VENTANALES • UNIVERSIDAD CASA GRANDE • AÑO X No 18
EL ALTILLO
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Estudiantes de UCG crearon proyecto de educación para niños y jóvenes “Aprendiendo desde Casa” (ADC) es una iniciativa ciudadana que buscó brindar refuerzo escolar a niños y adolescentes de nivel socioeconómico bajo durante y después del confinamiento por el COVID-19, en el 2020. La propuesta nació por motivación personal de las autoras frente a la incertidumbre alrededor del sistema educativo nacional. A continuación, presentan un resumen de su experiencia. Durante el 2020, el mundo cambió, y con la crisis se acentuaron las desigualdades sociales de forma que fue innegable identificar lo discriminatorio que iba a ser para gran parte de la población ecuatoriana obtener una educación virtual de calidad. Con escaso acceso a dispositivos electrónicos y conectividad a internet, nuestro proyecto nos acercó a las familias ecuatorianas a través de un servicio de refuerzo escolar totalmente gratuito, adaptándonos a sus realidades. En un principio, gran parte de quienes colaboraron1 en este proyecto se conectaban con los niños y adolescentes mediante videollamadas de Whatsapp, pues fue la plataforma más idónea que encontramos. Eventualmente, nos contactamos con varias fundaciones que apoyaban a otras familias ecuatorianas en condición de vulnerabilidad, a quienes ofrecimos el mismo servicio gratuito. Desde marzo hasta diciembre de 2020 logramos apoyar alrededor de 340 niños y jóvenes. Nuestra nueva meta en el 2021 es continuar este proceso de servicio a la comunidad con un enfoque en el desarrollo de habilidades socioemocionales. En camino a cumplir este propósito, actualmente ADC es uno de los Proyectos de Aplicación Profesional (PAP) de la UCG, lo que representa una gran oportunidad para continuar generando espacios a favor de la educación junto a un equipo interdisciplinario y guías maravillosas que nos acompañan en todo el proceso.
Alejandra Reyes ADC es un proyecto muy cercano a mi corazón, porque descubrí que lo que realmente me apasiona es conectar con realidades diferentes a las mías y generar espacios que aporten a la comunidad. Construir este voluntariado desde cero, en medio de una pandemia que nos obligó a encerrarnos, fue un reto como ningún otro, pero también fue una motivación durante los meses más difíciles que he atravesado en mi vida. Creo fervientemente que la educación es un derecho y todos los actores de la sociedad debemos contribuir a garantizar su cumplimiento, porque si esperamos a que esto ocurra, habremos perdido mucho tiempo que podemos usar a nuestro favor para construir desde nuestros espacios y con los recursos que tengamos, un mejor sistema educativo. Cuando recordamos con Alejandra todo lo que construimos el año pasado, nos sentimos orgullosas de haber impactado la vida de muchas familias con el servicio gratuito de refuerzo escolar, Gran parte fueron estudiantes de distintas universidades del Ecuador, conocidos y amigos 1