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Anna Font, Manuel Mensa
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Redux Anna Font, Manuel Mensa
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Manuel Mensa: Encantado de comenzar esta edición especial de Archivo Redux, ciclo que transmite registros y ediciones realizados por el Archivo de Arquitectura, de actividades curriculares y extracurriculares de la Escuela de Arquitectura y Estudios Urbanos de los últimos años.1 En estas transmisiones se reviven las ideas que circularon y fueron debatidas en la historia reciente de la Escuela. Los contenidos se presentan nuevamente, relanzando su interés cultural y potenciando su influencia. Archivo Redux construye una taxonomía disciplinar mediante la organización retrospectiva de posicionamientos y sensibilidades de la cultura arquitectónica contemporánea. Hoy tenemos una edición singular de la serie.
Anna Font: Singular, dado que el ciclo consiste de ocho transmisiones por semestre y el evento de hoy funciona como odd-number, bisagra entre los dos semestres. Cabe recordar que los eventos seleccionados encarnan pensamientos circulando en la Escuela de forma embebida, que Archivo Redux abre nuevamente. En el período en que se llevó a cabo el proyecto Singularidades, que se articula con la lectura de Singular, estábamos discutiendo entre profesores, profesores y alumnos, y alumnos, las diferentes formas de pensar el proyecto a partir de la producción de los cursos. Hoy nos interesa reflexionar sobre ese momento y los sistemas de valores en construcción. Esos criterios están hoy integrados en las agendas de la Escuela y se han ido sofisticando en la práctica de las materias. Si te parece, podemos contextualizar el proyecto de Singularidades y el de Singular para entender la sincronía de esas dos ramas de este proceso.
MM: La transmisión trae nuevamente la mesa redonda de abril de 2018, en ocasión de la presentación de Singular, cuyo sentido fue dar forma de manifiesto a los principios de una teoría que estaba emergiendo a lo largo de las discusiones de Singularidades. Son varias las contextualizaciones anidadas.
AF: Relacionarlas nos permitirá comprender la totalidad. Singularidades consistió en una serie de exhibiciones y foros que resultaron de un proceso de singularización de la producción de los alumnos de grado y posgrado de la Escuela. La voluntad de llevarlo adelante surge de una intuición sobre el día a día de la Escuela. Los trabajos estaban tomando formas especialmente intensas, y para alimentar su fuerza era importante entender el fenómeno colectivamente como un proceso constitutivo de ideas con alcances generales. En ese contexto, Ciro Najle organizó la coordinación de las áreas de la Carrera a ese efecto.2 El espacio de la coordinación tuvo como objetivo reunir, dar consistencia, e impulsar un fenómeno cuya forma era incipiente, marcada por prácticas y pensamientos no necesariamente convergentes, y congregarlas en torno a la idea de singularidad en arquitectura. La intersección entre la conceptualización de los proyectos y trabajos en tanto singularidades y la estructura de la Escuela generó una política que devino una acción teórica. La identificación y conceptualización de singularidades construyó un progresivo interés y aumentó el volumen del debate, situándolo alrededor de la discusión sobre en qué diversos sentidos el modo de enseñar era capaz de destilar objetos influyentes interna y externamente al ámbito académico. La voluntad de racionalizar y editar los trabajos constituyó el medio para propagar su efecto, y el magma de ideas producidas generó un pico de intensidad que rápidamente se volvió identitario.
MM: El proceso procuraba construir la idea de que un proyecto puede trascender su particularidad y volverla singularidad. Y en paralelo comenzó a constituirse esa noción, que circulaba en diferentes instancias, como reviews o correcciones. A nivel operativo, recorríamos la Exhibición de Fin de Año3 y filtrábamos la producción mediante un proceso de selección, que comenzó como un rastreo y se fue clarificando con el propósito de encontrar materiales incipientemente singulares.
AF: Se trataba de una serie de trabajos singularizados a partir de un pool representativo de la producción anual. Recorríamos la exhibición y hacíamos listas extensivas. Era un proceso interesante de arqueología, terminado el año, con la fuerza de la exhibición. Naturalmente, la política de selección desde las áreas procuraba activar espacios. No se trataba solo de encontrar objetos preciosos, sino de construir contenidos rastrillando la estructura de la Escuela y activándola.
MM: Se tenía en cuenta la estructura curricular, la división en áreas, materias, y cursos, con el intento de reconocer lugares activos o de enfatizar aquellos activables. Y se desarrollaba una sensibilidad dirigida a lo singular, más allá de la estructura de contenidos de la que un trabajo formaba parte. Se generaba tensión entre la estructura curricular y la atención a sus posibles ampliaciones y desarrollos. Se ponía especial atención en trabajos que tenían potencial para activar cambios.
AF: El medio en que se plasmaban las singularidades consistía en un panel que no incluía la totalidad de los documentos, sino un solo material: una imagen, dibujo, catálogo, o fotografía. El proceso de singularización no se relacionaba con el proceso de generación, sino que operaba respecto de un material que se consideraba carente de determinaciones o de historia, por decirlo de alguna manera. La singularización tiene una dimensión inventiva que genera un extrañamiento, una tensión irresoluble entre el proyecto tal y como ha sido producido en un curso, respecto de cómo es singular. Suponemos múltiples valores en un proyecto, pero la singularidad se diferencia de modo excluyente, e incorpora una definición disciplinar influyente y polémica. Los paneles incluían documentaciones diversas, operando como objetos: axonometrías bizantinas, isometrías, plantas, secciones, vistas, fotografías de maquetas, imágenes o textos.
MM: La singularidad consistía en un panel con una imagen acompañada de un texto editorial. Un tarjetón4 detallaba los créditos con una imagen de fondo, complementaria en un plano secundario. En la relación entre imagen y texto había un apareamiento. Los textos los redactábamos los coordinadores, y las imágenes, originales, eran post-producidas. Muchas fotos de maquetas, por ejemplo, pensadas con cierto ángulo, fueron forzadas para que tengan las características que buscábamos. La singularización involucra un punto de vista único que se impone como forma absoluta.
AF: No se trataba de recopilar objetos y presentarlos, ya que eso los mistificaría, sino de editarlos, entendiendo la edición como construcción. El modo en que se redactaban los textos definía el tono del pensamiento detrás de la selección, por lo que toda singularización era un descubrimiento que abría un recorrido hacia adelante. Los paneles tenían el tamaño de los muebles del taller.5 Se pegaban dieciséis singularidades ordenadas según una distribución que tenía en cuenta la relación con la estructura académica, la búsqueda de equilibrio y disonancia entre dibujos de línea, fotografías a color o blanco y negro, según una estrategia dirigida a constituir un conjunto divergente pero consistente. Los paneles se exhibían en la Galería del Taller,6 y mientras los colgábamos, los alumnos se acercaban a ver qué había pasado, y leían los textos estableciendo relaciones entre cómo había sido pensado el trabajo y su forma
singularizada. Era una oportunidad perfecta para una conversación llena de fricciones, y por eso decidimos organizar los foros. Los ditellores7 se apilaban para construir una plataforma en forma de auditorio en la que sentarnos frente a los paneles. En este formato se daban diálogos entre profesores y alumnos que retroalimentaban la producción.
MM: Cada foro tuvo una configuración diferente que permitía o inhibía formas de diálogo. Había una política de autoría colectiva y diferenciada, en vez de única y cerrada, que tenía su expresión material y se articulaba mediante diferentes organizaciones: la olla, la gran mesa, el ciempiés. Era interesante que cada formación propiciaba una forma de comunicación. La doble olla, curva y contra curva, permitía comentarios por encima del hombro. Y la mesa larga promovió el diálogos a gritos, amenos pero dirigidos a escucharse a la distancia. Un problema interesante en relación a la influencia de las singularidades era cómo se las nombraba, poniendo en valor el trabajo a la vez que sobrecargándolo con el vector de su propagación. Algunos se volvieron memorables.
AF: Singularidades está completamente cargado de afecto, tanto en la forma como en los procesos. Hay nombres cariñosos o que despiertan cariño que caracterizaban a los objetos. Hugo (Hay unas gotitas orbitando). O Burnie. O Noodles. Otros tenían más ajuste al marco de pensamiento al que pertenecían. Uno solo mantuvo el nombre del proyecto, El Monumento del Anti-Monumento, que consideramos que ya estaba singularizado.
MM: Se filtraban los atributos con la voluntad de enfatizar la condición singular de los trabajos. AF: Un punteo condensaba las razones por las que una imagen potencialmente podía constituirse como singularidad. Eran importantes los rasgos que reconocíamos en cada uno. Sobre esa base, distribuíamos los trabajos entre los coordinadores teniendo en cuenta quién se podía relacionar intensamente con cada material. A continuación, se escribían una serie de párrafos sin estructura, priorizando el vínculo estrecho con las imágenes. Los textos no son descriptivos en el sentido de que hablen puramente de lo que se ve, sino que construyen lo que podría pensarse como el mundo mental de un trabajo. Eso implica no solo las condiciones de su producción, ni se reduce a evidenciar el proceso proyectual, sino que incluye la invención de contextos disciplinares con los que el trabajo resuena, y relaciones conceptuales imprevistas. De la lista se pasaba al párrafo, que se reescribía en pasadas transversales, a veces reestructurándolo: un amasado de diferenciación continua.
MM: Los textos tienen un tono arbitrario, aunque no caprichoso. Se trata de un sesgo fuerte, de la construcción de una mirada específica de los materiales. La correspondencia entre texto e imagen se apoya en jugar a ser el texto descriptivo de un trabajo que solo está allí parcialmente, pero involucra la construcción de un pensamiento con frecuencia enteramente nuevo. Lo mismo sucedía con la edición de las imágenes. Se establecían relaciones disciplinares y se los intensificaba en esa dirección. El proyecto de las barras de Proyecto II del curso de Josep Ferrando, por ejemplo, era interesante como tipología que se superaba a sí misma, idea que, aunque no explicitada en el trabajo, estaba embebida. Los textos describen un proceso de problematización de los cursos, desde dentro pero excediéndolos.
AF: Singularidades fue un disparador del pensamiento de que editar los proyectos, exhibirlos o debatirlos, los complejiza y los radicaliza. Un nivel teórico se desenvolvía como un hilo en subterráneo a través del conjunto. Ese hilo generó Singular, 8 manifiesto de 128 proposiciones en castellano en tipografía regular y en inglés en light, sobre un gradiente pixelado de valores de hue que da tono suave y carácter enrarecido y abigarrado a su sentido.
MM: En el proceso de revisar las variaciones de los gradientes de la imagen, la saturación y la iluminación, se decantó la idea de una nube cargada de lluvia atravesada por el sol, como si la luz refractara sobre un sustrato acuoso suspendido y con ello se volviera un material tangible. La apuesta consistía en generar una teoría de la práctica que adquiera entidad. En ese sentido, Singular no es una glorificación de la práctica, sino su elevación a otra dimensión. AF: El proceso de escritura consistía en que cada uno escribía una proposición, que enviaba por mail al siguiente en la cadena de producción, quien la ajustaba y escribía la siguiente. De ese modo se acumulaban pensamientos, y se generaba aceleración y tensión, ya que lo que habías recibido condicionaba lo que podías escribir, en una escalada constante.
MM: Fue un proceso gozoso y un procedimiento que excede lo anecdótico, y su forma acabó determinando en gran medida el contenido. La secuencia atravesaba sucesivamente a todos, y a cada paso cada uno tenía que escribir una nueva proposición. La proposición tenía que empezar por un verbo en infinitivo, y no podía tener más de dieciséis palabras, aunque podía tener menos. Esto generaba una forma extraña de dialogar mediante supuestos nunca explicitados, por momentos malinterpretados, pero que funcionaba de un modo cada vez más consistente. A esto se sumaba la agradable sensación de que otros seguirían trabajando en lo que uno había abierto. Recibir la cadena de proposiciones era mejor que recibir las noticias. Era como recibir una carta en un código a descifrar, interpretar, y seguir desplegando. Estaba prohibido preguntar qué significaba lo que se había escrito, había que aceptarlo e intuirlo. Las proposiciones estaban numeradas, y el proceso de escritura estaba distribuido en el tiempo de manera rítmica. Había turnos para recibir, y ventanas de tiempo para responder, estimulando la escritura como cuando uno piensa, lo cual sucede muchas veces de improviso, no cuando se decide. Luego hubo un proceso de revisión, filtrado y orden, tratando con cautela lo hecho. AF: Definimos tres criterios para el orden de la secuencia: carácter, tono, y ritmo. Evaluamos lo escrito y llegamos a la conclusión de que esas tres características permitían entender la forma de las proposiciones, y que las íbamos a ordenar según patrones. En términos del carácter, notábamos proposiciones de carácter cultural, y otras objetual. Decidimos organizarlas de forma simétrica, siguiendo el orden cultural-objetual-objetual-cultural. El tono, en cambio, mutaba de lo constructivo a lo problemático, para volver a ser constructivo al final, generando un centro cargado de discusiones disciplinares. El ritmo estaba dado por la cantidad de palabras, dado que hay proposiciones cortas, de una palabra, y proposiciones largas que llegan a las dieciséis. Esto nos llevó a pensar que no se trataba solo de catalogar lo producido según temas o conceptos, sino que el orden secuencial implicaba una idea de totalidad clara pero no estructurada. Las proposiciones se pueden leer sueltas, por sectores, o de principio a fin. El patrón es alternado, yendo de proposiciones más largas, a menos, a más, a menos, lo que genera una lectura pausada de niveles de atención variables, con una lectura rápida en el medio, dándole agilidad. Se supone que quien lo lee pasa por diferentes estados de ánimo.
MM: Es como una respiración. La publicación adquirió una vida que excede al ciclo, y es una invitación a revisarlos y un desafío hacia adelante. Hay muchas formas de relacionarse con las proposiciones, y muchos humores a través de los cuales filtrarlas. Estuvimos conversando sobre cómo las Singularidades redefinen la idea de proyecto, y Singular propone una idea de crítica de arquitectura operando desde dentro del proyecto.
AF: La proposición cero dice: 000_promover la singularización en el pensamiento de arquitectura como alternativa a la argumentación y la crítica. Y otra dice: 051_postergar el juicio para abrir campos de trabajo insospechados. Hay una voluntad de pensar la crítica como apertura de espacios de trabajo, y no como argumentación de juicios cerrados.
MM: La práctica de la crítica de arquitectura como construcción de espacios desatendidos o no pensados como tales.
AF: Se puede mapear o ser leído en diferentes registros, de modo de entrar en sintonía con la propuesta general o con posicionamientos disciplinares específicos. 044_reconocer la estructura de lo que hay y consolidarla, luego traicionarla y consolidarla, y así sucesivamente: son procesos de apertura y cierre que proponen problematizar los recursos disciplinares con la idea de que se puede comprender la historia de la arquitectura navegando singularidades suspendidas en el tiempo.
MM: Hay una propuesta de práctica de la crítica como medio para la creación de singularidades, una especie de materialismo expandido o de formalismo embebido de contenido, y las proposiciones requieren siempre que se las relacione con otro material, con discusiones disciplinares actuales, o con proyectos de la historia de la arquitectura. La proposición 024_despejar los recubrimientos ideológicos del medio, funciona como una precondición para crear relaciones nuevas. También se proponen registros menos programáticos y más lúdicos: 042_plagiar inescrupulosamente como un modo competitivo y generoso de establecer precedentes, linajes, genealogías, movimientos e ismos.
AF: Muchas, o todas las proposiciones, aun si conclusivas, permanecen abiertas y sin temporalidad. Son aforismos que flotan sobre un fondo multicolor y gaseoso. Hay proposiciones cuya frescura opera mediante pequeñas conmociones o vibraciones. Son fundamentales las que se enuncian desde la candidez o la alegría, que invocan una lectura entre líneas que no coincide con ninguno de los registros en particular, sino que funcionan como una omnipresencia difusa. Esto tiene que ver con la creencia de que las transformaciones cruciales en la arquitectura suceden a través de la arquitectura misma, intensificando sin escrúpulos lo que le es constitutivo.
01 El Archivo de Arquitectura de la Escuela de Arquitectura y Estudios Urbanos tiene como objetivo la construcción de un fondo documental activo de la cultura de la Escuela. Coordinado por Anna Font, con un equipo de colaboradores graduados de la Carrera de Arquitectura. 02 Coordinadores de Área de la Carrera de Arquitectura (2016-2018): Anna Font por Proyecto y Planeamiento, Manuel Mensa por Historia y Teoría, Carolina Telo por Comunicación y Forma, Lucas Torres Agüero por Ciencias Básicas, Tecnologías, Producción y Gestión. 03 La Exhibición de Fin de Año es un evento que exhibe la producción anual de la Escuela de Arquitectura y Estudios Urbanos en el Taller de Arquitectura. Su apertura congrega a la comunidad de la Escuela, y recibe a un amplio espectro de invitados del medio arquitectónico. 04 El Tarjetón es un formato de difusión de la Escuela de Arquitectura y Estudios Urbanos, de formato transversal a todas las ediciones de la Escuela. Contiene un anverso de créditos sobre una imagen de producción de la Escuela, y un reverso de organización del evento. 05 El Taller de Arquitectura de la Escuela de Arquitectura y Estudios Urbanos integra sistemas edilicios con un sistema de equipamientos que vincula transversalmente escalas y escenarios diversos de organización del trabajo en un continuo espacial transformable. El proyecto fue desarrollado por Ciro Najle y Anna Font en 2012-2014. 06 La Galería de Arquitectura es el espacio central entre los núcleos de ascensores del Taller de Arquitectura de la Escuela de Arquitectura y Estudios Urbanos. El corredor circulatorio amplio habilita el desarrollo de reviews, exhibiciones, reuniones, foros, y eventos. 07 Los ditellores son prismas de base romboidal y altura rectangular utilizados para la exhibición de trabajos de la Escuela de Arquitectura y Estudios Urbanos. El proyecto desarrollado por Sebastián Adamo y Marcelo Faiden en 2012 es parte de un programa de instalaciones de piezas de soporte del Taller de Arquitectura diseñadas por profesores de la Escuela. 08 Singular es un zine de una única edición, publicado en paralelo a la serie Archivos de Arquitectura de documentos culturales dirigidos a construir una plataforma abierta de difusión y reflexión con el objeto de expandir el campo y el alcance del debate de la Escuela.
Foro Singularidades, Noviembre de 2017. Retrato de la audiencia durante las presentaciones. Fotografía: Juan Ignacio Palma, Archivo EAEU.

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Agradecimientos
Singularidades es una serie de foros y exhibiciones organizados por el Centro de Estudios de Arquitectura Contemporánea de la Escuela de Arquitectura y Estudios Urbanos de la Universidad Torcuato Di Tella durante los años 2017 y 2018. Desarrollados por Anna Font, Manuel Mensa, Carolina Telo, y Lucas Torres Agüero, coordinadores de área de la Carrera de Arquitectura durante el mencionado período, los eventos fueron dirigidos a constituir singularidades a partir de trabajos producidos anualmente en los diversos espacios curriculares de la Escuela. Las líneas que estas Singularidades inauguran construyen el imaginario colectivo de la Escuela y despliegan una teoría-de-hecho sobre las características de su proyecto disciplinar, estableciendo relaciones entre los procesos de investigación y enseñanza, promoviendo tendencias e influencias transversales, e impulsando un diálogo polémico y reflexivo. Queremos agradecer al cuerpo de profesores y alumnos que han funcionado como agentes activos en la formación del espíritu de la Escuela contribuyendo en su debate sobre el hacer y el pensar arquitectónico contemporáneo, a los alumnos cuyo trabajo forma parte de esta selección, Francisco Alcalá, Camila Arretche, Lucía Ayerbe, Florencia Baserga, Santiago Barbieri, Francisca Belamendia, Tomás Belardo, Carla Bertrán, Milagros Biaggi, Federico Bonessi, Lucía Bosich, Nicolás Boscoboinik, Candela De Bortoli, Wenceslao Campomar, Azul Castelli, Francisco Castelli, Ana Carlisle, Renata Carosso, Nayla Cefarelli, Candela Cicinelli, Michela Conti, María Eugenia Cosentino, Florencia Corna, Sofía Domínguez, Florencia Feldsberg, Juan Manuel Fernandes, Delfina Fernández, María Filippini, Teo Florin, Jorgelina Fracasso, Trinidad Fossati, María Victoria Fuentes, Micaela Gaig, Mariano Galíndez, Camila Gallardo, Jorge Gandulfo, Juan Cruz Granda, Carola Garione, Guido Gernetti, Francisca Gil Sosa, Agustina González Bustamante, Ian Groisman Marcilla, Juan Cruz Gumbau, Michel Hunziker, María Belén Iliev, David Jarrín, Tomás Levy Daniel, María Belén Lozano, Agustín Llobera, María Malvido, Ornella Martinelli, Franca Martínez Ferro, Eugenia Massa, Federico Marzano, Tomás Meneghetti, Susana Meta, Margarita Meszaros, Florencia Mischelejis, Agustina Mesa, Simón Montagnoli, Celeste Mourad, Philippe Mourelle, Victoria Pavesi, Abril Pollak, Melissa Pomsztein, Roberto Quiñones, Felipe Rey Vélez, Lucía Reyero, María Emilia Ríos, Victoria Ríos Esteve, Lucía Romanato, Victoria Saieg, Sol Sánchez Cimarelli, Macarena Sánchez, Camila Pilar Sueyro, Suyai Teja, Tomás Tirinato, Federico Tomaselli, Delfina Zanelli, Gabriela Zarwanitzer, Martín Zemma, y Federico Zorrozua, a los profesores que desarrollaron las agendas en el contexto de las cuales se han desarrollado los trabajos, Roberto Alfie, Ana Arlia, Gustavo Bianchi, Roberto Bogani, Victoria Bradbrook, Melisa Brieva, Luciano Brina, Santiago Bozzola, Francisco Cadau, Francisco Calvo, Carlos Campos, Julia Chiesa, Dolores Cremonini, Nicolás D’Angelo, Alberto Delorenzini, Hernán Deswarte, Juan Marcos Feijoo, Josep Ferrando, Anna Font, Arturo de la Fuente, Pablo Gerson, Santiago Giusto, Jorge Godoy, Martín Ibarlucía, Florencia Iglesias, Victoria Kopelowicz, Soledad Lanús, Pablo Lionti, Manuel Mensa, Santiago Miret, Inés Molinari, Ciro Najle, Lluís Ortega, Valeria Ospital, Federico Papandrea, Atilio Pentimalli, Diego Petrate, Juan Pablo Porta, Andrew Pringle, Javier Agustín Rojas, Máximo Sánchez Granel, Carolina Telo, Valentino Tignanelli, Lucas Torres Agüero, Iván Valdez, y Francisco Viegener, y especialmente a Anna Font, Manuel Mensa, Carolina Telo y Lucas Torres Agüero, quienes creativamente asumieron el proyecto, el diseño de las exhibiciones, y la articulación de su debate público, haciéndolo sonar a viva voz.
Universidad Torcuato Di Tella Escuela de Arquitectura y Estudios Urbanos Campus Alcorta Avenida Figueroa Alcorta 7350 Ciudad de Buenos Aires Argentina
Cuando un sistema, es decir, una serie de mecanismos lógicos de producción de un proyecto arquitectónico, guiados estratégicos, produce una circunstancia fuera de sí desde dentro de su lógica, es decir, mediante y como consecuencia de la aplicación sistemática de sus mecanismos, o dicho de otro modo, cuando un sistema produce un excedente consistente y necesario, pero en principio impredecible desde el punto de vista de sus razones y criterios, nos encontramos, ya no frente a una inconsistencia, un accidente, frente a un efecto no lineal, cuyo cambio de clase excede las precondiciones de la formulación inicial. Cuando la positividad de este efecto no lineal adquiere forma deliberada y consciente, es decir, cuando el excedente del sistema ya no se acepta como la capitalización de un imprevisto, ni se compara retrospectivamente con la lógica que lo ha producido para reconocer su sentido, sino que sus efectos organizativos nuevos se consolidan y se formulan fundados a un efecto no lineal, sino frente a una singularidad. Una singularidad es un proyecto que se trasciende a sí mismo.
ISSN 2314 - 3029 ARCHIVOS DE ARQUITECTURA 10 SINGULARIDADES