
2 minute read
Comunidad Activa
from Minga Popular
Anteriormente cuando hablamos de la autonomía de las comunidades hicimos referencia a la importancia de que cada grupo, según su contexto, diagnostique sus necesidades, inquietudes y metas, reconozca los saberes y los materiales y recursos con los que cuenta en su territorio para llevar a cabo las actividades propuestas. A esto hace referencia el concepto "diseño natural", relevando que nace desde las mismas personas, lo que según Gramsci sería "intelectuales orgánicos, (que son parte de un lugar), cuando no son extraños o extranjeros de la comunidad en la que participan y que compone el territorio en el que trabaja la iniciativa u organización, manteniendo un vínculo cercano y constante con el territorio y las actividades concretas de las personas que habitan el lugar, siendo arte y parte del grupo en pos de un proyecto contra hegemónico y anticapitalista que les reúna. En palabras de Gramsci, “El modo de ser del nuevo intelectual no puede seguir consistiendo en la elocuencia, motriz exterior y momentánea de los afectos y las pasiones, sino en el mezclarse activamente en la vida práctica, como constructor, organizador, ‘persuasor permanentemente’ y no puro orador”. De esta forma también podemos concebir a los propios movimientos populares como verdaderos intelectuales colectivos que, en sus respectivos territorios, aportan a la creación de una nueva cultura y una concepción del mundo contraria a la hegemónica, creando de forma colectiva, poniendo la síntesis en el colectivo, como también señala Claudia Korol, (La producción colectiva de conocimiento desde las organizaciones populares, Claudia Korol, 2014). Es así como este conjunto de intelectuales orgánicos/as son transformadores de su realidad y capaces de construir su propia sustentabilidad adecuadas al contexto y la particularidad de cada espacio, tiempo, saberes y comunidad, como una más de "Las sustentabilidades" existentes.
Advertisement