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Estudiantiles

La Universidad de Cuenca se sumó a las demandas populares y de manera consciente respaldó la marcha pacífica "Gran Cruzada por la Vialidad del Azuay", realizada el 27 de abril, en la que se exigió al Estado atender la pésima y peligrosa vialidad que ha limitado por años las iniciativas e intercambios culturales, educativos, económicos, industriales y sociales en la región.

Los representantes de los gremios FEUE (estudiantes), APUC (docentes), SUTUC y AETUC (trabajadores y empleados) recorrieron las principales calles de la capital azuaya y junto a cientos de personas del sector transportista, turístico, artesanal, panificador, de las cámaras, la academia y ciudadanía en general, alzaron su voz en un reclamo justo.

La rectora María Augusta Hermida enfatizó que el Austro necesita de manera urgente un adecuado sistema de conexión vial para progresar, para convertirnos en un polo de desarrollo; sin atención de las autoridades se pone en riesgo la vida de la población y se altera el normal desarrollo.

Particularmente, la Universidad de Cuenca se ha visto afectada con su población estudiantil, pues al ser una institución regional recibe a futuros profesionales de todo el país quienes ponen en riesgo su vida. Para conocer las distintas realidades que deben afrontar, les presentamos testimonios que resumen el sentir que viven continuamente.

Estoy en segundo ciclo de Artes Visuales y hace más de dos meses no puedo visitar mi ciudad por el pésimo estado de las vías. Si antes me hacía seis horas desde Cuenca, hoy por hoy un viaje implica 12 horas. En mi caso ha afectado también a mi madre que venía a estar conmigo; ella tiene problemas de salud, en su columna, no puede permanecer sentada mucho tiempo y hacer un viaje ahora es un problema.

Alexander Salazar, de Ambato Génesis Araujo, de Cañar

Estudio Gastronomía, soy oriunda de la ciudad de Cañar y aunque no estoy tan distante de Cuenca, viajaba constantemente a casa para estar con mi familia, siempre estar cerca de ellos es alentador. Actualmente, por la pésima condición de las vías todo se dificulta y da miedo transportarse. Me ha pasado que no he podido volver a la U, nos hemos quedado en medio camino porque el bus no puede avanzar.

Soy de la Carrera de Orientación Familiar. Viajo todos los días desde Girón y para nuestra ciudad es un problema constante. Ya ni importa el mal temporal, porque sufrimos el daño de las vías sea en verano o invierno. Este sector vial del país es uno de los más olvidados, es terrible. Hay baches, grietas, deslizamientos, que ocasionan que llegue tarde a clases y eso cuenta como falta, porque no se puede justificar. Los viernes el miedo es mayor, porque tengo clases hasta las 19:00 y no suele haber transporte.

Ángeles Cabrera, de Girón Alejandra Pauta, de Loja

Vine a vivir a Cuenca para estudiar Fonoaudiología. El desastre vial es un problema de nunca acabar. Al salir de Loja inicia el problema y al llegar a Saraguro es peor, dicen que por fallas geológicas. Los buses se demoran full en llegar al destino, además el daño también es para los transportistas porque sus vehículos deben atravesar por lugares donde la mitad de la vía está caída. El daño es para todos. En el sentido familiar, es triste estar alejados de los seres queridos.

Estudio Agronomía y debo decir que este cantón azuayo se conoce por ser productor de leche y sus derivados. Mi familia se dedica a esta actividad y por ende es el principal ingreso económico. El queso que elaboramos lo vendemos en Guayaquil y no contar con vías nos ha perjudicado grandemente porque se complica expender el producto, tarda más en llegar a su destino final. En general, afecta al cantón que es agrícola-ganadero.

Kenny Quizhpi, de San Fernando Reinaldo Riera, de Machala

El daño vial es para todo el país y para quienes vivimos en provincias distintas a Azuay se vuelve más complicado, porque solemos viajar a menudo a reencontrarnos con la familia, quizá para muchos ese particular no sea mayor inconveniente, pero afecta. En mi caso, siento no poder visitar a mi bisabuela con quien viví por más de una década y ahora se encuentra hospitalizada.

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