Edición 14 - Septiembre 2019 - Curacavíve

AÑO 3 / Edición N°14 / SEPTIEMBRE DE 2019 / Diseñada y Producida por Editorial Nibaldo A. Guerra Figueroa EIRL Colaboración Especial: Eva Velandia Aranguren / www.issuu.com/curacavivelarevista

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lacasonadecuracavi

Editorial

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¿Cómo servir a la comunidad a través de nuestros talentos?

sta pregunta vital y motivadora es la que nos ha venido impulsando hace poco más de tres años, a crear este medio de comunicación impreso llamado CURACAVÍVE y que plasma la vida, cultura y diversidad de los habitantes de nuestro querido vallle de Curacaví.

Convencidos que nuestra misión es absolutamente posible de realizar y continuar, disponemos nuestros talentos al servicio de la comunidad con honestidad, compromiso y con la convicción de estar entregando respetuosamente un medio de comunicación de calidad tanto en su contenido como en su diseño.

Bajo este concepto sabemos que no

equivocamos el rumbo, porque a través de nuestras entrevistas y secciones edición tras edición, estamos dando a conocer personajes interesantes, valiosos, sencillos y valientes, ejemplos de perseverancia, sacrificio y fe frente a la adversidad y los desafíos.

Nuestro slogan es, “Curacavíve, La Revista de las Buenas Noticias” y nos sentimos orgullosos de poder entregar ese mensaje a nuestros lectores porque cada entrevistado tiene su propia historia, sus propias vivencias, fortalezas y debilidades que debemos valorar y respetar, pues ellos han dado identidad a Curacaví, tierra de buenas y talentosas personas.

Queremos seguir sirviendo a la comuni-

dad, siendo el soporte comunicacional entre el lector, nuestros entrevistados y avisadores.

Agradecemos la confianza de muchísimas personas que desde un comienzo nos apoyaron y lo siguen haciendo y desde luego gracias a nuestros lectores, entrevistados, emprendedores y empresarios, que con su gran apoyo hacen posible que los talentos de todos continúen al servicio de la comunidad.

Nibaldo Guerra Figueroa Director Revista Curacavíve Agradeceremos sus comentarios y sugerencias al email: curacavive@gmail.com

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Las

arrunas A R T E Y C U LT U R A C O N

Folclore, música en vivo y mucho más.

Todos los sábados de 13:00 a 14:00 h

Conducen: Ximena Parraguirre y Alejandra Parra

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RADIO FM MUSIC 106.3

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Fotografía: Nibaldo Guerra / Curacavíve

Coté Autodesnudo

¿Qué recuerdos tienes de tu niñez?

Los primeros recuerdos que se me vienen a la cabeza son esos fines de semana en familia con primos y tíos en el Cajón del Maipo, donde íbamos de picnic a comer un asadito. Recuerdo que lo hacíamos muy seguido y como todos los primos éramos de edades similares, jugábamos todo el día, explorábamos, elevábamos volantines, andábamos a caballo, aprendí ha andar en bicicleta y un sin fin de cosas. ¿A qué edad comenzó tu interés por el arte?

Desde que yo tengo recuerdos siempre me interesó el arte. Mi primeras intervenciones “artísticas” (cuenta mi mamá) fueron sobre unos cojines rayados con lápiz y después me puse a rayar las murallas de la casa (risas). Pero siempre me gustó. Recuerdo que tenia un cuaderno a los 7 u 8 años donde dibujaba caricaturas y me era muy fácil, yo encontraba que me quedaban igual. Después a los 10 años tomé algunos talleres de pintura en el colegio, luego mis compañeros me pedían ayuda para hacer los trabajos de Artes Plásticas y siempre sacaba 7 en todo lo que hacia.

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¿Cómo fue tu experiencia estudiando Artes en la Universidad?

Para mi fue la mejor experiencia, tardé un poco en tomar la decisión de estudiar Arte, ya que eso significa una forma de vida distinta al común, además de los prejuicios. Comencé a estudiar primero en una academia de pintura Hiperrealista con Ricardo Ramírez durante dos años, y luego cuando tenía 24 años entré a la Universidad Católica, a esa edad lo único que quería era aprender, no como muchos compañeros que querían carretear. Tomaba todos los cursos que podían y me faltó tiempo. Pero lo que más rescato de la universidad es que te abre la mente con respecto al arte actual, ves una infinita gama de posibilidades de creación. ¿Qué es para ti el arte?

Hoy en día el arte no es solo estético, me refiero a que no es solo una pintura en una muralla o una escultura, etc., sino que el arte también es conceptual. Este último tiempo ha surgido la polémica por este tipo de arte, ya que en las galerías se vende el concepto de arte, dejando de ser algo visual, estético y material, pero creo que esto es

Autodesnudo

solo una evolución de la definición del arte, donde se expanden las posibilidades de creación como dije anteriormente, pero finalmente el arte es cíclico y siempre volvemos al principio con algunas variaciones. En simples palabras, para mi el arte se trata de crear para expresar o generar emociones y mensajes a quien lo observa. ¿A qué maestros del arte admiras y por qué?

En estos momentos no se si admiro a algún maestro, tal vez es porque estoy muy sumergida en mi trabajo y en la búsqueda de mi propio yo. Creo que mientras uno estudia arte es muy importante pintar reproducciones, ya que de esa forma uno logra ver y entender como se trabajan ciertas técnicas, y es por ello, que mientras estudiaba en la academia de pintura Hiperrealista, admiraba a Claudio Bravo. Luego, en la universidad durante las clases de grabado, estudié mucho a Rembrandt y Goya, pero el artista que más me marcó fue Duchamp con su Ready Made. Este artista cambió por completo el concepto de Arte y lo llevó a otro nivel. Lo que hace básicamente es tomar objetos cotidianos y los interviene, para transformarlos en obras de Arte.

María José Rojas Parra

Nació un 13 de febrero de 1983 en Santiago. Hoy en día vive en nuestro valle de Curacaví y por cierto que es un privilegio tenerla con nosotros por su talento, profesionalismo y humanidad. Coté es artista e integra el colectivo Elevarte. Aquí nos cuenta parte de su vida.

Grabado

Autodesnudo

¿Qué estilo o técnicas aplicas?

Yo soy un poco dispersa y prefiero trabajar distintas disciplinas con diferentes estilos. Por ejemplo, en pintura trabajo en óleo sobre tela y las obras son Hiperrealistas. En acuarela me gusta experimentar, trabajo mucho lo abstracto y colores brillantes. En grabado trabajo la técnica del Aguafuerte en cobre y el estilo es figurativo, pero con una línea más expresiva y con poco color.

Mientras que mis trabajos con objetos reciclados experimento un poco más y los intervengo según lo que quiero expresar. ¿Qué consejo le darías a los niños de Curacaví que se inician en la práctica del arte?

A los niños o jóvenes que se inician les diría que es sumamente importante estudiar las Artes Visuales y entenderlo para crear una obra.

El problema del arte actual es que la mayoría de la gente no lo entiende, y eso es, porque el lenguaje del arte es hermético, tienes que analizar su contenido, la materialidad, la estética, el contexto, etc., incluso el título de la obra también puede ser relevante para llegar a entender a este. Y este problema surge básicamente

Grabado

Pintura sobre materia reciclada

porque en el colegio no estudian el arte, solo lo practican o ejecutan.

Ahora si hablamos de ser artista y dedicarse a esto, no es una profesión fácil y sobre todo en Chile. Casi no existen las ofertas de trabajo estables, pero a pesar de ello, el niño que tiene cierto gusto por alguna disciplina del arte no se le debe negar su desarrollo. Es un don con el que se nace y que se desarrolla con la práctica. El ser artista para mi significa tener imaginación, ser creativo, ver la belleza donde los demás no lo ven, tener ciertas habilidades con las manos, tener un ojo (por decirlo así) más desarrollado, capaz de analizar estructuralmente lo que estás viendo para poder plasmarlo en un papel, en el caso de los músicos, tener oído y sobre todo significa ser capaz de comunicar visualmente lo que quiere decir, y para ello, necesitas entender el lenguaje del arte y estudiar. ¿Qué proyectos y sueños tienes para ti?

En estos momentos estamos trabajando con algunos artistas de Curacaví, para generar exposiciones y actividades culturales en la zona.

Pienso que hay una ausencia de arte en Cura-

caví y no solo de las artes visuales, sino también en el teatro, la literatura, la música, el baile, etc., es sumamente necesario exponer y acercar el arte al curacavinano. Creo que se necesita con urgencia un lugar físico donde puedan reunirse, articularse y exhibirse estas expresiones artísticas para generar movimiento y ruido en la comuna.

Además de ello, estoy trabajando en una serie de autodesnudos en escala 1:1 que espero pronto exponer en el aeropuerto de Santiago. Es un trabajo que me ha llevado un largo proceso y ha sido solo por falta de tiempo. A partir de esto, surgió el deseo de vida por experimentar y dedicarme de lleno al arte, además, de la necesidad de vivir de esto. Creo que mi fin como artista es crear un lenguaje visual con cierto contenido y que este mensaje llegue al espectador, es por ello que me propuse descubrir mi propia voz, testimonio, expresión o rostro, y sin darme cuenta ya había comenzado mi búsqueda con la producción de mis desnudos.

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María Inés

Fotografía: Nibaldo Guerra / Curacavíve

i l o c i N María Inés Nicoli Núñez de Cervero cumplió 100 años, sin embargo, sus recuerdos de infancia en Curacaví, parece haberlos vivido ayer. Posee una mente fresca, brillante y plena de lindos recuerdos que nos permiten viajar al Curacaví de los años 30 con absoluta claridad y emoción. Nenita nos cuenta aquí parte de su vida.

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ueno, mi madre era hija de españoles que llegaron de Europa como emigrantes, pero lamentablemente les atacó la epidemia del cólera y mis abuelos murieron junto a muchos otros emigrantes de nuestra región de Barrancas. No me quedé con documentos de ellos, porque en ese tiempo todo se quemaba a raíz de esta epidemia. Posteriormente mi madre fue adoptada por la viuda de Don Diego Aracena, de quien pasamos a ser nietos de la familia. Ellos estaban vinculados a la familia Lavanchy, grandes personas en aquellos tiempos.

En 1926, año en que conocí Curacaví, era un pueblo agrícola y minero, llegaba mu-

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cha gente tras las minas. Había una sola calle de tierra y sin veredas, con algunos callejones. No existía la plaza. Había muchas viñas como en Las Rosas, Puangue, Lo Águila, Calle Nueva,, William Rebolledo y existía una cierta competencia en quien hacía la mejor chicha, todos tenían saranda, tinas, prensa, fondos de cobre para hervir y otros implementos necesarios. De la chicha se hacía el ARROPE de UVA, yo también lo hacía con mi padre. Era chicha recocida hasta darle espesor y se ocupaba para ponerle al pan o en postres, por ejemplo a la leche con sémola, era algo así como la miel de palma.

La Municipalidad, Carabineros y el correo

estaban en el altillo frente a lo que es hoy en día La Casona. El pueblo comenzaba desde Cuyuncaví por el oriente hasta el Puente La Esquina por el poniente. Las casas estaban construidas aproximadamente a unos dos metros más abajo que lo que existe hoy en día. Todavía se puede observar en algunas casas las ventanas ubicadas en la mitad de la construcción.

Recuerdo que las personas se movilizaban a caballo en coche o en carretas. Después se terminaron los viajes en coches que se hacían a Santiago una vez al mes hacia el año 1928. Las personas se ponían unas cotonas de color café para protegerse de la tierra. Los dueños de esos coches eran don Nicolás Vilches, Pedro Araos y Floro

“siempre le digo a Dios: Tú sabes que me puedes llevar cuando Tú quieras, pero también sabes que todavía no quiero irme… amo la vida”

Edoardo Michelángelo Nicoli Capponcelli. Destacado hombre de negocios, vinculado a la Banca y al comercio. Conoció Curacaví hacia 1920. Vivió en Curacaví en 1930 hasta el año de su fallecimiento en 1936

Arenas. Estos coches llegaban a Santiago a la Posada de la Sra. Viviana, en Santo Domingo entre San Gumercindo y San Luis, después se cambiaron a San Pablo con Francisco Lobos en la Quinta Normal.

Cuando ya no circularon más los coches, comenzaron los camiones de carga trasladando pasajeros, el primero que recuerdo era de don Santiago Hormazábal de marca Dodge. La cabina se reservaba para los niños y también para gente de edad mayor. Viajaban alrededor de 10 a 12 personas sentadas en tablones colocados de baranda a baranda, después de la carga que llevaba el camión.

Recuerdo que veníamos con toda la familia de vacaciones a Curacaví. Posteriormente me vine a vivir con mi familia en 1930 aproximadamente. Esta zona era poco valorada desde el túnel Zapata hacia el valle. Nadie se interesaba porque la tierra era gredosa y nadie pensaba siquiera comprar un terreno en este sector para sembrar algo, porque tampoco había agua, menos para vivir.

Nenita con sus hijos: Gloria, Víctor Lautaro, Luigina y Claudia (1998)

En esos años llegó la familia Mukarker, don Carlos con sus hijos, Felipe casado con doña María, Alejandro y Jorge. Años después llegaron Julio, Salomón y Salvador.

También llegaron don Bienvenido Aubá Uvalde y la señora Josefa Horner, catalanes venidos de España que se instalaron con el primer Hotel que tuvo Curacaví llamado “Venecia”. Luego se instaló el Hotel Inglés de propiedad de don Thomás McVey y de la señora Lidia Silva.

Entre 1925 y 1930 nacieron los dulces chilenos que se llamaban Tablillas y eran hoja-

rascas rellenas de melcocha de chancaca. Se vendían en las canchas de fútbol cuando había partidos y lo que sobraba se vendía en el pueblo. La primera persona que fabricó estos dulces fue la señora Carolina Palacios de Rivas, mamá de la señora Isabel Rivas de los dulces ISSA. ¿Cuántos hermanos tuvo usted?

Nosotros éramos muchos hermanos, las personas que conocían a mis padres siempre decían que a mi madre la veían amamantando o embarazada, que nunca la vieron en su porte natural. En esa época mi padre pretendía hacer fortuna aquí en América, desembarcó primero en Argentina, sin embargo, se trasladó a Chile y trabajó como empleado en la Compañía Cervecerías Unidas descargando cajones de cervezas. Mi padre se llamaba Edoardo Michelángelo Nicolli Capponcelli. ¿Cómo se conocieron sus padres?

Resulta que mi abuela materna (la que adoptó a mi mamá) tenía una pequeña fábrica de cigarrillos y al frente se ubicaba una panadería llamada “Patria y Trabajo” donde trabajaba mi padre, en calle San Pablo entre Brasil y Maturana en Santiago.

Mi madre se enamoró en aquel tiempo solo con miradas de mi padre porque no se permitía mayor acercamiento. Mi padre le enviaba regalos con las operarias a mi madre. Él tenía muchos contactos en Curacaví, aunque habitaban pocas familias, sin embargo, estas familias eran dueños de muchos terrenos como el Callejón Las Rosas. También la familia Vilches que eran dueños de los terrenos del Unimarc. Existía la finca de Rapposo, dueño de un canal

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que atravesaba todo el pueblo de Curacaví.

La propiedad que compró mi padre tenía muy pocos metros de frente, pero tenía muchos metros de fondo, entonces cultivó viñedos y árboles frutales. Esa propiedad se la compró a don Enrique Madrid Osorio. ¿Y qué edad tiene usted María Inés?

Yo cumplí 100 años en noviembre de 2018.

Como mi padre y mamá se enfocaron solo en trabajar, todos nos criamos con nodrizas, las “nanas” de ese tiempo. ¿Qué siente al ser la última de su generación familiar?

Yo me siento muy orgullosa de ser la última de mi generación que vive en la actualidad. Recuerdo que mi niñez fue muy linda, tuve de todo. Yo venía de Santiago a Curacaví en el año 1930, recién cursaba Primero de Humanidades y nos vinimos en febrero y me matricularon en la Escuela Pública cursando cuarto preparatorio, la directora era la señora Edelmira Olavarría.

Así es que después volví a Santiago al Liceo 3 y luego pasé a las Monjas Francesas. Cuando mi padre muere en el año 1936 por un ataque cerebral yo estaba en exámenes finales, pero nunca más volví al colegio. Busqué trabajo y entré a la Compañía de Teléfonos de Chile en Curacaví donde trabajé por más de 11 años. Mi función era operadora de teléfonos, con magnetos y clavijas.

Después ingresé a la Central Telefónica de la Cámara de Diputados como operadora, pero con equipos más modernos, las mesas tenían luces indicadoras, entonces ya no era necesario escuchar las conversaciones. Curacaví era un puente, dado que los de Santiago pedían línea a Curacaví para realizar llamadas a Valparaíso y viceversa. ¿Cómo fue su experiencia en la Cámara de Diputados?

Bueno, trabajé allí hasta que jubilé con más de 40 años de servicio y con 86 años.

En marzo de 1990 me trasladaron a Valparaíso, recién se estaba construyendo el edificio del actual Congreso. ¿Cómo era Curacaví en su infancia?

Yo siempre lo pasé muy bien en Curacaví cuando era niña. Recuerdo que, para la Semana Santa, no se podía gritar, golpear, etc., era muy especial. Recuerdo que, por la vereda norte, pasaba una persona con unas matracas para anunciarle a la gente que a las 15:00 horas se iba a comenzar el vía crucis de viernes santo. Y para el sábado de gloria, era fantástico, toda era una fiesta y se quemaba un muñeco que representaba a Judas.

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Reinado de la Primavera del año 1937. En la fotografía: Mercedes Allendes Vera, Luz Valdivieso Valdés, Blanca Nicoli Núñez, Paulina Castañeda Carvajal, Lucy McVey Silva, María Inés Nicoli Núñez, Cecilia Morales Romero, Paje: Teresita Martínez Mardones.

María Inés, Blanca y Yoconda Nicoli Recuerdo que nos bañábamos en ese hermoso río y disfrutábamos de todo, de actos benéficos y de la Fiesta de la Primavera. Recuerdo que una de las reinas fue Nena Morales (dueña de los dulces Millahue). En aquellas fiestas hacíamos la velada, día de coronación y después tres días de fiesta. Recuerdo que hicimos una obra de teatro, todos los personajes de Curacaví participábamos de la obra allí donde se ubica el Liceo San Luis. La juventud se observaba respetuosa, las fiestas terminaban entre 12 y 1 de la mañana.

Recuerdo el “Almacén Grande” (pulpería), así lo llamaba la gente, era de don José María Sagredo, vendían herramientas agrícolas y mineras, calzado, ropa, etc.

También la familia Cofré Silva eran propietarios de los viñedos del sector Callejón Cofré y Calle Las Rosas donde está los dulces ISSA. Las calles eran de tierra, muy angostas, no como son las calles ahora.

Otro negocio que existía era el Hotel Inglés que estaba en el lugar donde se ubica El Rorro, después se instalaron donde hoy se encuentra la Municipalidad de Curacaví.

¿Qué negocios emblemáticos tenía Curacaví en esa época?

¿Y quién era su mejor amiga de entonces?

Por el año 1934, una de mis mejores ami-

Con su hija Gloria y sus nietos Carolina, Loreto y Daniel.

En una entretenida y emotiva celebración de sus 100 añitos de vida, María Inés estuvo feliz junto a su familia, y grandes amigos.

gas fue Margot Loyola. Curiosamente, la folklorista era su hermana Estela Loyola que hacía un programa “La Gran Familia Chilena” en Radio Portales (o Radio del Pacífico), ella tocaba muy lindo la guitarra. Con mi hermana Blanca, Margot y Estela formamos un cuarteto folklórico, así nació la inquietud de Margot por el folklor.

Recuerdo que Margot bailaba muy lindo y tocaba el piano maravillosamente, porque ella estaba estudiando. El grupo se llamaba “Las Hermanas Loyola”, en esa época tendríamos unos 15 años más o menos. Luego ellas siguieron juntas cultivando el folklor en Santiago. Recuerdo que la madre de ellas, Ana Palacios, era dueña de una farmacia en calle Santos Dumont al llegar a Recoleta, fui muchas veces a ese lugar. Margot comenzó luego con la investigación de las razas originarias y la música folklórica.

Recuerdo que el primer amor de Margot fue en Curacaví, fue un amor duradero, pero finalmente tormentoso, él se llamaba Carlos, quien fue después mi primer marido. Yo lo conocí a él de muy niño y a su familia que eran catalanes muy amigos de mis padres en Santiago. Duramos 11 años casados y tuve dos hijas con él, una de

ellas tiene una granja educativa aquí en Curacaví y la otra vive en la quinta región, ella es nutricionista y trabaja en la Universidad de Playa Ancha. Después me divorcié. Posteriormente me casé por segunda vez con uno de los hijos de los dueños de la Hostería Royal, que se ubicaba frente al supermercado Erbi, con él tuve dos hijos.

En este minuto podría decir que soy una mujer muy feliz, tengo una familia estupenda, no le puedo pedir nada más a Dios.

Tengo 10 nietos y 16 bisnietos. Nos juntamos casi todos en mi último cumpleaños que ayudó a organizar mi nieta mayor… siempre le digo a Dios: “tú sabes que me puedes llevar cuando tú quieras, pero también sabes que todavía no quiero irme” … amo la vida.

Me siento muy agradecida de la vida. La vida es tan bella y fácil de vivirla. Uno es feliz o infeliz en la medida que uno quiere.

Somos felices disfrutando de cosas sencillas, porque el dinero en muchas ocasiones desune a las personas. Doy gracias a Dios que me formó tal como soy. ¿Desde su punto de vista, qué le hace falta a Curacaví?

Yo creo que sacarle partido a la ubicación que tiene. Podría ser el centro de encuentros de turismo, vendimia, etc.

También enanchar la avenida principal, cuánto tiempo que está así con un plan regulador demorado. Con los primeros alcaldes, jamás pudimos contar con ellos.

Con don Luis Cruchaga la cosa cambió, mejoró bastante. María Luisa hija de don Guillermo Barros Hurtado y hermana de don Guillermo Barros Echenique hicieron cosas interesantes, tal vez no lo suficiente, pero algo se avanzó, esperemos que sigan avanzando. ¿Qué sueño tiene por cumplir?

Viajar era mi sueño. En todo caso quisiera decir que me gusta hacer feliz a las personas que me rodean. Me gusta la música en general, especialmente la música folklórica y la poesía.

Me quedo con las cosas positivas de la vida, he sentido penas en mi largo camino de vida, sin embargo, me gusta demostrar alegría de vivir, siempre.

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12 Fotografía: Nibaldo Guerra / Curacavíve

Hugo

Toro

Hugo Fernando Toro Osorio, nació hace 45 años en Curacaví, en el Callejón Puangue donde se crió en medio de hermosos parronales y viñedos que hoy ya no existen. Es el penúltimo de seis hermanos y no oculta su nostalgia por esta tierra que tanto ama y que lo vio nacer.

Gilda Osorio con su hijo Hugo Toro y su padre Hugo Manuel Toro ¿Cómo fue tu niñez?

Fue muy bonita, muy humilde y unidos porque cuando hay necesidades, las familias se unen. Mis hermanos son: Angélica, Jaime, Marión, Mónica, Patricia que es la menor y yo.

De niño me marcó la belleza del río Puangue, que ya no lo tenemos. Era de todos los días de ir a pescar, nadar, jugábamos a la pelota en la arena, eso marcó mucho mi infancia. Es una lástima que las nuevas generaciones de niños que han nacido, nunca conocerán lo hermoso que era.

Técnicamente, dicen que el cambio climático afectó, también es cierto que ha sido sobre-explotado, esta carretera fue construida explotando indiscriminadamente nuestro río.

Me contó alguna vez don Juan Villavicencio, que en los pasos y puentes bajo nivel, se pudo haber instalado compuertas para juntar el agua, él creía que así se podía recuperar la fauna y la belleza de este lugar. La pregunta es si hemos tenido un gran beneficio con esa sobre-explotación

de nuestro río a vista y paciencia de las autoridades de turno.

Cuando era joven, me gustaba mucho salir a la plaza, porque antes había mucha más vida, hoy a veces, los delincuentes se ponen a tomar y la gente no se siente segura allí. Solíamos dar y dar vueltas a la plaza como un gran lugar de encuentro. Así conocí a mi esposa.

Mi Madre, Gilda Osorio era modista, se amanecía cosiendo para las fiestas (todavía tenemos guardada su máquina), recuerdo ese sonido de la máquina día y noche trabajando. Mi padre sacador de papas y conejero, también se dedicaba a la chicha en la temporada. De niño cortaba la uva porque Don Lucho Rojas era uno de los que contrataba a mi papá, le gustaba trabajar con él, después para sarandear la uva, hasta terminar el cocido. Eran dos meses de trabajo sin parar, había mucha uva. Hoy tampoco tenemos viñas aquí. La gente que tenía tierras con viñedos fueron vendiendo los terrenos y esos terrenos se

usaron para construir poblaciones o edificar, porque además aquí ha llegado mucha gente.

En el callejón Puangue, se encontraba uno con un sitio del un señor que le decían el “disco rallado”, lleno de uvas chicheras. Uno se encontraba con Julito Sanhueza, con el Sr. Sandoval, también con el papá de Lily Araos que tenían una linda viña. El terreno donde se ubica hoy Agua de Piedraera de la Sra. Irma y también tenía su viña, recuerdo que yo le trabajé a ella haciendo surcos y podando. Don Pedro Vila el esposo de ella, tenía gansos, patos y gallinas, era muy lindo ese lugar. También don Ramón Cerda y don Remigio Sanhueza, todos del Callejón Puangue. Había viñas en los Naranjos, Miraflores, Quebrada Honda, en fin... hoy no hay nada. Me crié en medio de esas hermosas viñas que ya no existen lamentablemente. ¿Dónde hizo sus primeros estudios?

Toda la enseñanza básica la estudié en el Puangue, después estuve en el Liceo Presidente Balmaceda pero 13

Toro

Hugo

solo estuve un año porque había que trabajar. Llegaba del colegio para salir a sacar papas y también de conejero. De ahí no he parado, la necesidad era muy extrema. Mi papá trabajaba duro para poder alimentarnos. Vendíamos conejos, las pencas también, la verdad es que teníamos que hacer de todo para subsistir y ayudarle a él. Si veía una carpa en el río, se tiraba para cocinarlo.

Una vez llegó un primo a casa y nos regaló una olla repleta de humitas calientitas y se fue... cuando abrimos las humas solo habían hojas sin nada adentro, fue una broma... muy pesada y humillante para nosotros. ¿Y cómo conociste a tu esposa?

Bueno, caminando por la plaza me quedé mirando a una chica muy bonita, le dije hola, me sonrió y nos quedamos conversando. Varias veces nos juntábamos en la plaza, ella tenía 16 años y yo 18. Me gustó desde un comienzo, era muy tímida, cuando conversábamos su pelito le cubría un poquito el rostro. Ella se llama Cristina Escobar. Pololeamos un año y cuando quedamos esperando a nuestro hijo, de inmediato “apechugué” y se vino a vivir conmigo a la casa, hasta el día de hoy. Tuvimos un solo hijo actualmente con 21 años, y me ayuda muchísimo. Me gustaría que aprendiera lo de la chicha pero que lo haga bien, le estoy enseñando, para que tenga cómo subsistir el día de mañana y que no le pase nada. ¿Cómo comenzó tu inquietud por la Chicha y la formación de la Asoc. de Chicheros?

Resulta que unos chicheros antiguos habían intentado hacer una agrupación hace algunos años atrás y no resultó.

Yo en el año 2009, llevaba chicha al estadio, para vender en un puesto de 2x2 metros y con un megáfono anunciaba mi producto.

Después se instaló, en un puesto cercano al mío, don Julio Silva y con él, conversamos hasta que se concretó la Asociación de la cual es el Presidente. Gracias a esto y junto con el apoyo del Municipio, adquirimos el sello de origen de Curacaví, después de 4 años de investigación. En términos de marketing es muy bueno, porque las personas prefieren siempre un producto con el sello. Somos actualmente seis chicheros artesanos, muchos han fallecido. ¿Qué les gustaría lograr como Asociación?

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Sinceramente nos gustaría hacer nosotros la Fiesta de la Chicha. Creo que tendríamos mayores ganancias por arriendo de locales y además daríamos mayor realce e importancia a los artistas locales, es decir volver a la esencia de nuestra fiesta popular con nuestros artistas de la zona.

Tenemos una idea muy linda que queremos concretar, crear el Primer Museo de la Chicha con variedades.

Pailas de cobre, chuicas y todo lo que tenga relación a este lindo trabajo. ¿Cuándo comienzas a trabajar en el Supermercado?

Antiguamente yo cuidaba parcelas en La Aurora y un día mi tío que trabajaba en el EGAS, de esa época, me invitó a trabajar allí hace más de 9 años. Antiguamente estaba allí el

Cosechando los mejores racimos de uva chichera

Hugo Toro con su familia y amigos, exponiendo su producción chichera y disfrutando en su local de la Fiesta de La Chicha en Curacaví Unimarc y después se instaló el Santa Isabel y continué trabajando. Somos una organización autónoma y nos organizamos con los turnos. Todo lo autoriza formalmente el supermercado.

La gente nos tiene confianza porque ya nos conoce hace bastante tiempo. Muchas veces me piden que yo le estacione el auto. En general se portan bien con nosotros, pero no falta algún cliente que llega un poco contaminado y nos tratan mal. Una vez llegó un señor que quiso estacionarse en el espacio de los minusválidos, se bajó y me insultó porque no le permití que lo hiciera. Le expliqué con buenas palabras que lo que estaba haciendo no era correcto, aún así me siguió insultando y me acusó a la administración del Supermercado, que yo lo había insultado. El administrador le manifestó la plena confianza que ellos tenían en mi. Con el tiempo, llegó este mismo cliente a estacionar y me pidió disculpas reconociendo su error. ¿Cómo ves a Curacaví en la actualidad?

Lo más grave es la delincuencia en Curacaví. Yo creo que es la droga la que ha destruido a las familias, y la falta de respeto de los hijos hacia sus padres. Yo estoy de acuerdo que los carabineros controlen a los niños que andan tarde en la calle. Después de

las diez PM la plaza es peligrosa.

En este momento, si usted cierra los supermercados, no habría vida. Yo creo que la plaza debería ser el punto de encuentro de todos, hacer más actividades culturales que nos una... pero no hay nada, nos falta “chispa”.

Curacaví revive solo para el mes de la patria y para la Fiesta de la Chicha. Sin ir más lejos, en Casablanca, hay un mes entero de folclore, exposiciones de antiguedades, espacios entretenidos para encontrarse con la familia. La pregunta es si estamos capacitados para brindarles comodidades a las personas que nos visitan.

En otro punto, a veces siento que nos falta respaldo. Una vez fuimos a una presentación por el sello de origen a Santiago, de otras comunas iban todos acompañados por sus autoridades, y nosotros estábamos solos representando a Curacaví. Posteriormente en otra ocasión fuimos acompañdos por el Alcalde Juan Pablo Barros, y ahí fue diferente la cosa.

Otra cosa que haría si tuviera la oportunidad, es mejorar la entrada a Curacaví. Recibimos a los turistas con el cementerio y los carabineros. Que distinto sería si los recibiéramos con puestos de pan amasado, dulces, chichas y artesanía en general y con música folclórica. Nos hace falta recuperar

Hugo Toro exponiendo su producción de Chicha en Peñalolén nuestra fauna y flora urgentemente.

Lo que encontré muy bonito, fue la remodelación de La Casona, eso sí es un rescate de nuestra identidad, porque la familia puede reunirse en un lindo lugar. ¿Cómo va tu producción de chicha?

Poco a poco estamos produciendo y ya preparándonos para septiembre, tengo en stock una chichita muy rica, ¿quiere probarla?...también aguardiente. Vendo también Vino Pipeño y Vinagre. ¿Cuál es tu proyecto futuro o qué te gustaría realizar?

Tener una parcela y hacer una linda viña, como las que habían antes, yo feliz de trabajar en la uva. Tengo proyectado para el próximo año inaugurar el Museo de la Chicha para toda la comunidad y para los turistas. ¿Qué mensaje le dejarías a los lectores de Curacavíve?

Mi mensaje para la gente, que mantengan vivas nuestras tradiciones de nuestro valle de Curacaví. Hoy lloramos por el río, lloramos por las viñas y por los juegos tradicionales del campo y no quisiera que en un futuro próximo desaparezcan nuestros dulces, la chicha, el rodeo y todo lo que nos identifica.

Curacavíve

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Sección Especial / Entrega N°12 de 12. Auspiciada por: Jardín Infantil ACUARELA para los lectores de

El Valor de La Responsabilidad Social

Curacavíve

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“La Responsabilidad Social Empresarial constituye un valor y una forma de manifestar la contribución de las empresas a la construcción de una sociedad mejor: más justa, más solidaria, más sostenible.

Cada empresa puede elegir muy diversos caminos de participación social y de contribución al bien común”. Jáuregui, Martínez-Pujalte & Tome

Cuando conversamos por primera vez con los Creadores del Jardín Infantil Acuarela, Astrid Alquinta y Fernando Soza, recibimos su apoyo inmediato al proponerles hacer un aporte a nuestra comunidad llevando a las familias de Curacaví, la Sección: Cultivando Valores.

Este gesto generoso nos permitió entregar edición tras edición 12 Valores fundamentales para que en familia y con amigos reflexionáramos y pusiéramos en práctica algunas claves para interiorizarlos tomando conciencia acerca de su significado, importancia y especialmente del poder que tienen para alcanzar nuestra evolución personal, familiar y social.

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Es por ello que quisimos dejar para el final de las 12 entregas uno de los Valores que especialmente caracteriza a Jardín Acuarela. En la actualidad y cada vez con más fuerza los ciudadanos preferiremos apoyar a los pequeños y grandes empresarios que apuestan por el mejoramiento de las comunidades donde ellos también crecen y se fortalecen. Es por esto que agradecemos a Jardín Acuarela con la convicción de estar haciendo juntos, un aporte cultural que solo podrá continuar gracias a su decisión de continuar aportando y comunicando a través de nuestras páginas su evolución, proyectos y nuevos desafíos para el bien de la sociedad.

“Crear un negocio fuerte y construir un mundo mejor, no son metas contradictorias: ambas son ingredientes indispensables para el éxito a largo plazo” (William Ford Jr. Ford Motor Company)

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Josefa

Véliz Astorga Bisnieta de Don Enrique Véliz, Chiarella recordado Secretario Municipal, mismo nombre que lleva en su honor, una calle de Curacaví

Premiada como la mejor Deportista Municipal de Curacaví. Seleccionada Nacional y campeona en el Sudamericano Escolar realizado en Medellín, Colombia en 2016.

El esfuerzo, la constancia y la compañía incondicional de sus padres rindió sus frutos.

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Su humildad es brillante y motivadora, su fortaleza... gigante.

¿Cómo fue tu niñez?

“Aquí en Curacaví viví mis primeras lindas aventuras que recuerdo con mucho cariño. Había dos paltos gigantes y yo me subía muy pequeña, a veces me caía porque trataba de tirarme de un lado a otro. Lloraba en el momento, pero nunca algo grave.

Recuerdo a mis perros, uno era Tarkan y Zamira quien tuvo más crías. Con ellos me entretenía mucho, tengo fotos con ellos.

Mi mejor amiga Caterina Bregante, vive aquí al frente, desde que nos conocimos, compartimos de todo. A veces no nos vemos tan seguido, pero al reencontrarnos

nos contamos de todo. Cruzamos nuestros perros, al Sponky y a la Zamira, tuvieron tres camadas.

Regalamos unos bellos perritos.

Me han contado que yo me escapaba de la parcela cuando era muy niña, como veía que mi hermano iba al colegio con su mochila, yo quería hacer lo mismo y me escapaba. De tantas veces que lo hacía, a los dos años ocho meses fui al Curacaví College y formé lazos conociendo a muchas personas. Recuerdo a la tía Rosi con los disfraces. Estuve hasta sexto preparatoria. A los 8 años había mucho deporte en el colegio y a mí me encantaba.

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“Soy perfeccionista y competitiva conmigo misma, no me rindo fácilmente”

Josefa ganando el oro junto a sus compañeras del Colegio Sagrados Corazones de Santiago (año 2016)

Tenía que escoger dos deportes y no sabía qué elegir. Hasta ese momento hacía Danza Afro y Ballet… yo no lo tenía claro hasta que decidí básquetbol y danza con gimnasia artística. Participé en unos torneos de cueca y ganamos con una compañera, luego fuimos al campeonato regional de cueca y ganamos también, tenía 12 años”. ¿Por qué te apasiona tanto el básquet?

“El básquet me gustó por la exigencia física. Cuando suena el “chass” y la pelota entra sin tocar el aro me encanta, me fascina.

Yo soy triplera, me gusta. En el 2016 me preparé mucho con los triples, tengo muy buena punte20

ría. Jugué muchos campeonatos. Mi profe en ese entonces me aconsejó que tomara contacto con la Escuela Municipal, y junto a un amigo, Said Pincheira fuimos juntos al gimnasio municipal y allí empecé a socializar más con mis amigos de Curacaví.

Cuando me cambié de colegio, tuve la oportunidad y jugué con mi colegio los provinciales, comunales y regionales hasta salir campeonas del nacional el cual nos llevó al sudamericano. Tuvimos un entrenamiento muy exigente antes de viajar al sudamericano y justo a un mes del campeonato, jugando en Concepción, tuve una lesión: tres microfracturas en el radio y una fractura en el metacarpiano de mi mano izquier-

da, fue el momento más duro de mi vida porque no tenía opciones de ir al sudamericano. A medida que pasaban los días, no podía dormir, pasaba con mucho hielo.

Finalmente, me pusieron yeso y mi profesora me decía que reposara, sin embargo, yo iba igual al colegio. Finalmente me apresuraron el procedimiento, de hecho, entrenaba enyesada lanzando con una mano, después de entrenar me aplicaba hielo. Así comencé a mover poco a poco el codo y el brazo”. ¿Es cierto que fue un hito salir campeonas en ese sudamericano?

“Con mucho esfuerzo participamos y fue un hito, por primera vez una selección sub 14 femenina,

Josefa junto al Ministro del Deporte de entonces, Pablo Squella Serrano. salía campeona sudamericana en el Centro Deportivo de Medellín, Colombia. Le ganamos a Venezuela, Perú, Surinam, Ecuador, Uruguay y Colombia”. ¿Qué factores son relevantes para ganar un torneo tan importante como el de Medellin?

“Yo creo que en primer lugar el entrenador tiene que ser competitivo, Claudio Castro es así, fue basquetbolista también. Los entrenadores tienen que ser ordenados, yo creo que es la clave para poder rendir al máximo”. ¿Qué partido fue el más emocionante para ti?

“Fue frente a Perú. Allí hice mi primer triple en el sudamericano, jugué con la “Cachito” Morales con quien nos entendíamos muy bien, mi gran compañera. Siempre en los entrenamientos hacíamos jugadas juntas, ella asistía y como tiene mucha agilidad con las manos, recuerdo que me hizo un pase por la espalda y convertí justo cuando terminaba el partido. Fue muy emocionante”. ¿Y tu sueño para el futuro?

“Bueno, ahora me tomé un descanso porque estoy entrenando desde sexto año. Ahora me estoy enfocando en mis notas, estoy a

dos años de ingresar a la universidad. Yo no me veo jugando básquetbol a futuro, soy muy baja de estatura. Quiero estudiar medicina o derecho, creo que tengo actitud. Mi electivo es biólogo/ lingüístico por eso me gusta la Medicina”. ¿Qué tan importante es el rol de tus padres en lo que haces?

“El estar allí, es fundamental. El apoyo moral de los padres es importantísimo. Sin ellos es muy difícil salir adelante en el deporte y en la vida”.

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Nuestro Puangue “Nadie puede bañarse dos veces en un mismo río”, Heráclito. sechos que arrojamos en él. También culpamos al cambio climático e incluso al egoísmo de personas que supuestamente han secuestrado su elemento de vida. Y aunque no tenemos la certeza de cuál o cuáles son los Nadie se bañó dos veces reales motivos del agotamiento de nuestro Puanen el mismo Puangue. gue, lo cierto es que hoy Aunque sabemos que no tenemos agua acariel espíritu de nuestra ciando su lecho. principal arteria hídrica continúa recorriendo su Hace más de cuatro cauce, es su agua la que meses mantuve una hace bastante tiempo ha discusión respecto a la situación del Puangue, dejado de fluir.

Notamos que se ha he- en donde me opuse a la cho vista gorda al daño instalación de una emque le ha realizado y le presa minera en nuestro sigue realizando la ex- río, y en donde se me matracción de áridos, al nifestó que este proyecconstante vómito de de- to no era favorable a los La máxima de este filósofo revela lo que día a día vivimos en nuestra comuna. Que el tiempo ha hecho de nuestro estero sólo una sombra de lo que fue en días más felices.

intereses de la comuna.

Cuatro meses después, no tenemos claro cuáles son esos intereses ni cuáles son las medidas adoptadas para la protección de nuestro patrimonio natural y cultural.

Es probable que nuestro estero Puangue nunca vuelva a a sus días de gloria, pero lo cierto que el desdén y la desidia de algunas autoridades y curacavinanos le hacen un flaco favor al propósito de la recuperación de nuestra principal fuente de belleza natural.

río, cualquier mala acción que conlleve un deterioro mayor a su alicaído estado, y por sobre todo a avanzar. Avanzar con los esfuerzos de limpieza, forestación y rescate de nuestro mayor tesoro natural, el Estero Puangue, que aunque sabemos que no es el mismo, nuestro amor por él sigue siendo idéntico.

Les invitamos a fiscalizar, investigar, denunciar y prohibir cualquier hecho que atente contra nuestro

Marcela Sepúlveda Zamora Concejala Curacaví 2019 23

Alegre Las Poncho Colaboración especial: Alejandra Parra Calvert

Don Benicio Saavedra, padre de Juanita y Victoria Saavedra Pino

El folclor en las venas...

L

as Poncho Alegre se convirtieron en las grandes folcloristas curacavinanas por tradición, Juana Saavedra Pino (1920-2001) y Victoria Saavedra Pino (1928-2003), cantantes y compositoras nacidas y criadas en Curacaví.

Su trayectoria artística se remonta a la década de los años 30, cuando Victoria (Toyita) ya incursionaba en la guitarra influenciada por su madre Juana Pino González, quien tocaba el arpa y guitarra. Toyita tuvo su primera presentación como cantora a los 10 años presentándose en Radio del Pacífico con público presente. Con el transcurso del tiempo formó el Dúo Las Poncho Alegre; con su hermana Juanita con quien siguió presentándose en destacadas radios de la zona central , entre ellas podemos nombrar a Radio Minería en el programa “Que lindo es Chile”, conducido por Raúl Palma. También cantaron en Radio Agricultura, Cooperativa, Emisora El Mercurio, entre otras.

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También participaron en el festival Chile Ríe y Canta conducido por René Largo Farías de Radio Minería, dicho festival se realizó en el Estadio Chile, en donde el dúo obtuvo el cuarto lugar entre más de 20 participantes.

En 1969 participaron en el primer Festival de la Fiesta de la Chicha de Curacaví, siendo acreedoras del primer lugar. En dicha ocasión fueron acompañadas por su madre Juana Pino González con el arpa.

En 1970 el dúo se presentó en la inauguración del túnel Lo Prado.

En la década de los años 60, Raquel Barros Aldunate, destacada interprete, recopiladora e investigadora folclórica, invitó a Las Poncho Alegre a ser parte de un LP que hoy se encuentra en el archivo sonoro de música tradicional chilena de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.

En los años posteriores siguieron presentándose en Curacaví en fondas, rodeos, fiestas costumbristas, festi-

vales junto a Juan Poncho (hijo de Juanita) cantando acompañado de su guitarra o pandero. También debemos mencionar a Renato González (sobrino de Toyita y Juanita) y a Willy Cataldo acompañándolas con el piano, así se puede apreciar en distintas grabaciones. Otros músicos que acompañaron al dúo fueron: Hugo Bustos, Juvenal Jaque y Félix Muñoz.

Bajo el gobierno del presidente Eduardo Frei Ruíz-Tagle, fueron invitadas por la primera dama del Estado, Marta Larraechea a presentarse en el Palacio de La Moneda. Luego de esta

Willy Cataldo las acompañaba en piano y acordeón

Victoria recibiendo del Alcalde de la época, Sr Pedro Julio M. un reconocimiento de la I.M.Curacaví

Las Poncho Alegre junto a Margot Loyola presentación fueron invitadas a presentarse en la Casa Colorada.

De su trabajo musical hay que destacar las cuecas El Campeón, El Futbolista Cuequero, en tonadas Donde yo Nací, Los Novios y El Rodeo en Curacaví, todos temas de su autoría.

Toyita hacía la primera voz y Juanita la segunda.

En una entrevista en el diario La Nación en 1983, relata Toyita como nació el nombre de Las Poncho Alegre:

esto se debía al apodo que le tenía su padre Don Benicio Saavedra Plaza. Luego de la partida de estas dos grandes folcloristas, sus hijas Liliana Cerda Saavedra, Leonor Cerda Saavedra, (hijas de Juanita ), Juana Parraguirre Saavedra, Gloria Parraguirre Saavedra , Ximena Parraguirre Saavedra y Félix Muñoz , siguen el legado de estas grandes cantoras hasta hoy.

Entre sus últimos logros se destaca la grabación de un CD junto a Los Chinganeros en el año 2017.

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Entre el 10 y el 23 de agosto se llevó a cabo el 2do Salón de las Artes Visuales Aurora S

Yoliet Lombida junto al Alcalde de la Ilustre Municipalidad de Curacaví, Sr. Juan Pablo Barros, recorriendo la exposición.

e dieron cita a este encuentro, diversos artistas que con sus propuestas invitan cada año a dialogar en torno a las diferentes disciplinas como la Pintura, el Dibujo, la Fotografía, Escultura y Cerámica. Adicionalmente se implementó con éxito para este año, interesantes talleres gratuitos impartidos por algunos de los expositores en cerámica, acuarela y fotografía.

Talleres gratuitos impartidos por algunos de los expositores del II Salón.

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Curacaví y Farmland tienen a un Seleccionado Nacional de Astronomía Escolar esde marzo del año 2018, todos los lunes, desDestudiantes pués de la jornada escolar normal, un grupo de de cuarto básico a cuarto medio se

quedan, motivados solo por el gusto de aprender, a las actividades de la Academia de Ciencias del Colegio Farmland School. Tales actividades son lideradas por los profesores de Tecnología, Matemática, Física, Biología y de Ciencias Aplicadas del colegio, en disciplinas tan variadas como Robótica y programación; primeros auxilios y ciencias de la salud; Matemática, Física y Astronomía. Estas actividades implican el trabajo colaborativo e interdisciplinario, a través de la resolución de proyectos que los mismos alumnos(as) proponen. Además, se preparan de forma sistemática y esforzada en jornadas de estudio formal durante los días de vacaciones para una óptima participación en competencias escolares en las disciplinas mencionadas.

Con mucho orgullo como institución, podemos contar que los resultados han superado nuestras expectativas iniciales, que no surgen como un resultado casual, sino que desde el esfuerzo. Ya el año pasado Josefina Troncoso obtuvo el primer lugar en el Interescolar de Biología, organizado por la UNAB y el grupo de matemática obtuvo medalla de bronce tanto individual como por equipo en 8° básico en la prestigiosa competencia de carácter nacional CMAT, organizadas por la USACH, PUC y U. de Chile.

Matthías Gerlach, Mr. Rodrigo Navas y Sebastián Sallés

El mes pasado, el Team Farmland, compuesto por: Felipe Esquivel, Matthias Gerlach, Julián Díaz y Sebastían Sallés obtuvo el primer lugar en el torneo Interescolar de robótica de la UNAB, en donde compitieron más de 40 equipos y 300 alumnos de distintas regiones. Durante los días 21 y 23 de agosto, se desarrollaron las Olimpiadas Nacionales de Astronomía y Astronáutica, en donde uno de los nuestros, Sebastián Sallés, clasificó en el grupo de 5 estudiantes que representarán a Chile en las Olimpiadas Latinoamericanas de Astronomía, que se realizarán entre el 20 y 26 de octubre en Puebla, México. ¡Curacaví y Farmland tienen a un seleccionado nacional de Astronomía escolar!

Para llegar a esta instancia, Sebastián primero tuvo que sortear la competencia regional, en donde participaron alumnos(as) de prestigiosos colegios capitalinos y de regiones, en total más de 400 interesados en la astronomía. Para Sebastián fue un proceso de casi dos años de intensa preparación, que felizmente cerró con el logro del objetivo planteado, pero abre un nuevo gran desafío inmediato: lograr una medalla para Chile. ¡Vamos Sebastián tu puedes!

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Curacavíve TUS FOTOS AL

Viento

La Revista Curacavíve junto a CURACAVÍ un excelente y entusiasta grupo de fotógrafos organizaron la Primera Exposición de Fotografías al Viento en la Plaza Pdte. Balmaceda de Curacaví.

Esta iniciativa pretende crear un encuentro de diálogo entre los fotógrafos que exponen sus excelentes trabajos y nuestra comunidad.

Amigos Fotógrafos participantes: Andrea Fuentes, Catalina Gormaz, Francia Acuña, Isabel Rivera, Nicole Tocas, Patricio Yáñez, Erwin Retamales, Luis Sakurada, Willy Knaudt y Nibaldo Guerra (Revista Curacavíve). Agradecemos a la Ilustre Municipalidad de Curacaví por creer en nosotros y autorizarnos a realizar esta exposición.

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