REPORTAJE & LA GRACIOSA
JUN - JUL 2021
56
CAMINO DE
Javier Sánchez. Fotografía editorial
LAS GRACIOSERAS
Era el año 1884 cuando, desde la isla de La Graciosa, un grupo de mujeres cruzaban El Río cada amanecer a bordo de barcos de vela para llegar a los veriles del Risco de Famara. A partir de ahí emprendían horas de caminata, muchas veces en condiciones adversas a través del sendero por el Risco para llegar al pueblo de Haría. Trayectos de ida y vuelta, de subidas y bajadas con las cestas en la cabeza colmadas de pescado que son imagen y patrimonio de la memoria de nuestras Islas. Esas jornadas de conversación y de convivencia no estaban exentas del sacrificio que suponía cargar con el género hasta llegar a destino. Un trayecto que, además, generalmente transitaban descalzas. En la isla de La Graciosa, tradicio-
nalmente eran los hombres los encargados de ir a pescar y ellas de vender ese pescado por los pueblos del norte de Lanzarote. Pero además, eran las encargadas de su hogar, de los hijos,
colaboraban en las labores de la tierra y el mar, y de subir al Risco de Famara cargadas de cestos. Por todo esto, fueron parte activa en el sustento de su entorno.
Dos vecinos de la Octava Isla, Rafael Hernández y Miguel Páez, han solicitado al Gobierno de Canarias, Cabildo de Lanzarote y a los ayuntamientos de Haría y de Teguise, la colocación de una escultura en este trayecto para reconocer el esfuerzo y dedicación de estas mujeres. Poner en valor su trabajo era una deuda pendiente que en este 2021, con motivo del Día Internacional de la Mujer, se ha tratado de saldar con ellas y con un importante capítulo de nuestra historia. Ese camino que recorrían, desde “bajo risco” hasta casi el pueblo de Ye, se conoce a día de hoy como “el camino de las gracioseras”, y allí es donde debe permanecer, a modo de monumento, su huella imborrable. María Doménech