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Esta es la Navidad para mí
¿Qué sabemos de la Navidad? La Navidad es una temporada llena de alegría, familia, regalos y programas especiales. La mayoría de nosotros sabemos que la Navidad es la celebración del nacimiento de Jesús. Es celebrada en todo el mundo, por cristianos y no cristianos. Las tradiciones son distintas de un país a otro, pero casi siempre incluyen mucha comida, regalos, tarjetas de felicitaciones, ir a la iglesia y cantar villancicos navideños. Pero ¿hay algo más que eso? ¿Qué debemos saber y recordar de esta fiesta que se celebra cada año en el mundo?
Las primeras personas que conocieron la Navidad vivieron hace muchos siglos, aun antes de que comenzara a celebrarse. Estos fueron los profetas. En tiempos veterotestamentarios, Dios llamó a individuos para que profetizaran el porvenir; Isaías, Jeremías, Miqueas y Moisés escribieron profecías sobre el nacimiento de Jesús. Pero aunque Su nacimiento fue profetizado, muchos de los habitantes de la época no estaban preparados para recibirlo y ni siquiera lo reconocieron cuando llegó. [La Biblia dice que] Dios le envió un mensaje especial a una joven sobre el nacimiento de Su Hijo. Ella recibió la asombrosa noticia de que de ella nacería el [Mesías]. Me pregunto si ella tenía idea de lo maravilloso que sería este niño.
María conversó con el ángel que le dijo que Dios enviaría a Jesús para salvar a Su pueblo. “Entonces el ángel le dijo: María, no temas; has encontrado gracia delante de Dios. Darás a luz un hijo, y será llamado el Hijo de Dios. El Señor Dios le dará el trono de su tatarabuelo David. Tu Hijo será rey para siempre, y su reino no tendrá fin”. (Lucas 1:30-33, parafraseado) Ciertamente, María y José sabían más de lo que sabía la mayoría de la gente sobre este niño tan especial. ¿Quiere saber más de Él? Viajemos a Belén con ellos para conocer la experiencia, las dificultades y el milagro de que Dios vendría a la [tierra] como un niño para vivir entre nosotros.
¿Qué sabemos de la Navidad? En mi hogar es una fiesta llena de prisa, secretos, mucha familia y distintos platillos, incluyendo alimentos que comemos a diario. ¿Habrá algo escrito en algún lugar que diga que la comida que solemos comer cada día no sea permitida en la cena de Navidad? Como costumbre, toda la familia se reúne en la casa todo el día. Un poco incómodo, pero lo entiendo. La Navidad es muy especial, incluso con el corre y corre. Sin embargo, [esta celebración] no tiene que ver con comida, regalos o nosotros mismos. La Navidad es Jesús. La noche en que nació Jesús no había un árbol decorado ni comidas especiales. Todo era rústico en aquel pesebre: unas cuantas personas, un niño y varios animales.
Esa misma noche, en las afueras de la ciudad, hubo un bullicio; pero no eran niños ni gente de la iglesia que cantaban, ¡eran ángeles! Aquella ladera se convirtió en un gran espectáculo. Las ovejas estaban asustadas, los pastores estaban perplejos y una multitud de ángeles cantaban. Fue un espectáculo grandioso digno de ver.
¿Qué sabían aquellos ángeles de la Navidad? Ellos sabían que aquella noche no era cualquiera y que aquel niño de Belén no era un niño cualquiera. Los ángeles se emocionaron tanto que descendieron del cielo para proclamar Su nacimiento. “Ángel” significa mensajero. Dios los envió con un mensaje maravilloso para todo el mundo. Dios mismo estaba preparando el camino para que hubiera paz y misericordia para los hombres y de los hombres hacia los hombres. Su plan era cambiar la historia.
Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! (Lucas 2:8-14)
Sí, los ángeles sabían mucho. ¡Y lo que sabían los impulsó a alabar a Dios! Cantaron: “¡Gloria a Dios en las alturas!” Eso significa que alababan a Dios, que vive en las alturas. Nosotros también debemos alabarlo con la mejor adoración que podamos. ¡Gloria a Dios!
Pero ¿qué sabían los pastores de la Navidad? En efecto, si no hubieran escuchado a los mensajeros de Dios se habrían perdido el gran acontecimiento. Pero qué maravilla, el cántico que oyeron les indicó que el acontecimiento que acaba de suceder cambiaría sus vidas, y cambiaría el mundo. Después de todo, no había ángeles que cantaran cada vez que nacía un niño. ¡Posiblemente mi padre haya escuchado ángeles cantando cuando yo nací, pero fue por falta de sueño!
¡Ahora los pastores sabían lo que anunciaron los ángeles! Fue una noche grandiosa; había un bebé maravilloso en Belén. Así que decidieron emprender camino para verlo con sus propios ojos.
Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho. (Lucas 2:15-20)
Jesús, el bebé, pasó su primera noche en un pesebre, en compañía de animales. Qué maravilla que Dios haya incluido a los animales en la historia de la Navidad. Por cierto, hoy en día están por todas partes (camellos, vacas, burros y ovejas) en obras de teatro al aire libre, como adornos en las casas y en las tarjetas de Navidad. También los renos voladores forman parte de las historias navideñas.
¿Qué sabían los animales de la Navidad? ¿Sabían que el pequeño ser humano que yacía en el comedero del pesebre era el creador del universo? ¿Sabían que Él se preocupa por las aves del campo y cuida con ternura de toda Su creación? Después de todo, Él los hizo y suyos son. La Biblia dice que cuando Dios creó a los animales lo declaró bueno. ¿Sabía usted que a Dios le preocupa cómo tratamos a los animales? Proverbios 12:10 dice: “El justo cuida de la vida de su bestia…”
Existe un mito gracioso sobre los animales en Navidad. ¿Lo conoce? Dice que a la medianoche de Nochebuena, ¡los animales HABLAN! ¿Se imagina usted eso? Si el mito fuera cierto, a la medianoche, los gatos cantarían: “¡Oh, árbol de Navidad!, tus adornos son historia”. Los perros cantarían: “Ellos lo llaman árbol de Navidad. Yo le llamo mi baño inmediato”. ¡Se imagina todo lo que dijeran durante la celebración navideña! Es mejor que sigan utilizando la comunicación no verbal.
En la Navidad siempre tenemos muchas visitas en el hogar: vecinos, amigos y familiares. Todos comen, cantan y ríen.
También el niño Jesús tuvo muchas visitas. La noche en que nació, un grupo de pastores emocionados llegaron a verlo, ¿lo recuerda? Un tiempo después, llegaron astrónomos de otras tierras. Algunos los llaman reyes, sabios o magos; no eran personas comunes. Pero ¿qué sabían ellos?
Estos [hombres] sabían mucho. Ellos eran los profesores universitarios o científicos de su época. Estudiaban y leían, y luego discutían entre sí sobre lo que habían estudiado y leído. Ellos entendían la astrología y astronomía, y todos sabían que eran los más expertos de su tiempo.
Los magos descubrieron una estrella nueva e inusual; según el relato de Mateo, parecía un cometa. Los científicos entendieron que el objeto resplandeciente en el cielo significaba algo, y emprendieron camino para ver qué era. Sin duda, sabían mucho (a dónde iban y qué buscaban), pero desconocían todos los detalles. Así que, por encima de su intelecto superior, ellos pidieron indicaciones. Mi madre dice que fue una mujer la que inventó el GPS porque los hombres creen que no tienen necesidad de pedir indicaciones.
[Observe] que estos hombres no eran personas ordinarias. Preguntaron, ¡y encontraron el lugar! ¡Encontraron a Jesús! A veces tenemos que hacer preguntas para encontrar a Jesús. Además, estaban preparados porque trajeron consigo regalos para el niño Jesús. Le trajeron regalos caros: oro, incienso y una hierba preciosa llamada mirra; regalos dignos de un rey.
“Padre celestial, guíanos también a nosotros. Necesitamos que Tu luz brille y nos muestre el camino. Como aquellos magos, necesitamos encontrarte. Así como los pastores, anhelamos oír Tu mensaje. Señor, ¿qué nos quieres decir esta Navidad, ahora mismo, a nosotros? Ayúdanos a oír atentamente, para que como María podamos responder: “Todo lo que digas, Señor, haremos”. Atesoraremos todas las cosas que digas y serán meditación en nuestro corazón. Amén”.
Jesucristo nació, ¡y vive! Vivió, murió y resucitó para vencer todos los obstáculos que se interponían entre Dios y nosotros. Las palabras de Jesús en la cruz “Consumado es” significan que había cumplido lo que había venido a hacer, aquello para lo cual había nacido. [Así que] la Navidad es mucho más que un día en el calendario. Es la [celebración] del nacimiento de una vida que nos enseña a amar, servir y vivir la mejor vida que podamos.
¿Qué sabemos acerca de la Navidad? Una jovencita “aceptó” la voluntad de Dios para su vida. Los pastores oyeron a los mensajeros de Dios en una ladera y corrieron a verlo por sí mismos. Los reyes magos emprendieron su camino en busca de Jesús y fueron recompensados cuando Lo encontraron. Y los ángeles adoraron a Dios y proclamaron Su mensaje de paz entre Dios y los hombres. La Navidad trajo alegría al mundo.
Hay mucho más que decir acerca de la Navidad; es más que tradiciones, regalos y música. Es una invitación que tenemos cada año para aprender más de Jesús. [Ciertamente,] Dios hizo mucho más de lo que los hombres esperaban cuando envió a Su Hijo. Él es el Salvador, Sanador, Amigo, Ayudador, Consolador. Dios con nosotros.
Y aunque Su nacimiento había sido anunciado por miles de años, Dios se las arregló para enviarlo de una forma que nadie lo esperaba, tan distinta que ni siquiera lo pudieron reconocer. Una virgen dio a luz un bebé; a José se le pidió que creyera en lo imposible; los pastores vieron cosas que nunca habían imaginado; los reyes magos salieron de su tierra sin saber adónde iban a llegar; y el Dios infinito y todopoderoso nació como un bebé pequeño e indefenso. Ciertamente, todo esto era mucho más de lo que nadie podía imaginar. Aun hasta este tiempo, la Navidad sigue siendo más de lo que podemos conocer plenamente. Su maravilla nos invita a meditar, hablar, cantar y aprender más de ella cada año. ¿Qué sabe usted de la Navidad? La verdadera pregunta es: ¿Qué sabe de Jesús? Él no vino solo para nacer en un pesebre; vino a vivir en nuestro corazón.
“Padre amoroso, queremos conocer a Jesús. Cuando termine la fiesta, cuando los villancicos se apaguen y la estrella no brille más, cuando las visitas regresen a su casa y la vida vuelva a su rutina diaria, permite que lo que hemos experimentado y conocido acerca de Jesús nos impulse a vivir la vida que Él vivió: buscar a los perdidos, sanar a los heridos, dar de comer a los hambrientos, liberar a los cautivos, reconstruir los lugares rotos y traer paz. Que vivamos como perdonados y perdonando. "En el nombre de Jesús, amén". ¡Esto es lo que yo sé de la Navidad!
