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Avanzando hacia el futuro: Una visión de la iglesia
Hay un entendimiento común cuando todos estamos en Cristo y Cristo está en nosotros. Uno no afina 20 pianos armonizando unos con otros. Estos están afinados con un diapasón, y cuando cada uno está afinado con el tono correcto, entonces están afinados entre sí. Solo cuando estamos completamente en sintonía con Cristo podemos estar en sintonía unos con otros. En vista de los tiempos, y viendo lo que está sucediendo en todo el mundo, ahora es el momento en que los cristianos (personas que conocen a Cristo) deben unirse sin importar qué nombres estén sobre la puerta de las iglesias y darse cuenta de que todos estamos luchando por la misma causa, todos tenemos el mismo enemigo, todos nos dirigimos al mismo destino, y tenemos mucha más fuerza juntos que separados. Cuando nos unimos en Cristo, no tenemos que preocuparnos de quién se lleva el crédito porque la competencia ha terminado y la gloria se da a Jesucristo, la verdadera y única cabeza de Su iglesia.
De la misma manera, la Declaración de la Misión de la Iglesia de Dios de la Profecía (el tema de esta edición del Mensajero Ala Blanca) guía a nuestra Iglesia, nutre nuestra autocomprensión y nos ayuda a entender el llamado y propósito que tiene Dios para nuestras vidas. Nuestra declaración de la misión es esta: “La Iglesia de Dios de la Profecía será un movimiento que exalta a Cristo, que promueve la santidad, lleno del Espíritu, para todas las naciones, que hace discípulos, que planta iglesias, con una pasión por la unidad cristiana”. El obispo Sam Clements, supervisor general de la Iglesia de Dios de la Profecía, junto con los presbíteros generales, buscan desglosar nuestra declaración de misión en esta edición, acercando nuestros corazones y mentes a estas siete características clave que describen a la Iglesia de Dios de la Profecía.
En un momento de desesperación y necesidad, Dios le dio una visión al profeta Habacuc mientras oraba: “Escribe la visión y declarara. . . para que corra el que leyere en ella” (2:2). Los eruditos que estudian el hebreo del Antiguo Testamento sugieren una variedad de formas para poder visualizar esta frase. Las inferencias del lenguaje original son un poco más amplias de lo que uno podría imaginar.
Primero, está el entendimiento común y literal. Si la visión es clara y puede ser captada por el corazón y la pasión, entonces correremos con ella. Otra forma de ver esta frase en su idioma original es que debía estar escrita de una manera tan compacta que pudiera llevarse, si no en los brazos del corredor, en su mente y corazón. Finalmente, la amplitud de esta declaración permite imaginar un anuncio enorme con la visión escrita en él; una gran señal, tal vez en la ladera de una montaña; para algunos, un cartel como el famoso letrero de Hollywood en las colinas de Los Ángeles, o para otros, como la montaña de los Diez Mandamientos en el parque temático “Los Campos del Bosque”.
Siete cosas describen la naturaleza de la Iglesia de Dios de la Profecía como Dios nos ha llamado: Creemos firmemente que estamos llamados a ser un pueblo que exalta a Cristo, un pueblo de justicia y bondad, lleno del Espíritu, multicultural y multinacional, hacedores de discípulos, plantadores de iglesias, que buscan la unidad entre todos los creyentes. Estas son cosas hermosas, inspiradoras, visionarias, amorosas y con propósito que Dios ha puesto en el corazón de este movimiento global.
Mientras oro, desempaco, comprendo y llevo en mi corazón estas características descriptivas, me parece que cada una éstas está entrelazada la una con la otra, y que cada una proviene de la otra. Cuando la gente me pregunta sobre mi iglesia, siempre les digo estas características descriptivas, explicándoles claramente quienes somos. ¡Doy gracias a Dios por la visión de esta Iglesia! La esperanza de mi corazón, el trabajo de mis manos, los años de servicio que me quedan para Dios, los quiero invertir en ser esta clase de Iglesia, para la gloria de Dios.
