A rostro oculto 7

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A rostro oculto

Revista cultural y de expresi贸n p煤blica.

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A nuestros apreciables lectores y colaboradores, los invitamos a dar vida y crecimiento a este proyecto, quedando a disposición los siguientes medios de contacto: http://issuu.com/ARostroOcultoRevista https://www.facebook.com/groups/a.rostro.oculto/ a.rostro.oculto@gmail.com Somos voz sin censura, imagen que detalla el universo. Somos A Rostro Oculto.

Portada: Felipe Hernández. Título: A Rostro Oculto. Contraportada: Jesús Hernández. Título: Dicen las paredes

La dirección y el equipo editorial dedican este número a Martha, excelente amiga que se nos ha adelantado para encontrar la utopía.

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INTRODUCCIÓN ¡ Qué manera de llegar al número 7 de la Revista A Rostro Oculto! Porque las letras y la libre expresión se comparten como las 7 notas musicales y, 7 son los colores del arco iris. Siete los pecados capitales y siete las virtudes que las combaten. Y las letras urgidas de salir por donde sea, comparten entre si estas dos cualidades, con ansias de ganarse la gloria o el infierno. Como es costumbre nuestros sueños y realidades, se hacen presentes en diversas expresiones, desde la poesía, prosa, ensayo, la denuncia, arte visual y hasta reflexiones profundas. Es un privilegio compartirnos en estas páginas y reconociendo al ser humano, con sus necesidades de cantar, contar, soñar y pensar. Pensarnos como unidad, como especie, pero sobre todo, como parte de todo. Es la retórica de quienes conscientemente escribimos… Compartiendo letra Reflexionando Soy Cuando el viento toca tu piel La realidad frente al espejo In vitro Quimera Cuestionando la realidad En el umbral solitario de las horas Mi amor Desnuda Dedico estas letras...

Rubén Ramírez Lemus

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INDICE Nota de los editores

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Introducción

Rubén Ramírez L.

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Dedico estas letras…

Yoyita Margarita

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Soy

Rubén Ramírez L.

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Ritual

Felipe Hernández

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De todo y de nada en luto

Roberto Zárate

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Sabemos / Disparate

Gabrielle Granados

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Perspectiva

Carlos Salazar

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Cuarenta y cinco años

Elizabeth Vázquez-M

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Nadie Litigio

Leonardo Alesones Lau

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El sol y yo

Yoyita Margarita

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En fase final

Juan José Enríquez

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Trasluz

Leonardo Alesones Lau

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Ausencia

Concha Moreno

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Mi amor

Andaluz Ferrary

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En el umbral solitario de las horas

Yorela B.

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La realidad frente al espejo

Bruno L’ermellino

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Invitro

Juan José Enríquez

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Cuestionando la realidad

Fernando Chávez Vega

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Desnuda

Adriana Martínez

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Me duele el dolor

Concha Moreno

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Reflexionando

Karina Arvizu

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Cuando el viento toca tu piel

Jesús Hernández

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Editorial

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DEDICO ESTAS LETRAS… Yoyita Margarita Siento que hoy tengo la posibilidad de recordar a estas dos ternuras incomparables, dos hermanitas que estuvieron en casa desde que nacieron y que compartieron con nosotras muchos años de su vida, nos quisimos hasta la saciedad y jamás nos cansamos de hacerlo, el amor por los animales no es un amor que muere sino que perdura eternamente. Sé que me esperan en el cielo, las quiero y siempre las querré, las llevo en el corazón, sé que me adoraron y amaron como a su hermana y una de sus madres, que me veían como una igual, que jugaban con placer y todo su cariño era sincero. Pero un día se marcharon y no pude más, que dejarlas escapar de sus cuerpos que ya no valían para nada, era mi compromiso darles una muerte digna. Llevaban meses que paso a paso se perdían por su mala salud, y un día Ploffff, fin, inyección y entierro de sus cuerpos, pero no de sus recuerdos, sus almas pequeñitas pero cálidas, sus ojitos, su amor y su andar por casa, que era pura poesía. Las quiero, siempre las querré y espero volver a verlas, como gatitos, con sus miradas, sus cuerpecitos y su enorme cariño, allá entre nubes o en el esperado paraíso, que quizás también tenga árboles y flores, pero que me falte todo, no importa, ellas, no. Desde aquí les lanzo un beso, un abrazo y un “te quiero”. Las recuerdo, las añoro y me duele que no estén a mi lado, como antes, pero la vida es así y eso ya lo sabemos todos, que es tristemente así y la muerte existe y existirá para todos y cada uno de nosotros, que dejaremos de existir para formar parte del aire, pero que eso no significa que no podamos volver a vernos como éramos, como nos conocimos físicamente. Que dejemos se sentir esos dulces ojitos gatunos sobre nuestras actuaciones, movimientos, todo volverá a ser como antes pero dentro de un marco de agradable inmortalidad celestial donde la unión será eterna también.

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SOY Rubén Ramírez L A Elizabeth ML

Soy un timón con vocación de semilla. Soy la cordura del loco que juega feliz. Un loco que sueña a entender el movimiento de la mano, que viene del corazón. Soy a veces los pasos que me han dejado llegar. Soy también los desandados para partir. Soy mis ojos, que solo oyen lo que quiero tocar. Y a veces también me escapo a la cordura de la realidad. Soy la ternura en los ojos de ti mujer. Soy la chispa encendida, que apagará tu cama. Soy... en la mañana y a la siguiente nada... Soy terco como la vida, testarudo como mi suerte y, dharma niño por convicción. Soy unos acordes a la luz de la luna. Soy el caudaloso río, a ratos manso, a ratos bramido. Soy el silencio de un grito sobre tu almohada...

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Ritual Felipe Hernรกndez

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DE TODO Y DE NADA EN LUTO Roberto Zarate Dicen que hay que veces que uno se despierta con un luto sobre de uno. Hace unos días siento llevar tres lutos en mi corazón, de diferente tamaño y de diversa forma, pero caminando por la ciudad conmigo, como una fiel compañera que siempre espera, que no se aleja ni se pierde ente el tumulto de la gente. Susurrando una tristeza de vez en cuando por toda la cabeza. Uno de esos lutos es saber que mi país a muerto como tal, puede que su nombre y su lugar en los mapas; en eso que vende alguna ancianita en su papelería, quizá cada tercer día, y es que su forma geográfica seguirá ahí. Sin embargo, su riqueza tanto naturales, culturales, económica, ya no estarán más, al menos en manos de todos los que nacimos en esta tierra, sino de manos de empresarios y políticos corruptos. Pues con la ya tan famosa reforma de energética, ya no hay propiedad privada; tanto miedo les daba a los políticos y a la ciudadanía que el comunismo acabaran con ese privilegio hace unas décadas en este país, le tenía miedo, se debía cuidar la patria de ese cáncer ideológico y que ironía que es gracias al capitalismo que eso se acaba aquí, de quien debíamos de cuidar era de la globalización. Ni mucho menos protección o consideración a las reservas naturales o vestigios arqueológicos, zonas protegidas, espacios para rituales o tradiciones ancestrales y culturales ni ejidos o campos de cultivo, ya que pueden ser candidatas a que el gobierno las quite, pagando una miseria, según ellos un pago justo, para luego entregárselas sin mucho esfuerzo y a precios de carcajadas tanto a empresas nacionales o extranjeras que exploten, se enriquezcan sus bolsillos, agranden sus fortunas, extiendan sus imperios o se fusiones en grandes corporaciones, mientras que dejan las zonas devastadas hasta que ellos consideren que ya no hay en ese lugar algo con lo que obtenga un beneficio, pues se les concesionan casi casi de por vida. Y no hablar de las condiciones laborales que tendrán quienes saquen esa riqueza, pues es como regresar al Porfiriato, eso da tristeza, saber que los ideales de la revolución sólo son eso y que se mueren con estas acciones, aplaudidas y avaladas por un gobierno y un pueblo que solo se agacha y acata. Y duele ver como con esa reforma tan alabada como la séptima maravilla del progreso y que llevara al país a una nueva era de dicha y prosperidad para todos, los que lucran con ella, lo que se está aplaudiendo es el despojo de la tierra, del país. Es casi como el actuar de la Ley de Lotes y Baldíos 7


promulgada por Juárez; aun que en esta nueva versión de corte energético no sólo serán despojados los indígenas, sino a toda la nación con el argumento chapucero que es para el desarrollo y lo que mejor le conviene a nuestra patria. Eso llena de una gran tristeza que cae sobre uno, al saber que todo está a la venta, incluido uno mismo. Por decir algo, que las zonas arqueológicas pueden ser vendidas o ya le pertenecen a una empresa que puede hacer con ellas lo que desee, como ponerle luces y sonido para hacer un espectáculo más atractivo o construir tiendas o centro comerciales a un lado de ellas, o aeropuertos o conjuntos residenciales o que se yo, sin importar el daño generado a las ruinas o pirámides, pongamos que hablamos de Teotihuacán o de San Salvador Atenco o islas yucatecas o alguna otra…

Por otro lado, hay otro luto que se posa en el corazón, es la partida de la alegría de una persona con la que me toco compartir un espacio de trabajo y conocer el cariño que le tenía a su profesión, a su esposo, a su familia, a sus amigos, a la vida en general, el estar de buen humor y con una alegre expresión siempre bajo sus lentes. Transmitiendo de una u otra manera esa alegría que salía por su boca a veces en forma de sonrisa, otras ocasiones las vertía con palabras; consejos o apoyo cuando uno lo necesitaba, ahí sentías ese gusto que ella tenía por existir y la alegría de vivir y uno podía saber que amaba la vida y que sus seres queridos también la amaban. Se va a extrañar tu presencia física Martha Patricia González Castro, pero esa parte que compartiste con cada uno de los que tuvo la oportunidad de conocerte; esa nos acompañara siempre y seguirás con nosotros en esa alegre sonrisa, no me queda más que decirte hasta pronto y ojala nos veamos del otro lado, volver a coincidir, me dará mucho gusto volver a compartir un momento con la sonrisa y la alegría que tenías para con la vida. Que donde estés sigas iluminando con tu alegría a quienes estén contigo.

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Gabrielle Granados

SABEMOS Es suave y peculiar la manera en que los acontecimientos nos separan y nos vuelven a encontrar, es como un ritmo, como una danza... porque a veces voy y tú no estás, porque a veces los pasillos vacíos me cuentan de ti, mientras tu preguntas por mí en el momento equivocado, te sigo, me sigues, sin saberlo ¿Y qué es lo que sabemos entonces? Al menos ahora me mantengo en el misterio, y yo sé, yo sé de ti, mientras sigo un camino que me conduce a ti, mientras oigo tu nombre volver como el eco infinito, mientras vuelvo a tejer un encuentro fortuito.

DISPARATE Hemos caminado juntos, entre la espesa niebla, de madrugada en madrugada conocimos lo que éramos: una herida sin deseos de sanar, una piel y un pétalo suave, un tumulto apabullante, un silencio incrustado en algarabía. Éramos y ahora somos una mezcla de colores fríos, cálidos, opuestos, paradójicos, un tono sufriente que nadie puede comprender, un disparate envuelto en un hermoso atardecer.

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PERSPECTIVA Carlos Salazar @Momoztla El mundo sin duda es visto a través de los ojos de nuestra experiencia, la perspectiva que juzga nuestra “realidad” es permeada por ese cúmulo de vivencias, así, un mismo evento puede ser “visto” de diferentes maneras, ¿Cuál es la correcta? – Ninguna, quizás todas solo sean una ilusión; como la perspectiva en estas fotografías, que parece que vemos algo tridimensional cuando en realidad solo son pixeles bidimensionales.

Espiral @Momoztla

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Elizabeth Vázquez-Marroquín ely_slippery@yahoo.com.mx El ser humano cumple años, y lleva consigo una carga de sentimientos que se suman a su historia. Estos sentimientos pueden ser ignorados algunas veces, sin embargo, los sentimientos reclaman su espacio y hacen que el ser humano se muestre vulnerable y sensato consigo mismo. Tras no haber nada más que el paso del tiempo, los sentimientos, las emociones, es lo único que le queda al ser humano para sentir que existe. Los sentimientos no desean ser olvidados, el ser humano tampoco desea olvidarlos. Es su esencia, es su historia, son los años los que se cumplen y los sentimientos los que se acumulan. CUARENTA Y CINCO AÑOS Hoy cumplo cuarenta y cinco años. Ahora tengo la edad en la que ya no soy un joven, pero tampoco soy un anciano. Ahora soy simplemente un hombre de cuarenta y cinco años. Ni joven, ni viejo. A veces menos vivo y más muerto. No compraré un pastel, no encenderé las famosas velitas, ni siquiera estoy seguro de querer compartir esta fecha con alguien. Es un problema tener esta edad, sobre todo cuando se vive en el entorno de la angustia y de lo incierto. Tengo cuarenta y cinco años y no he logrado tocar el corazón de nadie, y nadie ha tocado el mío. Supongo que soy un egoísta con mis sentimientos, no deseo que nadie los eche a perder y preferí desde hace tiempo hacerme cargo de ellos. Me pertenecen solo a mi. Estos sentimientos, los mismos que conozco desde hace cuarenta y cinco años, me conocen a mi y algunas veces me hacen sentir que existo, otras veces me hacen sentir que me volveré loco. Los sentimientos son la verdadera razón por la cual el ser humano es humano, son la razón por la cual algunas veces al percibirlos el ser humano deja de ser un animal salvaje y es un ser vulnerable. Se siente existencial. No es un perro, no es una rata, no es un pájaro, es un ser humano. Existe y siente. Algunas veces, cuando evito apreciar el cumulo de sentimientos que cargo conmigo, es cuando me acecha la soledad y la frustración por ser un hombre sin percibir su propia esencia. Y cuando los percibo, siento gusto y a la ves angustia, son tantos sentimientos acumulados que provocan que me sienta pesado. Son como una maleta llena de tabiques. Me agotan, los dejo, prefiero no tocarlos, los dejo dormidos, tranquilos, así nadie los molesta, nadie los lastima ni siquiera yo mismo. Guardo silencio, hago como que no existen. El ser humano acumula de forma inevitable sentimientos. Algunas veces son buenos otras veces son puro veneno, pero siempre están presentes. Se acumulan a través de los años, hacen que el ser humano los cargue a todas partes, y en un momento de sensibilidad 11


asechan sin misericordia el alma del que los porta. Son unos irresponsables de sus propios actos. Actúan como ellos quieren y cuando quieren dejando un extraño sabor en la boca y bloqueando la mente para hacerse pensar solo en ellos. No puedo hacer mucho por mi mismo cuando están fastidiándome constantemente, algunas veces me hago el sordo, hoy no puedo, aquí están. Parecen voces, ecos, que me gritan desde el espacio y me cuesta trabajo no escucharlos. Creen que me hacen compañía, pero en estos momentos no deseo su compañía, los evito, mejor pienso en la película que vi la semana pasada en una sala de cine, una típica comedia, de esas que cuando comienzas a ver inmediatamente puedes adivinar el final. Pienso en el último libro que leí de Laura Restrepo, la pobre Agustina asechada quizás por sus propios sentimientos, termina actuando como una loca sin ni siquiera estarlo. También viene a mi mente aquel libro de la saga de vampiros de Anne Rice, donde se reflejan la soledad y la angustia que sufre Lestat, el vampiro estrella de la saga, quien termina solo, asechado por su malicia vampírica, sus sentimientos y sus emociones, no menos humanas a pesar de que supuestamente es un vampiro. No quiero terminar mi día como Agustina, tampoco como Lestat. Me incorporo. Decido hacerme cargo de mis sentimientos, buscaré la forma de desahogarlos antes de que ellos me ahoguen a mi. Me dirijo a mi departamento. Escribiré un rato. Algunas veces escribo para deshacerme de la angustia que me generan los sentimientos y justo en este momento me exigen toda mi atención. Los toco, son tangibles, unos son blandos, otros son ásperos como un pavimento de piedras. Los pruebo, unos son dulces como un chocolate, otros son amargos como un limón. Los observo, unos son transparentes, otros son incluso color rosa, y los más atroces, son obscuros y siniestros. Los huelo, unos huelen como el pan de mantequilla que preparaba mi mamá y otros huelen como si tuviera la nariz en la coladera del drenaje. Los escucho, unos son como sinfonías relajantes y otros son sonidos llenos de ecos y voces que no me dicen nada, pero me molestan. Dejo de ignorarlos. Ahí siempre han estado, ahí siguen y ahí permanecerán, crecerán como una epidemia y terminaran como siempre, exigiéndome espacio y tiempo, y así sucesivamente se sumarán a mi vida. Hoy cumplo cuarenta y cinco años. La edad en la ya no soy un joven, pero tampoco soy un anciano. Se acumulan los años, se acumulan los sentimientos y éstos, se comportan como una maleta llena de tabiques, es muy pesada, solo que a esta maleta no puedo dejarla, realmente no son tabiques, son sentimientos y aunque algunas veces me pesen, siempre me acompañan.

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Leonardo Alezones Lau leonardoalezones@hotmail.com

NADIE ¿quién fue? ¡nadie! así respondieron los moradores con miedo de ser observados por la cuadrilla de motos el ángel de nuevo olvidó su ala en la escalera tengo por pintar este pesebre no exagerar ni fruncir la tez amarilla de los inquilinos con paludismo y terror mejor un tono púrpura que le de la paz del maíz cuando retoña al pequeño cubierto por la sábana

LITIGIO te aferras a la soledad de una cruz a vivir flagelado detener el tiempo en alguna parte tendría sentido si reclamamos como nuestra la inmensidad el vacío dará lugar a cosas que otorgarían paz a quien reina dolorosamente

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EL SOL Y YO Yoyita Margarita Le amé en profundidad, Mi locura de ser yo, Mi infierno, Mi martirio por mis cosas, Pero el sol me calentaba igual, Él y yo siempre, Nunca me abandonó Nunca me dio una patada Ni me dejó plantada Como una rosa en una gran maceta Color ladrillo. Entonces sabía que éramos Amigos, Que tendría esperanzas, Que habría más oportunidades, Seguridad, Que me entenderían, Tuve el conocimiento De que me vencería A mí misma, Supe, me perdonaría, Llegaríamos a hablar, Nos contaríamos secretos. En mi inferioridad Sabía que éramos parecidos, Era verdad, Nos comunicábamos, Nos comprendimos, Nos calentábamos Y pensábamos igual.

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Dulce, Salado y Dulce @Momoztla

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LA POETISA PIDE UN FAVOR A LA MÚSICA. Yorela B. ¡Entiende! No es la elocuencia del ritmo absoluto ni la perseverancia de la nota límpida o el fulgor de la sonata onírica o la danza luciérnaga de Terpíscore ¡Tampoco el sudor carnívoro del piano estremecido! ¡O las dunas del concierto áureo! No es tampoco el canto florecido Ni el efímero candor de la batuta ¡Tampoco el atril es tu sitio! … Es la poesía en azulada ruina El murmullo tímido de las letras trinas Es el espectáculo de la palabra astuta de la insolencia en canto irregular: el bordado de oro en papel vetusto ¡es el hambre ingenua de querer contar, la humedad incierta de la boca que quiere nombrar la tinta ingerida, la única para poder hablar! … Es desolado tu sitio Mas ¡Qué dulce ardor el quererlo habitar! Escribir la salvación con cuchillos Deshilar la cabellera de la mujer que se quiere amar Revivir la sangre del mísero en flores inciertas Y un sueño, en insomnio anémico, poder mitigar … Acaso queda la noche, sonata única que sé interpretar Acaso queda la diáfana y aguda tonada de la asesina lunar El canto oscuro de los matorrales que debo hacer sonar … ¿Acaso las cuerdas húmedas que Calíope supo aromar? ¡Qué suspiro queda tras la hoja yerta! ¡Pero qué placer la música ferviente del estilete al cantar! ¡Desde siempre he emergido de este sitio acrisolado! ¡De este espejo de ave con canto quedo y despejado!

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EN FASE TERMINAL Juan José Enríquez Amanecer… Morir en tus labios…

TRASLUZ Leonardo Alezones Lau leonardoalezones@hotmail.com

corre el diablo y lleva entre dientes el ángel que fue la montaña de sus pieles el corcel que teme a los lobos disfrazado en seda de trapiche porta en los ojos una negritud que agranda por sobre toda majestad cuando hiede su temblor en los candelabros y la puerta es lo único entre él y los fuegos

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AUSENCIA

Concha Moreno @Kotxaki

Suave es el tiempo benéfico el mundo mas, yo no encuentro aliento en tu ausencia ¡Brisa de la noche dulzura de la aurora pétalo que aroma mi dulce tormento! Anida en mí tu sombra rocíame de anhelo fecúndame en silencios, mas... róbame su ausencia.

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LĂ­neas por doquier @Momoztla


MI AMOR Andaluz Ferrary He encontrado un amor fantástico, he tenido la dicha de sentir un amor que siempre tendré en mi corazón, hay quienes me dicen que no es amor, sino una fantasía y yo les digo que tienen razón que nuestro amor es una fantasía, es algo mágico, las cosas que nosotros tenemos en común es como una magia que resplandece en la oscuridad. Necesitamos que nuestro amor crezca mucho y por eso quiero estar todos los días de mi vida a lado tuyo y sé que el amor que me tienes es tan grande como la misma magia que tenemos entre nosotros. Recuerda que un día no nos conocíamos y estábamos solos, éramos como la mitad de una alma buscando su mitad que se había perdido, así sentí cuando te conocí. Mira desde que nosotros nos encontramos hemos sido tan felices juntos, que cuando nos ven en los parques y jardines, nos dicen que estamos locos, pero yo no les hago caso porque sé que nuestro amor es infinito, mas allá de las estrellas y sobre todo más grande que el mar. Así que si te dicen que estás perdiendo el tiempo, diles que es el tiempo más aprovechado que jamás he tenido. Por eso te dedicaré mi tiempo para ti y mis fuerzas y recuerda que estaré contigo hasta en los pensamientos y la Magia que hay en nuestros corazones alumbre por siempre y no se apague nunca.

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EN EL UMBRAL SOLITARIO DE LAS HORAS… Yorela B. En el umbral solitario de las horas me encuentro humilde ante el ocio de tu recuerdo canto el florecimiento de tu nombre que me rescata de este desvarío y me orillo, dulcemente atormentada, a esta música de muslos pálidos. ¡Cuánta sedición entre la noche y el amanecer donde no puedo hallarte! ¡Qué labios se forman y acumulan bajo la sábana sepulcral! Bien sé que pronto hallarás la hendidura de mi pena; en el encuentro besarás la mortaja azul que la cubre. Y poco a poco el triunfo del frío que nos hace urdir los cuerpos procurará adornarnos el rostro y los cabellos enlutados y así nos limpiaremos con besos el rocío violeta de nuestro sueño, la vida enterrará su hoz en nuestra flama recién pintada, las manos y una blanda violencia buscarán el gemido tibio de esa música: entonces callarán los huesos y no habrá otro remedio que tu nombre, y el mío, maldecido por el júbilo de tenerte en la brevedad del combate amoroso de saberte dulce campo febril donde pueda sembrar los giros rítmicos de mi voz de reconocer el suntuoso sonido que se evoca ante la sola presencia de tu aureola; y resucitar bajo un efecto de ternura sobre tus hombros que se descuidan de la muerte.

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Terror en la ciudad Felipe Hernรกndez

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LA REALIDAD FRENTE AL ESPEJO. Bruno L'ermellino

Una historia breve, de matices emocionales conocidos, de esas que surgen en una mente en un instante y a tal velocidad desaparecen; es eso lo que me encuentro a punto de relatar. Olvidaba a cada momento cómo era; o al menos eso él pensaba. Miraba su reflejo una vez y de nuevo, pues ya no estaba en su mente su propia imagen. Así a cada oportunidad, se buscaba en una superficie reflejante; la dulce y apacible pantalla de aguas tranquilas, o la oscura y difusa imagen en el transporte. Era como buscarse constantemente, se encontraba y volvía a huir. De esta forma, cada vez que veía su reflejo era como un encuentro inesperado con su ser. ¿Quién podría decir lo que pensaba? Muchos había, que lo figuraban, pero nadie que lo afirme; ni siquiera él mismo. Coexistían en su persona dos entes; él y el del espejo; que al fin, eran el mismo, unidos y reunidos por el reflejo. Teniendo pues, este contexto de su reflexiva personalidad entenderemos por qué cada mañana, en su camino a sus múltiples destinos, se miraba siempre en ese gran espejo que a su camino encontraba; se detenía unos instantes comprobando que era él a quien veía, después un rápido escaneo, y asumía el veloz paso de nuevo. Para él un acto inocuo de prácticamente nulas consecuencias... Sólo para sí. Del otro lado del espejo, cada día alguien lo veía pasar y hacer su ritual y fugaz reconocimiento, sin verlo como tal, pues no sabía de la existencia de los reflejos. A los ojos de ese ser oculto tras el espejo, el de afuera le miraba con expectativa intensidad. -¿Qué busca?- Se preguntó con extrañeza la primera ocasión- ¿Me miró? No, no; por supuesto que no. Pero los días pasaban y a cada instante se convencía de que las escrutantes miradas eran para sí; pronto, sintió por dentro la asesina semilla de un árbol de ilusiones. 23


Esperaba el diáfano y efímero momento en que podía cruzar una mirada de respuesta para aquel que le observaba. El resto del tiempo, lo pasaba tejiendo fantasías con el enredoso fruto de ese árbol que ya se transformaba en bosque y que llevaba dentro. A partir de entonces la realidad quedó fuera de juego y fue cuando "perdió el suelo", como dicen por ahí. Los hechos eran apoyo a lo que su mente elucubraba y nada más. Todo pasó del plano real al mental; y no quiere decir que yo descalifique a uno y otro; ni siquiera que sean distintos, pero creo, están separados por una línea, finísima, desde luego. En los productos fútiles de su imaginación a cada momento se encontraban más y más cercanos. Estaban ya tan cerca que la atmósfera de sensualidad del ambiente era indecible; los cuerpos casi se tocaban el uno al otro; y al final lo hicieron, primero por casualidad y después por convicción y ahí se encona la historia; una historia en la mente del ser tras el espejo, por supuesto. Ahí es cuando el deseo se transforma en necesidad y después en angustia. -¿Por qué siempre me mira igual? ¡Le respondo, pero nunca reacciona! ¿Acaso habré fallado en algo, cometí un error?- Eran preguntas que la angustiosa necesidad infundía en aquella atormentada criatura. Tanta era su desesperación que arremetió contra lo imposible: Se propuso cruzar la delgada frontera que lo separaba del producto de sus anhelos y detenerlo en una de sus aceleradas marchas. Así lo planeó; lo esperaría justo a unos pasos de donde él siempre se detenía a mirarle y lo increparía; le hablaría de su amor y...y...Bueno, así sería. Todo estaba listo, casi era la hora de que el veloz amado apareciese. -Es hora- dijo la criatura y se dispuso a encontrar el lugar apropiado. *** Esa mañana, nada era diferente en el reflejo que mostraba el espejo antes de salir; se miró una vez más y se convenció de que todo estaba bien. Apresuró el paso, descendió las escaleras y encontró un ojo que lo observaba atentamente en un espejito hexagonal de la puerta de salida; de nuevo, todo se veía bien consigo mismo. 24


Encaminó sus pasos en la dirección acostumbrada y al acercarse al único espejo que lo mostraba en cuerpo completo, se dio cuenta que alguien había cometido la estupidez de estrellar algo en contra del cristal y ahora estaba destruido. ¡Lástima! Ahora tendría un reflejo menos qué ver. Y sin pesar, continuó su camino.

Impulso @Momoztla

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Juan José Enríquez finisterrax@hotmail.com

INVITRO Velado atardecer, pensamiento sedado de respiros mórficos del dilatado usurpador; que muestra en lengua brillante premura de estado vegetativo, luna menguante de ilusiones en hongo petrificado.

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CUESTIONANDO LA REALIDAD.

El caballero de la triste figura Fernando Chávez Vega @mosieursad

“Todo puede ser, porque nadie sabe nada, porque la realidad rebasa siempre lo que sabemos de ella, porque ni las cosas ni nuestro saber acerca de ellas está acabado y concluso, y porque la verdad no es algo que este ahí, sino al revés: nuestros sueños, nuestras esperanzas pueden crearla” María Zambrano, Filosofía y poesía.

Miranda y Alberto se encuentran en la orilla de una playa. Es un día soleado, la briza golpea sus rostros con gran fuerza; se abrazan como si desde hace mucho no se hubiesen visto. Después de un largo abrazo se besan con trémula torpeza, parecida a la que experimenta quien toca los labios ajenos por primera vez. Acto seguido se miran, no hace falta las palabras, el verdadero amor se expresa en el silencio. Caminan tomados de la mano, mientras caminan Alberto piensa que lo que se encuentra experimentando debe ser la verdadera felicidad; justo cuando termina ese pensamiento….despierta. Alberto es el tipo más normal y común que pueda ser descrito. Tiene 60 años es profesor de preparatoria, imparte: literatura universal. Le encanta leer y aunque ha querido ser escritor, se sabe que no tiene talento para aquello. Físicamente Alberto es de complexión gruesa, es de tez morena, tiene poco cabello, ya con canas, que según la opinión de sus alumnos: “parece pelo de rata”. Pese a lo caricaturesco de su cabello, tiene una mirada severa y una nariz aguileña que le otorga un toque de seriedad. Lo particular de Alberto, no es la gran cantidad de libros que ha leído, ni lo bien que enseña su materia; ni siquiera su falta de talento para escribir. Lo que lo caracteriza es que desde que posee uso de razón no ha dejado de soñar con Miranda. La primera vez que la soñó él tenía siete años, se encontraba en un bosque, era una tarde con mucho viento, él jugaba con la corteza de un árbol y a lo lejos podía divisar a una niña que se acercaba con la intención de jugar con él, su nombre era Miranda.

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Miranda, como él, parecía cambiar con el tiempo. Así, conservaba un recuerdo de Miranda en varias etapas de su vida; sin embargo, desde que Alberto cumplió treinta años el mismo sueño se repite sin cansancio. En el sueño Alberto se había congelado en el tiempo, pese a que en la realidad ya pasaba de los cuarentas, en el sueño siempre veía su cuerpo y el de Miranda, como cuando ambos tenían treinta. Él adjudica que se detuvo en ese momento porque en el sueño llega a experimentar la verdadera felicidad. Vivir con el sueño de Miranda repitiéndose cada noche no ha sido nada fácil. ¿Te imaginas acariciar la verdadera felicidad; para luego despertar y darte cuenta que no la tendrás más que en tus sueños? Al principio le molestaba soñar con lo mismo cada noche; después un pánico se apoderó de él, incluso duro varios días sin querer dormir; pero finalmente, y como todo en la vida, se fue acostumbrando a su sueño. El verdadero problema ya no era el sueño, sino que Alberto se enamoró de Miranda, lo cual resultó ser un gran problema. Alberto la buscó en la vida real, pero jamás la encontró, ni siquiera alguien un poco parecida. La buscaba entre la gente cuando salía a pasear o de camino al trabajo, la buscaba entre sus alumnos e incluso, llegó a buscarla en otros países. El único lugar donde siempre la encontraba era en sus sueños. Con el paso del tiempo se resignó y dejó de buscarla. Alberto se casó y aunque sabía que no amaba a la mujer con la que se casaba, decidió que no quería permanecer solo. Su esposa se llamaba Ariadna y aunque al principio ella lo amaba; siempre dudó de la fidelidad de Alberto, debido a que en las noches le oía susurrar el nombre de Miranda. Alberto jamás contó su sueño a nadie, era lo más preciado que poseía y no quería compartirlo; además, siempre estaba el prejuicio de que lo viesen como un loco. Después de que Alberto cumplió los setenta años cayó repentinamente enfermo. Los médicos sólo alcanzaban a diagnosticar que los días de Alberto estaban contados. Mientras su mujer sollozaba y maldecía la ineptitud de los médicos; Alberto permanecía dormido la mayor parte del día soñando con Miranda.

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Miranda y Alberto se encuentran en la orilla de una playa. Es un día soleado, la briza golpea sus rostros con gran fuerza; se abrazan como si desde hace mucho no se hubiesen visto. Después de un largo abrazo se besan con trémula torpeza, parecida a la que experimenta quien toca los labios ajenos por primera vez. Acto seguido se miran, no hace falta las palabras, el verdadero amor se expresa en el silencio. Caminan tomados de la mano, mientras caminan Alberto piensa que lo que se encuentra experimentando debe ser la verdadera felicidad; justo cuando termina ese pensamiento, Miranda lo ve sobresaltada: -¿Te sucede algo? –le dice preocupada. -No, ahora todo está bien. Alberto ha muerto….o ¿acaso ha comenzado a vivir?

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Adriana MartĂ­nez

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Quimera Felipe Hernรกndez

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ME DUELE EL DOLOR Como una daga lacera mi costado ese dolor de quererte, de haberte querido y de no saber cuándo dejaré de sentir. Los silencios duelen las no miradas duelen las ausencias duelen duele el dolor del vacío Hace tiempo que arrastro el dolor como una inmensa rueda Hace tiempo que el vacío ha sustituido a la alegría al calor de tu contacto al olor de tu piel Hace tiempo que ya no hay tiempo.

Concha Moreno @Kotxaki

32 Subir como crecer cuesta @Momostla


REFLEXIONANDO… karina.arvizu@facebook.com ¡El Anticristo presente a diario en nuestra vida! Quienes afirmamos que Cristo, el Jesús Bíblico e histórico predicó la enseñanza del amor, la compasión la tolerancia. Que colocó al ser humano en un plano divino compartiendo la gracia de Dios, estamos viviendo a diario situaciones que nos alejan y nos confrontan con lo enseñado por él. Las enseñanzas son para aplicarse en la vida diaria, en el ejercicio de la vida cotidiana, de la convivencia, la familia, los amigos, el trabajo, la diversión, el deporte, el estudio. ¡En TODO! El anticristo, no es un personaje de imagen cornuda y zoomórfica, No. El anticristo es el comportamiento de quienes hacen a un lado la conciencia humana, la búsqueda del bienestar humano y se adhiere a prácticas y comportamientos que dañan de una u otra manera al ser humano. Que dañan al prójimo desde maneras sutiles hasta las más obvias y rapaces. Siendo claros, desde la burla y la crítica destructiva hasta la realización de negocios, decisiones y gobiernos que dañan el bienestar de los demás. Actitudes y decisiones Antihumanas, contra las enseñanzas de Cristo contra el cuerpo de Cristo, que somos todos los seres humanos. Así que hay que tener mucho cuidado en donde colocamos nuestros afectos, que es lo que aceptamos como correcto y cómo nos comportamos a diario. ¿Se oye terrible? Pues así es, y lo hemos tomado a la ligera, hemos creído que en un momento determinado, como la biblia lo dice. ¿Es algo inevitable? Inevitable no, ahí entra la elección de que somos y como somos. Queremos ser el cuerpo de Cristo, actuemos como tal.

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CUANDO EL VIENTO TOCA TU PIEL Jesús Hernández @jesushdzv Desafía el silencio de la noche, reviéntalo con sonidos plagados de euforia y placer. Ven, endúlzame los sueños, susúrrame cada orgasmo al despertar. Pero no te olvides de llorar de placer, de entregarte en cada roce de nuestra piel. La noche abraza nuestras ilusiones, correspondamos con caricias de libertad. Arrópame con caricias, mójame ahora que la lluvia se fue. Murmúrame ilusiones después de la carnalidad. Atrápame entre tus piernas después de la tempestad. Llévame al hartazgo de tus besos, al éxtasis que escapa de tu entrepierna. Que nuestras caricias no mueran, permite que sean sorprendidas con envidia por el amanecer. Abrázame hasta el suspiro, hasta que ardan el deseo y el corazón. Nos hacen falta noches de locura, momentos donde se desgaste el silencio con el placer. Arrulla mis desalientos, ahoga mi virilidad entre tus piernas y tu corazón. Oblígame al ensueño, al despiadado encuentro de nuestra piel. Llévame a disfrutar de tu sudor, a enloquecer con el flujo de tu ternura. Somos viento, por eso nuestro errante caminar. Somos vida que se extingue, por eso nuestra piel arde en la eternidad.

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Dirección Jesús Hernández

Consejo de editores Hartagracia de Rien Rubén Ramírez

Colaboraciones y comentarios: a.rostro.oculto@gmail.com

Colaboran: Yoyita M / Rubén R / Felipe H / Roberto Z / Gabrielle G / Momoztla C / Elizabeth V / Leonardo A / Yorela B / Juan E / Concha M / Andaluz F / Bruno L / Fernando C / Adriana M / Karina A / Jesús H

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