Escrituras desde el Centro/ Elkin HolguĂn DTXt QR DTXt HV XQ GHVĂ€OH FRQVWDQWH del ser humano con sus miserias, para Pt HO SDUTXH GHMD YHU HO GHWULWXV GHO VHU humano y por eso me gustaâ€?. DespuĂŠs de dar una vuelta entramos a un cafĂŠ anticuario, repleto de antigĂźedades de todo tipo, hay un par de turistas en uno de sus balcones, nos VHQWDPRV HQ XQD PHVD MXQWR DO ~OWLmo balcĂłn y pedimos un par de sodas, hace mucho calor, la gente sigue moviĂŠndose con afĂĄn, siguen saliendo y siguen llegando. “AquĂ es diferente, aquĂ uno tiene tiempo para poetizar, metaforizar, pero igual todo sigue oliendo a hollĂn, a ciudad, a esos blancos atropellados por el tiempo que terminan siendo una cantidad de colores ocres, la ciudad es un hervidero de gente que deambula, aquĂ esa “canallaâ€? que menciona Dostoyevski y que repite tanto Carlos %ROLYDU FRQYXOVLYD KDFLD ODV FRPSUDV a comprar un chicharrĂłn grasoso, a comprar en la carreta que vende limĂłn, pitalla, piĂąa, fresa o sapote, el pintor que en el suelo pinta con tiza de profesor, de tablero‌ AquĂ vemos la ciudad todo el tiempo cambiando, cambia de acuerdo al dĂa, de acuerdo a la hora y VHJXLPRV YLHQGR D ORV WUDQVH~QWHV TXH a veces parecen zombis que habitan la ciudad, gente que quizĂĄ no sabe para dĂłnde va, aquĂ pasan esos tambiĂŠn, esos habitantes que estĂĄn en la ciudad y no saben que estĂĄn en ella, que estĂĄn en el centro y son cuidadosos con su bolsoâ€? Elkin insiste en las preguntas, ĂŠl no da respuestas, su posiciĂłn es la del profesor que provoca al estudiante a descubrir, hace un sĂmil con el mercaGR WXUFR XQD VDWXUDFLyQ GH REMHWRV \ cuerpos, habrĂĄ tambiĂŠn que observar los cuerpos en el centro, que dicen con su movimiento, con relaciĂłn a otros FXHUSRV WDUHD TXH GHMDUp SDUD PiV DGHODQWH \D FDH OD QRFKH \ ORV REMHWRV del cafĂŠ se roban la conversaciĂłn, los GLVFRV YLHMRV ODV ERWHOODV GH JDVHRVD DQWLJXDV MXJXHWHV WHOpIRQRV \ KDVWD pinturas. Es hora de salir, una funciĂłn de teatro nos espera, fue una tarde enWUHWHQLGD QRV YDPRV SRU MXQLQ KDVWD OD playa y tomamos rumbo a las torres de %RPERQi PH UHVXHQD XQD IUDVH TXH PH GLMR (ONLQ HVWD WDUGH “Yo era un voyerista, yo creo que siempre he sido mĂĄs mirĂłn que otra cosa, tambiĂŠn por mi forma de ser, yo creo TXH HO ~QLFR VLWLR GRQGH KDJR YLGD VRcial es en el Ateneo, Porque ni siquiera en mi negocio, yo pongo mucho cuidadoâ€?
Pasajes del Parque... Textos e ilustraciones de Elkin HolguĂn
Arena, vaho, alcohol, marihuana, perros callejeros, tinto, cigarrillo, SD\DVRV PLPRV KRPEUHV RUTXHVWD OHVELDQDV KRPRVH[XDOHV Ă€OyVRfos, pobres, gamines, prostitutas, prostitutos, fanĂĄticos, desocupados, voyeristas, sanalejos, carros escalera a pequeĂąa escala, borrachos, proxenetas, mercado negro, vendedores y compradores de almas, banda sinfĂłnica, los genitales del caballo de BolĂvar, las palomas, las raWDV KXPDQDV \ ODV RWUDV +DUH .ULVQD ODV PRQMLWDV YHQGHGRUHV GH PDWDV GH QDWLOOD HQ Ă€QÂŤ ORV TXH SDVDQ GH ODUJR ORV TXH VH TXHGDQ los borrachos, punkeros‌ todos hacemos parte o somos miembros orgĂĄnicos de este espacio-territorial‌ es un pequeĂąo universo, un orden, un cosmos, es realmente fascinante este pequeĂąo mundo, el centro de la ciudad no es solo de la oriental hacia arriba o el poblado, o la zona rosa, el parque Lleras. El parque BolĂvar es donde mĂĄs me siento vivo: “Con los siglos crecerĂĄ vuestra gloria como crece la sombra cuando el sol declinaâ€? Âży vos dĂłnde te sentĂs vivo? 11