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Anverso y Reverso
Carrera de Arquitectura, 2017. Materia: Introducción a los Medios Expresivos. Curso: Adquisición de Información y Producción de Ideales en el Espacio de la Representación. Profesor: Nicolás D’Angelo. Ayudante: Pablo Gerson. Proyecto: Sin Título. Alumno: Juan Manuel Fernandes.
Dos ejes cartesianos referencian el relevamiento de una mano mediante una serie de puntos. Los puntos, nombrados por una letra y un número, o por dos letras, se conectan por líneas que generan una estructura triangular continua. A cada letra le corresponde una estructura organizativa elemental: A dedo gordo, B dedo índice, C dedo anular, D dedo mediano, E dedo meñique. Los puntos, nombrados con dos letras, designan las intersecciones en el espacio entre estructuras organizativas. En estos encuentros las estructuras pierden unidad y emergen patrones de alineación cuyos ritmos construyen escalas locales.
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A la derecha, la organización se despliega verticalmente, se comprime horizontalmente, y tiende al centro de gravedad, modificando los modos de conexión. A la izquierda, se forma una protuberancia asimétrica. En la zona inferior, se distribuyen formas rectangulares agudas, direccionadas por tres nodos con tendencia excéntrica. En la zona superior, la organización se vuelve abigarrada, las distancias entre los puntos se reducen, y se superpone un entramado. En la zona central, se forma un eje de simetría y un centro sobre el que las fuerzas orbitan, sin consolidarse. La densidad se distribuye según centros desplazados.
La totalidad es una organización en franjas que se repiten variando distancias relativas. Concavidad y convexidad resultan del entrelazamiento horizontal de las estructuras lineales. Las transversalidades determinan la tendencia a acercarse de los puntos organizados longitudinalmente.
El proceso de pasar una mano por un aparato de relevamiento transforma un sistema descriptivo en un modo de organización con un anverso y un reverso: una estructura de polígonos que se cierran sobre puntos y se abren sobre caras encadenadamente. La figuración contenida en la descripción está presente, pero su tensión no reside en la veracidad de la relación con lo relevado sino en la aparición de condiciones autónomas sistematizables. Al superar las particularidades de los dígitos de la mano de los que el sistema surge, el proyecto se proyecta más allá de su origen, deviene genérico, y estalla en múltiples formas desconocidas.