Con o Ser la Biblioteca #6 Julio 2022

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Número 6

Boletín informativo de la USBI Ixtac y la Coordinación Regional de Bibliotecas

JULIO 2022

HOY Y SIEMPRE Por Mons. Raúl Vera López*

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xisten dos binomios indispensables para construir la comunidad humana con bases sólidas, uno de ellos es la misericordia y la verdad, y el otro binomio es la justicia y la paz, ambos son exigencias mutuas en la construcción social. La misericordia es la experiencia de las carencias de la otra persona en el propio corazón, es decir, la posibilidad de ver por lo necesario que alguien más requiere, para alcanzar su plena realización. El valor complementario que nos mueve a generar las condiciones para que se alcance la plenitud, la felicidad y el proyecto de vida que las personas elijan, es la verdad, misma que es vital para tomar decisiones que propicien el camino de la realización. En cuanto a la justicia y la paz, se trata de valores que se exigen mutuamente. Sólo habrá paz en aquella comunidad social en la que se garantice a todas y a cada una de las personas integrantes de los entes social, político, cultural, étnico, científico, educativo, empresarial, etc., el goce de la justicia de manera integral. Es decir, sólo viviendo la justicia se garantiza la paz. De ello nos habla una frase del libro de los Salmos (Sal.85,10) que se incluye en la Biblia: “La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron”. Lo menciono para ubicar que la paz no es sólo la ausencia del conflicto, sino el proceso de educación y cultura que incluso, a partir del debate y el conflicto, se establecen las plataformas de convivencia e integración de una comunidad abierta e incluyente. Como en todos los análisis, hay varias escuelas que hablan al respecto. Por un lado, hay quien menciona que dado que los conflictos armados y las guerras no se enfrentan de la misma manera en que se hacía siglos atrás, han disminuido las cifras letales a nivel mundial. Según el Programa de Datos sobre Conflictos Uppsala, “la guerra está en bajada y el número de personas muertas en comba-

tes en todo el mundo ha disminuido desde 2014”. Eso no significa que no haya guerras, por el contrario, los conflictos locales son cada vez más. Debemos tener consciencia de la cantidad de ataques armados, balaceras y masacres ocurridas recientemente en Estados Unidos, por mencionar un país cercano al nuestro. Sin viajar en el tiempo y hacer un recorrido por las grandes guerras y bloques de aliados que se unían unos contra otros, en los años 90s tuvimos las guerras en Bosnia, Ruanda y Somalia, luego en Afganistán (hoy con los talibanes en el poder y el hambre generalizado entre la población infantil), Irak, Sri Lanka (contra los tamiles), Libia y Sudán del Sur (que colapsaron), Siria, Yemen (con muertes por el conflicto, por inanición y por enfermedades prevenibles), Etiopía (donde la crisis alimentaria es efecto de la guerra civil), Rusia y Ucrania (donde las hostilidades y ataques no terminan aún), todas estas situaciones de conflicto nos bañan de sangre, perdemos gente inocente, pero además de hambre, se generan cifras record de personas desplazadas que generan cuadros de necesidad en diferentes regiones del planeta. Las muertes en combate pudieran disminuir o mantenerse, pero el sufrimiento causado por el conflicto, se apodera de un mayor número de niñas y niños, mujeres y hombres. Por otro lado, está el Santo Padre que tras recordarnos que «la guerra es la ne-

gación de todos los derechos y una dramática agresión al ambiente...», que hay normas y convenciones de Derechos Humanos que son recursos de referencia obligatoria de justicia y cauce de paz que buscan el bien común, y que al incumplirse “hacen un gran daño a las sociedades, a los más débiles, a la fraternidad, al medio ambiente y a los bienes culturales, con pérdidas irrecuperables para la comunidad global” (Papa Francisco, Carta Encíclica ‘Fratelli Tutti’, N.257). Es él quien nos dice que se están creando nuevamente las condiciones para la proliferación de guerras, que la guerra no

es una cosa del pasado, sino más bien una amenaza constante y que “El mundo está encontrando cada vez más dificultad en el lento camino de la paz que había emprendido y que comenzaba a dar algunos frutos pues hay quienes ganan en tiempos de guerra y aún cuando busquen soluciones «se nutre de la perversión de las relaciones, de ambiciones hegemónicas, de abusos de poder, del miedo al otro y a la diferencia vista como un obstáculo» (‘Fratelli Tutti’, N.256). Hablar de paz implica hablar de derecho. El Derecho Internacional Humanitario tiene entre sus objetivos el regular la conducta de los Estados y los individuos durante los conflictos armados, pues incluso en la guerra se deben respetar ciertas ‘conductas’. Este derecho ofrece protección a las personas fuera de combate, así como a quienes no participen

directamente de las hostilidades, mencionando su derecho a la vida y la dignidad, ubicando el que deben ser tratadas con humanidad en toda circunstancia. El no poder matar o herir a un adversario que se rinde o está fuera de combate, y también ofrece la regulación respecto a la ayuda que debe ofrecerse a personas heridas enfermas, la protección a personal sanitario, y las garantías para que la prensa trabaje. Algunas tareas se desprenden del Comité Internacional de la Cruz Roja y muchas otras de los Convenios de Ginebra. Un ejemplo de cómo no fue respetado el Derecho Internacional Humanitario respecto a la labor de la prensa en zona de guerra lo podemos tener de la noticia que le dio la vuelta al mundo hace unas semanas. El ejército israelí disparó a matar en contra de la periodista estrella de la cadena Al Jazeera para los pueblos palestinos, Shireen Abu Akleh, periodista palestina de 51 años que murió asesinada de un disparo en la cabeza en la comunidad de Yenín, o lo que Israel nombra como West Bank. Esta acción ha evidenciado al gobierno de Israel por la cadena de contradicciones y mentiras que usaron para justificar el asesinato, y que se nos presenta como un acto imperdonable que fue realizado durante una redada del Ejército israelí en el norte de la Cisjordania ocupada. El chaleco azul con la palabra PRENSA debió proteger la vida de la periodista. Ella no estaba en combate, ha sido asesinada para dar un ejemplo de la vileza y falta de respeto y compromiso de un pueblo que se siente superior. Una herida como esa, se suma a la tensión de las sociedades y familias que viven en conflicto y que mueren en vida. Son situaciones como esa las que nos deben hacer reflexionar y ponernos en acción para trabajar por la paz. Hay otros muertos en vida, -otras, otros, otres, dirían hoy día en un lenguaje inclusivo-, y Pase a pág. 5 ...

En este Número

Ricardo Benet, Coord. de Cinematografía UV, durante el taller de cortometraje.

Por Oliver Coronado Paz

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l multigalardonado cineasta Ricardo Benet Santamaría, coordinador del Departamento de cinematografía de la Universidad Veracruzana (UV), hizo presencia en el aula 1 de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI)

Ixtac, los pasado 29 y 30 de junio, así como también el 1 de julio, para impartir a poco más de 30 asistentes, los Talleres de Cortometraje Creativo UV, en la región Orizaba-Córdoba. Estos talleres, a decir del cineasta, tienen por objetivo dotar de las herramientas esenciales de cine a las regiones de la Veracruzana, para descentralizar la oferta que ya existe, y extenderla a otras zonas.

Desde su perspectiva, la convocatoria que tuvieron para este primer taller fue completamente exitosa. “De un grupo que queríamos formas de 25 personas, tuvimos 36”, comenta para Con O Ser el oriundo de Cardel, al referirse al eco que tuvo esta actividad, además de que se recibió a personas de distintos municipios de las Altas Montañas, como son Mixtla de Altamirano, Los Reyes, Tequila; así como del valle del centro del estado, como de Orizaba, Ciudad Mendoza, Córdoba, entre otros; lo que para Benet Santamaría significa una gran riqueza. Además aseguró que a través de esta acción, busca “bajar” a lo coloquial el lenguaje cinematográfico para que, tanto quien ya tiene la experiencia de algunos trabajos en el llamado séptimo arte como aquel que llega por primera vez a esta experiencia, pueda lograr un producto audiovisual de buena calidad. Esta actividad arrancó con tres primeros días de manera presencial, en el que se ahondó en los conceptos básicos, tanto del guión literario como del técnico, así como un esbozo general de historias que los participantes puedan concretar en cortometrajes no mayores a diez minutos. “La idea es, primero, tener trabajos que técnica y sensiblemente sean productos que busquen la trascendencia (…) y en Pase a pág. 3...

Pág. 2 Conoce la Biblioteca de Odontología

Pág. 2 Aprende cómo acercarte a sus datos

Pág. 4 “Serte sincero para obtener la mejor versión de ti”: Benet


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CONOCE LA BIBLIOTECA DE ODONTOLOGÍA Por Gabriela Velásquez Cortés

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n este número les voy a platicar de la Biblioteca de la facultad de Odontología, la cual está ubicada dentro de las instalaciones de la misma facultad, con domicilio en Margarita, Felipe Carrillo Puerto, 94734 Río Blanco, Veracruz. La Facultad de Odontología perteneciente a la región Orizaba- Córdoba, que fue fundada el 1ro. de abril de 1977, funcionó en Ciudad Mendoza; siendo trasladada el 5 de diciembre de 1994 a la Congregación de Tenango de Río Blanco. El programa de la Licenciatura en Odontología ha evolucionado conforme a las

políticas nacionales implementadas entre otros por la ANUIES, SEP, y la UV y ha transitado por seis planes de estudios en sus más de 50 años en el estado de Veracruz. El primer plan de estudios se implementa en 1952 adoptando el de la Facultad de Odontología de la UNAM. Este plan se impartía en 5 años con un total de 43 materias que se cursaban en períodos anuales; de estas, 42 son obligatorias y una materia optativa, con total de 249 créditos. Este plan de Estudios continuó vigente hasta 1972. En 2003 entró en vigor en la Facultad el Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF), el cual modificó el plan de estudios y lo convirtió en un sistema de créditos. Se continuó con un intenso trabajo

para mejorar la calidad de los programas educativos, ahora en el contexto del MEIF, y a finales de septiembre de 2004, siendo director Guillermo Meraz Zúñiga, el CONAEDO otorgó la acreditación al programa de licenciatura en Cirujano Dentista. Para estas acreditaciones es de suma importancia la biblioteca, ya que coadyuva a adquirir los conocimientos. En ella tienes a tu disposición 902 títulos y 2,281 volúmenes. En su gran colección de bibliografía podrás encontrar temas como: Anatomía dental; Bioquímica; Fármacos en odontología; Histología básica; Manual de anestesia local; Microbiología e inmunología oral; Microbiología estomatológica; Cirugía bucal; Operatoria dental; Radiología dental; Tips, claves en odontología estética; Tratado de anatomía humana; Anatomía dental; entre otras bibliografías de gran interés para ti. El horario en el que podrás visitar la biblioteca es de lunes a viernes en horario de 7:00 a 14:00 horas y serás atendido por el bibliotecario Quintil Barra Rosete; él podrá orientarte a buscar los recursos documentales que desees; brindarte visitas guiadas, en las que te indicará cómo está organizada la biblioteca, los servicios disponibles y el funcionamiento del catálogo colectivo, el cuál podrás encontrar en la liga https://catbiblio.uv.mx Al ingresar a la biblioteca deberás registrar tu visita en la computadora que se tiene para ello, es importante realizarlo

Quintil Barra Rosete

ya que esto servirá para medir (a través de estadísticas) el uso de la misma; entre más usuarios se registren mejores condiciones de servicio te podremos brindar. Otra de las fortalezas que tienes a tu alcance es la biblioteca virtual, en la cual encontrarás la plataforma E-Libro, espacio donde encontrarás libros electrónicos de esta carrera y que podrás descargar en cualquier dispositivo móvil, PC o laptop; bases de datos; los libros de la editorial UV; y nuestro repositorio institucional, el cual alberga tesis de licenciatura y grado. Si deseas conocer más de este tema puedes enviar un correo a gvelasquez@uv.mx donde con gusto se te orientará. ¡Te invito a visitar nuestra biblioteca de Odontología!

APRENDE CÓMO ACERCARTE A LOS DATOS DE INEGI Por Rosalía Zeferino Gómez*

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DIRECTORIO

onocer nuestra realidad a través de las estadísticas es muy interesante y sobre todo cuando contamos con una fuente oficial sobre estos valiosos datos. En México el Instituto Nacional de Estadística y Geografía por sus siglas INEGI, pone a tu alcance a través de su sitio en internet www.inegi.org.mx toda la información en cuanto al territorio, los recursos, la población y la economía, que permita dar a conocer las características de nuestro país y ayudar a la toma de decisiones. El objetivo prioritario del INEGI es lograr que el Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica (SNIEG) suministre a la sociedad y al Estado información de calidad, pertinente, veraz y oportuna, a efecto de coadyuvar al desarrollo nacional, bajo los principios de accesibilidad, transparencia, objetividad e independencia. Además del sitio podemos acercarnos a los datos del INEGI a través de INEGI INFORMA en las redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram, por el chat uno a uno y a través del teléfono 800 111 46 34, al correo electrónico atención.usuarios@inegi.org.mx o acudir a tu USBI más cercana para que el personal de biblioteca te asesore y accedas a la información que necesitas para tus proyectos de investigación, tus trabajos de tesis o trabajos escolares. Así, puedes conocer los datos que se captaron en el Censo de población y vivienda 2020. El objetivo del Censo de población y vivien-

da es producir información sobre la dimensión, estructura y distribución espacial de la población, así como de sus principales características socioeconómicas y culturales, así mismo, obtener la

encontraba en tercer lugar, siendo ahora rebasado por el estado de Jalisco. De los municipios del Estado de Veracruz Orizaba tiene el mayor porcentaje de mujeres con un 53.9 por ciento y por otro lado Tampico Alto cuenta con el mayor porcentaje de hombres con un 51.3 por ciento. El censo de población y vivienda también nos brinda información sobre población con discapacidad con limitación en la actividad cotidiana o con algún problema o condición mental donde el dato fue para el Estado de Veracruz de 1 542 272 ha-

En Veracruz somos

cuenta de viviendas y algunas de sus características. Los datos que nos proporcionó el censo 2020 es que a nivel nacional somos 126, 014 ,024 habitantes siendo 64,540,634 mujeres y 61,473,390 hombres. Los tres Estados más poblados fueron México con 16, 992,418 habitantes, Ciudad de México con 9, 209, 944 y el Estado de Jalisco con 8, 348, 151 habitantes. El estado de Veracruz se encuentra en cuarto lugar de los Estados más poblados con 8 062 579 habitantes donde 4,190,805 fueron mujeres y 3,871,774 hombres y con una densidad de población de 112.3 hab/km². Veracruz bajó un lugar con respecto al censo de población y vivienda 2010 donde se

HABITANTES

Vicerrectoría Orizaba-Córdoba

Dr. Mario Roberto Bernabé Guapillo Vargas Vicerrector Dra. Patricia Espinosa García Secretaria Académica Regional Mtro. Diego Chávez González Secretario Regional de Administración y Finanzas

bitantes que representa el 19.1% de la población total del estado, de este total 468 990 habitantes presentaron discapacidad, 105 332 tuvieron algún problema o condición mental y 1 030 435

Dra. Ana María Salazar Vázquez Directora General de Bibliotecas

Lic. Graciela Flores Bello Directora USBI Ixtac Lic. Gabriela Velásquez Cortés Coordinadora Regional de Bibliotecas L.C.C. Oliver Coronado Paz Responsable Con O Ser

presentaron alguna limitación. Los datos del CPYV 2020 en el Estado de Veracruz nos proporcionó datos del analfabetismo donde se tuvo un total de 517 798 población analfabeta, siendo 206 664 hombres y 311 134 mujeres, disminuyendo en comparación con el Censo de población y vivienda de 2010 donde la población analfabeta fue de 619 394 habitantes. El grado promedio de escolaridad de la población de 15 años y más fue de 8.7% Entre otros datos que podemos conocer acerca de la población en las estadísticas del INEGI, se encuentran datos de fecundidad, nupcialidad, migración, características económicas, situación conyugal y más. Además, aparte del Censo de población y Vivienda, el INEGI realiza el levantamiento de diversas encuestas en hogares que nos permiten conocer más características de la población de nuestro país, así mismo se realiza el aprovechamiento de los registros administrativos para la captación de más y diversa información. Los sistemas de consulta o geovisores, las bases de datos y los diversos documentos con información estadística y geográfica, te esperan para que los conozcas en el sitio de INEGI en internet, en nuestras diversas formas de atención a usuarios, así como en tu Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información y sobre todo para que los utilices. INEGI Conociendo MÉXICO. *La autora es Responsabre de la Red de consulta externa zona centro-sur del INEGI

NUESTRAS REDES Bibliotecas UV Orizaba Córdoba @RegionalOz

Bibliotecas UV Orizaba-Córdoba bibliotecasuv_orizabacordoba www.uv.mx/orizaba/usbi-ixtaczoquitlan


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COMO LA VIBRACIÓN DEL FILAMENTO DE UN FOCO A Edgar Iván

Por Jackie Campbell*

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l interior de la prisión decimos que nadie conoce realmente cómo es una nación hasta haber estado en una de sus cárceles, y que “una nación no debe juzgarse por cómo trata a sus ciudadanos con mejor posición, sino por cómo trata a quienes tienen poco o nada”, frase que se atribuye a Nelson Mandela. Ese es el nombre del activista y político sudafricano que luchó gran parte de su juventud contra la supremacía blanca que dominaba el país y que impuso la política de segregación racial conocida como el apartheid. Nació en 1918 en la etnia thembu, a los 46 años (en 1964) el Partido Nacional le acusó de alta traición y sabotaje al gobierno junto a otros cientos de integrantes del Congreso Nacional Africano. Fue condenado a cadena perpetua por buscar la igualdad y los derechos de la comunidad negra; recuperó su libertad en 1991 tras la presión internacional. En 1993 recibió el Premio Nobel de la Paz, en 1994 ganó la presidencia de su país, en 2004 anunció su retiro de la vida pública. En 2015 Naciones Unidas adoptó las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos conocidas como “Las Reglas Mandela” como un modelo actualizado para la gestión penitenciaria en el siglo XXI sustituyendo a las de 1955. Las Reglas Mandela buscan no discriminar, no agravar sufrimientos que impli-

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can la privación de la libertad, respetar la dignidad y valor de las personas recluídas, que no sean sometidas a tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes, considerar necesidades individuales de quienes estén en situación de mayor vulnerabilidad, y reducir al mínimo las diferencias entre la vida en prisión y la vida en libertad. Estas reglas tienen relación

Tatuaje de la autora, quien trabaja en pro de la eliminación de la tortura en las cárceles.

directa con la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes que define a la “tortura” como “todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que

espertaba como a las cinco de la mañana, tomaba café y un almuerzo que yo mismo me preparaba; al jale me llevaba el lonche que mi jefa me preparaba, porque ella siempre estaba al pendiente de nosotros, y a diario nos consentía; lo llevaba porque vivía enseguida a donde yo dormía. Andaba trabajando en la albañilería, en el municipio de Arteaga, porque iban a hacer una hacienda y apenas estábamos empezando la construcción –desde abajo-. Tendría como un mes yendo a ese lugar. Yo conocía a todos los compañeros que andábamos haciendo ese jale, nos íbamos juntos; unos andaban de carpinteros, otros de fierreros; yo mismo estaba de fierrero poniendo la estructura de las columnas, colocando varillas. Regresaba en la tarde, y a veces me encontraba con camaradas. En una de esas tardes me dijeron que me estaba buscando la ley, y decían que traían orden de aprehensión en mi contra. Aunque antes pasaba sin problemas por donde estaban los que me buscaban, a partir de que me dieron el pitazo, a mi casa ya no pude entrar por la puerta, sino que entraba por atrás, pues la cuadra estaba rodeada de policías ministeriales. Así que si salía de mi domicilio, tenía que brincarme casa por casa, para salir en otra cuadra. Los policías tenían binoculares y veían hacia mi casa. Hubo ocasiones en que pasaba cerca de ellos y los veía dormidos arriba de la patrulla. No salía a la calle; si salía a trabajar, tenía que salir a las tres de la mañana y esperar a que fueran las siete de la mañana para empezar la rutina laboral. Una tarde me puse a pistear con mis camaradas de la colonia González, amanecí crudo, con ganas de una cerveza, pero además tenía que ir a cobrar la semana. Estaba con un enorme dolor de cabeza. La cruda me hizo salir a buscar al ingeniero, pero andaban personas vestidas de civiles; no me conocían, pero estaba señalado. Me fui caminando a la vuelta de la esquina, y en un expendio de cervezas estaban escondidos

haya cometido, o se sospeche que ha

´ cometido, o de intimidar o coaccionar a

esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia” (Art.1). La tortura es una grave violación a los Derechos Humanos. Es tal la normalización que tenemos de la tortura, que las víctimas suelen pensar que la merecen por haber realizado alguna falta o delito. Los cambios en el cuerpo, pensamiento o sentimientos, son característicos en las víctimas de tortura o de otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes. Al protocolo que se utiliza para identificar situaciones de tortura se le conoce comúnmente como Protocolo de Estambul. Personas expertas en medicina, psicología y leyes deben coincidir en el diagnóstico. Los hechos deben probarse de manera contundente. Enseguida se presenta un ejemplo que por más claro que sea, las autoridades nunca lo aceptaron como evidencia de las malas prácticas y delitos en que incurrieron las autoridades corruptas de una de las entidades federativas de México, mismas que debieron ser denunciadas de inmediato en cuanto ocurrieron los hechos. “Si hubieras cooperado” fue la frase que me hubiera implicado mentir y dar una falsa declaración. La condena que obtuve fue semejante a los golpes que recibí.

los policías, esperando a que saliera de mi domicilio; salieron patrullas por todos lados, ni tiempo me dieron para correr. Me rodearon, me apuntaban con las pistolas y decían: “Detente, tenemos orden de disparar, si quieres evadir la justicia”. Me esposaron de pies y manos, me llevaron a unas oficinas en las que me sentaron en una silla, me amarraron, me golpearon todos los pinches oficiales que iban llegando, me ponían bolsas en la cabeza, y conforme llegaba un nuevo policía, éste me golpeaba. Ya estaba con el hocico reventado y los dientes estrellados. Fueron tan fuertes los golpes en la cara, que en uno de esos golpes, sentí como un temblor desde los dientes hasta el interior de la cabeza, pasando por la mandíbula, como la vibración del filamento de un foco. En mi conciencia todo está bien, aunque me discriminen, no me acompleja. El 20 de abril del 2010 fue cuando sucedió esto hacia mi persona; ese fue el día de la detención. Del 5 al 7 de mayo estuve en el hotel Santa María, antes había estado de oficina en oficina, no sé dónde exactamente. Uno de los días que estuve en el hotel bajo arraigo, a las seis de la mañana que cambiaba el turno de quienes me custodiaban, llegaron policías ministeriales; ya estaba despierto. Como llegaron, dijeron: “Despierta cabrón, tira baño porque en este día vamos a ir a donde ocurrió el delito, a la confrontación y reconstrucción de hechos”. Yo estaba acostado y amarrado, como si me tuvieran secuestrado, no me soltaban para nada, parecía un perro furioso y enojado. Varias veces les decía: “¡Suéltame güey! Un rato estás armado, al parecer me tienes miedo, ¿Por qué no me dejas caminar un rato? ... Ya me duele toda la espalda”. Me decía el Camacho: “Esa Pase a pág 6...

OFRECE ... Viene de pág. 1...

ese sentido que sean muy dignos, de un nivel muy profesional”, dice Ricardo Benet, quien además busca los realizadores se sientan orgullosos de sus cortometrajes y, alguno de estos filmes, puedan llevarse a festivales nacionales o internacionales de cine. Los asistentes al taller son integrantes de la comunidad universitaria de la Veracruzana, así como también público en general, quienes desean contar sus historias a través de los géneros del documental, pero así mismo de la ficción. De igual manera, el entrevistado dijo que este concepto de taller es algo que ya ha trabajado en varias ocasiones, principalmente en la parte alta del Toto-

nacapan, pero que desde hace años ha querido traer a la Universidad, siendo por fin esta la oportunidad para desarrollarlos, como una prueba piloto que sirva de experiencia para ofertarlos en las demás regiones de la Máxima Casa de Estudios del estado. A lo largo de estas jornadas de aprendizaje, el afamado director de cine, estuvo acompañado por el fotógrafo Rodrigo Cervantes, quien se encargó de orientar a los estudiantes en todo lo relacionado con las cuestiones técnicas, como lo es: tipos de formatos digitales más adecuados, tipos de lentes fotográficos de acuerdo a las necesidades de cada encuadre, modelos de cámaras fotográficas y software necesario para la edición de audio y video. Además, Cervantes, a lo largo del desarrollo de los cortometrajes emergidos de este taller, será el encargado de auxiliar a los participantes a la hora de realizar el montaje de los mismos.


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Entrevista

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icardo Benet Santamaría, arquitecto, maestro en arte, hedonista por convicción, viajero pertinaz y terco, cineasta afamado y premiado, pero sobre todo AMIGO; así con letr as capitales, por que se lo merece. Porque no solo es amigo de quien estas letras escribe, si no de todo aquel que se acerque a él para conversar, o para aprender, o para enseñarle o para compartir una copa de vino o un asiento en el autobús. Ricardo Benet Santamaría, por su calidez de ser humano se ha ganado el mejor de los premios; no el Ariel (que ya lo tiene), no el del Festival de Mar de Plata (que también ya lo tiene), sino el del cariño, admiración y respeto de cada una de las regiones de la Veracruzana (y de otras tantas universidades e instituciones a las que recurrentemente es invitado a compartir su “expertis”). A este amigo nos acercamos para charlar; a este amigo nos acercamos para que nos permitiera conocerle más: como artista, como ser humano y como amante de la vida.

Foto: Rodrigo Cervantes

“Serte sincero

para obtener la mejor versión de ti”: Benet Por Oliver Coronado Paz

Con O Ser (CS): Tú eres oriundo de Cardel, Veracruz, ¿cómo nos podemos imaginar a un Ricardo Benet en esta zona veracruzana; de niño, en tu entorno familiar; tus gustos, tus disgustos? Ricardo Benet Santamaría (RBS): Fíjate que, siendo ingeniero civil, mi padre, tenía que ir a donde estaba el trabajo. Él tenía algún par de máquinas que subcontrataba, entonces donde el trabajo le llamaba, él se iba de avanzada y nosotros lo seguíamos. Entonces, en esta idea casi nómada, pues nos tocó así. Yo viví casi los tres primeros años de vida en Cardel; ahí nací, de ahí es la familia de mi madre, y todos los abuelos, tíos, primos son y están ahí. Pero muy pronto emigramos. Pasé una niñez en el norte, en Sonoral y cada año veníamos; hacíamos el largo viaje de tres días en trenes, autobuses, taxis; todo para llegar a Cardel, a las vacaciones, y pasar con los primos, con la familia. Y, entonces, para mí fue una dualidad: un poco entre lo tropical y los desiertos del norte. En esos viajes veía, pues, tantos paisajes, tantas posibilidades que se me fueron quedando. Nada más las propias historias familiares —dice el también coordinador de cinematografía de la Veracruzana, como preámbulo a la anécdota materna—: mi madre dice que, de niña, se escapaba a la carpa del “cinito” de los húngaros que llegaban al pueblo, y veía un par de películas de un programa doble muy extraño; porque compraban, los húngaros, los gitanos, compraban a granel las películas; lo mismo venía ahí una de vaqueros o una ranchera, junto con una Bergman, o de Fellini. Les tocaba ver lo que les tocaba —dice con gesto alegre por las jugarretas comerciales de aquel tiempo, en donde el cine era, más que nada, un espectáculo de feria—. Entonces, mi madre veía alguna película con Marcello Mastroianni, Sophia Loren, y la otra era de los Almada, o algo así; del cine de esos años (…) mi madre era adolescente. CS: Ricardo, perdón que te interrumpa, pero me llama mucho la atención lo que platicas: hay mucha gente en nuestro país que se la pasa en estas mismas condiciones, de andar viajando para ir a buscar a la

familia; que han tenido que emigrar para encontrar mejores condiciones de vida, y les tocó vivir esto de ir captando sin querer las imágenes del tren, las imágenes de los paisajes, pero no todo el mundo tiene esta cualidad que tú sí has desarrollado a lo largo de los años y que te ha permitido que en tu material se vean reflejadas estas vidas nómadas, ¿cómo llegaste a decir todo esto lo tengo que llevar a una expresión artística? RBS: Yo sí creo que es un poco impr egnado. La par te de mi padre era como mágica. Era un hombre bastante culto; leía mucho y me llevó hacia la mitología griega, por ejemplo, yo aprendí a leer casi con la Ilíada y la Odisea. Mi padre me contaba cosas históricas, de Marco Polo y los exploradores del Polo Norte y Sur. Fui creciendo con eso: mi madre me contaba películas … yo creía que después de la sobremesa iban a llegar Mónica Vitti y Marcello Mastroianni ahí a platicar con nosotros, —dice alegremente el cineasta al rememorar esta etapa de su vida—, porque era como normal. Entonces empecé como a generar esa cotidianeidad, y me gustó mucho imaginar; me gustó el cine desde niño, los cómics que leía cualquier niño: Archie, La Pequeña Lulú y todo eso; pero para mí el gran lujo era escaparme al cine y pasarme la permanencia voluntaria; si me gustaba la película, las tres funciones. Vi: “El fabuloso mundo del circo” con Claudia Cardinale y John Wayne tres veces, fui con mi hermano mayor, claro él iba con la novia fascinado, y yo, de niño, pues viendo una y otra vez y otra vez, hasta que nos regañaron en casa, obviamente. Pero para mí se empezó a hacer una necesidad. A veces digo que más que cinéfilo fui cinéfago, ya que consumía totalmente y leía todo lo que caía en mis manos de adolescente. En lugar de irme de escapada, juntaba dinero para el abono de la muestra —de cine—; pedíamos dinero en la calle, según para el pasaje, y era para meternos a la Cineteca a ver el programa doble; a veces veía tres, cuatro o cinco películas al día en la cineteca de la Ciudad de México. Vivimos en Guadalajara y vivimos en el norte, en el sur, todos lados; y ya después pues ya hice mis propios viajes y mi primera carrera, que fue arquitectura, como no podía entrar a la escuela de cine que era tiempo completo, escogí esta carrera que me formó visualmente; que me dotó de cosas que ya traía yo; por ejemplo esta afición también a lo fotográfico. Siempre he sido muy flojo técnicamente hablando; la fotografía la aprendí tardíamente. Muchos de mis amigos eran fotógrafos y nos íbamos a los cervantinos —el festival guanajuatense— y, a veces, los malvados nos levantaban a las cuatro o cinco de la mañana, porque querían “treparse” al Pípila para tomar las luces de la ciudad, o el amanecer. Veía yo los encuadres y les componía la cámara, les decía: “está raro esto, mira… ¿qué tal?” y me decían: “oye, tú tienes mucha noción”, (…) había visto muchos museos, muchas enciclopedias; me gustó siempre el arte, la buena música etcétera —asegura, reforzando la

idea de que el arte le llegó mucho antes de considerar, siquiera, dedicarse a él; lo que fue un preámbulo para, ya después de haberse convertido en arquitecto y haber hecho un postgrado en Europa, se convenciera en estudiar para cinefotógrafo, puesto que, a pesar de siempre haber querido ser cineasta, no se había atrevido a ello—. Creía que había formas más convencionales de sobrevivir y después, cuando vi que se “sobremoría” de cualquier manera, dije: “bueno, vamos”. Fue justo por ahí de los 30 cuando me decidí por el cine y, por fortuna, en el primer intento entré en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC). Quería ser cinefotógrafo, pero después, me desesperaba lo poco que aprovechaban los directores, y lo que me pedían como cinefotógrafo, de las locaciones maravillosas que yo veía y que los otros les daba miedo; por lo que fui despertando y dije: “deja de estar de “roñoso” y mejor vuélvete director, y haz lo que tú quieras: mueve tu cámara hacia lo que si está bien. CS: Entonces, ¿te vuelves director porque te molestaban los directores? RBS: Por que me molestaban los directores que no aprovechaban toda la espacialidad que habían buscado; y que se habían enamorado de un lugar, pero cuando llegaban ahí, el miedo, el maldito miedo que todo lo Pase a pág. 5...


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corrompe —refiere con jocosa sonrisa en los labios—, los hacía cerrarse, cerrarse —dice sobre el encuadre que le pedían los directores—. Les decía yo: “ ¿Para qué nos venimos acá, 8 horas de la ciudad, si lo pudiste haber hecho en el pasillo de tu casa?”. Terminaba haciendo puros “close ups”. Y la observación, yo siempre decía: ¿por qué tienen que estar dialogado, cuando hay tanto que ver y que observar. Antes o después de cada diálogo debería de haber una reflexión, desde mi punto de vista. Pero fíjate que yo siempre he creído que el buen arte, es aquel que combina la propuesta filosófica con la propuesta estética; que si no hay esa dupla de una búsqueda de estética con una búsqueda filosófica, no hay este “altimo fulgente”, que dicen los italianos, este momento de esplendor, de la epifanía para los griegos; yo creo que hay que buscarlo, a lo mejor no lo consigues, pero hay que buscar; no es tan sólo la anécdota; qué decir, la anécdota está llena de lo que ya dijeron los griegos: alguien que abandona a alguien; alguien que sufre; alguien que muere; alguien que traiciona. Pero cómo traerlo al “aquí y ahora”; y cómo volverlo a hacer interesante y dejarte un apunte filosófico, pero con una búsqueda estética; puede ser la tradicional o la más novedosa, pero que estés ensayando esta trascendencia. Yo sí creo que el arte necesita la búsqueda de una trascendencia y también sofisticación. Yo no creo en esta idea de que “hay una realidad común”; no, no es cierto, y nadie tiene, tampoco, el monopolio de la realidad real. La realidad es la que cada quien trae por la experiencia. CS: Fuiste cineasta tardío, un poquito por la desidia, tal vez un poco el miedo, —un poco la vida misma que te va llevando, acota Ricardo— y hablas ahora de la búsqueda de esa realidad, ¿es tarde, algún día, para empezar a buscar; los 20, los 40, los 80 años de edad? RBS: No, yo cr eo que tú vas acomodando. Siempr e he creído que las vidas son como una misma película editada de diferentes maneras; alguien se jacta de que a los 16 años ha sido ya hasta un buen amante y ha tenido toda sus experiencias y algo así, otros llegamos a ser buenos amantes después de los 30; pero al que le interesó los placeres, los viajes, el amor, el sexo y todo a los 16, 18, pues no tuvo quizá el aprendizaje de los idiomas, de la academia, y el que se clavó en la academia no lo tuvo; y cada quien lo va trayendo en el momento preciso

que le puede llegar. Alguien lo hizo antes, alguien después, alguien lo acomodó y ya. Yo creo que lo importante es sí acomodarlo; el que en tu lecho de muerte no digas: “yo lo que quería hacer era todo lo que no fuí, todo lo que no hice”. Hay que intentarlo y ser más relajados. Todos estamos, efectivamente, en un mundo perverso en que todo pareciera ser solamente triunfos económicos o prestigiosos, que todo es nada más productividad: “qué tan productivo fue este día, cuántas horas, qué hice, qué llené”. No se ha visto a nadie en su lecho de muerte decir: “por qué no trabajé más”; casi todo el mundo dice: “por qué no amé más, por qué no tuve más sexo, por qué no tomé más vino, por qué no tuve más risas, por qué no tuvimos más cariño y amor”; ¡no sé! Yo creo que sí hay que traérselo, hay que irlo acomodando. Uno se distrae, a veces, en otras cosas y no hay que olvidar lo que tiene pendiente. Y a mí también me pasó (al principio creí que no); pero me sirvió mucho: qué bueno que hice arquitectura, porque me dio esa espacialidad. Yo cuando llegué a cine ya llegaba viendo desde arriba todo el entorno, como imaginándome el mundo como un entorno y como una totalidad. Traía herramientas ya, también, de composición visual, de arquitectura, de muchas cosas que, quizá, los chicos que entraban apenas de 18 años, no lo tenían; yo traía una experiencia de vida. CS: Entonces, ¿en esta búsqueda de la realidad hay que también hacer uso de todas las casualidades, por decirlo de una forma, que hemos vivido a lo largo de nuestra vida? RBS: Sí, le llamamos intuición, per o no es tal: son aprendizajes previos que llegan en el momento indicado a comprimirte todo, y a sacarte del hoyo. Esa es la intuición: son experiencias previas pero que, además, es eso: es búsqueda y es sorpresa. Y claro, a cuántos nos gustaría nada más apretar el botón de la cámara y decir: “mira, soy un genio y todo lo que hay ahí o mientras más burdo y simple, es más real”; y no, eso es rebajarle a la apuesta artística su cometido. Yo creo que para bien o para mal, el arte hay que sofisticarlo; es un pensamiento sofisticado y hay que bordar fino y, pues ni modo, no todos amanecen Buñuel o Fellini un día. Hay que hacer el esfuerzo, no hay que evadirlo. El arte es algo que se nos tiene que quedar más profundo y es más doloroso todavía; puede ser hasta más sutil pero dura mucho más. La búsqueda de la sofisticación no es pretensión, es una misión —remata su idea, Benet Santamaría. CS:Para finalizar, ¿cuál crees tú, entonces, después de todo esto que nos platicas, que sea el fin de la vida? RBS: Bueno, si lo supier a no estar ía aquí, estar ía en las enciclopedias y me llamaría Foucault, o Umberto Eco, Galasso, esta gente que piensa mucho, de esta que

hablábamos hace rato en la mañana junto con Rodrigo —Cervantes, fotógrafo amigo del entrevistado que también viajó al campus Ixtac de la Veracruzana para compartir sus conocimientos con los estudiantes del taller Creativo de Cortometrajes—, de estos grandes pensadores, esta gente que de repente pueden como comprimir en una frase todo. Yo creo que hay algo que no puedes evadir que es la sinceridad; el serte sincero, el vivir bajo tus códigos y decir: “esto es lo que yo creo que debería de ser, y voy a levantarme a diario por ser la mejor versión posible de mí mismo, de aquello que aprendí, de aquello que creo”; y serte fiel. Yo creo que por ahí va. Una vez, en algún festival fui jurado, nos juntamos con los cojurados dijimos, cuál va a ser nuestro punto de vista, cómo vamos a trazar nuestro criterio para premiar qué película. Todos llegamos al acuerdo de la sinceridad, la que nos parezca que es sincera. Ni por la producción, ni por la bonita fotografía, ni por la gran historia; la que al final nos conmueva por su sinceridad. Porque a lo mejor no llegó, pero trató de arañar y de decir y se quedó allí, muriéndose en el intento de ser sincero en esa búsqueda, y bajo esos códigos y todo, para darnos la mejor versión, la mejor posibilidad. Y eso es nuestro honor, es el intentar nuestra mejor película de ese día y, así, cada día tener nuestra mejor edición, nuestra mejor versión de cada uno de estos días. Para mí, yo creo, tendría que ser, pues, eso: el no dejar de hacer ese esfuerzo, decir: “yo quería esto y lo voy a intentar, no sé si llegue, no sé si eso sea lo que se necesite, es lo que yo sé hacer y es mi pequeñito universo en el que puedo, también, influir”; no hay más allá, no somos tan geniales. Hay veces que cuando sufre alguien mucho o llega alguien con grandes ínfulas, le digo: “no, tranquilo, no estamos quitando el hambre en el mundo; hagamos bien esto que nos tocó ahora”. Bien decía Calderón de la Barca que no todo cabe en un día, basta un triunfo en este. El buen Rodrigo no quiere dejar que la entrevista concluya sin que el maestro Benet nos comparta una epifanía que se les reveló, por decirlo de algún modo, la mañana previa a esta actividad, y le interroga: “¿Para qué hacemos arte?, ¿recuerdas lo que me dijiste?” RBS: ¡Ah, clar o!, sí, es que decíamos esto por que estaban hablando en la televisión de la basura espacial y pues, yo estoy convencido que nuestra única justificación de estar aquí es hacer arte para trascender; porque lo demás es venir a dejar basura —ríen ambos. Los humanos venimos a dejar basura, lo único que nos puede justificar es el arte; es lo único que nos puede hacer trascender, concluye el cineasta con una de sus características sonrisas que hacen más interesantes sus reflexiones, sus formas de ver y vivir la vida.

Ricardo Benet, al centro, junto con participantes del Curso Cortometraje Creativo, impartido por él en las instalaciones de la USBI Ixtac.

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puesto que se trata de fobias, discriminaciones e intolerancias, que llevan al grado máximo su odio, con ello va la negación de todos los derechos hacia muchas personas. La preocupación por la propagación y proliferación exponencial del discurso de odio en el mundo, hizo que Naciones Unidas promoviera el diálogo y la tolerancia interreligiosa e intercultural para contrarrestarlo; invitó a gobiernos, organizaciones internacionales y a la sociedad civil a realizar eventos e iniciativas que promuevan estrategias para identificar, abordar y contrarrestar el discurso de odio. Proclamó el 18 de junio como Día

Mundial para Contrarrestar el Discurso de Odio: “Ya sea el sector privado, medios de comunicación, empresas tecnológicas, líderes religiosos, educadores, sociedad civil, afectados por el discurso de odio, jóvenes o simplemente individuos, todos tenemos el deber moral de denunciar con firmeza los casos del discurso de odio, así como jugar un papel crucial en la lucha contra este flagelo”. El discurso de odio incita a la violencia, menoscaba la diversidad y la cohesión social y pone en peligro los valores comunes y los principios que nos unen. Promueve el racismo, la xenofobia y la misoginia, deshumaniza a las personas y las comunidades y perjudica seriamente nuestros esfuerzos por promover la paz y la seguridad, los derechos humanos y el

desarrollo sostenible. De esto hablamos cuando queremos cambiar la cultura que produce dolor y sufrimiento en tantas personas, en cambiar el sentido de nuestras palabras, incluso. En esas acciones todas las personas podemos cooperar para conseguir la tan ansiada paz. “Las palabras pueden convertirse en armas y pueden causar daños físicos. La escalada que lleva el discurso de odio a la violencia desempeñó un papel importante en los crímenes más horribles y trágicos de la era moderna, desde el antisemitismo que impulsó el Holocausto hasta el genocidio cometido contra los tutsis en Rwanda en 1994”, dijo António Guterres, Secretario General de la ONU en su mensaje. He mencionado la Carta Encíclica del Santo Padre titulada “Fratelli Tutti” por-

que en esas dos palabras se revela una característica esencial del ser humano que se alcanza a través del amor, es decir al reconocer, valorar y amar a cada persona como parte de nuestra familia, ya que somos hermanas todas, hermanos todos. Nos invita Francisco a promover la paz y con ello reflejar la alegría que ello da. Y ante el dolor, dice: “Esto nos debe indignar, hasta hacernos bajar de nuestra serenidad para alterarnos por el sufrimiento humano. Eso es dignidad”. (Papa Francisco, Carta Encíclica ‘Fratelli tutti’, N.68). *El autor es Defensor de Derechos Humanos a nivel Internacional, y obispo emérito de la Diócesis de Saltillo, Coah.


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por privar a una persona de su libertad aunque se tenga licencia como funcionario o policía. Supongo que eso, cualquier persona lo sabe. Digan lo que digan, en la declaración que les di, corregí un poco lo que con golpes me hicieron decir. Lo que está escrito fue lo que sucedió. Yo siempre he andado solo para todos lados. Me querían dar cuarenta años. Es mentira de que tengo cómplices, eso quedó escrito, yo andaba solo. Si en la cama del difunto había billetes regados, todos los policías los agarraron y se los repartían. Decían entre ellos: “Ya vamos a cambiarle, todos decimos que en la reconstrucción nos contó el detenido que andaba asaltando gente, que llegó al domicilio armado con cuchillo en mano y con un tubo de material galvanizado, que le sacó el cuchillo para que le entregara el dinero, pero el difunto no se dejó intimidar, el detenido al notar que no le entregaba el dinero sacó el tubo, empezó a golpearlo, el difunto corrió para la habitación de más adentro de la casa, el “Quemador” lo siguió, cerró la puerta para que nadie lo viera, ya dentro de la casa y con lo loco que andaba, bajo los influjos de la droga, no supo lo que hizo. Lo golpeó hasta dejarlo muerto”. Y así lo dejaron. Si llegara a salir antes del tiempo que me dieron y me encontrara a familiares de esa persona, seguramente reaccionaría de manera violenta. Una vez un primo que tengo se encontró con familiares de la víctima y quisieron golpearlo, le dijeron que estaban esperando que yo saliera para chingarme, así que vino mi primo a verme y me comentó ese problema. Estaba feliz porque me vino a ver y cuando me dijo eso, la pinche felicidad se derrumbó, me llené de coraje. Por eso digo que no tengo miedo, sino rabia después de todo lo que me han hecho pasar estas personas que dicen trabajar para la justicia. Realmente no sé si dedicar mi tiempo a recuperar mi vida, incluyendo a mi chaparrita, o pensar en el muerto que estoy pagando en prisión, cruzado de brazos.

es la orden: No soltarte ni manos, ni pies. Así aguántate. Después llega el comandante, te va a ver sin los ganchos y nos van a encerrar”. Ya como a las tres de la tarde de ese día, llegaron los comandantes estatales y ministeriales. El Comandante Mercado me subió en su patrulla, y en el camino me dijo: “¿Quieres que te presente a Beatriz?” (una licenciada que andaba ahí). Y me insistía: “¿Si te acuerdas de ella?”. Le contesté: “Sí, me acuerdo. Esa persona llegó cuando estaba todo golpeado, les dijo “ya déjenlo”, mientras a mí me decía: “Mira hijo, cómo te dejaron. Si hubieras cooperado, no te hubieran golpeado todo. Era cuestión de que hubieras aceptado”. La recuerdo a ella y a sus palabras. Después de mi comentario, el comandante no volvió a sacarme conversación. Ya estando en la reconstrucción de hechos, antes de que me tomaran fotos, me filmaran, empezaron de nuevo a golpearme -era una pequeña golpiza, comparada con todo lo anterior-. Mercado me pedía que cooperara: “Vas a tener que decir lo que yo te diga; si no quieres que le pase nada a tu familia. Tienes que decir todo lo que yo te diga”. Mientras me estaban golpeando, la calle de Otilio González se llenó de gente. Al ver patrullas por toda la calle, y ver civiles bien armados, los vecinos empezaron a gritar: “¡Suéltenlos! ¡Les vamos a quebrar los vidrios de las patrullas!”. Cuando la gente estaba discutiendo con los policías afuera, a mí me estaban maltratando dentro de la habitación, y el pinche comandante me preguntaba: “¿Con qué le pegaste?, ¿Por qué lo mataste?, ¿Qué problemas tenías con él?”. Querían que tocara puertas, ventanas, botellas, todo lo que había en ese lugar. Lo que ellos querían era que yo les dejara las huellas. Que tocara aparatos, cama, puertas, envases de cerveza, bachas de cigarro, vasos que estaban en una mesa... Primero me golpearon hasta que se hartaron y me perjudicaron. Hicieron lo que les dio su pinche gana por estar señalado por testigos fal(Texto escrito en agossos. No sé si las que se dicen ser to del 2014, publicalicenciadas saben de leyes, porque do por El Ojo Dereviolaron mis derechos, no sólo por cho de los golpes, sino por no creer en mi Polonio). declaración: Pisotearon mi dignidad. Después me llevaron al arraigo, donde quisieron casi casi contentarme. Me compraban cigarros y cerveza. Quisiera irme ya para ir a cobrarles lo que me salen debiendo. No quiero disculpas, lo que quiero es hacerles lo mismo: Pisotearlos. Supongo que los licenciadillos que saben de leyes, conocen que para tener a una persona privada de su libertad, tienen que tener las pruebas suficientes, porque cuando no las tienen, ¡Agárrense que lleva bala! Al decir esto quiero decir que se les hace pagar lo mismo o peor


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