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Entrada en juego de los partidos políticos

Entrada en juego de los partidos políticos En este punto del contencioso entre la partes vecinal y empresarial frente a la administración municipal en manos del PP, se produjo la entrada en escena de los intereses políticos con la intervención del PSOE que empezó tomando partido por los agentes sociales y económicos. Los portavoces del PSOE, en la oposición, denunciaban al equipo de gobierno municipal por el abandono de la barriada, al incumplir con los compromisos adquiridos por los vecinos, y no destinar las consiguientes partidas presupuestarias con cargo a la renovación de este espacio. al tiempo reclamaba un plan que garantizara en el ejercicio del año 2001 una dotación presupuestaria específica para hacerse cargo de los graves problemas de infraestructura de Cementerio. Cementerio no era la barriada más adecuada para realojar a las nuevas familias, dado que se trataba de una zona degradada en donde al menos una veintena de familias vivían en chabolas aún. Estas cuestiones a resolver se centraban en materia de urbanización del suelo pendiente de calificar, recogida de basuras y servicios de limpieza, introducción de aceras y asfaltado, creación de zonas verdes y parques, instalación de semáforos y farolas con iluminación suficiente, dotación de alcantarillado, dotación de un centro social y asistencial, además del emplazamiento de colegios de primaria para facilitar la incorporación de los niños de la barriada. Más allá de tales medidas a adoptar, la oposición se comprometía a solicitar a la Generalitat que declarase a Cementerio como Área de Rehabilitación de Zonas Degradadas, además de la aplicación de un Plan de Intervención Integral sobre la zona. A las propuestas del PSOE se sumaron las intenciones de Esquerra Unida (EU), apoyando las medidas de mejoras para paliar el estado de degradación de la zona considerada con objeto de aumentar la calidad de vida de todos sus residentes, para facilitar la acogida de las nuevas familias. En este sentido, EU se declaraba firme partidaria de realojar a las familias que aún habitaban en el bloque Casalarga, en peligroso estado de conservación, entre los distintos Barrios de la ciudad, pidiendo comprensión a los vecinos de Cementerio en la acogida de estos nuevos habitantes.

Como respuesta, el Ayuntamiento del PP recordaba al PSOE local lo poco que hicieron por esta barriada en los años que tuvieron ocasión de adecentarla, reiterando la urgencia por realojar a los vecinos de Casalarga a la mayor celeridad. En un comunicado al respecto se exponía que “el PSOE tuvo un montón de años para atender al Barrio pero no lo hicieron, y los vecinos lo saben”. Detrás de las aparentes buenas intenciones municipales para proceder a la puesta en marcha del realojo de las familias, para muchos de los manifestantes estas maniobras públicas no eran sino una tapadera para llevar a cabo un plan no escrito, basado en una estrategia de control político, con el fin de erradicar los focos de margi-

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