Columbia Mayo 2024

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Columbia MAYO 2024 CABALLEROS DE COLÓN

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20058-S

Columbia

En la gran entrada

Flores de cerezo cuelgan sobre hileras de lápidas en el Cementerio Nacional de Arlington en Arlington, Virginia. Entre los soldados enterrados allí se encuentra el padre Charles J. Watters, ganador de la Medalla de Honor, un Caballero de Nueva Jersey (consulte la página 20).

Los capellanes de la MLB llevan la gracia de Dios y su amor por el béisbol a las Grandes Ligas

En honor a los hermanos caídos

Un veterano de Infantería de Marina, y Caballero de Colón, talla cruces de campo de batalla para las familias cuyos hijos hicieron el máximo sacrificio.

Por Hunter Cates

El héroe de la Colina 875

El Padre Charles J. Watters, ganador de la Medalla de Honor, constantemente arriesgó su vida para salvar a otros en Vietnam.

Por Joseph Pronechen

‘Un momento especial de fraternidad’

El capellán de Caballeros de Colón recuerda los meses que pasó bajo la ocupación rusa en la ciudad de Melitopol.

Rezar por los vivos y los difuntos

Los Caballeros financian los estipendios de Misa en beneficio de los sacerdotes de Ucrania y los fieles a quienes sirven .

Por Karolina Świder y Solomiia Karpiv

Departamentos

3 Para la mayor gloria de Dios

Como hijos de María y de la Iglesia, los padres católicos tienen la responsabilidad de dirigir a sus hijos a un encuentro con Dios.

Por Patrick E. Kelly, Caballero Supremo

4 Aprender sobre la fe, vivir la fe

La práctica de rezar el rosario nos da la perspectiva y la fuerza para enfrentar los desafíos y confiar en el Señor.

Por el Arzobispo William E. Lori, Capellán Supremo

6 Noticias de los Caballeros de Colón

La Orden ayuda a familias afectadas por el derrumbe del puente Key

• La Junta Directiva homenajea al Cardenal Seán O’Malley • Capellanes polacos de Caballeros de Colón siguen los pasos del Padre McGivney en una peregrinación • Discurso del Caballero Supremo ante la Sociedad John Carroll

8 Construyendo la iglesia doméstica

Una nueva serie sobre vida en familia, el liderazgo y la administración financiera

26 Caballeros en Acción Informes de Consejos y Asambleas, que representan los cuatro pilares del modelo del programa Fe en Acción

EN LA PORTADA

Imagen de la Virgen María y el Niño Jesús que se encuentra en la Iglesia de San Rafael Arcángel en Quebradillas, Puerto Rico.

La membresía de Caballeros de Colón está abierta a hombres de 18 años o más, que sean católicos practicantes, es decir, en unión con la Santa Sede. Esto significa que un solicitante o miembro acepta la autoridad del magisterio de la Iglesia Católica en asuntos de fe y moral, aspira a vivir de acuerdo con los preceptos de la Iglesia Católica y se encuentra en comunión con la Iglesia Católica.

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ÍNDICE
Foto por Majicphotos/iStock via Getty Images — EN LA PORTADA : CNS photo/Bob Roller

Nuestra Señora y nuestros sacerdotes

A PRINCIPIOS de abril, el Consejo 1 de San Salvador organizó una cena fraternal para 21 capellanes de Caballeros de Colón de Polonia en el lugar de nacimiento de la Orden, la Iglesia de Santa María en New Haven, Connecticut. Más tarde esa noche, de camino al centro de retiros en donde se alojaban, los capellanes visitaron la casa de una familia de Caballeros de Colón con raíces polacas. Mientras los recibían adentro, el alegre grupo de capellanes cantó al unísono, “Życzymy, życzymy”, deseando “salud, felicidad y bendiciones… a través de las manos de María”. Fue un gesto espontáneo de gratitud y expresión de piedad, pero más que eso, la canción permitió vislumbrar el corazón de su sacerdocio ministerial.

Caballeros de Colón es una organización laica, pero desde nuestra fundación por el Beato Michael McGivney, la orden ha tenido un profundo aprecio por el papel indispensable que desempeñan los sacerdotes en la misión apostólica de la Iglesia. Conformados sacramentalmente al Buen Pastor, los sacerdotes comparten el único sacerdocio de Jesucristo y sirven al “sacerdocio común” de los eles. Al entregar su vida a la Iglesia y hacer presente el único sacri cio eterno de Cristo sobre el altar, dicen con el Señor: “He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad” (Heb 10,7). Este servicio también da frutos a través de su paternidad espiritual como párrocos y capellanes, ya sea de Consejos de Caballeros de Colón, unidades militares o incluso equipos deportivos profesionales (ver páginas 10, 20 y 24).

Cuando se trata de la devoción de un sacerdote a la Santísima Virgen María, así como de su papel en la Iglesia, es importante ver que la respuesta de un sacerdote a su vocación ya es un eco del “sí” de María a Dios. El Catecismo de la Iglesia Católica señala que la dimensión “mariana” de la Iglesia

precede a la apostólica o “petrina”: María va delante de todos nosotros en la santidad que es el misterio de la Iglesia como ‘la esposa sin mancha ni arruga’” (773, Ef 5,27).

Además, cuando Cristo presentó a su Madre al pie de la Cruz, el discípulo amado la recibió en nombre de toda la Iglesia y, de modo especial, en nombre de todos los sacerdotes (Jn 19,26-27).

En este sentido, el Concilio Vaticano II instó a los sacerdotes a “amar y venerar con lial devoción y veneración a [la] madre del eterno Sumo Sacerdote, Reina de los Apóstoles y protectora de su propio ministerio” (Presbyterorum Ordinis, 18). San Juan Pablo II concluyó de manera similar su exhortación apostólica de 1992 sobre la formación sacerdotal, Pastores dabo vobis, invocando la intercesión de “María, Madre y Maestra de nuestro sacerdocio”.

Continuó a rmando: “Todos los aspectos de la formación sacerdotal pueden referirse a María, el ser humano que ha respondido mejor que ningún otro a la llamada de Dios. María se hizo a la vez sierva y discípula del Verbo hasta el punto de concebir, en su corazón y en su carne, al Verbo hecho hombre, para dárselo a los hombres” (82).

Así, el sencillo canto de saludo de los capellanes polacos, antes de continuar su peregrinación siguiendo los pasos del Padre McGivney (ver página 7), expresó más que un mero sentimiento. Más bien, expresó brevemente su corazón y su identidad como sacerdotes: hijos de Nuestra Señora, anunciando con alegría y haciendo presente la buena nueva de la redención en Cristo.

María, Madre de la Iglesia y Reina de los Apóstoles, ruega por nosotros y por nuestros sacerdotes. ✢

Alton J. Pelowski

PUBLICADOR

Caballeros de Colón

FUNCIONARIOS SUPREMOS

Patrick E. Kelly

Caballero Supremo

Mons. William E. Lori, S.T.D. Capellán Supremo

Arthur L. Peters

Diputado Caballero Supremo

Patrick T. Mason

Secretario Supremo

Ronald F. Schwarz

Tesorero Supremo

John A. Marrella

Abogado Supremo

EDITORIAL

Alton J. Pelowski

Editor

Cecilia Hadley

Directora Editorial

Andrew J. Matt

Subdirector

Elisha Valladares-Cormier

Editor Adjunto

Paul Haring

Director de Fotografía

Cecilia Engbert Productora de Contenidos

Beato Michael J. McGivney (1852-90) — Apóstol de los jóvenes, protector de la vida familiar cristiana y fundador de los Caballeros de Colón, intercede por nosotros.

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2 COLUMBIA ✢ MAYO 2024 EDITORIAL
Columbia

‘Unidos en oración’

Como hijos de María y de la Iglesia, los padres católicos tienen la responsabilidad de dirigir a sus hijos a un encuentro con Dios

Por Patrick E. Kelly, Caballero Supremo

LA IGLESIA HONRA de manera especial a la Virgen María durante el mes de mayo, reexionando sobre su papel en el plan de Dios. Sabemos que María fue una mujer de profunda y devota oración que reconoció la voz de Dios y dijo “Sí” a su voluntad de salvar al mundo entero. Más que cualquier otro discípulo, también conoce la voz de su hijo y nos lleva a una unión más cercana con él.

Tras la ascensión de Jesús, Nuestra Señora reunió a los apóstoles en Jerusalén cuando “íntimamente unidos, se dedicaban a la oración” (Hch 1,14). Leemos más adelante que la primera comunidad de creyentes, unidos en oración y llenos del Espíritu Santo, “tenía un solo corazón y una sola alma” (Hch 4,32).

Esta unidad de corazón y mente es precisamente la unidad que nosotros, como padres, debemos desear para nuestras familias. Y esto significa que la tarea más importante que nos espera es enseñar a nuestros hijos y nietos a rezar… en unión con la Iglesia y María. Esta es la esencia de nuestra misión como padres. Más que dedicarnos únicamente a satisfacer las necesidades físicas de nuestros hijos, nuestro papel es proveerlos de alimento y cobijo espirituales.

Así que ¿cómo podemos lograrlo? En primer lugar, recordemos la máxima de “No se puede dar lo que no se tiene”. Para ser verdaderos maestros de oración y para reflejar el amor de Dios Padre, cada día tenemos que pasar un tiempo en oración personal.

Para muchos de nosotros, lo mejor es dedicar a esto las primeras horas de la mañana, cuando tenemos la mente fresca y la casa está silenciosa. Dios se encuentra en esa “voz apacible y delicada” (1 Re 19,12), y espera el silencio para revelarse a nosotros. En nuestra oración, debemos pedir al Señor que nos convierta en buenos ejemplos para nuestros hijos. Debemos orar por nuestra esposa, pidiendo a Dios que la bendiga y cree una mayor unidad en nuestro matrimonio. Y debemos orar por nuestros hijos con sus

nombres, hablando a Dios sobre cada uno de ellos y pidiéndole una ayuda concreta para sus necesidades específicas.

También debemos orar junto con nuestra familia, dirigiéndola en la oración. Lo más importante es llevarlos a Misa cada domingo, así como enseñarles las bellísimas oraciones antiguas de la Iglesia.

Orar juntos antes de los alimentos y celebrar los días de fiesta y las temporadas litúrgicas puede promover la conciencia de la presencia de Dios. Un rosario en familia —o incluso una único decenario, según las circunstancias— puede atraer la pacífica intercesión de María en su familia, y va a equipar a sus hijos desde muy pequeños con esta poderosa herramienta de oración.

Aún más, ir a confesarse y participar en la adoración eucarística junto con sus hijos constituye un poderoso ejemplo y comienza a promover en ellos hábitos que serán para toda la vida.

La oración es más que un ejercicio, es una relación viva con nuestro Señor. Dirigir a su familia en oraciones espontáneas desde su corazón —oraciones de petición o acción de gracias— puede resultar especialmente poderoso. Si sus hijos lo oyen rezar así, les resultará natural hacerlo también — y la oración se convierte en un encuentro personal con el Dios vivo.

En 2021, en un mensaje a las familias, el Papa Francisco nos recordó que “la familia está viva si está unida en la oración. La familia es fuerte si redescubre la Palabra de Dios y el valor providencial de todas sus promesas”.

Cuanto mayores son las exigencias que pesan sobre nosotros, y cuanto más dependen de nosotros nuestras esposas e hijos, más necesitamos la oración. Resulta indispensable para que podamos cumplir con nuestra misión como padres.

Que la Virgen María, que meditaba estas cosas en su corazón (Lc 2,19), interceda por nosotros cuando nos esforzamos por conservar a nuestras familias cada vez más unidas con su hijo.

¡Vivat Jesus!

Esta es la esencia de nuestra misión como padres. Más que dedicarnos únicamente a satisfacer las necesidades físicas de nuestros hijos, nuestro papel es proveerlos de alimento y cobijo espirituales.
MAYO 2024 ✢ COLUMBIA 3 Foto por Michael Collopy
PARA LA MAYOR GLORIA DE DIOS

A través de los ojos de María

La práctica de rezar el rosario nos da la perspectiva y la fuerza para enfrentar los desafíos y confiar en el Señor

Por el Arzobispo William E. Lori, Capellán Supremo

AL ATARDECER, si el clima es agradable y todavía hay luz del día, normalmente llevo a mi perro, Bayley, a dar un largo paseo de aproximadamente 3.5 millas. Sin duda es una de las actividades favoritas de mi perro, y es algo que también disfruto. Una larga caminata no solo es un buen ejercicio, sino que también despeja mi cabeza de las ansiedades del día.

Pero no siempre es así. Hace años, cuando empecé a dar paseos largos, usaba ese tiempo para reflexionar sobre problemas y desafíos. Sin embargo, en poco tiempo descubrí que hacerlo frustraba uno de los principales beneficios de caminar: a medida que avanzaba, en mi mente vagaban mis preocupaciones, por lo que mi mente y mi corazón se volvían más caóticos y no menos. De hecho, regresaba a casa más preocupado que nunca.

Le mencioné esto a mi director espiritual, y me preguntó por qué desperdiciaba una oportunidad tan valiosa para despejar realmente mi mente y mi corazón. “¿Por qué no rezas el rosario mientras caminas?” preguntó, y añadió: “Me refiero a todo el rosario, los cuatro conjuntos de misterios: gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos”.

San Juan Pablo II describió el rosario como una oración en la que vemos a Cristo y los eventos salvíficos de su vida “a través de los ojos de María”. Mientras rezo el rosario en mis caminatas, repitiendo el Ave María una y otra vez, Cristo mismo se me hace más presente y claro. En lugar de inquietarme por los problemas y las preocupaciones, mi mente y mi corazón se elevan para contemplar todo lo que el Señor dijo e hizo por la salvación del mundo, ¡y por la mía también! Con la ayuda de María, recuerdo cuán profundamente me ama el Señor, qué gracia inmerecida es ser un hijo adoptivo del Padre celestial y, de hecho, qué gracia y alegría es servir a la Iglesia. En el camino, también recuerdo a aquellos que me han pedido que ore por ellos. ¿En cuanto a mis problemas y preocupaciones? Los encomiendo al Señor junto con

las oraciones de la Santísima Virgen María. Sin embargo, esto no significa que esté completamente libre de distracciones mientras camino por las calles de la ciudad. Hay mucho para desviar mi atención: un coche nuevo llamativo, un helicóptero en lo alto, tal vez el olor desagradable de la marihuana. Pero el rosario siempre me lleva de vuelta a Cristo y a su madre.

Y, por extraño que parezca, a menudo sucede algo más. A medida que avanzo a través de los misterios del rosario, me sorprende descubrir que se me ha dado una nueva perspectiva sobre mis desafíos y oportunidades. Rodeados por las oraciones de María, los problemas no son tan grandes. La mayoría de las veces, al final de mi paseo por el rosario, encuentro, si no una solución, al menos un camino a seguir frente a cualquier desafío que esté enfrentando. Para mí, el mantra “Mantén la calma y sigue adelante” no funciona. Creo que es mejor “Mantén la calma y reza el rosario”.

Como capellán supremo, uno de mis deberes es bendecir muchos rosarios, porque, como saben, se da un rosario a cada Caballero de Colón para ayudarlo a crecer en la devoción a la Santísima Virgen María. Pero poseer un rosario no es suficiente. El Papa Francisco preguntó una vez a los asistentes a su audiencia semanal si llevaban un rosario. Muchos los sostuvieron para que él los viera. Pero los desafió aún más: “¿Rezan el rosario?” Es un reto que debemos hacer nuestro. Un profundo amor por Nuestra Señora es una parte esencial de nuestra vida espiritual como Caballeros.

A lo largo de los años, he adquirido muchos rosarios. Algunos los compré, otros me los dieron, incluidos los rosarios que el Papa a menudo regala a sus visitantes. A veces doy rosarios a otros, especialmente cuando los visito en el hospital. Pero hay un rosario que es particularmente especial: el que mi padre recibió cuando se convirtió en Caballero de Colón activo hace muchos años. Porque fue de él que aprendí por primera vez a rezar el rosario. ✢

A medida que avanzo a través de los misterios del rosario, me sorprende descubrir que se me ha dado una nueva perspectiva sobre mis desafíos y oportunidades. Rodeados por las oraciones de María, los problemas no son tan grandes.

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APRENDER SOBRE LA FE, VIVIR LA FE

Desafío del Capellán Supremo

Reflexión mensual y reto práctico del Capellán Supremo Arzobispo

“Padre santo, guarda en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros”. (Evangelio para el 12 de mayo, Juan 17,11b)

Jesús desea que sus discípulos estén unidos en su nombre: un cuerpo, una fe, una Iglesia. Es fundamental que nuestras propias familias permanezcan unidas en la fe. No es fácil criar y formar niños en la fe católica en la confusa cultura actual. Pero, como dijo el Padre de la Santa Cruz Patrick Peyton, el “sacerdote del Rosario”: “La familia que reza unida permanece unida”. Mantengamos unida a nuestra familia manteniéndonos unidos a Cristo en oración.

Desafío: Este mes, el mes de María, te desafío a rezar el Rosario a diario con toda la familia, ofreciendo al menos una decena por la unidad de tu familia y de la Iglesia.

Encuentra preguntas de reflexión relacionadas en kofc.org/desafiomensual.

El hombre católico del mes

Beato Isidore Ngei Ko Lat (1918-1950)

SU SALUD DEFICIENTE no dejó que Isidore Ngei Ko Lat se convirtiera en sacerdote, pero no le impidió compartir su fe. Su ministerio como catequista, que terminó con su martirio, contribuyó a lo que se ha llamado un “ orecimiento del catolicismo” en Burma (actualmente Myanmar).

Ko Lat nació en 1918 en la zona central de Burma, entonces colonia británica. Sus padres, granjeros evangelizados por sacerdotes del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras, murieron cuando Ko Lat era adolescente, dejándolo a él y a un hermano menor viviendo con una tía.

Con frecuencia asistía a los sacerdotes misioneros y a su debido tiempo entró al seminario, donde se destacó en Teología, Latín e Inglés. Sin embargo, su asma bronquial lo obligó a regresar a su pueblo de Dorokhò. Allí abrió una escuela gratuita para enseñar a los niños la lengua de Burma, inglés y religión, usando a menudo la música para transmitir las lecciones de catecismo.

En 1948, Ko Lat conoció al Padre Vergara, un misionero del Pontificio Instituto que comenzó su ministerio en Burma en 1936. El Padre Vergara había regresado allí hacía poco, tras haber sido recluido,

Calendario Litúrgico

1 de mayo San José Obrero

2 de mayo San Atanasio, obispo y doctor de la Iglesia

3 de mayo Santos Felipe y Santiago, apóstoles

9/12 de mayo Ascensión del Señor

13 de mayo Nuestra Señora de Fátima

14 de mayo San Matías, apóstol

19 de mayo Pentecostés

20 de mayo Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia

21 de mayo San Cristóbal Magallanes y compañeros, mártires

26 de mayo Santísima Trinidad

31 de mayo Visitación de la Santísima Virgen María

junto con otros misioneros de Italia, en un campamento de internamiento británico en la India durante toda la Segunda Guerra Mundial.

Ko Lat aceptó la invitación del sacerdote para ser catequista e intérprete. Sus esfuerzos tuvieron éxito, pero provocaron el resentimiento de los protestantes de Burma que apoyaban a los combatientes rebeldes en la guerra civil de ese país.

El 24 de mayo de 1950, los dos misioneros viajaron para encontrarse con un líder local y solicitar la liberación de un catequista encarcelado. Al llegar, fueron interrogados, arrastrados por el bosque durante seis horas, y finalmente fusilados. Lanzaron sus cuerpos al río Salween.

Beatificado en 2014 junto con el Padre Mario Vergara, Isidore Ngei Lat es el primer beato de Myanmar. ✢

Intenciones del Santo Padre

Oremos para que las religiosas, los religiosos y los seminaristas crezcan en su camino vocacional a través de una formación humana, pastoral, espiritual y comunitaria, que les lleve a ser testigos creíbles del Evangelio.

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DE ARRIBA A ABAJO:
Foto cortesía de la Diócesis de Averna — Barry Mason /Alamy Stock Photo — CNS foto/Pablo Esparza

La Orden ayuda a familias afectadas por el derrumbe del puente Key

DURANTE LA REUNIÓN trimestral de la Junta Directiva a principios de abril, Caballeros de Colón se comprometió a donar $100,000 para apoyar a las familias que perdieron a sus seres queridos y sus medios de vida en el derrumbe del puente Francis Sco Key de Baltimore.

Seis trabajadores de la carretera murieron cuando un carguero chocó contra el puente Key en la madrugada del 26 de marzo y destruyó en cuestión de segundos el vano sobre el río Patapsco. Todos eran inmigrantes procedentes de América Latina. Muchos otros se han visto afectados por las secuelas económicas del accidente.

“Los Caballeros de Colón se sintieron, por supuesto, conmocionados por el derrumbe del puente Key de Baltimore y especialmente entristecidos por la trágica pérdida de vidas humanas”, dijo el Caballero Supremo Patrick Kelly. “El Beato Michael McGivney fundó Caballeros hace más de 140 años para ayudar a viudas y huérfanos. Así que fue natural que, al enterarnos de la muerte de seis trabajadores de la carretera, entre ellos esposos y padres de la comunidad católica hispana, nos sintiéramos impulsados a unirnos a la Iglesia de Baltimore para proporcionar ayuda a sus viudas y huérfanos”.

La donación de la Orden apoyó el Fondo de Ayuda del Puente Francis Sco Key establecido por la Archidiócesis de Baltimore, dirigida por el Capellán Supremo, el Arzobispo William Lori.

El 8 de abril, el arzobispo Lori dirigió un servicio de oración por los seis hombres fallecidos en la iglesia Sagrado Corazón de Jesús de Baltimore y después se unió a una procesión con velas por el barrio. Cientos de personas le siguieron mientras los voluntarios llevaban por las calles seis cruces sobre las que pusieron chalecos de

La Junta Directiva homenajea al Cardenal Seán O’Malley

LA JUNTA DIRECTIVA de Caballeros de Colón reconoció al Cardenal Seán O’Malley, arzobispo de Boston, durante su reciente reunión en Boston, honrándolo con una resolución formal por sus años de liderazgo y servicio a la Iglesia.

El cardenal, Caballero del Cuarto Grado desde hace muchos años, celebró una Misa para los miembros de la Junta Directiva en la Catedral de la Santa Cruz de Boston el 5 de abril, concelebrada por el Capellán Supremo, el arzobispo William Lori, y varios sacerdotes. Tras la Misa, la Junta organizó una cena en su honor, en la que el Caballero Supremo Patrick Kelly le

El Arzobispo William Lori (izquierda) se une a cientos de personas en el exterior de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en Baltimore para un servicio de oración y una procesión con velas el 8 de abril por los seis hombres que murieron en el derrumbe del puente Key. También participaron Caballeros del Cuarto Grado locales.

construcción. El Diputado de Estado Christopher Powers participó, y Caballeros del Cuarto Grado de cinco Asambleas locales proporcionaron una guardia de honor en la procesión.

“Fue revelador ver la a uencia de gente”, dijo el Maestro de Distrito James Duryee. “No creo que mucha gente conociera a los hombres [personalmente]. Pero todos queríamos estar allí por la pérdida para la comunidad y la gravedad de la situación”. ✢

hizo entrega de la resolución.

“[El Cardenal O’Malley] es un ejemplo de lo que signi ca rendirse a la voluntad de Jesús”, dijo el Caballero Supremo durante sus palabras de felicitación. “Esa entrega le ha llevado a servir como obispo en cuatro diócesis, en numerosos comités de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, y a varios nombramientos en Roma, sirviendo al Papa Francisco y a la Iglesia universal. Y, todo el tiempo, ha sido un gran amigo de Caballeros de Colón”.

Además de señalar ejemplos de amistad con la Orden, la resolución reconoce algunos de los muchos logros del cardenal, su preocupación por los pobres y marginados, su dedicación a la causa de la vida y su sensible liderazgo en medio de los escándalos de abusos clericales.

El Cardenal O’Malley, que cumplirá 80 años en junio, agradeció calurosamente a

El Caballero Supremo Patrick Kelly entrega al Cardenal Seán O’Malley una resolución en su honor el 5 de abril.

Caballeros por el honor, diciendo: “Todos ustedes saben el afecto que siento por los Caballeros de Colón y sus familias, y todo lo que ustedes signi can para nuestra Iglesia y nuestro país”. ✢

6 COLUMBIA ✢ MAYO 2024 NOTICIAS DE LOS CABALLEROS DE COLÓN
DE ARRIBA A ABAJO: Foto por Kevin J. Parks/ The Catholic Review — Foto por Paul Haring
Capellanes polacos de Caballeros de Colón siguen los pasos del Padre

McGivney en una peregrinación

VEINTIÚN CAPELLANES de Caballeros de Colón de Polonia hicieron una peregrinación por el Nordeste de Estados Unidos, del 8 al 16 de abril, siguiendo los pasos del Beato Michael McGivney y visitando lugares sagrados, iglesias y lugares de interés nacional desde Connecticut hasta Washington, D.C.

El Padre Wiesław Lenartowicz, capellán del Consejo 14004 Nuestra Señora de Częstochowa en Radom y capellán adjunto de Estado de Polonia, se inspiró para ayudar a organizar la peregrinación internacional, la primera de su tipo, tras visitar personalmente los lugares asociados con el Padre McGivney hace dos años.

“Estos lugares tienen un espíritu propio que debe mostrarse y promoverse, porque nos ayuda a comprender las acciones y la motivación del Padre McGivney”, explicó.

Los capellanes recorrieron primero New Haven, Connecticut, donde visitaron el Centro de Peregrinación Beato Michael McGivney, celebraron Misa en la iglesia de Santa María y rezaron ante la tumba del Padre McGivney. También visitaron Waterbury, donde McGivney nació en 1852, y omaston, donde murió en 1890.

La peregrinación llevó después a los capellanes a Baltimore. Allí concelebraron la Misa con el Capellán Supremo, el Arzobispo William Lori, en la Basílica del Santuario Nacional de la Asunción de la Santísima Virgen María, donde se celebró la ordenación de McGivney en 1877.

“Sacerdotes como el Beato Michael nos dan ejemplo del modo en que el celo apostólico puede transformar todas las cosas”, dijo en su homilía el Arzobispo Lori a los capellanes. “En cada parroquia donde sirvió, frente a una cultura hostil a la Iglesia, consciente de las muchas necesidades de los que le rodeaban, el Beato Michael anunció la victoria de Cristo”.

Los capellanes polacos visitaron el Santuario Nacional de San

Discurso del Caballero Supremo ante la Sociedad John Carroll

EL CABALLERO SUPREMO Patrick Kelly

se dirigió a la Sociedad John Carroll en Washington, D.C., el 13 de abril, haciendo hincapié en un mensaje que el Papa Francisco le pidió personalmente que compartiera: la importancia de la corresponsabilidad entre laicos y clero.

“Como laicos, se nos ha dado un papel esencial, no en el gobierno de la Iglesia, sino en el avance de su misión”, dijo el Caballero Supremo. “El Evangelio lo deja muy claro. Y el decreto del Concilio Vaticano II sobre

Juan Pablo II en Washington, D.C., y otros santuarios nacionales en D.C., Maryland y Pensilvania, así como la Catedral de San Patricio en Nueva York.

“Veo en los sacerdotes cómo ha cambiado su comprensión de las actividades de Caballeros de Colón”, dijo el Padre Lenartowicz, al re exionar sobre la peregrinación.

El Padre Krystian Wilczyński, capellán del Consejo 17906 Santa Faustina en Gdańsk, explicó: “Se podría decir que el Beato Michael McGivney, como nuestro padre, nos guio. Siento que nos permitió experimentar la unidad, la fraternidad y la caridad”. ✢

los laicos proporciona un marco para vivir nuestra vocación”.

El Caballero Supremo Kelly habló en la 38ª cena anual de premios de la sociedad, durante la cual él y otras cuatro personas recibieron la Medalla de la Sociedad John Carroll, el más alto honor de la organización. La Sociedad John Carroll es una organización de profesionales católicos que promueve el compañerismo espiritual, intelectual y social entre sus miembros, al servicio del arzobispo de Washington.

La vocación laica tiene diferentes deberes, señaló el Caballero Supremo, pero el deber de evangelizar es particularmente crucial hoy en día. “Todos estamos llamados a ser misioneros en una sociedad que a menudo considera la religión, en el mejor

de los casos, como una cuestión de opinión privada o, en el peor, como un enemigo del bien público”, dijo. “Esto exige que vivamos nuestra misión constantemente... en todo momento, en todo lugar y con todas las personas que encontremos”.

MAYO 2024 ✢ COLUMBIA 7 ABAJO, DER.:
Foto
por Christopher Newkumet/Cortesía de la la Sociedad John Carroll
Capellanes de Caballeros de Colón en representación de Consejos y diócesis de Polonia con el Capellán Supremo William Lori tras la Misa en la Basílica de Baltimore el 12 de abril.

Gracia y virtud, fundamento del liderazgo

En los Evangelios, Jesús nos dice que quien quiera ser líder debe ser servidor, incluso esclavo, de todos (cf. Mt 20,26-27; Mc 10,4344; Lc 22,26).

El liderazgo de servicio exige el más alto nivel de comportamiento porque ataca el fundamento del pecado, que es la tendencia humana a servirnos primero a nosotros mismos antes que a los demás. Para superar esta dinámica, debemos recibir la gracia que Dios nos ofrece (a través de la oración y los sacramentos) para superar nuestro pecado.

En segundo lugar, debemos cooperar con la gracia de Dios para desarrollar los hábitos moralmente excelentes necesarios para vencer el pecado. Vencer la tentación de servirnos primero a nosotros mismos implica desarrollar virtudes clave. La fe, la esperanza, el amor, la valentía, la integridad, la humildad y más son necesarias para vivir una vida de liderazgo abnegado.

Jesús nos enseña que el servicio amoroso alcanza su culmen cuando somos capaces de dar la vida por nuestros amigos (Jn 15,13). Si desarrollamos y practicamos la virtud, y realmente damos la vida por los demás en el servicio, no se sabe cuántos seguidores atraeremos al Señor y a su Iglesia. ✢

— Joseph McInerney es vicepresidente de liderazgo y educación ética de Caballeros de Colón.

Las familias santas se diferencian

La llamada de una familia a la santidad no requiere perfección, sino simplemente dedicar tiempo a Dios y a los demás

MI ESPOSA, SHARA, y yo llevamos 21 años casados y tenemos seis hermosos hijos. Como católicos, estamos llamados a ser una familia santa, y la gente podría pensar que eso significa ser una familia perfecta. Pero “santo” viene de la palabra griega hagios , que significa apartarse, ser diferente, especialmente de una cultura que está cada vez más en desacuerdo con nuestros valores católicos.

Dado que los jóvenes abandonan la Iglesia a un ritmo alarmante, es importante que los padres se den cuenta de que no es responsabilidad de nuestros sacerdotes ni de los profesores de las escuelas católicas educar a nuestros hijos en la fe. Más bien, yo estoy llamado a ser el líder espiritual de mi hogar, y mi esposa, por la gracia de Dios, está llamada a ser el corazón de nuestro hogar.

Por ejemplo, cuando llega la noche y la mesa está desordenada y los niños están hechos un desastre, vamos a sentarnos en familia y rezar el rosario. Si viajamos para hacer deporte durante un fin de semana, daremos prioridad a la Misa, aunque eso signifique perdernos parte del partido. El Padre Patrick Peyton lo dijo mejor: “La familia que reza unida permanece unida”.

Esto también implica simplemente intentar estar presentes los unos con los otros: dejar nuestros teléfonos en la encimera de la cocina a las 9 de la noche y sentarnos realmente en el sofá juntos, pasando tiempo con nuestros hijos. No es nada heroico; es simplemente

hacer las cosas pequeñas. En mi carrera como jugador de béisbol, mis entrenadores siempre decían que, si haces bien las cosas pequeñas, las grandes se hacen solas. Y en nuestro matrimonio y nuestra familia, intentamos ocuparnos de las pequeñas cosas para que las grandes se ocupen de sí mismas.

Siempre les digo a mis hijos que pre ero que sean santos en el cielo a que sean miembros del Salón de la Fama consagrados en Cooperstown que abandonaron su fe porque el béisbol, o cualquier otra cosa, se convirtió en su dios. No les presiono para que sean grandes a los ojos del mundo. Mi único deseo como padre es que sean grandes a los ojos de nuestro Señor. ✢

MIKE SWEENEY jugó 16 temporadas en las Grandes Ligas de Béisbol y es miembro de Caballeros de Colón desde 2014. Él y su familia viven en el sur de California.

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DE IZQUIERDA A DERECHA: Jesus Washing Peter’s Feet , 1852-56, por Ford Madox Brown — Spirit Juice Studios MISIÓN DE LA FAMILIA LIDERANDO CON FE CONSTRUYENDO LA IGLESIA DOMÉSTICA
¿Cuál es la diferencia entre el seguro de vida permanente y el seguro de vida a plazo?

Una respuesta sencilla a esta pregunta que he dado a menudo a mis clientes es considerar el seguro de vida permanente como una solución a necesidades permanentes y el seguro de vida a plazo como una respuesta a necesidades temporales. Ejemplos de necesidades permanentes son los gastos al final de la vida, los fondos de emergencia, la sustitución de ingresos y la planificación de legados y necesidades especiales. Las necesidades temporales pueden incluir el pago de deudas, como préstamos para la vivienda y el automóvil, préstamos escolares y tarjetas de crédito.

PARA TU MATRIMONIO

Los productos de vida a plazo, que proporcionan cobertura durante un tiempo fijo, pueden establecerse para un periodo de años y disminuirse a medida que se reducen o pagan sus deudas; también pueden convertirse en una opción permanente por una prima mayor. Las primas de vida permanente pueden pagarse en poco tiempo o hasta los 100 años. Una póliza permanente acumula valor en efectivo con el tiempo, al que se puede acceder mientras está en vigor mediante un préstamo de la póliza o un retiro/ renuncia total o parcial (retirar valor en efectivo de una póliza reducirá la futura prestación por fallecimiento).

¿Cómo decidir entre un seguro de vida permanente y uno a plazo? Depende: a medida que su vida cambia, también lo hacen sus necesidades. Una familia joven con un presupuesto ajustado, una hipoteca y préstamos para estudios tiene prioridades distintas a las de una pareja mayor y

Vivir con alegría

AL TRABAJAR con estudiantes universitarios a lo largo de los años, hemos observado que un número signi cativo de jóvenes (incluidos católicos comprometidos con la vivencia de su fe) se muestran escépticos ante el matrimonio, especialmente ante la idea de que sea posible un matrimonio feliz.

Muchos han visto cómo sus familias se deshacían, y han tomado nota. Incluso si sus padres permanecieron juntos, a menudo tienen la sensación de que el matrimonio católico está inevitablemente marcado por el con icto, la tensión y la falta de calidez. Aunque nuestra sociedad tiende a reducir el amor a una simple emoción o a un mero sentimiento, parece que algunas personas lo han corregido en exceso. Piensan en el amor únicamente como un acto de la voluntad, descuidando la importancia de la emoción dentro del matrimonio y la vida familiar.

El amor y el matrimonio sacramental sí requieren un acto de la voluntad. Como escribió San Juan Pablo II, el verdadero amor “quiere el bien sin límites” para el otro. El matrimonio es muy sacri cado. Pero los cónyuges también deben cultivar una conexión afectiva, o emocional, con el otro. Esta es la clave de un matrimonio cálido y gozoso. Y los estudios han demostrado que es fundamental

más consolidada que planifica la matrícula universitaria y la jubilación. Lo mejor es hablar de sus objetivos específicos con un agente. Este es un beneficio de la membresía para cada Caballero de Colón. Tanto si opta por una solución temporal, permanente o mixta, las necesidades específicas merecen una atención personalizada.

Visite kofc.org/familyfinance para obtener recursos educativos adicionales. ✢ — David B. Cary es en la actualidad especialista de campo de Caballeros de Colón; anteriormente trabajó como agente de campo y agente general de Caballeros de Colón durante más de una década.

para criar a los hijos, sobre todo si queremos transmitir nuestra fe a la siguiente generación.

Como padres, damos un testimonio tácito. Si nos comprometemos a hacer las pequeñas cosas para construir la unidad emocional, nuestros hijos lo notarán y recordarán esa alegría cuando disciernan sus propias vocaciones. En resumen, debemos hacer un acto de voluntad para conectar emocionalmente con nuestro cónyuge y nuestros hijos. Elegimos amar a Cristo (y amar a Cristo en los demás) incluso en los momentos difíciles, rezar por y con el otro. Ser intencionados puede marcar la diferencia. ✢

ANDREW y SARAH SWAFFORD hablan con frecuencia en todo el mundo sobre el noviazgo, el matrimonio y la vida moral y espiritual. Andrew es miembro del Consejo 4708 Benedictine College, en Atchison (Kansas), donde es profesor de teología.

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DE ARRIBA A ABAJO: fizkes/iStock via Getty Images — Prostock-Studio/iStock via Getty Images
FINANZAS FAMILIARES

EN LA GRAN ENTRADA

Los capellanes de la MLB llevan la gracia de Dios y su amor por el béisbol a las Grandes Ligas

El Padre Burke Masters, capellán de los Cachorros de Chicago, recorre la tercera base durante un entrenamiento con el equipo en su complejo de entrenamiento de primavera en Mesa, Arizona, en marzo de 2016.

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“El béisbol es como la iglesia. Muchos asisten, pocos lo entienden”. Este dicho, a menudo atribuido al entrenador Leo Durocher, miembro del Salón de la Fama, se re ere tanto a la popularidad del amado deporte estadounidense como a los sutiles placeres que ofrece a sus a cionados más devotos. Sin embargo, a los sacerdotes católicos que se encargan de llevar la “iglesia” a los jugadores, entrenadores y empleados de un club de las Grandes Ligas de Béisbol les puede resultar muy diferente.

“Sabemos que Dios está aquí”

Nacido en Queens, Nueva York, Mons. omas Machalski creció animando a los Milagrosos Mets de 1969 y recibiendo autógrafos de jugadores de la talla de Willie Mays, Tom Seaver y Tug McGraw. Su amor por el béisbol nunca se desvaneció, pero fue superado por el deseo de servir a la Iglesia como sacerdote, y se ordenó sacerdote para la diócesis de Brooklyn en 1985. En 2001, fue uno de los primeros sacerdotes que ejercieron su ministerio en la zona cero tras el 11 de septiembre. Actualmente párroco de la iglesia católica del Sagrado Corazón en Bayside, Mons. Machalski fue capellán de los New York Mets de 2007 a 2011 y retomó ese cargo en 2023. Es miembro del Consejo Ridgewood 1814.

Mi padre era cartero. Tenía que levantarse a las 4 de la mañana para ir a trabajar, pero me llevaba a los partidos de los Mets y esperaba conmigo en la puerta del club hasta las 11:30 de la noche o la medianoche, mientras yo pedía autógrafos después de los partidos. Así que era un gran fan de los Mets, como mi padre y mis abuelos. Mi hermano y el resto de mi familia son fans acérrimos de los Yankees, así que a veces era muy con ictivo. Los Yankees ganaban constantemente y los Mets siempre perdían, pero yo siempre me quedaba con los Mets. Y luego, en 1969, todo encajó. No era una exageración llamarlos los Milagrosos Mets.

Hasta que hice la Primera Comunión, le decía a todo el mundo que quería ser granjero. Para un niño que había crecido con un patio trasero y delantero de cemento, era algo curioso. Pero desde que hice la Primera Comunión, dije: “Quiero ser cura”. Y en eso realmente no hubo mucha vacilación.

Hace ya casi 39 años que soy sacerdote y he tenido toda una serie de experiencias diferentes. He sido vicario parroquial y párroco. He trabajado en un seminario y en el tribunal matrimonial de la diócesis. Y fui uno de los primeros clérigos que atendió a los socorristas el 11 de septiembre.

Con el apoyo de Atletas Católicos por Cristo, la Misa dominical se celebra en 27 estadios de la MLB por capellanes que buscan no sólo mantener a los jugadores cerca de los sacramentos durante los altibajos de una temporada de 162 partidos, sino también acompañarlos y ayudarlos a crecer en la fe y en la comprensión de Dios. Tres de estos sacerdotes, todos miembros de Caballeros de Colón, hablaron con Columbia sobre cómo se esfuerzan por llevar la gracia de Dios a las sedes de los equipos.

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PÁGINA OPUESTA: Foto por Edward Maillard — DER.: Foto por Matt Greenslade

Poco después de los atentados, la Agencia Federal de Gestión de Emergencias hizo un llamamiento a la arquidiócesis de Nueva York y a la diócesis de Brooklyn para que se aseguraran de que hubiera dos sacerdotes católicos en la zona cero en todo momento. Así que, desde el principio hasta el último día de limpieza, no hubo un solo momento en el que no hubiera dos sacerdotes católicos de guardia, 24 horas al día, 7 días a la semana. Unos 400 sacerdotes nos ofrecimos como voluntarios y hacíamos turnos de seis horas. Durante el primero de los cuatro turnos que hice (siempre me tocaba el turno de 12 a 6 de la mañana), estaba de pie justo en ese montón humeante que se ve en las fotos y los videos, mientras sacaban literalmente cubos llenos de trozos de personas de entre los escombros. Los llevaban a una morgue improvisada, donde celebrábamos un pequeño servicio de oración y bendecíamos las partes del cuerpo, y luego volvíamos a la pila.

Estábamos allí, en realidad, para proporcionar apoyo emocional y espiritual a los agentes de policía, los bomberos y los voluntarios. Nos decían cosas como: “Sabemos que usted no tiene una respuesta para esto, Padre. Nadie la tiene. Pero sabemos que Dios está aquí cuando lo vemos a usted”. Veían el alzacuello, y eso era una señal de que Dios estaba allí con ellos.

Creo que nuestra presencia también dio mucho consuelo a las personas que perdieron a algún familiar: el saber que, si se encontraban los restos de sus seres queridos, había un sacerdote que rezaría por ellos y les daría la bendición.

Más tarde, cuando volvía a casa y pensaba en ello, me molestaba que pudiera existir tal maldad en el mundo y que fuera perpetrada por un ser humano contra otro. Pero el ejemplo del sufrimiento redentor de Cristo me permitía entender lo que había ocurrido y atender mejor, creo, a los que habían quedado atrás.

El 21 de septiembre, los Mets jugaron su primer partido desde los atentados, y yo tenía una entrada. El juego era contra Atlanta, nuestro mayor rival, e íbamos perdiendo en la octava entrada. Pero entonces se levantó Mike Piazza [cácher del Salón de la Fama y católico de toda la vida] y conectó un jonrón increíble. Una vez que bateó esa pelota, supe que no la atraparían. Aquel lugar (me emociono sólo de pensarlo) explotó. Y ganamos ese partido. Todavía recuerdo ese momento y pienso que fue Dios diciendo: “Ustedes necesitan esto”… no los Mets, sino la gente de Nueva York.

Varios años después, el Obispo Ignatius Catanello, un obispo auxiliar de Brooklyn que ejercía de capellán de los Mets, me pidió que lo sustituyera cuando hubiera algún con icto con su agenda episcopal. Al nal, tuvo que retirarse y yo empecé a trabajar como capellán de los Mets de tiempo completo. Lo hice durante varios años antes de asumir una nueva tarea como rector de un seminario. Volví a Brooklyn en 2017, pero otro sacerdote estaba sirviendo como capellán en ese momento, así que reanudé como capellán el año pasado.

Cada vez que entro en el estadio, digo: “¿Qué he hecho para merecer esto?”. Dios es tan bueno que ha puesto esto en mi camino.

Como capellán, mi principal responsabilidad es celebrar la Misa antes de los partidos de los domingos para los jugadores, entrenadores y empleados del estadio. El hijo mayor de Trevor

Williams [lanzador de la MLB y Caballero de Colón], que estuvo con los Mets un par de años, era mi monaguillo. Es un gran servicio para los jugadores y los hombres y mujeres que trabajan en el estadio, que de otro modo no podrían cumplir con su obligación. También han venido a mi parroquia personas de la organización para confesarse o recibir dirección espiritual; he celebrado bautizos para ellos, e incluso celebré una Misa de boda para uno de los jugadores.

A través de mi colaboración con Atletas Católicos por Cristo, he participado en estudios bíblicos con jugadores y he organizado un grupo de jugadores y exjugadores, personal de atención al público y árbitros para consagrarnos a San José.

Hay muchas similitudes entre el deporte y la fe. Ambos tratan de forjar el carácter, de centrar a alguien en un objetivo concreto, ya sea ser el mejor atleta o el mejor cristiano que se pueda ser. Siento un gran respeto por jugadores como el Diácono Darrell Miller, Mike Piazza, Mike Sweeney, Je Suppan, Trevor Williams y otros. Ellos han llegado a la cima. Sin embargo, no han olvidado su fe, ni que lo que tienen viene de Dios. Y no temen hablar de ello y vivirlo.

El padre de los Padres

El Padre Pedro Rivera, miembro del Consejo Resurrección 9897, de Escondido, California, se mudó a Los Ángeles en 1976, cuando tenía 4 años. Durante los cinco años siguientes, los Dodgers de Los Ángeles llegaron tres veces a la Serie Mundial, y la ganaron en 1981, así que el pequeño Pedro se convirtió en fan de los Dodgers de por vida. Aunque el Padre Rivera sigue siendo a cionado de los Dodgers, ahora sirve a otro club de béisbol, los Padres de San Diego, como capellán. También dirige el Centro Newman en la Universidad Estatal de San Diego, y ve una sorprendente similitud entre los estudiantes universitarios y los jugadores de las Grandes Ligas con los que trabaja: todos buscan la verdad, y muchos la encuentran en la Iglesia Católica.

Soy el tercero de cinco hermanos y nací en Guatemala. Mis padres nos trajeron a Estados Unidos y nos establecimos en Los Ángeles. Íbamos a la iglesia los domingos, pero hasta ahí llegaba la vida de fe de nuestra familia.

Sin embargo, fuimos a la escuela católica cuando éramos niños, y recuerdo que cuando tenía unos 9 o 10 años ayudaba en la Misa, y hubo un momento durante la consagración en el que estaba mirando al sacerdote y sentí el deseo de hacer lo mismo que él.

Cuando estaba en secundaria, mis padres me dijeron que no podían permitirse pagar para que siguiera en la escuela católica. Fui al despacho de la directora, llorando, y le pregunté si había alguna manera de que pudiera seguir en el colegio. Resultó que la Fundación de los Dodgers de Los Ángeles nanciaba una beca para mi colegio que me permitió seguir allí. Como parte del trato, tenía que ayudar a limpiar las aulas y los baños después

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de clase y, junto con otros estudiantes que recibían becas del equipo, tenía que ayudar a repartir artículos promocionales cada vez que los Dodgers organizaban un día de regalos.

Mi puesto siempre estaba junto a la sede del club, justo al lado del despacho del propietario, porque yo era un chico tranquilo y los responsables no creían que me fuera a deslumbrar o que fuera a molestar a las personas importantes que pasaban por allí. Por eso pude conocer a muchos jugadores y estrellas de Hollywood. También conseguí una pelota de béisbol autogra ada por la mayoría de los Dodgers de 1987, entre ellos Orel Hershiser, Steve Sax, Pedro Guerrero… muchos de los mismos jugadores que formaron parte del equipo de 1988 que ganó la Serie Mundial. Los estudiantes becados podrían quedarse a ver los partidos y era increíble estar en el campo, oír el rugido de la multitud y ver los fuegos arti ciales. Todo esto me convirtió en un gran a cionado al béisbol, cosa que sigo siendo hoy en día.

Sin embargo, aparte del estadio de los Dodgers, mis padres no me dejaban ir a ningún sitio, así que aproveché la oportunidad de ir un n de semana a visitar un seminario local. Acabé entrando en el seminario para cursar la preparatoria a los 15 años y averiguar si tenía vocación para el sacerdocio con los vicentinos, pero dejé la comunidad al cabo de 10 años. Me trasladé a San Diego y me hice profesor, pero seguía sintiendo que Dios me llamaba a ser sacerdote, aunque pensaba que me llamaba a unirme a una comunidad religiosa con carisma docente. Mi director espiritual me desa ó: “¿Te has preguntado qué quiere Dios?”. Y cuanto más rezaba al respecto, más sentía el llamado a servir a la gente de la diócesis de San Diego; en aquel momento había una gran necesidad de sacerdotes hispanohablantes.

Una

Me ordené sacerdote en 2006, y me mudé seis veces en mis primeros 10 años, incluyendo el servicio como párroco y director de vocaciones, antes de venir a la Universidad Estatal de San Diego en 2016. En 2013, el Padre Edward Brockhaus, que era el capellán de los Padres, estaba a punto de jubilarse, y me pidió que ayudara a asumir algunas de las Misas en Petco Park antes de los partidos en casa del domingo. Un par de años después de eso, me hice cargo a tiempo completo.

Al principio, fue un poco decepcionante porque apenas venían jugadores a Misa. Pero el Padre Edward me decía: “Piensa en esto como un territorio de misión. Puede que los jugadores no vengan ahora, pero necesitan a alguien que sea el”.

Mis responsabilidades como capellán incluyen celebrar la

de las cosas que veo tanto en la universidad como en mi ministerio con los Padres es un montón de preguntas sobre Dios y la fe. Los jóvenes no sólo buscan, sino que anhelan la verdad y la belleza de la Iglesia.

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Foto por Matt
Furman

Misa los domingos cuando el equipo está en San Diego o encontrar otro sacerdote que me sustituya. Además, todos los jugadores saben que estoy disponible para la confesión o la dirección espiritual. También estoy ahí para los jugadores cuando pasan por un mal momento emocional. En 2016, un lanzador de los Miami Marlins, José Fernández, murió en un trágico accidente de navegación un domingo por la mañana. Varios jugadores de los Padres eran amigos y excompañeros de equipo suyos, y alguien me avisó del accidente cuando me dirigía al Petco Park para celebrar la Misa. Ese día, pude simplemente hablar con los jugadores que necesitaban hacerlo y estar con ellos.

Cuando Craig Stammen, un lanzador de relevo, se unió al equipo en 2017, fue un verdadero punto de in exión. Ese año cumplía 33 años, y bromeé con él: “Sabes, ese es el año en que murió Jesús. Creo que este año estás siendo llamado a hacer mucho más por Cristo”. Respondió: “No se preocupe, lo haré”. Y gracias a su testimonio, más gente (jugadores, entrenadores y personal del estadio) empezó a venir a Misa.

Una de las cosas que veo tanto en la universidad como en mi ministerio con los Padres es un montón de preguntas sobre Dios y la fe. Los jóvenes no sólo buscan, sino que anhelan la verdad y la belleza de la Iglesia. Siempre les digo que no dejen que otros los llamen “el futuro de la Iglesia”. No son el futuro; son el presente.

Ciertamente, ha habido algunos momentos personales destacados siendo el capellán del equipo, o “el padre de los Padres”, como mucha gente me llama. El legendario locutor de los Dodgers Vin Scully, que en paz descanse, venía a la Misa del estadio cuando aún viajaba con el equipo. Siempre llegaba 30 minutos antes y, por supuesto, tenía que pedirle que hiciera de lector. Para mí, que crecí siendo fan de los Dodgers, oír su voz proclamando las Escrituras era simplemente increíble.

Hace un par de años, Craig me pidió que lanzara la pelota antes de un partido. Algunos alumnos hablaron conmigo antes y me dijeron: “Padre, no nos avergüence. Debe lanzar desde lo alto del montículo, no desde la base”. Era el sueño hecho realidad de un a cionado al béisbol. Es tan cierto cuando el Señor dice que, si renunciamos a todo por Él, podemos tener una gran abundancia de dones que nunca habríamos imaginado para nosotros mismos.

Misa en la “Catedral” del béisbol

El Padre Burke Masters, miembro del Consejo Father Ga ney 1555, de West Chicago, tenía los ojos puestos en las Grandes Ligas desde que era un niño. Pero tras una legendaria carrera universitaria en la Universidad Estatal de Mississippi, su paso por el béisbol profesional fue efímero. Unos años más tarde, cuando aún intentaba entrar en el mundo del béisbol como ejecutivo, se dio cuenta de que Dios lo llamaba al sacerdocio. Ordenado sacerdote en la diócesis de Joliet, Illinois, en 2002, el Padre Masters nalmente recibió el llamado para ser parte de las Grandes Ligas en 2013, cuando se le pidió convertirse en el capellán católico de los Cachorros de Chicago. También ha sido párroco de la parroquia de San Isaac Jogues en Hinsdale desde 2022.

14 COLUMBIA ✢ MAYO 2024 Foto por Spirit Juice Studios

Mis padres procedían de diferentes tradiciones protestantes, pero a medida que nuestra familia crecía, dejaron de practicarlas. Aun así, fuimos educados como cristianos y mis padres me enviaron a un instituto católico porque tenía el mejor programa de béisbol.

Allí conocí la Iglesia Católica. Todo me intrigaba, hasta el punto de que me hice católico una semana antes de graduarme de bachillerato. Gran parte de ello se debió a un retiro al que asistí en mi penúltimo año. Nunca había estado en una la para comulgar, así que no sabía cómo poner los brazos sobre el pecho y pedir la bendición. Cuando el sacerdote visitante, que no me conocía, dijo: “El cuerpo de Cristo”, abrí la boca para decir: “No soy católico”, pero antes de que salieran las palabras, recibí mi primera Comunión. En ese momento, sentí el poder de Dios de tal manera que volví a casa y les dije a mis padres que tenía que hacerme católico.

Fui a la Universidad Estatal de Mississippi, donde estudié matemáticas y jugué de in elder en los Bulldogs. En 1990, me puse muy intenso cuando entramos en el torneo regional. Teníamos que ganarle a la Universidad Estatal de Florida para pasar a la Serie Mundial Universitaria, pero íbamos perdiendo 7 a 8 cuando llegué a batear con las bases llenas y un out en la novena entrada. Trabajé la cuenta hasta 3 bolas y 1 strike y recibí un lanzamiento justo por el medio. Tan pronto como hice contacto con la bola, supe que sería jonrón. Recuerdo haber estado otando por las bases, con mis compañeros de equipo y 15,000 personas en las gradas enloquecidas.

Ese momento, creo, fue algo que Dios me dio para decirme: “Disfruta de esto. Estas son tus Grandes Ligas. Tengo otros planes para ti”. Ningún equipo de la MLB me reclutó después de ese año, pero rmé con los Medias Blancas de Chicago como agente libre. Mi paso por ese equipo no fue como había planeado y, al nal de esa temporada, tuve que darme cuenta de que mi sueño de jugar al béisbol había terminado.

En retrospectiva, había indicios de que tal vez recibiera un llamado al sacerdocio. Pero no fue hasta que mi novia de entonces me invitó a ir a la adoración eucarística cuando realmente me pasó por la cabeza. Fue entonces cuando oí esa voz interior que me decía: “Quiero que seas sacerdote”. Entré en el seminario en 1997, cuando tenía 30 años, y me ordené sacerdote cinco años después.

En 2013, recibí una llamada de Atletas Católicos por Cristo preguntándome si estaría dispuesto a ser capellán de los Cachorros. Dios tiene mucho sentido del humor; yo crecí siendo fan de los Phillies, mis padres eran seguidores de los Cardenales y jugué en el sistema de los Medias Blancas. Me gusta decir a la gente que he tenido dos grandes conversiones en la vida: una fue hacerme católico y la segunda fue hacerme seguidor de los Cachorros, y la segunda fue más difícil.

Pero para cuando los Cachorros llegaron a la Serie Mundial en 2016, por mi sangre ya corrían los colores del equipo. En el primer partido de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, Miguel Montero, el receptor, bateó un jonrón con casa llena para ayudar a ganar el juego. Era sábado, así que cuando celebré la Misa a la mañana siguiente, muchos medios de comunicación estaban allí para conseguir una foto de Miguel recibiendo la Eucaristía. Cuando los Cachorros llegaron a la Serie Mundial, ESPN quiso entrevistarme antes de los dos últimos partidos y me pidieron que bendijera al equipo. Me limité a rezar para que los Cachorros jugaran lo mejor posible, no tuvieran lesiones y ganara el mejor

Me gusta decir a la gente que he tenido dos grandes conversiones en la vida:

una fue hacerme católico y la segunda fue hacerme seguidor de los Cachorros, y la segunda fue más difícil.

equipo. Me emocioné mucho por los chicos cuando, después de 108 años, por n ganamos.

La Misa en el estadio comienza a las 9:30 a.m. y se celebra todos los domingos que juegan en casa, lo que ocurre unas dos veces al mes. El primer año celebramos la Misa en la sala familiar de los Cachorros. Pero luego hicieron grandes reformas en el estadio y tuvimos que trasladarnos. Así que celebramos la Misa en la sección 209 del Wrigley Field, junto a la línea del jardín izquierdo. Algunas personas la llaman Misa en la “Catedral” (no quiero faltar al respeto a las catedrales, así que siempre utilizo comillas, pero es un lugar precioso).

Es una liturgia de 30 minutos porque asisten jugadores, directivos y personal del estadio que tienen que ponerse a trabajar. Es muy fuerte ver a un gran jugador sentado junto a un vendedor de palomitas de maíz. Creo que es muy importante que los jugadores y todos los demás vean que, a los ojos de Dios, el terreno de juego (valga el juego de palabras) es parejo.

Después, voy a la sede del club y me pongo a disposición de quien quiera confesarse o hablar. Me paseo hablando con los chicos, recibiendo intenciones de oración. Cuando se enteran de que he jugado un poco en las Ligas Menores, están más dispuestos a hablar conmigo. De hecho, llegué a entrenar con el equipo durante los entrenamientos de primavera de 2016. Me preocupaba hacer el ridículo, perder toda credibilidad como antiguo jugador de béisbol si me salía el tiro por la culata. Pero conseguí mantenerme rme y los chicos pudieron verme con otros ojos.

He sido miembro de Caballeros desde el seminario. Cuando era director de vocaciones de la diócesis, no podía asistir a muchas reuniones del Consejo local, pero trabajaba estrechamente con Caballeros para promover y apoyar las vocaciones. Como párroco, veo a los Caballeros como una parte integral de la parroquia y la diócesis. Están dispuestos a hacer cualquier cosa para ayudar al párroco y a las necesidades espirituales de la parroquia, que es lo que el Padre McGivney imaginó que serían: un apoyo crítico para nuestros sacerdotes y obispos.

Miren lo que hizo Jesús (fortalecer, enseñar y luego enviar) y eso es lo que hacen los Caballeros de Colón con sus hombres en pos de la fraternidad, la fe y las obras de caridad. ✢

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En honor a los HERMANOS CAÍDOS

Un veterano de Infantería de Marina, y Caballero de Colón, talla cruces de campo de batalla para las familias cuyos hijos hicieron el máximo sacrificio

El polvo baila en el aire cada vez que Anthony Márquez talla su última estatua de madera. Con docenas de ellas en su haber, ha perfeccionado su o cio, pero transformar un árbol muerto en una obra de arte no es nada fácil.

Primero, encuentra un tronco que no esté demasiado verde y transporta sus 700 libras a un cobertizo en la tierra de su familia en Sperry, Oklahoma. Luego lo corta a 60 pulgadas antes de serrar, quemar y pintar durante horas. Trabaja en diferentes condiciones, pero el diseño es siempre el mismo: un par de botas de combate y un ri e de infantería rematado por un casco, una disposición conocida como cruz de campo de batalla.

Sin embargo, la parte más difícil, no es el trabajo; es lo que representa cada cruz. Las tallas de Márquez son hermosas, pero él desearía no haber tenido que hacerlas nunca.

“Odio hacerlas”, admitió Márquez, ex sargento de Infantería de Marina y miembro del Consejo Sagrada Familia 10388 en Tulsa. “Hay una razón por la que se hacen, y esa es que alguien perdió su vida”.

A veces, sólo a través de la niebla de la tragedia surge el propósito. Márquez, que ahora tiene 36 años, descubrió una misión personal hace casi una década, cuando experimentó la angustia de las familias que habían perdido a un ser querido al servicio de su país. Desde 2016, ha entregado más de 80 cruces de campo de batalla talladas a mano en todo Estados Unidos. Ha dicho que planea seguir tallando hasta completar 100.

“Me siento obligado a hacerlo”, dijo Márquez. “Quiero que las familias sepan que sus hijos no son olvidados”.

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Página opuesta: Una cruz de campo de batalla tallada por Anthony Márquez se encuentra junto a la tumba del cabo de Infantería de Marina Joe Jackson, en el Cementerio Nacional Tahoma en Yakima, Washington. Jackson perdió la vida a causa de una bomba improvisada mientras realizaba operaciones de combate en la provincia de Helmand, Afganistán, el 24 de abril de 2011. • Derecha: Márquez talla una cruz de campo de batalla en un almacén en Tulsa, Oklahoma.

‘SU CAMINO ESTABA ELEGIDO’

Anthony Márquez nació y creció en Tulsa, uno de cinco hermanos en una familia católica de ascendencia mexicana y nativa americana (Choctaw). Desde niño, Anthony dibujaba caricaturas o jugueteaba en el taller de su padre, y eventualmente construía motocicletas y karts personalizados a partir de piezas sobrantes. Pero desde los 6 años, Márquez soñaba con seguir los pasos de su amado tío Robert y unirse al Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos.

“Sabíamos que Anthony iba a ingresar a la Infantería de Marina y no había nada que pudiéramos hacer para detenerlo”, dijo su hermano mayor, Manny. “Su camino estaba elegido”.

Márquez se alistó durante la escuela secundaria en 2006. Después de graduarse y estar en el campo de entrenamiento en 2007, pasó tres años en Cuba, España e Israel antes de ser enviado a la escuela en 2010 para aprender a manejar perros detectores de bombas. Fue destinado a Sangin, Afganistán, en marzo de 2011 como parte del 1er Batallón, 5o de Infantería de Marina.

“Era tranquilo, pero me di cuenta de que era un artista”, dijo el líder del escuadrón de Márquez, el sargento de marina retirado James “Ma ” Amos, de Wichita, Kansas. “Siempre regresaba de un n de semana con un dibujo o tatuaje nuevo”.

Su interacción fue breve, en parte porque Márquez estaba ocupado con el “servicio de perros”, y también porque Amos perdió ambas piernas a causa de un artefacto explosivo improvisado tres meses después de su despliegue. Vio el verdadero carácter de Márquez después de la guerra.

“Yo era un líder herido y la gente a menudo no sabe cómo manejar eso”, dijo Amos. De regreso a casa después del despliegue, Anthony se bajó del autobús e inmediatamente saludó a su antiguo superior. “Anthony fue el primero en saludarme después de que terminó la formación”.

El propio ángel de la guarda de Márquez estuvo trabajando duro durante su estancia en Afganistán.

“Una vez estaba parado sobre 15 libras de [explosivos caseros] y el artefacto explosivo improvisado no explotó”, dijo. “¿Cómo es posible que no te sientas protegido en ese momento?”

En otra ocasión, experimentó la explosión de un artefacto explosivo improvisado, pero afortunadamente sólo sufrió heridas leves. Su hermano recuerda la escalofriante llamada.

“El día que mi esposa entró en parto, sonó mi teléfono”, recordó Manny. “Cuando vi que era del Campamento Leatherneck en Afganistán, mi corazón se hundió. Respondí y en la otra línea solo había silencio. De repente, escucho la

voz de Anthony: ‘Oye. Sólo quería decirte que hoy tuve una explosión, pero estoy bien’. El día que mi hijo llegó al mundo, mi hermano casi lo abandona. Eso pone los nervios de punta y hace que la vida en casa choque con el campo de batalla”.

Márquez sobrevivió al despliegue, pero 17 de sus hermanos Marines no. Uno de ellos era su amigo, el cabo Robert Greniger, que murió en combate.

El espíritu de Márquez quedó conmovido, pero su fe se mantuvo rme. Usó los dones que Dios le había dado para crear un pedacito de cielo en el in erno de la guerra. Construyó una capilla y un altar con restos de madera y rocas.

“Mi madre me enviaba rosarios y estampas de oración, y yo los ponía en una lata de munición al lado del altar”, relató Márquez, quien la llamó la Capilla de Robert Greniger.

“Cuando venía el sacerdote, daba Misa allí”.

UNA MISIÓN PARA LAS FAMILIAS NECESITADAS

Anthony Márquez recibió su baja con honores de la Infantería de Marina en marzo de 2012 y se lanzó a levantar pesas y a la construcción de autos personalizados y al paracaidismo, cualquier cosa para distraerse del dolor.

Aunque agradecido de estar en casa, Márquez fue perseguido por los fantasmas de sus 17 hermanos Marines y

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Foto por Tom Harris

plagado por la culpa de ser sobreviviente. También sufría de trastorno de estrés postraumático y se alejó de su fe. Sin la camaradería y el propósito que le había brindado el servicio militar, Márquez sintió que su vida se estaba volviendo insoportable.

En dos ocasiones se puso el cañón de una pistola en la boca, pensando que su vida ya no tenía sentido.

No era el único que estaba desesperado. Cinco años después de la muerte de Robert Greniger, la madre de Greniger intentó quitarse la vida. Este acto desesperado abrió los ojos de Márquez y su corazón. Se dio cuenta de que podía cambiar su propia vida sirviendo a las familias de Estrellas de Oro cuyos hijos habían perdido a los suyos.

Márquez lanzó el Proyecto de Tallados XVII en 2016. Durante los siguientes tres años, armado con su motosierra, su camión y su pasión, talló a mano y luego entregó personalmente cruces de campo de batalla a cada una de las 17 familias que habían perdido a un hijo durante su servicio.

Las cruces de campo de batalla, generalmente formadas con un ri e, casco y botas, se han erigido al menos desde la Primera Guerra Mundial, al principio para marcar la ubicación de los combatientes caídos en el campo de batalla y luego simplemente para honrar a las tropas muertas en combate.

“No tenía experiencia en tallado aparte de cortar leña”, dijo Márquez. “Pero pensé: ‘Tengo que hacer algo’”.

El dinero a menudo era escaso y pasó muchas noches en moteles de mala muerte mientras conducía de costa a costa, recorriendo nalmente un total de 46,000 millas. Localizar

a las familias también fue un desafío, pero no iba a permitir que nada lo detuviera.

El cabo Joe Jackson fue el primer infante de marina muerto durante la misión de Márquez (el domingo de Pascua, 24 de abril de 2011) y uno de los seis que conoció personalmente.

“Cuando me enteré de que habían matado a Jackson, fue cuando comenzó la guerra para mí”, recordó Márquez.

Márquez entregó una cruz de campo de batalla a los padres adoptivos de Jackson, Shawn y Faye Marceau, en su casa en Yakima, Washington, en abril de 2017.

Shawn, quien también sirvió en la Infantería de Marina, recordó haberse sentido abrumado por la emoción cuando Márquez llegó con la cruz.

“Fue abrumador saber que a alguien le importaba tanto como a nosotros”, dijo Shawn. “Sabía que él podía sentir el dolor que yo estaba sintiendo… Nos trajo algo de paz en ese abismo de oscuridad, saber que hay un ángel ahí fuera para nosotros, incluso si tiene un ala en el fuego”.

Otro infante de marina asesinado durante la misión de Márquez fue el sargento Adán Gonzales Jr., quien murió el 7 de agosto de 2011, dejando una esposa y tres hijos pequeños. Márquez entregó una cruz de campo de batalla a su familia en su ciudad natal de Bakers eld, California.

“Apreciamos que Anthony, que nunca conoció personalmente a nuestro hijo, hiciera todo lo posible para honrarlo”, dijo el padre de Gonzales, el señor Adán, miembro del Consejo Nuestra Señora de Guadalupe 13925 en Bakers eld. “Nos consuela saber que el sacri cio de Adán nunca sea olvidado”.

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DERECHA: Foto por Scott Miller — Foto cortesía de Anthony Márquez

Página opuesta, de izquierda a derecha: Anthony Márquez, miembro del Consejo Sagrada Familia 10388 en Tulsa, aparece en la fotografía con una de sus esculturas terminadas.

• Un infante de marina arrodillado presenta sus últimos respetos al cabo de Infantería de Marina Robert Greniger, que murió en combate el 12 de julio de 2011, durante un servicio conmemorativo en la Base de Patrulla Wishtan en Afganistán el 18 de julio. El cabo Anthony Márquez, un amigo cercano de Greniger, está en posición de firmes con la bandera de Estados Unidos.

Derecha: Adán y Yolanda Gonzales sostienen un retrato de su único hijo, el sargento de marina Adan Gonzales Jr., quien murió durante operaciones de combate en la provincia de Helmand, Afganistán, el 7 de agosto de 2011.

EL CAMINO A LA CURACIÓN

Un proyecto que comenzó con 17 familias de Estrellas de Oro ha crecido hasta servir a más de 80 familias y organizaciones de veteranos. En todo el país, Márquez ha cultivado la comunidad que no sabía que necesitaba y que las familias de Estrellas de Oro también necesitaban.

“Estoy muy orgulloso de él por haber ideado algo como esto”, dijo Amós, ex líder de escuadrón de Márquez. “Honra a los caídos y honra a las familias, porque nuestro deber es contar sus historias”.

Si bien Márquez emprendió esta misión para honrar a sus hermanos Marines caídos, en el proceso también se volvió más cercano a su hermano real. Manny, un cineasta, lo acompañó en un viaje para volver a visitar a las primeras 17 familias de Estrellas de Oro en 2021, el décimo aniversario de la muerte de sus hijos, una historia que los hermanos cuentan en el documental Make Peace or Die

“Esto le dio un propósito que cumplir, una misión que cumplir, y fue el primer paso en su propio camino hacia la curación”, dijo Manny.

Si bien Márquez sabe que las cicatrices de la guerra nunca sanarán por completo, descubrió un propósito renovado en el Proyecto de Tallados XVII y la hermandad que encontró desde que regresó a casa, incluso dentro de la Orden.

“La fraternidad es importante porque te ayuda a crecer como individuo, pero también como hombre. La Infantería de Marina fue eso para mí”, dijo Márquez. “Eso es lo que extrañas cuando sales y lo que puedes encontrar en los Caballeros”.

Los valores de los Marines son el honor, el coraje y el compromiso.

“Esos son similares a los Caballeros”, señaló Manny. “Es una forma de vida que encarnan ciertos hombres. Mi hermano es uno de esos hombres. Él siempre creyó en ese pasaje de Juan 15: ‘Nadie tiene mayor amor que este: dar su vida por sus amigos’”.

Los Caballeros de Colón también fueron un gran apoyo para la familia Gonzales. La asamblea del Cuarto Grado del señor Adán proporcionó una guardia de honor en el funeral de su hijo, quien planeaba unirse a los Caballeros después de su despliegue, y los hermanos Caballeros han brindado un oído atento. Más que nada, los Gonzales han encontrado fortaleza en una con anza permanente en Dios, como lo hizo su hijo en Afganistán.

“Creo que Dios está conmigo en estas largas patrullas por los campos de amapola, y en las largas noches frías que esperamos en emboscada”, escribió Adán Jr. en una carta a su casa. “Él me ayuda a superar lo desconocido y la incertidumbre, el miedo y la desgracia, y todos los riesgos que enfrentamos a diario. Mi vida está en sus manos y confío en él”.

Al igual que esta carta, la cruz de campo de batalla que Márquez talló en memoria de Adán Jr. es un signo tangible de esperanza y curación.

Y con tantas familias de Estrellas de Oro todavía por ahí, ¿Márquez realmente espera retirarse después de su cruz de campo de batalla número 100?

“No”, dijo. “Mientras la gente todavía las quiera, las tallaré”. ✢

HUNTER CATES es un periodista independiente que reside en Tulsa, Oklahoma, donde también es miembro del Consejo Sagrada Familia 10388.

MAYO 2024 ✢ COLUMBIA 19 Foto por M. Scott Brauer

El héroe de la COLINA 875 El héroe de la COLINA 875

El Padre Charles J. Watters, ganador de la Medalla de Honor, constantemente arriesgó su vida para salvar a otros en Vietnam

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El capellán del ejército Charles Watters eleva la hostia durante una liturgia de Semana Santa para los paracaidistas de la 173ª Brigada Aerotransportada en Vietnam en marzo de 1967.

Derecha: El capellán del ejército (mayor) Charles J. Watters, miembro del Consejo Regina 1688 en Rutherford, Nueva Jersey, en uniforme alrededor del año 1967.

El Padre Charles J. Wa ers celebró su última Misa el 19 de noviembre de 1967, en una resplandeciente mañana de domingo en las profundidades de las tierras altas centrales de Vietnam del Sur. Vestido con un poncho de forro de camu aje, el capellán del ejército de EE. UU. se paró en un altar construido con cajas de raciones C en la base de la Colina 875, cerca de la aldea de Dak To. Asistieron un número mayor de lo habitual de soldados paracaidistas del 2º Batallón, 503º Regimiento de Infantería, 173ª Brigada Aerotransportada, conocidos como Soldados del Cielo.

“Fue una concurrencia excepcionalmente buena”, recordó Robert Fleming, operador de radio de Compañía Delta. “Porque todos sabían en lo que nos estábamos metiendo ese día”.

John Berry, también de la Compañía D, describió más tarde el comportamiento del Padre Wa ers: “Por lo general, hablaba en esa charla rápida típica de la Costa Este. [En] los servicios que realizó la mañana que subimos a la Colina 875, fue inusualmente lento y deliberado. En retrospectiva, era casi como si tuviera conocimiento de lo que iba a suceder”.

Después de la Misa, aproximadamente 300 paracaidistas de las compañías Alpha, Charlie y Delta recibieron órdenes de atacar y apoderarse de la Colina 875 perteneciente a un regimiento de 2,000 soldados del Ejército de Vietnam del Norte. La lucha por la Colina 875 fue el encuentro culminante de la Batalla de Dak To, una serie de enfrentamientos de casi un mes con el NVA (Ejercitio de Vietnam del Norte) por el control de la región.

El 19 de noviembre, uno de los días más sangrientos para las tropas estadounidenses en la guerra de Vietnam, el Padre Wa ers corrió repetidamente desarmado y expuesto a través de disparos de primera línea para cuidar y evacuar a numerosos hombres heridos. Al anochecer, un cazabombardero de la Infantería de Marina lanzó por error una bomba, a mitad de camino de la Colina 875, directamente sobre el puesto de mando y la estación de ayuda de la Compañía C. Más de 40 hombres murieron, incluido el Padre Wa ers.

Por sus acciones de ese día, el capellán Wa ers, que era miembro del Consejo Regina 1688 en Rutherford, Nueva Jersey, se le otorgó de manera póstuma la Medalla de Honor, convirtiéndose en uno de los cinco capellanes que recibieron el galardón desde la Guerra Civil.

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IZQ.: AP Foto/Horst Faas — SUP.: Foto cortesía de la Congressional Medal of Honor Society

NACIDO PARA SER SACERDOTE EN VUELO

Charles Joseph Wa ers nació el 17 de enero de 1927, en Jersey City, Nueva Jersey, en una familia católica devota. El más joven de tres hijos (una hermana menor murió de polio a los 6 años), le encantaba jugar béisbol con sus hermanos, Kenneth y Edward, y los otros niños de la cuadra. También se sintió atraído por el sacerdocio a una temprana edad.

Después de dos años de estudio en la Universidad Seton Hall, Wa ers ingresó al Seminario de la Inmaculada Concepción en Darlington, Nueva Jersey, y fue ordenado en 1953 para la Arquidiócesis de Newark. Su primera asignación como sacerdote fue en la Iglesia de Santa María en Rutherford, donde se unió a los Caballeros de Colón. Más tarde sirvió, entre otras tareas, en la Iglesia de San Miguel en Cranford.

Ed Nestor, miembro del Consejo Cranford 6226 que sirvió en las Misas del Padre Wa ers cuando era niño, lo recuerda como un sacerdote tranquilo y humilde que “siempre estaba activo con los niños de la Organización de Juventud Católica (CYO por sus siglas en inglés) en el gimnasio”.

El amor del Padre Wa ers por volar lo llevó a convertirse en piloto privado. Se unió a la Guardia Nacional Aérea de Nueva Jersey en 1962 y pronto se convirtió en su capellán.

Cuando la guerra de Vietnam se intensi có en 1965, el Padre Wa ers, de 38 años, se ofreció como capellán del Ejército de los EE. UU. Después de completar el riguroso entrenamiento de las furezas aerotransportadas, fue asignado al Batallón de Apoyo de la 173ª Brigada Aerotransportada y en junio de 1966 comenzó un período de servicio de doce meses en Vietnam.

Su familia recuerda que el sacerdote, que disfrutaba de la fotografía, llevó una cámara a Vietnam y bromeó diciendo que si alguna vez estaba en una batalla, la sostendría y gritaría: “¡Turista!”

En realidad, el Padre Wa ers regularmente servía a la brigada, donde creía que era más necesario, en el frente, por lo que su reputación de permanecer con unidades en combate se convirtió en una especie de leyenda. En febrero de 1967, participó en el único salto de combate masivo de la guerra, lanzándose en paracaídas a tierra con el 2º Batallón, 503º de Infantería, como parte de la Operación Junction City. Cinco meses después, recibió una Estrella de Bronce con una “V” de valor por administrar los últimos ritos a un hombre fatalmente herido bajo un intenso fuego.

“Cuando regresó a casa después de su primer período de servicio, no podía esperar para volver con ‘sus muchachos’”, recordó una vez su difunto hermano Ken, un Caballero de mucho tiempo.

“Al pasar, le preguntamos dónde estaba su casco. Su respuesta fue: ‘Mi protección está en lo alto’. Y se fue a atender a los heridos”.

Muy pronto, el Padre Wa ers se ofreció como voluntario para una extensión de seis meses y regresó con el Brigada 173.

Según Wambi Cook, operador de radio de la Compañía Alpha y actualmente presidente de la Asociación de la 173ª Aerotransportada, el Padre Wa ers no se resignó a permanecer en los campamentos base.

“Se sentía más cómodo con las tropas”, dijo Cook. “No soy católico, pero puedo asegurarles que la mitad de los asistentes a cualquiera de sus Misas no eran católicos. Puedo escuchar su voz ahora, gritando. Caminó a través de las líneas llamando a todos los muchachos a Misa, y siempre tuvo una buena participación”.

De 20 a 30 soldados solían asistir a la Misa diaria, pero en la mañana del 19 de noviembre, casi 100 hombres respondieron al llamado al culto del Padre Wa ers.

‘ERA OMNIPRESENTE’

Mientras subían por la Colina 875 ese mismo día, el batallón pronto se vio inmerso en un aluvión de disparos de ametralladoras, morteros y cohetes por parte del atrincherado ejército norvietnamita. Sin tener en cuenta el peligro, el Padre Wa ers, de 40 años, se movía constantemente a través de las líneas, en busca de aquellos que necesitaban ayuda.

“Era omnipresente, siempre móvil”, dijo Cook. “La forma en que el Padre logró integrarse en todos los lugares concebibles dentro de nuestras las está más allá de mi comprensión”.

La mención de su Medalla de Honor da una idea de cuán móvil era el Padre Wa ers ese día. Lo describe moviéndose entre las tropas que avanzaban, y a la cabeza de ellas, ayudando a los heridos, asistiendo en su evacuación y administrando los últimos ritos a los moribundos. También describe al capellán arriesgando su vida repetidamente para rescatar a sus compañeros soldados:

“Cuando un paracaidista herido estaba en estado de shock ente a las fuerzas de asalto, el capellán Wa ers corrió hacia adelante, levantó al hombre sobre sus hombros y lo llevó a un lugar seguro. Mientras los soldados luchaban hasta el primer atrincheramiento adversario, el capellán Wa ers corrió a través del intenso fuego enemigo hasta el ente de este para ayudar a un camarada caído…

“Más tarde, cuando el batallón se vio obligado a retroceder en un perímetro, el capellán Wa ers notó que varios soldados heridos yacían fuera del perímetro recién formado. Sin vacilar e ignorando los intentos de contenerlo, el capellán Wa ers lo abandonó tres veces ante el fuego de armas pequeñas, armas automáticas y morteros para llevar y ayudar a los soldados heridos a ponerse a salvo”.

Cuando el sol comenzó a ponerse ese día, Cook vio al Padre Wa ers ministrando a los soldados dentro del estrecho perímetro: “Recuerdo llamándolos, probablemente para hablar personalmente con los muchachos. Estaba atendiendo a los heridos. Sé que ese era su modus operandi”.

John Berry, de la Compañía D, se encontró con el Padre Wa ers cuando regresaba de las líneas del frente.

“Al pasar, le preguntamos dónde estaba su casco. Su respuesta fue: ‘Mi protección está en lo alto’. Y se fue a atender a los heridos. Fue la última vez que lo vi”.

Entre las últimas personas que hablaron con el Padre Wa ers se encontraba el operador de radio Robert Fleming, quien se encontraba cavando una trinchera en el puesto de mando,

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cuando Wa ers llegó justo antes de las 7 p.m.

“El Padre entró y dijo: ‘Oye, Bob, échame mi mochila’. Estaba justo a mi lado, así que se la lancé”, recordó Fleming. “Luego se sentó y comenzó a comer sus raciones C, porque no había comido en todo el día, y yo volví a cavar”.

“Lo siguiente que escuché fue un fuerte estallido, y vi un frente de llamas venir hacia mí que envolvió todo mi cuerpo, y luego quedé inconsciente”.

Fleming de alguna manera sobrevivió a la explosión, causada por una bomba de 250 libras lanzada por error en el puesto de mando por un piloto estadounidense. Fue uno de los peores incidentes de “fuego amigo” de la guerra, matando a 42 militares e hiriendo a 45.

Una vez que se supo que el capellán Wa ers estaba entre los muertos en combate, los paracaidistas inmediatamente comenzaron a decir que merecía la Medalla de Honor.

“Probablemente el 90% de los que sobrevivimos y conocimos al Padre Wa ers presentamos su nombre para el premio”, a rmó Cook.

HONRAR A UN SANTO CAPELLÁN

El Mayor del Ejército Charles Joseph Wa ers fue enterrado con todos los honores militares en el Cementerio Nacional de Arlington. El 4 de noviembre de 1969, en Washington, D.C., Kenneth y Edward Wa ers recibieron, del vicepresidente Spiro Agnew, la Medalla de Honor en nombre de su hermano.

Bill (izquierda) y Johnny Doolan, miembros del Consejo Cranford (N.J.) 6226, representan al Padre Charles Watters con un paracaidista arrodillado durante el desfile anual del Día de los Caídos de la ciudad en 2015. Desde 2013, el Consejo 6226 ha patrocinado una carroza que conmemora al Padre Watters, quien sirvió en Cranford antes de unirse al ejército.

Otros honores siguieron. El Centro y Escuela de Capellanes del Ejército de los Estados Unidos en Fort Jackson, Carolina del Sur, nombró su edi cio Wa ers Hall. Fort Bragg en Carolina del Norte, ahora Fort Liberty, nombró un edi cio el Centro de Entrenamiento de Vida Familiar del Capellán Wa ers, en honor al capellán. En la ciudad natal del capellán, Jersey City, una escuela pública cambió su nombre Chaplain Charles J. Wa ers School. Alrededor de una docena de Consejos y Asambleas de C de C también se nombran en su honor.

Con el apoyo del Consejo Cranford 6226, la parroquia de San Miguel colocó un monumento conmemorativo de granito frente a la iglesia en honor a su ex sacerdote.

Hace once años, un feligrés sugirió honrar al Padre Wa ers con una carroza en el des le local del Día de los Caídos. El Consejo tomó prestada una casulla y un uniforme y creó un cuadro en la parte trasera de una camioneta que representa al Padre Wa ers celebrando la Misa ante un soldado arrodillado. Actualmente, la carroza se ha convertido en una tradición del ayuntamiento en todos los des les desde 2013.

“El Padre Wa ers debe ser recordado por lo que hizo, y a nuestra pequeña manera aquí en Cranford tratamos de mantener viva su memoria todos los años con nuestra carroza conmemorativa”, explicó el ex Gran Caballero John Doolan. Sus hijos, Johnny y Bill, ahora miembros del Consejo, representaron al sacerdote y al soldado varias veces.

Unos días antes del 50º aniversario de la muerte del padre Watters, uno de los Soldados del Cielo de la Compañía A, 2º Batallón, llamado William Heath, dejó una nota para el capellán en el Muro de las Caras, un sitio web patrocinado por el Fondo Conmemorativo de Veteranos de Vietnam.

“Estaba en tu servicio nal en esa mañana espeluznante y tranquila antes de subir a la Colina 875”, escribió Heath. “Tu sonrisa, actitud positiva y dedicación hacia nosotros ha sido una inspiración permanente para mí. Este 19 de noviembre se cumplirán 50 años desde que recibí la Comunión en ese día mortal. Padre, durante 50 años te he recordado cuando recibo la Comunión. Doy gracias a Dios por estar con nosotros cuando no tenías que estar allí”.

No hay duda de que las acciones desinteresadas del capellán salvaron vidas y salvaron almas. La noticia de su muerte fue devastadora para los que sobrevivieron, según aquellos que testi caron personalmente de la valentía del Padre Wa ers.

“El Padre Wa ers era un símbolo de Dios y de bien para el 2º Batallón”, escribió un líder de pelotón en la 173ª Brigada Aerotransportada. “Perdimos muchos hombres buenos en la Colina 875, pero perdimos más que un hombre al perder al Padre Wa ers”. ✢

JOSEPH PRONECHEN es redactor del National Catholic Register.

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Foto por John Doolan

‘UN MOMENTO ESPECIAL DE FRATERNIDAD’

El capellán de Caballeros de Colón recuerda los meses que pasó bajo la ocupación rusa en la ciudad de Melitopol

El Padre Oleksandr “Sashko” Bohomaz no huyó cuando las tropas rusas invadieron Ucrania el 24 de febrero de 2022, ni cuando capturaron su ciudad natal de Melitopol el 26 de febrero. Durante nueve meses, el sacerdote greco-católico ucraniano y capellán de Caballeros de Colón trabajó con su párroco, el Padre Petro Krenitskyi, para llevar los sacramentos a los ucranianos que vivían bajo la ocupación rusa. Al mismo tiempo, trabajó con sus hermanos Caballeros para alimentar a los hambrientos, dar cobijo a los indigentes y atender a los enfermos.

Esta labor atrajo la atención de las autoridades, que lo interrogaron en repetidas ocasiones antes de detenerlo y deportarlo a territorio controlado por Ucrania el 1 de diciembre, pocos días después de la deportación similar del Padre Krenitskyi.

Uno de los temas de los interrogatorios al Padre Bohomaz fue Caballeros de Colón. Al igual que la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, la presencia de Caballeros de Colón se prohibió por parte del gobierno de ocupación ruso a nales de diciembre de 2022. Los interrogadores acusaron al Padre Bohomaz de reclutar hombres para Caballeros, lo cual era cierto: ha estado animando a los hombres a unirse a la Orden desde que se convirtió en uno de los primeros Caballeros ucranianos como seminarista en 2013. Dos años más tarde, ayudó a fundar el Consejo San Pedro 16252 en Melitopol, que estaba activo y creciendo en el momento de la invasión.

El Padre Bohomaz, que ahora vive en la parroquia de San Volodymyr el Grande, en Zaporizhzhia, habló con el personal de Caballeros de Colón sobre su trabajo como capellán en tiempos de guerra, su detención y deportación por las autoridades de ocupación, y la importancia de la fe en circunstancias que ponen en peligro la vida. El siguiente relato en primera persona es una adaptación de esa entrevista.

¿QUÉ PUEDE HACER UN CURA?

Cuando empezó la guerra, tuve que tomar la decisión de estar con la gente, y me salió de forma muy natural. Creo que fue por gracia, no por mis méritos. El Señor me dio su gracia y yo la acepté.

Me pregunté: ¿Quién soy y cuál es mi papel aquí? Y recuerdo la respuesta: “Soy un sacerdote. ¿Qué puede hacer un sacerdote? Un sacerdote está aquí para administrar los sacramentos: la Divina Liturgia, la confesión, la Comunión. Los siete santos sacramentos”.

Quería estar presente en la vida de nuestros feligreses. Pensé: “Jesús, soy tu instrumento. Donde tú quieras ir, yo quiero ser tu burro. Muéstrame dónde quieres que vaya, e iré allí y haré lo

que tú quieras”. Mientras Él necesitara que yo estuviera en algún lugar, yo estaba dispuesto a ir allí.

Incluso durante la ocupación, Caballeros desempeñó un papel importante. Nadie iba por ahí con bandas, pero eran personas de con anza con las que se podía contar. En esencia, se trataba de ayuda humanitaria, retos típicos de esos tiempos: transportar a alguien, proporcionar dinero para el tratamiento de alguien, comprar carbón o leña para la calefacción porque la gente no tenía gas para calentarse. Al principio, mi párroco, el Padre Petro Krenitskyi, viajaba todos los días a los pueblos y llevaba pan junto con los Caballeros, que compraban en Melitopol porque no había pan en los pueblos.

Hubo un tiempo en que apenas había qué comer. Viajábamos a las granjas con nuestros Caballeros, y envasábamos, distribuíamos y repartíamos toneladas de cereales, patatas y verduras.

Cuando la gente se iba, cuidábamos de los ancianos. Uno de nuestros Caballeros se hizo cargo de una anciana con demencia. Sus hijos huyeron, y cada día él le llevaba comida y se ocupaba de sus necesidades.

Nos comunicábamos a diario, participando en la Divina Liturgia. Era una fuente extraordinaria de alegría y consuelo. Con frecuencia recibía visitas de los Caballeros. Había días en los que, de la mañana a la noche, me enfrascaba en conversaciones espirituales: una persona se iba, otra llegaba. Los hombres sólo necesitaban compartir, expresarse. Siempre buscaban a alguien en quien con ar. Eso es lo que hacíamos: escuchábamos mucho. Fue un periodo de camaradería y ánimo, un tiempo especial de hermandad.

SIN ESPERANZA PARA EL DÍA SIGUIENTE

Las autoridades rusas rmaron un documento el 26 de diciembre de 2022 que prohibía la Iglesia Greco-Católica Ucraniana en los territorios ocupados. En consecuencia, también se prohibieron todas las organizaciones nacidas de nuestra Iglesia, incluida Caballeros de Colón.

Las autoridades de ocupación vinieron a verme a la parroquia, a mi casa. Hubo interrogatorios, hubo conversaciones. A veces venían con máscaras, con armas automáticas y me interrogaban directamente, con amenazas e insultos, diciéndome que me preparara para la ejecución. Otras veces venían sin máscaras, como si sólo quisieran hablar, diciendo: “No tengas miedo, somos tus amigos”. Les dije: “Los amigos no entran en mi casa con armas”. Querían que colaborara con ellos, que les dijera lo que la gente

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confesaba, es decir, que rompiera el secreto de confesión. Obviamente, me negué.

Durante los interrogatorios, y cuando se llevó a cabo el registro nal, plantearon la cuestión de Caballeros de Colón. No sabía quiénes eran realmente esas personas (no se presentaron), pero entendí que eran agentes del FSB [Servicio Federal de Seguridad de Rusia]. Acusaron a Caballeros de Colón de ser una organización de espionaje estadounidense y dijeron que estaba prohibida. Me acusaron de ser quien reclutaba hombres para ella. Bueno, en esencia era cierto, porque yo animaba a nuestros hombres a hacerse Caballeros.

Dos de nuestros sacerdotes llevan casi año y medio en cautiverio. [Nota del editor: el Padre Ivan Levitsky y el Padre Bohdan Geleta fueron secuestrados en noviembre de 2022 en la iglesia de la Natividad de la Santísima eotokos en Berdiansk, a unas 75 millas al este de Melitopol. Su paradero sigue siendo desconocido.] No sé por qué el Padre Petro y yo no estamos cautivos, ni en prisión, ni por qué estamos vivos. Es un milagro de Dios. Comprendo que debo esforzarme por vivir fructíferamente en la vida, respondiendo a este don de Dios.

Hubo un periodo en el que no soñaba ni planeaba nada para el futuro. Vivía al día. Cuando se llevaron a los sacerdotes de Berdiansk y luego al Padre Petro, me limité a esperar mi turno. No había esperanza para el día siguiente. Sólo existía el día de hoy, y yo quería vivirlo al máximo.

DIOS ME ESTABA GUIANDO

Las fuerzas rusas me detuvieron y deportaron del territorio ocupado el 1 de diciembre de 2022, leyéndome la sentencia y llevándome al último puesto de control a las afueras de Melitopol.

Cuando atravesaba la Zona Gris [entre las zonas controladas por Rusia y Ucrania], caminando hacia Zaporizhzhia, no sabía si saldría con vida. Tenía una fuerte sensación de incertidumbre. Sin embargo, también experimentaba una profunda sensación de la presencia de Dios allí. Prometí a la Virgen María que, si salía con vida, animaría a la gente a rezar el rosario.

Sucedió que los lugareños me mostraron caminos para que no pisara minas. El primer soldado ucraniano que encontré allí era uno de nuestros feligreses. Me reconoció y empezó a gritar y a correr hacia mí. Fue entonces cuando me di cuenta de que Dios me estaba guiando.

Diez meses después, el obispo me encomendó la tarea de llevar la estatua de Nuestra Señora de Fátima y recorrer las parroquias de nuestro exarcado, para despertar esta devoción a la Virgen María y enseñar a la gente a rezar el rosario. Cuando me dirigía a la primera parroquia, recordé aquella promesa, y estoy muy agradecido a Nuestra Señora por haberme ayudado a cumplirla.

Hay mucho mal a mi alrededor que no puedo superar. Oigo miles de historias de injusticia. Veo mucha miseria. Algunos

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El Padre Oleksandr Bohomaz durante la Convención Estatal de Ucrania en Bryukhovychi, Ucrania, en mayo de 2023.

Caballeros del Consejo San Volodymyr 18319 en Zaporizhzhia, Ucrania, cargan una estatua de Nuestra Señora de Fátima, el 31 de octubre de 2023, durante una vigilia de oración en la parroquia San Volodymyr. El Padre Bohomaz llevó la estatua a unas 30 parroquias del este de Ucrania como parte de una misión de evangelización en la que alentó la devoción mariana y el rezo del rosario.

feligreses de Zaporizhzhia, que ahora son mis amigos, no tienen donde vivir porque sus casas están destruidas. Sus hijos no tienen casa. Hay un agujero donde antes estaba su casa. ¿Qué puedo hacer yo? Puedo escucharlos, coger un rosario en la mano y rezar. Como sacerdote, también puedo hacer presente a Dios a través de los sacramentos.

No podemos tener miedo de estar presentes, aunque sea peligroso. No soy capellán militar, pero visito a menudo a nuestros soldados del Batallón Melitopol de la Defensa Territorial de Zaporizhzhia. Una vez llegué a una unidad que estaba muy cerca de la línea del frente. No sabía qué hacer, pero empecé a prepararme para la Divina Liturgia. Dije tal vez dos frases durante el sermón porque no sabía qué más decirles. Pero vi cómo el Señor, presente en los santos misterios, cambiaba a aquellos hombres. El capellán, el sacerdote, es un instrumento de Dios. ✢

Rezar por los vivos y los difuntos

Los Caballeros financian los estipendios de Misa en beneficio de los sacerdotes de Ucrania y los fieles a quienes sirven

Por Karolina Świder y Solomiia Karpiv

MÁS DE DOS AÑOS después del inicio del ataque a gran escala de Rusia contra Ucrania, los residentes de Odesa aún no pueden eludir los bombardeos constantes y el miedo que generan: sólo pueden acostumbrarse a su ritmo regular y el ruido ensordecedor.

Así que no es de extrañarse que la población de este puerto del sur uctúe constantemente. Las oleadas de refugiados que provienen de los territorios ocupados tratan de encontrar un refugio temporal y sustituyen a las oleadas de refugiados que dejan Odesa para encontrar un lugar más seguro.

Pero algunas personas se quedan allí. Una de ellas es el Padre Konrad Szymański. Este joven sacerdote polaco, ordenado para la Diócesis Católica de Odesa-Simferopol en mayo de 2023, atiende elmente a sus feligreses n la Catedral de la Asunción de la Santísima Virgen María.

“Actualmente, la gente no solo necesita ayuda material, sino también apoyo y atención espiritual, alguien que les dedique cierto tiempo”, explicó el Padre Szymański que ha vivido en Ucrania durante siete años.

“Tratamos de ayudarlos proporcionándoles apoyo espiritual y por medio del ministerio sacerdotal como las Misas, la confesión y la guía espiritual”.

Apoyar a los sacerdotes en su ministerio es una prioridad para los Caballeros de Ucrania, que lanzaron en 2020 un programa para dar estipendios de Misa —pequeñas donaciones por celebrar Misas con intenciones particulares— para los sacerdotes necesitados. Este programa se ha hecho aún más importante desde la invasión de Ucrania en 2020. Ahora que la población de muchas de las parroquias ucranianas se ve mermada, los sacerdotes enfrentan grandes di cultades económicas. Algunos dependen de los estipendios de Misa para cubrir su alimentación y otras necesidades.

“Sentimos la necesidad apremiante de apoyar a nuestros sacerdotes, y todos sabemos que ellos viven en gran medida gracias a las intenciones de Misa”, dijo el Diputado de Estado de Ucrania Youriy Maletskiy.

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Foto cortesía del Padre Oleksandr Bohomaz

“Antes de la guerra, los Caballeros recaudaban fondos y, por medio del Consejo de Estado de Ucrania, daban estipendios de Misa a los capellanes militares, los capellanes de Caballeros de Colón y los sacerdotes en di cultades. A causa de la guerra, nuestros recursos se vieron mermados, y recibimos apoyo del Consejo Supremo”.

Desde 2020, se han entregado casi $100,000 en estipendios de Misa, para apoyar las 10,000 Misas que se han celebrado para los vivos y los difuntos. Los sacerdotes suelen recibir estipendios por 10 Misas o, si están dispuestos, por las Misas Gregorianas, que se ofrecen por los difuntos durante 30 días consecutivos.

Los sacerdotes que requieren ayuda pueden solicitar el programa por medio de los Consejos locales o de su capellán de estado: el Arzobispo Mieczysław Mokrzycki de Leópolis o el Obispo Mykhaylo Bubniy del Exarcado Arzobispal Greco-Católico Ucraniano de Odesa.

El Arzobispo Mokrzycki alabó el programa por ser una demostración de “solidaridad mutua” entre los sacerdotes y los Caballeros de todo el mundo.

“Muchas personas de otros países solicitan que se celebre la Misa, y sus sacerdotes no pueden cumplir con ello, porque tienen muchos otros deberes”, dijo. Al mismo tiempo, “es una gran ayuda para nuestros sacerdotes y capellanes de C de C”.

La mayoría de los fondos asignados por el Consejo Supremo en 2023 se donaron a sacerdotes recién ordenados, como

el Padre Szymański en la primera semana de su ordenación, pidiéndoles que “celebren 10 Divinas Liturgias por las almas de los muertos por la guerra”.

Actualmente, la prioridad se otorga a los capellanes de Caballeros de Colón de los territorios del este, donde los feligreses son pocos y los sacerdotes apenas logran sostenerse. “Las intenciones siempre se necesitan porque son una fuente de ingresos para el propio sacerdote. No tenemos ningún salario ni pensión”, explicó el Padre Maksym Krolevskiy, que atiende la Parroquia de la Santísima Trinidad en Poltava, a unos 150 kilómetros (90 millas) de la frontera rusa.

Además de la asistencia material, el Padre Krolevskiy recibe fortaleza espiritual de sus hermanos Caballeros del Consejo Ivan Mazepa 16649. “Mi Consejo es como mi columna vertebral como capellán”, dijo.

Al tiempo que los estipendios bene cian a los sacerdotes, son también un don para las personas por quienes se reza, ya sea vivas o muertas.

“Las intenciones que recibí de los Caballeros de Colón por las almas de los difuntos son importantes”, dijo el Padre Szymański. “Muchas personas fallecieron sin conocer a Dios ni recibir los sacramentos o reconciliarse con Él, así que es muy importante rezar por ellas”. ✢

KAROLINA ŚWIDER escribe desde Cracovia, Polonia.

SOLOMIIA KARPIV escribe desde Leópolis, Ucrania.

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Foto cortesía de la Iglesia Católica Romana en Ucrania El Obispo Stanislav Shyrokoradiuk celebra la Misa de ordenación de Andrey Buchkovskyi (izquierda) y Konrad Szymański (derecha) el 27 de mayo de 2023, en la Catedral de la Asunción de la Virgen María en Odesa, Ucrania.

El Padre Dominico Gabriel Mosher lleva la Eucaristía en procesión por los terrenos de la Universidad de Utah detrás de Gabriel de Almeida Maia, miembro del Consejo Father Thomas D. Kraft, O.P. 14764. El Padre Mosher, Capellán de Estado adjunto y párroco de la Iglesia Católica Santa Catalina de Siena y del Centro Newman, dirige las procesiones cada primer viernes con el apoyo del Consejo de Estado de Utah y de los Caballeros universitarios. Los miembros de la Asamblea Father Francisco Atanasio Domínguez 1144 en Salt Lake City, a quienes se ve portando el palio, y de la Asamblea Msgr. Robert C. Pollock 3586 en Bountiful, proporcionan regularmente una guardia de honor para las procesiones.

HOMENAJE A SAN JOSÉ

El Consejo San Guillermo 13668, de Pasig City, Luzón Sur, organizó un servicio de oración del Ícono Peregrino con el ícono de la Orden de San José en la Parroquia de San Guillermo para promover la devoción al padre adoptivo de Jesús. Los Caballeros del Cuarto Grado de la Asamblea Dr. Sixto Antonio 1779 proporcionaron una guardia de honor en una misa votiva de San José que precedió al servicio.

REFUERZOS PARA LA PARROQUIA Y LA ESCUELA

El Consejo Father John H. Stapleton 2287 de New Canaan, Connecticut, ha destinado $350,000 dólares de su fondo de capital y actividades de recaudación de fondos para apoyar las necesidades de construcción y renovación de la Parroquia y Escuela de San Luis. Los fondos, que se desembolsarán en incrementos anuales de $70,000 dólares durante los próximos cinco años, ayudarán a la parroquia a renovar varias de sus instalaciones y permitirán al colegio ampliar su oferta preescolar, entre otros proyectos.

COCINA COMUNITARIA

El Consejo Bishop James C. Burke 11285 de Millsboro, Delaware, organizó una reunión social para los miembros de la Iglesia Mary, Mother of Peace, con el n de fomentar la amistad dentro de la parroquia.

AYUDANTES PARROQUIALES

El Padre Wayne Paysse, párroco y capellán del Consejo, y el comité pastoral de la Parroquia de St. Dominic pidieron ayuda a los miembros del Consejo St. Dominic 3729 de Nueva Orleans para renovar un edi cio parroquial que estaba en mal estado. Los Caballeros instalaron una nueva rampa y limpiaron y pintaron el exterior del edi cio, que alberga reuniones para personas que se enfrentan al abuso de alcohol y sustancias.

RETIRO DE SEMINARISTAS

A petición de la Arquidiócesis de París, un grupo de Caballeros dirigido por el Diputado del Territorio de Francia Arnaud Boutheon acompañó y prestó apoyo en un retiro de 700 seminaristas de todo el país.

LOS SACERDOTES DE MAÑANA

Los Caballeros del Consejo St. Michael 10102 de Brights Grove, Ontario, viajaron al Seminario de San Pedro en Londres para visitar a Aaron Murphy, un seminarista de la Diócesis de London apoyado por el Consejo a través del Programa de Apoyo a las Vocaciones. El Consejo también donó $1,000 dólares canadienses al seminario para su proyecto de renovación.

Claude Saucier (izquierda), miembro del Consejo SainteAnne-des-Monts (Quebec) 3719 y antiguo Diputado de Distrito, junto al Padre José Ramiro Jaramillo, capellán del Consejo y párroco de la parroquia de Sainte-Anne-des-Monts, tras hacerle entrega de unos regalos con motivo del 20º aniversario de su ordenación sacerdotal. El Consejo compró una casulla, dos estolas y un kit de misa móvil para el Padre Jamarillo.

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ARRIBA: Foto por Andy Airriess CABALLEROS EN ACCIÓN ✢ FE EN ACCIÓN Fe

Familia

El Diputado Gran Caballero Ted Osenga, del Consejo St. Bronislava 13880 de Plover, Wisconsin, ayuda a un niño a lanzar un modelo de cohete en el Royal Family Kids Camp, un programa de una semana para niños en acogida. Los miembros del Consejo ayudaron a supervisar varias actividades para los niños, como tiro con arco y canotaje.

ALMUERZOS CALIENTES

En respuesta a una petición de ayuda, los cinco Consejos del Distrito 8 de Nueva York colaboraron en la recaudación de fondos para el Mercy Soup Kitchen de Wyandanch, gracias a la cual consiguiendo más de $14,000 dólares para la organización bené ca local. Vito Colle i, miembro del Consejo St. Joseph the Carpenter 14771 de Babylon (N.Y.), es el presidente de Mercy Soup Kitchen, que sirve almuerzos calientes a cualquier persona necesitada.

HOMBRES DEVOTOS

El Consejo 9559 Bishop Savaryn 9559 de Red Deer, Alberta, ayudó a publicar Men of Worship [Hombres devotos], una nueva publicación para hombres católicos ucranianos concebida y editada por Ben Windsor, miembro del Consejo. Las ediciones en inglés y ucraniano del primer número se publicaron en el sitio web de la Eparquía Católica Ucraniana de Edmonton en octubre, y se distribuyeron gratuitamente ejemplares impresos en varias parroquias de la zona.

FAMILIAS MILITARES APOYADAS

La Asamblea Msgr. Ed ompson 1667 de Sanford, Florida, donó más de $850 para las cenas mensuales que ofrece a la Fisher House de Orlando. Las Fisher Houses ofrecen un alojamiento gratuito a las familias de los militares en servicio y veteranos que reciben atención en un centro médico militar o de Asuntos de Veteranos.

¡SOPA EN MARCHA!

Con el apoyo de la parroquia católica Sacred Heart of Jesus, el Consejo Deacon Edward L. Christianson 3572 de Winchester, Virginia, gestiona un comedor social semanal, que proporciona hasta 120

comidas calientes a personas necesitadas. El Consejo también gestiona una despensa móvil de alimentos que entrega alimentos no perecederos y comidas preparadas congeladas a personas y familias con nadas en casa en todo el condado de Frederick.

COLECTA DE LIBROS

El Consejo Li le Rock (Arkansas) 812 recolectó 300 libros mediante una campaña en varias iglesias católicas locales. Los libros se donaron a las familias atendidas por Helping Hand of Greater Li le Rock, una organización que proporciona alimentos y asistencia nanciera a las familias en el centro de Arkansas. El Consejo 812 ha llevado a cabo esta campaña en los tres últimos años, recolectando más de 1,200 libros.

FIESTAS DE

TEMPORADA

En los últimos tres años, el Consejo Our Lady of the Valley 9676 de Birmingham, Alabama, ha proporcionado cajas de alimentos a más de 340 familias necesitadas en Pascua, Acción de Gracias y Navidad. El Consejo trabaja con Oak Mountain Ministries para identi car a las familias, que reciben todos los alimentos necesarios para preparar una comida navideña, incluido un pavo o un jamón.

Mike Gonzales, miembro del Consejo Our Lady of Guadalupe 8306 en Helotes, Texas, coloca los alimentos donados en un remolque fuera de la Iglesia Católica de Our Lady of Guadalupe durante la colecta anual de alimentos “Cuarenta Latas para la Cuaresma” del Consejo. Dennis Chaput, ex secretario de finanzas del Consejo 8306, concibió la colecta de alimentos en 2011, y desde entonces se ha convertido en un programa generalizado.

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ABAJO: Foto por Ethan E. Rocke

Miembros de la Asamblea St. Francis of Assisi 3602 en Dasmariñas City, Luzon Sur, hacen guardia de honor mientras los Caballeros llevan coronas conmemorativas durante una ceremonia en honor del 127 aniversario de la muerte de Jose Rizal, héroe de la lucha por la independencia de Filipinas a finales del siglo XIX. Los Escuderos de Colón también participaron en la ceremonia en la Escuela Primaria Dr. Jose P. Rizal.

UN ÁGUILA CONSIGUE SUS ALAS

El Consejo Msgr. James R. Jones 3303 y la Asamblea Father Kenneth I. Parker 1820 en New Bern, N.C., donaron juntos $2,000 dólares para ayudar a renovar una cancha de básquetbol comunitaria. George Casciello, un joven feligrés de la Iglesia Católica de St. Paul, dirigió la renovación como su proyecto nal para convertirse en un Eagle Scout.

HOMENAJE A UN HÉROE CAÍDO

La Asamblea Sacred Heart 179 en Warner Robins, Georgia, entregó a Pat McCloskey, un nuevo miembro de la Asamblea, y a su esposa, Kathy, una placa en honor a su hijo, el sargento del ejército de primera clase Shawn McCloskey, que murió mientras estaba desplegado en Afganistán en septiembre de 2009. El Proyecto Til Valhalla, que nancia terapias para veteranos con problemas de salud mental, además de crear monumentos conmemorativos militares, donó la placa.

CELEBRAR (CON) CARIDAD

El Consejo Meadville (Pa.) 388 recaudó $1,500 dólares para sus obras de caridad durante un banquete de celebración del 125 aniversario del Consejo.

NADA MÁS QUE LA RED

Aproximadamente 30 niños participaron en el Desafío anual de Fútbol de Caballeros de Colón patrocinado por el Consejo Holy Spirit 10502 de Palmyra, Pensilvania, en el Parque Comunitario Campbelltown. Ocho competidores avanzaron al campeonato a nivel de distrito.

¡A LA PARRILLA!

El Consejo Peter A. Conte Sr. 5419 de Worcester, N.Y., celebró un evento de pollo a la parrilla para recaudar fondos conque aportó más de $1,500 dólares para las donaciones caritativas del Consejo, incluidas Biblias para ministerios universitarios y penitenciarios, y contribuciones al Fondo de Ayuda para Catástrofes de la Orden.

SILLAS PARA EL HOSPITAL

El Consejo Sacred Heart Chaldean 2695 y el Consejo Denis Mahoney 8215 de Ponteix, Saskatchewan, unieron fuerzas para adquirir 10 nuevas sillas de ruedas para el Hospital Infantil Jim Pa ison de Saskatoon. El hospital solicitó ayuda para obtener sillas de ruedas que puedan utilizar como sillas de escritorio los pacientes con limitaciones de movilidad.

La Comunidad

Miembros del Consejo Exeter (N.H.) 2179, incluido su capellán y párroco, el Padre Matt Mason, se unen al personal del Departamento de Obras Públicas de la ciudad bajo una nueva señal de velocidad de radar electrónico cerca de la iglesia de San Miguel. La parroquia patrocinó la señal, con fondos recaudados por el Consejo 2179, para mejorar la seguridad de la concurrida intersección para los peatones.

APOYO

A LOS UCRANIANOS NECESITADOS

El Consejo Tri-Cities 1098 y la Asamblea Tri-Cities 224 en Granite City, Illinois, donaron $10,000 dólares cada uno al Fondo de Solidaridad con Ucrania en honor del Padre Robert Piorkowski. Sacerdote de la Eparquía Católica Ucraniana de San Nicolás de Chicago, el Padre Piorkowski fue Caballero durante 18 años y anteriormente un fraile el de la Asamblea; falleció en 2020.

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CABALLEROS EN ACCIÓN ✢ FE EN ACCIÓN

Vida

SUMINISTRO PERENNE DE SANGRE

Durante más de 20 años, el Consejo Kennewick (Washington) 8179 ha patrocinado campañas bimensuales de donación de sangre con la Cruz Roja de Estados Unidos. En cada campaña se recolecta una media de 30 unidades de sangre, su cientes para salvar hasta 90 vidas.

Caballeros del Consejo Precious Blood of Christ 11028 en Pawleys Island, Carolina del Sur, se reúnen con pañales y toallitas húmedas para bebés recolectados durante la campaña Stu the Bus que el Consejo patrocinó con el ministerio provida de la Parroquia de Precious Blood of Christ. Los artículos para bebés y las donaciones en efectivo valoradas en más de $2,600 dólares se entregaron a Birthright of Georgetown. A través del programa ASAP (Ayuda y apoyo después del embarazo), el Consejo Supremo donó posteriormente otros $400 dólares, que el centro utilizó para pagar el alquiler mensual.

Caballeros y familiares del Consejo Holy Spirit 9533 en Springfield, Missouri, y del Consejo St. Mary 9892 en West Plains presentan un nuevo equipo de ultrasonido a representantes del Centro de Recursos para el Embarazo de West Plains. Los dos Consejos recaudaron $13,300 dólares, igualados por el Consejo Supremo a través de la Iniciativa de Ultrasonidos, para comprar el equipo.

FINANCIACIÓN DE LA EDUCACIÓN ESPECIAL

El Consejo Joseph of the ree Rivers 11550 de North Bend, Ohio, recaudó $11,000 dólares durante su reciente campaña de recaudación de fondos para personas con discapacidad. El Consejo hizo donaciones paralelas de $4,400 dólares al distrito escolar de ree Rivers y a la escuela Margaret B. Rost para personas con discapacidad de Cincinnati; los $2,200 dólares restantes se entregaron al Consejo de Estado de Ohio para sus donaciones bené cas.

NOVENA PROVIDA

El Consejo de Estado de California y el Consejo St. Augustine 9714 en South San Francisco trabajaron con la Iglesia Católica de St. Augustine para organizar una novena y un rosario provida en la iglesia antes de la Marcha por la Vida de la Costa Oeste en San Francisco a principios de este año. El Diputado de Estado Greg Marracq y el Padre Ray Reyes, párroco de St. Augustine y Capellán del Estado, dirigieron entre otros las oraciones de la novena.

CAMPO DE SUEÑOS

El Consejo 664 Father Mathias Zerfas de Fond du Lac, Wisconsin, donó más de $15,000 dólares de su campaña anual de recaudación de fondos para personas con discapacidad en bene cio de la Miracle League de Fond du Lac. La donación se destinará a la construcción de un campo de béisbol y un parque infantil para niños y adultos discapacitados.

UNA RED DE ASISTENCIA

El Consejo St. John the Evangelist 1622 de Frederick, Maryland, se unió a voluntarios de varias iglesias y organizaciones locales para transportar, desembalar y organizar más de 320 cajas de pañales donadas al Care Net Pregnancy Center por la Ausherman Family Foundation. El Consejo apoya con frecuencia a Care Net: el año pasado donó más de $8,600 dólares al centro, y Care Net recibió otros $400 dólares del Consejo Supremo a través del programa ASAP.

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de
knightsinaction@kofc.org
Favor
comunicar las actividades de su consejo a

VALUATION EXHIBIT OF THE KNIGHTS OF COLUMBUS

Metal verdadero

La campaña de chatarra benéfica de un Consejo de Maryland se convierte en un elemento básico de la comunidad Por Elisha Valladares-Cormier

EN EL 2006, un grupo de Caballeros de Maryland estableció una campaña de recolección de chatarra con la esperanza de proveer, a los Caballeros necesitados, pequeñas subvenciones nancieras. Desde entonces, el programa ha crecido en popularidad y solo en el último año recaudó más de $28,000 dólares para docenas de organizaciones bené cas locales.

“La belleza de esto es que cualquiera puede donar”, dijo el Gran Caballero Bill Traube del Consejo Our Lady of the Valley 11703 en Middletown. “No estamos pidiendo que la gente saque dinero de su bolsillo, solo lo que están arrojando a la basura”.

Traube y algunos otros voluntarios, comenzaron la campaña en bene cio de un fondo de asistencia para los miembros de la Holy Family Catholic Community y el Consejo 11703. Al principio fue algo pequeño, pero, después, comenzó a crecer exponencialmente cuando Traube, inspirado en parte por la encíclica del Papa Francisco sobre el medio ambiente: Laudato Si’, llevó la idea a un grupo de representantes de diferentes iglesias de Middletown.

Al principio, “pensaron que me refería solo a latas de aluminio”, dijo Traube. Alentó al grupo, llamado Middletown Ministerium, a pensar en grande: “Les expliqué que se trataba de crear algo que toda la comunidad pudiese apoyar”.

En el 2018, el Ministerium respaldó el proyecto, y ahora los Caballeros y voluntarios de varias iglesias recolectan chatarra en el estacionamiento de la Iglesia de Holy Family casi todos los domingos. Las donaciones, que van desde pequeños aparatos electrónicos hasta grandes electrodomésticos, son meticulosamente desmontados y organizados durante varios días.

La mayoría de los metales clasi cados se venden en una instalación local casi semanalmente; un gran contenedor de basura con acero se recoge cada seis semanas más o menos. Los artículos donados que aún se pueden usar, como las herramientas, se venden en una venta de garaje tres veces al año.

Desde 2019, la campaña de chatarra ha recaudado alrededor de $105,000 dólares para apoyar a 30 organizaciones bené cas locales y comunitarias. Su alcance también ha crecido: los donantes provienen de varios condados locales, incluso de Pensilvania y Virginia. Los ingresos de la campaña siempre se destinan a grupos que apoyan directamente a las comunidades que contribuyen.

“Lo que se tira a la basura puede ayudar a otra persona, además del medio ambiente”, dijo Traube. “El concepto es muy simple, y espero que más Consejos puedan promulgar programas como este” ✢

— Elisha Valladares-Cormier es editor asociado de Columbia.

of the General Account Fund, except reserve (items 3 to 25 incl. page 3 of Annual Statement):$ 9,105,721,451

8. Liabilities — Actual and Contingent — sum of items 6 and 7 above: $27,487,365,025

9. Ratio percent of Dec.

110.33% Assets — Actual and

Contingent (Item 1)

to liabilities — Actual

and Contingent (Item 8) Dec. 31, 2019 — 109.40% EXPLANATION

The above valuation indicates that, on a basis of the A.M. (5), 1941 C.S.O., 1958 C.S.O., 1980 C.S.O., 2001 C.S.O., 2017 G.I., 2017 C.S.O., VM-20, 1937 S.A., 1971 Individual Annuity Table, Annuity 2000 Table, 2012 IAR – S G2 table and 1983

“a” Tables of Mortality with interest at 9%, 8.75%, 8%, 7%, 6%, 5%, 4.75%, 4.5%, 4.25%, 4%, 3.75%, 3.5%, 3.25%, 3%, 2.75%, 2.5%, 2.25%, 2%, 1.75%, 1.5%, 1%, the future assessments of the society, at the net rate now being collected, together with the now invested assets of the General Account Fund are su cient to meet all certificates as they mature by their terms, with a margin of safety of $2,838,252,281 (or 10.33%) over the above statutory standards.

STATE OF: Connecticut

COUNTY OF: New Haven

The o cers of this reporting entity, being duly sworn, each depose and say that they are the described o cers of the said reporting entity, and that on the reporting period stated above, all of the herein described assets were the absolute property of the said reporting entity, free and clear from any liens or claims thereon, except as herein stated, and that this statement, together with related exhibits, schedules and explanations therein contained, annexed or referred to, is a full and true statement of all the assets and liabilities and of the condition and a airs of the said reporting entity as of the reporting period stated above, and of its income and deductions therefrom for the period ended, and have been completed in accordance with the NAIC annual statement instructions and accounting practices and procedure manual except to the extent that: (1) state law may di er; or, (2) that state rules or regulations require di erences in reporting not related to accounting practices and procedures, according to the best of their information, knowledge and belief, respectively. Furthermore, the scope of this attestation by the described o cers also includes the related corresponding electronic filing with the NAIC, when required, that is an exact copy (except for formatting di erences due to electronic filing) of the enclosed statement. The electronic filing may be requested by various regulators in lieu of or in addition to the enclosed statement.

Subscribed and sworn to before me this 21st day of February 2024.

PATRICK E. KELLY, President

PATRICK T. MASON, Secretary

RONALD F. SCHWARTZ, Treasurer SEAL

OFFICIAL MAY 1, 2024:

To owners of Knights of Columbus insurance policies and persons responsible for payment of premiums on such policies: Notice is hereby given that in accordance with the provisions of Section 84 of the Laws of the Order, payment of insurance premiums due on a monthly basis to the Knights of Columbus by check made payable to Knights of Columbus and mailed to same at PO Box 1492, NEW HAVEN, CT 06506-1492, before the expiration of the grace period set forth in the policy. In Canada: Knights of Columbus, Place d’Armes Station, P.O. Box 220, Montreal, QC H2Y 3G7 ALL MANUSCRIPTS, PHOTOS, ARTWORK, EDITORIAL MATTER, AND ADVERTISING INQUIRIES SHOULD BE MAILED TO: COLUMBIA, PO BOX 1670, NEW HAVEN, CT 06507-9982. REJECTED MATERIAL WILL BE RETURNED IF ACCOMPANIED BY A SELF-ADDRESSED ENVELOPE AND RETURN POSTAGE. PURCHASED MATERIAL WILL NOT BE RETURNED. OPINIONS BY WRITERS ARE THEIR OWN AND DO NOT NECESSARILY REPRESENT THE VIEWS OF THE KNIGHTS OF COLUMBUS. SUBSCRIPTION RATES IN THE U.S.: 1 YEAR, $6; 2 YEARS, $11; 3 YEARS, $15. FOR OTHER COUNTRIES ADD $2 PER YEAR. EXCEPT FOR CANADIAN SUBSCRIPTIONS, PAYMENT IN U.S. CURRENCY ONLY. SEND ORDERS AND CHECKS TO: ACCOUNTING DEPARTMENT, PO BOX 1670, NEW HAVEN, CT 06507-9982.

COLUMBIA (ISSN 0010-1869/USPS #123-740) IS PUBLISHED 10 TIMES A YEAR BY THE KNIGHTS OF COLUMBUS, 1 COLUMBUS PLAZA, NEW HAVEN, CT 06510-3326. PHONE: 203-752-4000, kofc.org. PRODUCED IN USA. COPYRIGHT © 2024 BY KNIGHTS OF COLUMBUS. ALL RIGHTS RESERVED. REPRODUCTION IN WHOLE OR IN PART WITHOUT PERMISSION IS PROHIBITED. PERIODICALS POSTAGE PAID AT NEW HAVEN, CT AND ADDITIONAL MAILING OFFICES. POSTMASTER: SEND ADDRESS

TO COLUMBIA, MEMBERSHIP DEPARTMENT, P.O. BOX 554, ELMSFORD, NY 10523.

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Caballeros del Consejo 11703 clasifican los artículos donados que contienen metal durante una colecta en la Iglesia de Holy Family en Middletown, Maryland.
CHANGES
CANADIAN
AGREEMENT NO. 1473549. RETURN UNDELIVERABLE CANADIAN ADDRESSES TO: KNIGHTS OF COLUMBUS, 50 MACINTOSH BOULEVARD, CONCORD, ONTARIO L4K 4P3. PHILIPPINES FOR PHILIPPINES SECOND-CLASS MAIL AT THE MANILA CENTRAL POST OFFICE. SEND RETURN COPIES TO KCFAPI, FRATERNAL SERVICES DEPARTMENT, PO BOX 1511, MANILA.
POSTMASTER PUBLICATIONS MAIL
In compliance with the requirements of the laws of the various states, we publish below a Valuation Exhibit of the Knights of Columbus as of Dec. 31, 2023. The law requires that this publication shall be made of the results of the valuation with explanation as filed with the insurance departments. ASSETS — Actual and Contingent 1. Admitted Assets of the General Account Fund, item 26, page 2 of Annual Statement: $30,325,617,306 LIABILITIES — Actual and Contingent 2. Reserve for Life Certificates — including D.I. and Dis. W. (net of reins): $17,384,110,572 3. Reserve for accident and health certificates: $997,533,002 4. Total per Annual Statement, page 3 items 1 and 2:$18,381,643,574
Deduct liens and interest thereon, not included in Admitted Assets, and not in excess of required reserves on the corresponding individual certificates: None 6. Balance — Item 4 less item 5 above: $18,381,643,574
Liabilities
5.
7.
31, 2023
Dec. 31, 2022 — 110.29%
Dec. 31, 2021 — 110.12%
Dec. 31, 2020 — 109.12%
ABAJO: Foto por Matthew Barrick

Caballeros de la Caridad

Todos los días, los Caballeros de Colón tienen la oportunidad de hacer la diferencia, ya sea sirviendo a la comunidad, recaudando fondos para sus parroquias o a través de la oración. Elogiamos a todos y cada uno de los Caballeros por su fortaleza, su compasión y su dedicación a construir un mundo mejor.

Miembros del Consejo St. John Vianney 17868 de Sedona, Ariz., sujetan una cruz de madera mientras su capellán, el Padre Ignatius Mazanowski, dirige las Estaciones de la Cruz en el Viernes Santo. Este servicio anual en la Capilla de la Santa Cruz, construida con la piedra roja de Coconino National Forest, atrae a gente de toda la región. El Consejo 17868 ha contribuido a organizar esta devoción desde 2022.

Foto por David Jolkovski Envía las fotos de tu Consejo para usarlas en la sección Caballeros de Colón en Acción. Puedes enviar las fotos via email a knightsinaction@kofc.org, o por correo a 1 Columbus Plaza, New Haven, CT 06510-3326.
CABALLEROS DE LA CARIDAD
‘Dios le habló a mi corazón incrédulo’

De niño tuve muchos tipos de mascotas exóticas y siempre me fascinaron los misterios de la naturaleza. También me atraía el misterio inasible de Dios.

Aunque crecí siendo católico, no sabía mucho sobre mi fe ni tenía una vida de oración profunda. En la universidad, estudié antropología biológica y me encontré con ideas que me parecían incompatibles con la creencia en Dios. La fe se convirtió en duda; intenté rezar e ir a Misa, pero el misterio de Dios que una vez me atrajo parecía una ilusión.

Por providencia de Dios, unos meses más tarde me encontré en la Misa del Jueves Santo. En el momento en que vi al sacerdote lavando los pies de la gente, me sentí abrumado por el amor de Dios hacia mí. Habló a mi corazón incrédulo, depositando en él un llamado que envolvió mi ser con un nuevo propósito: unirme a aquel sacerdote para llevar a otros a un encuentro con Dios.

Me ordené en 2019 y ahora utilizo mis mascotas (¡incluso mi boa constrictor!) para llevar a otros, especialmente a los niños, a una mayor apreciación de la creación de Dios y del misterio de su amor.

Padre Carlos Orozco Arquidiócesis de Sea le Consejo Msgr. Ailbe M. McGrath 8437, Sea le

Photo por M. Scott Brauer
KOC002
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