delatripa No 17

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Número 17 Ago - Sep 2015.

delatripa: narrativa y algo más

Revista

Drenaje,editadaenMérida,Yucatán.Revistadecirculaciónmensual.DirigidaporAdánEcheverría (romeolobos@yahoo.com.mx).ConsejoEditorial:AlejandraAkéSustersick,JoeliaDávila,Cristina

Leirana,RobertoCardozo,MarioPinedaQuintalyÉdgarDamián.

Contenido

Era una noche de año nuevo

Gonzalo Vilo ....................................................... 3

Y,hablandodelsuicidio

Gonzalo Vilo ....................................................... 6

Cartas para un hombre invisible

Blanca Vázquez 11

Dos relatos

Luisa Albarrán 14

Fragmento

Lope Ávila

De Cuaterniones y Duendes

Juan Machín

Miprimerreloj

Violeta Azcona Mazun

InfernoAzzurri José Sifogrante

Un encargo especial

Daniel Ferrera

Renació:Ladesilusióndelsueño.

Daniel Poot Fuentes

La Rusia tomada

Iván Espadas

Bon Voyage, Nefelibata

Ángel Fuentes Balam

El inventario de los pasajeros

Oveth Hernández Sánchez

Esquizofrenia

Héctor Sánchez

Microficciones Roberto Cardozo ...............................................

De Autopsia a un copo de nieve

Roberto Cardozo ...............................................

delatripa: narrativa y algo más Narrativa y algo más Número17.Ago-Sep2015.EsunproyectodelaCatarsisLiterariaEl

Columnas

Incipit

Blanca Vázquez

Costillarliterario Fernando De la Cruz

Nos vemos en el slam Mario Pineda Quintal

ImágenesportadaeinterioresdelArtista José Luis García

Era una noche de año nuevo

Fueunanochedeañonuevo,laprimeradel nuevo milenio, y recuerdo que con el

Fabián y el Carlos habíamos decidido subir a uno de los pequeños cerros que quedan cerca de casa, para mirar mejor los fuegos artificiales.Llevábamosalgunascajasdevinoyun par de caños que le habíamos comprado al Costaypensábamosquelapodíamospasarbien mirando desde allí, tranquilos y alejados del mundo. Pero claro, no siempre las cosas resultancomounoquiere.

Eseañosehabíanorganizadounmontónde fiestasycarretesporaquíyporalláylaplaya, comosiempre,ibaaestarllenadegente.Pero no se, creo que estábamos un poco aburridos, chatos de hacer siempre lo mismo, que no quisimosiraningunodeesoslugaresypreferimos subir el cerro y tomar, tomar hasta que este año de mierda al fin se fuera a la chucha. Después,claro,iríamosalacasadelCosta,que teniaorganizadounvacilepiolaensucasa,pero esoseriamástarde,cuandolaestúpidaeuforia deotroañonuevoyahubieraterminado.

No me acuerdo a que hora empezamos a subir,perosirecuerdoquealpocoratoelcerro senoshizounatortura.Yaalamitadnosvino un cansancio terrible y ahí mismo nos dimos cuentaquenopodríamosseguirsubiendo.No tuvimos mas remedio que tumbarnos sobre unaspiedrasyquedarnosunratoallí,descansando. De inmediato, el Fabián aprovechó la oportunidad para destapar la primera caja de vino y el Carlos por su parte empezó a hacer lospapelillos.Ningunodijonada,yyo,quien

eraelmáscansadodetodos,tampocolohice, y solo atiné a alejarme un poco de ellos para mear.

Cuando terminé, me encontré con que el FabiányelCarlosyaestabanfumandoytomandoyhablandodecualquiercosa,haciendohora mientras allá en el puerto se preparaban los fuegos. Al principio, claro, no hablábamos mucho; sin embargo, cuando terminamos de fumarnos el primer pito y la primera caja de vino pasó a la historia, nuestra conversación comenzó a hacerse mas entretenida. Todavía era1999yalgunasmentesafiebradasalertaban al mundo acerca de las peores tragedias. Que el mundo se iba a acabar cuando llegara el 2000, que todo iba a colapsar y que nuestro sistema de vida se vendría abajo y que Dios entoncesllegaríaynosenjuiciaría.Ja,estupideces,yoalmenosmereía,aunqueigualhabía gente que se lo tomaba en serio. En fin, de prontomepuseahablardeeso.Sobrequepodría pasar si justamente hoy fuera el fin del mundoyeldíadeljuiciofinalllegara.Hablamos de eso por casi una hora y recuerdo que casi me cague de la risa

Otrostemassalierontambiénalpasoyestuvimos hablando unas cuantas horas mas mientras nos fumábamos otro y otro caño. Hasta el momento aquella noche se veía tranquila, sin nadie que pudiera cagarte la onda y nossentíamos relajados,comosisupiéramos quenadamalonospodríapasararribadeaquel gigante, al menos durante esa noche de año nuevo.

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Perojustoenesemomentomiréhaciaabajo, hacialafaldadelcerro,yviquevariosgrupos de personas comenzaban a subir. No muchos deellos,entodocaso,alcanzaronallegarhasta donde nosotros estábamos. La mayoría solo subió algunos metros y se ubicó muy abajo. Erangruposcomoelnuestro,consuscajasde vinoolasbotellasdecervezayloscañospara hacer la noche algo más interesante y no se percibíaensusactitudesalgunamalaintención.

Enfin,pasaronalgunashoras,ycomoalas docellegaronlosfuegosylosabrazosderigor. Luegonosotrosnosquedamosallí,ensilencio, hasta que al Fabián se le ocurrió prender uno de los últimos caños. Entre una que otra tos nos acostamos en el suelo

Fuecuandoocurrió.Aquelhombresaliode la nada. Estaba desnudo y caminaba como desorientado a través de los arbustos y le costabasubir,peroigualmentesediomañapara gritar a todo pulmón. Dijo cosas extrañas, y a mi,laverdad,entodomomentomeparecióque estaba como borracho o drogado al máximo, pero aun así todos quisimos oírlo.

—Oh, todos ustedes pecadores —decía— Deberíanestarsuplicandoporvuestroperdón.

Nosotros, que éramos los que mas cerca estábamos, solo atinamos a mirarnos con sorpresa.

—Todo vuestro libertinaje ha llegado a su fin —Volvió a gritar— Ha llegado la hora, miserables,dequepaguenvuestrospecados.

Entonces guardó silencio y se quedo allí, mirándonos con actitud severa, como si esperara ver el horror reflejado en nuestros rostros.

Loúnicoqueencontrósinembargo,fueron nuestras burlas y la risa que emanó de todos los rincones de aquel cerro. El tipo, en todo

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caso,siguióconsudiscurso,hastaquepocoa poco las risas y las burlas dieron paso al silencio. Yo iba observando los rostros de quienes estaban allí y debo confesar que percibíalgoextrañoentodasaquellasmiradas, incluyendo la del Carlos y la del Fabián. No me pregunten por qué, pero a esa altura de la nocheyosentíaquealgoibaapasar,nosecómo explicarlo.Lopeoreraqueelpersonajeaquel seguíahablandoyhablandoyhablando.Yno parabadedecirestupideces.

—Oh, vosotros —Seguía— No habéis hechomasquearruinartodoloqueoshedado, Arrepentíos ahora insensatos. Arrepentíos ahoraquetenéislaposibilidadderedimiros.

Me di cuenta en ese instante que el Fabián negabaconlacabezayqueelCarlosreprimía un insulto. De pronto, vi que alguien lanzaba algodesdeabajo.Eraunabotella,yesta,para malasuertedeltipo,diodellenoensucabeza. Intente no reírme, pero desde todos los rinconesdelcerroemergieronlasrisascontagiosas, ynomepudecontener.Quepuntería.

El hombre quedo tirado sobre los arbustos y las piedras, y gritaba de dolor, pero a nadie pareció importarle. Todo era muy extraño. Nosotrossoloseguíamosallí,yanoriéndonos, sino hechizados por otra sensación, y no hicimos nada, ni siquiera quisimos ir a ver cómoestaba. Entoncesotrabotellacayóydio de lleno en una de sus piernas; esta vez el proyectil lanzado fue acompañado por un insulto.

El estremecimiento y las sensaciones a esa altura eran muy confusas, aunque no menos liberadorasquelarisa.Élestabaallí,indefenso, ynosotrosteníamosmuchoquedecirle,mucho que vomitar, mucho que lanzarle antes de querer seguir escuchándolo. Había una rabia contenida, se percibía la ira desde todos los

rincones, y la verdad, no creo que nuestro amigo lo haya tenido muy en cuenta antes de aparecerse así entre nosotros.

—¡Cállate,hijodelasmil putas!—Legritó uno de los de más abajo, luego de tirarle una piedra.

De pronto, el Carlos pidió a los de abajo quesedetuvieran,yseacercóhastadondeestabatendidoelherido.Escuchéquelepreguntaba algo, pero el tipo no sabia ni donde estaba y sólo respondía incoherencias. El Fabián y yo nosacercamosyloayudamosalevantarse.

La cosa se había calmado un poco, así que tuvimos tiempo para taparlo con algo de ropa que el Fabián traía en su mochila. Su cabeza estaballenadesangreyteniaunagranhinchazón y un profundo corte en la ceja izquierda. Lolimpiamosyledimosunpocodevinopara queseabrigara.Estabatemblando.

Como el espectáculo había terminado, la gentepocoapococomenzóaretirarse.Lamayoríaapenassipodíancaminardeloborrachos queestaban,perodealgunaformaselasarreglaron para bajar sin sufrir ninguna clase de accidente. Nosotros le preguntamos al tipo si habíavenidoconalguien,sihabíaalgúngrupo que lo acompañaba, pero el nos dijo que no, queestabasolo.

—Todo se ha ido a la mierda —Murmuró de pronto el hombre, con gesto perturbado— Tengosangreenlacabeza.

—Eso te pasa por andar haciendo hueas— LoretóelFabián.

—Duele mucho —Se quejó el hombre— Estoyherido.

—Si,si—DijoelCarlos,conalgodepena— Pero se te va a pasar, no te preocupi.

Alfinal,decidimosdejarlosoloycomenzar elregresoalaciudad,ynialFabiánnianadie leimportóqueeltiposehubieraquedadocon laropayconelvinoquenosquedaba.Teníamos que apurarnos para llegar a la casa del Costa antes de que se le acabara el copete, así que nosapuramosenbajarelcerroloantesposible.

El año pasado nos habíamos perdido el medio carrete en la casa del Costa por andar hueveando en otro lado, y ahora estábamos decididosaquenonospasaríalomismo.

Ni siquiera volteamos cuando oímos sus llantos, menos cuando lanzó al cielo sus primerasmaldiciones.Solamenteseguimos.Ya nonosimportabaparanada.

…Y, hablando del suicidio

Lomasdifícildequereracabarcontuvida, almenosparaalguiencomoyo,noessólo el hecho de decidirse finalmente a hacerlo, sinoelcómo,dequémanerallevaracaboesta acción.Yesquenotodoslossuicidioslogran lo que yo pretendo desde hace tiempo, ni muchos de ellos tampoco consiguen elevarse y trascender en la forma que yo deseo. La verdad,muchosapenassiasomancomodébiles intentospormostrarseaunmundoquesumea todosenundesesperanteolvidoyestoscándidos deseos, estos valientes sacrificios, terminanchocandolamentablementeconlaindiferencia de una sociedad cada día más anestesiada,inconmovible,queapenassivacilaose despierta ante semejantes muestras de desesperación. No, yo no quiero que me pase eso, para mostrar mi rechazo, mi repudio a este lugar, a esta vida insulsa, desgraciada, para denunciar el sórdido fraude del cual hemos sido victimas necesito algo que perturbe, que permanezcaenlamemoriadetodoscomomi último grito, mi última queja que haré entregandomicuerpo,mivida,yaquelloportanto nodebesertomadoalaligera,jamás.

Por ejemplo, la gente se ha pasado toda su vidatratandodeevitarenlomásposibleeldolor y por ello eligen métodos simples y directos como dispararse en la sien o en la boca. Pero, si bien debo reconocer que es seductora la idea de evitar el dolor, en realidad, encuentro enestaformadesuicidiounasimplicidadanodina y sin mucha gracia. ¿Acaso alguien se acuerda de aquellos que se han dado un tiro? Bueno,estaKurtCobain,peroalmenoseluso una escopeta, una grande, y aparte ya era

famoso antes de morir, que es lo mismo que ser escuchado, y había vomitado ya toda su amargura. Es más, sólo necesitó suicidarse paraconvertirsunombreenmitoymeatreveríaadecirquesonmuypocoslosquerecuerdan cómo lo hizo.

Lo deTupper es otra cosa. Puta, ese hueón síquelahizo.Lanzarsedesdeundécimopiso, en un país extranjero, sin aclarar el por qué, eso fue la raja, eso es morir con estilo. Pasar deserunjugadorregulardelaUniversidadCatólicaatransformarsedelanochealamañana enídolo,ensímbolodeunequipo,consurostroysuvidaapareciendoentodosloscanales de televisión, fue magnifico. Claro, es una lástimaquenohayaestadoallíparaverlo,para comprobar lo que consiguió, pero igual creo quedebehabérseloimaginadomuchasveces, antesdedecidirsealanzarsealvacío.

A todo esto ¿Cómo se le habrá ocurrido? ¿Habrátenidorealmenteensusplanescausar toda esa conmoción, o todo fue producto del impulsodelmomento?

Si me preguntan a mí, creo que fue esto último. Vió la oportunidad, sintió esa asfixia en su corazón, y lo hizo; se lanzó y murió, o esa al menos es mi teoría: siempre las cosas que se hacen sin planearlas son las que mejor resultan,lasquemasserecuerdanyesteesun caso más que lo confirma. En todo caso, más que el suicidio en sí, lo que más me impactó de aquel hecho fue lo que provocó en el país. De pronto, en todos los canales de televisión eltemadelsuicidiopasóatenerunarelevancia increíble.Eracosanomásdeprenderlateley te encontrabas con programas en horario

estelarquetocabaneltemaafondo,viendocon incredulidad como los CésarAntonio Santis, losJavierMiranda,losFelipeCamiroaga,etc, discutíanyteorizabanacercadelproblemade Tupper y de la razón que lo había llevado a cometer aquel suicidio.

Eraasombrosoeladvertircomoporprimera vez,enlospocovariadosestelaresnacionales, habíauntemacapazdeopacaralosberrinches y los líos amorosos del show bussiness local. Yesqueimagínenseporunminutoloquesignificabaparamielveraesospersonajeshablando acerca de la depresión, de la poca comunicaciónqueexisteennuestrasociedadactual,etc, etc. Era impactante. Muchas veces hasta me sorprendía al sintonizar esos programas, sin importarlahoraoelcanal,yencontrarmecon lafiguraylavozprofundadeunodeaquellos tantossicólogosqueseinvitabancomopanelistas(Yque,comoprofetizóWarhol, tuvieron sus quince minutos de fama, por que después nunca más los invitaron) Hablando y corrigiendolainocenteideaqueteníamoselcomún de los chilenos y de aquellos mismos animadores,acercadeloquesignificabaladepresión. Laverdad,deboreconocerqueaprendímucho másescuchándolosduranteloscuatrodíasque durólaconmoción,queenlasaburridasclases desicologíadelauniversidad.

Otro suicidio que causo conmoción en nuestro país, fue el del cantante Gervasio. Su manerademorirenmiopinión,fuetrágicaya la vez sublime. Aquel hombre, aquel artista, agobiadoporlasdeudasyelfracaso,auntuvo undestello ensuconcienciaparaasombrarnos a todos y dejar una chispa de su talento artístico.Yesqueserencontradocolgado,ahorcado dentrodeaquellasogaenganchadadeltecho, noescualquiercosa,notodospuedenhacerlo, almenosporsupropiavoluntad.

Fíjenseamigosquenohaynadamásdesesperante y espantoso que morir sin aire, ahogado, en medio de una agonía eterna. No hay peorcondenaparaelhombrequeverseprivado de respirar, o sea, en esto necesariamente hay algodemasoquismo,dedisfruteporlaagonía, quenosedespiertaentodosdelamismaforma y que enciende un deseo liberador, un apetito violento, capaz de convertir cualquier sentimientoenunapropiaydespiadadaflagelación. Pero no hay que confundirse, este no es solo un masoquismo simple y por que sí, también hayalgodesentidoenél.Yesqueesteactoen realidad es cometido por un rechazo absoluto hacialavida,hacialasociedadmoderna,hacia todaslascomodidadesqueestatepuedebrindar,yenélnosetransmitenielmenorindicio de locura o de odio hacia uno mismo. Elegir este tipo de sacrificio entonces es rechazarlo todo, es mandar definitivamente todo a la mierda, es en otras palabras, contradecir los postuladosdeladignidaddelamuerte,esaque pretende abreviar el momento lo más posible con tal de no contrariar y angustiar a la sociedad,alrestodelosqueaunpermanecemosvivos.

Es tanto lo que provocó en mí la muerte de estecantante,quehastaeldíadehoylarecuerdo yhastarememorolosinstantesenquelanoticia fueinformadaenlatelevisión.Nuncamegustaron sus canciones, su música, nunca escuché deélnisiquieralamasmínimapalabra,nime interesó lo que tuviera que decir, pero aquel actofuelosuficientementefuerteparallamar la atención de todos, incluyéndome, como si enesemismoinstanteenqueescuchabayveía la noticia, pudiera sentir y oír el grito desesperado del artista, aprisionado y ahogado en elolvido.

Otraclasedesuicidio,quizásmenospopular,onotanusadaniconocida,eselenvenena-

miento. No conozco, la verdad, casos de este tipo,yquizásporelloesqueloheelegido(Si, apropósito,semehabíaolvidadomencionarlo, perohedecididoenvenenarme)

Este método es bastante antiguo, y en mi opinión, bastante sofisticado; de una solemnidadquetrasciendeyquebrindayhacedisfrutar al hombre de una simbólica dignidad. No por nada los griegos la utilizaban dándole extraños nombres, como la cicuta, la cual tomabanloscondenadosamuerte.

AqueltiempodelquehablofueeldeSócrates,unodelosquebebióaquelbrebaje,yami juicio,sumuerterayóenlaperfección.Aquella muertebuscabatantoelperdurarenelrecuerdo como a su vez evitar el dolor, o al menos la agonía,yloconsiguieronplenamente.Talvez el ejemplo de Sócrates desvirtúa un poco el sentido de este escrito, ya que lo suyo no fue unsuicidio,perodetodosmodosvalelapena mencionarlo.

Aunque,¿quiénpuedeasegurarquelosuyo nofuedeunouotromodounsuicidio?Después de todo, lo único que tenia que hacer aquel filósofo era reconocer los errores y las culpasdelascualesseleacusaba,ypedirperdón a sus enemigos. O quizás haber escuchado a susamigos,quienesalfinaldesusdíasleconminaronaescapar,ofreciéndoseparaayudarle. No,todoaquelloSócrateslorechazaría¿Pero porqué?

Esobvioquesusentidodelorgullo,elcual leimpedíareconocerqueestabaequivocadoy vivir en la hipocresía, o su sentido del honor que le impedía actuar como un cobarde, o ser almenosvistocomotal,fueloqueleimpulsó a actuar de aquella manera.Aquel estoicismo encarnadoensupielyquelehaciapensarque era moralmente superior a los demás le obligaba a no rebajarse al nivel de ellos, a no

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aceptar aquel mundo en donde había sido enjuiciado injustamente y que no valoraba su trabajo y malinterpretaba sus acciones. Aborrecíaaquelmundo,aquellasociedad,secreía mejor que ésta y por ello no tenía miedo de verse privado de la vida, si con ello dejaba firmemente marcado su rechazo. Yo me pregunto ¿Hay otras razones, hay otras palabras queresumanmejormisentimientoyeldelos otros personajes de los que te he hablado? En mi opinión, todo suicida es un estoico, al menos un estoico consecuente.

Es por eso amigo y paciente lector que he elegido este último método. Se que deben haberotrosquesemehanquedadoatrás,pero entoncesestoseharíamuylargo,máslargode loqueyasehahechoynosesitengaeltiempo para hablar lo suficiente de todos ellos. No ahoraqueelfinalhallegado

Sin embargo amigo mío, ahora que el venenoatraviesamigargantayseasientapocoa poco en mis entrañas, tengo la sensación de que todo se hace más claro, penosa y ridículamentemásclaro¿Quiénlodiría?Unsimple matarratashaservidoparailuminarme.Apesar de que mis emociones no han variado y sigo aborreciendocontodamialmaestemundoen donde vivo, de pronto me he dado cuenta que nada de lo que estoy haciendo tiene el menor sentido.Sí,definitivamentehesidounimbécil al creer que lograría algo con mi muerte.Yes que¿deverdadpensabaquealgosepodríacambiar?Perono,todovaaseguirigual, ynosesi aquello es bueno o es malo, pero al menos si sé que es decepcionante, tan patético como nuestrasvidas.Lomasvaliosoquetenemosno alcanzasiquierapararemoverloscimientosde este sordo gigante. Todo termina convirtiéndose en un vulgar escape, en un odioso llanto deniñotaimado,enunpenosoyabsurdointento por demostrarles a todos su error, la injus-

ticiaquehancometidoalignorarme,alolvidarme.Laegolatríaynoelestoicismomehaconsumidoyyanotengodeseosdeculparanadie. Todo se ha ido al carajo, no, yo me he ido al carajo, y me he ido solo y ni siquiera este ultimo y conmovedor esfuerzo de mi parte ha servidoparavengarme.Todoenrealidadsereduceaunasimplicidadaunmásanodinaqueun tiroenlasien:mañanasaldráelsolyyonoestaré allí para verlo y eso es todo lo que se me vieneahoraalacabeza.

Solo lo siento por ti. Tú que llegarás y te encontrarás con mis restos inmundos esparciendosuputrefacciónatravésdelaire,yque

tequedarásconlapeorimagenqueunhombre puede guardar: la visión de la muerte, de la inercia, del vacío que lo ensombrece todo. Perotendrásqueavisarles,tendrásqueavisarles a todos y ser testigo de los pobres llantos de quienes aun me conocen y me aprecian, sabiendo,teniendolacertezadeloabsurdode todo aquello, por que tu sabes que el tiempo lavará esas lágrimas y que los bichos despiadadosdevoraránmicarneyroeránmishuesos y que en poco tiempo ya no seré nada, ni siquiera un recuerdo y todo mi vano intento se habrá olvidado, en medio de la crueldad y la incomprensión del tiempo, todo

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Cartas para un hombre invisible

(Fragmento)

Carta 1

Holadondequieraqueteencuentres:

Nunca he entendido por qué mi cerebro no tehaeliminadocomoarchivoquesevaalbote deloperdido.Quizámuyenelfondoestágrabado tu nombre, quizá muy dentro de mí te recuerdocadasegundodelaexistencia.Nunca mehagustadodemostrarqueteextraño,pero a más de uno le he contado mis historias contigo, son pocas, lo sé, pero creo que son esos los momentos en que mi corazón más se haalegrado.

Alguna vez escuché que la alegría era ese montóndepequeñascosasquesevivíanadiario y que provocaban en uno un derroche de endorfina.Quizáyomismabuscabaunpretexto paraseguirdíaadíayderepentesacabademi bolsounabarradechocolateymientrasloiba mordisqueandodejabasalirdemibocapequeños quejiditos de placer, o bien, me ponía a bailar en el primer sonido de salsa que se me atravesaba (aún cuando aquel hombre con el que salía se molestaba porque pensaba que andaba en ritual de apareamiento). Cuántas cosas hice para sentirme feliz aún cuando no estabasamilado.

Sí,terecuerdo,tantoqueavecesmemolesta recordarlo. Vaya paradoja ¿no? En algunos momentos cerraba los ojos y pensaba que si yoteinvocaba,eneseinstante,enesemomento, tú, en cualquier lugar de este país recordarías mi rostro y que por unos momentos tu pensamiento lo dirigirías hacia mí. Pero no sucedía, o al menos eso siempre he pensado,

porque aunque antes no había estos medios tecnológicosdelaredyloscelulares,síhabía esos teléfonos maravillosos de discar y me sentaba al lado del sillón verde que había en casa cuando era niña y pensaba que timbraría tres veces y yo correría a escuchar tu voz. Nuncasucedió.

Mehepuestoapensarcómoesquealgunas cosas que estudié en la primaria han quedado borradas de mi mente, sí, en serio, esas cosas complicadas de los números y sus múltiples formasdesufrimientoqueBerthainfringíaen los que estudiábamos con ella, y por qué tus ojos, esos tan grandes y expresivos no se han extraviadoenalgúnsitiodelostantosañosque hevivido.Recuerdomuchounamañananublada en la que nos sacaron al patio de la primaria República de Malí para escoger a la niña que bailaría ‘La negrita Cucurumbé’, esa canción de Cri-cri que ahora reconozco como racista y excluyente, pero que en aquel momento era la perfecta ocasión para que tú llegaras y me dieras un beso. Así que cuando la maestra solicitóalgunasvoluntarias,yomelevantécon paso tan firme al lado de otras niñas tímidas quedemanerainmediataviensusojosqueyo, yoseríaquiensevestiríaconesetrajerojocon bolitasblancasyquellevaríauncestodefrutas deceraenlacabezaconunpañueloqueemulaba aAunt Jemina. ¡Qué risa¡ Bailaba como desesperada y sólo veía en mis ojos tu rostro.

"La negrita Cucurumbé, se fue a bañar al mar,paraversilasblancasolas,sucaritapodía blanquear".

Esedíadelfestivalmímadremellevabade lamano,caminamosporlaCol.UnidadModelo y mis pies fríos pedían que pronto llegáramos y todo acabara, pero al mismo tiempo teníaunaesperanza,vertellegaraprisa,desesperadoporvermemovermipequeñocuerpoy quesólotútesintierasorgulloso.Nollegaste. Todos,menostú,mefelicitaron.Creoqueahí empezaríamividaenlafarándula.Esoledaba gustoamimamá.

Ella siempre tiene un corazón enorme, se guardatrassussantosysuDios.No,nolacritico, sólo que entiendo que cuando alguien pierdealamordesuvida,tienesqueagarrarte de algo o de alguien para poder continuar en estejodidomundo.Teaseguroquecuidomuchomispalabras,perosí,enverdadestájodido. Si no fuera así, ella habría vuelto a sonreír de manerasincera.

Vivir con ella me enseñó muchas cosas. Primero, ser hija única nunca será malo al contrario de lo que todos dicen, ella me hizo unamujerindependienteyconvariascompetencias (esa palabra está muy de moda en el argotacadémico)aprendíhawaiano,jazz,canto, pinturayhastaunpocodealfarería.Unestuche de monerías como decía mi abuela. Creo que mimamáseemocionabacuandomeveíaenun escenario.Vivirlavidaatravésdeotroaveces daresultado.

Me preguntaba cómo es que tú te habías marchado, por qué si cuando veo las fotos se vendetanbuenaforma.Enserio,lafelicidada veces escapa al papel fotográfico. Lo malo es que algunas veces se va muy lejos. Segundo, aprendí que el amor es una reverenda mierda (mmm,siyasé,milenguajenoeselapropiado) loes,loreafirmo.Talvezheexagerado,elamor es un estado pasajero, no es eterno ni vive en unasolapersona.Talvezporesoestoyenamo-

rada de varias personas, algunas en el mismo tiempoyconotraslessigoamandoapesarde los años. Pero como ves, nadie está conmigo. Y tercero, mi madre me enseñó que puedo lograr lo que quiero, y en eso le debo que siempre creyó en mí y en toda la sarta de tonteríasqueemprendía.

Muchastardes,cuandotodoempezabaasaberasilencio,yoveíasusmanoscansadasfrentealamáquinadecoserymaldijeelmomento enquetehabíaconocido.Creoquenacistede muymalacepa,miraquejoderlelavidaados mujeres,enelmismotiempoydeigualmanera.

Cuandollegabalanochemimamámellevabaaunrinconcitodelasalaparaquelaacompañaraarezar,ahíteníaunaltarconundesfilede santos, tantos como para tirar "pa arriba". Yo dejédesercreyenteyahacemuchosaños,pero en aquel momento, me hincaba con una fe divinaquehastasentíadeprontocómopasaba por mi lado el espíritu santo y hasta decía yo queolíaarosasoajazmines,elchisteeraque olieralindomientrasdiositoestabacerca.Recé cientos de veces el rosario, cada cuenta un ruego, con cada cuenta de ese rosario de madera, rogué porque un día cualquiera llegaras abriendolapuertaymetomarasentusbrazos. Creoqueahoraencuentrolarazóndemiateísmo,tantassúplicasparanada,tantosllorosde cantossacros,paraquealfinaldijera:Hágase tuvoluntad.Ymiraquesehizo.

*Separarsedelaparejanosignificasepararse deloshijosqueseprocrean.Serpadreomadre siempreseráunaresponsabilidadsocial.

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Dos relatos

No creo ser cabrona.

No traigo en la sangre ninguna vena de cabrona;quizásoycomounalobaquecojeay se hiere las patas cuando camina en asfalto sobrecalentado. Últimamente cualquiera se llamaasí;secreencabronsísimasporqueescuchan a Jenny Rivera, beben whisky y andan tirando peste y madre en contra del género masculino.

Es cierto que siempre le he tirado a esos hombres intrigosos y mentirosos, pero a la bebidalehuyo.

Quizá porque mi vena materna es fina, mi apellido corto; mi abuela dice que viene de sangreespañola,quetuvotíosconojoazulclaro y verde, así que no te asombre que tenga un hijo con ojos claros.

Aunquedelavenapaternanosé,quiénsabe... Dice papá que su madre era una cabrona. La verdadesquenolalleguéaconocer.Letocaron tiempos malos en que le entraba durísimo al alcohol y se enojaba por todo; había días en queandabatodasuciarondandoporlascalles; aveceshastadormíaenlasbanquetas.

Cuentan que cuando era más joven, y mi abuelo no le daba la pensión alimenticia iba a tirar piedras a su casa o le apedreaba el cobre del auto, que hasta una vez le soltó un balazo.¡Ella sí que tenía ovarios! Las naguas bienpuestas.Noletemíaanadanianadie.

Fueunalástimaquemurieratanjoven,que seperdieraenelalcoholyquetuvieradepareja

aunhijode lachingada;queyosolosepapartes desuhistoria,quenolarecuerdedeltodo,que nolahayaconocidoenesaépoca.

Su muerte ocurrió en los primeros días de Octubre, fue un inicio pesado, sombrío. La encontraron muerta en su casa un viernes. La encontró su hermana Petra, que corrió a avisarle a mi papá y él llegó con todo para levantarla.

Esanocheen lafunerariaserumorabaque teníadospuñosmarcadosyloslabiosmorados. Pero no sé, no me consta, no recuerdo.

—¿Cómo sabe tanto la gente; si la tapa del ataúdpermaneciócerrada?

Ellasiemprefueunahombreriegaardiente, esabocadebiódebesarauncentenardehombres y se debió negar a un millar más; dicen quesuamanteenturnoteníamalaleche,muy malaleche,quelamaltratabafrentealagente yquesi laencontrababorracha;labañabacon aguafría,bienfríaylagolpeaba.

En ese tiempo rentaba una casa de Lomas Altas, y por estar en el cerro en la madrugada el frio era similar al de la nevera; quién sabe quéfueloqueenrealidadterminóconsuaire, silamadriza,lahipotermiaolasobredosisde alcohol.Nadiequisodetalles;asíqué,lamorguenoentró.

Cuando la sepultaron todos se arrimaron a ver la caja porque la abrieron para echar los huesosdesumamá;yoteníaonceaños, letenía más asco a esas cosas que nada. Pero la gente chismosa, que nunca falta, la vio, dijeron que

quedóconlabocaabierta,quelosdelafuneraria se la rellenaron con algodón.

Notengounaimagenconcretademiabuela, fueronpocosaños,ynoconvivíconella;pero hoymedijeroncabronayesapartedemimemoriaseabrió.Aunqueahoraquelopienso una vez la vi sonreír en una foto vieja que guarda

mipapáenlagaveta.Vestíaunafaldaalarodilla decolorclaro;dejoveneraendemoniadamente atractiva, esbelta,adosotresdebiótraerloco por ella, dicen que se parece a mí o yo me parezco a ella. No lo sé bien, eso dicen, pero quiénsabe.

El Lamborghini amarillo.

Unaselapasacontandocosasduranteeldía, cosasparaunamisma,cosasqueseinstalanen lospensamientosporminutosuhoras.Darles hiloalasdelaoficinaeratejerunsuéterouna bufanda en un sólo día. Se supone que ya no deberíatener losrecuerdostanfrescos.Quizá nodebíaceptarlostérminosycondicionesdel gerentegeneral.

Miequipopodíavendercincuentacasasala semanasinproblema,perodepronto,unanube oscuracomenzóarodearmeyyohacermepequeña,pequeña,enrealidadqueríaentrarenuna especie de túnel y escaparme al País de las Maravillas.

Caíyresbaléhastaelfondo.Perocomodice mi amiga Perla: "Si te caes por pendeja te levantasporchingona".Asíquenotuveopción de tirar la toalla; ser estafadora no era lo mío.

Todos podían leer en mi maquillaje la angustia y la agonía; el corazón, en cualquier instante,meexplotaría.

La primera semana fue intensa y caótica. Los interrogatorios eran continuos, desde el gerente general,regional,recursoshumanos,

hastaeldueñodelaconstructoradesfilaronpor mioficina,andabacomoperraconlacolaentre las patas. ¿Cómo era posible que no me hubiera dado cuenta de los robos hormiga, de ladocumentaciónfalsa?

MierrorfuedarleaRaúlelcontenidoentero demivida,perosobretododemiscuentasbancarias.Despuésdesurenunciavinierongrandes tsunamis:lamitaddelaconstructorahabíasido defraudadaporél.Entrepréstamos,guardaditos y anticipos. La otra mitad estaba enfurecida porquehabíansidovíctimasdeunestafadoren potencia. Toda el área de crédito estaba en aprietos.Deacuerdoalaúltimaauditoriahabía veinte o treinta casas que nunca se habían entregadoalosdueñosyselesdescontaba,pero ellos no habitaban las viviendas, ni siquiera habíanfirmadouncontrato.

Raúl,enmenosdeunaño,debíalacantidad de dos millones de dólares. Yo, perdí el color delapiel.Micasafuecateada,miautoconfiscado. Salimos en televisión a nivel nacional. "ElFraudedelSiglo"porIngridMartínezyRaúl Sánchez,conletranegritayenprimeraplana.

delatripa: narrativa y algo más 15

Nuestras oficinas fueron tomadas, auditores, hacienda, marchas; día y noche era un caos. Entre clientes que pedían el reembolso de sus anticipos y cancelaciones de contratos y de venta de casas. En semanas se perdieron millones.

Todospensabanqueyosabíadóndeestaba él,eldinero.Unacosaeraquetuviéramossexo yotraqueyofueralasombradesuspasos.

Confieso que no era un hombre para nada agraciado,erabajodeestatura,teníalosdientes chuecosycaminabarengueando.¿Quéleveía que se me hacía tan irresistible? Él tan lleno degraciaperosobretododelabia.Pormucho tiempovivíenlamentira.CreyendoquesuexesposaPolet,eraunabruja,quenolepermitía tocar dinero del fideicomiso, de las cuentas bancarias,delacasa,quevivíaenelcuartode huéspedes,quenoleplanchabanilecocinaba, que él era un buen ‘amo de casa’ que todo el tiempo estaba al pendiente de sus hijos, que era ella la que se negaba a darle el divorcio; queyanoerafelizasulado,todacuántarazón habidayporhaber.

Para mí su vida conyugal era lo de menos. Me traía súper enamorada, con las alas bien estiradas.

Lapreguntaera:¿Quélehabíahechoatanto dinero, cuando no era ni capaz de pagarse el café de las ocho? Flotaban tantas preguntas, todos pensaban que yo era la culpable de la estafa, que en mí estaba cada centavo que estafó. QuemiszapatosChannelveníandeél,de lasestafas,delosroboshormigas.Perolojuro yloperjuroqueno.Misueldoeramódico,más quemódicomuybienremunerado. Quizádebía deponerentodaslasoficinaseldetalledemis estados de cuenta. Para que dejaran de secretearse en los pasillos.

Recuerdo que la última semana que estuvimos juntos visitamos una agencia de autos, estabainteresadoporunMiniCooperdemedio millóndepesos,unLamborghiniyunFiat.Supe un mes después, cuando el agente de cobranzamevisitóenlaoficina.

—¿Señorita Martinez? —muy atento decía— tiene un mes vencido por cantidad de cincuentamilpesos—Cincuentamilpesospor dosaños—.UnLamborghinidecasiunmillón y medio de pesos? Puse el grito en el cielo y por poco me da un infarto. Ese día me hiper ventile,semecoagulólasangre,porpocoyel corazón me falla; llegaron los servicios médicos y estuve una semana entera en el sanatorio.

Una semana después mientras comía una gelatina sin sabor en el sanatorio me decía:

—UnLamborghininoesparacualquieray cargadoamicuentamuchomenos.¿Endónde estaría con mi Lamborghini? ¿Qué calles caminaríaconsusbotasCuadra?¿Conquémujer se andaría padroteando? Esa güera peliteñidanocombinabaconél.Muchomenosyo rubia,ojiverdeysindinero.

La parte que menos combinaba con él y conmigo era la de Sin dinero.

Me dejó en la pobreza extrema, para mis gustos tan caros. Como todo veneno recién detectado, había días en los que se metía en los poros de la sangre; las ganas por sentir su piel me quemaban, ardía por escuchar sus historias tontas y falaces.

SeríagananciamanejarelLamborghini;que medieraunpaseoporsuvida.Sólouno.¿Era muchopedir?Creoqueesunacuotarazonable debidoaquetengoquepagarcadacéntimodel Lamborghini.

delatripa: narrativa y algo más

Los de la agencia fueron muy comprensibles, pues yo no me negué a pagar y ellos tampoco querían una demanda. Propusieron rastrearlovíaGPS.Pero¿paraquéqueríaaRaúl en la cárcel? Las rejas serian un lujo para él, trescomidasaldíamásvisitasconyugales.No, tenía que dolerle. Hacerlo retorcer de dolor. Quitarleloobtenidocontancrueljugada.Matar alareina,hacerquesureyseahogara.

EsciertoquelosdominiosdeRaúleraninfernalmente atractivos: sus laureles, mi Lamborghini, su casa en Cancún, el hijo de no se sabe quién, y su lloriqueo por Polet; aunque pormuchoque meparecieraaellanolellegaba a las rodillas, ni ella me llegaba a la cabeza. Entonces estábamos pagadas con la misma moneda.

Pero el Lamborghini era otra cosa, desde quetuvequepagarcadapesolashorasmarcaban Lamborghini,elairesusurrabanLamborghini, miscuentasbancariaseranvaciadasporelLamborghini.

ElLamborghinimesorprendía,meelectrizaba,meinflabalosglóbulosrojos,enfermaba a los blancos, me quitaba grasa del cuerpo. Seríafantásticosentirelvientoaunavelocidad de doscientos kilómetros por hora. Escuchar el rugido del motor y tomar las curvas a cien por hora, rechinar llantas a un centímetro del precipicio.

EramiLamborghini,lohabíapagadoconel sudordemisventas,demicasa,demiauto.

Para Raúl, yo era inferior, una compañera de trabajo bastante molesta y conflictiva que lo había mantenido a raya para qué no hiciera fraudes. ¿Por qué habría de dejarle el Lamborghini? ¿Por qué? Así que ideé un plan, instalé en mi smart el GPS del Lamborghini, pedíalaagenciaunduplicadodelasllaves.

Loprimeroerasubirdeclasesocial,asíque debidoamisituaciónfinancieraenbancarota, pedí al dueño de la constructora vender las mansiones de la calle Rivera. Esas casi nadie quería porque estaban sobre valuadas, los decoradores abusaron del presupuesto y la plusvalíadelosinmueblessesobrevaloraron. Pero no me importaba, con dos mansiones vendidasalmesteníaparamisgastosdeldíay pagarlacuotamensualdelLamborghini.TendríanqueesperarmisviajesaParís,aPragay China;lascomprasdelenceríaenlaquintaavenida.QuizáunfindesemanaenCancúnpodría costearmesinningúnproblema.

El viento estaba a mi favor, puesto que esa cartera la despreciaban y sin mayor contra tiempomelacedieron,ahoraeracoordinadora de ventas y vendedora de mansiones en mi tiempolibre.Elprimermesvendícincomansiones,nadamalparauncomienzo.

Yoeraunamáquinadecafeínayadrenalina pura. Jornadas mayores a 12 horas, cierre de ventas en centros nocturnos después de medianoche.

Sin embargo, el Lamborghini aparecía en missueños,enmicomida,enelvidriorotode laventanademinuevodepartamento.Cadadía iban cayendo de mi gracia las poses de Raúl, sus clichés, su manera de envolverme para sacarme los cinco o diez mil.

Él,tanpandeDios,tanbuenapersona,con tantas bendiciones, tan hijo de Cristo y de la chingada.

Poseía una vena de crueldad, disfrutaba el conflicto a su rededor, se apoderaba de las mentes,lasalteraba,lasmoldeaba,lasroía,les poníabombascuandoquería,comolavezque llegó Polet a la oficina, orgullosísima de que Raúl era el coordinador. Polet con sus pantalonesvaquerosyunablusaacuadrosrosacon

blanco,elpelorevuelto.Siemprerevuelto,ya mísemerevolvíahastalasentrañas.

Recuerdo que ese jueves teníamos una demostración,yquehacíacalor.Poletapareció enlaoficina.

—¿Ellaquéhaceaquí?—mepreguntaba,me revolvía, modulé mi respiración para que la sangre no se coagulara en el cerebro, pero la carótidalateníaalterada.Jugandoalaesposa cariñosayfiel.Eraunapesadilla,hastaFreddy Kruegerlehubiesehuido.

—¡Buenos días, —su voz infantil era una patada severa en los ovarios. Odiaba su hipocresía.Suvocecillademoscamuerta,siempre quería caerle bien a todo el mundo, pero a mí mecaíaenelhígado.

Contestéindiferenteycortante:—¡Buenos días! —Arrastré la última palabra y regresé a la pantalla de la computadora. Raúl era mi manoderecha,asíquecompartíamosoficina.

—¡Miamor!—vitoreóPolet,mientrasRaúl esquivóunbesoquepretendíadarleenlaboca. Intentó ser cortés, pero el aire era tenso.

Poletsemantuvosentadaconlaespaldarecta ylasmanosjuntas,sonreíaconsecutivamente a Raúl.Yomeapresuréajuntarlascosaspara irarealizarlapresentación.

Ellaeraunaintrusa¿Enquépartelaciudad se había perdido cuando hallé a Raúl en su canasta y era un pequeño niño, con la autoestima baja, con ropa barata que pedía ser rescatado y alimentado? Pero la gota cayó y derramó el vaso, tenía que meter sus finas manosdemujerdecabaret.Teníaquemeterla cola en los asuntos de su marido.

Sobretodaslascosasqueríadesaparecerlos delmapa,volveraunpuntoneutral,adóndelo único que me preocupaba era cumplir con los objetivosquemepedíanenlaempresa.

delatripa: narrativa y algo más 18

Estuvoconnosotrosenlapresentación.Los prospectosestabanfascinadosconlacasa,pero Polet se mostró más interesada que los clientes,entodoelrecorridonosllenóconpreguntasinfantilesyabsurdascomo:

—¿Cuántosmetrosmideestárecamara?— Preguntababurlonamente.

—Cuatro metros de largo por cinco de ancho—contestéfastidiada.

—¿Es posible que le pongan un baño más amplio?—Paraquéqueríaunbañomásamplio si era una hormiga de un metro con veinte centímetros.

Loquemásmepurgóesqueesacasaerami ideal. La que yo quería comprar para Raúl y nuestroshijos.Jardín,jacuzzi,piscina,cuarto dejuegos,biblioteca,ático,etc.Estabahaciendo ya el papeleo, pero no podía dejar de mostrarla hasta que el banco aprobara mi crédito. Lo cierto es que esos clientes la pagaron en una sola exhibición al siguiente día y la casa de mis sueños se fue al caño.

Mi abuela dice que nunca se leer bien los presagios,yesefueunodeellos.Perderlacasa de mi vida. Esa noche comí un gran bote de helado y recordé a Superman; Superman que fuemiamorplatónicoenlaadolescencia;nos imaginaba en la luna, su mano en mis manos diciéndole:SoytuLoisLane.Tepuedosalvar deLexLutor;peroándateconcuidadoporque puedosertucriptonita.

Después del fraude no me quedó más que acostumbrarmealmaquillaje,aloszapatos,a laropabarata.Lopeoreraconducirelautoutilitariodelaempresa,siempreoliendoextraño, peronohabíadeotra,eltransportepúblicoes uninfiernoarmando.

Undíasemepidiómostrarunacasacercana alademissueños.Desdelodelfraude,atodo

loquemeordenabandecíaquesí.Meconvertí en un robot que sólo recibía órdenes y las cumplíaalpiedelaletra.

Elcorazónlotraíadescontrolado,desdeque perdí la casa, el simple hecho de pasar por la calle o la colonia me hacía trizas el alma. Era unpocopatético,asíqueloevitaba.

Alisté mis cosas, me dieron las llaves de la casa.Iba conduciendoelauto,canturreaba El submarino amarillo de los Beatles; siempre esamelodíameponíadebuenhumor.

De pronto el GPS comenzó a sonar, una lucecilla roja mostraba que estaba en el radio de mi Lamborghini. Para mi sorpresa la luz y lacasadedondeproveníaeralademissueños. ViaPolet,eneláticodelacasa.ViaPoletrecibir a Raúl que bajaba de mi Lamborghine amarillo.

Frenédegolpe.Frenéymefrenéamímisma porque en ese momento tuve deseos de traer unarmayvaciarlaenesadesgraciada:micasa, miLamborghini,mihombre.Nomequedó más queenfriarmelacabezayconcentrarme.

Miéticaomiprofesionalidadmeimpedían dejar a los clientes plantados, ganas no me

faltaban, mostré la casa con gran alegría, con ganas,sepodríadecir Vendílacasacomoera de esperarse.

Dejé el auto utilitario de la empresa. Tomé lasllavesdelLamborghini. Hiceunasllamadas, Subíauntaxiamedianoche.Fuialacasa,ahora de Raúl. Por suerte lo dejaba en la entrada; siempre tuvo mala pata para meter los coches algaraje.

Desactivé la alarma de mi auto. Subí. Lo sentí temblar contra mí. El rugido del motor mepenetróenlasangre,lomanejécongusto, con gracia. Guardé el auto en la casa de mi papá, lejos de la ciudad, de los rumores, de la gente.

Aldíasiguiente,lleguécomotodoslosdías antesdelasnueve,eraextrañoquemuchagente ronronearaporlospasillostantemprano.Todo elpasillodelaoficinaeraunmardesusurros, en primera plana había una foto de la casa de Raúl, nadie sabía que era su casa, susurraban que esa casa la había vendido la inmobiliaria; alparecerunafugadegashabíaocasionadoel accidente, los habitantes de la casa habían muertodebidoalaexplosión.

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Fragmento 30

en el que se cuenta la historia del primer niño que llegó huyendo a San Juan de las Maletas Frías

Francisco Lope Ávila

Mi papá es bueno. A veces, cuando pasan los días y no va a trabajar, se pone extraño. Tiene la vida cansada. Yo soy muchos silencios ante él.Ayer me llevó a la casa de empeños de la avenida. Nos paramos frente al señor que atiende los empeños. ¿Qué es lo que traes? A mi hijo. ¿Cómo? Él sí funciona. Si le dices canta mi hijo canta. Si le ordenas que vaya a la tienda a comprar, él va a la tienda a comprar. Pero tienes que darle primero el dinero. Así es como mi hijo funciona. ¿Estás loco? ¿Cómo piensas que voy a recibir a tu hijo que anda sin zapatos, le cuento las costillas de tan flaco y apenas sabe leeryescribir?Tráemeunaparatoeléctricoounabicicleta. A tu hijo, no. Mi papá respondió que yo era mejor que esasmáquinas,quefuncionabamuybienylerepitiócómo lo hago. Además, en la pared dices que aceptas todo lo que esté funcionando. Mi hijo sí funciona. Mira: Y mi papá me tomó del hombro y me dijo que saltara. Yo lo miré a los ojos y traté de hablar, de decirle papá no me empeñes.Elseñordelosempeñostienerazón.Estoymuy flaco, no tengo zapatos y sí mucha hambre. Todo esto lo pensé,peroningunapalabradije.Mipapáapretósumano sobre mi hombro y me empujó. No te hagas el tonto. Las cosasquetepedimosyoytumadrelashacessinprotestar. Pero papá, ¿cómo voy a quedarme aquí? El señor de los empeños dijo que nos fuéramos a otra parte. Quítenle el tiempoaotrapersonamenosocupada.Poresoestoyaquí, en el parque de San Juan, mirando cómo las hormigas despedazanunamariposa.

Las historias de San Juan de las Maletas Frías.

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De Cuaterniones y Duendes

"Unaaplicación,comotodossaben,esuna regla,leyocriterioqueponeencorres-

pondencia cada uno de los elementos de un conjunto con un único elemento de otro conjunto",asícomenzómiconferenciaparael 2ºCongresoLatinoamericanodeMatemáticas, celebradoenlahermosaymultifacéticaciudad de Panamá. "Entonces queda claro que, dado que nosotros definimos arbitrariamente la regla,leyocriterio,unaaplicaciónseinventa, se crea o se construye, pero nunca se descubre".Fijabaasíclaramente,desdeelprincipio, mi posición como constructivista radical.

A lo largo de toda mi exposición, entre el público, en la última fila, observé con cierto disgusto cómo una jovencita, bella como la fórmula de Euler, movía discretamente la cabeza, expresando su desacuerdo con mis premisas, desarrollo y conclusiones, con mi ponenciatoda.Suportedenotabaladisciplina de una bailarina y no debía tener más de 25 años, pero sus ojos, profundos como el teoremadeGödel,meprovocabanunasensación extrañadetiempodetenido.

Durante el receso, al servirme un café me encontré frente a frente con la encantadora joven que me miró directamente a los ojos de maneraprovocativa.Fascinadoporsubelleza yatrapadoensudesafío,letendílamano:"Hola, mellamoJuanMachín..."."SoyJuliana,yconozco un Juan, muy renombrado por su algoritmo para el cálculo de (...) que sostiene

Los matemáticos, que gritan contra los misterios, ¿han examinado alguna vez sus propios principios?

George Berkeley

justolocontrarioaloquehasexpuesto...",dijo retándome.

"Enefecto,—comencéaexplicarle,tratando denomostrarmecondescendiente—contrala creenciaingenuadequelaMatemáticaesuna cienciaexactaydeverdadeseternas,losmatemáticoshemosadoptadounamultiplicidadde enfoquesdistintos,inclusosepuedehablarde 'estilos' de razonamiento matemático: intuicionistas versus axiomáticos, sintéticos versusanalíticos,formales,operacionales,aritmetizantes, geometrizantes, etc. Sin embargo, desde su origen, el principal debate, creo que hoy felizmente superado, se dio entre, por un lado,elplatonismoquepostulaquelasverdades y los entes matemáticos existen en un mundo propio (llamado el "Mundo de las Ideas" por Platón)delque,devezencuando,algunapersonaprivilegiadatieneunatisbo,descubriendo un nuevo teorema o una nueva Idea, y, por el otrolado,elConstructivismoqueaseguraque, en última instancia, la Matemática no es sino una construcción humana. Yo me he especializadoenlateoríadenúmerosysuhistoria claramentenosmuestracómolossereshumanoshemosidocreando,deacuerdoanuestras necesidades y contextos sociales, diversos sistemas numéricos de manera inacabable, como la Sagrada Familia de Gaudí. De los números naturales a los cuaterniones es una historiainterminabledeinventos".Julianano se dio por vencida: "Por el contrario, los humanos sólo han ido descubriendo números

yteoremasqueyaestabanallí.¿Cómoexplicas queelmismoteorema,porejemploelatribuido a Pitágoras, fuera descubierto independientementeporbabilonios,hindúes,chinos...?Se necesitasabermirar,comodijoPascal:elcorazónconocerazonesquelarazóndesconoce...", me respondió, dio media vuelta y se perdió entre la multitud, justo en el momento en que Laura, una colega panameña se acercó para felicitarme. "Para mí, el punto de vista del platonismomatemáticoestanprimitivoeingenuo como la creencia en duendes y hadas", le dije. La colega palideció y, casi en forma de susurro,medijo:"aquíenPanamálascreencias enlosobrenaturalestánmuyarraigadasy,como enotrascosas,sedaunverdaderomelangede culturasyrazasqueretomaelementosdevudú, santería,magia...Así,duendes,naguales,aluxes y pukujes son conocidos por todos". La he de haber mirado de forma tan despectiva que, prácticamentesinexcusa,semarchódeinmediato. Ser un racionalista estricto es la regla entre los matemáticos, por lo que en verdad mesorprendiólaobservacióndeLaura.Sinembargo,noséporqué,meprodujounleveescalofríosucomentarioylaalusiónalosnaguales yduendes.

Olvidé todo el asunto y me dirigí al hotel Europeo, donde siempre me hospedo cuando estoyenPanamá.Adiferenciadelasocasiones anteriores, me asignaron el cuarto número 6 (enelalaantiguadelhotel).Yoestabaencantado porque el seis es un número perfecto, de acuerdo a la definición de Pitágoras, por ser igual a la suma de sus divisores propios. Me sorprendió que mi habitación fuera extrañamente lujosa y antigua, a diferencia de los cuartos modernos y austeros donde siempre me había hospedado, generalmente el 17 y el 19, triviales números primos. En particular, llamabalaatenciónlaenormecamamatrimo-

nial con una cabecera de madera llena de singulares volutas, talladas con geométrica maestría.

Yainstaladoenmicuartodehotelydespués dedoshorasdedormir,alastresdelamañana, me desperté sobresaltado al percibir una luz enmibañoyelruidodelaguadelaregadera. Melevanté,algoazorado,ydescubrítranquilizadoramente que el ruido del agua y la luz delbaño,proveníandelbañodelahabitación contigua(lanúmerocinco,¡ah,elmaravilloso 5,basedelaproporciónáurea!),quecompartía con el mío, en la parte superior, un cristal esmeriladoámbarquepermitíaelpasodeluz ysonido.

Enlamañana,encontrénuevamenteaJuliana en el comedor del hotel, tomando leche en la mesaquedabaaungranventanal,ymesenté con ella. Platicamos sobre teoría de números y política, incluso del gol que Panamá había metido a México. Le comenté mi pequeña "aventuranocturna"yellanodejódemirarme conpicardía.Acontinuación,compartíconella una serie de hechos, en apariencia sobrenaturales,deloscualeshabíaencontradosiempre una explicación perfectamente racional. En particular, me encantaba la elucidación científica de Adrian Morrison para la terrorífica experiencia descrita en México como que se te sube el muerto, conocida con el término alemánAlpdrücken(pesadilla),quesedescribe como si un demonio (Alb) se sentara sobre quien duerme y le impidiera moverse o respirar, oprimiéndole (drücken) el pecho.Todo radicasimplementeenundesfaseenelbulbo cefalorraquídeo,entrelainterrupcióndeltono muscular y el estado de conciencia, durante losprocesosdedormirydespertar.Eramaravillosamentesimpleyesclarecíaunacreencia mágicamuyextendidayaterradoraparaquien ignorasesucausa.Algosemejantesucedíacon

narrativa y algo más

losnúmeros:quienlosaprendierasinconocer la historia de su invención paulatina, podría creerqueteníanvidapropia."Kroneckerescribió que 'Dios creó los números naturales, el resto es obra de los hombres'. Yo creo que también los números naturales, como los duendes o hadas son obra de los hombres...". Juliana,queparecíadivertidaconmisexplicaciones, me interrumpió, diciendo maquinalmente en un susurro: "repetido, repetido".Yo quemehabíasentidomuycómodoplaticando con ella, como si fuésemos amigos de años, me molesté de que me interrumpiera y me echara en cara que me estaba repitiendo; sin embargo, no podía dejar de sentirme maravillado por sus ojos y obvié su comentario. Cuandoterminósuvasodeleche,laacompañé a su habitación. Para mi sorpresa, ella estaba alojadajustoenlanúmerocinco.

Meenjuaguélabocaymedispuseparaira lasegundajornadadelCongreso.Tambiéntenía unaintervenciónesedía,peronoencontrépor ningún lado el disco donde tenía la presentación.Estabaseguroquelohabíaguardadoen elportafoliodelacomputadoraportátil.Desistí,porquesemehacíatardey,alsalir,tampoco encontré la llave del cuarto. Cerré y corrí al autobúsquenostrasportabaalaUniversidad, cuandoestabaapuntodedejarme.

En mi conferencia, sobre números complejosycuaterniones,nuevamenteviaJuliana, enlaúltimafila,refutandomisargumentoscon unasonrisaque,sinofueraperfecta,calificaría de sarcástica. Al hablar sobre la historia del desarrollo de los diferentes números, de los naturales a los cuaterniones, Juliana murmuraba y yo podría jurar que escuchaba su voz diciéndome"repetido,repetido".Alfinaldemi exposición, cuando leí las famosas citas de LeibnizyEulersobrelosnúmerosimaginarios, llamadosficticiosporBombelli,nopudedejar

de anotar con ironía "como si no todos los númerosfueranficticioseimaginarios,como si los números llamados 'naturales' o 'reales', lofueranliteralmente...Berkeley,propuso,por su parte, denominar a los infinitesimales, como 'los espíritus de las cantidades desaparecidas', es decir, los fantasmas del cálculo diferencial".Paraterminar,retoménuevamente las sentencias de Leibniz de que los números imaginarios 'son un excelente y maravilloso refugio del Espíritu Santo, una especie de anfibio entre el ser y el no ser', y de Euler en el sentido de que 'no son nada, ni menos que nada, lo cual necesariamente los hace imaginarios o imposibles' ['repetido, repetido', resonabaenmisoídoso¿sóloenmicabeza?]. "...lacategoríadeimaginariosoimposiblesse pueden atribuir, sin duda, lo mismo a los númerosnaturalesoaloscuaternionesquealos duendes o las hadas", concluí.A pesar de mi broma, en efecto repetida, no logré ni una sonrisademiscolegas.Laúnicaquesoltóuna carcajadafueJuliana,talvezporpenaosolidaridadhaciamí,sinembargo,nadielasecundó, ignorándolaporcompleto.

Esanocheenelhotel,despuésdeducharme, al salir a cenar no encontré mis lentes ni un zapato. Me calcé mis tenis y fui al comedor. MeesperabaJuliana,comosiempre,bebiendo unvasodeleche,alsentarmebromeé:pareces gato, siempre tomando leche. "Prefiero a los perros, de hecho tengo 5", me contestó. Le comenté que a mí no me gustan las mascotas. Incluso tengo cierta aversión a los perros. Le narréunaanécdotaenlaquematé(oalmenos descalabré)unperroquemehabíacorreteado todos los días, cuando pasaba en bicicleta, de regreso de un curso de regularización en Matemáticas, que daba a mis compañeros del bachillerato."Alllegaramicasa,alatardecer, sefuelaluz.Yo,comencéasentirmiedoapa-

rentemente sin causa justificada. Prendí un quinqué y me adormilé. Cuando me estaba quedandodormido,elquinquéestallóymedio unsustoterrible.Seguramentelavelasehabía inclinadosobreelvidriodelquinquéyelcalor hizoqueseestrellara.Afindecuentas,sólose tratódeuncasodeunajugarretademiconciencia,quemehacíasentirculpableporlamuerte delperro".

Julianamedijoquesehorrorizabadeconocer a alguien capaz de matar a un perro. Se disculpó y abandonó el comedor porque se sentíarealmenteconsternada.

Alamañanasiguiente,nolavienelcomedor. Quise despedirme de ella antes de tomar miavión,toquévariasvecesenlapuertadela habitaciónnúmero5,sinrespuesta.Queríadisculparme y pedirle su correo electrónico. Insistí,perofueinútil.Paséalarecepciónpara dejarle un recado. "¿Para quién me dijo?", preguntóelencargado."ParalaseñoritaJuliana", le contesté. "Discúlpeme, pero no tengo registrada ninguna señora ni señorita Juliana enelhotel",medijoalgoturbado."Talveztenga otronombre,peroestáalojadaenlahabitación número 5", le dije. "Lo siento, esa habitación ha estado vacía toda la semana... la estamos remodelando"."Talvezmeequivoqué...peroes paralaseñoritaconquienhecenadoydesayunado estos días, usted nos ha visto, allá en la mesajuntoalventanal"."Perdóneme,noquiero parecergrosero,peroustedsehasentadosolo todosestosdías",concluyóymemiróconex-

trañeza como si creyera que estaba loco.Antes de abandonar definitivamente el hotel encontrémizapato,loslentesyeldisco.Estaban perfectamente alineados junto a una pequeña llavedecobalto.

AmiregresoaMéxicoheaprendidomucho sobre duendes (con sus múltiples nombres y variantes:chaneques,follets,kobolds,trasgos, duindos, leprechaums, domovois, etc.); por ejemplo, conocí del infame pseudosilogismo del padre benedictino Feijoo que, en el siglo XVIII,usóparademostrarsuinexistencia:los duendes, argumenta Feijoo, ni son ángeles ni almas separadas, ni animales aéreos. Luego, deducefalazmente,nohayduendes.

Podríamosconcluirquelosduendes,como losnúmerosimaginarios,sonunanfibioentre elseryelnoser,esdecir,nosonnadanimenos quenada,locualloshaceimposibles.Sinembargo, como dice Tertuliano, "esto es verdad porqueesimposible".Así,desdeaquelaciago CongresodeMatemáticasaplicomisdíasymis noches,sumergidoenelmundodePlatón,con lavanaesperanzadeatisbaraJulianaocultaen el dominio de los cuaterniones.

Porfavor,amablelector,sialgúndíanoencuentrastuslentesolasllavesdetuhabitación en el Hotel Europeo en Panamá, espera despiertolamedianocheparadecirleaJulianaque me perdone, que he adoptado dos perros y abjurado,parasiempre,delconstructivismo.

Mi primer reloj

Lablancaluzqueresplandecíadesdeeltecho resultaba incómoda. El murmullo de la

gente era ensordecedor en las plazas los domingosporlatarde.Todoslosapartamentosy localesrebosando,ymásaúnlosrestaurantes, que parecían tener música propia entre tantas pláticas, risas, y el sonido de los platos en las mesas,loscubiertosmoviéndose,lospopotes sorbidos,elsonidodelasmuelasmasticando, elcrujirsecodelasgargantasaldeglutiryuna queotracarcajada.

¿Cuál modelo señorita?, dijo la vendedora apoyando las manos en el aparador, despertándomedemiensimismamiento.

Elazulturquesa,porfavor.

Mientras la vendedora buscaba el modelo delreloj,yomirabaelanaquelylosaparadores; tantos modelos, formas, colores, texturas y materiales de los relojes para que todos al finalsirvieranparalomismo.

Había, como todo en la vida, algunos que me parecieron bonitos, uno que otro que me llamaronlaatenciónyotrosquemeparecieron aberrantes.

Enlaúltimafila,delúltimoanaquel,estaban losrelojesdemediouso.Mepreguntabacómo alguienpuedecomprarunrelojdemediouso, sin miedo a que éste deje de funcionar en un tiempomenoralesperado.Sinembargohabía unoenesafilaquellamómiatención.Erauna piezasimple,noeradeoronideplata,lecolgaban aros de donde supongo que alguna vez colgaronadornos.Recordéquenohabíacomprado un reloj en años, muchísimos años; de hechomedicuentaqueenrealidadnuncahabía

comprado un reloj y que el único que había poseído era uno sencillo muy parecido al del últimoanaquel.

Mi antiguo reloj era igual a ése. En medio del ajetreo de la plaza, mi mente se trasladó a misanterioresaños,tratandoderecordarcómo había perdido mi primer reloj. ¿Qué había sucedidoconél?,nuncalovolvíaver.

Melohabíanregaladomimadreymiabuela cuandoyoteníaalrededorde14o15años.De pronto me recordé vestida con la camisola amarillenta y la falda roja de la secundaria. Todoiballegandoamimemoriadejándomeesa sensación somnolienta que se experimenta cuandoseentonaunacancióndelacualnose recuerdabienlaletra.Asímeibanllegandolas imágenesdelosrecuerdos,ensecuenciasacronológicas,comofotografíasquesemovíanuna seguida de otra formando un cortometraje de mi adolescencia. Un flashback de no sólo mi primer reloj, sino también de mi primer acto delictivo: El robo.

Éramosungrupodecuatromuchachas.Brisa eralamásguapa,conesecuerpoperfectoque dictamina el estereotipo de la sociedad, la condescendiente del grupo, todos la querían por ello y otras la odiaban por guapa. Misha era flaca, alta y guapa también, la "loca" del cuarteto,siempreandabadefiesta,denoviosy pasandolasmateriasde"panzazo".Arielerala chaparrita,morenaytambiénguapa,porsupuesto;eralacriticona,selapasabaquejándosede todo, siempre se peleaba con todos y todas, muchoslaodiaban.Yoerala"nerd",lamásalta de todas, no era fea pero jamás me consideré guapa.Noporquetuvieraunbajaautoestima,

noporquemecompararaconmisamigas,sino, pura y llanamente porque para mí resultaba vanoysuperfluola"belleza"exterior Alfiny al cabo es subjetiva, porque después de todo siempre se acaba y lo único que perdura es la esencia. Mientras yo era la de los mejores trabajosmisamigaseranladelosnoviosmás guapos. No me interesaba y ellas lo sabían, y meaceptabantalycomoera.

Un cuarteto de amigas diverso pero unido. Pasábamos el tiempo platicando de los temas máspromiscuos,imprudenteseindecentesque la sociedad ocultaba. Planeábamos nuestra "primeravez"demilformas;Mishaqueyano eravirgendeningúnorificiodesucuerpo,nos decíacómomovernosenel"acto".Arielquedabaconlabocaabiertayterminabadiciendo: "Ves como sí eres bien puta", a lo que Misha, siempre con gran seguridad respondía: "Si ejercerlibrementemisexualidadmehaceuna puta,pues¡Soyunagranputa!—ymientraslo decía movía sus manos burlándose de Ariel, quien siempre creía tener la razón en todo— ¡Cómosiunamujernotuvieraganasdecoger!". Era cuando Brisa se metía diciendo que no importa si era puta o no, pero que dejaran de hablardesus"promiscuidades"enpúblico."No soyhipócrita"contestabaMisha,conelorgullo herido. Yo las escuchaba y nunca opinaba porque no tenía ni experiencia ni el interés.

Cuandonohablábamosde"promiscuidades" e"indecencias"nosescapábamosdeclaseynos quedábamos en la cafetería. A veces —muy seguido— Misha llevaba vodka y whisky en pequeños frascos, y Ariel compraba los refrescos de cola a los que Brisa deshechaba lamitad,mientrasyo"echabaaguas"desdela puertadelbaño;luegoBrisamerelevabayyo entrabaatomarmelospreparados.Másdeuna vezentramosborrachitasaclaseymásdeuna terminamos vomitando en el baño a conse-

delatripa: narrativa y algo más

cuenciadetantospreparados.Peroundíaniel malestar pos preparados nos quitó el aburrimiento.Queríamosalgonuevo.Algoquenos hicieraliberaradrenalina."Vámonosdepinta" dije después de minutos en que las chamacas debatíansobrenuestrafuturatravesura.Lastres sequedaronviéndomecomosinocreyeranque lohubieradicho;inclusoyoaúnrecapacitaba en mi cabeza sobre la impulsividad de la proposición."Nosedigamás",dijoMishacon seguridad y una sonrisa pícara en la mirada, BrisasonriótambiénperoArieldudó.

Terminamos las cuatro encaramadas sobre el árbol más cercano a la barda de atrás de la secundaria.Unavezquelogramossalir,yque habíamos recuperado el aire perdido, nos quedamos serias. ¿Ahora qué haríamos? Habíamos saltado la barda, estábamos afuera delasecundariaysinembargonoteníamosun plan. "Podemos ir a la plaza que está por el deportivo", dijo Brisa y Ariel respondió sonriendo"Quedacerca,inclusopodríamosir caminando".

Caminamoshacialaplazaynossentíamos unasmalotasporhaberlogradoescaparnosde losprofesores.Caminábamosconlascabezas enalto,luegodehabersalidovictoriosasdela hazaña, de superar a la autoridad de la secundaria.Reíamosycoqueteábamosconlos transeúntes.Llevábamospuestoslosuniformes y eso era lo único que nos hacía caminar con menos soberbia y vanidad. Mi reloj en la muñecaizquierdaylareciénvictoriaobtenida, me dieron la confianza para decir "pinches maestrospendejos,avercómonosencuentran".

Todasreímos.

Al llegar a la plaza reparamos en que no teníamos dinero suficiente para gastar Habíamoscompradoheladosypapas,peroya no quedaba más que para comprarnos unos

moños que habíamos visto en un local. "Realmente quería mi moñito", me quejé tristemente mientras hacía una mueca con la boca. Misha me miró y por un momento no dijo nada, me tomó de la mano y me sonrió, "Ven,vamos"dijoytodaslasseguimos.

Entramos de nuevo a la tienda y hacíamos como que observábamos la bisutería, la ropa, loslentesyderepente¡VicómoMishatomaba el empaque de los moños y los metía en mi bolsa de la camisola!, ¡No pude decir nada ni hacernada!,traguésalivay abrílosojosintermitentemente,comolasalasdeunpájaroque apresurasudespegue.Casinopodíamoverme y si no hubiera sido por Brisa, que me abrazó derepente,despistandoalavendedora,mientras Ariel le daba las gracias para distraerla, seguramente me hubiese dado un ataque de pánico o algo por el estilo.

—¿CómofuistecapazMisha?—dijoAriel con ese tono de "soy perfecta" que todo el tiempousaba.—¡Pudistehabernosmetidoen problemas idiota! —Por primera vez, pensé queArielteníarazón.

—¡CálmateAriel!,yapasó.¿EstásbienVero? —dijoBrisamientrasmeacariciabaelhombro conesternuraquetantolacaracterizaba.

—¡Pincheamargada!;¡Caesmalcuandote ponesmamona!¡Neta!;Yabueno,ahoravamos por algo un poco más peligroso —dijo Misha con esa risita que ya le conocíamos.

¡Eraimposibledecirlequenoaesamujer!, Brisa y Ariel, después de mantener el rostro serio y hacer ojitos chinos, sonrió y comenzó amoverse,comosibailara,mientrastarareaba unacanción.Nodijenada,aúnmecostabacreer quehabíamosrobadounospinchesmoños,por ociosidad.

Caminamosporlaplaza,detiendaentienda; cadavezqueentrábamosauna,sentíacomoel

sudor frío caía por mi espalda y me helaba la sangre, la carne se me ponía blanca y sonreía forzadamente.Cuandosalíamoslepreguntaba aMishasihabíatomadoalgo,yellamerespondía coquetamente mientras sonreía "No mi amor,cálmate"yentonceshacíaelgestodeun beso.Estuvimosasí,nosabríadecirporcuánto tiempo.Entrábamosenunatienda,salíamosy entrábamosaotra.

Escuchaba las risitas calladas de las tres y mesentíaintranquila,culpableporhaberdado la idea original de todo aquello: salirnos de la escuela. Cuándo me cansé del nerviosismo y de la taquicardia que no me abandonó desde que Misha tomó los moños, me dije: "Ya cálmate, estás como loca". Seguimos de aquí para allá y yo estaba más tranquila; miré mi relojyvilahora."Esmejorirnos,casieshora delasalidadelaescuela".Arielfuelaquemás sepreocupópuestoquesumamálaibaabuscar siemprepuntualparadejarlaconlatía,ydeahí irse con su amante antes de que su esposo salieradetrabajar.SiAriellahacíaesperar,lo único que recibiría de su madre ese día sería uncastigoporatrasarsurománticoencuentro. Misha no le dio importancia porque su mamá nuncaestabaencasa,ysuhermanolagolpeaba constantemente,porloquetratabadenoestar en su casa la mayor parte del tiempo. Brisa y yonosíbamosjuntasenelautobús.

Fuimosalbaño,yomeamarrabaunaaltacola decaballomientraslastresentraronenunsolo baño.Yoescuchabalasrisasylossusurros,pero nodiimportancia.Mirelojmarcabalas12.20 y el timbre sonaba a las 12.30 en punto. Sólo quería llegar a mi casa de una vez. Sentía la vergüenzaporlosucedido.

Cuandonosdisponíamosasalirdelaplaza, despuésdequeminerviosismoseacabara,de quemicorazónrecuperarasuritmo,dequeal fin perdonara a Misha por haber tomado algo

quenonospertenecía¡Ydemeterloenlabolsa de mi uniforme!, después de creer que la habíamos librado… El vigilante no nos abrió lapuertadelaplazayprontollamóporlaradio a dos compañeros más que llegaron para impedirnoslahuida.

—Hayreportesdedostiendas,señoritas,de quecuatrocolegialashantomadoalgunascosas "prestadas" —lo decía con tono morboso y dándoleénfasisalapalabra"prestadas",como si disfrutara el hecho de que no fuera así.— Nopodemosdejarquesevayansinqueseles revise. Casi sentí cómo me iba a desmayar pero,guardélacompostura.—Síganme,enuna filaporfavor,unadetrásdeotra.

Misha iba detrás del vigilante, Brisa atrás de Misha,Ariel atrás de Brisa y yo al último. Mientraspensabaenlavergüenzaquepasaría, imaginaba a mi abuela y a mi madre con cara de decepción y enojadas por mis actos. ¿Con esoibaaagradecerlesqueapenasesamañana me regalaran mi primer reloj? Sentía una punzada en la boca del estómago; mientras intentabadescifrarelsentimiento,mepusieron enlamanounobjeto"tómaloytíraloenalgún basureroomaseta,ándaleVero";mesusurraba autoritariamenteAriel.Sinrecapacitarlotomé casiporinstinto—desupervivencia,creoyo— ylobotéenunmacetero.Vihorrorizadacómo Misha se sacaba de distintas partes labiales, aretes, collares y demás objetos, al igual que las demás, y las iba pasando a Brisa y ésta a Arielyéstaamíquenopodíacreerloquemis ojosveían.Recapacitandoenello,definíaquel sentimiento, fue la primera vez —también— que sentí remordimiento

Llegamosalcuartodeseguridad.Erapequeño. Nos pidieron nuestros nombres a los que respondimosconnombresfalsos.Nosdijeron que la suma de lo que había desaparecido era de alrededor de 300 pesos, y que sólo si lo

pagábamosnospodíamosir.Peronoteníamos efectivo y tampoco las pinturas ni aretes y demás objetos robados puesto que los había tiradoentrebasurerosymacetasdelaplaza.

Si no lo pagábamos, un vigilante las va a acompañaralaescuelayhablaráconeldirector o la directora, para que llamen a sus padres. O les hablamos de una vez desde acá, denme los teléfonos… o a la policía ¿Sería mejor,no?

—¡No por favor! ¡No! —comenzó a gritar Ariel,quienyasabíaqueleiríadelachingada consumamá.

—Dejenalgoempeñadoycuandotraiganel dinero se les devuelve. A ver si así dejan de andarderateras,chamacas¿Quéno laseducan en sus casas?...Aver tú —dijo el gordo vigilante, apuntándome con su regordete dedo— ¿Quétienesenelbrazo?;dejaeso,dejaelreloj y cuando traigan el dinero lo vienen a buscar Lovenderemosypagaremosloquerobaron.

—Déjalo nena, tengo dinero en mi casa, juntamos el dinero y regresamos. — me dijo Misha.Brisaasentíaconlacabeza.Arielestaba pordesmayarsedelpavorqueleproducíallegar tardealasalidadeclasesyquesumadrenola encontrara.

—Loharé...—dijeresignada,sinquererdar mirelojnuevo.Mientrasmeloquitabarecordé las palabras amorosas de mi abuelita y los besosdemimadre.Unalágrimainsistíaensalir del ojo derecho, pero la Vero orgullosa la succionabapordentro,setragabalaslágrimas y lloraba en mi interior.

Salimosdelaplazaconlacabezabaja.Ariel alterada,Mishaindignadaporel"maltratoque nosdieronlospinchesgordosvigilantes",Brisa no decía más. Yo sólo podía pensar en qué respondería cuando me preguntaran por el reloj.

Llegamos a la escuela y casi no había alumnos. Desde la otra esquina pudimos ver comodoñaRosysebajabadelautoysedirigía a la entrada principal;Ariel corrió al ver a su mamá diciéndole que el maestro no la dejaba salirsinoseterminabalatarea,yqueellatuvo quecorregirvariasvecessusejercicios.Vimos a doña Rosy abofetearla frente a todos, y le insultaba con crueldad. Misha me acarició el cabelloysefuesindecirnada.Brisatampoco dijo algo más durante el trayecto del autobús que abordamos para ir a nuestras casas, yo tampocoqueríaescuchar.Noqueríaescuchar nadadeellasnuncamás.

—Serían 300 pesos, señorita.

—¿Perdón?

—Sureloj, éstemodeloestáen300pesos, ¿Seloenvuelvooselovaallevarpuesto?,casi me gritó la vendedora para que llamara mi atención por completo.

—Puede mostrarme el reloj aquel del últimoanaquel;eldelaúltimafila.

—¿Éste?—yseñalabaelreloj.

—Sí,démelo.

—No sirve señorita; está viejo y medio oxidadoya.Nocreoquequieracomprarlo.

—No importa. Lo quiero así como esté.

Lavendedoramedijoquepodíallevármelo gratisenlacompradelrelojturquesaquehabía escogido en un principio. Pagué los 300 pesos y me fui de ahí con los dos relojes.Antes de salir de la plaza, tiré en una maceta el reloj turquesa,ymepuseelotrorelojenlamuñeca izquierda.Alsalirelvigilantemesonrióyme diolasbuenastardes.Salídeesaplazaunatarde de domingo, 15 años después, con mi reloj y saldada la deuda de 300 pesos. Esperaba con ansiasllegaralalmuerzoenfamilia,encasade laabuelaconlamenteenpaz.

delatripa: narrativa y algo más
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Inferno Azzurri

Ataviado con una pulcra camiseta celeste con el escudo uruguayo y el "10" de Francescoli en el dorsal, José fue al "Inferno Azzurri"—unconocidobaritalianodelacalle "Playaazul"—,paraverelpartidodeoctavos de final entre la selección italiana y el combinadodeUruguay,queparanoperderla costumbre, clasificó segundo a duras penas, perdiendo su primer partido contra Holanda, empatando en tiempo de compensación el segundo contra el equipo serbio y dando una espectacularremontadaadosgolesquetenían de ventaja los nigerianos, único equipo africano con posibilidades de llegar a la siguienteronda.

José era mexicano, así que no importaba realmenteacuálequipoapoyara;total,México jugaríadosdíasdespuéscontralosespañoles. ParaJosé,nofueningunasorpresaencontrara todo mundo con sus playeras azzurri o con playeras del Internazionale o del Napoli que, sinningunaduda,leibanahacerpasarunrato horrible.¿Elmotivo?Estádemás.

Una de las razones —de hecho, la única— por la que José decidió asistir a aquel bar, es porque Bettiana Maldonado trabajaba en relaciones públicas en el "Inferno Azzurri". José la conocía de vista e incluso le había saludado en par de ocasiones en la parada del bus que ambos tomaban, casi siempre a la misma hora. En una de ellas supo que era uruguayayenlaotra,quetrabajabaenelbaral que lo invitó a conocer un día y que si él lo hacía,ellaleregalaríauna"Norteña",lacerveza

"Elinfiernoavecesesazul,otrasveces,celeste".

más rica de su país. No fueron pocos los pretextos de los que José se valió para posponerlaidaalbarparaveraBettiana,siendo susobrepesoelmásrecurrente,quesibienno eratanto(diezkilos),eranmásquesuficientes para sentirse menos atractivo y más inseguro que cualquiera de los gorilas que la rodeaban en busca de reconocimiento y quizá una palmadadeaprobaciónensuslomos.

Aquella primera vez en la que José notó a Bettiana, supo que era extranjera por sus formasyrasgosdecididamentediferentesalas de cualquier mexicana; al responder una llamadaasuteléfonocelular,aguzóunpocoel oídoysupoquesetratabadeunasudamericana peroariesgodeconfundirsunacionalidad,optó porpreguntarleantesqueafirmarlo.

—Noeresdeporaquí,¿verdad?

—SoydeUruguay.

—Normalmenteestoestállenodegringos, canadienses,españoles,italianos,hastaargentinos.

—Sí.Losuruguayosnoviajamosmucho,es quenotenemosplata,¿viste?

—Bueno, pero tú estás acá... seguro me puedesayudaracebarunmate...

—¿Tegustaelmate?¡Buenísimo!Metraje comotreskilosytengoquematearsolaporque anadielegusta;seleshaceamargo,quéséyo... dale,yoteayudocontumate.

—¡Gracias!Estaríamuybien,adóndetelo...

—Ché,disculpámetengoqueatenderesto.

Bettiana se alejó un par de pasos y atendió la llamada, en eso llegó el bus y José, que llevaba algo de prisa, no pudo esperar y tuvo que tomarlo; se sentó en el asiento de la ventanilla de la tercera fila del lado derecho con la esperanza de que Bettiana lo tomara también,sesentarajuntoaélycontinuarancon laplática.Ellanosubió.Pasarontresdíashasta que volvió a verla. La saludó y Bettiana lo observóconciertareticencia,comosidudara.

—¿Tanrápidoteolvidastedemí?

—No,no,...ereseldelmate,¿verdad?

—Pensé que no te habías acordado, casi todos los días espe...

—Pasa que soy malísima con los nombres y a veces con las caras, pero no con la tuya porque vos no parecés mexicano, menos con esanariz,¿viste?

—No eres la primera que me lo dice... por cierto, me llamoJosé.

—Yomellamo...

—Bettiana.

—¿Cómolosabés?

—Tubotón...eldelInferno...

—Ah,sí,sí...ahítrabajo;soylahostess,hago unpocoderelacionespúblicas;bueno,unpoco de todo. Es divertido; digo, tampoco pienso quedarme allá siempre, quiero estudiar una carreraotenerunnegociopropio,nosé...¿Vas a verelpartidodeUruguay?

—Sí.Enlosmundialeslevoyatresequipos: Alemania,Uruguayypues,aMéxico.

—¡YotambiénlevoyaMéxico!¡Veníaverlo al bar! Vení con tus amigos, les consigo una buenamesayunregaloespecialsóloparavos, una"Norteña".

—Deal. Mañana llego como a la una de la tarde.Yocreoqueconquereservesmesapara dos o en la barra, no creo que mis amigos quieranir;nosé,yaveremos.

—Bueno, te reservo una de dos y si llegás conmáspuesahívemo'.

SedespidiódeBettiana,yporalgunarazón sintiólaconfianzaoladesfachatezcomopara despedirse de beso, con la misma naturalidad conlaquelohacenlaspersonasqueseconocen dehacemuchotiempo.

Esa misma tarde sacó de su clóset una playeraquenohabíausadonunca.Unaplayerade la selección de Uruguay con el diez y el apellido"Francescoli"eneldorsal,porlaque pagócasi350dólaresenunasubastaporeBay. Pensóqueseríalaocasiónperfectaparaimpresionar a Bettiana, por lo que la trató a vapor a fin de quitarle cualquier vestigio de olor a humedad.

Realizótresseriesdeveinteabdominalesa mododepánico,cenóyogurtyfrutaysesentía ligero.Teníaquesentirseasíyaquelosúltimos diez años, sin fallar, cenaba pesado. Aun así, nopudo dormir. El partido le embargaba el sueño, y Bettiana hasta el más vacío de sus pensamientos.Legustabamuchoesamorocha de ojos grandes y flaca como un gusano. De algúnmodo,Josélaveíacomounadiosaypara él, lo era.

Casi no durmió, si juntamos dos horas en lapsosdeveinteminutossonmuchas,peroaun así, se sentía con energía de sobra. Con el entusiasmodesbordadoylasganasdehacerlas cosasmejorquenadie,porlomenos,aqueldía. Selevantóunahoraantes,lediomediahoraa la caminadora y desayunó zumo de naranja y dos tostadas francesas con sirope, total, el ejercicio ya había pagado. Se puso un traje cómodoysefuealaoficina.Tuvolaintención

de trabajar rápido y eficiente para poder escabullirse una hora antes. La verdad es que sólo logró acumular trabajo y triplicar pendientes,sucabezaestabaenel"InfernoAzzurri".

Aproximándose la hora, sacó de su maleta la playera de Francescoli y se cambió ahí mismo para llegar listo al bar y sorprender gratamente a Bettiana. Salió literalmente huyendo de la oficina, sus colegas le gritaban para que les diera unos minutos a fin de resolveralgunospendientesperoélnohizocaso, atodosrespondiólomismo:¡Uruguaynoma'!

Tomó un taxi, cosa que normalmente no haría pero quería llegar a tiempo y le pidió al conductorquelollevaraalbardelacalle"Playa azul". Llegó a la una con diez minutos, cincuentaminutosantesdelpartido.Unmomento antesdeentrar,repasósuportafolios,billetera, teléfono,unacajadealfajoresCachafazquele ibaaregalaraBettianayestoeraalgoespecial yaqueesamarcasimplementeunonolapuede conseguir en México; pero así era José, se las había pedido para él y se las iba a terminar regalando a ella. Se la encargó a Martín, el dueñodelaparrillagauchadondeacostumbraba a comer los sábados. Una vez terminado el ritual se sintió un pelo más seguro y entró al bar.Nosinantesdarsecuentadequenohabía llevadoelmateparaqueBettianalocebara.

—Che,hacecomodiezminutosqueteestás mirando en la ventana, ¿todo bien? Pero qué linda remera que tenés, capo, eh... mirá Pato, miráquélindaremera;eslademipaís...

—Sí,muylinda,¿eslaalternativadeArgentina?—seburlóPato.

—¡Es de Uruguay, es la celeste, pendejo mogólico!

—Da igual, argentinos, uruguayos, todos terminan trabajando en bares mexicanos, just likeyou...

—Ah,peroquedecís,sosunimbécil,ponete la playera de chile verde de tu selección que no ganado una mierda... y no la de Italia que tenés puesta que además sos más negro y feo queBalotelli

Bettianametomódelbrazoizquierdoypegó su cara en él.

—Perdón,nolodigoporvos,esquePatoa veces es un idiota, perdón, perdón, —dijo apenada.

—Nopasanada,ademásnodijistenadaque no fuera cierto; México todavía no gana nada perocréeme,estámásprontoalevantarlacopa queArgentina o que Uruguay. —dije a modo de broma y defensa— por qué no mejor nos sentamos.

—Sí, sí; acá está tu mesa, ¿no vienes con más?

—No lo sé, le dije a un amigo de la oficina perodudoquevenga.Estamesaespequeña,es perfecta, además veo mejor la pantalla desde aquí.

—Negro, negrito, tráeme la Norteña que tengo guardada en la heladera de atrás, y tambiénmetraéslacopaespecial,estájuntoa lacerveza—lepidióaHenry,elmesero.

—¿Novienemuchagentehoy?

—Laverdadesqueno,haceunmesqueabrió ytodavíaestáalgolentoperocapazquealrato sellena,quéseyo...Contáme:quéhacés,detu laburo,pordóndevivís...

—Trabajoenuntribunaldemáximainstancia, soySecretarioProyectista;analizosentencias, resoluciones, las estudio y las... no quiero aburrirte,digamosquesoyabogadoyya.

—No, no me aburrís, para nada, contáme, seguro hay casos interesantes; siempre hay ¿no?¿Hasvistohomicidios?

—He visto unos cuantos. Realmente a mí llega el expediente con la sentencia y el presuntoculpableyapreso.Analizamostodos los procesos desde la averiguación previa hasta...

En eso llegó Henry con la cerveza, una Norteña a punto de congelación, casi un litro conteníalabotella,unacopadedieciséisonzas yunvodkaRedBullparaella.Comosidealguna manera,Bettianasupieracómobebolacerveza.

—Notequieroaburrirconlodemitrabajo, dehechovengohuyendodeél;mejorplatícame deti,cómoesquevivesaquí,desdecuándo...

—Pasa que mi viejo dirige a un equipo de fútbol de Jalisco de la liga de ascenso, y pues la verdad es que estaba muy aburrida ahí; me gustalaplaya,tengoamigosacáymevinemás quenadaparadarmeunrespiro;unañosabático, quéseyo,igualymeregresoenunosmeseso semanas,nolosé...

—Pensé que ibas a quedarte algún tiempo más;apenashaceunpardesemanasquetevi.

—Todavía no me decido; ahora la estoy pasandobien,yaveoluego...

Pato, el capitán de meseros y gerente del establecimiento se acercó a nuestra mesa y le dijoaBettianaquesumesaestabaporllegary le arrojó una playera de la selección italiana con su nombre atrás y el número seis.

—Vieneunamesaquedeboatender;viene Andrea con un grupo de amigos y tengo que verqueesténbienynolesfaltenada.

—¿Amigatuya?

—No,no.Andreaeshijodeldueño.Andrea Bolocco.

—Tedejaránbuenapropina...

—Quéva.Eltipoesunimbécil.Sesientela gran mierda, y se las da que sabe mucho de

comida, vinos, alcohol pero es un tarado. A veces nos pide, qué se yo, un güisqui Jura de 35añossóloparaimpresionaralosidiotascon los que viene, pero su viejo no nos deja darle de ese; así que le damos un etiqueta negra y cuando lo prueba dice delante de todos: "Ah, Jura,35años...hastasesientelamaderita",qué boludo.Nosabeunamierda.Además,metira la onda pero a mí no me gusta, es demasiado estúpido y ni siquiera tiene plata, sólo lo que suviejoleda.

—Por todos lados te vas a topar con tipos comoese;lomejoresdarlesporsulado,pero nuncaaguntarlamierdaquetepuedanarrojar. Ellos te necesitan más a ti que tú a ellos...

—Yasé,pero...

EnesollegaAndreaalbar,acompañadode seis sujetos más; sólo uno de ellos de aspecto italiano, todos los demás, mexicanos con crisisdeidentidadenplenamímesis.

Bettiana se fue por la cocina y salió con la playeraazzurridelaselecciónitaliana;melanzó una mirada como diciendo: "lo que uno debe hacerportragar".

Inició el partido, los primeros cinco minutos fueron intensos, nerviosos y se peleaba el balón en cada centímetro de la cancha. Italia salió con un parado defensivo, lo mismo que Uruguay, sólo que los celestes contaban con lateralesmásrápidosytomaronelcontroldel medio campo. En un contragolpe de los italianos, Verratile robó un balón aArévalo y corrió rumbo a la meta uruguaya, Balotelli corría por izquierda y al recibir el balón, controló de pecho y un remate potente con mediatijeraterminóporserrechazadoporun espectacularlancedeMuslera.

Joséaplaudióefusivamentedelatándoseante los demás como el único que apoyaba a los celestes. La mirada de Andrea y de los cinco

mexicanos que le acompañaban, con sus playeras italianas, fue de las amenazas más evidentesqueJoséhabíarecibido.

Transcurrieron diez minutos más con la misma intensidad aunque sin llegadas más clarasquelapreviadeBalotelli.Alminuto34, unafuerteentradadePereirasobreDeSciglio, supuso una falta y la amonestación sobre el primero. La distancia y el perfil eran óptimos para Pirlo quien con un disparo de antología, colocójustoenlaescuadraelprimertantopara lositalianos.Losgritosdecelebraciónfueron por demás efusivos, hubo uno que otro del grupodeAndreaqueseecharoncervezaentre ellos, dos o tres sillas se cayeron.

Curiosamente,Andreanofestejó,loprimero quehizofuevoltearaveraJoséconlamirada burlonallenadesatisfacción,comodiciendo: "Entucara,pendejo".Faltandounminutopara quefinalizaralaprimeraparte,Uruguaybuscó elempatecontodo.Habíaadelantadolíneasy jugaban prácticamente en el territorio enemigo.UntirodeesquinaejecutadoporLodeiro terminó rebotando en Darmian quien a toda velocidad, dejó atrás a los ya desgastados charrúas que, por más que corrieron no lograron detenerle y cuando por fin logran alcanzarlo,ésteyahabíapuestoelbalónenla ruta de un feroz Balotelli que fusiló a un solitario Muslera que nada pudo hacer para impedir el segundo gol de los italianos. Esta vezlacelebraciónfueaúnmásefusiva.Bettiana volteóaveraJoséyésteledevolviólamisma expresiónqueellalehabíahechocuandolavio con su playera italiana, pero su expresión era como de: "lo que uno tiene que aguantar por unaniñabonita".

Andrea volvió a hacerlo, pero esta vez, el muy puto le dijo algo a los simios con los que estaba; José fingió no estar atento y decide tomaruntragoasuNorteñayapenaslevantar

la copa escuchó a los seis: "eeeeeehhhh putoo", lo que ocasionó carcajadas en esos mandriles y en general, la risa entre los otros comensales.

A Bettiana no le pareció gracioso, sólo esbozóunasonrisaquesignificó:"Quépedazo de idiota que sos".Terminó el primer tiempo, BettianasesentóenlamesadeJoséylepidió disculpasporlaactituddelosdesumesa,pero como era hijo del dueño, nada se podía hacer. PidióaHenryqueletrajeraotraNorteñayunos cuadros de pizza que tanto gustaban a todo mundo,cortesíadelacasa.Luegolepreguntó por el mate, José dijo que lo había olvidado peroquehabíatraídootracosa.

—¿Esunregalo?¿Esparamí?

—Nolosé,ábrelaydimequépiensas.

Bettiana abrió la caja y cuando vio los alfajores, sus ojos se pusieron rojos y le temblólabarbilla.Habíanpasadoporlomenos nueve años de la última vez que comió un auténticoalfajor.Esepequeñodetallelellegó alomásprofundodesuser.Esosalfajoreseran suinfancia,suspremiosporbuenasnotas,los dulcesquecomíaconsusamigas,elalfajorque algunavezsecomióalmáspuroestilo"Ladama yelvagabundo"conNicolás,suprimeramory que se había enterado que había fallecido de leucemia un par de años atrás. Esos alfajores representabantodoesoymuchomás.Untipo alquehabíaconocidonohaceniunasemana,y que era capaz de tratarle como nadie y de hacerlesentirloqueninguno.Todosqueríana lauruguaya,todosselaqueríancoger.Noera Bettiana, era la uruguaya del bar que tenía un culo espectacular y unas tetas como para meterles la cara.

Bettiana llegó a pensar que también había dejado de ser Bettiana y que ahora era "la uruguaya". La uruguaya de la verga de todos.

Cuando le devolvió la mirada a José, se secó los ojos y le preguntó que por qué el trato tan amable,queporquéhabíaidoalbaryporqué sehabíatomadolamolestiadeconseguiresos Cachafazparaella.Josédijoquecualquiercosa era poco para ella. Que desde la primera vez que la vio... y en eso, un grito de Andrea le interrumpió el speech fantástico que estaba a puntodepronunciar.

Bettiana le pidió que le guardara un momentolosalfajoresyqueyaregresaba,fue averaAndreayactoseguidoentróalacocina. José siguió como si nada, tomó la copa y mientras se la llevaba a la boca lo hizo al unísonode:"eeeehhhhputooooooo".Ybueno, no le dio ninguna importancia, encendió un lucky strike, lo dejó sobre el cenicero, y cuandoibaatomaruntragomásdesucerveza, serepitió:"eeehhhhputooooo",estaveznosolo fueelgrito,estavezvinoacompañadodedos otrespedazosdegajosdepapaquenovinieron de la mesa de Andrea sino de otra, cuando volteó para ver de dónde habían caído los proyectiles, sintió ahora huesos de alitas de pollo que por poco mancharon su fantástica playeradeEnzo.Bettianasaliódelacocinacon unacharolaenlasmanosyjustoatiempopara ver lo que había sucedido. Dejó los snacks en la mesa deAndrea y se acercó a preguntarle a José si todo estaba bien.

—Todo está bien. Puedo soportar que esos mandrilesesténmásalpendientedemícuando bebomicervezaqueenvezdeestarpendientes al partido. Puedo soportar sus miradas amenazadoras que no significan una mierda para mí. Puedo soportar sin ningún inconvenientequemediganloqueselesantoje, pero de ningún modo voy a tolerar, repito, de ningún modo voy a tolerar que manchen esta playera.

—Yotampocomeaguantaría,yomismavoy y le meto un picahielos en el ojo de la verga.

-—Estás loca, yo hablaba de ponerle una madrizaperopues,delasnormales,nopensaba jugar a Hostel, ya no se te está saliendo lo charrúa, se te está saliendo lo Eli Roth.

—Nadie se mete con mi Uruguay, carajo, eh...¡ytampococonelBolso!

—Nopues,estoyavalióvergotaporquesoy manyaamuerte.

—Entonces a vos te voy a romper la verga conunpicahielo.

JoséyBettianasereíancomotontos,aella se le veía muy feliz, cosa que aAndrea no le gustó;asíquemandódenuevoaBettianaala partedeatrásyestavezseleacercóaJoséque lomirabacontotalindiferencia.

—¿Peroquécoñotepasa?¿Vienesamibar conesaplayeritademierda?¿Notedascuenta queesunbaritaliano?Aquínosonbienvenidos lossudacas.

—Soymexicanoy...

—Ah, déjame entender, ¿eres mexicano y te pones ese trapo para tratar de cogerte a mi gata?¿Eseso?¡Quesequierecogeralanegra! —gritóburlonamenteasusamigos-.

José no iba a aguantar mucho más y de hecho, no lo hizo. Con la mano derecha tomo deloshuevosaAndreayapretóconunafuerza desmedida.

—Mira, ítalo-pendejo, no sabes con quien estásjodiendo.Soyunfuncionariofederalysi se me hinchan las pelotas te la hago de pedísimo. Una más que trates de pasarte de verga conmigo y te parto la madre; repito, te partolamadreatiyalcabrónindocumentado detupapá.Asíes,conozcoatupapáyconozco su situación jurídica. Aquí, en este putísimo

paísdecagadallenodemorenos,eresunilegal. Si te deportamos vas a tener que regresar a tu Sicilia de los cojones donde seguramente les esperaunavendetta,¿verdad?Noquerrásque vaya con los de migración a ver a tu papá, ¿verdad?

José soltó a Andrea que ya estaba lagrimando,susamigostratarondeintervenirpero Andrealeshizounaseñaparaquesealejarany lesdijoquetodoestababien.Bettianasalióde lacocinaytomóaAndreaporlacintura,sele acercó a una distancia a milímetros de rozar sus labios con los de ella.

—Siteleacercasaesependejo,lesdisparo a los dos.

—Andrea,nisiquieraloconozco,sólohice milabordeventas,¿noparaesomecontrataste? ¿Parametergentealbar?

—No te hagas pendeja, te gusta. A mí me mandasalamierdaunayotravezyluegollega este pendejo y te la pasas riéndote como una idiota. Si no te gusta, entonces lárgate con tu padrastro,seguroextrañasqueteviole.Ándale pendeja.

Bettiana contuvo lo más que pudo las lágrimasysesentójuntoaAndreacuandoinició el segundo tiempo. Los uruguayos salieron a la cancha cabizbajos, como si supieran que al saliralcampolosestaríaesperandounverdugo presto a cortarles la cabeza de un tajo.

Al minuto 56, "Cebolla" Rodríguez dio el mejorpasealáreadesuvida,DiegoGodínse alzaporencimadeloscentralesitalianosycon un cabezazo descomunal perforó la red que defendíahastaesemomento,undespreocupado Buffon.

Josésepusodepieyfueelprimeroengritar golperofueenvano.Elárbitrohabíamarcado falta del defensor uruguayo y su gol, fue anu-

lado.Andrea,cobijadoconlossuyosyjugando de local en ese juego de machos, miró a José comodiciendo:"Jódete,putomexicano".

Bettianatambiénhabíaaplaudidoporelgol delossuyos,porloqueAndrealerecordóque ahora llevaba la playera azzurri, y que por lo tanto, no debería morder la mano que le daba detragar.Alminuto60,ocurrióloimpensable. Una fuerte entrada de Godín sobre Insigne en el corazón del área fue señalada como falta y porlotanto,penal.Andreaselevantó,hizolos ademanes de los italianos, se burló de los uruguayos,seburlódeBettianaaquienquería obligarlaabesarelescudodesucamisetapero ella se resistía. Pirlo se sintió con confianza paraejecutarlapenamáxima,tomoladistancia necesaria y pateó flojo hacia la derecha de Muslera que en ningún momento se venció y sequedóconelbalón,sereincorporórápidoy pusolejoselbalón,lejosenlospiesdeEdinson Cavani que corría como alma que lleva el diablo hacia la portería de los italianos, del otro lado cerraban Luis Suárez y Stuani, ambos ya le sacaban varios metros de ventaja a los defensores italianos. Cavani se sintió inspiradoysefuecerrandoaBuffonysacóun potentedisparoqueelmetapudodesviaryque parasumalasuerteseladejóaLuisitoSuárez que la prendió de volea y Buffonnada pudo hacer. Uruguay se acercaba dos goles a uno y todo, producto de un penal fallido de los italianos. Bettiana no logró ocultar su entusiasmo, volteó haciaAndrea para hacerle ver que su equipo no estaba muerto. José, por su parte había gritado gol también y besó el escudouruguayo,unaporélyotraporBettiana, gesto que le robó el corazón a la morocha. El partido cada vez estuvo más tenso, y ya hacia elminutoochentaydos,unafaltadeBarzagli fuera del área significó una oportunidad más paraloscharrúas,DiegoForlánhabíaingresado

un par de minutos antes y pidió el balón para cobrar la falta; los italianos seguían discutiendo,porloqueelárbitroamonestóadosde ellos, los más escandalosos a fin de que se callaranysepusieranajugar.Buffonformósu barrera, gritó los nombres de casi todos y les indicaba en qué orden debían pararse para no obstruirlelavista.Elárbitropitó,"Cachavacha" tomó impulso, un último respiro y sin mirara la portería le pegó al balón como sólo él lo sabehacer,¡pordebajodelabarrera!Todoslos italianos, con los ojos cerrados y la cabeza gacha saltaron, Buffonse quedó viendo hacia el cielo en espera del fogonazo y no se dio cuentaqueelbalónyadescansabaenelfondo delared.Uruguayhabíaempatadoelencuentro. LosgritosdeJoséylosdeBettianaretumbaron en el bar que estaba convertido en un cementerio.Todoslositalianosylostenochtitalianos que eran lo más, gritaban cualquier clase de insultosalosárbitros,fraude,roboycosasque aBettianayaJosélesdabamucharisa.Incluso Bettianatuvoeldescaro,deiraabrazaraJosé asumesa.Esto,desdeluego,hizoqueAndrea seenojaratantoquepidióasusamigosquese callaran y tiró la botella de su cerveza detrás de la barra rompiendo otras botellas y el espejo.JoséllamóaHenryylepidiólacuenta, BettianasepercatódeelloyAndrealedijoque era lo mejor, que se largara su amiguito mexicano que si no, la iba a pasar muy mal cuandoItaliaterminaradeecharaUruguayde unavezportodas.El-Shaarawyentróalacancha comorespuestadelositalianoshaciaelgolde loscharrúas.TodaItaliasevolcóhaciaadelante y comenzó el bombardeo sobre la meta deMuslera quien detuvo todos y cada uno de losdisparosquelositalianosenviabanyacon másfuriaqueinteligencia.Yasobreeltiempode reposición—dieronseisminutos—alminuto 94, El-Shaarawy recuperó un rebote de Muslera,justoenlamedialuna,tratódecambiar

a su perfil, esquivó la barrida de Godín, le reventó la cintura alenorme Coates y justo cuandoapuntabaelcañónhacialametadeun Muslera totalmente bloqueado por los delanterositalianos,enunactodelomásincreíble, EgidioArévaloRíoslesacaelbalónpordetrás al"Faraone"yconlaspiernasqueyanotenía, pudocorrercasidiezmetros,losuficientepara poder pasarle el balón a Cavani que se iba absolutamente solo contra Buffon, el estadio había enmudecido, sólose escuchaba el trote del uruguayo, el sonido del césped que era raspado por el "Brazuca", el rostro de Buffon sehabíaendurecido,salióacerrarleelángulo de disparo al delantero del PSG de Francia, Cavaninoperdiódevistaelbalónyestuvomuy atentoalmovimientodelflamantearquerode la Juve, el choque de tanques era inminente, sólounoibaasobrevivir.Cavanihizounafinta de disparo que dejó a Buffon en el suelo, recortó por izquierda y con la pierna derecha solo empujó el balón que entró hasta el fondo de la red con una lentitud de época. Todos se quedaronviendo.Nadiepodíahacernada.UruguayhabíaeliminadoaItalia.Andrea,cegado por la rabia, la frustración, la amargura y el despreciode"sugata",rompióelenvasedesu Peroni,susamigostratarondedetenerlo,hirió a dos de ellos, ninguno de gravedad pero sí lo suficiente como para hacerlos alejarse y se dirigió a la mesa donde estaba José y sólo encontróunanotaquedecía:Veni,vidi,vici.

José se había ido y Bettiana, con él.

Dedicado a la selección uruguaya de fútbol. El equipo al que como mexicano, nunca amé en secreto. También es para ti, Rossana. Sé que lo estás sufriendo tanto como yo lo estoy disfrutando.

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Un encargo especial

Quizáslaprimeramuestradeperturbación demimadre,ocurrióaquellamañanade Octubrecuandodespertóexasperada.Hastaa mí,quedescansabaenlahabitacióncontiguaa supieza,mehabíallegadounrumor,uncomo gemido o sollozo entrecortado que al cabo de unossegundosdistinguíinusual.Confundido, removílamantacurtidaqueabrigabalamitad de mi cuerpo y caminé descalzo por el estrecho pasillo que comunicaba a su alcoba. Recuerdoquealcruzar,elpisodeazulejosestaba helado y las paredes reflejaban sus costras desnudasenlaclaridaddelamañana.Alllegar asucuarto,mesorprendiómuchísimoadvertir que un cuerpo de sombras se filtraba por el resquicio del marco oxidado de la puerta. Entonces, revisé la manija y se encontraba floja. Poco a poco mi brazo fue descubriendo elropero,sucioyviejo,acomodadoenunade las esquinas, y las figuras de porcelana por encimadeél.Mimadre,quesehallabadellado derecho,estabasentadajuntoalacómodayel tocador. Sus ojos grandes y cansados giraban ensusparedescóncavasysuspalmasydedos agarrabanconfuerza lassábanas.Elcabellole cubríalafrenteyloshombros,humedeciendo el collar de cuencas y el camisón azul. "¿Qué pasa?"lepreguntédesconcertado,colocándole unamanosobresurodilla.Peroellacontinuaba conlamiradaperdidaybalbuciendounaspalabrasinaprensibles.Despuésdeunbrevelapso, alfinal,suvozestentórea irrumpió:"Nadacielo,creoquesólohetenidounapesadilla."Sin embargo, yo sabía que lo acontecido no tenía precedente, pues, aunque mi madre fingiera mostrarunasonrisaconciliadora,enelairese percibíaunolorviciado,unamezcladeazufre ydehumedad;ydelasventanaspendíangotas

oscuras.Apesardeello,creíestarsiendoburlado por mis sentidos, quizás a causa del cansancio o del sueño, y decidí dejar a mi madreasolasparaquerespiraramáslibre.

Enlashorasposteriores,lacalmafueesparciendo sus raíces rugosas con la claridad del día salvo por la serie de incidentes que un ojo menos agudo y provisto hubiera tomado por normalesofantasías.MihermanaIlse,quese encontraba en su cuarto, había salido para dirigirse a la sala cuando notó que mi madre desprendíadelcestodelabasuraunosterrones de azúcar y los lanzaba al aire repetidamente."¿Quéhaces?"lepreguntómihermana, sin otorgarle tanta importancia, y se recostó enelrellanodelsofá.Susdedospálidosyhuesudos salían por un extremo de la cabecera y trataban perezosamente de entrecruzarse.Yo, en cambio, me distraía en la mesa de vidrio hojeandoungruesomanualdecontaduría.En la sala, ya el viento caluroso comenzaba a prenderse como oruga de los rincones del techo; y las vasijas y las copas adquirían tonalidadradiante.Desdeelfondodelacocina, ydeespaldasamihermana,mimadrealcanzó aespetar:"¡Claro,conestoserásuficiente!"y se encaminó convencida hacia la mesa del centro para sentarse a mi lado. "Ilse, hija, acércate aquí. Tengo algo que contarles." Después, hubo segundos de silencio y esperó mirándonos a los ojos que le prestemos atención:

—Hoyporlamañana,mientrasdormía,un hombrecitodeastrosasvestiduras,vinoavisitarme entre sueños y me ha dicho que nos depara una ocasión muy especial… que en la nochevolveríaparahacermeunpedido.

—¡Qué! ¿Pero cómo es eso posible? —Le señalé a mi madre asentando una mano sobre lasuya.

—SiAurelio,niyomismaloentiendo.¡Pero todofuetanreal!Que…

—¡Aymamásóloesunsueño!—intervino mi hermana, aburrida.— No tienes por qué temer.

—¿YcómoeraestehombrecitoMadre?— repuse ofuscado aunque internamente incrédulo.

—Moreno,supieleracomodebarro.Tenía losojosgrandesylanarizanchaperfiladahacia afuera. Sus labios eran gruesos y resecos. Cuandohablaba,subocaseextendíahacialas orejas mostrando unos dientes amarillos y filudos. Daba la impresión de alimentarse de animales muertos o desperdicios. No podría determinarexactamentelalongituddesuvida, perosindudaeraadulto.

Nos quedamos asombrados. Lo anterior, sencillamente nos parecía increíble, una historiamotivadaporalgúnrecuerdo,unaimagen delainfancia,provistadesuperstición,de mito ohechicería.Acordamosquelomejoreraque mimadrereposara,noclaro,sinlasupervisión pertinente.

Al caer la noche, una aurora de intranquilidadnosabarcóatodos.Elsilenciosehizo más subterráneo, hundió sus fauces en los cimientos de la casa. Desde los dormitorios, si uno prestaba atención podía distinguir sin esfuerzo el motor de la nevera encendido, las aspas del ventilador en la pieza de a lado, el centellear de la bombilla al roce del insecto. Elvientoprovenientedelacalleeratenueyse plegabaconsuavidadalassábanas.Porratos, algúnperroseoíaalolejosounautomóvilpasaba rápido. Nosotros estábamos al borde del menor ruido, del menor indicio que pudiera

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alertarnossobreelestadoactualdemimadre. Sinembargo,conformefueronavanzandolos minutosunsoporconaromadelavandanosfue envolviendo en su letargo de sueño y flores y nosfuimosquedandolentamentedormidos.

Alamanecer,ungritoespantosonosdespertóatodosynosapresuramosacorreralcuarto de mi madre.Al llegar a la puerta —esta vez estabacerradaconmanojo—mesentíforzado a darle de golpes y de tumbos en su respaldo decedroparaqueseabriera.Eltiempoparecía interminableylamanijanocedíahastaqueal fin, desde el interior de la alcoba, se oyeron unospasosaproximarseconlentitudygirarla manijaconsuavidad."¡VisteAurelio,tedijeque erareal!"soltómimadre,agarrándomelacara, y nos señaló a Ilse y a mí que mirásemos al suelo.Yefectivamente, en el piso aderezado con terrones de azúcar habían quedado grabadaslashuellaspequeñasdeunhombrecito. Laspisadasdeldiminutoserdejabanunrastro frescoypeculiarqueabarcabadesdelapuerta decedrohastalacama.Alrededordelcamino glaseadoalgunashormigasformabanunahilera cargando sus prodigiosos miligramos y del costado izquierdo de la recámara podía divisarse una cajetilla de fósforos. "¡Qué pasó!, ¿estuvoaquíotravez?"preguntóestúpidamente mi hermana Ilse y atravesó la puerta mirando hacia todos lados. Yo, en tanto, esperaba ansiosolarespuestademimadremientrastrataba decalmarla.Enellugarhabíaquedadoalgode perniciosoqueinvitabaasalirdeprisa.Elaire estaba cargado de un olor denso y soporífico; ydelasventanaspendíanlasgotasoscuras.Al fin, mi madre se apresuró a decirnos lo que pasaba:

—Ayer por la tarde, mientras escoraba las ollas en la cocina, no sé por qué tuve la necesidaddemiraralsueloymellamólaatención unos terrones de azúcar que lucían brillantes

enelcestodelabasura.Losgranosdeazúcar, estaban mojados y adheridos a una hoja de papel china muy próximos a la superficie. Se me ocurrió que podía demostrar el paso del sueñoalavigiliadeesteincreíblehombrecito si lograba marcar sus huellas utilizando los terronesdeazúcar.

—¿Yquéfueloquetedijo?—preguntómi hermanaavanzandolosbrazos.

—Pues me encargó que le preparara un almuerzoparacienpersonas—repusoasecas mimadre.

—¡Perocómo!¿Esoesloquequería?—le reclamé un tanto irritado y sin entender el motivo—¿Yquéclasedealmuerzoseleantoja alhombrecito?—volvíainsistirsinganas.

—Unoencuyaelaboracióndebemosparticipartodos.Nopuedefaltarningúningrediente. En esto fue muy preciso.

Ilseyyonosvolteamosaverunossegundos y comprendimos que lo que decía mi madre era importante. Luego, nos interesamos por saber de dónde obtendríamos el dinero y el mododeprepararlo,alocualellacontestóque nonospreocupáramos;queyacontabaconlo necesarioyquesólofaltaríanloscondimentos ylacarne.

Enlosminutossiguientes,unaintensaagitación se desató por los corredores de la casa. Ilseyyoandábamosdeunlugaraotroapurados en alcanzarle los utensilios. En la meseta, ya habíamoslogradocolocardosollasaptaspara

preparar la comida: una, para sancochar los huevos y la otra para hervir el espinazo y los codillos. Mientras tanto, mi madre —que se encontraba a la derecha— se esmeraba en cortar a rajas el tomate, la cebolla, el chile dulceyelepazote;yleencargabaamihermana los kilos de garganta y muslo que habría de comprar junto con los sobres de recado.

Eltiempoparecíaavanzardeprisaamedida que nosotros íbamos cocinando.Yo no podía dejar de mirar los brazos hirsutos y morenos de mi madre que se movían feroces agitando susesclavasdeoro.Veía cómoseletensaban lasvenasylolargoyquebradizodesusvellos. Enelaireyapodíasentirseelolorfragosodel caldo de verduras, desprendiéndose de la olla hirviente, y la tarde empezaba a poblarse de nubes espesas y graznidos de pájaros. Nosotros,seguíamosalaesperadequeIlsevolviera pronto con el encargo que le habíamos hecho mientras un presentimiento comenzaba a apoderarnos: de los cristales de las ventanas habían empezado a brotar gotas oscuras y los follajes de los árboles se mecían con estridencia. De golpe, un ruido sordo se oyó caer afuera de nuestra casa, junto a la puerta de vidrio.Atravésdelpálidocristal,sinembargo, pudodistinguirseelbultooscurodeunabolsa debasura.Mimadre,desconcertada,meindicó rápido que me dirigiera hacia la puerta y al abrirlapudeleerleunatemblorosainscripción quedecía:"Aquíletraigolacarneseñora"alo cual ella agregó, "y esa tu hermana que no regresa."

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Renació: La desilusión del sueño.

Caminaba ferozmente esquivando peatones, agrupados como moscas por las

callesamarillasdelcentro.Seacercabalahora, en que la selección Mexicana de Fútbol iba a tener su histórico duelo en la final de un Mundial. Se podía oír desde el zócalo la pantallapuestaporgobiernodelestadoparaque todoslostranseúntescercanospudieransentarseaverelpartido.Unamultitudalolejosvestidos de verde con la cara pintada, autos avanzando lentamente para estar pendiente del inicio del juego, radios antiguos sonando con suplicio por lo fuerte que los camioneros estabanescuchando.Eldíaestabaabandonado, todos los mexicanos rezaban debajo de un techo para ver a su selección victoriosa. Me metíalprimerbarqueencontréytoméasiento; todos los televisores estaban sintonizando el inicio del partido, escuchaban atentamente la formacióndeambosequiposylosmurmullos de discusiones sobre quién debió iniciar no podían ausentarse.Lagenteparalizadamiraba las pantallas sin parpadear,elmeseroestático sostenía una bandeja sin tener en cuenta su existencia, llevando todas esas bebidas que podían caer en cualquier momento. Dejé el portafolioauncostadoparapoderavisarleala camarera, mostrándose indiferente de todo el suceso, si podía traerme una bebida, asintió levementeydiolavueltaparatomarlaorden. El juego estaba ya dando a luz, los jugadores enmediodelacanchaconsusrespectivasposiciones,algunosmirandoalcielo,apuntandocon losdedosaalgúnpadrequehoy,leshicierala alegría de regresar a México e imponer una leyenda que todo el pueblo mexicano había perdidohaceyamuchotiempo.Otros,arrodi-

lladoscerrandolosojos,movíanloslabioscon ternura. El tiempo mostrado por el marcador, estabacomosialguienleapuntaraconunarma, escrupuloso,lento,llenodenervios,elauradel impacto,unobjetorepresentandolapercepción del instante enjugaba los corazones y amanazabaconexprimirlos,unaobradearteseproyectaba en la cara de miles de mexicanos. Todos sosteniendo el aliento hasta la muerte, el silencio navegando sobre los espacios, la tarde cerrando los ojos cada vez más rápido, los autos pitando desesperados. Sonaba el primersilbatazo.

Elruidovolvióentodoslossitiosylagente con lágrimas en las mejillas platicaba acerca de cómo sería la posible derrota del equipo contrario. La mesera trajo mi bebida, un tarro decervezaoscuraerasuficienteparacontemplarelencuentro.Podíaescuchardetrásdelas paredes, aquellos bares que estaban a unas cuantascasas,localesderopaopuestosdecomida mirando el partido, hablando, emocionándose por el encuentro, felices, sonrían como si vieran nacer a sus hijos, sonreían comosinadapasaraenelmundo,ahoraelpaís por fin los tenía alegres y sobre todo, unidos.

Cada llegada de México a la portería contraria era un caos, gritos en las carreteras llegando hasta el cielo, azotamiento de las mesas donde estaban sentados algunos más borrachos,aventandomadresaunatelevisión pusilánime ensordeciendo al público, era la verdadera fiesta patria. Cerveza tras cerveza pasaba frente a mi cara. Un tipo con un sombrero gritó "Disparo a todos los clientes si México es el primero en anotar". Y todos los

clientes, aplaudieron, felicitándolo, algunos, hastafueronasumesasóloparadarlelamano.

El partido se mantuvo en ceros hasta el final del primer tiempo. Las personas parecían mástranquilasytomabanundescansodetodo elalboroto.Lacomidadesfilandoylosmeseros realizando su trabajo adecuadamente, paseaban platos de comida dejándolos en una mesaymarchándose.Susgargantasmerecían descansardelestruendoysedicequeunopuede vivir con la derrota, pero no con hambre; el hambre es lo que nos mantenía vivos, nos mantenía ahí, persiguiendo el sueño de la nación.

Eliniciodelsegundotiempofuemásdócil de lo que había pensado, la cuenta de los clientessubíacadavezmás,anadieleimportaba en ese momento, podíamos estar frente asesinos,violadores,premiosnobel,geniosdela época, pero a nadie le importaba, y el altar, el diosdetodos,tomabaactodepresenciafrente a ellos, a kilómetros de distancia, jugándose una vida y filosofía estando más allá del heroísmo, en ese momento veíamos a los héroes de la independencia, en ese momento el público quería reflejar al mundo que podemos ganar premios, podemos ser igual de buenos a las otras naciones poderosas que dominanelplaneta,estábamosacostumbrados a ser parte de una élite muerta de hambre, de pobrezaextremayeducacióndoliente,presas siempre de la basura en la que nos revolcábamos día tras día frente al palacio nacional. No le prestábamos atención a los huesos rotos que crujían al despertarse todos los días paraalimentarunafamiliadecinco,ahí,enel México inmerso en las drogas, en el que la muerte estaba enmascarada de justicia, aquí, caíamos todos; el único deseo de acercarlos a felicidad, de librarlos de una vida llena de intoxicación e inconformidad, estaba siendo

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transmitidoeneltelevisor,dominabaunpoder máspotentealdelasbalasdeTlatelolco,tenía ungritomáscautivadorquelamuertedecuarenta y tres desaparecidos, y más público que el que se le tiene cuando hay que cantarle a la bandera,fuertementediscutidoquealasmalas eleccioneshemosarrastradobajoelpie,ignorandonuestrapropianeblina.Afuera,aquellas personas sosteniendo el mandato intelectual, atacando desde sus Iphone seis, eran abofeteadas por las redes sociales, puesto que la pretensiónsiemprehasidounanimalviolento y estúpido, lo sacamos cada vez que recordamos lo que somos; callaban todas esas bocas pútridasquecreíanserunaneuronaquesalvaría al país, y esas máquinas ahora, estaban acostados con las pestañas abiertas presenciando cómolosdevorabalashormigas,todosjuntos, agarrándose las manos, inmóviles, con sus cartelesenlaespalda,queriendoserejecutados.

Habíaconsumidotrestarrosdecervezaalo largo del segundo tiempo, seguía en ceros el partido,loscorazonespalpitandoavelocidades exageradas,dentrodelbarentonabanel Cielito lindo para así, el milagro por fin cayera del árbol, poder devorarlo. Por fin, después de tantosaños,poderalzarlacopadelmundo.La músicaeraaterradora.Cómoelespírituapesar de todo caía a esa entonación, nunca había escuchado semejante escalofrío en las vértebrasyhoyloestabaviviendo,vivíaquizá,una de las más importantes épocas del siglo. El tiemposeguíaagotándose,avanzabaynoescuchaba súplicas. Daban los ochenta y ocho minutos de partido cuando México se puso helado.

Fue como si la virgen hubiera movido su bocaylesdieraunmensajedepazypremonición. Todos los mexicanos miraban al televisor porque el árbitro había señalado pena máximaalosochentayochominutos.Unpe-

nal que desde la narración de las televisoras, desdelasmilesrepeticionesquetranscurrían, jamás resultó ser cierto. Un penal no parecía haberse cometido. Desde el partido se veía a los jugadores del equipo contrario yendo con furia hacía el árbitro, mostrándose firme a su decisión.Llenodeira,unjugadorlesueltauna bofetadaalárbitroysevaexpulsado.Elpúblico como al inicio del partido, en un colapso de silencio absoluto. El equipo Mexicano, asustado, va hacía el árbitro creando gestos y palabras indescifrables para todo los espectadores, nadie sabía el significado de lo que hablaban,peroseveíanenojadosysobretodo, asustados.

El problema duró unos diez minutos hasta queGuardadofuehacíalaporteríacontrariay dejó el balón en el manchón blancuzco, el corazóndeMéxicoretumbabaloscuerpos.El sol, temeroso, se guardó y dejó lugar a una noche temblorosa. Es y será, el silencio más agónico en el que he estado presente, un silencio,creoyo,parecidoallimbodelinfierno,totalmenteabrumador,invadidodeespanto, seco, vívido. Guardado tomó su distancia y sonó el último silbatazo para millones de Mexicanos. Lanza el balón a un lado de la portería, dócil, con los ojos quizá, llenos de sangre,enmudecido,nadasobresalíamásque su rostro decidido. Poco a poco el balón se ibaalposteizquierdodelaportería,eljugador, esbozaba una sonrisa mientras la pelota pasó totalmente la última línea. El silencio quedó estáticoenelaire.Otradimensiónsemanifestabasinnadiehabitándola.Losrostrosinmunes, ennegrecidos, muertos. El estadio era una bestiayconelacto,quedóperplejo.Yo,depie conmicervezaenlamano,sentíaerizadotodo mi cuerpo. La gente se sentó de nuevo y yo con ellas, se escuchó el silbatazo del partido. Treinta minutos más fueron jugados hasta

llegar a los penales, falló tres y metió dos, el rivalfallóunoymetiócuatro.

Méxicohabíasidoderrotado,losnarradores hablabanconsollozosatravésdeesapantalla inmune, nadie provocó una palabra, todos cabeza abajo, seguían bebiendo, el bar quedó como un velorio, como tumbas al horizonte resplandecidasporelsol.Tomémicerveza,me quedératoenmilugar,elaguadelascervezas resbalaba por las maderas de las mesas. Sólo vi una vez más a todos y alcé la mano a la mismamujerparapagarlacuenta.

Caminéporelcentroparabuscarunautobús quemedejaraenmihogar,noeratantardepero quería estar ahí lo antes posible. Escuché un ruidoprovenientedelzócalodelaciudad,era atroz y robó mi atención de inmediato, giré y el ruido me hizo dirigirme hacia ahí.Al pasar por un edificio, mis pies se detuvieron violentamente,sentímiedo,muchomiedo.Los ciudadanos destruyeron la pantalla que se les habíapuestoparaverelpartido,sillasquebradas reposando en la carretera, jóvenes que habían llevado sus playeras de la selección se las quitaban para arrojarlas al suelo y pisarlas con brusquedad escupiéndolas. La policía intervinoperolamasaeraabundante,laspalomas seretirabancontemor,ysóloestabanlospies de los enfurecidos. No podía irme del asombro, y el miedo se apoderaba de mis vísceras. Esetemormehizopresenciarelactofinal.De toda la multitud destruyendo la ciudad, entre toda esa bola de gentes pintadas y algunas manchadas de sangre, habló una voz apenas perceptible. Gritó nuevamente hasta dirigir todas las cabezas hacia arriba. La policía con susescudosenlamano,observabandetenidamente al hombre parado con un cartel y un cuchillo.Teníapuestolaplayeradelaselección en color verde, poseía el escudo en medio del pecho. Los antimotines de los federales

hablabanporunaradiocomunicandoquebajara elsujeto.Lacatedralestabaplagadodepersonas,rebotabanenlaspuertasylasarañaban.El sujeto,depie,enelbordedelacúpulasacóun plumón y escribió en el cartel que sostenía en la mano. Al terminar, clavó fuertemente el cuchilloenmediodelpecho,enelcorazóndel escudo,enelbalóndondesesosteníaeláguila y se dejó caer. Caía rápido, nosotros mirábamossiguiendosutrayectoria,cayófirmeenel suelo, quebrándose todo. En ese instante mis impulsos respondieron y corrí desesperado hacialamultitud,losapartéatodoscongolpes leves y palabras cortas. El personaje estaba

tiradoconlabocaabiertayelcuelloformando una posición imposible. La sangre salía de su boca mientras un sujeto de la manifestación, pintadoconcolordel"tri"seacercósutilmente alcuerpo,sehincóyleyóenvozaltaelmensaje clavadoenelpecho:"Desilusiónconstantedel sueñoMexicano".Elquehabíaleídoselevantó, movía de izquierda a derecha la garganta, mirandoatodaslaspersonasqueyacíanahíen el espectáculo. Avanzó dos pasos riéndose rompiendolacalmaquehabíacaídocomouna pluma sobre todos nosotros, entonces, todos losespectadorescomenzaronaaplaudir.

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La Rusia tomada

Capítulo de la Novela El Nido del Cuervo

Iván Espadas

Yo te juro Adolf Hitler/Como Führer y Canciller del Reich Alemán/Lealtad y valentía/Te juro a ti y a los Superiores/A quien nombres Obediencia hasta la muerte/Dios me ayude. Juramento de iniciación para los miembros aceptados de la Schutzstafeel de Heinrich Himmler, o escuadrón de protección más conocida (temida) por las SS.

Agosto de 1941. Dos meses después de la invasión a Rusia

Joachim Peiper, profesabas el mismo fanatismoqueeldelFührer,alquetantoadmiraba. Teniente coronel a los veintinueve años, el mismo Hitler se había expresado de ti como alguientenazyvaliente.Apuesto,yelmásjoven comandantedelejércitoalemán,representaste lapuntadelanzadela1ªDivisiónSSPanzeren laOperaciónBarbarroja,paralaofensivayla ocupacióndeRusia.Tumiradadeadolescente triste y penetrante, la sórdida risa, el pulcro cabellorubiodescansandoentuangostacabeza, lanarizestrechaquemarcabanunperfildigno deseresculpidopormanosrenacentistas,ytu agudezaenlatomadedecisioneseranatributos indiscutiblesparaserpartedelarazasuprema aria,larazadestinadaamandarsobreEuropa, el resto del mundo vendría después. Joachim Peiper,enrealidad,estabasconvencidodeque elmundocivilizadotendríaenBerlínsucapital.

En Ucrania recordaste tus inicios en las juventudes hitlerianas, luego tus pasos por la academia militar y por el partido nacional socialista. Hasta tu nombramiento de comandanteparalanuevamisiónqueahoracumplías con resultados satisfactorios.

Unsoldadoteabriólaportezuela,tuspulcras botas negras pisaron las tierras heladas de tu

conquista.Delamangaderechadetuuniforme seprendíaunabandarojaconuncírculoblanco queensuinteriormostrabaunacruzesvástica. Los tímidos rayos del sol hicieron brillar el metal plateado del cráneo, con los huesos en Xsujetasalfrentedetugorro.Conlaagilidad aprendida a costa de largas horas de entrenamiento militar y tu juventud, subiste dando brincos al techo del vehículo que te trasportaría.

Cuarenta soldados de tu guardia personal dirigieron sus armas de miras telescópicas a todos los puntos. Observaste el camino que dejabas a tus espaldas, la dirección contraria de tu destino. Muy a lo lejos se levantaban un par de columnas de humo que estocaban a un pálido cielo carente de nubes.

Te seguía tu ejército, trescientos gigantescos tanques Panzer que partían la tierra a su paso,igualnúmerodevehículossemiblindados, yprovisionesparaatravesartodaSiberia.Doce milsoldadosarmadosymotorizadosesperaban conansiascumplirtusórdenes.

De los bolsos interiores de tu uniforme tomasteunbinocularylollevasteatuojo,pero en esta ocasión miraste al frente, hacia donde se dirigían tus pasos. Allí estaba ella, era la Rusia blanca, tan grande que en sus entrañas podría caber más de un continente. La Rusia tan anhelada por los más grandes conquista-

dores:"SiNapoleónlahubieratomado,hoyel mundoenterohablaríafrancés".LaRusiaimperialqueconstruyeronloszares,laRusiaque Lenin convirtió en una aberrante república comunistaysoviética.Ylomásimportante,una futuraRusiagermanizada,librederazasinferiores, y un territorio que con sus recursos naturales y humanos haría al Tercer Reich invencible,tantoparaelhombrecomoparael tiempo.

Ya han pasado sesenta días desde que tu división Panzer atravesó la frontera. Si bien obteníasvictoriasaexpensasdeunnumeroso ydesorganizadoejércitorojo,tambiénteparecía que el avance distaba de ser una empresa sencilla. Te preguntabas por qué la defensa soviética tardaba tanto en responder, por qué tantaingenuidaddeStalinysusaltosmandos militares. "¿Acaso los servicios secretos soviéticos nunca leyeron Mi lucha, escrita veinteañosatrásporelFührer?".Enestetexto quetantoconocíasporserlabibliadelpartido nazi,seexpresabadeformaclaraysinningún tipo de divagación, la necesidad alemana de invadir Rusia y sus estados vecinos para asegurar el espacio vital.Te sigues preguntando: "¿Podríaserqueelprocesodeselecciónnatural de las especies provoca que las razas inferiores cometan tantos errores?"

Luego de librar tu primera batalla y de que lamaquinariadeguerrareventaralasdefensas rusas,capturastecienmilsoldadosenlabatalla de Smolensk. Ya prisioneros, los recluiste en improvisados centros de retención. Cada mañana, a las primeras horas del día, hacías fusilar a dos mil hombres. Cuando te diste cuenta de que el trabajo sería extenuante, los dejastemorirdehambreyfrío.Algunosdetus condenados no sobrepasaban los dieciséis años.

Unodetusoficialestepidióperdonarlavida de los más jóvenes y le respondiste que si fueronhombresparatomararmasypertenecer a un ejército, no veías mal que fueran ejecutados como hombres. Les recordaste a todos tus generales que los rusos, en especial los ucranianos,eranracialmentedescendidospor siglos de mestizaje con material mongoloide, yqueporlotantosudestinoenelnuevoorden mundialeraelexterminio.Lossobrevivientes serían explotados como esclavos sin oportunidad de procrearse, de esta manera las razas subhumanas desaparecerían del dominio alemán en un periodo no mayor de cuarenta años. Todos tus oficiales compartían las mismas ideas en que creías dogmáticamente, no era una cuestión de convencerlos, solo de recordárselos.

Entumarchapasaríaspormuchospueblos y ciudades. Pensaste que no sería posible detenerteencadalugarpararealizareltrabajo de limpieza, por lo tanto tenías que crear nuevosmétodos.

En la siguiente ciudad convocaste en las afueras del poblado, a todos los hombres de seis a ochenta años. Les dijiste que era necesario que se liberaran de la opresión rusa que había creado las infames granjas colectivas y les había quitado su religión; la población te vio como un libertador. Les anunciaste que tanques de guerra soviéticos pronto vendrían para destruir Ucrania. Los convenciste para hacerunatrincheraquedetendríaelpasodela artillería pesada del ejército rojo. Durante cuatro días y sus noches la población masculina escarbó sin descanso una zanja de dos kilómetros,concuatrometrosdeanchoytres defondo.Exhaustosyhambrientosloshiciste desfilarengruposdeadoscientosalasorillas de las zanjas, y ordenaste a los soldados que los rociaran con balas de metralletas pesadas,

mientrasqueelbatallóndeSS,compuestopor seiscientoshombres,rompíanpuertas,casapor casa,ydisparanconlasMP40atodoloquese moviera.Posteriormentehicisteprenderfuego atodoloquesepudieraquemar.Conunvehículopesadoutilizadoparalevantarobstáculos de los caminos, tapaste con tierra las zanjas. Cuandolatierracaíasobrelasvíctimas,aúnse escuchaban lamentos. En veinticuatro horas habías diezmado a cero a una población de veintiséismil habitantesyelcaminoaMoscú aúneralargo.

Enunanoche,mientrasveíasqueunparde soldadosprendíanfuegoparamitigarelviento helado,tuvistelaideadecrearunbatallónque redujeraentiempoyesfuerzoladuralabordel exterminio.Lesdisteórdenesatusingenieros de que adaptaran doce tanques, para que por medio de sus cañones lanzaran fuego en un alcance de veinte metros. Estas armas irían acompañadas de un escuadrón de doscientos

soldados dotados de lanzallamas. Sin duda el armamássiniestradesdequeelprimerhombre peleó contra la misma especie.

Trescientos kilómetros más adelante, el puebloTruvozkituvoelinfortuniodeubicarse enturuta.Alasoncedelanoche,ungrupode soldados motorizados rodeó la población. Cercaste al pueblo con alambres de púas que hiciste electrificar y pusiste centinelas en improvisadas torres de vigilancia, que disparaban a todo aquel que intentara escapar. Los que se escurrían a los ojos de tus guardias quedaban pegados a las mortales cercas electrificadas. Una vez sitiada la cuidad, tus tanques de fuego y tus escuadrones de lanzallamasbarríanellugarconvirtiéndoloen un infierno. A tu paso sembrabas infames columnasdehumoquemoríancuandollegaban al cielo. En poco tiempo tu unidad fue conocida como el Batallón Soplete.

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Bon voyage, Nefelibata

Obra para Teatro de calle

Ángel Fuentes Balam

Para Luz Ariadne, mi niña oceánica

PERSONAJES/OPERADORESDEESCENA

Nefelibata,lamadre

Job,elpadre

Nereida,laniña

2Bailarines/Zanqueros

2 operadores de música y dispositivo escénico

PRELUDIO.Acompañadoconmúsica,unoperador de escena reparte hojas de papel y tiza entre algunaspersonasdelpúblico.Enlahojaseseñala que la persona deberá escribir el nombre de alguien a quien debe/quiere/ha tenido que/ decirleadiós.Tambiénindicaquedebenhacer unabarcaconesepapel.

1.-REGRESODELAGUERRA*

Unpelotóndesoldadosmarchalentamentedesde una ciudad en llamas hasta la costa del país. Llegandevastados,dolidosporsusmúltiples heridas:quemaduras,ceguera,mutilaciones…De entretodoslossoldadosresaltaJob,unguerrero quetieneaúnflechasenemigasclavadasenel cuerpo.Élcaminaenlaarenacondificultad,hasta quedescubrealgoquecreeserunaensoñación: su hija Nereida de la mano de Nefelibata, su esposa. Ellas lo saludan. Nereida corre a su encuentro.

Detrás de ellas se extiende el mar; detrás de él, resuenan todavía los tambores de guerra y se alzaelfuegoquedevoraciudadesyhacenacer estridentesgritosasusvíctimas.

Suavemente,NefelibatayNereidarecibenaJoby conmovimientosgrandesysuavesretiranuna porunalasflechasdesucuerpo.

Lossoldadoslosrodean,lanzandofrasesyplegarias:

—Vuelveatuhogar,Job.

—En nuestrointeriorsiempreardelaguerra.

—Vealapaz,vealapazdeunavidacomún.Allí guárdatedelfrío.

Alterminarsucuración,lostressedisponenasubir albarcoquelosespera,parallevarlosasutierra natal.Lossoldadoscelebranlavisióndeesta familia.Todoshiervendealegríaalsaberselejos del peligro y de la muerte. Los tambores de guerraseconviertenengritosdealgarabíayen cancionesdepaz.

*Esta secuencia puede ser abordada desde la danza Butoh. Los soldados deben partir cerca del público y marchar hacia los actores principales. Uno de los soldados porta un tambor de guerra para marcar la pauta del movimiento. Con antorchas o varas encendidas, los mismos bailarines (en tierra o desde los zancos) pueden realizar coreografías para presentar la furia del incendio en la ciudad.

2.-VIAJEACASA*

Job, Nereida y Nefelibata suben al barco. Dicen adiós con la mano. El barco se mueve, adentrándoseenelmar

Nereida,enunazonadelbarco,observaelinmenso horizontedivirtiéndoseconlosdestellosdeluz

quequiebranelagua.Ensucorazónhaygenuina felicidad.Nosabeporqué,perollora.Sinembargo, sus lágrimas no caen, se inflan y transmutanenburbujas.Milesdeburbujassalen desusojosyella,maravillada,juegaconellas. Alvapordelbarcoselesumaunacolumnade burbujasminúsculasquevuelanendireccióndel viento.

En el camarote, Job se despoja de su armadura. Nefelibatalorecibeenbrazos.Seunenenun abrazograndeyprofundo.Nefelibatasequita laropa.Consuavidadseacarician,sereconocen, alimentansupiel.

En cubierta, Nereida juega con sus lágrimas y descubrecómosecomienzaaarmarunadanza entre los soldados y sus mujeres. Con alegre músicacomienzanabailarlasparejas.Eloleaje crece. Nereida corre y revolea su cabello, se escabulle entre las parejas, brinca por toda la cubierta.

Enelcamarote,NefelibatayJobhacenelamor.El oleajecrece.

*Dos plataformas móviles construyen el barco. El adiós, al momento de partir, debe ser hacia el público. Incluso, un operador de escena podría invitar a una pareja del público para el baile posterior. Nereida podría hacer acrobacias después de expeler las burbujas. El oleaje del barco será impulsado por los operadores de escena, por medio de largas telas que ondearan de extremo a extremo del barco, rodeándolo.

3.-LATORMENTA*

Eloleajecrececadavezmás.Anochece.

Dentrodesujuego,aNereidalellamalaatenciónla lunayquiereirporella.Brinca,seestirapara alcanzarla.Lanocheagitaelocéano.

Nereidallegaaproaysubelasmanos.Lalunanose dejaagarrar.Nereidalapersigue.

NefelibatayJobsehanquedadodormidos.

Nereida consigue la luna de un gran brinco. Los tripulantesaplaudenyellavapasandolaluna entreellos,selasavientayellostambiénjuegan

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conelsatélite.Elvientocomienzaasoplarbajo lasropasychillaenlosaltosdelbarco.

Eloleajecrece:depronto,unaolagolpeababoryel agua salpica a los que se hallan ahí, Nereida incluida.Lostripulantessealarman.Lalunarueda enelsueloylaniñavatrasella.Elcielotruenay relampaguea, todos lo miran. Las olas se han enfurecidodeimprovisoysubenmásqueantes.

JobyNefelibatadespiertansobresaltadosymiran hacia el mar. De inmediato van en busca de Nereida.

Con el ajetreo de la nave, la luna va de aquí hacia allá y Nereida emprende una carrera desesperada por volver a tomarla. Truena, relampaguea.Elvientohallegadocomoungolpe seco y hace volar ropas y cabellos. Las olean golpeanlaembarcación.Desúbito,hallegado unapoderosatormenta.

El capitán del barco hace sonar una campana de alarmaytodoslostripulantescorrenarefugiarse.

Enelestrépito,Jobbuscaasuhija,quienporfin hatomadolaluna.

Nefelibatahaquedadopetrificada,observandocómo unagranolaselevantafrenteaNereidayaJob. Jobabrazaasuhijaylaquiereconducirhasta dondesehallasumadre.Cuandoalzalavista, miralaolagigantesca,recorriendosuterrible cuadrante. Todos los tripulantes la observan. Huyen hacia los botes salvavidas y lanzan quejidos de miedo. Job toma a Nereida y rápidamenteseabrepasoentrelamultitud.La campanadelcapitánsiguesonando.

Enlacarrera,Nereidapierdelalunayselibradelos brazosdelpadre,pararecogerla.Job,alarmado, quiereirtrasella.

Laolagolpealanaveyvuelcatodo.Senublanlos ojosyhayespanto.Lacampanahadejadode sonar. El barco se parte en dos: de un lado se hallanlostripulantesyJobyNefelibata;enel otro, Nereida. Las partes del barco se alejan. Llorando,Nefelibatadesesperadamentetratade irtrassuhija.Perolatormentaesatrozyelbrillo delalunaenmanosdesuhija,prontodesaparece

enelhorizonte.Jobllorayclamaporella,pero suvozsepierdeentreelrugidodelvientoydel mar

*La luna en este cuadro, puede ser un artefacto físico y luminoso. El juego con ésta, puede estar acompañados de múltiples lunas, para realizar una coreografía grupal que interactúe con el público.

4.-MUERTE

DENEFELIBATA*

Hanpasado20años.Añosderabiaeintensodolor

Añosdeesperaysoledad.EnelcorazóndeJob yNefelibata,crecióunaheridainsoportable,larga comounaplayasinnadie.

Nefelibatajuegaconunbarcodejugueteenelcual haymontadaunapequeñamuñeca.Camina.Ha envejecido y está muy débil, la tristeza ha consumidosucordura.Muchosrelojesllueven asupaso.Caen,despedazándoseenelsuelo,o simplementeflotanamenazanteshastadisolverse enelaire.

-Mi niña, mi niña no se ha ido, mi niña sigue navegando-dice.

En otro punto del escenario se encuentra Job, cansado y cabizbajo; está rodeado de mapas amarillentosygastados.Laobserva.Eltiempo pasaentreellos,lescomelacarneylosojos.

Nefelibatasiguecaminando.Miralosrelojesyabraza lapequeñamuñeca.Losrelojestienenrostros deanimalesenfurecidos,deanimaleshorrendos quequierendespedazarla.

Job se levanta poco a poco. Nota que Nefelibata caminadirectoaunacamaquelosrelojeshan preparado.Ellasiguejugandoconlapequeña muñeca.Losrelojescaenovuelancomomoscas iracundas.

Depronto,elrecuerdodeNereidaaparececorriendo entreellos,riendo.

Joblomirayquiereasirlo,paraquenodesaparezca; peroelrecuerdoesmuyvelozysedisipa,nosin antesbesaraNefelibataenlamejillaydespedirse de Job.

-Mi niña, mi niña no se ha ido, mi niña sigue navegando-diceNefelibata.

Nefelibatacaminahastalacama,dondelosrelojes seamontonan.Jobtratadedetenerla,perono puede. Con aspavientos, trata de alejar a los relojes,peronoessuficiente.

CuandoNefelibataseacuestaenlacama,losrelojes ríenmacabramente,celebran.Jobllegaallado desuesposa.

Lentamente, ella extiende la mano hacia el cielo. Aparecelaluna,flotandoentrelasnubes.

LosrelojesledicenadiósaNefelibataconlamano. Uno de ellos va girando a su alrededor, desaforadamente.Otroreloj,revuelvelosmapas de Job y los lanza al aire, dibuja sus propios mapasparaconfundirlo,paraqueseolvidede hallar a su hija**. El reloj que da vueltas se detiene.NefelibataleofreceaJobelbarcode juguete y la muñeca. Job está a su lado, de rodillas. Los relojes la cubren de sombras, apaganlaluna.ApareceelrecuerdodeNereida, pero muy lejano. Nefelibata lo mira y le dice adiósconlamano.Sedespiden.

Nefelibata muere. Los relojes hacen un cortejo fúnebreysellevanelcadáver.Jobquedasolo.

* Los relojes pueden ser utilería: espejos marcados que produzcan un juego de iluminación con el escenario y el mismo público, o los mismos actores-bailarines portando máscaras que simbolicen los estadios de la vida humana a través del tiempo (podría tratarse también de mojigangas).

**El momento de los mapas puede ser muy sugerente a la hora de aproximarse al público, pidiéndole quizá que modifique el piso escénico con tiza para dibujar sus propios mapas e interactuar directamente con los operadores de la escena.

5.- DOLORYSUEÑO DE JOB

Job ha envejecido completamente solo. En su corazónhaydoloryfuria.Recuerdalaguerra. Recuerdalairay,sobretodo,recuerdaelfuego. La imagen de Nefelibata y Nereida lo atormentan.Losrelojessobrevuelansucráneo y hacen avanzar al tiempo, desgastando su voluntad.

Unanoche,tieneunsueño*:sueñaconunagigantesca flotadebarcosquenaveganenunmardefuego. Lostripulantesdelosbarcossonhumanoides sombríos, a todas luces pequeños demonios llenosdeenojo.Navegan,comosisetratasede unacarrera,hastaelhorizonte.Desúbitoaparece laluna,lamismalunaqueNereidaapresóentre sus brazos. Es enorme y cae sobre el mar de fuego.Elmarseapaga,sevuelvecristalino.Los barcossedisuelvenenesafrágilluz.Enlaluna sereflejaelrostrodeNereida.

Nefelibataaparece,emergedelocéano.

-Búscala.Buscaanuestrapequeña.

Job,desdeaquelsueño,apagaelfuegodesuenojo.

*En este punto, los operadores de escena recolectan las barcas del público y las pueden colocar en una pila con agua (que puede ser el mismo espacio escénico, según la concepción del director). Nefelibata jugará con los barcos de papel, colocándolos y deslizándolos con una danza-ofrenda hacia el agua o espacio. Este dispositivo (pila con barcos o barcos en espacio escénico) se mantendrá hasta el final.

6.-

BONVOYAGE

Jobhadecidido,enelfinaldesuvida,lanzarseal mar en la búsqueda de su hija. Contra todo pronóstico, contra la edad, contra la razón.

Vendetodassuspertenenciasysehaceconuna embarcaciónalaquebautizacomo"Nefelibata". Alquilaunapequeñahabitaciónenlacostayse preparaparaelviaje.Cargaunarpón,unarcoy lasflechasqueteníaclavadasenelcuerpocuando saliódelabatalla,lamuñecadesuesposa,varios mapasycomida.

Parteenunatardeopaca,conelocéanoencalma; enlaorillanadielediceadiós.

7.-GAVIOTAS*

Jobpescaparapoderalimentarse.Enaltamar,elsol esungigantescoojoquelloraypintaelaguade dorado.LapequeñabarcadeJobesunpequeño fantasmaquerecorrelainmensidad.Élrecoge

varios peces con redes y caña. Observa a lontananza y ve que la tierra ha desparecido. Solamenteelcuerpodelocéanolorodea.

Escuchadeprontoungraznido,seguidodeuncoro estridentequeseaproximahaciaél.Levantala vista y descubre un escuadrón de gaviotas hambrientasqueloescudriñan.Enlapuntadela formaciónaéreaestálagaviotalíder:unagran criatura que lanza amenazantes graznidos.A orden de ésta, las otras se precipitan hacia "Nefelibata",tratandodehacerseconlospeces queJobharecogido.Algunasrobanelpescado conéxito.Jobhaceaspavientosparaasustarlas peroresultaimproductivo.Lalíderlanzaotra ordenyvuelvenacaersobrelaendeblebarca. Jobsedacuentaque,deseguirasí,sellevarán todasucomida.

Tomaelarcoycomienzaadisparar.Lasgaviotaslo atacan.Seenfrascanenunabatallaferoz.Job mataalgunasgaviotas,perolasotraslopicotean oaprovechanpararobarsucomida.

Jobsabequesinocaeelavelíder,elescuadrónno se romperá. El ave líder intenta atacar a Job. Job dispara y erra varias flechas. En un lance desesperado,lagaviotadespiadadalearranca unojoaJob.Selotraga,burlándose.Lasotras gaviotas la secundan. Job, dolido y desesperanzado,seofrecealagaviotamayor. Lagaviotaloobservaysedisponeaarrancarle el otro ojo. Sin embargo, se trata de un plan: Jobhatomado,sinquelospájarossepercaten, unaflechaqueescondetraselbrazoextendido. Cuandolagaviotamayorselanzavelozmente haciaél,Jobasestaungolpeenelaladelanimal y la arranca. La gaviota da unas piruetas descontroladasenelaireantesdeestrellarseel mar.Laparvadamiralaescenaconterror.Job toma el arco y las flechas y les dispara. Atolondradasycobardes,lasgaviotashuyeny sepierdenendirecciónalsol.

*Podrían ser las gaviotas marionetas controladas con varas por los operadores en los zancos.

8.-LABOCADEDIOS

Jobhaestadomuchotiempoenaltamar.Rema,pesca, sebañaenlasaguas,afilahuesosdepezcomo flechas. Las noches en el océano llenan su corazón de espanto: la boca de dios se abre y no se cierra nunca. A su alrededor, enormes mantarrayasdesfilanensilencio.Ballenasdepiel gris permiten que suba a su lomo; tortugas amigablestocanpercusionesconsucaparazón, para animarlo. De vez en cuando tiene que sortear olas grandes, lluvia y rayos que caen cerca de "Nefelibata". La boca de dios ruge, amenaza al mundo terrestre, retumba hasta quebrarlasnubes.

9.- KRAKEN

Unanoche,Jobdespiertaporlaagitacióndelabarca. Seincorporaymiraqueenelcielonohayluz,la lunahadesparecido.Lasolasestánfuriosas.Hay una presencia grandiosa bajo la precaria embarcación.Jobmirahaciaelagua,perotodo esoscuridad.

Un tentáculo sale del agua, produciendo un escándalomomentáneo.Joblomiraconespanto ydeinmediatotomaelarco.Otrotentáculosale delaguayunaluzirradialabarca:tieneapresada laluna.Joblomiraconsorpresay,alarmado, desearecuperarlaluna,porqueesloúnicoque lopuedeguiarhaciaNereida.

Dispara varias flechas a los tentáculos pero éstos permanecenindemnes.Variostentáculossalen delaguaygolpeanlabarca.ElcráneodelKraken emergeychilla.Lacriaturaazotasustentáculos contralabarca.Jobdisparalasflechasperonada lodaña.ElKrakenabresusfaucesyengullela luna. Job, desesperado, toma el arpón. Se enfrascaenunabatallacontraelKraken,que pareceinvencible.ElmonstruogolpeaaJoby lotratadeahogar,sujetándoloconunodesus tentáculos.Jobnosedaporvencidoylucha.

Bajoelagua,sientesucuerpomenguarantelafuerza brutaldelKraken.PiensaenNereida,suhija. Piensa en su esposa y en la promesa que no

podrá cumplir Abandonará el mundo solo, apresadoporunmonstruo,elmonstruollenode odioyhambre.Jobpuedevereldébilbrillode lalunaenelestómagodelabestia.Extiendela manoparaalcanzarloperoesinútil.

Todo ha acabado para Job.

La voz de Nereida se oye de lejos, como en un sueño.Nosesabeloquedice,peroJoblaoye. Miraelbrillodelaluna.Bajoelagua,elmundo sedisuelve.Sumemoriaseapagalentamente.

UnamanotomaladeJobenlaoscuridad.Élseaferra aellaylograescapardeltentáculodelmonstruo. Sale a flote. No hay rastro de nadie más. Job subealabarcaycogeelarpón.Nosedarápor vencido.ElKrakenabreotravezsupico,gruñe. Job lanza el arpón con todas sus fuerzas, clavándoloenelcorazóndelabestia.ElKraken sequejaylanzaalaridosespantososqueaturden atodaslascriaturasmarinas.Poreldolor,vomita laluna.Entreestertoresysombras,sehundeen elagua.

Job,exhausto,caeenlabarca.

10.-SIRENAS*

FueronlassirenasquienesauxiliaronaJobensulucha contralabestia.Unadeellashatomadolaluna ylalimpia;lavapasandoatodaslasdemáspara curarla.Rodeanlabarcaycantan,paravelarel sueñodeJob.

Éldespiertayoyeelcanto.Miraalrededorydescubre alassirenasjugandoycantando.Lassirenasle danlabienvenidayloinvitanaacompañarlas. Unadelassirenas,tienelaslágrimasdeNereida, guardadasenunavasija.Laabreunpocoylas burbujasflotanhaciaJob;elhombrelesenseña lamuñecadeNefelibata,enformadesuhija,y lassirenas,animadas,reconocenlafigura.Job sonríeylassigue.

Naveganmuylejos,hastaunaisla.

*Las sirenas están pensadas para ser actores en bicicletas que puedan realizar acrobacia.

11.-NEREIDANOESTÁ

Alllegaralaisla,lassirenasleentreganlavasijaa Job,conlaslágrimasdeNereida.Élsedespide deellasycaminaporlaarena.Abrelavasijay laslágrimasdeNereidavuelan,indicandoun camino.Joblosigue.Animado,llenodealegría ysorpresa,sedeshaceenllanto:sabequeestáa puntodeverasuhija.

ElcaminodelaslágrimasdeNereida,terminaenun cofre. Job no ve a Nereida por ningún lado. Abreelcofreydescubreelvestidodesuhijay unabotella,convariashojasdepapeladentro*. Juntoalcofre,unasirenahadejadolaluna.Job desenvuelvelashojasymiraquesondibujos que representan las aventuras de Nereida en altamar:desdesupérdidahastalaconstrucción deunabalsapararegresaracasa.

Job llora. Nereida aún está en algún lugar, en el océano,quizáperdida,quizámuerta.Jobtoma el vestido y los dibujos. En silencio llora. Su esperanzatermina.

*Los dibujos pueden mostrarse en gran formato por los operadores escénicos, para que el público los vea. En ellos, se representan diversos episodios de la aventura de Nereida, incluidos los que el mismo Job vive: las gaviotas, las tormentas, las ballenas, las mantarrayas, las tortugas, escapar del Kraken y las sirenas. Los dibujos están realizados por Nereida niña y es vital que tengan esa estética.

12.-

RETORNO

Jobhaquedadodesolado.Piensaenquedarse,piensa en matarse, piensa en irse. Decide regresar a casa,parallevarleaNefelibatalaluna,elvestido deNereidaylosdibujos.Elviajeacasaesgris, sinaventura.

13.-

ENCUENTRO

LoprimeroquehaceJobaldesembarcarenlaorilla desupaís,esadmirarlatierraquehay.Parece queelmundosigueigual,girandosininmutarse porlaspequeñastragediasdeloshombresque sueñan.

Caminahastaelcementerio,dondesehallaenterrada Nefelibata,paraofrecerlesusúltimosregalos. Variasfloreshancrecidosobrelatierraquecubre elataúd.

Jobcolocalascosasjuntoalalápida.Laadmira,le cuentasobresusaventurasenelmar.Alfinal,se despideycomienzaacaminar.

Unamujerhavistolaescenadesdelejos.EsNereida. CuandoJobsedalavuelta,ellaseacercaala tumba,tomalalunaylaarrojahaciaél.

Jobmiralalunarodaraunladosuyo.Sevuelvepara descubrir qué pasa y descubre a Nereida, ya unamujeradulta,sonriendojuntoalatumbade Nefelibata.

Jobnocreequeseareal.Creequeesunespejismo. Elmismoespejismoqueviocuandoseacercaba alaorilladelmar,luegodelaguerra.Jobnoda crédito a lo que ven sus ojos. Nereida se aproximaasuancianopadreysonríe.Recoge lalunayselaentrega.Loabraza.Joblarecibe ensusbrazos,llenodealegría.

14.-UNLUGAR

NereidayJobcolocanlalunaenelcielo.

Nefelibatalosmiradesdeelmar.Laacompañanlas sirenas.Unadelassirenas,cargaundibujode Nereidaconunmensaje:

"AÚNNOLEDIGASADIÓS"

ElespíritudeNefelibataríe.

Alfinal,lostresseencuentranenunlugar,lejosdela memoriayeltiempo,unlugardondesolamente se escucha el tumbo de las olas y las palabras sobran.

Se le invita al público a unirse a una celebración, como ocurre al principio, con los tambores, y a conocer el dispositivo de la obra, desde los zancos, la música, las marionetas, las mojigangas, los actores, las burbujas (que pueden regalarse entre los niños) y a escribir en barcos de papel sus impresiones del evento escénico.

FINDEBONVOYAGE,NEFELIBATA

delatripa: narrativa y algo más
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El inventario de los pasajeros

Las miradas de ambos personajes poseen una extraordinaria peculiaridad. Tienen hondura y discernimiento. Los dos catan sus propiosespectrosenelespejodelacórneadel otro.Así que no encuentran dificultad alguna en mirar y juzgar la realidad con sus propios ojos como con los del otro. En los tiempos de la confrontación, cuando a uno le apresura conocerlaveracidadenelotro,leessuficiente asomarse al borde de su rostro para mirarle adentro de sus ojos café-oscuros, como buscando en cada parpadeo los signos de su propiocorazón.Lasmiradas.

Porlasmañanas,selevantanmuytemprano para asistir a la faena. Están uniformados con susutillajesdetrabajo.Seencaminanalaparte exteriordesuvivienda,semiranalosojospor ensincronía,ysepreguntanconrecriminación estoica para sus adentros si es justo permitir que su camarada tenga que hacer lo mismo todoslosdías.Entonces,sinmencionarniuna palabra, se les ve mover sus labios por unos cuantos segundos en la continuación de sus diálogosinteriores."Loquehayquehacerpara garantizarle a la familia el bocado del día", dicenlosdosalmismotiempoyenunaarmonía digna de fijarlo en las notas musicales de la partituradelafecto.

Salendecasay,aunarelativadistanciadela entrada, aún se mira a una mujer que se acomodaelcabelloquelecaecomomechones de brocha en su frente triangulada; también a más de tres infantes que guindan dormitantes y enmarañados de una hamaca a huecos y decolorada.Eladiósdelasmañanas.

La bicicleta es su transporte preferente y determinado.Salendesucasa,yporuninstante se escrutan las miradas y, de pronto, antes de sufrir el sacrificio del otro —dejarle ir sólo— losdostomandeprisalasposicionesdelconductor y del pasajero en la bicicleta de tipo turista.

Elconductor,siempresujetandoconunade susmanoslasgazasdelmorraldelasempanadas dequeso,odelaspepitasfritasytostadas,contraelmanubrio.Aldelaparrillanormalmente le toca sostener el termo con la pócima de pozole dentro, en forma de pelota o, a veces, sóloconaguayazúcarparabatiralgúnbrebaje unavezllegadosalaparcelafamiliar.Labicicleta.

Larutaquerecorrenesinalterablementela mismacadadía.Primero,alsalirdelhogar,una vez montados en el vehículo de dos ruedas, toman la dirección de la derecha; luego, al finaldeunoscientosdemetros,girandenuevo entornodeladerecha.Estavez,pedaleanunos tres o cuatro kilómetros y, a esa distancia, se les ve voltear por tercera vez hacia la misma orientación hasta que después de unos dos kilómetros rompen la tendencia del camino contoneando hacia la izquierda y, entonces, logranentrarporuncaminoblancoconlafigura deunaculebraporsusinnumerableshélices. Es ese el pasaje que los llevará de la mano paraperderlosensuhacienda.Enelladesaparecenporlargashoras,sumergidoseneldelirio deesosmatorrales,esasdosalmasdevotasde sí mismas, el padre y el hijo —al final de la tarde, cuando ya se disponen abandonar el

terreno,elviajederegresoesconexactitudel mismo, sólo se revierten los giros. La ruta.

Elmontículoquelesdalabienvenidaprevio alaparcelatienetambiénsuexcentricidad.Un tanto antes de llegar a la propiedad, se encuentran con una loma que se extiende a lo largo de esta parcela. Se establece frente al prediocomodeunmetrodealturaaproximado, y como por seis de ancho y unos cien de extenso. Hace muchos años, en el salinato, PEMEX les perforó todo el canto de su finca, "porque como aquí cae la línea de nuestras exploraciones, tenemos que cavar todo este lado", le dijo el ingeniero al padre en ese entonces; "nuestros gasoductos son seguros, inoxidables,incontaminables",terminabaaquel al tiempo que sacaba de su tablón de notas un documentoquehacíaaesteiletradocampesino acreededordeuna"Indemnizaciónporcontaminación de tierras en trabajos de PEMEX ExploraciónyProducción"yqueporlotanto, debíaleeryfirmar

El otro pasajero era muy pequeño y, por su parte,inocentementeobservabasentadodesde un tronco seco de cedro al hombre del casco blanco y vestido de pantalones caqui y de camiseta gruesa tipo chaleco con el logotipo de PEMEX a la altura del pecho izquierdo, y avistaba cómo este zumbón iniciaba el juego del gato con su padre; le recordaba a su tío, quiensiempreeraelqueabríaelfamosojuego adelantándoseadibujarunaequisenelcentro y,así,terminabasagazmenterematantoatodos.

Consecuentemente,todoslosdías,elpadre y el hijo, en la mañana que abandonan a la esposaymadredecuatrohijos,todoslosdías, montadosenlabicicletacortanestemontículo enunrevuelodechancleteoyderudopedaleo. Es, de hecho, el último jaloneo para lograr subirlo y bajar de un golpe exquisito, sin

requerir de un impulso más, pues contiguo al descenso—queinspiraunosquejidosalchofer, yunasrisotadasalpasajero—,enlamerafalda derepecho,secreaunafuerzadegravedadque lesbastapararecuperarlavelocidaddisminuida porelimpulsodelasubidaeinternarseenese recinto bucólico. El montículo.

Lasdosciudadescontempladasdesdeelaire esotragransensación.Ademásdelsobresalto de la subida de la loma, hay otros efectos que porlogeneralexperimentamáselhijoporser éstedecarácteralborozadoy,además,porque es quien más toma la posición del pasajero. Precisamente, a menos de un kilómetro de distanciadelaheredadespecífica,seerigeesa ciudad amurallada de medio kilómetro de diámetro aproximado, con la forma de un círculo. Este emporio aún existe, es conocido desdeañosatráscomola"BateríaNorte",que eslasobredichaPlantadeSeparacióndecrudo de PEMEX, ubicada a la orilla de la carretera Cárdenas-LaVenta,enTabasco.

Mágicamente,cadavezqueelpadresubeel cerro, ya conquistado el centro de la loma, el hijo, en medio de esos efectos de suspenso, tornasumiradaentrerisaseinflexioneshacia la izquierda para examinar de reflejo, en un segundoyenlamismaconmoción,elinterior deesasmurallasdeloronegro.Eneseprimero de dos segundos de conquista en el altozano, advierte mejor los grandes barriles de almacenaje, mega gasoductos, oleoductos, edificiosyotrosindiciosdeactividadespetroleras deprimermundo.

Entonces, es aquí que en el segundo dos, justoantesdequelaruedadelanteracomience a encaramarse en la rampa para el porrazo descendente, su mirada se repone de golpazo hacia el frente para contemplar las copas endebles de los árboles frutales, los troncos

narrativa y algo

pelados de árboles fenecidos por inoculación de raíz, algunas matas de naranjas con frutos desproporcionados, y otros entreclaros de milpasmacilentasreciénbrotadasensuprado

familiar, esta otra ciudad amurallada hacia dondeconfuerzaygranvelocidadlosarrojala bicicleta.Lasdosciudades.

Esquizofrenia

EsatardeAlbertosufrióunataquedeesquizofrenia.Sentadoensusala,pudover cómo su hijo se transformaba en un extraño ser diabólico. Se levantó del sofá, caminó a hurtadillas, escurriéndose hasta la cocina, y tomó el cuchillo de cortar carne. Observó el estado de la hoja y el balance del mango de forma tan metódica quepocaspersonaspodríanafirmarqueestaba"loco".Arrancóunahojadecalendario y probó el filo en ella, con un solo rose la partió en dos, la suerte de su hijo estaba echada.

Regresó a la sala sobre la punta de sus pies y se agazapó detrás del sillón en el que yacía su víctima. Embriagado de adrenalina se incorporó y extendió su brazo hacía la cabeza del pequeño, lo levantó tirando de sus cabellos y dejó su cuello al descubierto. Descargo el cuchillo sobre la garganta, bastó un solo tajo para verse cubiertoporunalluviarojayespesa.Arrojóelcuerpoalsuelo,seacercóparaverla cara inerte del pequeño y en sus ojos aún abiertos vio su reflejo, se vio a sí mismo sonriendo, desnudo y bañado en sangre. Entonces vino el escalofrío, el mareo, la confusión,yluegolapaz,lainefablepaz.Muchasveceslohabíaasesinado,muchas veceshabíavistoaquellahorripilanteescena,esincreíblequeelcuchilloaúntuviera filo.

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Microficciones

ÚLTIMACANCIÓNDECUNA.

Para el niño de sexto grado que va a soñar con su maestramientrasseacercalafechadedespedirse deella.Estanocheledaráunbeso.

DESPERTAR.

Elniñodesextodespertósonriendoalrecordarel dulcebesoqueledioalamaestraensussueños.El niñodesextogradodespertósiendohombre

GRADUACIÓN.

El niño de sexto ha conocido la impunidad de los sueños.Anochebesóasuvecina,descansóensus pechosysehundióentresuspiernas.

PREMATURAAUSENCIA

Ellallegócorriendo,abriéndosepasoentrelagente. Deélquedabanvariascolillasyelcigarroamedio fumar

DECIRADIÓS.

Sediócuentaquelaamaba,queaúnnollegabael final,quenoladejaríair,quenadaninadielospodría separar,quenodejaríaqueelfríoseinterpusieraentre ellos.Enelcementeriohayunatumbavacía.Ensu habitaciónsesiguenescribiendohistoriasdeamor

VERSIONESDELAMOR

El00esel69enlaversióndeBotero.

CAMINANDOACASA

Tengolaprisadeuncaracolquecorrebajolalluvia.

ELECCIONES

-—Me cogen muchas veces todos los días, no necesito votar. —Contestó. Dio otra fumada al cigarro,seacomodóelvestidoysealejósonriendo alconductordelautodelpartidoquepasabalento.

LEYSECA

Losevangélicosquetocaronamipuertadijeron:no olvidesqueJesúsestuamigo.Yoteníaunvasode aguaenlamanoylarespuesta.

ELDINOSAURIO.

Esperóasuladoporcienaños,luegolediounbeso.

INSECTO.

Al despertar una mañana, después de un sueño intranquilo,meencontréenmicamaconvertidoen GregorioSamsa.

LA"SELFIE"DEDORIANGRAY.

PublicósufotoenInstagramysedispusoaobservar elpasodeltiempo.

PINTANDOLIBERTADES

Labrochasiemprehasidomillave.Elijolaadecuada, lacargounpoco.Unalínea,unbrochazo.Otrocolor Unalíneamásporaquí.Mantenerelequilibrioenel brillo.Estámejor.Guardolasbrochas,memiroenel espejo,sonríoporúltimavezymelavolacaraantes queregresemiesposa.

SALASDEESPERA

Elpsiquiátricoeselúnicohospitalenelquenadie platicadesuspadecimientosenlospasillos,mientras esperamosaseratendidos.

ADIÓS

Cuando agitas la mano para decir adiós, estás borrandolosrecuerdos.

PATEARLAPARED

Hastaqueeldulceabrazonosseduzcaydejemosel mundoenunrítmicovaivén.

INFELIZMORTAL

Quemedejensitioenelinfierno,ybasta.

AFTERSEX

-¿Estásmuerto?

-Sólounpoco.

TESTIGO

Elasesinoactuóantesdelopensadoylavíctimano pudoterminardeescribirestaslín

APARENTECALMA.

DespiertasyrecuerdasquelaTierraavanzaa1600 km/halrededordelSolqueasuvezviajaa70000 km/h a través del espacio. Pero es domingo y tu hamacasigueencalma,enaparentecalma.

ARTSEXANO

El sexo es como la orfebrería, mucho calor y los golpesadecuadosparatenerunaobradearte.

PROFESIONALISMO

Era un muñeco de ventrílocuo muy profesional, ensayabasuslíneasmientrasdescansabaenlamaleta.

MICKEYMOUSE

Lo que le dolió fue que nadie pudo ver su sonrisa bajolabotargamientrasdisparabacontralagente enelparquedediversiones.

BITÁCORADELAREVOLUCIÓN

Estodelarevoluciónenlostiemposactualesesdifícil, quieroserunactivistaimportanteperonomealcanza paracomprarunaMacyenCoppelnolasvenden.

DESPERTARJUNTOS

Amboshabíantenidoelmismosueño.Éldespertó asustado,elladespertóhaciendoplanes.

ALZHEIMER

Elsuicidasosteníalapistolasinrecordarsilahabía disparado.

COMUNIÓN

-Polvo somos y en polvo nos convertiremos.Repetíamecánicamente.Sumiradafijaenlaeternidad delaparedmientraspreparabaotrarayadecoca.

HIPNOSIS

Cuandocomiencesaleeresto,nopodrásdetenerte hastaterminar.Esmipoderhipnótico.

TÍTULO

Cómosersuicidaexitosoynomorirenelintento.

ESCAPEFALLIDO

Aprovechandoundescuido,saliócorriendo,para escapar.Estabaapuntodelograrlo,cuandoelniño regresóacontinuarleyendoellibroquehabíadejado abierto.

De Autopsia a un copo de nieve

Los actos más íntimos y, en ocasiones, miserablesdelserhumano,serealizanen el cuarto de baño. En la perfecta metáfora de la vida se desarrollan muchas historias, como cuandojalamoslapalancaparaquesellevealgo más que nuestros desechos orgánicos o le contamosalespejonuestrastristezasmientras intentamosocultarlasconunpocodegelpara el cabello o maquillaje. Un cuarto de baño es reflejodenuestravida,nohaymás.Fumamos, lloramos,reímos,hablamosporteléfonoenel cuarto de baño.Vemos cómo se funde el foco o se echa a perder la regadera mientras en la familia también se van fundiendo focos y los desechosnosevanporelexcusado.

Enelbañoencontramosatresmujeres,todas enfermas de soledad. Catalina es una madre soltera que ha confesado tener miedo de Nicoleta,suhijamenor."Medamiedocuando me mira fijamente, se parece tanto a mí", confiesaanteNatalikova,suprimogénita,quien luchapormediarentresumadreysuhermana menor. Catalina está obsesionada con la perfeccióndelcuerpo,conelquédirán,quizá porelhechodeculparasushijasdelapérdida de su libertad. Poco a poco vemos cómo se consume de soledad perdiendo a sus hijas y a laúnicafamiliaquelequedabafueradelacasa.

Natalikova también sufre, aunque debe demostrar fortaleza ante su madre y su hermana.Debeserfuerteperoalavezintenta comprender a ambas, por lo que siente que pierde su identidad. Por momentos hija, se pone del lado de Nicoleta, a quien no logra comprender del todo; en otros momentos

asumeelroldemadreantesuhermanayvemos cómo se van repitiendo los patrones de los padres en los hijos.

Nicoletanotieneedadaparente,perosíuna visión muy devastadora del mundo, de su mundoqueaúnnoseterminadeconstruiryya sederrumba.Tieneunaversióndelcuentodel patito feoen voz de su madre que le taladra el pensamiento y el corazón: nunca encontró a sufamilia.Ellatambiénbuscaasufamiliaya supatitodehule.Demaneradramáticavemos cómo se va quedando cada día más sola tan frágil como un copo de nieve, tan fría, tan efímera. Se derrite lentamente, lágrima a lágrima, en cada súplica. Si tan sólo fuera un copo de nieve, su mamá y su hermana se detendríanamirarcómocaelentamentehasta desaparecer.

Alfinalllegaelagua,limpia,sanadora,viva. Llega el agua y el patito feo encuentra su destino.Elcopodenievesehadesvanecidoy nadieenlacasasedetuvoaversucaída.

"Autopsiaauncopodenieve"esunadisección de la tragedia familiar cotidiana. Estas historiaslasencontramoscadadíamáscercanasanosotrosynosconmueven.Unaobraen la que los actores llevan de la mano al espectador por un viaje al interior de los sentimientos.Unaobraquedesgastapsicológicamente por su realismo y su vigencia. Es una denuncia contra la violencia psicológica que sufren los niños en el afán de sus padres de buscar la perfección en ellos. Una forma deviolenciaquenotieneefectosaparentesen

los que la inocencia de los niños se ve interrumpida. Una espiral de decadencia que hay que romper. Una espiral en la que los silencios se van quedando en el ambiente y siguensonandoporquenuestrospersonajesse alejan a cada diálogo. También la música nos abre las puertas a estos ambientes que van generandodensidad,comoesabrumaquequeda

en el cuarto de baño entre los vapores de la ducha y los olores propios del lugar.

DeLuisSantillán,PremioNacionalObrade TeatrodeMexicali2005,"Autopsiaauncopo de nieve" es una obra que hay que ver para disfrutaryreflexionar

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Incipit

Melancolía

La infancia es un privilegio de la vejez. No sé por qué la recuerdo actualmente con más claridad que nunca. Mario Benedetti

Cuandoerapequeñaguardaba mistesorosen unaloncheradecolorrojoqueteníaunagranestampa defloresamarillas,dentroestabanlosvidriospulidos decoloresquehabíarecogidoenlaplayadeCaleta en algunas vacaciones decembrinas, la ropita preferidademiBarbieHawaiana,unacintillabrillosa queusabaenmifrente,unlibritodecuentitosclásicos que mi abuela me había regalado, un paquete completodeFutiGomdesaborplátano(porqueme gustabacómoolía),unosdiscosdelViewMasterde losPicapiedrayvariasmuñequitasdepapelquevestía yponíaalamodaamiantojo.Poresarazón,cuando veoamissobrinosjugarensuscasas,quieroimaginar qué esconden o a qué le llaman tesoros, pero por másquelosheseguidoyhastaalgunasveceslehe sobornadoconunchiclebombaounadeesaspaletas demúltiplescapasdepicosito,nada,dicenqueno tienenysevanlomásrápidoposibledesenvolviendo sudulceymetiéndoloasubocaantesdequeyome arrepienta.Ymedoycuentadequenoescondensu tesoroporquelollevanentresusmanos:uncelularo unatableta.

En las tardes que salía al patio de los departamentosenlosquevivíamosmereuníacon otrasamiguitaseinventábamosquenuestrasmuñecas hablabanoíbamosalpatiotraseroeimaginábamos queencontraríamosunmapaysiencontrábamosun

bicho o una telaraña, alguien gritaba y hacía que saliéramosdespavoridascreyendoquenoscomería atodas,luegoyaentrerisasysofocosvolvíamosa planearsijugaralosencantados,amoatoodeplano elclásicostop,elcualparanadaveíabélicoaldecir: Declarolaguerraencontrademipeorenemigoque es…ynombrábamosunpaísycreoquenisiquiera podíamos ubicarlo en el mapamundi. Pero juagábamos,nosconocíamos,nosraspábamoslas rodillasyhastaunoqueotrocorajillocuandoalguien ganabaoperdíasegúneljuego.

Entiendo que todas las generaciones van cambiando y que uno añora el tiempo en que uno creció,además,noestoyendesacuerdoenqueusen latecnología,alcontrario,creoqueéstalesbrinda algunas habilidades, lo que me preocupa es su constante interés en lo material o más bien, en lo costosoosuperficial,dejandeladoelpoderdesu imaginaciónparasentirseplenosconpequeñascosas, insignificantescosas…creoquemepongountanto sentimental.

Paul Auster en su libro La invención de la Soledad dice que "Los objetos son inertes y sólo

tienen significado en función de la vida que los emplea."Séquemissobrinospuedenverlastazas de la cocina, los cuadros viejos de los abuelos, el álbumdefotosqueleponíanesquinitasdoradasen cadaimagenyhastalosdiscosdeacetatoqueaún rondanenlacasa.Peroquésignificaránparaellos cuando crezcan si nosotros no les contamos o los hacemostambiénpartedeeseespacioenelqueviven yconviven.Losobjetosparecensimplescosaspero

cuandonosotroslossignificamospuedenllenarnos latardederisaodeunamelancolíamarcadiablo, peroquéessinoesolavida,lasignificanciadeseren otrosyconotros,compartir.

Mientras escribo esto vienen a mi mente un montóndeolores,saboresysentimientoscuando recuerdo mi infancia, dicen que quien revive su infanciasevuelveunpocomássabio.

Costillar literario

¿Y qué chingados es la poesía?

Quienprofieraunarespuestadefinitoriaaesta pregunta,miente.Alolargodelahistoriadelaliteratura encontraremos ejemplos canónicosde poesía que contradirácualquierdefinición.Lospoemassatíricos de Quevedo,Caviedes o Carreto contradicen las definiciones que limitan a la poesía a los temas y tratamientos serios. Mucho de Neruda y Tirso y Calderóncontradicenaquienesafirmanquelapoesía no puede ser didáctica. Los concretistas brasileños danaltrasteconeldogmadequequelapoesíatiene queescribirseversosopalabras...

Peca de parcial eltallerista que insiste en el conceptodelosformalistasrusosdelapoesíacomo extrañamientodellenguaje,oenlaideadecimonónica del"arteporelarte"sinelementosmoralesniutilitarios, o con el dogma huidobriano de que debe contener metáforas y que además deben ser creadas (no provenirdelanaturaleza)yquedebeexcluirjuegos depalabras(estaríaidiotaelmaestrísimoHuidobro). BiendiceMonterroso-estesí,lúcidoygenial-,ensu decálogo,que"enliteraturanohaynadaescrito".De todosevalesiunolohacefuncionar.

Elconceptodepoesía-odebuenapoesía,sise quiere-escambianteysubjetivo.Elmejorejemplode esto lo pone García Márquez: En El amor en los tiemposdelcólera,uninmigrantechinoganalosfuegos floralesdeCartagenaconunsonetohermosoyperfecto.Todospiensanquesetratadeunfraudeporque, enlaopiniónpopular,unsonetotanbuenonopodía haber sido escrito por un chino. Varias décadas después, tras el fallecimiento del poeta chino, un periódicoreproduceelsonetoconunanotaexplicativa

delsucesoy"elsonetolepareciótanmaloalanueva generación,queyanadiepusoendudaqueenrealidad fueraescritoporelchinomuerto".

Entrelosviciosfosilizadosenelcomúndelos talleres literarios está el de la concepción del poeta comoalguienqueotienetalentoonolotiene;yquesi no lo tiene no lo tuvo y punto; está condenado a estrellarse eternamente cada vez que intente aproximarsealejerciciodelaescritura.Yosoymás delaideadelchefGusteau(enRatatouille)paraquien todos pueden cocinar "butonlythefearless can be great".

Decido inaugurar esta columna en delatripa. narrativayalgomásconeste"algomás"sobrepoesía, considerando que hay que dejar atrás nociones definitoriasdetipovertebral,yaceptarmásbien,yo diría, las de tipocostillar, dando cabida a opciones diferentes que conformen un tórax heterogéneo de creatividadliteraria.Yquenadiepiensequeserpoeta o leer poesía lo hará mejor persona. La poesía humaniza,ciertamente, pero quien sea un hijo de la chingadanodejarádeserloniloserámenosporque lea o escriba poesía. Pero ésta ya es materia de otra entrega.

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Nos vemos en el slam

Los declamadores

Ademásdelaspresentacionesliterariasdela Secretaría de la Cultura y lasArtes del estado de Yucatán (Sedeculta) y las actividades del desaparecido taller de la Catarsis Literaria el Drenaje,enloquevadelaño,tuvelaoportunidad departiciparenunpardeeventosdondelosversos, modulacióndevoz,utilizacióndeobjetosyexpresión corporaldieronvidaauntipodedeclamaciónque refuerzaelsentidoexperimentaldelgéneropoético comopartedesuevolución.

Las actividades fueron el V Encuentro de EscritoresIndependientesconArenaenlaLaringey lapresentacióndelprimernúmerodelfanzine"El poetadelasduchas",ambasregistraronunanutrida participacióndejóvenesypos-jóvenes(entiéndase arriba de los 30 años) que descargaron en los respectivosescenariosunacreatividadpoéticacon estilo y personalidad… aunque no se descarta la picazóndellugarcomún.

Mi participación en el taller de la Catarsis, desdesusiniciosenlossalonesdelInstitutodela JuventuddeYucatán(hoySecretaría)hastasuúltima sede en el segundo piso de la Biblioteca Central "ManuelCepedaPereza"medioaentenderensuma totalidadquepuedoescribirtextosbuenosomalos, así críticas bien centradas o pésimas, por lo que esperoqueelsiguienteplanteamientomotiveuna invitaciónatomarlaschevas.

Los poetas en el movimiento de ese tipo de declamaciónllevanalpoemamásalládelteclado,la tintaoelcarboncillo,laescrituraessololaprimera

etapadecaminopordondevaetexto.Establecidos losversos,trabajadosono,vahaciaelpúblicocon elrespectivoperformancequeexhibeasucreador comounserexpresivo,liberadodecualquierrigidez amenazanteasucuerpoovoz.

Tras la última palabra, los aplausos sonarán desdetodaslasmanos,pero…¿Aquéleaplauden?

¿Altextoenseco?¿Textobienpronunciado?¿Texto bienescrito,pronunciadoyexpresivo?¿Textobien escrito,pronunciado,expresivoyapoyadoentodos susrinconesporalgunosobjetos?

La declamación, cual sea su espacio para nacer, puede encontrarse con oídos y ojos de un públicocautivo(integradoporlosconocedoresde lapoesíaentodossusámbitos)yunaasistenciade nulointerésliterarios,peroofreceelapoyomoral contodocorazón.Entonces¿Acuálpúblicosacamos consugusto?

Decir a ellos, los conocedores. O aquellos, porquemipoesíaesparatodoelpueblo.Esparamí una irresponsabilidad en la oportunidad de experimentación en la que puede ser creado el género.Lapresentaciónvaparatodosyestodebe obligaralospoetasaejerceruntrabajocreativoque desprenda una originalidad evolutiva que en su momentoencuentrecasaenlasfuturastecnologías.

Aloescrito,darlelatallereadapersonalogrupal necesariaenbúsquedadeversosinéditosocomunes peroquecreanuntextodelosbuenos.Lavoz,con megáfonoono,seaunpotenciallatido,noruidoso, armónico.Laexpresióncorporalnoparezcapicazón

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dehormigaentodoelcuerpo,sinolosmovimientos deunnuevoser.Losobjetos,soloaquellosqueden elsoporteartístico,nolaridiculez.

Mucha responsabilidad y no de la buena, la obligada. Compañeros de este movimiento declámativosiguenconlarevolucióndearrancara la poesía de la mesa con el moderador, los dos presentadoresyelautor,nocaiganenelautoritarismo dedecirestáes"laverdaderapresentación,laotra

elviejosistemanegándoseamorir".Demuestrenque esapresentaciónesunaopciónparaseguirdisfrutando elgénerocuandonoselee.

Nosedescarte,enunfuturo,enlasecciónde poesía de las liberarías aparezca una tableta electrónicamodificadaparaserúnicamenteutilizada en el disfrute visual y auditivo de unos poemas originalmentedeclamados.

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