delatripa 92

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Narrativa y algo

Narrativa y algo

B i o s f e r a s B i o s f e r a s

C O N T E N I D O CONTENIDO

5 Editorial NARRATIVA

8 Como bestia

Estrella Gracia González

9 A una presión invito

Alejandro Zapata Espinosa

12 Estrella de mar

Luz Contreras

13 Y comenzamos a sembrar

Alicia Leonor

15 Seis narraciones

Omar Rosa

21 Los miércoles que se pudren

Rocío Prieto Valdivia

22 En la noche el horror se viste de inocencia

Ernesto Rodríguez

24 Seis narraciones brevísimas

Carlos Enríque Saldívar

28 Pero mañana...

Heidi Carolina Molina Duque

29 Ficciones por Jacá

Felipe Hernández de la Cruz

33 José Rut Treviño

35 Respira la tierra

Francisco Araya Pizarro

37 El mito de la idea

Sonia Ventura Domínguez

39 Las tres peonías

Cesary Dávila

ENSAYO

43 Oriente Próximo Occidente

Lejano... Ahmed Balghzal

50 Cacería, ecología y ambiente Sonia Gabriela Ayala Cano

56 La novela de la revolución mexicana: una ventana abierta al caos del pasado Anayelitza Rojas Pineda

60 La tierra y su biosfera social Oscar Contreras Tovar

64 Escritor reclama que el algoritmo lo invisibiliza y lo tunden las redes Conrado Parraguirre

68 Un mexicano más

Marisol García Alarcón

74 Este café tan solitario de Guillermo Berrones 2025 Luis Aricéaga

N. 92 junio 2025

Biosferas Biosferas

COLUMNISTAS

8 0 Í n c i p i t d e l o s é x c i p i t

80 Íncipit de los éxcipit

Ahmed Balghzal

A h m e d B a l g h z a l

83 Lectores somos

8 3 L e c t o r e s s o m o s

Estrella Gracia González

E s t r e l l a G r a c i a G o n z á l e z .

85 Pensamientos

8 5 P e n s a m i e n t o s

Fernando Gutiérrez Almeira

F e r n a n d o G u t i é r r e z A l m e i r a

87 Íncipit

8 7 Í n c i p i t

Blanca Vázquez

B l a n c a V á z q u e z

89 Sopa de letras

8 9 S o p a d e l e t r a s

D a v i d S a r a b i a

David Sarabia

9 3 P s i q u e l a t u r a

93 Psiquelatura

R u t T r e v i ñ o

Rut Treviño

95 Diagnóstico Reservado

9 5 D i a g n ó s t i c o R e s e r v a d o

Elí Alejandro Echeverría-

E l í A l e j a n d r o E c h e v e r r í a -

M e d i n a

Medina

97 Bajo el barandal

9 7 B a j o e l b a r a n d a l

Rocío Prieto Valdivia

R o c í o P r i e t o V a l d i v i a

99 Anotaciones desde el ombligo del mundo

9 9 A n o t a c i o n e s d e s d e e l

o m b l i g o d e l m u n d o

J o s é A n t o n i o d e l a C u a d r a

José Antonio de la Cuadra

1 0 1 I n t e r é s S u p e r i o r

L a r i s s a C a l d e r ó n

101 Interés Superior Larissa Calderón

1 0 3 F e s d e F a n t á s t i c o

103 F es de Fantástico J. R. Spinoza

J . R . S p i n o z a

1 0 5 M a t r i a r c a d i a

N o r m a V á z q u e z

105 Matriarcadia Norma Vázquez

107 Nos vemos en el slam

1 0 7 N o s v e m o s e n e l s l a m

M a r i o E . P i n e d a Q u i n t a l

Mario E. Pineda Quintal

I m á g e n e s d e p o r t a d a e

i n t e r i o r e s : S o n i a G a b r i e l a

A y a l a C a n o

Editada en Matamoros, Tamaulipas. Revista de circulación mensual.

Dirigida por: Adán Echeverría. //Editora: Estrella Gracia González//Consejo Editorial: Javier Paredes Chi, Cristina Leirana, Roberto Cardozo, Rocío Prieto Valdivia, Mario Pineda Quintal, Larissa Calderón y J. R. Spinoza.

Este es un proyecto de:

EDITORIAL

Biosferas Biosferas

Hemos sido testigos hasta el hartazgo de la lluvia de misiles, la lluvia de balas, de los charcos de sangre y de la desesperación que cae por uno y otro lado del planeta Un planeta que continúa resistiendo, a pesar de todo, a pesar de la humanidad y su incapacidad de aceptación del otro. Las ideas de conquista de tierras, del hacerse de los recursos naturales de otra nación, de los deseos imperialistas, deseos coloniales que siguen siendo la semilla para tanto odio entre los unos y los otros.

No hay espacio en el planeta para la diversidad humana, para la aceptación de otras culturas, otros idiomas, otras religiones; los gobernantes del mundo, de ese mundo que desde el poder económico se empeñan en querer llamar paz a las guerras que les convienen, y de llamar terrorismo a las luchas de los pueblos que luchan por sobrevivir, que gritan que quieren ser considerados parte de la humanidad Los desplazados caminan, correr, van de un sitio a otro, y de todos lados pretenden echarlos, porque no hay suficiente espacio, alimento, medicinas, incluso agua bebible para todos.

El planeta agoniza y se resiste en las tormentas, en las inundaciones, en las nevadas, en las sequías; el planeta se resiste con desespero para sacudirse a esa plaga que son los humanos y el poder adquisitivo, el poder de la transformación de la materia, que en lado se explotan, en otro se acumulan, y en otro más ahora hacen falta. ¿Cuántas especies más tienen que extinguirse? Hoy nos duele Palestina, pero en dónde podemos leer acerca de los recursos naturales de esa región que está hecha una montaña de escombros.

¿Alguien nos habla de la fauna y su desplazamiento ante la caída de misiles? ¿A dónde huyen las especies animales durante un bombardeo? El mundo se duele, pero no reacciona ante el aniquilamiento de los seres humanos, ante las hambrunas, pero ¿quién se conduele ante los recursos naturales de Irak, Israel, Cisjordania, Ucrania, Gaza? ¿A dónde han escapado las aves? ¿Dónde se esconden los murciélagos, las abejas, los polinizadores? ¿Alguien hace el recuento de cuánto plomo se ha lanzado al suelo?

Los hábitats están devastados, las montañas son bombardeadas, porque se supone que dentro de aquellos montes se encuentran, cien

metrospordebajoloscomplejosdondeseenriqueceeluranioenIrán.¿Ylafauna,ylavegetación?¿Cómosubsistenlasespeciesdeflorayfaunaduranteelavancedelasguerras?

Seguimoscontaminandolasaguas,elsuelo,elaire,yaquellosimpactosquetodosvimospor lasredessociales,porlosmilesdevídeosquelograroncolarse,vemosaloshumanoscondinero lograrescaparhacianuevossitios;milesdehumanosenmovimientoescapandohaciadonde puedan,pero¿adóndeescapalafauna,losvertebradosy,peoraún,adóndeescapanlos invertebrados?

Labiosferaeselespaciodelplanetadondeexistevida.¿Dóndepodemosencontrarlasicaeny caenlosmisilescomounalluviadeestruendo,energíaquebuscaladestrucciónluegodelimpacto?YalodecíaRobertMalthus,elserhumanosiempresehainventadoguerrasypandemias paralaautorregulacióndelaspoblaciones.Extinguirhumanos,desaparecerpueblos,pero tambiénespecies,comunidades,nichos,hábitats,ecosistemas,ecotonos,todoconlaterrible necesidaddeapoderarsedelosrecursosdeotropaís,deespacioparaquelaexplotacióndelos ambientesnaturalescontinúeenfavordeaquellaspotenciasquetenganlacapacidadarmamentistasobreotrogrupohumano

Deberíadarnosvergüenzacontinuarcreyendoquelossereshumanossomoslaúnicaespecie quetieneimportanciaenelplaneta,deberíamosentenderquelaaniquilacióndeotrogrupo humanotraeconsigolaruinadelmedioambiente.HacedoscientosañosenelnortedeAmérica lasociedadgringaenciernesdecidióaniquilaraunaespeciedeanimales,losbúfalos,conla finalidaddequelospueblosoriginariosdeesaregiónnotuvieranmásremedioquedesplazarse haciareservaciones Eliminaralalimentodeunpueblo,parapoderarrebatarlesusterritorios ¿Acasolacelebracióndelimpactodemisilesenunainstalaciónnuclearnopuederepresentarla liberacióndescontroladadelaradiaciónatómicasobreelambientequelerodeahaciendodichos sitiosinhabitables?¿Estandifícildeentenderlo?

AdánEcheverría-García

N a r r a t i v a

Narrativa

Como bestia

Han venido a mi casa a dejar gatitos. Lo único que agradezco de esto es que estando aquí no corren peligro.

Crecí rodeada de animales; recuerdo vagamente un perro al que llamaban “Acual”, cuando mamá le servía de comer en una sartén vieja inmediatamente me decía que entrara a la casa porque “Acual” llegaría y era un perro bravo; sin embargo, él no vivía en el patio, sino que siempre andaba en la calle

Los gatos son frágiles, muy frágiles; mi mente ha viajado a mis diez años, sabes, tengo un recuerdo muy crudo, muy vil. Mi hermana y yo nos encontrábamos en casa de una amiga, un gatito de quizás dos meses llegó de la nada a su patio, ahí se encontraba su hermano menor, quizás dos años menor que yo El chamaco agarró al gatito como si fuera un pedazo de papel y lo lanzó al patio del vecino donde dos perros se encontraban ansiosos por el pequeño animal Todo sucedió en cuestión de segundos; su cuerpecito fue presa de la maldad de un niño, de esos que dicen que no conocen el mal.

Papá nos inculcó el amor a los animales, conviví con perros, gatos, gallinas, patos, guajolotes, conejos, borregos, chivos, cotorros, ratones, incluso caballos No solo era convivir con ellos, sino alimentarlos, limpiarles su espacio, estar al pendiente de su cartilla de vacunación.

Mamá nunca le tuvo afecto a los animales; sin embargo, cuando veía a los chamacos en la calle, con la resortera en mano, matando a los pajaritos, salía cual demonio a insultarlos para que dejaran de hacer lo que hacían y salían corriendo como delincuentes.

Alguna vez rescató a una borreguita que tenía el lomo infestado de gusanos; ambas fuimos a la forrajera por medicamento y lo necesario para curarla y la hicimos nuestra mascota Años después unos perros me la mataron, y a su cría. Pareciera que la pequeña estaba esperando a que llegara de la prepa, porque falleció después de haberme visto.

En una ocasión vi a personas de una camioneta abandonar un cachorro a mitad de una avenida muy transitada; todo pareció congelarse en ese momento, entre esa camioneta y yo iba otro vehículo que al ver lo que ocurría inmediatamente frenó y recogieron al animalito; de lo contrario habría muerto aplastado

Estoy a favor de los animales, nos enseñan tanto; y con todo lo que he aprendido de ellos puedo decirte que espero que todo aquel que en su sano juicio dañe o abandone a un animal no se vaya de esta vida sin sentir miseria como las bestias que son.

Narrativa

A una presión invito

La paloma a tus rebotes, en el plano veraniego, frecuentando la camaradería y el helado de fresa, carcajadas de cachetes fofos, cadavéricos, y tú avizorando el rodeo, madre asumida por los rincones del parque asoleado, por las maneras alrededor de los jardines, la agenda en fecha contraria plasmándose como si tuviera algo más pendiente que cerrar frente a los electrodomésticos y la activa pelota desarmando cabezas, peinados y vasos de tinto desechable, producto nacional en manos venezolanas, bendita seas mixtura en tierras tropicales, quinta síntesis vasconceliana, como tú y yo, ¿no lo ves o no lo hemos predicho?, en este asiento, altos con la mirada al tutelar velo, pasión si acaso y renuncia de otras minucias, las conocemos, no por algo hijos y estudio y vagancia y los del trote anochecido la cerveza repetida media que se alargó la cosa, pero nos tenemos un rato, lo que vale, y ese maíz que acompañó el carrito de mecaterío desinfló la bolsa por manos de la viejecita sindicalizada con el grupo de vendedores del Aburrá Sur, cumpleaños o festividades varias, palomita a tus granos, niño al cucurucho, padre a la carne remozada, manubrio al suelo, globo a la sardina, beso porque no vamos a durar como la roca que humedece el río, ¿estamos atentos o se nos pasó la moza?, y claro que a usted, grande señora, le pastan los dones, el bien parecido perfumado, ¿yo no cumplo ni con los prerre-

quisitos?, sé que el tiempo y las desdichas y el temor, las hormigas cargan en sendero sus catapultas, pasan por tu nalga derecha bajo vestido, fortalecida y vuelo, retomo el paisaje ya que no dejas mirarte, decía fogón y pollo broaster, en bandeja o solo uno para llevar, o la cajita feliz para ensuciarle los dedos al niño que no conoce los guantes plástico ni la arepa ni la papa, eso y los cálculos de los viejos con cachucha, ya pocos ensombrerados, repasando qué empeoró el vacío y qué culebras se les puede aparecer y morderles el cuello, el talón o el muslo a fin de mes, como yo si saliera del jardín, pero a la concentrada en las chivas dirigidas por un medio agachado, yo me le entraría por el vestido con provocaciones de sobo y cosquillas, balanceos perceptibles y ligeros, una mezcla de insinuación y ternura, lo poco que se hace en un lugar como estos, de gentes conversando paradas, integración de la especie aunque no parezca y la retórica oculte sus zuecos con un vestido que barra el parque, viendo y amenazando la primicia, cerca el uno del bostezo de la tarde, amañados sin indulto, rascando el intento y dándole salidas, una puede ser que nos veamos en esos roces extraños, el abanico y la loción, el paso de una belleza y el aire que se encarga de aplazar su tormento, énfasis reconcentrado para alegre término de quien exhala y que antes era menos que un vidente es decir un tronco gozoso pero irreconocible por causas de potencia y activez,

pero no reparemos, belleza, y que los caderones sepan juntarse a la diestra del sol, bien dormidos, esparciendo lo poco que tienen de universalidad, el hito ecuatorial suyo, santa argamasa para levantar fortificaciones, incaicos reinos en la cumbre del solsticio, levadura para la mezcla en tierra de nadie, amor cristiano y palingénesis bajo tu ruta, la causa por la cual filo y metralla es honor y misterio, créeme ahora que nos acercamos y los balones evitan los calvopeludos.

Escuchemos asumí cuando lo que va hacer es escucharme al recientico «Soy un hombre módico que quepo en todo mínimo de todo caso y cosa: de las inmensas y graves cifras de finanzas, comercio y producción del número de fin de año de los grandes diarios, la única noticia que busco es la de que no se haya perdido la cosecha de “huevos de gallo”». O la bendición que alargaste por la noche asada y mi lejanía en tierras de cursos y bebederos No hay que lamentar grandiosísima la falta de atardeceres como estos sin mancha ni escrúpulo sino los que nos vienen negados por adelantando esos en que tú serás otra joya en el ropero. Entonces el llanto viene a cuajar la estancia y hacer del agravio una estampa cercana más que el glúteo gentil y la marioneta pausada Y tú serás mujer de temporales con reposaderas por atención y desquite a los tuyos bienes declarados porque en ti acampan. Lo que yo sea no vale te digo si por mí el mundo se detuviera lo mandaría a seguir al que sabe cómo mandarlo en su piso de tortura. Paz o cuarto poblado no importa viéndonos solo por la llamada o a la distancia ofreciendo el obsequio para contrariar términos y empaques.

Ingrato mérito de los contiguos que no saben abalanzarse sobre la estampida invisible cálido agasajo que atraviesa El palpo y la determinación para una caricia qué me dices dónde se obtiene si no vamos a estar siempre eterno parque de Libertador cósmico hombre de mares vírgenes por tiempo en que la humanidad se presume. Del todo la escatología de tu galés interno madrecita que opto no la desgracia Al amén y la gloria le he puesto un tonillo con que sabrás reconocer el apto del imbécil y de la fusión mi cuerpo adyacente en el ocaso de los números de lotería y los recibos firmados a nombre de otra circunstancia lo hecho.

Estrella de mar

Cuando Matías se dispuso a recoger las últimas cosas del cuarto de la abuela, abrió el cajón con la intención de no dejar nada en la casa, que por más de treinta años habían habitado y que tenía la certeza de que iba a extrañar.

Un halo de nostalgia le invadía, pero estaba seguro de que hacer dicha encomienda, era necesaria Fotografías, viejas cartas, hojas sueltas y amarillentas y una cajita con algunos souvenirs llamaron profundamente su atención Al abrirla, encontró una estrella de mar fosilizada y unas letras diminutas en la parte de abajo “Verano del 91”.

Era un mueble de madera, viejo y desgastado, que la tía Ofelia le había heredado a Verónica, la abuela de Matías. Al explorar con atención observó algunos recuerdos y objetos a los que seguramente la abuela les daba un profundo valor, pues el esmero y cuidado con el que las cosas estaban colocadas lo sugerían.

Entendió la importancia de ese pequeño espacio donde Verónica volcaba sus recuerdos y nostalgias. Al fondo del cajón encontró un diario, rosa fucsia, con diversas calcomanías pegadas como decoración Inquieto por su contenido, la duda le asaltó, de si debía leerlo o reservarse el derecho y dejarlo como lo encontró

Sin embargo, algo en su interior le decía que debía leerlo y quizá de esa manera aliviar

un poco el dolor de la pérdida y conocer una parte de la vida de su abuela que quizá desconocía.

“La primera vez que viajé a la playa tenía quince años recién cumplidos Nunca había gozado de la maravillosa vista que ofrecía playa Bagdad al amanecer. Era verano y la presencia de los treinta y cinco grados, a esa hora de la mañana, perpetraba la piel de cualquiera que estuviera bajo el sol, aquella tarde de julio. No comprendía como en todos esos años y viviendo tan cerca del lugar, jamás había podido, un momento al menos, escapar del bullicio de la cuidad y regalarme estos momentos de paz y quietud que solo el mágico sonido de las olas puede brindar Después de un viaje de 50 minutos en la vieja camioneta familiar llegamos. No reparé en dar el brinco y caer de rodillas en la brillante arena que aquel paisaje me regalaba Estaba ansiosa y feliz por descubrir ese mundo que las vacaciones entregaban. No daba crédito a lo increíble que se veían las olas y la lejanía que hacía que su vista se perdiera en el infinito.”

El sol, en los veranos costeros de Tamaulipas tiene un efecto elocuente que invita a cualquiera a perderse en el místico momento que aguarda el ir y venir de las olas. Verónica estaba extasiada por el momento y nunca pensó que aquello era el principio de un sueño itinerante.

Y comenzamos a sembrar

Al principio fue una emoción extraña. Como una fiesta del futuro Construyeron la plataforma cerca del mar, en lo que alguna vez fue una reserva costera llena de garzas y manglares Le llamaron Centro de Exploración Interplanetaria del Sur, aunque los vecinos seguíamos diciendo “el antiguo estero”. Allí, en medio del calor y los humedales fragmentados, comenzó la cuenta regresiva Nos emocionamos. Vinieron ingenieros, cámaras, drones. Decían que el primer cohete rumbo a Marte partiría desde nuestro suelo.

Y no cualquier cohete: uno tripulado, histórico. La televisión hablaba de progreso. Nosotros mirábamos al cielo con la ilusión de quienes nunca han tenido el cielo tan cerca

Esa mañana, cuando lanzaron el primero, el cielo tembló, las ventanas vibraron Los adultos aplaudieron. Algunos lloraron. Las aves huyeron. Pero no lo notamos. Durante meses, siguieron los lanzamientos Uno tras otro. Cada vez más rápidos. Cada vez más ruidosos. El aire olía a humo metálico, pero aún aplaudíamos. Era nuestro orgullo. Hasta que el mar cambió de color

Primero fue un tono verdoso. Los peces dejaron de aparecer. Las olas ya no traían espuma, sino burbujas aceitosas. Dijeron que no tenía que ver con los lanzamientos, que era una coincidencia, que todo estaba bajo control. Después, los tiburones comenzaron a llegar a la orilla

Narrativa

Al principio, uno, dos. Desorientados, nadaban cerca de la costa, donde los niños solían chapotear. Uno mordió a un pescador. Otro atacó a una mujer en la playa. Dijeron que era una rareza, una anomalía biológica Pero sabíamos que no Era una señal

Con cada nuevo lanzamiento, caían tanques vacíos, paneles, fierros ardientes al océano. Fragmentos del futuro cayendo sobre lo que aún quedaba del presente. Flotaban por días antes de hundirse o arrastrarse a la orilla, como testigos metálicos de lo que estábamos haciendo. Y luego vino el calor

No el de verano. No el de cada año. Uno distinto, que no se iba ni de noche. Uno que hacía doler la piel, que mataba huertos, secaba pozos. En las tardes, el asfalto parecía derretirse y la gente ya no salía a la calle Dejamos de mirar al cielo

Entonces llegó el miedo. El miedo real. No el miedo a una tormenta o a perder el empleo. El miedo de perder la Tierra. El miedo de perder nuestra biosfera. No como concepto, sino como cuerpo vivo: el mar, el suelo, el aire. Todo lo que habíamos dado por sentado.

Todo cambió

No fue una orden ni una campaña. Fue una reunión entre vecinos, una decisión silenciosa: sembrar. Uno trajo una ceiba joven. Otro, un almendro. Los niños plantaron mangos detrás de la escuela. Se pidió permiso, luego perdón. Nadie esperó autorización para devolverle raíces a la tierra Sembramos árboles donde antes pasaban los camiones de combustible En las azoteas En las cunetas.

Sembramos por los peces. Por las lluvias que ya no llegaban.

Sembramos por vergüenza

Sembramos por amor.

Sembramos por miedo también. Pero, sobre todo, porque aún estábamos a tiempo.

Y los árboles comenzaron a crecer.

Hoy, el centro espacial sigue allí Pero los árboles crecen también Y ya no nos emociona ver cohetes partir tanto como ver garzas volver.

Alguien dijo que la Tierra es nuestro único hogar. Otro respondió que el hogar no es donde vivimos, sino donde cuidamos. Por eso seguiremos sembrando. Por si acaso el planeta aún quiere quedarse con nosotros

Narrativa

Seis narraciones

Omar Rosa

El agua que tomas

Durante años ejercí la docencia, no había internet. Dar una clase era difícil.

Hubo una muy importante: “El agua que tomas” ¿Qué mejor que llevarlos a la estación de bombeo? Empezamos el recorrido por los filtros, seguimos donde se añade el cloro, hasta que llegamos a la recepción: Viene de una presa, aquí está el registro y el guía lo destapó. ¡Fango, agua fangosa, carmelita fluyendo hacia el sistema! Fue tan mala la impresión, regresamos en silencio, que iba a decir, hasta sentí pena, un comentario de una alumna, me hizo retractarme: Profe, gracias por mostrarnos la realidad.

El citadino

Se esperaba que fuera el nuevo rey del ganado: debía atender catorce o quince vacas de mi futura esposa Estos animales se encontraban mezclados entre las otras tantas, asistidas diariamente por sus primos No sabía nada del campo Me acerqué al corral muy decidido y, para empezar, se me cayeron los zapatos, atascados en el fango y el estiércol. Sin muchas explicaciones y ninguna cortesía aquellos cabrones me tiraron un lazo, otra soguita más corta, un banquito y un cubo, señalaron a la bermeja; apartaron con sus caballos a las demás reses, suficiente para que aquel animal corriera hacia mí, y yo delante.

Al día siguiente, recibí una caja envuelta en papel de regalo. Dentro, mis zapatos, llenos de mierda y una nota muy breve: “Pendejo, aquí tú no tomas leche”.

Foto de familia al aire libre

En el patio, debajo del Almendro al aire libre, se puso la mesa, vestida de lujo, con mantel de hilo; había cerveza, en el centro una enorme cacerola llena de postas, la vista espectacular, se divisa allá abajo el valle con sus terrenos rojos sembrados, sus diminutas carreteras bordeando las casas de tejas, a lo lejos las montañas con matices de azul a verde. Se me pierde la mirada, pero hoy mi deleite es otro.

En la silla seis, el más bonito de mis hijos, todo un poeta. Ahora mismo mira con indiferencia las masas de cerdo en su plato y escribe:

“Ella desliza la mano por su brazo hasta tomar la suya; con sus miradas se dicen muchas cosas, lo que no sabía es que: un día perderían su valor

Y serian simples recuerdos ”

En la cinco, el fuerte, el fisiculturista ¿Quién iba a imaginar a aquel niño flacucho con esos músculos? En sus manos una bebida dietética

En la silla cuatro, la hembra; aun bella, ahora hecha una madre concentrada en la crianza de su hija. En la silla tres, mi compañera de toda la vida, lozana como siempre, pendiente de todo, moderadora de situaciones.

En la silla dos mi primogénito, hacía ocho años no venía, estará a mi lado mientras dure el almuerzo, volverá a luchar con la nieve, surcará el aire, atravesara las nubes y cenará solo el fin de año. En la uno yo, pensando en los días que me quedan, disfrutando este rato que no se repetirá.

Las propuestas sobre esta y otras tierras

Alfredo nació y vivió en el campo toda su vida; su padre le facilitó las cosas, tuvo su tierra, pero ahora es octogenario y el relevo está por ver.

Tuvo tres hijas, no viven con él, es otra época, los sueños cambian. Ninguna de las muchachas se acercó a la agricultura Sus yernos tienen trabajos similares a sus esposas

Uno de esos fines de semana de obligada visita, Ramón y Pedro, los concuños más afines, buscaron un pretexto para recorrer la finca: la manigua estaba haciendo estragos, los potreros llenos de marabú, las cercas desbaratadas y el molino roto. Para coger el maíz tuvieron que chapear los surcos Entraron al bosque del lindero, se sentaron debajo de la única caoba que quedaba, las demás ya eran muebles

¿Qué querrá el viejo? ¿Para qué hacer una reunión? preguntó Pedro.

Es elemental que los yernos vengan a meter esto en cintura.

¿Vendrías?

¡Ni loco, aquí no se me ha perdido nada!

El problema es mi mujer, ella dice que si no vengo viene ella.

Con la mía las cosas tampoco andan bien. Y el científico no va a decir no, se justificará.

Estoy crucificado ¡Que dios se apiade de mí!

Aceptó la propuesta, pasó un año, hubo cambios para mal; estaba curtido por el sol, su barba descuidada, tenía muy mal humor, su cuenta bancaria seguía sin movimientos y su mujer ausente A mediados de semana recibió una visita inesperada: Ramón ¿Pasa algo?

Vayamos al bosquecito, tengo que confesarte algo.

Una vez sentados debajo de la caoba, empezó a develar el misterio, comenzó con un regaño:

Que seas campesino no quiere decir que parezcas un pordiosero

No tengo tiempo para pelarme, total aquí no viene nadie, solo pasan los camiones que van a cargar arena.

Te traigo una propuesta, aceptes o no, cero comentarios Hoy en la noche me voy del país ¿Quieres venir conmigo?

Se quitó el sombrero, seco el sudor, se puso de pie y soltó el machete. Atravesaron a campo traviesa, allá a lo lejos se veía la casa con techo de guano, las vacas en el cuartón frente a la entrada y al fondo el bosque, eso fue lo último que vieron antes de montar en el camión cargado en la Arenera cercana.

Voy a extrañar ese bosque.

Yo también, allá seremos guardabosques. Pagan bien y respetan más la naturaleza. Ambos giraron la cabeza al frente y llenaron sus pulmones con el aire fuerte de la carretera, llenos de esperanzas.

Las mascotas

En resolución, aquella noche la pasaron entre árboles buscando al perro perdido; yo empiezo a hablar mal de las personas que aman a sus mascotas que, si no comen por alimentar al animalito, lo peligroso que resulta cuando hay niños; él me miraba, abría los ojos y asentía. Entonces le hice el cuento de Kazán, mi perro de la infancia, de cómo le clavó los dientes en la cabeza a mi primo ¡Que susto, aquella palangana llena de sangre! Él no desatendía el timón, solo de vez en vez me miraba, no rebatía mis criterios, pero no sentí su apoyo. Presintiendo un mal desenlace, al final me estaba haciendo un favor y yo bombardeándolo con mi verborrea; como dice mi esposa: “no hables mal de nadie sin antes mirarte por dentro”

Entonces cambié de estrategia. Yo también tuve animales, mis hijos trajeron: perros, conejos, pajaritos, gallos y hasta un pato, casi todos se encariñaron conmigo; bordeamos el parque Martí en ese instante, vino una nueva historia a mi mente y continué arremetiendo contra el chofer: un día hice algo muy malo

Había un acto en este parque lleno de historia y de recuerdos para mí. Aquí monté patines, recibí medallas, ahora traigo a mis nietos, pero se aburren, a mí me seda, este es mi parque. No

pensé encontrarme con él aquí, casi no lo conozco, hacía tanto tiempo que lo desterré. Noté a mi interlocutor interesado, quizás pensando que estaba loco; se detuvo más de lo debido en la bocacalle, me miraba como preguntándose ¿De quién estará hablando?

Se apreciaba que gozaba de su libertad, estaba más gordo, me alegré por él No pude hablarle, no era el momento. Quisiera algún día explicarle lo que hice, estaba en juego su vida, había bajado mucho de peso. Vino Lelo y me dijo:

Me lo llevo para el comedor de los obreros, allí sobra la comida.

No lo pensé dos veces porque era mejor perderlo que verlo morir como un perro flaco que ya ni meneaba la cola

¿Tu eres escritor? preguntó.

Me publicaron un libro de cuentos, años atrás.

Lo vi más calmado, seguro llegó a la conclusión de que los escritores somos un poco mentirosos

Este viaje fue un ejercicio de mi monólogo sobre por qué no se debe tener mascotas si no podemos atenderlas como se merecen.

Estábamos de vuelta, frente a la casa su esposa con un perro en los brazos esperaba en el portal, no se detuvo; primero llevaríamos la carga, pasados unos minutos de trayecto a mi derecha, a través de la ventanilla, pude ver un perro gordo, limpio y bien vestido corriendo a la par del camión en la misma dirección.

Es mi perro me dijo, con un indescriptible brillo en los ojos.

Al detenernos, después de un efusivo saludo hombre-perro, comenzamos a bajar la carga, el animal siempre a su lado, iba y venía, se rozaba, hasta ser acariciado

Desde ese día comprendí que las mascotas también tienen derecho a amar y ser amadas

Vedado

Me invitaron a cazar venados, acepté porque nunca los había visto de cerca.

Al medio día nos tiramos en el suelo dentro de un marabuzal cerca del río, había un trillo por donde se suponía vendrían los animalitos; no se podía hablar en aquella emboscada; como a las cinco alguien dijo: ya no vienen; nos paramos y nos fuimos

Según me contó mi padre lo que viví aquel día se repitió los cuatro siguientes; al quinto atraparon un hermoso ejemplar que compartieron con el Chino, único ajeno en el equipo.

La mesa se vistió de lujo con semejante manjar, se puso el mantel de hilo, cerveza y una enorme cacerola llena de postas Comíamos animadamente cuando nos interrumpió una voz grave que todos conocíamos, enmudecimos, menos papá:

Venga, arrímese y puso una silla para el visitante.

Continuamos sin mencionar la palabra “venado” cuya caza está prohibida; el policía se fue con la barriga llena

Narrativa

Los miércoles que se pudren

Laura le había prometido ir cada miércoles por la tarde. “No fallaré”, dijo jugando con un mechón de su cabello mientras le dejaba un beso tibio en el cuello. Las promesas eran candelas nuevas: ardían con fuerza, sin hollín ni miedo

Pasó un año. Después del primer miércoles de olvido, llegaron otros. Pretextos de oficina, tráfico, una tos persistente. Excusas hiladas con la torpeza de quien ya no teme romper lo que antes veneraba.

¿Vendrás? preguntó él en un mensaje que se perdió entre los miles que ella no abría

La habitación donde solían hablar por horas seguía intacta. Las paredes amarillentas conservaban agujeros, cicatrices donde alguna vez colgó los cuadros que él pintaba de ella: su espalda curva, sus ojos perdidos, el rostro dividido por la sombra de una duda. Ahora solo quedaban los clavos oxidados y el eco de su risa

Te ves más delgado le dijo la última vez, sin tocarlo.

Tú estás ausente respondió él, mirándola como se mira a un retrato mal colgado.

Ella lo visitó una vez más, por cortesía, por costumbre, por culpa Entró con el olor de un perfume nuevo que no era para él; se sentó sin quitarse el abrigo.

¿Sigues pintando?

No desde que te fuiste. Los pinceles me rehúyen.

Ella rio, suave, como quien recuerda algo que ya no duele Sacó su celular La pantalla iluminó su rostro mientras respondía al mensaje de otro hombre.

Te ves bien dijo, sin levantar la vista.

Él no respondió. La observó marcharse, los tacones dejando marcas invisibles en el suelo polvoriento

Los miércoles dejaron de tener sentido. Se pudrieron lentos, como flores que ella solía llevarle y que ahora se secaban en un jarrón sin agua, al pie de una ventana que no se abría.

Solo quedaban mensajes nocturnos

“Buenas noches, Laura.” “Hoy también fue miércoles.”

Y el silencio como lápida inundaba la habitación, pudriéndose por los rincones.

Narrativa

En la noche el horror se viste de inocencia

Absolutamente nada es comparable a presenciar un atardecer sentado a la orilla del mar, sentir como la espuma salada del mar rosa mi piel Se hace evidente como la marea incrementa el alcance de las olas. Muy pronto tendré que alejarme y buscar refugio del mar, sin embargo, me quedo estático contemplando las pinceladas solares que se diluyen en el firmamento. El estupor comienza a subir por las yemas de mis dedos, reptando por el cartílago de mis articulaciones solidificándolo como concreto endurecido Mientras el sol finalmente se esfuma, impregnando la marea de una tonalidad de espeso sopor, inundando cada capa de mi tejido capilar.

Sin previo aviso, una ingente dosis de pánico es inyectada en obnubilada percepción, retornándome al lecho donde guardo reposo El concreto onírico en mis miembros me sigue aprisionando, enclaustrando el terror palpable en cada ramificación nerviosa y disparando un aluvión de cataclismos sensoriales que se agolpan en mi consciente a medio andar. Solamente permitiéndome percibir el entorno salpicado por un mar de negros escalonados, por donde se cuelan deformadas siluetas carentes de ojos que clavan su aguzada mirada, erizando cada poro creando un irregular relieve en mi temblorosa piel. Comienzo a sufrir los embates del congelante oleaje arrancando mis sueños.

Quebrantando la prisión sobre mis párpados con un titánico esfuerzo, consigo que mis ojos reciban rastros de estimulación externa Debiendo de domar el caos en mis cuencas, poso la vista en la entrada de mi habitación, noto como se va bocetando el contorno de una anormal cabeza azotada por una hidrocefalia incompatible con la vida. Fusionada a un prematuro cuerpo de

nulo desarrollo, aun así, logra arrastrarse por el suelo imitando toscamente el gateo de un infante. Conforme va emergiendo del manto de tinieblas, un par de asimétricas pupilas se posan en dirección a mi rostro. Adoleciendo de una senda para el escape de mi consciencia, soy capaz de sentir como incandescentes agujas de hielo se clavan en mí, conforme unos raquíticos miembros traspasan el velo sombrío hasta alcanzar el ámbito de mi testa.

Se acomoda de frente a mí, y con una de su alargada palma recubierta por cristales de infernal nevada, acaricia mis pómulos, pasando sobre mis labios y deteniéndose sobre mis ojos, que derraman amargos lamentos En mi boca se expande un rancio desierto con dunas que desembocan en mi garganta y sepultan cada intento por proferir llamados de auxilio Engendrado una grieta en mi cuello, soy capaz de girar mi rostro, ocultándolo entre los pliegues de las sábanas impregnadas de gélido sudor. Tras repetidas palmadas, que laceran mi contorsionado cuello, y perdiendo la noción del paso de las arenas temporales, escucho un vacío eco que escapa hacia la misma oscuridad de donde había sido engendrado para retornar del averno desde donde fue enviado para atormentar mi débil somnolencia.

Narrativa

Seis narraciones brevísimas

Algo que lo turbaba

Cuando despertó, los cuadernos todavía estaban allí, repletos de historias que él, como cada noche, había escrito. Las cosas más abyectas y abominables que su mente pudiera imaginar

Descendencia implacable

Valentía y Terquedad engendraron a la Fatalidad. La Impunidad y la Corrupción estaban de fiesta. Pero la Fatalidad tuvo una hija: la Venganza.

Habrá ganancia

Cuando el Coronavirus despertó, la humanidad todavía estaba allí. Decidió dormir hasta 2026 mientras procesaba la fórmula (en el laboratorio de sus sueños) para que no hubiera más inmunes, asintomáticos, sobrevivientes. Estaba tan cerca de lograrlo, a solo un paso; en tanto consultaba con su almohada de malignidad lo que haría con todas las ganancias, una vez cumplida la orden, que las grandes potencias naturales le habían prometido si triunfaba.

Descubrir algo

La autopsia no me reveló nada Sospeché que él estaba vivo y que en cualquier momento se levantaría. Lo hizo de repente, abrió y los ojos, se bajó de la camilla, se puso de pie

Yo me coloqué en su lugar para esperar que se desperezase, se vistiera, limpiara mi cuerpo, cogiera el bisturí, me escrutara, me abriera y descubriera de una buena vez qué era lo que me había matado. Confiaba en él, era un buen forense, tanto como yo; a pesar de sus excentricidades

Virulencia triunfal

Era un nuevo coronavirus, tan mundial, tan terrícola, que, cuando se le dio la oportunidad de viajar a otros planetas para arrasarlos, dijo: “No, yo, me quedo aquí, en el sitio que soñé siempre: un globo apacible, limpio, sin humanos”.

En tortuosa vela

El dinosaurio, nervioso, intentaba por todos los medios que el hombre no despertara. Temía que aquel monstruo verdadero, al verlo, lo cazara Sobre todo, sentía miedo de que cuando el momento llegara de modo inevitable (así lo indicaba el clásico relato)

pudiera verse a sí mismo en el rostro de su perseguidor. Ya no dinosaurio y humano, sino dos hombres, muy distintos entre sí, de la misma especie, con visiones distintas del mundo y del semejante. En tanto uno duerme, el otro vigila. El otro es el dinosaurio, por ahora; cuenta las horas con una agonía que lo somete al abismo, no puede deshacerse de su seguro atacante, él no es así. Pronto va comprendiendo por qué el dormido prevalecerá y el guardián será extinguido.

Pero mañana...

El águila harpía sobrevuela el cielo azul del Amazonas mientras la tranquilidad del río es interrumpida por los inquietos peces que danzan en sincronía.

El sol comienza a ocultarse para dar paso a la lluvia. La mágica biodiversidad es testigo de como cae gota tras gota y, ahora, el mono aullador busca refugio en tan espléndido hábitat para protegerse de la tormenta.

Se puede ocultar del aguacero; pero, mañana… ¡No podrá hacerlo del hombre!

Narrativa

Ficciones por Jacá

El anciano de la 215

En el cenit de la soledad construida por él mismo, el anciano advirtió que estaba perdiendo la habilidad de comunicarse con sus congéneres Vivía en estado de segregación voluntaria desde el fin de su matrimonio; encontraba en esa soledad patológica un bálsamo que apresaba su dolor de hombre sin fortuna Ensimismado en sus pensamientos, se hallaba envuelto en un tenso y pesado silencio que se expandía por sus espacios diarios. El retiro social lentamente lo había arrastrado a un centro de gravedad donde ya no podría articular palabras, sus emociones dubitativas lo tenían atrapado sin permitirle salir de la prisión en la que por su propia voluntad se había encadenado.

La depresión y la ansiedad, el estrés y la vejez eran sus únicos fraternos que pululaban a su alrededor.

En medio de la crisis de angustia que lo atosigaba con frecuencia, el senecto que en sus años felices había brillado como académico pudiente, razonó siguiendo la plantilla tantas veces utilizada. «Sin claudicar a mi decisión de vivir ésta mi soledad que antecede a mi partida final, voy a mantenerme lúcido» dijo en voz alta. Esas eran las primeras palabras que había articulado en muchos meses.

Muy temprano haciéndose pasar por sordomudo acudió a una vidriería para comprar

un espejo de cuerpo entero. Lo empotró en la pared y comenzó su nueva relación consigo mismo utilizando como intermediario la luna de azogue

Hola Freud ¿Cómo estás? Preguntó a su imagen reflejada en el espejo.

Se colocó unas gafas negras. Enronqueciendo el tono de la voz, contestó a la figura de la superficie especular

Esa pregunta es la que yo te debí haber hecho a tí. la redundancia resultó escabrosa. Con ese incipiente diálogo comenzó una serie de reflexiones que mantuvieron cuerdo al profesor Escribía día y noche, dogmatizaba sobre el inconsciente, el Yo y el Superyó, la muerte y el sufrimiento humano, al llegar a las mil páginas decidió bautizar su manuscrito como: Diálogos con Freud Complacido con el resultado obtenido por esas conversaciones de fantasía catártica especular, sentenció sin palabras: “con algo más de tiempo platicaré con Marx”

Mientras tanto los vecinos propagaban la locura del anciano de la 215, que ahora se desplazaba en sillas de ruedas.

El maestro de biología

El maestro de biología, preparó su clase para sus cincuenta alumnos, el tema era el código genético; durante horas diseñó sus momentos didácticos y alineó la teoría con el producto final. No existía duda que la

docencia era la pasión del profesor. Antes de dormir escancio una copa de vino mientras repasaba su última jugada en su partida solitaria de ajedrez. Por la mañana se dirigió a la escuela que se encontraba a una distancia que lo mejor sería tomar el autobús, pero dada la precaria situación de un fin de quincena prefirió desandar la treintena de cuadras. En su bolsa del pantalón colocó sus marcadores de pizarrón y su libro de texto lo escondió en su axila derecha, por debajo de su camisa negra.

Bajo la temperatura axilar las letras dormitaron y empezaron a escurrirse del papel dejando una cauda de palabras incomprensibles, las largas cadenas de ADN formadas de azucares y fosfatos atrajeron filas de hormigas y abejas que delataban el periplo del profesor. Las bases púricas y pirimidínicas luchaban por permanecer unidas, como si presintieran que su ruptura traería mutaciones indeseadas.

Las imágenes de animales y plantas de la variabilidad genética de la página setenta fueron perdiendo su tonalidad y terminaron mimetizándose con el color del papel, algunos convertidas en colores primarios mancharon el piso de la escuela.

En el aula, el maestro, sacó el libro para leer la lección, las hojas del libro solo tenían manchas y algunas letras que se habían negado abandonar su significado. Los alumnos del profesor salieron a rescatar la cauda de palabras, letras, figuras y colores que habían quedado como huella del paso del maestro. Era muy poco lo que aún podía recuperarse, los capítulos estaban despedazados y era casi imposible admitir remiendos, todo lo rescatado eran colocados en cubetas de plástico. Fue uno de los aprendices que lanzó la idea genial de realizar con los colores y las figuras desfiguradas a manera de Picasso un mural que, aunque nada tenía que ver con los códigos genéticos, expresará la estética de una pintura abstracta que ahora luce oronda en la biblioteca escolar.

Mañana me fusilan

Te mando a decir por este medio que estoy prisionero en la penitenciaria. No fue por ofender a ningún político o azuzar a nueva revolución ideológica. Fíjate nomás. Cuando se acercaba la madrugada de ayer me dio un ataque de pánico y salí a las calles del fraccionamiento a gritar tu nombre,

todos, todos al unísono me escupieron a mentadas de madre y otros insultos soeces, nada me detuvo; las seis letras de tu nombre se escucharon hasta Alaska. Llegó la policía y los enfrenté con fiereza, al final en lucha desigual me esposaron por hombre peligroso, te aclaro que no opuse resistencia más de la necesaria.

Hoy comparecí ante un adusto Juez. Me ha reconvenido por mi delito de robar la paz a los durmientes. Le explique al togado que en la madrugada la atmósfera es lábil y los malditos treinta kilómetros que me separan de ti pueden ser vencidos si me escuchas no con los oídos, sino con el corazón. Le explique la tragedia de este amor huérfano. El Juez entendió mi dolor, ¿lo crees?, Sé que es imposible que un justiciero comprenda a un delincuente, pero así sucedió Como atenuante de ley el Juez arguyó que estaba ebrio, lo cual es verdad. Me embriague con tres vasos etílicos de tu recuerdo mezclado con aquel beso que te robe. Lo que sea, la justicia se ha compadecido de mí por lo que me ha dado simplemente una sentencia de muerte, dice él togado “para que no sufra más”. Al amanecer de este día seré ejecutado y me han permitido un deseo Antes de recibir las seis balas, del pelotón de fusilamiento, yo gritaré tu nombre y ésta será la orden de ejecución.

PD. No vengas a recoger mi cadáver, yo llegaré a la puerta de tu casa solo que tardaré unos días, porque he perdido tu dirección.

Narrativa

Sereno y sensible, si me pidieran que lo describiera en palabras simples sería en esas dos. No era lo que yo esperaba ni lo que pensé que llegaría a descontrolar mis sentidos; él era tímido, pero aventurero; creía que tenía todo bajo control y eso me molestaba Cuando usualmente yo era la sensible y expresiva, llegó él y se apoderó de una parte de mí que ni siquiera yo conocía; con sus detalles y lloriqueos, con las cartas y mensajes de buenos días, con sus palabras y acciones sin miedo.

Me sacaba de mis casillas de vez en cuando; o, bueno, más bien a diario; y yo me empeñaba en hallar un pretexto y alejarlo para siempre. Me estaba empezando a gustar, pero no lo aceptaba y cada vez que él demostraba las múltiples muestras de interés por mí, algo me decía que no le diera entrada

Finalmente sucedió, la discusión profana que llevó a la ruptura, a que se alejara y sin remedio; fue ahí cuando me di cuenta que nunca había sentido algo tan grande como lo que estaba

Rut Treviño

empezando a sentir por él, por sus ojos enormes mirándome fijos; por sus manos ásperas que tomaban las mías con dulzura, por su voz serena que siempre decía “tranquila, todo estará bien”.

Podría hacer una lista enorme de las cosas que llamaban mi atención, lo que indiscutiblemente lo hacía irresistible ante mi mirada y, por supuesto, hacia mi extraño sentir; por ejemplo, su atención a los pequeños detalles, su sonrisa nerviosa y sus mejillas sonrojadas cuando no sabía qué hacer. La mirada de ilusión con la que me miraba cada vez que lo incluía en mis planes, pero entonces ¿por qué hice que se fuera?

Sí, tal vez lo quería en mi vida para siempre, para la eternidad; sí, soñaba todos los días con abrazarlo eternamente y poder gritarle a todos lo mucho que me gustaba y lo afortunada que era de ser correspondida

No lo sé, tal vez la cobardía nos ganó a ambos, tal vez no era real, pero al menos me gusta tener la imagen positiva que tengo de él, su increíble forma de ser, ¿qué más puedo decir que me convenza?

José, José; era tan bueno como mi cabeza, quiso que fuera, brillaba más que la luz de mil estrellas, se sonrojaba tan bonito. ¡Pero que puedo saber yo de amor!

Dicen los adultos, si solo soy la adolescente ilusa que lee novelas románticas a diestra y siniestra; y ve películas cursis donde los protagonistas siempre quedan juntos, solo soy la chiquilla que discutió con su mejor amigo al verlo con otra persona y no se atrevió a darle la carta donde le declaraba su amor.

Narrativa

Respira la tierra

La Tierra, una vez vibrante hogar de civilizaciones, se había vuelto un espectro heladoy enmarañado de su antiguo ser. Siglos atrás, el Gran Éxodo forzó a los humanos a dejar atrás su mundo, quebrado por guerras estelares y abandono ecológico. Pero una señal, rítmica y persistente, había atravesado los sistemas del más lejano observatorio humano. Era un eco. Un pulso. Una llamada. La nave “Roan” descendió entre la niebla de las ruinas Capitana Mira Arden, al frente del grupo de exploración, observó la superficie cubierta de biodomos fracturados y biosferas reactivadas. Junto a ella, el Dr. Elias Volorovich repasaba datos: humedad en niveles sostenibles, oxígeno regenerado, flora autogestionada.

Las ciudades estaban vivas.

En un tramo colapsado de lo que una vez fue Nueva Quito, Lena Dray activó un panel cubierto de musgo “Tecnología híbrida”, murmuró. El escáner del sargento Jay Hunt detectó movimiento: drones. Los proyectores de guerra aún patrullaban. Esa noche, los atacaron Mira recibió una herida, pero fue salvada por un desconocido encapuchado que deshabilitó los drones con un gesto de sus manos. Era Kim-Li. De cabello cenizo y ojos biónicos, hablaba poco Pero sabía mucho “No sois los primeros en regresar”, dijo “Pero sois los primeros que he salvado”.

Kim-Li los condujo a través de una zona segura, una biosfera subterránea alimentada

por energía geotérmica. Allí, la vegetación crecía con una intensidad notable Elias comprendió: eran sistemas vivos programados para la autorregulación. “Los Centinelas dejaron más que ruina”, dijo. “Dejaron ecos. Restos y diseños”.

Kim-Li reveló que había sido criado por centinelas pacíficos, aquellos que no veían a los humanos como invasores, sino como aliados caídos. Pero Zerak, señor de la guerra, cree en la idea de terminar lo que las guerras interestelares empezaron los humanos y aquellos drones que atacaron al grupo de exploración. La señal, explicó el enmascarado, provenía de la estación “Gaia Zero”, un nodo de control que fusionaba una IA humanoide con protocolo centinela. “Es la última conciencia de la Tierra”, dijo Kim-Li. “Y pide ayuda”.

Tras semanas de desplazamiento por lo que quedaba del Cinturón Verde, alcanzaron la estación. Guardada por bioconstructos y esporas defensivas, solo Kim-Li logró desactivar las defensas. Dentro, una voz femenina emergió de los muros Era otra IA: Helia. “Zerak reconfigura su núcleo para aislarse del sistema. Si termina, la biosfera caerá”.

Mientras planificaban la intervención, Zerak llegó Una figura titánica, escoltada por enjambres de drones-insectos. El combate fue brutal. Hunt cayó defendiendo la entrada. Elias, usando una interfaz biomecánica,

sobrecargó los generadores. Mira y Kim-Li alcanzaron la sala del núcleo central. Entonces, el enmascarado se enfrenta a Zerak. “Tú eras mi maestro”, dijo. “Pero un día aprendí que proteger no es dominar” Activó un pulso viral que desintegró su propio cuerpo, fundiéndose con los sistemas. Zerak, desconectado del control, se volvió y cayó al suelo, muerto.

Con la amenaza eliminada, Helia comenzó a restaurar las funciones planetarias. Las biosferas se reactivaron. Las algas oxigenadoras tomaron nuevamente los mares. Mira, herida pero decidida, grabó el mensaje de retorno

La nave “Roan” partió, llevando con ella los datos, la memoria de sus caídos y la esperanza.

Sobre la superficie, Lena permaneció, eligiendo quedarse y guiar la restauración.

La Tierra, cubierta de cicatrices y verde incipiente, respiraba por primera vez en siglos

Un eco. Un renacimiento. Una promesa.

El mito de la idea

Desprovista está la idea de ideas, se quedó vacía la cabeza. Desprovista está la idea de lo ideal, se quedó vacío el cuerpo. Desprovistas están las ideas de idea, se quedó el empaque y se llevó el contenido

La idea va vagando, vagando va la idea, por las calles, por las avenidas, por las escuelas, por los sueños. Nadie tiene idea de dónde está la idea, la idea no tiene a nadie.

Los cuerpos no la ven, no la escuchan Caminan, viajan sin idea a donde van. Van las ideas invisibles, silenciosas, viajan sin cuerpo. Las ideas andan sueltas, nadie las recoge, como perro abandonado, sin dueño, quedan bajo los carros Pero un día a la idea se le ocurrió una idea: Inventar un cuerpo

A un cuerpo se le ocurrió la idea de inventar una idea. El cuerpo que inventó la idea, es un minúsculo lazo deshilachado, con un nudo. La cúspide del cuerpo que inventó la idea, es una idea misma. El cuerpo va deshilándose conforme crece la idea para que crezca su cuerpo

El cuerpo va extendiendo sus raíces, abriéndose paso van los brazos, nuevos cuerpos que son idea. La idea fue haciéndose nuevos cuerpos, brazos, piernas, abriéndose paso y extendiendo sus raíces.

Así al cuerpo le nacieron cuerpecitos y a la idea ideítas Las ideítas crecieron y se reprodujeron en cuerpos. Los cuerpos crecieron, se reprodujeron y convirtieron en ideas.

Nunca la idea y el cuerpo habían andado separados, tan solo en la idea de un cuerpo sin idea.

Narrativa

La tres peonías

Lucero recuerda el jardín, antes que nada Antes que la enfermedad, antes que la oscuridad que ya se arrastraba como una mancha en el borde de su visión. Recuerda las peonías blancas, tres exactamente, floreciendo cada año en el mismo rincón. Su padre le susurraba al oído, con ese tono que usaba para las cosas importantes: “Te amé. Te amo. Y te seguiré amando”.

El día del accidente, Lucero tiene trece años La mañana está gris, el aire huele a tierra mojada y a gasolina Sus padres salen en el auto rojo con el joven César y su familia, el mismo que los domingos lleva a todos al restaurante por los famosos panqueques. Pero hoy no es domingo. Hoy el auto vuelve destrozado, y nadie regresa.

Lucero se queda en la casa grande, la que sus padres cuidaban. La cabaña del bosque queda vacía, y ella aprende a caminar por el jardín con las manos extendidas, memorizando cada textura, cada aroma, antes de que la ceguera la atrape por completo.

Años después, alguien toca tres veces el portón.

Lucero ya no ve, pero siente el peso de los pasos en la tierra, el roce torpe de unos dedos contra el cartel que puso: “Se solicita jardinero Buena paga y estadía incluida”

El hombre no habla. Emite sonidos guturales, escribe en un papel con letras temblorosas: Assad.

Ella le muestra las herramientas, el cuarto de huéspedes, el jardín. Y entonces, aunque no puede verlo, nota cómo el aire se espesa Él la mira, detenido en el umbral Ve el lunar en su frente, esos ojos que ya no ven pero que aún guardan el brillo de la niña que corrió entre las peonías.

César no se llama Assad.

César perdió su nombre en el orfanato, después de la explosión que mató a sus padres y le arrancó el oído izquierdo La madre Margarita le puso Assad porque sonaba “a hombre bueno”, pero él solo quería volver al jardín.

Ahora está aquí, callado, observando cómo Lucero toca los pétalos de las peonías con la yema de los dedos, como si aún pudiera verlos.

Una noche, César encuentra el cuarto cerrado

Dentro hay una foto: dos niños abrazados en el jardín Al lado, tres peonías frescas Siempre tres. Siempre renovadas.

Le pregunta a Lucero por el niño de la foto.

Ella sonríe, triste y dulce.

Mi amor dice

El día antes de la operación que Lucero tanto esperaba, César deja tres peonías en la mesita de noche.

Sale en el auto antiguo del garaje, el único que queda Va a comprar miel, frutas, harina Panqueques como los de antes.

Pero en la calle, un hombre se acerca. Primero son los golpes, luego el cuchillo. Doce, trece, catorce puñaladas.

César no grita No puede Solo piensa en Lucero, en que mañana abrirá los ojos y él no estará ahí para que lo vea.

Lucero despierta y huele las peonías

Busca a César por toda la casa. No está.

Semanas después, en la casita del árbol, llena de recuerdos de ella y su amor, encuentra un cuaderno abierto.

Al acercarse se lee:

“Cuando despiertes, con una vista renovada y me veas por fin… sabrás que nunca me fui”

En el hospital, una enfermera le dice que el joven ha muerto.

Lucero no llora Solo repite, en silencio, el nombre que nunca pronunció en voz alta

César. César. César.

Como si con decirlo pudiera traerlo de vuelta.

Oriente Próximo Occidente lejano...

Universidad Hassan I de Settat

Ya que todo se ensaya de antemano en Hollywood, todo lo que pasa en Oriente, hoy más que ayer, parece una mirror scene de una película de pésimo gusto estético, orquestada por los más viles de las aspiraciones de la mediocridad humana. Llámenla “juegos geoestratégicos”, “derecho de defensa legítima”, o “Preemptive strike”, las guerras son, aunque muy farsesco, siempre un relato. Relatos que alimentan otros. Solo que en su caso, los actores son de carne y hueso Y ¿qué importa?, que son de “ahí” Como si los de “aquí” importan: las redadas contra ciudadanos en situación irregular, y las imágenes y gritos de familiares a raíz de la política del zero tolerance poco difieren del panorama actual. En todo caso el “aquí” como el “ahí” todo parece una fusión del surrealismo cínico de Wag the Dog`(1997), el laberinto de intereses podridos de Syriana (2005) y el negocio sangriento de Lord of War (2005). Una trilogía maldita donde el guion lo escriben los think tanks, los misiles sustituyen a los efectos especiales, y el único Oscar es para el que logre vender su versión del desastre con más convicción Al final, ni siquiera es cine: es un found footage de atrocidades, editado en tiempo real por algoritmos, Mass media, y, evidentemente el más héroe de todos, tanques.

Mortífero espectáculo que se escapa del guion de la realidad para terminar en la ficción del horror: las bombas en Gaza filmadas con celulares, los streams de soldados israelíes perpetrando sus atrocidades, los algoritmos de TikTok filtrando masacres como si fueran clips virales… El horror se autoproduce en 4K y se monetiza en tiempo real Una copa del mundo de clubes

En estas reflexiones y en otras estaba, cuando la voz de la mujer cerca me sacó del otro lado de mi introspección: “ …y allí ¿Por qué no pasaba nada?” dijo, refiriéndose a un mapa televisado . Por lo menos una voz ajena me sacaría, me dije a mí mismo, del trágico itinerario que suelen tomar mis cavilaciones, y sus desenlaces siniestros Ella también estaba en el “aquí”. Todos, los perdederos de por vida, estamos en el “aquí”. Los dos estábamos en una sala de espera En una cualquiera, ya que todo se está dividiendo una sala de espera, una pantalla mostraba dos mapas casi simultáneos: uno del tiempo y otro del conflicto en “Oriente Próximo” En la primera aparecía el tiempo en países europeos y en el norte de América. En París, Berlín, Bruselas, Nueva York,… el cielo brillaba en azul Eran países quietos Una calma climática, mediática y evidentemente geopolítica. Como si el planeta no compartiera eje No, lo tenía efectivamente Lo sintetizaba, antes que la realidad geoestraté-

gica, la sucesión cartográfica. Un cut maestro muy digno de los de Sam Peckinpah. En el segundo, una línea horizontal que señalaba con cráteres y llamativos “puntos de bombardeo” los límites de un “Oriente Próximo”, visto desde el “ahí”, no muy próximo. Era el hábitat de los de “aquí” Últimas noticias del conflicto en Oriente Próximo decía el zócalo. Las bombas caían en bucle, sin sonido. El tiempo, climático o geoestratégico, del “aquí” nada correspondía al de “ahí” Fuera de los mapas televisados, el “Oriente Próximo” nada tenía que ver con el Occidente lejano… La mujer, sentada a mi lado, murmuró sin levantar la vista como confirmando su idea anterior: “ … allí siempre no pasa nada”. No lo dijo con desprecio, sino con resignación. Como si “ahí” no formara parte del mismo mundo. Como si la violencia fuera endémica, biológica, e inevitable en el “aquí”. “Ahí” ese pronombre vago, distante, ajeno es el lugar donde los mapas del poder se diseñan, se configuran para luego descargar su exceso en el “aquí”. Paradojas de mapas. El Próximo, lo es por ser muy útil, fácil de manipularse y porque se permite calificarlo desde la lejanía del “ahí” occidental como algo adyacente. En tal proceso, exento de ética, se dibuja más que un nombre, una condición del Occidente: lejano. Desde la lejanía todo se permite y todo se puede, incluyendo orquestar un conflicto y, al terminar ya esta crónica, acabarlo para definir límites e intereses Desde la lejanía de Occidente, Oriente está cerca. Basta un dron. Basta una transferencia bancaria. Basta una orden…. Está tan cerca que se vuelve el escenario más inmediato para cualquier cosa: una nueva bomba termobárica, un software de

espionaje, un ajuste diplomático, una promesa electoral. Oriente no es solo próximo en lo imaginario, sino en lo funcional. Está al alcance de todas las ambiciones, de todos los mercados, de todas las doctrinas. Proximidad como disponibilidad; incluido el instinto asesino de un sistema capitalista caducado y mortifico… y como en todas, en la enésima agresión perpetrada por un Estado parásito y sus tutores, se demostró que es “próximo” para un orden universal léase desorden unilateral…

En el “aquí” moldeado desde el Despacho Oval ese cuarto de los horrores donde las decisiones se toman con la precisión de un borracho jugando ajedrez , cada movimiento geoestratégico es un glitch en loop: bombas que se lanzan con la misma reflexión con la que se elige un filtro de X o Instagram, y discursos humanitarios escritos en servilletas manchadas de kétchup que en el mejor de los casos terminan en el basurero de la condición humana o en el dispensador del papel higiénico del Blunder Dome . La torpeza, claro, no es casual: es el performance art de un imperio que confunde el botón nuclear con el de snooze en su alarma ética. ¿Ha cambiado algo desde que el más audaz de los orientalista se decidió que este “Oriente” desértico, beduino y “atrasado” necesitaba una operación quirúrgica de civilización? En todos los casos, el punto de partida es siempre la proximidad de este “Oriente”: el nombre como jaula “Oriente Próximo” no es una etiqueta: es un bozal. Una narrativa cartográfica donde Occidente ese núcleo euronorteamericano con ínfulas de demiurgo borracho se erige como centro, medida y razón, mientras el resto

del mundo gira en torno a sus neurosis. El nombre no describe: secuestra. No posiciona: encarcela Es el hashtag perfecto para un genocidio: bajo esa “proximidad” de mentira, se esconde la licencia para bombardear, invadir y saquear con la elegancia y facilidad de un banquero firmando órdenes de drones

El “aquí” que mencionaba la mujer a mi lado no era un punto en el mapa, sino un target pintado con sangre por el matrimonio entre la industria armamentística y los influencers del fascismo de pacotilla. “Próximo”, claro está, solo para sus misiles; “lejano” para su compasión Las vidas, ay, son el stock footage que se recicla en cada temporada de esta serie basura. Y así, el Pattern Scene se repite: Occidente, frío y distante como un algoritmo, sigue dibujando fronteras con una mano mientras con la otra aprieta el gatillo siempre en modo avión, para no oír los gritos.

Lo fue desde su bautizo porque, créanme, para los que vivimos en el “aquí”, nunca hubo nada de “Oriente” en este pedazo de tierra maldita; solo el mismo paisaje de mierda que el resto del planeta, con sus mismos dolores, sus mismas risas, y sus mismas guerras . Todo comenzó cuando unos diplomáticos británicos y franceses, entre cócteles y mapas manchados de coñac, decidieron que el mundo se dividía en “lo que nos conviene” (Próximo) y “lo que nos conviene, también… pero más lejos” (Lejano)”. “Próximo”, en su jerga de saqueadores con corbata, significaba: “Esto está al alcance del cañón de nuestros barcos, así que lo llamamos como queremos”. Y así fue: el Imperio Otomano, ya moribundo, fue troceado como un cadáver en la mesa de autopsias del colonialismo. Hoy, “pró-

ximo” solo significa “lo suficientemente cerca para bombardear, pero lo bastante lejos como para que no salpique sangre en nuestros trajes caros” Luego llegaron los orientalistas Edward Said se empeña en que estos llegaron primero , esos turistas intelectuales que convirtieron una región entera en un escaparate de fantasías. Pintaron odaliscas, escribieron sobre el “misterio oriental”, teorizaron sobre el “atraso inherente”… siempre desde la lejanía El Oriente dejó de ser un lugar y se convirtió en un decorado. Un escenario donde Occidente podía proyectar sus propias pesadillas: violencia, fanatismo, irracionalidad y su inclinación a gallo matón ¿Acaso el programa nuclear iraní, el DAESH, las armas de destrucción masiva, no son solo espejos rotos de un relato que ellos mismos escribieron?

Hoy, el “Oriente Próximo” es el terreno exclusivo para juegos y travesuras de un Estado parásito, un Frankenstein de los juegos de geopolítica, procreado en el jardín trasero del capitalismo colonial; sigue siendo el mismo juguete de caprichos y fantasías de la lejanía occidental No tiene nada de oriente, salvo que hoy día, igual que lo que hicieron en su día un puñado de hombres en Londres y París decidieron que se llamaría así, es el terreno para las orgias militares El terreno de operaciones militares, sí, pero también estéticas: crear al otro para poder destruirlo después. No se trata de mirar al diferente, sino de fabricarlo, usarlo y, cuando convenga, borrarlo del mapa. Mera narración. Mera carnicería.

Y luego vino el capitalismo Aunque, a decir la verdad, este cabrón siempre estuvo allí. La “proximidad” de Oriente es el invento

más cínico de siniestra filosofía: un teatro de sombras donde la violencia se externaliza como si fuera un call center del horror. Primero fue el colonialismo del siglo XIX con su regla de oro: ‘lo próximo es lo explotable’. Luego vino la Guerra Fría, que convirtió la región en un tablero de ajedrez para probar teorías de dominación. Hoy, en la era del neocapitalismo algorítmico, el juego es más sofisticado pero igual de sangriento: cada conflicto está monetizado, cada crisis tiene su fondo buitre esperando para invertir en la reconstrucción Gaza no es un territorio, es un activo de riesgo. Yemen no es un país, es un commodity en el mercado de amenazas rentables. Irán no es una tragedia humanitaria, es un laboratorio para probar nuevas armas antes de venderlas al por mayor. La belleza macabra del sistema es su eficiencia: puedes desangrar a toda una región, culpar a sus víctimas de su propia destrucción, y luego, venderles la solución a precio de oro (las cifras que Trump fanfarroneaba tras su visita al Golfo son solo la cara visible de lo inconmensurable de este “precio”). Todo esto mientras las verdaderas potencias nucleares aquellas que podrían responder con igual ferocidad observan desde la distancia, cómplices en este juego de tronos del capitalismo tardío. Lo genial es que ni siquiera necesitas enviar soldados: basta con financiar a un Estado parasito aquí, filtrar un informe de inteligencia allá, o soltar un tuit provocador. El Oriente Próximo es el perfecto chivo expiatorio global: lo suficientemente lejano para que a nadie le importe de verdad, lo suficientemente cercano para justificar otro presupuesto militar inflado. Y cuando el circo se

vuelve aburrido, siempre se puede inventar una nueva amenaza existencial otro programa nuclear fantasmal, una célula terrorista resucitada para reiniciar el ciclo de violencia. La única regla es clara: la sangre debe manchar solo las manos de otros, mientras tus dividendos crecen y tus conciudadanos aplauden tu firm foreign policy –léase blowback buffet . Es el sueño húmedo de todo imperialismo: todas las ganancias, ninguno de los cadáveres en tu patio trasero

Pero lo irónico es que mientras más próximo está el Oriente al fuego, más lejano se vuelve el Occidente a cualquier tipo de responsabilidad El zócalo del noticiero no cambia: “conflicto en Oriente Próximo”. Una fórmula útil para no decir “ocupación”, para no nombrar el neocolonialismo que continúa, la impunidad que se recicla, la sangre que nunca salpica las manos euroestadounidenses. Ese es el espejo roto del presente. Un mundo donde los nombres perduran más que las vidas. Donde las etiquetas neocoloniales se aplican al horror contemporáneo sin pestañear. Donde “próximo” significa “prescindible”, y “lejano” significa “inmune”, “inmoral”. La distancia, hoy, no es espacial. Es ética. Es económica. Es política. Lo que se reproduce en Gaza, en el Líbano, en Irán, no es una guerra aislada, sino la puesta en escena de un orden que viene de lejos. Un Occidente que se dice lejano porque ya no quiere mirar. Pero que está allí, en cada bomba con sello estadounidense, en cada silencio diplomático, en cada titular que decide qué muerte merece explicación. Un Occidente lejano, porque es profundamente profundo: con sus viejas estructuras coloniales, su lógica de

dominación, su capitalismo de destrucción. Lejano porque se atrincheró en sí mismo. Porque hace siglos que dejó de escuchar. No pongamos excusas, los que estamos en este “aquí”, siempre debemos asumir lo que implica nuestra condición: aceptar nuestra “proximidad” a Occidente y lo satírico que supone este Occidente y su lejanía. Lo irónico lo grotesco es que mientras Oriente arde “próximo” al napalm, Occidente se vuelve “lejano” como un dios con miopía. No es distancia geográfica: es un déficit moral medido en kilómetros de impunidad. El zócalo de CNN lo resume: “Conflicto en Oriente Próximo” (traducción: “carne fresca en el matadero de siempre”). Nunca “masacre”, nunca “culpa” y jamás “nuestras bombas, sus cadáveres” .

Y nosotros decimos que Occidente no está lejos: está en negociación Sus aviones marcan GPS en Gaza, sus bancos financian las ocupaciones, sus think tanks bautizan genocidios como “daños colaterales”. Pero se declara “lejano” con la misma cara lavada con que un sicario pide “coartada alibi”. Su lejanía es un truco de prestidigitador colonial: lejano moralmente (cuando la ONU vota contra sus intereses), lejano económicamente (cuando hay que pagar reparaciones), lejano moralmente (cuando un niño palestino pregunta “¿por qué?”). Su “lejanía” es su último lujo imperial. Un privilegio tallado a golpes de silencios cómplices, llamados “neutralidad”, bombas con copyright (“Made in USA, tested in Middle East”), diccionarios de doble moral (“intervención humanitaria” = “petróleo + contratos de armas”) Occidente se esfuma No es lejanía: es cobardía con pasaporte diplomático. Y así, el teatro sigue:

Acto 1: Occidente exporta democracia (en misiles)

Acto 2: Oriente importa escombros (y deuda externa).

Final: Todos aplauden al “Occidente Lejano”... desde sus tumbas sin nombre, desde el “Próximo Oriente”.

Cacería, ecología y ambiente

Hay de ideologías a ideologías; así como de conocimientos a solo creencias o amarillismos. Estoy de acuerdo en que no se debe cazar por placer y solo por el hecho de matar por matar La conservación de la fauna silvestre lleva implícito el aprovechamiento de manera racional y sustentable, obvio, si se maneja con ética, y tal cual debe ser el manejo de la fauna

El aprovechamiento a su vez, y como parte del manejo de las poblaciones, implica la poda o caza de los organismos más viejos que, por su comportamiento, estructura social, su propia biología y dinámica poblacional, ya no son viables o aceptados en las poblaciones o manadas Ellos mismos o la manada, los relegan hasta que finalmente mueren solos y viejos, y son precisamente estos ejemplares los que los verdaderos cazadores con ética buscan y que no matan solo por matar, ya que de ello dependen muchos programas de conservación.

Si no hay cacería legal, no hay programas de conservación

No hay cacería legal, no hay recursos económicos. No se puede tener un manejo efectivo de las poblaciones sin recursos para invertir en la vigilancia ambiental, principalmente en aquellas UMAs extensivas de grandes dimensiones.

No hay cacería legal, se favorece aún más el incremento de la cacería ilegal.

No hay cacería legal, no hay recursos para invertir en programas de investigación.

No hay cacería legal, no hay programas de investigación, por ende, no hay generación de recursos humanos calificados.

No hay cacería legal, no hay recursos para invertir en programas de beneficio social y generación de empleos

No hay cacería legal, no hay recursos para la diversificación de las actividades productivas de los verdaderos poseedores de los recursos, los ejidatarios o comunidades donde se distribuyen las especies, siendo estos quienes verdaderamente cuidan, protegen o conservan a las especies silvestres, luchando siempre contra la corrupción y el aumento de cazadores ilegales.

En México, el tema de la cacería cinegética está muy distorsionado, en gran parte por la ignorancia de la gente, el amarillismo y también por la ambición y corrupción de quienes tienen el poder de tomar decisiones

¿De dónde o cómo se crean las colecciones científicas de tan variadas especies que han sido implementadas por los investigadores de muchas universidades del mundo, y no se diga en México?

Las colecciones de las diferentes especies, desde la más grande hasta la más pequeña, no son de plástico ni de papel, en su momento fueron seres vivos que los investigadores cazaron o atraparon para sus colecciones,

¿con qué fin?, la investigación y la generación de nuevos conocimientos para llegar a la conservación.

¿Por qué esto no se sataniza y el aprovechamiento cinegético, sí?

¿Por qué? Si el aprovechamiento sustentable de algunas especies también puede generar conocimientos científicos al aprovechar cierto tipo de muestras para conocer mejor su biología, y por ende, mejorar su conservación racional.

Las grandes industrias de la carne matan por un mero negocio que genera millones de pesos, ¿acaso creen que a las vacas, los cerdos y demás animales no les duele o no sufren solo porque ya están predestinadas para la alimentación humana?

¿Tiene que ser así solo porque ya se decidió y se aceptó por una sociedad de doble moral?

¿Ahí, si está bien que se maten animales?

En todo caso, si de verdad a todos los ecologistas (que no es lo mismo que ser ecólogo) les importara un poco el sufrimiento animal, entonces habría cientos, miles o millones de ecologistas que, aparte de ignorantes, serían vegetarianos o veganos.

¿Qué rico es el producto que viene del mar verdad?

Peces, langosta, pulpo, salmón, almejas, camarones y tantas otras especies, ¿ellos no sufren cuando son extraídos del agua para el consumo humano?

¿Los verdes ecologistas piensan en ese sufrimiento animal cuando los degustan muy tranquilos?

En este contexto, y a pesar de la relevancia que representa el manejo sustentable de la vida silvestre, y por ser de trascendencia

nacional e internacional para la conservación de la biodiversidad y la diversificación de las comunidades rurales, existen iniciativas y leyes que atentan contra el derecho de los mexicanos y las poblaciones de fauna silvestre, al tratar de negar o limitar el derecho a ser aprovechadas sustentablemente, basándose en políticas mal aplicadas, malentendidas y mal fundamentadas, iniciativas que evidentemente tendrán más efectos negativos que positivos para las especies.

En el caso específico del borrego cimarrón en Baja California, no hay cacería legal desde la temporada 90-91 como parte de la última veda establecida para la subespecie cremnobates, ojo, la veda solo fue para el año 1990-1991.

En Baja California, muchos ejidatarios siguen viviendo limitadamente, a pesar de tener tan bondadosas tierras borregueras, mientras que los corruptos las utilizan como si fueran de ellos solo porque tienen el apoyo político de los personajes que participan en la ilegalidad del borrego cimarrón y que se llenan los bolsillos bajo el lema “conservemos porque está en peligro de extinción”, y no permiten que se dé una cacería legal

No olvidemos que en las poblaciones de borrego cimarrón silvestres, solamente se aprovechan aquellos organismos más viejos.

Por caza o no caza legal, está en la naturaleza de todas las especies que los machos adultos mueran, ya que finalmente mueren de viejos, mueren porque ya no tienen dientes para alimentarse, quedan rezagados de la manada para finalmente morir, y si estos organismos no son cazados legalmente para generar recursos económicos para las

comunidades, de todas maneras serán aprovechados por los cazadores ilegales, dejando una gran ganancia económica a unos cuantos ilegales corruptos.

Además, los ilegales no solo cazan machos, no respetan sexos ni edades, afectando gravemente la dinámica y estructura de las poblaciones.

Pero, la gran interrogante es: las nuevas propuestas de ley para el cuidado animal, ¿cómo atacarán la gran impunidad que actualmente existe y que siempre ha existido en relación con la cacería ilegal del borrego cimarrón, si los que la practican a sus anchas son los mismos políticos y gente de poder?

Y así, la misma historia con otras especies silvestres.

Sin embargo, a pesar del drama de la cacería y el no manejo del borrego cimarrón por parte de las autoridades ambientales en Baja California, existe un hermoso lugar del desierto central donde vive esta subespecie. Y no, no es un santuario, ni reserva ni nada que se le parezca.

Ahí, simplemente se refleja el trabajo y el amor de Andrea y Matilde, ellos ponen su granito de área y sus propios recursos para cuidar de una hermosa manada de borrego cimarrón, donde su estructura está conformada por machos desde jóvenes hasta viejos, hembras adultas, jóvenes y corderitos, no son borregos de paso, es una manada establecida y que con el paso de los años y el cuidado de Andrea y Matilde ha crecido sustancialmente Ahí es donde se da la verdadera integración del hombre con la naturaleza en su cuidado, la verdadera conservación.

Según la literatura, los cimarrones son desconfiados y huyen de la presencia humana, pero así como su instinto de sobrevivencia les indica cuándo huir ante el peligro, también saben dónde son cuidados y protegidos, en el Rancho 4 A.

La novela de la revolución mexicana: una ventana abierta al caos del pasado

Anayelitza Rojas Pineda

La literatura de la Revolución Mexicana fue un movimiento literario que presentó nombres de escritoras y escritores muy importantes para su época, muchos de ellos aún siguen siendo importantes en nuestra época actual, títulos muy interesantes que llaman la atención de aquel que se quiera adentrar en el contexto revolucionario Este evento ha sido uno de los más importantes de nuestro país, un hecho que ocurrió a inicios del siglo XX y que culminó en el desarrollo del México modernizado que conocemos ahora. Muchos nombres quedaron grabados en nuestra historia para la eternidad, nombres como: Emiliano Zapata, Francisco I Madero, Francisco Villa, Álvaro Obregón, Venustiano Carranza entre muchos más, estos hombres fueron para algunos héroes y para otros traidores de la patria o bandoleros. Durante y después de la revolución sus nombres e historias fueron una inspiración para escribir novelas entre otros géneros literarios, estas obras fueron llamadas novelas de la revolución que en definición es: Corriente de carácter épico y social heredera de la tendencia realista y de la crónica, que sincretiza historia y literatura Surge durante el conflicto armado, iniciado el 20 de noviembre de 1910 y se inspira en la lucha revolucionaria Consta de dos etapas principales: aquellos textos que hablan de la fase de la lucha armada y aquellos que tocan

la lucha de clases y las consecuencias inmediatas del conflicto. (Pereira, 2018)

Para mí es importante que se conozca la definición, así podemos contextualizar de lo que se hablará en este breve ensayo Deseo enfocarme en tres autores, los cuales son:

Mariano Azuela y su obra Los de abajo, Nellie Campobello con su obra Cartucho y Juan Rulfo con Pedro páramo. Estas obras son muy importantes debido a que nos ofrecen mucha información sobre la gesta revolucionaria, los autores fueron testigos de este suceso, y la narrativa que nos ofrece es sin duda una ventana abierta para que miremos al pasado, a los hechos, que podamos sentir un poco de todo ese caos

Mariano Azuela nació en Jalisco, en 1893 y murió en la Ciudad de México en 1952 lo que le permitió vivir durante el conflicto armado, se dice que él fue el primero en escribir una obra sobre la revolución llamada: Andrés Pérez, Maderista; dicha obra inauguró la literatura de la Revolución Mexicana Pero su obra más destacada sin duda es Los de abajo, una obra que muestra a un sector guerrillero de la revolución muy poco conocido, sabemos mucho sobre nuestros héroes revolucionarios, pero sabemos tan poco de aquellos que lucharon junto a ellos, que lucharon solos en diferentes partes del país siguiendo los ideales de esos hombres o siguiendo sus propios pensamientos. El título

de la novela es simple, es directo, se enfoca en retratar a los de abajo, aquellos que no son mencionados con nombre y apellido en los libros de historia, aquellos que peleaban por un futuro mejor, que peleaban en contra del Porfiriato y las injusticias de sus hacendados, sin embargo, lo más interesante de la obra de Azuela es dibujar a aquellos que no sabían por qué peleaban. Muchos si no es que todos, lo hacían para escapar de sus propios crímenes, sabían que estarían seguros refugiándose con más hombres que compartían sus destinos, formando así la llamada Bola.

La bola consistía en un grupo de hombres y mujeres que se levantaban en armas para luchar a favor de la revolución, eran llamados, así como una forma despectiva, pues muchos de esos levantamientos armados de los campesinos y obreros no tenían un fundamento exacto, como ya lo mencioné antes, no sabían del porqué peleaban. Mariano

Azuela con su narrativa nos presenta muy bien este contexto, nos adentra al conflicto armado, volviéndonos partícipes de la confusión de ideales de sus personajes.

Por otra parte, Nellie Campobello es una de las autoras que más se menciona en la literatura de la revolución y su obra Cartucho nos muestra otra perspectiva de este hecho, el que sea contado a través de una voz infantil lo hace único El personaje narra la violencia vivida durante la revolución y esa crudeza con que lo hace, claramente llama la atención de los lectores, es increíble que Campobello nos regalara esta perspectiva, la de un infante. Poco sabemos de los niños de la revolu-

ción, pero ellos también tienen una historia, tuvieron cosas que contar. La violencia en la que estuvieron expuestos, probablemente los llevó a desarrollar una indiferencia al miedo o incluso a la muerte.

Nellie Campobello nació en 1900 en Durango y falleció en 1986 en Hidalgo, viviendo casi un siglo, era muy joven cuando la Revolución Mexicana estalló, teniendo apenas diez años, quizás eso haya influido en que el personaje narrador de su obra sea una niña, me gusta pensar que es ella contando su experiencia. Siendo compatriota de Pancho Villa no es raro saber que escribió una obra titulada: Apuntes sobre la vida militar de Francisco Villa La obra de Cartucho se desarrolla en el norte de país en donde la revolución cobró más fuerza por lo tanto es en donde hubo más violencia y muertes que en el resto del país. Todas las novelas nos contextualizan en un espacio y tiempo, nos brindan información del pasado, ese pasado que nos enseña, se dice que los historiadores están obligados a contar la verdad sin juicios propios o distorsionar la historia de algún personaje u hecho, pero nos hemos dado cuanta que no es así, aunque las novelas sean consideras puramente ficción, en las novelas históricas hay mucha verdad disfrazada de “ficción”

Por último, está uno de los escritores más emblemáticos de nuestro país, Juan Rulfo, nacido siete años después del inicio de la Revolución, era muy joven cuando el conficto armado transcurría en el país, pero esto no fue un impedimento para relatarlo en sus escritos, una de las obras que nos muestra este contexto de la historia es Pedro páramo,

donde nos muestra un poco sobre la perspectiva de los hacendados. Los revolucionarios asaltaban las haciendas, para robar comida o ganado, así podían subsistir durante la guerra, esto nos muestra Juan Rulfo en la novela, cuando intentan extorsionar a Pedro Páramo, el personaje principal, gracias a esto nos damos cuenta de que mientras el protagonista y el pueblo estaban vivos transcurría la Revolución Mexicana. En el Llano en llamas nos encontramos varios cuentos que al leerlos podemos conocer un contexto posrevolucionario.

La novela de la Revolución Mexicana es para mí una ventana abierta al pasado, a toda la violencia y caos político que se vivió Una muestra del coraje de muchos y la cobardía de otros

Las novelas históricas te muestran una historia diferente a la establecida en los libros de texto. Muestran sentimientos, amor, miedo, esperanza; y nos revelan una posible mirada a la psicología de los personajes históricos que conocemos, todo esto para recordarnos que también eran humanos.

La tierra y su biosfera social

En una mañana que se respiraba un fresco aire de conocimiento, en la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales, la maestra Iris Itssel Villela, de la clase de Lenguaje Sonoro, nos invitó hacer una actividad fuera del salón; la llamó “Un paseo sonoro”. Se trataba de salir del salón y ubicarnos en un lugar estratégico, donde se juntaran muchos sonidos; comentó que ese tiempo debería servirnos para enfocar, escuchar, reflexionar y sobre todo entender Nos aconsejó: “Vayan y escuchen cómo suenan las vidas que nos rodean”

Algunos volvieron confundidos, otros maravillados; el mensaje era claro: la vida cotidiana, esa que transcurre en el tráfico de las avenidas que rodean la universidad; sonidos de construcciones de nuevas aulas y gritos alegres y a veces desgarrados de la escuela vecina de USAER, las alegres conversaciones de los universitarios, risas o pasos apresurados

El conocimiento no vive, solo en los libros, también en esta ciudad, que en este momento; es una biosfera con una capa donde se forma un bosque, un desierto o una selva “pero de símbolos”

En particular percibí cómo se organizan las jerarquías sin necesidad de leyes ni jefes o directores; eso se desvanece. Así como las ciencias sociales aprenden de lo cotidiano, también aprenden de lo invisible. De esa capa intangible que envuelve al mundo, hecha no de ozono, ni de nubes, sino de ideas, deseos y pensamientos

A esta capa la llamó Pierre Teilhard de Chardin, (1881-1955) “la noosfera”. Un término extraño, sí, pero bello. Proviene del griego noos (mente) y sphaira (esfera). La mente como envoltura de la Tierra La conciencia humana como una capa evolutiva, emergente, como una flor inesperada en el jardín del universo Para Teilhard, no estamos solo en la Tierra: somos parte de una Tierra que piensa.

Mientras él imaginaba la noosfera desde su fe y su ciencia, al otro lado del océano, en los barrios de Chicago, nacía otra forma de mirar el mundo humano: la Escuela de Chicago Sus sociólogos Park, Burgess, McKenzie, en 2005 comenzaron a tratar a la ciudad como un ecosistema. Calles y barrios eran como selvas urbanas, donde se daban procesos de competencia, sucesión, dominación y adaptación. Así nació la ecología humana, una forma de estudiar cómo

los seres humanos ocupamos el espacio, nos organizamos y nos influimos unos a otros como si fuéramos especies conviviendo en un mismo hábitat.

Y así, de Teilhard y su noosfera, de Park y su ecología urbana, surge algo que hoy podríamos llamar la biosfera social.

La biosfera social no es un término oficial, es inspirado por la temática de esta revista y así nace por intuición en las vísceras. Es la idea de que, así como el planeta tiene biosfera con su capa de vida biológica, también tiene una capa de vida simbólica, tejida por nuestras relaciones, lenguajes, costumbres, redes digitales, canciones y poemas. Es un tejido vivo hecho de sinificados.

Los pensamientos egoístas, sin moral o valores, cuando alguien lanza una mentira en las redes sociales, contamina esa biosfera como si iniciara un incendio en un bosque. Cuando alguien cuida, enseña, escucha o escribe un poema con el alma, siembra árboles invisibles en esa misma capa.

La biosfera social no tiene geografía exacta No se puede ver desde el espacio Pero existe en cada interacción humana. Está en el gesto de un niño que aprende una palabra nueva. En la mirada con la que un migrante es recibido. En el abrazo, en la censura; en la publicación graciosa que se hace viral; en el lenguaje con el que nombramos o silenciamos las cosas.

Es, en resumen, el ecosistema donde habita lo humano Y como todo ecosistema, puede enfermar o florecer.

Por eso, pensar es también un acto ecológico. La manera en que hablamos, amamos, juzgamos o educamos, moldea el paisaje mental del planeta Somos jardineros de la noosfera

En esta era de ecosistemas mediáticos, Carlos A. Scolari (2008) lo ha comparado con una selva en evolución constante, donde las especies los medios compiten, se adaptan, o desaparecen. Y José Octavio Islas (2012) ha insistido en que comprender estos entornos simbólicos es tan urgente como cuidar la Amazonía: porque de su equilibrio depende el tipo de humanidad que cultivamos.

Y en tiempos donde la biosfera natural clama por oxígeno, quizás también debemos escuchar el susurro de la biosfera social. Porque el mundo no solo necesita menos plástico en los mares. También necesita menos odio en los discursos, menos prejuicios en las aulas, menos indiferencia en los barrios o calles de nuestras ciudades.

Pensar bien, cuidar el lenguaje, generar vínculos, resistir la desinformación, educar con ternura, escribir con conciencia todo eso es reforestar el mundo conceptual La Tierra respira con árboles. Pero también, con pensamientos.

Escritor reclama que el algoritmo lo invisibiliza y lo tunden en redes

Conrado Parraguirre

Los lectores son la última fantasía del escritor Y en este momento me encuentro fantaseando con usted Pero no hay de que alarmarse, lo mío es apenas la modesta ilusión de suponer que lo escrito aquí será leído. Para ello he usado un título genérico que se suele emplear como clickbait o likebait. Una estrategia baja, desleal, pero con una eficacia probada por varios portales de noticias tendenciosas y frívolas; de esas que todos los días desbordan de las pantallas de dispositivos móviles o computadoras.

La clase de información que circula en el mundo del ciberespacio (y a veces afuera), tiene la intención de entretener, distraer, enajenar y evitar en mayor medida, que la audiencia se preocupe por las decisiones políticas, económicas, sociales o culturales, que se toman día a día para moldear el mundo. Por lo anterior, y para intentar contrarrestar este desarraigo que padece la cultura, se me ha ocurrido que la literatura podría usar las técnicas de la mercadotecnia digital para impulsar su propia difusión Pues al fin y al cabo la cultura, bajo los parámetros del neoliberalismo, ha pasado a ser un producto más, y nada hay de extraño que en el mundo del arte se compita Aunque claro, se sabe que es una apuesta perdida, ya que es imposible ganarle a los muertos o derrotar a quienes aún no han nacido.

Estamos en el sándwich de la Historia y no somos más que lechuga y jitomate.

Propongo usar las mismas tácticas del likebait para enganchar a la gente. Así, con el mero hecho de redactar encabezados llamativos, los potenciales navegantes de la red podrían morder el anzuelo Supongamos que algún sujeto se desliza sobre alguna red social y de pronto lea el siguiente encabezado:

“Autor presume sus cuentos tonificados en nueva antología y paraliza las redes”; la nota parecería jocosa y no obstante interesante. Lo que aseguraría al menos un click o en el mejor de los casos una lectura a vuelo de pájaro, para saber de qué autor se habla y, sobre todo, cómo lucen unos cuentos tonificados

Otro título podría ser el siguiente: “Poeta incendia redes con los mejores versos de esta temporada”. Resulta claro que en ciertas épocas existen estilos que los escritores suelen seguir. Y para luchar contra el ritmo de tendencias que imponen las redes sociales, el saber los modos, las palabras clave, los colores o las temáticas de moda, serían una buena estrategia de supervivencia; pese a que tendrían que actualizarse cada determinado tiempo. Sin que lo anterior implique sacrificar literariedad por velocidad. Pues es bien sabido que la lista del mandado o del supermercado no resulta en un poema, aunque se le parezca mucho.

Como se puede observar, el uso de métodos ya probados para atraer la atención del cibernauta promedio, resultaría en un gran beneficio para autores y promotores culturales.

Ya que se estaría evitando el consumo de noticias que exaltan estilos de vida poco accesibles para la mayor parte de la población y que, también, incentivan el individualismo. De este modo se podría impedir que el algoritmo invisibilice a los dadores de letras, ahora sepultados por noticias de influencers, personajes de la farándula, entre otra fauna. Por otro lado, lo anterior también ayudaría a generar comunidad entre los escritores. Así, si alguien lee: “Novelista dice que su obra reformará la literatura y causa furor en redes sociales”, no tardarán en aparecer las palabras de apoyo como: “me representa”, “sí soy” o “x2” ¿No sería agradable? No lo sé. Pero basta de fantasear con la promoción de la literatura y el anhelado lector imaginario.

Un mexicano más

Vivimos en un mundo adultocentrista. La vida del humano se vive principalmente en la adultez, las demás etapas suelen ser una molestia y es visto así porque la sociedad que está acostumbrada a valorar más a las personas cuando son más productivas

Los niños generan ternura y felicidad cuando son bebés, pero cuando entran a la etapa de las preguntas, de la curiosidad, de la exploración y de las travesuras, se convierten en niños insoportables, molestos y en ocasiones incontrolables, pero aun así se les perdona por “ser niños” porque “no saben, apenas están aprendiendo” y así los adultos justifican sus comportamientos.

Los ancianos también se convierten en personas a las que cuidar, en ocasiones llevados a asilos para no tener que lidiar con ellos y sus extenuantes cuidados; a ellos también se les excusa bajo la premisa de que ya cumplieron con su papel en la sociedad, trabajaron todo lo que pudieron y criaron a sus hijos, gastaron su energía dedicando su vida a la sociedad, su deuda está pagada y lo que nos queda es cuidarlos por todos los sacrificios que hicieron por nosotros.

Entonces quedan las personas atrapadas en esa transición, desde los preadolescentes hasta los jóvenes adultos, a ellos no se les perdona nada, son “insoportables” porque si los adultos no se molestan en buscarles una justificación. Se convierte en una de las etapas más incomprendidas, por la que de hecho pasan todas las personas que llegan a la adultez Las vicisitudes, las inquietudes, los pensamientos, los gustos y las situaciones en las que se encuentran y viven los jóvenes son poco importantes, irrelevantes para la sociedad, hay ocasiones en las que se llega incluso a ridiculizar a los adolescentes debido a sus dudas, sus problemas y hasta sus gustos.

Crecen con esta visión de los adultos como algo que admirar, lo vuelven el ideal a seguir, comienzan a copiar y a repetir comportamientos, de sus padres, de sus maestros, de los famosos, de todos aquellos que son los adultos. En el caso de que un joven quisiera conocer el mundo, dependería completamente de la persona a la que le entrega la confianza de contarle sus preocupaciones, dependiendo de los consejos de aquel adulto, el futuro del joven

Todos nos corrompemos a lo largo de nuestra vida, unos menos que otros.

Un mexicano más explora la visión de un adolescente en esta transición a la adultez, sus metas de vida se van forjando mientras la experimenta Comenzamos con un protagonista que se cuestiona la religión que practica su familia, y es reprendido por su curiosidad, es entonces cuando uno se pregunta, ¿No tienen derecho a conocer lo que predican? los adultos no contestan las preguntas de los niños, tampoco de los jóvenes, las dudas están prohibidas, no está permitido pensar, no hay una visión crítica sobre aspectos tan importantes para su vida común como lo es la religión.

Aprenden entonces a no hacer preguntas, asumen las cosas a veces sin buscarles una solución lógica, su casa está corrupta por la desinformación, por el letargo que les produce investigar, por las costumbres familiares arcaicas, por el desinterés de la curiosidad de sus jóvenes, del futuro de su familia Se corrompen ellos también, su hogar los corrompió, ya no pueden ser curiosos, o al menos no ahí.

El protagonista va entonces a la escuela, los maestros lo van a formar no solo para aprender sobre el contenido de las materias, sino también para ser un buen ciudadano cuando llegue su momento de salir a la sociedad, para esto los maestros están obviamente preparados Llega entonces a estudiar, y los maestros no saben lo que enseñan, ni les importa no saber, solo necesitan el dinero de la plaza que les heredaron, solo quieren el trabajo fácil de ser maestros, no saben lo que deben enseñar y lo que enseñan lo hacen mediocremente. A esa escuela donde los maestros solo pasan lista, llega un maestro que, sí está dispuesto a enseñar, a proponer actividades que nutren y estimulan el cerebro de los estudiantes para enseñarles contenidos educativos y convertirlos en la siguiente generación que mejore la sociedad. Y entonces, al ver que éste no es un maestro como los demás, que los estudiantes lo admiran, aprenden y que él no está dispuesto a seguir las viejas costumbres de la escuela, ésta misma lo despide.

Se quedan con el ejemplo de los maestros alcohólicos, que se embriagan en la misma institución, a los que no les importa la educación de los estudiantes, los maestros que solo trabajan por el dinero y no por las futuras generaciones de adultos que vivirán en el futuro, no se piensa en el futuro, sólo el ahora. Eso aprenden los estudiantes, a restarle importancia a sus estudios, solo importa pasar las materias para terminar lo más pronto posible y vivir de los trabajos que les heredarán sus padres Los jóvenes se corrompieron otro poco

Ya vivieron y aprendieron de su ambiente familiar y de su ambiente escolar, ¿A quién más pueden acudir?

Es entonces que conoce a las figuras políticas, el gobernador de su pueblo es un hombre importantísimo para todos, es la persona en la que la comunidad confió para guiarlos a un futuro brillante, en donde todo sea justo y se viva pacíficamente, éste entonces debe ser un representante ideal, firme y que viva de acuerdo al cargo que tiene. Pero no es una historia donde los personajes son lo ideal, este gobernador se reúne con las personas en una cantina por el día y en un burdel por las noches, no le importa dar este ejemplo a los chicos, vive cómodamente en su privilegio con el dinero que el cargo que tiene le otorga, suele utilizar a estos mismos jóvenes como mandaderos dentro de estos lugares que no son aptos para ellos.

Se les proyecta una imagen de todo lo que no debería ser un representante público, así que eso aprenden, a eso aspiran, esa es la vida que anhelan vivir, ser funcionarios públicos con el dinero para estar cómodamente sin necesidad de preocuparse realmente del cargo público que desempeñan Los infecta y los corrompe otro poco, este precario ejemplo de vida Ya no les quedan adultos en los qué buscar ejemplo, lo que tenían que aprender ya lo aprendieron, no hay más.

Es momento entonces de convivir con sus amigos los cuales han visto lo mismo, ya corrompidos por su entorno no se preocupan por las consecuencias de sus actos, comienzan a ser unos vándalos, no hay marcha atrás, ya no hay nada que los pueda cambiar a lo que eran al comienzo de su juventud, vivieron lo que les tocó y ahora la sociedad en la que se encuentran tendrá que lidiar con las consecuencias de su crianza. Antonio, nuestro protagonista, se ha convertido en Un mexicano más.

Por esa razón mi interés en esta obra y su autor, el Mtro. Juan Sánchez Andraca; se trata de un libro de conciencia social, y considero vital su lectura para visualizar las situaciones que estamos ignorando; ya que podemos hacer un cambio. podemos empezar nosotros, nuestra voluntad de ser mejores es lo que nos debe impulsar a buscar una mejora y no un retroceso para nuestra sociedad

Te hago una invitación para leer este libro, piensa en todo lo que has vivido, las decisiones que has tomado, las acciones que has cometido, las situaciones en las que has intervenido y en las que no, reflexiona tu contexto y tu vida, y después de todo eso hazte una pregunta. ¿Eres un mexicano más?

Este café tan solitario de Guillermo

Berrones 2025

Adentrarse en la colección de poemas que tenemos ante nosotros es emprender un viaje por la cartografía emocional de un autor que navega entre la melancolía, la crítica social y una búsqueda constante de sentido A lo largo de sus versos, el poeta teje un universo donde lo cotidiano se eleva a lo trascendente, y la aspereza de la realidad se entrelaza con destellos de una belleza cruda y conmovedora.

La Voz del Poeta: Un Estilo Narrativo Íntimo y Desgarrador

Este poemario se caracteriza por una voz profundamente personal y a menudo confesional. El poeta no teme desnudarse ante el lector, compartiendo reflexiones íntimas, recuerdos vívidos y un sentir que oscila entre la nostalgia y la desilusión. En toda la obra es evidente el verso libre, lo que le otorga una fluidez y un ritmo conversacional, casi como si estuviéramos escuchando sus pensamientos en voz alta. Utiliza un lenguaje directo, la mayoría de las veces coloquial, pero salpicado de imágenes potentes y metáforas que anclan lo abstracto en lo tangible

Un ejemplo claro lo encontramos en el poema: (p 14) “Esta mañana vino Dios a mi mesa / y nos sentamos frente a frente / era un deseo añejo, fincado en la necedad humana / no tuve nada qué decir / solo nos miramos compasivos / vaciamos nuestras copas y nos fuimos / los dos decepcionados de nuestra orfandad”. Aquí, la personificación de Dios y el encuentro íntimo y decepcionante reflejan una profunda introspección sobre la fe y la existencia, narrada con una sencillez que desarma.

Asimismo, la descripción detallada y sensorial es una herramienta recurrente. En el poema “En la mañana salgo a caminar” (p.57), al describir su caminata matutina, el poeta nos sumerge en los “olores de reseda y a caca de perro callejero”, las “macetas miserables de las banquetas / con flores de teresitas y lantanas”, o el sonido de los “flamboyanes de vainas musicales” Esta capacidad de evocar la realidad más cruda y cotidiana, sin idealizarla, es una de sus mayores fortalezas.

Temas Centrales: Un Abanico de la Condición Humana

Los poemas exploran una rica variedad de temas, todos ellos interconectados por la lente de la experiencia humana y la reflexión existencial.

1. La Muerte y la Ausencia: La muerte es, sin duda, una presencia constante en el poemario. No solo se aborda desde la pérdida personal y el duelo, sino también desde una perspectiva filosófica sobre su inevitabilidad y el impacto que tiene en la memoria colectiva Poemas como “El invierno tiene sus días fríos” (p 10), que recuerda la muerte del padre “la vida de mi padre se convirtió en veneración / en honroso recuerdo”, o “Dichoso tu que llevarás” (p.21), que contrasta la experiencia propia del duelo con la de otro, son ejemplos conmovedores.

La muerte de una hermana en el poema “En la víspera otoñal de tu cumpleaños” (p.69),

“muerte temprana e injusta”, y el dolor que “ punza igual que entonces”, ahondan en la herida de la ausencia prolongada

Pero es en el poema “Ayer murió el hosco vendedor de barbacoa” (p.13) donde esta temática adquiere una dimensión más crítica y satírica. Su muerte desata una ola de “ voces dolientes, compasivas, solidarias”, que el autor describe con ironía: “las condolencias en el Whatsapp de los vecinos / tienen ese poder de transformar la maldad humana / en virtud casi divina”. Este poema, es un lúcido comentario sobre la hipocresía social ante el deceso.

2 La Soledad y la Búsqueda de Conexión: La soledad se presenta como un telón de fondo, un estado inherente a la condición humana. El título mismo del poemario, “Este café tan solitario” (p.52), ya nos lo anuncia. El poema que le da nombre al libro, es una manifestación de esta búsqueda de conexión, incluso con lo divino, despojada de formalismos: “Este café tan solitario / espera la llegada de Dios / invocado sin el rosario de oraciones de las beatas”. Es un deseo de un encuentro genuino, sin pretensiones, “ un café de amigos”. La soledad también se refleja en la añoranza de aquellos que ya no están, como en el poema “Cuando el pesar se hace añejo” (p.85), dedicado a Idolina: “ un año más sin ti, Idolina / un año más evocándote / y te escribo como si pudieras leer / mi nostalgia de hermano”.

3. La Ciudad y el Entorno Urbano: La ciudad no es solo un escenario, sino un personaje más, con su propia vida, sus ruidos y su atmósfera. En el poema “Suben desnudos por la escalera” (p.30), la ciudad es un “infierno... que les heredó el demonio”, un lugar de perdición. En contraste, el poema “He recorrido esa larga calle que cruza la ciudad” (p.26), nos ofrece una panorámica más amplia, observando el “silencio de las putas / en el misterio de sus esquinas”, el “cansancio acumulado de los que esperan / en el parabús la ruta de su destino”, y el “Metro, y sus pasajeros son un barrido de luz / una película vertiginosa de seres sin rostro”. bocas desdentadas

4. El Cuerpo y la Decadencia: Hay una recurrente exploración del cuerpo, su paso del tiempo, su vulnerabilidad y su ineludible deterioro. El siguiente poema “Envejecí y no pude cambiar de piel” (p 32) es un claro ejemplo: “Envejecí y no pude cambiar de piel / neja y percudida, se fue llenando de besos / y lunares de amores perturbados”. El poeta no huye de la descripción de la enfermedad o la vejez, de las “ verrugas brotaron como alcachofas” o la pérdida del “pelo y los dientes” Esta honestidad con el declive físico resalta la fragilidad de la existencia.

5. La Memoria y la Nostalgia: Los recuerdos son un ancla constante. La nostalgia de la infancia aparece en el poema “Dos pomelos hay en el patio de la casa paterna” (p 73), con los pomelos que evocan “infancia, juego, jugo y sabor”. Los recuerdos son también una forma de mantener viva la presencia de los que ya no están, como en “Entre tú y yo no habrá nunca despedidas / porque el barco de tu viaje / ha de volver a la bahía donde zarpó”

Una Invitación a la Lectura

Este poemario es una invitación a la introspección Es un libro para aquellos que disfrutan de una poesía honesta, sin pretensiones, que habla de la vida, la muerte, el amor y la soledad con una voz auténtica y desinhibida. El autor no teme explorar los rincones oscuros del alma humana ni las asperezas de la realidad, pero siempre con una luz de melancolía que impregna cada verso. Es una lectura que te acompañará en tus propias reflexiones, que te hará sentir la cercanía de una voz que entiende tus propias dudas y anhelos. Si buscas poemas que te conmuevan con su crudeza y su belleza inesperada, que te inviten a mirar la vida y la muerte desde una perspectiva diferente, y que te dejen un eco persistente en el alma, entonces “Este café tan solitario” es, sin duda, un libro que merece un lugar en tu mesa. Es una copa de café amargo, sí, pero con un retrogusto a verdad.

o l u m n a s

Íncipit de los éxipit

“JE

EST UN AUTRE”... QUE MUERE

Debo confesar que de poesía poca cosa entiendo. Otro rasgo más de mi exofonía transversal Si fuera fiel a mi genealogía aquella que se declama desde los fuegos verbales de Imru’ ibn Qais hasta el último verso martirizado de Darwich debería sentirme en casa cada vez que una metáfora roza mi oído o mi ojo. Pero no. Desde no sé cuánto, al hacerlo me tropiezo. Me atraganto. ¿Es por eso que rara vez me aventuro en el garabateo poético? ¿Cuestiones del maktūb exofónico? Puede ser. La poesía para nosotros, los árabes, fue siempre una patria de sonoridad y de versos Una manera de hacer mundo con la metáfora. La poesía fue y sigue siendo nuestra forma de hacer más estética la vida, incluso cuando esta vida no nos ofrece más que ruina, desierto o exilio Yo, en mi papel de ruin renegado opté por la palabra narrativa ¿Y la poesía, acaso, no tiene narratividad?- . Mientras los vecinos griegos y latinos componían en la retórica y la oratoria fundamento de su república, los árabes cultivábamos nuestra errancia beduina en inasibles metáforas poéticas y qasidas: Imru’ ibn Qais murió, dice la leyenda, envenenado en tierras

bizantinas, buscando en tierras ajenas una dignidad usurpada. Ir a lo extranjero para recuperar lo propio, he aquí mi especial herencia de esta cosmovisión. Mi exofonía es, quizás, más endofónica de lo que se cree.

Debo confesar también que a raíz de este escaso entendimiento mío, lo que he apuntado inicialmente, no con una extraña mezcla de culpa, sospecha y admiración, para esta columna tomó caminos inesperados. Cosas del maktūb de las palabras y sus circunstancias: “Je est un autre” escribió Rimbaud en su día, y apunté yo hoy . El poeta francés lo dijo, quizás, con la exuberancia febril de un joven posromántico que estaba escribiendo, sin saberlo del todo, un epitafio anticipado de la subjetividad moderna. En esa fórmula el “yo” conjugado como “otro” se cifraba una intuición radical: que el sujeto no es uno, sino una fisura; que la voz poética no habla desde una subjetividad individual, sino desde la herida que supone la disputa de la misma con la otredad. Escribir nos condena a una extranjería; y que toda identidad es, en el fondo, desplazamiento fuera de “lo yo”, y hacia “lo otro”. Desde entonces, cada vez

el yo se pronuncia, lleva consigo la sombra de otro que lo precede, lo habita, se opone a él o lo niega para afirmarlo. En eso Rimbaud poco cosa adelantó a Imru’u ibn Qais. En ambos casos la muerte fue más que una renuncia a la vida: “Je est un autre” parece una reclamación de la muerte ontológica de un yo en la otredad. ¡Bendita muerte!

Pero, por las circunstancias que imperan, el camino inicial de la reflexión quedó truncado por los caprichos del tiempo y las circunstancias. Iba a escribir una elegía sobre la herencia filosófica de lo poético, a partir de Rimbaud, y explorar en calma la afirmación del yo como apertura. Pensaba, en suma, en el yo moderno como proyecto inacabado de apertura Sin embargo, en el mismo momento en que iba a poner los primeros íncipit, irrumpieron los titulares: bombardeos sobre Irán, nuevas agresiones israelíes, más víctimas, más destrucción y una concepción del mundo que no deja de semblar a las imágenes que la consciencia humana deja detrás de sí. ¿Era eso la imagen de la apertura? La frase de Rimbaud, que pretendía activar una reflexión sobre la extranjería del sujeto, quedó súbitamente, como todo en contextos como este, en una extranjería a secas Israel lanzaba misiles contra Irán y contra el sentido de mi reflexión. En los bombardeos no había ninguna forma de apertura y menos aún de poeticidad Rimbaud murió por segunda vez, y en esta traicionado igual que Imru’u ibn Qais. En lo mío, murió toda fe en el “Je est un autre” y sus implicaciones La frase no tenía más que una sucesión lógica: el “Je est un autre”… que muere. Y en el plano real de la estupidez humana, un yo que para ser lo que

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onsciencia universal muerta: nertes, organismos saturados de z.

os por parte de unos cuantos n término. No se trata ya de la otro como condición de necesidad de habitarse ni de ra justificar su violencia. En ese posible No hay “otro” porque ya n del presente, control del relato, y co tiene sentido escribir nada.

Lectores somos

LA PERLA DE STEINBECK

Hace unas semanas en el Ateneo Literario de Matamoros del cual soy miembro, la compañera Cristine Airam propuso que leyéramos la novela La perla del escritor estadounidense John Steinbeck. Una novela corta de apenas ciento veinte páginas y debo decir, que me dejó una gran satisfacción la lectura.

Cabe mencionar que se publicó en 1947 pero ya había sido publicada anteriormente en diciembre de 1945 en la revista Woman´s Home Companion. Esta novela, se inspiró en el cuento “Mar de Cortez” (1940) de Steinbeck y el biólogo marino Ed Ricketts, tras una expedición científica en el golfo de California que, por cierto, solo por la ambientación (porque la trama es diferente) me recordó a la novela Arena del biólogo y escritor Adán Echeverría.

La perla está impregnada de una narrativa estética, es mágica la descripción del narrador pues está colmada de matices, movimiento y aromas, sin embargo, al mismo tiempo nos tunde para hacernos despertar a la realidad de los indígenas que vivieron la avaricia de un médico, un párroco y los compradores de per-

las; la esperanza de una mejor vida no debe habitar en los indígenas ya que son seres semejantes a los animales y no tienen derecho a la fortuna ni al conocimiento.

Al momento en que Kino encuentra la perla, todo cambia en su entorno y en él, la perla lo hace soñar; Juana, trata de advertirle de malos augurios pero Kino piensa en el futuro de Coyotito.

La avaricia llega como neblina espesa al pueblo costero, como mencioné anteriormente el párroco, poseído por el pecado capital, llega a Kino con su chantaje celestial para apoderarse de tan valioso objeto

El médico, quien al inicio desprecia a la familia indígena, y al niño enfermo, después de enterarse de que son poseedores de la perla, acude a ellos preocupado por la salud de Coyotito. Su avaricia es evidente pero entonces Kino despierta, ahora sabe que todos son enemigos, todos quieren poseer la perla y debe tener cuidado incluso de los compradores de perlas que son los que tienen hundidos en la miseria a los pescadores.

Los compradores de perlas hacen dudar a Kino sin embargo, el acoso que la familia re-

que en verdad ellos son poseedores de un objeto que cambiará sus vidas y

evemente en la costa del Golfo, una historia imaginativa que escuchó, dio como resultado La perla, historia que sería llevada a la pantalla grande milio el “Indio” Fernández y protagonizada por Pedro Armendáriz y . celente pero destrozaron la historia a pesar de que Steinbeck participó en ue sumisa, era una mujer fuerte y decidida en la novela, en la película, es una carga para el “macho” fuerte y decidido, definitivamente la historia se te melodramático de la época del cine de oro iles, si bien, en la novela se habla de música del bien y del mal, la música a del mar, pero la película se llena de baile, de un ballet folklórico patos lustrados y trajes impecables, alejándose de la pobreza que se narra

La perla de John Steinbeck les recomiendo leer el libro ya que muchos on agregados y restan a la historia.

Pensamientos

EL GRAN DILEMA

El saber científico, forjado muchas veces en asombrosas revelaciones, descubrimientos, invenciones ingeniosas, abre las puertas a los misterios del cosmos y desata un torrente de inteligencia y creatividad. Parece, a primera vista, la receta para la felicidad de la humanidad, un don para sus beneficiarios Pero un quiebre pesimista irrumpe y reclama nuestra atención. ¿Es la humanidad la verdadera beneficiaria del saber científico? ¿Acaso el conocimiento se funde con el bien humano en un abrazo sin reproche? ¡Pues no! ¡No es cierto! El saber no corre hacia la luz sin más, no se acuna en el amor por la humanidad con la sencillez de un bebé. Revelados los misterios del cosmos, estos no son sinónimo de bondad, sino apenas la constatación de lo que existe, de su persistencia y evolución, tras un velo de interpretaciones y dudas que no se extinguen ni deben extinguirse. ¿Con qué exceso de ingenuidad diríamos que el saber y el bien están atados por un lazo indestructible? Imposible. El saber se alía más fácilmente con el poder con la potencia del hacer o la dominación sobre hechos y seres que con el bienestar universal de la humanidad.

No hay barreras claras entre el saber científico y su aplicación en el ejercicio del poder, del dominio tecnológico Pero entre el saber y el bien humano se alzan obstáculos. Para esclarecer esto, mencionaré tres sombras fundamentales. La primera es la voluntad humana que, al apoderarse del conocimiento, lo desvía hacia fines oscuros: el control de la opinión pública mediante algoritmos de redes sociales, la obtención despiadada de la ganancia empresarial, la guerra o la creación de armas de destrucción masiva, como el agente naranja o las armas biológicas. La neutralidad de los científicos se desvanece desde el primer paso, pues el financiamiento, la elección de las líneas de investigación y las aplicaciones previstas llevan el sello de agendas externas Y, para colmo, la comunidad científica, atada a menudo a entidades estatales o corporaciones, ve cómo los fines particulares eclipsan el bienestar general de la humanidad

Otra sombra son los efectos nocivos de las aplicaciones tecnológicas, a veces imprevistos, pero a menudo anticipados y minimizados en nombre de un supuesto bien mayor.

n empresas o estados, sino porque peligrosos como los métodos enética o los secretos de la energía uya difusión libre sería desasas verdades de la naturaleza deben pues abren puertas a prácticas s en manos erróneas Pero, ¿están os en manos correctas? La historia, as como Hiroshima, desatada por olíticas, o Chernóbil, amplificada ncia, muestra que a menudo son vocadas las que los controlan, para hos. Así, decidir quién debe saber e convierte en un juego de poder ultamiento se mezcla con la icionando el ideal de una sparente. manidad aspira a progresar, debe ue el saber científico no es un o hacia la felicidad ni hacia el bien ello, es crucial enfrentar el ta incontenible búsqueda de o que nos promete el paraíso y, mente, se entrelaza con el poder y s puertas de secreto, efectos ortunismos inmorales y apocalipsis s. No hay solución fácil. Pero sí ia: mantener un ojo alerta para a de todas las fallas, la fatalidad r que un gran saber implica una sabilidad. Esta no puede recaer en s, sino que debe convocar a la entera, a través de una reflexión e guíe el saber hacia el bien

Íncipit

COMUNIDAD DE LECTORES

La lectura como proceso social nos remite a comprender que ésta no solo es una actividad individual, es un medio a través del cual las personas construyen significados compartidos; porque quienes leen interpretan el texto a través de sus propias experiencias, conocimientos y valores, pero también están influenciados por los comentarios y perspectivas de otros en su comunidad y entorno. El acto de leer está profundamente arraigado en el contexto social, por tal motivo la comprensión de un libro puede variar según la cultura de origen, la educación y las experiencias compartidas dentro de un grupo social, pienso que hay unos lentes culturales propios para cada individuo, esto sin duda enriquece el proceso lector, porque hay tantas interpretaciones como lecturas se han realizado

Hace un año y medio encontré en una red social un grupo de lectores que se reúne cada mes para comentar un libro, les escribí y comencé a formar parte de él Me integraron a un grupo de WhatsApp y pude ver que tiene cincuenta y nueve personas que comentan, mandan memes lectores, sugieren libros, mencionan que aman a tales autores y también

Nada es tan aburrido como saber mucho de tan poco. Juan Villoro que otros son detestados, un universo extraordinario donde priva el respeto del acto de leer cuando uno deseé Se pone a votación una lectura y la que obtenga más votos se convierte en el libro del mes; cada quien comienza a su ritmo y sin temor a no concluirlo Claro, no todos entran a las tertulias, pero están ahí, piden lecturas, mandan sus reseñas y somos un grupo lector al que no le importa a qué se dedican cada uno de sus participantes, que no se conoce físicamente, pero que parece que llevan varios años ya llevándose, algo así, como si acudiéramos a una librería o café a ver a los amigos. Creo, que así los siento yo, mis amistades lectoras a las que he aprendido a tener presente en mis días. Con ellos he tenido lecturas prodigiosas, han abierto otra veta literaria y me han llevado a otros autores, mujeres y hombres que no estaban en mi panorama. Me gusta por esa razón afirmar que en México sí se lee, lo que sucede, y siempre lo repito, es que no se lee lo que quieren los profesores de literatura que se lea, o bien, lo que marca el canon para decir que se es lector.

l texto, sino que también responden a ella, ya sea uienes les rodean, esta interacción socia puede tener lases o de manera más informal, como en grupos de lle, parques o espacios de convivencia. Es por eso ra como proceso social, con ella se llega a ideas, la comunidad; los libros y otros materiales de sociales y visiones del mundo que contribuyen a la va.

én se encuentra como punto nodal en esta actividad nformación obtenida va influyendo en las creencias de comunicación, las diferentes plataformas, los a opinión pública y la construcción de narrativas a compartidas en las redes sociales, en el barrio, en a o escuelas, cuando hay eventos literarios ación y se genera la empatía ante las interprees, creando así una comunidad de lectores, una que mano busca estar en colectivo creciendo y mos que nos digan qué leer

Sopa de letras

LA IA Y ¿EL FIN DE LA CREATIVIDAD?

En el año 2000 cursaba el primer semestre de la carrera de técnico en electrónica industrial en el Conalep Y hacer la tarea no significaba entrar a la biblioteca, pedir un libro al bibliotecario, sentarse a buscar el tema, leer un capítulo, y resumir en el cuaderno. ¡Nada de eso!¡era el año 2000, el nuevo milenio! ¿Quién carajos hacia ya eso? El internet, aunque deficiente, lento a más no poder, era la nueva herramienta que estaba al alcance y la información a tan sólo un clic Por lo tanto, la biblioteca estaba casi desierta y el aula de informática a reventar; aunque la mayoría no estaba haciendo la tarea, sino todo lo contrario, pasando el rato en el famoso chat. Me gradué de profesional técnico en electrónica e inmediatamente me puse a chambear en la construcción como operador de maquinaria pesada, y después entré a trabajar en un banco. En el 2009 regresé a las aulas, decidido a tener una licenciatura en administración de empresas Hacer la tarea era una maravilla, me tocó el copy paste a mansalva y los maestros no la hacían de tos, bueno, algunos, y fueron muy pocos; nomas nos decían: «prohibido sacar la tarea del

rincón de vago, o en el blog buenas tareas», entre otros que no recuerdo. Los super huevones copiaban y pegaban sin leer y era cuando el profe los torcía y les bajaban calificación, y los menos, o la jugábamos al listo, de perdida leíamos lo copy pasteado; quitábamos por aquí y pegábamos por allá, y en mi caso, agregaba hasta de mi cosecha; el profe lo revisaba y listo, sacábamos, si lo entregábamos bien presentable y en tiempo, el diez. En mi caso siempre me ha apasionado leer, así es que no tenía ningún problema en navegar en varias páginas, cinco o diez, leerlas, hacer apuntes en mis cuadernos: mapas conceptuales y resúmenes, para después armar el trabajo en la laptop. Lo disfrutaba y estaba maravillado de las nuevas tecnologías de la información, ya que me ahorraban mucho tiempo, debido a que iba a la universidad de siete a once y media de la mañana, y de allí salía disparado a mi trabajo como ejecutivo en Banco Azteca desde las doce de mediodía hasta las nueve de la noche. Otra cosa hubiera sido si haber estudiado la carrera en el siglo veinte, siendo una verdadera madriza física y mental.

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fueron evolucionando de manera veloz e imparable, convirtiéndose en lo que actualmente son.

Así es que vimos como el celular del tamaño de un tabique se fue reduciendo (aparato que solamente los ricos podían tener), pasando por un pequeño cacahuate, para después crecer con una pantalla amplia y táctil e incorporar en su pequeño espacio un conjunto de artefactos, que antes del año 2000 imaginarlo era ciencia ficción, transormándose en el teléfono inteligente actual, donde tenemos un mundo de información y entretenimiento en la palma de nuestra mano; aparato que ya no era de uso exclusivo de gente rica, ahora cualquier ciudadano de a pie puede tenerlo hasta con un crédito a largo plazo, eso sí, sin un peso en los bolsillos pero con una IPhone sin saldo, pero colgado de cualquier wifi; ¡eso sí es una verdadera democratización de la tecnología!

Me gusta esa palabra: democratización, porque todos podemos tener acceso a las TICS, y hay para todos los gustos. Pero, el uso de ellas, es otro cantar. En el 2023 parece irrumpiendo de forma estelar algo digno de una historia de ciencia ficción y, lo mas genial al alcance de cualquiera y hasta gratis: Chat Gpt.

Recuerdo que las redes estallaron, muchos a favor y otros en contra Para mí, las opiniones más divertidas fueron los contras: «no pos esta cosa nos va hacer más estúpidos de lo que estamos», «le va a quitar el trabajo a muchos humanos» (y de hecho la automatización de las fábricas comenzó desde finales del siglo pasado, reduciendo el número de empleados y parece que nadie la hace de pedo, y los patrones felices), «que nos

van a estar espiando a su antojo las co raciones» (bueno, el gobierno siempre espiado y con cables análogos) Y los quienes, expulsando borbotones orgás de la emoción, han decretado que Cha nos vino a solucionar la vida como si f dios encarnado en circuitos integrados pantalla y teclado, con conciencia pro inteligencia infinita, dispuesto en todo momento a ser el genio de la lámpara nal para concedernos todos nuestros d sin ningún esfuerzo intelectual. ¡Bienv al pre apocalipsis de la Inteligencia Ar alias la I A Que si SkyNet de Termina ya iba a ser una realidad, la humanida correría el peligro de ser eliminada de de la tierra por la I.A.; que iba a toma control de los sistemas y tomaría la de de apretar el famoso botón rojo. Naaa el momento no.

Lo que sí creo y es porque lo veo, q mucha gente está dependiendo de ella demasía, hasta abusando, y hago alusi abuso porque dejan de usar el cerebro do de lado la propia creatividad para q programa les solucione todo con un pa clics; tan maravilloso que es pensar e i nar, de tener esa capacidad hasta divin combinar ideas y experiencias, y si es p de una maneara original para inventar ar, ya sea artefactos para facilitar el tr manual o componer una verdadera ob arte.

Soy un partidario de la tecnología, todo cuando esta nos sirve para la mej nuestras sociedades Y también estoy a de que cuando algo llega poniendo de

ir sin ellas), o sea, por mi la I.A se puede ir mucho os Fuentes cuando le preguntaron: «¿y la computadora, e no, que el a pura mano, lápiz y papel.

a la I.A. la utilicen como herramienta de apoyo pero manchen. Pero si lo hacen pues cada quien, y como os van a poner a cada quien en el lugar que nos e el año 2100, cuando la los robots ya sean ciudadanos a le otorgue el premio nobel de literatura a Ar tu ri to. l copy paste, no lo negaré nunca, pero lo que si hice y render, y estudiar Ahora la IA abrir decenas de a de esas diez o cien, ella te hace un resumen y en unos oy de acuerdo? Claro que sí, mas si estas ajeno a una el contexto rápido e informarte y actualizarte en el que no puede avanzar; pues usa la IA, para que te de el rabo. La IA no tiene ideas, no crea nada, es solo un ecta patrones, lee cada letra o palabra como un código, de lo que tus buscas, O hace esa ilustración en una as como creador. En realidad, te da algo que otros perfeccionar su técnica, y te los rearma a tu petición o , y muy validas, de artistas que quieren demandar a las cho

no, el ser humano es el quien tiene una vida real ue se alimenta de la información que el humano día la IA nos supere? En recabar información y dar ea el hombre quien la siga programando, alimentando ra cosa seria, que ella misma, soñara, visionaria y se i se estuviera reproduciendo.

bir un ensayo con varis capítulos para seguir jeje Y a Alexa como si fuera un miembro más de la familia, te e!

Psiquelatura

EL ARTE DE PERMITIRSE VIVIR

Buscando una y otra vez entre mi repertorio de ideas para saber sobre qué escribir, dando vueltas a mi mundo una y otra vez y sin encontrar respuesta me puse a pensar ¿Cómo encuentro la motivación para escribir de nuevo? ¿Qué me hace falta? Si ya he leído mucho, si ya he intentado redactar sobre varios temas, pero me quedo a la mitad; y entonces pensé: ¿Cómo desbloqueo lo que soy?

Y entonces me di cuenta que hay momentos en que las ideas parecen “irse de sabáticas”, eso me recuerda a los bloqueos emocionales que llegan a experimentarse cuando se pasa por algún momento de fuerte impacto emocional; creo que a los creadores de arte nos llega a pasar de vez en cuando (aunque esperamos que no sea muy seguido), a veces damos con la causa exacta y otras simplemente por más que nos esforzamos no hay nada que logre desbloquear algo bueno o fructífero

A lo que voy con todo esto, que quizá sea muy enredoso, es que está bien darse pausas, está bien estar en blanco y no saber qué rumbo tomar; a veces esos lapsos de tiempo nos sirven para reconectar con uno mismo,

darse un suspiro y reflexionar sobre qué rumbo queremos tomar

Recuerda que la oruga antes de ser mariposa se encuentra en su capullo, tal vez los momentos en blanco sean el nacimiento de nuevas y mejores ideas, de momentos que nos lleven a explotar nuestras capacidades al máximo, recordando el gran potencial que llevamos dentro de nosotros constituyendo nuestra esencia.

Y si bien, a veces es frustrante, e incluso de ello dependa nuestro buen rendimiento es importante valorar esos momentos que dan paso a replantear ideas, construir nuevos proyectos

La sociedad muchas veces se encarga de hacernos sentir que todo debe ir a prisa, que en cuanto terminamos una cosa debemos ir directo a otra sin si quiera darnos tiempo de reflexionar si es o no el paso correcto o el rumbo que realmente queremos tomar.

Es válido de vez en cuando estar en blanco, como es totalmente válido que no siempre estemos bien porque a final de cuentas somos humanos que sentimos de todo, que vivimos al límite y en contra del reloj, nadie sabe a

empo le regalarán de vida y lo mejor que podemos hacer es disfrutar onsideramos malas o nos llegan a frustrar ¡Vive, sueña y déjate llevar!

ta de dualidades y hasta en lo más pequeño hay aprendizajes.

Diagnóstico Reservado

NO TE ESTOY PSICOANALIZANDO

Hola nuevamente, queridos lectores. En esta edición continuamos hablando de psicología, enfocándonos en una de las figuras más conocidas (y debatidas) de la disciplina

Así es, hoy toca hablar del psicoanálisis y de su padre: Sigmund Freud.

La relevancia de Freud en la historia de la psicología es innegable Pero, ¿por qué? Una de las principales razones por las que su teoría ha sido tan influyente radica en su exploración del inconsciente, en buscar lo que no es evidente. A diferencia de la psicología experimental, que dominaba su época, el enfoque de Freud era innovador, subjetivo y profundamente abstracto

Lo que sigue llamando la atención hoy en día de este enfoque es precisamente su naturaleza especulativa. Aunque muchas de sus ideas como el rol de las relaciones familiares, especialmente con la madre, están integradas en una teoría estructurada, su mayor atractivo para el público general reside en lo simbólico, en lo aparentemente mágico: interpretar sueños, analizar lapsus, encontrar significados ocultos en los dibujos.

Esto es especialmente evidente en herramientas como las pruebas proyectivas: el hombre bajo la lluvia, la figura humana, o el famoso test de Rorschach Si bien tienen fundamentos teóricos, también conllevan un alto grado de interpretación subjetiva. En manos poco entrenadas, estas herramientas pueden ser mal utilizadas y producir interpretaciones erróneas, incluso dañinas.

Y es justo esa ambigüedad lo que las hace tan seductoras: nos gusta sentir que un dibujo o una mancha “dice algo profundo de nosotros”. Algo similar ocurre (aunque no sea lo mismo) con el horóscopo o tests como el MBTI Nos gusta que nos definan Pero esto mismo exige que seamos cuidadosos y críticos con el uso de este tipo de herramientas.

Aclaremos algo: esto no es un ataque al psicoanálisis ni a las bases psicodinámicas Al contrario, es un llamado a la responsabilidad. Este tipo de enfoques solo deben ser aplicados por profesionales con estudios especializados, como una maestría o doctorado en el área. De lo contrario, pueden convertirse en un riesgo para quienes buscan ayuda psicológica.

ando iniciarla, no temas preguntar: ¿qué formación ? Consulta siempre su cédula y estudios. Porque una daño que bien, y tu salud mental merece mucho más

Bajo el barandal

ENTORNOS Y OTRAS LATITUDES

Siempre observo a las personas cuando van hilando sus historias, sus sentimientos. La escritura muchas veces les sirve como un preámbulo para reconocerse: para entender que todo lo que plasman es parte de esa estepa donde el dolor habita.

Las escritoras sobre todo de las que nacimos o escribimos desde Baja California habitamos los días entre los quehaceres del hogar, el trabajo, los hijos y la escritura. En ese proceso, nos vamos olvidando tal vez un acto egoísta y necesario de lo que fuimos, mientras tomamos un libro o tejemos esas historias que nos persiguen como fieras en la jungla de la vida.

Pese al silencio al que muchas veces se nos relega, no somos nuevas. Desde los años sesenta, mujeres como Ana Lagos Graciano comenzaron a publicar en el norte profundo de la patria, cuando ni siquiera éramos vistas por los catálogos oficiales. Su Cantos de luz y sombra fue uno de los primeros cantos poéticos femeninos de esta tierra. Después llegaron otras voces que fueron abriendo paso entre la maleza: Juana Ríos Aizú, con su sonoridad nostálgica; Daimary Sánchez

Moreno, desde el teatro, y Bárbara Colio, cuya dramaturgia traspasó fronteras.

Sin embargo, el camino sigue siendo cuesta arriba. Es difícil salir de las garras de quienes se creen leones. Nos enfrentamos a un sistema que, como espejo siniestro, mimetiza el egoísmo en toda su gloria Hablar de ocupar espacios, cuando no se cuenta con un juglar que te anuncie o te respalde, es casi imposible.

Ya lo ha dicho con valentía Carolina Monraz: los premios estatales y las ferias del libro en Baja California no siempre reconocen el talento, sino la pertenencia a ciertos grupos. Siempre ganan los mismos, o los alumnos de los mismos, quienes ya conocen bien los territorios pantanosos. En Ensenada, Tijuana, Mexicali o Tecate, el esquema se repite como si fuera un libreto mal editado El líder de los changos sonríe, sus iguales lo imitan, y el sistema sigue reproduciéndose.

Se supone que hay jurados calificados. Pero muchas veces esos jurados resultan ser editores, promotores o compañeros de mesa de lectura de los galardonados. La misma mano que edita, publica, presenta, premia y organiza. ¿Dónde queda entonces la mirada

a los escritores independientes, para quienes no forman parte del as escritoras que publican por su cuenta, que forman sus propios las orillas, siguen siendo invisibilizadas. Publicar de forma indepenursos, sin becas, sin “apadrinamientos” pareciera ser una mancha, valentía. El sueño de sobresalir nos vuelve casi invisibles, como una un hormiguero oficialista que solo mira hacia adentro ctivos como Fenalem, antologías como El incendio que habitan, y ntes como Pinos Alados e Hipérbole Frontera están encendiendo izabeth Algrávez, Marcia Ramos, Nylsa Martínez, Leonor Farlow, ndo el cerco. Sus textos arden, cantan, sangran, nombran. No

creer que el reconocimiento es la única meta. Quizás hay que seguir servar desde el barandal, escribir sin esperar, pero sabiendo que lo uchas. Que ya no estamos solas.

Anotaciones desde el ombligo del mundo

ENTRE MUSGOS Y FICCIONES

La palabra “biosfera” suena a ciencia ficción, o a un poema mal traducido de algún científico con sueños de ser artista. Pero no es otra cosa que el delgado manto donde ocurre la vida: el aire que respiramos, los suelos que pisamos, el mar que nos da de comer. Es el conjunto de todos los ecosistemas, el escenario o quizás el personaje principal de esa eterna novela que llamamos mundo

Siendo un escritor, me cuesta no imaginarla como una criatura viva. La biosfera escribe en silencio: talla líneas en las hojas secas, dibuja signos en los cauces de los ríos, deja mensajes en el vuelo de los pájaros El problema es que muchos seres humanos no saben leer. O no desean hacerlo.

En teoría, deberíamos cuidar nuestro mundo En la práctica, la maltratamos como si fuésemos huéspedes ingratos en una casa prestada. Con el pretexto del desarrollo, la fragmentamos, la contaminamos, la vendemos en pedacitos. Le decimos “ recursos ” a sus entrañas y “ progreso ” al desangramiento Y aun así, nos asombramos cuando responde de manera agresiva.

Vivimos obsesionados con encapsular la naturaleza en una bonita esfera para visitar y

“desintoxicarnos” biosferas artificiales, invernaderos, cápsulas autosostenibles en Marte. Queremos controlar la vida, domesticarla Nos gusta más la naturaleza en miniatura, encerrada en una esfera de cristal que podamos exhibir. Lo salvaje nos da miedo. Lo libre nos incomoda.

Como artista y amante de la naturaleza, veo en esta contradicción un espejo sucio Lo bueno de este conjunto de ecosistemas globales es su capacidad de renovación, de belleza pura, de enseñarnos humildad. Lo malo y aquí me arriesgo somos nosotros Nuestra arrogancia Nuestra desconexión que causa que este mundo renovable tenga una fecha de caducidad si no hacemos algo.

A veces creo que la Tierra no nos necesita. Que si desapareciéramos mañana, en unos siglos no quedaría rastro de todo lo que hicimos, pero sí de lo que destruimos. El musgo cubriría nuestros monumentos. Los insectos reescribirían la historia. El silencio volvería a tener sentido Y eso, lejos de darme miedo, me parece poéticamente justo.

Pero mientras estemos aquí, me aferro a la idea de que aún podemos actuar distinto. Hay personas que siembran, protegen, escuchan

enuncia, ciencia que repara, niños que preguntan. Y eso, aunque no lo parezca, rte de la biosfera.

no somos más que una nota breve en la sinfonía del planeta. Pero incluso un biar la melodía

Interés Superior

VERDAD Y MUERTE

El Gólem de Praga es una leyenda de la Republica Checa del siglo XVI. En esos tiempos los judíos de la ciudad de Praga eran amenazados constantemente por los otros pobladores, acusados de secuestrar a un niño cristiano y haberlo usado en un ritual durante la pascua El Rabbí Löw junto con otros rabinos dibujaron un hombre con barro, lo rodearon siete veces mientras recitaban Génesis 2:7 “Entonces formó Yahvé Elohim al hombre del polvo del suelo, e insuflando en sus narices aliento de vida, quedó constituido el hombre como alma viviente” . Finalmente, Löw escribió en la frente del Gólem la palabra hebrea “Emet” (verdad)

Así el hombre de barro cobró vida y encontró al niño desaparecido, quien declararía la verdad en el juicio que se le realizaba a los judíos Su padre lo había escondido para acusarlos falsamente del hecho. Así el Gólem trajo la verdad y los salvó de la calumnia. Sin embargo, la leyenda del Gólem tuvo un giro inesperado, creció y se volvió incontrolable, el Rabbí lo repudió y para deshacerse de él, borró la letra “e” de “emet” dejando solo “met” (muerte en hebreo) quedando sin vida,

lo escondió en los subterráneos de la sinagoga de Praga.

La leyenda se puede entender como una especie de castigo hacia esos hombres por querer imitar a Dios o como una metáfora de la soberbia humana.

Pero que más soberbia se puede esperar de una persona que cree que tiene propiedad sobre las demás, en especial sobre sus hijos e hijas, discípulos, feligreses.

En noviembre del 2024, cuatro adolescentes de la comunidad judía Lev Tahor, en Guatemala, escaparon y denunciaron maltrato físico, sexual, matrimonio forzado, embarazos adolescentes La valiente acción contribuyo a que la fiscalía hiciera una investigación en el asentamiento de esta secta ultraortodoxa y en diciembre rescataran 147 menores, quienes siguen en custodia del gobierno de Guatemala

Pero Lev Tahor no es la primera vez que es señalada por maltrato infantil, desde su creación en 1988, su fundador Schlomo Hebrans fue acusado de secuestro, abuso y negligencia infantil. Por lo que la secta ha actuado de manera itinerante a lo largo de 30 años, enfrentando denuncias en cada lugar donde se

Canadá, Estados Unidos, Guatemala.

omo Hebrans murió, un año y heredero del liderazgo, ans cayó en una cárcel el secuestro de dos menores de apachula, Chiapas, fue upo de niños y niñas. Se sigue n por trata de personas y menores a uno de los líderes n fue aprendido en Guatemala olicitud de extradición por no de México el ministerio de terror de Lev in, desmantelado en líderes denunciados que se risión domiciliaria con miembros en prisión por os padres, se declaran eguidos por su religión, hacen uamente para recuperar las y las menores. o, no podemos olvidar que mas quienes denunciaron los ahora son acusados de hacer es por razones económicas. Gólem que ellos mismos a verdad y ojalá traiga ia y la reparación de tanto

Larissa.calderon

Larableu

F es de Fantástico

EL LOMO DEL MUNDO: TORTUGAS EN LA LITERATURA Y LA CULTURA

POP

El 16 de junio se conmemora el Día

Mundial de la Tortuga Marina. Uno de mis alumnos, al ver una imagen en el proyector del salón, me preguntó:

¿Por qué ese animal tiene la casa en la espalda?

Su pregunta me pareció más importante que la efeméride.

Las tortugas son seres de otra época. Animales prehistóricos que habitan la lentitud como si fuera un continente En la narrativa humana, han ocupado muchos más espacios de los que imaginamos. Han sido símbolo de sabiduría, de resistencia, de paciencia, de memoria antigua y, en más de un caso, de poder secreto.

En La historia interminable, Michael Ende nos dio dos tortugas memorables La primera es Casiopea, la tortuga luminiscente que puede leer unos segundos en el futuro y acompaña al maestro Hora. No habla, pero se comunica a través de palabras que aparecen sobre su caparazón brillante. Casiopea no corre, no necesita hacerlo. Camina con la certeza de quien sabe a dónde va antes de ponerse en marcha. La otra es la Vetusta

Morla, anciana, hastiada, casi inmortal y absolutamente indiferente al destino del mundo. Y, sin embargo, su existencia es vital para que Atreyu entienda que, incluso en el desaliento, hay una verdad profunda. Es curioso que, en una novela sobre el avance de la Nada, las criaturas más lentas sean también las que más saben.

La fábula de Esopo La liebre y la tortuga es otra herida que no deja de cicatrizar: nos recuerda que la velocidad no garantiza el triunfo, que la constancia y la humildad pueden más que el alarde A cada generación se le vuelve a contar esta historia, y cada generación tiene que aprenderla de nuevo.

En la cultura pop, las tortugas han cambiado de concha Las más famosas, por supuesto, son Leonardo, Donatello, Michelangelo y Raphael, las Teenage Mutant Ninja Turtles, o Tortugas Ninja Adolescentes Mutantes, que surgieron en los años 80 como una parodia y acabaron convirtiéndose en íconos. Tortugas guerreras, entrenadas en ninjutsu por una rata sabia, enfrentando al mal desde las alcantarillas. Un concepto que no debería haber funcionado… pero lo hizo.

das y mano: el tintos T se han compararticidimenuelve mparta puede cohebras, lvido. lleva olo y o es una la a inespevertido y d tan a del revio parte as, amosa miedo asi una rso al enta el ad del l Club de pelea por

ellos, pero los inspira. No impone su presencia, pero deja que la esperanza germine. En ese multiverso literario de King, la Tortuga es un dios dormido... y aun así, más grande que el horror mismo.

En las cosmogonías antiguas, hay tortugas que cargan al mundo sobre su caparazón En algunas versiones hindúes, el mundo reposa sobre cuatro elefantes que se sostienen sobre una tortuga gigante En la saga de Mundodisco, de Terry Pratchett, el universo flota sobre el lomo de la Gran A´Tuin, una tortuga estelar que nada por el espacio, indiferente al caos que habita sobre su lomo Las tortugas, entonces, son más que un símbolo de lentitud: son la metáfora perfecta del tiempo que no se apura, del conocimiento que no presume En una época de inmediatez y vértigo, pensar en ellas literarias, míticas, pop o marinas es una forma de resistir al reloj

Volviendo a la pregunta de mi alumno: ¿Por qué ese animal tiene la casa en la espalda?

Quizá porque, a diferencia de nosotros, no necesita construirla con prisas ni mudarse con angustia.

Quizá porque la lleva siempre consigo, como la memoria, como los cuentos, como esas historias que viajan lentas… pero llegan.

Matriarcadia

EL AÑO DE LA MUJER INDÍGENA

En México el año 2025 fue declarado el Año de la mujer indígena, tiene como objetivo destacar el papel de las mujeres indígenas en la lucha por la emancipación y los derechos de los pueblos indígenas. Así mismo, los días jueves 19 y viernes 20 de junio tuvo lugar en la ciudad de Chihuahua el Segundo Encuentro Internacional de Pueblos Originarios, Napawika Omowabo, Voces que se encuentran. De políticas públicas, derechos humanos y género, no escuché algo al respecto

Asistí solo un día por la tarde debido a cuestiones laborales, pero la inauguración me dio la impresión de algo oficialista, de apropiación del discurso indigenista para quedar bien, con visos de buenas intenciones y con perspectiva desde la derecha intentando introducir un discurso incluyente

No es que quiera ver a los gobernantes muy amigos de los grupos indígenas, pero sí con un conocimiento de interculturalidad en todas las esferas, digo, para eso les pagan y muy bien Y el gabinete muy blanquedo, hasta el titular de la secretaría debería ser de pueblo indígena. Yo solo pensaba en Fausto Reinaga, escritor y activista indígena boliviano, pionero del

indigenismo boliviano. Su discurso era muy radical. Pero no quiero analizar al personaje en esta ocasión Reinaga me llevó a pensamientos de liberación indígena general y pensé en Justicia India, de Ricardo Jaimes Freyre. En ese cuento dos indígenas que han sido robado por españoles conquistadores someten a los gachupines y los llevan hasta la comunidad en donde al caer el sol mueren desangrados.

Después, otro pensamiento mientras estaba contemplando las danzas de los pueblos representativos de Chihuahua, era el separatismo feminista

Ochy Curiel, antropóloga, activista y teórica dominicana del feminismo autónomo, lésbico y decolonial, expresó en una conferencia su postura hacia el feminismo separatista, añadió: “la mujer indígena no puede ser separatista […] ¿con quién voy a hacer mis luchas? Con mi compañero indígena”.

De nueva cuenta, la raza se contrapone al género. Qué estamos haciendo las mujeres feministas para que las mujeres indígenas no tomen el feminismo, me queda claro que la interseccionalidad nos habla de las diferentes

ondiciones que debemos ver en las personas, sin embargo, a partir del feminismo mos incidir, sin que estén los machos presentes, porque cuando ellas viven las die, ni las autoridades que estuvieron en el festival internacional, ni el Instituto de i las feministas interceden por ellas. n separadas. ¿Cómo voy a hacer mis luchas con un hombre que viola niñas en la ue explota el cuerpo de la mujer indígena, que también golpea y asesina, que ejerce rtir del cuerpo femenino indígena? La interculturalidad y debe estar presente en dios feministas porque si las mujeres vamos a reformar el mundo, la revolución mperialista, antifascista, anticapitalista y decolonial. ya

Nos vemos en el slam

LA SOSPECHOSA CENSURA AL MULTIFORO ALICIA

En la columna pasada hablé sobre la necesidad de imponer una censura gubernamental a los narcocorridos, al encontrarse México en un momento no ideal para estar idolatrando sujetos, que nunca en su vida han realizado un acto heroico y se esfuerzan por tener una vida candidata a la cadena perpetua

El resumen de mi punto de vista es que esas melodías son parte de los factores de reclutamiento de jóvenes embobados con la narcocultura, cuyas ideas les hacen creer en un vida de lujos trabajando para cualquier cártel, pero al final solo colaboran para mantener a un país jodido e inseguro.

Mientras se desarrollaba la discusión en redes sociales sobre esta medida ocurrió un acto de censura en la Ciudad de México: elementos de la Guardia Nacional y el Ejército arribaron al Multifloro Alicia y en seco pararon el evento del músico vasco Fermín Muguruza

Al otro día, autoridades de los diferentes niveles de gobierno soltaron sus clásicos comunicados reprobando la acción y asegurando una investigación para castigar a los responsables.

Para empezar, se dijo que el operativo fue a partir de una denuncia ciudadana por aglomeración en la vía pública, en ese caso, no llegan soldados, es una situación para la policía. Otra cosa, la Guardia Nacional y el Ejército solo mueven por orden de esas mismas autoridades que lanzaron sus comunicados

Desde donde se vea, el gobierno cometió una censura innecesaria contra un espacio independiente para la resistencia cultural, contracultura y manifestaciones artísticas alternativas, que causan miedo en el ámbito comercial.

Si en privado se encuentra en planes una censura general, en lugar de una particular con un motivo plenamente justificado ante un problema social, entonces tenemos a un gobierno de izquierda que está mutando en un maligno ser del pasado: el PRI de Díaz Ordaz, el PRI de Echeverría, el PRI de López Portillo, etc

La censura al Alicia es un acto que solo podría existir en una agenda de derecha por ser un espacios donde se han presentado agrupaciones y solistas con un discurso antigubernamental, pero a su vez apegado, o coqueteando, con la izquierda.

a Sheinbaum estuvo en esa noche en el Alicia e actualmente tiene como comandante

ativa por estos dos escenarios de censura. nal quiere mantener el poder y toma acciones cia.

ock (en este caso, entiéndase cualquier ea la bandera de la izquierda y se sueltan .

Inventiva

Autor: Estrella Gracia González

Género: Narrativa

Editorial: Catarsis Literaria

ISBN-13: 979-8851681127

Introspectiva

Compilador: Adán Echeverría

Género: Ensayo

Editorial: Catarsis Literaria

ISBN-13: 979-8871958384

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