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Misión a Marte

El jueves 18 de febrero de 2021 los humanos llegaron por segunda vez al Planeta Rojo. Dijeron que su propósito era encontrar vida en Marte.

El Sistema Solar cuenta con el Sol en el centro y en dirección hacia el exterior están Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón.

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En la exploración espacial el primer objetivo fue la Luna el satélite de la Tierra. Allí ya el hombre estuvo, primero con misiones sin tripulación, luego con animales y por último con astronautas. Cuatro fueron los primeros en aterrizar en la Luna.

Superado el satélite, el objetivo siguiente fue Marte. Más alejado del Sol que la Tierra. A Marte ya se fue en la primera misión en búsqueda de agua. Ahora la de 2021 es en búsqueda de vida.

Varios latinoamericanos se hicieron presentes en la nueva Misión a Marte, entre ellos dos colombianos Diana Trujillo, vallecaucana, y Jorge Alejandro Moreno Montoya, santandereano nacido en Bogotá, criado en San Gil, profesional en Bucaramanga y residente en Pasadena, California, Estados Unidos. Casado con una colombiana, su hijo mayor colombiano, su segunda hija nacida en Estados Unidos.

La historia de Diana Trujillo la revista Corrillos la contó en su plataforma digital. Por ello ahora nos concentramos en Jorge Moreno, ingeniero mecánico graduado por ventanilla en la Universidad Industrial de Santander UIS con sede en Bucaramanga. No se graduó en el auditorio, con ceremonia, porque estaba de viaje, una de sus pasiones y la que considera una de las formas de mejor vivir la vida que tenemos.

Jorge participó en la histórica llegada a Marte del 18 de febrero de 2021 del Perseverance. Parte la historia de la NASA en varios aspectos. El aterrizaje del Rover en Marte no solo es novedoso por las primeras fotografías a color que tomó del planeta rojo o porque investigará si alguna vez hubo vida allí. Además de todo lo anterior, la misión es particular porque por primera vez, la agencia retransmitió un aterrizaje planetario en español. Diana Trujillo dirigió esa transmisión o al menos era la guía turística por ese viaje a Marte. Guía en el sentido científico.

Como Jorge es egresado de la UIS, el inquieto, pero no anacobero, Vidal Abreo, Director de Comunicaciones de la UIS, organizó un Facebook Live en donde tuvo a Jorge en vivo. Se encuentra en la página de la UIS ese video de una hora y nueve minutos. En esa transmisión Jorge contestó, con una sencillez pasmosa, las preguntas que le hicieron los periodistas santandereanos.

El siguiente es, sin las preguntas, el relato de Jorge: Es un hecho importante para la humanidad, todo lo que se hace en la Nasa es hecho por personas de todas partes del mundo, nadie se hace dueño de esto, es para la humanidad. Estamos en un momento muy especial en el descubrimiento, haga de cuenta cuando Cristóbal Colón estaba tratando de buscar nuevos mundos, eso es lo que estamos haciendo ahora y la Nasa pasa por una serie de eventos críticos como es ir a la Luna y prepararnos para ir a Marte y encontrar vida en Marte. Y por eso es tan importante lo que pasa.

Contó Vidal, el moderador del Facebook Live, que Jorge Alejandro Moreno Montoya, es ingeniero mecánico egresado de la Universidad Industrial de Santander (UIS), quien desde hace tres años trabaja directamente con la NASA, específicamente como líder de equipo en el Jet Propulsion Laboratory (JPL), un centro de investigación y desarrollo financiado con fondos federales y administrado por Caltech para esta agencia estadounidense.

MISIÓN

A MARTE

Ingeniero mecánico egresado de la UIS fue protagonista en la Misión de la Nasa que llevó a Rover a Marte en búsqueda de vida. En veinte años podrían ser personas las que aterricen en el planeta rojo. Un relato en primera persona de cómo se llega a la Nasa y se participa en una misión histórica para la humanidad.

Jorge Moreno dijo que es colombiano nacido en Bogotá en 1967, por el trabajo de mi papá vivimos en Bogotá, Paipa y San Gil. Mucha de mi familia es de Málaga, Bucaramanga, San Gil. Terminé estudiando en la UIS. Estudié ingeniería mecánica porque yo quería hacer cosas. Desde el principio tenía en mi mente de que si yo no tengo algo, simplemente lo construyo, tengo las manos y tengo los medios, así no tenga el dinero. El sueño mío era poder construir un automóvil, no soñaba con tener un carro obviamente, alcancé a construir y todos se destrozaron, pero fue una experiencia muy interesante.

Lo más cercano a cumplir mi sueño, que también eran los aviones. La aviación era mmm. Cuando visitaba mis amigos lo más importante era saber que tenían una enciclopedia y encontrar el tomo de la A, porque ahí había información sobre aviación y aviones. Es el sueño que he tenido siempre y mi mejor juguete es el Lego, es algo que me fascina.

Estudié ingeniería mecánica y afortunadamente entré en la UIS y el resto es historia. La UIS en los años 80 era una maravilla la calidad de vida, la calidad humana, la calidad de los profesores. La comida en comedores es inolvidable.

Tuve una formación integral, porque al estar en la Universidad también participé en el coro, yo participé en el coro de la UIS cuando el maestro Gómez Ardila estaba ahí y eso me dio otra perspectiva, porque con el coro viajábamos a Europa, fuimos al menos dos veces y eso al igual nos abrió los ojos a un mundo y veíamos que en Colombia las cosas están por hacerse. Y el potencial es enorme. El sueño era irnos.

Me casé con una ingeniera industrial y nos decidimos venirnos para acá (Estados Unidos). Ha sido una aventura desde entonces, llegamos en el año 2000. Nuestro niño tenía cuatro años, la niña nació en EEUU. Y desde que llegamos lo único que hemos hecho es trabajar. Creé una compañía, todavía funciona M&M Engineering, pero en menor escala. Y con esta compañía contrataba para la Nasa. Los primeros contactos en la Nasa fueron en el 2010.

Hay una cosa que tenemos los colombianos y quiero resaltarla y es que los colombianos tenemos la facilidad de hacer un muy buen trabajo, porque les gusta hacer bien las cosas. Eso se nota. Y si se suma que a uno le gusta hacer lo que hace, es una buena combinación. Entonces el trabajo que hice era un proyecto en esa época y trabajé para el primer robot que fue a Marte.

Hace cuatro años me llamaron porque había mucho trabajo, pero ahora no era contratista sino que iba a trabajar directo con la Nasa y queremos, me dijeron, que usted traiga toda su experiencia para crear un nuevo departamento y traer nuevas tecnologías. Y pues lo que ha seguido. ¿Cómo llego a la Nasa? Hay dos factores, hay un poquito de suerte para encontrar la persona indicada. Pero está el tema de los colombianos que cuando trabajan con entusiasmo lo hacen bien, con amor, y eso se nota y la gente lo aprecia.

Fui varias veces. La primera vez era gerente de una compañía de ingeniería, la compañía más grande de metrología en EEUU. En esa compañía estaba a cargo de toda la gente del oeste. Y cuando tenía que contratar ingenieros les preguntaba ¿qué más hiciste? Porque los estudios están ahí y son importantes, pero ¿qué más hiciste? ¿quién eres? ¿cuáles son tus aficiones?

Esa formación integral, por ejemplo la que nos ofrece la UIS, las actividades extracurriculares, esa formación integral como persona, es importante.

En Estados Unidos la familia de mi esposa nos recibió con mucho cariño, nos dio un apoyo inmenso y eso a tener una fortaleza y los deseos de hacer un buen trabajo.

El trabajo que hice en el 2000 fue realmente bueno y fue en un momento crucial y eso ayudó para que me volvieran a llamar. Hay muchos colombianos en la Nasa y muy exitosos y muy inteligentes.

Las expectativas de la misión en el 2021 son enormes, imagínese que estamos buscando vida en Marte. La primera misión estaba buscando agua, porque según toda la información geológica que tenían las máquinas que están orbitando, se veían surcos de agua, se veía que había agua, como si hubiesen existido unos canales de agua, secos ahora, pero se veía que allí debió existir agua. Había que investigar si todavía se tenían vestigios de agua. Curiosity encontró sitios muy especiales en donde posiblemente en esos últimos lugares había agua líquida. Entiendo que el sitio en donde aterrizó Perseverance en 2021 es un delta en donde el agua forma un lago. Cuando cae un meteorito se forma un cráter, es del tamaño tal vez de Bogotá, este cráter en donde hubo un lago estuvo lleno de agua, entraba y salía agua

por dos puntos diferentes. El delta por donde entraba el agua tiene las condiciones perfectas para la formación de vida, si existió vida en Marte. Ya estamos allí, a dos kilómetros no más del delta y queremos encontrar vida.

La máquina va a tomar unas muestras, las va a poner en unos tubos, esos tubos se van a dejar en algunos sitios estratégicos y ya empezó el trabajo de la misión que va a traer esos tubos a la Tierra para analizar y ver qué se encuentra, qué hay, si hay vida. La vida que se encuentra es en forma de bacterias, algunos microorganimos, pero la expectativa es enorme.

Encontrar vida fuera de la Tierra eso ya nos abre inmensas posibilidades.

Otras cosas que se están haciendo con esta misión es hacer experimentos. Hay un experimento que se llama Maxie, en este queremos saber si podemos fabricar oxígeno, de una manera diferente a como lo hace la estación

espacial. En la estación espacial se usa oxígeno, pero tenemos que llevarle agua, esos viajes en cohetes se lleva agua pero es muy costoso, es muy pesado, es la única manera de fabricar oxígeno en la estación espacial. Y como queremos llevar personas a Marte, tenemos que fabricar el oxígeno de otra manera.

Es una serie de eventos que se enlazan y nos preparamos para eso. Por ahora vamos a ir a la Luna con la Misión Armes, que es la hermana de Apolo, y vamos a llevar la primera mujer y vamos a empezar a llevar personas a vivir en la Luna y de lo que aprendamos de eso vamos a ir a Marte. Dicen que la persona que va a ir a Marte está viva en este momento, un niño que está en algún lugar va a estar en Marte. Se vienen unos años muy interesantes en la exploración espacial.

Hay varias formas de energía durante el

proceso de transporte de la nave de la Tierra a Marte. Hay una primera fase que se la llama la Estación de Crucero ella tiene un montón de paneles solares y siempre está apuntando al Sol, obviamente como nos alejamos del Sol hacia Marte, estos paneles apuntan a Marte y siempre van a estar alimentados con energía. Estas máquinas tienen también baterías, que pueden ser usadas en una emergencia, además el robot tiene consigo un reactor nuclear que puede tener energía consigo por noventa años.

La misión está planeada para un año, pero el último robot ya lleva ocho años enviando información y es posible que este también lo haga. Hay varias fuentes de energía. Pero estando allá no hay energía solar, porque las tormentas de polvo pueden tapar los paneles y no hay quien los limpie, entonces se usa energía nuclear.

Durante la pandemia ya estábamos llevando los instrumentos a La Florida y por esas condiciones tan difíciles se tuvo que ensamblar todo allá. Se envía por secciones y el robot mismo tuvieron que ensamblarlo allá bajo condiciones estrictas de limpieza. Como la misión está buscando vida, las condiciones de limpieza son extremas, tal vez las más extremas que se han tomado para una misión, porque las probetas donde se guardarán las muestras están supremamente limpias. Se pudo hacer con medidas extremas. El lanzamiento fue exitoso y ahora verlo aterrizar es maravilloso.

Solo un puñado de mil personas, de los 6.500 que trabajan en la Nasa, los que llaman trabajadores especiales están trabajando allá. Pero además de Perseverancia hay muchas misiones que están en curso, que

están terminando y que siguen adelante. ¿Para qué estas misiones? Es una necesidad humana que no podemos sacrificar. Igual sucedía cuando Marco Polo exploraba o Cristóbal Colón quería encontrar nuevas vías, es vital porque eso genera desarrollo. No es mala idea encontrar opciones de vida en otros planetas y es algo factible, encontramos agua, por ejemplo. El asunto de que en el polo sur de la luna exista tanta cantidad de agua y usar la tecnología para hacer oxígeno, y hacer combustible, ya nos da una luz, una puerta que se abre y al hacerlo encontramos miles de caminos que se abren a posibilidades para una vida mejor.

Este proyecto está planteado hace diez años o más. El costo de la misión es minúsculo comparado con cualquier presupuesto de defensa, por ejemplo. Esta misión cuesta una décima parte de lo que cuesta un porta aviones o un barco de guerra, y se trabaja muy eficientemente, lo sé porque estoy acá y veo que todo se trabaja muy profesionalmente, no hay despilfarro, es un trabajo muy eficiente, muy honrado de todos. Se sienten las ganas de hacer bien las cosas porque se entiende el beneficio y lo que sucede después de esto.

La vida que vamos a encontrar en Marte es de bacterias, probablemente, y vamos a encontrar fósiles, vestigios o trazas de algún material orgánico, por eso no podíamos acá tener nada de carbono. Todo estaba muy limpio y hacer el proceso de construcción fue muy difícil, hacer validación y pruebas de algo que ni siquiera podíamos tocar. Así que si encontramos una traza de carbono eso va a ser un descubrimiento

enorme y sería un gran avance científico.

Iría a Marte si tengo la oportunidad. Creo que en veinte años tendremos la tecnología para llevarlo y traerlo seguro, tal vez lo más difícil es sostener la vida allá, después de siete meses en la nave, y después cómo traerlo. Para despegar se necesita energía de un cohete suficientemente fuerte. La gravedad en Marte es 3/8 de la gravedad en la Tierra, no es mucho, pero se necesita bastante energía y un aparato grande, por eso la construcción sería impresión 3D, la opción de hacer impresión de hacer 3D en otros planetas, en otros mundos, o durante el viaje es una opción muy válida y debemos seguir estudiándola.

Hay una compañía privada que tiene un concepto muy interesante de unos boques

que despegan y aterrizan, no caen al mar, sino que ellos mismos se regresan, es posible que esa tecnología se utilice como una opción. La industria está muy involucrada en la carrera a Marte y ya está muy involucrada en la carrera a la Luna.

Lo que sigue es que hay muchas líneas por pasar, lo primero que el robot aterrice seguro, en una sola pieza, una vez eso suceda se abre un mundo de posibilidades. Siguen varias etapas, una de un robot que recoge y lleva a un cohete las muestras, que es una segunda etapa, el cohete lo lleva a orbiter un instrumento que está dando vueltas alrededor de Marte y desde ahí se pueden instalar dentro de una nave espacial, similar a la que llevó el robot a Marte, y esa nave va a viajar por siete meses hasta la Tierra y va a llegar igual que una estrella fugaz y va aterrizar en la Tierra.

La tarea de Julián en la UIS es muy importante por el entusiasmo que él tiene de la carrera espacial, el entendimiento y la facilidad que tiene para comunicar ese entusiasmo a los muchachos. A quienes están en el semillero ya hacen diferencia a los demás porque les abre los ojos a un mundo diferente y entienden que es diferente y ya tienen un paso adelante cuando estén en la industria.

Colombia se merece tener una carrera aeroespacial y una industria que apoye ese campo. Entiendo que cuando algo se hace en Colombia es costoso y prefieren traerlo de China, es probable que esa sea la principal dificultad.

Pero si los jóvenes que están en el semillero de la UIS no encuentran nada en Colombia tendrán un campo abierto en diferentes países. La pandemia nos enseñó que no tenemos que estar en otro país para estar allá, podemos trabajar desde donde estemos y esto abre nuevas posibilidades a propósito de lo que está pasando. La información y los contactos están ahí y hay que empujar para que uno pueda participar, inclusive en forma remota.

Jorge habló de Julián, así que Vidal Abreo, informó que Julián Rodríguez Ferreira es un profesor de la UIS, ingeniero aeroespacial del observatorio de París, doctor en astrofísica de la Universidad de París, profesor de la escuela de ingeniería electrónica, ha participado en misiones espaciales en comisiones de Europa.

Julián quien trabaja en la UIS en Bucaramanga dijo que el robot Rover es un astrofísico con ruedas con seis instrumentos, uno de ellos es Sherlock que lanza un rayo láser a la roca, la roca suelta unos gases y Sherlock empieza a investigar qué contienen esos gases que suelta la roca, es como una radiografía de la roca.

Jorge dijo que todos los componentes en donde están los tubos, lo que llaman el carrusel, trabajé muchísimo en él y en Sherlock, porque en estos instrumentos apliqué una nueva tecnología, una de las razones por las cuales me invitaron a trabajar en la Nasa, y es el poder hacer una inspección sin tocar los instrumentos.

Fue la primera vez que trajimos un láser para hacer una nube de puntos, sin tocar, porque las condiciones eran esas. La condición era necesitamos medir la posición, los movimientos, sin tocar. Dije que podía hacerlo, lo hice y fue muy exitoso y es algo que se seguirá haciendo.

Cada instrumento tiene unos límites, el primero llega hasta un punto y el segundo instrumento acude cuando el primero le dice que puede actuar sin violar ninguna interferencia. Fue la primera vez que se utilizó el evaluar los límites del instrumento dentro del ensamblaje.

Se trabajó mucho en todo el sistema de tracción en las ruedas. Maxie también es muy interesante, el concepto de poder hacer oxígeno en Marte.

Lo satisfactorio para mí y lo más importante es que pude llegar con la información que yo tenía en la industria y era la que necesitaban. A veces hay desconexión en la industria con las cosas que pasan en un lado o en otro. Entonces tuve la oportunidad de modernizar el departamento y ver cómo esa modernización afectó positivamente lo que pasó y fue en un momento difícil de muchísimo trabajo. Surgieron cosas muy buenas de esto y esa es la satisfacción más grande que tengo.

Lo más complejo es la constante inquietud de saber que estás haciendo las cosas bien. Nadie puede cometer un error en esta misión, así que todos los días desde que se levanta cada uno está dando lo mejor. No es dificultad, pero si es esa cuestión que se tiene todos los días.

Es una cadena en donde todo debe suceder como se espera. Además que se tenía el conocimiento de que si la misión no podía lanzarse en julio de 2020 tendría que esperar dos años para que se tuviera a Marte de nuevo tan cerca.

Se lanzó en julio de 2020 y siete meses después, el jueves 18 de febrero de 2021, la misión llegó a Marte. Entre muchos colombianos que estuvieron allí, dos fueron más visibles, uno santandereano graduado en la UIS. Si pudo llegar a la Nasa a participar en la Misión Marte es posible que algún otro Jorge Alejandro Moreno Montoya que esté por allí en la UIS, o planeando entrar, tenga ese próximo pasaporte a la Nasa y a Marte. Es posible.