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Plan de Igualdad de Oportunidades: por el respeto, aceptación y apoyo

La Universidad de Cuenca, a través de la Dirección de Bienestar Universitario y Derechos Humanos, comprometida con el cuidado de hombres y mujeres en su diversidad, construyó un instrumento que aporte al objetivo institucional de erradicar y prevenir la violencia en todas sus formas.

Desde la investigación, el trabajo colaborativo y el activismo, la institución ha trazado metas claras y planes sólidos para educar en todo lo relacionado a temas de género e igualdad de oportunidades, formando una cultura de respeto hacia todas y todos.

A finales de los años 90 se remonta el proceso histórico de la Universidad de Cuenca por pensar en la diversidad, la lucha por la igualdad y equidad de género, por educar a la población para expandir un trato justo y respetuoso.

En ese contexto, en primera instancia, nacieron los programas de posgrado en torno al tema de género. Luego, se transforman en carrera, convirtiendo a la institución en las pocas de educación superior en Latinoamérica en formar en este ámbito.

En el recorrido por fortalecer su cometido, se creó la agenda de igualdad que proponía algunas actividades.

La idea de tener un plan fue madurando en el vicerrectorado de Catalina León Pesántez, a través de un convenio con la Universidad de Konstanz y su Dirección de Igualdad de Oportunidades. Esta institución alemana tiene amplia experiencia en la materia y ha asesorado a la universidad azuaya; siendo en la administración de la rectora María Augusta Hermida que se cristaliza el proyecto.

Para el 2022 se contó con una estructura, con un plan que tiene una misión clara y objetivos medibles al 2028. Una herramienta que fue construida de manera participativa entre estudiantes, trabajadores, docentes, autoridades y personal administrativo, según informó el gestor de igualdad de oportunidades de la Universidad de Cuenca, Paulo Freire.

Al respecto, el futuro profesional de la carrera de Administración de Empresas, Roberto Vásquez, quien hace aproximadamente un año fue representante ante el Comité Ejecutivo de la FEUE, recalcó que fue enriquecedor haber participado en la construcción de este documento para la gestión. Destacó la perspectiva holística, que no se haya hablado solo de temas de género y se haya visibilizado las relaciones de poder entre estudiantes y profesores, así como la desigualdad que viven los compañeros de otras provincias. “Es un buen paso”, recalcó.

Se trata de un instrumento integral que comprende ejes y enfoques que permitan la acción en todos los niveles de la universidad. Los seis ejes en los cuales se aplica el Plan son: docencia, investigación, vinculación, gestión, visibilización, sensibilización y formación, y el tema de convivencia sin violencia, ni discriminación.

Se incorporan los enfoques de género, interculturalidad, discapacidad, movilidad humana y generacional, que a su vez están cobijados por la idea de la interseccionalidad, es decir todos deben estar interrelacionados. y

Para tener una idea de la transversalización del enfoque de igualdad de oportunidades, Freire citó como ejemplo lo que se podría hacer en el eje de docencia al visibilizar a los grupos históricamente marginados, excluidos. Conocer o entender cómo están dentro del ámbito de la interculturalidad, cómo estamos con el pensamiento andino o cómo se está reestructurando el pensamiento desde los sures globales; la presencia de las mujeres en la ciencia, por ejemplo. “La transversalización es visibilizarlos, pero además trabajarlos”, enfatizó Freire.

Otro ejemplo sería en la investigación, que los proyectos tengan presentes los enfoques, no que traten necesariamente los temas de igualdad de oportunidades, sino que los materialicen en la gestión.

Desde la coordinación del plan se enfatizó que construyen especificidades en temas de diversidad para trabajar dentro del aula. En ese sentido, se mencionó aspectos de inclusión dejando claro que no exclusivamente se trata de aquellos que conciernen a discapacidades, sino más bien hacia temas de diversidad. “La inclusión es entender que en esa diversidad necesitamos igualdad de oportunidades”, recalcó Freire.

Ejecución

El objetivo es que, a través de este plan, la Universidad de Cuenca se convierta en una institución libre de violencia en todos los sentidos. No se debe mal interpretar solo violencia de género, sino de todo tipo; contra todos los grupos.

La idea del plan es también promover el acceso, la permanencia y la promoción. Es trascendental poner énfasis en el apoyo a las y los estudiantes que pertenecen a grupos minoritarios o tienen que lidiar con trabajo-cuidado-educación, ya que suelen ser quienes abandonan las carreras, puntualizó Freire

El plan que está formulado para cinco años, de 2023 a 2028, está en proceso de ejecución, lo que implica haber desarrollado socializaciones con algunos centros docentes y estudiantes.

“El proceso al inicio será lento, pues ante todo lo nuevo existe resistencia al cambio; sin embargo, se tiene la esperanza de lograr derribar barreras, principalmente las culturales”, enfatizó Freire.

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