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Mamushka Inesencial
Carrera de Arquitectura, 2018. Materia: Proyecto IV. Curso: Arquitectura de Planta Profunda. Profesor: Martín Ibarlucía. Ayudante: Francisco Viegener. Proyecto: CICT. Alumnos: Candela Cicinelli, Ian Groisman Marcilla.
“The ideal acoustic form for a concert hall any program is a shoe box”. Rem Koolhaas
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Si la arquitectura es un proceso de internalización de lo que ella misma no es todavía, puede suceder que aquello que una generación internaliza se distancie tanto de las próximas generaciones que éstas, al mirar hacia el pasado, dejen de ver el pasaje y vean solo cristalizaciones. Sea porque desconocen su historia o porque la mistifican para volverla ideología, dejan de reconocer en la arquitectura un medio en permanente transformación, y solo pueden identificar esencias inamovibles según las que se define como disciplina. Estas esencias solo podrían ser estudiadas, entendidas, aplicadas, y a lo sumo refinadas de acuerdo con las capacidades de su idealidad, volviéndose innecesario renovarlas o reinstituirlas. La arquitectura se aquieta, languidece, y su voluntad de construcción de sentido declina en facultad de perpetuación. Para proteger esta posición, sus defensores se ven obligados a otorgar a la arquitectura una forma hermética, falsamente sellada, tan autónoma que se vuelve inofensiva, o tan heterónoma que su instrumentalización la hace desaparecer. Una de las infinitas posibilidades para abrir este problema es hacer entrar nuevamente la arquitectura en una fase expansiva, restituyendo sus capacidades como medio para internalizar lo que todavía no es arquitectura. Otra, más astuta y lúdica, es tomar sus supuestas esencias y tratarlas como si no fueran verdaderamente arquitectura, como si en vez de esencias fijas de características inalterables y trascendentes fueran lo contrario: materiales abiertos dotados de inercias y propiedades impulsoras de su propio cambio.
Mamushka Inesencial toma el segundo de los caminos y desconoce el estatuto inviolable de algunas esencias arquitectónicas mientras las ama con terror destructivo. Su material de trabajo es la caja: cuatro paramentos verticales y dos horizontales. Con una operación ordena cuatro conjuntos de cajas uno dentro de otro. La primera caja, dominante, tiene base cuadrada, tres pisos de altura, y contiene en su centro otra virtual de igual altura, de base cuadrada más pequeña, que define el espacio donde se inserta el resto de las cajas. Entre el perímetro de la principal y la virtual se organiza un conjunto de cajas rectangulares planas y repetidas, una por nivel, conteniendo laboratorios y oficinas. Dos grandes cajas verticales se ubican coincidentes con los bordes de la virtual, pero no se tocan entre sí y atraviesan la principal desde su base hasta su tapa. Dentro contienen espacios comunes: sala de usos múltiples, sala de conferencias, cafeterías. En tercera instancia, otras dos cajas verticales pequeñas se organizan en los dos costados de la virtual. Dentro suyo hay patios. Finalmente, cinco cajas verticales pequeñas se concentran en las esquinas de la virtual y contienen escaleras. Los perímetros de todas ellas se encuentran contenidos por una grilla de columnas rectangulares de ritmo regular. Esto puede verse con claridad en el interior, mientras en el exterior se vuelve constitutivo de carácter. En la caja mayor, las columnas están más espaciadas en la base, menos en el medio, y más en el remate. Así es el humor de esta Mamushka Inesencial: sin ironía, sus cajas son tan racionalistas como insustanciales, tan clásicas como Koolhasianas.