A pesar de ser consciente del brutal racismo sufrido por sus padres y abuelos, se sentía orgullosa del trabajo que su familia y su comunidad hizo para construir el canal. Tanto Modestín y Bany recuerdan haber participado en la carrera anual de cayucos, en la que los zoneítas remaban por el canal durante tres días.
Un pueblo comienza a despertar
Pero fuera de la Zona del Canal la tensión era alta. "La mayoría de los zoneítas no eran conscientes del resentimiento que habían empezado a provocar entre los panameños", dice Donoghue. Mientras los estadounidenses vivían con privilegios, los panameños "a veces no podían cruzar su país sin el permiso de la policía foránea", explica. Estos agentes hablaban otra lengua, el inglés, y aplicaban otra ley, la estadounidense. Incluso enviaron a algunos panameños estas
leyes
que a
quebraron la
cárcel
administrada por EE.UU. en la Zona. Cuando Estados Unidos firmó el contrato para terminar el canal en 1903, el gobierno de Panamá
Yvette Modestín fue la primera animadora negra de la escuela secundaria Cristobal, tras el fin de la segregación escolar
garantizó los derechos de aquel país en la Zona del Canal "como si fuera soberano y en perpetuidad". La mañana del nueve de enero de 1964, el joven Francisco Díaz comenzó a sudar cuando él y otros estudiantes recibieron el encargo de izar la bandera
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