Número 12. Febrero 2014. Es un proyecto de la Catarsis Literaria El
Drenaje, editada en Mérida,Yucatán. Revista de circulación mensual. Dirigida porAdán Echeverría (romeolobos@yahoo.com.mx). Consejo Editorial: Angélica Santa Olaya,AlejandraAké
Sustersick, Joelia Dávila, Cristina Leirana, Roberto Cardozo, Jorge Manzanilla, Mario Pineda Quintal, Daniel Ferrera y Édgar Damián.
Contenido
Deambulando por la obra cuentística deAmparo Dávila
Francisco Javier González Quiñones 3 Tuchtlán
Susana Mota López ..........................................
Susana Mota López ..........................................
¿Te atreves a seguirme al infierno?
de Juárez
Imágenes portada e interiores de laArtista Norma Ascencio
Deambulando por la obra cuentística de Amparo Dávila
Francisco Javier González Quiñones
La obra cuentística deAmparo Dávila (Pinos, Zacatecas,21/02/1928),elogiadaentreotros por el generoso Julio Cortázar, más allá de su ambigua clasificación que va de la fantástico a lo terrorífico, es una obra que se distingue por sus claroscurosliterarios:Temas,personajes,ambientes, estructura y tratamiento. En su primer libro de cuentos Muerte en el bosque (FCE, 1985), AmparoDávilamezclaconmaestría,enelmismo crisol,ingredientesdiametralmenteopuestosyel resultadosoncuentosúnicosysingulares,noprecisamente porque los ingredientes de su fórmula sean desconocidos, sino por el grado de alquimia que les imprime y con el que les da su toque distintivo.Asíelsacrificoygozoqueexperimenta al mismo tiempo el personaje de Fragmento de un diario,derivaenlaobsesiónyenlageneración depensamientosasesinos,sobreloscualesellector queda intrigado en cuanto a su puesta en práctica.Otradualidadmuysimilar,lamezcladel amorycelos,fragmentalapersonalidaddeDurán, elprotagonistadel Final de una lucha,trastocándoloenunpersonajebidimensionalybipolar,cuya personalidad,dominadaporsuladomásoscuroy porsuobsesiónporLilia,determinaelfinaldesu luchainterior.Congranmaestría,laautoraimpulsaasuspersonajesatraspasarsuspropiasfronterasylosllevadelacertidumbrealaincertidumbre, de los sueños a las pesadillas y del hastío a la renunciatotal(La señorita Julia, La celda, Muerte en el bosque).Enlamismalíneayenotrocuento, una inesperada visita, perturba la tranquila cotidianidad del despreocupado Marcos, en una creciente angustia que lo transforma en el señor
X,creándoleunahisteriaquelollevaavislumbrar mil posibilidades negativas sobre su futuro. Tratando de evitar esas posibilidades, el señor X escapa a esa visita y renuncia a todo su presente pidiendo en la estación del tren; Un boleto de ida para cualquier parte. Inmerso en estos textos el lector queda atrapado y especula sobre los dominios de la realidad y la fantasía en las que se desenvuelven: nacen, viven, se diluyen y/o mueren, los personajes de la obra cuentística de Amparo Dávila. La cual discurre en atmosferas y/o ambientes de armonía y caos en los que los personajes llenos de vitalidad desfallecen y pierden su entusiasmo, sus anhelos, su inocencia o su voluntad (Muerte en el bosque, La señorita Julia, La celda, Alta cocina y La Quinta de las celosías). Atmosferas cargadas de desgastantes simbiosis familiares que generan conflictivas y enfermizas relaciones de amor y dependencia (Moisés y Gaspar, El huésped y El espejo). Atmósferas que propician planteamientos de realidades múltiples (Tiempo destrozado y El huésped).Considerandotodosestoselementos,y talvezalgunosotros,enesteartículoabordaremos con cierto detalle uno de sus cuentos: La Quinta de las celosías, que a mi juicio reúne/conjuga varios de estos elementos.
Enesteartículosepretendeunacercamiento alaobracuentísticadeAmparoDávila,lacualse caracterizaporlaambigüedaddelasimplificación y la complejidad con la que lectores y estudiosos clasificansutrabajoliterario.Esaambigüedadva de lo fantástico a lo terrorífico. La metodología empleada para este acercamiento se basa en el
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análisis literario del cuento: La Quinta de las celosías,queamijuiciointegravarioselementos que dan pie para proponer la hipótesis que este cuentopertenecealallamadaliteraturavisionaria. La hipótesis que guía este trabajo parte de la presuncióndequelosautoresensumayoríaescriben de manera consciente o inconsciente sobre sus vivencias -propias o adoptadas- y las desglosan literariamenteentérminosreflexivosoinstintivos en el plano de la conciencia colectiva. El marco teóricoquesustentaestetrabajosebasaenalgunos conceptos de C.G. Jung respecto a la relación entre la psicología y la poesía, expresados en La Filosofía de la ciencia literaria (E. Ermatinger, FCE, 1983), asimismo en las notas personales tomadas en el desarrollo del Curso de posgrado: ‘Laexploracióndellímiteenlanovelabreveyen el cuento latinoamericano del siglo XX’, impartido por Fernando Saucedo Lastra en el CentrodeInvestigaciónyDocenciaHumanística del Estado de Morelos, CIDHEM, durante el primer semestre de 2011.
En La Quinta de las celosías, un estudiante demedicina,GabrielValle,estáprendadodeJana, una enigmática mujer que trabaja en el anfiteatro del hospital donde él realiza su internado para graduarse de médico. Aunque el sentimiento no es reciproco, Gabriel conserva la esperanza de conquistar a Jana y sueña con una vida futura al lado de ella. Después de un mes sin saber de su amada recibe una esquela donde Jana lo invita a su casa, esa misma noche. Al languidecer el día Gabriel sale de su recamara arreglado con cierto esmero. Este es un detalle que notan sus amigos de la casa de huéspedes donde vive. Él toma con calma las bromas que al respecto le hacen y se encaminaalaparadadeltranvíaquelodebellevar a La Quinta de las Celosías, la residencia de su amada.Duranteeltrayectoasudestinofluyenen su cabeza diversos pensamientos, que se van generando por las personas que se cruzan en su camino: unas niñas en bicicleta que por poco lo atropellan, una señora que lleva sobre su cabeza
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un canasto de pan, una joven flaca y pálida con unanotoriaamargurayunaparejadeenamorados que acompañados de su felicidad viajan en el mismotranvía.Aldescenderdeltranvíaatraviesa una calzada de cipreses que finalmente lo llevan a puerta de La Quinta.Ya dentro de la residencia ocurren cosas extrañas que van tejiendo el inesperado final con el que culmina esta historia.
Si la intuición es una técnica o elemento clave/recomendableenelanálisisliterario,confieso que como acto reflejo de una primera y rápida lectura del libro Muerte en el bosque (1959), mis evocaciones me remitieron la película de Luis Buñuel, La ilusión viaja en tranvía (1953) y, en consecuencia,alsurrealismoqueimpregnalaobra de este gran cineasta. Una lectura posterior, más cuidadosa,meprecisóqueeltranvíacomoobjeto es referido diez veces en dicho libro, específicamenteenloscuentos La Quinta de las celosías (3 veces), Final de una lucha (6 veces) y Muerte en el bosque (unavez),sinembargolaatmosferaque alude a cierto grado de surrealismo está presente en varios de los cuentos restantes. Las imágenes quesedesprendendelosmismos,alritmoenque se leen, son un tanto grotescas, ilógicas y extraordinarias,enfin,pertenecenalosdominios del surrealismo. De hecho La Quinta de las celosías tambiénmeremitióaotrapelículadeLuis Buñuel, (Ensayo de un crimen, 1955), inspirada en la novela homónima -escrita en 1944- del dramaturgo mexicano Rodolfo Usigli (1905-1979). En este caso el tema común es el pensamiento asesinoqueengendraunaimaginacióndesbordada que se dispara por un fetichismo. Otro punto común entre estas obras de la literatura y el cine es el eje del tiempo del ambiente urbano de los cuarentas y cincuentas que va moldeando a la ciudad de México, metrópoli que crece bajo los efectos de la política económica gubernamental expresadaeneldenominado‘Milagromexicano’. Milagro que propicia el éxodo campesino a las ciudades y con ello el surgimiento de grandes urbes y de la clase media. Justamente, el gran
porcentaje de los personajes de los cuentos de Amparo Dávila -y también de las historias de las películas de la época de oro del cine mexicanopertenecen a este estrato social, otro porcentaje de esos personajes son de familias venidas a menos que se esfuerzan por sostener sus hábitos y la formalidad que los identifica con las clases socialesmáspudientes,aunquenonecesariamente conlaaristocraciaoconlaburguesía.Estarealidad mexicanatambiénseplasmaenlasobrasliterarias de los autores de ese tiempo: Carlos Fuentes, Octavio Paz, Rosario Castellanos, InésArredondo, Juan Rulfo,Agustín Yáñez.
La Quinta de las celosías dibuja y atrapa con la sutileza del tiempo fotográfico ambientes urbanos,entoncescomunesyqueahorayasehan ido: la música de Rock and Roll que surge del tocadiscos, la tienda de abarrotes del barrio, la señoraconelcanastodepanencimadesucabeza, casas amplias habitadas de desolación, quintas alejadas de las zonas marginales y llenas de misterios, casas de huéspedes y estudiantes que en su estrechez abrigan sueños y pesadillas.
Pero La Quinta de las celosías y el resto de loscuentosdeAmparoDávila,nosólotranscurren eneltiempolinealyhaciaadelante,sinotrascada lecturamuestranladimensiónyposibilidadesdel tiempoHeráclitano.Esentoncescuando,después de esas lecturas irrepetibles, se muestran los elementos que la definen como literatura visionariaqueremitealosmiedosymitosprimigenios que encierran los arquetipos.
Los grandes autores, comoAmparo Dávila, siempre son generosos con sus lectores y cuando es necesario abundan en sus textos, pero cuando los textos exigen brevedad, así los escriben. En ambos casos los buenos autores les dan a sus lectoreslosuficienteparaquelahistoriafluyasin nudos innecesarios. Todas las descripciones, adjetivos, nombres y símbolos que incluyen los textosnosongratuitosyobedecenalaintensidad, latensiónyeldesen-lace.(Notasdelcurso,2011).
Apartirdeestapremisavayamosalanálisis de La Quinta de las celosías (Dávila 1985:3145). La autora inicia el cuento poniendo de inmediato al lector en un ambiente que sugiere sombras: HABÍA anochecido y Gabriel Valle estaba listo para salir... Casi de inmediato, en el mismo párrafo, ofrece al lector una enigmática frase: Antes de salir leyó una vez más la esquela y se la guardó en el bolsillo del saco. Aún no se ha terminado el primer párrafo y ya se han enunciadodossugerentespalabras:Gabrielyesquela, ambas remiten y anuncian la fatalidad, una por medio de un Arcángel y la otra a través de una notaquepresagiatristeza.Perolaslíneassiguientes no dejan seguir con ese pesimismo ya que hablan de la felicidad y el gozo por la vida: Gabriel Valle caminaba por las calles con pasos largos y seguros, se sentía ligero y contento. Quedaban aún restos de nubes coloreadas en el cielo. Para ir conociendo un poco más a Gabriel, Amparo Dávila recurre a la analepsis y nos dice:
A él le había gustado siempre caminar por la ciudad al atardecer, o a la medianoche; caminaba hasta cansarse, después se metía en algún bar y se emborrachaba suavemente; entonces recordaba a Eliot...PerolamenciónaEliotnoes al azar, ya que es él quien le proporciona los siguientes versos impregnados de una alucinante metáfora,versosquetampocosongratuitos-según veremos después: vayamos pues, tú y yo, cuando la tarde se haya tendido contra el cielo como un paciente eterizado sobre una mesa.
Gabrielsigueavanzandoenlahistoriacomo unpersonajeimpulsadoysacadodesumonotonía porunaesquela.Poresoresultaextrañosualegre comportamiento: Unas chicas que andaban en bicicleta por poco lo atropellaron, pero aquel incidente no le provocó el menor disgusto. Era tan feliz que no podía enojarse por la torpeza de unas muchachas. Se sentía generoso, comprensivo, comunicativo también.
Mientras Gabriel espera el tranvía que debe acercarloalaQuintadelascelosías,unaanalepsis rompe con sus instantes de felicidad para evocar unmalmomentoconsuamada: ¡Qué mal se había sentido aquella vez que acompañó a Jana hasta su casa, después de insistirle mucho que se lo permitiera; ella siempre se negaba, aquella vez accedió con desgano. Lloviznaba cuando llegaron a la quinta, pensó que lo invitaría a entrar mientras la lluvia pasaba, será mejor que te vayas rápido, para que no te mojes, había dicho Jana mientras abría la reja y se alejaba hacia la casa sin volverse. Pensó tantas cosas en aquel momento. Nunca se había sentido tan humillado. Gabriel, justifica esa humillación concluyendo que: Jana no era capaz de ofender a nadie, mucho menos a él; tal vez le había parecido inconveniente invitarlo a pasar a esa hora, por vivir sola.
Después de algunos minutos de esa espera: El tranvía llega y Gabriel Valle, avanzando a zancadasparanomojarse,loaborda: Se acomodó al lado de una muchacha muy pálida y muy flaca, que apretaba nerviosamente entre las manos unos guantes sucios. Esteencuentrocon una muchacha muy pálida y muy flaca aparentemente derivado del azar puede interpretarse como el misterio de unafantasmagóricarevelación.Lacualseacentúa cuando ella: Lo miró entonces con una mirada fría, totalmente deshabitada; él sintió que se había asomado al vacío. La interpretación no carece de fundamento si consideramos que la autoradelineaaúnmásaestepersonajeagregando sobre su apariencia que ella era: flaca y desgarbada; el pelo seco y mal acomodado, los ojos inexpresivos, los labios contraídos, la pintura corrida, y tan mal vestida, tan amarga... Esta imagenevocaaGuilettaMasinaenelmemorable ytrágicopersonajede Las noches de Cabiria.Este casualysurrealistaencuentrodalapautaparaque elprotagonista,GabrielValle,recuerdeasuamada Jana. Entonces, al comparar a Jana con la desdichada pasajera del tranvía, en el rostro de
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Gabriel se dibuja la satisfacción. Satisfecho empieza a divagar sobre su futuro: Le gustaría hacer un largo viaje, en tren, con Jana; ver pasar distintos paisajes, no tener que preocuparse por nada, conocer juntos muchas cosas, ciudades, gentes, tener dinero para gastar, y gastarlo sin pensar; sería bueno poder hacer el equipaje y partir, ahora mismo, mañana...
AunqueesnotorioeloptimismodeGabriel, en el cuento aún no se lee en que sustenta sus planes con Jana, lo único que se ha dicho sobre estarelaciónesqueellalehacausadociertahumillación. Miguel, el amigo de Gabriel -traído a escena con otra analepsis- nos ofrece un tajante comentario que nos acerca a la personalidad de Jana -es un comentario que no está cobijado por la protección del amante-, Miguel dice: Siempre me ha parecido una muchacha hosca, huraña y hasta agresiva; tal vez se siente muy superior a todos nosotros.
A partir de ese comentario en el cuento se vanleyendootraslíneasquedescribenlapersonalidad de Jana -pero, ojo, no descubren su identidad. Por supuesto, Gabriel da la cara por Jana respondiéndoleaMiguel: Estás muy equivocado, lo que sucede es que Jana es muy tímida, pero yo la entiendo bien, además ha sufrido mucho, la forma como murieron sus padres fue terrible...
A los poco agraciados adjetivos sobre Jana, Miguel, sin ninguna sutileza, agrega: Y siempre huele a formol y a balsoformo. ElhirientecomentarioobligaaGabrielareconocerque al principio a él también le resultaba muy desagradable aquel olor que despedía Jana, parecía que estaba impreg-nada totalmente de él. PeroGabriel,como alivio ante esa innegable realidad, albergaba la esperanza de que: Cuando se casaran no le permitiría que siguiera en el anfiteatro. Esperanza vanayaqueJanateníasuspropiosplanesy estaba convencida de que llegaría a ser una magnífica embalsamadora; había estudiado los procedimientos de que se valían los egipcios para
conservar sus muertos; conocía muchos métodos diversos y tenía fórmulas propias que estaba perfeccionando y que pensaba poner en práctica muy pronto; además estaba escribiendo un libro. Este párrafo además de ofrecernos valiosa información sobre la personalidad de Jana, permite aventurarunaconjeturasobrelaautoradelcuento, AmparoDávila,enelsentidodequeunapartede estetextoestásustentandoenvivenciasinfantiles en la que como una pequeña alquimista experimentaba con piedras y flores que encontraba en el terruño de su natal Pinos, para hacer perfumes y brebajes, (Bolívar, 2011). En la entrevista que le realizó María Dolores Bolívar,AmparoDávila confiesa que en su infancia:
Si no estaba yo enferma me dejaban que el mozo me llevara a la montaña. Iba con los perros.Creoquemiprimeraafición,realmente, fuelaalquimia.Juntabayopiedritas...lasmetía enfrasquitosylesponíapapeldechinayagua para que se hicieran de colores. Estaba segura que iba a salir oro de ahí. Cortaba también flores, porque había muchas en el cerro; las machacaba y las metía en frasquitos con agua. A los pocos días eso se echaba a perder y estallaba... con un olor pestilente, espantoso, envezdelosperfumesqueibaacrear.Eseolor espantosísimo hacía que me regañaran y mandaran a tirar todo aquello. Pero cuando podía, volvía a ir a juntar piedrecitas y a soñar que iba a tener perfumes y oro.
RegresandoalosafanesdeJanaporser‘embalsamadora’,podemosrescatarvarioselementos quesonclavesenlahistoriadeestecuento.Empecemos con el olor a formol y balsoformo, ambos sonelementosestrechamenterelacionadosconel éter, y esto nos remite casi al inicio de la historia cuando Gabriel recordando a Eliot entonaba lo siguiente... vayamos pues, tú y yo, cuando la tarde se haya tendido contra el cielo como un paciente eterizado sobre una mesa. Este verso es una metáfora que remite a un ambiente de hospital, a una sala de quirófano o tal vez a un anfiteatro, el lugardetrabajodeJana.Porloprontobastedecir
que está relación alimenta la intuición sobre un misterio que se aproxima. El misterio de acrecienta cuando los pensamientos de Gabriel traen aescenaaunpersonajeaparentementesecundario, perocuyonombreincrementaelmisterioqueencierra La Quinta de las celosías: El Dr. Hoffman también protestaría; él la había llevado a trabajar al hospital y era su colaboradora. Especula Gabriel ante sus deseos de una vida futura con Jana.
InmersoensuspensamientosGabrielyacasi consumeladistanciayeltiempoqueloseparade Jana. Había dejado de llover; olía a tierra húmeda y a hierba mojada. Estaba fresco pero no hacía frío. Resultaba agradable caminar por aquella larga avenida de cipreses que conducía a La Quinta. Miró el reloj, faltaban veinte minutos para las ocho. Llegaría a tiempo. La esquela decía que lo esperaba a las ocho. Hasta estas alturasdelcuento-cuandoseaclaraque lareferida esquela en realidad es uno de sus sinónimos, en este caso una nota que invita a una cita- el lector entiende el optimismo de Gabriel y el porqué la humillación evocada es cosa del pasado. Pero no hay que distraernos, el apellido Hoffman, en el plano literario, es hablar del doble.
Amparo Dávila continua proporcionando veladas pistas aderezadas de una sutil ironía, cuando escribe las siguientes frases que meten al lector en las divagaciones de Gabriel:
- Se debía de vivir muy tranquilo por allí; sin ningún ruido, con tanto aire puro, pero estaba muy retirado y muy solo.
- Sus dedos palparon el sobre y sintió un gran alivio; con esto había terminado la angustia.
- Tendría que hacer a un lado su orgullo y venirse a La Quinta. Por lo menos podría estudiar tranquilo, sin ruido de tranvías, sin gente molesta, solo él con Jana...
Enseguida,dándoleungiroalasdivagacionesyexpectativasdeGabriel,laautoravatejiendo con naturalidad una atmosfera de claroscuros.
Cuando llegó, La Quinta se hallaba como de costumbre a oscuras; las celosías no permitían que la luz del interior se filtrara.… Allí estaba Jana, con un vestido de seda gris, casi blanco, pegado al cuerpo; el pelo rubio suelto cayendo suavemente sobre los hombros. Está imagen de Jana impregnada de erotismo también sugiere cierto misterio que se diluye entre los colores del vestido y el pelo.
Gabriel queda fascinado ante esta imagen de Jana, pero un incidente evita que él quede atrapado en esa fascinación: El sonido de unos pasos en el corredor interrumpió a Jana, se volvió y miró hacia la entrada; también Gabriel pensó que alguien iba a aparecer. Pasan sólo unos minutos cuando: ...Otra vez los pasos llegaron hasta la puerta, Gabriel se quedó esperando... nadie entró. No obstante que Jana aparenta ser amable, tocando el piano y ofreciéndole un cigarrillo, Gabriel se siente muy incómodo en aquella elegante sala tan llena de cosas valiosas, tan cargada de recuerdos.
Trayendo al presente sus recuerdos familiares Jana da vida con sus palabras a la siguiente escena:
Aquí se sentaba siempre papá, a veces se quedabadormido,¡meenternecíatanto!,vivía cansado, trabajaba mucho, para que nada nos faltaraamamáyamí,decíasiemprecuandole reprochábamos,¡pobrepapá!...avecesjugaba ajedrez con el Dr. Hoffman, los domingos en latarde;mamáservíaeltéylaspastas,después cogía su bordado, siempre bordaba flores y mariposas, flores de durazno y violetas; de cuandoencuandodejabalacosturayobservaba a papá jugando con el Dr. Hoffman, lo miraba congranternuracomosihubierasidounniño, su niño.
Sin duda esos momentos de aparente tranquilidad,lostraeJanaasupresenteporalguna desconocidarazón.Tambiéngraciasaesasmisteriosas sinapsis de la mente humana las palabras de Jana remiten a otro cuento deAmparo Dávila,
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‘Tiempo destrozado’, específicamente a la parte enqueseleelosiguiente: las mariposas muertas, las flores disecadas... todo se acaba y descompone, querida señora... (Dávila 1985, 38). Tal vez por esa certeza, aunada a la creciente incomodidad de escuchar una respiración aceleradadealguienqueseocultatraslapuertadela sala, Jana se calla y bruscamente -endureciendo su rostro- muestra a Gabriel una expresión tan dura, tan fría, tan distinta de la que él amaba, de la que él guardaba dentro de sí. La tensión crece conforme se sigue escuchando la respiración cerca de la puerta, tan fuerte, tan agitada como la de una fiera en celo. Es demasiado y Gabriel aumentasumalestarysudisgustoconsigomismo. Aquella atmósfera le resultaba asfixiante, aquellos pasos, aquella respiración, aquella mujer tan lejana, tan desconocida para él.
Noobstanteesesentimientodelejaníahacia Jana que comenzaba a aflorar en él, Gabriel se levantó y fue a sentarse junto a ella, tomó su mano, estaba fría y húmeda. Con cada instante quepasabasuJanaseibatransfigurando. Entonces él vio de cerca sus ojos, por primera vez esa noche, estaban increíblemente brillantes, las pupilas dilatadas, inmensas y lagrimeantes... sintió que un escalofrío le corría por la espalda mientras la sangre le golpeaba las sienes... Con este desdoblamiento de Jana, el deseo de Gabriel de acercarse a ella se trastoca y se confunde con la esperanza de alejarse de la Jana que acababa deconocer.Conformeseavanzaenestasituación de acorralamiento y peligro para Gabriel es posible especular que el nombre de su amigo Miguel, tampoco es una idea suelta, más bien es una necesidad del argumento para poner en el mismo al Arcángel Miguel, el protector y ángel delaguarda,enestecasodeGabriel.Probabilidad que queda fuera del alcance de Gabriel, ante su rechazo a los consejos previos del amigo.Ahora es tarde ya que Miguel no puede traspasar su protección hacia el círculo interior de La Quinta de las celosías.
Anteestedesdoblamientodelapersonalidad de Jana, acaso tenga sentido pensar que el personaje del Dr. Hoffman sea un guiño de la autora hacialarelaciónyreconocimientodeeseapellido con uno de los maestros del doble literario y del cuento de horror y suspenso.
Este horror y suspenso son manejados con maestría por Amparo Dávila para que el lector sienta la impotencia de Gabriel, ante su incapacidaddesalirdelatrampaalaquelohallevado la ilusión del amor. Es una noche desquiciante y de aturdimiento en la que no se puede prescindir deltiempocomoelementoliterario. El reloj de la chimenea dio la media, la noche se había eternizado para Gabriel y el tiempo era una línea infinitamente alargada. Esta línea que se dibuja conlacrueldaddeltiempo,penetraydesgarrasin misericordia el ánimo de Gabriel cuando ve que Jana con la mirada perdida señala el retrato de una jovencita, diciendo: Así era yo entonces. La tímida y bella Jana se ha ido: No está conmigo, pensó dolorosamente Gabriel. Esto da la pauta paraafianzarlahipótesisdequelaobradeAmparo Dávila encaja en la literatura visionaria, sobre la que C.G. Jung expresa que sus manifestaciones sonvislumbresangustiososdetinieblasanímicas. (Jung, 1983, 340):
Cuando estamos ante la materia del modo psicológico de creación artística, no necesitamos preguntarnos nunca en qué consiste o que es lo que significa. Pero aquí, ante la vivenciavisionaria,surgeinmediatamenteesta pregunta.Hacenfaltacomentariosyexplicaciones, siente uno asombro, admiración, desconcierto,desconfianzao,algopeoraún,asco.No seoyeaquíresonarnadaquelerecuerdeauno la vida cotidiana del hombre, todo es sueños, pesadillasnocturnasyvislumbresangustiosos de tinieblas anímicas.
EstatransformacióndelossueñosdeGabriel en pesadillas nos acerca a los arquetipos del subconscientecolectivoenelquelamásgrotesca imaginación y la más espeluznante de las pesa-
dillas cobran realidad. También nos acerca a la literatura visionaria, (C.G. Jung, 1983, 339): Al llegar al modo visionario de la creación literaria, todo se invierte: la materia o la vivenciaquesirvedecontenidoalaplasmación no es nada conocido, es una entidad extraña, de naturaleza recóndita, como surgida de los abismos de tiempos prehumanos o de mundos sobrehumanos de luz o de sombra, una protovivenciaantelaquelanaturalezahumana casi sucumbe por debilidad y perplejidad.
¿Acaso en esos momentos de angustia nocturnaGabrielseenfrentaaesaentidadextraña surgida de Jana, ó tal vez de sí mismo? Pues la Janaquealservirleeltélepregunta: ¿Con crema o solo?, es una mujer que cuando se le mira a sus ojos, sus pupilas enormemente dilatadas y lagrimosas le causan algo extraño casi parecido al miedo. Esemiedocasihaparalizadolavoluntad deGabrielporesosinánimoaceptaelazúcarque Janaponeensuté.IgnoraqueantesJanatambién ha puesto una sustancia extraña en la bebida que al sorberla pronto actúa sobre el organismo de él. Ya es demasiado tarde, ha comenzado la cuenta regresiva que pronto lo impulsará a un destino incierto. La voz burlona de Jana retumba en sus sentidos: Tú querías conocer mi casa, mi vida... estás aquí... Anteestacontrastantemanifestación delaotraJana,esentiendeentoncesqueelnombre de este personaje deAmparo Dávila es, al menos en este cuento, su propuesta del doble literario, ya que el mismo es la versión femenina de Jano, el cual en la mitología romana es un dios con dos caras, las cuales miran al mismo tiempo hacia adelante y hacia atrás, o si se prefiere hacia el futuro y hacia el pasado. También se conoce a Janocomoeldiosdelaspuertas,loscomienzosy los finales. (wikipedia.org/wiki/Jano)
Gabriel está indefenso y por lo tanto ya no tienen caso las apariencias, por eso Jana lo lleva, sin que él oponga resistencia, al salón que funge como el anfiteatro de las quinta de las celosías. Ahíimpregnadodeunairedulzónynauseabundo
lentamente va desfalleciendo, pero alcanza a distinguir a Jana quién lo mira desafiante, en medio de dos féretros de hierro... Entre golpes, gritos, carcajadas, olor a cadáver, a éter y formol, escucha a Jana decir: Sheeesss, no tanto ruido, que puedes despertarlo. Ante la cercanía y el inminentedestinodelprotagonista,GabrielValle, losversosdeEliot: vayamos pues, tú y yo, cuando la tarde se haya tendido contra el cielo como un paciente eterizado sobre una mesa, cobran pleno sentido y le brindan su espacio a Jana para que siga practicando y mejorando su trabajo, hasta alcanzarsusueñodeconvertirseenunamagnífica embalsamadora.
Palabras finales
El análisis literario del cuento La Quinta de las celosías refleja en buena medida una cuentística que pertenece a lo que C.G. Jung identifica como ‘literatura visionaria’, la cual a diferencia del genero sicológico, no explica las razones ni fuentes de las enfermedades o expresiones extraordinarias de la mente. La literatura visionaria se nutre fundamentalmente de los arquetiposinmersosenelsubconscientecolectivo, entreloscualessepuedendistinguirenestecuento los siguientes: la muerte, el miedo a lo desconocido,eldeseodeunavidainmortal,laidealización de la amada, los arcángeles o entes protectores, elviejosabioylasvocesdefantasmasqueretumban en las personas aterradas.
BIBLIOGRAFIA
Bolívar, María Dolores (2011). Los círculos helados de Amparo Dávila (Entrevista realizada a Amparo Dávila en el 2001 en la ciudad de Zacatecas), consultada en: http://mariadoloresbolivar.com/zacatecaspolvoyluz/ id10.html
Dávila,Amparo (1985). Muerte en el Bosque, FCE Jung, C. G. (1983). Psicología y poesía, en Filosofía de la ciencia literaria. FCE
Notas del Curso de posgrado: La exploración del límite en lanovelabreveyenelcuentolatinoamericanodelsiglo XX, impartido por Fernando Saucedo Lastra en el Centro de Investigación y Docencia Humanística del Estado de Morelos, CIDHEM, durante el primer semestre de 2011 Wikipedia.org/wiki/E._T._A._Hoffmann wikipedia.org/wiki/Jano
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Tuchtlán
Susana Mota López
Los orígenes
Mi tío, Rubén López Cárcamo, cronista de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, me envió unos textos que el mismo elaboró en dieciséis cuadernos engargolados y escritos con máquina de escribir -de las que ya no se producirán más. Sus escritos datan de 1990 en adelante y narran cronológicamente la historiadelpasadoautóctonodelaformación del pueblo tuxtleco, sus costumbres y las fiestas del Barrio de Guadalupe de donde soy originaria.
Las añoranzas de mi tío provienen desde el año 1930 y precisa con detalle lo que vivió depequeñojuntoasuabuelayloqueinvestigó en años posteriores acerca de Tuxtla, cuna de la etnia zoque.
El estado de Chiapas es muy rico por su gastronomía, flora y fauna y por la presencia ancestral de la cultura Maya, Olmeca,Azteca ylasetniaszoque,mame,tzotzil,chontal,que habitaban este rincón del sureste mexicano. La etnia zoque se asentó mayormente en Tuxtla Gutiérrez y es cercana a las denominadas mixe y popolucas. Se nombran así mismos O'deput u O'de put cuyo significado es‘gentedepalabra,gentedeidioma,hombre depalabra’.Loszoquesfuerondescendientes de los Olmecas y emparentados con los Mayas.
Mi tío nació en Tuxtla Gutiérrez en 1917, cursó de la primaria hasta la Escuela Normal obteniendo el título de profesor en 1936. Dos añosantesfuegerentedelperiódicoestudiantil
"Brecha Nueva". Estudió contabilidad y legislación bancaria por correspondencia. En 1945, el año de mi nacimiento, se separó de la cátedra e ingresó al Banco Mercantil de Chiapas, S. A. donde desempeñó los cargos de cajero, contador y gerente de sucursales. Banco que se convirtió en Bancomer ya para entonces mi tío fue promovido como auditor de crédito y posteriormente jefe del Departamento de Auditorías de Crédito a empresas afiliadas. Ha colaborado en algunos diarios locales escribiendo la columna "Tuxtla de siempre". Intervino en varias colaboraciones cuando se elaboró el "Diccionario EnciclopédicodeChiapas".Ahoraesmiembroactivo de la Fundación Fernando Castañón Gamboa Pro-Museo de la Ciudad de Tuxtla Gutiérrez, A.C.ypertenecealaAsociacióndeCronistas del Estado de Chiapas, A. C. Ha publicado los libros Antier, cuando éramos menos…, El centro de Tuxtla Gutiérrez en 1925,y Las fiestas del Barrio de Guadalupe.
La historia de esta ciudad empieza con el significadodesunombreaztecaTuchtlán.Este largovalledeunosdiezkilómetrosdeoriente a poniente y cuatro de anchura es donde se asienta la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, capital del estado. Los aztecas le llamaban Tuchtlán ya que se referían a la "abundancia de conejos": del vocablo náhuatl Tochtli: conejo y el sufijo tlán abundancia. En el dialecto zoque de los primitivos moradores fue nombrado Coyatoc del vocablo coyá, conejo y el sufijo tok, casa. Por eso a los tuxtlecos se les dice "conejos".
Cuentalaleyendaqueloszoquesarribaron a este extenso valle por el rumbo de Bonampak. Se cree que venían de este lugar por la similitud de las figuras pintadas sobre los murales con el tipo del habitante autóctono de Tuxtla: robustos, más bien ventrudos, de color moreno. Los zoques, como los aztecas, buscaban otro lugar donde vivir y en su caminatadebúsquedaseacompañabandelson del tambor y pito.
Al tomar un descanso bajo una frondosa arboleda, escucharon la armoniosa melodía del canto del cenzontle -pájaro de las cuatrocientas voces-, el arrullo de la humilde palomita cucú y la algarabía de las chachalacas, se maravillaron por todo un lugar poblado de abundantes árboles frutales principalmentemangos,chincuyas,pomarrosas, papáusas, jocotes, cupapé y diversas clases de zapotes. Descubrieron un río con abundanteylímpidaaguaquebautizaroncon el nombre de Quistimpak, de quistim, sabino y pak, arroyo por estar bordeado de majestuosos sabinos y frondosos amates; era el gran río Sabinal, albergue nocturno de los zopilotes(agentesecológicosdesanidad).En lasmárgenesdelrío,losárbolesdecuajinicuil con sus apetitosas vainas que guardan sus semillas envueltas en blanco, dulce y esponjosovelloparadeliciadeloszoques.Las matas de zazupú, cuyas frutitas redondas constituían el detergente natural para lavar su ropa. Los bejucos de Tzenún con su inflorescencia roja en forma de cepillos alegraban el ambiente que los rodeaba.Ala vera del río se veía el pájaro martín pescador desprenderse de una rama de un sabino y en vuelo veloz, como saeta atravesando el aire con inusitada presteza,capturabaalpececilloqueosónadar a flor de agua. Igualmente, oyeron el toc toc del pájaro carpintero que horadaba el macizo tronco de un sabino para formar su nido,
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además de escuchar en aquellos tiempos el canto del ahuizote luis -mensajero del aire.
Les encantaba hundir los pies en la arena huidiza de la orilla del río, no copioso en grandes peces, sino de caracoles, con los cualescocinabanuncaldoapetitosoynutritivo al que llamaban shuti. Su caudal de aguas aumentaba con los arroyos que convergían a este río, en época de lluvias; por el norte, el Potinaspak; por el sur, el Pojpón, el San Roque, el Penipak y el Jamaipak.
Tal vez los zoques llegaron en junio ¡qué hartazgosdenucú!Quizásvinieronenelotoño ¡qué campos tan floridos contemplaron!
Helio bañaba pintando de amarillo huevo alasfloresdeárnicayalasdelasenredaderas las hacía brillar en múltiples colores. En las faldas de los cerros, meramente del norte, los zoques admiraban las flores blancas como cofiadeenfermeradel punú- punú,elamarillo de las del candocs, el sospó y el suave perfume del espino que invade el ambiente nocturno, cuya flor se conoce como flor de niño.
En este encantador lugar se quedaron nuestros antepasados y muchos de sus descendientes orgullosamente llevan el apellido autóctono de ascendencia zoque: Megchún, Toalá, Chandomí,Anzá, Cundapí, Popomeyá, Tondopó, Chandoquí, Pechá, Chatú, Jonapá, Chamé, Consospó. Mi tatarabuelamaternafuedeapellidoChandomí, con el tiempo predominó el López.
Aúnhoysepuedeescucharporlasmañanas elgorjeodeunoscenzontles¡quéregocijopara elespíritu!,elclarineroconsusagudostoques de clarín y el cucú de la tortolita.
Ya no hay ese río Sabinal tan generoso, quedaron unos cuantos sabinos moribundos, sin amates, ya el pescador emigró a otros ríos
yel toc toc delcarpinteroyanoseescucha,ni sevenlosconejos,nilasiguanas,nitlacuaches y los mapaches ya se extinguieron. Qué no habránvistoyescuchadonuestrosantepasados que dijeron: "¡Aquí nos quedamos!", y así lo hicieron
Hastahacepoco,Teránfuemunicipiolibre y ahora forma parte del Municipio de Tuxtla. Era un pueblecito de campesinos situado al ponientedelacapital,aunaleguadedistancia, asentado a las orillas del río Sabinal. Los recuerdosdemitío,cuandoerapequeño,están relacionados con los viajes que hacía a Terán acompañando a su abuelita Amada, mi bisabuela,alaquecariñosamente llamaba"Mamá Madita". Fue comerciante, iba con cierta frecuencia a Terán a comerciar, llevaba un gran canasto, de esos amplios, lleno de cebollas, rabanitos,lechugas,tomates,chiles,cilantro...; además llevaba dulces de panela como melcochas y caramelos y otras mercancías como agujas e hilos, y hasta cerillos que cambiaba por maíz y todavía recibía cacaos por monedas.
Muy temprano salían de Tuxtla, mi bisabuela y mi tío, después de almorzar, para que el sol no les diera fatiga. El camino era carretero, con mucho polvo y piedras, pues el empedrado de la Calle Real terminaba en la actual calle Décima poniente.
Elprimertramoteníacomomojón,laCruz Blanca, peana de unos dos metros de altura, porunodeanchoydosdelargo,algunaseran de ladrillo o piedras, repellada, pintada de blanco que servía de base a una cruz de unos tres metros de altura, ubicada en la actual confluenciadelaavenidacentralylaprimera avenidasur,dondehoyseencuentralaestatua del doctor Belisario Domínguez, frente a la casa del amigo de mi tío, el doctor Ricardo CulebroFalconi.Enseguida,apartirdedonde
estáelHotelBonampak,alladoderecho,había una serie de ranchos con huertas de árboles de mango, zapote negro, chicozapotes y algunos cocoteros y palmas de coyol -este es un fruto en forma de cascabel y al que los nahuas denominaban coyoli y cuando la semilla se seca, y si se sacude, hace un ruido como de matraca o de víbora de cascabel. En dulce, hecho de panela, es riquísimo. Me imagino que ya entonces los habitantes "conejos" se deleitaban con este dulce, hasta hoy disfruto comer "dulce de coyol".
A medio camino, a la derecha, el callejón de Zapatá conducía a los regadíos sembrados de flores y hortalizas de los comuneros del lugar, y llegaba hasta el río Sabinal.Algunos eran vecinos de mi tío.
A la izquierda, a medio camino, había otro mojón llamado Pasatiempo, una estribación del monte Matumatzá, con un gran árbol de amate en la parte alta, rodeado de árboles de sospó y unas tumbas al pie del amate.Allí no se detenían a descansar mi bisabuela y mi tío porque según el dicho de ella, en ese lugar se aparecía"latentación",lamalamujer,asíque pasaban de largo a la ida como al regreso y proseguían su andar.
Llegaban al fin a la casa de Toribio, un carreterodelquemitíonorecuerdaelapellido pero sí que era un hombre amable, atento, y siempre alegre, sonreía con frecuencia con sonrisa franca y espontánea, enseñando los dientesdeoro.Teníaalrededordetreintaaños, alto, fornido, calzaba huaraches, llevaba un sombrero de petate, y era de tez morena. En su casa principiaba la compra o trueque de maíz.
Después de una caminata de una hora más o menos, al llegar a casa de Toribio mi bisabuela y mi tío pedían agua para mitigar la sed
y les daban una jícara de pozol. Su abuelita Amadaeramuyapreciadaymitíonotabaque la trataban bien. Allí mismo se improvisaba la plaza (el mercado) pues corría la voz de su llegada y ahí terminaban las otras vecinas su recorrido. Después de la venta, la mayoría de las veces era trocada por maíz, regresaban a Tuxtla como a las doce o una del día, no sin antes tomarse otra jícara de pozol. Amada cargaba el mismo canasto, ahora repleto de maíz,y mitíollevabaalaespaldaunmecapal; uncostalitodemaízconcuatroocincocuartos -comodiezodocekilos.Enalgunasocasiones traían frijol, patashete y ejotillo. Llegaban a su casa a la hora de comer bien cansados y sudorosos, pero satisfechos.
La fiesta de los muertos
-Sí, ya vieneTodos Santos, ya voy a llenar mis candelas-, así se expresaba mi bisabuela Amada dos meses antes de la fecha indicada. Minuciosamente preparaba todo. En el patio de la casa, allá al fondo, cerca del barranco, habían unas matas de algodón de las que cosechabasuproducto;conpacienciaretiraba lassemillasyguardabaelalgodón,lasmachacaba en la piedra de moler y el aceite que les salíalorevolvíaconlosrestosdelassemillas, y con masa de maíz preparaba el alimento de los guajolotes.
Días después, sacaba su rueca e hilaba el algodón y con el hilo formaba una madeja. Cuando llegaba el tiempo de "llenar" las candelas, descolgaba de una pared del corredor un aro de un metro de diámetro, hecho de un bejucodeunapulgadadegrosoralrededordel aro,yunosclavitosincrustadosaunadistancia de cinco centímetros uno de otro.
Ya colgado el aro en posición horizontal de una viga de la casa, en el corredor, a una
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altura de un metro del piso, mi bisabuelita improvisabauntenamaztecontrespiedrasde regulartamañoyhacíafuegoconcarbónpara obtener brasas. Sobre el tenamazte colocaba una sartén vidriada para derretir la parafina, quecomprabayaseaenlatiendadeJulioJuan o en la del Juchi, don Florentino Ordóñez, ambos negocios situados frente a la Iglesia de El Calvario. Todo preparado, se sentaba en un butaque, cortaba el hilo de algodón en pedazosdeunossesentacentímetrosdelargo, los cuales colocaba por mitad en cada uno de los clavitos.
La operación de "llenar" las candelas era porlastardes,tresocuatrodías;sehacíafuego conloscarbones,sederretíalaceraenlasartén ymibisabuelitaconunacucharaimprovisada de hoja de lata, que le servía año con año, iba escurriendo la cera derretida en los hilos (pabilos) con mucha paciencia. Tarareaba alguna tonadita o musitaba alguna oración o plegaria. Las candelas iban creciendo en grosor poco a poco, dando vueltas y vueltas al aro.
Mientras mi bisabuelita bañaba los hilos con cera derretida, mi tío ayudaba soplando las brasas con un carrizo agujereado para mantenerlasvivas,sinlevantarcenizaopolvo para no ensuciar la cera. Una vez hechas las candelas, allí quedaban colgadas en el arco para amacizarse.
Tiempodespués,ellasacabaloscandeleros del lugar donde estaban guardados, cercano al horno de hacer pan, eran bolas de lodo con sucolornatural,conunagujeroenmediopara colocar las candelas. Si había rotos o despostillados, se tenía que hacer otros, reponerlos, de tal manera que fueran en igual número que el de las candelas.
Eramuyfácillahechuradeloscandeleros; batir tierra negra bien fina y hacer las bolas del tamaño de un puño. Se aplanaban por la base y por la parte superior se les hacía un agujero con un olote del mismo grueso que el de las candelas, y el sol se encargaba de secarlos.
Ya listos lo candeleros y candelas, mi bisabuelita esperaba la fecha para adornar el altar con flores de muzá y de punú punú; flor
silvestre que recogían ella y mi tío en las laderasdelcerroqueestáalnortedelaciudad capital de Chiapas. Las otras flores, igual de sencillas, eran cultivadas en los regadíos, y la ofrenda consistía en tamales, frutas, dulces, caña,vasosdeagua,panydesdeluego"trago", el bendito licor, y algunas otras comidas o golosinas que eran del gusto del difunto o de los difuntos.
La mujer de luces
Jhonny Euan
Crónica de un diálogo con la mente. Esta noche el viento hela. Me siento sucio ycansado.Tantaoscuridadnublalavida,pero se que siempre existe luz. Alguien que lleva luces en su cuerpo y que no puedo sacar de mis pensamientos.
Era el 23 de agosto de 2010. Yo estaba parado afuera, un tanto aburrido, impaciente e intrigado. Había poca gente y era, por mucho, temprano. Entonces llegó. Tenía el cabello libre, hermoso; un bolso negro, jeans de los modernos, tono azul, y unos ojos endiablamente inolvidables. Podría jurar que la conocía, la leí en libros.
Se acercó como las olas del mar a la orilla de la playa; natural y cotidiana, como si lo que estaba a punto de hacer no fuera algo extraordinario. Y no lo era. Preguntó dónde estaba.
Ese día llegó a mi vida. Apareció para despedazarlasteoríasqueteníasobreelamor. Conocí a la mujer con el cuerpo más espectacular y la sonrisa más bella que he visto. Creo que me enamoró con solo suspender el viento con sus pasos.
Fue así como empecé a escribirle.Aadmirarla. A dibujar en mi mente su encanto. Siempre fue capaz de inventar razones para que yo la quisiera. También para que la odie, pero con amor. Decía "te quiero" como nadie más lo hacía, y me invitaba a traspasar el tiempo con sus labios de carmín.
No tardé en aceptar que la adoro; amo sus lunaresymeencantasaberqueellaeslamujer delaslucesmulticolores,quesiemprecautiva a mi alma con su belleza, con la suavidad de supielyelparaísoqueempiezaensupechoy termina en sus ojos.
Conelpasodeltiempo,empezóallamarme odioso y manipulador. Entonces abrazarla se volvió un dulce privilegio. Me inculcó unos semi-sanos ojos de amor, que fácilmente le permitieron descubrir la delicada e intensa atracción que provocaba en mentes como la mía.
El 25 de agosto de 2013 empezó nuestra relación. Dos días después de cumplir tres años de conocernos. Y a su lado todo es increíble. Nada tiene fin. Vive en mi cabeza, y duerme en mi corazón.
Ella es la luz. La luz de la vida, más fuerte queelatardecerenelmardesucuerpo;mágica como el color de su mirada, radiante como el amanecer. Natural entre lo artificial. Acariciarla, es tocar el cielo.
Muchas veces he creído que ella me ama, pero se deja vencer por lo que parece nuestra imposibilidad. Ella es la calma de un día trágico, de la muerte que deseamos cuando lascosasnosalenbien,ysobretodo,esquien dirige mi camino, justo ahora.
Me guía en este preciso instante, a altas horas de una noche cerca del fin del mundo, cuando veo la solitaria calle y me alejo más y más de aquel lugar, el mismo en el que todo
comenzó, en donde se quedarán por siempre el recuerdo de nuestras pláticas, sonrisas, abrazos, discusiones, besos, coqueteos. Nuestra historia.
Ya solo me queda seguir caminando hasta llegar a casa y tumbarme en mi cama, pero es imposible,micabezanodejadevibrarconsu nombre y necesito saber de ella.
Terminémetiendomonedasenunteléfono público.
Elteléfonosuena,avisa,llora,gritay¡clic!, se metió.
- ¿Dónde estás?
- En el autobús.
Unsuspirodetranquilidadsecuelapormis cabellos.
-Soloqueríasabereso,queestabasbien…
Termina con un -¡Gracias!
La llamada terminó, puedo irme tranquilo.
Alllegaracasavolvíadedicarlemisilencio, leyéndoleeldiálogoprincipaldemicuaderno de apuntes que jamás le daré, porque soy un cobarde:
"Debo decirle que yo la quiero. Aunque a veces mi boca no pueda decirlo, aunque mi actitud parezca lo contrario, la quiero. Usted esmimomentoperfectoparasonreír.Lamejor compañía para mi soledad y el mejor de los libros.Lahequeridosiempre,consusdramas, tristezas,corajes,histerias,consubrilloincontrolable y el profundo amor de sus ojos. Usted es la mujer que sacude mi cabeza, la que me hace recordar quien soy. Siempre la quiero, cuando no me soporta, cuando me odia. La quiero".
Al leerlo, reconozco que siempre tuve la intencióndeconfesarlemiamor,sinreservas, dedicándome a sentir sin pensar. Pero no se pudo. La mente es vigilada constantemente por la realidad, y ella…
Aparte de brillar, vuela.
Intensamente.
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Río de La Piedad
ue en la época en que bailaba con los concheros de la catedral de la ciudad de México,hacesieteaños,elhombreencargado de llevar dicho grupo me hablo así: "Hijo, lo que tienes que hacer es ir a un río a pedirle tu deseo;tienesquehablarlesinceramenteycon respeto, vacíale una cerveza a cambio, a los ríos les gusta la cerveza". Esa fue la primera vez que escuché la anécdota de los ríos y los deseos.
RíoviaductodeLaPiedad,diceelletrerito que indica la dirección en donde vivo ahora.
Es un río que fue entubado en 1942. Por encima de la obra por la que todavía corre el río, se construyó en 1952 como parte del ViaductoMiguelAlemán, dichavialidadtoma el nombre de Viaducto Río de La Piedad, desde Acapulco y hasta Calzada Ignacio Zaragoza.Hastaantesde1942sellamabaRío de La piedad, la historia es la siguiente:
De la fundación del pueblo no se tiene una noticia concreta, incluso es difícil establecer siesanterioralaconquistadeMéxico,entodo casopara1550selenombracomoAhuehuetla oAtlexuca,distinguiéndosecomounpequeño poblado de pescadores que se encontraba en unodelosvariosislotesqueexistíanalsurde la ciudad de México.
En1595elvirreyleofrecealosmiembros de la orden dominica un terreno para asentar un convento de retiro, el cual con el paso del tiempo se convirtió en el Colegio Imperial de La Piedad y Porta Coeli, localizado en el pueblo de Ahuehuetla, a un poco más de un cuarto de legua de la ciudad de México.
Eduardo Simeón Trauwitz
La imagen mariana que daba nombre al temployconventodeLaPiedaddebesufama a la forma como llegó a México; esta indica que construido el templo y el convento se comisionóaunfrailedenombrefrayCristóbal Ortega para ir a Roma para resolver algunos de los asuntos de la orden en México; como parte de su encargo, estaba el buscar un buen pintor que realizara el cuadro para el altar mayor,poralgunarazónestelainicióperono logró terminarla en el tiempo por lo que se desconoce el autor; es así como el fraile regresaalaNuevaEspañaconlaobraenvuelta y a medio hacer, de regreso por el mar Mediterráneolosenvuelveunatormentayante la imposibilidad de hacer algo, el fraile y los marinerossededicanasolicitarlesuintersección para evitar la muerte, lo cual logran y ambos terminan el viaje, el fraile ya en el convento narra su viaje tras lo cual abre el lienzo que venía guardado desde Roma, al hacerlo descubren que la obra está terminada y lo consideran un milagro, lo que da mucha más fama al templo.1
Cuándo llegué al Río de La Piedad, mi hermana y mi cuñado estaban emocionados por recibir a Maya; el nombre de Maya lo sugerí yo, les explique la connotación que tienelapalabraparalasdoctrinasolafilosofía hindú. Ilución es al significado con el que se le relaciona.
Ilución:Concepto,imagenorepresentación sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o causados por engaño de los sentidos.2
En la colonia de la Cruz, hay un Pitbull Americano casi por cada casa. Hay dos versiones totalmente opuestas sobre la conducta de estos perros. Dos aristas de una misma realidad. Hay personas que les temen exageradamente por su bravura y su musculo que tienen en el hocico capaz de quedarse trabado a forma de no soltar lo que muerden. Son los perros que desarrollan mayor tamaño en su musculo de la mandíbula, lo que les da un aspecto de ataque.
LacombinacióndeBullyTerrierfuecreada cuandolos"Deportessangrientos",asociados a apuestas y entretenimiento como el Bullbaiting (perros contra toros amarrados) y las peleasdeperros,secomenzaronapopularizar Estos mismos ejemplares protagonizaban peleas en una arena cerrada llamada "Pit", y de ahí vino el nombre pit fighter (peleador de pit) pit dog (perro de pit), lo que finalmente derivaría en Pit Bull. Afortunadamente en 1835 los deportes Pit se convirtieron en ilegales en Inglaterra.3
La primera vez que salí a la tienda con la Pitbull reciénllegadalaspersonasmemiraron distintas: me saludaban, me preguntaban ¿cuánto tiempo tiene? ¿Es hembra, verdad? ¿Es de don Charly?
Don Charly es casi un dios en la colonia. No es una persona grande, y sin embargo le dicen"donCharly",elhombretendráunos38 años. Don Charly exporta perros Pitbull al extranjero. Sus perros cuestan alrededor de 12,000 pesos, a los de la colonia se los deja más baratos, Charly dice que no hay que ser pasados de verga con la pandilla. Charly también cobra por entrenar a tu perro para ataque. El dueño de la pensión de carros le ha
comprado uno y lo ha entrenado con don Charly. El perro tiene cara de Demonio. Curiosamente el perro de don Charly tiene la mirada cansada y tiene ojos color miel. Lo he visto jalar un automóvil en la calle donde vive Charly cómo parte de su entrenamiento.
AunascuadrasseencuentraelmetroSanta Anita, su símbolo representa la silueta de un vendedorensucanoaoaungondolero.Recibe ese nombre debido a la colonia cercana a la estación. El uso de ese símbolo se debe a que antiguamente hasta ahí llegaba la zona de chinampas, y el Lago de Texcoco y los agricultores solían vender su cosecha en la zona, y también a que en las cercanías se encontraba el embarcadero de la Viga en donde los visitantes solían alquilar una canoa yrecorrerloscanalesdeformasimilaracomo actualmente se recorren los canales que hay en la delegación Xochimilco.4
Afueradelmetrohayunaexplanada;enlos postes de luz que la alumbran hay unas estructurasmetálicasqueemulanunosnaipes, te puedes encontrar un As de trébol, o un As de diamante Todos en color negro. En la explanadasejuntanlosadolecentesqueandan en patinetas, los vende discos del metro, los que hacen trucos en sus bicis y unas viejitas que reparten fanzines religiosos. La mayoría deéstossemonea,exceptolasviejitas,aveces puedes escuchar reggae o reggaetón por las noches. Siempre huele a marihuana. Lo peculiar de la plaza es que ni los policías ni las viejecillassemolestanporeloloramarihuana o activo. Me ha llamado la atención que las viejecillas aparecen a eso de las doce del día cuando todos los que patinan dejan ver sus abdómenes al descubierto.
Otro punto de reunión es el camellón que está sobre el viaducto, aquí se juntan los dueños de los Pitbull. Una vez hablé con uno de ellos, el hombre no dejaba de hablar de cuando su mujer llegó con un Pitbull en su cumpleañosconunmoñorojosobreelcuello. El hombre antes de su cumpleaños salía con unosFrenchPoodle.Teníatreshijos,yapenas si le alcanzaba el dinero, pero a su Pitbull le compraba las croquetas que el veterinario le vendía,unascroquetasquecostabanalrededor de 600 pesos, y le duraban 10 días. El Pitbull eradedonCharly,habíacostado3,500pesos. La esposa me contó que tuvo que amarrarse la tripa un tiempo, que había entrado a una tanda para comprarle el Pitbull a su esposo.
La colonia se llama La cruz. Cuando se refieren a la virgen de los dolores (una de las tantasadvocacionesdelavirgendeLaPiedad) serefierenalosdoloressufridosporlavirgen María al ver a Jesús muerto. En la famosa pinturadeLaPiedad,seveaJesússinvidaen losbrazosdeMaría,quien sostieneelcadáver; el semblante de Jesús se torna pálido, con los labios morados, tiene el brazo derecho sobre el cuello de María, está sobre sus rodillas y al fondo está la cruz. Los siguientes textos describen el momento:
"Lo recibí sobre mis rodillas como un leproso, lívido y magullado, porque sus ojos estabanmuertosyllenosdesangre,subocafría como la nieve, su barba rígida como una cuerda" [Santa Brígida de Suecia, Profecías y Revelaciones, Libro 1, capítulos 27 y 10.]
"Sus ojos, que brillaban como carbunclos, ahoraestánapagados.Suslabios,queparecían rosas rojas recién abiertas, están secos y su lengua pegada al paladar. Su cuerpo sangrante ha sido tan cruelmente estirado sobre la cruz que pueden contarse todos sus huesos" [EnriquedeBerg,"Suso",Meditaciones,301.]
En un tests de temperamento (el equivalente a cuántas veces un niño puede meterle el dedo en el ojo a un perro antes de que lo muerda), la raza más tolerante fue el Golden Retriever. El Pitbull fue la segunda. Lo anteriordemuestraquenosonnaturalmenteagresivos hacia los humanos (son la raza que a más temprana edad muestra preferencia por compañía humana).5
He visto en videos como un Pitbull mata a una persona, he visto el rostro demoníaco del perro de la pensión de carros de la colonia La Cruz,loshevistosuspendersucuerpo agarrados de un trapo en lo alto, he tocado el músculo de sus mandíbulas que los convierte en asesinos potenciales. Y he visto a Maya sopor-tar que mi sobrino le pique los ojos con un lápiz, he visto que mi sobrino le muerde las orejas, como mete su mano en el hocico para quitarle un chocolate que la Maya le ha robado. Un día mi hermana escuchaba el estéreo a todo volumen, preparábamos un agua y la puerta del departamento que da a las escaleras estaba abierta. La perra entró agitada y se le encimó a mi hermana ladrándole directamente a la cara, Eva enseguida grito el nombre de su hijo, salió del departamento y vio a su hijo con la cabeza ensangrentada, Maya lamía su sangre y miraba a mi hermana exaltada. He visto en el barrio de la Cruz, la famosa pintura que le da nombre alríoentubadoquepasapordebajodemicasa. Vi la cara de aquella María en Maya, pude imaginar cómo le pudo haber lamido las heridas a su hijo.
Cuando terminé con mi ex pareja y fui a casa de mi hermana sólo deseaba morir. Fue en el río de La piedad cuando me descubrí en medio de un diagnóstico médico fatal. Mi madre aún no lo sabe.
5 http://www.animalpeoplenews.org/
Romina Cazón
Hoy de comida tengo un vaso de agua y dostortillas.Losguardodesdehaceuna
semana por temor a enflaquecer y aunque se encuentran en un estado que es preferible no mirar, sirven para una hambrienta como yo. Creo que es peor tener que irme a la cama sin ofrecerle nada a mi estómago, y peor aún es morder mi lengua.
Ahoraquelopiensoconserenidad,admito quelaabuelateníarazóncuandodecía: Panza llena, corazón contento, no cría mal pensamiento. Han pasado varias semanas sin alimentarme como debe ser, es decir, como unapersona;ustedesdirán como una persona normal,peronocreoquehayanormalesono, hay personas y listo. El punto es que a falta de comida, he pensado en exceso. Y no sólo fueron pensamientos, también algunas concreciones.
Cuandoyanoteníadineroniparacomprar unamanzana,medistrajeescuchandodecenas deveceslosmejorestemasdeIsmaelSerrano aunvolumenelevado.Además,fumabaunos cigarros que me dieron en pago; en ocasiones encendía uno y con el penetraba la hoja hasta dejar un hueco en esos cuerpos desnudos de la revista pornográfica que hallé en un cesto del restaurantedondetrabajaba.Mesentímuy incómoda al sacarla del basurero. Me observaron una mujer y un hombre de porte fino; hicieron cara de asco, como si olieran caca. Me acerqué y les dije: ¿Qué pasa, señores?
Mentiría si digo que me sentí exitosa por el
atrevimiento, al contrario, tuve vergüenza de milibido,demisnochesenextremaurgencia. Tampocomearrepiento:miactitudconsiguió cambiarles la cara. Nadie dijo nada, ni ellos niyo.Senosvinoencimaelsilencio;supongo que ellos también gustan de revistas pornográficas,conlaúnicaygrandiferenciadeque no las sacan de un cesto de basura.
Me había acarreado tantos problemas en vano…Larevistaparecíaderecienteedición; resulta que era muy vieja, de 1982. Empecé a confundirme con la emoción; tenía ganas de renegar, pero me contuve. Las razones de mi disgusto eran obvias, de qué iba a celebrar si esas páginas no contenían nada actual. Me refiero a las poses, a las formas. Una época intenta superar a la anterior, le guste o no le guste. Tal vez esa era mi rabia con la revista queteníatresdécadasdehabersidopublicada, ¿para qué sirve eso, si nada es vigente? En fin, era una revista. Tuve que reírme. Claro que sí: la recogí y di la cara ante los señores. Lo importante es que pasé varios días entretenida, imaginando cosas de aquellos tiempos, muchas cosas. Y no sólo me entretuvo a mí, también a una amiga y a su novio.
Cuando se aparecieron, yo estaba durmiendo, con la revista debajo de mi cuerpo; no a propósito, aclaro por las dudas, sino por olvido o por despistada. Esa mañana me levanté al escuchar el primer sonido del timbre. Cuando los hice pasar, les pedí perdón
porlaropaquellevabapuestaylesofrecíagua fresca. Debí moverme hacía la cocina para traerla,cuandoderepentesentíaClaudiamuy cerca de mí:
-¿De dónde la sacaste?
Yo pensé:Tal vez me hallaron la cigarrera, y exclamé:
-Ah, la compré en la Plaza de Satélite.
-Peroallínovendenesto-exclamóellacon total seguridad.
-Amor, mira, todo lo que nos falta probaragregó Gerardo, el novio, entre susurros. Inmediatamentemedicuentadeloquehabían encontrado y me avergoncé.
-Amigos,póngansecómodos,Medaréuna ducha. Aquí están sus vasos.
Ni siquiera me di tiempo para preparar la ropa; entré a bañarme. Nunca acostumbro quedarmemuchotiempoadentro,perolotuve quehacer,lamentablementetuvequehacerlo. La pareja se había calentado tanto con mi revista que, para calmar sus ganas, no se les ocurrió otra idea que saciarse en mi propio departamento, y para mi gran dolor, en mi propia cama y en mis sábanas.
Dentro de mí, una voz me repetía: ¿Para quémierdalosdejasentrar? ¿Quiéncarajote manda a ser amiga de estos pendejos?
Sifuerantanamigos,almenossehubieran guardadolasganashastasalirdemipropiedad o me hubieran pedido permiso, quizá se lo hubieraconcedido, peroquécambiaba:estaba encerrada, sin ropa, sin ganas de decir nada ni de pelear. Me quedé escuchando los gemidos de ambos. Los más fuertes eran los de Claudia: yo no era nadie a comparación. Bueno,depasocomparé,sino¿quéibaahacer mientrastanto?EncuantoaGerardo,másbien
parecía un nene muy flojo. Sólo me quedaba saliryregañarlos,oquedarmeymasturbarme al lado de la ducha que caía. Opté por lo segundo: viajar con mi mente a la par de las imágenes de la revista viejita y desdentada pero que aún nos servía. De todas formas no pudehacerlo;algonoestababien.Medispuse a limpiar el baño. Eso me resultaba más fácil y más productivo.
Cuandodescubríquehabíanterminado,salí muy lentamente y caminé hacía el pasillo en donde se encuentra el estéreo. Puse lo que se hallaba en la bandeja, a Silvio Rodríguez y a LuisEduardoAute.Comenzólatrovacon"Al alba". Me serené lo suficiente para evitar inconvenientes.
-¿Estásahí?-PreguntóClaudiaconunavoz cansada y un tanto despreocupada.
Se pueden ir a la puta madre, interioricé mientras me dirigía a la sala. Allí estaba mi revista del 82.Al levantarla para ver si tenía salvación, el semen de Gerardo se esparció en mis dedos.
-¡Hijos de puta! -Grité, y la revoleé por la ventana.
¿Alguien sabe a quién le cayó desde el cuarto piso?
Apuesta por un Nuevo Periodismo
Eltérmino"NuevoPeriodismo"surgeaprincipios de los años sesentas, con el aura hippie
y la guerra de Vietnam, en Estados Unidos. Sin embargo, el nombre sólo es la designación a un tipo de escritura que se hacía desde la época de Herodoto, hace al menos 2,500 años. El Nuevo Periodismo está, por lo tanto, lejos de ser un neonato arrullado en la cuna de los mass media.
"Abandona la prosa informativa despersonalizada y asume un punto de vista", Diego Rosemberg.
El surgimiento de esta nueva pluma surge detresfuentes:delosescritoresquebuscabanalgo más que un realismo literario, deseaban experimentarescribiendoobrasdenoficción,enmedio de un ambiente que prometía mejores historias con aspectos políticos, sociales y cambios inimaginablesaprincipiosdesiglo;delosperiodistas quecreíaninsuficienteslastécnicastradicionales ydeseabanexpresarunamayorsensibilidadalos acontecimientos sociales y políticos de la época; y por último, activistas inmersos en las nuevas subculturas nacientes, como feministas, hippies, artistas, etcétera.
Entre los pioneros de este nuevo género de No Ficción están: José Martí, Rubén Darío, RobertoArlt,Alejo Carpentier, RodolfoWash, el padre del Nuevo Periodismo, Tom Wolfe, Thruman Capote, Elena Poniatowska y Gabriel García Márquez, quien creó la Fundación Nuevo Periodismo Ibernoamericana, encargada de formar profesionales en este género y también de premiar a lo más reconocido.
Para comenzar a aceptar y valorar al Nuevo Periodismo, es necesario desnudar por completo altérmino"objetividad"tanpresentecomocaracterísticabásicaenlostextosperiodísticos.Ensus
Katia Rejón
inicios, el periodismo se desarrolló como un oficio,en ciudades,comoenMéridaporejemplo, la profesionalización de los reporteros no es común, ésta la reconocen por la experiencia y no por el título recibido.
"Alrevelarsusinclinacionespersonales,el nuevo periodista lucha por una clase más alta de objetividad de algún modo superior a la del periodista que imagina una falsa imagen de sí mismo como un ser incontaminado, neutro, capaz de prescindir de toda carga ideológica".
(John Hollowell, 2003, P.36)
Al profesionalizarse, el periodismo todavía tieneciertosestigmasprovenientesdelostiempos en los que se consideraba una ocupación técnica. Parece que el periodista, está imposibilitado de ejercer su derecho a la opinión, aún cuando se le exigeestarinformadoytenertodoelmarcoteórico y analítico para desmenuzar una noticia. ¿Acaso existe una especie de pudor en la estimación? Un médico o un electricista no están privados de su derecho a dar juicios de valor o un diagnóstico que tenga que ver con aquello en lo que son expertos. ¿A qué se debe entonces la rigurosidad paralaobjetividad,ademásdequeéstaesutópica?
"Lo que amenaza la objetividad es la aplicación indiscriminada de la velocidad y el uso de hacer encajar a la fuerza en el molde delperiodismoinstantáneoatodoslosasuntos públicos,sinimportarsisoncomplejos,oscuros o si están todavía en proceso de desarrollo".
(McDonald, 2008)
Unadelasgrandespreocupacionescontemporáneasenelámbitoperiodísticoeslatendencia de los informantes y su línea editorial a la que están unidos por un cordón umbilical. Sin embargo, ésta es un camino erróneo hacia el periodismo subjetivo que incluye la opinión del periodista, ya que la ética profesional exige que
su punto de vista esté justificado por un conocimientoextraordinariodeltemaynoporintereses económicos.Existenimpedimentosparadesarrollar este tipo de periodismo como la institucionalidad que ha surgido a partir del periodismo taquigráfico.Lanóminademuchosempleadosdel medio es gracias a la transcripción literal de las fuentes oficiales que además responden a una política empresarial y conciben a la notica como un producto.
"Las organizaciones noticiosas demasiado dedicadas al status quo rehúsan admitir la evidencia de que el statu quo no funciona".
(Ben Bagdikian, 2005)
Desdeelmomentoenelqueobservamosun hecho, lo hacemos desde nuestra experiencia y marcoteóricoaprendido,tenemosunaserielógica que lleva a interpretar y sesgar ciertos aspectos de una noticia.Yse pretende, que toda una complejidad y fenómenos social se sintetice en cinco preguntas, que podrían ser respondidas o transcritasporcualquierpersonadeloficiosinqueésta deba tener precisamente profesión.
“"pasaban las cosas", había que "tomar contactoconcompletosdesconocidos,meterse ensusvidasdealgunamanera,hacerpreguntas a las que no tenías derecho natural a tener respuesta,pretendervercosasquenosetenían por qué ver, etc." y ante la incapacidad de los novelistas para enfrentarse al cambio vertiginoso experimentado por la sociedad norteamericana "tuvieron, para ellos solos, los locos añossesenta,obscenos,tumultuosos,mau-mau, empapadosendroga,rezumantesdeconcupiscencia"". (Reed, Southern, Tomalin, Barbara L.y Goldsmith, 2003).
El Nuevo Periodismo es una corriente holística que integra al periodismo de investigación, al periodismo tradicional y al interpretativo, rompiendo las divisiones de la misma literatura y sociología, de la no ficción y reconstruccióndelarealidad.Seoponeaestaconcepción reduccionista y concentra su objetivo con dos herramientas principales: verdad y escritura.
Valiéndose de todas las posibilidades de acumulación de datos, interpretación, teoría y recursos lingüísticos sin tener que responder y golpearse con los límites de cada una de éstas.
Porotrolado,latambiénllamada"Literatura de No Ficción" resuelve un problema contemporáneoalquesehanenfrentadomuchosreporteros del oficio: el periodismo ciudadano. El avance tecnológicohapermitidoquelasociedadengeneral, los lectores, y televidentes, tengan no sólo la oportunidad de tomar fotografías de los hechos, sinodeinformarydifundirdemaneramasivauna noticia. ¿Cuántas noticias mundiales no han tenido como primera fuente aTwitter? Basta con tener un smartphone y una cámara de 8 megapixeles para tener una cintilla lista para ser transmitidaencadenanacional.Loanterior,reafirma lo dicho en los primeros párrafos: cualquiera puede escribir una nota con las cinco preguntas básicas,essuficientetenermínimosconocimientos de redacción para publicar en un periódico. Esto no quiere decir de ninguna manera que está desapareciendoelperiodismo,sinoquehacemás evidentelainsuficientelabordelosreporterosdel diarismo.
"Los rasgos principales que dominaban el modelo periodístico vigente consistían en una frustranteestandarizacióndelasinformaciones, originada en una uniforme concepción de la "noticia"; una aburridora falta de imaginación y audacia para enfrentar con procedimientos nuevos los fenómenos emergentes y, en general, un desprecio por la innovación y el cambio". (Santibañez, 2010).
ElNuevoPeriodismosurgecomorespuesta ante cambios inminentes de la sociedad en la segundamitaddelsigloXX,quesiguenensuprocesointerminableycadavezesmásnotorialanecesidaddeunperiodismoqueinvolucrealreportero otorgándoleposibilidadesestilísticas,yelcumplimiento de su derecho profesional de escribir una opinión personal explícita debidamente fundamentadaytomandocomobaselarealidadsocial.
delatripa: narrativa y algo más
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delatripa: narrativa y algo
El gato de Cheshire
Los idiotas y los mansos nunca logran ver al GatodeCheshire.Dotadodeunasensibilidad especial para medir la estupidez, permanece invisibleenlasacademias,enlosprogramasempresariales, en las clases de yoga, y, sobre todo, en loscursosdesuperaciónpersonal.Perosielfelino notaalgunachispadeinteligencia,esposibleque el paseante logre verlo. Podría ser tan sólo su sombra, o su cuerpo saltando de rama en rama.A medidaqueelanimalfabulosodeCheshiredetecta unaumentoenlacapacidadintelectualdelobservador se muestra más y más, se detiene, y unos pocos en la historia han podido conversar con él. Pero el verdadero premio es que el gato sonría a su interlocutor, pues sólo lo hace ante los seres geniales.MigueldeCervantesySaavedravioese relámpago de felicidad en el momento en que un moro gigantesco le cercenaba la mano a fuerza de cimitarra. El guardia que cuidaba la Gran Muralla China refiere en sus memorias que un extrañogatocarcajeanteseguíaaLaoTsécuando, montado en un buey negro, abandonó el Celeste Imperio y se internó en las eternas arenas de Mongolia para huir de la creciente estupidez de la corte y sumarse a la inagotable arena que se desliza en la clepsidra del Tao. Según el códice Nuteris abdicó Quetzalcoatl a su imperio, a su tronoysucetro,porquecadanocheveíalasonrisa del gato de Cheshire, pero esta se iba alejando, cual prodigio celeste que guía al chamán a un mundoincógnito.Elgato,sindarningunaexplicación,cadavezseaparecemenosalossereshumanos. Lewis Carroll tuvo algunas noticias de él. Refiereelbritánicoqueseleaparecióvariasveces a Alicia. La niña había sido condenada a muerte por el rey y la reina, pero el gato, mostrando sólo su cabeza, desconcertó a los dictadores, que se sumieron en una larga discusión acerca de la posibilidad o imposibilidad de cortar la cabeza a alguien que no tiene cuerpo. Desesperados por
tanlargaausencia,losempresariosdelatelevisión han hecho el más atrevido de los Reality Shows. "En busca de la verdadera sonrisa del gato de Cheshire".Diezmillonesdedólareseselpremio. Sonámbulas cámaras graban día y noche a una horda de imbéciles que hurgan en alcantarillas y palacios, en mazmorras, en túneles abiertos por losnarcotraficantes,eneltocadordeunaprostituta jubilada, debajo de la tribuna de un predicador famoso, y en las bacinicas de sus abuelitos, buscando la cotizada sonrisa. Ha sido tanta la inquisición que el más bobo, Pancho ElTigre, asegura ser el ganador del premio. Incluso ha mostrado un video en el que el animal va desapareciendo poco a poco, pero en lugar de sonrisa, lo que sale desubocaesunahemorragiadesangreconacordesagónicos.Exigesusdólares,peronadieselos da,pueselrequisito,ledicen,lerepiten,eslasonrisadelgato.Porsupuesto,suscompetidoresestán animados y pretenden encontrar ese destello de alegría. Algunos hasta hacen sesiones espiritas para comunicarse con el alma de Alicia y preguntarle en qué escondrijo del universo está el felino. Pero hoy todos lloran. Un famoso diario publicóunainvestigacióndondesedemuestraque el gato se suicidó. Asegura el ensayista que el minino de Cheshire siempre desaparecía en una sonrisa, y que el vómito de sangre no es más que la prueba de que la náusea lo mató, por lo tanto, cualquier búsqueda es inútil, tanto ahora como en todos los milenios que nos restan por vivir.
(Cuento perteneciente al libro Minutario de un Viajero, próximo a publicarse en Editorial Jus).
Roger Vilar
Ángel de la mañana
Despiertodesnudo,conlabocasecayun cansancio criminal. Qué bueno que es
domingo y no hay que abrir la tienda. Trato de recordar cómo llegué a casa. Me asomo porlacocinayrespirotranquiloalverlamoto en la cochera; no tendré que ir por ella al bar. Seguramente no estaba tan borracho como para no conducir… Saco del refri una lata de V8 y la preparo con sal y limón. Regreso a la cama y enciendo un cigarro que se consume en el cenicero. Trato de dormir y no lo logro. Busco en el directorio del celular a quién llamarle para que venga a coger… -¿Bueno?
Falta poco para que termine la jornada del horrible lunes, pero no quiero esperar; tomo el dinero de la registradora y le encargo a Rubén que cierre la tienda. Sigo muerto por elfindesemana.Tengohuevahastadeponerme el casco. Avanzo ligero entre el tráfico inmóvil. Llego a casa y al abrir veo una hoja de papel en el suelo. Es una carta escrita a mano:
Hola,soyÁngel,nosesiteacuerdesdemi. Nos conocimos el sábado en el bar y me invitastes a tu casa, estabas muy tomado pero venimos a tu casa y me gustó mucho pero te dormistes rápido. Ojala nos veamos otro dia, ves que no soy un ladron, no me lleve nada de tucasa.Aquitedejomitelefonomicorreo-ey mi pagina de internet donde tengo unas fotos ojala que te gusten. Chao.
Just call me, angel of the morning, angel… Bonnie Tyler …porque tú eres el ángel que quiero yo Yuridia
Will Rodríguez
Siento un escalofrío. Qué hice, qué hicimos. ¿Me habré cuidado? Reviso el bote de basura junto a la cama y no logro descifrar si loscondonesusadossontodosdeldomingo… En fin, ya qué… Me preparo un sándwich en la cocina y regreso a la recámara. Prendo la compuparaverlapáginade"Ángel"…Mmm, qué cosa. Son fotos de desnudo, sin mostrar la cara. En unas aparece sentado en un sofá; tiene puesta una gorra y mira hacia su verga parada; en otras aparece sólo su pene recién eyaculadooadornadoconefectosgráficosdel photoshop. Me gusta. Claro que le llamaré, pero no ahora, mejor el fin de semana...
Llegaeldomingo.Despiertodesnudo,con labocasecayuncansanciocriminal,perobien erecto.LellamoaÁngel.Quieroestarconél, sabercómoes,sentiraquelcuerpodelasfotos. Le digo que soy yo, le pido que venga. Contesta que llegará lo más pronto posible, que vive por la Buenos Aires. Aprovecho para bañarme con calma. Debajo de la regadera abro la boca y dejo que el agua se rebose en ella. Siento que esto ya lo viví: la cruda, el agua fresca, esperar a un amante, secarme, peinarme y regresar desnudo a la cama hasta quetoqueneltimbredelacasa…Yasísucede. Lo hago pasar mientras pienso en lo feo que es y que no lo recuerdo. Sin embargo no está del todo mal; es moreno, alto, flaco y tiene una sonrisa que me da confianza. Sin decirle nada lo abrazo y le planto un beso en la boca.
Él se ríe y me dice que ha traído unos aceites para darme un masaje, una actividad que le gusta realizar en sus tiempos libres. Me tiro desnudoalacamayélsequitalaropaperose queda en trusa. Mientras me masajea la espalda le pregunto cuántos años tiene, a qué se dedica, con quién vive… En realidad no meinteresansusrespuestas;sóloquierosexo. Me cuenta que tiene 24 años, que saca fotocopias en una empresa y que vive con un amigo. Yo lo interrumpo volteándome y rodeándoloconmispiernas…Yesaquídonde empiezalahistoria.VeoaÁngeltodoslosdomingos.Lellamoaldespertaryélllegalomás rápido que puede; cogemos delicioso una y otra vez; es el mejor de los amantes. Lástima que esté tan feo. No me atrevo a salir con él y que digan "ahí va ese puto con su chacal". Además creo que se está enamorando: me preguntacuándovamosalcineoapasear,que porquénoloinvitoamisfiestas;dicequeme quiere conocer de otra manera, que no todo es coger, que solamente lo estoy utilizando. Yo le tapo la boca a besos, pero cada vez es más difícil evadirlo. Cómo decirle que sólo megustaenlacama,quenotienelaeducación ni los medios para estar a mi nivel. Quizás soy un idiota, pero mucho trabajo me ha costado llegar a serlo.
semana,yotra,yotra,yélnoviene.Laúltima vez que le hablé me dijo que si no formalizábamoslarelaciónnonosvolveríamosaver Le dije que a la fuerza nada y adiós, y no pienso insistir, aunque lo extrañe.
Otro domingo. Despierto desnudo, con la boca seca y un cansancio criminal, pero bien erecto. Le llamo a Ángel pero no contesta. Insistodurantetodoeldíayelbuzóndemensajesesquienresponde.Meconectoainternet yloveoenlínea.Leenvíounmensajeinstantáneoymeescribecomosinadaquesucelular está en casa de su mamá y que está muy cansado, que no piensa salir, que mejor nos veamos el próximo domingo. Pero pasa otra
PincheÁngel.Lodeseotantoyestanbuen niño, pero no contesta mis llamadas ni mensajes. Han pasado muchos domingos. He recibido a mil hombres en la cama y ninguno esmejor…;sólocierrolosojoseimaginoque es él quien me penetra, que es a él a quien penetro. Hoy encontré debajo de unos libros las calcomanías que diseñó con mi nombre y quemeregalóparamicumpleaños,alcualno asistió porque no lo invité. Simplemente recordólafechademinacimientoyalsiguiente domingollegóconsusdiseñosydibujospara mostrármelos; entonces me dio las calcomaníascomoelmásespecialdelosobsequios. Pobrecito. Lo quiero. Recuerdo que aquella vezmedijoquepornotenerdineroregresaría avivirporuntiempoconsumamá,ymedejó el teléfono de esa casa… apuntado detrás de una de las calcomanías… Entonces llamo y me contesta una vieja de pocas y rudas palabras. Pregunto por él, cómo está; le digo que soyMarcelo,suamigo,yquehacetiempoque notengonoticiassuyas.EllamedicequeÁngel murió, que le salieron unos hongos en el cerebro y que antes de morir quiso hablar conmigo, pero nadie hizo nada por localizarme… Soy un idiota. ***
Llega otro domingo, horrible domingo. Despierto desnudo, con la boca seca y un cansanciocriminal.LellamoaÁngelperono contesta.
delatripa: narrativa y algo más
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delatripa: narrativa y algo más
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El amor de mujeres maduras
El botón abierto de la blusa y los senos a punto de abandonar el sostén y la tela traslúcida. Siento el vértigo y mis manos buscan apoyo.
El autobús arranca en la impertinencia de la velocidad. Mesientoaunoscuantosmetrosdelamujer,pasalasmanos bajoelcabelloyloacomodasobreloshombros.Buscootro pensamiento, las páginas de una revista, la suciedad de las ventanas, el maquillaje en rostros adolescentes. La mujer meabsorbe.Lamujermaduraperoperfectaparamismanos que desean sentir el temblor de sus pechos. Sus labios sonríen húmedos y yo siento en medio de mis piernas un fuego que jamás se apaga.
Y si meto la mano en su entrepierna ¿asentirá o me dará unabofetadayseirácorriendocomounaloca?Miprimalo hizo, sí, luego de llevarme a la habitación de fondo. Quiero escucharturespiración,dijo,cuandotengaslamanometida en mí. Luego, corrió como yegua desbocada. Yo también escuché aquella respiración y los gemiditos me sacudieron la piel.
Lamujer,echalacabezahaciaatrásydejaaldescubierto la blancura del cuello, ¿me dirá qué hacer o me permitirá deambular por su cuerpo? He leído novelas que hablan de mujeres maduras, de su amor sin medida y la tibieza de la piel. La humedad ¿me convoca para acabar una vez más en la parte más profunda? La exploraría con delicadeza, con dulzura. La tarde se ha ido y las sombras caen, esta vez tan seguras, de sí mismas.
Nadia Contreras
El octavo día
Adán Echeverría
...no hay más Talpa no hay más Talpa no hay más Talpa no hay más. Repite incesante con un tac tac tac metódico. Ahí en la silla de madera, la mirada hacia el agua que escurre sobre los vidrios. No más Talpa. Talpa no es. YanomásTalpa,yanohayvoz.NomásTalpa. Talpa No. No. No. Nada queda en las memorias de alguien que mira el agua mientras todo escurre alrededor; deshaciéndoseenellododelpensamiento,sobrevolando el recuerdo con la vista plegada sobre la hoja blanca;aqueltiempodetenidotodolocircunda como rueda calendárica que no se quiere prever, ni pretende imitarse. La cabeza del tiempo abre la puerta, penetra la habitación. Junto a la ventana Ernesto, sentado ante la máquina de escribir. Pase usted, parece decir o quizá fue un No me molesten, malintencionado. El tiempo, como mayordomo, con sus puntiagudos dedos de vidrio escarchados permite la entrada de Mauricio. Ernesto se mantiene a salvo en el recuerdo. Sonríe un Ah, eres tú y sigue tecleando.
Hay un dolor sincero que sube del corazón alasmejillas,llegaalaorejasparabajarhasta las clavículas, y se da cuenta. Detiene por instantes el tecleo, los personajes descansan. Ernesto echa hacia atrás la cabeza, pone la mano izquierda bajo la nuca y desde esa posturapuedevereltechopolvosooalgunaaraña perseguida por un gecko; no disimula su fastidio, se truena los dedos de ambas manos uno a uno, despacito, mientras Mauricio jala unasillapretendiendounaconversaciónnecesaria.Ernestonotienehumor,susojosparecen mirarlo, pero Mauricio sabe que sólo mira
hacia dentro de sí. Ernesto regresa al eco del tactactacagonizanteeimpúdico,mientrasla sombra de su amigo extiende la mano para detenerlo. Tienes que parar…
Ernesto mira la máquina de escribir. El recuerdo permanece planeando sobre ambos como un cuervo. Una voz clama en su propio desierto, Ernesto lo sabe, Mauricio reconoce que por más que su amigo quiera, no puede escucharlo. No lo logra. Por eso lo toma del hombro derecho y lo hace voltear hacia él. Caraacara.LosojosdeErnestoahí,nomiran. Una visión interna permanece en el reflejo de suspupilas.Lanombradenuevo:Ángela,¿la has visto?
En la parabólica distancia sólo es ella sin rostro. Ángela, con esos rostros que siempre se le representan agitados, a veces diosa, a veces personaje, a veces memoria. Sólo los soldados y los poetas tienen una memoria privilegiada, ¿sabías?
Hadeserlacariciamentaldelosorgasmos enqueserefugiauno,piensaErnesto.Lafuria de la masturbación o el desgano. Mauricio habla pero Ernesto no escucha. Monólogo intimista en voz alta, fruto de una polifonía recurrentequebrincaantesusojos,susoídos. Recorre aquellos días. Ángela, Martha, Gordio, todos juntos, todos, y el taller de Las buganvilias. Todos hablan mientras Ernesto escribe, se recuerdan, se retan, se acarician, se contienen. Los personajes continúan su marcha hacia todos lados y ninguno. Permanecen.Ahlospoetasysuprivilegiadamemoria, tac tac tac.
Estoydentrodelamismanovelaquetantas veces me persiguió los sueños, detenido, mientras se escribía aquel terrible Informe sobre ciegos que me ha desbaratado, escribo, escribo, escribo, ¿qué me impide mirar la luz y me mantiene sumido en este sótano, refugiado en este segundo piso, guardado en laazotea?:aléjatedelasventanas,eraelgrito. No hay que sentirse cohartado, al menos no se está en un sótano, como pudo estarlo Martha,caminandodeabajoaarriba,dearriba a un costado, por las paredes mohosas, esperando a sus verdugos, Yo no me voy a ir, yo no voy a correr, Ah los poetas y su memoria privilegiada,eraMarthabailandoenlastabernas, en los cafés, era Martha bailando ante sus verdugos (Tuvo que sonreír al primer golpe, estoy seguro), Martha escapando, bailando, en el zigzagueo de un péndulo que continuamentetehacehundirelabdomenpara que no te rasguen los filos de las navajas, o quizá ahora mismo, sobre las heridas de Ángela,quédigoÁngela,deMartha,quesiempre tuvo una sonrisa ante mis infidelidades, Ay querida mía, nadie curará tus llagas.
Nunca podré arrepentirme de lo que pasó. Quizánotengasentidocicatrizar,nivenderse por algunos billetitos que nos quiten la sed. Las barricadas siempre fueron muchas y ningúnauxiliosevislumbrabaenelahumado vidrio de las bombas molotov, justas, anhelantes.Lascallessehabíanoscurecidocuando cortaron la electricidad. Sólo las llamas del fuegoquelosmanifestantesavivabancadatres esquinas. Martha me dejó aquella noche, en lacarrera.TienesquepararErnesto,salgamos a la calle a caminar. Toda la noche he caminado, hemos caminado y la distancia entre Martha y nosotros se hizo eterna. Y Ángela ¿la has visto?
Ernesto escribe sobre sí mismo y sobre todos, esas lagunas que en la mente ahogan y diluvian los sentidos: ¿dónde quedó la ropa que Adriano Meis dejó sobre del puente?, ¿Quién puede encarar al Matías Pascal de Pirandello que tantas veces huyó de su destino? Si Ernesto lo supiera, si hubiera puestoelpuntofinalluegodeaquelincendio, pero no lo hizo, Santa María ardió y nada pudimos. Ni tú ni yo seremos quienes frenen estevolversiempreyacadaratoalaslecturas para buscar explicaciones. Escúchame… Tienes que parar…
Eso buscamos, un exorcismo, una expiación.Loquequeríamoseraquetodosvivieran. Pero somos muerte y pergamino, lo sabes Mauricio. Iconoclasta pergamino de recordarlo todo. Así nos vamos mirando como Heathcliff preparándose la propia tumba, y Ángela como su propia Catherine de uñas amargas; presentirse lívida y ahogada. Encarándolaencadalatido.AsíhaquedadoErnesto en la ventana, detenido el tiempo sobre cada gota que cae, resbalando su pereza, tac tac tac...
Mauricio sale del cuarto, regresa, sale de nuevo, trae un vaso de agua, una inyección, llamen al médico, todo podría ser peor ¿existes?Ernestocontinúaesamaníadeverse rodeado de espejismos. Mauricio se ha ido, de nada sirve el reclamo, de nada sirve la preocupación. Ernesto seguirá escribiendo y sólo se detendrá para la posesión del cuerpo de la señora Zaid, y luego, de nuevo a la escritura. No tiene caso, te lo dije, explica la señora Zaid a un Mauricio que se aleja cabizbajodelacasa.Noimporta,vendrétodos los días si resulta necesario.
Ernesto en la ventana, tac tac tac. No nos ve, su mirada solo vuela sobre los recuerdos.
delatripa: narrativa y algo más 50
La señora Zaid entra a la casa, recuesta la frente en la parte trasera de la puerta, suspira.
Hemos huido también a nuestra propia vida,huidosindetenernosamirarlasespaldas de esos que caminan con lentitud fuera de mi cuerpo, fuera de la lente, fuera de foco, fuera de lugar. Los días pasan de puntitas y apenas sedetienenamirarnos,anosotros,losmismos desiempre,parásitos,mitaddepredador,mitad vegetarianos. ¿Qué fruta mía ha caído en esta selva en la que ya nadie quiere levantarse a vislumbrar la nueva luz de la mañana? Ayer salíacaminarbajolalluviaenruinas.Escribe y paladea.
El miedo continuo a la sal que no deja de buscarnuestraquietud.¿Porquéhaescurrido sobre el pensamiento esa sonrisa? Eres una estatua de sal, no mires ni retrocedas, sigue corriendo.Ahívienenlosdelapreventiva.No esperes la anticipación del verso, todo tiene queperviviryreclutarseincómodo.Hastalos espejismos.Ésteesnuestrorecuerdoquesurge de los envases de cerveza. Nadie escucha. Es la sal. Huimos sin mirar atrás. Ella miró, ella eslaestatuadesal.Quesirvanlascopas,mientrassiganleyendo,nosedetengan.FueMartha laquesecuestraron,nofueÁngela,nuncafue Ángela. Fue Ángela no Martha, o no fue ningunaofuerontodaslasmujeresrefugiadas enesemismorostrodesencajado.Dosmujeres boca abajo en la cama de la camioneta, ahí quedaron las huellas de las botas sobre la espalda de sus blusas. Tac tac tac. Cualquier mujer en el desierto de la espera, ahí dentro, entre sus pliegues y el agua tibia en que solía tallarle la espalda. Martha continuará bailando, con esa su sonrisa de siempre, de dientescánidosylabioslepidópteros.Martha fue la que secuestraron y todos huimos. La detuvieron no la secuestraron. El poeta y su privilegiada memoria, ríe Ernesto. Mauricio
le va dando a cucharadas un poco de sopa. TodosleímoseneltallerdeLasbuganvillasa dondeconfluimoscadanoche,cualfanáticos. Ángela con las manos sobre las paredes, laspiernasabiertasofreciendoelculo;hayque escupirsesiempre,unpocodesalivaydejarse irhaciaadentro.Yesentonces,conesapresión sobre la carne del pene apretado, apretándole las tetas, mordiéndole la nuca, que voy hacia dentrodeti,explorando,quéhombretansolo soy; la mejilla sobre los azulejos y dejar que escapen las mordidas a los dedos que te entrego para que tragues el dolor, como tu recto se traga mi semen completito, unido a ti.Nodebimosescondernos,nodebimoshuir. Ernesto le mira el rostro, se mira escribiendo la historia, y apreta el cigarro con los dientes. Muerde, muerde, muerde…
No hay problema. Pudimos pervertirnos todo el tiempo, divertirnos de lo grande, regodearnos en nuestros orines; oríname la cara, te decía y tú te parabas, un pie a cada lado de mi cabeza, te inclinabas un poco y soltabas la orina cálida, de esa tibieza que tienesdentro,lluviadoradaquemeimpulsaba los sueños y me decía: acá está el amor, para tí he nacido, detendré el sol en el cenit para que nunca te apartes. Porque habríamos de bebernos día y noche, noche y día, desde ese justo momento en que te conocí. Bajaste del autobús, yo bajaba de la montaña, bebía café y platicaba con el que vendía pajaritos en los portales, y tú caminabas tus pasos de pantera blancaporunladoyotrodeestahistóricaroca que forma el edificio. Ahí estabas destilando tu inmundicia citadina, tus olores de hembra fanerógama, con eso de dientes que siempre supe que eras para darme mordiditas. Ángela y las presentaciones. Ángela y las cervezas. Ángela y tus ojos de caoba, mirando hacia el pozoprofundísimodemialma.Fuetuterrible
ala sobre mi ceniza y no pude disculparme de ser el viejo que soy, el viejo que he sido para tanto cuento partido por la mitad. Te dije: me gustas,ymeinvitasteadescansarentulengua. Recuerdo el vacío de tus ojos y cómo me desgastéesatardeparallenártelos.Yentrelas cinco de la tarde y las cinco de la mañana te hice tantas promesas mientras grababa en tu carneelsignopreciosodelahisteria.Acáestá mi corazón deshabitado. Esta es mi crin, cógela.Ydijiste que nos entenderíamos. Que la amalgama podría, tal vez, imposibilitar aquello de llamarnos amor, todas las tardes. Pero no habría problema, la ceiba siempre creceráyelinframundoseránuestroconstante lamentarnos la distancia.
Todo es un revolverse en la distancia.Ytú que no me abortas, no me aplastas. No queda másqueesemismorostro,dedientespodridos y surcos bien marcados hasta el hueso; eso soy, y no hay reflejo que venga a contemplarme. Dijiste que al terminar el día sabríamos que la sangre nos perteneció todas las lunas posibles. Pero cuando comienzan las secas, las flores ya no están más a tu alcance, entonces habría que inaugurar nuestras propias fuentes, nuestros propios pastizales. Ángela, Ángela, Ángela, que nunca Martha por las noches, que nunca Martha para los días anaranjados. Que nunca Martha para los secuestros. La carne de sus muslos había reventado. Martha, bien, en su casa leyendo. Tú, sólo reías sobre mis besos.
Martha sólo es bruma después del arresto. No supimos más de ella hasta que la encontramos en el basurero. Desfigurado rostro, desdibujado anhelo. Éramos cinco los que emprendimoslacarreraynosdesperdigamos. Quedamos sólo tres. Mauricio, Ángela y Ernesto.
Lo sé, lo sé, estuve ahí. De qué sirve darle vueltas al recuerdo, cada día se presenta diferente.Ellasyanoestányhayqueseguir Acabaré por no saber cómo termina la historia. ¿Quién quiere que termine? Es necesario. Tienes que detenerte. Descansar. Ernesto respira profundo. Sonríe tercamente y en los ojos,elreflejodeunallamaquenolograextinguirse. ¿Descansar?
No queda más que sentarse en la plaza y mirar las manifestaciones. Dormíamos en cualquierespaciodetierraquenosdieracalor por tanto frío. Yo me detuve junto a la cerca, eneljardíndelhospitaldondeladejéabandonada; tuve que abandonarla, y correr para escapar a las persecuciones, a los arrestos en quemuchosfuerondepredados.Sinolohacía la hubiera perdido. Ángela hubiera muerto. No me dejes, suplicaba estirando los dedos de la mano; no hay lágrimas, no más, Talpa no hay, ni más milagrería de juguete, milagreríaydisparo,¿paraquéhabríadetenerlas?, tactactac,perolaenfermedadlehacíadelirar, temblaba;notemueras,medijoluego,ylahe creído muerta. No, No, No, nunca se muere cuandosehadejadotantoescritoconelcaminar de sus pies diminutos en mi vida. Y si estuviera muerta ¿sería distinto? Ella permanece. ¿La has visto? Ya no sigas.
Lanochepasósilenciosacomounpequeño ángel de la muerte, y una sonrisa plena, luminiscente, como una estrella fugaz, me señaló el camino. Ella ha muerto tuve que pensar mientras me escondía dentro de la varicosa piel de la señora Zaid. En un intento de olvidarla. La señora Zaid nunca me ha importunadoconpreguntas.Cuandometrajo a su casa me lavó el cuerpo entero. Primero con agua, luego con lágrimas y aceite, luego con su lengua me fue abriendo los ojos, las fosas nasales. La señora Zaid me ha devuelto
lasangreperdida.Leestoyagradecido.Todos le estamos. Sí, pero nunca ha venido a importunarme como tú.
No quiero importunarte.
Entonces lárgate y no vuelvas.
Si estoy acá, es por que ella está asustada de tu estado.
Anoche, mientras le hacía el amor ¡no se quejaba!, dijo Ernesto elevando la voz. Fuera del cuarto, sentada en sofá, la señora Zaid lee alguno de los mecanuscritos que le ha entregado Ernesto. La voz planea hasta sus oídos. Arruga los papeles con las manos, y echa la cabeza hacia atrás en el mueble. El polvoso techo necesita una limpieza.
VoycomoGordioaengordarmedecerveza y a morirme de pie sobre los desperdicios del mercado, quién pudiera huir como tú huyes, escapar como él lo consiguiera. Y Gordio no pudo más que reconocer el olor desbaratado de Ángela en mi piel cuando, en la huída, nos encontramosadestiempo.Gordioysusprosas cargadas de futuro, sus lemas de libélula inquietante.Siemprelosupo.Silarevueltaestallaba el saldría de cualquier forma, hasta sobornando. ¿Qué importaba que lo llamaran cobarde? La vida necesita héroes y cobardes quepuedanescribirlahistoria.Gordiolosabe, lo supo, tenía que salir de ahí, cueste lo que cueste. Me lo dijo tantas veces: no podemos sentir lástima por Ángela, hay que seguir. Quiero ser como Gordio, venir, dar talleres, conocer a los participantes de una revuelta fallida, escribir algunos ensayos, y descansar en alguna playa. Todo debía ser como una huída falsa, en desbandada, y Ángela ahí acostada tiritando con la fiebre o la pulmonía que tuvo por amarme, por seguirme en este recorrerlasmanifestaciones,porescondernos en el tinaco.
Antes que la abandonara, que la dejara en el jardín del hospital, antes que nos abandonáramos en aquel cerco de balas y altavoces. Las malditas barricadas con sus amenazas de bombas, con sus ademanes de guerrilleros víctimas, abandonados a su suerte. ¿Si no por ella,porquiénsentiremoslástima?Teníarazón Gordio, no hubo opción.
Que no me digan de intentos sobre la hoja blanca, y tampoco sobre el mar literario que ahora es insondable. No más Talpa, no más Talpa, continúa el tac tac tac incansable. La risa se le ha desencajado y ni con todos los besos de la lluvia en los párpados ni el peso eterno de la mierda social en que se ha envuelto el país puede atreverse a cerrarlo todo. ¿Dónde estabas tú cuándo dábamos vueltas y vueltas a la plaza grande peleando los derechos? ¿Dónde estabas tú escritorzuelo? ¿Escribano? ¿Afilaste los machetes antes de morder la fe con tu editorial?
Ahora lo sabemos todos, uno no puede colgarsedeluchasajenas.Nodebimosescribir editoriales ni panfletos a favor de nadie. No tienesentidomentarmadressinotienesdónde caer muerto. Todo es el simple y monótono tac tac tac de siempre y cada hora, de todos lossegundoshirientesyparanoicosquellevas acuestas.¿Tearrepientes?Quépuedodecirte.
¿Dóndeestáella?Preguntan.¿Dóndeestabas aquella noche? Para la noche la hoz y el martillo, contestas; y el golpe de pistola sacándotedosdientes.¿Conocesaestamujer? ¿Son esos mis pies ahí abajo? ¿Por qué no siento el piso bajo mi cuerpo? Levedad levedad levedad, soy libre al fin. Vuelo. Estoy volando.¿Conocesaestamujer?Miraqueha preguntado por ti. Hay una mujer, una mujer escondida en aquella isla. Volaré hacia ella. Dimemalditopoetastro,dimesiconocesaesta mujer. Ella ha hablado de ti, dice que te
conoce, que eres su pareja. Levedad levedad. Dinos su nombre ¿Son esos mis pies que no tocan el suelo? ¿Por qué me han colgado de las muñecas? ¿Son estas costras manchas de felicidad? Ha preguntado por ti, dice que estaba contigo. Te damos la oportunidad de quenoslodigas,¿laconoces?¿Dóndeestabas aquella noche? Mira, huevón, si nos lo dices la soltamos a ella y a ti, solo necesitamos información. ¿Eres tú de los que hacían los panfletos? ¿Eres del mismo grupo de ella? ¿Conocesaloslíderesdelmovimiento? Mira, amigo,deestanovanalibrarsetanfácil.Creen que pueden ir diciendo por ahí: soy escritor, soy escritor, sin pagar las consecuencias. Contesta o te cargará la chingada. Para qué mentarmadressinotienesdóndecaermuerto.
Hevoladotantosdíasyaunnologrollegar a ella. Ahí queda atrás la serranía. Ahí están los ríos, tengo sed, tengo sed, tengo sed, la quinta palabra, siempre me dicen, me han dicho,medijeron.¿Esellasentadaenlapunta de esa montaña esperándome? Es Ángela, es Martha,eslaseñoraZaid.Sucuerpodesnudo me da la espalda y me detengo junto a ella. Giro y giro buscándole el rostro, y ella gira y gira dándome la espalda. ¿O es que su rostro estáperdidoentretodoslosrostrosquealguna vez he buscado en cada sitio? tac tac tac, continúalalluviadepalabrascayendoalahoja blanca, tac tac tac, la lluvia sobre los vidrios delaventana.Aléjatedeella.¿Delaventana? De ella ¿La conoces? Ella te ha mencionado. Hadichotunombre.¿Ydóndeestán aquellos que los protegían? Mira si no son pendejos con sus poemitas y sus mariconeces. A esos burrosrevoltososustedesnolesimportan.Que cadaquienentierreasusmuertos.¿Nocrees? Ya te cargó la chingada.
Ella pasó junto a mí. Lo supe al verle los pies llenos de costras sanguinolentas. Amor,
narrativa y algo
amor, tuvo que gritar al olfatearme. Igual a mí me llevan con la cara tapada. Me tuve que contener. Me dolían los labios, la lengua, los pezones aun me ardían por la quemadura de loschoqueseléctricos.Lasmuñecassangrantes, los hombros a punto de dislocarse. No encontré palabras.Amor amor, era su grito, y el silencio la respuesta. ¿No que muy machitos?¿Noquemucho'somosescritores','deben respetarnos'? No conocen ni los códigos de ética. Las cosas se hacen siguiendo órdenes. Yosigoórdenes.Doyysigoórdenes.Acáestá su libertad, escritorzuelos mediocres. A ver, dime,¿porquénovienenporustedes?Atiya tu amiguita ya los cargó la chingada. No que muy panfletario. Se que no debí escupirle. La mancha de sangre quedó sobre su uniforme, susmedallitasdoradassetiñerondemisaliva roja. Los golpes me cerraron los ojos. Lo sé, lo sé. Tienes que olvidarte de lo que pasó, y seguir para adelante.
Ahora estará muerta. Nosotros los de siempre,tanhermososyrevolucionarios(que esmásquerevoltososyhaciendomarchassin sentidoportodalaciudad).Nomerepitasmás en esta hoja blanca, con tu tac tac de la impaciencia y todas las neuralgias que no pueden desatarse. Eres mi Informe para ciegos. Hay queserimbécilparanoretratarseconlosojos cerrados, sí, como los muertos, o no morirse de la risa dentro de una novela de Henry Miller,lamiéndoselasaxilas,yesperandoque la verga entre completita para las notas de siempre, de la muy querida Anaïs. La Nin se ha quedado en ese morbo. Leer sus infidelidades, como lo fuiste tú, querida Ángela, tú quetearrimabasdesdelainfanciaacualquier hombre que te sudara la camiseta, tú que recorrías uno a uno los filosos labios de parduzcos niños que apenas iban descubriéndose la hombría. ¿Y Martha? Bien, en casa, leyendoalgúnensayo.Bien,encasa,bailando
como cada noche. Tú, Ángela, que corriste a mis brazos apenas bajaste del autobús. Eras comoAnaïs,lindayregalada.Loschismesque puede uno entender de la vida de Miller, el decirdelaspiernasbienabiertaspararecibirlo entero;creceralmonstruo,crecerlanostalgia de un mal terreno de hojas blancas y lápices sin puntas, donde todo son manchas y manchas de carbón. Tú eres mi propio monstruo y que nadie diga lo contrario. ¿La conoces? Ella pasó junto a mí. Nos reconocimos los pies.
Así, con toda la idiosincrasia que nos queda, la federal preventiva cierra las salidas de la ciudad, los manifestantes se parapetan en el barrio, nosotros, que sesionábamos en el taller de Las buganvilias quedamos entre dosfuegoscruzados.Ángela,Gordio,Martha, todo fue refugiarse en el mismo sin sentido de la pólvora, los altavoces y los gritos. Mauricioyyocorriendo:¿Noquenosdejarían libres si dejábamos la universidad, no que todos nos daremos estrellitas y regalos?
Tuviste que ser una puta Ángela, tuviste que disfrazarte de Martha para venir a mis parajes. Yo no puedo estar quieto. No como Gordio, no como Mauricio. Ellos en el taller de siempre, exponiendo sus poemas y expulsando su envidia. Gordio siempre lo dijo: si comienzan los disparos, yo me largo para la capital,cuesteloquecueste.Yonopuedocon tanto ultraje, si una hembra busca encuentra, dije, y encontré tu cuello, Ángela. En qué momento las letras se volvieron consignas. Los poetas y su memoria prodigiosa.
Martha. A Marthita no tienes por qué nombrarla, ella no ha sido bailarina como tú, ellanoseharegaladocomotú,ellanodescendió del autobús con sus dones de niña rica para venir a presentarme sus pechitos y volverme loco, insanamente loco, para
perdermedeunladoaotrodeunladoaotroy hacia arriba. Ángela, diabla mía. Si te dejé en el jardín del hospital lo hice por tu bien. La nostalgiametienearrinconadoperonosiento culpa. Tienes que parar. Olvidarla, olvidarlo todo.
Ellapasójuntoami,estoysegurodehaber reconocido sus pies descalzos. Tuve miedo, estábien…tactactac,lahojarotaesperajunto alabasura.Tuvemiedoperoborrarélapágina, como he intentado borrarme la memoria. Ángela está muerta. ¿Y Marthita?
Yo no lo sé de cierto, pero supongo que todo es cuestión de historias; déjame ver que escurraelaguasobrelosvidriosdelaventana, sobrelosvidriosnosharemosviejos.Asícomo si nada, el tiempo siempre acaba borracho empinándose las cervezas, y pasan los años, y al rape debemos decidirnos si con la luna o conelsol,sivamosasercentralistasosimplementenosdedicaremosalapornografía.Sile haremos caso a Marcuse, a Fujiyama, o nos lavaremos la huella de Jung y sus predecesores.Yo no le creo a ciegas al degenerado Boff. Ni un ápice que me cure la soledad.
Ella siempre se reventaba las venas (¿Martha,Ángela,laseñoraZaid,simehacen elfavor?)conesasjeringuitasynadaquever, acá se está bien, en el bajón de siempre. Acá teespero,dije.Volveréporti.Teníaquedecir. Ella tenía fiebre. Tuve que entregarla. Tuve que negarla. Olvidarla, olvidar, olvidarla, tac tac tac. Tuve que llevarla al hospital porque la pulmonía la iba consumiendo. Gordio me dijo: hiciste bien. No todos tenemos suerte.
Quenopuedeescribirseunahistoriadeesa forma porque se agitan las conciencias y nos llamanretrógradasfuturistas,suciosrealistas, retrofuturistas tirados al caño en este cosmopolitismo incierto, donde todas las pastillas
tricolores vienen, una a una, a mi cafeína y me inundan el ambiente con su música estercolera de bandas y de dj's que ya no se disculpan con el narco.Al narco amar, con el narco navegar. Con el narco me levanto, con elnarcomeacuesto.Esaeslafelicidadynila Preventiva podrá decir lo contrario.
Porque las barricadas eran altas, pero las armaserantansólotanquesdegasdomiciliar, machetes, algunas pistolas y rifles, paren de contar. En estas rocas edificaré mi patria, parecían decir, y nosotros, ahí, siempre juntitos,leyéndonospoemas.¿Cómodebieron odiarnoslosmanifestantes?Nosencontramos entre dos frentes. Cantábamos mientras la ciudad ardía. La señora Zaid prestándonos su casa.LaseñoraZaidprestándonossulana.La señora prestándonos su terrible coño.
Asíestámejor,¿nuncalopensasteÁngela? ¿Nunca te atreviste a abrirme la cartera y no volver el rostro dentro de la sábana? Sabes que ahí siempre te esperaban mis piernas abiertas, abierta la distancia y mi cerebro abierto, palpitando. Ahora, después de inundarselacantinacontantalluvia,ycuando elalcoholpareceterminarse,vienenlasautoridades a servirnos de nuevo las copas y nosotros, los escritorzuelos, que nos propusimos no caminar nunca, atados a los estandartes, y noprotestarnadamássillegaotroMcDonald a plantarse en suelo patrio, tuvimos que decir quesí,tuvimosquedecirquesomoscobardes, tuvimos que decir que No marcharemos más si no se riega bala, pero la bala vino y nos encontró durmiendo y se volvió a su propia guerra.
¿La conoces? No, no la conozco. ¿Es tu mujer? Dice que es tu mujer. ¿Es tu mujer? No, no es… ya no más por favor, mi mujer se llama Martha. Mi esposa se llama Martha.Ya no más por favor, ya no más… No que muy
liberales. No que Vamos a tirar el gobierno. Yanomásporfavor,paren,pareporfavor,ya no… Ustedes los poetas no sirven nada más queparalosdesfilesdeldíadelamadre.Sólo son unos maricones extasiados. Que bueno quenolaconoces.Notegustarásabertodolo que los muchachos le han hecho hasta ahora.
Débiles al fin como las misas de difuntos, ahí nos vamos a tomar de nuevo las cervezas hasta el fondo, mientras dictamos sentencia enlahojaenblancoyqueselecarguetodoal erario o a la junta de agua potable, o por qué no... a la señora Zaid que nos ha prestado dinero a todos, nosotros los escribidores y escribientes, escribanos hasta el fin de los tiempos. Salud.
No Talpa, no Martha, ya no más Ángela, ¿cuándo vas a regresar?, ¿caerás del cielo en mediodelasbatallasdeGabrielySaladínpor conquistar el mundo? ¿La has visto? ¿Era Ángela al amanecer, o el canto de la alondra? Tienes que parar, me dices, pero uno es terco y seguiré caminando. Siempre y a través de los desiertos, caminando hasta perdernos en el mar; ¿o te irás a refugiar al calor caribeño entre las pastosas letras de Naipaul?; sangrante, sin que nadie te vea, entrarás en sus guerrillas porque las nuestras nunca funcionaron, ni al poner las bombas en los cajeros automáticos, y mucho menos cuando firmamosaquellodelaAsociacióndeGuerrillas, sociedad anónima; estallaron los ductos depetróleomientraspintábamosconsignasen las bardas; habría que abrirnos la barriga con unmachete,habríaquedesollarloscuerposy quitarles su esencia, habría que nacer entre restos de pescado sin tener olor. ¡Arriba el pueblo, abajo el mal gobierno! Tuviste que decirlequesí.Quelasmujeresbocaabajocon lasbotasenlaespalda.Quenuncamás.Quea ti nunca te ha importado más revolución que
ladelacarne.Silaentreguéfueporqueestaba enferma. Si la negué fue por protegerla.
Tuve que decir que no, que no la conocía, teníalabocasangranteylasmanos,yeldolor en la espalda, y el dolor en la conciencia, y el dolor… ella pasó junto a mi, le vi los pies descalzos. Me mantuvieron colgado de las muñecas mientras me preguntaban si con la lunaoconelsol.Noscruzamosenelcorredor. Era como otra niña de la sierra, con los pies descalzos, rotos pies huidizos. Nunca conocí a sus padres, para qué avisar. ¿A quién? La tuve, nos tuvimos, huimos, nos agarraron.Tú lo sabes mejor que yo, Mauricio. Sálvese el que pueda, jugamos cuando niños. Base para todos mis amigos, pero ya no se puede salvar nadie en esta guerra. No podrás volver. No podré esperarte. Ella pasó junto a mi.Yo iba, ella venía, los dos con la cabeza gacha, los dos con una bolsa de tela cubriéndonos el rostro, yo le vi los pies, ella tuvo que ver los míos. Amor amor había dicho, yo guardé silencio. Seguro volvería a negarte, más de tres veces, mucho más. ¿Cuál guerra? Tienes que parar. Detente. Tendré que llevarme la máquina o las hojas en blanco, para que puedas dormir. Tranquilo. Está bien, no me llevaré nada; pero aléjate de la ventana.
QuérazóntuvolaseñoraZaid,quiensiempremedecíadesusnovelasfavoritas,haciéndose la snob para que el Estéfano no se la gigoleara tercamente.Yel Estéfano fumando de las bachitas de todos, escribiendo sus poemitascursis,yleyendoacadahoralosmismos versos de Sabines. Siempre lo supe, alguien daría el aviso, alguien nos entregaría. Haz lo que debas hacer, le habíamos mirado. Tuvo que entregarnos.
El rostro desencajado de Ángela tirada en losjardinesdelhospital,mientrasmealejaba.
¿Qué puedes decir a eso Mauricio? Dirás que notuveopción.Ymientes,comotodoshemos mentido en esta furia de sálvese quien pueda. No tienes boca ni paredón encima en que gritarte: que mi sangre sea la última sangre derramada, no tienes más que la disculpa por habernos traicionado. ¿Dónde estabas tú? En el mismo techo. Te vi meterte con ella al tinaco. Y tuve que guarecerme en la azotea contigua,enmipropioesconditedeagua.Los vímetersejuntos.Laoígemir.Losvisalir.Te vientregarla.Nadapudehacerporacercarme austedes.Lospolicíasestabanportodoslados. Me quedé esperando hasta que sacaron a Martha y se la llevaron, luego la sacaron a ella. Pasaron dos días para que la sacaran. Estabaeneledificiodeenfrente.Enlaazotea. Escondido.Tactactac.Ernestonoloescucha. Tac tac tac. Sigue escribiendo en la máquina. Ah, eres tú, no te oí llegar. ¿YMartha, la has visto?
A qué culpar a Estéfano, cada quien su luchainterna,suspropiasaccionesquerumiar. Perohaydeélsimeloencuentro,dijistetantas veces. Gordio escapó. Logró burlar las barricadas, los retenes de la policía, encontró el justo salvoconducto para salir. Mauricio no tuvo la misma oportunidad, ¿Y tú, dónde te escondiste? Estéfano sigue pegado a la teta del gobierno. Sabe que no tuvo la culpa, son los genes, lo rojo viene en los genes, tantas veces me lo han dicho. Tú eres Estéfano. Todos somos Estéfano, ¡afuera los pasamontañas!EselnombreconelquelaSeñoraZaid legustallamarte.¿YMartha?,¿acasoMartha es Ángela que ha reencarnado? La risa de Ernesto es contagiosa.
Fueron varias noches las que nos refugiamos dentro de los tinacos de los techos, Ángelapegadaamicomolamprea.Ahífueron los abrazos, temblando por el miedo a los
disparos y el aporrear de botas en nuestra búsqueda.Yoteaporreabaelvientresobrelas nalgas. Fueron tantas noches seguidas y ellos no llegaban, pero bastó una noche, sólo una con su día colgado en el reloj, para que ella enfermara. Mortales los tinacos, mortal el agua.
Tenía razón la señora Zaid, ella podía protegernos hasta donde sus influencias se lo permitieran,peronadadeescondernosdentro de la casa, que hagan como en Tlatelolco, escóndanse en los techos, dentro de los tinacos. Ahí estábamos reducidos a caricias. Ahí fuimos monos aulladores sobre el grito.
Antesdeeseinstante,antesdeesedía,todo fueplanesyestrategia,lasreunionesdetodos nosotros,losescribidores,queluegodeltallereo, siempre llegamos puntuales a casa de la señoraZaid,quiensefascinabadeactuarsiemprecualMecenas;laverdaderaqueleencantaba rodearse de chavitos; más cuando Estéfano se la estaba atendiendo con gusto, un trago de semen un sorbo de hierba, un trago desemenunsorbodehierba,ysiemprealgún versito; es bueno el trato, mientras nos deje abierta su biblioteca, y nos ayude para las publicaciones, nosotros seguiremos adorándola.
Así nos íbamos reuniendo para las críticas ylospanfletos.Quemarcharalaraza,yaluego nosotros firmaríamos y publicaríamos las ideas centrales de esta revuelta; pero no creímosqueseleshincharíanloshuevosalos malditos diputados para que nos tirarán a la federalpreventiva.NocreímosqueelEstéfano rajara. Tuve miedo. Ustedes los poetas sólo sirven para los desfiles. No que muy libres. Noquemuyhambrientosdejusticia.Apúrate, que ha venido una dama a preguntar por ti. Mírate nada más como te ves ahora. No que
elgranpoeta:¡Abajoelmalgobierno!¡Abajo elmalgobierno!Ymírateahora.Hastamiedo de mi sombra tienes.Apúrate, que ha venido una dama a buscarte y no quiero hacerla esperar.
Ahí dentro del agua del tinaco éramos dos cuerpos arrugándonos. Todo fue la misma fuerza de las caricias; dos o tres sabrosos palos, presas del terror del momento en que levantaranlatapa,oquerociaranmetrallapor pura diversión. Pero las incomodidades y el frío comenzaron a desquiciarnos; más de 24 horassirvenparaatraparseunapulmonía.Seis días remojados tuvo que ser demasiado. La lluviasiempreestápresenteenesosmomentos neurálgicos de una historia. No puede haber narración de penas y tristezas donde el sol se mantengaaplomo,enelcenit,ynosvayamos quemando los huesos, secando, diría en este momento, y la lluvia sigue cayendo, palmo a palmo.
Han golpeado la puerta, pero Ernesto no tiene intención de levantarse a abrir. Su terrible ánimo de ahora se le ha enredado en la garganta, tac tac tac; piensa en el cuerpo tembloroso de su Ángela, la exterminadora, tac tactac,todoseaporlaslecturasarduasynoctámbulas de Sabato, pensándose presa de los estertores de una pulmonía, tac tac tac, sólo lequedanlastenuesoscilacionesfonéticasde un"nnnoooopppppuueeeddooommaaasss"y tirarlatapadeltinaco;losdosfueronunparto prematuro, el cuerpo de ella ardía a pesar del frío; esperar desentumirse; no podía gritar, todo era un castañetear de dientes, no podía arrimar las manos, no puedo más, tuvo que decir, no puedo más y su cuerpo ardía; una sobre otra al levantar las piernas, y luego de arrastrarse para salir, sacarla a ella, con la temblorinaqueleaporreabaelcuerpo,lehacía arquearse y la lluvia cayendo a plomo (debió
narrativa y algo
haber sido el sol, él más que nadie lo sabe, con el sol todo hubiera sido diferente).
La he abandonado, se la llevaron los de la federal preventiva, luego supe que también capturaron a Martha, pero igual que tú, Mauricio, acá estamos en esta guarida esperando que las cosas puedan componerse; de nuevo en la azotea, de nuevo junto a la ventana, escondidos hasta recuperarnos. Come un poco Ernesto, no todo debe ser café y cervezas. No tengo intención de recuperarme de nada, no meinteresamásqueestaalmendramaquinaria desquiciante que me mantiene alerta, los ojos con las venas estallando, rojo rojo para adentro,todoesunanubedesangre,enesperaque la máquina de escribir deje por fin de sonar su tac tac tac que me tiene hasta la madre, tú igual me tienes hasta la madre Mauricio, tac tactac,vetealachingadaynovuelvas,ytrata de no llenarme de nuevo de mocos la camisa. Nometoques.Aquéhasvenido.¿Hasvistoa Ángela? No me hables de Marthita. Mauricio salió de la habitación dejándolo frente a la máquinadeescribir,juntoalaventana.Todos losdíasesigual,paraquéregresas,habíadicho laseñoraZaidconlafrenterecostadasobrela puerta, dejando escapar un suspiro.
Tuve que abandonarla. Tuve que guardar silencio cuando ella me reconoció y gritaba, Amor, Amor, Amor, el silencio ha sido mi cómplice. Fueron sus pies descalzos los que nombraronmicobardía.Medolíanlosgolpes. Medolíanloshuesos,losdientes.Noencontré fuerza para nombrarla.
¿Que iremos por ella?, son huesos ya, lo sabes,nohabráoportunidaddeverladenuevo mas que en esta historia donde quiero recrearmesusmiradasysusformas,comotodas esas veces que nos metimos entre la piel, a dentelladas,siemprecaminándonoslasmanos
sobre la pradera. Tienes que ver su tumba, el sitiodondeestáenterrada.Tienesquerecordar
Detente ya.
Si todo ha sido un desgastarse la forma, en este tiempo que no para, por nosotros, que viene siempre a contemplarnos el rostro marcado por los surcos de una edad pretérita enqueyanosécuántasvecesnoshemosreencarnado; si tal vez yo fui ese escribano del quetantasvecesnospusimosahablar,delque tantasveceshemosocultadolasrespuestasde un oráculo que ya no represento. Si era yo el Estéfano, si eras tú Gordio. Y cómo pudiste escapar. Y cómo pude negarte. Y cómo nos doblegamos. Todo era caos, Ernesto. Todo consistió en un sálvese quien pueda. Pasarán muchos días para poder comprender bien lo que a muchos les ha pasado. Tú lo has dicho sin lavarte las puercas manos. Hubieron disparos. Ellos dicen haber respondido las agresiones de los manifestantes. ¿Qué fácil, no? Pero eso dicen. Hay averiguaciones abiertas. Ylossoldadosqueestuvieronesasnochescon sus días ya no están acá, los han movido a otra parte del país. La verdad yo pienso que nada puede hacerse.Ahora acuéstate. Ven, te voyacubrirconlasábana.Quédatetranquilo. ¿Y Martha? La señora Zaid subirá al rato a ver si necesitas algo. Tienes que descansar. Mauricio. Dime. ¿Hemos sido cobardes?
Ni tú, momia mía, querido Mauricio y tu lagrimar constante. Qué tierno te veías escapando entre las balas, agachando la cabeza, las manos levantadas, brincando los charcos, como un simio; no dejé de verte, era una tarde especial, de olor a pólvora. No Mauricio, no puedes darte cuenta que ella y yo, cada noche nos hemos detenido para hablarnosdelibrosynovelas,dilucidaracerca delaYourcenarodelaNin,delaWolfyhasta delaPeriRossi;noshemosacercadomasala
cariciadefigurarnosnuestraspropiasmuertes, todos contemplando los incendios de Santa María, los golpes en el rostro a Fedra y el borracho de Onetti emulando a Faulkner; así es como ella se ha detenido en la hoja en blanco;asíescomoÁngelamellenalamano, con todas sus angustias. Es como Martha, se me figura. Tal vez nunca existieron, hazme creer que jamás las tuve cerca. Martha y sus constantescelosdeÁngela.Eranamigas.Eran compañeras nuestras. Éramos un taller que sesionaba en plena revuelta.
Mira Mauricio, ahora estoy con la señora Zaid,ynoimportaloquepienses.Yaconoces el camino de agua de la Storni, la pólvora pasionaldelaAgustini,todoparanorevolvernos en la misma esencia sino ser la poderosa voz de Pizarnik, que siempre se atribuyó los males de la vida; o los versos de sensualidad comunista en que se desborda la Gioconda Belli, esa hembra sandinista y fanerógama. Ángelaseráesomismo,unafantasíarecreada en la misma hoja en blanco de las heroínas. ¿Y Martha? Deja en paz a Martha, con esas desfiguraciones en su rostro tendrá que ser algo diferente a la heroína, algo tal vez igual de poderoso pero diferente. Supimos que la madrearonyladesaparecieron.Queesamisma noche la torturaron. Tienes que calmarte. Estoy seguro que ella bailaba mientras la torturaban. Martha siempre bailaba cuando estaba triste, cuando estaba molesta. Bailaba si quería que la amara, toda la noche. ¿Y Martha has dicho? Bien, en casa, leyendo algún ensayo. Si sigues escribiendo las historias cada vez serán más confusas. Mauricio quédate. Mauricio lárgate y ya no vuelvas. Y de nuevo el tac tac tac en la distancia.
Hay que concebirlas tenuemente al principio, para que Gordio no vuelva afligido a
decirnos que no sabemos cómo vamos a escribirlo a él. Seguro habrá escrito algún ensayo y estará tomando cervezas en alguna playa.Lodijoclaramente,yomelargo,cueste lo que cueste. Que no supimos cómo escapó. El pudo cruzar los retenes, salir de este infierno.Cómolograremosescribirnostodos.
La misma primigenia escritura que tanto anda buscando Nerval, o hasta Umberto Eco en sus calamidades ensayísticas, siempre en busca de la lengua perdida; no podemos perdernos más sobre la gota de lluvia que aporrea el vidrio, no podemos mas que violentarnos si queremos que la noche se nos cuadre descompuesta, porque hay tantos olores de Ángela que pueden recordarse, que nopudieradefinirsilaambrosíaoelamaranto le quedan para las axilas, y no se si ya se han inventado los signos necesarios para que en esta novela nos podamos arredrar el sentimiento y sólo narrarlo todo así, desde el principio, o desde el final, o cíclicamente como le encanta a las nuevas tendencias; sin principio pero con muchos finales, o por entregas múltiples, tal vez a ti o a Gordio les puedantocarloscapítulosterminales,otalvez no tenga sentido que ya no se iluminen sus pestañas, que nunca se termine; ¿he dicho Gordio?Yanoseniloquedigo.Elmuymarica logró escapar, el muy cobarde se fue, el desgraciadoabandonóanuestrasmujeres,tactac tac…DilealaseñoraZaidquesuba.Quehoy si tengo un hambre. Que me comería dos platos, incluso, de lo que ella quiera.
Eran las nueve apenas cuando Gordio nos alcanzó en Las bugamvilias, eran las nueve treintacuandointentamoscruzarlabarricada. A las diez era un hecho, venían por nosotros. Estéfanonoshabíadelatado.Ernesto,cálmate. Yesachusmaalaqueleentregábamospanfletos, ésos que siempre fueron los que marcha-
ban, no quisieron recibirnos. Lo escrito, escritoqueda,decían,ysonescritoreslosque andan buscando. Si los dejamos entrar, tendremosalapreventivaconpretextodeatraparnos, dijeron y nos abandonaron. Corran a esconderseenotrolado,ylevantaronelpuño. Al principio corríamos juntos: Ángela, Martha, Mauricio, Gordio y yo. Los cinco de siempre corrimos para despertar a la señora Zaid. Moría de pena. Moría de vergüenza. Se sentíaenamoradaylatraicióneraenorme.Soy intocable pero tampoco me dejaré comprometer. Estéfano pagará pero sabré esperar el momento. Corran hacia los techos.
Que vuelva a comenzar siempre, como en esosinfiernosenquelosantiguoscreían,esos infiernosquedejamosdetemertanrápido,no sóloasimilandoelDioshamuertodeZaratustra, sino entre las letras que aparecieron en los muros: la democracia ha muerto; esas consignas que leímos cuando jóvenes, adentrándonos en los momentos de compartir lecturas, como aquel cálido Dios es puto que aparece en Jasón (no el de los argonautas); cuando nos juntábamos a diferenciar lo que era la escritura automática de Bretón, o a platicar sobre la caída de las torres gemelas. Mauricio, lárgate y no vuelvas.
Déjalo ya, no puedes seguir viniendo a verlo. Él no parará, decía la señora Zaid, mientrastomábamoscafé.Eresjovenaún,yo me haré cargo de él. Tú, rehaz tu vida. Eres joven y guapo. La señora Zaid le acariciaba a Mauricio la barbilla. La cafetera pitaba en la estufa.Noquemuymachitos,tactactac,suena la máquina desde la habitación.
Lo mismo daba hablar de política que de religión, del cambio de poderes que de la fuerza de las metáforas: imagen ritmo y sentido,imagenritmoysentido,imagenritmo
ysentidoylaslucescorriendoenlasparedes. Los reflectores buscándonos. Las botas, los gritos, las órdenes, y el agua cubriendo nuestros cuerpos. Te amo, estoy seguro que dijo Ángela, y seguro estoy que le dije que se callara,queharíaquenosencontraran.Martha había desaparecido, luego supimos que la torturaron esa misma noche. Gordio logró brincar las barricadas. ¿Dónde estuviste Mauricio? Los tinacos, tuvieron que ser los tinacos.
Son muchos los que se han desligado de nosotros, después que logramos agruparnos, todos querían que esto funcionara, más que como una asociación civil para ser escritores y ya, sino que nos pidieron darle vueltas a la retorcidapolíticadelpaís¿dequénosserviría? Que el ejército vuelva a sus cuarteles era la consigna,ymivoluntadestácansada.Noque muy machitos. Levántate que ha venido una dama a preguntar por ti. Trae orden de que te dejemoslibre.Quésuertelatuya,mariconcito.
Una vez que llegamos a Oaxaca, Ángela y yoteinvitamosavenir,habíadichoMauricio. Lo reconozco, no todo fue como lo he dejado escrito.Ángelaestabacontigoylainvitéami vida,¿quéquieresquetediga,Mauricio?,era tu mujer y yo lo sabía. Las cosas pasan por algo,ynosepuedeecharmarchaatrás.Cuando llegué, ya la señora Zaid les había abierto las puertas de su biblioteca y una cosa de tallerismosefueconvirtiendoenguerrilla,de eso ha dejado constancia Naipaul en sus novelas, la lucha de siempre. ¿Acaso piensas culparme? Tac tac tac, suena la máquina, tac tac tac, la lluvia sobre la ventana.
Peronoquisimossercarnedecañón;cuántas veces le reclamaron a Maiakovsky que no hablara de guerras si no estaba en el frente, y el poeta nunca hizo caso; así nos hemos
vestido, eso creo. Nunca pensé que las cosas fueran a pasarse por lluvia, de tanto inundarnoselsentidoyperderlo,yqueÁngela yMarthasefueran,sedespellejaranenmanos de los mortales.
Tac tac tac, ve con tus cuentos a otra parte Mauricio, no me interesa que pienses en lo cobarde que he sido. Se han ido las mujeres, pero nunca los orgasmos, eso lo sabes.
Tú, sobrevivirás, leerás, escribirás de nuevo. Y tendré que estar tranquilo.
Ya nadie pregunta por mí, he recuperado mi dentadura. Han sido tú y Ángela quienes meinvitaronalgrupo.Peromihistoriaesmás aventurera, más clásica: cuando Ángela bajó del autobús, yo bajaba de la sierra, y ahí nos hemos encontrado. Dilo como quieras, pero éramos amigos y ahora no quieres volver a ser ni a estar a mi lado. Sal de este maldito cuarto. ¡Estás vivo! Haz que valga la pena. No haré más construcciones románticas. Ángela está muerta. Seguro estoy que reconoció mis pies cuando cruzó a mi costado. Amor amor, ella gritaba, yo solo guardé silencio…
Ahívienedenuevo,puedoescucharlo.Esa resaca cotidiana del tac tac tac que detiene el pensamiento,comounresetearseycomenzar de nuevo en este escupitajo de historias a medias en que suelo quedarme a recordarla. A medios signos, a medias palabras, para no deciramorsinoaeroplanoquedesciende,para no gritar guerrilla sino fruta que ya no puede madurarse,paranogemirvidanuevasintener que escupir desde un décimo piso en que ella habita todos los días del tiempo. Yo estaba colgado de las muñecas. Mi boca sangraba, mi cuerpo sangraba. Todo yo era sangre. No sé quien es Ángela. No sé quien es Martha.
Los gallos están muy lejos para escuchar sus cantos. No que muy machitos.
Maldito tiempo traidor siempre debajo de la ventana, ahí, mirándonos a través de todas las caricias a esta hora de la noche, siempre lohevisto:deshojaremosmargaritasmientras el ahorcado cuelga. ¿Quién recordará los muertos durante la toma de Oaxaca? ¿Quién podrá recordar a Ángela? Mi luz es otra, tac tac tac, hacerla inmortal, a ella, a Martha, al fugaz Gordio con todo y su eterna fuga, al taller de Las buganvilias todo. Quedamos tú yyo,Mauricio,tienesqueentenderlo.Martha y sus celos de Ángela, tú con tus celos de mí. Gordio que pudo escapar.
¿Te ha gustado? ¿Te ha gustado el maldito gusano que me habita los dientes? tac tac tac ¿Aesoveniste?Notienesentidocontinuarcon la desesperanza, al final del día, no todo será cortado en pedacitos como las horas, no todo puede ser negado por la historia. Ni todos los disparos, ni los moretones, ni las calumniaditas y los pornoversos que nos escribimos nocheanoche,tactactac;quesilosalambres y las vitrinas y la luz mercurial que siempre nos embiste. Todo está a la venta en el aparador, mi voluntad está a la venta, mi ser todo se ha vendido y ha venido la paz, la señora Zaidcomprómivoluntad,mipazymisemen.
¿Recuerdascuándoseapagaronlaslucesy todofueronaullidosdesirenas?,asínosfueron cazando, esa misma tarde Martha fue a dar a la tortura, y ni siquiera nos enteramos. Nosotros protegidos por la señora Zaid salimos ilesos.YtúentregandoaÁngela.Hijodeputa. Lapulmoníaeraterrible.¿Quésabestúdemis días fríos? ¿Qué sabes tú de mi terror a perderla? Yo la ví caminar junto a mí, por el pasillo, ella tuvo que reconocerme, ella gritaba: Amor, Amor, ayúdame, y yo guardé silencio… tac tac tac
delatripa: narrativa y algo más
Fueestarremojadoenunorgasmocasiseis días o siete. Me vine dentro de ella quizá tres veces,quizámil,aunpuedoescucharsuarmoniosoespasmo,surisacontenidaenelgemido. Era ella mi espacio completo, mi juego favorito. Mi presencia vital. La puedo escuchar decir,dentrodeltinaco,dentrodeella:teamo, y me escucho decirle: shhh, cállate, ¿no puedes guardar silencio mientras te penetro? Nos encontrarán. Se dará cuenta Mauricio de que estás acá conmigo. Entre el agua y el escurrimiento de nuestros líquidos, todo chorreabaparaquedarnosremojadosennuestro propio jugo sexual. Esa vida que tuvo que transformarseenpulmonía(sihubierahabido sol al amanecer).
Todo era buscar las experiencias, y los gritosylosgolpes;debistevernosjalándonos el pelo tantas veces, insultándonos. Así de duro nos amamos.Acá tengo aún la marca de sus uñas, garras de arpía que siempre me clavaba, la muy perra, es por eso que tengo que mantenerla a punto, no se puede uno detenerporunamuerte,hayquehacerlacómplice. Serás mi monstruo, mi tumba, y al octavo día que la dejo desmayada en la puerta del hospital.
Seguiré escribiéndola aunque cada día la nombre de forma diferente, en la creación de esta novela, donde formo parte yo mismo de todos los personajes, donde me he pretextado elcambioderostro;quieroserÁngelaymirar mispies,reconocerme,ygritarmeAmoramor sin escuchar respuesta. Quiero ser Martha torturada en silencio, cuerpo abandonado en el basurero, donde la encontramos. Seguro bailó toda la noche. Le habrá sostenido la miradaasusverdugos.SerEstéfano,queabre los ojos al escuchar: la señora Zaid te manda este regalo, y recibir las balas en el pecho.
Quiero ser Gordio, desaparecer, burlar las barricadas. Ser el amor mismo, el ritual de sexo durante la toma de Oaxaca, estar ahí, en esos camastros, en los techos, todas las tejas cayendo, cayendo, lentas; una mujer con su chal rojo, y su cabello arrancado, pedazo a pedazo, casi con los dientes; en esos rostros que siempre quiso mantener en la cercanía de sucarne.Sercomotú,Mauricio,veniraverme todos los días, esperando que alguna vez… ¡Quéiluso!Serunjovenquepreparalabomba molotov.SihubieraestadoenTalpa.Talpano hay tac tac tac, Talpa no es tac toc tac.
Ángela era mi esposa, deja de nombrarla, deja de nombrarla, déjala tac tac tac.Y sacudirse el cuerpo entero. Todo continúa. Tienes que parar, detenerte, escuchar. La vida sigue, está ahí afuera y no sobre la hoja blanca, torturándote. Yo tuve que enterrarla no tú.
Cae la lluvia.
Todo es agua sobre agua, anegarse.
Mauricio sale de la habitación. Regresará mañana. Ernesto permanece reclinado sobre la máquina de escribir. No se escucha más el eco del tac tac tac continuo, rutilante. La hoja blanca es arrancada de la máquina.
Elsilenciosedesborda.Lalluviasedetiene y flota un instante pequeñísimo. La memoria esperaquedespunteelsol,mientraslaseñora Zaid, en la cocina, apura a la sirvienta que prepara la comida, para enseguida deslizarse por la casa, mirando de vez en vez el techo.
El polvoso techo que es necesario limpiar.
delatripa: narrativa y algo más
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Cuidado, Mi Teniente
El camión del ejército se detuvo justo al pie de una pequeña loma, cerca de una
extraña roca, donde había algunos huesos de animales alrededor. De inmediato, desde la parte de atrás, saltaron tres soldados, todos ellos muy jóvenes, y luego, desde adelante, abriólapuertauncuarto,aunqueesteeramás maduro que los anteriores. No se veía a nadie por ninguna parte y el silencio sólo era interrumpidodevezencuandoporelgritode alguna ave a la distancia.
El que no era tan joven encendió un cigarrillo, y dejó que los soldados sacaran todas las herramientas y la madera del camión. Se quedó observándolos por algunos minutos (sus rostros adormilados le enojaban muchísimo) y luego, una vez que los soldados bajaron la carga, observó como el camión se ponía en marcha y se alejaba de ellos y del lugar.
Con tranquilidad miró hacia su derecha. Todo estaba rodeado por grandes lomas que convertíanaquelterrenoenunabaseinexpugnable. Eligió una, las más limpia, y ahí se quedó, con la vista clavada en ella.
Depronto,sacóunalibretapequeñayanotó algunaspalabras,yentoncessevolvióamirar a sus soldados. Con la mano que aun sostenía ellápiz,lesindicóellugarquehabíaescogido.
- Tomen las palas que están en el bolso grande -Ordenó de inmediato- Síganme,
Gonzalo Vilo
vamos a cavar de una vez ese cagadero de mierda.
Los tres soldados se miraron y levantaron lascejas.Gotitasdesudoraparecieronporsus cuellos y frentes.
- Rápido, rápido, rápido -Apuró- ¿Qué están esperando? esa "huea" no se va a hacer sola.
Subieron al trote. Apenas llegaron a la loma,losmuchachoscomenzaronacavarcon gran empeño. El hombre de vez en cuando losmolestabaparaqueseapresuraran,aunque casi todo el tiempo se mantuvo en silencio, sumido en sus importantes cavilaciones.
Cuando al fin la excavación alcanzó la profundidadqueéldeseaba,losrostrossucios ysudorososdelostresjóvenessedirigierona él.
- Moreno, Martínez, Salas, salgan de allíLes gritó- Ahora hay que armar el famoso cagadero, vamos, rápido.
Moreno, Martínez y Salas salieron de la excavación y bajaron hacia donde habían dejado la madera y las herramientas. Fueron ensilencioyconelceñofruncido.Entreellos se escuchaba uno que otro resoplido. Salas incluso miró al cielo y negó con la cabeza.
- Es para hoy eso sí -Protestó enérgico el hombre-Apúrense, Trio de "hueones".
Durante tres largas horas no se oyó en aquella loma más que el sonido de los serruchos y los martillazos. Fue un trabajo arduo, pero una vez que colocaron el armatosteencimadelaexcavación,elrostrodelos tresmuchachoscambio,notándosealfinalgo de alivio y alegría en ellos.
- Cuando bajemos -propuso el oficialQuieroquevayanabuscarleña,vamosatener rancho antes de irnos a dormir.
- Si mi teniente- respondieron los tres al unísono.
El fuego lo hicieron rápido, y alrededor de aquella llamarada los cuatro se pusieron a comer. Cada uno tenía sobre sus tachos de metal algo de carne, y la devoraron con gran apetito mientras miraban arder la fogata. El hombre, quien ya había terminado con sus cálculos y preparativos, observaba con atención los rostros de aquellos jóvenes.
Elmuchachobajolavistaymirósusmanos ahora callosas. Luego volvió a dirigir la vista hacia el oficial
- No mi teniente, Primera vez.
El hombre entonces se sonrió y siguió comiendo.
De pronto, Martínez pidió permiso para levantarse. Con mucho cuidado se abrió paso entrelaspiernasdelosotrossoldados,cuidándose de no pisar la fogata, y se metió dentro de la tienda de campaña. Estuvo algunos segundosallí,hastaquefinalmentevolviócon untachollenohastaelborde,ydelcualbebió con clara avidez. El "rucio" lo miró, y Martínez le guiñó un ojo.
-¿Cuántotiempovamosaestarencampaña
mi teniente? -preguntó Salas- ¿Dos semanas o más?
- Lo más probable es que no sean más de dos semanas chico -respondió el hombre, echándose un pedazo de carne a la bocaDeberíamos estar más tiempo, pero...
- Oiga mi teniente -interrumpió de pronto Martínez- Pero… ¿Alguna vez ha ocurrido aquí algún…. accidente?
Moreno y Salas lo miraron enseguida. Luegoobservaronalteniente.Morenotosióy dejó su plato a un lado para meterse en la tienda de campaña.
- ¿Cómo… un accidente? -preguntó el oficial, extrañado- No te entiendo.
- Algún accidente con armas -aclaró Martínez- O algo parecido.
- Ehhhh -trató de recordar el hombreCuandoestuveenCalama,aun"pelao"como ustedesleexplotóunagranadaenlamanoy...
El teniente, sin embargo, se distrajo al ver que Moreno regresaba a la fogata con otro tacho de agua en su mano.
- Mhhhh… oye "rucio", trajiste aguaexclamó- Que bueno, tengo una sed terrible.
Con un movimiento ágil, el hombre se levantóydiounospasosendirecciónalatienda de campaña.Al verlo, los tres muchachos comenzaronahacersegestosyamoversecon inquietud. Salas incluso le dio un golpe con su puño al brazo de Martínez
-Miteniente-reaccionóesteúltimo-Nose levante, yo se la traigo.
- Muy bien -agradeció el otro- muy bien, gracias, soldado.
Martínez se demoró un poco, pero luego llegó con un tacho lleno de agua y se lo dio al
teniente. Este, después de beber dos largos sorbos,miróalostresjóvenesysonrió,como si se hubiera acordado de un chiste.
-Esperoqueustedesyelrestodelasección -advirtió- aprendan algo en estas semanas de instrucción; hasta el momento no han hecho más que dejarme mal con mi capitán Flores.
Salas y Martínez se miraron y subieron las cejas. Moreno se quedó con la vista fija en una cicatriz reciente que tenía en su brazo izquierdo y no levantó la cabeza.
- Jajajaja -rió de pronto Martínez- Me acuerdo de la primera semana en el regimiento, muy bonita.
- Si -apoyo Salas- Imposible olvidarla.
El hombre se sonrió.
- Eran muy "re-hueones" -agregó- ni siquiera sabían formarse.
- Si, jajajaja… me acuerdo de esoreconoció Salas, que miraba a MartínezÉramos muy pájaros.
-Pájaros,jajaj,si-contestóéste,guiñándole un ojo.
- Pero al menos ahora ya nos estamos avivando; ¿O no cabros?
Eltenienteibaasonreírtambién,peroalgo en ese instante pareció inquietarlo. Un dolor repentino, extraño, sacudió su pecho y luego su estómago, un pinchazo agudo. Su rostro cambio de inmediato, y se quedó con la vista fija en el tacho con agua.
-Esasemanaletomamoselgustoalatierra -prosiguióMartínez,sinpreocuparseyadesu oficial- parecíamos gusanos, culebras arrastrándose por el desierto.
- Jajajaa -rió Salas- culebras, sí… Nos arrastrábamos muy bien, jajajaj…. Si, "la raja".
El hombre comenzó a observarlos con detención. Sus ojos ahora se veían medio desorbitadosyniunsolomúsculodesurostro se movía.Apenas respiraba.
Martínez entonces se dirigió a Moreno, quien hacia rodar una piedrecita entre sus dedos.
- Rucio -le dijo pasándole su tacho- anda a traerte más… "agüita", jajaja.
Moreno, sin embargo, se quedó inmóvil y apretó su tacho con todas sus fuerzas. Al final,Martíneztuvoquelevantarseyvolvercon su tacho y una botella de pisco.
El hombre, entretanto, sentía los ojos cada vez más pesados y el cuerpo lánguido. Tenía ganas de decir algo, de gritar, pero su lengua estaba adormecida y paralizada.
- ¿Cómo estaba la agüita, mi teniente?preguntóMartínezmientrasseservíaunpoco de pisco- ¿"Taba" rica?
Salas y él rieron.
- "Rucio" -exclamó, de pronto, Salasdespierta y anda a traerte el bolso de las herramientas.
- Si "poh" -apoyó Martínez- este "hueón" ya se está quedando dormido.
Moreno fue a paso lento. Al volver, Salas y Martínez lo estaban esperando de pie y frotándose las manos. El muchacho entonces abrió el bolso y lo primero que sacaron sus compañerosfueunserruchoyunmartillo.Los dos se quedaron allí, riéndose como niños.
Moreno los observó, pero no quiso sacar nada. Había lágrimas en sus ojos, las que se secó con el puño de la camisa.
- Oye "hueon" -lo llamó Martínez- saca algo.
- No… no sé -respondió Moreno- No quiero...
- No seay "ahueonao" -lo increpó Salas"Voh" soy el que más derecho "teni" de los tres, dale "hueón".
- No, mejor no.
- Ahh, ándate a la "chucha" -gritó finalmente Salas- Hacé lo que "querai", me da lo mismo.
Salas entonces tomó las dos manos del teniente y miró a Martínez.
- Ya "hueón" -le dijo- "Voh" lo "agarrai" delaspatasylosubimos,nocreoqueestetan "pesao" el "culiao".
- Dale -respondió el otro, tomando uno de los pies del teniente- demás que lo subimos allá arriba.
Sin mucha dificultad, cargaron ambos el cuerpo del teniente y se echaron sobre sus espaldas un saco con las herramientas. Salas comenzó a cantar el himno de la infantería y Martínez lo siguió con entusiasmo.
Los dos ya se lo sabían de memoria.
delatripa: narrativa y algo más
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De la noche al amanecer
Estamos en la línea de la noche.
Su filo nos desgarra, nos abre en canal. Nos indica los caminos que debemos transitar: seguimos su paso y nos adentramos en la bruma. Es la Calzadadondelassombrascobranvida:aquíuna mujer se nos ofrece. Más allá las cantinas abren sus puertas, nos dan la bienvenida y quedamos detenidos.
Nossuspendenlaslucesartificiales,porque la noche es la reina. El placer es el condimento, el comercio de los cuerpos. Cruza ahora mismo un mar de gente y una marea enorme de autos. Nos alumbran -como si fuéramos su centro- las lucesdelosarbotantes.Nosembelesaesaluzhasta llevarnos al lugar preciso: son los altos de un edificio en Juárez y la Calzada.
Aquíestálaescalinataqueasciendehastael infinito. Sudamos. Se acaba el aire en los pulmones. Ascendemos. Nos detiene una mujer. Nos ofrece la precisión de una noticia. Es fresca.
Nos cuenta la historia.
Aquí, justo en los escalones que pisamos, mataron a una mujer. La sangre derramada ya no se nota, pero indica la glamorosa dama, que un hombre tenía a la mujer por amante. Ella ofrecía susserviciosenelsalón,yunamadrugadasalieron alospasillosy,luego,alasescaleras.Discutieron "sabrá Dios por qué", pero en dado momento se escuchó un grito. Ese grito llegó a los oídos y se enchinó la piel. Era un lamento: "Una puñalada, luego otra y después más".
guardó un profundo silencio y todos corrimos a donde habían surgido los gritos: "Lo que encontramos fue una carnicería".
"La compañera estaba tirada allá abajo, en eldescansodelasescaleras,porquesucuerporodó por completo."
Son altas y ascendentes las gradillas que desembocan en la Tropicosa, ahora escuchamos la música viva, no el grito de la mujer. Es la obra de las manos de los músicos que hacen su labor.
Seguimos el camino. La mujer nos ofrece su compañía: "Si están solos cuando regrese, esperoquemeelijanparaestarensumesa".David sonríe. Le damos las gracias y continuamos el camino que asciende, hasta hacernos llegar.
David es escritor. Vive en Arizona. Está de visita en Guadalajara. Su trabajo lo realiza en la UniversidadCatólicadePhoenix.Unlugarlejano. Se me antoja lejano.
Nació en la ciudad de México, pero desde muy joven David vive en los Estados Unidos. Vinoapresentarunlibrosobrelafrontera,lavida de los chicanos. Escribe cuentos: narra pausadamente,sinaspavientos,lefaltagarra.Tomaconunacamaritadesechable-fotografíasdetodo: de allí surgen sus cuentos. Sus relatos se parecen a su voz: habla como un sacerdote.
Me pidió que le mostrara la noche de la ciudad.
Ahora está ante sus ojos.
David suda.
Se enjuga la frente con una servilleta.
Elegimos la mejor mesa: desde aquí observamos a todos y nuestras espaldas quedan protegidas. En este lugar se debe andar con cuidado. La violencia puede aflorar en cualquier instante. Hay una multitud en las pistas de baile: cerca de nosotros está la gente más pacífica, pero más allá bailan los bravos, los caras de matones. Sonviolentosyvienentodaslasnochesabailary a buscar riña. Es su vida, la pueden perder en un instante.
Para ir a los baños se cruza el largo salón. Hay un cerrado camino y uno tiene que palmear las espaldas y pedir permiso. Si uno es cordial, la vida está abrigada.
Vengo de orinar y una dama me ofrece sus servicios. La llevo a la mesa y el mesero exige el consumo. Pedimos una cubeta de cervezas. Está en la mesa de inmediato. El servicio es eficaz. Velozcomoladamaquenosacompaña.Bebesin parar.Aduce"elcalormeabruma".Esunaverdad. Cientos de cuerpos se mueven sin parar. Es un tumulto.Sonhumoresdiversos.Yelsudoresuna brisa caliente. Resulta una fortuna nuestra mesa, entra el suave viento de la noche.
Lamujerbebesinparar.Nohabla.Seembelesa en consumir las cervezas. En poco tiempo la dotación se ha terminado.
Ladamahabla,perosuvozespastosa.Esel resultado de su apresuramiento. Nos exigen un nuevo consumo y el pago por la compañía. Es un fastidio la mujer. No baila. No habla. Bebe.
El tiempo se cumple ordinariamente.
se mira la noche en la Calzada. Los ojos bajan hastaencontrarlosautos.Sedistinguendiminutos cuerpos que se ofrecen. Un hombre corre. Lo persiguen dos sombras. Tropieza el hombre con los autos y en seguida las sombras lo alcanzan. Lo tiran al piso y lo patean.
Los golpes, desde esta altura, se miran en una cámara lenta que no alarma. Lo golpean. Lo arrastran.Vuelanlospiesysedetienenafianzados en el cuerpo. Se estrellan en el rostro. La sangre, que es imaginaria desde aquí, brota y se derrama enlabanqueta.Correcomounríoinvisible.Luego una sombra hace brillar la daga. La hunde en las carnes. Alumbran las luces de las patrullas. Las sombras huyen, se pierden de mi vista.
Desaparecen. Unos ojos me observan atentos, curiosos. Losenfrento.Voyhaciaellos.Loslabiosseabren en sonrisa. Los descubro carnosos. Los aprecio oscurecidos por el carmín. Le hablo a la mujer.
-Dura golpiza -dice.
-Duro el cuchillo y dura la vida sin ti -digo. Sus labios se abren en sonrisa y la invito a la mesa.
Son cuerpos visibles e invisibles los que toco, pero ella es un cuerpo delicado. Se ofrece confinura.CruzamoshastaencontraraDavidque mira absorto. Su rostro oscurecido. Sus ojos de negro se abren hasta mirarnos.
La dama que le hace compañía se ha embrutecido. La presencia de Istar la incomoda. Grita. Ofende.
En un instante ya no está con nosotros.
Cruzo el salón.
Son cuerpos compactos los que toco. Huelo su sudor. Bailan al centro del salón. Lo cruzo transversalmente. Desde los amplios ventanales
Es la diosa siria del amor (la fecundidad) y de la guerra (la esterilidad): fue asimilada a la Astoreth de la Biblia, a la Astarté de los fenicios y, más tarde, aAfrodita o Venus.
Joséphin Péladan escribió una novela en tornoaestenombre(1888),tituladaLa décadence latina y Vincent d'Indy se inspiró en la epopeya deIstarparaunasvariacionessinfónicas(1897)e ilustró la liberación del "hijo de la vida, su joven amante"porelprogresivodeshojamientodeIstar ante cada una de las siete puertas del infierno...
de hotel. Pero la cortesana sólo viene a bailar. Bebe y sus delicados labios apenas tocan el filo de la botella.
Es alta porque apenas le toca mi cabeza los hombros. Ahora baila con David. Ella es la perfección de la madrugada, porque han llegado lasbrumasyeltiemposehaidocomounsuspiro. Su modo, su hablar es la mañana que llega. Bailamos y bebemos hasta que el nuevo día está alumbrando en los grandes ventanales.
Luego Istar se despide y nos quedamos en la completa soledad. La desvelada multitud baja la escalinata para encontrarse con las calles.
Vemos la figura de Istar perderse en la multitud.
-Para ustedes soy Istar -dicen sus labios carnosos.
Tieneveintitrésañosyesdamadecompañía deunhombrequeviajaconfrecuencia.Lasnoches quetienedeasuetolaspasaenlaTropicosa.Tiene un hijo pequeño. "El gasto es grande." Tiene apenas un año de trabajar de cortesana. Pero su nombre es Istar y su rostro moreno es fino. Hermoso. Es educada y fue a la universidad.
Es Istar y me besa los labios. Es Istar y besa a David al tiempo que dice su bello nombre de batalla.
Se encaminan a bailar
Entonceseltiempocorre.Labebidaesdeliciosa.Elbailealternadodespiertalasensualidad. La cortesana baila. Su cuerpo es la perfección de la vida. Sus piernas se mueven con precisión. La toco y ella sonríe. Baila. David se entusiasma. Antes,enlaCalzada,Davidhubierapagado unabicocaporacostarseconlasdamasnocturnas. AhoradaríatodoporqueIstarsefueraasucuarto
Después estamos en el jardín del templo de Aránzazu. Allí la volvemos a ver. De lejos y de cerca su figura es una maravilla.
Davidseapresuraalencuentro.Laaborday ella sonríe como si fuera la primera vez. A sus labios ha vuelto el encendido carmín.
La detiene David un instante. Ella, entera, se abre como la mañana. Algo le dice David y ella ríe. Los alcanzo y caminamos hacia el Lido, que abre las veinticuatro horas.
En la mesa escucha la canción que David solicitó para Istar.
Istar es otra, nueva. Luce como la mañana. Nos entrega un delicado beso en los labios. Nos ofrece su casa. Nos levantamos y seguimos sus pasos hasta que la vemos subir en el primer camión de la mañana.
Nunca la volvemos a ver.
delatripa: narrativa y algo más
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El cálamo de los cronopios natos
por Susana Mota López
Estudio comparativo entre la comedia neoclásica de
Gorostiza y la comedia romántica de Calderón.
Literatura mexicana de los siglos XVIII y XIX con moralidad.Yno podía ser mejor partido que el sobrino y heredero de su mejor amigo. Como todos los demás hombres de su época, sus actividades esencialeseranlasvisitasapalaciodondeentablaba reunionesconhombresdenegociosytambiéntenía largas conversaciones con los amigos y disfrutaba con ellos de una opípara comida, para después ir a su casa a dormir la siesta. No podían faltar los paseos a caballo por la Alameda para seguir las convenciones sociales.
Manuel Eduardo de Gorostiza, conocedor de la dramaturgia, dejó de considerar las unidades aristotélicasdeacción,lugarytiempoensucomedia original de cuatro actos: Contigo pan y cebolla, y en ella critica la vanidad romántica de los jóvenes. Siete personajes se desenvuelven dentro de una separación radical entre lo cómico y lo trágico: lo cómico por las situaciones de embrollos propias de las "comedias de enredo", encuadradas en los moldes neoclásicos para perseguir un objetivo final de moralidad como Leandro Fernández de Moratín;lotrágicoesquelospadresdelsiglopasado tiranizaban a los jóvenes dentro de una educación recluida entre cuatro paredes por demás obsoleta. Armando de María y Campos, en el Prólogo comenta estos casos que se fomentaron por tanto aislamientodelmundoexterior:"Era,pues,preciso sacaralaplazatodalaridiculezdeaquellosjóvenes irreflexivos que todo lo abandonan por el amor, las más veces sin considerar si se hallan verdaderamente enamorados, o si sólo creen estarlo cuando exclaman: ¡Contigo pan y cebolla!".1
Laobradeteatroestábasadaenlaexperiencia quecomopadredefamiliatuvoconsuhija,elautor dramático. La acción de la comedia es analizada, según la dramaturgia clásica, en los diálogos de los personajes, el tema, el asunto, el conflicto y sus argumentos.
Don Pedro de Lara es el prototipo del padre cancerbero que tiene a su hija bien vigilada, por lo tanto, desea casarla con un noble, con derecho a primogenitura,bieneducado,talentosoysobretodo,
LasclasessocialesdelsigloXIXestabanmuy etiquetadasporlosdiferentestratamientosquerecibían las personas, se decían "don" o "ministro". Estaban en pañales en cuanto a educación familiar porque eran estrictos, cuadrados, ambiciosos, interesados, siempre regidos por fórmulas, cómodos y organizados, y sus hijos sufrían las consecuencias.
Es curioso observar que la madre está fuera de contexto para resolver problemas de esa índole, no obstante, el papel de la madre debía ser pieza fundamental en los asuntos del corazón de su hija. Se suponía que ella tenía que responder a su confianza. Pero era normal que sus ocupaciones eran más importantes y se las enseñaba a su hija: las visitas a la modista, a las tiendas a comprar, por principio, los productos que llegaban deAcapulco o Veracruz, a la iglesia donde llegaban bien emperifolladas para lucir sus joyas y sus trajes de moda. Todo era pompa y circunstancia.
1 Manuel E. de Gorostiza, Teatro selecto. Edición, prólogo y notas de Armando de María y Campos, México, Porrúa, 2000, XI.
Asípues.Gorostizaplantealascostumbresdel siglo en una tendencia didáctica donde denuncia estas arbitrariedades entre clases ya que los indios y las castas eran siempre la mano de obra mientras que la clase privilegiada llevaba una vida sin producir
El lugar que escogió el dramaturgo para escenificar su comedia se divide en dos cambios y dacuentadelprimeroenladidascaliaantesdeabrir actos: "una sala bien amueblada, aunque algo a la antigua,delacasaquehabitadonPedro,"2 elsegundo aparece en el último acto en una sola habitación paupérrimaconunacamasolamente,algunassillas de esterilla, un hornillo portátil hecho de metal, y sin mesa. Intriga el que en la escena siete delActo III, los personajes Dña. Matilde y D. Eduardo discutan por el chocolate sin tener mesa donde colocarlachocolatera.¿Faltademobiliarioteatral? O ¿Falta del escenógrafo?
El tiempo, puede ser dos o tres días, en realidad la trama transcurre muy ágil y cómica por las intervenciones del celestino de Bruno, el criado de la joven Matilde.
II
ElcontrasteesFernandodeCalderónconuna comedia de carácter con escenario y trama mexicanos en una casa del Distrito Federal en los dos únicosactos.AdiferenciadeGorostizaestacomedia la escribió en verso, con sentido crítico contra los apátridasmexicanosqueembobadosporlanovedad parisina pierden literalmente su nacionalidad. En lo único que están de acuerdo los dos dramaturgos es cuando denuncian la "mala educación hogareña".3
Calderón, como todo romántico, se opone al neoclasicismo al negar las unidades aristotélicas y preferir el verso, la polimetría al combinar versos deartemayorconlosdeartemenor,ypresentación
del drama en once escenas en el primer acto y diez escenas más una escena última en el segundo acto. Pero sin abandonar la crítica hacia lo que consideraba equívoco. El humor prevalece en toda la obra para destacar el tema costumbrista de la clase media mexicana. Las acotaciones van en cursivas en cada acto y en algunas escenas.
En relación a los ocho personajes, se desenvuelven en la trama con un similar aspecto de Gorostiza al insistir en el tema del casamiento de las hijas por conveniencia arreglado por unos padresvulgaresysincultura.Tresmujeresacualmás melancólica e imitadora de heroínas la una, como frívola la otra y la tercera, rata de biblioteca. Sus pares vienen a concertar el compromiso matrimonialperosedescubresusverdaderoscaracteres.Uno estáobsesionadoportodoloextranjeroqueyaolvidó que nació en México y ataca al dramaturgo, el otro defiende a Calderón y a todo lo mexicano, y celebra a los bardos románticos; mientras que el tercero hace mutis sin perjuicio porque decide quedarse con "ninguna de la tres".
En fin, Calderón tiene la genialidad de "burlarse de un romanticismo importado"4 y manifiesta que "lo hace por criterio nacional",5 con agudeza, dice María Edmée Álvarez en el prólogo. En consecuencia, sus obras han recorrido el país con gran éxito hasta la fecha.
Paraconcluir,losdosdramaturgosagradanpor su estilo sencillo y su gran humorismo al escribir estascomedias.Diferentesenlascorrientes,yenla forma, no obstante, en el contenido se parecen mucho.
Bibliografía
Calderón, Fernando,A ninguna de las tres. El torneo.Ana Bolena. Hermán o la vuelta del cruzado, México, Porrúa, 2004.
Gorostiza, Manuel E. de, Teatro selecto. México, Porrúa, 2000.
2 Ibid., p. 234.
3 Fernando Calderón, A ninguna de las tres. El torneo. Ana Bolena. Hermán o la vuelta del cruzado. México, Porrúa, 2004, XVIII.
4 Ibid., p. XX.
5 Ídem.
delatripa: narrativa y algo más
¿Te atreves a seguirme al infierno? por Jéssica Montaño de Juárez
La tarde del árbol quemado
Claroqueespreocupantelasituaciónactual del país. Obvio que a todos nos afecta de alguna forma. Pero la mera verdad ("la pura verdad", como dice ese comercial) es que no podemos hacer gran cosa al respecto.
También es verdad que la situación del país siempre ha sido la misma: ni mala ni buena sino "a'i masomenos". Claro que a todos nos afecta que si los gasolinazos, que si el precio de la canastabásica,quesielRIDÍCULOAUMENTO ALSALARIOMÍNIMO…
¿Peropodemoshaceralgoparacambiartodo eso?
La respuesta es que… …sí.SÍPODEMOShaceralgoparacambiar lo que no nos gusta.
Lo que no podemos es hacerlo así como ciertosgruposnosdicenquedebiéramoshacerlo.
Yanimeacuerdosifueendiciembrecuando ocurriólababosadadelárboldeNavidaddeCocaCola. Comenzaron las protestas en el DF por el aumento del costo del boleto del Metro (no creo quesiganpeleandoporunacausainútil,¿cierto?).
Algunos cuantos, que en realidad fueron muchosgraciasaredessociales,convocaronasu #PosMeSalto. El gobierno de Mancera, la admin del Metro u quien "haiga" sido dijo:
Va. Sáltense, pues’n.
(Como dice un sabio filósofo: "¡Hagan lo que quieran!".)
Esobastóparaquelaprotestaperdierafuerza y validez.
Siguieron las marchas, siguieron con equis, ye,zeta,hastaquenopasónadaytodotodoquedó igual que siempre.
Así es el mundo… ¿Qué quieren que haga, si yo no lo inventé?
Cuandovilasfotosdelárbolyelhumohice un mega coraje. Nada más de pensar que fue quemadotancercadedondevivenytrabajanpersonas que amo con el alma… y de pensar que estoy tan lejos, gracias a Dios y al destino, lejos del DF y sus interminables marchas, plantones, caos vial y blablablá.
¿Mesirviódealgohacercorajitos?Puesno.
¿Al que quemó el arbolito "símbolo del imperialismo yanqui" (algo así me puso un tipo en Facebook al que borré de inmediato; de hecho debodepurarmilistadecontactosotravez,nadie que no conozca en persona y punto) le sirvió de algo? Pues sí, le sirvió para que lo agarrara la Policía y después ya no sé ni me importa.
Publiqué la foto en mi Facebook y, como cada que me encabrono, me puse a echar una o dos pestes a quien le cayeran, jaja. Un chico me escribió en privado que no, que no todos los que estaban protestando eran ignorantes, que por ahí estaba su primo que estudia un doctorado en la UNAMyleentróalasprotestasporquerealmente le va a afectar ese aumento de, creo que dos pesos.
Seguíconlaconversaciónhastaqueelchico, que quién sabe quién era, salió con su estúpido "eresdemasiadobonitaparatenerideaspolíticas" o una jalada por el estilo.Apliqué la de siempre: borrado,bloqueadoypunto,pormachistaysobre todo por perro (ñeee).
Otro chico (¿o quién sabe si era el mismo? "Esomepasa"porquererserbuenaondayaceptar en mis contactos a quien no conozco) contestó directo en la foto: que yo debiera dejar mi vida burguesaypreocuparmeporqueelpuebloynosé qué y laaalalalá. Como no andaba de humor para ponerme a explicarle que estoy en contra de la violencia(talvezporqueyomismahesidoviolenta durante casi toda mi vida) lo borré y bloqueé y ya. También cambié la URLde mi perfil, porque no faltan aferrados -como yo, jajaja- que andan stalkeando a alguien nomás por joder (acúsome, Padre) o pa' insistir con que ellos tienen razón y tú no.
¿Todo esto a qué venía???
Ah, sí:
Michoacán.LasautodefensasenMichoacán, ahora en Guerrero y a ver dónde más surgen: ¿Ciudad Juárez?, ¿municipios del Estado de México, donde aún hay feminicidios a lo descarado? You name it.
Podrían surgir "autodefensas" en cualquier parte del país. ¿Igual y ya hay una en mi propia colonia, en mi propia calle, y yo ni enterada???
Nolosé,ytampocomeimporta.Norecuerdo si fue Fernanda Siempre (la prima de Lulú Petite) quien me dijo que ella decidió escribir sobre equis o ye pero "desde su trinchera".
Cada uno de nosotros estamos "desde nuestratrinchera".Algunostendránaccesoaarmasde fuego y/o punzocortantes, habrá quienes quieran lanzarse ahora mismo a Uruapan, Nueva Italia,
Ocotlán,adondeseacontaldeahorasí"levantar lasarmascontralosdelincuentesy/ocontraelgobierno", tal y como analistas políticos predijeron que ocurriría durante el Año del Bicentenario y del Centenario.
Yo en general veo, siento, tengo la corazonada de que León, nuestro hogar, seguirá enrelativapaz.Consusincendiospornegligencia, conpandillerosquemandoniños…pero"enpaz".
Uno que otro ejecutado que nos vengan a tirar, muchos más que dejarán en municipios de Guanajuato(mientrasMárquezMárquezMárquez sigue sonriendo pa' las fotos) de los que nos enteraremos, si es que acaso nos gusta o nos pagan por estar enterados.
Ya veremos lo que sucede, porque soy tarotistaperonovidente,jeje.Elcasoesquelomejor que podemos hacer como mexicanos, al grito de guerra,essimpleysencillamenteseguiradelante, con la frente en alto y nuestras armas para pelear en la mano: una computadora, las llaves de la escuela donde damos clases, el uniforme de la oficinadondelaboramosparaganarelpannuestro diario.
Recuerdenqueenesta"guerra"nohaybuenos ni malos. Los gobernantes tienen el trabajo desonreírparalafotoyavecesmentir,loscriminales tienen el trabajo de robar y asesinar, los periodistastienenqueprocesarinformacióngeneradaporalguienmás(yluegolosamenazan,como si en serio en serio tooodos los periodistas decidieran qué se publica mañana y qué no).
El único chiste es: seguir adelante. Pase lo que pase. Ayudar a quien podamos y ver por los nuestros. Porque es imposible cambiar el mundo de un jalón, pero sí podemos cambiar el mundo de la gente que más nos importa.
Así que: ¡a darle duro!!!
Sin papeles por Daniel Ferrera
Carlos Martín Briceño o breve repaso desde la Cantera
Conocí a Carlos Martín Briceño, hace más de cuatro años, en una sala pequeña y reservada de la facultad de antropología. Por aquellas fechas, yo habíadecididoestudiarliteraturayCarlos-supongoamablementeaccedíaaprestarsusservicios,impartiéndonosuntallerdecreaciónliteraria.Loprimero quemellamólaatenciónfuesuatuendodemaniquí ysuacentoligeramentecubano.Traíaunospantalones caquis, acompañados de unos zapatos marrón, de puntas ovaladas, y una guayabera blanca que le confería un extraño dejo de altivez a su labio inferior caído. Tomó asiento y, con la frescura habitual queleotorganlosañosdeoficio,seobstinóapresentar sus credenciales: bueno, mi nombre es Carlos, ya me conocen (la mueca hacia abajo) soy escritor y les garantizo que… momentos después una acaloradadiscusiónseiniciabacuandoseevidenciaron los perfiles académicos. Las diferencias habían comenzadocuandoMartínexpresóquenosolvidáramos de las enseñanzas universitarias; que si queríamosserescritoresdebíamos,enprimerlugar, escribirenabundancia,leeraúnmuchomásyabandonarlateoríaliteraria.Uncompañero,quetomaba laclaseconmigo,lerecriminóelvalordesusobservaciones y, presintiendo que no llegaría a buen término,cerrólapuertadevidriovociferandoaregañadientes que era un pendejo.
Con todo, llegó la hora para presentar los trabajos y con ella mi turno para leer. La historia, minutosantes,habíasidocelebradayvitoreadaentre los miembros del salón; por ello cuando Carlos me comentó sus primeras impresiones, mi cara se desencajó: hay que tener cuidado con los títulos, recuerden que, yo quise, sí pero no está en el texto, en Rulfo hay pero Rulfo aunque recoge, Harold Bloom afirma, olvídate de eso, te faltan más lecturas. ¡Cómo!Yo que me afanaba de abandonar las clasesporpreferirestarenlabiblioteca,estecabrón
debía de estar equivocado. Con impaciencia esperé laresolucióndelaclaseyenelcaminoderegresoa casa, me convencí, al igual que mi compañero, que Carlos era un pendejo.
No fue hasta hace unos meses que, revisando entre una carpeta de cuentos escogidos, me topé conuntextodeBriceño.¿Quiéneraestecabroncito queaparecíatantoenantologíasycolecciones?¡Su relatome deslumbró!Durantehoras,nosécuántos días, estuve recordando la imagen de aquel viejo del pene por fuera, arrugado y flácido, y la del hombre que, muy a su pesar, se excitaba con los fluidosysoporesdelaanciana.Lahistoriasencillamente me parecía abrumadora y fascinante. Entonces busqué más textos de Martín Briceño en Internet, y para mi sorpresa di con Al final de la vigilia, su página personal como escritor
Elblog Al final de la vigilia,comootrostantos, estácompuestoensu mayoríaporcuentos,reseñas, artículos y entrevistas que dan cuenta de la trayectoria de Martín como escritor. El Blog reúne un total de treinta y cinco artículos y reseñas. Pero no son sus artículos y reseñas los que me interesan, sino sus cuentos los que me producen especial interés; en particular por dos razones: una, la construcción de la imagen femenina en su obra y dos, la música como manifestación del deseo. Si pudiera adelantarles algo, diría que los cuentos publicados en el blog Al final de la vigilia son de una factura inigualable. Escritos bajo un lenguaje sencillo, nutridodetradiciónyrecursosliterarios,suslecturas pueden ejercer una no sé qué de poderosa fuerza
seductora. No agregaría nada al afirmar que para muchos,susargumentossondeungustoambicioso por las atmósferas opresivas, por el pavor ante el compromisoconyugalyhastíoporlorutinario.Pues bien, sin más contratiempos, pasemos a lo que les decía.
Opinar siempre sobre la construcción de la imagen femenina, de unos años para acá, se ha vuelto todo un reto al integrar un campo más extenso de definiciones. Por ello, sabiendo que éste no es un ejercicio de representación que incluya teoríadegénero,meinclinaréporelsentidocomún y describiré lo femenino como el papel y atributos que tienen las mujeres en la obra de Carlos Martín Briceño.
Granpartedelosrelatospublicadosenelblog de Al final de la vigilia están poblados por personajes femeninos que ocupan un papel secundario. A mi parecer, creo que bajo la evidente intención autoraldesacararelucirlomásoscurodelaspasiones humanas, de no plegarse a las buenas costumbres, se filtra una visión sexista que se expresa a través de la voz de los narradores.Así, mujeres de piernas y pantorrillas bien formadas, libres de varicesyrodillasfirmes(Iracemaenel Cielo Perdido, la Arquitecta en Se renta) de pechos grandes, jóvenes y anchas caderas (Helena, la Arquitecta) perosobretododetraserosfirmesyredondos(Julia, Iracema, laArquitecta) alojan estas historias como modelosdebellezayestereotiposprevalecientesen Occidente. Quizá lo más significativo no sean sus atributos físicos, ni su condición social de mujeres abnegadas-amasdecasayprofesorasinsatisfechas, secretarias infieles, embarazadas irritables- sino su caracterizaciónbestialyhastamisóginacomoobjetos sexuales. Para muestra un botón "a cambio de un poco de amor, había una hembra dispuesta a regalarle el monte de Venus…" (Abismos) / "Las mujeres son animales difíciles, te pasas de pendejo con Irene" / "Una mujer, bien la definiría Ricardo, en celo permanente" (Piso 17) / "las mujeres no soncomolosalbatros,esasavescuyashembrascaen rendidas ante el macho que ejecute la danza más elaborada, sino como los pájaros glorieta, que
delatripa: narrativa y algo más
prefieren aparearse con el macho que les construya la galería de ramas más impresionante." (Memorialdeladanzadelvientreobreverepasodelobailado)Enfin,creoquecadaquienformarásucriterio.
Continuando por la misma línea, el de las pasiones desenfrenadas, la literatura erótica, un escenario importante es el de la música como manifestacióndeldeseo.Yaenunartículoanterior,titulado El ruvalcabiano arte de musicalizar las palabras, Carlos Martín Briceño reflexionaba sobre el poder emancipador de la música: "El texto versaba sobre un menáge a trois entre una madre, su hija adolescenteyunaseductorapianista.MazurcasdeChopin, rapsodiasdeLisztylasgimnopediasdeSatieenvolvían su deseo." Y es que no sólo se trata de las referencias explícitas a los compositores clásicos, sinotambiéndelapotencialidadseductoradelbaile: "Entonces me fue revelada la capacidad seductora del baile. ¿Cómo olvidar esa escena en la que el buen John, al ritmo de You should be dancing, es vitoreado por las mujeres mientras se contonea como iguana sobre el piso iluminado de la discoteca? Era demasiado. Si Travolta, pensé, en virtud del ondulante movimiento de sus caderas es capaz de llevarse a la cama -o al asiento trasero del automóvil-alaqueseleantoje,debíaimitarlo."Comentario un tanto aparte recibiría Salón Bach, relato en el que se ficcionaliza la muerte de Guty Cárdenas y en el que el deseo no solamente es de corte sexual, sino también de violencia.
Para finalizar, diría que a pesar de lo anterior -aunquepuedasonarcontradictorio-laobrareunida en el blog Al final de la vigilia es de una calidad admirable. Escritos con un lenguaje exquisito, sus cuentos no sólo cumplen las expectativas, sino que ademássecircunscribencomounfehacientemodelo literario.Yes que un escritor -entre otras cosas- no es aquel que deja indiferente a sus lectores, sino aquelquetienelacapacidaddepersuadirlosatravés de sus personajes.
Nos vemos en el slam
por Mario Pineda Quintal
Imprenta, luces, cámara… ¡acción!
Cuandolasletrasdeunanovelaouncuento sontrasladadasalasimágenesdelcine,esposible que exista un choque entre los fieles lectores y los fanáticos de la butaca, unos esperando que el director,laescenografíaylosactoresseremonten con precisión a ese universo que imaginamos en la cabeza entre los cambios de páginas, mientras que los otros esperando una satisfacción visual bien contada y editada, que por lo menos motive a leer.
Actualmente,estecrucedenarraciónliteraria a la narración cinematográfica se ha convertido,másqueunesfuerzoartístico,enunaoportunidad de negocio si la primera logra tener un impacto de colas en librerías, lectores en todos los rincones y hasta páginas en Facebook con seguidorescombinandosusnombresconlosapellidos de los personajes.
Tal parece que ya existe un acuerdo entre empresarios capitalistas y empresarios "intelectuales" para dar a un consumidor un paquete de letraseimágenesdelahistoriaconlugarescomunes que llena de emociones su vida y haga sentir aéste,unallegadoalosdostiposdeartesmencionados, llamándose cinéfilo (sin haber visto una película de Federico Fellini) o literato (sin haber leído un poema de Jaime Sabines).
Algunos dirán que es mejor que lean y vean lassagasde Harry Potter, Los juegos del Hambre, Las 50 Sombras de Grey, Crepúsculo, Narnia y otras cosas más, a que en su cultura general no
tengan la mínima idea de lo que es un libro o una película basada en libro. Pero yo les digo, que todo lo anterior nada más impulsa la creación de una generación de breve esfuerzo compresivo y de pasiones incompletas si no se les da las dos opciones.
Lobuenoquenotodoestáperdido.Enpocas ocasiones aparecen directores con las ganas de llevar a los sets de cine al menos un clásico de la literatura (me refiero a clásico por su valor de originalidad,sinimportarlaépocaoelautor)tratando de conservar la descripción de ambientes, comportamientodelospersonasylíneasdetiempo que dictan los capítulos o lo que va después del punto y aparte.
El director brasileño Walter Salles, bajo la producción ejecutiva de Francis Ford Coppola, dio a su trayectoria cinematográfica un toque de valentía y llevó a la pantalla una obra que considerababibliaycultoliterarioparaunageneración delectoresyescritores,merefieroalanovela"En el Camino" de Jack Kerouac. Sin duda una obra, quemientrasavanzanloskilómetros,másinterés causan en los lectores el saber de cómo será el finaldetodosloscaminostomadosporlosprotagonistas.
Vamos a la reseña pero revelando algunas partes de la historia (lo siento a quienes no la han leído). La película es un resumen del libro (por lógica) con omisión de vivencias de los dos personas principales, uno que otro cambio de rol de
delatripa: narrativa y algo más
personaje secundarios y alteraciones en la línea de tiempo, aspecto que aunque suenan a cambios drásticos o los comúnmente visto en las adaptaciones, siento que no dañan la trascendencia de la historia original.
El principio es un poco alterado, Sal ParadiseconoceaDeanMoriartydespuésdelamuerte de su padre y no después de la separación de su mujer, como marca el libro, pero este cambio queda sin importancia cuando ambos conocen al saxofonistanegro(queenvezqueseaenlosminutos de en medio es en los primeros) y se muestra elpotencialdesmadreenquelosdossevanaencaminar. Es decir, el director captó el momento cumbre del comportamiento rebelde de ambos para enganchar al espectador.
Estaideadereproducirtalcualunmomento importanteenlaamistaddeDeanySal,sevendrá repitiendo a lo largo de todo el filme, el guión nos dará esas partes esenciales de la historia, las partesquedanganasaunodevivirlas,devolverse un beat, tener su educación y moralidad desenfrenadaychocanteconlasociedad,perosinperder "lo buena onda".
Partescomolaconvivenciasexualyromántica con Marylou, la breve vida en pareja de Sal con la muchacha mexicana, la circulación de cerveza a todo momento, la locura de Carlo, los
días en la casa de Old Bull Lee, los robos, el desafío de Dean hacia los límites de velocidad y labúsquedadesupadreentrevagabundos,tiempo para drogarse y los turnos al volante.
Creo que en este traslado seleccionado de letras a escenas visuales, lo mejor es la parte final,elviajeaMéxico,todosecapturacomodebe ser, todo el desmadre que leemos está ahí, bien actuado,bienambientado.Lahumildefamiliamexicanaquevendemarihuanaalosgringos,lafiesta de tetas y vergas en el burdel, el recorrido por calles mexicanas y ese lapso en que Sal cae enfermo y Dean lo abandona.
Me parece que todas estas escenas se encuentranambientadassegúnlasdescripcionesque planteaellibro,yaquedesdeunaperspectivapersonal (leía antes el libro), siento que todo lo que imaginéenmicabezafueplasmadoconexactitud escenográfica en la pantalla.
Para cerrar, me queda decir que los actores (según yo, no tan conocidos) que dan vida a los personas principales, presentan sin aparentar un esfuerzo,laspersonalidadesdeéstos,provocando que uno diga "Por fin veo a Dean, Sal, Marylou, Carlo, Ed Dunkel y Old en persona"… claro, la mayoríadeelloseranalteregosdelabandafuerte de los escritores beat.