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Economía Circular

En estos tiempos de crisis socioecológica es cada vez más importante no solo nombrar o conocer, sino más bien llevar a la práctica los conceptos que integran la sustentabilidad, como por ejemplo en la producción de un bien o servicio, o también en la gestión de residuos, y si de desechos se trata, siempre hablaremos de la necesidad de rechazar y reducir en primer lugar, luego reparar o reutilizar y por último el reciclar. Estos conceptos, junto a reunirnos y reaccionar, como proponemos desde nuestra organización, son parte de las bases y valores de la economía circular que desarrollamos en el proyecto.

La economía circular y sus valores surgen en respuesta a un sistema de producción basado en un proceso lineal de consumo de recursos. Bajo el paradigma “take-make-waste” (“extraer-fabricar-consumir-eliminar”). Este tradicional proceso se produce en primera instancia extrayendo bienes comunes naturales, que en una lógica extractivista se les llama estas son procesadas, generalmente, con técnicas nada amigables con el medio ambiente, dejando muchas veces tóxicos, contaminantes y una gran huella de pérdida de biodiversidad, además de la precarización o explotación de la vida de las personas trabajadoras y de las comunidades donde se emplazan estas industrias. Posterior a esta etapa, los productos ocasionando no solo el agotamiento de los bienes comunes naturales, sino que también la generación de millones de toneladas de basura.

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Entonces, como respuesta a este sistema de producción regido por la competencia y el egoísmo, nace la economía circular que se basa en tres principios claves, que abordan distintas variables amigables con las personas y la tierra:

Preservar y mejorar

Optimizar los rendimientos de los recursos distribuyendo productos, componentes y materias con su utilidad máxima en todo momento, tanto en ciclos técnicos como biológicos.

Promover diseño los factores externos negativos.

Es decir, la economía circular es más que reciclar, es un marco, una noción (Martínez & Porcelli, 2019).

diseñe un servicio social para una comunidad?, creemos que no basta y por lo mismo este proyecto aborda distintas estrategias que buscan proteger y cuidar los bienes comunes a través de técnicas de reutilización, reciclaje y diversas acciones en las que es necesaria la organización comunitaria, muy alejado del concepto de “crecimiento verde” que se ha instalado desde el sistema capitalista, haciendo alusión nuevamente a prácticas que tienen como objetivo la acumulación de la riqueza disfrazada de “eco amigable”, pero que sigue llevando un ritmo de producción indiscriminado e impulsando una cultura consumista lo que, a diferencia del modelo de la economía social y solidaría que también implementa la “Minga Popular”, fomenta activamente el enriquecimiento con el objetivo de un crecimiento económico (Contardo et al., 2020). Por esto, la incorporación de valores de la economía circular, exceptuando el concepto de crecimiento verde, junto a los valores de la economía social y solidaria impulsan un desarrollo económico local y contextualizado a resolver problemáticas de una comunidad y/o territorio, donde el centro está en el bienestar de las comunidades y de la tierra por sobre el capital, persiguiendo a la vez un desarrollo integral de quienes habitamos comprendiéndonos como parte de un solo ecosistema que necesita convivir en armonía y respeto junto a la naturaleza y no sintiéndonos dueños o dueñas de ella como lo plantea el sistema neoliberal. Así impulsamos esta urgente realidad como un fragmento más del “ser” en su constitución completa.

Esta disyuntiva entre lo establecido y lo que visualizamos como un bien común nos impulsa a cuestionar qué entendemos por “crecimiento” y es aquí eliminar los residuos del sistema desde el inicio, repensando el diseño. Estas acciones, respaldadas también por la transición a fuentes renovables de energías, se basan en tres principios propuestos; Eliminar residuos y contaminación desde el diseño, mantener productos y materiales en uso, además de regenerar sistemas naturales, para de esta forma establecer que toda actividad económica de la economía circular contribuya a la salud general del ecosistema por lo que representa un cambio sistémico, construyendo resiliencia comunitaria, oportunidades generales, al mismo tiempo que

Los ciclos de la economía circular: Más allá de las erres que son claves para cada etapa de este modelo de producción, como Rechazar, Rediseñar, Reducir, Reutilizar, Reparar, Recuperar, Renovar y Reciclar, existen dos líneas donde los materiales de base biológica, (naturales, vegetales, maderas, etc), son diseñados para regresar al ecosistema, generando sistemas vivos como el suelo. Por otro lado está el ciclo técnico que recupera, restaura y renueva componentes y materiales.

Ambos ciclos fueron abordados en el diseño y ejecución de este proyecto, desarrollando un modelo mixto entre modelo económico social y solidario y sistema de producción circular, lo que hace que el impacto de la Minga sea servicio referidos a la gestión de residuos de los mismos productos entregados, la reutilización de cajas familiares, el reciclaje orgánico desde las ollas comunes o el reciclaje de plásticos recolectados junto a la misma comunidad para la fabricación de caretas de protección facial que fueron repartidas a cada familia luego de poder desarrollar el molde fundiendo aluminio y fresando el mismo bloque reciclado en el Liceo Industrial Miguel

Aylwin Gajardo de San Bernardo, gracias a una alianza de colaboración que hemos forjado hace años y liderada por el profesor Luis Castro que siempre ha sido parte de estos de procesos de innovación. Estos y otros procesos relativos a alguna etapa de la economía circular, serán profundizados más adelante en la unidad 3.

Por último, podemos destacar que una economía circular exitosa de cero residuos también debe ser inclusiva y equitativa, dando prioridad a la creación de empleos y al respeto de los derechos de las y los trabajadores, asegurando también que los programas de recolección de residuos incluyan y respeten a la comunidad y a todes quienes se involucran en el cuidado del medio ambiente, especialmente a quienes han desarrollado esta importante acción por décadas y que por mucho tiempo se ha menospreciado su gran aporte, nos referimos a las y los recicladores de base, quienes han llevado a la práctica la economía circular como un saber ancestral muchas veces heredado, tal como también se veía antiguamente en los almacenes ocupando botellas retornables y bolsas reutilizables, o como lo han hecho por años los zapateros y zapateras restaurando calzados, o las costureras y costureros reparando prendas para ya desde hace años atrás realizar reutilización textil, demostrando en la práctica y experiencia, que este saber no es propio de la industria ni está alejado de nuestra cotidianeidad, se ha practicado desde años en nuestros barrios, almacenes y territorios, por lo que es nuestro compromiso rescatar y revalorar cada una de estas acciones, mientras cuestionamos y reaccionamos frente al modelo económico predominante en Chile y en el Mundo, más aún en el contexto de crisis social desarrollado en estos últimos 3 años.

Extracción de materia prima

Reciclaje

Fabricante de materiales/componentes

Reutilización y Redistribución

Fabricantes del producto

Proveedor del servicio

Recaudación-Renovación Refabricación

Reparación y mantenimiento

RE (colección)

Recuperación de energía Reducir Pérdidas

Recuperación de energía

Comunidad activa Inserción de la comunidad al proyecto Pasos de seguimiento comunitario Diagnóstico y relacionamiento comunitario

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