A rostro oculto #14

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PORTADA

Revista cultural y de expresión pública. Número 14. Año 2


Marzo

A Rostro Oculto

A nuestros apreciables lectores y colaboradores, los invitamos a dar vida y crecimiento a este proyecto, quedando a disposición los siguientes medios de contacto: http://issuu.com/ARostroOcultoRevista https://www.facebook.com/groups/a.rostro.oculto/ a.rostro.oculto@gmail.com Somos voz sin censura, imagen que detalla el universo. Somos A Rostro Oculto.

Portada: Alejandra Koraki. Título: Niebla. Contraportada: Mi Yo Literario Título: Cielo rojo

Dedicamos el número a quien ha sido parte de este sueño desde el inicio: Alejandra, gracias por todo.

Todas las colaboraciones incluidas son propiedad intelectual de sus autores, queda restricta cualquier reproducción total o parcial sin autorización de los autores.


Contenido Introducción

Jesús Hernández

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3

Prologo

Daniela Metserhy

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5

Fragmentos de papel pt.1

Anel Hernández

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6

Ausencias

Sergio Coronel

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7

Hambrienta de Pasión

Carmen Rodríguez

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8

Orfeo

Juan José Enríquez

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9

Afortunado

Gabriela M. Torres

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11

Necrofilia

Carmen Rodríguez

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14

La rutina

Elizabeth Vázquez M.

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16

Adaptación

Carmen Contreras

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20

Vida

Kenzo

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22

Lujuria

Carmen Rodríguez

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23

Escapar con una flor

Yoyita Margarita

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25

Me gusta

Divagante

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28

Los injusticiados

Mi Yo Literario

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29

Fragmentos de papel pt.2

Anel Hernández

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32

Epílogo

Alejandra Koráki

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33

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34

Editorial


Marzo

A Rostro Oculto

Introducción Ya se fue el invierno, pero el tiempo sigue cambiando; son momentos de censura e indignación. No sólo para los medios masivos de información. También para aquellos que callan ante lo que los rodea; y es que nosotros somos quienes se han ido callando. Los absurdos nos dominan, pues hay circo, aunque el pueblo se quede sin pan. Son políticas de gobierno que ahogan, personajes impunes que sonríen ante el despojo. Privatizan nuestros recursos, hasta los más imprescindibles, como el agua; al menos eso pretenden. Al ser un medio libre, de crítica y divulgación de cultura, es imprescindible no detenerse, pues flaquear sería un delito contra la libre expresión y nuestra propia visión donde todos los mundos caben en un solo mundo. Es necesario detenernos y preguntar, qué pasaría si se pierde la libertad de comunicarnos a nuestra manera, si censuran nuestra visión del mundo y de lo que en el ocurre. Esa creo yo, también sería la muerte. Por eso, a pesar de la agonía, las palabras rondan y las imágenes se plasman en este espacio. Gritan libertad y esperanza. Cada colaboración es desahogo, rebeldía, anhelo. Cada colaborador una luz para que la oscuridad sea menos hiriente, para que se transforme en arte y se disemine otra forma de confrontar la adversidad. Nos mantenemos firmes, sensibles, expectantes, pero ante todo, con la mirada a futuro, intentando lograr lo imposible a través de lo real… sin más preámbulo, disfrute usted de otra entrega más de A Rostro Oculto. Jesús Hernández. Marzo 2015

Somos voz sin censura, imagen que detalla el universo. Somos A Rostro Oculto.


Pr贸logo Temblar y estremecerse no es lo mismo.

Tiemblo cuando no te veo y

me estremezco cuando me miras.

Daniela Metserhy sweet_dany08@hotmail.com


Marzo

A Rostro Oculto

Fragmentos de papel

(parte 1)

Anel Hernández @leipzing

Lienzos He pintado de negro este lienzo, aquel que me dice que no habrá retorno, te aviso que la muerte viene por nosotros.

Vida Un día más cobra sentido, la vida, sonreímos al vernos uno junto al otro, compartir sueños dentro de un sueño.

Playa Volteaste a verme con esa mirada extraña, aquella que decidí ignorar, mi dulce mar.


Ausencias Sergio Coronel

Cuántos desvelos requiere mi insistencia espero y desespero aguardando impasible un retorno efímero difuso oblicuo y traslúcido difuminado por los ecos perennes de tu ausencia

Vacíos interminables y huecos insondables persiguen mis vivencias mordiendo mis entrañas socaban mi esperanza y magnifican mis nostalgias repletas de una esencia perfumada con tu aliento

Sentidos resentidos, dolidos y esparcidos cual coplas de una oda olvidada, desdeñada y moribunda palpitan aún en mi alma carcomida y arañada maltrecha y hostigada por esta interminable espera

Un ventarrón de deseos atormenta mis anhelos martirizando con insistencia mis sueños convirtiendo en quimeras la sencillez de tenerte de poseerte de volver a vivir aunque la vida me cueste


Marzo

A Rostro Oculto

Hambrienta de pasión Carmen Rodríguez Exhausta por lo vasto del apasionado acto sexual, tal vez dos horas sin parar, al levantarse, se liberó del cuerpo lacio que yacía encima de ella después de la enardecida cópula. Al cruzarse sus caminos, mirándose uno al otro, decidieron sin más dar rienda suelta a sus instintos. Una gran atracción los dominaba y en lo que parecía el lugar adecuado, los olores de ambos crearon la atmósfera maravillosa donde se desencadenó después el frenesí. Nada los frenó, nada los detuvo. Pasado el breve ritual previo se acoplaron de forma apasionada. Fluidos, movimientos, el cúmulo de caricias a veces suaves y sorpresivamente fieras, los llevaron a un nivel exorbitante, embriagador. Ninguno de los dos supo en qué momento, aquel delicioso juego se intensificó de tal forma, que ella lo empezó a mordisquear, primero averiguando su sabor. Una vez que de cierto aprobó la exquisitez en la carne de él, las mordidas se hicieron más fuertes, arrancando el primer trozo. Él se encontraba tan embebido en penetrarla que los mordiscos, lejos de asustarlo, motivaron más su arrebato. Estaba de tal modo excitado que toda su sensibilidad se concentraba en embestirla, una y otra vez. Al soltar su fluido, en el orgasmo, percibía como placenteras las dentelladas de ella, que para entonces lo devoraba, hasta qué perdió el sentido. Entonces, continuó comiendo parte de su cabeza. De cualquier forma, igual que en hembras de otras especies, lo importante fue garantizar el advenimiento de su progenie. Ahora la mantis, indiferente, dejando el cuerpo muerto se levantó y siguió su camino. Llevaba ese mismo paso lento, seductor y majestuoso, con que cautivó a su macho.


Orfeo Juan José Enríquez Rivera finisterrax@hotmail.com

Lágrimas inocentes, opacas, sensuales… Brilla un pesado coraje mortal en mi piel… Era el primer día de mi cuerpo más allá permanente y fugaz… El primer día no dice nada… Sólo el destino del abandono del que hice mi refugio, el lugar del polvo, tu otra parte de mí que el corazón en luz crucial aprendes a separar de alegría y respiro ciego… Ahora paras, superviviente hoy… Agradezco eternamente… La confusión al hastío… Encadenas sin dolor alguno… Amor… Esta vez… Lames las punzadas de odio que descarga el juicio final… Amor… Nunca has estado en nada cuando el silencio me arrastra sin lástima y provoca la muerte del tiempo… El último beso… Dispersa la mitad de mi cordura, donde cubre el instante hasta el fin… Mis sueños ardientes… Y tu prodigiosa sonrisa… Nunca ha sido nada…


Marzo

A Rostro Oculto

“La vida en Rosa� Carlos Salazar @momoztla


Afortunado Gabriela M. Torres vaginasangrante.blogspot.mx

Cae una lluvia torrencial, el parque está tan vacío y apenas iluminado por un par de farolas que, con ese ambiente, hacen ver a aquel hombre todavía más infeliz de lo que se siente. Francisco llegó al parque pasado el mediodía y un vagabundo sentado al otro lado de la banca, al notar su pena, se acercó a platicar con él. Al principio sólo emitía monosílabos y no hacía menor caso al hombre pestilente ahora a su lado. Cuando al fin hubo regresado del sopor, el vagabundo ya no le cuestionaba y Francisco comenzó a contarle lo que había sucedido unas horas atrás: — Desperté temprano, mi esposa ya preparaba café para el desayuno, bebí media taza y tomé mis cosas para ir al trabajo. La oficina no es de mis lugares preferidos, pero me agrada mucho mi trabajo. A las dos horas de haber llegado me llamó mi jefe para que fuera a su oficina. Sin más motivos me agradeció los años que había servido a la empresa y me echó a la calle. Pero no crea que perder el trabajo es lo que me tiene así, para nada. Llegué a mi casa y justo frente a la puerta encontré unas cajas llenas con mis cosas, intenté abrir la puerta pero ninguna de mis llaves entró en la cerradura. Mi esposa me había echado de la casa. Ella no estaba, metí las cajas al coche y, como no tengo a dónde ir, aquí estoy pensando qué hacer ahora con mi vida. — ¡Vaya desgracia la suya! —Contestó el vagabundo. — A diferencia de usted, hace algún tiempo, decidí deshacerme de todo. Yo era el gerente de una importante empresa, tenía un mundo de gente a mi cargo; comía en excelentes restaurantes y con un solo movimiento de manos obtenía lo que quisiera. Cierto día, terminando una junta de negocios, celebraba con mis colegas el triunfo que acabábamos de obtener, la secretaria me abrazó y me dijo: ‘Qué suerte tiene, ingeniero’. Quedé todo el día pensando si en realidad era yo un tipo afortunado y fue entonces que decidí dejar todo, empleo, casa, amigos, comodidades. Si mi suerte era tan buena, no me faltaría nada.


Marzo

A Rostro Oculto

El vagabundo pasó toda la tarde contándole a Francisco las cosas que le sucedían a causa de su buena suerte. Frente a ellos pasó un vendedor de dulces y Francisco compró un par de cigarros, el vagabundo aceptó de buena gana y cuando el sol estuvo ya por ocultarse prendió su cigarro y se fue. Francisco no se movió de la banca y pensaba en aquel hombre que jugaba con su suerte cuando él se sentía tan desafortunado. Comenzaron a encenderse las farolas del parque y el cielo amenazaba con hacer aún más triste el día de Francisco. Fue a su carro y tomó una chamarra. Todavía no había resuelto a dónde ir, así que volvió a la banca encontrándose en ella una nota y un billete de lotería, la nota decía: ‘Hoy ha tenido la desventura de perderlo todo. Que cambie su suerte.’ Sintió que el vagabundo se burlaba y rompió los papeles en pedacitos. Molesto, se quedó sentado en la banca un par de horas más, se puso los audífonos para no tener que conversar con otro vagabundo y sintonizó en su celular una estación de radio. Tocaban una vieja canción que le gustaba —¡Algo bueno!— pensó. Al final de la canción se escuchó a los niños gritones anunciando los números ganadores del Premio Mayor, Francisco recordó cada número impreso en el billete al mismo tiempo que los escuchaba. Armó el rompecabezas que había hecho con el billete y cuando descubrió que era el ganador, el cielo se desplomó al mismo tiempo que Francisco, llevándose en el caudal los restos de la buena suerte que le había obsequiado el mal oliente vagabundo.


“Tulipán Mexicano” Carlos Salazar @momoztla

“Los pelos de punta” Carlos Salazar @momoztla


Marzo

A Rostro Oculto

Necrofilia Carmen Rodríguez No duró ni dos días en la familia. Entre Carolina y Teresa se enfrascó una lucha encarnizada por el pequeño conejo; ambas rondaban esa etapa egoísta cuando piensan que todo les pertenece. Sobrevivió la tarde del viernes porque salieron a realizar algunas diligencias con su mamá, pero llegado el sábado no hubo obstáculo; las dos niñas de tres y cinco años, pelearon por la preponderancia sobre el orejón a lo largo del día.

Por primera vez tenían un juguete vivo, o vulgo mascota. Lo trataban como si fuera uno más de los muñecos. Llevándolo en sus brazos lo arrullaron, lo vistieron como a sus muñecas, lo enrollaron en su cuello como bufanda. Ya entrada la tarde, en medio del furor, ambas jalaron con tal fuerza tratando de arrebatarlo una a la otra, que no se partió en dos de puro milagro; el conejito, empezó a convulsionar y a los pocos minutos, murió. Después de un severo regaño y algunas lágrimas, mamá les ordenó tirarlo a la basura. Carolina, la más pequeña, se ofreció a llevarlo, mientras Teresa perdió por completo el interés.

Dos días después, cuando mamá fue a dar un beso a Carolina, que fue a dormir sin dar las buenas noches, un tufo insoportable le golpeó el rostro al levantar la cobija; era la mascota muerta abrazada por su ama, a medio envolver en una frazadita. Horrorizada y aguantando el olor nauseabundo, trato de tomar de entre los brazos de la pequeña el bulto, Ante el asombro de mamá, ésta se levantó con una rapidez inconcebible abrazando con fuerza al conejo; fijó sus ojos en los de ella con mirada siniestra y un gesto de fiera defendiendo a la presa obtenida en una cacería. Con voz amenazadora dijo solamente: ¡Mío!


Mi Yo Literario Jacaranda impresionista miyoliterario.blogspot.mx


Marzo

A Rostro Oculto

La rutina Elizabeth Vázquez-Marroquín Ayer estaba atrapado por la dicha y la alegría, sin embargo, hoy entró un poco de angustia a mi vida. Trato de pensar que esto es pasajero, que pronto se irá esta angustia y seguiré mi camino como lo he hecho sin ningún temor. He tratado de hacer una lista de los factores que pudieron haber provocado en mí este tipo de sensaciones. Voy caminando por la vida, como lo hacen todos, pues la vida sigue su curso, pero me entra ese sentimiento de rareza ante la realidad que me hace ver espejismos y me confunde.

En estos días me siento muy lejano a la tierra a pesar de que no hay forma de salir de ella, me siento extraño en mi propio cuerpo a pesar de que llevo años dentro de él. Me siento atrapado en mi rutina, siento que ella me pertenece y yo a ella, somos dos, somos uno, no podemos dejarnos y cuando nos apartamos un poco, ahí está aquella sensación, esa sensación de sentirme como un extraño.

Esa rutina que a veces odio por ser tan repetitiva e inconsciente de lo nuevo, esta rutina que es la que se forma por sí misma sin pedir autorización, esta rutina que sigue la misma secuencia a diario, uno, dos, tres, etcétera, y se vuelve a repetir día con día, esa es la rutina. La rutina me ha hecho creer que ya no hay nada en donde parece haberlo todo. La rutina se estremece cuando se aparece la novedad dentro de la secuencia que se repite. La rutina es enemiga de la frase ¨voy hacer algo diferente¨ y


por eso, es la rutina la que precisamente me venda los ojos para no ver lo diferente. La rutina es el marcar de mis pasos que resurge para que contemple lo que no contemplé en los días anteriores.

Apenas hoy por la tarde, la rutina ya no fue rutina para mí, me hizo notar los pincelazos rojos del cielo crepuscular cuando caminaba rumbo a casa. Hermosos pincelazos tan vivos y rojos, naciendo casi a la hora en la que el día muere, ahí están, llenos de vida, intentando hablarme. El día termina su rutina con esos crepúsculos colorados, yo termino mi día tomando un té nocturno para arrullar este cuerpo.

La rutina es la secuencia de movimientos que se repiten, ahí está, no tiene nada exclusivo, entonces para qué le dedico estas líneas a la rutina o por qué pienso en ella, no lo sé.

La rutina marca de forma inconsciente al ser humano. La rutina, aunque es rutina genera recuerdos nuevos, pues aunque se repita día con día, la vida sigue su curso, la vida camina, la vida deja a veces por recuerdos las más pequeñas cosas. Ahí va el ser humano, caminando por su sendero, acumulando vivencias que con el paso del tiempo se forjarán como recuerdos. Al principio eso es, una vivencia, una anécdota, pero después es el recuerdo, es la sensación, es la ironía de pensar que eso ya fue, y que ahora ya no está. Los recuerdos se van marcando con el vaivén de la rutina.


Marzo

A Rostro Oculto

La rutina existe, los recuerdos van existiendo, el ser humano ahí está para acumularlos o desecharlos, rara vez se atreve a desecharlos, el ser humano es una esponja especializada en abstraer todos los recuerdos de su larga o corta vida. Los recuerdos le generan al ser humano sentimientos. Esa sensación de tristeza, de alegría o de angustia que se meten en el ser humano cuando recuerda un episodio de su existencia, es la que lo hace día con día más fuerte, aunque lo debilita cuando tiene la mente vulnerable. Es el ser humano jugando con su existencia para parecer un ser humano.

La rutina soy yo tratando de escribir con palabras lo que muchas veces pienso, pero no puedo expresar delante de los demás. La rutina soy yo tratando de entender los atardeceres por sus colores, pero no me interesa compartirlo con nadie más. La rutina soy yo dándole un beso a Alejandro por las mañanas y diciéndole que lo amo. La rutina soy yo pensando que no tengo por qué angustiarme, hay que seguir caminando todos los días, así es la rutina, hay que entenderla, hay que aceptarla, hay que sumarse sin miedo a la cascada de acontecimientos, sean nuevos o repetitivos, pues no solo es la rutina, sino que así es la vida.


Mi Yo Literario Soledad miyoliterario.blogspot.mx

Mi Yo Literario Volver del trabajo miyoliterario.blogspot.mx


Marzo

A Rostro Oculto

Adaptación Carmen Contreras @Utopia_Urbana La ciudad se crea y se recrea en la mirada y en la mente de los desarrolladores de utopías, quimeras y deseos. La ciudad de México, ancestral, prehispánica, cósmica, fue levantada por el mito que conduciría a la búsqueda de un mejor lugar para el ethos sedentario. Se volvió el ombligo de la luna en medio de una batalla de dioses provenientes de los cuatro puntos cardinales. Siglo XXI. Se agota la ciudad jardín, la que en casi cinco kilómetros cuadrados de chapines, acequias, canales y canoas rústicas –mal llamadas trajineras, nombre para el Instagram-; alimentó a un Imperio y a sus aliados. Xochimilco y Tláhuac se pueden ver en los ojos claros de Pedro, su memoria es fresca como un cóleo recién trasplantado a una mejor tierra. Ojos verdes que brindan la foto sepia en el imaginario colectivo de aquel encuentro ente Zapata y ejidatarios de San Gregorio y de San Luis en los límites con Mixquic. Siglo XXI. Los ejidatarios se han replegado. Nadie habrá de cultivar de nuevo en esta tierra. Irónicamente, se encuentra invadida de otro frente, de una tribu moderna que lleva el nombre de Francisco Villa. Casas de cartón, láminas tóxicas, cables entrecruzados, indican el asentamiento irregular. Es la ciudad precaria, construida con el material duro de la corrupción. El deseo de la “vivienda popular” tiene dos caras: la del negociante del territorio, edificador de bases sociales y la del ocupador empobrecido pero hábil para la sobrevivencia clientelar. La reforma al artículo 27 constitucional empujó hacia la pendiente al ejido en todo el país. La ciudad de México no fue la excepción. En 25 años ha disminuido de nueve a tres por ciento la superficie de cultivo en el Distrito Federal. “Estos fueron


palacios” dijo el escritor de “La región más transparente”, “estos fueron ejidos” dicen los ecologistas. Pedro mantiene presente el mito de Xipe-Totec. El cambio, las estaciones, y de todos los ciclos, especialmente el del agua: -No hay cultivo; no hay filtración al subsuelo. El resultado es el hundimiento de hasta doce metros por cada año. Lo expresamos a los ingenieros que estudiaban la forma de construir la Línea Dorada del Metro. A ellos los guía otra quimera-. Adaptación. Los ejidatarios se han integrado a los corredores del mercado de plantas importadas en Cuemanco, a los vehículos de transporte público concesionado, a la venta múltiple que se da en la vía pública, a lo que en el lenguaje plano pero eficiente de la estadística se le llama “sector terciario”. Hay una urbanización posible para la economía, hay una urbanización imposible para la identidad cultural. Parece que en Muyuguarda, en donde la tierra ha bajado doce metros en 12 meses, se hundió el mito de Aztlán. Los ojos agua verde de Pedro se cierran. Ciudad de México, Centro Histórico.

Mi Yo Literario


Marzo

A Rostro Oculto

Vida Kenzo

Nací entre las palabras de un poema, deseo morir al ser recitado. Crecí con los renglones, como cuna las comas. Aprendí a caminar con saltos de letra en letra, aventarme desde lo alto de un fonema. Y me enamore de las alas del mismo poema, Engendre y cuide de mis párrafos; los ame, y volaron para situarse en los libros indicados. Camino más despacio porque en el horizonte veo el punto final, marcado con tinta de eternidad, en la última letra de mi recital, tú, lector, vuelve a comenzar.

(Dedicado a mis amigos y familia)


Lujuria Carmen Rodríguez

Tal parecía que el pequeño perro chihuahua, de nombre Eros, le hacía honor a su nombre o, al llevarlo, le era obligación actuar de esa forma sicalíptica. Desde que llegó a la edad adecuada, se la pasaba trepándose en cuanto mono de peluche, almohada u otro objeto pachoncito que pudiera hacer las veces de la prenda amada. Su ama insistía que era chiquito para cruzarlo, pero bueno, tal vez no consideraba que Eros nunca sería de más tamaño o que para el amor no hay edades. No podían ir a ninguna parte sin que el can en cuestión hiciera gala de sus impulsos carnales en cualquier cosa, incluyendo los pies de las personas. Por fin, un día, en un parquecito donde solían caminar, Eros percibió el olor inequívoco de la pasión. Buscó por todas partes y en un descuido de su ama, jaló fuerte de su cadena haciendo que esta se soltara de entre los enjoyados dedos. Corrió y corrió hasta encontrarse con un montón de perros callejeros; en medio de ellos estaba la hembra que no expelía, supuraba la fragancia provocadora. Se escabulló entre las patas de los canes y por mucho alcanzó la rodilla de la hembra. No llevaba ni tres embestidas, al aire por cierto, cuando unas fauces del tamaño de su cuerpo, lo tomaron, sacudieron y aventaron lejos. Cuando su ama lo encontró entre unos arbustos, sólo pudo comprobar que la erección no se pierde ante la muerte repentina.


Marzo

A Rostro Oculto

“Hay una fiesta; bienvenidos, todos caben� Carlos Salazar @momoztla


Escapar con una flor... Yoyita Margarita Me gustan las flores, Sus olores Aromáticas y frescas, Ventajosas fortunas Aire fresco en mi cara Y ellas, Siempre ellas, mirándome Con gloria suprema De esa que viene de arriba, De esa mismo. La luna fresca con su brillo Y su resplandor inocente Las colorea de noche, Y sueño también En ser pintada. La luna da calor, Es como un ángel en el cielo Bajado para mí, Que está en los rincones Nocturnos, Gracias a Dios.


Marzo

A Rostro Oculto

Hay terciopelo y bronce, Hay dulces y caramelos Y engordo, No me gusta No me quedará bien el vestido Ni aquel sombrero. Gracias por todo Extranjera luna, Tu ayuda y aprecio. Te acordaste de mí Y el cielo y las flores Están ahí para mí. Es necesario saber De estas cosas, Estas materialidades Extrañas, Extraterrestres. Gracias por tus gramos De paciencia De oro y plata, Por comprenderme, Por escuchar las llamadas Del viento Y recibir cargas Del carácter Divino de Dios.


“Expandiéndose” Carlos Salazar @momoztla


Marzo

A Rostro Oculto

Me gusta Divagante @deliha25 Me gusta ir un poco despeinada por la vida y sentir como el aire se hace cómplice de mi cabello, como urden secretos, como confabulan y se enamoran a cada paso... Me gusta encontrarme con tus ojos y que cada día me regales tu sonrisa... Me gusta ese guiño travieso y el sabor de tus besos en mi mejilla... Me encantan las cosas simples de la vida, como escuchar el roce de tu piel bajo las sábanas, ese murmullo que al contacto cuenta que me amas... Me gusta ver crecer el pasto, como se desperezan los jazmines, me gusta ver el canto de las aves, ver cada nota bailando por los aires... Me gusta saborear el aroma de la tierra y beberme el aliento del sol... Hay veces que amanezco en desvarío, no me hagas mucho caso, a veces me enamora más la vida... Tampoco prestes atención... A veces solo soy feliz y comparto; por favor acepta mi regalo... Me gusta disfrutar de la impaciencia de los niños, me gusta desbocar el amor en cada abrazo... Me gusta ser así... Sólo yo... Despeinada y sonriente por la vida.


Los injusticiados Mi Yo Literario miyoliterario.blogspot.mx Ellos viajan por senderos de muerte, atraviesan un silencio sepulcral, se desviven en las instancias de la guerra, en el vacío de una sociedad sin libertad. Sus voces se ahogan en medio de la soledad, en medio del hambre, la miseria y la esclavitud. Defienden su tierra y su trabajo, su herencia y su tradición. Son parte nuestra y aun así están en el olvido, pues nadie los mira, aunque gritan con desesperación la tristeza que los oprime, el abandono que les hemos propinado. Están relegados a la esquina del mundo, a la izquierda de la tierra. Son nuestros, son suyos, son de nadie, somos todos. Porque esta pobrecita patria esta tan cerca de la ausencia, pero tan lejos de su propia identidad. Somos producto de un secuestro del patriotismo, del predominio de la razón. Somos olvidados de nuestra historia, viajeros sin rumbo dentro del mar de las posibilidades cristalizadas, porque vivimos en sueños, en ilusiones que raramente se alcanzaran. Tenemos magia, tenemos raíces, pero nos acaba la idea de la vacuidad, de lo inmediato, de lo material. Nuestro refuerzo se llama consumo, se llama olvido, se llama pobreza, pero más se llama falsedad. Duele mirar su vida a través de la nuestra, sentir las llagas de su esfuerzo silencioso, ahogarnos en el humo, en la demencia y en la podredumbre que nosotros mismos les hemos generado, que nos hemos generado.


Marzo

A Rostro Oculto

Aún así hemos viajado, con el rencor en nuestras espaldas, con la esperanza tatuada en la frente, con el sudor y la tierra que impregnan la ropa, con las heridas que laceran la mente. Esperamos descansar en la tierra prometida, en la solución que la fe nos ha creado, en una fe que nos vende indulgencias y nos mantiene muertos de hambre, ataviados en el estigma del fracaso y el anhelo, entre harapos y efigies, porque si es posible la patética mezcla de la pobreza y la magnificencia. Sin embargo, mantenemos nuestra mente en espera de una mirada, de una palabra, de un ejemplo que seguir. Buscamos vida, acercándonos a la reverencia de la muerte, coqueteamos a la alegría sin tirar el paño que seca nuestras lágrimas. Nuestro anhelo es simple, nos ha domesticado la cultura del otro, la que nos encadena, la que nos apresa y nos halaga con terror. Porque somos uno y no somos nada, seguimos esperando una voz que nos llame, una que siembre un arcoíris de redención para nuestra raza, para nuestra tradición, para nuestro pueblo. Somos faltos de justicia, somos expectantes del dolor, somos el resultado de la imaginación de nuestros antepasados y el alimento del depredador. Somos uno y no somos nada, porque nos hace falta vida, nos hace falta amor. Pobrecitos de nosotros, tan alejados de nosotros, tan cerca de caminar solos a media noche. Eso es vivir en injusticia, en la injusticia de la cultura y el valor; vivir de sueños frustrados, vivir para ser injusticiado, para lograr injusticiar, para recaer en el malestar de esta cultura.


“Los Trenes” Alejandra Koráki facebook.com/ale.koraki

“En carretera” Alejandra Koráki facebook.com/ale.koraki


Marzo

A Rostro Oculto

Fragmentos de papel (parte 2) Anel HernĂĄndez @leipzing

Verdades Abraza la inmensidad del universo dentro de mi mirar, que opaco la realidad.

Amor No existe. Contrato indefinido de reglas, patrones, entre dos seres.

Amistad Aquella crueldad que siento cuando te vas, cuando te extraĂąo, vil soledad.


Epílogo

Si tuvieses que partir ahora. Si tuvieses que empacar toda tu vida. Si tuvieses que abandonar este mundo, ésta vida, éste cielo, éste todo... ¿Habrías dejado tu huella? Como una estrella fugaz que se marcha sin mirar atrás, pero que deja un camino de luz para que otros la sigan. Como si fuera un camino de pétalos blancos que se adornan tras tus pasos... Como un sendero que has trazado con tu vida. ¿Habrías dejado tras de ti una estela luminosa? No esperes a que se acabe el tiempo. Persigue tus sueños. Alcanza tus metas No lo hagas por otros. Hazlo por ti.

Alejandra Koráki


Marzo

A Rostro Oculto

Dirección Jesús Hernández Alejandra Koráki Diseño Alejandra Koráki Consejo de editores Cynthia Galicia Javier Olivares Relaciones Públicas Jesús Hernández Colaboraciones y comentarios: a.rostro.oculto@gmail.com Colaboran: Daniela M / Anel H / Sergio C / Carmen R / Juan E / Gabriela T / Carmen R /Elizabeth V / Carmen C / Kenzo / Yoyita M / Divagante / MYL / Alejandra K / Jesús H



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