debemos recordar que este texto fue escrito en junio de 1972 y que por lo tanto estos cuarenta y unañosquehanpasadohancorroboradoonegado suspredicciones.Ahorabien,despuésdedeclarar el fin de la poesía moderna y de su obsesión por lanegaciónyelcambio,esproblemáticoquePaz utilice el término "comienza" porque su uso predice su contrario "termina" y por lo tanto vuelve a la idea de arte moderno. Para evitar esta contradicción, el poeta nos dice que la nueva poesía "comienza ahora, sin comenzar" (211).
También que "busca la intersección de los tiempos,elpuntodeconvergencia"(211).Elúnico puntodondelostiemposconvergeneselpresente. En un momento donde el pasado se había "abigarrado" y el futuro se había vuelto incertidumbre deshabitada, es decir, en el ocaso de vanguardia la única opción que le queda a la nueva poesía es apropiarse del presente. Según Paz, la nueva poesía, la poesía que comienza sin comenzar "es el presente" (211).
Bibliografía
Huyssen, Andreas. Present Pasts Urban Palimpsests And ThePoliticsOfMemory.Stanford:StanfordUP,2003. 1-29.
Paz, Octavio. Los hijos del limo. Barcelona: Seix Barral, 1974.
Valencia, Diana Patricia. Los ensayos de Octavio Paz: De la crítica de la modernidad a la negación de la postmodernidad.Diss.StonyBrookUnivertsity,1996.
delatripa: narrativa y algo más
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Demasiado tarde
Eran las 19:30 y Adela estaba preparada para una velada especial. Retocó su
peinado, se colocó los pendientes de oro y se aplicó un aura de delicado perfume. Giró del espejo hacia la habitación repasando cada detalle de la misma y, al tiempo que soltaba una lagrima, cerró la puerta tras sí con un modo tal de quien da la vuelta a la página final de un libro.
Recorriólentamenteelpasillomirandolos retratos, los diplomas y ornamentos que se habían acumulado durante diez años al lado de Joaquín, su esposo; aquel hombre garboso ymaduroquelaimpresionaradesdeelprimer encuentroydelcualseenamorósiendoapenas una estudiante.
Optó por aguantar en la penumbra la llegada de Joaquín y así, se dejó caer con lasitud sobre el sofá y, encendiendo un cigarrillo permitióquelosrecuerdosfluyeran mientras contemplaba la espléndida mesa a la que hubo dedicado varias horas esa tarde.
Las memorias de los primeros años eran agradables, como cuando ambos pasaban largo rato charlando, paseándose sin rumbo fijo por la ciudad o la vibrante emoción de entrelazar su juvenil cuerpo con el de su apuesto profesor. Incluso la batalla contra los prejuicios de su romance, tenía sitio entre lo gratodeesosdíasporqueeltriunfolesllevóa unirsusvidasenunmismocamino,elcualse vio tortuoso poco después…
-Buenas noches, Adela- dijo Joaquín en tono común acercándose a ella guiado únicamente por la punta brillante de su cigarrillo.
Él extendió la mano hacia el muro devolviéndole luz a la estancia, descubriendo a Adela, bella y sensual como cada vez que la ocasión lo requería. Luego volteó hacia el comedor ysonrióalverlachampañaycopas altas, una rosa fresca en cada plato y un abanicodesuculentosbocadillosalcentrodel mantel nacarado.
-¡Vaya, gracias!- dijo despojándose de su portafolios y desanudando la corbata.
Adela se incorporó alisándose el vestido y sedispusoatomarsusitio.Joaquinenriqueció elmomentoconmúsicasuaveysesentófrente a ella. -Décimo aniversario, ¿No? ¡Cómo se han ido los años!- comentó con aire inusual.
-Si, Quín, se han ido- suspiró ella.
Joaquín destapó la fría botella y llenó las copas con su rubio burbujear. Le ofreció una a su esposa y ambos la alzaron haciendo sonar el cristal.
-¡Brindo por nuestra historia!- fueron las palabras de Quín.
-¡Yo por el resto de la misma!- recitó ella enseguida.
En tanto Joaquín le relataba a detalle los hechos de su jornada, Adela en realidad continuaba hilando memorias y haciendo inevitables comparaciones con el ayer. Lo único de lo que estaba segura, era del mañana…
Cuandoestasvidassecruzaron,Joaquínera un reconocido catedrático con ansias de as-
cender a otros niveles, y poco a poco se fue dando y hubo mucho que sacrificar, pero en el transcurso todo lo relacionado con el amor se fue debilitando a pesar de la insistencia de Adela de hallar un modo de mantener un equilibrio entre lo profesional y lo personal. Alcanzaron un punto en que ella por cariño y admiraciónhuboderesignarseaun:"Después, Adela". "Comprende, Adela". "Pronto será, Adela". Más esa abnegación nunca logró ser una renuncia total…
-!Adela, Adela! Me estas escuchando?inquirió-Disculpa,sólosequetantosnombres y situaciones me confunden fácilmente, pero estoyatenta,atusinteresantesasuntos-repuso.
-¿Deseas más champaña?- Le ofreció con sutileza -No gracias conoces mi reacción al licor -contestó- Reconozco que los canapés estuvieron sensacionales y las flores han sido un toque de tierna elegancia -dijo galantemente.
-Me alegro que fuera de tu agrado, Quín; sabes que siempre intento complacerte,ExpusoAdela, irónica …
Laparejateníaporcostumbreintercambiar algún obsequio en una fecha tal, y ese momento había llegado. Adela se dirigió a la cocina, de donde volvió con un paquete entre las manos.
-¿Es para mi?- Preguntó inocentemente Quín en actitud de recibimiento.
-Sí, Joaquín, es tu regalo- dijo ella con ansiedad.
Él tomó la caja y puerilmente la agitó en unintentodeadivinarsucontenido,perofalló repetidas veces, así que comenzó a desenvolverlacontalemociónycuidadoqueAdela recordó la lejana vez en que habían hecho el amor, cuando Quín la despojo lentamente de
su bata y jugó con sus curvas por largo rato, musitando apasionadas frases que reavivaron temporalmente su ánimo su esperanza.
-Bien,Adela- dijo Quín dejando de lado el listón y el papel fantasía.
-¡Destapa la caja de una vez, Quín! Soló quiero que aceptes y comprendas lo que contiene- insistió nerviosa, encendiendo un cigarro.
- Ade, Ade, me intranquiliza tu actitud y esonoesbuenoamiedad,¿Nocrees?-declaró con risa limitada.
Adela tomó asiento, con rigidez apretó las manos y cerró los ojos hasta que escuchó la tapa del estuche deslizándose. Joaquín permaneció inmóvil y confundido.
-Adela es, yo no se que...- articuló con dificultad.Sugestodenotaba calladasorpresa, sin embargo dignamente fue tomando con pulso tembloroso, cada pieza de las bastantes que la aguardaban.
Un par de boletos para la temporada de ballet a la cual no asistieron por uno de los tantos viajes de Quín al extranjero, las reservaciones de Playa Wells debido a una importante reunión en la embajada; la invitación a la gala de Mozart que no atendieron por una cena con el representante de Holanda; una tarjeta de cumpleaños no leída porque Joaquín sostuvo una sesión extraordinaria; una nota que rezaba "Cariño estoy en la bañera. Trae el vino", un cortapapelesconlaleyenda"AmadoJoaquín", inscrita en el mango; un recorte del diario felicitando a la pareja Monreal por su V Aniversario de bodas, que él paso por alto al ir siempre directo a la sección de negocios; una lista de nombres para bebé que él había prometidoleerenunratolibre;lasfotografías delabodadeLuisa,mejoramigadeambos,a
la queAdela se presentó sola debido a que él estaba en misión diplomática; un muestrario de colores para la redecoración de la casa, decisiónqueAdelatomóporqueQuínnotuvo tiempo, y suficientes más…
Durante más de una hora Joaquín estuvo dedicado a tomar un elemento y analizarlo pensativo, a veces sonriendo y otras con los ojos encharcados.
Cuando hubo concluido, volvió la mirada hacia Adela, quien había permanecido vigilando el penoso episodio.
-Me has sorprendido- dijo descompuesto.
-Lo sé Joaquín- fue su corta replica.
Él entre suspiros devolvió los documentos y artículos al interior de la caja que, en su silenciodenominaba"féretro",cuyocontenido eran momentos muertos y ocasiones ya pasadas. Colocó la tapa nuevamente y la acercó a su rostro para sellarla con un beso a modo de despedida. Adela soltó la segunda lágrima de la noche y se liberó parcialmente de la tensión.
Joaquínubicólacajasobrelamesaytomó larosayacientejuntoasuplato.Adelasehabía preparadoparacualquierreacción exceptoel sosiego y la mansedumbre.
-Estoy sufriendo Adela. Que esta calma y compostura no te demuestren lo contrario. Ahorasédondesealojaelalmaentrelacarne. Por mi sangre corre el miedo desesperado, el desconsuelo y el vacío. Un grito rebota entre las vísceras y toda el agua de mi entraña es amarga- decía, balanceando la rosa ya no tan fresca.
La bocina de un auto interrumpió su monólogo.Adela miró discretamente su reloj queapuntabalas23:45yenunsuspirosepuso de pie sin otro movimiento. La bocina sonó
por segunda vez y ella bebió el último sorbo del cristal.
Joaquín, adherido al asiento, tragaba hiel con torpeza queriendo continuar, pero hubo una tercera llamada a la queAdela reaccionó pasando sus manos por entre sus rizos y girando hacia la estancia.
Joaquínadvirtióquelabocinanosólohabía cortado su confesión sino también turbado la atención deAdela.
-Quiero que sepas que a pesar del torrente de conmoción que me agobia, precisamente hoy haré lo que debí hacer hace tantos años, que me pediste mucho soportar y poco dudar. Eso:Comprenderyaceptar-dijo,norepuesto aún.
Adela esgrimió una mueca dolorida y él la miro como a una obra de arte que se valora y se desea pero que es imposible tener.Aun sin romper en palabras, se inclinó y tomó una valija que había ocultado bajo la mesa. Retrocedió lento hasta la puerta, depositó sus llaves sobre la repisa y salió con el corazón desajustado.
Cada peldaño en descuento era un eslabón roto y un paso a la verdadera vida.
Joaquín secó su rostro y se aproximó a la ventana mirando hacia abajo, donde estaba estacionado un auto modesto y un joven tendíaunramodemagnoliashacialahermosa Adela. Cuando iniciaron la marcha, Joaquín apretó fuertemente la rosa hasta sangrar su mano. Al perderlos de vista en la avenida, tomo del bolsillo interior de su saco un elegante sobre con el rotulo:
*Don Joaquín Montreal, aceptación de retiro*
-Yotambiénteteníaunregalo,Adela,pero ya es demasiado tarde para París.
delatripa: narrativa y algo más
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delatripa: narrativa y algo más
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Casi a las seis de la tarde
Gracias al terrible estolqueo al que te someto-nopocasveces-pudeenterarme
de que aquél amigo tuyo de la facultad que habíasolicitadounatransferenciaaGuatemala amitaddelacarrera,teestabainvitandoatiy a un grupo de amigos a visitarlo. Supe que organizaron una fiesta para recaudar fondos para el viaje y que habían abusado de los alumnos de nuevo ingreso como suelen hacerlo. Para ser honesto, nunca pensé que fueranaconseguirlo,sinembargo,eléxitofue talquesedieronellujodeprolongarsuestancia en Guatemala a una semana completa.Al principio no podía creerlo, pero la fecha del viaje se acercaba a pasos agigantados y yo no iba a quedarme con los brazos cruzados, no. Para mí ya estabas muerta cuando decidiste irte a La Plata, nunca pensé verte de nuevo, pero la idea de tenerte cerca, tan cerca, me pareció simplemente irresistible. Tú te ibas a acercaryyoibaahacermimovimiento.Seguí de cerca, lo más que pude, las incidencias de tu viaje; tu posible itinerario y rutas para que de algún modo, pudiera forzar un encuentro contigo. Algunas semanas antes, traté de llamarte para saber cómo estabas, me refiero a "nosotros", quería saber si aún existía un "nosotros" o solo un frío y desgarrador tú y yo, pero desistí porque sinceramente la idea de que no quedara ni el polvo de lo nuestro me aterraba, así que decidí apegarme al plan original y forzar un encuentro, casual. Tan
José Sifogrante
falso y efectivo como el que a veces vemos en las películas. Los filtros de privacidad de tu página de Facebook eran cada vez más oscuros o bien, quizá nunca aumentaron en intensidad,erasoloquerequeríacadavezmás datos porque no quería fallar; afortunadamente, no todos tus amigos le daban tanta importanciaasuspublicacionesyellosfueron unafuenteimportantísimayvitaldeinformación. Supe que ibas a llegar el dieciséis de julioalasdiezcuarentaycuatrodelamañana al Aeropuerto Internacional La Aurora y que se alojarían en el Mercure. Ese mismo día, a las cuatro de la tarde se reunirían en el café
Java Joe´s donde Tomás les iba a estar esperando y les revelaría los planes y el itinerario. Supe que allí es donde tendría que producirse el encuentro, no había de otra, no me la iba a pasar buscándote por todos lados. Yo me preparé lo mejor que pude y llegué a Guatemala dos días antes que tú para ambientarme, estudiar un poco los posibles imprevistos. Sabía que siempre te había gustado mi barba de tres días, así que me afeité un día antes de partir y así me verías como más te gustaba. Conseguíunacómodahabitaciónenelmismo hotel que el tuyo, pero no quería que nos encontráramos ahí, no fuera que pienses que esto estaba planeado, aunque así fuera. La primera noche, contrario a lo que pensé, la pasé sin problemas, dormí cinco horas y no necesitaba más. Bajé al buffet, desayuné
tostadas francesas con jarabe de maple y beicon, y bebí por lo menos un litro de zumo de naranja, mis niveles de azúcar estaban bajísimos. Volví a mi habitación y coloqué el letrero de no molestar en la puerta, me acosté a leer un poco. Esa misma tarde iría al Java Joe´s. Mi única intención era elegir una mesa con una posición muy ventajosa, quería verte llegar, quería tenerte a la vista siempre y en todomomentoperoquetúnomevieras,quería tener esa sólida ventaja y un espresso. Sabía que tu grupo era de nueve personas, si contábamos a Tomás serían diez. El café contaba con seis mesas para cuatro personas, otras cuatro mesas para dos, ocho gabinetes en las ventanas para dos personas y dos salas pequeñas,unaalfondoyotramuycercadela entrada,encadasalitanocabíanmásdecinco comensales. Supuse que se reunirían en dos mesas grandes junto a los ventanales y que la mesa pequeña a la derecha de la entrada sería el lugar perfecto para mí y que si mantenía la cabezagachanomeibasapoderver.Unavez establecida la logística del café, salí a dar un pequeño paseo, uno realmente pequeño, no queríaalejarmemucho,soydeesosparanoicos quecuandoestánporconcretaralgúnproyecto, piensan que de algún modo algo va a salir mal, un accidente, un retraso, un extravío. En fin, fue demasiado el riesgo y a los pocos minutosvolvíalhotel.MeconectéalaInternet yreviséelFacebook,sólohabíapublicaciones como:"Mañana,Guatemala","Undíaparael viaje", "Forros, check; Mate, check; Drogas, check",atodosselesveíafelices,todospublicaban pavadas como esas, todos menos vos. Debo admitir que me puse bastante nervioso porque no me había dado cuenta y esto me cayó como un balde de agua helada, estudié, analicé y preparé hasta el último detalle pero meolvidédelomásimportante,meolvidéde vos. Como sabía que no tenía acceso a tus
publicaciones, ya solo me fijaba en las de tus colegas. Y me puse a revisar las pláticas en orden cronológico y cada vez comentabas menos.Fuistedesapareciendoalpuntodeque faltandounasemana,nuncavolvisteapublicar ni un estado, ni una foto, ni un comentario, nada.Yanoteníalacertezadequeibasaviajar. Pensé en mil cosas como que habías enfermado, que te salió un compromiso de último minuto, que habías decidido quedarte porque deprontosetequitaronlasganas;recordéque medecíasqueaveces"tedabapaja"socializar con una manga de tarados o quizá estabas ocupada con muchos pendientes, no lo sé. La única certeza es que había entrado en pánico, quemiplanseestabatambaleando,queestaba en la jodidísima Guatemala con una taquicardiadelachingada.¿Quéibaahacer?¿Llamarte?¿Preguntartesiibasavenir?Estabajodido y a la espera, solo eso. Ya estaba en Guatemala, hospedado en el Mercure, ya había realizado la misión de reconocimiento en el JavaJoe´s,yahabíaensayadofrentealespejo todas las cosas que iba a decirte, cosas que, según yo, te harían volver a mí o que por lo menos volvieras a sentir lo mismo que el ya lejanoinviernodeldosmildiez.Yateníatodo listo, sólo esperaba por ti y ya no sabía si ibas a venir, ya no sabía si te iba a ver y al único que reconocía era al putísimo de Tomás. No me quería dopar, pero no me quedó de otra. Desperté a las nueve de la mañana, mucho más tranquilo que decepcionado, tenía ganas de ir al aeropuerto o de ir al lobby y esperar a que se registraran para ver si habías llegado o no, pero si nos veíamos ahí, tendrías tu equipaje,estaríascansadaytendríasmáspretextosqueganashablarme,claro,suponiendo que vinieras. Me esperé hasta la una y media de la tarde y me adelanté al Java Joe´s. Quizá ya estabas en el hotel, a lo mejor estabas un piso arriba o abajo del mío, podrías estar en
el mismo o bien, que nunca hayas hecho el viaje y que todo haya sido en vano. Pedí una limonada, me la terminé y luego pedí otra, la dejésobrelamesaquecuidadosamentehabía seleccionado el día anterior y me fui a fumar seis cigarros mientras daban las cuatro de la tarde. Compré uno de esos sándwiches de pavoquevendíanahí,estababuenoporquela lechuga estaba fresca y porque la fecha de caducidad parecía muy lejana. Dejé un cuaderno en la mesa y salí a fumar tres cigarros más, luego volví a la mesa, la hora se aproximaba. Cuatro años después, te tendría de frente de nuevo, o no. Fui al baño y me eché aguaenlacara,mucha,mojéunpocomiropa. Me sequé. Los nervios me ganaron de nuevo y ya estaba transpirando, me eché más agua y volví a mojarme la camisa. Me miré al espejo ymedieronganasdemetermeunatrompada, pero me contuve. La barba de tres días que tanto te gustaba ahora con un ligero tono plateado ahí estaba. Todo bien, no había por qué alterarse antes de tiempo. Salí de nuevo, ocupé mi mesa, me puse los aviadores y de perfilatrescuartos.Enquinceminutossabría si te iba a ver, o no. El aire acondicionado funcionaba muy bien y eso me mantuvo más tranquilo. Me disponía leer un poco mientras llegaba la hora cuando entró al café el cabrón de Tomás. Saludó a dos baristas, se ve que frecuentaba el lugar Tal y como lo predije señaló las dos mesas grandes junto a los ventanales y él mismo empezó a juntarlas y enunsúbitoactoamistosoinaudito,leayudé. Sí, le ayudé a colocar las mesas, no me di cuenta de cómo sucedió pero cuando el entró yomehabíalevantadodemilugarymehabía acercado demasiado a las mesas y cuando Tomás empezó a correrlas yo tomé el otro extremoyleayudéadirigirlas,actuéenplena inconciencia pero de forma natural, quería tanto que mi plan funcionara que un impulso
mellevóadisponerlasmesasparalareunión. Sosgroso,capo,medijo.No,noparanada,le contesté. Me dio las gracias y me preguntó que de dónde era que porque guatemalteco no parezco y tampoco tenía el acento, le contestéquemexicanoymedijo"buenísimo, megustamuchoMéxico".Haylugaresinteresantes, le dije mientras me retiraba a mi mesa fingiendoqueibaatomarunallamada,entendióynodijomás.Dispusolassillasysevolvió a la barra donde ya estaba listo su café.Tomó su celular y revisó lo que aparentemente eran mensajes. Ya estaban llegando. Por fin iba a verte, o no. En eso entró un sujeto y lo saludó efusivamenteysesentaronenlamesa,luego, como a los quince minutos vino otro y les acompañó.¿Veníandeunoenunooquécoño? Yo quería ver entrar al jodido grupo de nueve de una sola vez y te quería ver a vos. Durante una hora, Tomás estuvo platicando con los otros dos sujetos y yo ya no sabía a quién maldecir. El lugar estaba lleno y comenzaron a retirar sillas de la mesa compuesta, cuando sellevaronlaterceradijequeyanohabíanada másquehacer,elgruponollegó,noibaaverte y yo era un imbécil, me levanté, tomé mi cuaderno y cuando alcé la mirada y ahí estabas.Frenteamí.Podríajurarqueeltiempose detuvo cuando nuestras miradas se encontraron pero no fue más que una milésima de segundo y con los aviadores, bueno, no creo que me haya reconocido, me senté de nuevo. Losnerviosmeestabancomiendovivo.Pensé enabortarlamisión,enlevantarmeeirmesin más.Ellosseabrazaban,tonteaban,semorían de risa, yo pude observarlo todo y me reía sardónicamente con ellos, desde lejos, sabía quiénes eran, qué habían hecho para llegar hasta aquí, por lo que habían pasado, los estaba estolqueando en vivo, mis aviadores eranmiFacebookdelavidareal.Erancasiya las seis de la tarde y ya no estaba tan seguro
de querer hacerlo. Poco a poco empezaron a ocuparsusasientos,fuistelaúltimaenrecibir tu café, con leche como siempre y en tu mesa yanohabíasillas,Tomástecediólasuyayno quisiste aceptarla, él insistió y te dijo que no
había problema, volviste a negarte y Tomás recordóalpobreimbécilquelehabíaayudado a correr las mesas y volviéndose hacia mí, te dijo:"mirá,aquímiamigomexicanotieneuna silla especialmente para vos".
Vialidad
José
Manuel Ortiz Soto
para Diana Raquel
Obedezco a la luz preventiva del semáforo y freno gentilmente, apesardelenojodelconductordelautodetrásdemí,quepitacomo desquiciado. Qué gran idea la del ingeniero británico John Peake Knight: a mediados del siglo XIX, ¡inventar un semáforo para ferrocarriles!, me digo, con el olor del caucho quemado saturando minariz.Noconozcoeldatoporculturageneral,sinoporqueapenas el fin de semana pasado ayudé a mi nieta con su tarea de Civismo y Urbanidad. "Aunque la luz amarilla la adicionó en 1920 William Potts, policía de Detroit", parece decirme una joven mujer -veinticinco, veintiocho años a lo mucho, vestido rojo, untado, que realza sus formas considerablemente- que cruza la avenida con tal parsimonia como si enseñara al tiempo a caminar. Imposible fingir no verla, admirarla y felicitarla por su erudición.Acambio, ella me devuelve una mirada más bien condescendiente, que esquivo. La acompaño hasta que la vista no me alcanza, y el claxon del auto detrás de mí, me saca del ensimismamiento. Si las mujeres que algunavezcruzaronpormicaminohubieranacompañadosusgestos, risas y ademanes de una luz de semáforo, seguramente no habría tenido tantos accidentes fatales en la vida.
delatripa: narrativa y algo más
delatripa: narrativa y algo más
Melodía de un hecho delatador
Cuando era un niño, y es todo lo que puedo recordar, odiaba la locura de mi
madre; no sé si la odiaba más a ella o a su enfermedad, pero "odiaba" y eso bien que lo recuerdo.Habíadíasenterosenquemecubría lasorejasintentandoyanoescucharmás,pues ellanuncacerrabalaboca;selapasabalanguideciendo entre estúpidos sollozos y voces de unniñoquealoídoledecía: loca.Ellaescribía en la pared que ese niño era yo. Y aunque lo siga intentando: ¡Mi nombre no desaparece de esas viejas paredes!
Gritaba¡Todoeltiempo!Estabaloca;loca deremate.Erayounchiquillo,nopodíahacer nada;nadamásquepermanecersentadosobre los peldaños e intentar pensar en otras cosas, porque si no, yo por igual quedaría loco.
Unatarde,delastantasquepasabasentado en el mismo lugar de siempre; con el peso de los gritos, llantos y demencias de mi madre, me vino a la mente una idea por primera vez. Estaba cansado, ya no resistía esta situación ni un solo día más; que la criada me vistiera, me formase y me dijera: tu padre no vendrá esta semana. Ni la otra, ni la futura, ni la que sigue,pensaba.Nopodíasalirdelacasa,para jugar, pues mi madre estaba obsesionada con la ablución, se espantaba y entre gritos me llamaba: cerdo, esto no es una zahúrna;sisus pávidos ojos captasen la más nimia mancha desuciedadimpregnadaamiropa.¡Sevolvía aún más loca! Así que nuevamente tomaba asiento sobre los peldaños, a esperar, a escuchar gritos e intentar pensar en otras cosas.
Emmanuelle Candila
En ocasiones, mi madre le ordenaba a la criada: coge al chaval, súbele a la habitación, vístele de tal modo, que a las cinco tomaremos el té. Odiaba tomar el té con ella, fingiendo ser un gran victoriano del siglo XIX. Lo odiaba y más hablar del arte, pues ¿qué pudiesesaberunaloca,comomimadre,sobre el arte? ¡Era muy aburrido! Lo único que adoraba de beber el té, eran las mofadas que le hacía respecto a sus incoherencias, sus tics y retrocesos mentales. ¡Eso sí solía ser arte!
Las siluetas de la criada y el jardinero en ocasionespermanecíantaciturnasatrespasos de nosotros, pues habían momentos en que mimadresevolvíaalocuraygritaba: El cerdo se ha ensuciado, se ha ensuciado.Cuandome embarraba de chocolate y me veía chuparme las yemas; ella no lo soportaba y tenía todas las intenciones de rebanarme los dedos. El jardinero cogía a mi madre de los brazos y la criadamellevabahastalacocinaparalavarme las manos; su locura le hacía desgañitar: Cerdo, sucio, sucio. No podía evitarlo, me echabaunmardellantos,queríamorir,odiaba quemegritasecerdoylaodiabamásaún.¡Sí, cuánto la odiaba!
La gorda criada, fue el cariño más cercano que tuve en mi infancia, aunque era repugnante sentir su olor a reses y tarta de carne; cada que ella me enjugaba las lágrimas y balbucía: No llores pequeño, pronto acabará, pronto acabará. Pero el "pronto" nunca llegaba, se había tardado demasiado; pronto, era una palabra muy lejana para una pronta aparición.
Odiaba también los días en que mi madre se establecía como el médico indicaba, pues me hacía tocar el viejo piano. ¡Toca bien! decía,ydenohacerlo,zaz,ellátigocaíasobre mi espalda. ¡De nuevo! Repetía, tocaba otra vez y zaz, el látigo. Yo le hacía perder la corduraconmistorpesdedossobrelasteclas; decíaqueyonoportabaniungramodeclase, y sin clase no se es nada.
Enloquecida, me mandaba al cuarto de lectura y me hacía leer en voz alta un pasaje de la biblia; odiaba leer la biblia, me parecía un libro demasiado gordo y moralista, algo que nadie, jamás en su vida pudiese terminar de leer y tratar de sobrellevar, ¡imposible!
¡Ves… cerdo! Bullía. Ahí acabaras, en ese lúgubre sitio atestado de demonios que te atormentaran para siempre, ¿has comprendido?, para siempre. Y leía de nuevo en voz alta.Loúnicoquerescataba,unacitadeaquel arcaicoevangelioquedecía:habiendovenido la luz al mundo, los hombres prefirieron las tinieblas. Eso era un golpe bajo: Yo no tuve oportunidad de elegir, y vivía con una loca, entre tinieblas.
Otra tarde, me encontraba nuevamente sentado sobre de los peldaños pero esta vez reprendido por haber dicho que los textos de CharlesDickenseranaburridos,mientrasque losdeAmbroseBierce,solíansertremebundamentebellos. Desanción,mimadremeobligó a leer: Los documentos póstumos del club pickwick 2. Comencé a leer, era el capitulo XXX, graciosamente en mayúsculas, ¡sublime! si uno no supiese números romanos, leería: 3X. Era muy aburrido, ¡aburridísimo! No me interesaba Sam, ni su diversión en el hielo,nielfindesuvisita.Entoncesaventéel libro; observé meticulosamente el panorama y éste se encontraba libre de acechos. Acudí
al cuarto de lectura, para leer los relatos de Mr. Bierce, pero no los hallé; la gorda criada los había despachado todos por orden de mi madre. Cogí uno, al azar, era de un tal Allan conelapellidomásextrañoquehabíaescuchado:Poe;uncuentoquenoconocía,deunlibro que ni siquiera sabía de su existencia en la estantería.
Retornéalospeldañosytoméasiento.Mis ojosseclavaronconvehemenciaenlasprimeras líneas, que no pude detenerme y ahí, justo ahí, cuando el narrador dijo: "Concebí la idea de quitarle la vida al viejo." ¡Boom! La idea me visitó por segunda ocasión y con mayor lucidez.Yotambién,saboreésuplan:concebí la idea de quitarle la vida, pero a mi madre.
A diferencia del protagonista de Mr. Poe, yonoqueríaamimadre,ellasiempremehizo daño.Siempremeinsultó.Noerasuojo,sino su locura, ¡Sí, eso era!Así que, poco a poco, muy gradualmente (como el asesino había dicho y yo había leído) concebí la idea de quitarle la vida a mi madre, librándome de su locura para siempre.
Continué leyendo, las ideas me brotaban llevándome al éxtasis a mi corta edad, ¿Pero yo igual cometería lo mismo? ¡Sí! Actuaría con exquisita sabiduría, con cuánta cautela, con cuánta precaución, con qué disimulo llevaría a cabo mi obra. Porque todo esto: ¡Sí era verdadero arte!
Esperéhastalamedianoche,aquelacriada reposara en el desván y el jardinero estuviere tumbadoensurepugnantelecho.Leí:"Loque me molestaba no era el viejo, sino su maldito ojo" en cambio, yo pensé: "Lo que a mí sí me molestaba era mi madre y su maldita locura." Erandoscosasopuestas,primero:elviejocon su fastidioso ojo y segundo: mi madre con su odiosa locura. Pero ambos puntos solazaban
la misma idea: acabar con la vida… del viejo y de mi madre.
Asomé las narices por el pasillo que conducía a su habitación, era tan lúgubre y estrecho, que el cuerpo entero tiritó ante mi macabraidea.Noexistíaniunasolaalmaque pudiesedetenermeparaculminarmiexquisito plan; entonces sí, estaba actuando con una envidiable cautela, con una meticulosa precaución y con un gran disimulo. ¡Si bien que recuerdo aquellas líneas!
Yonomeesperéhastalaoctavanoche,pero sí, como aquel hombre desquiciado que acribillaría al viejo, con su misma exactitud, paso a paso como él lo había hecho: fui muy cuidadoso al abrir la puerta. El minutero del reloj, ¡maldita sea, hasta para eso: existía un reloj!semovíamásdeprisadeloquesemovía mi mano. Pensar, que yo estaba allí, abriendo lapuertapocoapocoyqueellaeracompletamente ajena a mis actos y a mis propósitos. Tambiénaquellaideahizoquesemeescapara unarisita.Mimadrenosesobresaltóentrelas penumbras, como el viejo, y tampoco preguntó: ¿Quién anda ahí?
Para mi propia suerte, para mi bien estructurada obra, ella yacía drogada, reposandoenaquellagigantescacama,conun gramo entero de Valium en el cuerpo, y lo único, aparte del psicotrópico que solía tranquilizarla, era dormir con música clásica, de orquesta. ¡Le relajará el cuerpo! decía el médico, pero hasta el día de hoy, por primera vez, siendo el último día de su loca vida, la vi sosegada, sin decir ni un pío y cuerda. ¡Ah, qué loca está! dije. Mientras Theme From A Summer Place deBillyVaughn,eralamelodía queresonabaenlahabitacióndelamaniática. ¡Era genial! Música, loca y muerte. ¡Qué arte más bello!
Con gran sigilo fui aproximándome a ella. Mi cara se iluminó con la menuda luz de su lámpara de buró. Su respiración corría sin prisas. ¡Qué serenidad! Agaché la cabeza, llevándolaalasuya,yleotorguéunestrepitoso beso en la frente. Llevé los labios, con verdadero éxito hasta sus oídos y musité delicadamente: ¡Loca!
Mimadreextendiólosparpados,ysusojos, aterrados,meparecierondivinosahogadosen aquel nítido color. A diferencia del viejo, los ojosdemimadresepresumíanhermosos,pero su locura era lo que me había fastidiado la existencia.
¡Eres tú…! Dijo atónita. Una sensacional sonrisa me brotó de punta a punta en la cara. E igual que aquel hombre del cuento, permanecí quieto. Lo mismo con el viejo, el terror de mi madre debía ser excepcional; ya que también logré escuchar el infernal tamborcillo de su corazón; el cual se hacía cadavezmásrápido,másymásfuerte,repito, ¡cada vez más fuerte! Era estar gozando todo lo que aquel hombre sintió en baños de felicidad, por primera vez en mi vida, sentí que amaba a mi madre.
¡Vete, cerdo! Chilló. ¡Mrs. Rodvell, Mrs. Rodvell! Clamaba a la criada, pero aquella ¡cómo pudiese escucharla estando privada en elsueñoyametrosdelahabitacióndelaloca! ¡Siempre has sido tú. Tú eres el que me ha enloquecido! Reprochó mi madre. Me monté enlacamaylediunfuerteabrazo,conafecto, converdaderoafecto. ¡No, no…! Repetíaella. Perolaabracéyabracéycontinuéabrazando, ¡fuerte! Fortísimo, hasta dejarla sin aire. Su nuca sutilmente se echó para atrás y le vi la bocaabierta,¡Aterradisima!,¡Quéarte!Pensé. La eché a la cama y su mano cayó rendida a un lado.
Me fascinó sentir como el boom boom de su corazón golpeaba con violencia a mi embelesado pecho; y sentí triunfo cuando aquelboomseextinguióparasiempre.Recordéalhombredelcuento,aligualqueél:sonreí alegremente al ver al fin completada mi obra. ¡No digan que esto no tiene una pizca de arte, porque lo ha sido totalmente!
¡La loca está muerta! Ahora tenía que deshacerme del cadáver. Nadie podría saber qué ocurrió a las altas horas de la madrugada. ¡Fue perfecto! A mí no me pillarían como al hombre por los vecinos, pues yo no era nervioso. La melodía de Billy Vaughn, evitó cualquier anomalía suscitada dentro de la habitación, pues sonaba y yo cortaba, retumbaba y seguía cortando. BillyVaughn tenía la fuerzanecesariapararesarcirtodosloshechos. Paradecir: ella estaba loca y decidió quitarse la vida. El pequeño la halló y le brindó el último abrazo a su madre.
Pero la duda azotó en mi cabeza, ¿Qué era lo que hacía que mi madre estuviera loca? Quise averiguarlo, abriendo el cráneo de la chiflada mujer; analizando su cerebro. Saqué toda la masa que se encontraba en su interior. La disolví entre mis manos. ¡No existía nada deanormal!Sóloconseguíembarrármelascon esa secreción cefálica y repugnante.
¿Señora Barlow, se encuentra bien? Preguntó la criada. La maldita gorda se encontraba detrás de la puerta y golpeaba sin detenerse.¿SeñoraBarlow?¿SeñoraBarlow? Repetía. El picaporte comenzó a temblar, la gorda estaba introduciendo la llave, ¡abriría la puerta!, y vería a mi madre muerta y a mí, jugando con su cerebro.
Richie… ¿qué haces aquí?
Vineadarlelasbuenasnochesamimadre, pero… se ha marchado.
¿Se ha marchado, cómo que se ha marchado?
Sí. Sólo dijo: ¡No, no…! Y se fue.
Lacriadacomenzóaescanearlahabitación; buscaba a mi madre por todos lados, pero sus avejentadosojosnopudierondivisarnadamás que a mí, sobre de la cama de la loca.
¿Dónde está, Richie, tu madre… señora Barlow? Expresó la criada girando la cabeza como un búho endemoniado. Si esto es una broma, Richie, es de mal gusto. Culminó de decir pegando los labios.
Yo le miré. Ella se aproximó a la papelera y se percató de todas la drogas que mi madre injería para retornar a su cordura. Se detuvo detrásdelventanal,llevóelauricularhastasus gigantes orejas y marcó el número de mi padre. Escuché más que susurros y colgó. Al volverse, mi madre apareció detrás de las cortinas que ataviaban el ventanal que daba al jardín.
Mimiradasepasmóymimadremellamó: Asesino.
¿Qué ocurre, Richie? Preguntó la criada.
Nada, nada…
¡Asesino! Repitió. ¡No lo soporté más! No lo toleraba, ahora, su locura no era lo que detestaba, sino, aquella mirada, con aquellos ojos, sus malditos ojos, parecidos al ojo de buitre del viejo.
¡Asesino! Increpó.
¡Calla! Grité.
¿Qué ocurre, Richie…? Dijo la criada.
¡Oh,porDios!¿Quéharíaahora?Meestaba ocurriendo lo mismo que al asesino del viejo. Yotambién:¡Rabié,maldije,juré!Peronoera el ruido de un corazón el que me estaba
sacando de mis cabales. Era la loca, con su avieso ojo punzante. Me rodeaba, no me dejaba en paz, ahora no se callaba, hablaba más que nunca. Se había vuelto más loca de lo que estaba. Brincaba sobre de la cama y mellamaba asesino, cerdo, cerdo...Cómoera posible que la criada no la viera o escuchase su bullicio como los policías de la historia.A diferenciadeellos,estagordacriadanolaoía, ¡No sospechaba! ¡No sabía! Pero sí, rotundamente, también se estaba mofando de mi terror como aquellos estúpidos oficiales. Ya no aguantaba esta agonía, yo tampoco soportaba aquel escarnio, no soportaría más su estúpidamiradapreguntándome: ¿Qué… qué ocurre, Richie?
La aprensión comenzó a estrangularme. Igual que al asesino, tenía que gritar o morir Encambio,¡otravez!Gritabamásfuerteesas palabras: ¡Cerdo, asesino!
Mi corazón golpeaba mi pecho, lo derribaría, iba a salirse de mí. Entonces, como
aquel nervioso homicida, no pude más y me vi obligado a gritar:
¡Miserable! No disimules más ¡confieso mi crimen!Aquí, aquí… debajo de la cama.
La criada se puso de cuclillas y llevó la cabezadebajodelcolchón.Susojos,estavez, pudieron divisar con claridad a mi madre. ¡Bueno! Lo que había de ella: Un brazo a un extremo, dedos, sangre, la repugnante masa encefálica, su cabeza, sus pies… todo rebanado finamente en mil partes.
La gorda mujer se llevó las manos para cubrirse la boca, aterrada, dijo entre balbucieres:
Richie… ¿Qué has hecho?
La melodía de BillyVaughn no se detenía, serepitióyrepitió.Meposédetrásdelacriada, y yo, sin balbucir, exclamé:
También, ¡Odio a las gordas!
Poética y política en Angélica Santa Olaya
Ulises Paniagua
Soy la única mosca /merodeando este silencio…/ sacudo de mis patas /los ajenos
restos de esta tierra…
Así inicia De leyenda, el más reciente poemario de la autora mexicana,Angélica Santa Olaya.Librollenodeinterrogadoseinterrogantes. Propuestaágil,lúdica,quetrazaenelaireelaleteo de un insecto, anuncia sobre la tierra la amenaza de la tarántula, la serpiente y el escorpión.
No es la mosca de Santa Olaya el simple pretexto existencial, como el usado con maestría por el jefe Jean Paul Sartre, con anterioridad; no estampocoelestudio,entrecientíficoysarcástico, del que se vale Antonio del Toro en su célebre poema, de manera reciente. En De leyenda, entre lainagotablebondadqueofrecelaliteratura-que nos permite alcanzar los mismos temas, con diferente perspectiva-, la mosca se convierte en símbolo. Insecto contestatario, un bicho, al más puroestilodelmaestroIbargoyen:aquíeldíptero esunserpequeñoperoterriblequenosenfrentaa la realidad nacional, a las atrocidades globales.
Ante el libro, el primero en cuestionar su comportamientoyelsinsentidodeestepaís,esel propio lector. Porque Santa Olaya, con el oficio que los años y su innegable talento han afinado, sacude la indolencia humana ante el sufrimiento y la miseria. No se puede vestir el alma sin remiendos ni rasguños, en este mundo desigual y violento.
La poesía de corte político no es, como muchos poetas de manera equivocada hacen pensar, una postura o un pasatiempo de la generación construida entre los años sesentas y setentasdelsigloXX,ounareferenciaalamística
(Texto leído en la Casa del Poeta, México, D.F. con motivo de la presentacióndesupoemario"Deleyenda",EditorialRojoSiena, ilustraciones y diseño de Jesús Escabernal).
puramente comunista. Es lamento, grito, zarpazo para defender la dignidad de la especie que se remonta, incluso, a los versos de La Ilíada y La Odisea, donde Homero muestra las primeras preocupacionesentrelasrelacionesdeloslíderes y los gobernados. La ironía de Cátulo, o Catulo, siglosdespués,noestáexentadeunacríticaaguda. Quevedo se vale de sus sonetos para cuestionar losdesaciertosdelasleyesenlaEspañadelSiglo de Oro. Kavafis, Machado, Parra, Alberti, Castellanos, Quasimodo, Pasternak, Maiakovski y Brecht, son sólo algunos nombres, entre tantos otros, ocupados en denunciar -en algún texto- la brutalidad,larapiñadeunserhumanosobreotro.
No se pretende que la nueva poética se interneeneldiscursodelosubversivoporcompromisoomoda;peroquequedebienclaro:lasylos poetas son portadores de los símbolos y los equívocos de su tiempo. Y cuando la vida sólo te da limones,escribespoemasagrios,paraquelosbeba elquehasembradoloslimoneros.Lavozpoética se manifiesta, de manera espontánea y natural, sacudidaantelacrudezadesusdías.Esimposible permanecerindiferenteenestaprolongadaguerra queseviveennuestropaís.UnafrasedeNicanor Parra define, de manera precisa, lo que se vive: Ayer /de tumbo en tumbo / hoy / de tumba en tumba.
Santa Olaya se convierte en esa corchea de ala oscura / que despierta la voz de las retamas; nos ofrece un panorama cruel, crudo, a blanco y negro, con algunos rojos intensos, de la ciudad y de nuestra tierra; denunciando en sus poemas el desconcierto de los paridos, que retuercen en el huso /el grito.
Pero no todo es desesperanza en ese vasto terreno yermo. Como bien lo plantea ella misma:
ha comenzado / la piedramorfosis. Entonces el poemario se debate, se vuelve un paisaje claroscuro donde la opresión y la libertad juegan una larga partida, muy a la mexicana.
Mientras tanto, ¿y los poetas, se preguntará cualquier curioso? Van los poetas…/ tirando de lasgreñas/alasfalto/unanochecualquiera/con dos cervezas / y una torta en la barriga / porque no hay trabajo. ¿Los universitarios, los bachilleres? Un estudiante cuelga inerme de una suástica disfrazada de crucifijo, / ¿debo decir a su madre que Dios sabe lo que hace? De paso, al mentado consuelo espiritual, la autora lo explica en estos versos: la mundana trinidad huye -también nunca / percibida, gracias a Dios, / por la tramposa magia del televisor
Un panorama desolador, sin duda, pero verídico,elqueserepresenta.Porquelasimágenes que se construyen, nacen de las horrorosas visiones de la realidad. Un futuro oscuro aguarda, si noaprendemosaconstruirlodemaneracolectiva, como verdadera sociedad; parece advertirnos en un lenguaje duro y rasposo:Aburrida esperanza / …se seca / en los despeñaderos / de un discurso dehuecosbolsillos…Setratadenodecirhambre, /sangre, muerte.../ para que las moscas / sigan / sangrando apasionada / y despreocupadamente...
Quevedo, en uno de sus más reconocidos poemas,criticalavoracidaddejuecesybanqueros desuépoca.Plantea,desdeaquélloslejanosaños, el ambiguo valor del dinero, y arroja los dardos ácidossobrelacomodidaddelosricosquegobiernan aquél siglo:
Elhumanoderechoyeldivino,espetaFranciscodeQuevedoVillegasySantibáñez,/cuando los interpretas, los ofendes, / y al compás que la encoges o la extiendes, / tu mano para el fallo se previno… Pues que de intento y de interés no mudas, / o lávate las manos con Pilatos, / o, con la bolsa, ahórcate con Judas.
Para efectos de una profunda reflexión, con la conciencia de no dejar de lado la espada que
delatripa: narrativa y algo más
defiendealosquecarecen,algunossiglosdespués, lasvocesdelospoetasreplanteanlamismadiscrepancia.Laautorade De leyenda hacevalersuvoz, clara y concisa: Por eso escribo hoy /esta insuficiente, pero sentida / apología del marrano. / Bendito sea el marrano de Dios / que borra los pecadosdelmundo./Dichososlosnoinvitadosa la cena del $eñor.
Este libro de poemas es una crítica ácida, unainvitación,unencaramiento;dondequienesto lee bien debiera despertar de su letargo, si es el caso; o reafirmar sus convicciones ante la injusticia,yanteestegenocidiocontralospobres.
Hombresymujeresdetierra/sinmástúnica / que la saliva del viento somos, como bien lo dictaSantaOlaya;perodeunatierraespesa,negra, en espera de germinar con la furia de la contestaciónylarespuesta.Hayqueestablecerposición, porque No se puede gritar: / ¡Libertad! / Y al mismo tiempo / correr tras los pájaros / con la tijera en la mano.
Estenuevopoemariodelaconsagradaescritora Angélica Santa Olaya, reafirma no sólo su reconocida calidad, rigurosa en metáforas, imágenes, y ritmos de gran factura; sino también un sincero y rudo compromiso ante los acontecimientos de nuestro México, y del mundo.
2008… y 2009… y 2010... y a ver hasta cuándo... duda la escritora entre sus letras. El mismopoemarioleresponde:hastaquelospoetas y la sociedad lo permitan, hasta que los oídos de losmarranosrevientenconelcantodelosmuchos.
La palabra y un buen café
Alfred Adler mencionaba que el primer recuerdo que tiene un ser humano es la llave
que le brinda la oportunidad de conocer y definir su presente. SabíaAdler que no podía confirmar la autenticidad de los recuerdos de las personas que llegaban a él, pero aun así, consiguió llegar a la conclusión de que cada individuo vive la vida basándose en sus recuerdos, recuerdos que al mismo tiempo, están siendo continuamente reinterpretadosdesdelospensamientosysentimientos presentes.
Compartir lectura de Café mis Dos LuzEros del escritor Rocato me llevó por el sendero del recuerdo, ese por el cual, la crítica literaria está considerando nuevos estudios y análisis a través de la Teoría del Recuerdo. La novela es un recorrido cronológico en la que el narrador nos introduce en su lóbulo frontal y de manera aleatoria nos empuja de un recuerdo a otro. Sí, si hay una secuencia periódica, pero al mismo tiempo se traslapan eventos, sitios, cafés, personajes del pasado y del presente.
"Todo el tiempo remembranzas Cuetzalan Praga Taxco Brujas Puerto Vallarta San Francisco MalinalcoAsalto a la razón De lujo Barrio de laAlfama calles que se saben estrechas empinadas escoltan guardan castillos Subir y bajar itinerario"
Hay en la novela un reto interesante, hacer que el lector establezca sus pautas sintácticas y por qué no semánticas, ya que el autor elimina signosortográficos,escreo,unretoalaimaginatio lectora.
Blanca Vázquez
Una luz nocturna abre el telón ¡Juego mi vida! Día diez Año diez Son las diez de la noche y queda para ustedes Café Mis Dos LuzEros
Lo vivido es importante, pero más lo es el proceso de interpretación porque produce una significación emocional. Buscar dentro de nuestros recuerdos también nos lleva a concentramos en uno o en varios, estableciendo quéesloquepasó,quiénesestabanallí,ocuándo ocurrió.Esosrecuerdospuedensermuynítidoso aparecen como manchas confusas y casi veladas. Parecieraquenuestrosrecuerdossonlanarración precisa de una situación que vivimos y que se encuentran íntegros en nuestra memoria, pero no es así, ya que eso a los que nos referimos, ese pasado, se forma o conforma desde el presente con nuestras creencias y actitudes que hoy mantenemos.Nuestrosrecuerdossonlanarración misma de nuestra vida.
"La ciudad tiene encanto extraordinario maravillososdicharacherosquejumbrososamables leídos atentos a La Habana Vieja canta juegaencallefútboldominocubanobarajascon mecedoras canciones viejas boleros típicos Todo mundo vive su fiesta forma de luchar contraracionamiento"
Lanarratologíanosremiteaobservarlaobra literaria y saber qué se cuenta y cómo lo cuenta; sus acontecimientos, sus personajes y dimensiones, su ambiente, el tiempo y el espacio. Y cuando leí Café Mis Dos LuzEros llegaron a mí varias situaciones: Una novela con una acción narrativa cronológica, en la que tres personajes funcionales nos van guiando y se alternan con personajes secundarios, algunos de ellos históricos y hasta ficticios. Existe un tiempo
Rocato
narrativo con ritmo rápido y que nos lleva desde 1961 hasta 2010. El escenario se ve planteado en elespaciopúblicoperotambiénenelprivado,del centro del hogar nos lleva al aura del café y su entorno cultural, recorre las geografías y nos brinda una memoria socioterritorial a través de una estructura interna caleidoscópica pero al mismo tiempo podemos percibir un contrapunto que obliga al lector a estar atento.
"Los monjes encuentran buenaventura en la bebida que no contiene alcohol y la cual no infringelasnormasreligiosasElcielotapizado deestrellassevuelvemaravillosoLashistorias se tocan por la hebra más delgada "
Marcel Proust sitúa a la memoria o el recuerdo como un elemento involuntario provocado por eventos objetos situados en el exteriordelindividuo,mientrasqueSigmundFreud menciona que lo que estimula el recuerdo está dentrodeél,enlomásprofundo.Paralaliteratura el recuerdo es un elemento esencial como lo es también para la vida cotidiana. Lo plantea así Rocío Romero Aguirre en Hacia una teoría del recuerdo en literatura.
"ParececomersesusilencioTantosloleímos de una tirada Los meseros en blanco y negro
antaño roído Las frases Juan Rulfo tajantes taladrantes punzantes Si quieres escribir no te juntes con escritores hay mucha soberbia"
El espacio y el territorio no son neutros, mantienen significaciones que aluden al proceso delrecuerdo.Lanovelatransitapordiversoscafés, escenarios de la palabra, la intelectualidad y la vida social, así como el espacio íntimo donde se riega el escepticismo, la vida o el amor.Yen ese mismorecorridolasciudadescobransaviacuando mujeres y hombres intervienen con sus diálogos ysuspersonalidades.Hayenlanovelauncúmulo dereferenciasdelavidacultural,socialypolítica, quepermiteversiellectoresavezadoobiennovel en estos referentes.
Sentí atracción por los años 1973 (Gandhi sehacecafé)1981(Copitadepozole)1992(Café enMacondo)y2000(Caracoldeoro).Sí,porque en ellos encuentro mis propios recuerdos. Cuarenta y nueve años modelados con la palabra encontramos en Café Mis Dos LuzEros, ésta que como una taza de buen café eterniza el momento y por qué no, nuestra existencia en la tierra.
y
El canto del gorrión trece
Luis Ricardo Palma de Jesús
Varias noches llevaba sin dormir hasta que en un momento de arduo trabajo,despuésdetratardeescribirlaúltimapáginadelanovela,decidió tomar una píldora para el insomnio. Tomó un vaso con agua y cansado se tiró en la cama. Sin darse cuenta -esto lo hacía cuando tenía la oportunidad de abrazar el sueño- su cuerpo se dejó seducir por el sopor interminable.
Alcabodedoshoraselefectodelapíldoraseesfumóporlaventana. Con un movimiento perezoso abrió los ojos, dio un bostezo alzando los brazoscomouncompásyapretólamandíbulahastaqueunsaboramargo le llenó el paladar. Sobre la cómoda estaba una lámpara, la fotografía pálida de su madre antes de morir, y sus lentes tristes que parecían dos brazos cruzados, reumáticos y solemnes. Fue entonces que se dirigió al cuarto contiguo del dormitorio. Había un piano polvoriento con las cuerdasreventadas,unbanconegroconsumidoporlapolilla,yunviolín de cedro en un estuche blanco. Cuando lo sacudió, se dio cuenta que debajo de una partitura amarillenta estaba la mariposa disecada que guardaba desde la infancia. Tocaron a la puerta. El canto del gorrión trece sonó en la jaula.
-Buenas noches. ¿El señor Fausto? -preguntó la voz de mujer que se precipitaba en el arco de la puerta.
-Soy yo -respondió Fausto aún con el cabello alborotado. -¿Qué son estas horas de tocar?
-Usted no me conoce. Pero sabe que, como todos los años, alguien viene a matarlo. Es hora de marcharnos, Fausto.
-Cierto, lo olvidaba. Disculpe por no estar preparado, pero no me puedo morir ahora que no termino de escribir la última página de la novela-farfullóFaustomientrasserascabalacabezaconeldedoíndicePero pase, hace mucho frío aquí afuera.
El canto del gorrión trece se apagó como cuando se apaga una vela tras el vendaval.
El cálamo de los cronopios natos
por Susana Mota López
Instrucciones a las asesorías virtuales
¡Un saludo a todos los que nacen como escritoresmarginales,aparentementelocosporla lengua y literaturas hispánicas, apasionados diletantes del arte literario, sin miedo a la vena conductora del amor por las letras que sin parar nuestra pluma enriquece! No se espanten, Julio Cortázaresnuestrocronopiomayoryyavencomo le fue: Muy bien.
Vamos a caminar juntos en una aventura didáctica, sin ser las típicas asignaturas de: lingüística, literatura española e hispanoamericana, redacción, metodología de las técnicas bibliográficas, análisis de textos, fonética y fonología,literaturamexicana,literaturamedieval española, morfosintaxis, teoría de la literatura, literaturaprehispánica,metodologíacrítica,siglos de oro, guionismo, lexicología y semántica, literatura novohispana, edición de textos, filología hispánica, didáctica de la lengua y la literatura, temasselectosdelenguaydeliteratura,narrativa mexicana del siglo XX, el ateneo de la juventud, edición científica y electrónica en humanidades, y la literatura mexicana y otras artes; en el transcurso de cada mes gota a gota iré dejando caer mis aprendizajes, criterios, experiencias y enseñanzas sobre estos temas para las generacionesquemeprecedenenestequehacerliterario de una manera entretenida, como una charla entrecompañerosuniversitariosenuntallerliterario
delatripa: narrativa y algo más
virtualdesdeMexicalpandelasTunas:laCiudad de México.
Lastrataremoscomonuestrossustentospara apoyarnoscuandolamusaoelnumennoquieran aparecer y estén atorados dentro de la plumilla. Habituarnos a no depender mucho de los programas que aparecen en la red para expresarse a escribir bien y saber distinguir cuál de éstos está institucionalizadoporlapreceptivayconvención literaria.Asimismo,lescompartiréalgunostrucos para resolver algunos "problemillas".
En el mismo orden como las relacioné, iré platicando amenamente sobre ellas, y nos harán sacar lo cronopio que tengamos escondido pero que no nos habíamos atrevido a descubrir. Otras nos apasionarán tanto que nos harán decidir el rumbo al que nos dedicaremos de por vida, ya sea dentro de las especialidades de edición, guionismo o didáctica y, claro, las actividades literariasdelescritor,ensayista,prologuista,poeta, columnista, etcétera.
Nuestro primer paso lo dedicaremos a la lingüística por ser la disciplina que se relaciona con los primeros símbolos que se transformaron en signos para desarrollar la comunicación humana.
Conociendo el intríngulis de la lingüística. Abordemos esta Primera parte. La génesis.
Retrocedamos en el tiempo hasta la época delhábitatdel Homo sapiens eimaginemosaéste reunido con un grupo heterogéneo en una cueva (es posible que sea de Altamira) bajo una noche tormentosa de repetidos truenos y muchos rayos cayendo por doquier. La primera noche que contemplan con ojos desorbitados el fenómeno natural. Un rayo fenomenal cae sobre el grueso tronco de un árbol muy cercano a la cueva y por primera vez contemplan las llamas brillantes, danzantes,yrojasyamarillasquesalendeltronco. Sus bocas emiten la primigenia palabra para designar ésa imagen que danza hacia arriba, que brilla y flamea, pero ¿será en céltico, en germánico, itálico, helénico, anatolio, el proto indoeuropeo, el proto indio-chino? No lo sabemos. Suponemos que así pudo haber sucedido para crear el lenguaje ¿Qué pasó?
Sucedió que "las capacidades simbólicas sobrelasqueseasientaellenguajehumanodieron lugar a otra forma de adaptación biológica, una nueva modalidad que no se transmite genéticamente, sino que sirve de complemento a las adaptaciones evolutivas de naturaleza orgánica quesísetransmitenporvíagenética.Lacapacidad lingüística del hombre ha hecho posible el surgimientodelaculturahumana".Estadefinición fue planteada por un notable lingüista y nos hace creerqueloqueenelejemploarribamencionado pudo haber sucedido millones de años atrás. Y así empezaron a "hablar" y "escribir" nuestros antepasados: como los grabados de la cacería de animales representados en las paredes de esas cuevas. Y la representación eran dibujos de los homínidos que cazaban a los animales.Ycuando queríancomunicarseyanoeransólogruñidossino sonidos guturales.
Recientesinvestigacioneshanconcluidoque la mujer fue la primera que dibujó en esas cuevas la representación simbólica de las percepciones del medio ambiente, en este caso: el fuego. La originariaquedesarrollófacultadescognoscitivas
y lingüísticas para "narrar" lo que sus ojos veían y lo compartió con el hombre. Desde entonces el lenguaje humano es el más íntegro de todas las formascapacesdecomunicaryexpresarórdenes, intenciones, sentimientos, hechos, ideas, que hacen del humano un intérprete de signos hasta lograr en su formación ser un creador de cultura paradistinguirsedelacomunicaciónanimal.Pero paralograrésto,losintérpretesdesignostuvieron quepasarunprocesoevolutivodemuchossiglos.
Lossonidos,paracomunicarse,emitidospor los seres humanos desde su nacimiento, se desarrollaron debido a un componente esencial dentro de su conducto vocal: la fonología. Mas este componente es limitado, ¿por qué? Todos emitimos sonidos de diversas formas: gritos, murmullos,quejidos;paratransformarlossonidos en palabras, para expresar emisiones comunicativas que nos definen como una sociedad que decide por sí misma a qué cosas le conviene ponerles"nombreyapellido",tienequefuncionar otro componente vital: el léxico.
Ya tenemos la fonología y el léxico juntos, falta algo más para complementar esos signos lingüísticosquegenerenfrases,oracionessimples y complejas que nos servirán para tener un buen canal de comunicación emisor-receptor. El componentefaltanteserigeporunaseriedereglas y se denomina: la sintaxis.
Para diferenciar la comunicación animal de lahumanalescontarédospequeñashistoriaspara ilustrarlos en la disyuntiva de si los chimpancés podríanaprenderahablarapesardesertanlistos paraejecutarenellaboratorioalgunascapacidades sorprendentes. Todo esto para ver la diferencia tan abismal con el lenguaje humano.
Resultaquehacemuchotiempo,enelestado de Florida en los Estados Unidos, un matrimonio de psicólogos adoptó una chimpancé bebé a la que nombraron Viki, y criaron como si fuera su propia hija. Intentaron enseñarle por diversos métodos el idioma inglés. Cinco años les costó
adiestrarla con las técnicas de enseñanza y logopedia que mejor conocían al grado de que Viki solamenteconsiguióarticular,supuestamente,tres palabras que más o menos sonaban así: mama, papa, cup. Viki empleaba cup para pedir un vaso de agua y mama y papa para solicitar otras cosas. Conclusión:nopodíarelacionarlaspalabras-que emitía con dificultad- con los conceptos en cuestión. Fue un total fracaso.
Pero otra pareja de psicólogos de Reno, Nevada, también hicieron otro experimento con una chimpancé llamada Washoe por medio de la comunicacióndesignosrepresentadoseniluminacionesdeundiccionariovisualqueeselLenguaje Americano de Signos. Lo que sucedió fue que aprendió que la figura de perro correspondía con su emisión del signo de perro pero lo generalizó aotrasfotosdeperrosdedistintasrazasyademás conperrosdeverdadcuandoescuchabalosladridos del perro. Otro fracaso.
Así pues, diremos que el lenguaje designa propiamente la facultad que tienen los hombres de entenderse por medio de signos vocales, de signoslingüísticosquesetransmitenenformade signos pictóricos o gráficos que corresponden a los signos vocales del lenguaje. Y estos signos vocales han prevalecido desde hace cientos de miles de años y por increíble que parezca aún en nuestro días de este siglo todavía hay personas que hablan pero no leen, menos escriben.
En conclusión, aprendamos el concepto de lingüística: Es una ciencia que tiene por objeto el estudio científico del lenguaje en general y de la lengua en particular. Es, además, el estudio científico y comparativo de la formación, evoluciónyrealizacióndelaslenguas:suobjetivoprincipal es la lengua en sí misma. Los problemas de la lingüística están relacionados principalmente con el lenguaje hablado y escrito.
¿Te atreves a seguirme al infierno?
por Jéssica Montaño de Juárez
Escribir para... para...
Escribirsetratadepublicar,¿cierto?Esofue lo que aprendí hace algunos años, cuando recién descubrí los blogs y todo el mundo tenía su MSN Space (porque tooodos teníamos MSN Messenger). Alguno que otro perdido usaba Blogger/ Blogspot, que sí sobrevivió y es la mayor competenciadeWordpress.Quienseenteródela muerte de los Spaces (y de MSN Groups, bah. ¿SeráquealgunavezdesaparezcaYahoo!?)pudo rescatar sus textos para la migración a WP... y quienes no, sacamos nuestro respaldo (porque es bien sabido que tooodos los escritores somos especialistas en hacer respaldo de nuestros archivos,ajá)parareciclartextosantiguos,aunque seaporecologíacorporal:¡ahorasíhayquecuidar los mismos tendones que te jodiste hace veinte años jugando Super Mario Bros. en el NES!
¿Escribir se trata de la edad? Imagino que sí: dentro de seis meses ya no seré candidata a ningún "Premio Nacional Joven", que de hecho aún no lo soy porque no he escrito nada nuevo en años,nadaquenoseamihonorablecolumnapara El Heraldo del Bajío. ¿Qué todos menos yo nacieron sabiendo a qué carajos se querían dedicar? Porque yo escribo poesía y mi diario desde que tenía catorce, pero entonces no había internet en México y nunca se me ocurrió que en serio, en serio, a alguien más que a mí le pudiera interesar lo mucho o lo poco que aún tengo que decir.
"Publicar eeen papeeel"... Por ahí un amigo editor me decía que habrá muuuchos escritores, peromuypocosseconviertenenautores,estoes, un escritor que tenga "su libro suyo de él": a presumir tu nombre artístico en la portada y en el lomo del objeto de nuestros odios y afectos: un libro.
(Tanto rollo por un pinche libro que seguro alguien usará como su portavasos...)
¿Pero para qué pierdo mi tiempo escribiendo?Escribirsetratadepublicar,claroquesí, eso es lo que me dicen y eso es lo que quiero creer.Ciertapersonamedijoalgunavez,concada una de sus letritas: "publica en papel (como yo, que me siento lo más ufff) y luego hablamos, ¿okey?".
Yentoncespubliquéeeenpapeeel.Aparezco en antologías de cuento y poesía varias...
...y pues pasó y no: mi vida nomás no cambió. Bah. Si a Gwyneth Paltrow le pasó con la estatuilla del mismísimo Oscar... ¿Será que mi vida cambie cuando "ahora sí" junte los tantos miles de pesos necesarios para publicar mis viejísimos textos? Me ha dado tanta pereza el asunto que mejor lo olvidé, "me retiré" dos años luego de haberme mudado aquí a León. Y digo: es que ya no soy parte de la farándula literaria, ni de la cultura raver que hace siglos me vio nacer. Es que prefiero guardar esa lana para los viajes
quenohehecho,paraloshijosquenosésitendré. Bla bla y más bla.
No hay tiempo para escribir absolutamente nada nuevo. Soy escritora, enciendo mi computadoraybuscopáginasparaenviarmistextos,los mismos textos aburridos pero más que remendadosgraciasamiobsesiónporeditarmey corregirme una vez... y otra... otra más... hasta desaparecerporcompletolaideaoriginalconque comencé,asícomoyacasidesaparecióelgusanito
de escribir, de escribir para expresarme, para aclarar mis pensamientos o simplemente para divertirme. ¿Qué puede haber de divertido en escribirparaquelosjuecesnitemiren,tuslectores de años te abandonen y tus colegas te digan que no cumples los requisitos, que jamás aprendiste las reglas y por eso ya nadie pela esa pinche paginita que te hizo creer la más ufff de los blogstars?
delatripa: narrativa y algo más
Sin papeles
por Daniel Ferrera
Comentario sobre Y va de cuentos, de Guillermo Cabrera
Infante
Como parte de una actividad en un taller de creación literaria se nos recomendó leer la conferencia publicada en Letras Libres: Y va de cuentos,delescritoryguionistacubanoGuillermo Cabrera Infante. No era la primera vez que me acercabaaestetrabajo.Hacemásdecuatroaños, mientrasestudiabalacarreradeLiteraturaLatinoamericana en la UADY, había tenido la oportunidad de revisarlo y en su momento me pareció uno de los textos más exquisitos-en cuanto apropiación del uso del lenguaje- situándolo a la par de narraciones como La pata de mono, deW. W. Jacobs o Maniquíes, de Salvador Garmendia. Portalmotivo,lovolvíatomarconelentusiasmo de quien recupera un objeto extraviado y me sumergíenlasprofundidades quegarantizabasu lectura. Pero en esta oportunidad, mi percepción del trabajo fue diferente: me sentí enseguida impelido a escribir este comentario. A veces se escribe por necesidad, para llenar vacíos o asimilar lecturas.
Y va de cuentos, de Guillermo Cabrera Infante,comosemencionóanteriormentefueuna conferencia en la que el escritor hacía un mapeo delorigendelcuentohastalaaparicióndeBorges. A lo largo del texto, Guillermo, va empleando juegos de palabras que al tiempo que brindan a su trabajo de ingenioso humor, contribuyen al ritmo decidido de sus argumentos. Sin embargo, el texto en algunas ocasiones no sólo carece del rigorhistóricoensusjuicios"Asínaciólaonomatopeya y con ella, luego, la epopeya" sino que ademásrevelaunaausenciaderecursosretóricos
que meparece confusoylamentable:tansóloen la primera página se repite la conjunción Que 24 veces. Sé que podrán criticar que este argumento parece un análisis básico de un taller de creación literariayqueelnexopormomentosestotalmente ineludible,perolareiteracióneratanevidenteque me fue imposible ignorarla.
Porotraparteconsideroque,salvolaopinión en donde el autor refiere que el cuento perduró a travésdelamemoriacolectiva,lodemáscomoél mismo explica tan sólo es "una visión más geográfica que histórica del cuento". Diferente hubiera sido que Cabrera Infante, aunque breve, mostrara una evolución del género en cuanto a técnica formal por ejemplo, pero inclusive en el apartado donde habla de Felisberto Hernández y Virgilio Piñera se reduce a reseñar sus vidas en vez de hacer comentarios sobre sus obras. Desde luego, el escritor cubano no es ingenuo -y esto es lo que en verdad me confunde- porque es conscientedesuestilo"Porlomenos,sieltítulonoes exacto, se hubiera podido beneficiar con mi aliteración", pero creo que como escritor es un excelente narrador y no así como ensayista. Por su puesto no soy el primero, ni seré el último, en observarestosrasgosdesuescritura;antesdemí, igualmente en Letras Libres, el escritor colombianoDanielFerreirahabíapublicadounareseña titulada Cabrera Infante: el crítico como personaje de ficción en donde comenta lo
siguiente: "Cabrera Infante era incapaz de seguir un discurso lineal, lógico, de argumentación. La digresión era su debilidad. Siempre interrumpía ladisertaciónparainmiscuirdiálogos,anécdotas, recuerdos,citas,antesdeproseguirconunaidea." Cabe aclarar que aquí se refiere a sus discursos cinematográficos, pero pienso que estas señas, al menos, se trasladan a su conferencia. Probablemente necesitaría realizar un ejercicio más exhaustivo para poder precisarlo.
A pesar de lo anterior Y va de Cuentos, de GuillermoCabreraInfante,esuntrabajorecomendable para todo aquél que disfruta de la lectura y tiene interés en escribir y conocer más autores. Yo, por mi parte, tan sólo obedezco -como mencioné anteriormente- a una necesidad, que me pareció imperiosa, de seguir comentando para llenar vacíos y ejercitarme en la escritura.
delatripa: narrativa y algo más
Nos vemos en el slam
por Mario Pineda Quintal
Carretera y pueblitos
¿En cuál kilómetro nos desviamos para no ir al slam?,¿cuálesesetramodelacarreteraenelque bajamos la velocidad y estamos pendiente de las rutas que llevan a los pueblitos de la supuesta madurez y la diversión según los años en la piel (sin cremitas, sin cirugías)? En la última semana de octubre y la primera de noviembre disfruté de dos acontecimientos creados con todo el pensamiento del desmadre musical y literario. Los dos se me atrasaron por otras bandas, por otros libros y hasta un poco de ignorancia.
El primero fue mi presencia decente en un concierto gratuito de la banda rockanrolera de El Tri (estaba a 30 pesos la cheva y era el conductor obligado) y el otro fue terminar de leer la novela "En el Camino" del destacado y emblemático escritor beat Jack Kerouac (así lo dice en la biografía escrita atrás del libro). Considerando estacombinacióndesituacionesartísticas,quiero hablar de lo que me dejaron en la cabeza sus dos personajes principales: Alex Lora y Dean Moriarty.Peroantes,lesexplicounosargumentos personales y debatibles.
Los llamo protagonistas porque sinceramente, y obvia en Alex, son los seres que esperamos en la escena. ElTri sin su vocalista es un espectáculo circense de viejitos tocando instrumentosrockerosy"EnelCamino"sinDean es un pequeño diario de la vida adolescente de Sal Paradise. El origen de los dos personajes por ahora no me importa. Hoy en día algunos dicen
queAlex Lora en sus años sin arrugas apoyaba el movimiento estudiantil de 68 y hoy, ante su disfrute de los beneficios capitalistas, ya pide madrazo duro contra los maestros en plena protesta. Lo repito, no me importa. Mis palabras van con el músico que eyacula con su guitarra. No voy hablar de Neal Cassady, voy hablar del vagabundo que roba automóviles para hacer más excitante la noche, amante del sexo y los divorcios, loco por los kilómetros de caminos y los litros de alcohol.
Comienzo. Ponemos en la radio "La raza más chida" y aceleramos hacia la carretera. Ahí vamos, cantando en coro, gritando culeros a los peatones, empujándonos, frenando para comprar cerveza,frenandoparavomitarla,acelerandopara llegar a un desmadre y después irnos a otro. ¿Cuántosquisieranturnarseelasientodecopiloto conellosdos?...¡DeanrebasaelcamióndelADO, hay chicas adelante! ¡Alex chinga tu madre!... mera adolescencia, juventud para ser malditos, para ser alcohólicos de cualquier alcohol, para drogadictos de hierba, para vernos en el slam.
A toda velocidad rebasando pueblitos. Rebasando los señalamientos de alto. ¡El que se detenga es puto! ¡De dónde sale gente tan divertida, Sal debería estar aquí! Ahí vamos en todos los kilómetros tras la búsqueda de bares, cantinas, afters y las tocadas de nuestros ritmos rebeldes, anárquicos y enamorados… ¡Seremos leyendaenestacarretera,niMariloumeexcitaba
delatripa: narrativa y algo más
Frenamos y nos desviamos en cada uno de los pueblitos. No buscando más cerveza, sexo de motel u otro slam. Por días tenemos que vivir en sus calles con horarios de oficina, uniformados, sinlaplayeradeBobMarleyolospiesdescalzos. Rentar un departamento que a través de sus ventanas no se ven las carreteras y en todos sus cuartos te exigen el pago de la luz, del agua, el gas y la comida (que ya no incluye las sopas instantáneas). Uno que otro día regresamos al camino, al rock, sin pisar tanto el acelerador que no vamos lejos porque el sueño se termina a las seisdelamañanayenlaspróximashorassedebe prestar completa atención a un jefe. Un día sabes que despertarás y ya no estaráAlex, ya no estará Dean, ya no estará el automóvil (o si está, ya no sigue sucio).
Tardé en conocer a esos dos iconos del desmadre, aunque desde hace tiempo andaba en susfilasyquieroseguir,debemosseguir.Siantes de un estilo responsable de vida, hubo uno de festejosintensosenlaoriginalidadytambiéninspiradaenlaexistenciadeunescritorounmúsico de la misma onda (no descarto a un militante de
delatripa: narrativa y algo más tanto! ¡Cabrones somos unos perros negros y callejeros!... que nada nos importa; las responsabilidadessonparalosquesueñanconusarcorbata en su primer día de trabajo, que respeten las órdenes los que se quieren casar por la iglesia, vamos a atropellar a los ineptos que bailan y cantan como nosotros pero a las doce se van a dormir.
otroarte),entoncesporquénocombinarlas.Compartan la misma humanidad, tiempos serios, tiempos de puño izquierdo arriba. Por qué solo quedarnosencorearlascanciones,leerlasmismas obras tantas veces, si al rato no queremos volar con buitres, cuervos y águilas.
Tengo mi mochila para andar en los pueblitos y también mi baúl de Dean Moriarty para andar en las carreteras. En el guardo mis momentos para ir a las tocadas, entrarle a los codazos, las patadas y embriagarme. El valemadrismo de usar el mismo pantalón tres veces y ponerelcinturónapuntoderomperse.Misganas de caminar en la noche sin preocuparme por subirme a un taxi. El sombrero en la cabeza. El punk y el ska a todo volumen. Mi nueva afición por la literatura beat. El continúo apoyo a la legalizacióndelamarihuana.Lasdesveladascon alcohol. La esperanza de rebasar los cincuenta años con la idea poética de los veinte y mi amor por las nubes. Los zapatos sucios. La voz para gritar los goles del América (ódiame más) y los de la selección (me valen sus burlas). La cerveza oscura pasando por mi garganta.
Si para alguien no rifa Alex y Dean, pues súbase al coche con sus ídolos de más gusto y que nos alcancen, porque ya nos vamos a la siguiente fiesta.