delatripa No 89

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CONTENIDO

11 Estrellas muertas

Thara Merari Duarte Cervantes

17 Timoshenko y el río

Freddy Solórzano

18 De los viajes:placeres y padeceres Ricardo Bugarín

21 Conversando con Jesús todos los nueve días

Alejandro Zapata Espinosa

25 De las artes literománticas para evadir el fascicmo

Eduardo Honey

28 Escribir un texto Ángel Domínguez Esponiza

29 Mis demonios y yo

Felipe Hernández de la Cruz

31 Un instánte mágico

Pablo Virgili Benítez

33 Viaje por carretera

Silvia Cecilia Vásquez Carus

49 Hacia la luz Sandra Galarza Chacón

53 Por si ya no te vuelo a ver Daniel Marín

58 Hermosa primavera

Heidi Carolina Molina Duque

ENSAYO

60 Machinehead de Agustín Guambo Paúl Puma

62 Alguien lee a Jon Fosse mientras trashumo por el Caribe

ClaudioFerrufino-Coqueugniot

67 Profeta de la Erótica Luis Aricéaga

69 Adioses Miguel Ángel Acquesta

73 La importancia de la observación de las imágenesOscar Contreras Tovar

N. 89 marzo 2025

COLUMNISTAS

76 Lecturas en Rosario de Fátima A´lmea

80 Íncipit de los éxcipit

Ahmed Balghzal

84 Hablemos de...

Patricia Rogel Benítez

87 Reflexiones sin filtro

Mónica Maydez

88 Lectores somos

Estrella Gracia González

89 Íncipit

Blanca Vázquez

91 Psiquelatura

Rut Treviño π

Imágenes de portada e interiores: E s t r e l l a G r a c i a G o n z á l e z

93 Interés Superior

Larissa Calderón

95 Sopa de letras

David Sarabia

98 Anotaciones desde el ombligo del mundo

José A. Núñez del Arco de la Cuadra

100 Pensamientos

Fernando Gutiérrez Almeira

103 F es de Fantástico

J. R. Spinoza

105 Bajo el barandal

Rocío Prieto Valdivia

107 Nos vemos en el slam

Mario E. Pineda Quintal

Editada en Matamoros, Tamaulipas. Revista de circulación mensual.

Dirigida por: Adán Echeverría. //Editoras: Sandra Galarza Chacón y Estrella Gracia

González//Consejo Editorial: Javier Paredes Chi, Cristina Leirana, Roberto Cardozo, Rocío Prieto Valdivia, Mario Pineda Quintal, Larissa Calderón y J. R. Spinoza.

Este es un proyecto de:

EDITORIAL

Carreteras y viajes

El viaje que cada uno de nosotros es y ha sido

Ni siquiera un poeta puede decir toda la verdad

Úrsula K. Le Guin

Todo acto literario es un viaje. Bien lo sabemos quiénes somos escritores. Correr la pluma, el lápiz, la tecla, sobre la hoja blanca, es entrar a un viaje del que jamás podrás salir siendo el mismo. El presente se trastoca con cada escrito. Los que somos lectores, también lo notamos en cada lectura. Leer es un gran viaje Un viaje a través del tiempo, por poblados, ciudades, regiones, que tal vez ya no existan, pero forman parte de nuestra cultura

Esoesloquevemosconcadanúmerodelarevistadelatripa:narrativayalgomás.Este mesdemarzo,conestenúmero89,cumplimos12añosdeloquesignificaesteviaje Una revistaquehecargadoconmigodesdequesalídeMérida,caminandolascallesdeMorelia, recorriendolascostasdeEnsenada,absorbiendolospaisajesencadalugarenelqueha tenido“eldescaro”desalirpublicada

Fueunmarzode2013,luegodedosproyectos:elpasquínliterario“Estahumanidadtan llenadeGrietas”undocumentosemanalquesurgieraen2010yconcluyeraconlaelección presidencialdel2012;ylarevistaManilka,unarevistacontextosinfantiles,hechapara padres,queterminépordejarleamiexpareja.

Nuestrarevistadelatripa:narrativayalgomás,cumpleahora12añosdeexistencia,con sus89números Dospersonassiguenconmigodurantetodoelviaje:elpoetaMarioPineday laDraCristinaLeirana.Muchoshanpasadoporella:enelConsejoEditorial,como Columnistas,comocolaboradores,comoartistasvisuales.Desdehacealgunosañosseabrió alacolaboracióndeWabiSabi,coordinadosporlagranSandraGalarza Yconestenúmero 89,seconfirmaelcambioeneldiseñodelamanodeEstrellaGraciaGonzález,queha llegadojustoenelmomentoadecuado.

delatripahaviajadoconmigoporestascarreterasdeMéxico,carreterasparanadafáciles; todavíalanochedeayer24demarzo,lacarreteraquepasaenlapuertadelauniversidad dondetrabajosellenódeautomóvilesconlascuatrollantasponchadasporculpadeesos adornitosqueaalgunaspersonasqueaúnsiguenenguerralesgustatirarparalesionarla economíadeunpuebloque,definitivamente,todoslosdíasluchaparasaliradelantey anochesequedaronangustiadosconsolándoseconelconocido:“almenosnomelesionaron, solosonbienesmateriales,lalibré”

delatripaesjustolaevolucióndelpasquín“EstahumanidadtanllenadeGrietas”,enel quesedocumentóelhorrorqueduranteelsexeniodel2006al2012nosmarcóavarias generacionesconsuviolencia Unaviolenciadelaqueaúnnohemospodidosalir,debidoala entregatotaldeloscapitaleshumanosendiferentesespaciosdegobiernoentodossusniveles.

delatripaestestigoytestimonioalmismotiempodelpasodelosúltimosdossexenios,el deEnriquePeñaNietoyeldeAndrésManuelLópezObrador.

Lostextosnarrativosdelosautoressonevidenciadelospropiosviajesquecadaunode elloshadecididocompartirconnosotros;lasensacióndeesteviajequesigueavanzando, siempreavanzando,nosmantieneemocionados,deseososdeseguir,yesperamosquetú, queridolector,queridoescritor,temantengasenesteviajeconnosotros,abriendobrecha hacianuevosmundos,tusmundos,losmundosdelotro,esosquesiemprevana sorprendernos,encantarnos,condolernos,yqueformaránpartedenuestravidaluegode cadalectura.

Labrechaquesehizocaminoquesehizocarreteraseráprontoautopista;unaautopista derecuerdosporelqueavanzamoshaciaadelanteyquenospermite,concadapublicación, volversobrelospasospararecordarloquefuimos.12añosderevistasedicenrápido,pero pregúntate,¿dóndeestabastúenelaño2013?¿cómoeratuvida?¿cuántosañosteníasenel 2013?¿quécosashanmarcadotuvidaenestosdoceaños?¡Queremosleerte!

N a r r a t i v a

LABERINTO

No está ahí, no lo vi.

Por supuesto que estaba ahí, justo frente a ti.

Me parece que te inventas esto para distraerme

Míralo bien, ahí está; no entiendo porque no ves nada.

El joven talló sus ojos una y otra vez tratando de encontrarlo, pero su vista se perdió entre líneas que lo terminaron por tragar. Fue cayendo sin prisa, girando como un molinillo de viento en verano, mientras sus mejillas y su cuerpo se iban cubriendo por hebras de saliva que le salían por la comisura de la boca. Aterrizó suavemente envuelto en su capullo, bajo la tenue luz que resplandecía en lo alto

Acomodó sus lentes y quitó de su cuerpo las hebras que lo cubrían. Nada se escuchaba ahí, nada de ronroneos, ni ladridos, ni cantos de grillos, nada, todo era silencio, un silencio tan profundo como proveniente de las entrañas del mar. Se levantó para aventurarse entre el amarillento y angosto camino bordeado por negros y altos ciprés y fue directo hacia aquello que parecía un laberinto largo e inmenso, formado con paredes de carbón que parecían no tener fin

El calor se adueñó poco a poco del lugar, algunos cipreses acalorados exprimieron sus ramas dejando charcos por doquier De entre la tierra salían gatos, que empapados, deam-

bulaban por aquellos pasillos solitarios; parecían hambrientos, y miraban y miraban, buscando, pero no en el suelo, si no al cielo, en espera de la voluntad del grafito.

Reacomodó sus lentes una y otra vez y después, él también miró al cielo, el viento giraba lento entre las curveadas y empolvadas aspas Los gatos lo miraron, ojos azules, verdes, amarillos, lo miraban fijo, caminaban hacia él, y él corrió. No había amenaza en aquellos ojos, nadie aún había decidido por ellos, pero corrió tan rápido para hundirse entre los cipreses.

Escuchó la voz de un hombre que insistente y desesperadamente gritaba: ¡Ven Danny!, ahí la temperatura había descendido drásticamente un chiquillo de aproximados cinco años corría asustado por el laberinto, parecía dudoso pero seguro de que quería alejarse de aquella voz. En su cara había terror, se agachó para hundirse en el ciprés, el joven al verlo, salió de su escondite para decirle que del otro lado se encontraría con cientos de gatos, pero ya no pudo alcanzarlo y se encontró frente a la insistente y desesperada voz que no paraba de gritar: ¡Ven Danny! A ese tipo de chamarra roja, el grafito lo había convertido en un violento paranoico y asesino.

El tiempo se detuvo entre ellos, mientras el gélido ambiente les advertía en la oscuridad para que se resguardaran porque no tendría piedad.

¿Has visto a Danny? dijo el hombre. Aquí estaba hace un momento si es que a un pequeño te refieres; está escondido entre las ramas

El tipo de chamarra roja se agachó para buscarlo, mientras el joven aprovechaba la ocasión para huir.

No está ahí, no lo vi

Por supuesto que estaba ahí, justo frente a ti.

Me parece que te inventas esto para distraerme. Míralo bien, ahí está, no entiendo porque no ves nada

El resplandor advirtió al joven que era mejor la mirada dudosa de cientos de gatos que esperaban la orden del grafito, que ser abrazado por el frío Regresó, el calor ahora era sofocante. No había gatos en el pasillo, solo pieles destrozadas y un imponente perro San Bernardo que merodeaba el lugar No podía quedarse ahí, debía encontrar la salida y llegar a cualquier isla, pero aquel perro parecía haberlo olido y quería cazarlo.

Las horas pasaron bajo aquella braza infernal, donde la baba del canino lo bañaba en ocasiones cuando merodeaba por el escondite. La rabia había poseído al perro

que había casi destruido un auto Ford pinto que se encontraba ahí, en medio de ese solitario laberinto. El joven no sabía cómo salir de ese lugar, ya que en todo momento estaba al acechó de aquel perro que no dudaría en ata- carlo en cuanto saliera de su escondite. Hurgó en su bolsillo derecho, encontró papelitos y más papelitos con anotaciones y más anotaciones que cada vez se habían más grandes, con ideas y más ideas, pero ninguna para ese momento. Hundió su mano en el bolsillo izquierdo, sacó de él, un globo rojo: “Todos flotamos”, recordó la frase que alguna vez había leído, miró al cielo, estaba despejado. Así que comenzó a inflar, inflar, inflar el globo, hasta que se elevó.

Desde las alturas el joven miró en picada, el perro seguía dando rondines por el laberinto, pero su atención se fue hacia sus zapatos, eran largos y coloridos como los de cualquier payaso. Los sacudió acelerado y gustoso, aunque al instante, cambió su mueca, llevó su enguantada mano derecha a la cara haciendo gesto de sorpresa.

“Bienvenido a Derry” leyó y bajó hasta ahí.

MANANTIAL ROJO

Toda la noche viajé con perras, sucias, de ojos rojos, que seguían mis pasos, no como su presa, sino como su compañera, fuimos por la llanura oscura; la alegría fluía.

La llanura se extendía infinitamente, corríamos y corríamos, y no terminaba, el grupo conjunto avanzó, lo identificaba por su olor, un viejo aroma impregnado también en mí.

Todas reíamos, nos carcajeábamos, hasta que cesó de repente, un gran animal estaba parado, me asusté, pero la enorme masa era jugosa, suave, dulce. Nos cautivó.

Una de nosotras se fue separando, instin- tivamente lo rodeamos, con los ojos brillan- tes lo atacamos, le mordimos el cuello, las patas Se derrumbó Jalé más y más el pecue- zo, un chorro de sangre brotó, me llenó el hocico, me ensució la patas. Manchó mi piel.

Un manantial rojo brotaba, salía sin cesar, hizo un lago, en el que nos bañamos todas, felices, alegres, con la comida en nuestros hocicos, masticábamos y bebíamos el manjar de la noche, la delicia de la carne

Satisfechas nos lamimos el pelaje untán- dolo con saliva, el cuerpo había desapare- cido, pero el manantial no dejaba de sangra. Era de un rojo oscuro, doloroso, cálido, como un nacimiento.

Saciadas volvimos a correr por la extensa llanura, reímos, aunque la noche estaba terminando.

Un aire suave y frio nos avisaba la llegada del amanecer claro. Desperté en mi cuarto oscuro, encogida por el frio, un dolor en la espalda me impedía moverme. Sentí un bulto a mi lado, aún agitado por la risa.

ESTRELLAS MUERTAS

Sábado 6 de Julio del 2024

Siempre miro las estrellas, me gusta pensar que son los deseos de las personas, aunque de eso ya se encargan las estrellas fugaces. Fugaz, ¿Qué tanto es fugaz? Hay estrellas parecidas, pero esas son otro tipo diferente, unas brillan más que otras y entre ellas pueden apagar su brillo, yo las prefiero de lejos, si te acercas mucho te puedes quemar

La última vez que vi una estrella brillante fue justo antes de que su brillo se apagara, su nombre era Sirius, pero él estaba en la tierra, caminando entre nosotros Nunca olvidaré la primera noche que lo vi, yo solo tenía 20 años, él era alto, demasiado, y siempre usaba traje, venía con su sombrero y un ramo de rosas rojas. Lo más característico de él, además de usar traje en un lugar como éste, era que sus labios siempre estaban rojos, y su piel pálida, el cabello largo, aplastado por su sombrero haciendo que le cubriera parte del rostro, además de que siempre tenía maquillaje de payaso A mí me daban miedo los payasos, pero él jamás me dio miedo

30 de abril del 2024

¡Lilah! ¿Imaginando historias otra vez?

Di un sobresalto, la voz grave sin aviso me asustó.

¡Sirius!, al menos intenta hacer ruido para que no me provoques una muerte re-

pentina Mi corazón estaba acelerado, pero no precisamente por el susto.

Perdón, no quería que Trista me descubriera, sabes que siempre vengo a verla cuando me libero del trabajo Sus ojos brillaban más que todas las luces de nuestro alrededor, me mostró su ramo de rosas con una gran sonrisa.

¿Porque siempre le traes flores? Sabes muy bien que las tira Todas las mañanas terminan en la basura.

Lo que ella decida hacer con ellas no está a mi alcance, solo quiero darle un gesto de que pienso en ella, aunque ella no piense en mí.

Él estaba consciente de que Trista no lo quería, pero se aferraba a un amor que vivía solo en él

¿Te quedarás a cenar? Esperaba que dijera que sí, lo veo por corto tiempo que quisiera verlo más Sirius miró al cielo, y con una sonrisa de lado me acarició el cabello.

No lo creo, pequeña, tengo que ir con mi padre a ver unos papeles en su laboratorio, está probando nuevas cosas y quiere que ayude con la limpieza. Sonreí, aunque no quería hacerlo.

Espero un día puedas, ¿Vas a entrar ya? Suena a qué tú padre te estará esperando

Así es, cuando salga me despediré de ti, como siempre.

Ya lárgate Me reí mientras lo empujaba a la entrada.

En ese entonces solo veía a un chico extraño enamorado de alguien que jamás le correspondería. Trista era muy bonita, cabello castaño y lacio hasta la cadera, piel suave y ojos grandes almendrados ¿Cómo podría competir con eso? Podrá ser mi prima, pero no nos parecemos en nada, aunque ella era muy simpática no entendía porque le estaba haciendo eso al pobre Sirius

Eran demasiado opuestos, Trista rara vez se maquilla, y Sirius siempre trae uno diferente, pero siempre con la misma temática “payasos”. Ella ama el día, y Sirius solo se aparece de noche. Él brilla para ella, pero quisiera que brillara para mí.

Mi respiración se cortaba y comencé a toser.

Nos vemos mañana Susurré

01 de Mayo del 2024

Eran casi las 10 de la noche, faltaba poco tiempo para que llegara, me ponía muy nerviosa, y algo ansiosa, quería saber que maquillaje tendría hoy o qué nueva cosa me platicará del trabajo de su padre Golpeaba mi libreta sobre mi pecho repetidamente, pero tampoco quiero que él se dé cuenta que lo espero todas las noches. Pero mi ansiedad se vio irrumpida por la puerta de la casa

Lilah, ¿Que hace ahí? La voz desganada de mi prima llegó a mis oídos y sentí fastidio.

Diez minutos después escuché el cerrojo de la puerta abrirse; era él, con la cabeza agachada y su labial rojo estaba corrido

Parece que te fue bien le esbocé una sonrisa y me crucé de brazos mientras me recargaba en el barandal Él alzó la vista y sus ojos estaban tímidos.

Esperaba que no se notara tanto Se rio

No dije nada, ¿Qué podría decir ahora?

No encuentro un comentario que no demuestre mi incomodidad.

Mi padre me ha estado llamando, debería ir

Claro

El silencio se puso incómodo.

Pasó a mi lado y me acarició el cabello

Nos vemos mañana, o quizás moriremos mañana, adiós Y con prisa bajó las escaleras.

Mirar las estrellas, hoy hubo nueva actividad de ovnis Saqué mi lapicero y comencé a garabatear para simular que escribía

¿De nuevo con esa tonta bitácora? Que cansado.

¿Qué quieres, Trista? ¿Esperas a tu enamorado? Dije sin despegar la mirada de mis garabatos.

¿Quien? Ah, esperaba que no viniera hoy, pero no hay nadie en casa y tú… bueno, te la pasas aquí afuera

Estaba por decir algo grosero, pero sentí a alguien acercarse.

Trista La saludó en un suspiro de admiración. Me miró Lilah Regresó a ella ¿Me estabas esperando? Trista sonrió de la forma más forzada posible.

¡Si! Estaba pensando justo en ti, ¿Por qué no vamos a mi cuarto? No hay nadie

Se le acercó y le desacomodó un poco la corbata.

Claro Y sin darle tiempo lo arrastró hasta adentro y cerró la puerta

Todo esto acaba de suceder en mi cara, no sabía qué hacer, o decir, me sentía ofendida pero no tenía razón, él era el enamorado de mi prima y yo solo la chismosa del balcón.

El tiempo pasó, preferí ponerme mis audifonos para evadir cualquier sonido que no fuera deseado Después de un largo rato las luces se volvieron a encender, yo estaba sentada en mariposa en la esquina, escribía sobre la noche y la luna, ¿Pero eso a quién le importaba?

Sentí una presión en el hombro y alcé la vista, estaba hincado a mi altura un chico sin

maquillaje me observaba. Con una sonrisa de lado y la cara limpia Sus ojos negros se veían cansados y su piel tan brillante.

Por poco y alzo la mano para acariciar sus mejillas.

¿Sirius? Qué raro te ves sin maquillaje, ¿Porque te lo quitaste? Siempre te lo retocas.

No traje mi mochila, y ya es bastante tarde, iba a llegar a quitarlo a mi casa de cualquier forma.

Miré mi libreta, sentía algo raro, era como ¿Calidez?

Debo irme, pero, no podía hacerlo sin despedirme de ti cómo siempre.

¿Por qué dejas que te use así? Ella solo quiere que te quedes para tener sexo contigo, y de ahí te desecha sin más ¿Porque estás tan aferrado a ella? El vómito verbal llegó.

Su mirada bajó.

Ella un día notará lo que hago por ella, además de que soy feliz cuando ella me necesita

¿Aunque solo te necesite para eso? ¿Qué pasa con todas las noches que has venido con rosas, chocolates y cartas? ¿No te importa que eso no lo aprecie? Estaba a nada de soltarme a llorar.

Hubo un largo silencio, noté que apretó sus puños.

Un día lo vas a entender, o mejor no, preferiría que nunca entendieras esto, eres demasiado dulce para pasar por lo mismo

Me acarició la mejilla y noté sus ojos rojos. Se paró y mirando a la luna me dijo:

Nos vemos mañana, o quizás moriremos mañana, adiós Bajó las escaleras a paso veloz.

Solté un sollozo, no sabía quién era más tonto, si él por no ver la situación, o yo, por enamorarme de él.

02 de mayo

Discutieron, Trista quería que dejara de venir tan seguido

03 de mayo

Fueron al cine, regresaron tarde, yo ya estaba dormida. Tuvieron que entrar por la ventana del cuarto de Trista

04 de mayo

Pelearon de nuevo, Sirius le pidió ser novios a Trista, ella se molestó

05 de mayo

Sirius no llegó.

06 de mayo

Hoy tampoco

07 de mayo

Vino a hablar con Trista y volvió a despedirse de mí con la misma frase

08 de mayo

Hoy no traía maquillaje, a Trista le molestaba que lo usara.

09 de mayo

Vino rápido por Trista y salieron, no sé a dónde.

10 de mayo

Trista trajo a otro chico, cuando la confronté me dijo que era un amigo y que me metiera en mis asuntos.

11 de mayo

Sirius trajo maquillaje de nuevo, al parecer a Trista dejó de importarle.

12 de mayo

Hasta que llegó el 12 de Mayo , el día que marcó la historia, mi historia, la historia de Sirius.

¿Está Trista? El chico con cabello rapado que vino la otra vez estaba enfrente de mí, le había abierto la puerta. Lo miré mal, y volteé a casa en dirección al cuarto de mi prima

Trista te buscan Grité. Regresé a ver al joven, se veía desaliñado y parecía que en vez de venir de visita viniera a ver el partido con sus amigos

¡Román! Trista salió y lo abrazó por el cuello Ven, vamos a mi cuarto Lo tomó del brazo y sin despedirse se alejaron Rodé los ojos y cerré la puerta.

Hoy no salí, ya no tengo un motivo para hacerlo, desde mi habitación puedo ver las estrellas, antes solo salía para verlo a él, pero hoy no vendría porque Trista siempre que

viene ese chico llamado Román le pide a Sirius que no venga.

Me puse a leer “El fabricante de lágrimas” con mis audífonos en la sala, había avanzado 4 capítulos hasta que vi una sombra pasar por la puerta, pero al asomarme no había nada, no me quedé tranquila y fui a abrir la puerta, pero no había nadie.

Que extraño Susurré. Miré a todos lados, pero solo estaba el silencio de la noche y la suave luz de la luna.

Estaba por entrar cuando escuché gritos.

¡¿Es esto por lo que me pedías que no viniera?! La voz, esa voz la reconocería en dónde fuera.

Sirius Susurré, la luz del cuarto se encendió y la puerta se abrió y salió de ahí, Trista estaba con la blusa desacomodada y una falda que no quedaba, se había vestido de imprevisto.

Sirius salió primero, y Trista lo siguió y violentamente se giró para verla, estaba tembloroso e irradiaba coraje.

Eres una sus manos se acercaron a ella, pero se cerraron forzadamente Regresó la vista al cuarto y se acercó de nuevo a él ¿Prefieres a este? ¿Qué tiene de especial? ¿Que tuvo que fue mejor que yo? Su voz estaba quebrada, rota, y sus pedazos se caían por todos lados.

¡No debías venir hoy! ¿Por qué entraste por la ventana? ¡Eres un demente! Trista gritó y sus ojos se encontraron conmigo ¡Tú! Maldita perra, ¿Le dijiste verdad? Le dijiste que entrara por la ventana.

¿Qué? Estaba pasmada, todo estaba pasando tan rápido ¡Estaba con mis audífonos, no lo escuché tocar! Me defendí

Ella se acercó a mí ¡No mientas si bien qué sé que te mueres por él! Estaba a punto de lanzarse hacia mí, pero Sirius la abrazó con su cuerpo impidiéndole moverse y la alejó de mí mientras ella intentaba patalear.

¡No te metas con ella! Esto, esto se acabó ya no seré tú estúpido, no quiero volver a saber nada de ti y de los que te rodean Sentí una puñalada en el pecho.

Sirius avanzó a la salida y pasó por mi lado sin mirarme. Miré a Trista y a su amigo, que como un cobarde se escondía en la habitación. Negué con la cabeza decepcionada

Como pudiste Susurré. Salí corriendo de la casa para alcanzar a Sirius, estaba a punto de cruzar la calle.

¡¡Sirius!! Grité

Él no me miró, estaba de espaldas, pero se detuvo.

Perdóname, debí decirte, lo siento tanto, por favor Me solté a llorar. Noté como se limpiaba la nariz.

No importa ya, no me debías nada a mí Miró el cielo, sé que no quería que lo viera llorar.

No debiste ver esto, ella no te debió hacer esto.

Es mejor que lo haya visto, de cualquier forma, tú me lo advertiste y yo como un idiota estaba tan aferrado a la idea de un amor, que jamás existió Se rio mientras sollozaba.

Me dolía verlo así, siempre fue tan tierno y lindo conmigo y yo pude haber evitado está situación si hubiera tenido el valor de decirte la verdad sobre lo que sentía y lo que estaba pasando con Trista.

Ojalá en vez de mirar al cielo contigo, te hubiera mirado a ti

Me miró, sus ojos estaban rojos y su maquillaje escurrido por las lágrimas. Sentí el viento frío y mis labios se entreabrieron, quería decir algo, pero no supe qué.

Caminó en reversa, sus ojos tenían algo diferente, no estaban brillando, sus colores de payaso se volvieron a blanco y negro, entonces con un tono suave y doloroso, me sonrió y susurró: Nos vemos mañana, o quizás, moriremos mañana.

Me quedé ahí, parada, en aquel lugar donde el chico más brillante había perdido su luz, mezclándose con la noche

TIMOSHENKO Y EL RÍO

Timoshenko Chávez tiene 82 años y el miércoles me escribió por wasap. Quería contarme algo. Algo que pasó cuando tenía 10.

El martes llovió cuatro horas seguidas El río Manta no aguantó y se desbordó, llenando de agua y miedo las casas.

Timoshenko, que tiene memoria de elefante, recuerda otro desbordamiento, el más grande. Fue el 13 de marzo de 1953, cuando el invierno trajo más agua de la que el río Manta pudo soportar Él lo vio todo Vivía ahí, cerca de la corriente furiosa. Pero en ese entonces había pocas casas. Pocas casas y pocas pérdidas.

Hubo más desbordamientos, más inviernos: 1983, 1998. Timoshenko también vivió aquello.

Hasta hace unos años, cuando escuchabas el estallido constante de fuegos pirotécnicos, sabías que era señal de un cumpleaños, una fiesta popular o alguna celebración alegre Pero ahora, las cosas han cambiado.

El incesante tronar de petardos se ha convertido en un aviso: ha llegado droga al sector donde se comercializa. Según la Policía, esas detonaciones también marcan un macabro "festejo", anunciando el crimen de un miembro de una banda rival Anoche, antes de las 12, mi ciudad volvió a llenarse de estruendos. No pensé en cumpleaños ni en bailes. Solo me pregunté: ¿a quién mataron esta vez?

DE LOS VIAJES: PLACERES Y PADECERES

Piti y Yim en los jardines de Kensington

Ahorraron todo lo necesario.Acomodaron horarios, francos y vacaciones. Aumentaron ahorros con un crédito Seccionaron el futuro en cuotas. Armaron y desarmaron valijas por lo del sobrepeso. Viajaron. Se desilusionaron. La realidad no se parece en nada a la literatura.

En el oasis

Al momento de aparecer la odalisca, los hombres ya estaban ansiosos. Ante un fondo de arena en pleno oasis vieron el prodigio. Las líneas curvas, la sinuosidad, los brazos elevados. En la mirada estallaba la sensualidad, parecía que cien cobras se erguían y con poder mágico hipnotizaban Inició la danza, desplegó sabiduría. Cada gasa desprendida era como un anticipo de paraíso. Los hombres en círculo, enajenados, no atinaban a nada La odalisca, como símbolo de ofrenda, les lanzó unas que otras monedas de utilería. Ellos respondieron a la provocación lanzándole billetes. Después, quebrando la intimidad, irrumpieron en aplausos Ella, con una sonrisa sostenida, fue recogiendo los billetes mientras continuaban los aplausos. Recogió las gasas dispersas por el piso y cada genuflexión fue acompañada por aplausos. Una vez producido el silencio, enrolló el telón pintado, plegó el oasis con camellos y palmeras y

atándolo sobre el techo del citröen, siguió su ruta trashumante.

Riesgos del corazón

Se ve que estaba en la habitación porque desde el fondo se oía a Olga Guillot pidiendo arráncame la vida Siempre que se metía en su habitación y le venía la cosa, se oía a Olga Guillot pidiendo arráncame la vida. No era muy frecuente pero, cuando ocurría, aquello se volvía gris Usted sabe cómo son las cosas del querer. Falta que a uno se le atraviese una idea y, ¡zas!, no se la saca con nada. El tiempo todo lo arregla, decía siempre su madre, pero parece que no le alcanzaron las horas Entonces Olga Guillot reaparecía y desde el fondo invadía la casa.

¿Qué le pasa al tío Eduardo?, preguntaban los chicos, mis nietos. Está de mal de amores, respondía siempre mi viejo. El mal de amores dura como cien años entonces, protestaba el más joven Ya vas a tener tiempo de saberlo, le decía mi viejo.

Aunque usted no lo crea, mi viejo siempre comprendía a su hermano. Tenían una unión tan entendida que, cuando nos casamos, yo también comencé a comprenderlo. Eduardo tenía sus cosas, pero era buen muchacho. Tal vez el problema era que siempre miró para el lado que no era, es decir, parece que donde ponía el ojo no ponía la bala, digo para explicarme.

El asunto es que esta temporada volvimos a encontrarnos con Olga Guillot Desde el fondo se escuchaba. Al final tuvimos que ir para ver qué pasaba, ya siete días seguidos de arráncame la vida la dejan a uno sin alma

Mi viejo fue el que le golpeó la puerta. La Guillot seguía pidiendo arráncame la vida. Como lo noté medio indeciso, me le acerqué y juntos logramos abrirla. La puerta tiene una maña que había que conocerla

La piecita estaba intacta. La cama tendida, la mesita con el veladorcito, la repisa con la colección de El Tony, las cajas con los gusanitos de seda Usted miraba y todo estaba intacto. Y ese disco negro girando ininterrumpidamente pidiendo arráncame la vida. Lo que faltaba era toda la ropa y las dos valijas que sabían estar debajo de la cama. Cortamos la música Volvimos a cerrar la piecita Y nos vinimos para adentro.

Si cuenta, usando la lupa, puede ver que están las ochenta y siete velitas. Y mire ahí lo que puso Sí, esa es la letra Puede leer bien que dice para Mecha y para mi hermano y también para los chicos. Parece que son las islas Canarias. Mire el sobre, ahí tiene al rey pegado en todas partes Dígame usted, ¿con qué plata?, porque para ir a las Canarias hay que tener plata. Que nosotros sepamos, Eduardo tenía una pensión como nosotros. ¿Cómo voló hasta allá?, mire que, de aquí, al pie de Los Andes, hasta allá hay muchos kilómetros Y a su edad, pensamos, y con mal de amores ¿no le parece a usted muy arriesgado?

Esta mañana nos llegó el sobre, mire, con esta foto ¿Ve bien? Acá está Eduardo, en el centro, soplando las velitas Hace quince días era su cumpleaños. Esa gente que usted ve a su alrededor, no la conocemos. Tome, mire.

Viaje conflictivo

La jirafa cabeceó para confirmar la partida. Las cebras nos acomodamos con los pandas y los ocelotes se fueron con los yeguarizos. Las tortugas, siempre pensantes, dejaron caer una sospecha compartida: ¿Y si encallamos y este diluvio no termina? Eso nos carcomió los sesos todo el tiempo.

El primer viaje

Francisco Trafilzio nos vendió un juego de

valijas de lo más vistosas. Tienen una novedad terrible y unos compartimientos bellísimos. El sistema de cierre y seguridad es de lo más adelantado. La parte del rodaje es amabilísimo. Y, además, no pesan nada

Trafilzio nos aseguró que ahí adentro podríamos poner al mundo y nos sobraría lugar, todavía.

Por lo pronto vamos a meter un avión para llegar más rápido y descansados. Des- pués, una vez allá, veremos que otras cositas metemos para traernos de recuerdo

Este primer viaje va a ser inolvidable, nos dijo Francisco Trafilzio cuando nos vendió las valijas.

Víctimas del mercado

En el buque fantasma recorrimos los mejores paisajes. Visitamos todas las islas que estaban en el itinerario y en la mañanita, temprano, llegamos al embarcadero. El desembarco fue un poco complicado porque no nos daban orden de atraco porque no nos veían Esperamos un poco a que aclarase y tocamos puerto. Al revelar las fotografías, para mostrarles a los parientes, nos encontramos que todas las imágenes estaban veladas, cubiertas como con una especie de niebla que ocultaban los testimonios de bellezas que habíamos visitado. Todo era fantasmagórico Hicimos el reclamo, pero el operario nos dijo que fuimos víctimas de las ofertas del mercado. Un buque fantasma no está reglamentado para usos turísticos.

CONVERSANDO CON JESÚS TODOS LOS NUEVE DÍAS

Alejandro Zapata Espinosa

VI

«La Funeraria Renacer tiene un servicio completo sin tener que pagar ningún tipo de excedente La Funeraria Renacer es la única con noventa y ocho sedes a nivel nacional. Cobertura para los niños desde el embarazo, cobertura para los adultos mayores hasta los ochenta y cinco años Traslado del cuerpo del fallecido a nivel nacional, terrestre o aéreo; lo llevamos o lo traemos sin costo a Cali, Bogotá, Bucaramanga, Barranquilla, Chocó, San Andrés o cualquier lugar del país sin costo adicional... Reciba su bono de fidelidad: cada cuatro años, irá pagando la Funeraria puntualmente, libre del diario para

una persona, y en ese puesto puede ingresar una persona más a su grupo familiar, y cada cuatro años para una persona diferente. Contamos con repatriación y expatriación de otros países: América, Europa y el resto del mundo. Reciba su auxilio económico o bonocanasta familiar desde dos millones de pesos por muerte de titular, se le entrega a la familia dos millones de pesos Para los pasados de otras funerarias, le tenemos en cuenta la antigüedad o cobertura inmediata; se le regala la tercera y séptima cuota de su plan funerario por trasladarse con nosotros; si usted paga una tarifa más barata, le tenemos en cuenta la tarifa que usted viene pagando en la otra funeraria Proteja a su

Narrativa

familia ante lo inevitable de la muerte Un servicio funerario le puede salir muy costoso

Recuerde: estamos afiliando a la Funeraria

Renacer. Afiliamos a los ancianos hasta los ochenta y cinco años Pregunte por su plan funerario de la mascota: su perro y su gato hacen parte de la familia. Buscamos honrar a su pequeño amigo con la mayor dignidad posible Si lo quiere, piense en él y afílialo

En la Funeraria Renacer usted encontrará: recogida de cuerpo, preparación normal del cuerpo, libre elección del cofre (preferencia afiliados), servicio de cafetería, arreglo floral, sala de velación por veinticuatro horas (Villa Nueva, Capilla de San Juan, La Gabriela, Campo de Paz, La Inmaculada, Juan del Corral, Jardines de Montesacro, Jardines de La Fe, La Asunción, La Escobar, Los Olivos o la que elija a nivel nacional). Servicio de misa en la iglesia de La Estrella Entierro en tierra, en bóveda o cremación. Si hace cremación, le damos el cofre para las cenizas.

Cementerio San Pedro, Candelaria, Jardines de Montesacro, San Javier, Belén, Suárez o el que usted elija a nivel nacional. Transporte para los acompañantes...»

VII

Salvé las yucas, las papas y los dos huesos de cerdo carnudo, uno más grande que el otro, del sancocho vinagre: las burbujas en el caldo y el olor a pecueca son las señales para botar lo innecesario. De todas formas almorcé lo que había: ponerme a hacer otra cosa, a preparar arroz y a fritar carne, que tocaría ir a comprar, me hubiera llevado, como poco, dos horas. Solo tuve que fritar arepa y servirme guandolo

Le acaban de pegar una nalgada a la tía que hace los mandados: justo le pegan a la que no tiene, dice, y va a perseguir al sobrino que vacunó a su mamá, una existencia que sale temprano y llega tarde, en camiseta y pantalón deportivo, con una espalda alargada y un bolso de fondo negro con un patrón de corazones azules.

Quién sabe qué llega a hacer a casa: puede que se huela las medias, que le sirvan jugo en polvo sabor tamarindo y cuente los pasajes para descuadrarlos.

Llegó a tiempo: las goteras chocan más seguido contra los cables de la luz.

Ayer Lisi tomó una foto «obligada»: cogimos su celular, la posicioné mirando hacia afuera, enfocamos, ella tocaba con la mano en puño, y tomé la foto que apareció a su nombre.

No quiero aparecer en nada, no me quiero ver en sus cosas.

Su apellido y este año.

Ya sabe que no, y si lo veo no se las va entrar a creer

Negativo el civil.

El muchacho de arriba, que acogió a una compañera del pueblo mientras le resultaba, compró lavadora. Lo malo es que la compañera se fue sin pagar el mes de arriendo; ya debe cancelar dos meses atrasados con una deuda, de esas que empeoran enredos.

Ayer me tomé ese puto jugo y me subió la presión –pasa diciendo, impávido a la lluvia, un carirrojo que fuma y come banano Qué acontece, a quiénes le duelen la cadera, dónde terminaré compartiendo mesa en unos años

Se aclaró la tarde: suena un celular, una salsa romántica ocupa el silencio trastocado por las goteras, el chillido de un niño se hace constante, alguien pone a secar los platos en el lucero y otro cierra una olla. Extiendo mi bendición a la camisa verde y al folio del saco naranja que se introducen al caserío Y a la que lleva de caballito a su hermana, y al que prende la moto, y al que sube a recoger sus pantalones de trabajo pero no las fundas de la vecina; al que se dirige a la puerta y le abren por dentro; a los que se van a gastar sus ahorros.

VIII

Las razones para maltratar a la infancia y el dicho de que entre menos se ame más se es amado cuánto tuvo que repetirse para quedar de lleno en la corteza de la madre el ruido se le mete y le navega y choca contra las orejas taponadas tan siquiera le bajaron ese gusto por prenderse a medianoche cuando el de la pipita y su barba que no tiene a quién lucir descansa las nalgas talladas por la silla de madera el comedor del que fue extraída pasó a leña de Amparo cuando sea un hombre respetable haré los gastos para un sancocho comunitario semanal preparado por las señoras que más tengan fama de aseadas y buenas gentes por una suma de cincuenta mil pesos los que se agreguen deben traer sus platos para no gastar desechables y de todas formas tener unos cuantos del colectivo para los que pasaban sin saber y se acomodaron en una piedra hay tantos que pueden acabar con la olla entonces habrá que pensar en donantes pero siempre tenerlo listo así se

acostumbran a que una vez por semana se pueden acercar a la yuca los señoritos y las madres que no comen cuento de grado y familia ahí conoceré las historias de «banal presente» como una fragancia renovada por el intruso y cómo no pensaremos en mercados que silencien la mala fe de la supuesta líder calviticia ese remanente de los oficios administrativos la muy envuelta con la agenda del político y con los colores para sus tres pelos o se hace contra alguien o a favor de alguien esto es el para qué en favor de quién y contra qué freiriano pero no solo sin consideraciones de choque o pelea es decir que el toro caiga o ensarte al matador por el culo uno de ambos ha de caer y si permanece vivo se le explica con las palabras que no escucharía en posición de intocable en propiedad privada que nubes de yerba desconocen a los años se ampliará la oferta y los borrachines también serán atendidos bajo condición de traer cervezas para las señoras que sirven el autor intelectual de la iniciativa y los viejitos de sombrero o que traigan la materia prima para otro sancocho la cosa es que ellos buscan quién les ponga un plato delante para cuando cojan camino el tambaleo no los tire barranca abajo y en casa no los confunda un gemido con dolores de barriga IX no son tan probables como los sirios o las vasijas de barro en las que reducirán mi cuerpo en caso de terminar mis días alrededor de alcahuetas con gente que ni firma ni produce sonidos agradables a la

estimación humana solo blinda las hernias de quienes se encargan de arreglarlo y bueno Florián sabía más que ninguno de los presentes y eso que no era vieja guardia como el otro aindiado y ni qué hablar del aprendiz y su vozo crecido su copete de estrella que olvidó el panegírico cuando pudo darse el lujo todos escuchábamos como ningún rector ante su señoría o que los preparadores de Massachussets quién con Wiseman los que fueron despedidos o reubicados a fin de cuentas el Tribunal Supremo mandó una breve explicación deberían y no sé si al decirlo le piso la cola al diablo y el diablo soy yo aplicarse visitas cinematográficas imprevistas no solo registros fotográficos manipulados o reducidos para dar cuenta de la realidad palpable del aire que respiran los alumnos las enfermeras las Hermanitas de los Ancianos Desamparados los recicladores el músculo y los bautizados en el lote nacional como mucho se daría una imagen de la época y serviría para mostrarles a los de la generación más joven que piensen dónde meter sus cuerpos fríos a no ser que los pisoteen los caballos y el seguidor del rey Jehú pueden encontrarse doctores expertos en citaciones de impacto académico y social dar charlas con Hitler en medio de dos muñequitos y la bandera nazi tapada en la mitad por un trapo blanco de modo que solo se ven las rayas negras y qué importa si los comentarios son muy útil su conferencias gracias por compartir excelente disertación saludos desde República Dominicana ¿y mi certificado? no veo el enlace exija sesenta canastas para sesenta cabezas que en caso de no cortarse impidan la potestad del genio autoproclamado...

DE LAS ARTES LITEROMÁNTICAS PARA EVADIR EL FASCISMO

Reconocí la música apenas entré a la librería. Era Aperlae la pieza que más me gustaba del álbum Lost Atlantis de la banda Ataraxia.

¿Desde cuándo el darkwave neoclásico italiano invade el antro de la música ranchera? solté a Amelia, la dueña, quien se me quedó mirando un instante Dejó a un lado su frugal comida para levantarse y correr a mi encuentro.

¡Damián! ¡Qué gusto que hayas regresado! expresó con alegría y me abrazó

. ¿Cuándo llegaste? ¿Cómo te fue? ¿Los encontraste?

Tenía las respuestas a todas esas preguntas y más, pero preferí guardar

silencio Estuve fuera por meses y lo que más extrañé no fue la comida de mi país, los sonidos de la megaurbe o la adrenalina del apresuramiento. Era ella y su contacto, su forma de saludarte, de apreciarte, de verte como si fueras lo único que importante del cosmos, su sostén

“Se equivocaron al darle su nombre, debería llamarse Eudaimonía” alguna vez comentó Noemí, su amiga de infancia, “es la plenitud humana en dos hermosas patitas”.

En la madrugada Tuve un problema al ingresar a los yunaited. Ya que se resolvió me colocaron en el vuelo de las 3:45.

¿Y eso?

El problema que siempre me persigue

Mucho avance tecnológico y tendrán escáners de punta que siempre interpretan mis libros como paquetes de cocaína En cuanto sonaron las alarmas al pasar aduanas me llevaron a un cuarto aparte con dos guardias y un perro. Exageran el asunto a diferencia de lo que pasa en Buenos Aires, Santiago, Caracas o la Ciudad de México.

Demasiado drama. Bien, no importa, sigue contándome

Pidieron que pusiera mis maletas en la mesa, que quitara los seguros y me diera dos pasos atrás. El guardia con una inexorable parsimonia se puso guantes y abrió las maletas.

Amelia soltó la carcajada sin esperar más.

Ya me imagino el inefable rostro dijo entre risa y risa al descubrir tus sucios calzones y medio centenar de libros, ¿verdad?

No pude evitar la sonora invitación para unirme al coro de risas que colman los ojos con alegres lágrimas.

Más por el holocausto de calzones flameados que por los libros ratifiqué y expandí su broma

El coro de risas creció para volverse el sonido que llenó el mundo tras el Big Bang, el cosquilleo que hizo que Brahma despertara, la herejía que es señala en las bibliotecas donde el mudo es emperador.

Tuvimos que contenernos cuando sonó la campanilla de la entrada Una chica de secundaria entró entre dubitativa, temerosa y con curiosidad. Nos miró de forma alternada tratando de determinar quién podría atenderla Decidió que sería Amelia ¿Tendrás Mi Lucha? disparó a quemarropa.

Amelia y yo cruzamos miradas. Casi un siglo de su publicación y era el único texto de Hitler que seguía siendo bestseller Por una razón que desconocíamos era un texto que siempre llamaba la atención de las y los adolescentes. No sabíamos si era un asunto de rebeldía o la búsqueda de una iluminación, de una metanoia que les señalar un rumbo seguro.

No respondió con sequedad Amelia , pero puedes preguntarle en el puesto de periódicos de la esquina. Si compras dile al encargado que te lo venda en paquete con Los hornos de Hitler o Nunca jamás Son buenos complementos.

La joven agradeció y se esfumó en un santiamén.

Ayer vinieron tres chicos, antier dos chavas. Apenas va un mes de clase y lo están pidiendo como si fuera la Biblia.

Así es No te he terminado de contar: en el aeropuerto los guardias no solo buscaban drogas. También material que pudieran considerar peligroso como algún libro, revista o artículo que esté en su index

Como si estuviéramos en la Europa medieval.

Asentí y saqué de mi equipaje un libro.

Brincaron cuando vieron este comenté y se lo ofrecí a Amelia.

¡Florilegio de caligramas! ¡El libro perdido de Tablada!

Primera edición y dedicado a Diego Rivera. Solo se publicaron treinta ejemplares ya que él hizo la labor de hacer un caligrama distinto la página 66 de cada uno

¿Y por qué brincaron los guardias?

Revisa el que está en la página quince.

Ya veo, una esvástica. Fascistas buscando fascistas: el chiste se cuenta solo. ¿Cómo te libraste?

Usé la disuasión

caliginosidad mexicana: cantin- flié No hay nada como confundir al enemigo que se cree superior. Les hablas de forma sencilla, simple apelando a su supuesta inteligencia al tiempo de sobarles el ego y no darles oportunidad de demostrar que no saben. Más si hay varios del mismo tipo en el mismo lugar: tienen que demostrar que son, no que los hacen.

Ni me intentes aplicar caliginosidad, cantinfleada o albur Mejor dame un ejemplo

Abrí el poemario en la página 37. Unas flores, un faro, la orilla del mar, olas que se mueven, algunas palmeras y aves. Primero les dije: “En el amor todo se vale y este poema es como un encantamiento para seducir a toda mujer”

Te manchaste, síguele.

Como no saben leer letra manuscrita, improvisé un poema, no el que escribió Tablada mientras seguía las palabras con mi índice: “La talasofobia es al amor entre nosotros / como el celo al heliotropismo de tu corazón / solo unidos en el undísono de la confianza / homúncula: soy tu homúnculo / que a la Patria y Dios servimos en mutua entrega”. Me quedé con ellos hasta que lograron memorizarlo, me dieron las gracias y me escoltaron al vuelo de las 3:45. Bastante efusivos cuando se despidieron.

Me disculpas, pero estás errado, no los cantinfleaste Más bien has inaugurado escuela esta vez: te los tagoreteaste.

Alcé los hombres e hice el gesto de “qué quieres, soy así”.

ESCRIBIR UN TEXTO

¡Carajo! La hoja en blanco me da pavor

Llevo varios días diciendo lo mismo: quiero escribir algo y no puedo. ¿Qué estaría bien?

¿Un cuento de amor, una poesía de pasión o un escrito cachondo? Esa palabra, cachondo, es graciosa. ¿Existirá alguna prenda íntima con ese nombre? Sería bueno saberlo.

Pero volvamos a lo nuestro Me preocupa esta situación No puedo escribir una sola línea

¿Qué escribo? Pienso en Rosario. Qué hermosa chica. Su belleza es perfecta para un poema.

O tal vez Alondra, sus pronunciadas caderas podrían ser una gran novela. O podría escribir sobre la ceguera de Miguel, que pese a su discapacidad, es el más productivo, pero no, Saramago ya la tiene.

¿En qué lío me he metido? ¿Para qué carajo dije que soy escritor? Ahora los compañeros de la oficina se van a reír de mí sino llevo ese poema con el que me comprometí en la reunión anual de la empresa, ya solo me queda una maldita semana

Llevo varias noches buscando, en medio de la oscuridad, una idea clara para desarrollar un escrito. ¡Puta madre! Me estoy volviendo loco. Tal vez la literatura exige esto: estar loco para poder escribir.

Qué envidia me dan esos autores que llegaron a conquistar corazones a través de la palabra escrita. ¿Será que necesito una copa de whisky? ¿un churro de mota? He escuchado que a muchos les funciona. Pero tal vez yo termine pedo y no escriba nada, o bien mariguano y me quede todo embobado mirando la hoja en blanco

Mejor me voy a dormir. ¡Que se vaya todo al carajo! Si publicara un libro los cabrones de la oficina no lo comprarían. Son tacaños los hijos de la fregada. Es más, esos cabrones ni leen.

Mañana veré para qué me sirve esta hoja en blanco Por ahora, chao Bola de culeros, además los escritores ya están contados.

MIS DEMONIOS Y YO

En mi memoria existe un punto de partida en donde los recuerdos inician su fluir como agua de río que busca su salida al mar, esa es la metáfora definidora de mis membranzas que no terminan por diluirse o de borrarse

Estas rememoraciones tienen conexión directa con los demonios escapados por alguna puerta secreta del pozo del averno ilocalizable por ausencia de coordenadas tangibles. Esos seres infernales que aún me acompañan no son mi propiedad, pero actúan como si lo fuera

¡Ya váyanse, déjenme en paz! Grito cuando me exasperan con su presencia ruidosa, pesada y abyecta.

Me observan con disgusto y murmuran en idiomas que no entiendo.

Entonces enfadado, gesticulo, amenazo y termino gritando de rabia: insultos, denuestos e injurias que inician un puente de convivencia primigenia; en ese momento soy uno más de ellos, en ese campo de batalla construido no hay lid ¡Nunca se van a ir; ellos y yo crecimos juntos! Concluyo en mis deducciones.

Las visitas de mis demonios se han espaciado, sus visitaciones de acompañamiento ahora son esporádicas; antes eras consuetudinarias. En el pasado, todas las tardes de cada día cuando las primeras capas de oscuridad comenzaban a

ordenarse, los veíamos emerger de caminos sin plano alguno, recorrían un viaje por largos senderos oscuros y desconocidos para nosotros.

En mi infancia los veía nacer del piso de tierra apelmazada de la casa que habitaba con mis padres, sus caras tristes y silentes se transformaban a medida que eran paridos a esta vida. Se transmutaban en seres burlescos, rijosos, ruidosos, la mirada lujuriosa de fuego de estos genios del mal me llenaba de miedo que se extendía en toda la familia. Los hijos del adversario de las buenas costumbres nos miraban fogosos con la confianza que dan las visitas frecuentes.

Mi padre molesto por la irrupción de esas extrañas criaturas los perseguía en el patio de nuestra morada amenazándolo con su vieja escopeta de calibre 20 que no dañaba a seres malignos. La oscuridad los escondía, era tan densa que la única forma de ubicarlo era localizar el fuego de sus ojos. Camuflados con el color de la espesa negrura de la noche reían sin descanso burlándose de sus perseguidores, como venganza batían los sembrados útiles para la supervivencia.

La treintena de casuchas del poblado sufrían como nosotros la invasión diaria de esos seres extraños que se divertían en sus andanzas por los caminos que conectan el olvidado villorrio de campesinos.

El pueblo al oscurecer se llenaba de tronantes sonidos de disparos de escopetas, el espeso olor a pólvora se metía por las narices, las mentadas de madres se proferían por en todos los tonos, los rezos y plegarias acompañadas de olores a incienso escoltaban las peticiones que solicitaban a Dios mandar una legión de su ejército para darle un escarmiento a estos ángeles caídos

Los pobladores aldeanos después de muchos años aprendieron a convivir con esos seres infernales que terminaron departiendo con camaradería mutualista que beneficiaba a ambos. Se hicieron tan habituales que algunos de ellos hasta tomaron como esposas a las más bonitas del poblado y por ahí andan todavía algunos de sus hijos que se reconocen por ser sapientes y sarpentosos en sus negocios.

De ellos, de esos viajeros de todos los confines he aprendido mucho, los demás no sé. Recuerdo que nos platicaban de las grandes ciudades y de las enormes lluvias de otros parajes donde las cosechas eran tan abundantes que daba para comer tres raciones diarias. A ellos les gusta departir con los humanos, mucho más con nuestras mujeres

En la actualidad a veces se esconden invernando en nuestros cuerpos, no mueren así que en cualquier momento reaparecen causando estropicios

Ni crucifijos benditos, agua con pureza, imágenes sacrosantas los han logrado intimidar ellos son inmunes a todas las creencias e ideologías, además para desconsuelo desconocen las reglas morales.

Nadie ha logrado vencernos. Me confía uno de ellos, mientras nos

embriagamos en un jolgorio del pueblo. Lo miro escanciar su vaso de pulque, lo observo en sus inicios de ebriedad.

No falta muchos años, para que nosotros los hijos del olvido seamos como ustedes y ustedes como nosotros, al final seremos uno mismo. Dice mientras el día empieza a despuntar en horizonte.

Cuando la modernidad a través de la energía eléctrica llegó al pueblo los demonios perdieron esa batalla. Ellos desaparecieron, la alucinación colectiva se escondió en el cofre de los recuerdos Pero solo fue por un tiempo, ellos encontraron un nuevo escondrijo: ya viven entre nosotros, eso lo veo todos los días, lo conozco mucho porque fueron mis amigos de la infancia.

Aunque para mí, el miedo que me provocaban no se han ido del todo. A veces ellos, los más temibles regresan por sendas desconocidas e intentan asustarme y controlarme, pero conozco su secreto: le temen a la luz, ellos también saben que me desagrada la oscuridad y me lo recuerdan con su presencia.

Tengo mis propios demonios amigos. Ellos no están ausentes, aprendieron a dormir. A estos mis demonios los tengo atados en mis más profundas cavernas de mi ser. Somos tan afines que a veces salimos a divertirnos, después de todo cualquier travesura que cometa, los verdaderos culpables son ellos.

Cuando están irascibles y yo de un mal talante que no soporto sus risas y gritos, los libero de sus ataduras y salimos a pasear.

UN INSTANTE MÁGICO

Para mi padre

Lo despertó el olor a fresas y el bullicio de los carros en la avenida Se asomaban las primeras luces del alba por su ventana en su cuarto poco espacioso pero cómodo. Eran las 5:30 de la mañana y lo asustaba el que no hubiera sonado su reloj despertador. Sabía que comenzaba un día más que importante para él. Después de siete años de acuciante soledad se rencontraría con la persona que creía era la más importante de su vida. Se tiró con rapidez de la cama, se dirigió al baño, se lavó dientes y cara y solo con un suspiro se despertó por completo Abrió la puerta de su armario, escogió su pantalón

negro de algodón, su guayabera de mangas largas blanca y se puso los zapatos mocasines de cuero puro Se vistió como creía que estaba mejor, y así estaba vestido: con la ropa que no traicionaría su condición de cubano. Se miró detenidamente al espejo y con solo un segundo se percató de que estaba listo para la ocasión.

Puso la cafetera de café y al terminar de colarlo se tomó un sorbo de la taza que sirvió, la ansiedad y la emoción no lo dejaron desayunar nada, pues quería estar lo antes posible en el aeropuerto. Bajo rápidamente las escaleras y salió a la Avenida Panamericana Le hizo señas con el dedo a innumerables taxis, y todos iban ocupados;

parecía que aquel día toda la gente tendría un momento alucinante. Luego de quince minutos logró abordar un vehículo que lo dirigió hacia el aeropuerto. En media hora estaba allí, a la espera de la llegada de esa persona: la que creía más importante para él

El vuelo estaba programado para llegar a las 7:30 a.m. y en ese instante mismo aterrizó, lo sabía pues estaba en la pantalla informativa del salón. Tuvo que esperar por él. A quien esperaba debía pasar como todos los pasajeros del avión por la aduana y migración.

Salieron por la puerta de llegada 120 personas que las había contado con sus propios ojos, todas ellas se reencontraban con sus familiares y se sentía en aquel salón de espera el olor de la alegría. Pero él ya se resignaba a perder la oportunidad de disfrutar de ese vital sentimiento

Luego de tanto esperar se abrió la puerta automática por última vez, y allí, ¡allí! estaba él, a quien esperaba con tanta incertidumbre. Apenas lo vio lo abrazó, lo besó y a ambos se le salieron las lágrimas de los ojos y se veían correr por sus rostros como gota de lluvia que cae del cielo Saboreó la alegría y la felicidad del tan anhelado momento

Justo después de ese instante ninguno de los dos supo qué hacer, no sabían ni como desprenderse de aquel fuerte abrazo que era símbolo de unión luego de siete años sin verse. Ese día fue mágico e inolvidable.

Se reencontraba con su hijo un padre después de siete años alejados

VIAJE POR CARRETERA

Por las ventanas solo se ve las tierras rojizas de los montes que han sido cortados por la carretera, cubiertos por el verde de la hierba que crece rebelde, en frente hay un camino de asfalto en ambos sentidos.

He cruzado por esta carretera desde que tengo uso de razón e incluso mucho antes de nacer Algunas veces ilusionada, otras llorando, aprendí las lecciones más duras de la vida en estos largos kilómetros. Entendí lo que era el llanto y la muerte, conocí la soledad y la desilusión.

Fue una historia larga que cargue por mucho tiempo.

Hoy he vuelto a recorrer las horas de esta carretera Pero esta vez como adulta Puedo sentir que en estos segundos he crecido de un solo respiro los treinta años de vida.

Hoy me he dado cuenta de que, así como he pasado por tramos cubiertos por niebla o tormenta, también he experimentado cosas con las que ni siquiera me atreví a soñar.

Hoy, por fin, doy cuenta dónde estoy parada y lo que tengo de frente

Durante mucho tiempo, desee el momento de escapar de mi rutina cotidiana, imaginaba unas alas que me llevaran lejos y que no supieran regresar, pero ahora me doy cuenta de que lo único que necesitaba era hacer un largo viaje por esta carretera que tantas veces me acompañó.

SEIS HISTORIAS BREVES

Acto de presencia

Era tradición en mi adolescencia ir de noche al cementerio a probar que éramos valientes Tras darle una propina al guardián, nos internábamos entre las tumbas y mausoleos. Hasta que me perdí. Mejor dicho: mis “amigos” me abandonaron, a modo de broma. Nunca me encontraron, pero logré salir del camposanto

A veces regreso allí; es mi hogar, en el cual deambulo sin aburrirme. El tiempo no me apabulla. Sigo aparentando quince años.

Cuando asusto a Miguel, Edgar y Octavio cada noche, estos cuarentones, atribulados, les cuentan a sus familiares sobre mí, y nadie les cree

Bichito

No soporto a la polilla que se me acerca, con su lento vuelo. No me deja escribir un cuento. Se posará en alguno de los libros de mi biblioteca para contaminarlo. Quisiera matarla, aunque me da pena Es tan inofensiva No le quitaré la vida a otro ser natural

Acabo el relato, lo mando a la editora y me voy a dormir.

Al amanecer, veo mi habitación: todo se halla bien.

Pienso en la polilla. Es una criatura fregada, pero recuerdo la última vez que aplasté una: gritó de dolor y su cuerpecillo se deshizo en lágrimas

Cambio de menú

Siempre he comido pescado (adoro el bacalao) y otros manjares marinos en Viernes Santo. Pero esta fecha se me ocurrió degustar lomo saltado, pues tenía antojo. Me sentí culpable ¿Acaso había cometido un pecado terrible y Diosito me castigaría?

Aquella sensación me dio un quebradero de cabeza todo el fin de semana: no pude leer, escribir, ver películas, ir a misa, reflexionar.

Días difíciles, y perdidos.

Narrativa

El lunes apoyé a mis vecinos extranjeros, quienes tenían algunos problemas económicos

Mis molestias anímicas desaparecieron. Hubo en mi interior un calor apacible. El martes almorcé chupe de pescado.

Mecanismos festivos

Pasaré la navidad con mi familia. Los buscó por toda la casa para decirles mis sentimientos. Encuentro sus módulos holográficos. Aparecen mi madre, mi padre, mi hermana, mi hermano (ambos menores), y mi hermano mayor (con habilidades diferentes). Reflexiono

Debí abrazarlos cuando podía, antes de que el Gobierno me seleccionara para revestirme con este cuerpo cibernético, por ser un escritor reconocido. En mi caja craneal hay una copia de seguridad.

No tuvieron aquella fortuna quienes amo Son entidades virtuales hechas con algoritmos Crear un libro cada mes no atenúa mi inquietud. Partieron hace ocho siglos.

Si pudiera llorar, lo haría.

Mirada de niño

¿Qué miras, Adriano? preguntó el profesor

El cielo.

¿Algo en especial?

Puede ser, hay cosas maravillosas allí.

El niño no dijo más Se le escaparon dos lágrimas El maestro quiso darle el pésame: decirle que lamentaba lo de sus padres. Intentó darle ánimos, pero se contuvo. Nunca había sido hábil expresando condolencias. Decidió dejar solo al infante en el patio del colegio. Antes de irse, el profesor miró hacia arriba: no había nada fuera de lo común Bajó la vista, giró la cabeza hacia atrás…

Adriano ya no estaba ahí. Sobre el columpio vacío se posaban dos plumas blancas.

Retorno estacional

El verano pasado volví a la casa de mi infancia. Tengo cuarenta y dos años recién cumplidos

A pesar de que estaba bien con mi familia, me fui de mi hogar cuando niño, en busca de otros horizontes, fama, fortuna; para hallarme a mí mismo. No pude encontrar nada de eso.

Por ello regreso nada más con lo que tengo puesto, derrotado. Toco a la puerta, nadie contesta

Decido entrar por el balcón, como hice una vez, cuando perdí mi llave.

Es inútil, ha transcurrido mucho tiempo.

La casa sigue igual. Pero retorné demasiado tarde.

Ahora me atribula el invierno

LA CARRETERA FINAL

Sobre el pedregoso camino al norte, del entronque con la carretera a la playa, Rodrigo miró de reojo a la anciana que lo acompañaba en el asiento delantero, temía que se despertara después de la tranquilidad de la carretera y ahora que entraban al camino difícil. Pero la anciana se arremolinó en su asiento, emitió un leve gemido y se volvió a dormir

A un costado del coche, la hilera de pinos que cercaban la vereda que conducía al ejido fronterizo dejaba ver por entre sus ramas los rayos de sol que a esa hora de la tarde empezaban a palidecer. Pronto oscurecería.

Pero a Rodrigo le interesaba llegar antes del anochecer a la casa de la tía Tula Cuatro

kilómetros era la distancia que separaba la carretera del Ejido La Bartolina, lugar donde había florecido la historia de amor de sus abuelos, más bien, de su abuela con el segundo hombre en su vida

Don Juan Carranza, había llegado a la ciudad, en la frontera y se estableció en esa región después de andar haciendo movimiento social para que les adjudicaran algunas tierras ejidales y así poder fundar el Ejido La Bartolina donde se asentaron varios hermanos de él y otros lugareños venidos del centro y sur del país en busca del sueño americano.

Pero Don Juan, desde el pueblo, se había quedado prendado de la valentía de la mujer

de armas tomar a la que había prometido matrimonio y la cual había aceptado ir a vivir al rancho a compartir el sueño de sembrar y hacer producir la tierra que en ese entonces era pródiga con el algodón.

Ahí había hecho una pequeña fortuna y ahí era donde Rodrigo había pasado los veranos más felices de su infancia cuando en las vacaciones escolares, se trasladaban a la casa de los abuelos La rutina en esas temporadas era la de levantarse a las cinco de la mañana mientras miraba a su abuela cocinar las gruesas tortillas de harina de trigo tan blancas y esponjaditas que salían de la cocina de la casa, operada con leña y comal de acero.

Mientras, el abuelo se aprestaba a preparar a los animales y todas las herramientas y utensilios que usarían en la labor todo el día, en compañía de los demás trabajadores temporales que llegaban a la pizca del algodón

Él era feliz con los cinco centavos de los años sesenta que le daban por cada kilo de algodón que lograba meter al saco de ixtle que cargaba en sus espaldas.

Ahí, las noches eran bellas, llenas de luna y de cuentos de fantasmas e historias fantásticas que contaban los trabajadores del campo.

Con el tiempo, las habilidades mermaron, y los ancianos y tuvieron que trasladarse a vivir a la ciudad donde instalaron una tortillería que funcionaba con la labor manual de cuatro recias mujeres muy hacendosas, mientras Rodrigo iba a la Universidad

Pero Don Juan siempre quiso regresar al Rancho. Más cuando menos lo esperaron, no

se pudo, las comodidades que tenían en la ciudad y las exigencias de los nietos no lo dejaron ir.

Además, la vida en el ejido ya no era la misma, las tierras habían dejado de ser productivas, la mayoría de los ejidatarios se habían ido. Los pocos pobladores que quedaron en el rancho poca atención ponían en el cultivo de la tierra, se empezaron a volver flojos y atenidos a las indemnizaciones que una planta química vecina les otorgaba para acallar la consecuencia de algunas emanaciones de gases tóxicos de sus chimeneas, se habían acostumbrado a hacer el menor esfuerzo.

Y las tierras se fueron quedando sin atención, las pocas familias y jóvenes que quedaron empezaron a contaminarse con actividades ilícitas que empezaron a invadir toda la frontera norte del país

Don Juan murió dejando en la profunda tristeza a la abuela que a partir de entonces había empezado a padecer algunos síntomas de una enfermedad propia de la gente mayor

Ahora habían vuelto porque la nueva administración municipal, habían decidido poner la señalización de las calles del ejido con los nombres de los fundadores

Se habían colocado los nombres completos en letras de acero inoxidable montados sobre una placa de caoba Y por supuesto Don Juan, su abuelo, estaba entre ellos.

Y aunque la abuela había estado delicada de salud últimamente, no había querido perderse la oportunidad de estar presente en la ceremonia.

Le llenaba de orgullo la distinción, el hecho de que una calle del escondido ejido del noreste del país que casi nadie conocía, llevara el nombre de su marido le había dado fuerzas para asistir a la ceremonia del día siguiente donde se impondría oficialmente la nomenclatura de las calles que colindaban con la escuela del lugar que ahora albergaba una telesecundaria

Anochecía cuando al dar la vuelta a la última calle antes de entrar al ejido, la anciana despertó tosiendo fuertemente por lo que su nieto tuvo que parar el coche

¿Qué te pasa abuela, te sientes bien?

Si m'hijo estoy bien, ¿cuánto nos falta para llegar?

Ya estamos aquí abuela, solamente faltan dos calles

Al día siguiente todo el ejido estaba de fiesta, el presidente municipal había invitado al gobernador y fue la primera dama del estado quien inauguró las estructuras de madera con que habían inscrito los nombres de los fundadores

Rodrigo pensó por un momento ¿Quién va a venir en los próximos años por estos rumbos, si nadie quiere producir, si todos estos son una bola de flojos que ya no quieren sembrar?

Pero la abuela sonreía feliz, ahí había pasado los mejores momentos de su vida, su marido había sido sepultado meses atrás en el panteón de la ciudad y esta vez, su recuerdo iba a quedar perennemente inscrito en una calle, en ese oscuro rincón de la patria, de un insignificante pedazo de tierra que solamente los lugareños sabían apreciar.

Para el resto del mundo, aún para el resto de la ciudad, el ejido La Bartolina, aquel lugar donde se habían hecho los primeros repartos de tierra ejidal y que tanto había florecido en los años sesenta con el sorgo y el algodón, ahora no era más que un insignificante lugar que jamás nadie quería visitar.

Pero para Doña Aurora, su corazón había quedado ahí y ahora había sido testigo de un acto muy importante para ella, quizá el más importante de su vida.

Una vez concluido el acto y tras de la celebración con barbacoa de res, guisado de puerco con adobo, arroz rojo y tortillas recién hechas del comal, Rodrigo y su abuela se despidieron de la gente y volvieron a tomar la pedregosa vereda rumbo a la carretera a la playa que los conduciría de regreso a la ciudad

Pero la palidez de la mujer era cada vez más pronunciada, sin embargo, sonreía, estaba feliz, como si el hecho de haber presenciado aquel sencillo homenaje a su extinto marido le hubiera devuelto la energía perdida por su enfermedad.

¿Te sientes bien abuela, estás contenta?

Sí, mucho contesto débilmente mientras seguía sonriendo.

Ahora si puedo presumir que mi abuelo fue un hombre muy importante, ¿verdad?

Claro, m'hijito, no te quepa la menor duda.

Voy a dormirme un poco

Muy bien abuela, ¿tienes frio, quieres taparte con algo?

No, así estoy bien

Y Rodrigo siguió manejando rumbo al oriente a la ciudad, la abuela sonreía mientras el crepúsculo comenzaba a adornar el horizonte con sus destellos dorados.

El día moría y la anciana dormía, el chofer manejaba despacio tratando de no entorpecer el sueño de la abuela, la esposa de un hombre importante que había sido homenajeado con su nombre por siempre en una escondida calle del medio rural mexicano.

La abuela sonreía, pero mientras se acercaban a la ciudad, la sonrisa se fue haciendo más placentera y junto a los últimos rayos del sol, cerca del anuncio de Bienvenidos, a la entrada de la ciudad, el pulso de la mujer se fue haciendo más débil y sin que el joven se diera cuenta, la anciana desprendió su espíritu de su cuerpo mientras el corazón dejaba de latir.

La sonrisa permanecía en el rostro de la mujer, se había ido feliz, su misión en la tierra estaba concluida.

CAMINATA EN LA COLINA

Hete caminado por las tristes y viejas calles de una ciudad que me abandonó, una ciudad a la cual le guardo rencor y ardor por sus desgraciadas tragedias y traiciones hacia mi ser. No soy feliz estando aquí, no puedo recordar porque volví, pero sé que me debo quedar y afrontar mis responsabilidades, tarde o temprano lo que me aterraba tendría que volver a atormentarme. Mientras caminaba recordé los viejos motivos por los cuales me alejé y decidí exiliarme en las altas llanuras de las cercanías de esta ciudad. Estuve lejos por tanto tiempo que no podía reconocer las calles por donde caminaba, todo me parecía extraño y sombrío Los callejones que en mi niñez encontraba coloridos y llenos de vida ahora me parecían míseros y grises. Sé que me aleje de esta tierra cuando aún era un simple adolescente con metas y logros estúpidos, pero volver y no poder reconocer el lugar de natalicio de uno mismo es el peor sentimiento Finalice mi caminata al percatarme que mi destino se acercaba. Lentamente bajé el maletín que portaba y con una cálida mirada pude observar las ruinas de lo que quedaba de mi antiguo hogar Aquí fue donde pase mis años ya perdidos. Donde disfrute y llore. Suspire con nostalgia recordando memorias alegres y lo contemplé por unos minutos hasta que una voz cálida me levanto de mi transe.

¿Julio?

La voz cálida con tintes amargos provenía de una bella muchacha costeña. Tenía un cabello castaño tan similar a una barra de cacao, del cacao más fino que se pueda encontrar en esta tierra, unos ojos de leyenda que perpetraban a cualquiera y una sonrisa tan fina como el sol del alba Matutino

Parecía alguna joven extranjera, extranjera a la zona pobre y desgraciada donde se encontraba.

El mismo

Respondí con una seriedad digna de las aves que sobrevuelan al Pichincha. No conocía a esta bella joven, pero el que supiera mi nombre ya era motivo de alerta

¿Me conoces?

¿No me recuerdas?

Disculpa, pero no te reconozco

Ya veo, quizá esto te haga recordar.

Rápidamente me enseñó su antebrazo donde pude presenciar algo que me dejó petrificado Era María Rosa, uno de los motivos de mi exilio. Éramos jóvenes enamorados, solo nos importaba estar juntos, abrazarnos y besarnos. Esa era mi vida antes de salir de la ciudad, esa era mi vida con María Rosa. Lo que estaba en su antebrazo derecho era un brazalete de plata que había adquirido especialmente para ella en nuestros días de enamoramiento. Un brazalete extremadamente costoso pero que en su tiempo valió cada sucre ya que

significaba nuestra unión como pareja. Soñábamos en casarnos y alejarnos de toda atadura que tuviéramos a esta ciudad, pero ninguno de estos sueños se hicieron realidad. Mientras ella me amaba, su familia me repudiaba. No les agradaba mi forma desprolija de ser

María Rosa.

Julio.

¿Cómo me reconociste?

No has cambiado, solo te dejaste la barba.

Lentamente acerqué mi mirada para contemplarla e intentar reconocerla En todo el tiempo que había estado fuera ella había cambiado completamente, parecía una persona diferente de la que me enamore. Conversamos por algunos minutos e intercambiamos vivencias mientras el sol se ocultaba y daba paso a que la luna reine. Me ofreció quedarme a dormir en su vivienda, pero decliné la oferta y le comenté que me quedaría a dormir con un primo cercano.

Volveré a verte?

Estoy atareado, pero trataré de hacer tiempo.

Me vio indiscriminadamente y sonrió.

Te esperaré a la hora de antes en nuestro lugar privado, aún hay mucho de lo que hablar.

Mientras veía como se alejaba pude pensar claramente en todos los momentos mágicos que compartí a su lado, de esas tardes llenas de besos y promesas falsas, que parece que ella aún espera que se cumplan Sigue enamorada de mí, eso es fácil de descifrar. No espere verla tan pronto en

mi regreso a la ciudad, pero fue grato. Aun no comprendo por qué sigue apegada a mi si cuando me marché le rompí el corazón Algo que a mí mismo me había prometido no hacer, pero las circunstancias que me obligaron a aquello fueron de mayor pesadez que un simple amorío juvenil Le mentí diciéndole que iba a dormir donde un primo. Tenía miserias en los bolsillos de mi saco, solo unos cuantos dólares que conserve de la travesía que me devolvió a la ciudad. Salí de la zona y me dirigí a los viejos bares donde la vida nocturna es la musa perfecta para cualquier hombre, donde un trago es símbolo de paz interior. Ingresé al primero que pude ver y de botella en botella fui olvidando mis problemas. María Rosa había prendido la llama de mi amor extinto y me hizo recordar mis antiguos problemas. La ansiedad me perseguía y me rasgaba la garganta al igual que el vaso de trago que me tomaba Me encuentro en el suelo de un callejón, delirando, mi cabeza siente el dolor. Me levanto y me percato de mi ropa sucia. Sin fortaleza camino y me dirijo a deambular por las calles ya iluminadas por el sol. Aún tenía tiempo antes de encontrarme con María Rosa así que decidí aprovecharlo al máximo. Partí a un río cerca de las afueras de la ciudad, me desnudé y entré al agua. Fue mi momento espiritual, lave todo mi cuerpo de cualquier esencia o fragancia de la noche anterior Me sentí libre, el agua calmaba mi cuerpo y me permitió pensar en que era lo que quería y debería hacer con María Rosa. Lo caballeroso sería no ilusionarla y seguir con mi paso en esta ciudad, pero mis deseos

carnales me lo impiden. Extraño el sabor de sus labios, sus abrazos cálidos y su piel.

Todos los momentos de romance que tuvimos juntos volvieron a mí y se clavaron en mi pecho como una daga o alguna flecha recién lanzada, momentos inefables para los dos Estaba claro lo que debía que hacer, lo correcto. Pero la sombra de mis deseos impuros era mayor. Ya asomaban los buses nocturnos cuando fui caminando a el lugar que alguna vez bautizamos como nuestro y privado. Era el típico lugar donde todo se podía ver, pero nadie ni nada nos veía a nosotros Camine a este, había dejado mi saco y mi maletín cerca al río donde anteriormente estaba, ya que las noches en esta ciudad son calientes y poco ventiladas. No me preocupaba tanto que se me llegue a extraviar mi maletín. ¿Qué me robarían?

¿Poemas? Los ladrones tienen mejores cosas por las cuales luchar que pedazos de papel llenos de palabras sin sentido. Mi saco me preocupaba un poco, pero lo que más me tenía consternado era el encuentro con María Rosa, estaba ansioso por saber que pasaría

Cuando la vi quedé desarmado, me perdí en su belleza. María Rosa tenía el poder de doblegar a cualquier hombre. La saludé y me respondió el saludo, los dos sabíamos que había un tema pendiente del cual tratar, pero sin decir una palabra entendimos que lo mejor que podíamos hacer era disfrutar del momento en el que nos encontrábamos, de la presencia mutua de dos almas que previamente se habían enamorado. Ese sentimiento tan efímero y difícil de encontrar Compartimos una linda velada sentados en el césped de la colina, hasta que me preguntó si había

sido ella el motivo de mi marcha, de mi desaparición de 3 años. Siempre fui un hombre honesto así que esta no sería la excepción, le relate que ella había sido uno de los detonantes en mi exilio, pero no por culpa o por motivos similares. Fueron conflictos propios en mi ser los cuales me empujaron a tomar aquella desenfrenada acción. Pasamos toda la noche allí sentados, conversando acerca de cosas frívolas y sin importancia ¿Todavía sueñas con ser poeta?

Quizá.

¿Tienes alguno por allí?

No, los deje en la casa de mi primo

Me quedo mirando con una cara de pena, similar a la de un can callejero triste que solo desea un poco de comida. Termine componiéndole uno, exaltando su gran belleza y su fina figura. Complacida me miró y sonrió.

Gracias, me encantaba escuchar tus versos, y mejor aún si son dedicados a mí.

Al escuchar tan sincero comentario me ruborice y ella lo noto, comenzando a burlarse de mí Entre burla y burla empezamos a comentar los viejos momentos romanticos del pasado y decidimos darnos un pequeño recuerdo del ayer. Salimos de la colina antes del alba, nos dirigimos a su vivienda. Ya estando afuera de su puerta me dio un beso en la mejilla y me abrazó fuertemente

Fue lindo volver a conversar como antes.

Extrañaba tu presencia.

Y yo la tuya

¿Mañana nos encontramos en la colina?

Mañana y siempre, Julio. Lentamente me alejé mientras ella entraba a su puerta Me arrepentí de haber pasado la noche con ella. Así era como empezaba siempre, mi mente deambulaba y lentamente empezaba a delirar sobre cualquier cosa, si alguien me trataba bien después de una hora mi mente lo cambiaba y juraba que me había

mi alma, me fui de la ciudad para escapar de estos sentimientos, pensé que 3 años sería suficiente para curarme, pero resulta que no es así, mejor cumplo con lo que en realidad era mi motivo desde que llegué. Salí del río sin dormir ni un segundo, me vestí con mi saco y tomé mi maletín Terminé en las calles del centro de la ciudad, vendiendo poemas

tratado mal. Siempre había funcionado así, quizá sufría de neurastenia o algo similar pero nunca tuve suficiente dinero para hacerme exámenes en alguna clínica. Camine por las calles hasta llegar al rio, donde volví a bañarme y descanse un momento. Hasta que ya no pude más con el peso de mi ser La melancolía y tristeza se habían apoderado de

por precio de limosna, hasta que amase lo necesario para sobrevivir ese día. La realidad es que en algún banco tenía guardada una pequeña fortuna, una fortuna que abandoné hace 3 años. Una fortuna la cual en este día sombrío me ayudaría a escapar de mi mente ofuscada Busqué la sucursal de esa cadena de bancos por toda la ciudad hasta que la

encontré. Me dirigí dentro de ella, abrí mi maletín y presenté todos los documentos necesarios para retirar mi dinero Salí de aquel edificio adornado por grandes columnas de mármol y camine hasta llegar a mi bar predilecto, hace 3 años este bar vendía morfina a bajo precio así que decidí gastar todos mis ahorros en trago y morfina, con la esperanza de que esto calme mi ansiedad y la confusión que mi mente ha tenido toda su vida. Espere a inyectarme aquel veneno antes de ir a ver a María Rosa, el trago lo guarde para beberlo junto a ella. Me inyecte sin supervisión de nadie, como en los viejos tiempos, cuando era joven y la vida era un pasar, lo único que ansiaba era el final de esta misma. Al pasar de unos minutos empecé a sentir como mi mente se aliviaba y como mis problemas lentamente se iban. Me sentí libre. Tan libre que empecé a correr a la colina para encontrarme con María Rosa y tomar unos tragos juntos. Al llegar la encontré, tan hermosa como ayer, me miró con un poco de confusión ya que se notaba en mi ser una paz interior muy marcada

¿Bebiste antes de venir?

No.

Entonces ¿Por qué te encuentras tan calmado?

No contesté su pregunta, me limité a verla fijamente a los ojos y darle un beso pasional tan largo y suave que parecía eterno Después de este, me miró con unos ojos tiernos y me devolvió el beso. Estuvimos un buen rato así, de beso en beso, de caricia en caricia Finalmente, la botella se acabó El trago que había adquirido no era el más

fuerte asi que estábamos en nuestros cabales, mi paz interior cada vez se hacía más fuerte. Me levanté del césped y la tomé de la mano, dimos una larga caminata en la colina hasta llegar a una de sus faldas.

María Rosa, eres la musa de mis sueños, la gran llama de mi pasión y el fruto de mi incesante amor. Quiero que sepas que en mi largo exilio nunca deje de pensar en ti, y que este corazón es solo tuyo y de nadie más. Cuando gustes, reclámalo y llévatelo a donde desees, pero cuídalo y dale atención frecuente. Te entrego mi vida, querida María. Al terminar de decirle tan suaves palabras, colapse. La morfina había hecho efecto. El no aplicarla con precaución me estaba matando por dentro, lo último que hice fue acariciar su rostro y darle un beso en la mejilla mientras veía como ella empezaba a asustarse por mi lento colapso. Así fue como logre que mi mente se calme por completo

DULCE AMARGO

En sus pocos años de experiencia de vida, Karla había vivido momentos que le causaron una gran contradicción, hasta casi sentir un gran peso en el pecho. Cuando era pequeña, soñaba ser maestra como su madre, a quien había visto realizar esa labor con amor y dedicación Desde niña se propuso ser la estudiante más destacada de su clase, y lo había logrado con mucho esfuerzo y satisfacción.

Recién graduada buscó oportunidades para desempeñar esa labor que le parecía muy noble y de gran valor para una buena sociedad, cuando se presentó la ocasión buscó la oportunidad de ser maestra en la educación pública y lo logró, pero no todo fue perfecto, pronto la invadió un sabor amargo.

Cuando le asignaron su lugar de trabajo quedó estupefacta, pues se trataba de un lugar cuyo nombre ni siquiera había escuchado, no era consciente, hasta ese momento de que no todo sería perfecto y debía considerar tomar riesgos En cuanto le explicaron dónde se ubicaba la escuela que la esperaba, Karla sintió una gran confusión y temor, porque nunca había estado lejos de su familia, ni había tenido que enfrentarse sola a cuidar de su espacio y de ella misma; tendría que instalarse en el pueblo y solo los fines de semana regresaría con su familia.

Luego de pensarlo varios días, y analizar los pros y contras de la situación, decidió que lo intentaría, si después de un tiempo no lograba adaptarse, entonces dejaría esa opción y buscaría otras.

Ella estaba decidida a ser una “luchadora” y, dadas las circunstancias, pensó que no era la primera, ni sería la última joven que tomar riesgos para realizar sus sueños, pondría todo su esfuerzo para ser la mejor versión de ella misma, una gran maestra y ayudar a que muchos niños aprendieran, pues estaba convencida que solo con educación se puede lograr un cambio positivo en la humanidad

Karla preparó sus cosas para emprender el viaje, solo tenía unos días antes de que iniciaran las clases. Sus padres le consiguieron un pequeño refrigerador, una estufa eléctrica, un televisor, una pequeña mesa y una silla. Junto con su hamaca, cobijas y ropa, la llevaron con la camioneta hasta el pueblo, ubicado en el sur de Yucatán, a casi tres horas de Mérida, la carretera estaba en construcción y no había transporte público directo

El camino le pareció triste y cansado, no pudo apreciar la belleza de los paisajes, en varios poblados se podían observar grandes árboles que mezclaban el azul del cielo con el verde de las hojas. Además, en muchas comisarías del camino aparecían animales andando por todas partes, pollos, gallinas, cerdos, becerros, vacas, pavos, etc.

Cuando llegaron al pueblo, vieron pronto la escuela, en la casa de enfrente había una tienda de abarrotes, preguntaron si conocían algún lugar donde pudieran rentar un cuarto.

En esa casa vivía la secretaria de la escuela, una joven muy amable, quien al enterarse de que era la nueva maestra, que necesitaban en la escuela, le dio la bienvenida muy emocionada, tanto que Karla sintió vergüenza en su corazón por pensar que era un pueblo simple

Se enfrentó a muchas dificultades, la teoría aprendida en la escuela no encajaba con la realidad que enfrentaba, la falta de recursos y materiales, y, la mayoría de sus alumnos, aunque hablaban español, se sentían más cómodos con su lengua natal, el maya, de lo cual Karla no sabía lo mínimo para entablar una pequeña conversación. Además, algunos padres de sus alumnos hablaban poco español.

Pero se dio cuenta de que la gente del pueblo era muy honorable y amable, todos se conocían, y en las mañanas cuando iba de camino a la escuela, le daban los buenos días, aunque no la conocieran. Por su parte, los alumnos eran niños muy nobles, obedientes y con muchos deseos de aprender y superarse, como conocían lo difícil que era el trabajo en el campo, pues veían a sus padres e incluso algunos cuando era posible iban a ayudarlos. La principal actividad de ese pueblo era la siembra y cosecha de maíz, por lo cual el trabajo era en condiciones de mucho calor bajo el sol y con mucha actividad física, aunque se acostumbraban al trabajo rudo, seguía siendo cansado. Lo que más emocionaba a Karla era ver los rostros de sus alumnos cuando le contaban sus sueños, algunos querían ser médicos o trabajar en una oficina con computadoras. La inocencia

de sus alumnos le rebosaba el corazón No solo ella les enseñaba, también aprendía mucho de ellos, ella misma sentía que se convertía en una mujer capaz de extender su pensamiento hasta horizontes que no pudieran dibujar límites, aquel lugar y gente que le parecían tan humildes, le dejaban tantas dulces alegrías Sin embargo, ella sabía que no podía quedarse por siempre en ese lugar…

Narrativa

HACIA LA LUZ

“La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”

Rafael Correa Delgado

Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos –INEC- el desempleo en Ecuador: “(…)pasó de 3,9 %, en enero de 2024, al 3,8 % en enero 2025” (EL UNIVERSO, 2025).

En El Educador- medio de comunicación social, se entrevista al señor Andrés Quishpe, Presidente de la Unión de Educadores (UNE) quien señala: “el problema de la deserción escolar se ha intensificado en el régimen

Costa, con un preocupante 29% de abandono en las ciudades como Durán, Guayaquil y Manta. Este fenómeno, impulsado por la violencia, la pobreza y la migración, está creando una situación insostenible para el futuro educativo del país (…) En el régimen Sierra, 50000 estudiantes abandonaron las aulas durante el pasado año lectivo, y se estima que otros 64000 no regresaron al inicio del año escolar en el régimen Costa (…)”.

¿Por qué las cifras son alarmantes en estas ciudades? Porque existen nulas políticas públicas para la reinserción educativa. Se suman los niveles de pobreza y miseria, que, en enlazados con la migración, han fomentado la inseguridad y la violencia. Dando paso a un caldo cultivo “perfecto” en donde niños

y jóvenes son reclutados por las bandas delictivas para cometer crimines y actividades ilícitas.

Si me miran los programas familiares de la mañana que pasan lo medios locales. Se puede observar que, aunque existe educación gratuita los padres de familia no logran adquirir los uniformes, útiles escolares y la alimentación. Niños y jóvenes que estudian a la luz de las velas. En donde no hay ni una mesa para asentar un cuaderno Pero sí el temor permanente de ser captados por los criminales.

El discurso de las autoridades actuales, es el mismo de tantas otras, deben ser personas de bien para acceder a espacios educativos con calidad. Y en el caso de los jóvenes que logran concluir estudios, miran sin esperanza la continuidad universitaria; porque, eso no modifican la vida que llevan en las zonas vulnerables. Pero experimentan el poder que genera ser parte de una banda o pandilla Y pasan de ser víctimas a agresores.

A los pocos niños y jóvenes que se esfuerzan los desaparecen. Y los otros que logran salir de ese círculo se van con la migración, y se alistan a pequeños trabajos para llevar alimentos a su hogar; en cambio, las niñas y adolescentes caen en las redes de prostitución y trata.

El 25 de diciembre día de Navidad tomé una fotografía de mis pies y no mi rostro,

porque de haberlo hecho, las lágrimas seguían rodando quemaban mis mejillas. Me puse en los zapatos del padre de familia Luis Arroyo. Quise ser por un momento la abuela que esperó el regreso de su nieto, o la madre que exigía justicia. Cuando la televisión local dio noticias sobre el hallazgo de unos cuerpos calcinados, entendí que eran de los cuatro de las Malvinas, los 4 de Guayaquil. ¿Por qué los mataron?

Si miran la Revista se darán cuenta de que el mes pasado no colaboré, aunque apoyé en la edición, como madre que he perdido a un hijo, que se fue en mi sexta semana de embarazo, no tendría la fortaleza para soportar el dolor de los padres y madres de los niños y jóvenes desaparecidos. Me solidaricé con su luto

Con nostalgia y con coraje viene a mi mente una estrofa de la melodía de Víctor Jara – Duerme, duerme negrito

“Y si negro no se duerme

Viene el diablo blanco

Y sas, le comen la patita

Yakabumba, Yakabumba

Apumba, yakapumba, yakapumba, yakapumba”

Ruta a la muerte

El 8 de diciembre se regó en redes sociales un video en el cual cuatro menores de edad eran alzados en una camioneta por un supuesto robo a una mujer. Se mira a uno de ellos ser golpeado. En la intervención estuvieron presentes 16 militares, en dos camionetas Hasta la actualidad no se conoce quien dio la orden de asesinarlos y torturarlos.

O tal vez si sabemos, pero no queremos creer que siguen siendo los mismos.

En ese aspecto me pongo a pensar en el sentir del fallecido Pedro Restrepo Arismendi padre de los jóvenes Restrepo. Otro crimen de Estado en donde la policía junto al gobierno de León Febres Cordero decidió eliminar todo rastro y vestigio.

Lo que no se conocía

En el portal digital del Comité de Derechos Humanos, bajo el título “Desaparición forzada y muerte de los 4 de Las MalvinasComité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos”, se encuentra detallado cómo Ismael y Josué Arroyo (hermanos), Nehemías Arboleda y Steven Medina estaban de regreso de un partido de futbol a sus domicilios en las Malvinas; pero al llegar a la Avenida 25 de Julio fueron interceptados por una patrulla militar, un convoy en dos vehículos militares. Se capturó a los cuatro menores, mientras los otros siete que venían acompañando lograron huir para dar aviso a los familiares

A las 10.40 pm un desconocido llamo a Luis Arroyo padre de los hermanos Arroyo. Ahí escucho por ultima vez la voz de su hijo: “Papi, ven, sálvame, que estamos por aquí en Taura, botados, los militares nos cogieron por supuestamente haber estado robando, pero nosotros no estábamos haciendo nada, papá, ven acá a rescatarnos por favor. Estoy asustado”. Los videos en redes sociales se regaron rápidamente. Las madres de Guayaquil y el pueblo exigían verdad y justicia. También me encontré con un video

de Luis Arroyo y su esposa rotos del dolor reclamando que les devuelvan a sus hijos.

La desesperación de los padres hizo que llamen a la policía, Tiempo después el mismo sujeto desconocido les hizo una llamada con una sentencia: “se los han llevado”

El 9 de diciembre los padres acudieron a la Unidad Nacional de Secuestros y pudieron revisar el video mirando como de arbitraria se los llevaron. El 19 de diciembre de 2024 el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos recibió la visita de los familiares, registro el soporte audiovisual, testimonio y presentó una acción de Habeas Corpus por desaparición forzosa.

El 24 de diciembre previo a la Navidad, se realizó a las 13:00 en la ciudad de Guayaquil la audiencia La jueza reconoció la desaparición forzosa bajo la responsabilidad del Estado. La defensa de los militares señala que: “los dejaron libre en Taura y que no se hacen responsables”; y el mismo día, la Policía anuncia que han encontrado en Taura varios cuerpos cercenados y calcinados.

El 31 de diciembre los identificaron en el departamento de criminalística y ciencias forenses. Con ese dolor tuve otra navidad y fin de año.

Es importante destacar lo señalado por la BBC News Mundo - Editorial, 23 de diciem-

bre de 2024: “los últimos días ha aumentado la presión sobre el gobierno del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, para que entregue información sobre el caso, tras dos semanas de silencio (…) Mientras, la Asamblea Nacional llamó a comparecer al ministro de Defensa y a dos mandos de las Fuerzas Armadas para esclarecer lo ocurrido ”

El gobierno actual es ineficaz en políticas públicas, pero es hábil en enfrentar a unos con otros En realidad, no le interesan las personas, solo continuar con el avance de su grupo empresarial. Las autoridades ecuatorianas van de una a cuatro semanas en silencio para continuar con el ataque Fomentan una narrativa basada en el odio y en la burla a la miseria y pobreza. Pero tanto es su temor que resguardan al Palacio de Gobierno, como una joya más de su colección personal.

Con coraje, dolor ante la injusticia, me identifiqué con el pueblo afroecuatoriano

Conozco a los semilleros deportivos de futbol, he palpado la necesidad para ser profesionales. No es tan sencillo ser depo- tista en un país en donde ni siquiera te dan el alimento escolar, en buenas condiciones. No solo se perdieron esos niños y jóvenes, también perdimos una generación que lucha frente a la adversidad, que lo único que anhelaron era ser profesionales en el deporte, y comprar una casa para sus familias.

Así que me duele cada vez que escucho por radio y miro en televisión o redes sociales que seguimos perdiendo niños y jóvenes; y permanecemos sentados, acostados, con la misma narrativa de discriminación y odio. Ser pobre es duro, pero ser negro, montubio o indígena es ser más que una lacra en un país de blancos. En un país que se carcome en el odio al próximo Aquí no se trata de izquierda o derecha, sino de la búsqueda de justicia y de igualdad de oportunidades.

quien fue el autor material o quien dio la orden. ¿Quién llamo al padre de los menores Arroyo? ¿Quién los asesino, torturo y calcinó? ¿Cuál era la motivación?

¿Dónde está la justicia? ¡Desaparecida!

¿Dónde está la justicia? ¡Desaparecida!

¿Dónde está la justicia? ¡Desaparecida!

Hoy es 15 de marzo. Hasta el momento no han dado la lista de los militares que participaron tampoco la sanción. Más aún

POR SI YA NO TE VUELVO A VER

Las moscas flotantes aparecieron Aquí estoy, yo sigo estando aquí y él, al principio no les hizo caso Tienes que ayudarme uno, dos, tres días, una, dos, tres semanas, que él las veía, y el sol podía salir, quemar cualquier superficie, ocultarse, y Ramiro, impasible (Solo son unas cosas raras. Negras. No. No me importan) hasta que la mujer al otro lado del escritorio, le puso unas gotas en los ojos, le hizo esperar sentado en una silla de plástico, en la clínica del seguro Yo quiero volver a ser yo, solo tú me puedes ayudar, ¿me entiendes?, dime que sí, te estuve espiando todo este tiempo, sé cuánto me extrañas, cuánto me necesitas a tu lado, sé muy bien que no duermes en las noches, solo puedes pensar en

mi funeral, en la manera en cómo te despediste de mí, yo no te puedo olvidar, yo aún muerta sigo pensando en tu amor Ramiro toma asiento en la sala de espera, sopesa las posibilidades, Ramiro, un hombre de cincuenta y cinco años, con el cabello recién cortado, el vello facial rasurado, la piel morena de los brazos al descubierto, brazos que han recibido durante años y años la fustigadora luz solar, de miles y miles de kilómetros de carretera, ya sea a bordo de un Kenworth, de un Scania, de un Dina, cualquier tipo de tráiler Ayúdame a matarlo, tráemelo hasta aquí, ofrécelo en sacrificio la mujer sentada al otro lado del escritorio no le quita la mirada de encima Él no merece vivir,

Narrativa

tú, en realidad, le estarías haciendo un favor al mundo su boca no se abre, tiene miedo de explicarle a esa mujer sobre lo que siente Aquí estoy, yo nunca me he ido a Ramiro le gustaría hablar sobre lo que experimenta cuando mira el punto negro, allí, donde aparece en un sitio indeterminado la voz, la voz de Celia Escúchame el tiempo, como circuitos eléctricos, como bloques de ladrillos, el tiempo y su casi indescifrable significado, el tiempo y sus inapelables consecuencias, contar y descontar los segundos, las horas, los días, y añorar el pasado, con una nostalgia enfermiza, avasalladora, que lo ahoga Mátalo, así lograré volver y alguien estampa el sello, la tinta se imprime en el carnet de derechohabiente, entrará a quirófano en cinco días, le dice la mujer, trataretmos de salvarle ese ojo, haga fila en esa ventanilla, le indica, y Ramiro se levanta de la silla Yo no estoy muerta el patio de maniobras medio vacío, durante la madrugada, líneas amarillas pintadas sobre el pavimento, Ramiro ve la hora en su reloj, son las dos y media de la madrugada (Yo, la mera verdad, no sé. Soy como todo el mundo. Creo que sí, sí existe otra vida después de esta chingadera que llamamos vida. El problema lo tenía ella Si se le quiere llamar problema. No lo platicábamos mucho. Se ponía nerviosa. Celia se podía enojar mucho. Ni Dios Ni cielo Ni infierno Decía que después de la muerte no había ni madres. Así de sencillo. Quisiera poder estar de acuerdo con ella.) la carretera ondulante, el sol brilla detrás de gruesos nubarrones, y a través de sus gafas, Ramiro lo ve todo color sepia, ha

sido trailero toda su vida, ha recorrido el país de un extremo al otro (Pues sí, pero ve tú a saber qué pasa cuando colgamos los tenis Yo la amaba tanto. Yo la extraño todos los días.) no puede hacer otra cosa más que acostumbrarse al sonido de la trituración, mientras camina, atravesando la nave industrial, el área de embarques, el sonido de los montacargas en movimiento, solo puede escuchar cómo, a sus espaldas, esos seres negros, con las alas desplegadas se están comiendo algo, no puede identificar todavía de qué se trata (Yo tenía una virgen en la entrada de mi casa Eso ella lo respetó Dijo que estaba bien si yo quería creer en eso.) sigue caminando y sigue oyendo la trituración (A lo mejor y me quedo ciego. Así de plano No me voy a poner a chillar, ahorita mismo, delante de toda esta gente. Ni me voy a ir a meter a la cabina del tráiler a maldecir y arrepentirme de todo lo que no hice, o que por pendejo dejé pasar. A veces sí me pregunto si Dios existe, si me puede ayudar, por ejemplo, con esto. No sé.) el miedo se sitúa en la entidad física del murciélago que pasa volando delante de Ramiro y se posa encima de la puerta de salida de emergencia, se afianza a su masa craneal Ayúdame a regresar, solo tú puedes ayudarme a regresar desde el lugar donde me encuentro, ¿lo entiendes?, dime que sí, soy yo, ¿entiendes que esta sigue siendo mi voz?, ¿me reconoces?, yo ya no tengo un cuerpo, yo ya no poseo huesos, tampoco piel, mucho menos un sistema digestivo, por eso necesito que lo mates, yo me haré cargo del resto, yo haré que su cuerpo se parezca al mío y entraré a él, yo

y entraré a él, yo le daré la misma apariencia al que tú recuerdas todas las noches, y volveremos a hacer el amor contemplaciones de paredes sucias, contemplaciones frente al espejo, donde le devuelve la imagen de un hombre de piel arrugada (Diez años es mucho tiempo Se pueden hacer muchas cosas. Se puede uno enamorar de una mujer morena, de cabello negro, llamada Celia. Y en esos mismos diez años, uno puede perderla, ir al crematorio y recibir sus cenizas al interior de una urna. Diez años es mucho tiempo, tanto que a uno se le pueden caer los dientes, el cabello Puede quemarse la piel, amputarse los dedos de manos y pies. Perder el trabajo. Cambiarse de casa. Enfermarse. Curarse. Y, por supuesto, perder la vista.) el murciélago desaparece y vuelve a aparecer, desaparece y vuelve a aparecer, ¿qué te dijeron el doctor, papá?, Yoselin llena una taza con agua caliente y prepara un café, nada, no me dijeron nada, responde Ramiro, no es una sentencia de muerte, papá, afirma Yoselin cuando se entera de la verdad, no me gusta verte así, papá Gánate su confianza, has como si fueras su amigo, ofrécemelo en sacrificio, yo quiero volver a ser yo, ayúdame otra vez el consultorio médico, si no me lo explica con todos los detalles que pueda, don Ramiro, no lo podré entender, ¿a qué se refiere exactamente con que se mueven como si tuvieran alas?, le pregunta la mujer (Es imposible que seas tú) Lo soy (No) Lo soy, mírame, ayúdame, recuerda mi voz (No. ¡No!) Me equivoqué, mi amor, sí existe la vida después de la muerte, pero, mira, esa vida no me gusta, yo quiero regresar a este mundo,

no me interesa de quién sea el cuerpo, yo me haré cargo del resto (¡Tú no eres Celia! ¡Déjame en paz!) Ándale (¡Tú no eres Celia!) ¿no decías que me amabas? seres vuelan sobre las paredes, revolotean, seres se esfuman en cuanto enciende la luminaria colgada en el centro del techo, una lámpara de tres brazos, tres focos que crean de inmediato la incandescencia para ahuyentar esas cosas, ¿son animales, don Ramiro?, ¿me está diciendo que esas manchas se convierten en animales?, le pregunta la mujer, quiere añadir detalles grotescos, pero no lo hace, y no solo ahora son animales, sino que vuelan por toda la habitación, se adhieren a las paredes y abren las fauces y enseñan sus dentaduras y sus ojitos inteligentes brillan en medio de la penumbra, círculos ambarinos que parecen canicas líquidas siempre en cambio de intensidad, pero Ramiro no encuentra las palabras, solo mueve la cabeza de arriba abajo, comprende muy bien el aspecto que debe dar al otro lado del escritorio, el cabello canoso, la gorra negra puesta sobre su cabeza, la piel repleta de arrugas por todas las zonas de su cuerpo expuestas Aquí estoy, siempre he estado aquí, yo aún te puedo acompañar en el asiento del copiloto del tráiler, aún me puedes ver y escuchar, aún puedo volver a la vida y tener cuerpo, manos para tocarte, labios para besarte y lengua para saborear tu sudor la madrugada se extiende sobre el cielo, Ramiro observa en silencio la hilera de tráileres estacionados en el área de embarques, las puertas, cortinas, unas cerradas y otras abiertas, y luego su mirada se detiene en un charco de agua, los focos

q patio, el destino del viaje es cercano, hace un cálculo mental, rápido, no más de las diez de la mañana para llegar a Celaya, Guanajuato, y la hora de despacho final es a la una de la tarde, entonces hace planes, la imagen de un breve sueño adentro del camarote, sueño para descansar sus ojos, pero el murciélago pasa zumbando por encima de Ramiro, va y se posa sobre el espejo cóncavo, afianzado al cofre del tráiler por dos gruesas varillas cromadas, la masa negra despliega sus alas, Ramiro apenas puede retirar su vista y dirigirla hacia el piso, tratando de esquivar la contemplación de la entidad Soy yo entonces Ramiro toma asiento en el lado del conductor, cierra la puerta, mete la llave, se enciende el poderoso motor, mueve la palanca de cambios a la izquierda, hunde un pie enfundado en un tenis en el acelerador, y el tráiler

se pone en movimiento, las luces iluminan un amplio segmento del patio de maniobras, el suave sonido de la música se desprende de un lugar casi indeterminado, suena la voz de un cantante acompañado de trompetas, tambores y acordeón, Ramiro gira el volante en dirección al gran portón de salida, y el murciélago reaparece, salido del ángulo superior derecho, va y se posa en el centro del cofre del tráiler, le está dando la espalda a Ramiro, necesitas tomarte unos días para descansar, papá, no ir a trabajar, di que quieres tomarte a cuenta unos días de tus vacaciones, duerme, descansa, sal a pasear un rato, trata de quitarte el estrés, a lo mejor es eso lo que tienes, estrés, yo en tu lugar, papá, no sé cómo hubiera reaccionado, Yoselin descarga una bondadosa cantidad de cucharadas de café soluble en una taza y le agrega agua caliente, remueve su contenido hasta incorporarlo y le entrega el resultado a su padre, la mirada de su hija, las manera en que el silencio se apodera de sus labios, un tipo de silencio poco inusual Hazlo, hazlo, ayúdame (No) Yo puedo ayudarte a recuperar tu vista, no tienes que entrar al quirófano (Tú no eres quien dices ser. ¡Tú no eres Celia!) Ramiro paga la primera caseta y se incorpora a la carretera (No voy a ayudarte. ¡Te lo vuelvo a repetir! ¡Tú no puedes ser Celia!) cuando solo hace falta media hora para llegar a su destino, el tráiler se impacta contra el muro de contención, lo destroza y sale desprendido por un barranco, y por unos instantes es una monstruosidad en el aire, algo horripilante, compuesto de metales y enormes llantas, la cámara de seguridad, al

interior de la cabina, graba los últimos minutos de vida de Ramiro, la noticia se hace pública, el video le da la vuelta al mundo, gente observa, desde su teléfono celular entre sus manos, con curiosidad, con escalofríos, con misericordia, a un hombre, de cincuenta y cinco años, el cabello recién cortado, el vello facial rasurado, al volante, los ojos desorbitados, hablando solo, haciendo gestos, contorsionando el cuello, como si algo molesto flotara a su alrededor, un hombre gritando, dándose de golpes contra la cabeza, azotando con las manos el volante, después llorando, intentando arrancarse los ojos, los dedos de las manos en garras, temblorosos, la gente observa a ese hombre que llora, abre la boca en gritos horrendos, cuando la sangre le empieza a brotar de una de las cuencas oculares, ya vacía, y después todo se vuelve gris, fue un suicidio, dijeron, perdió la cordura, dijeron.

Aunque ya había estado en aquel mágico lugar, esta vez, sentía más cálido el ambiente.

Su rostro reflejaba asombro al ver las flores con diversos colores No se explicaba ¿cómo las hojas de los árboles podían destellar un verde tan brillante?

El cielo, por breves momentos, se encontraba cubierto por espléndidas aves que volaban en forma sincrónica; mientras, que el sol con sus rayos, acariciaba la pradera, despertando a las criaturas de un sueño silente

En pocas horas anochecería… Elhy, debía viajar a su planeta; pero volvería mañana para seguir contemplando la hermosa primavera.

MACHINEHEAD DE AGUSTÍN GUAMBO

«El breve y explosivo libro-artefacto Machinehead profundiza en la cosmovisión ancestral y el advenimiento de la modernidad a partir de un sincretismo en el que una violenta descolonización es el enclave crucial para desentrañar “la infección de la memoria” »

Poesía

Lima-Perú: Sol Negro 2025, 49 páginas.

El poemario Machinehead es una plataforma literal-visual que se teje a partir de una portada mixtura-collage sumamente atractiva sobre negro, para resolverse luego en textos breves y largos en una sintaxis potente que se complementa con imágenes o rizomas catódicos y espacios meditados.

El texto exige al lector una atención plena para comprender la complejidad de la cosmogonía de Agustín Guambo en la que el lector puede identificarse rápidamente si es del continente americano

El breve y explosivo libro-artefacto

Machinehead profundiza en la cosmovisión ancestral y el advenimiento de la modernidad a partir de un sincretismo en el que una violenta descolonización es el enclave crucial para desentrañar “la infección de la memoria”

Para su impronta poética el autor registra la influencia de la entidad religiosa (el sistema bíblico, lo profano frente a lo sagrado, la herejía, la despiadada conquista, la violencia del sometimiento) en su contingente lírico.

Por eso quizá sea necesario registrar La divina comedia de Dante Alighieri y su legado, así como el Purgatorio u otros libros de Raúl Zurita.

En el ámbito formal apela, por ejemplo, a Los caligramas de Guillaume Apollinaire

Asimismo, con su escritura, Agustín Guambo abre un abanico biodiverso de voces que surcan la poesía latinoamericana y de Ecuador: El pez de Oro de Gamaliel Churata, Coma de Héctor Hernández Montesinos, Cromosoma de Juan José Rodinás, Los diarios sumergidos de Calibán de Ernesto Carrión o Felipe Guamán Poma de Ayala de Paúl Puma.

En el proceso de su artefacto-libro, Agustín genera un bien elaborado palimpsesto en el que es posible distinguir el eclecticismo de su propio ritual míticoelegíaco.

En él es posible vislumbrar la búsqueda de su identidad en un mestizaje que se abraza al tronco del árbol identitario y vuela sobre la urbanidad, para aterrizar en su propio origen heterogéneo y auténtico: el doloroso viaje de la transculturalidad.

La relectura del pasado-presente-futuro de Guambo es inquietante en cuanto manifiesta una demencial fuente creadora que busca su propia sobrevivencia más allá del discurso, es decir, allende el propio lenguaje que le sirve como un diagrama de sus imágenes o metáforas trastornadas y sublimes:

«¡Sapan waranka watakunallatami shamuni!

madre un animal extenso -arrojado brutalmente a la luz- florece en mi sangre

-hermanos-bestiales-hermanos-absurdoshermanos-olvidados-hermanos-con-orfandad-de-coca-y-sol-en-las-neuronasbenditos-cuidadores-de-la-eternidad-de-la-palabra-de-ustedes-este-cuerpo-que-seha-de-hacer-roca-y-vacío-de-ustedes-la-elipsis-de-la-neblina-mutilada-por-elperdón-hermanos-míos-nada-acabará-con-ustedes-que-usan-la-locura-para-curarel-amor-wañushkakunamanta–-shamuni-gritan-cada-noche-y-la-sal-retoñaen-sus-huesos-

(((la primavera nunca hiere a los cálidos ahogados de la noche madre)))

-nosotros-aún-no-contemplamos-lasestrellas-bullir-en-los-ásperos-acantilados-de-

- l a - p a r d a - l o c u r a - d e l -

r e l á m p a g o - - t a n - s o l o -

s o m o s - d e s h o j a d a s - v e t a s - d ev i e n t o - -destrozadxs- por- el- hambrebuscamos-heridas- en - cada -siglo - concada -sol- -desnudxs-nos-aferramos-ala música-del-mar-y-tal-como-lxs-suicidasacariciamos- - l a - f r í a - m e m o r i ad e - l a s - a v e s»

La investigación y el arduo trabajo del autor, así como el cotejo de las teorías de los estudios cultura- les que ha asimilado se ven ensambladas desde una estética que alucina

en un ser-alter-ego-sujeto-nuevo posible de ser o de sobrevivir a la neocolonización permanente

Agustín trasciende el cliché del exotismo andino en el juego lírico.

Su mirada-apuesta-cuerpo sobre el cyber futuro y comprende la erupción de lenguas (el español, kichwa, el anglicismo del inglés tecnológico) que se recrean en sus raíces aborígenes, originarias intersubjetivas, pero a la vez comunitarias en las que podemos reconocernos.

Interesa, sobremanera, la fuerza expresiva que resulta del texto más allá de los trazos neobarrocos: las líneas de este poemario son potentes, bien fraguadas y se labran desde el caos del inconsciente para abordar la nave de un posible Pachakuti, quizás, que predique un evangelio otro para un lector otro con el fin de resistir al turbo capitalismo arrasador del establishment

ALGUIEN LEE A JON FOSSE MIENTRAS TRASHUMO POR EL CARIBE

Polvo de sapo para hinchar los pies. Apazote (epazote, paico, té jesuita), mejorana y flores de café para el alivio. Santiago de Cuba; recuerdo a Huber Matos Recuerdo ese modesto café a la vuelta del magnífico Hotel Nacional, en La Habana, donde con Ligia vaciamos copitas de ron santiagueño

Al lado de un tinto más oscuro que pecado. Caminamos luego al refugio en donde durmieran Zenobia Camprubí y Juan Ramón

Jiménez, en piezas salvadas del desastre, en medio de un Vedado hoy destruido, con luces bajas, multitud de niños y ojos blancos de gente negra. Y el esqueleto de un altísimo edificio soviético en cuyo primer piso solitasrios hombres jugaban dominó bajo las velas. Un sociólogo brasilero gemía sobre las dotes del régimen ¿No era acaso que en la revolución nos amaríamos todos? ¿Por qué este perpetuo odiarse el uno al otro, qué clase de revolución? No había respuesta, pero otro vasito de ron, esta vez con el querido

Roberto Burgos Cantor, con quien hablábamos de la negritud, de Aimé Césaire, del Chocó colombiano, de Jorge Zalamea y Gabo Fallecido Roberto comentando mis camisas leñadoras, junto a Zurbano y Roberto Fernández Retamar, a orillas de la bahía de Cienfuegos

El Cuarteto Patria continúa interpretando la guaracha, la de la mujer que embruja con polvo de sapo. Soledad Bravo: “el cantar tie-

ne sentido”. Me acuerdo de los cañaverales a vera del canal de la Angostura, rumbo a la ventana lateral de tu dormitorio, a las voces calladas y el dedo en la boca no chistes mientras el amor se derramaba desde ropajes prietos. “Negrita bacana de la Martinica, no usa vestido, no usa calzón”, entonaba con voz profunda el tío Hugo, moreno y viajado, erudito y triste. Cosacos del Don; Che, comandante, amigo; Pekín y Moscú…

Hubo en el Escambray un comandante norteamericano de rebeldes; los mencionaban en La Boa, que bailaban hasta ellos, los insurgentes, en claros de luna y obuses a manera de ornamentos cumpleañeros Hubo uno, leí en el New Yorker hace más de una década, a quien Fidel fusiló, qué extraño. Sendas del Escambray Sierra El mar azota Selva de verde profundo. Intelectuales del mundo duermen en el colectivo, babean como pueblo común, un gallo se ha subido encima del sombrero de un campesino de Trinidad, es un lindo souvenir que fotografío. Casas de colores que hacen pensar en Bahía, remanentes del Brasil imperial, en Minas Gerais y Jorge Amado

Finos bordados de mujeres en luto. Blanquísimos, de harina parecen, de azúcar impalpable, de hostia en polvo Si tengo un recuerdo aparte de las fotos creo que no, ninguna artesanía ni disco compacto. Solo memoria de tanquetas devoradas por la

herrumbre, guerreros atenazados a la memoria sin rostro ni extremidades Salían de o iban a Bahía de Cochinos y quedaron allí, destino tenaz, polvos de sapo les arrojaron que impiden avanzar Playa Girón La guerra se gana con artillería y con santas de nombres raros. Eso que escuchas no supongas que sean bombas sino tambores. Oé, oá, sensemayá, sensemayá Víboras ciegas, lechuzas de manto oscuro, lombrices pecadoras y venenosas, loros de extraño esmeralda se desprenden de los árboles El Escambray entero es un hechizo Aviones que entierran la nariz en pastos milenarios. Son de la manigua, trocitos asados de malanga. Y tú lees Jon Fosse dice, dice, dice, dice, dice. Algo de la malignidad de Bergman en esta sencillez plácida. De Edvard Munch, de la carreta sueca de Selma Lagerlöf, incontestable chirrido de la muerte En Finlandia, en medio de tierra de nadie, guerra de Suecia y Rusia, hay saunas a los que no se debe entrar Invitan, como el infierno invita Vapores que pronto ofuscarán el sueño y pondrán escenario de terror. Pobre condición humana. Siglo quince o cualquiera que fuere, no te acerques a construcciones abandonadas, nunca en los bosques del norte en donde demonios de la floresta crucifican enteras divisiones soviéticas. Luego silencio. Escandinavia silencio, frío y silencio Dice dice dice

Vaya salto triple entre océanos. De Juan Ramón al poeta noruego, de blancas fichas de dominó cubiertas de pupilas a fiordos de inenarrables bestias

Verde petróleo del monte del Escambray. Los gritos se han hecho ovillos como pango-

lines e igual al norte ya únicamente silencio, calor y silencio Albos anillos y collares fabricados en hueso de cocodrilo en la región de Matanzas. Frágiles, apenas duraron un matrimonio y tres abandonos Corales rojos sobre tu pecho. Corales negros. Cabecitas de plomo, de duendes coloniales. Lectura imprescindible de Alejo Carpentier, para siempre el siglo de las luces Paulina

Bonaparte y su zoológico caribeño, no tan extenso ni tan grotesco como el de Moctezuma que hallaron los conquistadores Tendría dragones e hipocampos, flores del mal y escorpiones de agua, minúsculas flemosas medusas que causan rubor sobre las pieles, menos las africanas que carecen de rubor.

Te pido que me leas unas líneas de Fosse y caigo rendido. Imagino que un ave de plata me acerca al mar bravío, que veo un faro guiando y no estoy seguro de que no sea Polifemo encandilándome para victimarme.

O Circe O la Hidra O simplemente tú, cuál de ellas o ninguna Dice dice dice

Pregunta alguien si escribí poesía. Antes de nacer, contesto, luego la olvidé. De si he leído a John Fosse A Alfonsina Storni, a Idea Vilariño. Esta, acomodada con su hombre en lecho de una plaza, escribe: Yo soy cálida, honda doblada de ternura. Gasto un perfume extraño como una flor oscura.

Hay ruidos en la noche y ni siquiera me doy vuelta para ver qué De martillo y de lozas tocando el piso, muy difícil para medianoche. Tanto he vivido en oscuridad por treinta años que nada me asusta, ni

cuando el grande búho gris corre hacia mí como desaforado enano, o la zorra chilla igual a un bebé en pastizales pululantes de crótalos.

Una hermosa pintada maceta mexicana muestra la sobriedad de la gallina. Cubierta de festejo, de colores tehuanos Me trae a la realidad, al día en que regalé a mi hija menor esa cerámica que estuvo conmigo, por tanto. Otros objetos también, una máscara bigotuda y pelirroja de bailes guatemaltecos, sonando a marimbas de Xela. Gallina de barro decorada estilo Bonampak. Te has dormido con el libro abierto encima de tu descalzo seno. Lo cubro sin retirarlo de ti, observando temblar tu marrón pezón, casi greda para vasijas santas

El mar estalla contra la roca del Hotel Nacional. Mojitos en La Habana. Rostros que nunca más veré, sonrisas alemanas y carcajadas británicas, una Biblia de idiomas en evangelios insulsos. Alejo Carpentier, ron de Santiago de Cuba… Cincuenta cuervos sobrevuelan el restaurante chino Quince cuervos se han detenido en el árbol pelado. Uno, dos, tres, diez de mis dedos más cinco.

PROFETA DE LA ERÓTICA

Reseña del libro “De Adán a Cézanne, pasando por Newton” (segunda edición ALJA 2018) del escritor Tamaulipeco Alejandro

Rosales Lugo

Poema 10. p25

La caída de los cuerpos es ley que se encadena

Al placer del amor como condena

El invisible viaje de la estrella que presume

La fascinación de la geometría Euclidiana

El paraíso está perdido

Pero la pena que del bien subleva aparea en los infiernos

La nueva tierra

A lo largo de su obra Alejando refleja un ímpetu interno La erótica está en todos lados, en sus letras, en sus pinturas, en sus ángeles y en sus demonios. Como todo artista que se jacte de serlo, invoca al erotismo con una profundidad y misterio únicos, capaces de invadirnos con una sutileza abstracta. Al igual que su poesía, sus pinturas evocan a la magia de la pequeña muerte, en algunos al preámbulo de la seducción, en otros al maximo instante, y unos mas cuando el abrazo ha terminado, todos con la misma intensidad y fragancia como a la de la primera vez A través de siluetas vívidas y coloridas que danzan y se admiran mutuamente en cada centímetro de piel, evocando con colores de fuego a las pasiones

y en otros a los gélidos misterios del abandono.

«El amor ante el espejo, es la vanidad del cuerpo»

Poema * - p15

Con sus versos, Alejandro dibuja a detalle la vanidad de la espiral infinita por la que han navegado el hombre y la mujer en sus rituales de amor y sexo a lo largo de sus vidas Una y otra vez, las múltiples facetas del amor, desde el vigor corporal de un jóven amante hasta la plácida serenidad del viejo amante, en las que pone en todo momento la presencia de Dios cada baile; algunas veces a favor y otras en contra del suceso, pintándose en ocasiones con matices de ciencia, de bien y de mal

«La fruta erótica y sagrada sujeto de la ciencia»

Poema 5 - p20

De la debilidad de Adán, al impresionismo de las Nature Mortes de Cézanne, pasando por las Leyes de Newton, son evidentes las conexiones que existen con el pecado original. Dulce fruto provocador y maldito. Siempre asociado al eterno castigo de la humanidad a cambio de la desobediencia Y es el instrumento preciso de esa desobediencia, el cual se ha venerado por tantos hombres y mujeres a través del arte y de la

ciencia. Enigmático emblema de la fuerza de atracción que nos mantiene unidos a esta tierra. Hermoso y bello elemento visual de colores y trazos únicos, sombras y destellos. Después del abandono de Lilith, Adán fue su víctima Newton iluminó la humanidad en un lapso de ocio, y Cézanne nos mostró sus múltiples bellezas desde Aix-en-Provence

«Y a pesar de tu soberbia te has vuelto flor…/Te has vuelto flor de miel espejo de sal»

Poema 15 - p30

No hay poeta que no le dirija la artillería de su inspiración. No hay pintor que no evoque su belleza La más bella de las criaturas terrenales y compañera para fortuna de los varones Siendo tan humana como lo es el hombre, Alejandro la eleva con sus letras a niveles de deidad, nombrándola “madre” en la tierra sobre la cual se habita, y en el cielo “luna” que nos da guía durante las desoladas noches mostrándose inalcanzable. A pesar de evocar el hecho por el cual hemos perdido el paraíso, la toma como compañera del viaje eterno, y con dulces y ácidas palabras describe el proceso en el cual se funden incansablemente los cuerpos.

«El amor todolocura»

Poema 58 - p74

Es importante reflexionar sobre el tipo de poesía que nos alienta el alma y estimula el deseo. No es fácil lograr lo que Alejandro ha plasmado en este libro. Evidentemente, es una forma de literatura que nos ayuda a explorar nuestras más internas pasiones y a vincularlas con el arte y la ciencia Se atreve a sanarnos con sus versos además de llenar nuestros egos de fascinación y fantasía. Se recomienda disfrutarlo en una agradable tarde de verano, sobre todo en compañía de alguien especial con quien podamos desatar nuestra locura.

ADIOSES

Pero al fin y al cabo, tiempo y muerte van de la mano. Cuando uno se acaba, la otra empieza

"Lo mejor de ir es volver" (2019), Albert Espinosa

Cordón, Montevideo, 6 de marzo de 2024

Beatriz y Manuel se fueron de Buenos Aires el primero de marzo. Estaban en peligro. El clima social era cada vez más violento y opresivo Un festival de perversión inhumana se adue-

ñó de todo Eran habitantes de ese paisaje imaginado por Bioy Casares en 1969 Se había desatado una nueva guerra y todos los viejos eran Don Isidoro. El déficit cero requería terminar con ellos. Si bien ya habían vivido situaciones similares en otras ocasiones, a lo largo de una historia plagada de decadencia y frustraciones, el paso del tiempo había minado sus fuerzas. La muerte de Ricardo, uno de sus amigos más cercano, el mes anterior por haber dejado de tomar la medicación para tratar su patología cardíaca apuró la decisión.

No dudaron en el lugar para refugiarse: Montevideo. Una ciudad que amaban y que los recibía siempre con su serenidad apacible y los brazos semiabiertos Nadie evaluaba allí, por ahora, exterminar ancianos. Por primera vez no se alojaron en un Hotel. Se trataba de una larga estadía y era necesario optimizar costos. Por intermedio de Víctor que trabajaba como portero en un edificio de la zona consiguieron un apartamento en alquiler temporario. No les costó mucho adaptarse, conocían bien el barrio y sus comercios En los últimos años habían ido a un Hotel con comodidades de Apart de modo que no cambiaban mucho las actividades cotidianas, excepto la pérdida del desayuno.

Los primeros días se movieron poco, iban cayendo en la cuenta que estaban en el exilio y no como antes, de turistas. El quinto día, se despertaron tarde. La noche anterior hubo un temporal de viento en la madrugada. El ruido los despertó y luego tardaron en volver a dormir. Medio dormidos, tomaron unos mates y salieron sin rumbo fijo. Caminaron unos

metros hasta la parada de ómnibus de 21 y Ellauri. Subirían al primero que llegara. La idea era ir al Centro y recorrer un poco la 18 de julio. Tal vez meterse en el túnel del tiempo de alguna de sus galerías, antes de comer algo. Al rato apareció un micro verde, pensando que se trataba del 522 que los dejaría en la Intendencia lo tomaron felices. Estaba casi vacío de modo que pudieron elegir donde sentarse Cuando dobló a la derecha en la zona de Cordón se dieron cuenta que era un 582 que no llegaba al centro. No se preocuparon mucho. Eso es lo bueno de andar sin rumbo ni horarios fijos

El azar marca el camino. Nada importante dejarían de hacer en el centro, podrían hacer lo mismo en Cordón. Cuando vieron aparecer el local de La Papoñita, en la esquina de 18 y Minas se pararon para bajar del ómnibus. La Plaza de los bomberos estaba bastante concurrida a esa hora, mucha gente circulaba en todas direcciones. Algunos náufragos ocupaban los pocos bancos disponibles. El día lucía gris, un cielo cubierto de nubes oscuras dejaba fuera de escena al sol. Un viento fresco soplaba del lado de enfrente. Les costaba ubicar los puntoscardinales en la ciudad. El mar estaba en dos direcciones distintas, en Buenos Aires en cambio era sencillo, el rio está al este y a partir de allí todo se organiza con facilidad Cruzaron la plaza, oficialmente de los 33 orientales, tomándose de paso alguna foto con el fondo del mural conmemorativo de Juan Manuel Blanes. En la esquina de Magallanes y Colonia estaba, como desde 1951, la confitería Carrera.

Con algunas reformas, pero conservando el estilo que impuso en aquellos años, esa familia barcelonesa que, como tantas, trataba de dejar atrás las atrocidades de la guerra y encontraba un refugio en Montevideo, como ahora ellos. Entraron, escogieron del exhibidor vidriado lo que iban a comer, tras pasar por la caja, con sendas bandejas en mano, buscaron ubicación en el amplio salón comedor Los atrajo una mesa pegada a la vidriera de la calle Magallanes desde la que se podía mirar la plaza, la calle y su movimiento similar al de una película muda.

Ellos sentían mucho frío, pero la gente andaba con ropa de verano. La fecha correspondía a esa estación: 6 de marzo. Se sentaron uno frente al otro, comían despacio mientras miraban hacia afuera Estaban callados, ahorraban el uso de las palabras tal vez para no dejar salir una catarata de quejas sobre la situación que les tocaba vivir Una señora, alta delgada, vestida con prolijidad y una bandeja verde en su mano se acercó a ellos. Pidiendo permiso, sin necesidad, se sentó en la mesa delante de la que ocupaban

Iba a comenzar a comer, pero se dio vuelta y les habló sonriente:

“Buenos días. Disculpen que les dé la espalda Pero mi madre siempre decía que los ángeles no tienen espalda”

“Buen día” contestaron al unísono también sonrientes

“No se haga problemas, es muy cierto que los ángeles no tienen espaldas” agrego Beatriz cuya creencia en esos seres era muy limitada

“¿Qué edad me dan?” preguntó la recién llegada siempre sonriendo.

Ambos se sintieron caer en una trampa para osos. Las convenciones indican que se debe decir una edad algo menor de la que uno piensa para no afectar al otro. Sin excederse y poner de manifiesto la mentira En ese contexto respondieron.

“Setenta” afirmó Manuel como si estuviera seguro de ello sin tener la menor idea de la edad de la señora sonriente.

“Setenta y dos” su propia edad, dijo Beatriz sonriendo también.

La vecina movió su cabeza en gesto negativo al tiempo que reía feliz.

“Tengo 88” dijo con orgullo. “Yo tenía catorce años cuando se inauguró este local. Mis padres hicieron un esfuerzo, pero compraron todo lo necesario para mi fiesta de quince aquí. Ahora vengo a almorzar todos los días a este lugar ¡Miren si será buena la comida de Carrera! No tomo ningún remedio”. En verdad se la veía muy saludable.

“Aunque a ustedes les parezca mentira el barrio está muy parecido a esos años. La plaza, la escuela, los comercios de la dieciocho. Todo está casi como en mi juventud No entiendo a la gente que le gusta viajar. Yo casi no he salido de Cordón”

En ese momento pasaron dos señoras caminando por Magallanes rumbo a la avenida y la saludaron. Ella contestó agitando su mano derecha con alegría.

“¿De qué barrio son ustedes?”

“No somos de aquí Somos argentinos, de Buenos Aires” precisó Beatriz.

“Oh que lindo. Yo viajé en mi luna de miel a Buenos Aires Que disfruten su estadía Se nos enfría la comida” se dio vuelta y empezó a comer con delicadeza. Una de las mozas se acercó a traerle algo que había hecho calentar y bromearon acerca del clima otoñal en verano.

Ellos retomaron su almuerzo mirando hacia el exterior Parecía estar más gris que cuando llegaron. Una especie de niebla se estaba posando sobre la plaza de los 33 y las calles aledañas. La gente se desdibujaba envuelta en ese tenue humo gris Las nubes bajaban con rapidez a descansar. Un sonido familiar les llamó la atención. Era una batería de murga. Por la senda diagonal de la plaza, viniendo de la calle Minas hacia donde estaban ellos, vieron un grupo de personas moviéndose con el ritmo que marcaban los tres primeros que indicaban el camino con sus instrumentos típicos, la tríada de redoblante, bombo y platillos. Lo hacían en forma mucho más lenta que al terminar su actuación en los tablados Cuando los tuvieron cerca se dieron cuenta que los trajes multicolores estaban desgreñados, un poco sucios, rotos en algunos lugares, sus rostros mostraban el maquillaje corrido que ya no podía ocultar las expresiones de pesadumbre y dolor. El Concurso de Carnaval había terminado la noche anterior Esta agrupación parecía haberla pasado en vela escuchando los fallos y luego, tal vez decepcionados por haber resultado perdedores, salieron a caminar por las calles vaya uno a saber de qué barriada, Malvín, la Aduana, Maroñas, la Teja, la Unión y mucho menos hacia

donde se dirigían. Al llegar a la esquina se detuvieron un momento, parecían dudar entre tomar Colonia en dirección al Parque o bien doblar por Magallanes. Deambulaban sin rumbo por las calles de un Montevideo gris, apenado por la muerte del Dios Momo. No querían llegar a ningún lugar Manuel y Beatriz, amantes de la murga uruguaya, miraban en silencio ese espectáculo doloroso. Siempre disfrutaron las actuaciones en los tablados o en el Teatro de Verano, plenas de alegría, sonidos, colores y emociones. Nunca habían registrado una escena así, similar a una caravana fúnebre

Allí estaban los artistas populares velando al Carnaval y a su propia identidad. Dejar de ser murgueros y pasar a ser casi nadie, con suerte, hasta el año próximo Todos en el fondo sabían, si bien nadie lo ponía en palabras, que la promesa eterna de volver de cada retirada era algo muy incierto ¿Cuántos y quiénes de ellos y de ese público que los acompañó en cada actuación estaría presente en el próximo febrero? ¿Para cuántos, sin saberlo hoy, ésta sería su última vez, la bajada final? La niebla se acentuaba y el grupo, casi arrastrando los pies, enfiló para el lado del Palacio Legislativo por Magallanes

“Adiós a tantos fracasos y alguna que otra victoria” se escuchaba cantar casi en voz baja al grupo de caminantes con sus gargantas destruidos en cuarenta noches de actuaciones. Entre ellos uno vestido de impecable smoking y galera caminaba, ceremonioso, abrazado a otros dos que no lucían vestimenta murguera. ¿Qué hacían tan

lejos de la Unión estos espectros carnavaleros ese mediodía deambulando sin destino por las calles de Montevideo?

“Nos vemos en el próximo destino, Siempre te llevaré en el corazón. Voy a sembrar de amor otro camino. Crecer es aprender de cada adiós Abran el pasillo, que se va una murga Mejor que ninguna sólo es una más. Va la murga murga buscando a su gente. La Nueva Milonga para regresar Otra vez, otro adiós, el final, terminó su reinado carnaval, desde el Cielo bajó el director…la Murga de Tito cantando su adiós” Se escuchaba como una letanía

Y así mientras se apagaban sus voces, se perdían en la niebla de la calle de los bomberos sin rumbo fijo.

Ellos, tras comprobar que el resto de los comensales parecían no haber visto nada de lo ocurrido, continuaron mirando un buen rato la ausencia, se tomaron de las manos y mirándose a los ojos vidriosos desearon con el alma poder regresar.

Nota: Se toma parte de la letra de la excepcional retirada de la Murga La Nueva Milonga 2024 que fue compuesta por el poeta murquero oriental Eduardo Rigaud. El del frac es Tito Pastrana, el histórico Director y los dos a los que abrazaba, los grandes letristas Carlos Soto y Carlitos Modernell, integrantes de la Mitología Murguera inmortalizada por Tabaré Cardozo.

LA IMPORTANCIA DE LA OBSERVACIÓN DE LAS IMÁGENES

“La cultura es una torre de babel, donde la información atiborra al mundo”

Efrén de la Cruz

Hace algunos días, mientras mirábamos algunas fotografías en Facebook, vimos una en particular era la presentación de un libro de un chico llamado Efrén de la Cruz cuyo título del libro era “El Método” la introspección entró como una ráfaga de pensamientos y conjeturas, la difusión de la literatura

en el puerto es casi nula Considero que coincidir en espacios como Cafebrerías en la ciudad es un parte aguas debido a las oportunidades tan escasas que hay en el puerto, esta cafetería es una de las pocas que te ofrece magia desde que entras el aromática del café recién hecho te da la bienvenida, todo el lugar es tan acogedor, rústico y a la vez la sonrisa de los baristas te envuelve en las distintas emociones. Los bocadillos dulces dan un plus al mencionado lugar, en esta

al mencionado lugar, en esta ocasión la música que acompañaba al autor dio toque perfecto a la presentación donde se habló del proceso creativo del libro, de las diversas formas y corrientes de como vemos el arte, la cosmogonía de la forma al realizarlo y ver los signos del lenguaje atravez del arte como una visión de lo que realmente somos.

En cuanto el autor empezó su presentación me di cuenta que, con muy breves palabras, lo que busca este libro es acercar al lector a la facultad de “observar”. Se dice que nadie puede enseñarnos a observar, pero aquí se intentará desmentir dicha afirmación a partir del desglose de las ideas de la estética y belleza. La intención es poner o, mejor dicho, dislocar al lector de la forma en que se percibe a sí mismo como resultado de su educación visual, la cual crea parámetros mentales que imponen barreras en las concepciones de su auto-percepción en el universo. Existen parámetros que permanecen imperceptibles y, al no saberlos observar, no los podemos nombrar; por lo tanto, tampoco podemos manipularlos porque no existen para nosotros. La palabra es el símbolo y su conceptualización de ideas limita al universo a las formas que estos símbolos marginan (bien se trate de un sonido o la concepción del mismo cosmos).

Estamos en la construcción de una torre la cultura pero entre constructores no hablamos el mismo lenguaje. Lo que dificulta o destruye esta obra en la que todos nos vemos implicados y sólo se vuelve una complicación más para que la humanidad alcance el cielo.

A través de una antología epistemológica de la estética se hace un cuestionamiento sobre los valores y cánones de lo que percibimos como estético o bello, para posteriormente hacer un análisis de la forma en que percibimos la realidad y haciendo una abstracción de la percepción de la realidad se van revisando ejemplos de cómo el lenguaje se y nuestra propia percepción se ve influenciada por la forma en que nos comunicamos y como la educación visual influencia esta percepción. Una vez visto ejemplos de otros autores, psicólogos, matemáticos y filósofos, se hace una abstracción más profunda y se hace un estudio sobre la “inspiración” haciendo diferenciación entre esta, la creatividad y la motivación, cerrando con los números inconmensurables y la cuadratura del círculo, desde una visión tanto materialista como esotérica

Quién es el autor: Efrén De la cruz, nace el 4 de febrero 1987 Guadalajara Jal Comenzó a dibujar desde los 6 años, estudiando formalmente desde los 10 hasta los 18 años, tomando varios cursos, desde introducción al dibujo, figura humana y fotografía A los 19 ingreso a la lic En artes plásticas en la Facultad de artes de la UABC en Mexicali B.C. Tomando intercambios académicos con la ENAP, en CDMX y al centro de arte contemporáneo Wifredo Lam, en La Habana Cuba.

C o l u m n a s

Lecturas en

LAS VOCES CON ECOS DE VIDAS VIVIBLES

La violencia como una táctica de sometimiento social está arraigada en la historia de la humanidad, donde se escenifica la dicotomía: depredador / presa Ese logos proveniente de las culturas replicadoras de la tradición que valora como presencia a los héroes y mantiene la exacerbación de la guerra es la que predomina en nuestro contrato social y código jurídico tanto en oriente como en occidente

Puesto que, como defiende Judith Butler, “[l]a violencia es al mismo tiempo acto e institución, pero es también, […], una atmósfera tóxica de terror. Cada uno le sirve de sostén a la otra, están de hecho encadenados, conectados [ ] en una dialéctica potenciadora del terror. (2020, 27).

Es así como este “clima de terror” hace que unas vidas sean consideradas como “una clase asesinable” y otra que se convierta en la dominante, ya que les mueve su deseo de imponerse Por consiguiente, el “«Sométete o muere» se convierte en el imperativo que se” propaga en la piel, en los órganos, en las osamentas, en las almas y se replica en las mentes de los que quedan con la angustia del desconocimiento de dónde están aquellos que compartieron espacio-tiempo y sentimientos,

ya que, sus muertes son la manera de escarmentar a los que quedan para que ese deseo violento (líbido dominandi, en palabras de P Bourdieu) sea interiorizado Por ello, para la estudiosa Butler, el grito de los familiares por saber o recuperar los cuerpos es una forma de activismo, ya que, [e]l acto del duelo enlaza con el acto de la justicia precisamente aquí, porque no solo estamos diciendo que esa era una vida que merecía ser vivida y que nadie debería haberla destruido, sino también que tal destrucción es injusta. De modo que lloramos, y con ello al mismo tiempo nos oponemos a la injusticia El despliegue de un duelo público se alía con una oposición militante frente a la injusticia. Y del mismo modo que nos oponemos a la violencia por medio de nuestro dolor y de nuestra rabia, estamos practicando la no violencia cuando nos dolemos y militamos en contra de la continuación de la violencia y la destrucción (2020, 24).

Entonces, qué hacer cuando esa voz en la realidad y frente a la justicia existente no permite la expresión del duelo. Qué hacer si los cuerpos que deben ser llorados no reciben ese último adiós Qué hacer para que la

ersión heredada, donde la purificación de onocimiento llega por la reciprocidad. En sí, s el desmontar la estructura del poder a ravés de una reacción generada por el recuro del testimonio, que responde a la injusticia n un tiempo diferido, al construir un quiere, una fisura en palabras de J. Derrida . El hacer que los muertos adquieran voz y or lo mismo su derecho a desquebrajar el stema establecido ha sido una reacción y ororidad de mucha de la prosa latinoamecana con diferentes intenciones. Por el spacio, incluiré aquellas obras que como ector han roto mis “expectativas” y que me an quedado en la memoria como impacantes Así, en uno obra del siglo XIX, ya hay n ejemplo de esta ruptura lógica. Es de la mano de Machado de Assis (Brasil, 1839908), que nos llega un monólogo desde el más allá de la muerte ultratumba ; así se resenta al personaje protagónico Bras Cubas de Memorias póstumas (1881), que ecapitula su existencia desde el momento de u nacimiento. Aquí, el ordenamiento de la iégesis se hace cronológica, sin embargo, su maestría se perfila al insertar saltos emporales rales dentro de ese ir y venir al empo-espacial real para el mundo ficcioado; cuestión no muy común en su época. Con este ardid, hace una crítica a los valores e la clase pudiente en decadencia, la cual no ebe dejar legado, sino una transformación, ue no se da con la Independencia de las aciones, sino con otra labor; esta queda bierta para que las generaciones venideras as diluciden. Por ello, en la obra, el persoaje principal no logra casarse ni tener hijos; us deseos se subsumen a cumplir solo lo que stá en su rol de aristócrata y hombre Al no er un personaje de ruptura no pudo arriesarse al cambio, que hubiera sido aceptar a la

ara desde ese lugar de enunciación llegar al ector y de ese modo revivir la angustia de la mpotencia por luchar contra la injusticia Igualmente, la imposibilidad de protestar ontra las acciones prepotentes de un cacique ume a todo un pueblo al silencio y al eterioro de su existencia, por ello, luego de u desaparición no tiene el ánimo de ir a ingún otro lado y son sus muertos los que guen arrastrando sus pesares, abandonados n los cimientos de las ruinas, en las piedras ellares de caminos truncos y en el polvo de a tierra erosionada. Sus ecos nos llegan ragmentados y desmoronados en la magisral obra Pedro Páramo (1955), donde Juan Rulfo (México, 1917-1986) retoma la rotesta de los otros por hacer de su legado ivencial una realidad, en este caso, en la memoria de los lectores que son los que los scuchan y empatizan con su sufrimiento, ya ue, los hombres y mujeres de los pueblos ue en Latinoamérica pagan el legado olonial con los manda más que hacen de sos cuerpos propiedad y disposición de sus rustraciones es la manera cómo se revive el uelo y el enterramiento con una justicia que o se somete a la violencia

Otra obra que resuelve esta problemática on este mismo recurso y lleva la voz de la rotesta a un ámbito privado, el hogar, pero ontinúa con la reflexión sobre la función de os feminizados es la novela de María Luisa ombal (1910-1980), la Amortajada (1938), onde con el uso del monólogo interior ecapitula la vida de una muerta, que en su elación rememora lo que ha sido su exisencia como dependiente de lo que los otros an deseado construir sobre su cuerpo. Es na de las obras que refuta el aprendizaje del er mujer, impuesto; así libera en su muerte el eseo porque no se replique esa inscripción.

clase social y de sus allegados, mientras s que muestran cómo su voluntad fue r social ya está interiorizado en los ue hacer nada para que se continue con lo opolítica” que ha atravesado los cuerpos

cursos de “desautomatización” se accede a verdades eternizadas no son las que se eivindica las historias acalladas de los meter contra los sistemas totalitarios, las Por eso en este recorrido ido desde lo as.

.google.com.ec/books/edition/La Amortajada/jtcover ouse Penguin Random House as [versión PDF] /qLvD-memorias-postumas-de-bras-cubas-

personal Lumen

Íncipit de los éxipit

MNEMOFOBIA II: ENDOFONÍA

La Mnemofobia es textocidios...y endofonía. Monolingüismo

Las ecdisis lingüísticas, las que se hacen desde lo endofónico a lo exofónico en especial, son siempre metamorfosis selladas por el olvido y el castigo. Hablar, y peor aún garabatear en lenguas no maternas, conlleva de forma inherente un sentimiento de culpa que inevitablemente se eleva a una traición a la norma colectiva y sus monolingüismos canónicos: “Quand j’écris en français, ma langue maternelle se met en retrait: elle s’écrase. Elle rentre au harem” (Abdelkrim Khatibi, La Mémoire tatouée, 49), o sale a pasearse en los marginales glosas de la consciencia colectiva y sus normativas escrituras Todo monolingüismo implica dibujar muros fronterizos a los templos de la memoria y la identidad colectivas. Es la escritura endofónica de la memoria, su sello perpetuo del olvido y el castigo La mnemofobia es monolingüe El monolingüismo es también una escritura de lo amnésico y del miedo a la memoria.

Llevamos tal presagio incluso desde nuestros orígenes mitológicos. Adán, antes de descender del paraíso, había recibido un perdón envenenado

Un castigo camuflado en perdón Lejos de la sísifica búsqueda de la redención del pecado original que marca los orígenes mitológicos del occidente-cristiano, lo que here-

damos los sarracenos de este relato paternal es un perdón que al redimirnos nos castiga con una sentencia que nos marcará el resto de nuestra vida: un monolingüismo amnésico. Antes de desterrar al disidente del paraíso, Dios decidió despojar a Adán de lo que quizás ansiaba más; incluso, lo aspiraba más que “shajarat al-khuld wa mulk la yafna” (el árbol de la eternidad y un poder eterno): una lengua infinita que lo abarcaba todo. Sí, la lengua pudo ser un castigo. En el caso concreto más que la lengua en sí, fue despojarle de las facultades lingüísticas, como todo lo paradisiaco, infinitas Desde su creación de la arcilla, Adán había recibido con el don de la vida, también el de hablar todas las lenguas del universo: “allamnahu al-asmaa kullaha” (le hemos enseñado todos los nombres) Adán fue perdonado, y luego de reconocer su equivocación, fue condenado a abandonar el paraíso; pero esta condena conllevaba otras implícitas. La más evidente fue el olvido de la lengua infinita. Además, Adán tenía que convivir con el destierro, y sobre todo consumar lo que significa ser un terruño más: hablar una única lengua También, esta monolingüización supone otro castigo más: olvidar la otra lengua, la infinita.Habitar la tierra viene a ser sinonímico de

na de eva era o y o ma álo os a on de a , a la que a a e. mos

versal que es el legado memorial en sí, y, en definitiva, lo plurilingüe que debe ser la forma de relatarlo

La narración de la mnemofobia hecha desde lo endofónico, por lo tanto, en su esencialismo es también una aberración a lo plural. Lo radical que teme lo rizomático. Su avatar es el monolingüismo. En el cruce de nuestra condición mnemofóbica y nuestros orígenes monolingües está otra forma de los textocidios: una escritura endofónica. Con ello no nos referimos tan solo a la actitud de escribir en la lengua materna sobre la memoria, sino al imperio de los patrones canónicos de la misma en cualquier forma de escritura Nada escapa a las lenguas maternas En lo muy paternal lo suyo, narramos la memoria, cualquiera que sea su forma o naturaleza, desde sus canónicas normas. Escribimos la memoria desde lo endofónico, desde lo paternal de las lenguas maternas no solo usando las lenguas nacionales, sino usurpando el derecho de hacerlo e insivilizando los otros códigos lingüísticos: diglosia. Las lenguas nacionales, por ser muy nacionales, son el instrumento más habitual de tejer la memoria y, haciéndolo, se contagian sus fobias Del miedo a destejer la memoria pasamos al miedo de narrarla desde códigos lingüísticos diferentes: monolingüismo textocidial.

La mnemofobia, por lo tanto, es también una trampa lingüística Si temer la memoria es temer el peso del pasado, el monolingüismo es su expresión más sutil: una clausura del pensamiento en un solo código, una negación de la posibilidad de otros relatos. No es solo la lengua en sí misma la que encierra, sino su conversión en un absoluto, en un espacio sin márgenes donde la variación es herejía y lo exofónico sospecha.

de a me a n d el a dar a gua un ua o n, a do e ia, dad o el el lenguaje. Porque el monolingüismo no es solo una condición del pensamiento, sino también de la acción política Así como el lenguaje único traza los límites de lo que se puede recordar, también define lo que se puede imaginar. La homogeneización del discurso se convierte en herramienta de exclusión, el control del lenguaje se transforma en control del pensamiento Y es ahí donde la mnemofobia deja de ser solo un miedo abstracto a la memoria y se convierte en un mecanismo concreto de poder: un monolingüismo institucionalizado, donde lo que no encaja en la lengua oficial es condenado al olvido

De la mnemofobia a los textocidios y el monolingüismo endofónico se dibuja nuestro retorno a nuestro origen mitológico y al múltiple castigo adánico. Con los tres o cuatro si se quiere ser preciso perpetuamos el destierro adánico Escribiendo la memoria lo hacemos sacándola de su marco paradisiaco, plural e infinito al de nuestras fobias y nuestro monolingüismo. Además, muy a lo fratricidio de Abel y Cain, expulsamos del templo sagrado de su narración a cualquier intento exofónico profanador En contrapartida, quienes profesamos el arte de las escaramuzas, los mártires de lo exofónico, quienes garabateamos en lenguas no muy maternas, estamos condenados también a invertir el viaje del destierro adánico: devolver a la memoria su ropaje paradisiaco

Si el castigo adánico nos condenó a la clausura de una lengua única, el acto de escribir en la exofonía es el primer gesto de insubordinación contra este mandato. Hablar, escribir, pensar en una lengua que no es la materna es más que un simple ejercicio de escape; es la fractura del monolingüismo endofónico, la grieta en el

un itar s os gomos en e su o, uja ola o e a, tua os én a .

Frente a la escritura que impone el olvido, está la escritura que lo desafía, la que se inscribe en la herida abierta de la exofonía para reconstruir lo que el monolingüismo ha condenado al silencio. Porque si hay un camino de regreso al paraíso de la lengua infinita, no es a través de la sumisión a la lengua única, sino en la proliferación de las lenguas que desafían sus límites En esta escaramuza, en esta tentativa de devolver a la memoria su ropaje paradisiaco, quienes escribimos fuera de los márgenes del monolingüismo endofónico nos convertimos en los traidores necesarios, los insurgentes de la palabra, los herejes que restituyen a la memoria su posibilidad de ser dicha de otro modo.

Solo entonces podemos abrazar a la memoria con sus espinas. Quizás podamos retomar la senda de vuelta al paraíso.

Arañas en marte

LOS CAMINOS DE LA VIDA

Comienzo a escribir esta columna pensando que el tema, que la revista delatripa eligió para este mes de marzo es carreteras y viajes y que, a mí, ironías de la vida, el inicio del año 2025 me agarró, casualmente, de viaje Culminé el 31 de diciembre sumida en el frío afilado de las calles de Burdeos en Francia. Esperamos las doce de la noche, en medio de un río de gente de diversas nacionalidades en un lugar emblemático en el corazón de la ciudad: La Plaza de la Comedia de Burdeos Esta plaza alberga, entre otras bellezas arquitectónicas, el impresionante Gran Teatro de Burdeos y justo frente al teatro, un conocido hotel de lujo desde el que se proyectaban, durante todo el mes de diciembre, imágenes en colores sobre la fachada del teatro El tranvía aparecía cada tanto atravesando la plaza y marcando un ritmo en la atmosfera. Las calles aledañas, con edificios de bella arquitectura, lucían adornadas con un increíble decorado de luces doradas. En medio de la plaza se erguían dos inmensos y elegantes postes de luz en cuya base se hayan los enormes relojes en los que nuestra atención estaba centrada. Allí estábamos Ricardo y yo, como formando parte de una escena cinematográ-

fica, parados en las escalinatas del teatro, junto a una de sus inmensas columnas, mirando el reloj, esperando que algo especial, diferente, ocurriera a la media noche, una lluvia de luces, alguna música que nos uniera en un gran baile colectivo

No sé con exactitud qué esperábamos. Todos estábamos allí, en uno de los lugares más hermosos de la ciudad, aguardando que las agujas del reloj nos anunciaran el fin del año 2024. Un invento humano para medir algo que transcurre sin pausa, algo que se desliza, avanza y se diluye como el cauce de un río que va a dar al mar. El tiempo pasa y sigue pasando y el ser humano, a lo largo de su vida, se olvida de ese movimiento sutil, imperceptible. Una traición, una trampa de la vida Cuando un día, por fin, tomas consciencia de ese tiempo, ya pasaron cinco, diez, cincuenta años y la lista de cosas por hacer, proyectos, sueños, deseos que dejaste en el camino se te hace incalculable. En fin, el reloj marcó las doce de la noche, el gentío pego un grito y de inmediato un breve silencio que se hizo eterno, nada sucedió, nada especial, a excepción del apagado de las luces de colores que se proyectaban desde el lujoso hotel hacia el frontis del gran teatro de

estiva lla de mos ue orrer eta en que o amor, iajes y n. No astián, de sol pampo y obar me los e anza. anza bir pero e do sin r de saba ntre ad má me vivo mbia es de ueltas

y yo luchando para evitar el mareo y la náusea involuntaria. Recuerdo que muchas veces fui derrotada y mi cara aterrizó en una bolsa de papel que mamá siempre llevaba para salvarme y salvar los asientos del auto. Recuerdo, ahora, esas carreteras con nostalgia. Qué lejos está mi niñez. Qué lejos quedó la emoción de llegar a Cúcuta y comer ciruelas, dulce de leche, confites, recorrer tiendas, celebrar que me compraran un par de zapatos o una paleta de caramelo redonda, roja y tan grande como mi cara en aquel momento. Pienso en cómo la felicidad era eso, momentos de risa en el auto, aunque papá fuera muy severo, la carretera tuviera demasiados abismos y el malestar físico fuera de ida y vuelta. Eso era felicidad. ¡Vamos a Cúcuta! Era una frase que producía felicidad. Y a medida que sigo escribiendo, también recuerdo que, con diecisiete años, me fui a vivir sola en Caracas para estudiar actuación Las carreteras se hicieron parte de mi vida por aquellos años. Las carreteras que me permitían volver a casa de mi madre, visitar a mis hermanas, conocer la Isla de Margarita, viajar al Orientede Venezuela a casa de familiares, escapar de Caracas en busca de unaplaya paradisiaca y también, casi perder un ojo enun atroz accidente donde sucedió un milagroy un médico, a quien yano logro recordar, se pasó tres horas cociendo miparpado, mi frente, salvando mirostro, cociendo y cociendo ciento veinte puntos porfuera y cincuenta y cinco por dentro.

Después las carreteras, al pasar los años, fueron cambiando. A los diecinueve años gané una beca de la Unesco que me llevó a vivir en la ex URSS Treinta y tres horas de vuelo para llegar desde Caracas a Moscú Luego vinieron los incontables desplaza-

priú y é, la s en a. La man. atrade a vida Un ruma mpo go antos ron aso sos. nia, a, piennos, ón, Hisguen a en mi lazas desbirse ras renes aesnilla tepejado uidad conodad

del transporte, pensaba en esa oportunidad de atravesar carreteras, de conocer el país. Pensaba en regresar algún día, con tiempo para recorrer, conocer, explorar También pensaba en lo afortunada que era en ese instante y en lo afortunados que somos los seres humanos en este tramo que va desde la hora del nacimiento y el momento de lo que llamamos muerte La partida a no sabemos dónde La vida, esta que consumimos cada nanosegundo, está repleta de caminos, de carreteras, bifurcaciones, callejones, de atajos, de túneles y de carreteras de un solo carril y otras de multicarriles. De caminos rectos y de curvas peligrosas De peajes y zonas de descanso Lo interesante es lanzarse y emprender el viaje en cada oportunidad en que la carretera se abra ante nuestros ojos. El tiempo traicionero no detiene su paso. El ser humano se ha encargado de inventar obstáculos, excusas para llenar nuestra vida de miedo al viaje, al riesgo Solo tenemos esta oportunidad, esta de hoy, de este instante en que tú estás leyendo esta columna de nombre extraterrestre. Este instante en que aún respiras. ¿Qué quieres hacer? ¿Qué viaje, real o figurado deseas emprender? ¿Quieres subirte a un autobús y atravesar el país? ¿Quieres sentarte y pintar, escribir, actuar, leer, bailar, estudiar, amar? ¿Qué quieres? Tal vez este sea el instante en que puedas y quieras responder a esta pregunta. Nunca es tarde para tomar el camino que deseamos Agarra tu mochila, cartera, bolsa, maleta Ponte tus zapatillas, tus tenis, tus zapatos. Define el camino e intérnate en él, ahora. Atrévete a tomar la carretera que te llevará al destino que sueñas: a otro barrio, otra ciudad, otra casa, otro país, otra carrera, otro libro, otro lugar o no lugar, otra idea El tiempo es este, mientras en tu reloj mental aún quede arena por caer.

Reflexiones sin filtro

PIZARNIK: POESÍA DE IMÁGENES SURREALISTAS

CON NOTAS DE PESADILLA

2/2

Ella el mito de Argentina. La poeta suicida, la leyenda…

O simplemente, Alejandra

Comenzar la lectura de una autora, es iniciar una plática con ellos Al menos así lo vivo con la poesía de Pizarnik. Entre los espacios de sus versos, donde ella pausa para dar una bocanada a su cigarro, dosifica la historia de su anacrónica vida.

Gota a gota, me va contando su enjaulada infancia y la de los pájaros que habitaban su bosque musical y la de las criaturas ávidas de su silencio. Su obra poética es una ofrenda, a las noches enigmáticas, que se esfuma al alba... Ella me cuenta que en la orilla de la noche el amor es posible, y yo le creo

La lectura a su obra se hace de forma personal. Dialogar con ella para que a cada lector le cuente secretos distintos que han de conjuntar su esencia, su leyenda.

Expresa el odio a mirar al interior de los cantos porque, justifica, en el fondo hay una reina muerta Así como la añoranza de una infancia ajena, extraña, triste. Sus poemas no son luminosos, al contrario, nos dirigen al lúgubre abismo de la muerte, de su muerte, de su suicidio.

En 1972 su alma le dictó:

“Hiciste bien en morir, por eso te hablo, por eso me confío a una niña monstruo”.

Ese verso dedicado a Janis Joplin, estrella de rock and roll e ícono hippie, eriza la piel al comprender que Pizarnik estuvo de acuerdo con su suicidio; ella ya maquinaba el suyo, que sería consumado dos años después del de Janis y entonces, le sedujo su historia y le dedico un poema.

Como muchos otros le dedicó a la muerte, ese suceso que tanto hace temer, a ella le fascinaba y le intrigaba, por ello lo exploró como solo ella pudo haberlo hecho. Sus textos representan un pilar de estudio para todas las plumas que desean aprender a escribir poemas conectando con su mayor seducción; o bien, para aquellos que buscan tomarse un café y escucharla.

“No poder más vivir sin saber qué vive en lugar mío escribir para herirme la vida toma formas tan extrañas”

Su meta era llegar hasta el fondo.

Lo ha logrado Hoy, Pizarnik vive en la entraña de la noche enlutada de nuestros corazones.

Lectores somos

AL LEER

Hace unos días mientras leía mi libro en turno, comencé a reflexionar sobre la edad que tenía cuando aprendí a leer. En México, Mi libro mágico ha sido utilizado por más de 70 años para enseñar a leer y a escribir a un promedio de 25 millones de niños. Por supuesto, estoy dentro de ese conteo.

Aún recuerdo aquella tarde nublada cuando fuimos a la papelería a comprar el libro, después llegamos a casa, lo abrimos y aspiraré ese delicioso aroma que solo los libros nuevos pueden otorgar, ya quería verlo lleno de rayones, practicar la letra cursiva y comenzar a leer: “mi mamá me mima mucho”. Gratos recuerdos.

Sin embargo, el entusiamo por la lectura llegó por mi padre, quien casi a diario llegaba con el periódico bajo el brazo o con las clásicas revistas de Vaqueros con su peculiar tinta café

Mi hermana juraba que ella sabía leer a la perfección como nuestro padre; sacaba la enciclopedia Salvat de la Fauna y sentadas a un lado del librero me comenzaba a leer esos hermosos libros que aún conservo en mi librero.

Pero ¿a dónde voy con esto? Leer, debe ser siempre satisfacción, debe ser mágico, para que en esa soledad obligada, al leer, podamos descubrir la inmensidad que solo habita en nuestra imaginación

Yo, veía en los libros de la enciclopedia a las leonas comiendo a su presa, pero justo en ese momento, yo estaba en la selva sintiendo el calor mientras veía al ñu huyendo para salvar su vida o imaginaba la pobreza en la que vivían los vaqueros al leer su historia a una sola tinta

Aunque hay algo que no puedo negar, de pequeña y de adulta hay lecturas que he tenido que abandonar. Por supuesto, de pequeña descargaba mi furia en el texto pues he encontrado textos rayados sin sentido alguno, y de adulta, con el marcatextos, resalto lo que me gustó, lo que no, o recursos que me pueden favorecer

Al leer, debemos abrir nuestra mente sin juzgar a los autores, ya que ellos solo son portales hacia esos mundos que estamos a punto de explorar.

Pero sigo reflexionando: ¿a qué edad aprendí a leer?

Incipit

LOS VIAJES DEL CORAZÓN

No podrás nadar hacia nuevos horizontes si no tienes el valor de perder de vista la costa

William Faulkner

Muy a menudo las personas me preguntan que dónde vivo, yo respondo que en Chilpancingo, Guerrero, y agrego, ciudad capital luego con un dejo de escepticismo me dicen… Acapulco, debes tener muy cerca el mar. En algunas ocasiones he explicado que son dos municipios totalmente diferentes, pertenecientes a este estado suriano, pero en otras he optado por decir que sí, aunque tenga muchos meses que no visito las arenas de la bahía de Santa Lucía.

Recorrer los 107.5 km para llegar a Acapulco por carretera varía, si voy en autobús tardo en llegar dos horas, algunas veces puedo demorar un poco más si hay bloqueos en la autopista del Sol, quiero poner la S en mayúscula para resaltar que voy en busca de ese cálido clima, pero, esperen, en Chilpancingo también podemos estar hasta 28 o 30 grados, así que, creo que me traslado al puerto para poder tirarme en la arena y exponerme al astro rey y broncearme (aunque sea dañino y solo lo haga por dos días) Pero si voy en auto particular podemos llegar en cuarenta y cinco minutos disfrutando de mi playlist de viajes, en donde hay canciones diversas, desde Rigo Tovar hasta Lucha Villa, Nacha Pop o Frank Sinatra, es una de

esas listas de canciones que uno va guardando para sentir bonito mientras vas disfrutando de esto que es vivir Y miren que eso, en estos tiempos sí que es toda una odisea

Decía Fernando Pessoa que … los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos, entonces yo voy siempre a la expectativa de lo que veo en este corto trayecto, me emociona la depresión del Balsas y también me angustia cuando lo veo casi sin corriente, saco mi mano por la ventana y me gusta sentir el aire golpeando mi epidermis, cierro y abro los ojos para sentir ese reflejo multicolor que se va formando en el parabrisas, luego advierto los huizachez, los mezquitez o los cazahuates… pienso… me imagino ahí, en medio de ese espacio y me gustaría no pensar en las atrocidades de violencia que vivimos cada día, subo mis piernas en el asiento y me reacomodo, como un gato que se acurruca para sentirse protegido, llegan a mis oídos Sidney Bechet con Summertime y hay como un dejo de añoranza, la carretera me une con estos dos puntos territoriales que han marcado mi vida.

Cuando viajo por carretera siempre voy de copiloto, no manejo, así que tengo opor-

d de ir imaginado cómo extenderé mi toalla en la arena o si me comeré unas pescadillas respectiva cerveza, tomo el libro que lleve en la bolsa y leo unas páginas, comento un veo a lo lejos una patrulla de la Guardia Nacional que sirve para bajar la velocidad y ada, porque a pesar de su presencia siempre hay cosas non gratas, así que el ánimo no por el contrario, me imagino que las vías terrestres podrán estar en mejor estado y es sí, ser ese paraíso que dicen será el bello puerto. go claro que un viajero nunca desprecia su propio país, y mucho menos dejará de ar el espacio en el que ha crecido, viene a mi mente esa foto que tengo en mi álbum, en agen tengo cuatro años y mi hermano Gerardo está a mi lado, los dos con trajes de juego, azul con blanco; y atrás el hotel Caleta, bella postal del recuerdo añoro hacia Acapulco, y luego volver a la caótica Chilpancingo, en donde uno no necesita ero sí oraciones para que los chavos de Ayotzinapa no tomen la autopista o los de la G busquen protestar por sus derechos laborales. Pero, todo con conciencia, porque si qué me serviría pensar en que todos necesitamos de todos, y que todos merecemos ser ados Mientras tanto, que espere el viaje terrestre y que lleguen las pasiones en todo lo o anda haciendo, que como bien escribía Paul Morand, son los viajes del corazón

Psiquelatura

ENAMORÁNDOME DE NUEVO

¿Alguna vez te ha pasado que ves tu galería de fotos y encuentras tus fotos anteriores? ¿Qué has sentido? Quizá nostalgia, quizá tristeza, tal vez te sientes alegre al notar cuánto has cambiado, también puede que quieras volver al momento o pienses en silencio “¡Cómo no me valore!”

Aunque no lo creas, es común voltear a ver el pasado y querer volver o añorar lo que ya no tenemos, pero no es el mismo caso cuando vemos a nuestro presente. Generalmente siempre estamos preocupados por el pasado, por lo que hicimos y lo que no hicimos, pensamos más en las cosas que podríamos hacer en el futuro y a veces hasta planeamos de más que perdemos el tiempo importante del que después vamos a reclamar no haber aprovechado

Es por eso que el presente es un buen momento para volver a enamorarte, para recordar, pero no tanto con nostalgia si no como impulso a querer lograr más cosas de las que ya hemos hecho sin presionarnos por lograr grandes cosas si no todo a nuestro ritmo Así como el viento no se presiona por seguir un mismo rumbo en cada estación del año o los árboles pierden sus hojas en cada nueva estación, así también nosotros alguna

etapa en específico si no que sepamos valorarla con las enseñanzas y dolores, con lo bueno y lo malo, siendo conscientes de que cambiamos pero que esos cambios nos hacen ser lo que somos y nuestra esencia pesa mucho en la existencia Podemos ser importantes en la vida de los demás, quizá otros nos ven y admiran algo de nosotros en silencio mientras lo pasamos por alto, porque, así como para gustos hay colores para la vida hay diferentes matices que hacen que vivir no se torne aburrido ni abrumador si no que sea una experiencia tan placentera como el enamoramiento. Seguro alguna vez te has enamorado y has sentido que puedes lograrlo todo como si tuvieras súper poderes, has viajado sin miedo con tal de encontrarte con aquello que te hace latir el corazón, y claro; enamorarse no solo implica el sentir algo hacía una persona, hay diferentes formas de amor y varias cosas de las cuales enamorarse como el clima, el café, la música, la familia, entre muchas otras cosas que pueden hacernos sentir o inspirar amor

Estar pensando en el pasado constantemente nos puede llegar a sumergir en sentimientos negativos o hacernos sentir estancados, es válido como se mencionó al

esar a algún momento, sin embargo, nuestro presente, lo que realmente andes cosas, pero si algo no sale bien como aprendizaje o recriminarse que las mbio siempre es bueno y da pie a nuevos o momentos que sin haber fallado quizá uevo, retomar aquel proyecto que tenías s desde hace tiempo, planear aquel viaje el libro que tenías olvidado, tomar el tú mismo! y dejar los límites de lado; o de amor hacia la misma persona o.

Interés Superior

LOS LOBOS QUE

CUIDAN CORDEROS

Uno de los nombres más influyentes de la literatura infantil, es el del narrador y fabulista oral Esopo (Siglo VI a.C.). Su vida y muerte son un misterio, cuentan con varias versiones; la más difundida narra que Esopo fue un esclavo quien cual Shereszade de “Las mil y una noches”, obtuvo su libertad gracias a su talento para inventar y narrar cuentos.

El historiador Heródoto documentó lo popular de sus fábulas en la Grecia Clásica. Aristóteles y Platón también lo mencionan Pero sus narraciones cortas, directas y sencillas se difundieron en toda la sociedad, gracias a su lenguaje claro, y entre el público infantil por utilizar la prosopopeya, es decir, dotar a los animales de características humanas

Esa manera de dar mensajes con el fin de enseñar valores elementales, prácticos y universales, ha llegado hasta nuestros días e influido en gran parte de la literatura escrita para niños y niñas Un ejemplo de las fábulas de Esopo es “El lobo con piel de oveja” Conocemos bien la frase. Trata de un lobo que disfrazado con la piel de una oveja que encontró, se infiltra en un rebaño para, desde

dentro, por el descuido del perro y del Pastor, comerse a las confiadas ovejitas.

Pero en la vida real hay lobos peores, hay lobos que se disfrazan de Pastores, que usan sotanas y crucifijos, que se encargan de parroquias o trabajan en escuelas, ante el descuido o complicidad de la estructura que los sostienen.

Así llegó Marcelino N a un colegio de Madrid, según una nota de Daniel Somolinos y Daniel J. Ollero en elmundo.es, este hombre está acusado de agredir sexualmente a 5 niñas matriculadas en Highlands El Encinar.

Marcelino tiene una interesante historia, fue el secretario particular del sacerdote mexicano pederasta y estafador Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios de Cristo, orden católica que debió ser tratada como una organización criminal, pero Benedicto XVI en 2006 simplemente le dio un digno retiro a Marcial Maciel para orar en el soleado Jacksonville, Florida. Y quien lo acompañaría en los siguientes dos años, fue justamente Marcelino, porque Marcial

sos. Además, Marcelino fue el Maciel que se encontraba escondida gios de La Legión de Cristo en as niñas y por las cuales ahora se a la administración del colegio sobre en que no tenía antecedentes de al Maciel, acusado de agresión sexual Cumbres de Cancún, un colegio más rnando Martínez, discípulo y víctima ualmente de varias estudiantes alazar, quien, tras exponer el director de su primaria de paga

o Martínez aceptando su crimen y carta que se había enviado a más de a pesar de aceptar los abusos, estos arias generaciones desde las décadas tes, en su mayoría seminaristas de la en diferentes naciones y los colegios orderitos

Sopa de letras

EL JUEGO DEL ÁNGEL DE CARLOS RUIZ ZAFÓN

“Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Un escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio”

Así comienza la novela de “El Juego del Ángel”, donde utilizo la primera y última oración del primer párrafo del inicio de la novela quedando como un incipit poderoso que encierra el núcleo principal del libro: escribir para otro, ser un escritor fantasma para la gloria ajena dejando en el olvido la propia por un par de monedas. Sin embargo, David Martín, el protagonista, no obtuvo un par de monedas, sino una verdadera fortuna, cerrando un trato con un misterioso editor, quien lo incita a escribir un libro único, una «nueva religión» Y con tal encargo, David emprende un viaje peligroso, donde no nada más está en juego su vida, sino también su cordura, al haber vendido su alma de escritor.

El Juego del Ángel es la segunda entrega de la saga del cementerio de los libros olvidados, la cual da inicio con la magistral: La Sombra del Viento, la cual es una novela llena de giros inesperados, de misterios y personajes entrañables. Aunque, El juego del Ángel no es una segunda parte lineal, directa, es mas bien una precuela, aunque no trata de

dar una especie de explicación a los acontecimientos de La Sombra del Viento, al contrario, es otra historia muy independiente, que, si se lee primero, no altera para nada el orden. Lo único que las entrelaza es “el cementerio de los libros olvidados”, y algunos personajes, como la familia Sempere. En la Sombra del Viento, el protagonista es el joven Daniel Sempere, a quien su padre lo lleva a una biblioteca secreta, que es el cementerio, y es donde están depositados todos los libros descatalogados, peligrosos, maldi- ditos y olvidados, y es allí donde descubre el libro que da titulo a la novela y que fue escrita por un tal Julián Carax. En la historia de La el Juego del Ángel, el protagonista es el escritor David Martín, quien tiene una gran amistad con el librero: el señor Sempere y el joven Sempere, quienes son el padre y el abuelo de Daniel

El señor Sempere lleva a David Martín a presentar al guardián de la biblioteca secreta, que es una especie de edificio escondido entre otros edificios, el cual, a simple vista está oculto y de difícil acceso por un angosto callejón perdido en una concurrida y laberíntica área en pleno corazón de Barcelona Ante los ojos de David, al entrar queda maravillado por tan misterioso lugar; lleno de libreros hasta el techo, con varios niveles y desniveles, puentes en arco, y con mucha

dolores de cabeza, que él mismo adjudicaba a su febril e imparable trabajo escribiendo la saga para saciar el apetito voraz de sus lectores y editores; descubre que se trata de un tumor cerebral incurable, diagnostico que le dio el medico quien, a través de los estudios, le da la fatal noticia David tiene sus días contados y esa gran obra maestra con cual un día soñó con escribir, no iba a ver la luz nuca.

Y es en ese punto, o encrucijada, es cuando conoce al director de una pequeña editorial con sede en París, un enigmático personaje de nombre Andreas Corelli a quien David en lo sucesivo llamará “el Patrón”, quien le hará una propuesta que no podrá rechazar; le oferta es la suma de ciento cincuenta mil francos (toda una fortuna en esa época) por sus servicios de escritor fantasma, y lo mas importante: salud y larga vida. David siente suspicacia, pero acepta. El trato: escribir un libro donde tiene que inventar una nueva religión…y al cerrarlo, se da cuenta que aquel encuentro con el libro de Lux Aterna en el cementerio de los libros olvidados, le dio la sensación de que fue mucho más que una casualidad, y la creencia que era el destino se acentúa cuando al día siguiente todos sus males desaparecen, recuperando sus fuerzas, vigor y hasta juventud, quedando totalmente curado ante su médico y las personas que lo conocen, en especial los Sempere.

Decidido, David Martin hecha manos a la obra, siendo en esos días cuando conoce a Isabella, una joven de diecisiete años, aspirante a escritora, quien tiene una inteligencia muy aguda y un humor bastante sarcástico. Ella se presenta para ser su aprendiz. En un principio David la rechaza, pero termina aceptándola como asistente, dándole la tarea de investigar en las bibliotecas para buscar información en libros religiosos, así como

embruja con sus palabras y su profunda mirada de siglos oscuros.

y de te o bir ye ol e o, e ón. e o a o

El Juego del Ángel de Carlos Ruíz Zafón, de más de seiscientas páginas, se podría decir que se puede leer casi de un tirón. Sin embargo, esto no significa que su calidad literaria sea menor, al contrario, es profunda, filosófica, con muy buen ritmo de trama que intriga y obliga a seguir avanzando Es una novela donde los verdaderos protagonistas son los libros y los lectores. Por algo, Carlos Ruiz Zafón, en vida siempre se negó a vender los derechos cinematográficos, no quería ver su obra en una pantalla, porque, su argumento siempre fue que sus historias fueron escritas para ser libros Y en mi opinión personal, espero que nunca sean llevadas al cine, o a Netflix

El Juego del Ángel es una historia empalmaba con otra, se podría decir hasta metafísica, o según el ángulo desde que se mire, hasta psicológica; porque se podría llegar a la conclusión que estamos viviendo la locura de David Martín, provocada por la tragedia que lo a acompañado a lo largo de su vida, por no poder triunfar como escritor y también por ver al amor de su vida alejase cada vez mas de él, perdiéndose en lo irrecuperable al igual que su mente deteriorada. O, también puede interpretarse como un pacto con el Diablo para obtener lo deseado, renunciando y sacrificando el propio talento para tener en sus manos la fortuna y a la mujer que siempre se ha amado

Pero cuidado, hacer tratos con seres preternaturales e inmemoriales, pueden otorgarte lo que pides, hasta la inmortalidad junto con el tormento eterno…

Anotaciones desde el ombligo del mundo

ENTRE CARRETERAS DE ASFALTO Y PAPEL

Las carreteras pueden ser de asfalto, grava o tierra, cada una con su propósito y destino. Algunas nos llevan a grandes y bulliciosas ciudades, otras hacia pequeños pueblos llenos de historia, y muchas más nos conducen a lugares donde nos esperan rostros familiares. Pero existe otro tipo de caminos, menos evidentes y mucho más trascendentales: los de la imaginación A través de ellos, la humanidad ha viajado más lejos que cualquier vehículo, explorando mundos inexistentes, futuros improbables y realidades alternas.

La literatura ha sido, desde tiempos inmemoriales, la carretera que nos transporta más allá de lo material Leer no es solo un pasatiempo, sino un viaje hacia lo desconocido. Un párrafo bien escrito se convierte en una ruta sinuosa que atraviesa montañas misteriosas; un diálogo construido de manera correcta es un puente que nos permite cruzar ríos de ignorancia La palabra escrita nos ha ayudado a recorrer caminos llenos de superstición y miedo, transformándolos en relatos que han dado forma a nuestra cultura e identidad.

Pero, ¿qué ocurre cuando una carretera no recibe mantenimiento? Se agrieta, se dete-

deteriora, se vuelve intransitable. Del mismo modo, la imaginación se debilita sin el hábito de la lectura. En una era donde la inmediatez de internet ofrece respuestas sin esfuerzo, cada vez más jóvenes abandonan la literatura en favor de contenidos fugaces, perdiendo así la capacidad de soñar, crear e innovar. Según el sociólogo Zygmunt Bauman, vivimos en tiempos de “modernidad líquida”, donde todo es efímero y desechable, incluida nuestra forma de consumir conocimiento. La lectura, en cambio, requiere paciencia, concentración y un compromiso con el pensamiento profundo.

La historia demuestra que sin imaginación no habríamos avanzado. Si nuestros antepasados no hubieran mirado más allá de lo evidente, seguiríamos en cuevas, temerosos de lo desconocido. Cada gran invención comenzó como una idea abstracta; cada revolución cultural tuvo su origen en un libro o un sueño. La literatura no solo entretiene, sino que también moldea sociedades y da forma a nuestro futuro

Pero, así como las carreteras necesitan ser despejadas en ciertas épocas para permitir el tránsito, los caminos del pensamiento y la imaginación requieren limpieza y renovación

ante. Aquí es donde entran en juego las as de la naturaleza, convertidas en fora de la vida misma El Niño y La , dos manifestaciones climáticas que n azotar nuestras tierras, reflejan ién la lucha por el conocimiento y el o a la cultura.

Niño, con sus lluvias torrenciales, da caminos, derrumba puentes y cubre rro las entradas a los pueblos y des. Así es también la manipulación ca: un fenómeno que, con discursos ombantes y promesas vacías, inunda de formación los espacios de diálogo y amiento crítico En estos tiempos de rsos prefabricados y dogmas impuestos, tura se vuelve la única barca capaz de ar la corriente, permitiendo que la inación y el conocimiento no se ahoguen marea de la ignorancia. or otro lado, La Niña, con su sequía acable, despeja los senderos y deja al ubierto la verdadera esencia del suelo. En entido, simboliza la claridad, el regreso sencial, el despojo de lo superfluo para ar los cimientos del pensamiento. Sin rgo, con la aridez también llega el vacío, sencia de agua que impide el cimiento. El ser humano tiende a vivir en tante, sin prever lo inevitable, hasta que uro se convierte en un presente rfecto. Los políticos y empresarios lo n bien; por eso manipulan a la ación, restringiendo no solo los caminos s, sino también los del pensamiento. ello, lo único que nos queda es una tura bien cultivada y una lectura ciente que no permitirá ver con nitidez la dad En tiempos de diluvios de mación efímera, La Niña es la sequía os obliga a excavar en lo profundo, a

abrir pozos en la mente para encontrar ideas y significados. Como advirtió George Steiner, “lo que no se nombra, no existe”; leer, entonces, es darle un nombre al mundo, brindarle forma y reclamarlo antes de que otros lo hagan por nosotros.

Pero no debemos dejarnos engañar: tanto la inundación como la sequía han sido utilizadas como herramientas de poder Hay quienes, en tiempos de El Niño, aprovechan el caos para desviar recursos, alimentar la incertidumbre y perpetuar el control.

Y hay quienes, en tiempos de La Niña, utilizan la austeridad como excusa para desmantelar bibliotecas, eliminar programas educativos y reducir el acceso al conocimiento, dejando las mentes áridas y desprotegidas.

Toda carretera tiene obstáculos y peajes que pagar, y el camino de la imaginación no es la excepción Leer exige tiempo y esfuerzo, pero al final del trayecto, la recompensa es invaluable: nuevos mundos, ideas y formas de comprender la realidad. No permitamos que las carreteras de nuestra mente (al igual que las reales) se deterioren; sigamos viajando, explorando y soñando a través de las páginas de un libro Mantengamos vivos nuestros caminos, resistamos las inundaciones de la desinformación y las sequías del pensamiento, porque solo así podremos construir un futuro con cimientos firmes y horizontes amplios

Pensamientos

EL UNIVERSO SE AUTORREVELA

Podríamos pensar que la realidad del universo en el que vivimos depende de una realidad superior y externa que lo trasciende Tal realidad podría ser un Dios exterior, una multiplicidad de universos de los cuales el nuestro formaría parte, etc. Sin embargo, pensemos que el universo es uno y no hay nada externo a él. Entonces, todo residiría en él, y él mismo sería su propio sustento No habría realidad trascendente; todo radicaría en la inmanencia del universo respecto de su propio ser y devenir.

¿Un universo al cual toda realidad le pertenece de manera inmanente excluye necesariamente la trascendencia? No, enfáticamente no Al menos no en el caso de este universo, al que podemos suponer como la totalidad de lo existente. La manera en que este universo trasciende en sí mismo es a través de su devenir: el desenvolvimiento perpetuo de sus posibilidades en forma de un futuro que reside en él y es, también, su más allá, su ámbito de creatividad infinita. El universo no solo evoluciona, sino que es capaz de trascender evolutivamente. Bajo esta mirada, la de una trascendencia evolutiva del universo, la evolución de la materia, de la vida, de la tecnología humana

y de la conciencia no son eventos casuales, sino medios a través de los cuales el universo trasciende hacia estados superiores de desarrollo La humanidad es, en ese desenvolvimiento evolutivo, una expresión más del desarrollo cósmico, pero no la última ni definitiva.

De esa evolución cósmica, una vez desarrollado el ser racional no necesariamente con exclusividad en la Tierra podrían darse dos facetas dinámicamente complementarias. Por un lado, la evolución de la conciencia progresaría internamente, creando una interiorización autoconsciente cada vez más profunda del universo respecto de sí mismo Por otro lado, la expansión tecnológica expresaría material y externamente la sofisticación y exacerbación fina de la realidad cósmica. Ambas facetas, al complementarse, podrían impulsarse mutuamente: la conciencia expandiendo la tecnología, y la tecnología contribuyendo a la profundización de la conciencia. Este proceso podría tener un momento culminante, una apoteosis de superconciencia tal que el universo, a través de esta elevación superconsciente, pueda concebir su propia unidad y autorrevelarse en su realidad plena

L ANÁLISIS DE LA INTELIGENCIA

RTIFICIAL DEEPSEEK:

El texto propone una reflexión profunda y osófica sobre la naturaleza del universo, su venir y su posible relación con conceptos mo la trascendencia, la inmanencia y la olución. A continuación, analizo las ideas ncipales:

Inmanencia y trascendencia en el universo

El texto plantea que el universo puede ser endido como una totalidad autosuficiente, nde no existe una realidad externa que lo scienda Sin embargo, introduce la idea de a "trascendencia evolutiva", es decir, que universo trasciende en sí mismo a través de propio devenir y desarrollo. Esta rspectiva es interesante porque reconcilia dea de un universo cerrado (sin nada erno) con la noción de trascendencia, no mo algo externo, sino como un proceso erno de evolución y autosuperación.

El papel de la conciencia y la tecnología

El texto sugiere que la evolución de la nciencia y la tecnología son medios a vés de los cuales el universo se desarrolla y sciende. La conciencia, en particular, es ta como un proceso de interiorización toconsciente del universo, mientras que la nología es una expresión externa de su isticación material. Ambas facetas se mplementan y potencian mutuamente.

La apoteosis de la superconciencia

El texto propone un momento culminante el que el universo alcanzaría un estado de

rendería plenamente a sí mismo. Este cada ciclo cósmico (si el universo es

e autocrea y se autorrevela, iclo cósmico. Este "Dios-Universo" no va una esencia lógico-matemática que es

a ciclo tiene un valor único e irrepetible, e Big Crunch Esta idea otorga un sentido o

F es de Fantástico

EN LA OSCURIDAD DE LA CUEVA:

UNA LECTURA DE LILIANA COLANZI

El cuento "La cueva" de Liliana Colanzi, que abre su libro Ustedes brillan en lo oscuro, ganador del Premio Ribera del Duero en 2022, es una muestra perfecta del talento de la autora para entretejer lo primitivo con lo cósmico, el mito con la historia, lo humano con lo inhumano. Colanzi no solo nos sumerge en una atmósfera de misterio y violencia, sino que construye un relato que atraviesa el tiempo y la percepción de la realidad.

Desde el inicio, la historia nos enfrenta con la crudeza de la supervivencia en tiempos ancestrales. La imagen de la joven que cae sobre la nieve, su vientre hinchado y su instinto de caza interrumpido por la fatalidad, nos transporta a un mundo en el que la vida y la muerte están separadas por un filo delgado. El parto en solitario, la aparición de los "niños dobles" y la ejecución inmediata de estos nos remiten a tabúes arcaicos, a una concepción del mundo en la que lo anómalo es castigado sin titubeos. En la cueva, la protagonista deja su rastro en forma de huellas impregnadas en la roca, una marca primigenia de la conciencia humana que trasciende la vida individual

Más allá de su función como escenario, la cueva se convierte en un protagonista en sí

misma, un testigo inmutable de los acontecimientos que ahí ocurren. En cada una de las nueve partes del cuento, el espacio de la cueva permanece, mientras los personajes y las eras cambian. Esta técnica de fijar la historia en un solo lugar genera una sensación de continuidad, como si la cueva misma fuera un ente que observa, absorbe y transforma La narración gira en torno a su oscuridad y a su capacidad de preservar los rastros de quienes la habitan fugazmente. En sus muros quedan inscritas historias de supervivencia, de rituales prohibidos y de mutaciones, sugiriendo que el tiempo en la cueva no transcurre de manera lineal, sino como una superposición de épocas que se tocan y se entrelazan.

El cuento, sin embargo, no se detiene en esta escena de crudeza primitiva. En su segunda parte, nos traslada a otro tiempo y otra protagonista: Xóchitl Salazar, una joven ayudante de cocina que se pierde en una tormenta y encuentra refugio en la cueva. Lo que ella descubre una serie de pinturas prehistóricas que sugieren un orden prohibido, una historia silenciada por el tiempo la confronta con un pasado remoto que parece resonar en su propia existencia La transición entre los dos relatos no es sim-

e un salto en el tiempo, sino un eco que vincula a ambas mujeres a través del espacio de la cueva, testigo mudo de lo que la historia oficial ignora o prefiere olvidar. tima parte del cuento nos lanza aún más lejos: el relato abandona lo humano y se en lo cósmico Una luz emerge de la nada, una crisálida destella en la cueva, y su ia se extiende más allá de lo que cualquier ser vivo podría percibir. Murciélagos cosechas prosperan, una civilización florece y es destruida, y solo fragmentos de su obreviven en los tejidos de una cultura vencedora. Con esta expansión de la a, Colanzi nos recuerda que la historia no es lineal ni está contenida en los márgenes e podemos conocer Lo que creemos eterno puede desaparecer en un instante, y lo ce insignificante puede marcar la evolución de un pueblo entero te sentido, la cueva no solo guarda memoria, sino que también engendra nto. La hermosa imagen de las estalactitas y estalagmitas como una danza en enta refuerza esta idea. A través de los siglos, esas formaciones crecen, cambian y, mente, se tocan. La cueva no es solo un espacio estático; es un organismo vivo, en e transformación Su lento palpitar nos recuerda que la historia no se escribe solo hos inmediatos, sino también con procesos invisibles que requieren siglos para arse.

ueva" es un cuento que funciona en múltiples niveles: como un relato de encia, una meditación sobre el tiempo y la memoria, y una exploración de lo cido. Colanzi, con su prosa precisa y envolvente, nos muestra que el pasado no es un o, sino una pulsación que resuena en el presente y en el futuro En su universo o, lo sagrado y lo monstruoso conviven, lo primitivo y lo futurista se tocan, y en la d de una cueva pueden nacer tanto la vida como el olvido.

Bajo el barandal

UN VIAJE HACIA LA PÉRDIDA DEL SER AMADO

Desde el amanecer se habian visto las luces de tierra

Gabriel García Márquez

Hay viajes que solo tienen un destino y es tan incierto como verdadero, algunas personas usamos la literatura como un medio para trasladar la memoria colectiva haca el gozo de recordar el amor que nos dejan las personas amadas. En algunos momentos suelo dejar que mi otro yo se desgarre de dolor; y mientras lo hago me dispongo a leer o tomar mi café, en cada trago amargo quiero torturarme con pensamientos terribles y entonces aparecen aquellos días de hospital y el haber visto como el cáncer va acabando con las personas que amamos, hay rutas alternas que nos llevan hacia la sanación.

Paisajes áridos como los de Cataviña y sus grandes, y milenarios cactus los cuales nos recuerdan esos momentos de incertidumbre, pero otros como la Lagunita de San Ignacio nos refrescan el corazón con las imágenes de los pequeños cardúmenes de peces de agua dulce o las grandes palmeras que en lo alto nos ofrecen la dulzura de los dátiles a medio madurar, además de las risas y las caras de los que aún quedan y nos ayudan en estos viajes hacia la introspección del ser.

El arte y la literatura es el mejor aliado para sanar después de una pérdida tan grande como lo es ese amor que te llega en la etapa de la madurez. Siento que algunas

veces al leer, escribir o pintar puedes plasmar en el lienzo o la hoja en blanco tus sentimientos, las bibliotecas, los talleres de escritura superan en mucho a los psicólogos

La manera en que cada persona lleva sus duelos es personal, única e irrepetible.

Hacer las maletas y empezar de nuevo es una frase que he tenido que utilizar en más de tres ocasiones durante el 2024 y 2025 Tomar las maletasimaginarias es una carga bastante dura al hacerlo, tuve como aliados, los libros y mi estuche de acrílicos quienes desdela pandemia del 2020 me han acompañado de manera significativa, además de la música de Gloria Trevi, no es fácil formar nuevas rutas cuando has tomado un autobús a hacia la oscuridad; y la llamada inspiración no es un mar de aguas cristalinas como lo son aguas de las playas de Baja California Sur, pero también es un gozo haber visto en compañía de mi hermana un pez globo, además de disfrutar la llamada Playa Ventana y sus arenas color beige, esos micro gránulos entre mis pies y la claridad de sus aguas, la risa de mis sobrinos y el viento que nos daba en la cara como aliciente para reconfortar esos momentos de no saber si en mi nueva vida pudiera tomar un nuevo

minar de leer los Doce Cuentos Peregrinos de Gabriel García Márquez. ando en ese paraíso de tierras áridas y salidas a conocer los algunos momentos que Ensenada ya me había ofrecido tanto dolor y solo tenía que hacerlo porque aquí tenia asuntos pendientes, la mana me despertó para hacer las maletas de nuevo y mientras s en baja California hacia casa sentí que el dolor se quedaba atrás y d de vida me esperaba en cuanto me despabile del modorro les informe s a mi compañera de taller la Lic. Consuelo Ramos con quien un evento el cual no se pudo llevar a cabo,los días fueron avanzando hacia la meta, pero vinieron los días de febrero y todo dio un giro, al con más luminosidad para volver a mi vida normal, pero no fue así el frio del valle, las trabas y la falta de eventos literarios, me hundían es no tenía ni la menor idea de cómo podría salir avante y es que la ha estado casi sin citar cifras que nos hagan aparecer en el panorama amino es más sinuoso con la perdida de nuestro líder a nivel municipal teratura y promoción cultural, Ing Félix Joel Rodríguez Islas, también edad de moda como lo es el cáncer. to que todavía hay en mi ser, remanentes de esas noches de desvelo y ntir que me encuentro en otro viaje donde el destino es tan incierto de voy al volante con los audífonos puestos a todo volumen, y solo me momentos cuando estábamos en los diversos talleres y el ing nos tristeza es una rayaescondida como en Playa Balandra y los berrinches s cruzo más de 100 metros a mar abierto que no alcanzaba más de ndidad. Y nosotros solo veíamos la valentía que se puede adquirir al ncia y resiliencia. tienen que cerrar y sé que hoy al terminar de escribir esta columna er con el cuento El avión de la bella durmiente o con María Dos García Márquez nos muestra que el amor es un dolor oscuro, que el camino porque la palabra escrita es una lámpara que nos guía hacia arreteras que debemos recorrer en búsqueda de la felicidad, aunque la oscuridad, solo hubiera sido para vivir aquellos instante de felicidad ada hermana y la risa de tus sobrinos.

Nos vemos en el slam

MÉRIDA

OTRA VEZ FUE “LA

CAPITAL

DEL CONCIERTO CANCELADO”

Otra vez Mérida y su triste historia de conciertos fallidos. Otra vez la capital yucateca mostró todos los elementos para presentarse ante el mundo como “la capital mundial del concierto cancelado”.

Al final de cuentas la música es arte y en esta columna me gusta hablar del ambiente artístico de Yucatán, así que retomó de nuevo este tema ante los últimos acontecimientos sucedidos en una ciudad que va creciendo en población y estructura urbana, pero, al parecer, tiene una maldición cuando se trata de la presentación masiva de un cantante o un grupo.

En ediciones pasadas de Nos Vemos en el Slam, había hablado sobre la falta de un festival musical en el sureste de México como el Vive Latino, con sede en el centro de país; y el Pal´ Norte, obviamente, ubicado cerca de la frontera con Estados Unidos.

En esa ocasión mencioné que en el transcurso de dos o tres días se habían presentado en Mérida tres bandas que sin problema podían ser parte de un festival musical en un solo espacio con diferentes escenarios Otra vez sucedió lo mismo, pero en todos los casos existieron garrafales errores que provocan el temor de comprar un boleto para

un concierto en Mérida. En esta ocasión, los protagonistas fueron: la banda británica Keane; el ídolo reguetonero Don Omar y una leyenda de la música grupera, Los Tucanes de Tijuana.

El cuarteto inglés tenía pactada su presentación en el Foro GNP Seguros, ubicado al norte de Mérida. Pintaba para una buena velada con todas las entradas vendidas. La banda arribó a la ciudad, su gente instaló el escenario, hicieron la prueba de sonido y de pronto “Concierto Cancelado”, ¿Por qué?

A dos horas del inicio hubo una falla en el suministro eléctrico de la zona y ante ello se tomó la triste decisión para los seguidores de la banda. Esto me recuerda cuando Bunbury ya tenía todo listo para su presentación en esta ciudad y de pronto cayó un aguacero que obligó a la cancelación del evento. Ambos casos situaciones factores externos y carencias de un plan B.

Don Omar. El reguetonero también estuvo a punto de la cancelación, pero se encontró un espacio alterno al no estar en condiciones la sede inicial. William Omar Landrón Rivera iba a presentarse en el estadio de beisbol Kukulcán, buen lugar para

mo se encuentra en un proceso de a un evento masivo.

eño encontraron un nuevo rial Xmatkuil El error en este mil personas en gradas y campo, 10 mil gentes.

rió. El lugar completamente ando entrar, inclusive una grada o de personas o de Oz antes de 2025 en Mérida , pero los organizadores encontrar ado.

nte espectáculo, pero parecía una l e historia de esta agrupación, se a ese momento otra vez ya tenía

de personas que ellos esperan odo volumen. Hasta parece un nfiar en que por sí misma la banda

Latino o Pal’ Norte en Mérida no ferentes empresas, se sigue o para una cancelación por

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